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El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que introduce modificaciones orgánicas y procedimentales a la ley Nº 19.968, que creó los Tribunales de Familia, con segundo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento e informe de la Comisión de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (4438-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 89ª, en 6 de marzo de 2007.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 53ª, en 2 de octubre de 2007.
Constitución (segundo), sesión 5ª, en 1° de abril de 2008.
Hacienda, sesión 5ª, en 1° de abril de 2008.
Discusión:
Sesión 55ª, en 3 de octubre de 2007 (se aprueba en general).
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
El proyecto fue aprobado en general en sesión de 3 de octubre del año pasado.
Ambas Comisiones, en sus respectivos informes, dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que no fue objeto de indicaciones ni de modificaciones el artículo 4º, disposición que conserva el mismo texto aprobado en general, por lo que debe darse por aprobado, salvo que algún señor Senador solicite su discusión y votación.
--Se aprueba reglamentariamente.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
La Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento realizó una serie de modificaciones al proyecto aprobado en general, todas las cuales fueron acordadas por unanimidad.
Por su parte, la Comisión de Hacienda efectuó diversas enmiendas al texto despachado por la de Constitución, las que en su mayoría se acordaron en forma unánime, con excepción del número 2 bis), nuevo, y de los números 43) y 44) del artículo 1°, que se aprobaron con la abstención de los Senadores señores García, Novoa y García, respectivamente.
Cabe recordar que las modificaciones acordadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, salvo que algún señor Senador solicite su discusión y votación.
Los números 1), 2), 2 bis), 4), 29), 39) y 41) del artículo 1°; el artículo 5°, y los artículos 1° y 4° transitorios tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que su aprobación requiere 19 votos favorables.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Si le parece a la Sala, se darán por aprobadas todas las enmiendas acordadas por unanimidad en la Comisión de Hacienda.
El señor PÉREZ VARELA.-
Bien.
El señor NARANJO.-
De acuerdo.
El señor GÓMEZ.-
Conforme.
--Se aprueban, dejándose constancia de que se cumplió con el quórum constitucional exigido.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Entonces, corresponde tratar las modificaciones aprobadas por mayoría en la Comisión de Hacienda.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
En primer término, corresponde abocarse al número 2 bis), nuevo, del artículo 1°, que la Comisión aprobó por 3 votos y la abstención del Honorable señor García.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
En discusión.
El señor GARCÍA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente, respecto del número 2 bis), nuevo, que introduce un artículo 4° bis, nuevo, en la ley N° 19.968, hay un informe de la Ilustrísima Corte Suprema donde se señala la conformidad de dicho Tribunal con el número de jueces contemplado en el proyecto; pero no así con el número de funcionarios, profesionales, técnicos y administrativos, colaboradores en general en los procesos de los tribunales de familia.
Aquí nos encontramos frente a dos situaciones. Por un lado, todos sabemos los problemas que han tenido los tribunales de familia, como asimismo, que innumerables personas no han logrado ser atendidas porque despachamos una ley mala, que fue insuficiente para satisfacer una demanda realmente gigantesca.
Por lo tanto, primero se debe resolver ese stock y, además, recibir las causas nuevas.
En opinión de la Corte Suprema, aunque el número de jueces resulta adecuado, no se gana mucho con ello si los magistrados no van a contar con más asistentes sociales, más psicólogos ni más personal administrativo para emitir los informes que ellos necesitan para mejor resolver.
En la Comisión de Hacienda citamos a personeros de la Corporación Administrativa del Poder Judicial y la verdad es que el desacuerdo persiste.
Sin embargo, nosotros no vamos a impedir la aprobación de la iniciativa, porque es mejor que lo vigente. Pero el propio Poder Judicial nos dice claramente que el incremento de la cantidad de funcionarios para los tribunales de familia no guarda relación con el del número de jueces.
Si la idea del proyecto es resolver el caos que hoy existe en los tribunales de familia, no parece razonable que no haya habido acuerdo entre la Corporación Administrativa del Poder Judicial y el Ministerio de Hacienda para dotar a los nuevos tribunales del personal que necesitan.
Señor Presidente , yo me abstuve en la votación precisamente para debatir el punto en la Sala y, además, para que no se piense que estamos despachando una iniciativa sobre la cual hay completo acuerdo, porque -reitero- la Corte Suprema dejó establecido en su informe oficial, dirigido al Congreso, que el número de funcionarios es insuficiente para cumplir con ese tipo de tareas.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente , efectivamente esa disposición fue bastante discutida en la Comisión de Hacienda.
Además, debo manifestar que tanto en la Comisión Mixta de Presupuestos cuanto en la Subcomisión Especial que me correspondió dirigir este año, se realizó un largo debate con representantes del Ministerio de Justicia y de la Corte Suprema acerca del número total de jueces con que deberían contar los tribunales de familia.
Al comienzo hubo una discrepancia muy fuerte entre la estimación del Ministerio de Justicia y la del Poder Judicial, y finalmente llegamos a una cifra bastante satisfactoria, toda vez que se afinaron los cálculos y se acordó aumentar de 258 a 353 el número de jueces (esto es lo que establece el proyecto), o sea, en aproximadamente 40 por ciento.
La petición primitiva del Poder Judicial era bastante mayor que la aprobada; y la propuesta del Gobierno, menor.
Repito: la norma en discusión incluye un incremento sustancial del número de magistrados, respecto del cual existe un criterio común.
Por supuesto, el Poder Judicial , como toda institución, dijo: "Estamos en el límite", pero finalmente se llegó a una cifra que mereció la conformidad tanto de aquel como del Ministerio de Justicia.
Es cierto que persiste una diferencia con la Corporación Administrativa en cuanto a número de personal; pero si uno mira las cifras, constata que la dotación aumenta en 60 por ciento. Vale decir, el incremento del número de funcionarios es bastante mayor, proporcionalmente, que el de jueces.
Por ello, la opinión mayoritaria de la Comisión fue aprobar la norma (con la abstención del Senador señor García ) tal cual está. Y si efectivamente, en el desarrollo de la implementación de ese aumento sustantivo de personal hubiere fallas evidentes en los juzgados de familia y se necesitaren más funcionarios, no sólo administrativos, sino, a veces, profesionales que acuden en auxilio de los tribunales, eso se podría corregir.
Yo, al menos, emití mi voto con bastante tranquilidad de conciencia, porque si bien no se alcanzó un acuerdo completo con relación al segundo punto, estamos dando una señal muy poderosa con el aumento sustancial, no solo de jueces, sino también de trabajadores. Este último -repito- es del orden de 60 por ciento, pues se pasa de 1.067 (fijados en la ley vigente) a 1.696.
Lo anterior implica que se dotará al sistema de una cantidad muy significativa de nuevos funcionarios. Y, por eso, solicito aprobar este aspecto del proyecto, que es fundamental para el funcionamiento de los tribunales de familia.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente, todos conocemos las dificultades que han enfrentado los tribunales de familia desde que comenzaron a operar y hemos efectuado un debate muy largo sobre la materia.
Quiero manifestar que leí el discurso del Presidente de la Corte Suprema en el que hizo una crítica al Parlamento debido a la demora producida en el despacho del proyecto que nos ocupa.
La verdad es que debería haber sido al revés: agradecer al Congreso lo que hemos hecho todos los parlamentarios, transversalmente, para aprobar la propuesta planteada por el Poder Judicial. Y le dimos el apoyo más fuerte posible para que se establecieran las cantidades de jueces y de funcionarios necesarias para el buen funcionamiento de esos tribunales.
Debo recordar que el Senador señor Espina le dijo en la Comisión de Constitución al representante de la Corte Suprema que ellos habían planteado un número de jueces y de empleados y que esa cantidad fue la que originalmente se discutió al interior de dicho órgano técnico. Y el propio personero del Máximo Tribunal expresó que los acuerdos a los que habían llegado con el Ejecutivo eran suficientes.
Por lo tanto, lo que he señalado fue refrendado en la discusión llevada a cabo en la Comisión.
Por eso, es importante tener claro que nuestro trabajo no se redujo simplemente a mirar la norma. Por el contrario, debatimos en profundidad la materia para que haya más tribunales y mayor competencia, a fin de lograr un buen funcionamiento de los juzgados de familia.
Desde el punto de vista procesal, se discutió una serie de preceptos muy importantes, pero no podemos explicarlos en cinco minutos. En todo caso, serán fundamentales en el nuevo proceso que habrá en materia de tribunales de familia.
Lo más probable es que se supere sustancialmente la actual situación, que exista una mejor justicia en los tribunales de familia. También es posible que haya dificultades -no hay duda-, pero el avance logrado, el aumento de especialistas en la materia, es realmente notable. Ello, sin perjuicio de que, tal como fue discutido en la Comisión, el Ejecutivo y los propios tribunales quedan obligados a informar regularmente sobre el particular, a fin de constatar en la práctica el cumplimiento de los objetivos planteados en el proyecto.
Todos estos temas son dinámicos. Hemos tratado de evitar que se produzca el colapso que hubo en los inicios de la reforma, a raíz de que no se estudiaron bien las dotaciones ni el número de tribunales que se requerían.
En relación con el artículo a que ha hecho mención el Senador señor García , el Ejecutivo dijo que iba a incorporar nuevos jueces, pero no el número de personal que se necesita de acuerdo con el artículo 115 de la iniciativa.
Sin embargo, una vez creado el tribunal, necesariamente -conforme a otra norma-, en algún minuto se tiene que incluir el nuevo personal.
Por eso, en mi opinión, lo relevante es que aprobemos con prontitud este proyecto de ley, que es esperado por las familias de Chile a lo largo del territorio, en todas las comunas y lugares donde hay problemas que las afectan, para que definitivamente enfrentemos de verdad los conflictos relacionados con las tuiciones y otros asuntos que atañen a la vida familiar.
En consecuencia, señor Presidente, creo que, sin perjuicio de haber puesto en el debate esta materia, debemos aprobar la iniciativa, porque representa un avance importante en la judicatura, desde el punto de vista de nuestro país.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.
El señor PÉREZ VARELA .-
Señor Presidente, no hay duda de que estamos frente a un proyecto que significa un esfuerzo por contar con mayor número de jueces y de personal para atender los tribunales de familia.
Y no debemos desconocer el descalabro que ha significado en todas las Regiones del país, en todas las provincias y comunas, la estructura que se dio a dichos juzgados por falta de una planificación adecuada.
Si bien debo reconocer que la iniciativa en debate constituye un avance y que las palabras del Senador señor Gómez son tranquilizadoras, en el sentido de que en algún momento la situación en comento se va a adecuar, no es menos cierto que debemos hacer hincapié sobre esta materia al Ejecutivo . Nos habría gustado que el Ministro de Justicia hubiera estado presente en esta discusión, porque el artículo 4º bis entrega un número adicional de jueces, pero sin personal de apoyo, lo cual no resuelve el problema en su exacta dimensión.
Por ejemplo, a la ciudad de Los Ángeles, que en la actualidad cuenta con cuatro jueces de familia que deben enfrentar muchas dificultades, un artículo anterior le aumentó a cinco la cantidad de magistrados con el respectivo personal. Eso es, a mi juicio, lo adecuado. Y, mediante el artículo 4º bis, se le entrega un sexto juez. Pero este último no tendrá personal, asistente social, apoyo de secretaría, asistente técnico. Por lo tanto, quien administre dicho tribunal experimentará grandes problemas para lograr el buen funcionamiento de este.
Igual cosa ocurre en Chillán: hoy día existen tres o cuatro jueces, y se agrega, mediante el artículo 4º bis, un quinto juez, pero también el administrador de ese tribunal va a tener muchos inconvenientes para que ese magistrado pueda trabajar. Entonces, se va a continuar recurriendo a los asistentes sociales de las municipalidades para que elaboren los informes pertinentes a los juzgados de familia.
Por otra parte, debo señalar que aquí no se resuelve lo relativo a los tribunales de jurisdicción común.
Por ejemplo, en la capital de la provincia de Arauco hay un solo juez que atiende el tribunal de familia, el tribunal de garantía, el tribunal civil, el tribunal del antiguo sistema penal, etcétera. Y no existe norma alguna que corrija eso. Estoy seguro de que en muchos otros lugares se da la misma situación.
Por lo tanto, es preciso tener claro que aquí nos encontramos trabajando frente a una estructura de tribunales que colapsó. Es cierto que estamos tratando de superar la contingencia, que se está dotando de más personal y más jueces, pero creo que faltó una mirada global, completa, para resolver el problema de fondo y para que el esfuerzo que aquí se realiza en materia de recursos en verdad rinda sus frutos.
El sexto juez de Los Ángeles y el quinto juez de Chillán, no van a disponer de personal. ¿Cómo va a funcionar el tribunal sin un asistente social, sin un asistente técnico? Lo mismo ocurrirá respecto de los asistentes administrativos. Por consiguiente, aquellos ejercerán, prácticamente, como juez suplente.
Creo que no hemos resuelto bien el tema de los tribunales.
Aquí se está entre la espada y la pared. No hay duda de que los tribunales necesitan más jueces, pues la situación que viven es dramática. Pero tengamos clara conciencia de que la fórmula del artículo 4º bis no resuelve el problema y, dentro de breve tiempo, nos veremos enfrentados a conflictos similares.
Uno se podrá sentir más tranquilo por las aseveraciones del Senador señor Gómez , pero nos gustaría que ellas las hiciera el Gobierno y estableciera una fecha, para decirles a nuestras comunidades que el colapso de los tribunales de familia va a tener una solución real y concreta en el más corto plazo.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Chadwick.
El señor CHADWICK .-
Señor Presidente, me gustaría mucho que las palabras del Senador señor Gómez me dieran tranquilidad, pero, lamentablemente, no es así, porque la responsabilidad no recae en él, sino en el Gobierno.
Creo que lo planteado por el Honorable señor García ha sido muy oportuno, pues ha generado este debate.
Haré una breve reseña de lo que estamos aprobando.
La Corte Suprema estableció que el número de nuevos jueces que se requerían para salir del colapso en que se encontraban los tribunales de familia era de 257. De esa forma se podría entrar en un régimen de mediana atención.
El proyecto original del Ejecutivo contemplaba una dotación de 30 nuevos magistrados frente a los 257 que señalaba la Corte Suprema.
El Senador señor Gómez lo ha recordado bien. Fue la Comisión de Constitución la que se negó a continuar tramitando el proyecto si no había por parte del Gobierno un cambio en su voluntad para ampliar el número de jueces. Y luego de conversar con el Máximo Tribunal se acordó adicionar 95 nuevos jueces.
La Corte Suprema señaló que estos 95 nuevos jueces vendrían a significar la sobrevivencia del sistema, la supervivencia del sistema, que con esa cantidad solo se lograba que el colapso no continuara, pero que no se daba ninguna solución real al problema que hemos enfrentado en los tribunales de familia.
Uno se pregunta cómo es posible que en una materia de esta naturaleza y de esta importancia el Gobierno proponga originalmente 31 nuevos jueces y después de algunos meses, frente a la presión de la Comisión, aumente a 95.
¿Por qué el Ejecutivo "pirquinea" en lo concerniente a los tribunales de familia, al nuevo sistema de justicia familiar, que está colapsado?
Se logran 95 nuevos jueces, pero cuando vamos al desglose nos encontramos con que para 41 no existe dotación funcionaria.
La Ministra Margarita Herreros , representante de la Corte Suprema durante el debate habido en la Comisión de Constitución, protestó de manera enérgica por ese hecho. Manifestó que los 95 nuevos jueces eran lo estrictamente indispensable para que el sistema siguiera funcionando, pero puntualizó que si 41 de ellos no tenían dotación funcionaria no se iba a solucionar ningún problema. Lo señaló expresamente y en nombre del Máximo Tribunal.
Señor Presidente , la experiencia nos indica que, en materia de implementación de sistemas judiciales, la Corte Suprema actúa -y lo ha demostrado- con mucha más eficacia, previendo los problemas, que el Ejecutivo .
Con el Senador señor Espina aprobamos en la Comisión la norma en debate -porque el Gobierno fue categórico en indicar que no iba a generar una nueva dotación y en esta materia solo tiene iniciativa el Poder Ejecutivo - como un mal menor, pero dejando expresa constancia en ella -y lo propio hacemos ahora en la Sala- de que lo que estamos despachando no resulta suficiente. Se trata de un paso extraordinariamente tímido, que solo evitará que el sistema siga colapsando, pero no significará mayor avance en términos reales.
Y dejamos ambas constancias a los efectos de que queden muy claras las responsabilidades. Porque no queremos que el día de mañana, cuando enfrentemos de nuevo un colapso en los tribunales de familia, nos vengan a decir que fue culpa del Congreso. ¡No, señor Presidente ! La responsabilidad corresponde exclusivamente al Gobierno, que tiene atribución exclusiva para dotar de recursos a los tribunales de justicia a fin de que funcionen correctamente.
He dicho.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, los Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra abordaron la situación en forma correcta, y yo coincido con ellos.
No obstante, quiero hacer un recuerdo y solicitar el envío de dos oficios.
Cuando se comenzó a tramitar en el Senado el proyecto que creó los tribunales de familia, yo era Presidente de la Comisión de Constitución . Esto ocurrió durante el Gobierno de Ricardo Lagos. Y en ese momento era Ministro de Justicia Luis Bates .
En dicha Comisión se nos garantizó que el número de jueces y de funcionarios considerado para atender las demandas en materia de tribunales de familia era suficiente, pues se habían realizado estudios a fondo. En definitiva, se señaló que el sistema iba a funcionar sin ningún inconveniente.
Sin embargo, el sistema colapsó absolutamente, por falta de jueces y de funcionarios, y en algunos casos, por errores de procedimiento.
El colapso data de hace varios años. Así, las audiencias para atender casos de pensiones de alimento, de tuiciones, de visitas, de violencia intrafamiliar -la Ministra del SERNAM , aquí presente, ha dado una dura batalla en ese ámbito- experimentan demoras de cuatro, cinco, seis, ocho, diez meses.
Cuando el Gobierno se dio cuenta del tremendo error cometido en los cálculos de los Ministerios de Justicia y de Hacienda y sus asesores, envió a tramitación otro proyecto.
En la nueva iniciativa -como muy bien expresó el Senador señor Chadwick - se produjo una diferencia gigantesca entre el número de jueces que pedía la Corporación Administrativa del Poder Judicial y el que el Ejecutivo quería aprobar. Y lo mismo sucedió respecto a la cantidad de funcionarios para apoyo a los tribunales.
El proyecto en análisis estuvo detenido mucho tiempo porque no había acuerdo. Nosotros nos encontrábamos entre la espada y la pared, pues, si demorábamos su tramitación, el caos y el colapso se mantendrían. Y, tal cual se ha dicho, como el Gobierno tiene iniciativa exclusiva en la materia, al final se va a aprobar con un número de jueces y funcionarios muy inferior al que solicitaba la Corte Suprema.
Señor Presidente, quiero dejar constancia en la Versión Oficial de que el sistema va a colapsar de nuevo.
En su momento, la Corte Suprema señaló que la cifra que planteaba -preciso al respecto lo manifestado por el Senador señor Chadwick - era para "salir de la UTI". Esa fue la expresión textual. Después se generó un acuerdo sobre los 257 jueces solicitados por la Corte Suprema y los 31 propuestos por el Gobierno, llegándose a 95. Pero la Ministra Margarita Herreros sostuvo en la Comisión que esa cifra y la de funcionarios eran absolutamente insuficientes y que, por esto, el sistema iba a colapsar.
Entonces, lamentablemente, se volverá a producir un colapso. Dios quiera que me equivoque. Me encantaría poder decir aquí, seis u ocho meses después, que yo no tenía razón. Pero todos los estudios, las conversaciones con jueces, la información entregada por la Corte Suprema demuestran que el sistema colapsará.
Entonces, señor Presidente , sin perjuicio de que el proyecto se va a aprobar, pido que se oficie, en mi nombre y en el de quienes lo estimen conveniente, a la Corte Suprema y al Gobierno, al Ministerio de Justicia, con el objeto de que nos indiquen con claridad si las cantidades de jueces y de funcionarios que se están agregando garantizan un funcionamiento adecuado de los tribunales de familia para atender a la ciudadanía. Porque lo que no puede ocurrir es que al final esta iniciativa se apruebe, el sistema colapse y la responsabilidad se nos atribuya a quienes hemos sostenido insistentemente que el número tanto jueces como de funcionarios resulta insuficiente.
Votaré con esa aprensión clara y precisa, porque no tenemos más remedio que aprobar lo que el Gobierno está dispuesto a dar, pues rechazarlo significaría mantener un sistema que se encuentra doblemente colapsado.
En consecuencia, votaré a favor, pero con la prevención señalada. Y reitero mi solicitud de oficiar a ambas autoridades, para que quede constancia en el Senado de si serán garantes de que el sistema va a funcionar en forma regular para atender las demandas de la ciudadanía con la dotación aprobada finalmente. Y de no ser así, que cada cual asuma sus responsabilidades.
Además, pido que se adjunten las intervenciones efectuadas sobre la materia.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Muñoz Aburto.
El señor MUÑOZ ABURTO .-
Señor Presidente, comparto lo señalado por el señor Presidente de la Comisión de Constitución . Y me llama profundamente la atención que el debate se haya centrado única y exclusivamente en las modificaciones orgánicas introducidas a los tribunales de familia.
Creo que, si fueran consecuentes con lo que afirman, quienes anuncian que el sistema volverá a colapsar deberían votar en contra.
No entiendo que se asegure, antes de que comiencen a regir las enmiendas a la ley que creó los tribunales de familia, que el sistema va a colapsar.
Yo abrigo la esperanza -y soy optimista al respecto- de que vamos a resolver el problema.
La discusión se ha centrado única y exclusivamente en que no se contratará a todos los jueces que la Corporación Administrativa del Poder Judicial estimó necesarios para llenar el vacío existente en la administración de justicia en los tribunales de familia.
Pero nada se ha dicho sobre las modificaciones al procedimiento. A ello quería referirse el Presidente de la Comisión, pero por falta de tiempo no lo hizo.
Nadie ha hablado tampoco del principio de concentración, conforme al cual se otorgan mayores facultades al juez, quien podrá reprogramar la audiencia antes de iniciarla.
Nadie ha señalado aquí con relación a tales modificaciones -sí se puntualizó durante el debate habido en la Comisión de Constitución; y por eso me llama la atención la omisión- que existe la posibilidad de un control de admisibilidad de las demandas, denuncias y requerimientos, que pueden ser objeto de rechazo por parte del magistrado.
Nadie ha hablado tampoco de la asistencia letrada que tendrán las partes, ni de la mediación obligatoria, etcétera.
Señor Presidente , creo que los elementos que colapsaron el funcionamiento de los tribunales de familia no fueron única y exclusivamente la falta de jueces y la carencia de personal administrativo, sino también los errores que tenía el procedimiento de esos juzgados.
Ahora, si el sistema vuelve a colapsar, todos los que hoy votaremos a favor seremos responsables, pues a la insuficiencia del número de jueces se unirá nuestra falta de inteligencia para introducir enmiendas conducentes a dar mayor agilidad al procedimiento por el que se rigen los tribunales de familia.
Al concluir, junto con reiterar que hago mía la intervención del señor Presidente de la Comisión de Constitución , quiero señalar que me hago responsable de lo que pueda ocurrir.
Ojalá no se produzca el colapso de los tribunales de familia vaticinado en esta Sala. Y si yo tuviera plena seguridad en sentido contrario, mi obligación sería pronunciarme en contra.
Votaré a favor, señor Presidente .
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Antes de dar la palabra al Honorable señor Orpis, solicito el asentimiento de la Sala para enviar los oficios pedidos por el Senador señor Espina.
El señor ÁVILA.-
¡Pero si ya se sabe la respuesta, señor Presidente ...!
¡Eso no tiene destino!
El señor PROKURICA ( Vicepresidente ).-
Nadie le ha consultado cuál es la respuesta, Su Señoría.
El Honorable señor Espina solicitó remitir oficios, y eso es lo que estoy sometiendo a consideración de la Sala.
El señor ÁVILA.-
Y yo le digo, señor Presidente, que no hay que ser brujo para saber la respuesta.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
¿Existe acuerdo para enviar los dos oficios solicitados por el Senador señor Espina?
--Se acuerda remitirlos, en nombre de la Sala.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , tras la discusión del artículo 4° bis, nuevo, quedó establecido de manera categórica que existen dudas. Y sobre él prácticamente se está haciendo una apuesta, que me parece riesgosa. Incluso, el colega que me antecedió, quien es partidario de aprobar el proyecto, manifestó aprensiones y señaló en su intervención: "Ojalá que el sistema no colapse".
Es decir, quedó instalado en el debate de esta tarde que, dadas las condiciones en que nos piden aprobar esa norma específica, los tribunales de familia podrían colapsar.
Al respecto, quiero ser por completo consecuente: no estoy dispuesto a avalar esta situación. Por consiguiente, me abstendré en la votación del artículo 4° bis, nuevo.
En el Parlamento hemos tenido demasiadas malas experiencias con proyectos que vienen a medias y respecto de los cuales hacemos fe en que van a resultar.
A decir verdad, prefiero que el sistema siga colapsado y que el problema sea solucionado como corresponde, para que todos tengamos garantías en cuanto al mejoramiento efectivo de los tribunales en cuestión.
¡Cómo no va a colapsar el sistema si la mitad de los jueces nuevos no tienen personal!
Podemos contar con los mejores procedimientos del mundo, pero de qué valen si el magistrado estará solo, sin dotación funcionaria. Porque la ley en proyecto no la contempla.
¡No me explico cómo el Congreso -y el Senado en particular- no paró la tramitación de esta iniciativa hasta tener garantías efectivas de que como mínimo, si nombramos jueces, cuenten con el personal necesario!
Señor Presidente , me parece que constituye una irresponsabilidad aprobar este artículo -y también la iniciativa- en condiciones como la señalada. Y no deberíamos dar ningún paso hasta tener la garantía de que los tribunales de familia funcionarán mejor.
¡Qué sacamos con aprobar el proyecto si a los pocos meses nuevamente los juzgados se encontrarán sobrepasados! Ahí vendrán la discusión, los dimes y diretes. Señalaremos: "Se lo advertimos". Y nos replicarán: "Pero votaron a favor".
Señor Presidente , creo que en iniciativas de esta envergadura, de esta naturaleza, el Senado debe tener garantías mínimas de que el sistema pertinente va a funcionar. Pero no funcionará si en la mitad de los tribunales los jueces carecen de personal.
¡Eso no resiste ningún análisis!
Por lo tanto, siendo muy consecuente, no estoy dispuesto a avalar la irresponsabilidad con que se está actuando respecto a esta norma en particular.
He dicho.
El señor PROKURICA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Gómez, en su segunda intervención.
El señor GÓMEZ .-
Señor Presidente , solo hablaré porque quiero precisar algunos puntos, ya que considero importante, para la historia de la ley, que quede claro lo que hicimos.
La Comisión de Constitución le manifestó al Gobierno de manera nítida y transversal -parlamentarios de Gobierno y de Oposición- que el proyecto, en la forma como venía inicialmente, no iba a ser aprobado por el Congreso, o al menos por ese órgano técnico del Senado.
A raíz de ello, se inició todo el proceso de discusión que indiqué con anterioridad. Incluso, fuimos criticados por el Presidente de la Corte Suprema debido a la demora, la que nos pareció necesaria para obtener mucho más que lo contemplado por la iniciativa original.
Y quiero repetir lo siguiente, porque me extraña la declaración del Senador señor Espina.
En la respectiva Subcomisión de Presupuestos, Su Señoría emplazó directamente al Presidente de la Corte Suprema, don Enrique Tapia . Y tengo aquí el documento pertinente, donde le dice: "Yo soy partidario de lo que usted está pidiendo. ¿Usted está seguro de que los tribunales van a funcionar con el número de jueces que está planteando el Ejecutivo ?". Y el Presidente del Máximo Tribunal le contestó: "Sí".
Por tanto, lo que estamos haciendo no constituye una irresponsabilidad. No se trata de un acto del Congreso Nacional. Lo que hicimos fue procurar que, de una manera u otra, el Poder Judicial tuviera la fuerza suficiente, incluso en el Parlamento, para decir las cosas. Y dijo lo que acabo de señalar.
La Ministra Margarita Herreros, representante de la Corte Suprema en la Comisión, expresó exactamente lo mismo: que era lo mínimo, pero que resultaba suficiente para el inicio del proceso y todo lo que este significaba.
Por eso, no me parece lógico decir hoy que todo partió mal y equivocadamente.
Sí podemos manifestar -y quiero corregir lo expresado al respecto por el Senador señor Orpis- que no se trata de la totalidad de los jueces.
Por desgracia, el Ejecutivo no cumplió al no asignar personal a todos.
El señor ORPIS .-
La mitad...
El señor GÓMEZ .-
¡Es un juez! ¡No son todos ni la mitad!
En definitiva, quiero puntualizar que hemos hecho un tremendo esfuerzo. Estamos saliendo adelante con este proyecto de ley. No es óptimo -ya lo expresamos (figura en las actas) todos los integrantes de la Comisión de Constitución-, pero resulta necesario.
Es indispensable avanzar en el proceso, señor Presidente . Y aquí existe una responsabilidad compartida del Poder Judicial . Se le dieron en la referida Comisión -insisto-, de modo transversal (desde el Presidente hasta el último de sus miembros), todos los elementos conducentes a obtener lo necesario para ese Poder del Estado. Y este avaló el proyecto.
Por eso, creo del caso aclarar la situación. Porque, si se produce un colapso, la responsabilidad no será del Parlamento.
Hicimos un esfuerzo tremendo, a sabiendas de que no tenemos facultades de ningún tipo en materia presupuestaria. Sin embargo, "trancamos" la iniciativa, porque para nosotros era importante que saliera bien. Pedimos opinión al Poder Judicial . Y la Ministra Herreros estuvo durante todo el debate habido en la Comisión: participó como un parlamentario más y le dimos la palabra artículo por artículo.
Por lo expuesto, no puedo aceptar que, como he escuchado acá, se pretenda responsabilizar al Parlamento.
El señor ORPIS .-
¡Pero es lógico!
El señor GÓMEZ.-
No me parece posible. Porque nosotros aprobaremos un proyecto que tiene el aval del Poder Judicial y la firma del Ejecutivo, y todo el significado de la discusión habida para que ello se lograra.
Por eso consideré necesario aclarar la situación, señor Presidente .
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.
El señor ESPINA.-
¿Me da una interrupción, Su Señoría?
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
El Senador señor Espina está inscrito para intervenir después
El señor GAZMURI.-
Señor Presidente, con la venia de la Mesa, concedo la interrupción solicitada.
El señor ESPINA.-
Muchas gracias, Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Espina.
El señor ESPINA.-
El señor Presidente de la Comisión de Constitución dijo exactamente la verdad. Y por lo que explicó Su Señoría solicité oficiar a la Corte Suprema y al Gobierno, pues una y otro manifestaron que el número de jueces no era suficiente.
Pero ocurre que la Corte Suprema partió con una tesis A -entiendo que estaba presente el Senador señor Gazmuri , Presidente de la Subcomisión , y lo que manifiesta el Honorable señor Gómez es exactamente la verdad- y señaló que se necesitaban 259 jueces. La señora ministra, quien la representó en la Comisión, sostuvo que menos magistrados significaban el colapso total y que la cifra mencionada era para salir de la UTI.
Nosotros llevamos a la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos la información que la propia Corte Suprema nos había proporcionado. Cuando le pregunté al Excelentísimo señor Presidente del Máximo Tribunal si el número de 95 jueces resultaba suficiente o insuficiente, me respondió que era suficiente.
A su vez, el Gobierno y el Ministro de Justicia han señalado que con esa cantidad de magistrados funcionará el sistema, de acuerdo con los cambios de procedimiento. Y la Corte también ha sostenido lo mismo.
Por mi parte, señor Presidente , lo único que deseo que quede claro, cuando sean contestados los oficios, es que alguien asume la responsabilidad en caso de que colapse el sistema. No quiero que esto último ocurra, pero creo que así sucederá. En consecuencia, el deber es que se conteste y que se asuma la responsabilidad -lo digo respetuosamente- que corresponde.
Porque nosotros hicimos una durísima defensa de nuestra posición -y deseo aclarárselo al Senador señor Orpis - y detuvimos el tratamiento de la iniciativa durante casi ocho meses. Pero el problema estuvo en que la gente siguió atendiéndose muy mal durante todo ese lapso. Entonces, so pretexto de que no se dispone de las herramientas para que el Gobierno efectúe cambios -este ha sostenido que el número de jueces que se contempla es suficiente y la Corte Suprema expresó lo mismo en la Subcomisión-, ¿vamos a tener el proyecto detenido?
Solo deseo, señor Presidente, que esos oficios permitan aclarar las responsabilidades del Gobierno y de la Excelentísima Corte Suprema en la materia.
Esa era la aclaración que deseaba hacer.
Doy las gracias al Senador señor Gazmuri y le ofrezco disculpas por usar tanto tiempo.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
La Mesa también hace suyos los oficios solicitados por el Honorable señor Espina.
Se agradece la buena voluntad al Senador señor Gazmuri , ya que ha terminado el Orden del Día.
--Queda pendiente la discusión particular del proyecto.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/4438-07