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El señor CERONI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, pensé que no escucharía una intervención en contra de este proyecto de acuerdo que nos hace pensar que Chile es considerado por el resto de las naciones. ¿Y por qué es considerado nuestro país? Por la capacidad demostrada por los gobiernos democráticos, que han logrado que seamos vistos desde los distintos ámbitos del planeta, lo cual debe alegrarnos.
Hoy, Chile está inserto en todos los ámbitos del concierto mundial y es invitado a todos los organismos -serios, por supuestoque conducen el proyecto de progreso o posibilitan limar las asperezas y dificultades en el mundo en que vivimos. Por ello, me parecen un tanto extrañas ciertas posiciones, que respeto y tolero.
Desde hace un par de décadas, nuestro país ha planteado ante el mundo que las directrices de nuestra política exterior se guiarán por los principios del multilateralismo y de un regionalismo abierto, que implica asumir visiones modernas del concepto de soberanía, puesto que ha dejado de tener un carácter absoluto, exclusivo, autónomo y pleno. En el mundo globalizado de hoy, como nunca, la soberanía de unos está limitada por la de otros y, por lo tanto, debemos entender las competencias subordinadas al derecho internacional.
En virtud de estos principios, nuestro país inició procesos de celebración de tratados internacionales de libre comercio con la mayoría de las economías mundiales, por medio de los cuales adquiere derechos y deberes ante los Estados con los que celebra tales acuerdos. Para cumplir los lineamientos anteriores se requiere de un contexto internacional más seguro y sólido, y por eso se impulsan reglas de convivencia universal sustentadas en la paz, en la seguridad y en la igualdad de los Estados, lo que nos lleva a entender la democracia y la cohesión social, que, en el fondo, también contiene este proyecto de acuerdo.
Se ha señalado que la prioridad de la política exterior de Chile es América Latina, que constituye el espacio preferencial para su seguridad y desarrollo, pues los problemas de la región, más temprano que tarde, repercuten en nosotros y las potencialidades del entorno facilitan el progreso nacional.
Este proyecto de integración subcontinental tiene la cualidad de permitir en el futuro el ingreso de países de otras subregiones como observadores y, luego de algunos años, como integrantes plenos.
Lo que busca este tratado, como señaló el canciller Foxley , es establecer un esquema de integración que tiene la virtud de fortalecer la relación de Chile con los países vecinos y con toda la región. Nuestro país tiene grandes expectativas en el sentido de que Sudamérica cuente con un esquema de integración y una sola voz en temas internacionales, lo que significa una interesante propuesta.
Hizo presente que tanto en el texto del tratado como en las decisiones que se adoptarán en el camino ha sido necesario el consenso para evitar intentos de hegemonizar el proceso de integración.
Indico que este tratado no establece órganos supranacionales ni impide pertenencias a otras entidades de integración regional. La idea es que Unasur sea un bloque desde el cual se avance en la integración de la región, llegando a toda Latinoamérica.
Como sabemos, Chile ejerce la presidencia pro tempore de Unasur y ha tenido que jugar un gran papel para lograr la estabilización de países vecinos, como Bolivia, intentando que sean los países de la región quienes ejerzan sus buenos oficios para buscar caminos de solución a los problemas, lo cual se ha logrado. Esto nos da una base para considerar necesaria la creación de este organismo.
Algunos sectores de la Derecha -no todos, porque el ex canciller de Pinochet, señor Errázuriz , expresó su adhesión al acuerdo-, han señalado que este organismo de integración sudamericana pretendería erigirse como un ente paralelo y competitivo a la Organización de Naciones Unidas, pero no es así. Decir eso constituye volver a analizar la política internacional con el prisma de los años de la guerra fría y ese es un período que terminó hace más de veinte años. Equivaldría a decir, entonces, que el Consejo de Europa, que ha desempeñado un gran papel en la democratización y respeto de los derechos humanos en el viejo continente, queda obsoleto por la creación de la Unión Europea. Todos sabemos que hoy ambas instancias existen y trabajan en forma complementaria, con pleno dinamismo y se potencian unas con otras en pro de esa región del mundo.
No se puede decir tampoco que éste es un organismo que pretende aislar a los Estados Unidos y seguir el derrotero de algunos líderes que han querido interpretarlo de esa manera. Eso es un profundo error. Caer en esa interpretación implica compartir la visión de esos líderes y hacerle un flaco favor a lo que ha planteado nuestro país y otros de gran influencia continental, como Brasil. La creación de Unasur debemos entenderla como una oportunidad para la integración y el desarrollo -esa es la idea fundamentaly un mecanismo de cooperación para la resolución de conflictos a nivel subregional, que constantemente tenemos. No estamos mirando una vitrina diferente. Por lo demás, es muy difícil que alguien pueda guiar la toma de decisiones al interior del organismo, puesto que sus resoluciones se adoptan por consenso. Eso es lo que importa y lo que me lleva a pensar que éste es un proyecto sólido y espero que también se transforme en una sólida ley.
Considero que la creación de este organismo es una buena oportunidad para la integración. Puede ser el inicio de un proceso de unión mayor y una instancia en que Chile demuestre su capacidad de liderazgo internacional. Así lo está demostrando nuestro país en otros ámbitos, apostando a renovar la institucionalidad internacional y practicando el multilateralismo en una era globalizada.
Me quedó una duda. En el informe de la Comisión de Hacienda se dice que el gasto fiscal será el que los Estados miembros acuerden para Chile, de acuerdo a los principios contemplados en el artículo 16, luego que el tratado sea ratificado por los países integrantes. Siempre hay que ser muy claro cuando se trata de las finanzas. Me habría gustado que ese punto se hubiese discutido más a fondo.
Algo entiendo de economía, por eso he podido advertir que el informe financiero no está acorde con este tremendo tratado que se crea como una de las organizaciones interesantes en el mundo de las relaciones exteriores de nuestro país y no puede opacarlo una pequeña desviación de un informe financiero.
Chile tiene que mirar hacia el futuro con ánimo y optimismo por la consideración que se tiene de nuestro país en el ámbito internacional.
He dicho.
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