-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds12
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds11
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds13
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds20
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds17
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds15
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds14
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds3
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds19
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds18
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1-ds10-ds16
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:TercerTramiteConstitucional
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- dc:title = "RESGUARDO DEL DERECHO A LA IGUALDAD DE REMUNERACIONES. Modificación del Código del Trabajo. Tercer trámite constitucional."^^xsd:string
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2787
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3097
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1403
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3486
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1438
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1777
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/504
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/339
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1088
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3178
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/685
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2861
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1578
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1782
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3848
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2934
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3192
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/730
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1175
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3557
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/516
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3625
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/75
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1399
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2718
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3021
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2020
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1209
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/420
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/507
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1713
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1734
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1893
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3473
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2635
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3055
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1619
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3201
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2849
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2581
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3675
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/427
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3487
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1482
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1706
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3360
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2453
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/86
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1786
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/303
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1050
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3446
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2782
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/627
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2555
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2717
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1860
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/168
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2797
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2840
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1745
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2100
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3270
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1831
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1011
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1667
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2904
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/372
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1925
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1827
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/802
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2986
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3883
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/428
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3371
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3138
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2464
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/902
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1580
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2399
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1001
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/83
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2640
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/498
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3251
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2571
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3765
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1997
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3724
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionUnica
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/igualdad-de-remuneraciones
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/derechos-laborales
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seApruebanModificaciones
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ley-n-20348
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/equidad-en-remuneraciones
- rdf:value = " RESGUARDO DEL DERECHO A LA IGUALDAD DE REMUNERACIONES. Modificación del Código del Trabajo. Tercer trámite constitucional.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Corresponde tratar las modificaciones del Senado al proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica el Código del Trabajo para resguardar el derecho a la igualdad en las remuneraciones.
Antecedentes:
-Oficio del Senado, boletín N° 4356-13, sesión 30ª, en 14 de mayo de 2009. Documentos de la Cuenta N° 3.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Según lo acordado por los Comités, para la discusión de las modificaciones del senado se dispondrá de un tiempo máximo de 60 minutos.
En discusión las modificaciones del Senado.
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, el mérito del proyecto y de las modificaciones propuestas por el Senado no pueden dejar de ser comentados.
Nuestra Constitución, en su artículo 1º, reconoce que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Esta declaración, tan simple y tantas veces recordada en distintas alocuciones envuelve en sí un tremendo significado, ya que está reconociendo el principio de igualdad ante la ley y establece, entre otras cosas, el principio a la no discriminación elevado al rango constitucional. Este mismo principio viene siendo reconocido hace ya más de un siglo por distintos cuerpos del derecho internacional y por la Organización Internacional del Trabajo, OIT. En nuestro ordenamiento se plasma en N° 16° del artículo 19 de la Constitución, que asegura la libertad de trabajo y de contratación; además prohíbe cualquier tipo de discriminación que no se base en la capacidad e idoneidad personal.
A mayor abundamiento, el artículo 2º del Código del Trabajo declara contrario a los principios de las leyes laborales los actos de discriminación, que son las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en motivos de raza, sexo, estado civil, religión, etcétera. Es decir, en el ordenamiento legal internacional, constitucional y laboral se encuentra establecido el principio de igualdad y de no discriminación.
Sin embargo, los hechos, los porfiados hechos, que quedan demostrados en decenas de estudios y de investigaciones realizadas por diferentes entes privados y gubernamentales, nos demuestran que en Chile y en otras latitudes, los distintos tipos de discriminación existen, en especial uno que es materia del proyecto: la diferencia de remuneraciones entre los sexos, lo que afecta principalmente a la mujer, respecto de lo cual hemos sido informados por los medios de prensa. De hecho, se señala que un hombre por igual función gana aproximadamente 25 por ciento más que una mujer.
Ante esta realidad constatada por los estudios e investigaciones, varios colegas decidieron presentar este proyecto a fin de que el principio de la no discriminación en materia de remuneraciones no solamente se encuentre declarado en los diversos textos legales y constitucionales, sino que también quede regulado y se establezcan mecanismos de protección, con el objeto de hacerlo realidad en nuestra legislación.
Sin duda alguna, el proyecto, que ya discutimos en esta Sala en su primer trámite constitucional, representa un avance en nuestra legislación, al establecer con claridad la prohibición de aplicar diferencias arbitrarias en materia de remuneraciones entre hombres y mujeres, aceptándose solamente las que provengan de la mayor capacitaci��n, idoneidad u otras permitidas por la ley. Además, fija algunos mecanismos efectivos de publicidad de las escalas remunerativas, a fin de prever eventuales diferencias.
Considero que cuando debatimos proyectos de esta categoría o sus modificaciones, los representantes del Ejecutivo deberían estar atentos a los argumentos de los diputados. No obstante, estimo que es culpa de los propios parlamentarios que se produzca esta situación, ya que se acercan a los ministros y otras autoridades para plantearles diversos problemas, por lo que hacen caso omiso de lo que señalamos respecto de los proyectos.
Solicito que mi reclamo se tome en cuenta y quede en la historia fidedigna del establecimiento de la ley, ya que el Ejecutivo no debe acceder a las peticiones que le hacen los diputados y que no tienen nada que ver con la materia en debate.
Por eso, señora ministra, por intermedio del señor Presidente , espero que tengamos la posibilidad de conversar sobre las modificaciones introducidas por el Senado cuando esté atenta a las discusión.
Las modificaciones del Senado son adecuadas y van en la dirección correcta, ya que, al igual que la iniciativa, apuntan a establecer un mayor criterio de justicia laboral entre hombres y mujeres, por lo que estimo deben ser aprobadas por la Sala.
He dicho.
El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Tiene la palabra la ministra Laura Albornoz.
La señora ALBORNOZ ( ministra del Servicio Nacional de la Mujer ).-
Señor Presidente , frente las discriminaciones que afectan a las mujeres, especialmente en sus relaciones de familia y en el mundo laboral, no cabe un rol pasivo del Estado. Es preciso adoptar medidas que permitan que hombres y mujeres participen en igualdad de condiciones en la vida nacional. Así lo entendieron la diputada Alejandra Sepúlveda y los diputados Mulet, Araya, Díaz, Walker, Ojeda, Ascencio, por mencionar sólo a algunos, al presentar esta moción que intenta eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
El debate legislativo que incentivó la discusión cultural, permitió que la injusta diferencia salarial entre hombres y mujeres se constituyera, primero, en un comportamiento ilegítimo y, muy pronto, en una práctica ilegal.
El proyecto da un paso necesario e ineludible en las transformaciones culturales que es necesario estimular en las relaciones de trabajo, al consagrarse el principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres por un mismo trabajo y que pasa a informar todas las relaciones laborales, cualquiera sea el tamaño de la empresa.
Un aporte fundamental del Senado consistió en precisar que la infracción al principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres quedará sometida al procedimiento de tutela de derechos fundamentales, que la nueva justicia laboral ya aplica en buena parte del territorio nacional y que el próximo 31 de agosto regirá también en la Región Metropolitana.
El Senado mantuvo la preocupación de la cámara por instar a las empresas de más de diez trabajadores a formalizar espacios de diálogo para enfrentar y modificar estas prácticas culturales.
Asimismo, el Senado hizo suya la preocupación de la Cámara por una mayor transparencia en los cargos o funciones en las empresas y de sus características esenciales, a fin de enfrentar y resolver de mejor modo la discriminación salarial en razón del sexo. Para ello, se otorga un plazo de seis meses a fin de que las empresas de 200 o más trabajadores generen dicha información.
Propusimos que esa obligación de transparencia, que de manera mucho más intensa ya cumple el Estado, hubiese comprometido a un mayor número de empresas. En cualquier caso, valoramos tremendamente la primera decisión pública por enfrentar esta realidad.
Luego de recoger la propuesta del diputado Ramón Barros y que hiciera suya la Comisión de Familia, el Senado no sólo consagró responsabilidades y mecanismos de control, sino también busca estimular comportamientos y valorar las buenas prácticas empresariales. Por ello, se autoriza a la Dirección del Trabajo a disminuir el monto de las multas originadas en infracciones a la ley laboral de menor gravedad.
Lo establecido en la iniciativa se extiende también al sector público, al prohibirse a las autoridades toda discriminación de trato entre funcionarios y funcionarias, autorizándose el control de legalidad por parte de la Contraloría General de la República en caso de reclamaciones individuales.
El texto aprobado por la Cámara y perfeccionado por el Senado ofrece un camino e inicia un proceso que permite garantizar a las mujeres su derecho al trabajo con una justa remuneración.
Por todo lo anterior, solicito que el proyecto sea aprobado en esta sesión.
He dicho.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-
Señor Presidente , me alegro de que el proyecto haya vuelto a la Cámara.
Por otra parte, agradezco a las dos ministras presentes, sobre todo a la del Sernam, por tratar de agilizar en forma permanente el despacho de esta iniciativa, que pone en el tapete público la gran diferencia de remuneraciones entre hombres y mujeres por igual tipo de trabajo, responsabilidad y capacidad, que alcanza el 30 por ciento.
Como lo planteó la ministra del Sernam , en la actualidad el 40 por ciento de las mujeres son jefas de hogar y el único sustento de sus familias son sus ingresos, 30 por ciento inferiores respecto de los hombres. La diferencia es aún mayor en mujeres con nivel educacional alto que, según las estadísticas, demuestran que están mucho mejor preparadas que antes para asumir el rol de jefas de hogar.
Junto con los diputados Araya, Eduardo Díaz, Mulet, Ojeda y Olivares, entre otros, fui autora de la moción que estamos tratando.
Al respecto, quiero transmitir una preocupación a las ministras del Sernam y del Trabajo, lo que ya hice antes de la sesión: en la Cámara acordamos que empresas con más de cincuenta trabajadoras lleven registros de ello, mientras que el Senado propuso que fueran las que tuvieren más de 200. Por lo tanto, en consideración a la información que nos dio la Biblioteca del Congreso, pregunto: ¿Qué proporción de mujeres trabaja en el estrato de empresas grandes? Tal vez, es bastante menor que lo que podríamos pensar. Para los autores de la moción, la utilidad de esos registros es que haya transparencia, lo cual permitiría a las trabajadoras reclamar por las diferencias remuneratorias entre ellas y los hombres en caso de igual calificación, tipo de trabajo y responsabilidad, las que sólo se podrían comprobar a través de tales registros.
La brecha entre las remuneraciones de hombres y mujeres es grave, porque constituye una gran injusticia social.
Tuve la tentación de pedir votación separada para la proposición del Senado, a fin de rechazarla y llevarla a comisión mixta. Pero, en una conversación informal con la ministra y algunas diputadas, surgió la idea de aprobar la iniciativa a la brevedad y buscar una solución posterior.
Lo más importante es que estamos dando una señal de que hay una injusticia que queremos que termine mediante este proyecto y otros que se propondrán en el futuro, porque una cosa es la ley y otra la práctica cotidiana.
Además, podrán reclamar ante la justicia, en los tribunales laborales, por la referida desigualdad, por la infracción de un derecho fundamental.
Por lo tanto, los autores del proyecto vamos a votar a favor, aunque las modificaciones no nos hayan gustado mucho.
He dicho.
El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Tiene la palabra la ministra del Trabajo, señora Claudia Serrano.
La señora SERRANO ( ministra del Trabajo ).-
Señor Presidente , para el Gobierno de la Presidenta Bachelet, llevar adelante un proyecto de ley que elimine la brecha entre las remuneraciones de hombres y mujeres es un aporte sustantivo a la igualdad y a la incorporación plena de éstas al mercado de trabajo en condiciones satisfactorias que permitan su realización.
En nuestro país, sólo el 36 por ciento de la fuerza laboral de mujeres tiene empleo, porque el tipo de trabajo al que acceden es poco motivador y porque tradicionalmente enfrentan el esquema de discriminación salarial.
No voy a ahondar más en el tema, pues la ministra del Sernam ha sido sumamente clara respecto de la importancia de esta iniciativa.
Agradezco la pregunta de la diputada Sepúlveda, ya que la medida es para las trabajadoras en todas las empresas, independientemente de su tamaño.
El aporte del Senado es proponer un registro, parte del organigrama de la empresa, pero sólo en las de mayor tamaño y con gran número de trabajadores, con el objeto de no complicar la demanda de especificación del organigrama y de desempeño de funciones en las de menor tamaño.
Esa medida se complementa con otras respecto de las cuales el Ministerio del Trabajo tiene cierta tolerancia cuando se trata de empresas pequeñas para estar en régimen, por ejemplo, en la recientemente aprobada sobre seguro de invalidez para éstas, la que no se propuso para las grandes.
Quiero ser muy precisa: la demanda de igualdad de remuneraciones entre mujeres y hombres es para todas las empresas; la única diferencia es respecto de una presentación administrativa del organigrama y de definición de cargos que hace aplicable la norma.
Eso coincide con otras excepciones respecto de las cuales estimamos que hay que llevar a cabo un proceso paulatino para que las empresas más precarias y pequeñas puedan cumplir con esos requisitos administrativos.
Muchas gracias.
El señor VARGAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ramón Barros.
El señor BARROS.-
Señor Presidente , espero que hoy, con la aprobación unánime de las modificaciones del Senado, la tramitación legislativa del proyecto llegue a su fin.
Si bien es cierto que a algunos las modificaciones del Senado nos dejan con gusto a poco, es de gran valor buscar la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres por iguales trabajos, la cual en Chile está absolutamente acreditada.
Muchos dijeron que esto es sólo testimonial. En la discusión en la Comisión de Familia nos fuimos dando cuenta de lo significativo de la iniciativa, más allá del testimonio. El punto es que hay que concretarlo, de manera que en las empresas se vaya sintiendo la importancia del trabajo bien hecho y remunerado de igual manera para hombres y mujeres.
Agradezco a la ministra su mención a la indicación que introdujimos como una forma de incentivar a las distintas empresas a que vayan avanzando en el cumplimiento de esta normativa, que espero se apruebe hoy, y que tenía por objeto incluir un incentivo, una forma de condonación de multas, siempre que no se trate de infracciones graves como políticas antisindicales o infracción de los derechos fundamentales de los trabajadores, para estimular el cumplimiento de la normativa y principios que rigen este proyecto de ley.
Además, me siento honrado de que el Senado haya acogido esta propuesta, que es bastante moderna, en el sentido de ir estableciendo incentivos para buscar un mayor grado de cumplimiento a favor de las mujeres trabajadoras de Chile. Espero que aprobemos por unanimidad las modificaciones del senado a este proyecto.
Voy a votar a favor del proyecto, al igual que mi partido, y espero se convierta en ley a la brevedad.
Agradezco una vez más la mención de la ministra, y me siento honrado porque una idea de estas características haya sido acogida tanto por el Ejecutivo como por el Senado de la República.
He dicho.
El señor VARGAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora María Antonieta Saa.
La señora SAA (doña María Antonieta).-
Señor Presidente , la aprobación de este proyecto es un avance enorme.
Reconocer que las mujeres por su trabajo merecen el mismo salario, y así consagrarlo en una ley de la República, es explicitar algo de estricta justicia y equidad.
Culturalmente, el trabajo de la mujer no ha sido considerado como trabajo. Incluso, el derecho a trabajar de la mujer en algunos momentos estuvo en manos de su marido, quien debía autorizarla para que trabajara fuera de la casa, pero dentro de ella lo hacía sin salario ni horario. Este reconocimiento en la sociedad ha sido difícil. Siempre se consideró la remuneración de la mujer como un complemento del salario familiar.
Escuché el otro día en la televisión a una señora que decía que su marido trabajaba y que ella ayudaba en la casa. Es decir, no hay una conciencia clara de que las mujeres tienen el derecho al trabajo, a la igualdad de remuneraciones y a que sus ingresos no sean considerados un complemento de la remuneración del marido. La diferencia de sueldos entre hombres y mujeres alcanzan el 30 por ciento. Eso es grave en una sociedad democrática.
Esto se da no sólo a nivel de los trabajos manuales, por así decirlo, sino que también en los profesionales, para lo cual han debido estudiar igual número de años y se les exigen los mismos currículos y el mismo rendimiento. Así como en las empresas periodísticas, en los canales de televisión.
Este impedimento cultural, esa idea que está metida en la cabeza, hace que ante un mismo trabajo las mujeres tengan distintos salarios. Entonces, es importante que introduzcamos este cambio en la ley.
El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo nos pone muy mala nota en la igualdad de género. Eso es algo que a todos nosotros nos debería preocupar, porque no es un detalle, se refiere a la mitad de la población. La mala nota es porque hay mucha inequidad y desigualdad.
Iniciativas de ley que avanzan hacia la igualdad han estado trece años estancadas. Es lo que sucede con la desigualdad de las mujeres al interior de la sociedad conyugal, donde el marido es el jefe, y eso no tendría por qué ser.
¿Cómo es posible que el despacho de un proyecto de ley demore trece años? Eso sucede porque en nuestro Congreso no hay sensibilidad. Por ello, me alegro mucho de que la haya habido en este proyecto de ley.
La señora ministra habló del perfeccionamiento del proyecto en el Senado, pero creo que no es perfeccionar subir el número a 200 trabajadoras para hacer el registro, ni tampoco subir de tres a seis meses la aplicación de la ley. Eso es demorar un poco las cosas.
El Senado, con todo el respeto que me merece, pone escollos profundos a la igualdad de género. Así pasó con las pensiones alimenticias y con muchos proyectos, como la igualdad del patrimonio en el matrimonio, el cambio del orden de los apellidos -para usar el materno, que podría ser un honor-, la trata de personas, en fin.
Es muy importante lo que se ha dicho. Aunque hay cosas que no me gustan, estoy de acuerdo con despachar ahora el proyecto, porque si va a una Comisión Mixta capaz que retrocedamos. Tenemos el pájaro en la mano y es muy importante avanzar en esta concepción.
Los empresarios deben tomar conciencia de que el trabajo de una mujer es igual y muchas veces mejor que el de un varón. No necesariamente es inferior o de menor calidad.
Siempre se presta para chistes este punto, para festinar, pero, objetivamente, el rendimiento de la mujer es bueno, a pesar de que tenemos que realizar dos tipos de trabajo, porque hemos avanzado poco en compartir las tareas domésticas con nuestros compañeros. Quiero felicitar al diputado Ramón Barros, que hizo ese importante alcance.
Sigamos avanzando para no tener el triste récord de ser los que tenemos la peor nota en América Latina en la igualdad de género.
Anuncio que voy a votar a favor de las modificaciones del Senado.
He dicho.
El señor VARGAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA.-
Señor Presidente , los elogios para el diputado Ramón Barros , que se pronunció a favor del proyecto.
Me siento muy honrado de ser uno de los autores de esta moción parlamentaria, que resguarda el derecho de las mujeres a la igualdad de las remuneraciones.
Con esto, de alguna manera avanzamos y, sobre todo, respondemos a las críticas que a nivel internacional se nos hacen de repente en materia de derechos humanos. El consejo técnico de las Naciones Unidas acaba de enjuiciarnos porque todavía no estamos en una situación aceptable en igualdad de género.
Esta iniciativa responde a la petición del organismo internacional, porque la mujer ha ido ganando espacios no porque nosotros lo hayamos querido, sino por su capacidad y su aptitud, las que le han permitido insertarse en el trabajo, en el avance y en el progreso de nuestra nación.
La igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres era una necesidad que debía ser establecida legalmente. Sin embargo, esta igualdad no es suficiente para colocarnos a la par con aquellos países que están a la vanguardia en la igualdad de género. En Chile, no hay igualdad de acceso al trabajo para hombres y mujeres, ni tampoco un tratamiento igualitario digno y acorde dentro del trabajo mismo. La diputada María Antonieta Saa se refirió al derecho a trabajar de la mujer, situación que debemos ir consolidando como país.
El Congreso Nacional dio un paso histórico al reformar el artículo 1º de la Constitución Política, que decía: “Los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos.”, sustituyendo la expresión “Los hombres” por “Las personas”, pues esta última expresión incluye por igual a mujeres y a hombres.
El proyecto nos satisface enormemente, porque contribuye a terminar con las desigualdades sociales arbitrarias y discriminatorias. Las personas deben acceder a un puesto de trabajo en virtud de su capacidad e idoneidad, sin otra consideración. La discriminación por género es algo obsoleto, arcaico, que debemos dejar en el pasado.
Respecto de las modificaciones del Senado no sé cuál habrá sido la razón para eliminar la letra a) del número 1 del artículo 1º, que definía los actos discriminatorios en las remuneraciones que, a mi juicio, era bastante acertada. El texto aprobado por la Cámara de Diputados señalaba: “las diferencias en las remuneraciones en trabajos de igual valor basadas en criterios distintos de las características y naturaleza del trabajo que se realiza”. No obstante, a lo mejor, ese concepto quedó establecido tácitamente, al deducir la discriminación de la interpretación del artículo pertinente.
Por otra parte, valoro que se disponga la obligación del empleador de velar por el cumplimiento del principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres que realizan un mismo trabajo. Las diferencias deben ser objetivas, por capacidad, calificación, idoneidad, responsabilidad o productividad, como lo señala el artículo 62 bis.
La diputada Alejandra Sepúlveda manifestó su objeción al cambio de guarismo entre el texto aprobado por la Cámara de Diputados y las modificaciones del Senado, en el número 6 del artículo 154, que pasó de “en el caso de empresas de cincuenta trabajadores o más,” a “en el caso de empresas de doscientos trabajadores o más,”, ello para los efectos de llevar “un registro que consigne los diversos cargos o funciones de la empresa y sus características técnicas esenciales,”, las explicaciones ya fueron dadas, por lo que estamos en condiciones de aprobar este proyecto que honra al Congreso Nacional, porque damos un paso muy importante en establecer la igualdad de las personas, de acuerdo a los principios universales en materia de derechos humanos y a la naturaleza y espíritu de la persona humana.
Mis felicitaciones a la ministra del Sernam , señora Laura Albornoz , y a la ministra del Trabajo y Previsión Social , señora Claudia Serrano , por el excelente trabajo que han llevado a cabo en este proyecto que se ve muy simple, muy sencillo, de sólo dos o tres artículos, pero cuya significación es enorme. Se trata de un pequeño paso que nos acerca más a la ansiada meta de establecer la verdadera y real igualdad de género entre el hombre y la mujer.
Anuncio mi voto favorable a las modificaciones del Senado, a pesar de las objeciones señaladas.
He dicho.
El señor VARGAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pablo Galilea.
El señor GALILEA.-
Señor Presidente , ¿hay algo más lindo para los hombres que las mujeres? ¿Hay algo más maravilloso para una mujer que dar a luz? ¿Hay algo más necesario para una madre que el derecho a un prenatal y a un posnatal? Ahora, si su hijo no alcanza aún el desarrollo suficiente o presenta problemas de salud, se hace necesario que la madre obtenga una licencia médica que, ojalá, pueda unir a las vacaciones para estar así más tiempo con su hijo.
Sin embargo, debemos reconocer que, desde el punto de vista de la empresa, esa situación significa mayores costos y el mercado, lamentablemente, así lo reconoce, produciéndose esta diferencia de sueldos entre hombres y mujeres. Por lo tanto, la situación es más compleja que imponer mediante una ley que, frente a iguales responsabilidades, hombres y mujeres obtengan los mismos sueldos.
Ahora bien, hay muchos empleos en los que las mujeres tienen la primera opción por sus habilidades naturales y donde a los hombres no nos reciben ni siquiera haciendo gratis el trabajo, porque nuestras habilidades son distintas y eso lo reconoce, de alguna manera, el mercado.
Mi aprensión es que esta imposición decretada por ley de pagar por igual a hombres y mujeres provoque una disminución de las oportunidades de trabajo femeninas, porque la ley no establece que necesariamente los empleadores tengan que contratar mujeres y, en ese sentido, podemos perjudicarlas, lo que lamentaría mucho. Espero equivocarme y que las oportunidades laborales de las mujeres no se vean disminuidas a causa de las disposiciones contenidas en este proyecto que hoy esperamos aprobar y despachar.
Pese a mis aprensiones, votaré favorablemente el proyecto, porque no tengo ninguna manera de imponer a quienes contratan que no marquen una diferencia entre un hombre y una mujer. Desde el punto de vista del empleador, pudiera significar un costo mayor en algunos trabajos, pero como ya lo señalé los hombres tampoco somos cotizados en ciertos empleos porque no tenemos las habilidades necesarias para desempeñarlos.
Reitero, votaré favorablemente el proyecto de ley, a pesar de mis aprensiones. Muchas veces aquí, sobre todo en un año electoral, se hace demagogia y se les promete a las mujeres situaciones irreales.
Nuestro deseo es que efectivamente los sueldos sean iguales para los hombres y las mujeres en trabajos similares, incluso, donde exista la alternativa y la decisión del empleador de decidir por uno o por otro.
Por último, felicito a la ministra del Sernam , señora Laura Albornoz , y a la ministra del Trabajo , señora Claudia Serrano , por el empeño puesto en el éxito de este proyecto. Sin embargo, no podía dejar de manifestar mi aprensión. Ojalá me equivoque y el proyecto no se traduzca en una disminución de oportunidades laborales para las mujeres.
He dicho.
El señor VARGAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi.
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente , nadie podría oponerse ni cuestionar este proyecto que modifica el Código del Trabajo, que persigue resguardar el derecho a la igualdad en las remuneraciones entre hombres y mujeres.
Pero sorprende que, a pesar de que en nuestra legislación existen normas relativas a esta materia, tanto en la Constitución Política de la República, en los artículos 1º y 19, números 2º y 16º, como en el artículo 2º del Código del Trabajo, que consigna la prohibición de los actos de discriminación en el trabajo, tengamos que discutir una iniciativa adicional para evitar la desigualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres. Es recurrente que cuando las normas no se aplican discutamos y aprobemos un nuevo proyecto, y así nos pasamos generando una ley tras otra, sin que se respeten las ya existentes.
Sin embargo, es necesario ser realistas. Como mujer, debería aplaudir de pie este proyecto. De hecho, estoy de acuerdo con él, pero es imprescindible considerar la realidad de nuestra sociedad.
¿Cómo se determina un criterio objetivo? Es importante que se aplique un criterio objetivo y no uno compasivo, de manera que exista igualdad, porque en el futuro los hombres podrían reclamar que las mujeres están ganando mejores sueldos, aunque quizás en muchos casos dicha diferencia podría justificarse plenamente. Recordemos que el promedio de escolaridad de las mujeres chilenas es de 11,8 años, mientras que el de los hombres es de 10,7. Por lo tanto, muchas mujeres tienen mejor preparación que muchos hombres. De hecho, al hacer el simple ejercicio de recordar la realidad laboral que me rodea, constato que la mayor parte de las mujeres que conozco gana más que sus maridos, probablemente porque ellas tienen más capacidad o más preparación. Pero, en el caso puntual de este proyecto, entiendo que hablamos de un mismo tipo de trabajo.
Es importante reconocer cuáles son las razones que explican esta brecha y los mecanismos para acortarla. La ministra del Trabajo y Previsión Social expresó que se produce menor concurrencia de mujeres al mundo laboral -las cifras indican que es de más de 30 por ciento-, porque hay poca motivación. Pero la peor motivación para una mujer es no poder conseguir un trabajo. Una madre necesita trabajar, porque tiene que alimentar a sus hijos, porque está sola o abandonada, etcétera. En esos casos, lo primero que quiere es un trabajo. Obviamente, después de que lo ha logrado, lo que corresponde es que tenga un trato justo y, por lo tanto, si su desempeño es igual al de los hombres, debería recibir la misma remuneración que ellos.
Sin embargo, es preciso considerar una situación real: esta mayor inclusión de las mujeres en el mundo del trabajo y la discriminación de la que es objeto se produce en aquellas que gozan de sueldos más altos, en niveles gerenciales, más que en las más modestas o pobres, lo que está estadísticamente probado. Es decir, las mujeres que tienen más capacidad de negociación serán quienes más luchen por la aplicación de esta norma, porque tienen más preparación y alternativas para elegir.
Nuestra preocupación debería centrarse en analizar cómo ayudamos a las mujeres más modestas, a las madres que necesitan trabajar para mantener a sus hijos, a que sean bien remuneradas y disfruten de un sueldo justo.
Siempre es mejor tener un trabajo que no tenerlo. Pero también hay que considerar otras situaciones. ¿Qué podemos hacer para introducir, definitivamente, la flexibilización laboral? Esto todavía no lo hemos logrado imponer en nuestro país, por eso me alegra contar hoy con la presencia de la ministra del Trabajo y Previsión Social.
Las mujeres de todos los estratos sociales -alto, mediano, bajo o de pobreza extrema- necesitan disponer de flexibilidad laboral, para compartir más con su familia, con sus hijos, especialmente en un mundo en el que la mayor parte de éstos están solos. No podemos obligar a las mujeres a estar atadas a un trabajo de horario fijo. Debemos luchar por una normativa flexible que reconozca la capacidad, el profesionalismo y la dedicación de las mujeres, pero que, además, les permita trabajar en un horario flexible de mercado, sin tanta restricción y rigidez. Todas las rigideces laborales siempre perjudican a las mujeres.
Además, en el proyecto se aprecian cambios que suscitan preguntas. Aparentemente, según las modificaciones del Senado, las empresas de doscientos trabajadores o más tendrían la obligación de informar sobre esta situación. ¿Y qué pasa con las pymes? El 80 por ciento de los trabajadores y la mayor parte de las mujeres laboran en las pequeñas y medianas empresas, -no en las grandes-, que generalmente pagan lo que pueden. ¿Qué ocurrirá con las temporeras? ¿Vamos a exigir que las empresas en las que muchas mujeres consiguen un trabajo de temporada, tengan registros y que, eventualmente, puedan ser sancionadas? Pareciera ser que lo que se dispone genera trabas al empleo. Queremos que las mujeres accedan a un trabajo digno y bien remunerado que, obviamente, no sea discriminatorio, pero tengamos la precaución de no poner obstáculos que dificulten la aplicación y el cumplimiento de la ley.
Para avanzar en el desarrollo de posibilidades de conciliar las responsabilidades laborales y familiares, siempre es necesario recalcar que es ineludible reformular la legislación laboral vigente, a fin de dar más flexibilidad a las trabajadoras, con el debido cuidado de no afectar la oferta laboral.
Lo positivo de esta iniciativa es que crea una cultura empresarial -es decir, en quienes pueden contratar- para evitar la discriminación.
Por otra parte, el Senado propone que lo dispuesto en la letra a) del numeral 2 del artículo 1º comience a regir seis meses después de su publicación en el Diario Oficial, lo que me parece razonable, porque en reiteradas oportunidades ha ocurrido que, por apurar la implementación de alguna norma, al final se aplica mal.
Por su intermedio, señor Presidente , pregunto a la señora ministra del Trabajo y Previsión Social: ¿Esto será retroactivo, incluso para todas aquellas personas que ya trabajan en las empresas y que gozan de un determinado sueldo, que ya está negociado y fijado? ¿Los empleadores deberán renegociar las remuneraciones, revisar cada contratación y aplicar criterios objetivos y no subjetivos, como los que considera la ley? En la práctica, ¿Cómo se aplicará esta normativa?
Finalmente, anuncio que votaré favorablemente el proyecto, pero pido que no se implementen normas que, a la larga, terminen afectando y no beneficiando a las mujeres. En muchos casos, por tratar de ayudarlas, se las perjudica.
He dicho.
El señor VARGAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet.
El señor MULET.-
Señor Presidente , en primer lugar saludo cordialmente a las ministras -no ministros, lo cual revela una faceta de los cambios culturales que hemos tenido durante los últimos años, lo que constituye una buena señal- del Trabajo y Previsión Social y del Sernam.
Fui uno de los autores de la moción que originó este proyecto; por eso, estoy muy contento con su discusión y con las modificaciones e indicaciones presentadas por muchos parlamentarios y por el Ejecutivo. Recuerdo que presentamos la moción con Alejandra Sepúlveda , Pedro Araya , Gabriel Ascencio , Eduardo Díaz , Sergio Ojeda , Carlos Olivares , Jorge Sabag , Mario Venegas y Patricio Walker , por iniciativa especial del diputado Eduardo Díaz y de la diputada Alejandra Sepúlveda -no hay que olvidar ese detalle, que me parece muy importante y justo-, quienes invitaron a participar a los demás. Muchos de esos diputados hemos seguido juntos en proyectos comunes después de que la vida política separara a ese grupo de diez parlamentarios. Sin embargo, por distintos caminos, mantenemos el interés por progresar en ciertos aspectos.
Éste no es un avance social, sino que se relaciona, más bien, con la justa evolución de la historia, que debe seguir su desarrollo, para mejorar significativamente y alcanzar una sociedad superior, tanto material como espiritualmente.
Hoy, no hay diferencias de derecho por el color de la piel de las personas. Gracias a Dios, esa discriminación se superó en las últimas décadas del siglo pasado. Es decir, evolucionamos correctamente. Hace algunos siglos, existía la esclavitud, en que los esclavos prácticamente eran de propiedad de algunos.
Las desigualdades de género que han existido y existen aún en nuestra sociedad constituyen, sin lugar a dudas, una injusticia grave. Por eso los avances en esta materia son muy importantes.
Antes las desigualdades eran tremendas en educación, salud y remuneraciones, y a pesar de que en los últimos veinte años ha habido un gran avance, han seguido existiendo problemas y discriminaciones. Por ejemplo, no hemos podido erradicar la diferencia brutal de los planes de salud para las mujeres en edad fértil, los que tienen un costo mucho mayor. Es un hecho gravísimo. Por eso, debemos analizar de qué manera terminamos con esa desigualdad en razón del género.
Otra desigualdad importante que aún existe es la remuneracional. Todos los estudios hechos por el Sernam y por organismos internacionales y de Gobierno indican que la desigualdad en este aspecto ha sido brutal. De manera que este proyecto va por el camino correcto y apunta a terminar con esa diferencia en razón del género.
Aquí se ha fundamentado bien. Algunos han expresado dudas porque consideran que se puede afectar a sectores productivos. Les pido no tenerlas. Hay que hacer esto porque es justo. El orden natural es que un hombre y una mujer que realizan el mismo trabajo tengan igual remuneración y no sé por qué se tienen dudas sobre eso. Quizás, hace 100 ó 200 años algunos tenían dudas respecto de la existencia de la esclavitud y lo lógico es que hoy ya no las tengan. ¿A quién le podría caber alguna duda de que un hombre de color tiene los mismos derechos que un hombre blanco?
Debo reconocer que a veces cuesta lograr estos avances. No obstante, es un proyecto que va por el camino correcto. Por eso, celebro que hoy estemos llegando a su trámite final en esta Corporación y que, una vez más, demos una señal potente para intentar terminar con las desigualdades entre hombres y mujeres en razón del género.
A estas alturas de mi vida hasta siento vergüenza de que existan esas desigualdades aun cuando debo ser honesto, ya que lo más probable es que hace diez o quince años no pensaba igual, no porque mirara esto con naturalidad, sino porque más bien no me daba cuenta. Pero creo que el trabajo activo de miles de mujeres ha puesto estos temas en el tapete y ha permitido que la sociedad chilena evolucione por la vía correcta. Tanto he evolucionado también en lo personal que, junto a otros colegas parlamentarios, soy autor de este proyecto de ley.
Felicito a las ministras presentes, sobre todo a la ministra del Sernam , quien ha trabajado en este proyecto desde el inicio, cuando aún compartíamos un proyecto político común. De todas maneras, debo reconocer que las autoridades del Sernam han realizado un trabajo de primer nivel en esta materia. La iniciativa apunta a terminar con la brecha salarial que aún existe y que no habíamos podido abordar en forma definitiva.
Por su parte, la ministra del Trabajo ha hecho un trabajo importante para implementar este proyecto de ley desde el punto de vista práctico que, sin lugar a dudas, genera ciertas dificultades y nuevas obligaciones para los empresarios.
Quiero agradecer el apoyo a esta iniciativa durante su tramitación y expreso mi alegría por sentirme parte de la evolución de nuestra legislación para construir un Chile más justo, más igualitario y en el que ojalá terminen luego las diferencias, las desigualdades e injusticias.
He dicho.
El señor VARGAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Fernando Meza.
El señor MEZA.-
Señor Presidente, para la bancada radical este proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo con el objeto de resguardar el derecho a la igualdad de remuneraciones entre los hombres y las mujeres, es de extrema importancia y, desde ya, anunciamos nuestro voto favorable a las modificaciones del Senado.
Podríamos hablar mucho sobre las discriminaciones de que han sido objeto las mujeres y los hombres en materia laboral en Chile. Pero desde tiempos inmemoriales, la mujer ha debido realizar los trabajos más duros, sobre todo en la industria textil y la agricultura, sin recibir los mismos emolumentos que los hombres.
Sé de casos de diferencias remuneracionales, por ejemplo, que una educadora de párvulos gane menos que un profesor de educación básica, en circunstancias de que el trabajo que realizan es similar, tiene que ver con la educación de los niños, y ambos tienen título profesional.
Quiero insistir en la necesidad de que el empresariado chileno tome conciencia de lo que significa para nuestro país avanzar en temas como éste. Debemos considerar que lo que se quiere aprobar en este hemiciclo puede desaparecer en el espíritu y en la aplicación porque con frecuencia las personas no denuncian situaciones que las afecta por temor a perder los trabajos, lo que deja a las mujeres, en este caso, en una cierta indefensión a la hora de reclamar sus derechos. Por tanto, el resultado de la aplicación de esta iniciativa, va a depender en gran medida de la buena voluntad, de la ética, de la responsabilidad y de la honestidad del empresariado chileno. Está claro que el Gobierno va a cumplir con la norma legal porque es su obligación; estoy convencido de que no vamos a tener ministras y ministros ganando distintos sueldos; ni subsecretarios y subsecretarias, ni seremis mujeres y seremis hombres en esa situación.
La Presidenta de la República señaló hace unos días que, cuando ella hablaba de paridad y de la necesidad de dar las mismas oportunidades y responsabilidades a las mujeres y a los hombres en su Gobierno, no se refería a un número exacto de ministros y ministras, sino que a la oportunidad para desarrollar este tipo de tareas.
Las discriminaciones que hemos conocido en Chile son terribles. Algunos recordarán que, hace un tiempo, en los ofrecimientos de trabajo de secretaria en las publicaciones de los periódicos de mayor circulación nacional se exigía acompañar una fotografía en los currículo, lo que significaba una discriminación absoluta, ya que se buscaba la figura, el sexo y la exposición de la belleza en lugar de fijarse en los valores y las capacidades técnicas o profesionales. Hoy se sigue actuando de esa manera, a pesar de que hemos legislado al respecto. Es evidente la cantidad de casting que se realizan para contratar a una persona, más allá de sus capacidades profesionales, en relación con su aspecto físico.
Por otra parte, es evidente la discriminación a la hora de dar trabajo a las mujeres casadas respecto de las mujeres solteras; también existe discriminación respecto de su aspecto físico y de la edad. Aquí es muy difícil que una mujer que haya cumplido determinados años consiga un trabajo cuando una persona de menos edad opta al mismo cargo.
Son muchas las cosas que tienen que ver no tanto con leyes, sino más bien, con disposición y responsabilidad cívica del empresariado y del Ejecutivo. Se debe terminar con las discriminaciones laborales que sufren las mujeres en relación con los hombres, porque hay cientos de miles de mujeres chilenas -lo hemos dicho hasta el cansancio- que son jefas de hogar, por lo tanto, tienen toda la responsabilidad económica en sus hogares: deben alimentar y educar a sus hijos y, además, como lo dijo hace un momento la diputada María Antonieta Saa , muchas veces, deben hacer doble trabajo, porque aparte de llevar el dinero que ganan en su fuente laboral, deben mantener el hogar en las mejores condiciones posibles.
En consecuencia, todas las consideraciones que estamos haciendo esta mañana deben apuntar, fundamentalmente, a crear conciencia en todos los chilenos y chilenas de que estamos en condiciones de ofrecer un puesto de trabajo a una mujer.
Aquí se han mencionado -aprovecho de reiterarlo- muchas otras deudas que tenemos y que tiene el actual Gobierno con las mujeres. Por ejemplo, el aumento del período posnatal a seis meses -así se lo representamos a la Presidenta Michelle Bachelet -, con el objeto de que nuestros niños y nuestras niñas crezcan en condiciones de salud y desarrollo intelectual que les permitan enfrentar la vida en mejor forma.
Con este proyecto espero que se pague dentro de poco tiempo una de las deudas con las mujeres, para que tengan la posibilidad de dedicarle más tiempo a sus hijos y mejorar su apego a ellos. Muchas veces los empresarios rechazan a las mujeres que están en edad fértil, y cuando alguna está embarazada, también debe sufrir discriminación y mal trato de su parte.
Finalmente, quiero recordar que las asesoras del hogar -nuestras populares nanas- también son discriminadas desde el punto de vista de los salarios que reciben, puesto que no son equivalentes al ingreso mínimo. Las autoridades de Gobierno nos han dicho que dentro de dos años se irán equiparando progresivamente con el ingreso mínimo.
En esta oportunidad, con bastante satisfacción y alegría, vamos a aprobar las modificaciones del Senado, con la esperanza de que todas las normas del proyecto sean aplicadas realmente, y así nuestra sociedad sea más honesta, fraterna, solidaria, tolerante y moderna.
He dicho.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Ha concluido el tiempo previsto para la discusión de las modificaciones del Senado, pero aún no han intervenido cuatro señores diputados que están inscritos.
¿Habría acuerdo para conceder tres minutos a cada uno?
No hay acuerdo.
Entonces, los diputados inscritos podrán insertar sus discursos.
El señor VENEGAS (don Mario).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Tiene la palabra su señoría.
El señor VENEGAS (don Mario).-
Señor Presidente , soy uno de los autores de este proyecto de ley y estaba inscrito en quinto lugar para intervenir. Con posterioridad, se inscribió un número indeterminado de diputados. Pues bien, se me ha negado reiteradamente la posibilidad de hacer uso de la palabra.
Me parece que es algo que no corresponde; incluso, no se condice con el espíritu de los acuerdos adoptados por los Comités.
Considero que debería existir más ecuanimidad, puesto que se les concedió la palabra a dos diputados de una misma bancada; pero yo fui excluido, a pesar de que he estado esperando pacientemente varias horas para que se me conceda la palabra. Me parece que eso no está bien.
El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Señor diputado, se ha procedido de acuerdo con el Reglamento y no se ha pretendido afectar su derecho a intervenir.
Nuevamente, pido el acuerdo unánime de la Sala para concederle tres minutos al diputado señor Mario Venegas.
No hay acuerdo.
El señor VENEGAS (don Mario).-
Quiero que quede constancia de que el diputado que se opone no ha permanecido en la Sala ni ha participado en la discusión del proyecto. Me parece que es injusto que se oponga.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Señor diputado , solicité dos veces la unanimidad de la Sala para concederle la palabra, pero no hubo acuerdo.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto, en los siguientes términos:
El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Corresponde votar la modificaciones introducidas por el honorable Senado al proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo, resguardando el derecho a la igualdad en las remuneraciones.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 91 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor ÁLVAREZ ( Presidente ).-
Aprobadas.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aedo Ormeño René; Aguiló Melo Sergio; Alvarado Andrade Claudio; Pérez San Martín Lily; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Burgos Varela Jorge; Schilling Rodríguez Marcelo; Cardemil Herrera Alberto; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Escobar Rufatt Alvaro; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Latorre Carmona Juan Carlos; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Lobos Krause Juan; Lorenzini Basso Pablo; Martínez Labbé Rosauro; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Mulet Martínez Jaime; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Paya Mira Darío; Pérez Arriagada José; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Suárez Eduardo; Salaberry Soto Felipe; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tarud Daccarett Jorge; Tuma Zedan Eugenio; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Urrutia Bonilla Ignacio; Valenzuela Van Treek Esteban; Vargas Lyng Alfonso; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Despachado el proyecto.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593/seccion/akn640593-po1
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640593
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/4356-13