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- rdf:value = " El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , voy a votar a favor de la norma, sin perjuicio de decir que, sin duda, yo habría esperado resolver en el proyecto relativo al Ministerio de Medio Ambiente el conjunto de cuestiones involucradas en este artículo. Por lo menos, la iniciativa de ley va a entregar un año para solucionarlas.
Aquí hay al menos dos tipos de problemas.
El primero -el más evidente, a mi juicio- se refiere a algo cuya solución ha quedado pendiente en todos los últimos Gobiernos: resolver, de una vez por todas, un estatuto claro para la CONAF. Creo que esta es una gran deuda de la Concertación, porque no hemos sido capaces de regularizar, en un servicio muy importante para el país, la completa anomalía existente en una institución pública que desarrolla funciones únicas y que tiene un estatuto privado.
Ese es un primer problema que posee mérito en sí mismo.
Y el segundo tiene que ver con esta ley, en cuanto a qué régimen de administración establecemos para las áreas protegidas y la biodiversidad, y cómo generamos una institucionalidad de fomento de la industria y la producción forestal.
Es evidente que esas dos cuestiones están vinculadas. No se puede decir que son completamente independientes. Por lo tanto, aquí se prejuzga cierta fórmula.
Ahora, como la norma en análisis expresa que el Presidente de la República deberá enviar "uno o más proyectos de ley", después veremos cada uno de ellos. Porque si alguno separa demasiado lo productivo de lo ambiental, puede generar en el Estado dos dinámicas contradictorias, una de las cuales es la productiva forestal, sin que esta pueda sentirse con responsabilidades fundamentales sobre la sustentabilidad.
Y esto tiene que ver también con el patrimonio y la biodiversidad, en fin, con la aplicación de la Ley Forestal.
O sea, si se extremara la idea -que tal vez subyace en este artículo- de establecer un ámbito de administración de lo protegido y otro de fomento de lo productivo, se llegaría a muy malos resultados institucionales. Porque ambos se encuentran vinculados, sobre todo desde el punto de vista agroecológico: hay sistemas ecológicos donde conviven las plantaciones con el bosque nativo, y superficies protegidas donde no hay producción. ¡Es evidente! Sin embargo, a ese respecto también surgen cuestiones -no debates- que no son fáciles de resolver.
El domingo pasado me tocó visitar áreas protegidas donde se está efectuando por primera vez la implementación de la Ley Forestal, y tomé conocimiento de un reclamo -el típico problema mixto, sobre el cual no tengo una opinión definitiva- de pequeños productores que hoy operan con planes de manejo. Plantean si resulta factible o no instalar allí producción melífera -o sea, de miel- para utilizar parques o reservas.
Se trata de un problema bastante técnico respecto del que es necesario saber si efectivamente afecta a la biodiversidad. Quizás, sí; quizás, no. No cabe separar completamente ambos asuntos.
Entonces, quiero hacer esa prevención, porque la discusión de fondo la realizaremos cuando el Gobierno mande tales proyectos. Pero temo que la redacción del precepto no sea la más feliz, pues ya establece un criterio sobre un aspecto que, a mi parecer, merece mayor análisis: distinguir el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas de la otra institución a la que no se pone nombre, salvo especificar que con ello se apunta a resolver la situación de la CONAF, pero no su función. Y hoy día esta Corporación cumple funciones en las dos áreas, tanto en la de protección como en la de producción.
Entonces, el precepto no da una orientación muy precisa acerca de las iniciativas legales que el Ejecutivo habrá de enviar al Parlamento, sino que se limita a fijar un plazo.
Expongo lo anterior, solamente para señalar que voy a aprobar el artículo octavo transitorio, ya que, si bien no resuelve un problema que debería haber quedado zanjado en esta oportunidad,...
El señor PROKURICA .-
¡No importa, señor Senador ! Nosotros, en el próximo Gobierno, lo vamos a arreglar.
El señor GAZMURI.-
¡No lo creo! Los proyectos se tienen que discutir en el Congreso. Y aquí los parlamentarios de la Concertación vamos a ser mayoría. Es más o menos claro que el sistema binominal, esta vez por lo menos, nos asegura que así ocurrirá.
De manera que, como todas las leyes se tramitan en el Poder Legislativo , si ustedes ganan y no se ponen razonables, tendrán que enfrentar algún problema.
Retomando mi intervención, debo manifestar que con las normativas referidas no se resuelve -es el único punto- una institucionalidad que abarque todos los ámbitos que queremos regular.
En consecuencia, quedamos con una tarea pendiente, que no es algo de menor importancia, en cuanto a la administración ambiental del país.
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