-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds17
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds19
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds26
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds25
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds23
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds24
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds16
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds22
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds15
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds21
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds20
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1-ds14-ds18
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:PrimerTramiteConstitucional
- dc:title = "CREACIÓN DEL MINISTERIO DE ENERGÍA. Primer trámite constitucional."^^xsd:string
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3192
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2718
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1997
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2555
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1786
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2640
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1782
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3557
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionGeneral
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ministerio-de-energia
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/desarrollo-sustentable
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seApruebaEnGeneralYParticular
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/ley-n-20402
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/creacion-de-ministerio
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/d-l-n-2224
- rdf:value = " CREACIÓN DEL MINISTERIO DE ENERGÍA. Primer trámite constitucional.El señor ENCINA (Presidente).-
Corresponde ocuparse del proyecto de ley, en primer trámite constitucional, iniciado en mensaje, que crea El Ministerio de Energía; modifica El decreto ley Nº 2.224, de 1978, y otros cuerpos legales.
Diputado informante de la Comisión de Minería y Energía es El señor Alejandro Sule .
Antecedentes:
-Mensaje, Boletín Nº 5766-08, sesión 2ª, en 12 de marzo de 2008. Documentos de la Cuenta Nº 1.
-Informes de las Comisiones de Minería y Energía y de Hacienda, sesión 119ª, en 6 de enero de 2009. Documentos de la Cuenta N° s 8 y 9, respectivamente.
El señor ENCINA (Presidente).-
Rendirá El informante de la Comisión El diputado Marcos Espinosa.
Tiene la palabra su señoría.
El señor ESPINOSA (don Marcos).-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Minería y Energía, paso a informar El proyecto de ley, iniciado en mensaje de su excelencia la Presidenta de la República, que crea El Ministerio de Energía, con El objeto de efectuar un reordenamiento del sector energía, y, con ello, contar con organizaciones que efectivamente permitan impulsar un desarrollo seguro, eficiente y sustentable de la energía en nuestro país, estableciendo una correcta separación de funciones entre la elaboración de políticas, la regulación técnico-económica y la fiscalización que se deberá efectuar en El ámbito energético.
Con esta propuesta, se espera que El Estado de Chile esté en condiciones de responder de mejor manera a los desafíos que presenta El panorama energético en las próximas décadas, con el objetivo claro de que los chilenos sigan recibiendo la energía adecuada.
Para El estudio del proyecto de ley, la Comisión contó con la colaboración de los señores Marcelo Tokman Ramos , Rodrigo Iglesias , Diego Vio , Andrés Romero , Gabriel Méndez e Ignacio Santelices , ministro presidente, secretario ejecutivo y asesores, respectivamente, de la Comisión Nacional de Energía.
Concurrieron, además, las siguientes personas: por Chile Sustentable, la directora ejecutiva, señora Sara Larraín Ruiz-Tagle ; por Empresas Eléctricas A.G., El director ejecutivo, señor Rodrigo Castillo Murillo ; por El Instituto Libertad y Desarrollo, la investigadora del Programa Económico, señora María de la Luz Domper ; por la Fundación Chile 21 el consultor, señor Eugenio Rivera ; por Acera A.G., los señores Mario Manríquez y Juan Walker , vicepresidente y director, respectivamente; por la Cepal, El consultor de Asuntos Económicos, señor Manlio Coviello ; por la empresa consultora Synex , su director, señor Sebastián Bernstein Letelier ; la consultora, señora María Isabel González , y los consultores, señores Alejandro Jadresic , Miguel Márquez y Gonzalo Martner .
Antecedentes generales.
El Ejecutivo ha desarrollado, tanto en El mensaje como en sus intervenciones, un claro diagnóstico de la actual configuración de la organización y competencias enEl sector público de energía, detectando una serie de problemas, que busca resolver con El presente proyecto.
En primer término, al describir El modelo institucional vigente, que rige en El sector energético nacional, y constatar cuáles son los ministerios y servicios públicos que tienen a su cargo la rectoría, la regulación económica y la fiscalización del sector energético, se concluye que la forma en que se ha organizado El Estado en esta materia dificulta una mirada integral del sector, dada la multiplicidad de organismos, la dispersión de competencias y El menor peso institucional que tiene la Comisión Nacional de Energía frente a los restantes actores, situación que produce los siguientes problemas e ineficiencias:
1.- Deficiente asignación de responsabilidades institucionales, la que se produce debido a la falta de una autoridad que tenga una clara visión sobre la materia y a la existencia de variadas autoridades, con diversas competencias y agendas diversificadas entre los sectores mineros, comerciales, productivos y energéticos, lo que origina importantes costos de coordinación.
2.- Existe una incoherencia entre las responsabilidades y las atribuciones de un modelo institucional que resulta excepcional dentro de la administración pública chilena, que no se ajusta a los términos de la ley orgánica constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, pues, por una parte, se le ha encomendado a un servicio público -Comisión Nacional de Energía tareas propias de un Ministerio y, por otra, las competencias relacionadas con un sector -energíano se encuentran entregadas a una sola autoridad, sino dispersas. Así pues, la Comisión Nacional de Energía, organismo encargado de formular las políticas sectoriales y preparar las normas, no cuenta con las atribuciones para impulsarlas, las cuales recaen esencialmente en los ministerios de Minería y de Economía, Fomento y Reconstrucción.
3.- Se produce una focalización casi exclusiva en la regulación económica del sector, en desmedro de la generación de políticas públicas, toda vez que la Comisión Nacional de Energía en los últimos años ha estado enfocada a resolver aspectos coyunturales del sector energético y al análisis y desarrollo de los procesos tarifarios, labor que ha sido cumplida de manera eficaz y eficiente.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Energía no ha podido cumplir cabalmente con su rol de rectoría -generación de política pública, evaluación de éstas, coordinación sectorial e intersectorial, coordinación internacional-, debido, entre otros factores, a la acotada presencia institucional dentro de la estructura del sector público, a raíz de su naturaleza jurídica. A eso se suma la creciente demanda de diversos y transversales sectores de la opinión pública, para queEl Estado cuente con una visión más prospectiva y de largo plazo para El desarrollo del sector energético, que permita elaborar y ejecutar estrategias que posibiliten enfrentar los desafíos del área de la manera más eficiente posible.Por otra parte, los servicios públicos sectoriales no se encuentran bajo la supervigilancia de un organismo rector en materia de energía; por el contrario, responden a lineamientos estratégicos diversos. En efecto, si bien la Comisión Nacional de Energía tiene a su cargo elaborar y coordinar los planes, políticas y normas para el buen funcionamiento y desarrollo del sector energía y velar por su cumplimiento, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles se encuentra bajo la supervigilancia del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, lo que implica que no existe una interacción formal directa del órgano planificador con el ente fiscalizador, cuestión que se replica en el caso de la Comisión Chilena de Energía Nuclear.Además, en las actuales condiciones, el modelo de organización de la Comisión Nacional de Energía presenta diversas dificultades para operar. el Consejo de Ministros, como órgano rector de la Comisión, ha dejado de cumplir la función que inspiró su creación como ente unificador de criterios en torno a nuestra política energética. Aunque la instancia de un consejo directivo como órgano resolutivo permite un cierto contrapeso de distintas visiones en torno del tema energético, la menor especialidad de los secretarios de Estado en materias de energía y los problemas que se generan en la coordinación de las distintas agendas, ha significado, en la práctica, que esta instancia no cumpla con la misión que la ley le asigna. Por último, no existen los mecanismos formales de coordinación entre la política medioambiental y la política energética, toda vez que la Comisión Nacional de Energía no tiene una participación formal en la institucionalidad ambiental del país, no participa en el consejo directivo de la Conama, ni de las Coremas.
Antecedentes legales.
El proyecto considera la modificación de una gran cantidad de disposiciones legales vigentes, relativas al sector energético, con el propósito de incorporar en ellas la figura del Ministerio de Energía y reordenar las dependencias de las autoridades y órganos asociados al mismo. Los cuerpos legales modificados son los siguientes:
1.- Decreto Ley Nº 2.224, de 1978, que crea la Comisión Nacional de Energía;2. Decreto con fuerza de ley Nº 302, de 1960, del Ministerio de Hacienda, ley orgánica del Ministerio de Minería;
3.- Ley Nº 16.319, orgánica de la Comisión Chilena de Energía Nuclear;4. Ley Nº 18.302, ley de Seguridad Nuclear;
5.- Ley Nº 19.657, sobre concesiones de energía geotérmica;
6.- Decreto con fuerza de ley Nº 2, de 1986, del Ministerio de Minería, normas sobre contratos de operación petrolera;7.- Ley Nº 19.030, que crea el Fondo de estabilización de Precios del Petróleo;8. Ley Nº 18.410, que crea la Superintendencia de Electricidad y Combustibles;9. Decreto con fuerza de ley Nº 323, de 1931, del Ministerio del Interior, ley de servicios de gas;
10.- Decreto con fuerza de ley Nº 1, de
1979, del Ministerio de Minería;
11.- Decreto con fuerza de ley Nº 4, de 2006, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, ley general de Servicios
Eléctricos, y
12.- Ley Nº 19.300, ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente.
En virtud de este diagnóstico, el proyecto propone crear el Ministerio de Energía, asignándole la responsabilidad de asumir la formulación de políticas, normas legales y reglamentarias, planes y programas relacionados con energía. Simultáneamente, se ajustan las demás disposiciones legales que rigen el sector energético, asignando con precisión las competencias a los demás organismos relacionados con la materia. Con tal motivo, se busca superar las deficiencias operativas previamente diagnosticadas, dotando al sector de energía de un órgano centralizado que genere las políticas fundamentales, así como distribuir razonablemente las competencias entre los órganos que ahí actúan.
Durante la discusión general del proyecto en la Comisión de Minería y Energía, el ministro presidente de la Comisión Nacional de Energía, señor Marcelo Tokman , expuso el parecer del Ejecutivo respecto de la iniciativa en informe.
Explicó que la energía es un factor crítico para la vida económica de un país y que, junto con constituir un bien cuyo consumo está directamente relacionado con la calidad de vida de la población, es un insumo esencial para la producción manufacturera, la agricultura, la minería y gran parte de los servicios.
Dijo que la rapidez con que se han sucedido los cambios en los modelos vigentes en el mundo vinculados a la energía, ha requerido que el diseño de la institucionalidad existente se adecue a la realidad del sistema económico específico en el cual opera, lo que, en la práctica, no siempre ha sucedido.
Expresó que, a este respecto, las organizaciones deben dar cuenta de la realidad en la cual operan, es decir, deben ser funcionales al medio en que actúan. Añadió que el cambio de las organizaciones es un elemento clave cuando una institucionalidad dada no es coherente con el entorno en que desarrolla su accionar, sea éste interior o exterior.Señaló que, en la primera década del nuevo siglo, se ha incorporado en la agenda de todos los gobiernos el asunto energético como uno de los temas principales para enfrentar en la acción gubernativa y que Chile no es la excepción, considerando, además, su alta dependencia del extranjero en la estructura de su matriz energética.
Agregó que, en efecto, el tema energético se ha transformado en uno de los factores claves para asegurar el desarrollo sostenible de las sociedades y, para nuestro país, la energía no es sólo un tema coyuntural, ya que se trata de una situación determinante de nuestra capacidad para crecer establemente en el largo plazo, por lo que el Estado debe estar preparado para responder a los desafíos presentes y futuros en el ámbito energético.
Manifestó que el panorama energético nacional e internacional presenta desafíos como país en ámbitos tales como la seguridad en el abastecimiento, el desarrollo eficiente y sustentable de nuestra matriz energética, el perfeccionamiento de las capacidades prospectivas de parte del Estado, la cooperación internacional, la eficiencia energética, la energización rural, el fomento de las llamadas “nuevas energías”, entre otras, que requieren analizar las fortalezas y debilidades de nuestro sistema institucional, a fin de evaluar la necesidad de modificaciones que permitan enfrentar los desafíos.Sostuvo que, para conseguir lo anterior, es fundamental establecer un fortalecimiento institucional, mejorar las organizaciones que en lo público toman decisiones en el ámbito de la energía.
Agregó que la iniciativa propuesta considera un análisis del panorama energético nacional e internacional y los desafíos energéticos para Chile en la próxima década; asimismo el rol que debe cumplir El Estado en materia de energía, la experiencia internacional y un análisis de nuestras organizaciones públicas, sus configuraciones, competencias y niveles de coordinación.
Precisó que, por lo tanto el proyecto contiene una propuesta que reestructura el sector energía, dándole una coherencia sectorial que no existe en la actualidad.
Destacó que en su diseño se tomó especial consideración en identificar los distintos roles que el Estado cumple en el ámbito energético, distinguiendo la formulación de políticas, planes, disposiciones legales y reglamentarias de los ámbitos de aplicación o ejecución del marco legal, donde se encuentran la regulación técnico-económica del sector -a través de la regulación tarifaria y la determinación de la normativa técnica y los procesos de fiscalización.
Dijo que, identificados los roles, se adoptó la decisión, siguiendo las tendencias internacionales y las recomendaciones de los expertos, de separar dichas funciones para cumplirlas a través de distintas instituciones con características distintas.Indicó que, siguiendo esta lógica, se propone la creación de un Ministerio de Energía como una instancia política que unifique las decisiones sobre política pública que Chile toma en el ámbito energético. Hizo notar que a esta nueva institución se le encomienda elaborar y coordinar las políticas y normas para el buen funcionamiento y desarrollo del sector energético, para lo que deberá desarrollar capacidades prospectivas, de coordinación gubernamental e intergubernamental, y de formulación de los instrumentos más adecuados para los desafíos que enfrentará el país en el largo plazo.
Manifestó que, como efecto de la creación del Ministerio, se le trasladan en general las competencias en la materia radicadas actualmente en los ministerios de Minería y de Economía, así como la supervigilancia de los organismos vinculados al tema energético y que hoy se encuentran bajo responsabilidad de estos últimos, tales como la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, y la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Añadió que, asimismo, con esta reforma se fortalece la capacidad de regulación técnico-económica del Estado, ya que, acorde con la separación de funciones y las tendencias internacionales, se le encomienda a la Comisión Nacional de Energía, como entidad técnica especializada el análisis de precios, tarifas y normas técnicas a las que deben ceñirse las empresas de producción, generación, transporte y distribución de energía. De la misma manera, para resguardar el carácter técnico e independiente de la Comisión Nacional de Energía, ésta operará bajo el sistema de alta dirección pública. Finalmente, planteó que éste es un primer paso de fortalecimiento de las instituciones del área. Indicó que, ordenado el sector, constituida la autoridad política en el marco de las prioridades que el nuevo Ministerio de Energía fije, se deberá trabajar para concretar las mejoras institucionales que requieren tanto los otros organismos que forman parte del sector -Superintendencia de Electricidad y Combustibles y Comisión Chilena de Energía Nuclear-, como así también habrá que estudiar la institucionalidad que necesita el país en temas tales como eficiencia energética, fomento a la investigación y apoyo al desarrollo de nuevas energías, y las potencialidades que tiene el país en el ámbito energético. La Comisión también recibió en audiencia a un conjunto de expertos, con el objeto de conocer su parecer respecto del proyecto en estudio. Sus opiniones constan en el informe evacuado por la Comisión de Minería y Energía.
El proyecto, puesto en votación general, fue aprobado por 9 votos a favor y 0 en contra.
Procederé a explicar en forma sintética las principales modificaciones propuestas y que fueron aprobadas por la Comisión. El proyecto se estructura en dos grandes bloques. Por una parte, se crea el Ministerio de Energía, con precisión de sus atribuciones y competencias -artículos 1º al 15-, y, por otra, se modifican todas aquellas disposiciones legales vigentes que regulen o se refieran a competencias propias del nuevo Ministerio -artículos 2º al 14-.
Sus principios orientadores son:
a) Creación del Ministerio de Energía para que colabore con el Presidente de la República en las funciones de gobierno y en la administración del sector energía. Éste es el primer paso, urgente y necesario, a fin de instalar una autoridad energética que tenga atribuciones efectivas en el país.
El nuevo Ministerio contará con una Subsecretaría y las respectivas secretarías regionales ministeriales.
b) Con el objeto propuesto se busca ordenar la institucionalidad del sector energía para contar con organizaciones que impulsen un desarrollo seguro, eficiente y sustentable; establecer una correcta separación de funciones entre la elaboración de políticas, la regulación y la fiscalización en el ámbito energético, y facilitar la necesaria coordinación entre la autoridad energética, los distintos servicios públicos involucrados y los gobiernos regionales.
Modificaciones legales:
a) Se modifica el decreto ley Nº 2.224, de 1978, que creó la Comisión Nacional de Energía, con la siguiente finalidad: Primero, establecer el rol del Ministerio de Energía,
Segundo, crear una relación entre la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y la Comisión de Energía Nuclear con el Presidente de la República, a través del Ministerio de Energía.
Tercero, definir el sector energía.
Cuarto, precisar el rol de la Comisión Nacional de Energía. Quinto, establecer las funciones y, en consecuencia, las áreas funcionales del Ministerio de Energía y de la Comisión Nacional de Energía.
b) Por otro lado, se modifican diversas normas legales para transferir competencias del Ministerio de Minería al Ministerio de Energía.
Modifica el decreto con fuerza de ley Nº 302, de 1960, del Ministerio de Hacienda, ley orgánica del Ministerio de Minería, para establecer la suscripción conjunta de los Ministerios de Energía y Minería de los contratos especiales de operación en hidrocarburos.
Asimismo, transfiere facultades al Ministerio de Energía, otorgadas en las leyes Nº 18.302, sobre Seguridad Nuclear;
Nº 19.657, sobre Concesiones de Energía Geotérmica, y Nº 19.030, sobre Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo.
C) Modifica materias de la competencia del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.
Transfiere facultades al Ministerio de Energía respecto de aplicación y/o control de las disposiciones contempladas enEl decreto con fuerza de ley Nº 323, de 1931, ley de Servicios de Gas, y el decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1979, sobre personas que importen, refinen, distribuyan, transporten o expendan directamente al público petróleo, combustibles derivados del petróleo, gas natural y gas licuado.
Respecto del decreto con fuerza de leyNº 4, de 2006, ley general de Servicios Eléctricos, se establece lo siguiente:
-Se dispone que el Ministerio de Energía tendrá la exclusividad en el ámbito de concesiones, permisos, sistemas de transporte y explotación de los servicios de energía eléctrica, y
-Se establece que los ministerios de
Energía y de Economía, Fomento y Reconstrucción fijarán en forma conjunta los valores de los sistemas eléctricos, como los de transmisión, de subtransmisión, las expansiones del sistema, los peajes por transporte en distribución, entre otros.
d) Se modifica la ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para incorporar al ministro de Energía en el Consejo Directivo de la Conama.
e) Finalmente, se establece una norma general que dispone que las atribuciones que confieran las leyes y decretos supremos al Ministerio de Minería, al Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción o a la Comisión Nacional de Energía, o al respectivo ministro, en todas las materias que son de competencia del Ministerio de Energía, se entenderán conferidas al Ministerio o al ministro de Energía, según corresponda, por el solo ministerio de la ley. Los artículos transitorios tienen por objeto:
a) Facultar al Presidente de la República para dictar decretos con fuerza de ley, con el fin de establecer la planta del Ministerio de Energía, los requisitos de los cargos el régimen de remuneraciones y modificar la planta de la Comisión Nacional de Energía, y
b) Conformar el presupuesto de la Subsecretaría de Energía.
Durante la discusión del proyecto el Ejecutivo presentó un conjunto de indicaciones, todas ellas fueron aprobadas, y apuntan a tres objetivos:
1.- Precisar las funciones de la Comisión Nacional de Energía, de manera que, considerando su experiencia en esta materia, cumpla, además de su labor regulatoria, una función de asesoría al Ministerio de Energía en materias de su competencia, a fin de asegurar a ese organismo capacidad de proyección.
2.- Definir las áreas funcionales del nuevo Ministerio de Energía, permitir la creación de secretarías regionales ministeriales, dotar a la nueva secretaría de Estado de atribuciones para fijar estándares de eficiencia energética y el sistema de etiquetado; autorizar la creación de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética y limitar las facultades relativas a la posibilidad de solicitar información a las empresas del sector, y
3.- Perfeccionar algunas normas o referencias erróneas del texto original.
Todo lo anterior se trata en detalle en el informe de la Comisión, que da cuenta de cada artículo y de su respectiva votación el cual se encuentra a disposición de los señores diputados.
En conclusión, la iniciativa es indispensable para asegurar que nuestro país cuente con las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que depara la problemática energética. Se trata de una propuesta coherente con los fundamentos y principios a los que alude El Ejecutivo en su mensaje; prudente desde el punto de vista de su estructura y gastos, y adecuada a las necesidades. En suma, es un proyecto realista, funcional a lo que requiere el país y modernizador, porque se adapta a un esquema para lograr mayores grados de eficiencia y coordinación de la acción pública. Además, es innovador, porque aborda problemas que no estaban siendo debidamente asumidos por nuestra institucionalidad energética.
En virtud de lo expuesto, la Comisión de Minería y Energía aprobó el proyecto en general y en particular -tal como hizo, también, la Comisión de Hacienda-, y propone a la Sala proceder en iguales términos, con el objeto de entregar una señal clara de que el país asume con responsabilidad, pragmatismo y sin ideologías, un tema indispensable para su desarrollo futuro.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Hacienda.
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Hacienda, paso a informar sobre el proyecto de ley que crea el Ministerio de Energía.
Con fecha 12 de marzo de 2008 el Ejecutivo presentó a tramitación la iniciativa en estudio, que establece modificaciones al decreto ley Nº 2.224, de 1978, y a otros cuerpos legales.
Ella corrige una situación de hecho y representa una acción modernizadora desde el punto de vista de la institucionalidad pública, a la vez que reconoce y hace manifiesta la necesidad de abordar el problema de la energía en el largo plazo.
La Comisión de Hacienda aprobó el proyecto en general y en particular, previa explicación de sus ideas matrices, fundamentos y contenido por el ministro presidente de la Comisión Nacional de Energía, señor Marcelo Tokman .
Cabe señalar que la Comisión se pronunció sólo sobre los artículos que generan gasto fiscal.
En forma previa, deseo valorar el largo trabajo realizado por la Comisión de Minería, instancia que escuchó y analizó la opinión de más de diez expertos en materia energética para, finalmente, prestar su aprobación al texto en su integridad, incluidas las indicaciones presentadas durante la discusión particular.
Cabe destacar los puntos relevantes del proyecto que permiten sostener la necesidad real de contar con un Ministerio de Energía con poderes, atribuciones y funciones reconocidas legalmente.
Como antecedente fundamental para los honorables diputados y diputadas, es necesario resaltar que el proyecto se aprobó sin votos en contra y con el apoyo de diputados de todos los partidos políticos con representación en la Cámara, y que su texto se enriqueció, particularmente en la Comisión de Minería y Energía, gracias a la discusión y a las indicaciones del Ejecutivo, que acogió los planteamientos de los diputados miembros de esa Comisión.
Dicho lo anterior, paso a exponer brevemente los aspectos más destacados del proyecto, que permiten su comprensión.
El mensaje expone dos razones fundamentales que justifican el proyecto de ley. Primero, destaca que la energía es un factor crítico para la vida económica de un país y, por ende, un elemento de la mayor preocupación de las políticas públicas y, segundo, diagnostica una dispersión institucional que dificulta la mirada integral del sector, lo que impide abordar adecuadamente la energía como factor crítico.
No se puede sino estar de acuerdo en que bastan esas dos razones para debatir la necesidad de ordenar nuestro esquema institucional en función de los desafíos futuros. Para justificar esa afirmación, recojo sólo dos elementos que el mensaje explica en relación con el primero de los fundamentos recién mencionados: La seguridad en el abastecimiento como elemento central de la agenda de los gobiernos de todo el mundo, particularmente del nuestro, en consideración a que entre los años 1990 y 2006 el consumo de energía primaria en Chile creció en 64,7 por ciento, y que cerca del 70 por ciento de nuestros requerimientos se cubren vía importación, y la alta volatilidad en los precios de los combustibles fósiles, que hoy es más evidente que nunca.
Respecto de nuestra institucionalidad el mensaje hace una cruda descripción de la deficiente asignación de responsabilidades, situación que deriva en una falta de autoridad clara en la materia; de la incoherencia entre responsabilidades y atribuciones, del marcado acento en la regulación económica del sector en desmedro de la generación de políticas públicas, de la inexistencia de mecanismo formales de coordinación entre la política medioambiental y la política energética, y de la falta de agrupación de organismos con competencia energética bajo el alero de una única autoridad, todo lo cual atenta contra la necesidad de tener una mirada integral del tema para adoptar decisiones coherentes y de largo plazo.
El ministro Tokman , en su presentación en la Comisión de Hacienda, realizó un diagnóstico de la institucionalidad vigente y destacó algunos aspectos que determinaron la necesidad de adecuar el actual esquema. Señaló que existe una deficiente asignación de responsabilidades y atribuciones, por estar repartidas en diversas instituciones públicas, lo que diluye la responsabilidad e impide una efectiva coordinación. Agregó que existe ineficiencias en el modelo de organización actual de la Comisión Nacional de Energía, aludiendo a la pérdida de la función original del Consejo de Ministros. Finalmente, llamó la atención por cuanto los ministerios con competencia energética no tienen la problemática energética dentro de su agenda principal, lo que es bastante grave para el país.
Por otra parte, y a propósito de la crisis energética el ministro Tokman reveló la necesidad de mejorar las capacidades proyectivas y de formulación de políticas de largo plazo, para no actuar de forma reactiva, y de incorporar gestión en ámbitos fuera del rol clásico de la Comisión Nacional de Energía, como la agenda internacional, la eficiencia energética, la energización rural, los estudios y seguimiento de proyectos, etcétera. Como corolario del diagnóstico el ministro Tokman sostuvo que se requiere dar estabilidad institucional, más allá de la coyuntura, a la formulación de políticas públicas en energía, distinguiéndola del rol regulador. En el mensaje el Ejecutivo explica los lineamientos de las ideas fundamentales del proyecto de nueva institucionalidad, particularmente los relativos a las funciones del Estado, a los principios internacionalmente reconocidos para construir una institucionalidad y a los desafíos que deben estar implícitos en el modelo institucional.
Finalmente, los desafíos que se pretenden abordar con éxito con el nuevo Ministerio de Energía están vinculados a construir una mirada integral y a fortalecer la visión internacional del tema energético; a mejorar la capacidad de rectoría y coordinación de las instituciones estatales; a reforzar la capacidad reguladora técnico-económica; a dotar de especialidad y profesionalismo a las instituciones energéticas y a asegurar un desarrollo energético dinámico y ambientalmente sustentable.
El proyecto propone la creación de un Ministerio de Energía como órgano superior de colaboración del Presidente de la República en las funciones de gobierno y administración del sector de energía y cuya principal función será elaborar y coordinar planes, políticas y normas para el buen funcionamiento del sector; velar por su cumplimiento y asesorar al gobierno en todas aquellas materias relacionadas con la energía. Para esos efectos, y tal como lo explicitó el diputado informante de la Comisión de Minería, se propone reordenar el sector de manera de concentrar todas las atribuciones que se encuentran repartidas en diversos ministerios e instituciones en el nuevo Ministerio de Energía. Para ello, se modifican una serie de cuerpos legales relativos a las competencias y atribuciones en materia energética.
La estructura del proyecto responde y es coherente con los principios y desafíos mencionados al proponer la creación del Ministerio de Energía, manteniendo a la Comisión Nacional de Energía como organismo regulatorio y sometido al Sistema de Alta Dirección Pública, recogiendo la recomendación que hiciera la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde). Es coherente también cuando reordena el conjunto de atribuciones y funciones al alero del nuevo Ministerio y cuando establece que los servicios e instituciones con competencias energéticas se relacionarán con el Gobierno a través de esta nueva Cartera, de forma de generar una coordinación eficiente de todos los organismos en función de una política energética única.
El proyecto, no obstante tener un objetivo ordenador, también es innovador pues dota a la nueva institucionalidad de atribuciones en materia de eficiencia energética, la faculta para fijar estándares de eficiencia que, junto a la autorización que se le otorga a la Comisión Nacional de Energía para crear la Agencia de Eficiencia Energética, permitirán avanzar con agilidad hacia una matriz más eficiente.
Finalmente el proyecto de ley contiene disposiciones comunes a otro tipo de proyectos institucionales que han sido aprobados por el Congreso Nacional y faculta al Presidente de la República para que dicte los decretos con fuerza de ley que establezcan las plantas de personal del Ministerio de Energía y de la Comisión Nacional de Energía, fije los requisitos para el desempeño de los cargos, disponga el régimen de remuneraciones, etcétera. Asimismo, se autoriza a financiar el mayor gasto fiscal que represente la aplicación de la futura ley durante el primer año con cargo a la partida presupuestaria de la Comisión Nacional de Energía. El mayor gasto estimado por el Informe Financiero para el proyecto asciende a la suma de 855 millones de pesos. La Comisión de Hacienda se pronunció favorablemente sobre el proyecto. Como conclusión, debemos señalar que el proyecto es un avance importante y fundamental para generar las condiciones institucionales que permitan enfrentar los desafíos en materia energética. Además, es una iniciativa razonable desde el punto de vista de su estructura y competencia. Por último, está acorde con la realidad que vivimos. Los desafíos a que hicimos referencia son de largo aliento, diversos y muy complejos, por lo que requieren que el país asuma con compromiso las obligaciones que nos imponen. Ciertamente, la sola institucionalidad no basta para superar con éxito nuestras futuras necesidades energéticas; pero, sin duda, representa la base de responsabilidad necesaria para construir los elementos que nos permitan, con seriedad y rigurosidad, adoptar las medidas y enfrentar los requerimientos de nuestro actual estado de desarrollo.
Debido a eso, en nombre de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, solicitamos que el proyecto se apruebe hoy en su primer trámite constitucional, porque es vital para el desarrollo de nuestro país.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
En discusión el proyecto. Tiene la palabra el diputado señor Antonio Leal .
El señor LEAL.-
Señor Presidente, con el proyecto se da un paso importante: se crea el Ministerio de Energía, que será el encargado de reordenar el sector energía, con el objeto de impulsar un desarrollo seguro, eficiente y sustentable en la materia. Para ello establece una correcta separación de funciones entre la elaboración de políticas, la regulación técnico-económica y la fiscalización que se debe realizar en el ámbito energético.
En la Comisión de Minería y Energía fuimos categóricos en la necesidad de que estas tres funciones quedaran plenamente establecidas, porque la elaboración de políticas tiene que ver con el largo plazo, la regulación técnico-económica dice relación con factores que hoy se encuentran diseminados en diversos organismos y la fiscalización recae en la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, que es un organismo débil ante la tendencia permanente de las grandes empresas de energía eléctrica de judicializar cada uno de los temas.
Con la creación del Ministerio de Energía se busca superar las deficiencias operativas diagnosticadas y que discutimos por meses en la Comisión de Minería y Energía, para lo cual se dota al sector de un órgano centralizado que generará las políticas fundamentales y se distribuyen razonablemente las competencias.
Con esta propuesta el Estado de Chile está en condiciones de responder, a mi juicio, de mejor manera a los desafíos que presenta el panorama energético en las próximas décadas, con el objeto de que los chilenos sigamos recibiendo la energía adecuada. Como han dicho los diputados informantes de las Comisiones de Minería y Energía, y de Hacienda el proyecto considera la modificación de una gran cantidad de disposiciones legales relativas al sector energético, con el fin de incorporar la figura del Ministerio de Energía, así como las autoridades y órganos asociados al mismo, a los cuales les asigna las respectivas competencias. El debate en la Comisión de Minería y Energía no duró tanto tiempo porque El proyecto modifica cuerpos legales, entre ellos el decreto ley Nº 2.224, que creó la Comisión Nacional de Energía; El decreto con fuerza de ley Nº 302, de 1960, del Ministerio de Hacienda, orgánica del Ministerio de Minería; la ley Nº 16.319, orgánica de la Comisión Chilena de Energía Nuclear; la ley Nº 18.302, sobre Seguridad Nuclear -para la reubicación del tema nuclear en el Ministerio de Energía-; la ley Nº 19.657, sobre Concesiones de Energía Geotérmica; el decreto con fuerza de ley Nº 2, de 1966, del Ministerio de Minería, sobre Contratos de Operación Petrolera; la ley Nº 19.030, que crea el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo; la ley Nº 18.410, que crea la Superintendencia de Electricidad y Combustibles; El decreto con fuerza de ley Nº 323, de 1931, del Ministerio del Interior, sobre Servicios de Gas; El decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1979, del Ministerio de Minería; El decreto con fuerza de ley Nº 4, de 2006, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, la ley general de Servicios Eléctricos y la ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente. Esto es muy relevante, ya que, tal como aprobamos el proyecto en la comisión, centraliza y uniforma el sector de la energía, así no tendremos una dispersión de los organismos que tienen que ver con él. Se faculta al Ministerio de Energía para que formule políticas, normas legales y reglamentarias, planes y programas; además, tendrá a su cargo la rectoría del sector energía del país. Las funciones relativas a la regulación técnico-económica del sector, análisis de tarifas, determinación de normas técnicas y de calidad se mantienen en la competencia de la Comisión Nacional de Energía, de la misma manera en que se desarrollan actualmente.
Se encomienda al nuevo ministerio elaborar y coordinar los planes de políticas y normas para el buen funcionamiento y desarrollo del sector, como velar por el cumplimiento y asesorar al gobierno en todas las materias relacionadas con la energía, en especial -quiero subrayar que éste fue un aporte de los miembros de la Comisión de Minería y Energía-, en cuanto a la preparación de los planes y políticas; elaborar, coordinar, proponer y dictar las normas aplicables al sector; estudiar y preparar las proyecciones de la demanda y oferta nacional de energía, desarrollar los estudios generales relacionados con el funcionamiento y desarrollo integral del sector y velar por el efectivo cumplimiento de las normas sectoriales. Me parece muy importante la tarea de estudiar y preparar las proyecciones de la demanda y de la oferta nacional de energía. En una reciente conversación con el ministro de la Comisión Nacional de Energía, Marcelo Tokman , quedó claro que este año tenemos una mayor holgura, que la CNE ha realizado una política eficiente para dotar al país de las condiciones del desarrollo energético, que tenemos retraso en cuanto a la energía renovable, pese a las disposiciones legales aprobados que estimulan el acceso de al menos 10 por ciento de energía renovable a la matriz de generación, pero tenemos que definir lo que queremos en el largo plazo. Me parece un poco aberrante que hablemos de las centrales hidroeléctricas que se pretenden construir en La Patagonia, de la energía nuclear y que llenemos el país de centrales hidrotérmicas, en circunstancias de que no existe una planificación de lo que realmente necesitamos para los próximos 25 años.
Si vamos a entrar a la energía nuclear, soy partidario de que no construyamos centrales hidroeléctricas, por sus muy altos costos medioambientales. En la Región de Atacama se ha presentado un proyecto, que está estudiando la Conama, para instalar una planta de generación eléctrica con carbón y petróleo, que será la más grande de Chile y de América Latina, ya que producirá 2.500 megawatts. Eso tiene un impacto medioambiental enorme. Al respecto, basta recordar los efectos de la central termoeléctrica Guacolda , que sólo generará 300 megawatts. Aquí hablamos de 2.500 megawatts en el lapso de diez años.
Por lo tanto, pido a este ministerio que estamos creando y al actual ministro de la Comisión Nacional de Energía, Marcelo Tokman , que definamos muy bien lo que vamos a hacer para asegurar el desarrollo energético, pero siempre que paguemos el menor costo medioambiental, ya que, como dije, debemos tener presente que cada una de estas iniciativas comporta impactos medioambientales muy significativos. Hay que buscar la manera de que la Región de Atacama no pague un costo de esa naturaleza por cubrir la demanda energética del conjunto del país, porque no necesita una central de 2.500 megavatios, pese a la dimensión de las inversiones mineras de la zona.
Me parece muy importante trasladar al Ministerio de Energía las competencias que actualmente están radicadas en los ministerios de Minería y de Economía, Fomento y Reconstrucción. Hemos vivido una tremenda dispersión en ese sentido.
Con el diputado Jaime Mulet hemos presentado iniciativas relacionadas con la energía, en particular con el subsidio permanente. Pero aquí se produce la paradoja de que, para referirse al subsidio permanente de electricidad, hay que hablar con el ministro de Economía y no con el de Energía ni con las autoridades de la Comisión Nacional de Energía. Entonces, hay que trasladar las competencias y reunirlas en un ministerio. En ese sentido, debemos traspasar la competencia que tiene que ver con la suscripción conjunta con El Ministerio de Minería de los contratos especiales de operación de hidrocarburos y sustancias nucleares. Todas las facultades contenidas en la ley de Concesiones de Energía Geotérmica tienen que otorgarse al Ministerio de Minería. La gestión del sistema de concesiones, a cargo de este último, debe entregarse al de Energía. La determinación de los precios de paridad contenidos en el Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo está radicada en el Ministerio de Economía; en general, todas las competencias que se han asignado en materia de gas y electricidad, como concesiones definitivas, sistemas de transporte, explotación de servicios eléctricos y suministros y dictación de reglamentos, salvo la determinación de los precios de los servicios eléctricos, serán de responsabilidad de los ministerios de Energía y de Economía en conjunto.
Quiero subrayar que la dirección superior del Ministerio corresponderá al ministro de Energía y la administración interna y coordinación de los servicios públicos sectoriales a la Subsecretaría de Energía. Se crean seis secretarías regionales ministeriales de Energía. Esa propuesta también se aprobó ampliamente en la Comisión; primó el criterio de no crear un aparataje burocrático de la administración del Estado demasiado amplio, en el buen sentido de la palabra. Todos fuimos partidarios de un ministerio -dado que hay una delegación italiana, usaré una palabra de su idioma “snello”, delgado, sin mucha grasa.
Felicito a todos los participantes de la Comisión por su buen criterio, que pensaron en seis secretarías regionales ministeriales de Energía, que representarán al Ministerio en una o más regiones, lo que se establecerá mediante decreto.
Los seremis de Energía estarán focalizados en la participación en el sistema de educación de impacto ambiental, integrándose a las coremas -espero que las modifiquemos y en todas las acciones de diseño, coordinación y ejecución de los programas relacionados con la eficiencia energética y energización rural y social. La existencia de seremis es una necesidad en buena parte de las regiones dondeEl tema energético es central, además, serán los interlocutores que en este momento no existen en regiones.
Con el objeto de establecer canales formales de comunicación entre ambos sectores el Ministerio de Energía se incorpora al Consejo Directivo de la Conama, y los seremis de Energía a las coremas.
Eso es importante, porque tiene que haber coordinación entre las políticas de generación, distribución y transmisión de energía y el tema medioambiental, por el impacto que cada una de las inversiones crea en este ámbito.
La Comisión Nacional de Energía, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y la Comisión Chilena de Energía Nuclear -esto es, todos los servicios públicos sectoriales se relacionarán con el Presidente de la República a través del Ministerio de Energía. Eso es muy importante, porque tendremos una visión conjunta de lo que pasa en el sector.
La Comisión Nacional de Energía se va a especializar en los procesos tarifarios y en la determinación de las normas técnicas sectoriales. Acorde con la separación de funciones y las tendencias internacionales, se le encomiendan -eso es una visión moderna de lo que tiene que hacer la Comisión Nacional de Energía-, como entidad técnica especializada, las funciones relativas a la regulación técnico económica del sector. Eso fue también una discusión bastante amplia en la Comisión.
La Comisión de Energía va a ser una persona jurídica de derecho, público descentralizada, encargado de analizar precios, tarifas y normas técnicas a las que deben ceñirse las empresas de producción, generación, transporte y distribución de energía, con el objeto de disponer de un servicio suficiente seguro y de calidad, compatible con la operación más económica.A la Superintendencia se le entregan todas las facultades de fiscalización.
Va a ser muy importante que en las atribuciones de la Comisión Nacional de Energía y de la Superintendencia se vele muy estrictamente por las tarifas, porque el año pasado tuvimos alzas muy grandes, casi de 40 por ciento, por el aumento del precio de nudo, de la indexación que incorporamos en la ley corta II, que permite a las empresas pedir incremento de tarifas cuando se sobrepase el 10 por ciento de los costos de insumos. Pero en la actualidad tenemos una baja sustantiva de los insumos de generación, particularmente del petróleo. Sin embargo, no hemos observado -lo subrayo al ministro Tokman , que está en la Salauna baja en las tarifas de energía eléctrica en la misma magnitud. Aquí funciona la indexación sólo hacia arriba. Cuando hay un aumento significativo del costo de los insumos, las empresas piden que las tarifas se eleven, pero cuando se produce una baja, como la ocurrida con la gasolina, que de 700 pesos pasó a 410 pesos, y con el petróleo, que de 140 dólares pasó a 42El precio del barril, no reaccionan de la misma manera. En 2008 hubo un aumento de 40 por ciento en las tarifas; pero, en la actualidad, la disminución de los precios al consumidor todavía no se aprecia.
En ese sentido el Ministerio de Energía debe establecer mecanismos de flexibilidad en el cálculo de las tarifas, para que la indexación funcione no sólo hacia arriba sino también hacia abajo, de manera que la fijación de precio de nudo favorezca a los usuarios cuando el valor de los insumos de generación baje a nivel internacional, como está ocurriendo ahora.
La iniciativa es muy buena, razón por la cual comprometo el voto de los diputados del Partido por la Democracia para que la creación del Ministerio de Energía sea una realidad, con todo lo que ello comporta, y espero que haya una planificación de política de largo plazo en los términos que hemos señalado.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Esteban Valenzuela .
El señor VALENZUELA.-
Señor Presidente, este proyecto es muy bueno, porque es de Perogrullo decir que todos los estados de desarrollo medio alto saben que la energía es una cuestión esencial para su desarrollo económico y para el enfoque que tengan sobre su uso desde los puntos de vista ambiental, de calidad de vida y de transformación.
Con la creación del Ministerio de Energía, a mi juicio, la legislación deja a la Comisión Nacional de Energía como el único punto focal de la política energética, cuya lógica tiene que ver más con asegurar la inversión energética, la buena regulación y el justo cobro tarifario.
Además, estamos ampliando la mirada. Una de las instituciones más valiosas que se crean con él es la Agencia Chilena de Eficiencia Energética. El Ministerio se preocupará de la regulación, que ya se ha explicado latamente, de que se invierta en nuevas fuentes energéticas, de hacer estudios de calidad estratégicos; pero en su disco duro, también deberá tener en cuenta, como segundo aspecto esencial, no sólo la inversión, sino también el ahorro y la eficiencia energéticos. De hecho, 2008 fue un año excepcional. Comentábamos con el ministro que para ese año, que se esperaba un aumento del consumo energético de 6 por ciento, sin embargo, entre marzo y diciembre, meses en que hubo una activa campaña de ahorro energético el consumo general disminuyó en casi 1,5 por ciento. Estamos demostrando que se puede hacer lo que han hecho países desarrollados como Alemania. Ellos separan el crecimiento económico del aumento, muchas veces frenético, de la oferta energética.
Hay que lograr ese equilibrio y, por tanto, necesitamos un ministerio con políticas muy activas con la industria y con los ministerios sectoriales, como el de Vivienda, que se relaciona con cuestiones de eficiencia energética, climatización, etcétera.
Estamos creando, además, una agencia de cooperación público-privada. No es éste un proyecto de ministerio pesado, dirigista, que busca hacer todo por sí mismo, sino que está inserto en una lógica de ministerio robusto, inteligente, con cuerpos profesionales, pero, a la vez, con una pequeña agencia donde estén representados sectores como el de la minería el inmobiliario, que incluya a los principales actores y también a alguna ONG que represente una mirada complementaria para asegurar una política activa. En los últimos años el país ha dado pasos en materia de energías renovables, como el significativo boom de proyectos eólicos o de centrales de pasada, como las que se están construyendo en mi región. Pero, debemos dar este paso más decidido hacia la eficiencia energética, lo que se hace con la creación de este ministerio.
Peleamos –y El Gobierno escuchó por que hubiera seremis en todas las regiones, ya sea como tales o coordinándose con seremis de otros sectores que asuman las funciones del seremi de energía. En todas las regiones se requiere, no sólo asegurar El suministro energético, sino que exista un seremi preocupado de las políticas de ahorro, de que la oferta de vivienda venga con el uso de las nuevas tecnologías, evite el despilfarro energético, etcétera. Con esta dimensión, esperamos que se enriquezcan nuestras políticas públicas.
Insisto en que éste es un muy buen proyecto. Se trata de un ministerio necesario, que tendrá una visión estratégica, que no puede estar atrapado por la dictadura del consumo y los nuevos inversionistas energéticos, en fin. Un ministerio que ojalá pueda, sin falsos populismos, asegurar al país un horizonte de crecimiento moderado del gasto energético y de mucha inteligencia en materia de sustentabilidad y focalización, a fin de garantizar un uso responsable de la energía.
Por eso el criterio mayoritario del Comité Independiente será apoyar este proyecto.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas.
El señor ROJAS.-
Señor Presidente, como aquí se ha dicho, sin duda éste es un proyecto que viene a satisfacer una necesidad relacionada con el modelo administrativo vigente en materia energética. La crisis que nos ha tocado vivir desnudó la vulnerabilidad de nuestra matriz, vulnerabilidad que ha demostrado nuestra dependencia de otros países. Por ejemplo, en el norte el corte del suministro de gas natural generó todo un descalabro que, indudablemente, amerita que este proyecto tenga el apoyo necesario para poder generar lo que aquí se señaló: las políticas que el Gobierno puede y debe implementar en materia de desarrollo energético.
Hoy, la energía es seguridad nacional y, en ese sentido, lo que pretendemos es que el Ministerio de Energía satisfaga las necesidades que generan vulnerabilidad. La crisis también ha demostrado que ha existido debilidad en las inversiones. En materia de desarrollo energético aquí se hizo referencia a la energía nuclear, que en el mundo ya ha sido considerada. Nosotros recién empezamos a caminar en ese sentido y a enfrentar dificultades debido a los intereses que tienen ciertos grupos.
Aquí debemos señalar claramente que la energía es una cuestión de seguridad nacional, y frente a ello todos los aspectos que deberá atender el nuevo ministerio relacionado con estudio, planificación, desarrollo e inversión en energía deben ser aprobados, porque queremos que nuestra vulnerabilidad en esta materia se vaya atenuándose en el tiempo y -como aquí se mencionó tener una proyección de futuro en estos aspectos. El modelo vigente -lo señalé recién es inadecuado para impulsar políticas coordinadas en materia energética. La Comisión Nacional de Energía, por ejemplo, es un servicio público descentralizado que tiene la misión de formular políticas sectoriales; pero no es un ministerio. Por eso, le entregamos facultades al nuevo ministerio, y esperamos lograr, en el largo plazo, lo que queremos en materia de desarrollo energético.
Somos partidarios de no hacer crecer el aparato público, y tuvimos una discusión respecto de la creación de seis seremis de Energía en macrozonas de desarrollo energético que velaran efectivamente por que las políticas que impulse el ministerio lleguen en buena forma a cada región. Aquí hay que entender que no todas las regiones son iguales, en cuanto a su desarrollo energético. Unas, más que otras, tienen diversas fortalezas en desarrollo energético que puede ser hídrico, solar, eólico, etcétera. Por lo tanto, aquí se requiere que dentro del aparato administrativo, desde la subsecretaría hasta las seremis correspondientes, tengan un desarrollo activo y asociado a la identidad propia de cada región en materia de desarrollo energético. Cito el ejemplo de Antofagasta, donde existe una Comisión Regional de Energía, instancia consultiva que le ha permitido hablar del tema energético con todos los actores, especialmente con el sector privado. Queremos que las políticas que nacen en cada región sean consideradas por el ministerio correspondiente, para que tengamos una identidad propia respecto de las fortalezas que posee cada región. En nuestra región, en la ciudad de Tocopilla, lamentablemente, fue declarada zona saturada debido a la producción de energía mediante plantas termoeléctricas. En nuestra Región de Antofagasta los niveles de incidencia de las enfermedades cancerígenas son altísimos. En este sentido, propendemos a que las políticas de desarrollo energético tiendan a que éste se asocie directamente con el cuidado del medio ambiente, como corresponde.
Actualmente, se está desarrollando el proyecto de terminal de GNL en Mejillones, y próximamente se instalarán otras plantas termoeléctricas. Pero consideramos conveniente buscar los incentivos necesarios para que las energías alternativas puedan desarrollarse como corresponde. En tal sentido, las políticas que lleve a cabo el nuevo ministerio, sin duda, favorecerán a zonas como las de la Segunda Región, que alcanzan niveles muy altos de personas enfermas de cáncer debido a la contaminación. Incluso, hoy se ocupa como combustible el petcoke. A veces, debemos aceptar situaciones como ésta por la crisis energética que hemos estado viviendo.
Por lo tanto, la creación de este nuevo ministerio viene a saciar una necesidad.
Asimismo, le damos la relevancia que amerita una materia que dejó al descubierto nuestra vulnerabilidad y nuestra dependencia, porque el desarrollo del país está asociado directamente al desarrollo energético. En el fondo, entre las políticas que pueda haber sobre la materia, queremos que el nuevo ministerio se aboque primero, a seguir fortaleciendo la política comunicacional que se impulsó hace un tiempo y que dio muy buenos resultados el consumo eléctrico disminuyó en aproximadamente 7 por ciento, gracias a que informamos a la comunidad sobre el uso eficiente de la energía.
Ahora que los precios de los insumos han bajado, han surgido peticiones para que también bajen las tarifas eléctricas. Pero no debemos olvidar que el uso eficiente de la energía es una herramienta administrativa que permite mantener buenos estándares de desarrollo en esta materia.
El ministro Tokman tiene una linda tarea por delante, y para enfrentar este desafío, lo invito a que más que estudiar, invierta, porque en materia energética ya se ha estudiado todo a nivel mundial. De manera que se deben buscar incentivos, tanto en el sector privado como en el público, para que tengamos, Dios mediante, una ley que proyecte en el tiempo el buen uso de nuestra energía y nos permita, en el corto plazo, contar con un desarrollo energético que no nos haga depender de otros países. En consecuencia, anuncio que concurriremos con nuestro voto favorable a la aprobación de esta iniciativa, y que espero que camine por la mejor senda en el Senado.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Mario Venegas .
El señor VENEGAS (don Mario).-
Señor Presidente, no soy integrante de la Comisión de Minería y Energía, pero he participado en la de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente.
Allí, debido a los diversos temas tratados y a los invitados que han concurrido a ella, me formé la más profunda convicción en cuanto a que la institucionalidad relativa al tema energético es inadecuada, débil e insatisfactoria para alcanzar los objetivos que, en mi opinión, deberíamos plantearnos en un asunto tan estratégico.
Para nadie es un misterio la estrecha relación que existe entre la producción de energía y el desarrollo económico que, por cierto, todos queremos alcanzar. Pero en esta relación hay un tercer componente: El respeto por el medio ambiente y nuestros recursos naturales. Por cierto, esta ecuación es de una enorme complejidad.
Por otro lado, considero que a, veces, nos falta discutir más a fondo lo que queremos como país en esta materia, porque uno ve las tensiones que se producen al momento de analizar la forma en que podemos reforzar nuestra matriz energética, que es una necesidad innegable. Tenemos una debilidad evidente, como quedó demostrado en el pasado con nuestra dependencia del gas argentino. Por eso, necesitamos producir más energía para impulsar nuestro desarrollo productivo. Pero, ¿cómo podemos hacerlo? ¿qué recursos debemos aprovechar? Aquí se centra la discusión entre los ecologistas y quienes consideramos que éste es un desafío ineludible. ¿Debemos usar nuestros recursos hídricos para producir energía? ¿Cómo lo hacemos para no impactar al medio ambiente? También se ha planteado la posibilidad de desarrollar la energía nuclear, que ya es utilizada en otras partes del mundo. Todas esas interrogantes me hacen pensar que hay una discusión pendiente. En este sentido, a propósito de una intervención anterior, me parece que aferrarse a determinados dogmas no es la manera más adecuada de enfrentar el problema. Algunos diputados han dicho que son enemigos de agrandar el Estado. Considero que hacer tal afirmación en momentos en que vivimos una crisis financiera internacional es, por lo menos, arriesgado, porque es un dogma. En mi opinión, la racionalidad nos indica que el tamaño del Estado debe ser tan grande como sea necesario. Y digo esto a propósito de esta iniciativa, que apunta a crear un Ministerio de Energía, porque la realidad nos indica que es no sólo necesario, sino indispensable.
Lo que se pretende es reestructurar el sector, entregando a la institucionalidad existente una coherencia que hoy no tiene. En esa nueva institucionalidad el Ministerio cumplirá un rol muy importante en la formulación de políticas públicas que sean coherentes y, además, integrales. Como lo demuestran las intervenciones efectuadas en la Comisión y que recogen el informe, la dispersión existente impide desarrollar políticas, programas y planes coherentes e integrales.
Me parecen importantes las disposiciones que apuntan a fortalecer la capacidad de regulación técnica y económica del Estado, en un sector que, frecuentemente, tiene ruidos. No puedo dejar de mencionar que, a menudo, los diputados recibimos quejas de los ciudadanos que representamos, por la forma en que función el sistema, especialmente en lo que dice relación con la provisión de servicios de energía a los sectores más modestos. Aquí no estamos hablando sólo de energía para las empresas, también está lo relacionado con los costos de la energía domiciliaria, especialmente para la gente más modesta del país.
En consecuencia, estamos ante un gran proyecto y creo que es necesario crear esta nueva institucionalidad. Es lo que demanda la realidad actual. Probablemente, hace algunas décadas no era necesaria, pero hoy sí lo es, dada la situación que enfrenta el país y el desafío que tenemos, en cuanto a dar ese salto al desarrollo que todas las chilenas y todos los chilenos esperamos.
Al revisar el proyecto, me surgen algunas dudas que, seguramente, despejará el ministro en su intervención. Son dudas que se formularon en la discusión habida en la Comisión. Una de ellas es si la fragmentación de las diversas funciones en distintas instituciones es el modelo más adecuado: El Ministerio en la formulación de las políticas, la Comisión Nacional de Energía en la regulación y la Superintendencia en la fiscalización. Hay algunas voces que dicen que debería haber una visión única, integradora. Esas opiniones están contenidas en el informe.
Otra cosa que me llamó poderosamente la atención es que sólo habrá seis secretarías regionales ministeriales a nivel nacional. Si los seremis son la presencia de los ministerios en regiones ¿por qué sólo seis? El mensaje agrega que un decreto supremo establecerá las regiones que tendrán una seremi. No me parece muy razonable. Hay quienes dicen que no debiera haber ninguna, porque es más burocracia. Yo sostengo que si el tema energético es un problema país, también lo es en cada una de las regiones.
De manera que me queda una duda respecto de esta situación. No obstante, estoy absolutamente convencido de que la creación de este ministerio es necesaria. Por lo tanto, anuncio mi voto favorable a la iniciativa.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, estamos ante un proyecto que ha despertado gran interés. Lo he notado en las opiniones de los diputados que me han antecedido en el uso de la palabra.Las diferentes intervenciones revelan un gran estudio de la materia, lo que me tranquiliza, pues están indicando que se está legislando bien. Lo digo porque, a veces, legislar suena a Fácil Despacho. Pero, iniciativas de esta envergadura requieren que cada uno de los actores que intervienen en este proceso, en este caso, los diputados, las conozcan a fondo.
Sin duda, la piedra angular de esta iniciativa, tan estudiada e interesante, ha sido el presidente de la Comisión Nacional de Energía, don Marcelo Tokman ; ha sido el artífice de lo que mañana será historia, dada la realidad que vive el mundo actualmente: la creciente necesidad energética. Por eso, son muy importantes los estudios que se están realizando.
Los chilenos hemos tomado conciencia de la importancia de la política energética y del rol estratégico que juega la energía en el desarrollo del país. En razón de ello, también hemos constatado que, en esta materia, tenemos una institucionalidad que no se ajusta a los requerimientos del país, por lo que se hace más que necesario reformarla. En materia de energía -ya lo mencionaron otros colegas-, no se puede seguir con una institucionalidad repartida en diversos organismos o ministerios. La Comisión Nacional de Energía es uno de ellos; pero también están los ministerios de Minería, de Economía, etcétera. Es decir, las tareas a realizar están dispersas en distintas instancias de diferentes autoridades, de manera que aunque se realicen los máximos esfuerzos de coordinación, no será posible lograr los vínculos más adecuados. Además, esta realidad dificulta un trabajo más eficiente en planificación y control de las políticas energéticas.
Por lo tanto, es necesario llevar a cabo una reforma de las instituciones que toman decisiones sobre políticas públicas en un ámbito tan importante en estos tiempos: El de la energía.
Debemos establecer las competencias y los espacios de acción adecuadas, que faciliten una mirada integral del tema, a fin de adoptar decisiones coherentes y oportunas de corto, mediano y largo plazos. Estos cambios se hacen mirando al futuro; de ahí la importancia de este proyecto. Se requiere un nuevo ministerio que cumpla estas funciones tan importantes en materia energética: diseñar y desarrollar políticas y fiscalizar su cumplimiento y a las personas e instituciones que desarrollan sus actividades en este campo. Me parece que, incluso, se podrían resolver conflictos de intereses y se tendría una actitud vigilante en cuanto al avance y a los cambios que se están produciendo a nivel mundial en materia energética.
Con la creación de este ministerio -repito que en ello ha tenido un papel relevante el actual presidente de la Comisión Nacional de Energía, señor Marcelo Tokman -, se concentrarán en una sola institución las funciones que hoy están repartidas: la política energética, en manos de la CNE, y todo lo relacionado con los hidrocarburos y con un tema que está en el ambiente, que unos quieren y que otros rechazan: las energías nuclear y geotérmica, a cargo del Ministerio de Minería. También está lo relativo a las concesiones, a la fiscalización del gas, a la energía eléctrica, hoy radicado en el Ministerio de Economía.
La creación de este ministerio permitirá también la generación de instancias regionales, cuestión muy importante para quienes representamos a las regiones y que estábamos preocupados por el hecho de que todo lo concerniente a la energía no se manejara en los lugares en los cuales se produce, esto es, en nuestras regiones. Los potenciales energéticos de las regiones, los aspectos medioambientales y la capacidad de regulación en los distintos territorios que componen nuestro país constituyen materias muy importantes.
Tal como lo señaló el diputado Manuel Rojas , hay un potencial energético distinto en cada una de las regiones y con una realidad diferente. El diputado Mario Venegas manifestó que, tal vez, seis seremis son suficientes, posición que comparto.
Hay que destacar que en el proyecto la Comisión Nacional de Energía se mantiene como un ente regulador e independiente. Su personal y sus directivos serán seleccionados mediante el sistema de Alta Dirección Pública, para que no existan dudas.Espero que este proyecto se convierta en realidad a la brevedad -se percibe en el ambiente que hay una especie de acuerdo tácito al respecto-, de manera que se concrete la importancia económica y estratégica que tiene la energía para el país. Es necesario aprobar en forma urgente este proyecto, porque todos estamos pendientes de la escasez energética que estamos padeciendo.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Fulvio Rossi .
El señor ROSSI.-
Señor Presidente, los diputados informantes ya explicaron en detalle el contenido del proyecto.
Estamos debatiendo una iniciativa fundamental para el futuro desarrollo de Chile. Durante mucho tiempo, quizás no nos dimos cuenta de la trascendencia de esta situación. Una serie de competencias relacionadas con el ámbito energético -ya lo mencionó el diputado Antonio Leal están radicadas en más de diez ministerios y servicios públicos, dispersión que hacía muy difícil contar con una política racional y eficiente y con una buena planificación en materia energética. Todos sabemos la importancia que reviste este tema. Hemos vivido momentos críticos, a propósito de los recortes de gas argentino, tanto a nivel del Sistema Interconectado del Norte Grande como del Sistema Interconectado Central. También hemos visto cómo se afecta el desarrollo económico de las zonas norte y sur, cada vez que se producen problemas energéticos. Asimismo, no podemos desconocer que hemos tenido racionamientos.
Todos nos hemos quejado -lo he escuchado en distintas intervenciones de que hace falta una buena planificación, una política energética de largo plazo, capacidad para tener una visión no sólo a 5 ó a 10, sino a 15 ó a 20 años. Precisamente, uno de los objetivos fundamentales que se tuvieron en consideración para crear El Ministerio de Energía es que exista una adecuada proyección de la oferta y la demanda nacional, desde el punto de vista energético. Sólo de esa manera seremos capaces de dar respuesta a los problemas que tenemos en este ámbito.
Insisto en que uno de los problemas que hemos tenido es la falta de una política de largo plazo y de una adecuada planificación en materia energética. Se han hecho esfuerzos, pero si uno se fija, los esfuerzos y las declaraciones del Gobierno y de los distintos actores van en distintas direcciones. Por un lado, están aquellos que plantean la necesidad de usar energía nuclear -y se crea una Comisión para estudiar las diferentes alternativas-, y, por otro, aquellos que son partidarios de crear centrales hidroeléctricas, como HidroAisén -me sumo a aquellos que piensan que va a tener un impacto ambiental-, cuyos costos son muy superiores a los beneficios que reportaré. Algunos diputados -dentro de los cuales me incluyo- hemos presentado propuestas -hoy aprobadas para fomentar el uso y la generación de energía a partir de fuentes renovables no convencionales, tales como las centrales de pasada, la energía geotérmica y la energía eólica. De hecho, actualmente existen algunos proyectos eólicos. Además, se han hecho licitaciones orientadas a la generación de energía geotérmica.
Creo que el Ministerio de Energía concentrará los esfuerzos para que exista una planificación que permita mayor eficiencia y tener claro cuáles serán las proyecciones de la oferta y la demanda en el largo plazo. Por otro lado, quiero destacar las funciones de rectoría en el ámbito energético que tendrá el ministro. Considero muy trascendente contar con un ministerio que formule las políticas, que esté a cargo de la aplicación de las normas legales y reglamentarias y de los planes y programas. Asimismo, hay que destacar el trabajo realizado por la Comisión, que contó con la activa participación del ministro Tokman , para dejar con plena autonomía las funciones relativas a la regulación técnica y económica, es decir, para el análisis de las tarifas y la determinación de las normas técnicas y de calidad. De hecho, la autoridad de la Comisión Nacional de Energía va a ser seleccionada según las normas de Alta Dirección Pública, lo que revela el carácter altamente técnico, autónomo e independiente que se le quiere dar a una función regulatoria que es muy importante para nuestro país.
Algunos parlamentarios ya se han referido al traspaso de competencias. Los Ministerios de Economía y de Minería tenían muchas funciones respecto de estas materias. Sin ir más lejos el Ministerio de Minería estaba a cargo de generar las licitaciones para la explotación geotérmica, en circunstancias de que, claramente, deberían estar radicadas en el Ministerio de Energía. Respecto de la organización, quiero decir unas breves palabras relacionadas con la descentralización que se ha buscado, particularmente, en lo que tiene que ver con políticas de eficiencia energética. Vamos a tener seis seremías; pero yo hubiera preferido que cada región tuviera la suya, porque tienen sus propias potencialidades, oportunidades y demandas, y es necesario incorporar esa visión regional a la hora de planificar las oportunidades en el ámbito energético. Desde esa perspectiva el hecho de que haya seis seremías nos va a enfrentar al hecho de ver cómo funcionan y cómo será su participación en la Comisión Regional de Medio Ambiente, porque una seremía tendrá que representar a más de una región, lo que también es un tema relevante.
La creación del Ministerio de Energía permitirá que exista una mejor coordinación entre las políticas medioambientales y las energéticas, que muchas veces se ven confrontadas. Hemos escuchado las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente que van en la línea contraria a las del ministro Tokman . Esa coordinación es fundamental, porque un país no puede asumir costos medioambientales enormes, tremendos, con el fin de obtener energía, como ha ocurrido en el caso de las cinco centrales hidroeléctricas de Aisén. Lamentablemente, hemos visto que algunos ministros de Estado han hecho declaraciones públicas en favor de ellas, a pesar de existir un estudio de impacto ambiental. Me parece muy preocupante, porque los ministros se deben abstener de hacer declaraciones en favor o en contra de proyectos que están siendo analizados por el sistema de evaluación de impacto ambiental. El ministro de Energía va a formar parte del Consejo Directivo de la Conama; de manera que podrá plantear allí, donde corresponde, sus visiones y posiciones respecto del problema energético chileno y de proyectos futuros. Asimismo, va a participar activamente en el sistema de evaluación de impacto ambiental.
Finalmente, quiero destacar el trabajo realizado por la Comisión Nacional de Energía y por su titular y, en general, por el Gobierno; la relevancia que se le está dando a un tema que es fundamental para el desarrollo futuro de Chile, como es tener una matriz energética autónoma y diversa, que nos permita tener tranquilidad en cuanto a que, a futuro, las proyecciones de oferta y demanda se van a conciliar y no tengamos que improvisar, como lamentablemente lo hemos hecho en los últimos años.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, creo que hoy estamos discutiendo un importante proyecto de ley.
Sin duda, hacía falta sistematizar y organizar en una sola entidad una serie de facultades que estaban distribuidas en distintos organismos y ministerios y que tienen que ver con la energía.
Creo que constituye un avance significativo poder contar con un Ministerio de Energía que coordine y centralice estas labores y que asuma la responsabilidad de proponer políticas, normas legales y reglamentarias y los planes y programas relacionados con la energía.
La forma como estaba operando el sistema, mediante órganos relacionados con el tema en distintos ministerios y en forma descoordinada, sin duda, provocaba deficiencias operativas, de diagnóstico, etcétera. Por eso, dotar al sector energético de un órgano centralizado constituye un avance. Normalmente el Congreso Nacional no es muy partidario -y, en general el mundo político de crear nuevos órganos en la Administración del Estado para no generar más burocracia. Sin embargo, creo que lo que se hace aquí es, precisamente, lo contrario: se ordena un sistema energético constituido por distintos organismos que generan cierto grado de burocracia o de mala organización. De manera que no se está creando un nuevo órgano -aunque mi afirmación no sea precisa-, sino que más bien se está ordenando un sector, y eso es lo importante; se le está cambiando de nombre y dando atribuciones que estaban radicadas en otros organismos. Cabe destacar la actitud demostrada por El ministro Tokman , quien al poco tiempo de asumir su cargo presentó el proyecto de ley que hoy se somete a la consideración de la Sala, lo que es un muy buen paso. De inmediato, se dio cuenta de las deficiencias del sector y propuso la creación del Ministerio de Energía.
Todos los países, particularmente Chile, que en gran medida depende de otros por no tener hidrocarburos requieren tener un órgano que formule las políticas energéticas. Chile es un país tremendamente dependiente; toda la industria y el parque automotor se mueven con diésel, con combustibles o hidrocarburos que provienen del extranjero en un 99 por ciento y que por lo tanto, están sujetos a los vaivenes del mercado. En el último año nos dieron tremendas sorpresas que debimos padecer todos, llegando a precios exorbitantes del orden de los 800 pesos el litro. Por fortuna, como consecuencia de la situación internacional, hoy su precio está bajando.
La energía es parte importante de la economía y vital para el funcionamiento de un país. Varios puntos de la inflación de 2008 fueron producidos por las alzas de los combustibles, y la baja que ha experimentado el último mes -menos 1,2 por cientoes atribuible fundamentalmente a los combustibles.
En estas circunstancias, necesitamos un ente con rango ministerial que coordine las políticas. ¡Para qué hablar de la electricidad, otro componente de la matriz energética nacional! Este sector, durante los últimos tres o cuatro años, también ha vivido problemas gravísimos, a partir de la crisis del gas, del problema de la sequía, etcétera.Por eso, es fundamental aprobar el proyecto, porque es un paso importante para el fortalecimiento de un sector esencial para el país. Un país sin una buena autoridad, dotada de facultades en materia energética, es mucho más difícil de manejar. Necesitamos generar políticas energéticas de largo plazo y contar con una autoridad responsable de las políticas energéticas o de los problemas que se susciten. Tener un ministro con facultades definidas, implica contar con una autoridad que asume la responsabilidad de una mala política pública. Hemos tenido problemas graves en el sector. Se tomaron decisiones como la relativa al gas, que después se revirtió y generó graves problemas en materia energética.
Una autoridad fuerte y bien dotada de atribuciones nos permite enfrentar situaciones de falta de transparencia o, quizás, de mercados poco competitivos que se dan en el ámbito energético, por este triopolio que existe en la generación de electricidad. En los hechos, hay dos o tres grandes empresas que controlan el sector eléctrico de nuestro país y que, en más de una oportunidad, han dado la impresión de que son ellas las que fijan las políticas en materia de generación eléctrica, muchas veces, actuando con importantes grados de prepotencia y tratando de influir en las decisiones que debe adoptar el país, a veces, presionando en forma indebida.
Entonces, es necesario crear un ministerio en la forma que propone el proyecto. No basta con un ministro presidente de una comisión, se necesita un ministro de Energía que ayude a contrarrestar el poder de sectores privados muy poderosos por su envergadura. ¡Y vaya que influyen en nuestro país, en el mundo político y en importantes tomas de decisiones!
Hay otra empresa del Estado, la Enap, que tiene el monopolio de la explotación de los hidrocarburos. En fin, se trata de un sector que amerita la creación de un ministerio. Como diputado miembro de la Comisión de Minería y Energía, por cierto, estoy por aprobar este proyecto que constituye un paso importante en la materia. Aún falta mucho por hacer. Tenemos un sistema -en particular el sistema eléctricoregido por el decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1982, que también hay que revisar, por los problemas que se han suscitado y que fueron corregidos en el camino con las leyes cortas Nº 1 y Nº 2, y otras modificaciones legales.
Un ministro de Energía podrá tener una mirada más profunda sobre la materia. La fijación de tarifas a los monopolios de distribución de energía requiere también de una autoridad fuerte, como lo es un ministro de Estado, con todas las facultades que ello implica.
Los chilenos estamos presos por las empresas monopólicas que distribuyen energía, en un sistema que se está discutiendo en un proyecto, pero muchas veces la defensa de los consumidores de energía eléctrica domiciliaria es cuestionada por la fuerza de las empresas distribuidoras relacionadas también con las empresas generadoras. Aquí se necesita un Ministerio de Energía, porque hay muchas cosas que tienen que ver con la vida cotidiana de los chilenos y de las chilenas y que tienen una tremenda incidencia, más allá de lo que uno pueda apreciar cabalmente, en el desarrollo económico del país.
Dada la trascendencia de la iniciativa, no puedo dejar de resaltar, una vez más, la necesidad -como lo han señalado otros diputados que me antecedieron en el uso de la palabra de poner énfasis en la generación de energías renovables no convencionales, fundamentalmente, porque son ciento por ciento chilenas, además de ser ciento por ciento sustentables, desde el punto de vista ambiental.
Una vez creado el ministerio correspondiente, sin perjuicio de lo que se está haciendo ahora, hay que poner énfasis en aquello.
Por eso, con agrado, pero obviamente haciendo el mismo reparo de otros diputados respecto de la necesidad de contar con seremis en todas las regiones del país, cuestión que es ineludible, voy a apoyar con mucha fuerza este proyecto, porque apunta en la dirección correcta.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado René Aedo .
El señor AEDO.-
Señor Presidente, la creación del Ministerio de Energía es algo muy importante para el país, porque permitirá reordenar el sector y la institucionalidad vigente.
Hasta ahora, hemos tenido una institucionalidad un poco disgregada que ha funcionado gracias a la Comisión Nacional de Energía, cuya labor ha sido dictar normas, velar por el buen funcionamiento y desarrollo del sector y fijar tarifas, en conjunto con el Ministerio de Economía. También tenemos un Ministerio de Minería, encargado de los hidrocarburos, de la energía nuclear y de la geotermia. Por otra parte, contamos con la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, servicio público descentralizado dependientes del Ministerio de Economía, encargado de fiscalizar y supervisar el cumplimiento de las normas y los reglamentos sobre gas, electricidad y combustibles.
Por último, está la Comisión de Energía Nuclear, también dependiente del Ministerio de Economía, encargada del desarrollo de la ciencia y la tecnología nuclear en nuestro país y el uso pacífico de ese tipo de energía.
En estas circunstancias, para poder desarrollar una política energética en nuestro país, que es muy necesaria, era imperativo contar con un órgano central, encargado del desarrollo de ésta y, además, con la capacidad suficiente para implementarla. Hasta ahora, existía una dispersión de responsabilidades y de funciones, dificultando una adecuada toma de decisiones en política energética, que es muy importante para el desarrollo económico, porque éste va de la mano con el consumo de energía. Para seguir por la senda del progreso, Chile debe crecer alrededor del 8 por ciento anual, lo que significa que en diez años debe duplicar su capacidad de generación energética, especialmente de electricidad, que hoy es de alrededor de 12 mil megavatios.
Ahora, para que el crecimiento sea armónico, se deben incorporar no sólo las energías tradicionales, como la hidráulica el carbón y el gas natural, sino también las no convencionales, como la energía eólica, la geotérmica, la minihidráulica y la obtenida mediante biocombustibles.
En este sentido el Ministerio de Energía deberá realizar un gran trabajo de coordinación, función que será cumplida en forma eficiente por la Subsecretaría. Al respecto, nos asiste el convencimiento de que para tales efectos debiera tener representación a nivel nacional, a través de los seremis. Para realizar esta labor el proyecto dispone la modificación de un gran número de disposiciones legales, entre ellas el decreto ley Nº 2.224, de 1978, que creó la Comisión Nacional de Energía, a fin de establecer el nuevo rol del ministro de Energía. Asimismo, establece la relación que debe existir entre la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y la Comisión Chilena de Energía Nuclear; modifica normas legales para transferir competencias del Ministerio de Minería al de Energía; modifica materias que son de competencia del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción y modifica la ley Nº 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, a fin de incorporar al ministro de Energía en el consejo directivo de la Conama.
En suma, en la amplia discusión habida en la Comisión de Minería y Energía, en la cual, además, participó como titular el diputado Mario Bertolino , quien me pidió que hablará también en su nombre, se llegó a la convicción de que el proyecto es muy bueno, a pesar de que puede ser perfeccionado, pues permitirá la modernización del sector energético.
De esa manera, se garantiza a los chilenos una mejor institucionalidad para hacer frente a las eventuales dificultades que puedan ocurrir, como los cortes de gas desde Argentina en los últimos inviernos, lo que provocó un sombrío panorama nacional, sorteado sólo gracias a los grandes esfuerzos realizados para vencer los problemas derivados de esa situación.
No cabe duda de que este nuevo ministerio será un gran aporte para el desarrollo energético de nuestro país.
He dicho.
El señor JARPA (Presidente accidental).-
Hago presente a la Sala que quedan cinco minutos para el término del el Orden del Día.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Se va a llamar por cinco minutos a los diputados que están en comisiones, a fin de que vengan a votar.
-Transcurrido el tiempo de suspensión.
El señor ENCINA (Presidente).-
Continúa la sesión.
Corresponde votar, en general el proyecto de ley que crea el Ministerio de Energía.
En votación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 81 votos; por la negativa, 1 voto. No hubo abstenciones.
El señor ENCINA (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique ; Aedo Ormeño René ; Alinco Bustos René ; Allende Bussi Isabel ; Alvarado Andrade Claudio ; Pérez San Martín Lily ; Álvarez Zenteno Rodrigo ; Araya Guerrero Pedro ; Arenas Hödar Gonzalo ; Ascencio Mansilla Gabriel ; Bauer Jouanne Eugenio ; Becker Alvear Germán ; Bertolino Rendic Mario ; Cardemil Herrera Alberto ; Correa De La Cerda Sergio ; Cristi Marfil María Angélica ; Cubillos Sigall Marcela ; De Urresti Longton Alfonso ; Díaz Del Río Eduardo ; Díaz Díaz Marcelo ; Duarte Leiva Gonzalo ; Egaña Respaldiza Andrés ; Encina Moriamez Francisco ; EnríquezOminami Gumucio Marco ; Escobar Rufatt Alvaro ; Espinosa Monardes Marcos ; Espinoza Sandoval Fidel ; Forni Lobos Marcelo ; Fuentealba Vildósola Renán ; Galilea Carrillo Pablo ; García García René Manuel ; Girardi Briere Guido ; Goic Boroevic Carolina ; Hales Dib Patricio ; Hernández Hernández Javier ; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge ; Jaramillo Becker Enrique ; Jarpa Wevar Carlos Abel ; Jiménez Fuentes Tucapel ; Kast Rist José Antonio ; LealLabrín Antonio ; León Ramírez Roberto ; Lobos Krause Juan ; Masferrer Pellizzari Juan ; Melero Abaroa Patricio ; MezaMoncada Fernando ; Monckeberg Bruner Cristián ; Moreira Barros Iván ; Mulet Martínez Jaime ; Muñoz D'albora Adriana ; Nogueira Fernández Claudia ; Núñez Lozano Marco Antonio ; Ojeda Uribe Sergio ; Olivares Zepeda Carlos ; Ortiz Novoa José Miguel ; Palma Flores Osvaldo ; Paredes Fierro Iván ; Pascal Allende Denise ; Paya Mira Darío ; Pérez Arriagada José ; Recondo Lavanderos Carlos ; Rojas Molina Manuel ; Rossi Ciocca Fulvio ; Rubilar Barahona Karla ; Sabag Villalobos Jorge ; Salaberry Soto Felipe ; Sepúlveda Hermosilla Roberto ; Sepúlveda Orbenes Alejandra ; Silber Romo Gabriel ; Súnico Galdames Raúl ; TurresFigueroa Marisol ; Uriarte Herrera Gonzalo ; Urrutia Bonilla Ignacio ; Valcarce Becerra Ximena ; Valenzuela Van Treek Esteban ; Vallespín López Patricio ; Verdugo Soto Germán ; Vidal Lázaro Ximena ; VonMühlenbrock Zamora Gastón ; Walker Prieto Patricio ; Ward Edwards Felipe .
-Se abstuvo el diputado señor Dittborn .
El señor ENCINA (Presidente).-
Por no haber sido objeto de indicaciones, se declara aprobado también en particular.
Despachado el proyecto.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/640986/seccion/akn640986-po1
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/5766-08