-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/645640/seccion/akn645640-po1-ds9-ds11
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/645640/seccion/akn645640-po1-ds9
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/645640
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3097
- rdf:value = " El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Julio Dittborn.
El señor DITTBORN.-
Señor Presidente, nunca me había sentido más interpretado que ahora con el discurso que acabo de escuchar del diputado Meza , aunque no tanto con la conclusión final, en cuanto a votar a favor del proyecto porque según sus palabras, si bien no es todo lo bueno que uno quiere, es un paso en la dirección correcta.
No voy a hablar como médico, porque no lo soy, sino como una persona que en su distrito ha visto el drama que significa que una enorme cantidad de adultos mayores no tenga acceso expedito a un profesional, lo que, en el caso de una mujer, le permitiría enhebrar una aguja o tejer. Por no contar con la atención de un profesional que solucione el problema, muchas veces van dejando de ser personas activas, útiles, teniendo todas las posibilidades para lograr ese objetivo. Este es un drama que viven muchas personas, especialmente adultos mayores.
He preguntado a los médicos por qué no existe un sistema como ocurre en diversos países para que otros profesionales de menor calificación solucionen muchos de estos problemas ópticos, incluso, en las mismas ópticas, sin tener que pedir hora para visitar a un médico especialista. Debo reconocer que nunca me ha convencido la respuesta que me han dado los médicos, quienes me han señalado que es muy importante el control profesional para descubrir eventuales problemas mayores que pudiere tener un paciente. Pero la realidad es que ese paciente ni siquiera tiene la posibilidad de llegar al médico porque cada vez que pide hora se la dan para tres, seis o nueve meses.
En Chile, el sector público de la salud cuenta con 450 médicos oftalmólogos que trabajan según me he enterado hoy once horas a la semana, lo que hace imposible que los adultos mayores o las personas de cuarenta o más años que empiezan a tener problemas menores a la vista producto del paso del tiempo, puedan tener acceso expedito a un oftalmólogo, especialmente, en los distritos y comunas más aisladas o en los hospitales a los cuales a las personas les cuesta mucho llegar. A eso hay que darle una solución.
Algunos colegas han señalado que debemos evitar irnos al otro extremo y crear un mercado persa de técnicos que prescriban anteojos o soluciones sin mayor cuidado. Estoy de acuerdo en eso, porque nadie quiere llegar a una situación extrema y crear eventuales problemas; pero me parece que la solución que da el proyecto no va a ser efectiva.
A mi juicio, la solución que se da en el proyecto sólo es una forma elegante de no hacer nada. Esa es la verdad. Aparecemos calmando nuestra conciencia al aprobar un proyecto que establece una solución intermedia que no es el mercado persa, pero se parece mucho a lo que existe hoy, que es absolutamente insuficiente. Cuando uno mira la realidad de países desarrollados, debe reconocer que allí no hay un mercado persa que haya causado enormes problemas. Al contrario, con mucha facilidad la gente va a una óptica para que un señor, que no es médico, le haga un análisis y le indique la razón de por qué ve mal y le recete anteojos. Es decir, la persona se va con una solución. Alguien podrá decir que ella podría tener un problema mayor que no fue descubierto por el óptico. En realidad, prefiero eso, que va a ocurrir en un porcentaje menor, pero vamos a resolver problemas, y no esta utopía de que no se pase nadie sin una visita al especialista para ver si tiene un problema mayor a la vista. A lo mejor, es verdad que estos técnicos no están en condiciones de solucionar todo, pero hay muchos problemas menores que no necesitan de un oftalmólogo para resolverlos. Esto es dramático, ya que aun cuando no es como un cáncer, hay personas que van dejando de ser útiles por un problema absurdo. Esto me consta porque muchas veces he regalado lentes para la presbicia y uno ve cómo le cambia la vida a las personas.
Estoy insatisfecho con este proyecto. Estoy seguro de que en dos años más nos vamos a dar cuenta de que esta iniciativa era absolutamente insuficiente, ya que no va a cambiar para nada la realidad del chileno medio, alejado de los centros hospitalarios y que no cuenta con los medios para ser atendido por un oftalmólogo en forma privada. Vamos a aprobar un proyecto que nos va a dejar con la conciencia más tranquila, pero que en la práctica, no va a resolver ningún problema real.
He dicho.
"
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion