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- rdf:value = " CREACIÓN DE SERVICIOS DE RADIODIFUSIÓN COMUNITARIA CIUDADANAEl señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, sobre creación de los Servicios de Radiodifusión Comunitaria Ciudadana, con informe de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones y urgencia calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (5406-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 45ª, en 2 de septiembre de 2009.
Informe de Comisión:
Transportes y Telecomunicaciones, sesión 57ª, en 13 de octubre de 2009.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
El objetivo principal de la iniciativa es crear un régimen jurídico para la operación de un nuevo instrumento de telecomunicaciones denominado "Servicio de Radiodifusión Comunitaria Ciudadana", distinto al régimen común o general de las telecomunicaciones aplicable a las radiodifusoras comerciales y sin las limitaciones que afectan a las emisoras de mínima cobertura.
La Comisión recibió en audiencia a representantes de la Asociación de Radiodifusores de Chile y de la Asociación de Radios Comunitarias de Chile. Asimismo, tuvo en consideración las observaciones, enviadas por escrito, del Director Nacional de la CONADI .
La Comisión aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Matthei y señores Cantero, Girardi y Pizarro, en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados. Los fundamentos de voto se transcriben en su informe, al igual que el texto que propone aprobar en general.
Cabe anotar que el artículo 17 tiene carácter de norma orgánica constitucional y que para su aprobación requieren los votos conformes de 21 señores Senadores.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
No hay quórum para aprobar el proyecto.
Si le parece a la Sala, efectuaríamos ahora la primera discusión.
El señor ESPINA .-
¿No se va a poder votar?
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
No, señor Senador. Se requieren los votos de 21 señores Senadores, y no los hay.
Por eso, la Mesa propone realizar el debate general solamente.
El señor PROKURICA.-
Está bien, señor Presidente.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Espina .
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, si no se va a votar, quienes no vamos a intervenir podríamos trabajar en Comisiones, porque tenemos que estudiar y despachar algunos proyectos.
Podríamos pronunciarnos respecto de la iniciativa en la próxima sesión.
El señor GAZMURI .-
Acordemos no votar ahora.
El señor ESPINA.-
¡Es lo que estoy sugiriendo!
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Dejaríamos pendiente la votación, haciendo de inmediato la discusión general.
El señor PROKURICA.-
Y que quede terminada.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
De acuerdo. Agotemos la primera discusión y dejamos pendiente la votación para la próxima semana.
Acordado.
El señor GAZMURI.-
Que el proyecto figure en el primer lugar de la tabla.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
En discusión general el proyecto
Ofrezco la palabra.
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, en realidad, desde hace mucho tiempo quienes valoran profundamente la existencia de las radios comunitarias han venido esperando una normativa que las saque de la clandestinidad y que, en definitiva, las valore socialmente en el rol que ellas debieran cumplir en una sociedad atravesada por las comunicaciones.
En el siglo de las comunicaciones, claramente la regulación respecto de este tipo de medios de comunicación ha tendido más bien hacia su invisibilidad, desaparición y no consideración.
A estas alturas, las radios comunitarias en nuestro país son una muestra de la porfiada decisión de parte importante de la ciudadanía en cuanto a expresar su pensamiento, sus puntos de vista y a construir una comunidad sobre la base de una cotidianeidad más allá de las limitaciones económicas y técnicas; o sea, romper el monólogo comunicacional que vivimos, con las escasísimas excepciones que confirman la regla.
Es decir, las emisoras comunitarias aportan diversidad.
Y aunque en el propio informe presentado a la Sala se habla de esta propuesta legal "como el fruto de la discusión y el acuerdo inédito alcanzado entre la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI) y la Asociación Nacional de Radios Comunitarias de Chile (ANARCICH), quienes con la participación de la Subtel privilegiaron sus intereses comunes, cedieron en sus posiciones en las materias en que ellos son contrapuestos, y llegaron a un consenso que el Ejecutivo ha recogido y sometido a consideración del Congreso Nacional", la verdad es que el camino recorrido ha sido difícil y el actuar de las radios comunitarias sigue siendo muy complejo.
Para los medios comunitarios este camino no ha sido fácil.
De hecho, sin ir más lejos -y aprovechando la vocación libertaria y defensora de la libertad de expresión que abunda entre algunos miembros del Senado-, debemos advertir que respecto de las críticas o de las inhabilidades que se intentan poner en este proyecto hay que evaluar, por cierto, qué hemos hecho bien y qué mal.
Mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio no es adecuado. Quiero recordar que el propio informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, dado a conocer el 25 de febrero de este año por la Relatora Especial doctora Catalina Botero , en su numeral 65 dice lo siguiente acerca de Chile:
"Por otro lado, el 12 de octubre de 2008 fue promulgada la Ley N° 20.292, que introduce modificaciones a la Ley N° 18.168, Ley General de Telecomunicaciones. De acuerdo con la información recibida por la Relatoría Especial, estas reformas en el mecanismo de concesión de radiodifusión sonora habrían creado un sistema que otorgaría de manera casi automática la renovación de las concesiones vigentes. La Relatoría Especial recuerda al Estado que de acuerdo con el principio 12 de la Declaración de Principios," -de la OEA, en estas materias- "las asignaciones de radio y televisión deben considerar criterios democráticos que garanticen una igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a los mismos".
Es decir, en definitiva, cuando efectivamente haya que renovar concesiones en el espectro radioeléctrico, debe haber una posibilidad más democrática y amplia.
El mismo informe recuerda que en octubre de 2008 se realizó una audiencia, a pedido de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), entre otras organizaciones, para abordar principios y buenas prácticas regulatorias de emisoras radiales, y recuerda que "en el Informe Anual 2007 la Relatoría Especial recomendó a los Estados:" -en general, no solo a Chile- "Legislar en materia de radiodifusión comunitaria, de manera que se destine parte del espectro a radios comunitarias, y que en la asignación de estas frecuencias se tomen en cuenta criterios" -nuevamente- "democráticos que garanticen una igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a las mismas".
En ese mismo informe de 2007, la Relatoría expresó que la normativa sobre radiodifusión comunitaria "debe reconocer las características especiales de estos medios y contener, como mínimo, los siguientes elementos: la existencia de procedimientos sencillos para la obtención de licencias;" -no hay que dificultar- "la no exigencia de requisitos tecnológicos severos que les impida, en la práctica, siquiera que puedan plantear al Estado una solicitud de espacio;" -porque una de las formas de disuadir es colocar exigencias técnicas de alto costo, de manera de inviabilizar que la sociedad comunitariamente agrupada pueda acceder- "y la posibilidad de que utilicen publicidad como medio para financiarse".
Si no hay una forma de publicidad, el Estado debe subsidiar, porque es parte de una red comunitaria al servicio del bien común.
Todos estos elementos se encuentran contenidos en la Declaración Conjunta sobre Diversidad en la Radiodifusión, firmada por los relatores en libertad de expresión de la OEA, Naciones Unidas, África y Europa en diciembre de 2007. En tanto, la Relatoría Especial añadió, en el Capítulo III del citado informe: "en la misma línea, es necesaria una legislación que defina apropiadamente el concepto de radio comunitaria y que incluya su finalidad social, su carácter de entidades sin fines de lucro y su independencia operativa y financiera".
¿Cuál es el elemento prioritario de las radiodifusoras comunitarias? Por cierto, son entidades sin fines de lucro y tienden hacia la independencia, pues no tienen dependencia financiera. No implica gran costo hacerlas funcionar.
A mayor abundamiento, señor Presidente , la Resolución 2.434 de la Asamblea General de la OEA, sobre "Derecho a la libertad de pensamiento y expresión y la importancia de los medios de comunicación", aprobada en la Cuarta Sesión plenaria, celebrada el 3 de junio de 2008 -es decir, recientemente-, en su punto N° 3 expresa: "No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones".
Por cierto, entonces, eso nos da luces de que lo que debe hacerse es facilitar su acción.
En el punto N° 7, dice: "instar a los Estados Miembros a que consideren la importancia de incluir, en el marco de sus respectivos ordenamientos jurídicos, normativa sobre la creación de medios de comunicación alternativos".
Esos medios de comunicación alternativos favorecen la libertad de expresión.
Yo diría que quienes han sido críticos de las radios comunitarias olvidan que a mayor diversidad tiene que haber mayor libertad de expresión.
Pese a todos estos principios ratificados por Chile en la OEA, durante las últimas semanas y meses hemos seguido con preocupación las noticias e informaciones que dan cuenta del cierre de varias emisoras comunitarias, como resultado de denuncias interpuestas en su contra debido a su carácter supuestamente "ilegal": allí están los casos de Radio Sin Tierra de La Reina; NDTV; Canal de TV Comunitaria de Malloco ; Umbrales TV; Canal de TV Popular de Villa Francia; Radio La Voz de Estación Central; Radio 1° de Mayo de Pedro Aguirre Cerda ; Radio UV 15 de Cerro Las Cañas; Radio 2000 de Cerro Montedónico ; Radio Placeres de Valparaíso, y Radios Renacer y Conexiones, de Lota. Muchos de estos medios de comunicación, pese a tener décadas de trabajo al servicio de la comunidad, fueron cerrados.
Nos preocupa que este tipo de acciones haya desembocado, por ejemplo, en la renuncia de la Radio Universidad de Chile, dirigida por el Premio Nacional de Periodismo Juan Pablo Cárdenas, a la Asociación de Radiodifusores de Chile.
Renunció a la ARCHI Juan Pablo Cárdenas , argumentando su ferviente posición "a favor del uso más amplio posible del espectro radiofónico y del reconocimiento de medios de información que constituyen un aporte fundamental a la diversidad informativa tan acotada" -y yo diría tan concentrada- "en nuestro país".
Si es que finalmente se aprobara de esa forma, nos parecería bien permitir que se aumentara el máximo de potencia de transmisión a 25 y hasta 40 watts en áreas geográficas apartadas, donde se requiere de mayor potencia porque hay más obstáculos geográficos y mayor cantidad de cerros, lo que sin duda beneficiará a un número superior a 250 de las emisoras que integran la Asociación Nacional de Radios Comunitarias de Chile.
Nos parece importante también la opinión que hizo llegar la CONADI a la Comisión indicando que legislar sobre las radios comunitarias "constituye una oportunidad para que los pueblos originarios puedan acceder con mayor facilidad a un medio de comunicación muy apreciado en las zonas rurales y que también podría ser de mucho provecho en las zonas urbanas para las poblaciones indígenas migrantes".
Compartimos el planteamiento de esa Corporación de que la ley en proyecto debiera dar mayor énfasis a la situación de los pueblos originarios, especialmente en aquellas zonas de alta densidad de población indígena, lo que podría traducirse en que las solicitudes de estas agrupaciones tengan, en determinadas circunstancias, prioridad en los concursos propuestos.
Discutíamos respecto a qué posibilidad tiene una pequeña comunidad mapuche de competir en un proceso de concesión o licitación. ¡Ninguna! O hacemos excepcionalidad respecto de generar una discriminación positiva, o no se cumple el precepto de que las radios comunitarias las tengan los más pequeños.
Por cierto, tiene razón también la CONADI cuando advierte que esta normativa tiene directa relación con lo dispuesto en el artículo 28, letras a) y c) de la ley N° 19.253, Ley Indígena, la cual señala que "el reconocimiento de respeto y protección de las culturas e idiomas indígenas contemplará:
"a) El uso y conservación de los idiomas indígenas, junto al español en las áreas de alta densidad indígena;".
Y, por tanto, debemos otorgar un apoyo a la creación de radioemisoras y medios de comunicación indígenas, que ojalá utilicen el mapudungún para respaldar el fortalecimiento de esta lengua.
Pese a ese interesante aporte de la CONADI, el proyecto sigue refiriéndose a los pueblos originarios como "etnias", tal cual se señala en el artículo 4º.
¡No son "etnias", señora Ministra , sino pueblos originarios!
Sin perjuicio de lo anterior, y como corresponde, quiero hacerme cargo de las críticas que se le han formulado a la iniciativa y que debemos buscar cómo satisfacer.
Primero, el espectro radioeléctrico que se resguarda para las radios comunitarias alcanza apenas al cinco por ciento del dial. ¡Cinco por ciento del dial! En efecto, las frecuencias disponibles van desde 105.9 a 107.9 MHz, en contraste con lo que plantean todas las iniciativas legales que se discuten en otros países de la región, las cuales garantizan un tercio del dial para este tipo de emisoras. Es decir -seamos francos-, Chile, que se precia de respetar la libertad de expresión, dedica cinco por ciento del dial para estos efectos, en circunstancias de que el resto de los países de América Latina destinan un tercio.
Segundo, resulta criticable que se mantenga a estas radioemisoras sometidas a la Ley General de Telecomunicaciones, de 1982, que fue creada para silenciar a las radios opositoras de la época, y que hoy se utiliza para cerrar y allanar emisoras, aplicar penas de hasta tres años de prisión y multas de hasta 140 millones de pesos, además de la incautación de todos los equipos.
Espero que ello no continúe y que esa ley de la dictadura deje de emplearse en democracia. Luchamos mucho -la señora Ministra lo sabe- para terminar con una legislación que nos fue heredada y que seguimos utilizando.
Tercero, tal como dispone el artículo 7° de la iniciativa, los proyectos de radios comunitarias quedan condicionados al visto bueno del Ministerio Secretaria General de Gobierno, y en el caso de los pueblos indígenas, al de la División de Organizaciones Sociales (DOS), de acuerdo con el artículo 4°, desconociéndose una vez más la obligación de consultar a los propios pueblos originarios sobre la materia.
No obstante, pienso que la Ministra los va a consultar, pues desde el 15 de septiembre de este año rige el deber de hacerlo.
Cuarto, gracias al mínimo espectro radioeléctrico destinado a las radios comunitarias, el aumento de plazos de concesión terminará finalmente por impedir el acceso de nuevas emisoras al dial, ya que este se ocupará en poco tiempo, dada la gran cantidad de solicitudes, generándose las condiciones para que en un futuro no muy lejano muchas radios comunitarias asuman los riesgos de transmitir sin licencia para ejercer su derecho a informar.
¡Regulemos, legalicemos y no permitamos que sean acusadas de clandestinas ni ilegales!
Quinto, el financiamiento tendrá un carácter solo local y quedará sujeto a leyes tributarias, estableciéndose severas sanciones e incluso la caducidad en caso de que las emisoras comunitarias transmitan publicidad como la que hoy financia a las comerciales. Tampoco hay claridad en cuanto a si el Estado podrá invertir o no recursos en esos medios, independientemente de si quiere hacerlo.
Yo hago un llamado al Gobierno: debemos invertir en las radioemisoras comunitarias y darles la posibilidad de autofinanciarse.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Concluyó su tiempo, Su Señoría.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , le ruego que tenga la amabilidad de otorgarme un minuto adicional.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
¡Los minutos en radio son caros, señor Senador...!
El señor NAVARRO.-
¡Y en campaña lo son más, señor Presidente ...!
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Puede continuar, señor Senador.
El señor NAVARRO.-
Sexto, también es criticable que las exigencias de calidad óptima de transmisión impongan restricciones de entrada a quienes carezcan de los recursos necesarios para adquirir los equipos pertinentes.
Por último, en nada se facilitará la tramitación para constituir una radio comunitaria si curiosamente, y al contrario de lo que uno pudiera creer, esta materia es regulada por un reglamento del Ministerio Secretaría General de Gobierno que -como dice el proyecto- "deberá llevar también la firma del Ministro de Transportes y Telecomunicaciones".
Como sabemos, es poco probable que dicho cuerpo normativo pueda ser dictado durante la actual Administración. En todo caso, hay que poner mucho ojo en él.
Señor Presidente , aunque el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados por 93 votos a favor y 2 abstenciones y se ha insistido en presentarlo como fruto de los acuerdos, ello no debe obstar a que emprendamos un esfuerzo para mejorarlo a fin de que tenga una utilidad práctica real en la satisfacción de las necesidades de la ciudadanía.
Por tales razones, anuncio mi voto favorable a la idea de legislar y mi apoyo a la aprobación definitiva del proyecto.
He dicho.
¡Patagonia sin represas!
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora TOHÁ ( Ministra Secretaria General de Gobierno ).-
Señor Presidente , la presente iniciativa es el resultado de un debate muy largo en la Cámara Baja y, previamente, de un análisis con distintas agrupaciones, como la Asociación de Radios Comunitarias de Chile (ANARCICH), y también con emisoras comerciales que muestran mucho interés por las materias que tratan el desarrollo en este ámbito.
Debo decir que el proyecto busca hacerse cargo de carencias enormes en nuestra legislación actual, la cual constituye un gran obstáculo para el desarrollo de las radios comunitarias, por cuanto les impone condiciones sumamente restrictivas desde los puntos de vista tanto de la duración de las concesiones como de la potencia necesaria para su funcionamiento.
Al mismo tiempo, la normativa vigente complica a las radios comerciales, pues al exigirles requisitos poco precisos permite que este tipo de emisoras desarrolle una actividad comercial bajo el amparo de la legislación referida a las comunitarias.
En definitiva, existe un acuerdo transversal en el sentido de que es imprescindible cambiar la normativa actual.
Se requiere una legislación que establezca un estatuto mejor para las radios comunitarias y levante una muralla clara entre la actividad comercial y la comunitaria. Eso busca la ley en proyecto.
¿En qué se ha avanzado?
Primero, en establecer un aspecto vital para las radios comunitarias -hoy llamadas "de mínima cobertura", y con la nueva ley, "comunitarias y ciudadanas"-, por cuanto bajo su estatuto solo podrán acogerse personas jurídicas sin fines de lucro.
Aunque parezca increíble, dicho requisito no está explícito en la legislación actual. Y, por ende, una institución o una sociedad comerciales pueden instalar una radio comunitaria.
Tal situación va a quedar despejada. Y ahí aparece el rol del Ministerio Secretaría General de Gobierno. No es que él deba decidir "Este sí, este no": tendrá que acreditar la calidad de institución sin fines de lucro. Porque, tratándose de organizaciones como corporaciones y fundaciones, su registro figura en el Ministerio de Justicia; pero en el caso de otras, el único registro completo lo lleva la División de Organizaciones Sociales.
Por lo tanto, al Ministerio Secretaría General del Gobierno solo le corresponderá ratificar que la organización que solicita la concesión especial de radio comunitaria no persigue fines de lucro y, por lo tanto, puede acceder a ella.
El segundo paso que da el proyecto es el cambio del plazo de la concesión. Hoy es de tres años y se aumenta a quince.
En tercer lugar, se incrementa la potencia. En la actualidad, esta solamente alcanza a un vatio y ahora se fija en 25. Y tratándose de zonas aisladas, localidades con población rural muy dispersa y de comunidades indígenas, se extiende hasta los 40.
En cuarto término, estas concesiones no podrán ser traspasadas a título oneroso ni ser arrendadas. Es decir, no serán objeto de negocio. Si su titular no la va a utilizar, la concesión entrará nuevamente al sistema.
El quinto punto que implica un avance es el establecimiento de un mecanismo para posibilitar que estas radios accedan a alguna forma de financiamiento, no a través de publicidad envasada, sino de "menciones comerciales". Esto significa que el locutor radial pueda pasar avisos.
Ahora bien, como esa actividad tiene un sentido comercial, la radio que la realice deberá abrir un giro publicitario en el Servicio de Impuestos Internos y declarar los tributos respectivos. Y si transmite publicidad envasada, enfrentará rigurosas sanciones, porque la idea es fijar una frontera clara con las radios comerciales, cuya fuente de financiamiento principal es el avisaje.
El señor ESPINA .-
¿Los locutores transmitirán verbalmente los mensajes?
La señora TOHÁ ( Ministra Secretaria General de Gobierno ).-
Mientras desarrollan su labor solo podrán transmitir avisos con su propia voz, no mediante publicidad envasada.
Me parece que la explicación es clara.
Por otra parte, conozco la inquietud que manifestaron varios señores Senadores en cuanto a la posibilidad de emitir propaganda política en este tipo de radios.
El punto fue discutido en la Cámara Baja, e incluso un Diputado presentó una indicación para regular la materia. Pero, en definitiva, no se acogió la idea de restringir dicha publicidad en estos medios.
No obstante, al Ejecutivo le parece sumamente válido tratar el asunto en la discusión particular, a fin de analizarlo con mayor detalle y ver cómo podemos abordarlo.
Asimismo, el proyecto contempla una simplificación de los procesos de reclamo. En la actualidad estos pueden presentarse en la Subsecretaría de Telecomunicaciones, o bien, en los tribunales de justicia. Y la iniciativa en debate consagra que se podrá recurrir a los juzgados de policía local.
Con ello queremos procurar que los procesos sean más rápidos y que, cuando se produzcan situaciones indebidas o la ley sea violada, las radios pequeñas o comerciales puedan acceder a los trámites pertinentes de manera simple, sin grandes costos.
Estimamos fundamental que la ley en proyecto genere fe pública en el sentido de que la haremos cumplir y se convertirá en un estatuto claro y posible de aplicar en la realidad.
Ahora, el Senador señor Navarro planteó una duda -deseo responderla-, acerca de por qué el espectro es tan limitado y qué va a suceder con las radios sancionadas por funcionar de manera ilegal.
Primero, debo decir que si estamos haciendo esta modificación es porque entendemos que hay que mejorar la ley que rige la materia. Pero esta se encuentra vigente y debe hacerse cumplir, lo cual no impedirá que, ante el nuevo orden que generará la nueva legislación, algunas emisoras que no han logrado operar y que han enfrentado distintos procesos y situaciones puedan postular al espectro radioeléctrico, el cual se va a ordenar mejor.
Efectivamente, el espectro reservado es el mismo, no se amplía. Es difícil hacerlo -hay que señalarlo-, porque está saturado. De manera que, si quisiéramos aumentarlo, tendríamos que sacar a radios que están funcionando y que ocupan parte de él. Pero sí se va a ordenar, de modo que las emisoras comunitarias se ubiquen todas juntas en un segmento reservado, lo cual permitirá generar mayor espacio y disminuir las interferencias con las radios comerciales.
Al mismo tiempo, por el hecho de exigirse en forma tan clara que los titulares de las concesiones en comento sean personas jurídicas sin fines de lucro y que se fiscalice mejor que no se ocupe esta legislación para encubrir actividades comerciales, se abrirá espacio para que nuevas radios comunitarias puedan postular a concesiones y operar de manera legal. Lo que pretendemos es que el espectro reservado para radios comunitarias sea utilizado realmente por instituciones de esta índole, que no se mezcle con el de las emisoras comerciales y que estas también queden protegidas en cuanto a que no se emplee el estatuto de las comunitarias para competir en forma desleal.
Señor Presidente, nos parece que el proyecto representa un importante avance, y en ello están de acuerdo la ANARCICH y la ARCHI.
Sin duda, en el debate particular podremos escuchar las observaciones e ideas de los señores Senadores para perfeccionar el texto.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , esta iniciativa fue estudiada en la Comisión de Transportes, con amplia participación de todos los sectores. Allí pudimos verificar el acuerdo alcanzado entre la ARCHI, que agrupa a la radiotelefonía tradicional, y la asociación que representa a las radios comunitarias. Ambas entidades defendieron los avances que recoge la nueva normativa.
Cabe destacar que en aspectos importantes se supera una legislación sobre emisoras comunitarias que, como se ha señalado, es muy restrictiva y dificulta seriamente la posibilidad de desarrollar esta actividad, que es de radiodifusión, pero que también se asocia -diría yo- al ámbito de la participación ciudadana y comunitaria.
Un elemento que me parece relevante tiene que ver con la duración de las concesiones, que será mucho mayor.
En general, las normas que se recogen demandan que el Ejecutivo precise lo concerniente al reglamento.
También se valoró y se destacó la posibilidad de terminar con la actual dispersión de las radios comunitarias en el espectro radioeléctrico, que ha generado muchas dificultades con la radiotelefonía tradicional: problemas de interferencia, de deterioro de la señal, en fin. Esto hace aconsejable establecer claramente un segmento donde se ubique la radiotelefonía tradicional y otro donde, a partir de ahora, se encontrarían las radios comunitarias. Como se ha indicado, este iría, en la Región Metropolitana, del 105.9 al 107.9 megahercios. Se estima que este espacio sería suficiente para implementar los avances que se requieren en la presente etapa.
Otro aspecto ampliamente reconocido, en particular por los sectores de las radios comunitarias, es la posibilidad de disponer de una potencia de radiación mínima de 1 vatio, y máxima de 25, con una altura de antena de hasta 18 metros, lo que permitirá mejorar en forma ostensible la capacidad de irradiación de la señal en el segmento poblacional que se desea cubrir.
Se hace una excepción, previa calificación de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, orientada fundamentalmente a las localidades fronterizas o apartadas cuyos habitantes se encuentren dispersos o distribuidos en un área territorial muy extensa. En estos casos la potencia de la señal podrá llegar a los 40 vatios, siendo factible adecuar las características de la antena.
Lo anterior resulta bastante interesante, pues posibilitará alcanzar un radio de cobertura mucho más razonable, de aproximadamente 4 kilómetros -o sea, un diámetro de 8 kilómetros- en las zonas urbanas y mayor en el caso de los sectores rurales o limítrofes.
Se establece una serie de criterios para asegurar la calidad del servicio.
Se señala que la concesión de radiodifusión comunitaria ciudadana podrá ser solicitada por personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro, a excepción de las corporaciones y fundaciones municipales. La idea es que se trate de organizaciones de trabajadores, agrupaciones comunitarias, asociaciones gremiales, comunidades indígenas, comunidades agrícolas, iglesias, organizaciones comunales de consumidores, etcétera.
Se fija un período para la instalación de las radios y la implementación de las medidas técnicas destinadas a iniciar la emisión de la señal, el cual no podrá ser superior a 180 días, contado desde la publicación del decreto supremo que otorgue la concesión.
El plazo de las concesiones será de 15 años. Esto también fue ampliamente valorado por los representantes de las radios comunitarias, dado que el término actual les impide hacer viables sus proyectos. A diferencia del señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, ellos afirman que se necesitan recursos para mantener en funcionamiento las emisoras, que no son ni tan baratas ni tan fáciles de operar: se requiere personal -a algunos se les tiene que pagar-, renovar los equipos, conservar en buen estado las antenas, etcétera. De tal manera que el plazo propuesto fue considerado valioso.
Asimismo, se dispone que las concesiones de servicios de radiodifusión comunitaria no podrán transferirse. O sea, serán entregadas a una persona jurídica que estará impedida de comercializarlas y de desarrollar cualquier acto en tal sentido.
Otro aspecto vinculado a lo que acabo de señalar, también valorado enormemente, es la factibilidad de difundir menciones comerciales. Como explicaba la señora Ministra , el locutor podrá hacer menciones a lo largo de la programación, lo que no significa -se precisó claramente- transmitir paquetes ni encadenamientos de publicidad de carácter regional o nacional. Para este propósito, las radios deberán abrir el giro correspondiente -solo en lo relativo a publicidad- en el Servicio de Impuestos Internos. En todo caso, se prohíbe distribuir entre los socios las rentas generadas por dicho concepto.
Se estatuye que los servicios no podrán formar parte de cadenas entre ellos ni con radios comerciales, salvo en situaciones de alto interés, emergencia o calamidad pública, determinados por la autoridad competente.
Se establecen criterios muy taxativos para la caducidad de las concesiones, vinculados al incumplimiento de los artículos 13, 15 y 9° de la ley en proyecto.
La infracción a lo dispuesto en el artículo 13 y su reincidencia serán de competencia del respectivo juzgado de policía local.
Hay multas para la falta inicial, particularmente respecto de la emisión de menciones comerciales, del no cumplimiento de los requisitos que se establecen para ese propósito o por no tener adecuada posición en el espectro radioeléctrico de una concesión. Ellas van desde las 5 hasta las 100 UTM, que en todo caso serán siempre de beneficio municipal.
Cuando se produzca reincidencia, la Subsecretaría de Telecomunicaciones deberá recibir, mediante oficio, la comunicación desde el tribunal, y en ese evento los concesionarios perderán su concesión.
En el caso de aquellos concesionarios que hoy día tienen vigente su autorización y que no se acojan a esta ley en proyecto, no podrán renovar su concesión radial una vez cumplida esa vigencia. Y si quieren volver a la actividad, deberán acogerse a los contenidos de este cuerpo legal. Es decir, la vigencia de esta normativa es de ahora hacia delante y carece de efecto retroactivo.
Yo diría que, en términos generales, esos son los aspectos más relevantes de esta iniciativa, que contó con el concurso y el apoyo de todos los miembros de la Comisión. Y, además -repito-, hubo una declaración expresa tanto de la ARCHI como de la Asociación Nacional de Radios Comunitarias de respaldarla.
En consecuencia, anuncio mi voto favorable a la idea de legislar, sin perjuicio de que, como se ha señalado aquí en el día de hoy, yo soy de aquellos que creen que este tipo de radios comunitarias no deberían tener la posibilidad de participar en publicidad de orden político, porque podrían generar una situación que produciría un ambiente inadecuado, ya que las organizaciones que tengan acceso a estas concesiones nacen para un propósito, para una idea específica: medio ambiente, consumidores, trabajadores, en fin.
Dado ese enfoque, estimo inapropiado que se las autorice para participar también en las campañas políticas.
Y, en ese sentido, anuncio una indicación para restringir a las radios comunitarias la posibilidad de participar en publicidad de carácter político.
He dicho.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , quiero anunciar mi voto favorable a la iniciativa. Asumí, por lo demás, el compromiso con la Asociación Nacional de Radios Comunitarias de apoyar este proyecto, que ellas han concordado con la ARCHI y el Gobierno.
Considero que claramente -como se ha señalado aquí- hay avances muy sustantivos.
En primer lugar, la ampliación de la potencia de esas radios, a mi juicio, les va a permitir una cobertura mucho mayor que la que tienen hoy día. Esa ampliación es significativa: va de 1 a 25 watts y -como se ha dicho en esta Sala- con 40 de extensión máxima en situaciones particulares.
Creo que es muy importante el alza considerable del plazo de la concesión. Me ha tocado ver muy de cerca los problemas que han experimentado muchas de esas emisoras, que cada tres años deben iniciar todo el procedimiento de adquisición de la concesión, que es caro y engorroso. De esa forma se le da estabilidad al sistema.
Me parece bueno el hecho de que se les asigne un espacio específico en el espectro radioeléctrico. Estoy de acuerdo con lo que ha planteado el Senador señor Navarro , en el sentido de que ese espacio asignado todavía es menor que el que deseamos aquellos que pensamos que el fomento de las radios comunitarias constituye un factor muy importante de identidad local, de pluralidad de expresiones, de acceso a distintas organizaciones de la sociedad civil, en fin, a medios de comunicación.
Pero estamos dando un primer paso. Veremos si ocurre lo que plantea la Ministra en el sentido de que la ordenación del espacio radioeléctrico permite mayores espacios de frecuencia. Sin embargo, habrá que asegurar que esas ampliaciones vayan a las radios comunitarias.
Por otra parte, la posibilidad que otorga el artículo 9° me parece también particularmente importante, en orden a que expresa en forma clara el propósito de la ley en proyecto: establecer dichas concesiones para organizaciones sin fines de lucro; terminar con el área de ambigüedad que hoy día existe de manera clara, taxativa, y señalar con nitidez que en las concesiones se va a privilegiar, porque ese es un criterio indicativo para la aplicación de la normativa, a las organizaciones comunitarias de distinto tipo, así como también a las comunidades de nuestros pueblos originarios.
Considero que en esa línea, claramente, el artículo 9° mejora de modo muy sustantivo el sentido de la normativa al determinar quiénes son los que ella desea estimular para el desarrollo de radios comunitarias.
Estoy de acuerdo también con las llamadas "menciones comerciales", lo que va a permitir un mínimo financiamiento local. No veo ninguna razón para que esas menciones no puedan referirse a elecciones de carácter local o relacionadas con los distritos o circunscripciones donde esas radios existan. No sé por qué establecer una contraposición artificial. Creo que, a veces, eso forma parte de la "penalización" -entre comillas- de la política aún vigente en ciertos ámbitos de la cultura nacional.
Pero, en fin, entiendo que eso será materia del debate en particular.
Yo lo único que echo de menos en este proyecto -y creo que esa será una tarea pendiente- es la manifestación por parte del Estado de una política clara destinada a promover este tipo de iniciativas de radios comunitarias. Y, en esa perspectiva, deberíamos establecer una política específica de estímulo a través de un fondo especial o de un subfondo dentro del que hoy día existe, para incentivar los medios regionales.
El fondo actual tiene otra mirada respecto de la normativa que estamos promoviendo, cual es contemplar un estímulo para que haya una mínima descentralización de los medios de comunicación que operan en el mercado -televisión, diarios, etcétera- y que no están sujetos a este estatuto especial de entidades sin fines de lucro, como son las radios comunitarias.
Y, por tanto, son dos propósitos completamente distintos.
El primero tiene que ver con un tema más general en nuestro país, esto es, si se va a contar con políticas de subsidio, de apoyo estatal, para fomentar -en este caso, en la normativa respectiva- una mayor descentralización de los medios de comunicación y, por consiguiente, dotar a las Regiones de medios de expresión propios, y no tener que levantarnos todas las mañanas los millones de chilenos -como yo siempre digo- viendo crónicas relacionadas con el atochamiento de las calles de Santiago, lo que, sin duda, es un abuso del centralismo sobre el 60 por ciento de los ciudadanos que vive en Regiones.
El segundo punto, distinto del anterior, es que deseamos que las comunidades, las organizaciones comunitarias, posean medios locales de expresión que no tengan fines de lucro y que no operen en un contexto de mercado.
Y, en consecuencia, yo espero que en el futuro podamos establecer algún tipo de financiamiento, de estímulo específico, para desarrollar estas expresiones que, a mi juicio, enriquecen el pluralismo y la democracia en nuestro país.
Por las razones expuestas, anuncio mi voto favorable.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Kuschel.
El señor KUSCHEL.-
Señor Presidente , el proyecto, en la forma en que lo han presentado el Senador señor Cantero y la señora Ministra , me parece muy interesante y que mejora la situación actual.
Pero me preocupa lo siguiente.
En el caso de mi circunscripción, tenemos un señor Diputado que primero fue Secretario Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones y ahora posee varias radios. Le dicen de sobrenombre "Siete Radios". Pero yo le conozco seis. Puede que sean siete u ocho. También cuenta con una emisora familiar.
El interés por la radiodifusión le surgió después de ser seremi.
Es un gran empresario radiodifusor. Tiene radios en Fresia, Llanquihue , Puerto Varas, Los Muermos , Cochamó , Entre Lagos, Puyehue -no sé si se me escapa alguna-, y todas están vinculadas. Las antenas se hallan ubicadas en el terreno donde vive, en Llanquihue; en fin.
Él transmite de modo permanente programas políticos, programas prácticamente personales. También hace promoción de programas de gobierno. Y de vez en cuando recibe estímulos fiscales para su labor de radiodifusor.
Ahora, no todas las emisoras se hallan inscritas a nombre de él; en algunas aparecen como dueños personas vinculadas a su corriente política. Por lo tanto, quiero saber en qué situación queda un sistema de radio de este tipo, que es un caso real.
He solicitado información al respecto, pero me han llegado datos vagos, ya que las personerías a las que se han otorgado las concesiones poseen nombres de fantasía y nunca se entrega la identidad de quienes se encuentran detrás de esas administraciones radiales.
Les pregunto a la señora Ministra y a las autoridades del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones ¿qué pasa en una situación así? Porque evidentemente se trata de una pequeña cadena radial de gran importancia local que contradice muchas de las preocupaciones o metas planteadas por este proyecto -y por nosotros- como objetivos deseables en materia de radiodifusión.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR.-
Señor Presidente , desde ya, anuncio mi voto favorable a esta iniciativa, que considero extremadamente valiosa.
Pienso que, mientras más globalizado se halla el mundo, ya que nos enteramos por televisión todas las noches de lo que está ocurriendo en diferentes países, los miembros de la sociedad aspiran mucho más a conocer y a tener contacto con su comunidad, con su localidad.
En tal sentido, estimo muy relevante avanzar en esta iniciativa, pues, al mismo tiempo, posibilita el acceso a diferentes organizaciones.
Y aquí veo una segunda fortaleza.
Me parece que lograr una real promoción de las organizaciones y hacer que estas tengan a su vez posibilidades de expresión a través de una radio comunal reviste extraordinaria importancia.
El tercer elemento que deseo destacar es el pluralismo.
Considero fundamental que en una sociedad exista una pluralidad de visiones. Y eso no ocurre en la mayoría de los medios de comunicación de nuestro país. Es más: a mi juicio, la expansión de radios nacionales, que, de alguna manera, ha ido haciendo desaparecer las emisoras regionales, constituye una complejidad que uno advierte cada vez que visita alguna Región. Por ende, el camino de fortalecer a través de esta vía a las radios comunales, en cierto modo, viene a salvar esa situación, que me parece en extremo compleja.
Me sumo a lo que algunos señores Senadores han expresado en cuanto a asegurar la búsqueda de mayores espacios de frecuencias para que efectivamente lleguen a las radios comunales. Creo que se halla en el espíritu de este proyecto de ley y en la discusión particular debiésemos aclarar ese punto.
Por otra parte, señor Presidente , hace falta promover, y quizás convenir, con el Ejecutivo algo que también señaló un señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra: algún sistema que cree un fondo especial para la promoción de radios comunales. Me parece que sería muy relevante revisar tal posibilidad por cuanto el espíritu de la iniciativa está absolutamente claro. Lo considero extraordinariamente positivo pero, si fuere factible agregarle un fondo, podríamos traducirlo en una posibilidad concreta de que este servicio se amplíe.
Desde ya -como dije- anuncio mi voto favorable. Y felicito al Ejecutivo por la iniciativa.
He dicho.
El señor BIANCHI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora TOHÁ ( Ministra Secretaria General de Gobierno ).-
Señor Presidente , voy a contestar algunas consultas que han surgido.
En cuanto a lo planteado por el Honorable señor Kuschel , la legislación vigente, cuando se trata de gente con concesiones actualmente denominadas "de mínima cobertura" -es el caso del que estamos hablando-, es muy amplia. Ese tipo de concesiones pueden ser entregadas a personas jurídicas de derecho público o privado constituidas en Chile y que tengan domicilio en nuestro país.
Ahora, aquellas duran un máximo de tres años. Por tanto, cuando termine la concesión en comento, no podrá renovarse si el que la solicita no es una persona de derecho privado sin fines de lucro que no sea una corporación municipal. Es decir, la nueva normativa resulta más restrictiva, ya que solamente admite personas de derecho privado y sin fines de lucro, mientras que en la actualidad pueden ser de derecho público o privado, con o sin fines de lucro.
En el caso recién citado se puede pensar que queda un tiempo de concesión -mucho no podría ser, porque el máximo son 3 años- al término del cual no se podría renovar y se tendría que apostar a otro tipo de concesión.
En relación con el financiamiento, ahora no existe un fondo específico para radios comunitarias, pero sí hay dos a los que pueden acceder: uno, el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social Regionales, Provinciales y Comunales respecto del cual quizás podríamos pensar a futuro en cómo especificar la creación de un subfondo o en una manera de perfeccionarlo para atender esta realidad específica, y dos, el Fondo para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil, destinado a organizaciones sin fines de lucro, que pueden tener un proyecto de radio comunitaria o de otro tipo. Este fondo, que existe en la actualidad como programa, además tendrá sustento legal cuando se apruebe el proyecto de ley sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública, que en estos momentos se halla en trámite de Comisión Mixta.
Así que, sin perjuicio de otras ideas que puedan proponerse a través de estos dos fondos, perfeccionándolos y aplicándolos criteriosamente, se puede generar un mecanismo adicional de acceso a recursos para radios comunitarias y ciudadanas.
Gracias, señor Presidente.
El señor BIANCHI ( Vicepresidente ).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
--Queda pendiente la votación del proyecto.
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