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- rdf:value = " El señor VENEGAS (don Mario).-
Señor Presidente , la semana pasada volvimos a nuestros distritos con la esperanza de que en estos días se generara un espacio para encontrar algún tipo de solución que terminara con esta situación tan lamentable, que es tener a miles de profesores en paro a lo largo y ancho del país reclamando algo que, en justicia, estiman absolutamente su derecho.
¡Qué pena! ¡Qué frustración más grande provoca el hecho de darnos cuenta de que existe una suerte de sordera cognitiva! No hay capacidad de escuchar razonablemente. Por el contrario, existe una actitud de arrogancia infinita para conseguir, a través de una campaña mediática brutal, derrotar a los profesores a como de lugar. Eso me violenta profundamente.
¡Cómo no va a haber racionalidad para actuar conforme a los compromisos adquiridos! Quiero recordar que fui mandatado ¡mandatado! por la Cámara de Diputados y por la bancada de mi Partido a formar parte de la Comisión Especial sobre Deudas Históricas. Dedicamos muchos meses a un trabajo serio, responsable, y nuestros colegas diputados avalaron unánimemente las conclusiones y las propuestas que dicha Comisión presentó a la Sala. Pero el resultado neto, a la luz de lo alcanzado, es que nuestro trabajo no sirvió de nada. ¡No sirvió de nada!
A propósito del intento por acortar el tiempo para discutir las modificaciones a la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional, deberíamos proponer que estas medidas contribuyan a generar un mayor nivel de respetabilidad de este Poder del Estado y de la función que cada uno de nosotros desarrolla. Tengo el mayor respeto por su excelencia la Presidenta de la República , tengo el mayor de los respetos por quienes ejercen el cargo de ministro de Estado , pero también tengo el mayor de los respetos por el cargo que cada uno de nosotros desempeña en el Congreso Nacional, porque surge desde la soberanía popular.
En consecuencia, me siento pasado a llevar y creo que todos los diputados, al votar por unanimidad el informe de la Comisión Especial, como se señaló anteriormente, intentamos dar una señal, generar las condiciones para acercarnos a algún tipo de solución que repare un problema que se arrastra por muchos años.
Señor Presidente , ¿en el futuro tendremos interés por formar parte de comisiones especiales, que luego de muchos meses de trabajo, no significan nada? Lo digo a propósito de las modificaciones a la ley orgánica constitucional del Congreso Nacional, pues dichas comisiones no significan nada, no aportan nada y no son consideradas para nada. La próxima vez que mi bancada me mandate a participar en una comisión de esta naturaleza, probablemente lo pensaré mucho. Lo digo, porque integré dicha comisión ingenuamente -si se quiere-, con la idea de que existía la voluntad de encontrar una solución, porque había un protocolo, que no era más que una reparación, pues tengo la firme convicción de que existe la deuda histórica.
(Aplausos).
No nos quedemos con perogrulladas respecto de la prescripción, que entendemos perfectamente bien, pero la Comisión arguyó razones de contexto histórico, morales y éticas para analizar el tema.
Por lo demás, hay precedentes, ¿o acaso había alguna base jurídica para legislar a favor de los exonerados políticos? ¿Había alguna base estrictamente jurídica para aplicar la “ley Valech” a quienes sufrieron persecución política y tortura? No. Se hizo una racionalidad para cubrir y reparar un daño generado a parte de los habitantes de nuestro país.
También me repugna escuchar cómo algunos se aprovechan, pues los mismos que participaron de la construcción de la ley que despojó a los profesores de su condición de empleados públicos y los derechos que ésta les consagraba, hoy rasgan vestiduras y tratan de responsabilizar a este Gobierno. Me da pena.
(Aplausos).
Tengo la valentía moral para decir que he sido responsable y leal, pero no estoy de acuerdo con la posición que ha adoptado mi gobierno ni la que ha adoptado el ministro de Hacienda, que es el responsable de las finanzas públicas.
Por esa razón, anuncio claramente que entre la lealtad a mi gobierno y la disciplina que he practicado siempre, me voy a quedar con la convicción de que, pese a ser de justicia, no se ha resuelto el problema de las profesoras y profesores de Chile.
Por eso, tal como lo hice antes, voy a votar en contra ambas partidas.
He dicho.
"
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