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El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción, que establece normas sobre la actividad apícola y modifica los cuerpos legales que señala.
Diputado informante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural es el diputado José Pérez .
Antecedentes:
-Moción, sesión 7ª de la presente legislatura, en 1 de abril de 2015. Documentos de la Cuenta N° 4.
-Informe de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, sesión 63ª de la presente legislatura, en 1 de septiembre de 2015. Documentos de la Cuenta N° 11.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor PÉREZ, don José (de pie).-
Señor Presidente, en primer lugar, saludo al vicepresidente de la Federación Red Apícola Nacional, señor Felipe Barraza, y al vocero de los apicultores de la Región Metropolitana, señor Gabriel Salas , que nos acompañan en las tribunas.
Esta moción, apoyada por todos los miembros de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, tiene por finalidad proteger y fomentar la apicultura nacional, actividad que atraviesa por un momento difícil no solo en Chile, sino también a nivel mundial, por la extinción, cada vez más preocupante, de los apiarios.
En representación de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, paso a informar sobre el proyecto de ley, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, que establece normas sobre la actividad apícola y modifica los cuerpos legales que señala.
La iniciativa se inició en moción del diputado señor José Pérez, de las diputadas señoras Loreto Carvajal y Alejandra Sepúlveda, y de los diputados señores Ramón Barros, Sergio Espejo, Iván Flores , Felipe Letelier y Diego Paulsen.
La iniciativa legal en tramitación tiene por objetivo la protección del desarrollo sustentable de la actividad apícola, para lo cual se establecen normas sobre producción, envasado, comercialización de productos y servicios, ubicación y trashumancia de colmenas.
La iniciativa entrega antecedentes del desarrollo de la actividad apícola en el país y destaca que, de acuerdo al VII Censo Agropecuario y Forestal, existen 10.523 explotaciones que poseen actividad apícola y que manejan un apiario de más de 454.000 colmenas, las cuales se ubican a lo largo de todo el país, salvo en la Región de Magallanes, y se concentran principalmente entre las regiones de Valparaíso y de La Araucanía. La actividad apícola está constituida, en más de 96 por ciento, por pequeños agricultores, es decir, por pymes.
Los autores del proyecto agregan que Chile está libre de varias enfermedades e influencias genéticas negativas. Sin embargo, destacan que el manejo sanitario resulta clave debido a la presencia de varroasis, nosemosis y otras enfermedades no cuarentenarias que debilitan a las colmenas.
Respecto del consumo doméstico de miel, se informa que es del orden de 12 a 15 por ciento de la producción nacional, producción estimada entre 7.000 y 11.000 toneladas anuales, lo que equivale a menos de 100 gramos per cápita, cantidad menor a los 220 gramos que es el promedio mundial. El resto, que totalizó 7.034 toneladas en 2014, avaluadas en 27,5 millones de dólares FOB, es exportado principalmente a la Unión Europea.
La moción destaca la creación de la Comisión Nacional Apícola, en tanto constituye un reconocimiento a la importancia de la apicultura en las exportaciones; su rol clave como factor productivo en los sistemas silvoagropecuarios vía polinización, y que los desafíos del desarrollo apícola están en función de la producción y distribución alimentaria nacional e internacional.
Dicha comisión tiene un carácter asesor y está constituida con actores públicos y privados de la cadena apícola chilena, con el fin de proponer la formulación, elaboración e implementación de políticas para el desarrollo sustentable de la apicultura en Chile.
En este contexto, el proyecto de ley declara la necesidad de establecer registros de la actividad apícola, a fin de contar con información sobre la cantidad, ubicación y condición de los colmenares, sus productos e insumos.
A juicio de los autores del proyecto, la gestión de dicha información favorecería la efectividad del Estado en el control de plagas y enfermedades apícolas, trazabilidad, regulación en la aplicación de plaguicidas que afecten a las abejas, ordenamiento en el uso de recursos melíferos, polinización y comercialización de productos apícolas.
Esta necesidad se ve reforzada por los escenarios de desarrollo futuro del sector silvoagropecuario, que señalan el desplazamiento de la frontera agrícola hacia el sur del país, los efectos del cambio climático, la desertificación, las mayores concentraciones de residuos en los ecosistemas y la restricción de recursos hídricos.
Durante la discusión y el análisis de esta iniciativa legal se contó con la colaboración de la abogada señora Marisol Páez y del señor Daniel Barrera , especialista en apicultura y sector forestal, ambos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa); del señor Ignacio Figueroa , encargado de la sección Inocuidad de la División Protección Agrícola y Forestal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), y del señor Jaime Naranjo, asesor legislativo del Ministerio de Agricultura.
En la discusión en la Comisión de Agricultura, el proyecto de ley, cuyos objetivos apuntan a regular en forma orgánica la actividad apícola, fue perfeccionado mediante la incorporación de nuevas definiciones, las cuales permiten dar un contexto amplio y un mayor resguardo al rol preponderante de las abejas en la biodiversidad y su importancia estratégica.
Sin embargo, en reiteradas oportunidades se insistió en la necesidad de contar con el patrocinio del Ejecutivo, a fin de referir expresamente a la autoridad competente -que, sin duda, pasará a ser el SAG-, pues, si bien no se menciona en el articulado, actualmente el Servicio Agrícola y Ganadero está dictando resoluciones sobre la materia.
Por otra parte, en el proyecto se regula la trashumancia como una relevante actividad apícola, limitándose solo excepcionalmente.
Se establecieron multas que buscan evitar acciones que puedan perjudicar al sector en general. Se sanciona el robo de colmenas con penas similares a las asignadas al delito de abigeato.
Asimismo, se hace presente que se efectuaron correcciones formales, en virtud de las facultades señaladas en el artículo 15 del Reglamento de la Corporación.
Se hace presente que no es necesario que el proyecto sea conocido por la Comisión de Hacienda; tampoco contiene normas de quorum especial.
Puesto en votación el proyecto, fue aprobado en general por la unanimidad de los diputados integrantes de la Comisión de Agricultura.
Por ello, solicito a esta honorable Sala aprobar el proyecto.
Hay preocupación por parte de algunos diputados por las sanciones que estipula el artículo 11 del proyecto. Es indudable que estas han sido pensadas para proteger a los apicultores y no para perjudicarlos. Tenemos que cuidar el producto melífero, que tiene gran prestigio internacional. Por ello, debemos velar para que se siga entregando un producto de calidad.
Se contemplan sanciones cuando se vende cera adulterada o contaminada por las estampadoras y en caso de que se manipule la cera durante el servicio de estampado, adulterándola o contaminándola.
En el caso de robo de colmenas -muy frecuente en Chile-, rige la ley de abigeato, que estipula fuertes sanciones. Lo mismo sucede en el caso de las mieles adulteradas y de la venta sin autorización sanitaria.
Expreso lo anterior para tranquilidad de los señores diputados que me han formulado algunas preguntas sobre el particular.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
En discusión el proyecto. Tiene la palabra el diputado señor Diego Paulsen.
El señor PAULSEN.-
Señor Presidente, soy miembro de la Comisión de Agricultura. En ella se discutió extensamente el proyecto y escuchamos a varias de las instituciones que integran la noble rama de la apicultura.
El proyecto tiene como objetivo el desarrollo sustentable de la actividad apícola, para lo cual se establecen normas sobre producción, envasado, comercialización de productos y servicios, ubicación y trashumancia de colmenas.
Nadie en esta Sala ni en el país está en contra de un proyecto de ley que quiera dar sustentabilidad a la actividad apícola, pero luego de dar algunas vueltas al proyecto y de compartir las experiencias con agricultores de Victoria, Lautaro , Galvarino y Perquenco , todas localidades pertenecientes a mi distrito, uno llega a la conclusión de que las sanciones que considera el proyecto son bastante altas. Al observar que el promedio de colmenas de un apicultor varía entre diez y veinte, el monto patrimonial no supera los 2 millones, 3 millones o 5 millones de pesos. Al observar las sanciones que establece el proyecto, concluyo que son bastante mayores que el patrimonio que podría tener cada uno de los apicultores.
Yo, que apoyé este proyecto, agradezco las gestiones del presidente de la comisión, don José Pérez , por colaborar en el diseño de una iniciativa sustentable para la actividad apícola.
Señor Presidente, pido que recabe la unanimidad de la Sala para que el proyecto vuelva a comisión, a fin de escuchar a algunos entes relevantes en esta actividad. Los grandes productores probablemente están a favor del proyecto; pero gran parte de la actividad apícola en nuestro país la realizan pequeños apicultores, a quienes representamos en nuestros distritos y regiones.
Por lo anterior, espero que la Sala tenga a bien remitir el proyecto a la Comisión de Agricultura para dar una segunda vuelta a las sanciones establecidas por la iniciativa y, paralelamente, pedir al Ejecutivo que ingrese algunas indicaciones para fomentar esta actividad tan importante en nuestra región.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, me hubiera gustado escuchar algunos comentarios adicionales antes de intervenir, por ser representante de una zona donde la práctica de la apicultura es importantísima. No desconozco lo que en otras regiones sucede sobre el particular, pero me siento orgulloso de que en la Región de Los Ríos exista, quizá, la cooperativa de apicultura más importante del país. Me refiero a Apicoop, de Paillaco.
Valoro el proyecto que discutimos porque pertenecemos a la Región de Los Ríos, donde, como señalé, esta actividad es fundamental y se practica en forma masiva. Por eso debemos sentirnos motivados por la iniciativa en discusión.
Agradezco de manera especial la preocupación del diputado José Pérez , quien ha conversado sobre el tema con diversos diputados, entre los que me incluyo. Hemos llegado al consenso de que los pequeños productores llevan adelante una actividad tremendamente importante, especialmente en beneficio de la labor polinizadora de las abejas.
Contar con un cuerpo normativo que pretende regular la actividad apícola viene a ser un muy buen incentivo para su desarrollo, ya que toda la regulación se encuentra dispersa en diversos cuerpos legales. Hay proyectos de ley que se encuentran estancados en el Senado -no sé por qué motivo-, pero imagino que los impulsan los mismos criterios que el que debatimos.
Aprovecho la presencia del diputado José Pérez , quien se reintegra a su lugar de trabajo, para agradecer el hecho de que haya impulsado esta iniciativa, la que ha sido muy bienvenida en la zona de Los Ríos. Como señalé, quería escuchar otras intervenciones de miembros de la Comisión de Agricultura, a fin de enriquecer el conocimiento de quien habla y llevar esta interesante propuesta normativa a los productores apícolas de la Región de Los Ríos.
En el proyecto se aborda la protección, pero echo de menos comentarios sobre las normas que deben regular el traslado de los colmenares, que es el reclamo de los apicultores sureños.
Hago presente la reclamación de los productores del sur en relación con las multas que impone el proyecto, las que consideran muy elevadas. Me gustaría que supieran ustedes lo que significa para un pequeño apicultor el desarrollo de esa actividad. Por ejemplo, en la zona de Paillaco desde hace muchos años se está exportando miel de calidad a Europa. Eso se ha generado en gran parte debido a la trashumancia, que es el movimiento de colmenas entre un apiario y otro. Como existen muchas familias de abejas que han contraído enfermedades en sus lugares de origen, estas son llevadas a sitios limpios, como el sur de Chile. Me gustaría tener más información sobre el fenómeno de la trashumancia.
Reitero mis felicitaciones al diputado José Pérez por su dedicación. Con toda seguridad, esta iniciativa será muy bienvenida en la zona de Los Ríos.
Por último, aun cuando apoyo al proyecto, reitero la necesidad de que exista mayor claridad sobre las regulaciones y las normas que regulan el traslado de colmenares.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor José Pérez.
El señor PÉREZ (don José).-
Señor Presidente, me alegro de que hayan surgido algunas consultas, en especial de los diputados que no integran la Comisión de Agricultura, y me parece muy importante despejarlas.
¿Qué pasa con la apicultura en Chile y en el mundo? Nos hemos preocupado de presentar esta moción porque las abejas están en extinción. No ha habido regulación en muchos aspectos, ni siquiera en lo que dice relación con la aplicación de pesticidas, que se utilizan sin dar aviso de ninguna naturaleza. Hoy se emplean esos productos, pero nadie sabe si se ha aplicado tal o cual insecticida o herbicida en lugares vecinos a las colmenas. Eso, indudablemente, provoca un tremendo daño, pues la mortandad de abejas es importante. En algunos casos, ha desaparecido 20, 40, 50 y hasta el ciento por ciento de las colmenas de algunos apicultores.
Como señalé en mi calidad de diputado informante, en Chile hay algunas enfermedades que pueden ser tratadas adecuadamente, para lo cual es necesario coordinarse con los apicultores a nivel nacional y aplicar de manera uniforme los productos recomendados.
Me alegro de que un grupo importante de apicultores, junto con funcionarios de Odepa y del Servicio Agrícola y Ganadero, haya viajado a Argentina a fines del año pasado para conocer qué se hace y cómo se tratan las distintas enfermedades en ese país, que se encuentra muy avanzado en la materia. Por cierto, quiero agradecer el recibimiento de que fueron objeto tanto por universidades como por centros apícolas de ese país.
Algunos colegas han manifestado que las multas son muy elevadas y que los apicultores son pequeños empresarios. Claramente lo son; pero las multas deben aplicarse cuando se afecta al apicultor o se vende cera adulterada o contaminada para estampar marcos -eso es gravísimo, porque con ello se elimina la colmena-, cuando se manipula la cera durante el servicio de estampado y cuando se la contamina.
El artículo 11 del proyecto establece: “Las infracciones a la presente ley, con excepción de aquellas infracciones contempladas en el Código Sanitario, se sancionarán por la autoridad competente de acuerdo con el procedimiento establecido por ley, con multa de hasta 200 unidades tributarias mensuales. En caso de reincidencia, la multa podrá ser de hasta 400 unidades tributarias mensuales.”. Así las cosas, la multa puede alcanzar a 0,5 UTM o 1 UTM, lo cual dependerá del criterio del tribunal que acoja la causa.
Hemos sabido de casos de apicultores que un día instalaron cuarenta o cincuenta cajones de abejas, y al día siguiente desaparecieron todos. Eso constituye un robo, lo cual está penado por la ley de abigeato.
Frente a hechos como ese se deben aplicar sanciones ejemplares. En el caso descrito, pienso que el robo se produjo entre apicultores. No creo que una persona que no tenga ningún conocimiento en esa área lo haga.
En cuanto al traslado de los colmenares, tema planteado por mi estimado colega Jaramillo , es necesario confeccionar un registro nacional apícola para saber dónde y cómo se encuentran las abejas. Indudablemente, cuando se hace trashumancia, es decir, traslado de abejas desde un lugar a otro -por ejemplo, desde Valparaíso a Los Ángeles-, estas deben estar sanas, de modo de que no contaminen las colmenas que se ubican en el lugar en que se instalarán. Para ello, el Servicio Agrícola y Ganadero desempeñará una labor fundamental, a objeto de tener abejas en buen estado sanitario para que puedan ser trasladadas de un lugar a otro con la debida autorización de la autoridad competente de la zona donde se van a radicar. En Alto Biobío, muchos habitantes se han quejado de la llegada de una importante contaminación con motivo de la trashumancia.
La función de la apicultura y el trabajo abnegado de nuestros apicultores nos ha movido a presentar esta moción con la finalidad de proteger al sector apícola. Como integrante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural y uno de los autores del proyecto, no tengo facultades para señalar cuáles son los aspectos de fomento que serán contemplados en la ley, o qué apoyo se entregará a los apicultores a través de los distintos organismos crediticios del Estado, por cuanto es el Ejecutivo el llamado a hacerlo.
La abeja es el agente polinizador más importante para la generación de alimentos en cualquier parte del mundo. Un ejemplo clarísimo del problema que afecta a la apicultura es lo que sucede en Estados Unidos de América, donde las abejas se han ido extinguiendo y se ha pretendido reemplazarlas por un sistema artificial que no ha dado buenos resultados. Por consiguiente, ¿cómo no va a ser bueno fomentar y apoyar económicamente a nuestros apicultores?
Sería positivo no presentar indicaciones para que el proyecto vuelva a la Comisión de Agricultura, pues con ello retrasaríamos su tramitación. Las sanciones establecidas se aplicarán cuando sea del caso, con multas –repito de hasta 200 unidades tributarias mensuales, pudiendo ser igualmente de 0,5 o 1 UTM, lo cual quedará a criterio de quien aplique la sanción. En caso de reincidencia, la multa será de hasta 400 unidades tributarias mensuales. Eso fue discutido en la comisión, donde se dieron las razones de por qué el proyecto debía quedar en esas condiciones.
La iniciativa es de la mayor importancia y no tiene otra finalidad que la de defender a la apicultura nacional.
En razón de lo expuesto, pido a los colegas que avancemos en la tramitación del proyecto y ojalá lo aprobemos en general y en particular.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Andrea Molina.
La señora MOLINA (doña Andrea).-
Señor Presidente, la situación a nivel internacional respecto de las abejas y su área de negocios se ha visto enormemente afectada por muchos factores que impiden su normal desarrollo y provocan una alta tasa de mortalidad. Ante esto, es necesario destacar que, según estadísticas de la ONU, de cien especies de cultivos, el 70 por ciento depende de la polinización de las abejas.
En Chile, el sector apícola también se ha visto perjudicado. Las colonias de abejas presentes entre la Cuarta y la Séptima regiones están decreciendo, aproximadamente, en 35 por ciento anual, lo que representa una grave amenaza para el sector agrícola nacional.
Las abejas forman parte de la economía de varias regiones de nuestro país. Su presencia genera puestos de trabajo e ingresos. Además, constituyen un pilar productivo frutícola, especialmente en lo que respecta a la polinización de paltos.
Sin estas, la polinización de este fruto y de muchos otros es casi imposible. Si las abejas no son suficientes para cumplir esta labor, disminuye la producción y, por ende, aumentan los niveles de desempleo, los costos del agricultor se tornan imposibles de cubrir, aumentan los precios en el mercado y disminuye la calidad de vida de los involucrados en la cadena productiva.
La potencial desaparición de estos insectos polinizadores traería graves consecuencias, no solo para el sector económico, sino también para la humanidad, ya que se alteraría toda la cadena alimenticia, lo que provocaría desequilibrios importantes en los nichos ecológicos.
En el caso de Chile, una de las principales amenazas para la actividad apícola es el efecto adverso que ciertas actividades provocan sobre la biodiversidad. Las abejas requieren de un ambiente biodiverso para desarrollar plenamente su función polinizadora. En la medida en que esa biodiversidad se vaya agotando, se dificultará el desarrollo de la apicultura.
Por lo tanto, es necesario avanzar en la regulación de la apicultura en un doble sentido: por los productos de exportación que genera y por la actividad polinizadora de las abejas.
El proyecto en discusión es relevante, pues establece bases para el desarrollo sustentable de la apicultura, y sistematiza la normativa dispersa que existe sobre esta actividad.
También valoro que se establezcan sanciones claras y que se tipifique como un delito el robo de colmenas. Ello es de suma importancia.
No obstante, es necesario que el Estado cuente con una política de fomento apícola más integral; que se preocupe de mejorar la productividad de las industrias apícolas, de la calidad de la producción de miel, de mejorar los procesos de extracción, clasificación, acondicionamiento y etiquetado de los productos de las colmenas, y del desarrollo y uso de tecnologías que apoyen y fortalezcan la industria apícola nacional y local, y que se encargue del establecimiento de fondos que permitan apoyar los proyectos de apicultura local, y el desarrollo de la trazabilidad y de la producción apícola sustentable.
Asimismo, se requiere que dicha política sea formulada con la participación activa de los gobiernos regionales, de las organizaciones de apicultores, de las organizaciones ambientalistas y de las instituciones académicas y de investigación.
Por lo general, las iniciativas que se han propuesto en materia de apicultura están muy alejadas de las zonas en que se desarrolla esta actividad y de los propios apicultores y personas dedicadas a este rubro, quienes tienen mucha información que podrían aportar para conducir dichas iniciativas por el camino correcto.
Tanto Argentina como la Unión Europea cuentan con una legislación específica de apoyo a ese sector y han declarado de interés nacional la apicultura. Además, han instituido un régimen para el fomento y desarrollo de la actividad, el cual se ha enmarcado en criterios de sustentabilidad económica, social y de recursos naturales.
El proyecto en discusión representa un primer paso. No obstante, queda mucho por avanzar. Me gustaría que como país contáramos con una política más integral respecto de la actividad apícola.
También es relevante analizar qué tipo de insecticidas o de productos similares se está usando en nuestra agricultura, y cuáles de ellos afectan directamente la vida de las abejas. Estimo que falta fiscalización y que se retiren del mercado los productos venenosos que todavía se venden.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Ricardo Rincón.
El señor RINCÓN.-
Señor Presidente, anuncio que nuestra bancada va a concurrir con sus votos favorables para aprobar esta importante iniciativa, que constituye un primer paso, después de muchos otros dados en el ámbito administrativo, para generar una regulación que beneficie a la actividad apícola nacional.
Debo señalar que en el Congreso Nacional, en especial en la Cámara de Diputados, pretéritos legisladores intentaron, entre otras cosas, promover lo que señalaba la diputada Andrea Molina : impedir que los plaguicidas y pesticidas que dañan nuestras aguas y, por cierto, matan a nuestras abejas, poniendo así en peligro incluso la vida humana, sigan existiendo en Chile. En efecto, esta Corporación despachó un proyecto aprobado transversalmente, pero que fue rechazado por el Senado, que prohibía la utilización de algunos plaguicidas y pesticidas en nuestro país. De esa materia no se han hecho cargo el Estado ni nuestros gobiernos.
Por lo tanto, aún tenemos un problema que no es de fiscalización, sino de prohibición, porque no se puede fiscalizar aquello que está permitido usar. Mientras otros países han prohibido una serie de plaguicidas y pesticidas, Chile aún los mantiene.
Hago presente que estamos elaborando una iniciativa sobre el particular. Dado que la voluntad política ha sido transversal, al menos en esta Corporación, vamos a invitar a todos los parlamentarios a que la suscriban, a fin de que esa prohibición, de una vez por todas, no solo sea sancionada por esta Corporación, sino también por el Senado, y se convierta en una ley de la república que contribuya a que no se pongan en peligro nuestras aguas, no se contaminen nuestras tierras, ni se mate a nuestras abejas. Al respecto, cabe señalar que, además del cambio climático y con de la falta de una serie de elementos necesarios para su vida, las abejas también se ven afectadas o mueren por el uso de plaguicidas y de pesticidas que desde hace rato deberían estar prohibidos en Chile.
Por lo anterior, considero que el proyecto va en la línea correcta, no solo por los registros que establece, sino también por las multas que dispone, por las adecuaciones penales que considera y, por cierto, por las tutelas que otorga al SAG sobre la materia, todo lo cual constituye una base normativa.
Falta, por cierto, la elaboración de un reglamento, que deberá dictarse dentro de los ciento ochenta días siguientes a la fecha de publicación de la ley en proyecto, que es el mismo plazo que se dará para la entrada en vigencia de esta futura ley.
Con esta iniciativa se crea una base normativa de avance respecto de la protección de nuestra apicultura, actividad que en sí genera mucho trabajo, pero que además es vital para la conservación, mantención y sustento de toda la actividad agrícola nacional.
Algunas personas sostienen que con buena agua y buena tierra se progresa en el campo. Pero olvidan que sin abejas, la buena agua y la buena tierra no son suficientes, ya que son aquellas las que efectúan el proceso de polinización. Por lo tanto, todo lo que hagamos para favorecer la vida de las abejas y a quienes trabajan con ellas en el campo no solo traerá consigo el merecido reconocimiento y la retribución económica, sino que también beneficiará directamente al resto de la agricultura y al ecosistema.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Jorge Ulloa.
El señor ULLOA.-
Señor Presidente, solo para señalar que la argumentación del diputado Diego Paulsen me interpreta plenamente.
Con la presente iniciativa buscamos la corrección del trabajo que desarrolla determinado sector. Pero para ello no podemos colocar barreras tan altas que provoquen que el apicultor considere severamente la posibilidad de dejar su actividad, debido a la cuantía de las multas que se establecen. Por ello, me parece que debe revisarse esta materia. Un segundo análisis de este proyecto por la comisión técnica respectiva podría mejorar ese aspecto.
Ha quedado claro que existe enorme inquietud en muchos apicultores sobre el particular. Es cierto que el proyecto establece beneficios: crea registros de la actividad apícola y permitirá contar con información sobre ubicación, cantidad, condición, productos o insumos, lo cual constituye una buena opción de desarrollo. Sin embargo, todo eso, que se está haciendo de manera correcta, puede terminar en nada si se insiste en establecer montos de multas excesivamente altos.
Por esa razón, y en consideración a que este proyecto tiene un buen objetivo, por su intermedio, señor Presidente, pido al diputado José Pérez Arriagada , Presidente de la Comisión de Agricultura, que se revise en esa instancia lo relativo al monto de las multas. Presentaremos una indicación con el propósito de que el proyecto vuelva a la comisión para que se le haga una segunda revisión, de modo que finalmente su objetivo sea ayudar al sector apícola y no perjudicarlo.
Por lo expuesto, anuncio que apoyaré el proyecto en general, pero respecto de las multas -reitero-, estimo necesario que se haga una revisión y, desde luego, una rebaja de las mismas.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Felipe Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, quiero informar a las personas que están viendo esta sesión a través del canal de televisión de la Cámara de Diputados, que en este momento tres comisiones están sesionando simultáneamente con la Sala: la de Deportes y Recreación, la de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, y la de Educación, en las que están trabajando no menos de treinta diputados. Lo aclaro porque cuando no estamos todos los diputados en la Sala, somos víctimas de una crítica injusta.
Sin magnificar, se ha dicho que si se mueren las abejas, probablemente también se extinga el ser humano. No es una situación menor. En los últimos tiempos hemos tenido buenas noticias, por ejemplo, que Chile entró con su miel de excelente calidad a los comedores más refinados de Europa, de América del Norte y de Asia. Pero también hemos tenido malos momentos. No obstante, las cosas no son casuales, sino que existe una causa y un efecto. Cuando hemos estado bien ha sido porque hemos hecho bien las cosas, hemos supervisado la actividad y hemos desarrollado un proceso productivo transparente y eficiente. Ello ha permitido que nos vaya bien y que nuestro producto miel se haya instalado en Suiza, en Francia y en Alemania.
Si bien nuestro país es privilegiado al contar con todos los climas y con una vegetación extraordinaria, no podemos abstraernos de algunas cosas que han sucedido. En nombre del fomento forestal, este país ha terminado con la vegetación natural. En ese escenario, es difícil que la abeja encuentre alimento en los bosques de conífera, de pino y de eucaliptus. De hecho, las forestales han rociado herbicidas y otros productos químicos para que en las hectáreas de cultivo no crezca nada más que eucaliptus y pino.
Espero que cuando esta Corporación deba legislar sobre fomento forestal, tengamos presente las consecuencias de esta actividad. Hoy no crece ni siquiera una mata de maqui o una flor en medio de los miles de hectáreas de pino y de eucaliptus.
Por lo tanto, no es menor lo que ha ocurrido, más aún en medio de la crisis de producción apícola que existe y del cuestionamiento de nuestro producto miel en los mercados internacionales.
Si las abejas mueren, los seres humanos también corremos un gran riesgo. En Chile, al menos el 50 por ciento de la polinización se hace gracias a las abejas. ¡Qué más eficiente y más natural que ese proceso para trasladar polen de una planta a otra!
Se piensa que parte de los problemas que tuvo la apicultura el siglo pasado se debió a la trashumancia de colmenas. Hubo personas que se dedicaron a trasladar colmenas de un lugar a otro, actividad que no fue bien supervisada ni fiscalizada, lo que provocó que en dicho traslado también se transportaran contaminantes. Lo mismo ha ocurrido con productos como la papa, la vid y otros.
Por eso, como dijo el diputado Jaramillo , sería una buena idea instalar barreras cuando se sospeche de la existencia de contaminación o de enfermedad en alguna zona.
Valoro mucho este proyecto, porque regula y dispone que se ponga atención respecto de una actividad que genera un producto de excelente calidad, pero que está sujeto al libre mercado, en el que pocas veces interesa la calidad.
Obviamente, la bancada del Partido por la Democracia va a respaldar este importante proyecto. Esperamos que sea refundido con el que se está tramitando de forma simultánea en el Senado, a fin de crear una gran norma en torno a la apicultura, que es un sector importante de la economía agrícola de nuestro país.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Señor Presidente, la idea matriz del proyecto es proteger el desarrollo sustentable de la actividad apícola, para lo cual se establecen normas sobre producción, envasado, comercialización de productos y servicios, ubicación y trashumancia de colmenas.
Los objetivos son interesantes, pero parten al revés, porque lo primero que debemos hacer -por su intermedio, señor Presidente, se lo digo al diputado José Pérez es proteger las abejas, que están en peligro de extinción. Actualmente, ha habido una disminución de casi el 70 por ciento de las colmenas a nivel mundial.
¿Qué dicen los técnicos respecto de esa situación? Lo menciono por lo poco que se ha tocado este tema. Los técnicos dicen que si dejan de existir las abejas, el mundo desaparecerá en cinco años. En consecuencia, algo que parece tan insignificante, como una colmena, es lo que realmente protege y da de comer al mundo, pues son las abejas las que hacen la polinización.
En la actualidad, hay agricultores que llegan a llorar por que exista disponibilidad de abejas para polinizar sus cultivos de trébol y de otras especies. Antes se podían arrendar 5.000 cajones de abejas; hoy ya no existe esa disponibilidad. Es un asunto muy preocupante para toda la productividad agrícola del país.
Sin embargo, con esta iniciativa estamos preocupados por establecer multas. Sé que en todo proyecto se nos puede olvidar algo. Por eso, lo razonable es que esta iniciativa vuelva a la comisión y que se corrijan aquellos aspectos que generan aprensiones, porque más vale perder una semana, pero que las cosas se hagan bien, que despachar un proyecto que deba ser corregido al poco tiempo.
Me gustaría saber qué ha hecho al respecto el Servicio Agrícola y Ganadero. ¿Ha hecho algún estudio o elaborado algún proyecto de mantención, de protección, de cultivo, de cuidado, de fecundación de reinas o de tantas otras cosas que se pueden hacer para aumentar el número de colmenares?
Me da sana envidia no haber sido uno de los autores de este proyecto, porque realmente va a trascender en la historia. No siempre lo más rimbombante es lo mejor para la ciudadanía, para los productores y para los agricultores.
Felicito muy sinceramente al diputado José Pérez por esta iniciativa, porque muchas veces se presentan proyectos de ley rimbombantes para aparecer en la prensa.
Al respecto, quiero decir que sin estas pequeñas colmenas se acabará la humanidad. ¡Tan simple como eso! Hoy, por hacer esa afirmación podemos parecer alaracos, que se trata de algo exacerbado, que estamos hablando de más. ¡No es así! Los que duden de esto, averigüen, interiorícense en la materia. Luego nos llamarán para felicitar a los autores de esta iniciativa por el tremendo bien que, gracias a ella, le están haciendo a la humanidad.
No me cabe duda de que este proyecto será aprobado por una gran mayoría, y ojalá lo fuera por unanimidad. Sin embargo, según lo que indica el colega José Pérez , volverá a la comisión, para introducirle algunas correcciones. Bueno, si se trata de cambios importantes, vale la pena esperar. Pero como todos hemos dicho que se trata de una iniciativa importantísima, propongo que su reenvío sea solo por una semana, para que a la siguiente lo tengamos de vuelta en la Sala. Ello, porque este proyecto no puede seguir esperando para ser ley de la república.
Por último, una vez más felicito a los autores de la iniciativa. Anuncio que la votaré favorablemente y espero que se apruebe por unanimidad.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-
Señor Presidente, en primer término, deseo saludar a las organizaciones de apicultores -son más de 10.500 los productores de miel-, que seguramente están viendo la sesión y han sido el motivo de la discusión que hemos realizado estos meses sobre este proyecto.
Agradezco al diputado José Pérez , presidente de la Comisión de Agricultura, uno de los autores de la iniciativa, quien nos motivó permanentemente a tratar este tema y a seguir buscando un marco regulatorio que nos permita -creo que hay que repetir eso mil y una veces lograr lo más importante: proteger a los apicultores, los apiarios, las abejas. Ese es el sentido más profundo de esta ley en proyecto.
En tal línea, menciono en forma particular a Apiunisexta, una organización de apicultores de la Sexta Región; a Apicoop, cooperativa a la que se refirió el diputado Jaramillo , como también a las organizaciones nacionales de apicultores, que siempre están haciendo un aporte importante en relación con la materia en comento.
Hoy estamos discutiendo un proyecto de ley particular para los apicultores, y especialmente –insisto para los pequeños productores. Aquí nos encontramos hablando de producción, de envasado, de comercialización, de servicios, de ubicación, de trashumancia; de cómo vamos creando un sistema, a través de esta futura ley, que permita incorporar todas las aristas de la producción para mejorar la actividad.
Quiero manifestar que en esta materia faltó un elemento muy importante: el Ejecutivo.
Cuando hablábamos de “una institución encargada”, no podíamos mencionar que esta era el SAG, aunque evidentemente es la entidad del Ministerio de Agricultura vinculada con la regulación y la fiscalización de esta ley en trámite. Sin embargo, hasta hoy yo esperaba ver al Ejecutivo aquí, en la Sala, para tener el respectivo patrocinio del Ministerio de Agricultura. Para nosotros ello es vital.
El SAG nos acompañó en toda la discusión del proyecto. Estuvieron presentes el ministro de Agricultura y su asesor legislativo, el señor Jaime Naranjo ; los representantes del SAG que tienen que ver con este tema; quien lleva la mesa apícola nacional en el SAG, la Odepa, etcétera. Pero, sin lugar a dudas, lo importante es que el Ejecutivo dé su patrocinio.
El Título I del proyecto dice relación con todo lo conceptual. Sin duda, uno de los problemas más importantes que tratamos con las organizaciones durante el debate tanto en la comisión como también en el importante seminario realizado en las dependencias del Congreso Nacional en Santiago fue de qué manera conceptualizamos cada uno de los procesos productivos y los elementos que forman parte de este sistema de producción.
Otro aspecto -muchos de los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra lo plantearon se vincula con los plaguicidas.
Al respecto, quiero agradecer al personal de la Biblioteca del Congreso Nacional, porque nos hicieron una exposición sobre aquellos elementos que pueden perjudicar a la apicultura. Además, nos presentaron un estudio que nos permitió conocer si hoy los plaguicidas también están contaminando las aguas.
Con el referido estudio nos llevamos una gran sorpresa, porque si bien estamos prohibiendo las marcas de los plaguicidas, no estamos haciendo lo mismo con los principios activos de tales productos, lo cual tiene más importancia en términos de prohibición. Las marcas pueden cambiar, pero los principios activos no.
Por consiguiente, en esa materia -por eso queríamos tener al Ejecutivo presente en esta Sala esperamos lograr, a través del SAG, la prohibición de dichos principios activos, porque son los que perjudican a la apicultura y a otras actividades.
El Ejecutivo tomó nota de ello, y estamos a la espera de lo que ocurrirá sobre el particular. La iniciativa contiene un artículo relativo a los resguardos que deben tomar los agricultores que van aplicar plaguicidas en predios donde existen colmenas o en predios colindantes o adyacentes a los de productores apícolas.
Por lo tanto, también intentamos establecer resguardos en términos de la utilización de plaguicidas.
Otro aspecto que nos preocupa y respecto del cual la mayoría de las organizaciones nos hicieron hincapié se refiere a la estimulación del consumo interno, aspecto en que también estamos absolutamente de acuerdo. Sin duda, desde el punto de vista de sus cualidades nutricionales, hoy nadie pone en cuestión la importancia de la miel ni la de sus subproductos. Sin embargo, no vemos de parte de instituciones del Estado, como Junaeb, Junji y otras, campañas publicitarias para estimular el consumo de la miel y sus subproductos. Esperamos que por medio de tales entidades podamos además dar un impulso a la producción.
Asimismo, las organizaciones nos plantearon su inquietud respecto del fomento. No puede haber una ley -insisto en que por eso queríamos que el Ejecutivo estuviera presente en la Sala en la que no se definan y se organicen los programas que se realizarán en esta materia en términos del fomento.
Hoy estamos ad portas de la discusión del Presupuesto de la nación. Bueno, queremos saber cuántos recursos se destinarán a la producción apícola. Echamos de menos saber qué se hará con instituciones como el Indap, el SAG, la FIA, el Sercotec, el INIA para entregar, de acuerdo con la especificidad de cada entidad, un sistema de fomento que permita mejorar lo relacionado, sobre todo, con las inversiones e investigaciones en este sector.
Esperaba de parte del gobierno un compromiso más significativo con el proyecto de ley que nos ocupa. Se trata de un área exportadora muy importante que está haciendo un tremendo esfuerzo. En este sentido, queremos un impulso, un apoyo desde el gobierno para mejorar el sistema productivo, la comercialización y, si es necesario, la posterior exportación en esta área.
Con la presente iniciativa vamos a tener por fin un registro de apicultores. También deseamos contar con un sistema de trazabilidad apícola, para tratar de ordenar la actividad.
Sin duda, un común denominador en todas las exposiciones realizadas en la comisión fue la importancia de la creación del registro y del referido sistema de trazabilidad, que incluso fue planteado por el propio SAG. Sin embargo, no pudimos ver cómo introducir este elemento, cómo la institución se comprometía a aquello a través de esta iniciativa.
Hemos recibido varias llamadas telefónicas de apicultores, quienes tienen algunas preguntas, ciertas inquietudes, o quizás nos quieren hacer proposiciones. No cabe duda de que el Parlamento -la Comisión de Agricultura de la Cámara lo hará en forma especial recogerá tales inquietudes.
A pesar de que la comisión escuchó a muchas organizaciones y de que llevó a cabo un seminario sobre la materia, no pretendemos aprobar un proyecto de ley si existe preocupación o algún planteamiento en particular de parte de los apicultores.
La propuesta que conversamos con el diputado José Pérez , presidente de la Comisión de Agricultura, consiste en la posibilidad de votar en general el proyecto -creo que estamos todos de acuerdo en que la idea de legislar es muy necesaria al objeto de poder acelerar su tramitación, y en comprometernos -ello, por unanimidad a revisar de nuevo el proyecto en la comisión durante la sesión del próximo martes, con la asistencia de aquellas organizaciones que tienen algún problema respecto del articulado, fundamentalmente en lo que se refiere a las multas. Es más, debido a la urgencia que tiene el despacho de este proyecto, propongo que vuelva a la Sala para tratarlo ojalá en la sesión del próximo jueves, a fin de tramitarlo con celeridad.
Ello es realmente importante y necesario, y permitirá incorporar recursos en la próxima Ley de Presupuestos, porque, por lo menos para algunos de nosotros, el fomento productivo constituye una de las materias más importantes que debemos definir en el Presupuesto para 2016.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señorita Jenny Álvarez.
La señorita ÁLVAREZ (doña Jenny) .-
Señor Presidente, este proyecto, que votaremos en general en su primer trámite constitucional, aborda una materia que, aunque a muchos les pueda parecer simple o menor, tiene gran relevancia ambiental, productiva y económica para nuestro país, particularmente para el distrito que represento.
Se trata ni más ni menos que de establecer una norma que regule y proteja las abejas y la apicultura, actividad que muchos consideramos muy relevante para Chile.
La iniciativa en comento recoge muchos de los puntos más importantes para el sector -ello lo hemos podido constatar en conversaciones con apicultores de todo Chiley viene a llenar un vacío que hoy se ha hecho evidente tras verificarse una baja significativa a nivel mundial en el número de abejas, con el consiguiente efecto en la agricultura tanto nacional como internacional.
Es absolutamente necesario contar con un registro general de apicultores y de apiarios, pues hasta la fecha solo existe un registro de apicultores que exportan.
Este proyecto también aborda la inclusión de la actividad apícola en las políticas de fomento; se hace cargo de la necesidad de establecer su trazabilidad productiva, de su inclusión en el sistema de seguros del sector agrícola, así como del acceso a créditos y a la asistencia técnica, lo que consideramos de gran relevancia, porque este sector siempre se ha sentido un poco postergado, y así lo ha manifestado.
Todo esto sin duda es un avance. Pero nada de lo propuesto será eficiente si no nos hacemos cargo de otros elementos que afectan a la apicultura, pero que hasta ahora seguimos ignorando, como el efecto que generan algunos pesticidas que aún se utilizan en Chile y que fueron prohibidos hace tres años por la Unión Europea; la contaminación de la miel por presencia de cultivos transgénicos, tal como quedó demostrado en años recientes con la devolución, desde Alemania e Italia, a nuestro país de toneladas de miel por la presencia en ella de trazas de organismos genéticamente modificados.
También parece importante destacar el artículo 4° del proyecto, que establece: “Todo apicultor podrá efectuar trashumancia de colmenas de cualquier categoría, cumpliendo las exigencias que, para cada caso, pueda establecer la autoridad competente, la que por resolución podrá regular, restringir o prohibir por razones sanitarias la respectiva movilización.”.
Por esta razón, entre otras, en abril recién pasado presentamos en esta Sala el proyecto de resolución N° 334, el cual fue aprobado, para pedir el restablecimiento de una medida que era eficaz: la existencia de barreras sanitarias para controlar el acceso de vehículos de carga, especialmente a territorios insulares, como Chiloé.
Además, solicitamos la reposición de la obligación de contar con certificación sanitaria en el origen para el traslado de colmenas desde y hacia otras zonas de nuestro país, con el fin de evitar la propagación de enfermedades mortales para las abejas. Consideramos que este punto también es muy relevante.
Por todo lo que se ha planteado en esta Sala y por lo que acabo de mencionar, anuncio que votaré a favor esta iniciativa, que es muy relevante y que apoyamos con mucha fuerza.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Rathgeb.
El señor RATHGEB.-
Señor Presidente, pedí la palabra para intervenir sobre este tema a pesar de que no soy uno de los autores de la iniciativa. Lo hice porque valoro y, por supuesto, reconozco este proyecto, que establece normas sobre la actividad apícola y modifica una serie de otros cuerpos legales.
Si bien a lo mejor a futuro habrá que hacer algunas correcciones y adecuaciones a la iniciativa en comento, conforme a los acontecimientos del medio ambiente o de la actividad humana que se vayan presentando, ella significará dar una mayor tranquilidad a futuro a todas aquellas personas que, con mucho cariño, con gran empeño y con tremendo esfuerzo, realizan la actividad apícola.
Actualmente, existen iniciativas municipales, las denominadas “ordenanzas apícolas”, que rigen dentro de determinado territorio jurisdiccional, pero las cuales finalmente no es posible aplicar como corresponde: las personas pueden instalar sus colmenares en los límites jurisdiccionales de su comuna, pero sabemos que las abejas pueden desplazarse hasta una distancia de 6 kilómetros. Por lo tanto, la existencia de un colmenar afecta por igual a las comunas con este tipo de ordenanzas o sin ellas.
La presente iniciativa permite reconocer una actividad importante de nuestro país, como lo es la apícola, que en muchos casos es anexa a la actividad agrícola que desarrollan las personas.
Vemos con mucha preocupación que año tras año llegan nuevas patologías, nuevas enfermedades, nuevos problemas para las abejas, relacionados con la propia naturaleza, con el medio ambiente o con la actividad humana, por la instalación de antenas o la aplicación de pesticidas a predios agrícolas o a predios forestales. Ello se ha traducido en una importante disminución de la población de abejas.
La población de abejas tiene relevancia no solo debido a la producción de miel, sino también a la polinización y a múltiples actividades. Muchos productos medicinales se obtienen de la actividad apícola: el propóleo, el polen, la cera, los que a su vez posibilitan la realización de diversas actividades.
Por lo tanto, anuncio que apoyaremos esta iniciativa, sin perjuicio de que a futuro podamos modificarla conforme a los acontecimientos del medio ambiente o de la actividad humana, que invade un espacio propio de la actividad apícola.
Soy autor, junto con otros diputados, de algunos proyectos de resolución ya presentados sobre la materia. Hoy, la aprobación de esta iniciativa permitirá que tales proyectos tomen cuerpo, se hagan carne y se traduzcan finalmente en una normativa que vaya en beneficio de una actividad tan importante en todo nuestro país como es la apícola.
Por lo tanto, anuncio mi voto a favor y mi disposición a contribuir para mejorar esta normativa, a fin de que esa actividad, que normalmente es realizada por la pequeña agricultura familiar campesina, pueda fortalecerse, enriquecerse y pase a ser un tremendo aporte para la actividad agropecuaria nacional.
Como Einstein señaló, si las abejas desaparecieran del planeta, la especie humana correría serios riesgos de desaparecer de la faz de la Tierra, por toda la labor adicional a la producción de miel que esos insectos realizan.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Javier Hernández.
El señor HERNÁNDEZ.-
Señor Presidente, qué duda cabe de que los apicultores desarrollan su trabajo con una pasión increíble. Si uno pudiese comparar esta actividad con otras que realiza el ser humano, lo haría con la de quienes intentan promover el uso de la bicicleta, porque desatan una pasión similar a la que uno aprecia cuando escucha los planteamientos de diversos apicultores que discuten sobre el crecimiento, proyección y productividad de su actividad o acerca de cómo realizarla de mejor forma.
Debo partir por reconocer el esfuerzo que realizó el diputado José Pérez para presentar a tramitación este proyecto, que no me cabe duda de que está lleno de buenas intenciones, por lo que, sin duda alguna, vamos a apoyarlo.
Sin embargo, al analizar esta iniciativa se me vino a la memoria lo que sucedió con el proyecto de ley sobre clasificación del ganado y tipificación de la carne, pues una vez aprobado trajo consecuencias positivas y negativas. ¿En qué aspecto fue positivo? En que mejoró el estándar general de la producción de carne en nuestro país. Pero también provocó problemas, pues eliminó la posibilidad de realizar matanza en pequeños mataderos municipales, lo que produjo un problema anexo: se extendió la hidatidosis en parte importante de los campos del país.
Tal como ocurrió con ese proyecto, hay cosas buenas y otras criticables en esta moción. Lo bueno es que puede ayudar a mejorar nuestro estándar de producción y exportación apícola, y ojalá también nos permita tener una política de educación de la población chilena, para que haya mayor consumo de miel. Sé que hay nuevas generaciones que están en esa línea de mayor consumo de miel y sus derivados. Sin embargo, también debemos escuchar a los pequeños productores que pueden quedar marginados, ya que esta nueva regulación puede originar una situación que les produzca un desmedro que los lleve a abandonar la actividad.
Ellos, a diferencia de los autores del proyecto, señalan que esta iniciativa de ley no se ha discutido lo suficiente. Quizás habría que hacer un esfuerzo adicional en ese sentido, porque parece ser que no se ha escuchado a todos los actores involucrados.
Por otra parte, plantean que muchas de las normas que establece la iniciativa ya están contenidas en otras leyes, reglamentos o decretos del Ministerio de Agricultura y sus servicios, por lo que serían innecesarias. Sostienen que, además, se agrega una importante cuota de burocracia a una actividad que, reitero, es desarrollada principalmente por pequeños y medianos agricultores.
El proyecto fue pensado para normar, para regularizar la actividad apícola de las grandes empresas que se dedican a esta actividad, que son pocas en nuestro país. Por ello, hay que tener mucho cuidado, a fin de que no regulemos para que dejen de existir los agricultores que quieren crecer. Lo digo porque en ocasiones nuestras normativas provocan un fenómeno muy especial: a veces, colocamos cortapisas importantes que afectan a quienes quieren dar un salto de crecimiento y desarrollo.
Me habría gustado que discutiéramos más sobre cómo fomentar, en vez de agregar más burocracia. El proyecto en discusión no aborda el fomento de la producción apícola, aunque sabemos que genera productos muy beneficiosos para la salud humana, dado el importante contenido nutricional de la miel, además de productos que se utilizan en otras áreas, orientadas a mejorar la calidad de vida de las personas.
Cuando hablamos de casos como el de esta iniciativa, se suele decir que se busca fomentar el desarrollo de una actividad; sin embargo, cuando uno analiza los proyectos de ley de presupuestos, vemos que quienes se dedican a estas actividades son considerados como los hermanos pobres del desarrollo agropecuario.
Por lo tanto, más que quedarnos con un discurso claro sobre regulación, debemos procurar que la Cámara de Diputados proponga al Ejecutivo un proyecto de fomento del desarrollo de la actividad apícola. Quienes se dedican a ella desde hace bastante tiempo buscan la sustentabilidad y están en un permanente proceso de mejoras genéticas y de manejo, para cumplir con los estándares exigidos por quienes importan o exportan sus productos, para regular y apoyar ambos aspectos, ya que existen las herramientas legales necesarias en nuestro país.
Por ello, más que rigidizar importantes aspectos de la apicultura, que es lo que sucedería si aplicamos este proyecto tal como está, lo que necesitamos es precisamente lo contrario: flexibilizarlos, por la dinámica que caracteriza a la apicultura.
En consecuencia, solicito a la Sala que apruebe hoy en general esta iniciativa y luego la envíe a la comisión técnica para que la analice nuevamente en particular.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Fuad Chahin.
El señor CHAHIN.-
Señor Presidente, lo primero que debo hacer respecto de esta intervención es expresar mi reconocimiento y felicitar a los autores del proyecto y a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados, que integré durante la legislatura pasada, donde se comenzó a debatir este tema, que dice relación con una actividad que es importante desde el punto de vista económico y cultural, y, además, una actividad bonita y noble, que debemos ser capaces de preservar, fomentar, fortalecer y desarrollar adecuadamente.
La apicultura genera un producto notable: la miel, que tiene muchas propiedades positivas como alimento, por sus cualidades nutritivas, pero además actúa como desinfectante natural, etcétera, por lo que deberíamos promover más su consumo en nuestra sociedad.
Esta iniciativa busca enfrentar un conjunto de dificultades que afectan a la apicultura; pero quiero poner énfasis en un par de problemas que considero estructurales.
El primero es que si incorporamos más regulación y exigencias, y eso no va acompañado de mayor fomento, lo que se puede generar es que los pequeños apicultores que no tengan la capacidad de cumplir por sí solos las nuevas exigencias y requisitos terminen quedando al margen de la actividad.
Ese sería un problema que, sin duda, no pretenden generar los autores del proyecto; pero si no tiene el patrocinio del Ejecutivo y no se incluye un capítulo completo sobre fomento, terminará perjudicando a los pequeños apicultores, muchos de los cuales están organizados, disponibles y con ganas de que se regule, de que se establezca una normativa particular para seguir desarrollando su actividad, aunque no siempre cuentan con la posibilidad de acceder a los recursos que se necesitan para poder cumplir las exigencias normativas que se generan, por lo que es muy probable que, de aprobarse este proyecto, quedarán fuera de la actividad, y nadie quiere que eso ocurra.
Entiendo la preocupación del diputado Hernández por la falta de fomento, por lo que insisto en que el establecimiento de más regulación y más exigencias, sin que se destinen recursos para el fomento de la actividad, puede terminar excluyendo a los pequeños apicultores.
El segundo problema estructural es la falta de una autoridad competente para fiscalizar el cumplimiento de esta regulación, porque si bien estamos estableciendo normas, no estamos fijando la competencia de la autoridad encargada de controlarla. Es más, aquí, respecto de la admisibilidad, se definió como autoridad competente aquel ente del Estado que tuviera las posibilidades de fiscalizar el cumplimiento de esta futura ley. Sin embargo, en la realidad, esta no existe. ¿Por qué? Porque la Constitución Política de la República prohíbe a los parlamentarios otorgar nuevas facultades a las instituciones del Estado. Es más, ello es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República.
Por tanto, podemos estar estableciendo una ley que tendrá un problema de control y fiscalización, por lo que –reitero se requiere el patrocinio del Ejecutivo.
Tengo especial preocupación por el artículo 4°, referido a la trashumancia. ¿Qué ocurre?
¿Cuál es la principal queja de los apicultores? Está relacionada con que a veces, en la noche, cuando se detiene un camión que transita con un cargamento de colmenas, las abejas consumen todo el alimento del sector, a lo que también se agrega la transmisión de enfermedades, tras lo cual las abejas nativas mueren.
El artículo 4°, referido a la trashumancia, establece la posibilidad de que la “autoridad competente” -no se sabe cuál, porque es teórica y no existe regule la trashumancia, prohibiéndola o limitándola. Sin embargo, además de que no está la autoridad competente para establecer dicha regulación -porque la norma general lo permitiría-, lo único que tendremos vigente será la norma general que permite la trashumancia, y todas aquellas ordenanzas municipales que hoy la restringen, serán ilegales, porque la norma general que se establece en dicho art��culo es que la trashumancia está permitida. Por lo tanto, para poder restringirla, limitarla o prohibirla, debe haber una autoridad competente, que no está definida en el proyecto.
En esa línea, esta situación puede durar hasta veinte años, en que la trashumancia estará autorizada por ley y la posibilidad excepcional de restringirla, limitarla o prohibirla dependerá de una autoridad que no existe.
Eso quiere decir que el artículo 4°, tal como está redactado, permitirá la trashumancia sin limitación alguna.
Me parece que ese es un problema gigante. Es más, se expresa que cuando se establezca dicha facultad, solo se podrá ejercer respecto de la causal sanitaria. Sin embargo, cuando el problema no sea sanitario, sino territorial, de equidad o de invasión de territorios ajenos, dicha futura, teórica e inexistente autoridad competente no podrá hacer nada.
Por lo tanto, me parece que no debiera ser taxativa la causal de prohibición o restringirla solo a cuestiones sanitarias, sino también a otras de cualquier índole que la propia autoridad establezca necesarias por el adecuado ordenamiento y regulación de la actividad apícola, como la alimentación.
Finalmente, tal como viene la norma, lo único que logrará, sin la autoridad competente para fiscalizar, controlar o establecer dicha limitación, será profundizar el problema que, de muy buena fe y con muy buenas intenciones, nuestros colegas de la Comisión de Agricultura pretenden resolver, es decir, la trashumancia desregulada.
Hoy se ha hecho un esfuerzo a través de los municipios y sus ordenanzas. Si bien tienen sus limitaciones, con esta norma quedarán absolutamente al margen de la ley, porque el principio general establecido será la libre trashumancia.
En consecuencia, el proyecto en debate requiere una mirada más profunda y, sobre todo, requiere el patrocinio del Ejecutivo para establecer una autoridad competente que fiscalice, controle, dicte reglamentos, a fin de que esta norma pueda cumplir los objetivos que con tan buena fe han planteado sus autores y que es tan necesaria para la actividad apícola de nuestro país.
He dicho.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de ley en los siguientes términos:
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en moción, que establece normas sobre la actividad apícola y modifica los cuerpos legales que señala.
Hago presente a la Sala que la totalidad de sus normas tratan materias propias de ley simple o común.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 73 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Fuenzalida Figueroa, Gonzalo ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernández Hernández, Javier ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lavín León, Joaquín ; Lemus Aracena, Luis ; Letelier Norambuena, Felipe ; Melero Abaroa, Patricio ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Molina Oliva, Andrea ; Morales Muñoz, Celso ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Norambuena Farías, Iv��n ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pérez Arriagada, José ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Pilowsky Greene, Jaime ; Provoste Campillay, Yasna ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez , Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Rocafull López, Luis ; Sabag Villalobos, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Saldívar Auger, Raúl ; Santana Tirachini, Alejandro ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Squella Ovalle, Arturo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan, Joaquín ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urízar Muñoz, Christian ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Venegas Cárdenas, Mario ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe .
El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Por haber sido objeto de indicaciones, el proyecto vuelve a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural.
-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:
1. Al artículo 11, para sustituir los guarismos “200” y “400”, por “67” y “133”, respectivamente.
-o-
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/9961-01