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El señor ÁLVAREZ (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Mario Bertolino.
El señor BERTOLINO.-
Señor Presidente , pienso que ninguno de los 13 integrantes de la Comisión de Trabajo estuvo en contra de establecer un permiso por matrimonio del trabajador, sobre todo si consideramos que en las grandes empresas, por la vía de la negociación colectiva, los trabajadores tienen permisos remunerados con motivo de esa importante ocasión. Al respecto, cabe aclarar que quienes trabajan en empresas más pequeñas no tiene esa posibilidad.
Es cierto lo que planteaba la diputada Cristi , en cuanto a que este permiso podría afectar la productividad de pequeñas y medianas empresas que tienen 8 ó 10 trabajadores, sobre todo si dos de ellos deciden casarse. Pero tampoco podemos colocarnos en casos tan específicos, toda vez que sólo pretendemos que quien decida formar familia, tenga a lo menos un plazo prudente para iniciar la convivencia.
Durante el debate en la Comisión traté de llegar a acuerdo a fin de establecer que el período de permiso sea de tres días, y que en caso de que el trabajador requiriere de más tiempo, hiciere uso de su feriado. ¿Por qué lo propuse? Porque si el trabajador solicitara el permiso a mitad de semana, podría contar, por ejemplo, con miércoles, jueves y viernes, más sábado y domingo, haría los cinco días. Con ocasión de este planteamiento, se dio una situación que, en lo personal, no comparto y que hice presente a la Presidenta de la Comisión . Los diputados Dittborn , Recondo y Salaberry presentaron indicación para reemplazar el inciso primero del artículo propuesto por el numeral 3 del artículo único del proyecto por el siguiente: “El trabajador que se desempeñe en una empresa cuyas ventas en el último año calendario superen las cien mil unidades de fomento, tendrá derecho a dos días hábiles de permiso pagado, adicionales al feriado anual, independientemente del tiempo que haya permanecido en la empresa. Asimismo, podrá adicionar tres días a su permiso, imputables a su feriado anual”.
Esa indicación iba un poco en la línea de lo que yo había propuesto, toda vez que mi idea era establecer un período de permiso de tres días y la indicación lo fijaba en dos. Pero sucedió aquella situación, que quedó reflejada en el informe con el resultado de la votación, toda vez que la indicación fue rechazada por cuatro votos en contra, ninguno a favor y ninguna abstención.
¿Qué dejó en evidencia ese resultado? Que ni siquiera se pudo defender la indicación.
En efecto, la Comisión fue citada para tratar otros temas, amén de votar este proyecto y su indicación al final de la sesión. Dado que algunos diputados integrantes estábamos participando en forma paralela en otras comisiones, los diputados que concurrieron a dar quórum, legítimamente, decidieron votar en ese momento la indicación en cuestión, incluso antes de tratar la tabla. Como es obvio, quienes eran mayoría en ese momento rechazaron la indicación, con lo cual se aprobaron los cinco días de permiso.
No estoy cuestionando el procedimiento, porque en el fondo estamos todos de acuerdo en otorgar permiso para quienes deciden formar familia a través del matrimonio. Sin embargo, ronda una preocupación, que alguien me señaló en forma jocosa, en el sentido de que el Código del Trabajo ya no parece del trabajo, sino del permiso. Esa persona puede tener razón en su punto de vista; pero también hay que ser justos. Es importante que los trabajadores que deciden formar familia, tengan unos días de permiso para iniciar la convivencia o la vida en común con la pareja, incluso para realizar los trámites para trasladarse, por ejemplo, a un lugar distinto de aquel en que habitaban, sea en las casas de sus padres o en otros lugares.
También debemos llamar la atención en cuanto a que, así como hay derechos, es importante conocer los deberes. Al respecto, la diputada María Angélica Cristi preguntó si la iniciativa favorecerá a los empleados públicos. La verdad es que no, como siempre. A los del sector privado se les exige en algunas cosas, pero en otras se les beneficia, como en este caso; pero a los empleados públicos no los favorece, porque se trata de una modificación del Código del Trabajo y, como todos sabemos, los funcionarios públicos no se rigen por ese cuerpo legal.
Entonces, un tema que quiero dejar sentado en la discusión dice relación con que cada día es más importante que en nuestro país no existan diferencias entre funcionarios públicos y trabajadores del sector privado. En este momento no tengo la solución, porque sé que hay situaciones y detalles que no son fáciles de abordar. En suma, se está discriminando entre unos y otros trabajadores de nuestro país, lo cual no es justo. Tampoco es bueno que existan alguna leyes para los empleados públicos y otras para los privados. Todos sabemos que el Estado es un pésimo empleador y no cumple con las leyes mínimas para sus trabajadores. Sin embargo, sí exige al sector privado, y lo sanciona de manera muy fuerte cuando no cumple con lo establecido en el Código del Trabajo, lo cual comparto. De manera que existe una asimetría que no comparto entre lo público y lo privado.
Finalmente, nuncio mi voto a favor y el de mi bancada.
He dicho.
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