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SOCIAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley Nº 19.284, sobre plena integración social de personas con discapacidad, con informe de la Comisión de Salud y urgencia calificada de "simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (3875-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 56ª, en 9 de octubre de 2007.
Informe de Comisión:
Salud, sesión 62ª, en 6 de noviembre de 2007.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
La iniciativa tiene por objeto principal asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, a fin de obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad.
La Comisión discutió la iniciativa solamente en general y aprobó la idea de legislar por la unanimidad de sus miembros presentes (Senadores señores Kuschel, Ominami y Ruiz-Esquide), en los mismos términos en que la despachó la Honorable Cámara de Diputados.
El texto pertinente del proyecto se consigna en el informe que Sus Señorías tienen a la vista.
Cabe tener presente que los artículos 27, 48, 65, 66 y 72 revisten el carácter de normas orgánicas constitucionales, por lo que se requieren para su aprobación el voto favorable de 22 señores Senadores.
Asimismo, corresponde señalar que, de ser aprobada en general, la iniciativa deberá ser informada también por la Comisión de Hacienda.
El señor OMINAMI ( Vicepresidente ).-
En discusión general el proyecto.
Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente, sin lugar a dudas, estamos frente a una iniciativa de la mayor importancia para las personas discapacitadas.
Y quiero aprovechar la presencia de la señora Ministra de Planificación y del señor Ministro del Trabajo en la Sala, para recordarles que -como ellos bien saben- muchos países destinan determinados porcentajes de puestos de trabajo en el sector público a personas con discapacidad.
Y se hace absolutamente necesario incrementar aun mucho más la posibilidad de que dichas personas tengan mayor acceso a desempeñar funciones dentro de la Administración Pública.
Al respecto, hay importantes experiencias en las distintas naciones del mundo que podrían homologarse y aplicarse en Chile.
En el último tiempo, hemos escuchado que la Presidenta de la República desea igualdad de oportunidades y la inclusión de las mujeres en el ámbito político.
Por ello, con mucha fuerza, hoy día quiero preguntar por qué no incluir también en el sector público al mundo de la discapacidad y hacer que los partidos políticos abran la posibilidad para aquellas personas que deseen ingresar a esta actividad, permitiendo que el Estado les entregue una subvención especial. De esta manera, podríamos incorporar, además de la igualdad de géneros a que alude la Presidenta de la República , a las personas de la tercera edad, a las que sufren alguna discapacidad, a las minorías sexuales, etcétera.
Esa es la verdadera igualdad.
Por otro lado, además de expresar mi apoyo a la iniciativa en debate, anuncio que presentaré una indicación al proyecto de reforma previsional, que pronto seguiremos analizando en el Senado, mediante la cual se establezca que la pensión que perciban las personas con discapacidad no sea igual para todas, pues existen distintos grados de invalidez. Algunas alcanzan un grado medianamente autovalente; otras, carecen de toda posibilidad de valerse por sí mismas.
Por ello, sobre la base de esa condición, resulta necesario otorgar pensiones según porcentajes graduales, pues los niveles de discapacidad en las personas no son iguales.
En consecuencia, votaré a favor del proyecto.
He dicho.
El señor OMINAMI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente, si hubiésemos tratado esta iniciativa hace algunos años -entiendo que lleva mucho tiempo en el Parlamento; me dicen que pasó dos años en la Cámara de Diputados y han transcurrido siete años desde su presentación-, probablemente yo no hubiera intervenido en el debate. Y creo que tal situación nos ocurre a muchos.
Una de las cosas valiosas del Parlamento es que uno aprende a conocer realidades que, de otro modo, jamás hubiera imaginado o visto.
Hace un par de años, a raíz de una reunión en el teatro regional de la circunscripción que represento, tuve la oportunidad de oír a una autoridad, la cual sostenía que la discapacidad en nuestro país llegaba a 12,8 por ciento de la población -cifra que a cualquier persona impacta-, pero, además, agregaba que en la Séptima Región dicho índice alcanzaba a 17,6 por ciento, el más alto de Chile.
Entonces, uno queda muy impresionado. De ahí que me he dedicado, por lo menos parte del presente año, al problema de la discapacidad, conociendo directamente esa realidad y realizando una campaña sobre el particular junto a mi familia. Ello me dejó, más allá de la ayuda que hayamos logrado conseguir, muy vinculado a la situación de esos miles de personas que necesitan una oportunidad en la vida. Y tendemos a no verlas, a no asumirlas, a considerarlas parte del paisaje. Pero, cuando uno se entera de que hay gente que, viviendo a siete cuadras de la plaza de Talca, no la conoce porque carece de silla de ruedas -porque no pudo adquirirla o porque no le fue posible entrar en las redes de protección-, o de que 15 ó 20 por ciento de quienes residen en el mundo rural no tienen acceso casi a nada, no puede sino sentir una especial sensibilidad.
¿Por qué digo esto, señor Presidente ? Ante todo, porque comparto absolutamente la idea del proyecto en debate, esto es, establecer normas para la plena integración social de las personas con discapacidad. Eso me parece un deber moral, ético. En realidad, uno se sorprende de que en nuestro país todos -lo voy a pluralizar- hayamos convivido con un fenómeno que quizá nos impacta a propósito de la Teletón, pero que no nos ha llevado a efectuar modificaciones sustanciales en el plano jurídico. En ese sentido, considero muy importante avanzar aquí hacia la igualdad de oportunidades.
Sin perjuicio de ello, señor Presidente , quiero pedir -y así entiendo que va a ser- que el proyecto solo se apruebe en general, porque, a mi juicio, hay muchos aspectos a los que será necesario darles una segunda, tercera o cuarta revisión en la discusión particular.
En primer término, está el ámbito de las definiciones. Yo creo que es muy importante no equivocarse en este punto, porque, tras una teórica búsqueda de mandato, puede llegarse a un grado de incertidumbre tal que al final se entienda cualquier cosa.
Por ejemplo, en el artículo 2º se define la "accesibilidad universal" -cuestión que es central en el resto del proyecto- como "La condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible.". Está bien, es un intento de definición, pero da para cualquier cosa.
Entonces, en materia de principios, será necesario precisar con mucha más detención y nitidez de qué estamos hablando en cada caso. Tenemos que avanzar en eso.
Por otro lado, hay algunos asuntos que me inquietan: ciertas normas respecto de la discriminación positiva, ya que desconocemos cuál es la aplicabilidad práctica de hacer este tipo de exigencia en el entorno social; de la igualdad ante las cargas públicas; de la sexualidad, que supone el concepto, tan controvertido, de "salud reproductiva" y que, como es obvio, constituye un tema complejo desde todo punto de vista. De partida, se vincula con muchos de los convenios internacionales que todavía se hallan en estudio en el país.
También me despiertan inquietud la lógica de los derechos positivos y negativos; los nuevos conceptos relativos a la discriminación arbitraria; la cuestión de si se debe o no tener un registro público en materia de discapacidad, elementos fundamentales que asumen un papel muy relevante en la certificación y calificación de la discapacidad.
Adicionalmente, señor Presidente , pienso que hay otros aspectos que se pueden incorporar. En lo personal, creo que cuando hablamos de discapacidad -y me tocó verlo- en todo lo relacionado con la vivienda, con la falta de una legislación que exija que un porcentaje de los complejos habitacionales esté previsto para recibir personas en esa condición, es fundamental.
Entiendo que me resta poco tiempo, señor Presidente, así que voy a tratar de ser muy breve.
Cualquiera de nosotros que haya estado en una inauguración de casas y que le haya tocado ir con una persona en silla de ruedas a una vivienda a la que, por no haber estado concebida para ello, le faltan centímetros en la entrada o carece de accesos adecuados a los baños, se da cuenta de que el problema es muy dramático. Y, a mi juicio, hay espacio para incorporar ese tipo de normas en el articulado.
Existe un aspecto de la reforma previsional que podemos vincularlo a este punto. Me ha tocado conocer personas que han sufrido accidentes que les han generado grados importantes de discapacidad. Pues bien, si ellas reciben una pensión y a corto plazo logran un trabajo, la pierden. En días pasados -voy a poner un ejemplo concreto-, conocí el caso de un jinete que se había caído. Y, claro, quedó cuadrapléjico, pero la cabeza le funcionaba perfectamente. Entonces, le conseguí un trabajo, pero me dijo: "No puedo aceptarlo, porque perdería la pensión". Yo me pregunto: ¿cuáles son los incentivos que estamos poniendo en nuestro país?
En síntesis, señor Presidente , creo que este es un proyecto potente y espero ponerle todo el ánimo, porque me parece fundamental, pero, como digo, hay definiciones que deberemos revisar con mayor profundidad, temas que habrá que acotar para que él tenga una vigencia práctica y elementos que será necesario introducir a fin de poder enfrentar adecuadamente las cifras en esta materia, que son dramáticas, sobre todo en las Regiones. Si hay algo que me impresionó fue descubrir que el sector rural presenta índices de discapacidad superiores a los del urbano, y eso también tenemos que revisarlo, para saber exactamente a qué corresponde.
Por tanto, señor Presidente , sin perjuicio de aprobar esta iniciativa, creo que hay muchos temas que podemos perfeccionar en la discusión particular, y será fundamental hacerlo si realmente queremos legislar a favor del país.
He dicho.
El señor OMINAMI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora HARDY ( Ministra de Planificación ).-
Señor Presidente, deseo hacer algunas precisiones respecto de la intervención del Senador señor Coloma .
En primer término, estamos ante un proyecto sustitutivo que presentó la Presidenta de la República en octubre del año pasado. Por lo tanto, es un texto nuevo, distinto del que venía tratando con anterioridad la Comisión Especial de Discapacidad de la Cámara de Diputados, y que, a pesar de su escaso tiempo de estudio, ha sido intensamente discutido.
En segundo lugar, esta iniciativa abre preocupaciones en la línea del tipo de política pública que hace referencia a la integración con igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, anticipándose a la Convención que suscribió el Gobierno de Chile el 30 de marzo del presente año en Naciones Unidas. De manera que puede decirse que en la legislación nacional nos adelantamos a las normativas que hoy día se establecen en el mundo en materia de discapacidad. Y toda esta temática sobre accesibilidad, vivienda, salud, etcétera, se halla incorporada en el cuerpo de los 80 artículos permanentes de que consta el proyecto. Entiendo que ellos podrán ser perfeccionados en la discusión en particular, pero, insisto, todos esos aspectos están considerados.
En lo relativo a cupos en la Administración Pública y a franquicias especiales para incentivar la incorporación de personas con discapacidad en el mundo del trabajo del sector privado y, ciertamente, en el de la educación, podemos señalar -tenemos la constatación en la reciente encuesta CASEN; vamos a dar la información en breve- que donde más experimentan dificultades de inserción es, precisamente, en los ámbitos educacional y laboral; de ahí los fuertes énfasis que hemos puesto en la materia.
Ahora, en cuanto a la dificultad que existía para incorporarse al mundo del trabajo por el problema de las pensiones, quiero recordar que, desde que se encuentra vigente la automaticidad de la pensión asistencial, esta no se pierde cuando la persona con discapacidad encuentra un empleo, sino que se suspende transitoriamente, y se recupera en forma automática una vez que lo abandona. Por lo tanto, ese problema ya está resuelto por la sola automaticidad de la actual pensión asistencial, cuestión que seguramente se va a mantener en la discusión de la reforma previsional.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Recuerdo a los señores Senadores que a las 18 debemos comenzar las votaciones.
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente, seré muy breve porque esta discusión en general se va a enriquecer con lo que hagamos con motivo del segundo informe, cuando tendremos que enfrentar algunas de las dificultades que presenta el proyecto.
En definitiva, solo deseo plantear tres o cuatro conceptos.
En primer término, debo expresar mi satisfacción por el hecho de que estemos discutiendo un proyecto nuevo, que mejora lo que hemos tenido hasta la fecha. Nos tocó informar la iniciativa original -con otros señores Senadores en aquel entonces- y dar a conocer todo lo que habíamos escuchado, recogido, analizado, visto y propuesto en la Comisión en su momento. Y nos alegramos mucho, pues de ahí salieron buenas ideas, las que además dieron nacimiento al Fondo Nacional de la Discapacidad.
Eso es lo primero.
En segundo lugar, quiero dejar claramente establecido que nuestra concepción en torno a la discapacidad no es solo de caridad (y excúsenme por plantear el punto en estos pocos minutos). Porque de pronto existe la tendencia a entender que se trata de simples actos piadosos mediante los cuales se hace un enorme bien que incluso abre un camino al cielo.
No es ese el sentido profundo de lo que debemos realizar en la materia.
La discapacidad en Chile constituye una realidad mucho mayor de lo que hemos pensado siempre. Además, tenemos que comprenderla con una visión de solidaridad y no solo con la de otorgar algunos pocos recursos para mejorar la condición de quienes la padecen.
Las normas que estamos aprobando sobre esta materia, en definitiva, buscan generar tal idea distinta a través de los mecanismos previstos en ellas.
Y quiero ser muy franco a ese respecto.
Tiempo atrás se produjo en el Senado una situación muy especial a propósito de ciertos dichos de algunos colegas. Y la verdad es que, así como tampoco se trata de actos de caridad, pretendo que, en el estricto sentido de lo que apreciamos como cristianos, nuestras acciones no sean un simple mecanismo publicitario a través del cual muchas personas terminan dando cierta cantidad de dinero que, por la vía de la rebaja tributaria, constituye una mera entrega de fondos que a la larga hace el país entero.
Si bien eso es verdad, no obsta para reconocer los esfuerzos que se despliegan. Todos los hemos hecho, todos los reconocemos y todos vamos a estar ahí el día que debamos rendir homenaje a quien corresponda. Pero lo que yo deseo es rescatar aquella visión para el enfoque que ha de darse al proyecto en debate.
Como tercer elemento...
Señor Presidente , le ruego que solicite a "nuestros nuevos compañeros de Gobierno" que me dejen concluir mi intervención.
--(Aplausos en la Sala).
El señor LONGUEIRA .-
¡Llevamos tan poco tiempo y ya estamos preocupados de la indisciplina...!
El señor COLOMA .-
¡Somos díscolos...!
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
¡El problema es que requerimos más votos...!
Señor Presidente, no hay duda de que los recursos de que se dispone -espero que sigan aumentando- no dan cuenta de las necesidades existentes. Requerimos muchos más para lograr un avance en la solución de los problemas que aquejan a una cantidad inmensa de personas que sufren discapacidad.
En tal sentido, hay un cuarto elemento, que en definitiva puede permitirnos ser capaces de tener una visión bastante más global sobre lo que son las discapacidades.
Los antecedentes proporcionados por la señora Ministra, que se encuentran en el informe de la Comisión, reflejan la existencia de un gran número de elementos que han de estudiarse muy a fondo.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminó su tiempo, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Perdón, señor Presidente , pero me quedan 30 segundos.
El señor PROKURICA .-
La idea es que en seguida pueda hablar yo, Honorable colega.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
¡Ah! Muy bien.
En síntesis, señor Presidente , creo que será necesario realizar un estudio acerca de por qué se producen ciertas discapacidades, como el exceso de ceguera y otras que no estaban en la visión científica que sirvió de base a determinaciones adoptadas hace muchos años.
Por las razones expuestas, votaremos a favor de la iniciativa.
El señor PROKURICA.-
¿Me concede un minuto, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Si seguimos con las intervenciones, el debate del proyecto deberá quedar para la próxima sesión.
Tiene la palabra Su Señoría por un minuto.
El señor PROKURICA.-
Muchas gracias. Seré muy breve.
El señor ÁVILA .-
¡Tiene que serlo...!
El señor PROKURICA.-
Y voy a serlo.
Señor Presidente, existe mucho de fábula en lo concerniente a la ayuda que el Estado entrega a los discapacitados.
Algunos han mencionado beneficios que existieron alguna vez. Por ejemplo, los otorgados para la importación de vehículos especiales. Sin embargo, en la práctica ellos no representan ninguna ayuda, porque los aranceles han ido bajando, el IVA se cobra igual, etcétera. Sin ir más lejos, puedo señalar que esta semana me llamó una persona discapacitada que compró un vehículo y quiso descontar el IVA pero no pudo cargarlo a gastos. Entonces -reitero-, eso no ayuda en nada.
En segundo lugar, quiero destacar un hecho.
Durante el período del anterior Director del Fondo Nacional de la Discapacidad (FONADIS), envié al Gobierno -este me respondió que no- un proyecto de ley que daba a los discapacitados la oportunidad de trabajar en la Administración Pública.
¡Iniciativas como esa son la forma de demostrar a los discapacitados que estamos realmente comprometidos con ellos!
¿Y por qué traigo a colación aquello? Porque distintas empresas del sector privado -supermercados, ferreterías, imprentas, sector telefónico- han abierto la posibilidad de que los discapacitados trabajen en ellas. Lo mismo ocurre en las Fuerzas Armadas, que forman parte del sector público. Y Carabineros también les ha dado a esas personas la ocasión de participar en los distintos llamados que hace.
Sin embargo, cuando llevé aquel proyecto al Ejecutivo se me dijo: "No. No se puede. Hay problemas, porque, de acuerdo con las normas que rigen la Administración Pública, se debe tener salud compatible con el servicio.". Y no se ha querido modificar eso.
En mi proyecto de ley planteaba que en uno por ciento de los llamados para el sector público se considerara a los discapacitados que pudieran competir, de modo que se les diera la oportunidad de no ser una carga para el Estado.
Sin embargo, uno no ve que se actúe brindándoles a los discapacitados posibilidades en aquella línea.
Ahora, como bien planteó nuestro "líder" y doctor en su intervención anterior, nadie quiere ser carga del Fisco. Pero en la práctica, cuando se proponen dádivas, lógicamente que esas personas se transforman en cargas.
Lo que la gente quiere es llevar a sus hogares un ingreso ganado en un trabajo digno. Y creo que hacia esa dirección debemos apuntar en el trámite siguiente de este proyecto.
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