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- rdf:value = " La señora ALVEAR.- Señor Presidente , la iniciativa legal en debate me genera una fuerte contradicción en cuanto a la opinión que sostengo sobre ella y la forma en que la votaré posteriormente.
El proyecto busca con buenos argumentos, especialmente los entregados por los funcionarios del SENAME, que existan gendarmes no armados al interior de los centros de dicha institución, con el objeto de guardar la disciplina y evitar la repetición de situaciones tan dolorosas como las que se han producido al interior de algunos de ellos.
Escapa muchas veces al control de los funcionarios del citado Servicio la posibilidad de que pueda ejercerse una labor de disciplina ante hechos bastante complejos.
Lamento que no pueda asistir a la Sala el Subsecretario de Justicia porque, para tomar mi decisión, yo quería hacerle algunas consultas al Ejecutivo y, al no hallarse presente ni el Ministro de Justicia ni el Subsecretario , me resulta complejo formularlas.
Sin embargo, dejo constancia de que mis inquietudes apuntan fundamentalmente a cuándo se va a presentar la iniciativa sobre modificación del Servicio Nacional de Menores, que permite diferenciar realmente a los jóvenes infractores de ley de los adolescentes y niños cuyos derechos son seriamente vulnerados, quienes, a mi juicio, requieren un tratamiento completamente distinto.
Esa es mi primera consulta.
Mi segunda interrogante -suponiendo que la tramitación del proyecto antes mencionado demorará algún tiempo en el Congreso Nacional, si es que está listo para ser enviado- apunta a cómo podemos garantizar que, en lugar de gendarmes, exista algún tipo de guardia especial encargada de resguardar la necesaria disciplina que, en numerosas ocasiones, es necesario imponer frente a situaciones de conflicto que se producen en los centros que reciben a jóvenes infractores de ley.
Yo prefiero una guardia especializada.
En el curso de la discusión de la iniciativa se dijo que se iba a preparar a gendarmes para cumplir dicha función. Ello me parece bien. Pero, ¿cuánto tiempo requieren para estar en condiciones de proteger un recinto de características tan distintas a las cárceles de nuestro país?
En síntesis, las preguntas que deseo formularle al Ejecutivo son las siguientes.
En primer lugar, cuándo se presentará el proyecto de ley que reestructura el Servicio Nacional de Menores.
Segundo, qué tipo de rehabilitación se realiza al interior de los centros con el objeto de evitar situaciones tan complejas como las que se han producido. Sé que ha existido un avance extraordinario en muchos recintos, pero en otros no ha ocurrido así. En tal sentido, considero que debiéramos contar con la presencia en la Sala de las autoridades de Hacienda, porque la solución a estos problemas pasa muchas veces por los recursos que requieren los respectivos centros.
En tercer término, me gustaría saber si es posible disponer de guardias especiales civiles. Porque, si me dicen que se debe preparar a los gendarmes, hay que considerar que ello demorará algunos meses. Y, entonces, en vez de eso, ¿por qué no se capacita a funcionarios especializados para realizar esa labor en los recintos de reclusión de menores? De no ser así, naturalmente habrá que buscar una solución transitoria que me gustaría que el Gobierno clarificara.
En consecuencia, mi voto quedará condicionado a la respuesta que obtenga de parte del Ejecutivo a las inquietudes que he planteado.
Y, por último, debo señalar que a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, entre sus tareas, le corresponde realizar un seguimiento de la ley sobre responsabilidad penal adolescente. A este respecto, se constatan dificultades en la misma ley; en su aplicación, y en los centros mismos, los que realmente no se hallan en condiciones de cumplir los objetivos planteados en dicha legislación. El fin que contemplamos en la normativa que rebajó la responsabilidad penal a los catorce años fue precisamente conseguir la rehabilitación de los jóvenes, para que superen la situación en la que se encuentran, que muchas veces los ha hecho delinquir.
Me preocupa -lo conversaba con el Senador señor Orpis - que deban cerrarse centros de rehabilitación para jóvenes, quienes podrían superar su drogadicción, porque a estos no se les está enviando a ese tipo de recintos existentes en el país. Más aún cuando sabemos que 80 por ciento de los delitos que cometen los adolescentes se producen bajo la influencia del alcohol o de las drogas. ¿Cómo es posible que se estén cerrando centros como los de la Fundación La Esperanza -donde participa el Honorable señor Orpis - debido a la no concurrencia de los jóvenes?
Entonces, tenemos que preguntarnos qué podemos hacer con la ley, con los programas de rehabilitación y para resguardar la disciplina necesaria al interior de estos recintos.
Por ello, señor Presidente, la presencia del Ejecutivo en la discusión de la iniciativa me parece clave para responder al menos las inquietudes que he señalado.
He dicho.
"
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