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El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, sobre autorización de la construcción de monumentos en memoria de las víctimas de la masacre en la Escuela Santa María de Iquique, con informe de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y urgencia calificada de “simple”.
-Los antecedentes sobre el proyecto (4766-24 ) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 74ª, en 11 de diciembre de 2007.
Informe de Comisión:
Educación, sesión 22ª, en 20 de mayo de 2008.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
El propósito de la iniciativa, originada en una moción de los Diputados señora Isasi y de los señores Chauán y Sepúlveda , es conmemorar a las víctimas de la masacre ocurrida el 21 de diciembre de 1907 en la Escuela Santa María de Iquique, mediante la construcción de tres monumentos, en las ciudades de Iquique, Santiago y Valparaíso.
La Comisión discutió esta iniciativa tanto en general cuanto en particular, no obstante constar de 7 artículos, con el propósito de agilizar su tramitación. La aprobó por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Cantero , Chadwick , Navarro y Ruiz-Esquide , en los mismos términos en que lo hizo la Honorable Cámara de Diputados.
El texto pertinente se transcribe en el informe.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
En la discusión general del proyecto, tiene la palabra el Senador señor Cantero .
El señor LETELIER.-
Había pedido intervenir para referirme al punto anterior, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Pero ya pasó la oportunidad, señor Senador.
Tiene la palabra el Senador señor Cantero .
El señor LETELIER.-
Por respeto a nosotros, creo que corresponde ofrecer la palabra para hablar del tema anterior, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Pero no la pidió, señor Senador.
El señor LETELIER.-
¡Sí, lo hice!
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
No, señor Senador.
El señor LETELIER.-
Por respeto a nosotros creo que corresponde.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
No la solicitó, Honorable señor Letelier . En ese sentido, soy muy respetuoso.
El señor LETELIER.-
¡Sí, señor Presidente!
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
¡No! ¡No la pidió!
El señor LETELIER.-
Miró hacia un lado mientras yo levantaba la mano.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Yo siempre miro hacia delante.
El señor LETELIER.-
Solicité intervenir como jefe de un Comité. Me parece impropio que no me dé la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Como tiene el uso de la palabra el Senador señor Cantero , consulto a Su Señoría si puede conceder una interrupción al Honorable señor Letelier .
El señor CANTERO.-
Con mucho gusto, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Letelier .
)------(
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, con respecto al proyecto anterior, seguí el procedimiento determinado por la Mesa de apretar el botón para pedir la palabra.
Entiendo que el debate precedente no es secundario.
Respeto mucho el juicio del Senador señor Arancibia , quien ha expuesto una interpretación. Pero creo que corresponde que el punto se discuta en la Sala y no se resuelva administrativamente.
Se entiende -así por lo menos me parece- que estamos frente a un asunto de interpretación.
El artículo 65 de la Constitución señala: “Las leyes sobre amnistía y sobre indultos generales solo pueden tener origen en el Senado”.
Ha sido tradicional que se presenten proyectos de ley para conceder amnistía o indulto a personas por equis motivos.
La iniciativa propuesta tiene otro alcance. No cabe duda de ello. Tiene que ver con una ley interpretativa. Esta, a diferencia de lo que establece la Constitución, no necesita tener su origen en determinada Cámara. Una normativa de ese tipo puede tener origen en cualquiera de ellas.
En atención a ello y frente al pronunciamiento de la Mesa, pido que por lo menos se someta a consideración de la Sala la resolución adoptada respecto de esta materia. No sólo la considero errónea en lo literal, por cuanto no solo se trata de una ley interpretativa, sino porque, en el fondo, coarta la facultad de los parlamentarios para presentar este tipo de iniciativas.
Con la venia del señor Presidente y, por cierto, del Honorable señor Cantero , me gustaría dar una interrupción al Senador señor Gómez para que se refiera a este mismo punto.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Señores Senadores, el asunto claramente ya está resuelto.
El señor LETELIER.-
¡No!
El señor NARANJO.-
¿Cómo?
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Frente al problema, yo tenía la opción de consultar a la Sala o a la Comisión.
Pero, en su solo tenor literal, parece obvio que el proyecto se refiere a amnistía en general, sobre todo por la forma como viene redactada la parte final del inciso. No distingue qué capítulos o de qué forma; no. Habla de la amnistía en general, ya sea sobre interpretación u otra cosa.
Y, en ese entendido, en uso de mis atribuciones, lo declaré inadmisible.
El señor GÓMEZ.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Como la palabra la tiene el Senador señor Cantero , no sé si Su Señoría puede conceder una interrupción al Honorable señor Gómez .
El señor CANTERO.-
No tengo inconveniente, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Agradezco mucho la gentileza del señor Senador.
Tiene la palabra el Senador señor Gómez .
El señor GÓMEZ.-
Señor Presidente, agradezco al Senador señor Cantero la interrupción concedida.
Sucede que se trata de una materia muy trascendental. Y, a mi juicio, no podemos cometer el error de tomar una decisión de esa naturaleza por lo siguiente: la iniciativa presentada en la Cámara de Diputados no contenía lo referente a la amnistía, según señaló el Honorable señor Arancibia .
Si nos remitimos al informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, vemos en la página pertinente que se dice que, finalizada la discusión, el proyecto fue aprobado en general por tres votos a favor y una abstención; luego, que votaron favorablemente los Senadores que indica, etcétera.
Entonces, se aprobó el proyecto de la Cámara de Diputados.
En seguida, con la misma votación, la Comisión acordó introducir al texto aprobado por la Cámara de Diputados las siguientes enmiendas:
-“No hacer aplicables a los ilícitos penales que constituyen genocidio y crímenes de guerra y lesa humanidad la amnistía, el indulto y la prescripción de la acción penal y de la pena;”.
Es decir, la indicación se incorporó en el Senado. No viene de la Cámara Baja.
Por consiguiente, señor Presidente, pido que el proyecto sea enviado nuevamente a la Comisión, a fin de que lo podamos discutir antes de la declaración de inadmisibilidad. Porque creo que hay un error técnico en la decisión del señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Daré la palabra al señor Secretario, porque, casualmente, vuelvo a diferir de Su Señoría en cuanto a la forma como fue iniciado el proyecto en la Cámara de Diputados. Implícitamente tenía que ver con la amnistía.
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
Señores Senadores, entiendo que la interpretación del señor Presidente se refiere a lo siguiente: el texto aprobado por la Cámara de Diputados expresa: “Fíjase el verdadero sentido y alcance de las causales de extinción de responsabilidad penal que se establecen en el artículo 93 del Código Penal”. Y continúa el párrafo.
El artículo 93 del Código Penal señala: “La responsabilidad penal se extingue:
“3°. Por amnistía, la cual extingue por completo la pena y todos sus efectos.
“4°. Por indulto.”.
Entonces, el señor Presidente ha interpretado que la referencia del proyecto despachado por la Cámara de Diputados a las causales de extinción de la responsabilidad penal del artículo 93 del Código Penal dicen relación a amnistías e indultos.
)------(
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Prosigue la discusión del proyecto que autoriza la construcción de momentos en memoria de las víctimas de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique.
Puede continuar el Senador señor Cantero .
El señor CANTERO.-
Señor Presidente, después de este proyecto de homenaje, en la tabla figura una seguidilla de otras iniciativas que buscan rendir semejante tipo de reconocimiento a distintas personalidades del país.
Señor Presidente, hace ya varios años presenté un proyecto de ley destinado a dar respuesta al mandato constitucional de que una ley regulará las materias de honores públicos, los homenajes.
Esa ley no se ha dictado por negligencia, inoperancia y -diría- falta de interés del Gobierno. Al menos en cinco oportunidades se le ha pedido que, de una vez por todas, dé patrocinio a esa iniciativa, la que cuenta con amplio respaldo de la Comisión especialista -lo señaló en su momento en forma unánime- y de la Sala. Esto, para evitar que sigamos ocupándonos en este tipo de materias. Muchas veces resulta absolutamente impropio tratarlas en este nivel.
Cuando se trata de homenajes en comunas, en Regiones, resulta abusivo que se resuelva en el Parlamento lo que, a mi juicio, debe ser patrimonio de los ámbitos que cautela la descentralización: el regional y el comunal, ambos con autoridades elegidas en forma democrática.
Por eso, señor Presidente, primero anuncio mi voto a favor de la iniciativa, y luego, por enésima vez, solicito encarecidamente a la Mesa que pida al Ejecutivo su patrocinio al proyecto referido -que presenté hace ya mucho tiempo-, el que hasta ahora pareciera no tener interés en otorgar. Y, si este fuera el caso, ¡por Dios!, que envíe otro, pero que lo haga pronto y no se siga actuando con una negligencia, en mi opinión, inexcusable.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Se harán todas las gestiones que Su Señoría, con mucha razón, reclama.
Tiene la palabra el Honorable señor Navarro .
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, el jefe de esta bancada, Senador señor Letelier , me ha solicitado una interrupción.
Se la doy, con mucho gusto.
)-----(
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, de acuerdo con el Reglamento, solicito convocar a reunión de Comités.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Procederé a citarlos con el mayor agrado, señor Senador.
)-----(
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Puede continuar el Honorable señor Navarro .
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, con relación a la iniciativa que autoriza la construcción de monumentos a víctimas de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, quiero señalar que el Gobierno realizó en esa ciudad una actividad conmemorativa al cumplirse cien años de aquel suceso, a la cual tuve oportunidad de asistir.
En verdad, nos alegra que mediante el proyecto en debate se busque rememorar un acontecimiento que marcó trágicamente la historia de la lucha sindical obrera en el país y también, por cierto, la historia pública.
Debo hacer presente que las iniciativas acerca de la construcción de monumentos siempre son de Fácil Despacho y que, por el hecho de no ser con cargo al erario, establecen -en el presente caso y en otros que también figuran en tabla- que “se financiarán mediante erogaciones populares, obtenidas a través de colectas públicas, donaciones y otros aportes privados” en las fechas que determine una comisión especial en coordinación con el Ministerio del Interior.
Concuerdo con la petición de patrocinio formulada por el Senador señor Cantero para un proyecto tendiente a regular los homenajes consistentes en erección de monumentos, que suman decenas y decenas. Sin embargo, considerando la naturaleza del que ahora nos ocupa, destinado a recordar un hecho histórico lamentable, que debiera avergonzarnos e impulsarnos a trabajar duro y permanentemente para que jamás vuelva a ocurrir, creo que es insuficiente.
En 1997, siendo Diputado, presenté una iniciativa para autorizar la construcción de un monumento a don Clotario Blest . Han transcurrido diez años y el mecanismo de financiamiento por erogación popular, es decir, por colecta pública ha demostrado no ser efectivo.
Por supuesto, no todos los casos son iguales. En la tabla de hoy figura un proyecto -concurrimos con nuestro voto a aprobarlo en la Comisión de Educación- sobre erección de un monumento en memoria de don Ernesto Ayala Oliva , empresario de renombre en el país que según un importante sector merece tal reconocimiento. Pero la situación es diferente. Y tal vez quienes propiciaron la iniciativa se hallen en condiciones de hacer una mayor contribución para materializarla.
En el caso de don Clotario Blest , fundador de la CUT, líder sindical católico, como todos sabemos; hombre que murió en una pobreza franciscana -y esto no es solo retórica: vivió con los monjes franciscanos, vistió su hábito y compartió con ellos-, el monumento no ha podido ser realizado.
Volviendo al proyecto en debate, aparte de anunciar mi voto favorable, no puedo dejar de reseñar, en forma muy breve, el origen de la masacre de la Escuela Santa María de Iquique y de rescatar un elemento no menor y muy importante: que en noviembre de 1907, de los 40 mil operarios que trabajaban en las salitreras de Tarapacá y Antofagasta , aproximadamente 13 mil eran bolivianos y peruanos. Por lo tanto, entre los caídos, entre los asesinados en la Escuela Santa María de Iquique no solo había chilenos sino también decenas y decenas de ciudadanos y trabajadores peruanos y bolivianos.
Vale la pena evocar que, de acuerdo con las órdenes impartidas por el Presidente de la República señor Pedro Montt y su Ministro del Interior Rafael Sotomayor , el Intendente Provincial Carlos Eastman dispuso que se concentrara a los huelguistas en el camino de Cavancha, para forzar su regreso a las salitreras. Sin embargo, ellos desobedecieron esta instrucción y se atrincheraron en la Escuela Santa María .
La historia señala que la autoridad intentó convencer a los ocupantes de la Escuela de que depusieran su actitud, sin resultados positivos. Y el general Silva Renard ordenó abrir fuego contra los huelguistas.
Un Regimiento que se hallaba emplazado en la provincia y comuna de Concepción se llama “ Silva Renard ”. Más de alguna vez hemos dicho que las denominaciones, especialmente las de bienes nacionales de uso público, deberían efectuarse mediante un proceso de participación ciudadana. Ese Regimiento -fue trasladado- ostenta el nombre del general que ordenó abrir fuego contra los huelguistas. Murieron, según la Cantata Santa María de Iquique, cerca de tres mil personas; si uno revisa los documentos históricos, más de trescientas. Podemos hablar de centenares.
Creo que la ceremonia realizada por el Gobierno en conmemoración de los cien años de la matanza de la Escuela Santa María de Iquique deja una gran lección moral para Chile, Perú y Bolivia, porque allí murió gente de las tres nacionalidades. Y hoy día, cuando vamos a aprobar un proyecto que autoriza levantar monumentos en recuerdo de esos obreros asesinados, dejar su construcción supeditada a la erogación popular no me parece adecuado.
Señor Presidente, reitero que concuerdo con la iniciativa del Senador señor Cantero para regular este tipo de homenajes y que lo votaré a favor. Sin embargo, dadas las características y la connotación particular del que en este momento analizamos, pues no se trata de monumentos a una persona en especial sino a los caídos en una masacre que no queremos que se repita en el país, solicito que sean financiados mediante recursos directos del Estado.
Deseamos que esas obras sí existan y que sean la fiel imagen de un hecho que la historia de Chile no puede volver a recoger, y que no pasen diez o veinte años sin que sean concretadas.
Señor Presidente, voy a votar a favor del proyecto porque tengo la convicción de que el levantar esos monumentos a los obreros del salitre implica no olvidar la historia. Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.
Para tal efecto, voy a insistir -ojalá el resto del Senado pudiera acompañarme en ello- en la petición expresa de que el Gobierno contribuya con fondos públicos al financiamiento de la iniciativa.
He dicho.
)-----(
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Señores Senadores, procederé a suspender la sesión por algunos minutos a fin de efectuar la reunión de Comités solicitada por el Senador señor Letelier .
El señor ORPIS.-
¿La Sala podría funcionar en forma paralela, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Señor Secretario, ¿el Vicepresidente también debe participar en la reunión de Comités?
El señor HOFFMANN (Secretario General).-
No es necesario, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).-
Entonces, continúa la sesión.
)-----(
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, como Senador por la Región de Tarapacá y en representación de la Unión Demócrata Independiente anuncio que vamos a apoyar la moción presentada por los Diputados señora Isasi y señor Chahuán.
Se trata de rendir un homenaje y erigir un monumento en memoria de las víctimas de la matanza ocurrida en la Escuela Santa María de Iquique el 21 de diciembre de 1907.
Tal como señaló un señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra, en aquella época en la Región de Tarapacá y Antofagasta trabajaban alrededor de 40 mil personas en las salitreras.
En ese período se vivió una situación económica difícil en ellas producto de una depreciación de la moneda. Adicionalmente, las malas condiciones laborales en que se hallaban los trabajadores hizo surgir el movimiento obrero en Chile.
En diciembre de dicho año se declararon en huelga y esta se extendió a todas las salitreras. Marcharon hacia Iquique , se alojaron en la Escuela Santa María y presentaron un pliego de peticiones con reivindicaciones sociales y laborales. Ello, tal como dice la moción, representa la culminación del malestar por los abusos que se cometían en contra de quienes laboraban en las salitreras.
Las reuniones se sucedieron sin resultados positivos.
En la tarde del 20 de diciembre una patrulla militar disparó a un grupo de trabajadores que se dirigía hacia el puerto, resultando varios de ellos muertos.
Los obreros en huelga ocupaban la Escuela Santa María . Lamentablemente, el 21 de diciembre se dio la orden de disparar. Murieron 150 y más de 200 resultaron heridos.
Con esta matanza, señor Presidente, la clase dirigente comienza a reconocer lo que se denomina “la cuestión social”.
En menos de un año, en junio de 1908, el entonces Presidente de la República don Pedro Montt reconoció que era necesario dar mayores garantías en los contratos de trabajo y preocuparse de las condiciones de los obreros.
Junto con rendir un homenaje a las víctimas, este triste episodio de nuestra historia -que bien vale la pena recordar- reviste, a mi juicio, otros alcances.
En primer lugar, es el inicio de la lucha de los trabajadores y sus dirigentes para alcanzar mejores condiciones sociales.
En segundo término, es el reconocimiento -tardío por cierto- de la clase dirigente de la época de que debían hacerse cargo de la situación de los trabajadores.
Por último, señor Presidente, este homenaje constituye también un serio llamado de atención a las autoridades, independiente de los períodos, para anticiparse a los problemas, a las situaciones, y no reaccionar cuando ya han sido sobrepasadas por estos, especialmente cuando se traspasan ciertos límites. El diálogo jamás debe romperse.
Por tales razones, voy a apoyar esta moción, que busca rendir homenaje a las víctimas de la matanza acaecida en la Escuela Santa María de Iquique, al igual como lo harán todos los Senadores de la Unión Demócrata Independiente.
He dicho.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Naranjo .
El señor NARANJO.-
Señor Presidente, el 21 de diciembre de 1907 se escribió una de las páginas más negras de la historia de la represión obrera en nuestro país al asesinarse en la Escuela Santa María de Iquique a más de 2 mil obreros.
Era la culminación de la represión antiobrera que los diversos Gobiernos de la época venían ejerciendo en contra de la justa lucha que los trabajadores desarrollaban a lo largo de todo nuestro país desde hacía varios años.
A modo de ejemplo, basta solo recordar la denominada “huelga de la carne” de 1905 que culminó con más de 70 muertos y 300 heridos.
Señor Presidente, la huelga que concluyó en la referida matanza tenía como centro una serie de reivindicaciones que ya habían sido planteadas en movilizaciones anteriores: eliminación del sistema de pago mediante fichas; jornales a tipo de cambio fijo; comercio, balanza y vara para los pesos y medidas de las pulperías; locales para las escuelas nocturnas de los obreros; indemnizaciones y desahucios. Es decir, se trataba de poner fin a las condiciones misérrimas de trabajo a que eran sometidos los trabajadores del salitre, a pesar del auge en la explotación de este recurso natural.
Es así como el 10 de diciembre de 1907 se empezará a gestar este movimiento al declararse la huelga general en las salitreras San Lorenzo y Alto San Antonio , que será conocida, en un primer momento, como la “huelga de los 18 peniques”, debido a que los jornaleros pedían el pago de sus salarios en este tipo de cambio.
Sin embargo, como una bola de nieve que cae por una pendiente, poco a poco se irán incorporando todas las salitreras, mientras los obreros solicitaban la mediación del Gobierno, ya que estas eran propiedad de empresas inglesas.
De esa forma, más de 12 mil trabajadores bajaron a Iquique, hecho que generó temor en las autoridades.
Por esto, después de una semana de infructuosas negociaciones, el Gobierno tomó la decisión de reprimir. Había que terminar con la huelga, a sangre y fuego, ya que su éxito podía establecer un peligroso precedente para el resto del país.
Con este objetivo se trasladaron desde Santiago tres regimientos, que vinieron a reforzar los dos que existían en Iquique.
El 17 de diciembre llegó desde Arica el crucero Blanco Encalada con el Regimiento Rancagua ; y el 18, el crucero Esmeralda con el Regimiento de Artillería de Marina.
Si bien es cierto que quien ordenó disparar fue, finalmente, el General de Ejército Roberto Silva Renard, el responsable directo fue el Gobierno del Presidente Montt.
El resultado de ello fue el frío asesinato de más de 2 mil obreros.
Esta decisión demostró la incapacidad del Gobierno del Presidente Montt y, principalmente, del sistema político-social vigente en nuestro país para comprender y resolver los diversos problemas sociales que lo azotaban. En especial, que mediante la represión dichas movilizaciones no iban a parar, pues existía un movimiento obrero en alza que venía adquiriendo diversas formas de organización.
Si bien es cierto que esta matanza generó la toma de conciencia en gran parte de nuestra población acerca del problema obrero y se obtuvieron algunas reivindicaciones puntuales y menores, no se logró que durante los años posteriores se dictara una legislación que incorporara los derechos de los trabajadores.
La historia oficial, presente en nuestra sociedad por muchos años, ocultó o minimizó esta cruel y alevosa matanza. Por larga data la historia de Chile que se enseñaba a nuestras niñas y niños en las escuelas y liceos no hablaba de ella. Serán las organizaciones obreras y los Partidos de Izquierda los que reivindicarán a los caídos por décadas.
Pero será quizás la famosa e incomparable Cantata Santa María de Iquique , interpretada por el grupo Quilapayún , la que finalmente la sacará del olvido generando conciencia en los chilenos acerca de la gravedad de esta masacre que constituye la mayor violación a los derechos humanos en nuestra historia hasta septiembre de 1973.
Verdad histórica que será nuevamente proscrita entre septiembre de 1973 y marzo de 1990.
Considero que habiendo transcurrido más de 100 años desde los trágicos sucesos de la Escuela Santa María de Iquique, los chilenos aún mantenemos una deuda social con estos trabajadores mártires. Y una forma de pagarla en parte es, justamente, con la construcción de diversos monumentos en su memoria. De tal modo que las generaciones futuras conozcan lo que ocurrió un 21 de diciembre de 1907, siendo además una manera de señalar en forma muy clara y precisa que su sacrificio no fue en vano.
Por último, debo señalar que respaldaré decididamente la iniciativa en debate, por cuanto es una respuesta muy concreta y precisa a lo que significó esa matanza en Iquique.
Por eso, apoyaremos este proyecto, señor Presidente.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Como los Comités están reunidos en forma paralela, no tenemos quórum para votar en la Sala.
--Queda pendiente la discusión general.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Se suspende la sesión por 5 minutos.
)---------(
-Se suspendió a las 18.
-Se reanudó a las 18:16.
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Continúa la sesión.
Iniciaremos la hora de Incidentes.
El señor VÁSQUEZ.-
¿Queda suspendido el tratamiento del proyecto?
El señor PROKURICA (Vicepresidente).-
Así es, Su Señoría. La discusión general quedó pendiente.
"
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