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- rdf:value = " INFORMACIÓN SOBRE EFECTOS DE CONSTRUCCIÓN DE CENTRAL HIDROELÉCTRICA TRUPÁN EN COMUNA DE TUCAPEL. OFICIOS.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Rosauro Martínez .
El señor MARTÍNEZ.-
Señor Presidente, por la magnitud de la inversión y por su impacto social, el proyecto Laja-Diguillín era la obra de riego más importante del país.
Por diferentes circunstancias, el proyecto original sufrió grandes modificaciones. La más importante fue dejar sin efecto la construcción del embalse Diguillín , que era fundamental para el logro de los objetivos de crear un verdadero sistema de riego en una vasta zona precordillerana de Ñuble.
Señor Presidente, como lo expresé en esta Cámara en 2003, ocurre que dos meses después de haber presentado el estudio de impacto ambiental del embalse Diguillín , el director general de Obras Públicas de la época lo retiró sin expresión de causa. Así, sin más, se le cercenó un pilar central del proyecto.
¿Qué había pasado? No lo sabemos, pero sí hay antecedentes que explican aquello tan misterioso. Ocurre que la Dirección General de Aguas había constituido a favor de la Dirección de Obras Hidráulicas un derecho de aprovechamiento consuntivo de aguas superficiales y detenidas del lago Laja por un caudal de 65 metros cúbicos por segundo. De ese modo, la autoridad administrativa derivó el agua desde la cuenca del río Laja a la cuenca del río Diguillín, con el propósito de abastecer el canal Laja-Diguillín y darle viabilidad en el tiempo.
Pero había un problema debido a la existencia de una disposición del Ministerio de Obras Públicas y Vías de Comunicación, que había declarado, en el año 1952, agotado el “caudal del Río Laja y sus Afluentes”. Y el lago Laja es uno de ellos, de manera tal que la resolución de la Dirección de Aguas era imposible de materializar y, lo que es peor, se trataba de una ilegalidad.
Más aún, había otro problema, cual es la existencia de la Asociación de Canalistas del Canal Zañartu, que cuentan con un caudal de 45 metros cúbicos por segundo del río Laja, equivalente a 3 mil regadores, situación ratificada y ampliada en 2001 a 4.330 regadores de 15 litros cada uno, derechos inscritos en el Registro de Aguas de 2001 del Conservador de Bienes Raíces de Yumbel.
El efecto principal de aquello era que materializar el derecho de aprovechamiento consuntivo que la Dirección General de Aguas constituyó a favor de la Dirección de Obras Hidráulicas, implicaba dejar sin ese recurso a los beneficiarios del canal Zañartu , quienes, como dije, tienen derechos constitutivos anteriores.
Frente a esa situación, lo más a la mano que tenía la autoridad era no construir el embalse. Por eso no había explicaciones.
En aquella oportunidad señalé que el proyecto canal Laja-Diguillín sufría de una falta de transparencia total. Años después tengo que repetir lo mismo, porque los canalistas y agricultores beneficiarios del Laja-Diguillín están preocupados por los efectos que producirá la central hidroeléctrica Trupán que se proyecta construir en la comuna de Tucapel, provincia de Biobío, la que se abastecerá con los recursos hídricos del canal Zañartu . La preocupación surge porque los efectos que puede tener aquello en el canal Laja-Diguillín son enormes, a tal punto que no es exagerado decir que su caudal podría quedar reducido a la mínima expresión. Lo curioso es que la Corema aprobó la declaración de impacto ambiental, con el beneplácito de las autoridades de Riego y de Obras Públicas, sin consultar a los directamente involucrados, los canalistas y regantes del canal Laja-Diguillín.
Más aún, sorprende que a una obra de esta envergadura, como es una central hidroeléctrica, la Corema no le exija el estudio de impacto ambiental.
Es más, en el informe consolidado de la evaluación de la declaración de impacto ambiental del proyecto, de fecha 20 de septiembre de 2007, no existe opinión de algún organismo estatal al respecto, ni siquiera del Ministerio de Agricultura, a través de su ente regional, a pesar de que el Laja-Diguillín es fundamental dentro de las metas que tiene el país en materia agropecuaria.
Señor Presidente, se ha hecho una inversión millonaria, del orden de los 150 millones de dólares, y se crearon enormes expectativas; pero considero que aquí se está actuando irresponsablemente y, lo que es peor, con una falta de claridad y transparencia que abisma.
Por esos motivos, pido que se oficie al ministro de Obras Públicas, para que informe, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas y la Dirección General de Aguas, los efectos que tendrá para el abastecimiento de canal Laja-Diguillín la construcción de la central hidroeléctrica Trupán y nos señale si el Ministerio de que es titular garantizará la existencia de recursos hídricos suficientes para regar las 43 mil hectáreas correspondientes a las comunas de Yungay, Pemuco , San Ignacio , El Carmen y Bulnes; al ministro de Agricultura, a fin de que nos dé a conocer la opinión de su cartera y de la Comisión de Riego que preside sobre las eventuales consecuencias que tendrá la construcción de la central hidroeléctrica en el cumplimiento de la política de riego del país en lo referente al canal Laja-Diguillín, y al secretario de la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región del Biobío, con el objeto de que informe las razones por las cuales no se invitó a entregar su opinión, en el marco de la evaluación de la declaración de impacto ambiental, a la junta de vigilancia del río Diguillín y a los representantes de los canalistas del canal Laja-Diguillín, así como las razones por las que no se exigió el estudio de impacto ambiental para ese proyecto.
Por la tranquilidad de todos y las metas del país en materia agrícola, espero que lo planteado se aclare a la brevedad.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Se enviarán los oficios solicitados por su señoría, con copia de su intervención.
"