-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/644445/seccion/akn644445-po1-ds6-ds10
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2228
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:value = "
El señor BUSTOS (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Alberto Robles.
El señor ROBLES.-
Señor Presidente, el proyecto soluciona un problema importante en nuestra comunidad, porque los tribunales de familia hoy constituyen una necesidad imperiosa para resolver los problemas de mucha gente.
Quiero centrar mi discurso en un tema muy relevante. Cuando la justicia de nuestro país está creando tribunales especializados, donde un juez se forma, se especializa en un área, estamos dando un paso adelante en la administración de justicia a la población.
No es lo mismo que la justicia de familia la provea cualquier juez a que lo haga uno preparado en temas de familia, que conoce al revés y al derecho la legislación relativa a esa materia y, además, que tiene la experiencia ganada con el correr de los años y que podrá dar una impronta especial a su judicatura.
Lo mismo se está haciendo en el aspecto laboral. Lo hicimos en lo penal, y espero que lo hagamos próximamente tanto en lo tributario como en lo civil; así sucesivamente, hasta tener jueces especializados en todas las materias.
Quiero llamar la atención del ministro , en el sentido de que junto con la especialización de los jueces, necesitamos en forma urgente una apropiada administración de la justicia, en el sentido de cómo se administran los tiempos y los recursos, para que llegue a todos los chilenos.
Digo esto porque pertenezco a la Región de Atacama y quiero destacar que en el proyecto estaban previstos cuatro jueces de familia para la provincia de Copiapó y dos jueces para la provincia de Vallenar; sin embargo, para Chañaral no se consideró ni uno solo. Uno podría pensar que el problema se debe a la cantidad de personas.
La iniciativa aumenta la cantidad de personal para Copiapó, donde habrá cinco juzgados de familia, pero en Chañaral no existe ni uno.
Me pregunto si la gente que vive en Chañaral no requiere ser tratada o juzgada por un juez competente, especialista en familia. Entiendo que los jueces de letras tenían competencia para todo tipo de problemas y procedimientos, pero en el escenario de jueces cada vez más calificados su capacidad de otorgar justicia es menor.
En ese sentido, quiero formular al ministro las siguientes preguntas: ¿Por qué no enviar a los jueces desde Copiapó a Chañaral a impartir justicia? ¿Por qué las familias de Chañaral deben trasladarse 170 kilómetros, a veces sin contar con recursos, para recibir justicia en un juzgado de Copiapó?
Entiendo que es perfectamente posible, administrativamente, desde un punto de vista de uso racional de los recursos, que se envíe al juez de Copiapó una, dos o tres veces a la semana -dependiendo de las necesidades de la gente- a impartir justicia a un juzgado de Chañaral . Pero a un juez competente, con especialización.
Lo mismo en la justicia laboral. ¿O la gente de Chañaral no tiene derecho a un juez especializado para impartir justicia?
Después, cuando existan los tribunales tributarios, ¿sólo los juzgados cabecera de región van a contar con un juez tributario? ¿Sólo la gente de ese sector tendrá facilidades para recibir justicia de especialidad, por llamarlo de alguna manera?
Planteo esto porque hay áreas de nuestro país donde cada vez vemos más desigualdad territorial. Represento a una provincia, a una región alejada de los centros urbanos. En mi distrito hay lugares a los que no llega ningún tipo de juez con especialización, y los que ahí viven son tan chilenos como los que viven en Santiago o en Copiapó. Eso demuestra el centralismo que vive nuestro país, incluso a nivel regional.
Por eso, señor Presidente , por su intermedio, quiero pedir al ministro que analice la situación, que ya he planteado en la Comisión de Hacienda y al presidente de la Corte Suprema . A la Corte Suprema hay que darle flexibilidad para administrar los recursos, con el objeto de que puedan enviar a un juez determinado ciertos días a un lugar, otros a otro, en fin, sea que se trate de un juez laboral, tributario u otro.
Conversaba con el único juez en lo penal de Freirina, quien me señaló su carga de trabajo, en términos de cantidad de procesos. Sin embargo, en Vallenar, que está a cincuenta kilómetros, hay una mayor cantidad de jueces y por eso su trabajo es más expedito. Pero los jueces de Vallenar no pueden ir al juzgado de Freirina a prestar apoyo. No logro entender esa situación.
Hoy, en pleno siglo XXI, me parece imprescindible que exista flexibilidad en la administración de los recursos. No me refiero a que haya una justicia distinta, sino a administrar mejor los recursos, de manera que, por ejemplo, en Chañaral o Diego de Almagro también puedan contar con una justicia de especialidad en familia, para que la gente de esos lugares no tenga que viajar a plantear sus problemas a Copiapó o ante un juez que, si bien es letrado, no tiene especialización en el área.
Lo mismo ocurre en salud y educación. Nuestro país debe avanzar hacia la flexibilidad en el tratamiento ciudadano, porque en nuestro país no hay ciudadanos de primera, segunda y tercera clase, sino que todos somos chilenos y merecemos el mismo trato, de la misma calidad de personas que imparten justicia, en términos de conocimiento y capacidad.
El Partido Radical dará su aprobación al proyecto, pero dejando de manifiesto nuestro razonamiento, para que, en el futuro, contemos con una ley que flexibilice administrativamente la forma que tienen los supremos de impartir justicia en todo el territorio nacional y no con esta camisa de fuerza con asientos de corte que no permiten movilizar a una persona de un lugar a otro.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/644445/seccion/akn644445-po1-ds6
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/644445