REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 356� Sesi�n 1�, en martes 11 de marzo de 2008 Ordinaria (De 16:20 a 18:59) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, PRESIDENTE, Y CARLOS OMINAMI PASCUAL, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y JOS� LUIS ALLIENDE LEIVA, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s���������...................................................... Expresiones del Honorable se�or Frei al dejar Presidencia del Senado���.. Proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que modifica el C�digo Penal y la Ley de Control de Armas con el fin de sancionar a internos de un establecimiento penitenciario que fabriquen, proporcionen o porten armas (5653-07) (se aprueba en particular)����. V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de reforma constitucional, en primer tr�mite, que modifica los art�culos 15 y 18 de la Carta Fundamental a fin de consagrar el sufragio como un derecho de los ciudadanos y la inscripci�n autom�tica de estos en los registros electorales (3544-07) (queda pendiente su discusi�n general)�����.. VI. TIEMPO DE VOTACIONES: Solicitud de medidas para fomento de reciclaje de desechos electr�nicos. Proyecto de acuerdo (S 1040-12) (se aprueba)����. Acuerdo humanitario para liberaci�n de secuestrados en Colombia. Proyecto de acuerdo (S 1036-12) (se aprueba)�����. Medidas para que don Mauricio Hern�ndez Norambuena cumpla resto de condena en Chile. Proyecto de acuerdo (S 1043-12) (se aprueba)���.. VII. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)�����. Efectos por cambios en pol�tica habitacional respecto de Fondos Solidario de Vivienda y de Protecci�n al Patrimonio Familiar. Oficio (observaciones del se�or Mu�oz Barra)����� Respuesta a declaraciones de Diputado se�or Rodrigo Gonz�lez sobre juicio por programas generadores de empleo (observaciones del se�or Arancibia)��� Solicitud de antecedentes sobre pol�tica habitacional. Oficio (observaciones del se�or P�rez Varela)����� Soluci�n pol�tica para ex trabajadores de ENACAR. Oficio (observaciones del se�or P�rez Varela)����� VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Allamand Zavala, Andr�s --Alvear Valenzuela, Soledad --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Bianchi Chelech, Carlos --Cantero Ojeda, Carlos --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Escalona Medina, Camilo --Espina Otero, Alberto --Flores Labra, Fernando --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Girardi Lav�n, Guido --G�mez Urrutia, Jos� Antonio --Horvath Kiss, Antonio --Kuschel Silva, Carlos --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Letelier Morel, Juan Pablo --Longueira Montes, Pablo --Matthei Fornet, Evelyn --Mu�oz Aburto, Pedro --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Navarro Brain, Alejandro --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�rez Varela, Victor --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --V�squez �beda, Guillermo --Zald�var Larra�n, Adolfo Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros de Hacienda, don Andr�s Velasco Bra�es y Secretario General de la Presidencia, don Jos� Antonio Viera-Gallo Quesney. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Alliende Leiva. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 20 se�ores Senadores. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Las actas de las sesiones 88� y 89�, ordinarias, en 4 y 5 de marzo del a�o en curso, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Dos de Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica: Con el primero informa que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del art�culo 73 de la Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica, respecto del proyecto de ley sobre acceso a la informaci�n p�blica (bolet�n N� 3.773-06). --Se tom� conocimiento y se mand� comunicar al Excelent�simo Tribunal Constitucional. Con el segundo retira y hace presente la urgencia, calificada de "suma", acerca del proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que regula el lobby (bolet�n N� 3.407-07). --Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificaci�n y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Oficios Dos de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero comunica que ha aprobado las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto que introduce modificaciones a la Ley General de Servicios El�ctricos respecto de la generaci�n de energ�a el�ctrica con fuentes de energ�a renovables no convencionales (bolet�n N� 4.977-08). --Se toma conocimiento y se manda archivar el documento junto con sus antecedentes. Con el segundo informa que ha aprobado el proyecto de ley que establece rebaja transitoria al impuesto a las gasolinas automotrices y modifica otros cuerpos legales (con urgencia calificada de "suma") (bolet�n N� 5.752-05). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. Dos del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Con el primero remite copia autorizada de la sentencia reca�da en la acci�n de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulada respecto del art�culo 107 de la Ley General de Bancos. --Se toma conocimiento. Con el siguiente remite copia autorizada de un requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad formulado en contra del art�culo 21 del decreto ley N� 2.186, de 1978, Ley Org�nica de Expropiaciones. --Se toma conocimiento y se remiten los antecedentes a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Del se�or Ministro del Interior, mediante el cual contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Navarro, referido al estado de salud de la se�ora Patricia Troncoso. Del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, por medio del cual remite copia de la carta respuesta de la Organizaci�n Mundial del Trabajo (OIT), relativa al adecuado entendimiento del art�culo 35 del Convenio N� 169. Del se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social, a trav�s del cual da respuesta a un oficio cursado en nombre del Senador se�or Frei, referido a los planteamientos formulados por el Comit� de Derechos Humanos de la Provincia Cordillera. Seis del se�or Ministro de Obras P�blicas: Con los dos primeros responde igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Romero, referidos, respectivamente, a la eventual concesi�n vial del MOP de la Ruta F 30-E, tramo Conc�n-Ruta 5 Norte, y al estado de avance del proyecto para desarrollar la zona del embalse Los Aromos. Con el tercero contesta un oficio remitido en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la construcci�n del nuevo Puente Caut�n en Lautaro y al mejoramiento y reparaci�n del Puente Caut�n en la Ruta S-11-R y accesos. Con el cuarto da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Kuschel, sobre el estado de avance de la construcci�n de una rampa para pasajeros y carga, en isla Chaull�n, comuna de Quell�n, D�cima Regi�n. Con el siguiente responde un oficio remitido en nombre del Senador se�or P�rez Varela, tocante a la denominada "Concesi�n Autopista Concepci�n Cabrero y Red Vial del Biob�o". Con el �ltimo responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, referido a la contaminaci�n de las aguas del r�o Mataquito y la bah�a correspondiente. De la se�ora Ministra Presidenta de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, mediante el cual contesta un oficio enviado a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica en nombre del Honorable Senado, con el prop�sito de que se elabore una metodolog�a destinada a cuantificar el impacto que tienen las emisiones de carbono que inciden en el calentamiento global en el presupuesto de cada �rgano y servicio p�blico, municipalidades y Poderes Legislativos y Judicial. Del se�or Director Nacional del Servicio Nacional del Consumidor subrogante, por medio del cual remite la "Memoria Anual 2007 del Consejo de Administraci�n del Fondo Concursable para las iniciativas de las Asociaciones de Consumidores". Del se�or Director Ejecutivo de CONAF subrogante, a trav�s del cual env�a informaci�n de las bonificaciones forestales otorgadas durante el a�o 2007. De la se�ora Presidenta de la Comisi�n Asesora Presidencial para la Protecci�n de los Derechos de las Personas, mediante el cual remite una copia del Cuarto Informe de las actividades de la referida Comisi�n durante el �ltimo trimestre del a�o 2007. Dos de la se�ora Intendenta de la Regi�n del Biob�o, a trav�s de los cuales da respuesta a igual n�mero de oficios remitidos en nombre del Senador se�or Navarro, referidos, respectivamente, a las postulaciones al Programa de Pavimentaci�n Participativa en la comuna de Hualqui, y a la construcci�n de un nuevo estadio en la ciudad de Chill�n, con ocasi�n del pr�ximo campeonato mundial de f�tbol femenino. Dos del se�or Intendente de la Regi�n de Los R�os, por medio de los cuales responde dos oficios enviados en nombre del Senador se�or Frei, referidos, respectivamente, a proyectos de inversi�n privada en energ�a en diversas comunas de la mencionada Regi�n, y a los planteamientos profesionales y educativos formulados por la persona que indica. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes Dos de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a, reca�dos en los siguientes asuntos: 1.- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores se�ores Horvath, Espina, Gazmuri, G�mez, Kuschel, Mu�oz Aburto, Navarro, N��ez, Orpis, Prokurica, Ruiz-Esquide y V�squez, mediante el cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica, que promueva un acuerdo humanitario en Colombia, con el fin de permitir la liberaci�n de todos los secuestrados, incluyendo a do�a Ingrid Betancourt (bolet�n S 1.036-12). 2.- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores se�ores Naranjo, �vila y Mu�oz Aburto, por medio del cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica que adopte las medidas que permitan que el se�or Mauricio Hern�ndez Norambuena cumpla en Chile la pena a que fue condenado en la Rep�blica Federativa del Brasil (bolet�n N� S 1.043-12). --Quedan para el Tiempo de Votaciones de la pr�xima sesi�n ordinaria. Moci�n Del Senador se�or Escalona, mediante la cual inicia un proyecto que modifica la Ley sobre Control de Armas, con el fin de regular la posesi�n o tenencia de armas de fuego (bolet�n N� 5.762-02). --Pasa a la Comisi�n de Defensa Nacional. Proyecto de acuerdo De los Senadores se�ores Naranjo, Mu�oz Aburto y Navarro, a trav�s del cual solicitan a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica que instruya al se�or Ministro de Hacienda para que, con cargo al Presupuesto del Sector P�blico, se contraten seguros de vida en favor de los familiares de los funcionarios de Carabineros de Chile muertos en actos de servicio (bolet�n N� S 1.046-12). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. Comunicaciones De los Senadores se�ores Frei y Ominami, mediante las cuales presentan sus renuncias a los cargos de Presidente y Vicepresidente del Senado, respectivamente. --Se aceptan y se proceder� a la elecci�n de sus reemplazantes despu�s de la Cuenta de la pr�xima sesi�n ordinaria de la Corporaci�n. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la Cuenta. Tiene la palabra el se�or Secretario. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Los Comit�s, en sesi�n de hoy, resolvieron por unanimidad lo siguiente: 1.- Votar en la presente sesi�n los proyectos de acuerdo con informes de Comisi�n, de los que se acaba de dar cuenta. 2.- Fijar nuevos plazos para presentar indicaciones a los siguientes asuntos: -Proyecto de ley que establece normas para la plena integraci�n social de las personas con discapacidad, hasta el lunes 7 de abril, a las 12; -Proyecto que introduce modificaciones org�nicas y procedimentales a la ley N� 19.968, que crea los tribunales de familia, hasta hoy, a las 18. Las indicaciones deber�n ser entregadas en la Secretar�a de la Comisi�n de Hacienda; -Proyecto de ley que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, hasta el pr�ximo lunes 17, a las 12; -Proyecto de ley sobre operaci�n de embalses frente a alertas y emergencias de crecidas, y otras medidas que indica, hasta el lunes 31 de marzo, a las 12; -Proyecto de ley que fortalece y perfecciona la jurisdicci�n tributaria, hasta ma�ana, a las 12. Las indicaciones deber�n ser presentadas en la Secretar�a de la Comisi�n; y -Proyecto de ley sobre vegetales gen�ticamente modificados, hasta el lunes 17 de marzo, a las 12. )---------------------( El se�or RUIZ-ESQUIDE.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, deseo que se oficie en mi nombre al se�or Ministro de Hacienda, solicit�ndole el pronto env�o de las indicaciones -que se hallan pendientes- al proyecto que establece normas para la plena integraci�n social de las personas con discapacidad, a fin de que esta materia quede resuelta la pr�xima semana. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Si le parece a la Sala, se enviar� el oficio solicitado. Acordado. )---------------------( El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se�ores Senadores, tal como se ha dado a conocer en el �ltimo punto de la Cuenta, quien les habla y el Honorable se�or Ominami hemos presentado nuestra renuncia a los cargos de Presidente y Vicepresidente de esta Corporaci�n, respectivamente. Y quiero, por lo tanto, pronunciar algunas palabras de agradecimiento. EXPRESIONES DE HONORABLE SE�OR FREI AL DEJAR PRESIDENCIA DEL SENADO Vengo en honrar el compromiso que adquir� hace precisamente dos a�os, cuando asum� la presidencia del Senado. Vengo con la tranquilidad y satisfacci�n de haber respondido a la confianza que depositaron en m� los Senadores que me eligieron. Concluyo el ejercicio de este cargo con un sentimiento de profundo agradecimiento a ustedes. M�s all� de las naturales diferencias pol�ticas, hemos podido trabajar juntos en un clima de amistad c�vica, anteponiendo siempre el bien superior de Chile por sobre cualquier otra consideraci�n. Hago extensiva mi gratitud a todas las personas que diariamente se desempe�an en esta Corporaci�n -especialmente a los se�ores Secretario y Prosecretario, y a toda la gente que trabaja con nosotros-, cuyo esfuerzo y dedicaci�n permiten el normal funcionamiento de una instituci�n que cumple un rol fundamental en nuestro sistema democr�tico. Balance de la actividad legislativa En estos dos a�os, podemos decir con satisfacci�n que el Senado ha visto realzada su funci�n pol�tica en la democracia chilena. Lo hemos logrado desarrollando una intensa agenda legislativa, que se tradujo en la realizaci�n de 181 sesiones, en las que se aprobaron 322 iniciativas de ley, 31 tratados o convenios internacionales y se suscribieron 123 proyectos de acuerdo. Entre ellos, quiero destacar el despacho de las leyes sobre reforma previsional; subcontrataci�n; creaci�n de las Regiones de Arica y Parinacota y de Los R�os; bosque nativo; la normativa que establece un sistema nacional de aseguramiento de la calidad de la educaci�n, y la que protege a los funcionarios p�blicos que denuncian irregularidades y faltas al principios de probidad, entre otras. Asimismo, fueron aprobados relevantes convenios internacionales suscritos por nuestro pa�s, entre los cuales se encuentran los tratados de libre comercio con China y Jap�n; el acuerdo de alcance parcial con la India; el de asociaci�n econ�mica con el Pac�fico 4, con Singapur, Nueva Zelandia y Brunei; la Convenci�n de las Naciones Unidas contra la Corrupci�n, y -la semana pasada- el Convenio N� 169 de la OIT, sobre los pueblos originarios. La diplomacia parlamentaria Por otro lado, en estos dos a�os incrementamos los lazos y el prestigio internacional del Senado afianzando la diplomacia parlamentaria y apoyando la pol�tica de relaciones exteriores del Estado de Chile. Junto a varios Senadores, tuve la oportunidad de visitar, entre otros pa�ses, Estados Unidos, China, Jap�n, Canad�, estrechando las relaciones de cooperaci�n mutua con los parlamentos de dichas naciones. Quiero destacar la naturaleza institucional de cada uno de esos viajes. En todos ellos me preocup� de integrar a las delegaciones a Senadores de todos los sectores y que representaran a Chile y no a una corriente pol�tica en particular. Pero tambi�n nos preocupamos de hacer del Senado un lugar m�s abierto y m�s accesible a la ciudadan�a. Es as� como en los �ltimos a�os dimos pasos fundamentales en su fortalecimiento democr�tico, por ejemplo, poniendo en pr�ctica la nueva norma constitucional que establece que los actos de la Administraci�n son todos de car�cter p�blico. Ello se hizo efectivo a trav�s de la eliminaci�n de las votaciones y sesiones secretas para temas como la aprobaci�n o rechazo de los nombramientos de la Presidenta de la Rep�blica para nuevos ministros de la Corte Suprema, consejeros del Banco Central y miembros del Tribunal Constitucional, entre otros. De este modo, los ciudadanos pueden conocer en profundidad los contenidos y debates en decisiones relevantes, rompiendo as� una cultura del secretismo, que ciertamente no es amiga de la democracia. Adem�s, hemos profundizado la transparencia de la gesti�n del Senado incrementado la informaci�n de car�cter administrativa que se publica absolutamente in extenso en nuestro sitio web. Por �ltimo, quiero destacar la recuperaci�n del edificio institucional en el ex Congreso Nacional, en Santiago. Parte importante de este inmueble, donde hasta hace poco funcion� la Canciller�a, fue rehabilitado para ser usado por los Senadores. Me parece que este es un hito de gran importancia, porque es un s�mbolo de continuidad de las mejores tradiciones democr�ticas de nuestro pa�s. Reflexiones para lo que viene Estimadas Senadoras y estimados Senadores: El t�rmino de mi per�odo como Presidente de la C�mara Alta nos encuentra en un momento muy especial de nuestro pa�s. Los siguientes dos a�os estar�n marcados por las elecciones municipales de octubre pr�ximo y los comicios parlamentarios y presidencial del 2009. Ciertamente, este horizonte electoral va a agudizar el tono del debate, poniendo m�s de relieve los intereses partidarios y de las respectivas alianzas pol�ticas. Debemos evitar esa tentaci�n. Estamos frente a un a�o que se nos presenta con muchos desaf�os desde el punto de vista econ�mico, dada la existencia de una serie de fen�menos que ya est�n afectando de manera sensible la calidad de vida de muchos miles de familias chilenas. Son los casos de la sequ�a, la estrechez energ�tica, el aumento de los precios en productos de consumo b�sico y la baja del tipo de cambio, que impacta severamente a todo nuestros sector exportador. Todo ello da cuenta de un momento complejo para el pa�s, y su tratamiento, m�s all� de las leg�timas aspiraciones de cada coalici�n, nos exige una mirada atenta y constructiva. Por eso, hoy d�a quiero invitar al Gobierno, a la Concertaci�n y a la Oposici�n a priorizar nuestra agenda pol�tica con aquellos temas que son urgencias para nuestros compatriotas, actuando con diligencia y altura de miras. Sin perjuicio de lo anterior, los desaf�os inmediatos no pueden consumir todas nuestras energ�as. Tambi�n hay consensos que debemos construir y profundizar en torno a materias que permanecen pendientes y que siguen limitando nuestro potencial de crecimiento. Me refiero a la regionalizaci�n, a la diversificaci�n de la matriz energ�tica, a la profundizaci�n de la democracia, al fortalecimiento de nuestra competitividad internacional, a la necesidad de consolidar una cultura de la probidad en el ejercicio del servicio p�blico, a promover una educaci�n de calidad y con igualdad de oportunidades y a fomentar la ciencia e investigaci�n en �reas relevantes para nuestro pa�s. En definitiva, tenemos una amplia agenda nacional sobre la cual el pa�s espera cooperaci�n y perspectiva de futuro. En ella el Senado tiene que cumplir su rol, reafirmando su vocaci�n hist�rica de ser el lugar del estudio reflexivo y sereno de los grandes proyectos nacionales, a trav�s del debate respetuoso y la b�squeda de los acuerdos. No puedo evitar dedicar unas breves palabras al momento que atraviesa la Concertaci�n. Seg�n lo que se acord� en marzo del 2006, hoy me habr�a correspondido entregar la Presidencia de la C�mara Alta a un Senador de nuestra coalici�n. No obstante, por las realidades pol�ticas que conocemos, esto no ser� posible. Me duele que no hayamos sido capaces de mantener la mayor�a que el pueblo nos entreg� en las �ltimas elecciones parlamentarias. Debieron pasar diecis�is a�os para lograr que al fin la voluntad de la ciudadan�a se expresara fielmente en el Senado. Y, sin embargo, no tuvimos la madurez ni la capacidad pol�tica para usarla en beneficio de Chile. Los partidos, sus dirigentes y nosotros, los parlamentarios, debemos reflexionar sobre lo que aqu� ha ocurrido. Hay algo que la Concertaci�n no est� haciendo bien. De no enmendar el rumbo, de no cambiar nuestros estilos y pr�cticas, no solo la ciudadan�a nos quitar� el respaldo mayoritario que siempre nos ha entregado en todos estos a�os, sino que tampoco estaremos en condiciones de ofrecer un proyecto atractivo y confiable para el pa�s. La historia castiga a quienes no reconocen sus errores y perseveran en ellos. �ltimas palabras Se�oras Senadoras, se�ores Senadores, estimadas amigas y estimados amigos, les reitero mi agradecimiento a todos ustedes por la colaboraci�n, confianza y respeto que tuvieron siempre hacia este Presidente durante estos a�os. Espero que ese mismo esp�ritu se mantenga durante la gesti�n de mi sucesor. Siempre procur� respetar los derechos de cada uno de ustedes, as� como tambi�n defender las atribuciones e independencia del Senado, que son valores esenciales para garantizar la gobernabilidad democr�tica. Deseo hacer un especial reconocimiento a los Senadores se�ores Jaime Naranjo y Carlos Ominami, que me acompa�aron en estos dos a�os en la Vicepresidencia, por su aporte, por su cooperaci�n, por su lealtad en cada una de las iniciativas que nos toc� llevar a cabo. Quiero tambi�n expresar mi gratitud a los habitantes de mi circunscripci�n, la Regi�n de Los R�os y las comunas de Osorno, San Pablo y San Juan de la Costa. A ellos les reafirmo mi compromiso de seguir trabajando para que puedan tener una vida mejor y cumplir sus esperanzas y sus anhelos. Por �ltimo, un agradecimiento especial a mi familia, por el apoyo incondicional que me han brindado en cada uno de los desaf�os que he emprendido en el servicio p�blico. En mi esposa, hijas y nietos siempre he encontrado la comprensi�n y el respaldo para enfrentar con serenidad las exigencias que estas responsabilidades me han demandado. Al terminar, le pido a Dios que me ilumine para continuar sirviendo a mi pa�s y a su gente, con seriedad, eficiencia y honestidad, como ha sido mi norte en la vida p�blica. Muchas gracias. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or NOVOA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, en nombre del Comit� de Senadores de la Uni�n Dem�crata Independiente, quiero testimoniar nuestro reconocimiento a su gesti�n como Presidente del Senado, reconocimiento que hacemos extensivo a la labor del Vicepresidente. Siempre nos sentimos representados por las decisiones que se tomaron en la administraci�n de la Corporaci�n. Por lo tanto, les agradecemos a usted y al Vicepresidente la forma como desempe�aron tan importante tarea. El se�or ALLAMAND.- Se�or Presidente, tambi�n dir� algunas palabras, en representaci�n de la bancada de Renovaci�n Nacional. La gesti�n que ha efectuado la Mesa del Senado, en la forma por usted se�alada, es digna del mayor elogio y se inscribe en las mejores tradiciones de esta Alta Corporaci�n. Por consiguiente, vayan para quienes se han desempe�ado como Presidente y Vicepresidente nuestros agradecimientos y nuestro reconocimiento por la tarea llevada a cabo. Pero en particular, se�or Presidente, queremos destacar algunos rasgos del modo en que usted personalmente ejerci� dicho cargo, por cierto sin que eso sea, bajo ninguna circunstancia, menoscabo para quienes lo acompa�aron en tan buena forma: los Senadores se�ores Naranjo y Ominami. A nosotros nos parece que usted ha ejercido su cargo, primero, con la estatura que esta Corporaci�n se merece; segundo, con absoluta ecuanimidad (las instituciones tienen un rodaje interno, el cual debe mantenerse siempre fielmente apegado al concepto de ecuanimidad en su funcionamiento); tercero, con car�cter en los momentos en que ha sido necesario, zanjando como correspond�a algunas de las discusiones habidas en esta Sala; y por �ltimo -aunque a algunos les pueda parecer sorprendente-, en muchas oportunidades, con la dosis de humor indispensable y que tanto se aprecia. La verdad, se�or Presidente, es que a usted y a su padre les ha correspondido ocupar las dos posiciones m�s importantes de nuestro sistema republicano: la Presidencia de la Rep�blica y la Presidencia del Senado. Quiero manifestarle entonces, en nombre de Renovaci�n Nacional, que su cometido como Presidente del Senado de alguna manera agrega un paso extraordinariamente significativo a los largos servicios que la familia Frei ha prestado a Chile. Tenga, se�or Presidente, nuestro agradecimiento y nuestro reconocimiento. El se�or V�SQUEZ.- Se�or Presidente, los Senadores del Partido Radical Social Dem�crata le agradecemos muy sincera y sentidamente su gesti�n. Y lo hacemos no solo porque usted ha representado como corresponde a la Corporaci�n -y algo de ello voy a se�alar m�s adelante-, sino tambi�n, fundamentalmente, porque entendemos que su gesti�n ha realzado la calidad humana suya y de los Vicepresidentes que lo acompa�aron. Las bancadas de la Oposici�n han reconocido su ecuanimidad, su equidad, su racionalidad y su perfecto equilibrio para ser una autoridad, pero no por nombramiento o votaci�n de sus pares, sino desde el punto de vista de la manera como personalmente usted -y tambi�n los Vicepresidentes- ha ejercido su cargo. Por lo tanto, nos parece que en primer t�rmino debemos destacar las condiciones humanas que usted, nuevamente, ha mostrado ante el pa�s y ante los miembros de esta Corporaci�n. Much�simas gracias por ello, se�or Presidente. Por supuesto que estamos de acuerdo con las palabras antes expresadas en cuanto a la conducci�n del Senado. Y reiterar a este respecto ser�a alargar la presente sesi�n. Sin perjuicio de aquello, debemos se�alar que su actitud, su franqueza, pero al mismo tiempo su recepci�n a todos y cada uno de los Senadores han ido mucho m�s all� de lo que normalmente pudi�ramos esperar de un Presidente de esta Corporaci�n. En segundo lugar, su ponderaci�n en muchos de los episodios de la vida nacional acaecidos durante sus dos a�os en la Presidencia de esta Alta C�mara ha significado un pie de mesura, de tranquilidad y, fundamentalmente, de proyecci�n en cuanto a las necesidades del pa�s. Y, sin duda alguna, la representaci�n internacional que a usted le ha cabido ha prestigiado a Chile en el exterior, ante numerosos pa�ses del mundo. Por ello, se�or Presidente, y sin agregar nada a lo ya dicho en esta Sala, le expreso, en nombre de la bancada del Partido Radical Social Dem�crata, nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y, fundamentalmente, nuestra adhesi�n en cuanto persona. Y creo que nadie podr�a dejar de hacerlo, dada la altura con que usted condujo esta Corporaci�n. �Much�simas gracias, se�or Presidente! El se�or SABAG.- Se�or Presidente, diversos Senadores de distintas bancadas han reconocido el brillante desempe�o que tuvo usted al frente de esta C�mara durante dos a�os. �Con qu� agrado y satisfacci�n lo hago yo en mi condici�n de uno de sus camaradas democratacristianos, a quienes nos represent� durante el tiempo en que dirigi� esta Alta Corporaci�n! Y, naturalmente, Su Se�or�a actu� con la dignidad que exige tan alta investidura, haciendo respetar los derechos de unos y otros. De manera que todos nos sentimos complacidos por la forma como se desempe��. Yo tuve la oportunidad de acompa�arlo en algunas de sus giras internacionales. De modo que pude apreciar con qu� respeto, con qu� solemnidad era recibido en todas las naciones, por sus m�s altas autoridades. Y no tan solo por las de los Parlamentos, sino tambi�n por Jefes de Estado, Emperadores, en fin. En esas ocasiones, uno reflexionaba en el sentido de que Su Se�or�a estaba representando al Senado, por cierto, pero asimismo a Chile. O sea, se hallaba muy presente que hab�a ejercido la m�s alta magistratura de nuestra naci�n. Por eso, se�or Presidente, nos sentimos muy agradecidos por su desempe�o. Y considero que no nos equivocamos al determinar que para ingresar al Sal�n de los Presidentes -ubicado en el ex Congreso Nacional- se debe haber sido Presidente de la Rep�blica y Presidente del Senado. Usted, se�or Presidente, ostent� ambos cargos con dignidad, para orgullo -dir�a yo- de todos los chilenos, y en particular de nosotros, los parlamentarios. Felicitaciones y agradecimientos por su desempe�o, se�or Presidente, en mi nombre, y creo que tambi�n en el de mis colegas democratacristianos. El se�or BIANCHI.- Me sumo a las intervenciones de los distintos oradores y ratifico lo dicho por quien me antecedi�, se�or Presidente: quienes lo hemos acompa�ado en algunas de sus giras hemos observado en otros lugares del mundo el afecto, el cari�o y el respeto que les tienen a usted y a su familia, y c�mo ven tambi�n en su persona la representaci�n de nuestro pa�s, de Chile. Los miembros del Comit� Independientes -los dem�s integrantes me pidieron que en alguna medida interpretara sus sentimientos- le expresamos nuestra admiraci�n, nuestra gratitud, se�or Presidente, porque fueron dos a�os (y no voy a decir nada que no haya manifestado antes, p�blicamente por lo dem�s) durante los cuales nos hemos sentido interpretados de la mejor manera por usted y por los dos Senadores que lo acompa�aron desde la Vicepresidencia. Con el Honorable se�or Ominami coincidimos en una visita suya al exterior, se�or Presidente. Y la verdad es que uno se siente tremendamente complacido y muy respetado cuando llega a otro lugar del mundo al lado de dos figuras nacionales que son recibidas de modo muy afectuoso. En nombre del Comit� Independientes y en el m�o propio, se�or Presidente, les doy las gracias a usted y a los dos Senadores que ejercieron la Vicepresidencia durante estos dos a�os. Pero, sin lugar a dudas, el desaf�o es mayor: trabajar por Chile. Trabajar con el Gobierno, con la Oposici�n, pues la gente desea un pa�s con una mirada, aunque distinta en lo pol�tico, sin mezquindades. Y nosotros estamos llamados a lograr esto. He dicho. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, en nombre del Comit� Partido Por la Democracia, debo se�alar que la conducci�n del Senado desde 1990 ha transcurrido con absoluta responsabilidad. Se han mantenido las tradiciones que han singularizado a la C�mara Alta. En el caso de Su Se�or�a, tengo que agregar que sum� a sus cualidades personales en el ejercicio del cargo de Presidente del Senado la experiencia que recogi� como conductor de nuestro pa�s en un tiempo no muy lejano. El protagonismo que muchas veces se busca en la pol�tica -en ocasiones, con gran liviandad- no estuvo dentro de las caracter�sticas de su mandato como titular de esta Alta C�mara. El protagonismo habido durante los dos �ltimos a�os eman� del peso de su figura pol�tica y p�blica, se�or Presidente, en responsabilidades que usted asumi� con eficiencia, siguiendo una tradici�n familiar. Su mandato, que surgi� de una mayor�a electoral, constituy� garant�a para todos los sectores pol�ticos del Senado. Y fueron dos a�os de eficiente presidencia. Ahora, el juego de la democracia baraja de otra manera el futuro pol�tico de esta Corporaci�n y, a lo mejor, del pa�s. Se�or Presidente, estamos contentos -as� lo han se�alado todas las bancadas- por su gesti�n. Y, naturalmente, tambi�n subrayamos la colaboraci�n que recibi� de los Honorables se�ores Naranjo y Ominami, quienes siguieron la escuela que Su Se�or�a implement� en estos dos a�os de brillante conducci�n del Senado. Reciba entonces, se�or Presidente, la gratitud y las felicitaciones del Partido Por la Democracia por la tan destacada labor que cumpli� al frente de esta Alta C�mara. El se�or MU�OZ ABURTO.- Se�or Presidente, la bancada del Partido Socialista quiere sumarse al reconocimiento y a la valoraci�n del trabajo realizado por usted como titular de esta Corporaci�n y por los Senadores se�ores Naranjo y Ominami como Vicepresidentes. Intervenir el d�a de hoy a los efectos de rendirle homenaje -si as� se quiere decir-, se�or Presidente, es para m� un privilegio y una suerte. En 1993 lo conoc� cuando Su Se�or�a era candidato presidencial y yo postulaba por primera vez a la C�mara de Diputados e hice campa�a por usted y con usted en la Duod�cima Regi�n. En aquel entonces, al igual que el Senador que habla, muchos habitantes de la referida zona pudieron apreciar la sencillez y grandeza que irradiaba usted cuando conversaba con una humilde pobladora, con un humilde poblador, o cuando manifestaba sus preferencias deportivas. Porque para nadie constituye un misterio que Su Se�or�a es hincha de la Universidad de Chile. El se�or ALLAMAND.- �Nadie es perfecto�! El se�or BIANCHI.- �Ah� est� el problema�! El se�or MU�OZ ABURTO.- Creo que ese tipo de actitudes retratan al hombre, al ser humano. Usted, se�or Presidente, dio esa impronta a esta Corporaci�n. Y por eso todos los Comit�s hemos querido tributar hoy un sencillo pero emotivo homenaje -repito: si as� se desea decir- a su gesti�n y a la de los Vicepresidentes que lo acompa�aron. Por cierto, mayor alegr�a me habr�a causado si Su Se�or�a hubiese entregado el mando a mi compa�ero Senador Ricardo N��ez. Pero usted ya lo se�al� en su discurso: las condiciones pol�ticas cambiaron en el seno de esta Corporaci�n. Y nosotros, que luchamos para recuperar la democracia el a�o 90, respetamos, por consiguiente, las reglas del juego. Muchas felicidades, se�or Presidente, e infinitas gracias por haberlo tenido como titular de la C�mara Alta durante los dos �ltimos a�os. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Agradezco las expresiones de Sus Se�or�as. DELITO DE FABRICACI�N O PORTE DE ARMAS EN ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Antes de entrar al primer proyecto de la tabla, debo informar a la Sala -ya lo hice en los Comit�s- que, transcurrido el plazo fijado al efecto, no se present� ninguna indicaci�n al proyecto de ley, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Espina, G�mez, Larra�n y Navarro, en primer tr�mite constitucional, que modifica el C�digo Penal y la Ley de Control de Armas con el fin de sancionar a los internos de un establecimiento penitenciario que fabriquen, proporcionen o porten armas. En consecuencia, como fue aprobado en general durante la sesi�n de 23 de enero �ltimo, corresponde darlo por aprobado tambi�n en particular; y respecto del art�culo 2�, que es de qu�rum calificado, con la misma votaci�n obtenida en esa oportunidad, esto es, con los votos conformes de 25 se�ores Senadores. --Los antecedentes sobre el proyecto (5653-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: (moci�n de los Senadores se�ores Espina, G�mez, Larra�n y Navarro). En primer tr�mite, sesi�n 78�, en 2 de enero de 2008. Informe de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 84�, en 16 de enero de 2008. Discusi�n: Sesi�n 87�, en 23 de enero de 2008 (se aprueba en general). --El proyecto queda aprobado en particular, reglamentariamente, en los t�rminos se�alados por el se�or Secretario General, dej�ndose constancia de que, en lo pertinente, se reuni� el qu�rum constitucional requerido. V. ORDEN DEL D�A INSCRIPCI�N AUTOM�TICA EN REGISTROS ELECTORALES Y SUFRAGIO VOLUNTARIO El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Proyecto de reforma constitucional, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores Espina, Horvath, Romero y Viera-Gallo, en primer tr�mite constitucional, que modifica los art�culos 15 y 18 de la Carta Fundamental a fin de consagrar el sufragio como un derecho de los ciudadanos y la inscripci�n autom�tica de estos en los registros electorales, con informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. --Los antecedentes sobre el proyecto (3544-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de reforma constitucional: (moci�n de los Senadores se�ores Espina, Horvath, Romero y Viera-Gallo). En primer tr�mite, sesi�n 1�, en 8 de junio de 2004. Informe de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 89�, en 5 de marzo de 2008. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho de esta iniciativa y la calific� de "simple". El objetivo del proyecto es consagrar la voluntariedad del sufragio y la inscripci�n autom�tica de los ciudadanos en los registros electorales. La Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento discuti� esta iniciativa solo en general y aprob� la idea de legislar por 3 votos a favor (Honorables se�ores Espina, G�mez y V�squez) y una abstenci�n (Senador se�or Larra�n). El texto pertinente se transcribe en la parte pertinente del primer informe. Para la aprobaci�n de la iniciativa se requiere el pronunciamiento favorable de tres quintos de los Senadores en ejercicio, esto es, 23 votos. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- En discusi�n general el proyecto. Tiene la palabra el Honorable se�or G�mez. El se�or G�MEZ.- Se�or Presidente, me corresponde informar la iniciativa en debate, que, como objetivos centrales, persigue consagrar el sufragio con car�cter voluntario y la inscripci�n autom�tica de los ciudadanos en los registros electorales. Seg�n sabemos, esas instituciones son esenciales en una democracia, pues materializan la participaci�n de la ciudadan�a en la vida de la sociedad. Por eso, v�lidamente, las distintas visiones pol�ticas y acad�micas plantean en forma permanente soluciones diferentes para afianzar dicha participaci�n y, de ese modo, robustecer la propia democracia. La Comisi�n comenz� el examen de la presente iniciativa en junio de 2004, fecha a partir de la cual celebr� diversas sesiones en que hubo oportunidad de analizar acuciosamente, con la colaboraci�n de distintas autoridades y representantes de diferentes centros de estudios -se individualizan en el primer informe-, sus consecuencias. Con todos ellos, dicho organismo t�cnico examin� tanto las proposiciones contenidas en el proyecto cuanto otros aspectos en los que estas inciden, como es el caso de: -Tendencias del comportamiento electoral de la ciudadan�a; -Motivaciones y preferencias de los electores en cuanto a la voluntariedad del voto y la inscripci�n autom�tica; -Desafecci�n de los j�venes en torno a los procesos eleccionarios; -Necesidad de estimular la participaci�n electoral en nuestro medio; -Efectos que tendr�a el voto voluntario; -Factibilidad de implementar un sistema de inscripci�n autom�tica y avances habidos sobre el particular; -Dificultades para aplicar sanciones a quienes no concurren a sufragar y posibilidad de despenalizar dicha conducta, y -Experiencia comparada en estas materias. En el prop�sito de objetivar la discusi�n y fundar las distintas posiciones expuestas, tales temas fueron ilustrados con diversidad de gr�ficos, cuadros estad�sticos y otros antecedentes que los se�ores Senadores pueden consultar en el informe. El debate fue rico en ideas, y tanto los se�ores Senadores que integran la Comisi�n como los invitados pudieron expresar sus respectivos puntos de vista. En definitiva, una vez fijadas en t�rminos globales las posiciones de los miembros de la Comisi�n en torno a las propuestas del proyecto, este se puso en votaci�n solo en general, pues, pese a constar de un art�culo �nico, contiene planteamientos relativos a dos temas que, aun cuando se relacionan, son diferentes. En efecto, como sabemos, el car�cter voluntario u obligatorio del sufragio, por un lado, y la automaticidad de la inscripci�n electoral, por el otro, son elementos esenciales de todo sistema electoral. Sin embargo, frente a cada uno de ellos se puede adoptar una postura diferente. En consecuencia, la Comisi�n estim� que correspond�a enriquecer el an�lisis de una y otra materia durante la discusi�n particular. La iniciativa de los Honorables se�ores Espina, Horvath y Romero y del entonces Senador se�or Viera-Gallo incide, por una parte, en el inciso primero del art�culo 15 de la Constituci�n Pol�tica, que dice: "En las votaciones populares, el sufragio ser� personal, igualitario y secreto. Para los ciudadanos ser�, adem�s, obligatorio.". Se suprime esta �ltima frase. Por la otra, se intercala en el art�culo 18 el siguiente inciso segundo: "La ley org�nica constitucional se�alada en el inciso precedente contemplar� un sistema de registro electoral al que se incorporar�n, por el solo ministerio de la ley, los ciudadanos que cumplan los requisitos que establece el inciso primero del art�culo 13.". �Por qu� hago menci�n al punto? Porque en la Comisi�n se tuvo en cuenta, repito, que, aunque se trata de un art�culo �nico, existen dos elementos importantes. Uno -y el m�s discutido de todos- es si se puede o no� El se�or PIZARRO.- Espere que dejen de conversar, se�or Senador. El se�or G�MEZ.- La discusi�n sobre el asunto es trascendental, se�or Presidente, porque, finalmente, se trata de cambiar el sistema imperante, de inscripci�n voluntaria y voto obligatorio. El proyecto invierte la situaci�n, estableciendo la inscripci�n autom�tica y el voto voluntario. En ese aspecto, cabe se�alar que el Ejecutivo present� en la C�mara de Diputados una iniciativa que presenta similitudes con la que nos ocupa, con la diferencia de que operan la inscripci�n autom�tica y el voto obligatorio, pero la desafiliaci�n es voluntaria. Es decir, quien no desee ejercer el derecho a sufragio se puede desafiliar y, por tanto, no enfrentar una obligaci�n al respecto. Ello corresponde, en materia jur�dica, a lo que conocemos como los derechos y deberes de un ciudadano. Por ese motivo, el tema es relevante, y la Comisi�n, aun cuando se trata de un art�culo �nico, decidi� que el debate se realizara con mayor profundidad en la discusi�n particular. �Y por qu� el punto es importante? Porque en el �rgano especializado se han registrado posiciones distintas, consider�ndose la posibilidad de la inscripci�n autom�tica y la mantenci�n, por supuesto, del voto obligatorio. Sobre esa base, la Comisi�n aprob� la iniciativa, con los votos favorables de los Senadores se�ores V�squez y Espina y de quien habla. Sin perjuicio de lo anterior, estimamos relevante la reforma, por lo que hemos querido informarla con mucha precisi�n. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Alvear. La se�ora ALVEAR.- Se�or Presidente, hoy en la ma�ana, la Comisi�n de Constituci�n acord� plantear con mucha franqueza a Sus Se�or�as la importancia de que el proyecto sea estudiado nuevamente por ella. La raz�n es la siguiente. Existe acuerdo -al menos, entre quienes concurrimos a ese �rgano t�cnico- en la trascendencia de introducir la inscripci�n autom�tica. Nada justifica la realizaci�n de un tr�mite engorroso, con relaci�n al cual el Servicio Electoral funciona entre ciertas horas, con exclusi�n de los s�bados, lo que hace muy dif�cil la inscripci�n especialmente a los j�venes que estudian. Pero registramos una diferencia muy sustantiva en cuanto a si el voto debe ser voluntario u obligatorio. En nombre de la bancada democratacristiana, quiero dejar constancia de que nuestro Partido, en su V Congreso Nacional, aprob� el que nos jug�ramos por el voto obligatorio. Y debo se�alar que hay razones muy sustantivas para dicha posici�n. Realmente, todos somos conscientes de que en la actualidad existe un fuerte cuestionamiento respecto del mundo pol�tico. Y creemos que el votar ha de ser, m�s que un derecho, una obligaci�n; que una sociedad, la cual es una comunidad, no puede reconocer solo derechos a las personas, sino tambi�n obligaciones. Y si alguien no concuerda con los candidatos que se postulan en determinado momento, tiene toda la libertad de pronunciarse en blanco o de anular su sufragio. Sin embargo, contemplar el derecho y la obligatoriedad del voto como un deber c�vico nos parece fundamental. La �nica parte de Am�rica Latina donde se reemplaz� el voto obligatorio por el voluntario fue Venezuela, en 1994, cuando hab�a una crisis de representaci�n. Pero la tendencia que claramente vemos en el mundo actual y en los Estados m�s desarrollados es avanzar hacia una sociedad de ciudadanos comprometidos con su pa�s. Y, en ese contexto, estimamos que la obligatoriedad del voto es la m�nima que debe recaer en las personas al cumplir 18 a�os de edad. Por otra parte, cabe hacer presente algo que sostiene no solo la Senadora que habla, sino tambi�n expertos que han analizado el tema -entre ellos, el profesor Arend Lijphart, de la Universidad de California, San Diego, quien ha realizado estudios emp�ricos-, en el sentido de que el voto voluntario aumenta la influencia del dinero en las campa�as electorales, un problema que considero bastante delicado en Chile, como lo hizo presente en la Comisi�n el cientista pol�tico Carlos Huneeus. Asimismo, este �ltimo observ� que el sufragio voluntario es una p�sima se�al para nuestra sociedad, porque favorece a aquellas posiciones que para ganar votos solo enfatizan los derechos de las personas, sin mencionar las obligaciones y los costos de tal pol�tica. A mi juicio, el proyecto va en la l�nea correcta de lo que hemos planteado, como Concertaci�n, desde que se recuper� la democracia: la importancia de la inscripci�n autom�tica. Sin embargo, como existe una diferencia, al menos, de parte de la bancada democratacristiana -no conozco la posici�n del resto-, debo consignar con mucha claridad que estamos por el voto obligatorio. Por ese motivo, en la Comisi�n acordamos esta ma�ana solicitar a la Sala que podamos continuar estudiando la materia, por cuanto se trata de un solo art�culo y no queremos vernos obligados a votar en contra de una norma tan importante y de un avance tan notable como la inscripci�n autom�tica. He dicho. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, quiero intervenir en el mismo sentido en que lo hizo la Honorable se�ora Alvear. Aunque no soy un experto constitucional, no es muy dif�cil darse cuenta de que la redacci�n de la reforma es confusa. Si Sus Se�or�as leen la suma, ver�n que indica que el objeto del proyecto es "consagrar el sufragio como un derecho de los ciudadanos y su inscripci�n autom�tica en los Registros Electorales". Pero no se expresa lo esencial, que es eliminar la obligatoriedad del voto. Eso es lo que se pretende hacer. Y, m�s a�n, dicho texto es confuso -reitero- porque el sufragio, como un derecho de los ciudadanos, se halla consagrado en la Ley Fundamental, y no se requiere la iniciativa en examen para reconocerlo. La reforma solo busca modificar el art�culo 18 a fin de eliminar algo establecido a mediados del siglo XIX -hace cerca de 150 a�os- justamente para enfrentar los problemas de deslegitimidad del sistema pol�tico: el voto obligatorio. Porque, en un pa�s como el nuestro, la voluntariedad estaba generando una fuerte deslegitimaci�n en ese �mbito por la v�a de una muy escasa participaci�n. Se�or Presidente, no es necesario realizar una reforma de la Carta para establecer la automaticidad de la inscripci�n: basta con modificar la ley org�nica constitucional pertinente. Entonces, me parece que es preciso ir a la discusi�n de fondo. En Chile, la voluntariedad del sufragio conlleva innumerables inconvenientes. Creo que finalmente se entrega una se�al de fragilidad de la ciudadan�a, la cual comprende derechos, pero tambi�n, como contrapartida, ciertas obligaciones. Entiendo perfectamente que un ciudadano mantenga una visi�n cr�tica del conjunto de los actores pol�ticos; pero su obligaci�n es levantarse el d�a de la votaci�n y cumplir con su deber de participar en el proceso electoral, en el cual podr� anular su voto. Por lo dem�s, nos ha costado mucho recuperar el derecho de elegir a nuestras autoridades. Y pienso que este es irrenunciable, particularmente en Chile. Asimismo, se ha demostrado que en pa�ses como el nuestro la voluntariedad del voto conduce necesariamente a una fuerte disminuci�n de la participaci�n electoral. Ello puede llevarnos a situaciones extremadamente riesgosas, como la de que en determinado momento se se�ale que ciertas autoridades han sido elegidas por menos de 50 por ciento del electorado y, por tanto, son ileg�timas. Por consiguiente, me parece que la reforma constitucional no est� bien planteada. Pienso que, en las actuales condiciones, la idea de la voluntariedad del voto es muy mala: "fragilizar�" la ciudadan�a; envolver� el riesgo de que aumente la deslegitimaci�n del sistema pol�tico, y va a elitizar a�n m�s la pol�tica, porque, tradicionalmente, conduce a que terminen expres�ndose los sectores de mayor nivel socioecon�mico. El d�a en que el sufragio sea voluntario, se�or Presidente, lo que ocurrir� -y nosotros lo sabemos- es que en las franjas pobres despolitizadas de la sociedad se les pedir� a los candidatos que indiquen cu�nto ofrecen por votar. Entonces, existen muy buenas razones para rechazar el proyecto de reforma constitucional, que est� mal planteado -repito- y no apunta en la direcci�n de resolver los graves problemas que enfrenta nuestro sistema pol�tico. Por lo tanto, si se pone en votaci�n en los t�rminos en que ha sido presentado, anuncio mi voto en contra. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, en verdad, la moci�n recoge lo que tanto los candidatos de la Alianza como los de la Concertaci�n propusieron a la ciudadan�a en la �ltima elecci�n presidencial: reemplazar el actual sistema de inscripci�n manual y voluntaria por uno autom�tico, y modificar la norma constitucional que consagra el voto obligatorio, para establecer uno voluntario. Quiero exponer los fundamentos que nos llevaron a presentarla, considerando que en reiteradas oportunidades los abanderados presidenciales de las coaliciones le declararon al pa�s ser partidarios de una reforma. En primer lugar, en Chile hay 11 millones 500 mil personas mayores de 18 a�os, de las cuales solo 8 millones est�n inscritas en los registros electorales. Es decir, 3 millones y medio de personas que podr�an votar no lo hacen. Y si sumamos el 10 por ciento de abstenci�n hist�rica, llegamos a la cifra de 4 millones 300 mil chilenos que no participan en las elecciones. Nuestro padr�n electoral -lo han dicho hasta la saciedad todos los actores pol�ticos, de Gobierno y de Oposici�n- ha envejecido dram�ticamente. De 3 millones de chilenos con edades entre 18 y 29 a�os, apenas 700 mil est�n inscritos (23 por ciento). Esto es, 2 millones 300 mil j�venes no votan. En 1988, 36 por ciento del padr�n electoral estaba conformado por j�venes de 18 a 29 a�os; pero hoy -como se�al�- solo lo integra 8,5 por ciento de ellos. Queda en evidencia, se�or Presidente, que la gente joven no est� participando en las elecciones. Ahora bien, el proyecto aborda dos cuestiones distintas. En primer lugar, algo que en una sociedad moderna no hay raz�n para que no se aplique: la inscripci�n autom�tica. Con todos los sistemas computacionales y avances inform�ticos, nada justifica en Chile que una persona no quede inscrita autom�ticamente en los registros electorales al cumplir 18 a�os y que, por el contrario, se le obligue a concurrir a una Junta Electoral, cuyo horario, habitualmente, no es el m�s extenso. Este �ltimo tr�mite no se justifica en el mundo moderno. En segundo t�rmino, digamos las cosas como son respecto al voto obligatorio. En el pa�s, este es m�s aparente que real, porque con motivo de todos los procesos electorales se dictan leyes de amnist�a a fin de eliminar las multas y sanciones respecto de quienes no votan, las cuales, por lo dem�s, afectan en mayor medida a la gente modesta, que es a la que m�s le duelen en el bolsillo. Por lo tanto, en la pr�ctica, la obligatoriedad acompa�ada de una sanci�n no ha existido nunca. Adem�s, es una caracter�stica que constituye una injusticia, porque dice relaci�n a los que se inscriben, no a quienes no lo hacen. Y, en consecuencia, tambi�n el concepto es de un relativismo absolutamente arbitrario. Sin embargo, el motivo central de por qu� somos partidarios del voto voluntario radica, entre otras cosas, en que la Constituci�n dispone -ello no se modific� en la �ltima reforma- que "Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido dieciocho a�os de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva". Y agrega: "La calidad de ciudadano otorga los derechos de sufragio, de optar a cargos de elecci�n popular y los dem�s que la Constituci�n o la ley confieran.". En tal virtud, se�or Presidente, si votar es un derecho, no hay raz�n para transformarlo simult�neamente en una obligaci�n. Por lo tanto, despejado el punto de que la inscripci�n debe ser autom�tica, lo razonable es que los ciudadanos decidan voluntariamente si votan o no en una elecci�n: uno, por lo que expres� en cuanto a que as� ocurre en la pr�ctica, y dos, porque hoy, pese a que es obligatorio votar, 4 millones y medio de chilenos no lo hacen. Pero �cu�l es el desaf�o que conlleva este criterio? El de obligar al sistema pol�tico, a los partidos y a los candidatos a ganarse la confianza del mundo joven. Quiero hacer la siguiente reflexi�n: las encuestas del fin de semana indicaron que el candidato de la Alianza, Sebasti�n Pi�era, ganar�a en la pr�xima elecci�n presidencial, para la cual faltan dos a�os. Y muchas personas sostienen que es necesario tener cuidado con cambiar el sistema electoral, porque, haciendo un c�lculo peque�o y mezquino respecto de una norma que debiera regir en forma permanente, preguntan qu� ocurrir�a con los nuevos j�venes que se inscribieran. En mi concepto, no hay que tenerle temor ni miedo a los j�venes. Desde el momento en que el voto sea voluntario, se producir� un efecto extraordinariamente positivo, en el sentido de que los candidatos de todos los partidos pol�ticos, sean a Presidente de la Rep�blica, parlamentario, alcalde o concejal, tendr�n que atraer el voto de los j�venes, hacer propuestas para ellos, ser capaces de ganarse su confianza, no temer al hecho de que el ciudadano opte libremente por sufragar o no, esforzarse para elaborar proyectos m�s llamativos, y no conformarse con saber que, cualquiera que sea la propuesta, los electores siempre estar�n obligados a acudir a votar. Este es un paso fundamental en la direcci�n de aumentar las libertades individuales, de fortalecer la democracia, de ser m�s exigentes con los partidos pol�ticos y con los candidatos, de preocuparse de c�mo atraer al mundo joven, que se encuentra tan distante de la pol�tica. Y no cabe hacer c�lculos electorales para determinar si el mundo joven pertenece a uno u otro sector pol�tico. Ello es no conocer a la juventud. Los j�venes van a apoyar a aquel candidato que les presente propuestas m�s atractivas, que sintonice m�s con sus problemas, con sus dificultades, con sus sue�os, con sus esperanzas, con sus ilusiones. Por esa raz�n presentamos esta moci�n, que solo fue aprobada en general por la Comisi�n de Constituci�n. Si bien debi� votarse en general y particular por tratarse de una iniciativa de art�culo �nico, hubo acuerdo en su seno en orden a que volviera al organismo para que ah� se debatieran y se resolvieran democr�ticamente las distintas posiciones que se han planteado respecto al voto obligatorio, entre otras, la sustentada por la Honorable se�ora Alvear. Concluyo, se�or Presidente, manifestando que la votaci�n libre y voluntaria es un desaf�o para la clase pol�tica. Y no hay que tener temor a asumir ese desaf�o. Cada vez que la clase pol�tica pretenda obligar a la ciudadan�a a tomar una decisi�n en materia de perfeccionamiento de la democracia, cada vez que arrincone a una persona y la ponga entre la espada y la pared en cuanto a si debe o no debe votar, lo que estar� haciendo, en definitiva, es no confiar en la gente. Si en las pr�ximas elecciones rige el sistema de sufragio voluntario y vota menos gente, entonces -digamos las cosas como son- ser� producto de que las propuestas de los candidatos han sido m�s d�biles. Y si vota una cantidad superior de ciudadanos, significar� que las propuestas de los candidatos han sido m�s atractivas. Hoy vemos c�mo en Estados Unidos se llevan a cabo primarias altamente competitivas. En Espa�a acaban de realizarse elecciones extraordinariamente disputadas y los ciudadanos salieron a votar; no necesitaron una norma legal que les impusiera una multa por no concurrir a sufragar ni tampoco que les estableciera el voto obligatorio. Ello se debi� a que ah� hubo una competencia sana, fuerte, apasionada, con la intensidad propia de una elecci�n, pero que al final termin� legitimando a�n m�s el sistema democr�tico frente al mundo de los j�venes. Por todo lo expuesto, se�or Presidente, nosotros votaremos a favor del proyecto. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Ministro se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Se�or Presidente, hoy d�a nos encontramos debatiendo un tema de enorme trascendencia para la democracia y el sistema pol�tico chileno. Todos los expertos que acudieron a la Comisi�n coinciden en un diagn�stico negativo sobre el estado de atraso en que se halla nuestro sistema electoral, el envejecimiento del padr�n y, al mismo tiempo y por desgracia, la apreciaci�n negativa de los ciudadanos acerca de las instituciones democr�ticas. Sus Se�or�as pueden conocer la opini�n que ellos tienen a ese respecto en las p�ginas 42 y siguientes del informe de la Comisi�n de Constituci�n. Por supuesto, se dar�n cuenta de que no podemos estar satisfechos con la situaci�n actual. La instituci�n que despierta mayor respeto -y en buena hora- es Carabineros de Chile. Las peores apreciadas son los partidos pol�ticos. A nosotros, por el contrario, nos gustar�a ver partidos pol�ticos valorados y legitimados y organismos p�blicos que gozaran del pleno respaldo del pueblo. Pero, para que ello sea posible, resulta fundamental contar con un sistema electoral moderno, abierto y plenamente transparente. El actual determina que pr�cticamente el 40 por ciento de los chilenos no participe, o, si lo hace, anule su voto o vote en blanco. En 2001, 12,7 por ciento vot� en blanco; 12 por ciento anul�, y pr�cticamente 21 por ciento no se inscribi�. La suma da aproximadamente 40 por ciento. En nuestro pa�s 2 millones 400 mil personas a�n no se han inscrito en los registros electorales, de las cuales la inmensa mayor�a son j�venes. Mientras en las primeras elecciones desde el retorno a la democracia la juventud representaba m�s del 30 por ciento del padr�n electoral, hoy constituye menos del 13 por ciento. Como indic� en la Comisi�n el Director del Servicio Electoral, hemos fracasado, pues 2 millones de personas con derecho a inscribirse no lo han hecho durante todos estos a�os. Entonces, �c�mo podemos sentirnos satisfechos, permanecer inermes o enredarnos en discusiones m�s bien te�ricas cuando a ojos vistas la democracia presenta un sustento d�bil? Por eso, me parece muy importante abrir las puertas para que la gente pueda participar. En Latinoam�rica, el sistema de inscripci�n no autom�tica o voluntaria solo existe en Chile y en Colombia. Nuestro pa�s se halla profundamente atrasado en su r�gimen electoral, en todo. Se dice que el sistema es confiable. Y es verdad, pero -me perdonar�n Sus Se�or�as- aqu� hubo una elecci�n municipal que tuvo que anularse, por fraude. Me refiero a la que se efectu� para elegir al alcalde de Talcahuano. O sea, el sistema vigente tampoco es completamente indemne al fraude. Nosotros no tenemos inscripci�n autom�tica ni voto electr�nico; tampoco una justicia electoral suficientemente �gil. Necesitamos modernizar todo el sistema. Estamos atrasados en comparaci�n con cualquier otro pa�s de Am�rica Latina: Brasil, por ejemplo, y para qu� decir acerca de otros, donde el paradigma de los m�s adelantados es, quiz�s, Costa Rica. El proyecto, en consecuencia, hace una cosa muy simple: facilita enormemente que los j�venes puedan participar. �Por qu�? Porque los da por inscritos por el solo hecho de cumplir 18 a�os. De los no inscritos, un 20 por ciento manifiesta haber querido votar pero no haberlo hecho porque en su momento no se hallaban inscritos. Como aqu� se ha dicho, el sistema, desgraciadamente, es engorroso y las oficinas funcionan solo algunos d�as y en horas que no siempre son las mejores; en definitiva, implica realizar un tr�mite que a los j�venes les parece in�til. Entonces, si esas personas quieren votar, �por qu� se les impide hacerlo, cuando en la actualidad existen las herramientas tecnol�gicas necesarias para que una vez cumplidos los 18 a�os autom�ticamente queden formando parte del cuerpo electoral? Ahora, a quienes tienen dudas acerca de c�mo votar�an los no inscritos, quiero decirles que en la p�gina 49 del informe se indica que est�n perfectamente distribuidos: el 21 por ciento se declara de izquierda; el 28 por ciento, de centro; el 23 por ciento, de derecha, y el 28 por ciento, sin ninguna inclinaci�n. Y quiero hacer un par�ntesis para los que sacan cuentas apresuradas sobre las futuras elecciones. La p�gina 50 del mismo documento consigna las preferencias de la poblaci�n el a�o 2004 respecto de los candidatos a la Presidencia de la Rep�blica de la �poca. Pero eso lo traigo a colaci�n nada m�s que como una an�cdota. En todo caso, considero una necesidad urgente modernizar nuestro r�gimen electoral y ampliar el n�mero de votantes. Y el se�or Director del Servicio Electoral lo ha dicho con toda claridad: existe plena viabilidad t�cnica para realizar ese cambio. No hay raz�n alguna -seg�n sus propias palabras- para siquiera discutir el tema. A su juicio, eso ser�a un anacronismo. Se pueden discutir otras cosas -por ejemplo, si el voto es obligatorio o voluntario-, pero no parece razonable que, en lugar de abrir el padr�n electoral a la ciudadan�a, se insista en crear una serie de cortapisas. Y el padr�n ser�a, sin duda, un padr�n seguro. Por eso, en el proyecto que se discute en la C�mara de Diputados se establece que cuatro meses antes de la elecci�n se dar� a conocer la cantidad de personas inscritas y, a la vez, un sistema eficiente de reclamos, para que nadie pueda pensar que es susceptible de ser alterado. O sea, padr�n r�pido y seguro. En cuanto al cambio de domicilio -la otra gran raz�n que se esgrime en contra de la inscripci�n autom�tica-, cabe se�alar -y esto vale para las elecciones parlamentaria y municipal- que tambi�n est�n dadas todas las facilidades para que, si ha habido cambio de direcci�n, la persona pueda darla a conocer en forma f�cil. Aqu�, se�or Presidente, el principal tema debiera ser si el voto es obligatorio o voluntario. Sin embargo, para nuestra sorpresa, representantes de cierta fuerza pol�tica est�n en contra de la inscripci�n autom�tica. Por lo menos el Senador se�or Larra�n, que preside la Uni�n Dem�crata Independiente, se abstuvo en la Comisi�n, pese al elocuente alegato que hizo all� su hijo. �Con esto no quiero decir que el hijo tenga mejor raz�n que el padre, pero es indudable que los hijos poseen una visi�n m�s de futuro...! El se�or LARRA�N.- �Eso es verdad! El se�or VIERA-GALLO (Ministro Secretario General de la Presidencia).- Y �l hizo un muy buen planteamiento para explicar por qu� hay que ir a una inscripci�n autom�tica. Pero, al margen de lo anterior, el Gobierno no advierte raz�n alguna para que la UDI no quiera avanzar en ese sentido. No alcanzo a entender bien sus argumentos, o al menos los que da no me parecen suficientemente valederos. Respecto del debate entre voto obligatorio y voto voluntario, es evidente que existen, como todos sabemos, dos grandes corrientes de pensamiento. Las democracias m�s importantes se dividen en este punto: en Italia y Argentina, por ejemplo, el voto es obligatorio; en Espa�a y Alemania, al contrario, es voluntario. En Chile, cada quien podr� esgrimir buenas razones en favor de una u otra posici�n, pero lo que ha dicho el Senador se�or Espina esta tarde es verdad. Aqu� hay una enorme hipocres�a, porque en nuestro pa�s la inscripci�n es voluntaria. Entonces, �qu� sacamos con tener voto obligatorio si la gente no se inscribe? �En qu� quedan los principios de la Revoluci�n Francesa y de la obediencia a los deberes c�vicos o a todas las obligaciones del ciudadano hacia la comunidad si al mismo tiempo mantenemos la inscripci�n voluntaria? Se�or Presidente, el sistema pol�tico chileno requiere cambios profundos. Este es el primero de los que pensamos impulsar en esta legislatura. Despu�s vendr�n otros. Se debatir�n en la C�mara y en el Senado. Pero, como signo de voluntad de cambio y de apertura a los ciudadanos, me parece absolutamente indispensable que hoy d�a el Senado d� su respaldo en general a este proyecto. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, me habr�a gustado que el se�or Ministro hubiese planteado con la fuerza y la elocuencia que lo caracterizan los argumentos que manifest� cuando, como Senador, nos acompa�� en la suscripci�n de esta iniciativa. En ese momento se�alamos que la voluntariedad del voto era consustancial a la inscripci�n autom�tica, e incluso llegamos a decir que la modernizaci�n del sistema electoral deb�a concluir, en alg�n minuto, en la votaci�n electr�nica. Hace m�s de diez a�os -lo recuerdo como si fuese ahora-, siendo Presidente del Senado, fui a La Moneda a presentar al Gobierno de la �poca las bases para que, a trav�s de una iniciativa como la que hoy estamos analizando, pudi�semos debatir un tema que, a mi juicio, coloca el concepto de libertad en el lugar que le corresponde. Porque hablar de la libertad y de la Revoluci�n Francesa es relativamente f�cil cuando no se aterrizan las palabras. En lo personal, considero necesario que de una vez por todas dejemos a un lado la huincha para hacer trajes a la medida si realmente queremos avanzar en las materias conceptuales y val�ricas que significan respaldar la libertad. Y lo digo porque lo que est� en juego en este proyecto, que iniciamos con el entonces Senador se�or Viera-Gallo y con los colegas se�ores Espina y Horvath -tambi�n nos acompa�� el Honorable se�or Garc�a-, es la posibilidad de dar sustancia y realidad a lo que muchas veces nos dicen los j�venes: "Nosotros no queremos estar obligados a nada. Lo que queremos es que se nos convenza. Si lo estamos, vamos a participar. Pero, para hacerlo, deben ser capaces de convocarnos con argumentos y planteamientos de fondo y no simplemente a trav�s de la obligaci�n legal de hacer una fila" -una larga fila-, lo cual, por lo dem�s, nos pone muy lejos de la realidad de Brasil y otros pa�ses donde existe votaci�n electr�nica. �Ese es el meollo del asunto! Porque, en definitiva, el padr�n electoral se halla demasiado envejecido, y no solo por lo que aqu� se ha se�alado con relaci�n a los distintos estratos por edad y por sexo, sino tambi�n porque no hemos logrado convencer a los j�venes de la conveniencia de participar mediante el sistema de inscripci�n voluntaria. Las encuestas dicen muchas cosas. Pero hay algo evidente: en aquellos pa�ses donde existe inscripci�n autom�tica y voto voluntario -es el caso de Brasil, Costa Rica, Ecuador y Per�-, los niveles de sufragio superan los dos tercios del padr�n. Es important�simo que tengamos eso presente. No temamos no ser capaces de convocar a nadie. Yo siento que enfrentamos la obligaci�n de avanzar en ese sentido. En Espa�a, por ejemplo, la participaci�n ciudadana se empina por encima del 75 por ciento. �Tres cuartas partes de la poblaci�n inscrita van a las urnas voluntariamente! Y no solo lo hicieron en la �ltima elecci�n, sino tambi�n -y en igual porcentaje- el a�o 2004. Entonces, �cu�l es el temor a modernizar el padr�n electoral, a permitir que los j�venes participen? De acuerdo con una de las encuestas, m�s de un tercio de la juventud dice que le resulta muy dif�cil efectuar toda la tramitaci�n actual, que preferir�a estar autom�ticamente inscrito y ejercer voluntariamente el derecho -no el deber- de sufragar. Porque el derecho emana de la libertad, establecida en la Constituci�n no solo desde la perspectiva pol�tica, sino igualmente desde el punto de vista econ�mico. En mi opini�n, debemos ser coherentes y consecuentes con los valores y principios a los que decimos adherir. Por eso, se�or Presidente, siento que este es un debate importante, que me gustar�a much�simo que escuchasen los j�venes, de cualquier tendencia, pues aqu�, sin duda, nos sacamos la careta. Porque, en definitiva ser�n los j�venes los que juzgar�n si desean avanzar hacia mayores espacios de libertad o si simplemente quieren quedarse en la retaguardia, arrinconados, asustados -yo dir�a, atemorizados-, porque en un momento de la vida republicana de este pa�s no somos capaces de convocar a la gente a votar. En mi opini�n, contar con un padr�n electoral estacionado en una cifra de 8 millones de personas es una verg�enza, se�or Presidente. �Es una verg�enza! Nosotros pensamos que Chile -que se dice estar a la punta en muchos aspectos, instituciones e ideas- no puede seguir detenido en el tiempo. Quiero invitarlos a no sacar c�lculos peque�os ni a hacer trajes a la medida. Simplemente, deseamos que los j�venes tengan la posibilidad de decir: "Yo, libre y voluntariamente, voy a tomar la decisi�n de votar cuando considere que mi decisi�n es importante y valiosa de ser considerada." Por eso, me sorprende esta suerte de inhibici�n de algunos sectores del Senado para avanzar en la materia. Pienso que el pa�s no merece mantener una situaci�n de statu quo como la actual. Las encuestas son evidentes. Y quiero entregar algunos datos. En una encuesta realizada por la Fundaci�n Futuro en mayo del a�o pasado, referente al tema "J�venes y pol�tica", a 7 de cada 10 de los no inscritos en los Registros Electorales no les interesa hacerlo. Sin embargo, si lo estuviesen, estar�an disponibles para votar voluntariamente si una decisi�n tal se les presentase. Por eso, me parece raro que tengamos esa timidez. Con relaci�n a la pregunta concerniente a la preferencia de los j�venes respecto de la inscripci�n voluntaria con voto obligatorio o de la inscripci�n autom�tica con voto voluntario, 7 de cada 10 de ellos, tanto inscritos como no inscritos, se inclinaron mayoritariamente por la inscripci�n autom�tica con voto voluntario. Por eso, creo que debemos hacer un gui�o a los j�venes chilenos y decirles que se acerquen a los partidos pol�ticos y a la pol�tica, ya que nosotros no somos, a veces, lo que ellos piensan que somos, porque en definitiva no nos conocen. A mi juicio, es necesario tener la posibilidad de enfrentarnos cara a cara con ellos para expresarles que efectivamente tienen una opci�n que pueden ejercer con libertad, si definitivamente queremos traducir este proyecto en una situaci�n libertaria real y efectiva, para no seguir enga��ndonos a nosotros mismos con pretextos o falsas presentaciones sobre lo que debemos o no debemos hacer. Por eso, la totalidad de los Senadores de Renovaci�n Nacional vamos a votar en general a favor del proyecto de reforma constitucional. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, considero tremendamente valiosa esta propuesta tanto por convicciones -dentro de la perspectiva de lo que son los conceptos republicanos- como por razones pr�cticas. En cuanto a esto �ltimo, no entrar� a repetir la cifra entregada por el Ministro se�or Viera-Gallo, en el sentido de que m�s de 35 por ciento de la poblaci�n que te�ricamente puede ejercer el voto no est� inscrita en los Registros Electorales. En todo caso, pienso que se equivocan cuando dicen que la juventud es la que no se ha inscrito. Con todo respeto, debo decir que a lo largo de 18 a�os la poblaci�n envejece. Por lo tanto, no solo los j�venes no est�n inscritos. A menos que a las personas de 40 a�os se las considere j�venes. Sin duda, yo aspiro a ello, pero creo que eso no corresponde a la realidad. Desde el punto de vista de un razonamiento pr�ctico, quiero se�alar que el Servicio Electoral no funciona todos los d�as, ya que dispone de un horario restringido, que no facilita la inscripci�n de las personas que trabajan ni de las que estudian. Y, de hecho, la actual pr�ctica constituye un obst�culo para la inscripci�n. Porque, en verdad, para quien trabaja o estudia, la �nica posibilidad de inscribirse es hacerlo los d�as s�bados en la ma�ana, en los que permanecen abiertos los Registros Electorales por unas pocas horas, si se considera la totalidad de jornadas h�biles en el mes. Esto resulta absurdo frente a otras obligaciones propias de la Rep�blica como el Servicio Militar o el pago de impuestos. Las cargas ciudadanas siempre han sido votar, efectuar la conscripci�n militar y pagar tributos. En estos otros �mbitos, no hay que hacer filas ni inscribirse. Hoy concurren a los colegios a efectuar el registro de las personas que desean realizar el Servicio Militar obligatorio en forma voluntaria. Este es un tema en el que la institucionalidad del Estado es muy precaria. Por razones pr�cticas, la inscripci�n autom�tica obviamente genera condiciones de mayor equidad, que hoy no se dan. Porque en la actualidad el hecho de inscribirse es una dificultad. Tengo la convicci�n de que la inscripci�n autom�tica es un paso que debe estar fuera de discusi�n y nadie deber�a oponerse a una reforma constitucional que la garantice. No somos una democracia lo suficientemente desarrollada como para hacer tales tr�mites por correo, como ocurre en otros pa�ses. Incluso quienes est�n en el exterior o fuera de su circunscripci�n votan por correo. No estoy planteando con ello que lleguemos a ese nivel de desarrollo en esta etapa de nuestra historia. Pero lo menos que debemos garantizar es la inscripci�n autom�tica y que se entienda que la residencia es el lugar donde est� identificado el domicilio de la persona cuando saca carn� de identidad. Creo que es un tema f�cil. Si el voto debe establecerse o no en forma obligatoria en la Constituci�n, es un segundo debate. En lo personal, me pronuncio porque sea obligatorio. Creo que el criterio de la sociedad deber�a ser el mismo, porque los ciudadanos no solo tienen derechos, sino tambi�n obligaciones. Y, cuando se ejercen ciertos derechos, como el acceso a ciertos bienes p�blicos que se financian con los recursos del Estado, lo m�nimo que todos los ciudadanos deben aportar en este proceso de construcci�n es expresar su preferencia por A, B o C o incluso anular el voto o no sufragar. Creo que la obligaci�n del ejercicio de una opini�n es lo m�nimo que se puede exigir a una persona que despu�s va a demandar subsidios de vivienda, cr�dito fiscal, educaci�n de calidad, seguridad ciudadana, espacios p�blicos, innovaci�n tecnol�gica, seguridad fronteriza, protecci�n medioambiental; es decir, los requerimientos propios de la �poca. Me parece que cualquier persona que desee formular esa demanda leg�timamente debe tener un m�nimo de compromiso con lo que significa vivir en sociedad. Y uno de los elementos de ese proyecto de convivencia es el de ejercer su opini�n respecto de la sociedad en que se vive. Y una de las formas m�nimas de hacerlo -no la �nica- es el voto. Sin embargo, no creo que el voto obligatorio deba estar garantizado constitucionalmente. El sufragio obligatorio tiene que ver con los procedimientos y perfectamente puede estar en la ley. Si en la legislaci�n se estableciera o no la penalizaci�n sobre c�mo se ejerce ese derecho, en lo personal no soy partidario de que un conjunto de situaciones estuvieran penalizadas o sancionadas. Me parece inadecuado, improcedente. Pero s� considero correcto que en una ley, y no as� necesariamente en la Constituci�n, se encuentre establecida la obligaci�n de votar. En mi concepto, eso ser� parte de la discusi�n particular. Que tengamos todos en la sociedad un compromiso con respecto a la inscripci�n autom�tica me parece de tremenda importancia. De ah� que no solo saludo la presentaci�n de esta reforma constitucional, presentada en su �poca por el ex Senador se�or Viera-Gallo y los Honorables se�ores Espina, Horvath y Romero, sino que tambi�n considero que se trata de un debate que abre una oportunidad para repensar lo que son las instituciones de nuestro Estado de Derecho. Se�or Presidente, voy a votar a favor. Pienso que la inscripci�n autom�tica es tremendamente importante. Soy partidario de que quede consignado en la ley el voto obligatorio, no forzosamente en la Constituci�n. Y soy de la opini�n -de ello quiero dejar constancia hoy para la discusi�n posterior- de que resulta tremendamente atractivo el mecanismo para establecer a nivel de una ley que aquellas personas con obligaci�n de votar que quieran ejercer el derecho de no hacerlo lo puedan manifestar, para evitar otro tipo de situaciones. Pero estimo que el principio de la construcci�n ciudadana es que todos tenemos derechos y obligaciones. Y, a mi juicio, lo m�nimo que se debe pedir a alguien inscrito es que tenga la obligaci�n de pronunciarse. Si su opci�n es no votar, me parece respetable. Tambi�n considero -como lo han dicho otros Senadores- que los partidos pol�ticos tienen la obligaci�n de hacer propuestas atractivas que entusiasmen a la sociedad y generen adhesi�n. Si el sistema pol�tico ha creado indicadores que muestran que tales colectividades presentan poco atractivo, se debe, quiz�s, a que, sin la inscripci�n autom�tica, o sea, con la actual institucionalidad, hemos implantado en lo pol�tico un sistema que no es lo suficientemente competitivo como la sociedad moderna requiere. Anuncio que votar� a favor en general esta reforma constitucional. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, antes de iniciar mi intervenci�n, quiero referirme a una cuesti�n reglamentaria. Como ya le ocurri� al Ministro se�or Viera-Gallo -y espero que no me pase a m�-, se cortan abruptamente los micr�fonos... El se�or LETELIER.- �Para todos es igual! El se�or COLOMA.- S�, pero yo quiero que las reglas del juego sean parejas. El art�culo 133 del Reglamento, inciso tercero, dice: "En la discusi�n general cada Senador dispondr� de quince minutos", no de diez. Entonces, para que las reglas sean iguales, pido al se�or Presidente respetar el Reglamento. As� nos entenderemos mucho m�s f�cilmente. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario para aclarar el punto. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Se�ores Senadores, una norma reglamentaria faculta al se�or Presidente para ordenar el debate. Se ha empleado normalmente cuando hay muchos inscritos y es necesario fijar determinado tiempo. Por eso, por orden del se�or Presidente, se dispuso as�. El se�or COLOMA.- Estuve oyendo atentamente el transcurso de la sesi�n y no hubo orden del se�or Presidente en el sentido de fijar el plazo de 10 minutos. Estaba preocupado del asunto, porque ya me pas� una vez. De modo que hagamos las reglas del juego para todos iguales. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- La cuesti�n es que ya comenzamos la discusi�n. Y las reglas del juego fueron 10 minutos. Y no puedo modificarlas en este momento. El se�or LETELIER.- �Su Se�or�a ha perdido ya 2 minutos...! El se�or COLOMA.- No tengo problemas en sacrificar el tiempo. Pero no me digan que las reglas del juego funcionan para cortar el micr�fono y para cambiar el Reglamento. Se�or Presidente, esta es una materia de fondo, importante para quienes nos gustan las cuestiones constitucionales, que es de las m�s apasionantes. No cabe duda de que es as�. Desde mi perspectiva, creo que hay a lo menos tres razones por las cuales el proyecto de reforma constitucional en debate, m�s all� de la voluntad de sus autores, no re�ne los requisitos para ser aprobado. En primer lugar, por el sentido del voto. En esto soy tremendamente republicano. Aqu� debemos evaluar si �l es un derecho pol�tico o un deber ciudadano. Y tenemos que resolverlo. Estas no son cosas de discurso, sino de sentido, del tipo de pa�s que vamos construyendo. Al respecto, estoy con Mara��n, conforme al cual "uno de los principales problemas de nuestro tiempo consiste en que padecemos una crisis del deber y una hipertrofia del derecho.". O con Aznar, quien hablaba de que "es propio de pueblos fuertes aceptar la cr�tica, pero sobre todo es propio de pueblos inteligentes asimilarla, cumpliendo con los deberes para ayudar a construir una verdadera conciencia p�blica.". O con Garret�n -para que vean que no hay un asunto de car�cter ideol�gico, pues su posici�n no tiene nada que ver con lo que yo pueda pensar, pero me parece l�cido cuando habla de la ciudadan�a- en cuanto a que "el derecho y acto de votar son parte consustancial, fundante y necesaria aunque no suficiente; no es pura suma de derechos individuales e irrenunciables, por lo que no se puede hacer de su ejercicio una cuesti�n de estado de �nimo o mero inter�s personal.". Por ah� est� el quid del asunto, se�or Presidente. Y siento que los pa�ses necesitan de deberes y de tener requerimientos sociales en los cuales uno pueda concurrir. Esto no es pura suma de derechos que dependan del estado de �nimo. Y, honestamente, m�s all� de esto, siempre he pensado que votar es un deber. Respecto del voto voluntario, tengo un contrapunto. Porque, obviamente, algunos pueden argumentar que hay una tentaci�n de los due�os del dinero para movilizar a las personas a votar. Tambi�n est� la tentaci�n de los due�os del Gobierno para hacer algo equivalente, o la de los due�os de las comunicaciones, quienes, en un determinado momento y frente a un hecho circunstancial, con su mera voluntad pueden transformar profundamente las sociedades. Por eso, desde la perspectiva del voto y del significado del ejercicio de los derechos y deberes, estoy convencido de que aquel es un deber, y que, por lo tanto, nos corresponde mantenerlo como tal. En segundo t�rmino, por la naturaleza de la inscripci�n. Creo que esta depende de la voluntad. Asimilo que hay un momento en la vida de las personas en que pueden decidir si quieren ser part�cipes o no de la toma de decisiones. Para eso hacen el acto solemne de inscribirse, de expresar su voluntad. Es un acto de responsabilidad y de seguridad. Lo que nos propone el proyecto es una cosa distinta. Es leg�tima, pero no hace que ella sea obligatoria o autom�tica. Para estos efectos es lo mismo. Y manteniendo el concepto del deber del voto, acepto el derecho de querer ser ciudadano con derecho a sufragio. Alguien plante� -me parece que el Presidente de la Comisi�n- el derecho a desincribirse en determinado momento. No lo descartar�a. Me parece que apunta en un sentido correcto, como f�rmula para fortalecer el derecho original y ese deber consustancial. Por �ltimo, en la l�gica de los principios, resulta fundamental resguardar la naturaleza del Servicio Electoral. Es muy importante entender esto. M�s all� de la idea de cambiar -expliqu� a sus autores-, lo que desaparece al final es la actual composici�n del Servicio Electoral, el que, desde mi perspectiva, ha entregado garant�as suficientes a Chile sobre la identidad del votante y la naturaleza de la acci�n. Y eso no necesariamente se garantiza con un registro civil que, obviamente, no tendr� ni la firma del sufragante ni su huella dactilar, ya que ambos ser�n una referencia a lo que en su momento puede resolver un servicio en manos del Estado. Esto -�atenci�n!- adicionalmente es muy importante desde una perspectiva legal. Porque la modificaci�n del Servicio Electoral tiene un qu�rum distinto de una reforma constitucional. Entonces, no entiendo que alguien pueda sacrificar este �ltimo en aras de disminuir la exigencia legal para concurrir al ejercicio ciudadano. Comprendo que hay que hacer cosas para mejorar la calidad de la pol�tica. Debe perfeccionarse el sistema de la participaci�n. Pero, a mi juicio, eso no se arregla con la obligatoriedad de la inscripci�n ni tampoco con la voluntariedad del voto. Ello tiene que ver m�s con las conciencias, con hacer �til la actividad pol�tica, con tornarla razonable, apasionante, inteligente, atractiva, capaz de movilizar y modificar estados sociales. Hay que aumentar las opciones. Y esto no tiene que ver simplemente con generar obligaciones o influencia de automaticidad. �Se pueden hacer muchas cosas! Tiempo atr�s, se rechaz� un proyecto del Gobierno tendiente a acortar el horario de atenci�n de las Juntas Inscriptoras del Servicio Electoral. �Grave error! En mi opini�n, lo que debemos efectuar va en sentido exactamente inverso. Hoy d�a, el tr�mite de inscripci�n electoral dura dos minutos. Me consta, porque como tal medida suscitaba debate, pregunt� ad�nde ten�a que dirigirme y concurr� al Servicio. �El tr�mite tarda dos minutos! Ciertamente, si queremos avanzar y producir un aumento en la inscripci�n tenemos que empezar por cambiar las conductas propias; ser capaces de generar partidos modernos. Pero eso no se impone por ley; no se impone por decreto ni se impone a gritos. Se logra modificando y automodificando las conductas propias de las colectividades a las que pertenecemos. �Por ah� va mucho m�s el encantamiento de la participaci�n -no el atemorizamiento de ella-: sentir que se es �til a una sociedad; que el voto importa; que el voto cuenta; que el voto es decisivo para concretar esos cambios sociales! Por eso, desde mi perspectiva, necesitamos realizar un trabajo, pero en un sentido distinto. Y tampoco tenemos que renegar de lo que hemos hecho. Escuch� con atenci�n al Ministro se�or Viera-Gallo decir que Chile y Colombia son los �nicos pa�ses donde el voto es obligatorio. No podr� desconocer -estoy leyendo el informe de la Comisi�n- que el propio Manuel Antonio Garret�n se�ala que en Latinoam�rica hay dieciocho -no dos, �dieciocho!- naciones que usan un sistema de esa naturaleza. Y creo que nosotros no tenemos que avergonzarnos de c�mo estamos procediendo a nivel internacional en materia de inscripci�n electoral. Muchas cosas pueden haber fallado y est�n fallando en Chile. Nadie puede ser autocomplaciente con la democracia. Pero no ha fallado lo relativo a la garant�a de la inscripci�n y de la autenticidad electoral. Y no nos reprochamos mutuamente, m�s all� de una excepci�n, la validez de las elecciones -�a cu�ntos pa�ses les gustar�a tener esa certeza!-, porque cuando el Servicio Electoral informa que alguien gan� por un voto, ello es corroborado por el Tribunal Electoral y queda resuelto de esa manera. Entonces, yo no soy tr�gico en el sentido de que hay una situaci�n de "bote en llamas" que es preciso cambiar. Soy profundamente consciente de que es propio de los pueblos inteligentes asumir las cr�ticas a los sistemas y ser capaces, a trav�s de la conciencia social, de modificar las instituciones. Invito a los Honorables colegas a trabajar en esa l�nea. Adem�s, creo en la absoluta buena fe de quienes hemos discutido durante muchos a�os acerca de la naturaleza de estos planteamientos. Pero siento que, al final, estamos alterando o violando principios que, desde mi perspectiva, son muy importantes y que, seg�n la l�gica, corresponde plantear de modo diferente. Se�or Presidente, yo no voy a aprobar la reforma constitucional en an�lisis por cuanto tengo la convicci�n de que a Chile le conviene enfrentar el asunto en forma muy distinta. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or V�squez. El se�or V�SQUEZ.- Se�or Presidente, quiero hacer presente en qu� cambiar�a la actual situaci�n en caso de aprobarse esta enmienda a la Carta Fundamental. Entend�monos. Durante muchos a�os escuch� aqu� m�s de alguna vez la cr�tica de que el mecanismo creado en la denominada "Constituci�n de 1980" era hacer voluntaria la inscripci�n, de modo de obligar a inscribirse en los Registros Electorales a quien quisiera ser ciudadano, y obligatorio el sufragio, con el fin de que ese ciudadano supiera que asum�a un deber adicional. Esa era la forma de lograr la no inscripci�n. Porque no siendo ciudadano no exist�a obligaci�n de votar. Y en ese mundo estamos viviendo hoy d�a: en el de la inscripci�n voluntaria; pero si se est� inscrito, el sufragio es obligatorio. La gracia, el m�rito de esta reforma constitucional es que quiebra ese esquema, ya que la no inscripci�n es tendenciosa y, por tanto, tambi�n lo es la no participaci�n de los ciudadanos en los comicios. Pienso que se trata de un avance importante. De otro lado, me parece que si transformamos la inscripci�n en autom�tica y, por consiguiente, no gravamos al ciudadano con la obligaci�n de ir a inscribirse en los Registros Electorales, el debate respecto de si el voto debe ser obligatorio o voluntario quedar�a -como ya lo han expresado algunos se�ores Senadores- para la discusi�n de una enmienda a la ley. Porque la modificaci�n constitucional no impide que la Ley Org�nica Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios establezca el sufragio obligatorio. Por ello, se�or Presidente, en funci�n de esos simples argumentos y circunscribi�ndome solo a este paso: la inscripci�n autom�tica -lo tocante al voto obligatorio o voluntario deseo que se analice con motivo del proyecto de ley presentado en la C�mara de Diputados-, voy a aprobar la reforma, esencialmente porque quiebra el esquema inicial tendiente a impedir, en lo posible, la participaci�n ciudadana en las elecciones populares y escrutinios. Entiendo que la creaci�n, por obligaci�n constitucional, de un mecanismo autom�tico de inscripci�n constituye un avance central y que la derogaci�n de la voluntariedad del voto no implica, en definitiva, el fin de la obligatoriedad de aquel, sino el inicio de la discusi�n sobre si el sufragio debe ser voluntario u obligatorio. Por lo expuesto, anuncio mi pronunciamiento favorable a la iniciativa. )----------( El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Aburto, a fin de plantear una cuesti�n de Reglamento relativa a plazo para presentaci�n de indicaciones. El se�or MU�OZ ABURTO.- Se�or Presidente, solicito recabar la autorizaci�n del Senado para ampliar, hasta el mi�rcoles 12 de marzo, a las 10 de la ma�ana, el plazo para formular indicaciones al proyecto sobre bono poslaboral, dado que el Ejecutivo ha anunciado su intenci�n al respecto. El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. El se�or �VILA.- Conforme. --Se accede. )----------( El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or V�SQUEZ.- �Puede abrir la votaci�n, se�or Presidente? El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- No hay acuerdo, Su Se�or�a. El se�or BIANCHI.- �Entonces, quedar�a pendiente para ma�ana? El se�or OMINAMI (Vicepresidente).- As� es. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente y estimados colegas, debo se�alar que, m�s all� del debate en torno al proyecto de reforma constitucional, aqu� hay un problema bastante profundo, que consiste en entender, de alg�n modo, la constituci�n de las sociedades, el valor de la participaci�n ciudadana, el rol de las autoridades y la relaci�n directa entre cada uno de estos factores. Por una parte, la materia que estamos tratando significa inclusi�n, es decir, inscripci�n autom�tica. Y en ese sentido estoy de acuerdo con la iniciativa. Sin embargo, tambi�n se establece la voluntariedad del sufragio, la cual no comparto. Considero necesario que el voto sea obligatorio, por lo siguiente. Primero, porque debe existir cierta coherencia. Y no la hay cuando estamos haciendo lo que consigna la presente enmienda al Texto Fundamental. Segundo, porque si bien es cierto -como se ha dicho- que se puede modificar el punto en el proyecto de ley que se halla en tr�mite en la C�mara de Diputados, no me agradar�a que di�ramos rango constitucional a la inscripci�n autom�tica y solo rango legal, de menor categor�a, al sufragio obligatorio. Eso en materia formal. En cuanto al fondo de la cuesti�n, aqu� hay dos conceptos que se est� tratando de colocar de manera antin�mica y no me parece que as� sea. Por el contrario, debe intentarse complementarlos y entenderlos en su contexto general, de forma tal que reflejen exactamente la relaci�n entre la autoridad, la votaci�n o voluntad personal y lo atinente a la recta organizaci�n de una sociedad. Se pretende hacer aparecer como contradictoria la libertad versus la gregariedad y lo que constituye un deber para con la sociedad. Desde una perspectiva personal, es decir, con la visi�n humanista cristiana con que trato de entender las sociedades y su constituci�n, la obligatoriedad de participar en lo que llamamos el "comunitarismo" y la "comunitariedad" es un valor tan importante como el derecho a la libertad plena. La libertad absoluta, sin restricciones, sin ninguna contraparte de obligaci�n con el resto de la ciudadan�a, con lo que es mi comunidad, lleva necesariamente al libertinaje. Y el libertinaje es la antinomia de la plena y absoluta libertad. Por eso nos parece razonable -as� lo hemos se�alado en nuestro congreso ideol�gico- establecer las coincidencias entre ambos conceptos. Quiero hacer solo tres observaciones. La primera: �le niega esto la libertad a las personas? En mi opini�n, no. El derecho, por un lado, y la obligaci�n, por otro, de comprometerse con lo que es su h�bitat es parte del compromiso vital de un hombre y una mujer con lo que existe en su comunidad. De otra manera no podr�an realmente participar. Pero si se quiere ejercer la libertad y rechazar lo que no agrada actualmente en la pol�tica, se dispone de la facultad de abstenerse o votar nulo, que ser�an las expresiones m�s correctas para demostrar el desagrado con el modelo o con los candidatos que se presentan. No inhibe en absoluto el que se d� libertad plena a una persona para expresar su voluntad si acaso se le otorga tal posibilidad. Pero el derecho a tener que participar en su sociedad es esencial para la organizaci�n, tal como lo vemos en la chilena. Ese es el primer factor. El segundo, respecto del cual se ha argumentado mucho esta tarde, es que en definitiva debemos cambiar los modelos de comportamiento y no solo imponer obligaciones legales. Yo comparto lo anterior plenamente. La pol�tica chilena hoy est� desprestigiada no porque el voto sea obligatorio o porque este vaya a establecerse como tal. La democracia se halla en crisis porque entre los valores que la gu�an, por lo menos en el mundo occidental entero, aunque se diga que es cristiano, no existen los conceptos de "gratuidad" y de "servicio p�blico". Y como dec�a Maritain, en vez de la visi�n de "ser m�s" hoy impera la de "tener m�s", que al parecer es lo �nico que importa. La visi�n absolutamente economicista de la sociedad; la forma de ver el servicio p�blico solo como un modo de escalar determinadas posiciones o de ganar dinero, son inaceptables desde nuestro punto de vista y est�n matando la democracia, m�s all� de cualquier reflexi�n religiosa. Es notable que el Vaticano haya agregado nuevos pecados capitales, sin perjuicio de si alguien crea que debieron contemplarse o no. Pero, en definitiva, se ha llegado a determinar por primera vez, m�s all� incluso de lo que avanzaron las enc�clicas del siglo antepasado, que la posesi�n excesiva del dinero, por s� sola -ni siquiera su uso, ni la manera de ejercer con �l un poder vicioso, sino el solo hecho de acumular riquezas por sobre lo razonable-, constituye un pecado capital. Entonces, la circunstancia de que la sociedad no tenga un valor intr�nsicamente espiritual y que se resalte el valor del dinero antes que otra cosa, hace que la pol�tica pierda su sentido. Y las pol�ticas que hemos seguido en materia electoral favorecen el uso vicioso del dinero en las elecciones, porque viene la necesidad de comprar la posibilidad de que la persona vote en determinado sentido. Es el viejo "acarreo" lo que siempre ha significado el triunfo de aquellos candidatos con m�s recursos que otros. Un tercer aspecto que me parece importante, se�or Presidente, es el siguiente. La pol�tica y nosotros al hacer las leyes no solo debemos recoger la opini�n de la gente, sino tambi�n, en funci�n de nuestros principios, expresados en todos los sectores del Senado, ejercer una cierta sicolog�a, una pedagog�a pol�tica, una sicolog�a social. Y desde esa perspectiva volvemos a decir que lo que nos interesa es que la juventud chilena se encante con la pol�tica. Pero no se encanta o se desencanta por este factor, sino que se desencanta por nuestras conductas pol�ticas globales y no solo por nuestras conductas pol�ticas personales. En ese sentido, nos parece que el compromiso con lo que tiene que hacer en su vida en esa gregariedad es un elemento que debemos considerar en forma importante. Termino diciendo una sola frase acerca de la diferencia que nos asiste en esta materia respecto de algunas intervenciones. Yo creo, como nadie, en la libertad. Y creo en la libertad comprometida con el servicio a la comunidad, como parte del bien com�n. A m� no me interpreta plenamente lo que son los principios esenciales de la Revoluci�n Francesa, como aqu� se ha dicho. No est� en mi l�gica cristiana el que eso sea lo esencial ni la forma en que se ejercita. Por eso, para m� no representa un problema que establezcamos la inscripci�n autom�tica y la obligatoriedad del voto. Y en tal sentido vamos a votar. No se�alo aqu� lo que hemos aprobado en nuestros congresos, pero estamos en esa l�nea, esto es, darle a la sociedad derechos para que puedan ser recabados por las personas, para que a ellas se les permita complementar lo que es su bien individual con el bien com�n de la sociedad en la que viven. Por eso, tal como est� el proyecto, anuncio mi voto en contra. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, estimados colegas, he querido intervenir porque me parece que si deseamos hacer una discusi�n seria acerca de lo que est� pasando con el funcionamiento de nuestra democracia, con la fortaleza o la estabilidad de nuestro sistema pol�tico, con la legitimidad del funcionamiento de la institucionalidad vigente en nuestro pa�s, debemos involucrar en este debate no solo lo relativo a la inscripci�n voluntaria o el voto, en cuanto a si es voluntario u obligatorio, sino tambi�n lo referente al sistema electoral. Aqu� no sacamos nada con discutir el establecimiento de la inscripci�n autom�tica para buscar que tome parte un mayor n�mero de gente si realmente no entramos al fondo del asunto: por qu� no participa la ciudadan�a o por qu� ha ido perdiendo confianza en el sistema pol�tico o en nuestra democracia, la cual no refleja la participaci�n ciudadana que todos quisi�ramos. A mi juicio, el Gobierno debiera promover un debate amplio respecto de este punto. Y ello significa, necesariamente, encarar lo que es nuestro sistema electoral. Es ineludible, imprescindible, hacer la discusi�n acerca del sistema binominal. �Por qu� lo planteo? En general, lo que busca el proyecto, y es un objetivo que compartimos todos, es posibilitar la participaci�n ciudadana de manera expedita, f�cil, eficiente. Y, fundamentalmente, permitir que los j�venes participen en las decisiones pol�ticas. Esa es la raz�n de fondo de por qu� establecimos la inscripci�n autom�tica. Y yo y todos los partidos, salvo la UDI, estamos de acuerdo con que ella exista. Pero, �qu� sacamos con que haya inscripci�n autom�tica si a la vez no planteamos la necesidad de ir generando mayor conciencia c�vica en nuestros ciudadanos? El punto se ha enfrentado de distintas maneras. Lo abordaba reci�n el Senador se�or Ruiz-Esquide. A mi entender, si no hay conciencia c�vica en la gente, independiente de la voluntariedad u obligatoriedad del voto, no existir� participaci�n ciudadana. Si en aquella no hay confianza en que el ejercicio de su derecho a sufragar tiene repercusi�n real en la instancia del pa�s donde se toman las decisiones, no existir� participaci�n c�vica. Me parece que el problema se centra m�s en esos aspectos. �Qu� se busca en definitiva? Mayor participaci�n ciudadana, que a la larga otorga m�s legitimidad al sistema, fortalece la institucionalidad pol�tica, la cual se halla conformada por los gobiernos regionales y locales, pero tambi�n, fundamentalmente, por los partidos. Hoy d�a, los factores de la mayor debilidad de las colectividades pol�ticas o de la falta de credibilidad de los ciudadanos en ellas tienen que ver con dificultades que van desde la falta de claridad ideol�gica y de capacidad para tener propuestas hasta, en el otro extremo, el hecho de que los partidos se transforman en meros instrumentos de poder por el poder. La pregunta que uno deber�a formularse de verdad es si el voto eliminar� el problema de la falta de credibilidad y de confianza en la institucionalidad pol�tica por la simple circunstancia de ser voluntario u obligatorio. Considero que no. Mucho m�s importante que eso es, en mi concepto, que seamos capaces de desarrollar conciencia c�vica. En nuestro pa�s hemos planteado de modo reiterado la necesidad de que exista educaci�n c�vica. No la hay en los j�venes, en los ni�os. No existe conciencia ciudadana de lo que son los derechos, de lo que son las obligaciones. Un se�or Senador dec�a reci�n, graciosamente, que a lo mejor no conf�an en nosotros porque no nos conocen. Pero la cuesti�n no reside en si nos conocen o no, sino en saber si somos representativos o si las instancias donde nos eligen son leg�timas. El punto est� ah�: en si los j�venes a quienes queremos incorporar al debate y a la participaci�n tienen claridad conceptual acerca de lo que los partidos pol�ticos representan o de lo que son nuestras propuestas; o en si existe coherencia entre lo que decimos al electorado y lo que cumplimos; o en si los integrantes de las instancias donde se toman las decisiones, aunque sean formales, son representativos y leg�timos. El mayor cuello de botella que obstaculiza la participaci�n ciudadana lo constituye el sistema electoral binominal. Y ello, porque resulta poco representativo; es excluyente y discriminatorio; oprime el desarrollo de ideas, de movimientos, de propuestas distintas de las ya existentes, pues obliga a conformar pactos que, dentro de un objetivo -entre comillas- general, obligan a convivir aun cuando no haya ideas, planteamientos o prop�sitos comunes, ni, por consiguiente, representatividad efectiva de la sociedad. Ah� radica el mayor problema del sistema pol�tico chileno. All� se encuentra la mayor bomba de tiempo de nuestra democracia en lo que respecta a participaci�n de la ciudadan�a y a legitimidad en la expresi�n de su voluntad. En el mismo Senado se dan fen�menos especiales, se�or Presidente. El sistema binominal obliga a la constituci�n de dos pactos mayoritarios. Independiente de que otorga una sobrerrepresentaci�n a la mayor�a, lo m�s grave es que excluye a las terceras fuerzas. Y no solo eso: adem�s, imposibilita que se desarrollen movimientos nuevos, distintos, como en toda sociedad din�mica. En esta misma Corporaci�n existen Senadores que han ido de un lado a otro, que se salieron de sus partidos, que fueron expulsados de ellos o que optaron por generar otros referentes. Sin embargo, no tienen ninguna posibilidad -�ninguna!- de desarrollar un movimiento coherente, porque el sistema electoral los obliga a incorporarse a uno de los pactos -con ello pierden la gracia de la novedad o de lo que envuelven sus planteamientos-, lo que hacen para estar dentro del esquema del poder. Esa es la verdad. �Qu� posibilidad cierta tienen los movimientos que se pretende formar si no integran alguno de los dos pactos mayoritarios? �Qu� factibilidad cierta tienen de llegar al Congreso las terceras o cuartas fuerzas existentes en nuestro pa�s? �Y vamos a solucionar eso con la obligatoriedad o con la voluntariedad del voto? �No! Entonces, estamos en un debate falso. Como aqu� se ha mencionado, el proyecto en an�lisis es mentiroso. La gran mayor�a est� de acuerdo en que haya inscripci�n autom�tica. Pero, seg�n se expres� aqu�, la iniciativa establece la eliminaci�n del voto obligatorio. �Por qu� no vamos derechamente primero a lo de la inscripci�n y despu�s a lo del voto? Nosotros estamos por el voto obligatorio, porque creemos que existe un deber detr�s de la necesidad de que los ciudadanos participen, lo cual tiene que ver con la legitimidad del sistema, con el fortalecimiento de los partidos, con nuestras obligaciones como ciudadanos. Ahora bien, pido al Ejecutivo mayor coherencia todav�a. El Ministro Viera-Gallo es muy inteligente y tiene mucha flexibilidad. Adem�s, en su calidad de Senador, firm� la moci�n que dio origen al proyecto en debate. Sin embargo, entiendo -hasta donde estoy informado- que en la C�mara de Diputados se encuentra una iniciativa del Gobierno de la Presidenta Bachelet que establece inscripci�n autom�tica y voto obligatorio. Entonces, cuando planteamos como partido que se trata de una materia con complejidades mayores y solicitamos que vuelva a la Comisi�n, no lo hacemos por un c�lculo mezquino o mediato. �Si los n�meros dan para todo! A lo mejor Pi�era, con las actuales encuestas y con los votos de hoy -seg�n dicen-, puede ganar. Hace cuatro a�os perd�a como en la guerra. Tal vez le va mal o le va bien. No s�. Hay candidatos para todos los gustos, y no nos vamos a poner de acuerdo al respecto. Pero lo que s� resulta claro es que con la actual propuesta no encaramos el tema de fondo. Entonces, si queremos hacer un debate de verdad y trabajar en serio para lograr mayor participaci�n ciudadana, en especial de los j�venes, realicemos la discusi�n completa. Y si para ello debemos demorar un poco m�s al enviar el proyecto a la Comisi�n, eso me parece razonable. Por ello la bancada de la Democracia Cristiana solicit� formalmente que la iniciativa no se votara, porque es factible que algunos la rechacen pese a estar de acuerdo en participar del debate o que otros debamos decir: "Discutamos las dos cosas en su conjunto, pero no a tajadas, o por rodajas, como se corta el salame para hacer s�ndwiches". Se�or Presidente, reitero la petici�n formal hecha en orden a que el proyecto vuelva a la Comisi�n de Constituci�n. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Ha terminado el Orden del D�a. La discusi�n de este proyecto continuar� ma�ana. VI. TIEMPO DE VOTACIONES SOLICITUD DE MEDIDAS PARA FOMENTO DE RECICLAJE DE DESECHOS ELECTR�NICOS. PROYECTO DE ACUERDO El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores se�ores Navarro, �vila, Girardi, Naranjo, V�squez y Zald�var con el prop�sito de solicitar a la Ministra Presidenta de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente la adopci�n de una serie de medidas que incluyan, entre otras, el env�o a tramitaci�n legislativa de iniciativas referidas al reciclaje de los desechos electr�nicos, en forma de evitar que su eliminaci�n y acumulaci�n inadecuada se conviertan en un problema medioambiental. --Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1040-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Se da cuenta en sesi�n 82�, en 15 de enero de 2008. Oficio de Comisi�n: Medio Ambiente y B. Nacionales, sesi�n 89�, en 5 de marzo de 2008. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- La Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales acord� informar a la Sala, por la unanimidad de sus miembros presentes, que el proyecto en an�lisis no le merece objeciones. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Si les parece a Sus Se�or�as� El se�or KUSCHEL.- Pido que se vote, se�or Presidente. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba el proyecto de acuerdo (14 votos a favor, 1 en contra y 2 abstenciones). Votaron por la afirmativa los se�ores Arancibia, Chadwick, Escalona, Frei, Gazmuri, Horvath, Kuschel, Letelier, Mu�oz Barra, Naranjo, Navarro, Ominami, P�rez Varela y Prokurica. Vot� por la negativa el se�or Ruiz-Esquide. Se abstuvieron la se�ora Alvear y el se�or Pizarro. ACUERDO HUMANITARIO PARA LIBERACI�N DE SECUESTRADOS EN COLOMBIA. PROYECTO DE ACUERDO El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Corresponde pronunciarse sobre el proyecto de acuerdo presentado por los Senadores se�ores Horvath, Espina, Gazmuri, G�mez, Kuschel, Mu�oz Aburto, Navarro, N��ez, Orpis, Prokurica, Ruiz-Esquide y V�squez con el prop�sito de solicitar a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica que promueva un acuerdo humanitario en Colombia que permita la liberaci�n de todos los secuestrados, incluida la se�ora Ingrid Betancourt, con oficio de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. --Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1036-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Se da cuenta en sesi�n 78�, en 2 de enero de 2008. Oficio de Comisi�n: Derechos Humanos, sesi�n 1�, en 11 de marzo de 2008. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- La Comisi�n de Derechos Humanos, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables se�ores �vila, Chadwick, Kuschel y Naranjo), acord� recomendar a la Sala la eliminaci�n de la segunda proposici�n del proyecto de acuerdo, referente a que la Primera Mandataria realice las acciones necesarias a los efectos de que Chile se incorpore activamente a un esfuerzo de la comunidad internacional con el fin de restablecer los mecanismos de di�logo y mediaci�n para que un acuerdo humanitario que permita la liberaci�n de todos los detenidos pueda fructificar. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Si le parece a la Sala, el proyecto de acuerdo se aprobar� en la forma propuesta por la Comisi�n. --Se aprueba en esos t�rminos. MEDIDAS PARA QUE DON MAURICIO HERN�NDEZ NORAMBUENA CUMPLA RESTO DE CONDENA EN CHILE. PROYECTO DE ACUERDO El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Proyecto de acuerdo presentado por los Senadores se�ores Naranjo, �vila y Mu�oz Aburto con el prop�sito de solicitar a Su Excelencia la Presidenta de la Rep�blica que adopte las medidas pertinentes para que el se�or Mauricio Hern�ndez Norambuena contin�e cumpliendo su condena en nuestro pa�s, con oficio de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. --Los antecedentes sobre el proyecto de acuerdo (S 1043-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Se da cuenta en sesi�n 85�, en 22 de enero de 2008. Oficio de Comisi�n: Derechos Humanos, sesi�n 1�, en 11 de marzo de 2008. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario General).- La Comisi�n de Derechos Humanos, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables se�ores �vila, Chadwick, Kuschel y Naranjo), acord� recomendar a la Sala la aprobaci�n del proyecto de acuerdo. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Si les parece a Sus Se�or�as, se aprobar�. --Se aprueba, con la abstenci�n del Senador se�or Prokurica. VII. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. )------------( --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: De la se�ora ALVEAR: Al se�or Fiscal Nacional del Ministerio P�blico, solicit�ndole ANTECEDENTES ESTAD�STICOS CUALITATIVOS SOBRE UNIDAD DE ATENCI�N A V�CTIMAS Y TESTIGOS, y a la se�ora Ministra de Salud y al se�or Director Nacional del FONASA, requiri�ndoles informaci�n relativa a SISTEMA DE LIBRE ELECCI�N, PROGRAMA PAD EN ATENCI�N DE PARTOS Y LEY DE URGENCIAS. Del se�or ESPINA: A la se�ora Ministra de Agricultura, pidi�ndole URGENCIA PARA MEDIDAS A FAVOR DE SEIS COMUNAS DE LA ARAUCAN�A NORTE DECLARADAS ZONAS DE EMERGENCIA AGR�COLA Y EXTENSI�N DE ESTA DECLARACI�N RESPECTO DE OTRAS DIEZ COMUNAS DE LA NOVENA REGI�N. )------------( --Ofrecida la palabra, sucesivamente, en los tiempos de los Comit�s Renovaci�n Nacional, Independientes, Socialista y Dem�crata Cristiano, ning�n se�or Senador interviene. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En el turno del Comit� Mixto, tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. EFECTOS POR CAMBIOS EN POL�TICA HABITACIONAL RESPECTO DE FONDOS SOLIDARIO DE VIVIENDA Y DE PROTECCI�N AL PATRIMONIO FAMILIAR. OFICIO El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, quiero plantear un problema legal que me preocupa y respecto del cual, a mi entender, se deben tomar las medidas pertinentes a la brevedad para evitar un desorden social delicado. Me refiero a las �ltimas modificaciones sobre pol�tica habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y de los SERVIU con relaci�n al Fondo Solidario Concursable y al Fondo de Protecci�n del Patrimonio Familiar. Como Sus Se�or�as saben, el Fondo Solidario de Vivienda es un programa del MINVU destinado a dar soluci�n habitacional a personas en situaci�n de marginalidad organizadas en grupos de a lo menos diez familias que se encuentren bajo la l�nea de pobreza, que no hayan obtenido un subsidio para tal efecto, que se hallen inscritas en los registros de dicha Secretar�a de Estado y que sean patrocinadas por una entidad de gesti�n inmobiliaria social (EGIS), persona jur�dica encargada -desde hace dos a�os, aproximadamente- de cubrir las necesidades habitacionales de dichas agrupaciones. Dentro de ese marco, el decreto supremo N� 174, de 2005, reglamenta el procedimiento respectivo y, adem�s, en sus art�culos 56 y siguientes, dispone claramente qui�nes pueden ser EGIS, dejando un abanico abierto para que cualquier persona jur�dica o natural pueda constituirse en entidad de gesti�n. As�, f�cilmente las empresas constructoras, que antes eran contratadas y fiscalizadas por los prestadores de asistencia t�cnica, ahora perfectamente pueden convertirse en EGIS y autocontratarse. Ello me causa mucha preocupaci�n, por la falta de participaci�n ciudadana, de quienes son los m�s importantes en el proceso de obtenci�n de la casa propia, como son las personas ubicadas bajo la l�nea de pobreza, ya que en los art�culos 21 y siguientes del mencionado decreto supremo, sobre Plan de Habilitaci�n Social, por ejemplo, se pretende que las familias se involucren en el proyecto habitacional a desarrollarse para favorecer la integraci�n en el barrio y en la red social, lo que se lleva a cabo en etapas de participaci�n de aquellas para la selecci�n del proyecto y el dise�o y la presentaci�n de las viviendas. Sin embargo, al parecer nadie se ha percatado de que, al tratarse de una empresa constructora, la EGIS -esta tendr� bajo su cargo asistentes sociales y arquitectos, quienes ser�n los responsables de promover la participaci�n ciudadana exigida por ley- impondr� los criterios de la empresa constructora en cuanto a costos y no la efectiva participaci�n de la gente, por lo cual primar� siempre el inter�s comercial empresarial por sobre la necesidad de los m�s pobres del pa�s, call�ndose una vez m�s la voz de la ciudadan�a. En otras palabras -como ejemplo pr�ctico-, si las familias dise�an una casa habitaci�n de un piso y despu�s se plantea la posibilidad de reforzarla con la ampliaci�n para un segundo piso, obviamente, por motivos de costos, las empresas constructoras no tomar�n raz�n y nadie defender� los intereses de los pobres. Dichas compa��as se transformar�n, entonces, en verdadero juez y parte de decisiones que solo deber�an involucrar a las familias que necesitan una vivienda digna, que se ajuste a sus verdaderos requerimientos. Las empresas constructoras -reitero- que se constituyan como EGIS ahora ser�n juez y parte, pues entregar�n una opini�n t�cnica respecto de lo que ellas mismas hagan. Sin querer ser majadero, en caso de que las familias quieran una vivienda con segundo piso -doy el ejemplo para avalar mi intervenci�n-, la mano de obra para la construcci�n ser� m�s cara, ya que se deber� invertir m�s en andamios para efectuar los trabajos en altura, sin mencionar el riesgo laboral existente y las medidas de seguridad que corresponda tomar. Por tanto, resulta muy dif�cil concretar la participaci�n ciudadana de quienes pretenden un dise�o de casa con dos pisos. Y ello, solo -nuevamente lo menciono- por una cuesti�n de costos. As�, se echa por tierra lo dispuesto en los art�culos 21 y siguientes del decreto supremo N� 174, que promueven la participaci�n de las familias en los barrios. Sin ir m�s lejos, si se presenta un proyecto de casa habitaci�n con segundo piso, las empresas constructoras deber�n contemplar ventanas m�s amplias en dicho nivel a fin de posibilitar la subida de los muebles. Porque, en t�rminos pr�cticos, si la escalera es muy peque�a, �por d�nde entrar�n aquellos? No debemos olvidar el importante papel que alguna vez cumplieron los prestadores de asistencia t�cnica. Estos comenzaron a operar porque el Ministerio de Vivienda, a trav�s del SERVIU, no ten�a capacidad t�cnica suficiente para inspeccionar las ejecuciones de obras de programas sociales (con excepci�n del Programa de Vivienda Din�mica sin Deuda, proyectado e inspeccionado directamente por el SERVIU) que dicho Servicio ha llevado desde anta�o. Para cubrir esa carencia t�cnica, tales prestadores comenzaron a efectuar las inspecciones correspondientes. Fueron contratados directamente por el SERVIU para cumplir esa funci�n en su nombre. Luego, con el tiempo, surgi� un nuevo programa, denominado "Fondo Solidario de Vivienda". Se cre� especialmente desde una perspectiva social, pues se involucra la participaci�n de la familia y por primera vez se postula con proyectos sociales a los programas habitacionales para ser atendidos directamente por los municipios. Debido a que las municipalidades, por falta de soporte t�cnico y de capacidad, no dieron abasto con dicho proyecto, el mismo Ministerio solicit� a aquellos que se hallaban en condiciones de cumplir esta funci�n t�cnica y social que se hicieran cargo de ello, comenzando de lleno un trabajo social y t�cnico realizado exclusivamente por los mencionados prestadores. Me preocupa enormemente lo relativo a la elaboraci�n de proyectos t�cnicos y sociales y a la contrataci�n e inspecci�n t�cnica de las obras, lo cual originaba un acercamiento con las familias y daba las facilidades para resolver de mejor manera los problemas generados en el proyecto, acompa�ando un mismo PSAT desde el principio hasta el final. Y los brazos del Gobierno se extend�an a trav�s de un interlocutor v�lido, quien representaba de manera efectiva la voz de las familias en caso de descontentos pr�cticos con las empresas constructoras, pero veo con fundado temor que de ahora en adelante esa posibilidad no existir�. Con la modificaci�n del Programa Fondo Solidario de Vivienda (decreto supremo N� 174), se sacaron derechamente las inspecciones t�cnicas de las obras, realizadas antiguamente por los PSAT, quedando divididas las funciones en dos �reas: la primera se refiere a la habilitaci�n de la demanda, la contrataci�n de obras y el �rea legal y social, que corresponden a las EGIS; y la segunda, a la inspecci�n de obras, que realizan los prestadores contratados directamente por el SERVIU. Sin embargo, con todos estos cambios, las empresas constructoras pueden ahora ser una Entidad de Gesti�n Inmobiliaria Social, perdi�ndose por completo la representatividad de la familia en el proceso de edificaci�n, ya que ellas son juez y parte en dichos procedimientos. En efecto, los profesionales de las EGIS -l�ase arquitectos, asistentes sociales, constructores u otros-, ante un problema entre familias y empresas, no poseen la mejor representatividad y transparencia para que los reclamos de las primeras lleguen a buen puerto, pues si la entidad pertenece a las mismas constructoras que pagan los honorarios, el resultado ser� siempre conveniente para estas �ltimas. Por las consideraciones anteriores, se�or Presidente, pido que esta intervenci�n se haga llegar a la se�ora Ministra de Vivienda y Urbanismo, para los efectos de que entregue alguna respuesta sobre las modificaciones que est�n convirtiendo en juez y parte a las empresas constructoras, en desmedro de las condiciones en que las familias m�s modestas desear�an tener sus viviendas. He dicho. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Senador se�or Mu�oz Barra, conforme al Reglamento. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- En el tiempo del Comit� Uni�n Dem�crata Independiente, tiene la palabra el Honorable se�or Arancibia. RESPUESTA A DECLARACIONES DE DIPUTADO SE�OR RODRIGO GONZ�LEZ SOBRE JUICIO POR PROGRAMAS GENERADORES DE EMPLEO El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, me gustar�a aclarar las desafortunadas declaraciones que el Diputado se�or Gonz�lez hizo en mi contra la semana pasada, durante su intervenci�n en la hora de Incidentes de la C�mara de Diputados. En esa ocasi�n, al referirse a mi participaci�n como querellante en la causa por los planes generadores de empleo (PGE), manifest�: "Quiero se�alar en este hemiciclo de la C�mara de Diputados, en forma muy clara, que el senador Arancibia no tiene ninguna legitimidad para proceder como lo hizo. M�s claramente, el senador Arancibia es nadie en esta causa, no tiene calidad de v�ctima ni legitimidad para querellarse". Al respecto, deseo expresar que cuando se tuvo conocimiento de que en las campa�as pol�ticas de algunos candidatos al Parlamento pertenecientes a la Concertaci�n se usaron tales programas para financiar activistas o con otros fines, se iniciaron un sinn�mero de investigaciones judiciales en la Quinta Regi�n. En ese entonces, decid� presentar querellas contra "quienes resultaren responsables", sin nombres ni apellidos, lo que fue reforzado por las auditor�as que efectu� la Contralor�a General de la Rep�blica. Tal acci�n fue producto de que se estaba afectando a la gente m�s pobre y, adem�s, cesante de la Regi�n que represento. Por ello, repito, resolv� querellarme, a fin de que se sancionara a los responsables de tales il�citos, ya que no pod�a permitir que en la zona se usaran de manera torcida programas destinados a apoyar en proyectos personales a los m�s necesitados. Quisiera precisar que en ning�n caso estoy persiguiendo al Diputado se�or Gonz�lez ni a ning�n otro en especial, lo cual no ha impedido que, fruto de las investigaciones del Ministerio P�blico, se determine que este y otros parlamentarios, al tener alg�n grado de participaci�n en los hechos investigados, se vean implicados y convocados a los procesos en tr�mite. Como consecuencia de lo anterior, el Diputado se�or Gonz�lez fue formalizado el pasado viernes 7 en el Juzgado de Garant�a de Valpara�so, tribunal que otorg� cuatro meses al Ministerio P�blico para investigar los hechos il�citos en los que el primero haya tenido participaci�n. Lo anterior se sustenta en las declaraciones de sus propios asesores y activistas, seg�n consta en los testimonios de la causa que investiga el Ministerio P�blico y en la querella del Consejo de Defensa del Estado. Entre estos �ltimos, que tambi�n se hallan incorporados en la investigaci�n, se incluye el de la se�ora Yocelyn Ortiz Zamora, quien declar� ante la Polic�a de Investigaciones de Chile lo siguiente: "En efecto desde hace tres a�os que soy dirigente del club cultural Villa Linda del sector Nueva Aurora y hace cinco a�os soy militante del PPD en la regi�n (�) Siendo mi �ltimo trabajo el que desarroll� como integrante del comando del diputado Rodrigo Gonz�lez, en las pasadas elecciones presidenciales y parlamentarias (�) en calidad de puerta puertista. Mi trato o relaci�n era directa con el diputado Gonz�lez, Max Bast�as y Fernando Avenda�o. Fue en esa circunstancia, que antes de comenzar la campa�a electoral, aproximadamente en el mes de septiembre de 2005, el diputado Rodrigo Gonz�lez me llam� telef�nicamente y me dijo que hab�an cupos para unos PGE, para lo cual �l me entregaba un cupo de 15 o 16 personas como m�ximo y conforme a ello deb�a elaborar una lista con nombre, apellido, Rut y tel�fono de personas preferentemente votantes, el cual ten�a que ser entregado a Fernando Avenda�o en la casona (sede comando de Gonz�lez). El trabajo consist�a, supuestamente en desmalezar y limpiar el sector, labor que nunca se realiz�, ya que nunca llegaron las herramientas, as� mismo, como yo estaba integrada a la campa�a electoral dej� a una de ellas, mi comadre de nombre Karla Alvear, encargada para coordinar los trabajos en el caso de que llegaran las herramientas o nos ven�an a fiscalizar, lo cual nunca ocurri�. "Al cabo de un tiempo, Fernando Avenda�o, nos avis� que deb�amos ir a la casona a firmar contrato y cobrar el primer cheque, lo que efectivamente hicimos, firmando dos contratos por Noviembre y Diciembre, recibiendo un cheque por la suma de 53 mil pesos. "Al ser citada por la polic�a de investigaciones, inform� de ello a Max Bast�as, quien me dijo que cuando vinieran, no ten�a que decir que hab�a trabajado en la campa�a del diputado Gonz�lez y que dijera que s� hab�a trabajado en los PGE dentro de mi sede social, en labores de pintura, aseo o lo que fuera. "Por todo lo que he dicho, no me cabe duda que el diputado Gonz�lez estaba no s�lo en conocimiento del uso indebido que se hac�a de los PGE, sino que adem�s ten�a participaci�n directa en ellos, ya que fue �l quien me ofreci� personalmente el trabajo y los cupos para dicho programa". La veracidad de los hechos relatados por Yocelyn Zamora se encuentra avalada por otros testimonios, tal como consta en las declaraciones prestadas por diversas trabajadoras ante la Polic�a de Investigaciones. Las imputaciones que me formula el Diputado se�or Gonz�lez probablemente son producto de su nerviosismo, creado por un escenario judicial adverso, ya que soy coadyuvante del Ministerio P�blico en la investigaci�n. Y, para reforzar la objetividad de mis denuncias, cito parte de la querella del Consejo de Defensa del Estado -un �rgano respetable y respetado de nuestro sistema-, presentada el 1� de febrero de 2008 ante el Juzgado de Garant�a de Valpara�so, la cual se�ala: 1. "Por instrucciones del diputado del partido por la democracia, se�or Ren� Rodrigo Gonz�lez Torres, Fernando Avenda�o, secretario remunerado del diputado indicado, y Max Bast�as, jefe de campa�a para las parlamentarias del a�o 2005, del mismo congresal, ambos con desempe�o en la oficina distrital o comando de campa�a del se�or Gonz�lez en Vi�a del Mar, conocida como "la casona", , procedieron a recabar de dirigentes vecinales de la comuna, militantes o simpatizantes del PPD, n�minas de personas que se ver�an, "beneficiadas" con el PGE respectivo, muchas de las cuales no cumpl�an con las exigencias m�nimas para optar a dicho trabajo. "2. Tanto Avenda�o como Bast�as declaran que el diputado Gonz�lez les inform� que hab�a gestionado la contrataci�n de 100 personas v�a PGE. "3. Testimonio de Don Sinforiano Cornejo, declara en la fiscal�a el 23 de mayo de 2006, haber recurrido a trav�s de su se�ora, al diputado Gonz�lez, concurriendo a la casona en el a�o 2005, a quien le solicitara un trabajo como cuidadores de letreros pol�ticos o repartidores de volantes, que con posterioridad los llamaron para que bajaran con su carn� de identidad a la casona, donde estaba el comando del se�or Gonz�lez. All� les tomaron sus datos y quedaron de avisarle para que fuera nuevamente, porque le iban a dar plata como una forma de ayuda (�). Contin�a su declaraci�n afirmando que lo llamaron para retirar el primer cheque en la casona y que le hicieron firmar unos papeles y despu�s, en el mes de diciembre, lo citaron a Valpara�so, donde firm� el recibo por el otro cheque y finiquito. "4. Judith Morales, quien declar� en la fiscal�a el 26 de mayo de 2006. Con su hermana Alexana Morales y Lorena Gonz�lez, integraba la directiva de un comit� que se llama "Amanecer", que re�ne a un grupo de personas que estaban en una toma en Santa Julia, Vi�a del Mar, que `la persona que me ofreci� realizar labores de limpieza es el diputado Se�or Rodrigo GONZALEZ, �l fue quien nos tom� nuestros nombres, dici�ndonos que nos iban a llamar para hacer labores de limpieza (�) Recibimos un llamado de Fernando Avenda�o para que fu�ramos a la casona a firmar un contrato. Nos sorprendi� de que luego de firmar, recibi�ramos el pago de $ 51.000 aproximadamente, sin haber trabajado en labores de limpieza. Fue en ese momento que Avenda�o nos dijo que no nos preocup�ramos y que lo tom�ramos como una ayuda (�). Efectivamente recib� dos pagos, uno por $ 51.000 y otro por $ 63.000, el primero fue en noviembre de 2005 y el segundo fue pocos d�as antes de navidad. El primer pago se hizo en la casona y el segundo en calle Salvador Donoso, Valpara�so". Esos son antecedentes objetivos de las querellas que enfrenta el Diputado se�or Gonz�lez, de acuerdo con los planteamientos que formula, entre otros, el Consejo de Defensa del Estado, y no el Senador que habla, quien s� ha aportado datos para que ello se vaya conformando. Con toda esa informaci�n, que justifica mi modo de actuar, ser� la opini�n p�blica la que juzgue qui�n dice la verdad: si el Senador que habla, el Ministerio P�blico y el Consejo de Defensa del Estado o el ex Alcalde de Vi�a del Mar y actual Diputado, hoy suspendido de su cargo, don Rodrigo Gonz�lez. Gracias. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or P�rez Varela. El se�or P�REZ VARELA.- Se�or Presidente, en los ocho minutos que me restan pedir� enviar dos oficios. SOLICITUD DE ANTECEDENTES SOBRE POLITICA HABITACIONAL. OFICIO En primer lugar, pido que se env�e un oficio al Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre lo que expondr� a continuaci�n y que corresponde tambi�n a una preocupaci�n manifestada por el Senador se�or Mu�oz Barra. Porque todos somos profundamente partidarios de la nueva pol�tica habitacional que se ha desarrollado a partir del a�o 2007. En nuestras circunscripciones hemos podido apreciar que posee el vigor requerido para ir solucionando los problemas que presentan particularmente los sectores m�s necesitados. Sin embargo, para ir cotejando su grado de avance, es menester contar con los antecedentes demostrativos de que tiene un efecto pr�ctico en cada una de las comunas. Por lo tanto, creo que es esencial que la Sala conozca, por ejemplo, un par de datos que nos parecen relevantes. El primero es cu�ntos subsidios se entregaron durante 2007 a trav�s de los distintos programas: Fondo Solidario 1, Fondo Solidario 2, subsidio rural, etc�tera. Es decir, todos y cada uno de los programas respectivos implementados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Junto con lo anterior, y para saber cu�n efectivamente ello se est� transformando en vivienda, es importante tambi�n precisar la cantidad de subsidios que se pagaron durante el a�o 2007, porque eso nos permitir� dimensionar c�mo va caminando el plan habitacional en cada una de las Regiones, de las comunas. Y, sobre la base de tales antecedentes, cabe la posibilidad de colaborar, como lo estamos haciendo en Lota, donde el d�a 6 de febrero pasado la Ministra de Vivienda, junto con vecinos y representantes de la comuna, estuvieron elaborando, desde las 9 hasta las 17, un plan para sacar adelante los m�s de 20 campamentos existentes all�, situaci�n que en determinado momento planteamos en el Senado. Por consiguiente, somos absolutamente partidarios de la pol�tica habitacional, pero ser�a bueno conocer datos concretos para verificar su avance. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Honorable se�or P�rez Varela, conforme al Reglamento. SOLUCI�N POL�TICA PARA EX TRABAJADORES DE ENACAR. OFICIO En segundo t�rmino, se�or Presidente, deseo requerir al Ministerio del Interior una resoluci�n de car�cter pol�tico frente a la situaci�n que viven en Lota cientos de personas que se desempe�aron en ENACAR. En dicha empresa hubo dos salidas de trabajadores: una, el 26 de julio de 1996, y otra, el 10 de mayo de 1997. Con respecto al acuerdo relacionado con esta �ltima fecha ha habido un avance sustancial; pero creo que han sido bastante discriminados y postergados en sus aspiraciones los que debieron irse el 26 de julio de 1996. �Cu�l es la diferencia entre una y otra fecha? En la primera se hace un llamado a los trabajadores dispuestos a salir de la empresa, porque esta debe adecuarse a las nuevas realidades. Transcurridos menos de diez meses, ella es cerrada y quienes salen lo hacen en condiciones absolutamente distintas de las registradas el 26 de julio de 1996. Los trabajadores afectados han reclamado ante los tribunales de justicia por ese trato discriminatorio, habi�ndose acogido la mayor�a de sus postulados. Lamentablemente, por aplicaci�n de la prescripci�n, no han podido lograr una resoluci�n judicial firme. Hemos recibido respuestas de parte del Ministerio de Econom�a, las cuales se han quedado en los aspectos formales. Por ello, me parece fundamental, teniendo presente la situaci�n que viven cerca de 400 familias en la comuna de Lota, que se proceda a una definici�n pol�tica sobre el particular, como tambi�n lo fue la de cerrar ENACAR, para igualar, al menos, la situaci�n de un grupo de trabajadores que presenta las mismas caracter�sticas de los que salieron en 1997, pero que, al hacerlo diez meses antes, se encontraron en una situaci�n absolutamente dis�mil. Incluso, muchos de ellos alegan que medi� un enga�o en el momento de tomar la decisi�n. Sin embargo, m�s all� de esos elementos subjetivos, existen dos aspectos objetivos: un n�mero determinado de trabajadores sali� de esa empresa, en julio de 1996, conforme a ciertas condiciones y un determinado programa de apoyo, y otros lo hicieron diez meses despu�s de acuerdo con un r�gimen distinto y claramente m�s beneficioso. Y es m�s: el Gobierno ha trabajado en el �ltimo tiempo en lo referente a la situaci�n de quienes salieron en 1997. Esa diferencia de fechas, que puede ser balad�, resulta verdaderamente esencial para la gente que vive en la comuna de Lota. En consecuencia, se requiere una decisi�n pol�tica del Gobierno en ese sentido. Y me parece que solo el Ministro del Interior es la autoridad a la cual es preciso dirigirse en este momento. He dicho. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Senador se�or P�rez Varela, conforme al Reglamento. El se�or FREI, don Eduardo (Presidente).- Se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 18:59. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n