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El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , quiero aprovechar la oportunidad para saludar a la ministra del Trabajo y al subsecretario -presentes en la Sala- por haber logrado la discusión de una iniciativa tan compleja e importante en un tiempo récord.
La ley Nº 20.255, que estableció la reforma previsional, incorpora una categoría que no se conocía hasta este momento, la Pensión Básica Solidaria, que beneficia al 40 por ciento más pobre de la población, siempre y cuando no reciban otra pensión, principalmente, a las dueñas de casa que nunca han tenido un contrato formal y han trabajado toda su vida sin reconocimiento social. Esto les va a permitir que su pensión, que hasta el 1 de julio era de 60 mil pesos, automáticamente pase a ser de 75 mil pesos.
A mi juicio, eso constituye un reconocimiento a la dignidad y al aporte que significa el trabajo de la mujer en el hogar. En países con metodologías avanzadas, el trabajo doméstico se calcula desde el punto de vista de su incidencia en la economía del país, ya que muchas de esas mujeres, eventualmente, se puedan hacer cargo en sus casas de enfermos terminales, de discapacitados, de adultos mayores, lo que es un aporte muy sustantivo para la economía del país, pero que, en nuestro caso, lamentablemente, no se cuantifica, no se expresa en cifras y siempre pasa desapercibido.
En conformidad con la ley Nº 20.255, se ha dado cumplimiento al calendario de transición del Sistema de Pensiones Solidarias . Se han otorgado beneficios a más de 600 mil personas pertenecientes al grupo de familias más pobres de la población.
Esta reforma tiene un segundo pilar, los Aportes Previsionales Solidarios, los que se entregarán a las personas cuya pensión sea inferior a 120 mil pesos. Esto es indispensable, porque debemos reconocer una realidad dramática: en Chile las pensiones son extraordinariamente bajas. Mucha gente trabajó 25 ó 30 años continuos y su aporte previsional salió en forma exclusiva de su bolsillo, un hecho que vale la pena destacar. La mayoría de los países tiene un sistema de pensiones solidario donde el empleador y el trabajador contribuyen a esa pensión, lo que no ocurre en nuestro país. Es una permanente queja que cada uno de nosotros recibimos en nuestros distritos, sobre todo, cuando se ha llegado a una edad en que los gastos en salud son mayores.
Por eso es muy importante que haya un adelanto en la cobertura del Aporte Previsional Solidario. De esta manera, se proyecta que el Sistema de Pensiones Solidarias beneficiará a más de 950 mil personas en 2009, lo que es muy importante, porque estamos viviendo un período particularmente duro y, sobre todo, porque los trabajadores no provocan esta crisis global que está afectando las economías mundiales, incluso a Chile, sino que la codicia y la especulación, y lo más lamentable es que son los trabajadores quienes terminan sufriendo sus consecuencias.
Por eso, quiero destacar algo que se ha dicho en forma reiterada y consiste en la mesa de diálogo entre empresarios y trabajadores, representados por la CUT, que las autoridades del Ministerio del Trabajo lograron instalar y en la cual se consiguió un acuerdo para no despedir a los trabajadores, capacitándolos de una manera eficiente y eficaz que les permita, una vez superada la situación de la empresa, no sólo recuperar su puesto de trabajo, sino que hacerlo en mejores condiciones. Este no es un tema menor, porque debido a la crisis, lo primero que ha hecho un gran número de empresas es ajustar su situación a costa de los trabajadores, despidiéndolos, bajándoles los salarios u obligándolos a aceptar trabajos en jornadas parciales, lo que es bastante injusto.
Por eso, es importante destacar que en un momento se eleve la Pensión Básica Solidaria y el monto de la Pensión Máxima con Aporte Solidario.
También es importante destacar el establecimiento del bono por hijo nacido vivo consagrado en la reforma. Aquí me quiero detener un momento. Las mujeres somos el 51 por ciento de la población y sufrimos discriminación en muchos sentidos, no sólo en su representación en el Congreso Nacional, en los partidos políticos y en otras instancias, sino que en lo que se refiere a remuneraciones, ya que siempre reciben un 30 por ciento menos de sueldo o salario que los hombres por igual trabajo. Por ello, es de justicia haber establecido este beneficio para las mujeres, porque no sólo sufren mayor discriminación y ganan menos por igual función, sino que, además, son las primeras en abandonar el trabajo cuando existe algún enfermo terminal, un discapacitado o alguien en su casa con una enfermedad catastrófica. Por lo tanto, con mayor razón sus pensiones son más bajas o con menor protección.
Por eso -y aprovecho la presencia de la ministra del Trabajo en la Sala-, quiero hacer presente mi reconocimiento y orgullo a la Presidenta de la República por este gran esfuerzo en beneficio de las mujeres y porque su énfasis ha estado en la protección social. ¡Qué satisfacción significa decir que la discriminación que existe respecto de las mujeres, de alguna forma se corrige a través de la entrega de este bono por hijo nacido vivo! Toda mujer que se pensione a partir de julio de 2009 va a recibir un bono por hijo nacido vivo, lo que va a incrementar su fondo de pensiones y con ello se va a corregir una situación que hasta ahora ha sido una realidad para las mujeres.
Por eso, en nombre de la bancada socialista quiero expresar con mucha satisfacción que este proyecto es un avance muy importante, razón por la cual lo vamos a aprobar.
Sin embargo, al terminar mis palabras, no puedo dejar de decir que seguimos lamentando que el sistema que se impuso en un momento en que no existía democracia ni libertad ha tenido graves consecuencias, por ejemplo, el daño previsional. Muchas personas fueron obligadas a cambiarse de sistema sin mayor información y a un gran número de ellas se les imponía por una remuneración menor a la que recibían. Aún no terminamos de reparar ese daño.
Es más, el actual sistema de las administradoras de fondos de pensiones, se ha visto afectado, ya que en los meses previos a la crisis que se inició el año pasado, empezó a caer en forma vertical la rentabilidad de todos los fondos, en particular, de los de mayor riesgo, que están vinculados a inversiones en el extranjero. Pues bien, las pérdidas registradas por los fondos previsionales de los trabajadores no han tenido compensación alguna, y tendrá que pasar mucho tiempo antes de que puedan recuperar lo perdido.
Por eso, llamo la atención de los colegas en cuanto a que sería conveniente no ignorar el tremendo daño que han recibido centenares de miles de trabajadores que han visto mermados sus fondos, al punto de que cuando les corresponda jubilar recibirán una pensión mucho menor a la esperada. Creo que ha llegado el momento de que las AFP sean mucho más cuidadosas en la administración de los fondos de pensiones.
No sé si bastaría con tener un sistema estatal, como se ha propuesto, o si será necesario hincarle el diente al problema, de manera que haya más garantías y no vuelva a ocurrir lo que hemos tenido que lamentar y que ha ido en perjuicio de los trabajadores.
He dicho.
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