-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/646396/seccion/akn646396-po1-ds8-ds13
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1745
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1745
- rdf:value = "
El señor TUMA.-
Señora Presidenta , quizás uno de los hechos más crudos que se dan en contra de un acto de consumo es el privar al consumidor de poder elegir una opción de precio.
Cuando tenemos alguna figura monopólica, el Estado interviene para regular ese precio. Pero se priva al Estado de regularlo cuando, aparentemente, el mercado está compitiendo.
Pero la ausencia de competencia real constituye un atentado en contra de los consumidores, especialmente de los más vulnerables.
Por lo tanto, la colusión no es cualquier delito, es uno de alta peligrosidad. Este se comete en perjuicio de los que más sufren, quienes confían en que estamos estableciendo condiciones para favorecer la igualdad de competencia.
Dicha igualdad debería ser garantizada no solo para quien consume, sino también para el que produce y el que quiere competir.
Sin embargo, todos los días desde hace muchos años vemos numerosas víctimas de los abusos de un modelo económico altamente concentrador.
Enumero algunos ejemplos que dan cuenta de esa concentración: en telefonía celular, el 99 por ciento de la facturación la realizan solo tres empresas; en el ámbito de los supermercados, solo tres controlan el 85 por ciento del total; en farmacias, el 90 por ciento de este mercado es manejado por tres cadenas; en materia de combustibles, una sola compañía controla el 65 por ciento de la facturación; en AFP -¡para qué vamos a decir!-, el 75 por ciento es cubierto solo por tres administradoras; en isapres, cinco instituciones facturan el 95 por ciento de este rubro; en bancos, cuatro de ellos manejan el 70 por ciento del mercado; en detergentes, dos marcas son capaces de facturar el 95 por ciento, y en producción de papeles, la posición dominante controla el 90 por ciento del mercado, como hemos visto en el último caso de colusión.
Podría seguir mencionando más casos, señora Presidenta . Pero los ya indicados nos dan una idea del modelo de sociedad económica que nos rige, en la cual supuestamente los mercados compiten, pero, en realidad, ello no sucede.
Además de no existir verdadera competencia y de constatar que unos pocos grupos económicos controlan la economía, se cometen actos de colusión. Esto implica no dejar competir a los otros y constituye un serio atentado contra el bajo presupuesto de los sectores más vulnerables. ¡Para qué vamos a hablar del daño que se causa a los pensionados!
Por eso tenemos que buscar fórmulas para sancionar fuertemente dichas prácticas, que es en lo que estamos hoy día.
De los tres proyectos que están en tabla en esta materia, el primero -entre sus autores está el Senador señor Espina , quien ha liderado este debate y es integrante de la Comisión de Constitución- tiene como finalidad reponer la pena de privación de libertad por actos de colusión.
Cabe recordar que dicha sanción se perdió el año 2003. Hago presente, con mucho orgullo, que en aquella oportunidad el entonces Diputado Eduardo Saffirio y yo (también en calidad de Diputado en ese momento) fuimos los únicos que en la Comisión y en la Sala votamos en contra de la despenalización.
Posteriormente, en 2013, los cuatro Senadores de la bancada del PPD (Senadores señores Quintana, Girardi, Lagos y quien habla), presentamos una iniciativa para reponer la pena de privación de libertad para los delitos de colusión.
Para perfeccionar y complementar dicho proyecto y el que nos ocupa, el Senador señor Ossandón y yo planteamos otra propuesta legislativa, pues consideramos que no era justo continuar con tal impunidad.
Existe la sensación generalizada de que en estos delitos de cuello y corbata nadie va a la cárcel. Queremos modificar las atenuantes a fin de obligar al tribunal a imponer necesariamente penas de privación de libertad para ese tipo de conductas.
Vamos a seguir trabajando en el análisis de las tres iniciativas que se encuentran en tabla. Ellas servirán de insumo, aportando contenido, para el debate del proyecto que viene de la Cámara de Diputados.
Esperamos que, en el marco de la discusión de esa propuesta legislativa, que es más integral que las que hemos estado presentando, podamos realmente satisfacer una aspiración de los ciudadanos y demostremos que tenemos la capacidad de encerrar en la cárcel a quienes cometen esos delitos, además de establecer las multas y las compensaciones para cubrir el daño causado a los consumidores.
Porque ellos también quieren saber cómo se va a reparar el perjuicio de que han sido objeto. En el proyecto del Ejecutivo se contempla un conjunto de medidas que apuntan en esa dirección.
Por eso, señora Presidenta , creo que aprobando las tres iniciativas en tabla vamos en el camino correcto. Ellas servirán de contenido para debatir con propiedad la propuesta más integral que llegó desde la Cámara Baja, presentada por el Gobierno.
Voto favorablemente.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/646396/seccion/akn646396-po1-ds8
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/646396