. . . . . . . " El se\u00F1or ALVARADO (de pie).- \nSe\u00F1or Presidente, honorable C\u00E1mara, se\u00F1ores ministros, distinguida familia de nuestro ex colega Juan Bustos, se\u00F1oras y se\u00F1ores: \nEn representaci\u00F3n de la bancada de la Uni\u00F3n Dem\u00F3crata Independiente, rindo esta ma\u00F1ana un p\u00F3stumo homenaje al ex Presidente de la Corporaci\u00F3n, diputado se\u00F1or Juan Bustos Ram\u00EDrez . \nCon Juan, sin duda, ten\u00EDamos profundas diferencias ideol\u00F3gicas. Sin embargo, he de reconocer en \u00E9l a un contradictor noble, que defendi\u00F3 con pasi\u00F3n sus convicciones, pasi\u00F3n que en la defensa de sus ideas nunca comprometi\u00F3 el respeto hacia quienes en este hemiciclo fuimos sus oponentes. \nSi tuviera que retratar a Juan Bustos , sin duda, en ese retrato deber\u00EDa estampar la esencia de su alma: un hombre so\u00F1ador, idealista y amante de la profundidad de lo simple. \nJuan defendi\u00F3 con la raz\u00F3n y el coraz\u00F3n sus ideas de izquierda, pero tambi\u00E9n abri\u00F3 siempre los espacios para plasmar con su verbo y su pluma la esencia de aquel que, leg\u00EDtima y convencidamente, cree que la sociedad puede ser mejor si la sensibilidad humana logra eliminar o al menos disminuir esas diferencias que provocan y han provocado tanto sufrimiento en la historia de los pueblos. \n Juan Bustos , puesto en la situaci\u00F3n hist\u00F3rica que le toc\u00F3 vivir a su generaci\u00F3n, volc\u00F3 toda su capacidad en pro de la defensa de los derechos humanos. Como abogado, represent\u00F3 en los tribunales de justicia, con valent\u00EDa y decisi\u00F3n, los valores en los que cre\u00EDa y a las personas que apreciaba. \nJuan era un hombre de ideas pol\u00EDticas claras e intensas, pero su verbo brotaba de un manantial sereno. Nunca hizo una descalificaci\u00F3n ni mucho menos una agresi\u00F3n. Nunca sinti\u00F3 odio por alguien. Es as\u00ED como en esta Corporaci\u00F3n lo vimos muchas veces dialogando, ayudando al entendimiento y acercando posiciones. \n\u00C9l, que estuvo en una de las trincheras m\u00E1s fuertes y comprometidas, de la que otros salieron con huellas muy profundas, fue, sin embargo, un espejo que reflejaba serenidad y concordia. \nSu palabra era de entendimiento y no de confrontaci\u00F3n. Por eso, Juan fue capaz de traspasar las fronteras de la pol\u00EDtica y ser apreciado no s\u00F3lo por sus compa\u00F1eros de batalla, sino tambi\u00E9n por sus adversarios, que vimos en \u00E9l ese esp\u00EDritu generoso. \nS\u00F3lido en su formaci\u00F3n intelectual, jurista de excepci\u00F3n, respetado y apreciado internacionalmente, entreg\u00F3 tantas veces su saber al servicio de nuestras comisiones, mejorando y aportando en cientos de proyectos de ley. \nJuan era, adem\u00E1s, un maestro. En su condici\u00F3n de profesor universitario de excepci\u00F3n, form\u00F3 generaciones y generaciones de abogados. Sin embargo, eso no era lo m\u00E1s importante, pues su talento intelectual s\u00F3lo daba brillo y resonancia a su calidad humana, reflejada en dos simples pero profundos conceptos: humildad y sencillez. \n Juan Bustos , en lo que le conoc\u00ED, fue un hombre que jam\u00E1s se dej\u00F3 seducir por el encanto del poder o de los cargos. El brillante espejismo del protocolo no lleg\u00F3 a tocarlo ni mucho menos a encandilarlo. \u00C9l pod\u00EDa y sab\u00EDa distinguir las voces de los ecos y, entre las voces, escuchaba de manera preferente la de la justicia. \nEs as\u00ED como all\u00ED, en ese inmutable sentido de dar a cada uno lo suyo y de reconocer a cada uno su derecho, estaba puesto todo el empe\u00F1o y el inter\u00E9s de Juan. A ello entreg\u00F3 realmente su vida. \nEn lo personal, pienso y defiendo con convicci\u00F3n ideales distintos de los de Juan Bustos , pero ello no significa que no reconozca el respeto por personas como \u00E9l, un hombre de convicciones profundas, respetuoso, afable e idealista, que estaba convencido de que entre todos se puede hacer de este mundo un lugar mejor. \nM\u00E1s all\u00E1 de sus ideas, correctas o incorrectas, con su vida y sus obras, Juan Bustos contribuy\u00F3 a hacer de \u00E9sta, nuestra patria com\u00FAn, un lugar mejor. \nAntes de lo que hubi\u00E9semos querido, la vida de Juan Bustos , el abogado, profesor, servidor p\u00FAblico, esposo y padre de familia, lleg\u00F3 a su fin. En consecuencia, su verbo se ha vuelto silente, su coraz\u00F3n combativo ya no late m\u00E1s y su palabra amigable y generosa ya no se escuchar\u00E1 en este hemiciclo ni en nuestras comisiones. \n Estimado Juan , ha llegado el d\u00EDa de tu \u00FAltimo viaje. Ya ha partido la nave que nunca ha de retornar, y en ella, como iremos todos alg\u00FAn d\u00EDa, Dios te encontrar\u00E1 ligero de equipaje, pues s\u00F3lo te acompa\u00F1an tus obras, tu legado y tu esp\u00EDritu noble. As\u00ED, sin duda, alg\u00FAn d\u00EDa partiremos todos y nos encontraremos en ese mundo mejor, en el que, seguramente, ya no seremos m\u00E1s de izquierda o de derecha, sino simplemente hijos de Dios. \nHe dicho. \n " .