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El señor ESPINA.-
Señor Presidente, el Senado debe estar consciente del camino que ha tomado.
Se está disponiendo que el período de cinco años podrá ser continuo o discontinuo. Debemos tener claro lo que hemos hecho y, en ese sentido, la lógica indica que hay que eliminar el inciso tercero.
En cuanto al proyecto en sí mismo, deseo formular dos comentarios.
El Senador Prokurica señaló algo a lo cual nosotros no queremos darle la importancia que tiene.
Yo siento que Chile carece hoy de una política de inmigración suficientemente clara, lo cual puede generar muchas dificultades en el futuro, como las que han vivido países sin una legislación clara al respecto.
Existen muchas zonas y lugares de nuestro territorio donde la inmigración de ciudadanos extranjeros ha generado problemas con un sector importante de la población. Y creo que negar esta realidad sería actuar exactamente en la forma en que lo han hecho las naciones que después no han sabido cómo resolverlos.
Chile es un país que se ha caracterizado por permitir el ingreso de extranjeros y por dar a estos todo tipo de facilidades, lo que me parece muy bien, pero ello debe tener una regulación, un límite.
Vayan ustedes a la ciudad de Antofagasta y hablen con los alcaldes de las distintas comunas, quienes les contarán el gravísimo problema que enfrentan con los extranjeros que han llegado a la zona.
No estoy emitiendo un juicio de valor, ni a favor ni en contra, sino solo expresando que debemos discutir y fijar políticas de Estado sobre la materia. Ayer me reuní con vecinos de Santiago que me describieron el conjunto de dificultades que se han producido con los extranjeros que residen en ciertos sectores de dicha comuna.
Entonces, ¿cómo vamos a encarar este problema? ¿Nos vamos a hacer los lesos, o vamos a regularla estableciendo normas que permitan una sana compatibilidad, un entendimiento, una forma de mirar en conjunto una situación que se está haciendo cada vez más recurrente? Como en Chile tendemos a reaccionar tarde, espero que esta vez no tengamos que hacerlo cuando se haya producido, seguramente, algún hecho del cual todos nos lamentemos.
En consecuencia, pido que se oficie en mi nombre al Ministerio de Relaciones Exteriores pidiéndole indicar cuál es la política de inmigración que existe y cuáles son los cambios y precisiones que estima conveniente efectuar para lograr la armonía que se debe producir en una materia de esta envergadura y que forma parte de la historia y la tradición chilenas.
Me tocó analizar el proyecto como Presidente de la Comisión de Gobierno y me parece que está superbién enfocado. Establece dos normas que son de toda justicia.
En ese sentido, felicito al Diputado Jaime Pilowsky , que fue quien siguió y estuvo encima del proyecto en el Senado y el que nos pidió ponerlo en tabla. Y, como los parlamentarios tendemos a tener muy poca participación en los proyectos de ley -aunque son nuestros, finalmente el Ejecutivo termina apoderándose de ellos, situación que hemos vivido en carne propia-, quiero destacar el rol cumplido por el Diputado Pilowsky , que no pertenece a mi sector político, pues fue él quien empujó esta iniciativa en la Comisión de Gobierno para sacarla adelante.
En definitiva, el proyecto contempla una norma que establece algo que tiene bastante sentido común: permitir que la carta de nacionalización a los hijos de padre o madre nacionalizados chilenos sea otorgada a quienes han cumplido 14 años de edad. No hay ninguna razón para limitarla solo a los mayores de 18. Sería absurdo, además, porque no estamos hablando de un acto que pueda celebrar un menor de edad por sí mismo. Quiero dejar constancia de esto.
Aquí vendrán una serie de iniciativas en el futuro a fin de otorgar ciertas atribuciones a los menores de 18 años; y, sobre todo tratándose de los más chicos, es bueno tomar resguardos y que la solicitud de nacionalización se haga con autorización y conocimiento de sus padres.
Por eso, en esta norma -que está en la página 3 del comparado- se señala que podrán pedir carta de nacionalización los hijos de extranjeros que hayan cumplido 14 años y que cuenten "con la autorización de quienes estén a cargo de su cuidado personal y hayan obtenido permiso de permanencia definitiva".
Esa es la autorización que se requiere. Y, a mi juicio, es un paso bien importante.
Por lo tanto, estamos de acuerdo con este proyecto por las razones que otros señores Senadores ya han dado.
Asimismo, la iniciativa aborda el tema de los refugiados, que es algo que el país deberá saber aceptar.
En consecuencia, los Senadores de Renovación Nacional votaremos a favor.
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