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- rdf:value = " La señora ALVEAR .-
Señor Presidente , deseo iniciar mis observaciones recordando las palabras de un dirigente político de otra época, pero que a la hora de discutir sobre ética y política recobran plena vigencia.
Me refiero a mi camarada de partido don Radomiro Tomic , un apasionado defensor de la libertad y la democracia.
Al discutirse el proyecto sobre la Ley de Defensa Permanente de la Democracia -llamada "Ley Maldita"- durante su intervención en la Cámara de Diputados, Radomiro Tomic señaló: "Espero ser oído con serenidad y sin prejuicios. No tengo ni la vanidad ni la ilusión de creer que nuestras palabras vayan a cambiar el voto de nadie.
"Pero es preciso que cada cual asuma plenamente sus responsabilidades frente a esta ley que ha de significar, a juicio nuestro, un paso desgraciado para el porvenir de la democracia y la libertad en Chile". Me parece que las palabras pronunciadas en el Congreso en mayo del año 1948 recobran plena vigencia 60 años después. Repito: "es preciso que cada cual asuma plenamente sus responsabilidades".
Estimados colegas, desde el retorno a la democracia, cada Gobierno de la Concertación ha patrocinado distintas iniciativas para modificar el sistema binominal y acabar con la exclusión política que este provoca. Se han presentado reformas constitucionales, enmiendas legales, proyecto de leyes orgánicas, modificaciones al sistema electoral, cambios en el número de parlamentarios, redistritajes, corrección del sistema, sustitución de este por uno proporcional, en fin.
Entonces, señalar que se requiere seguir pensando y estudiando y que con urgencia no se puede aprobar esta iniciativa está fuera de lugar.
Se ha tenido todo el tiempo para legislar y han existido tantas fórmulas como intentos para terminar con la exclusión. Sin embargo, por alguna razón, los parlamentarios de la Alianza por Chile siempre encuentran una excusa para dar la espalda a este perfeccionamiento de nuestra democracia.
Pero ahora debería ser distinto, Honorables colegas. Altos dirigentes políticos comprometieron su palabra. Durante la pasada campaña presidencial, los candidatos de la Alianza Sebastián Piñera y Joaquín Lavín empeñaron su palabra en terminar las reformas políticas que quedaron pendientes de la última reforma constitucional. Lo manifestaron de manera pública en la campaña electoral.
Más adelante, se avanzó aún más. Dirigentes del Partido Comunista dialogaron directamente con Renovación Nacional. Y cuando se hizo esa declaración conjunta de los Secretarios Generales de la Concertación, el Presidente de Renovación Nacional, don Carlos Larraín , su Vicepresidente , don Baldo Prokurica , y su Secretaria General, doña Lily Pérez , por un lado, y el Presidente del Partido Comunista, don Guillermo Teillier , en compañía de su Secretario General , don Lautaro Carmona , y del dirigente Jorge Inzunza , por el otro, se suscribió un acuerdo, respecto del cual creímos que se estaba haciendo historia.
Dicho acuerdo implicaba varias iniciativas complementarias, como la normativa sobre intervencionismo electoral o la de mayor participación, que harían posible reformar el sistema binominal.
Tal cual escuchamos decir en esta Sala al Ministro señor Viera-Gallo, cada compromiso ha sido honrado por el Ejecutivo y los proyectos se hallan en el Congreso.
Debido a la palabra empeñada por Renovación Nacional, a través de su candidato presidencial Sebastián Piñera y sus dirigentes políticos, esperamos que en esta ocasión se cumpla el compromiso de acabar con la exclusión.
Para quienes creemos en la Concertación y luchamos por la recuperación de la democracia, lo que suceda en esta Sala reviste la mayor gravedad. No hay democracia posible si sectores que la ciudadanía respalda son excluidos del Parlamento; no hay democracia posible si en el Congreso Nacional no están representadas fuerzas políticas que cuentan con apoyo popular relevante.
Permítanme decir que, en lo personal, no comparto los postulados del Partido Comunista, ni su filosofía ni su posición política; nos separan diferencias en nuestra concepción del Estado y del hombre.
Recordemos que Voltaire enunció en una famosa carta: "No estoy de acuerdo con tus ideas, pero daría la vida por defender tu derecho a expresarlas".
Yo quiero plantear, en nombre de la Democracia Cristiana, que estamos llanos a poner a disposición todo nuestro capital político para que algunos dirigentes del Partido Comunista participen no como espectadores, no desde las tribunas, sino para que ocupen un lugar en este Hemiciclo, sean parte del Congreso, como se lo merecen en democracia.
Creo que la actitud de destacados dirigentes políticos, que pretenden representar al país en la más alta magistratura, es seriamente cuestionable si no cumplen su palabra.
¿Hablamos de seriedad política cuando un candidato presidencial señala una cosa para luego borrar con el codo lo que escribió con la mano?
Este proyecto solo se iguala con la situación en que quedó esta Corporación después de la reforma constitucional, que dejó fuera de la Carta y entregó a una ley el número de Senadores.
Tampoco hablamos de cualquier tipo de normativa. Que no se diga que se podrá modificar el número cuando cambie la correlación de fuerzas políticas en el Parlamento.
Se trata de leyes orgánicas que requieren de quórums exigentes, que necesitan transversales convergencias y no estar sujetas a la voluntad de unos pocos.
El fin es uno solo, y es claro: terminar con la repudiable exclusión que persiste en nuestro sistema político, impuesta por las reglas del binominal y amparada por la Derecha.
Como establece el acuerdo entre Renovación Nacional, el Partido Comunista y la Concertación del 7 de diciembre del 2006: "Se trata de perfeccionar el sistema electoral vigente, a fin de terminar con la exclusión de fuerzas políticas significativas".
¡Que, entonces, no se busquen excusas!
Señalar que se buscan más cupos para más políticos es una falacia que no resiste la buena fe de los chilenos.
Afirmar -como leí en un documento, al que luego me referiré- que el Gobierno no tiene una propuesta concordada con los Partidos de la Concertación es caer en el absurdo.
Como señalé, se ha propuesto de todo: redistritajes; cambios legales, constitucionales; modificaciones al sistema, etcétera.
¡Propuestas y apoyos en la Concertación sobran!
El señor Sebastián Piñera difundió ayer un documento llamado "La verdad tiene su hora", procurando desligar su responsabilidad ante la falta de apoyo de Renovación Nacional al Tratado de Roma y a los proyectos sobre voto de los chilenos en el exterior y cambio del sistema binominal. En un intento vano, expresa que no se habría aprobado lo relativo a la Corte Penal Internacional por razones completamente alejadas de lo que ocurre en la realidad.
Al respecto, debo señalar que Chile tuvo una activa participación en la negociación del Tratado que estableció la Corte Penal Internacional y fue uno de los primeros países en suscribir el Estatuto de Roma, lo que ocurrió el 11 de septiembre de 1988. Una vez suscrito, el Ejecutivo lo remitió a la aprobación del Congreso, e ingresó a la Cámara de Diputados el 5 de enero de 1999.
El Tratado...
Señor Presidente , ¿de cuántos minutos dispongo?
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
¿Cuánto tiempo más necesita, Su Señoría?
La señora ALVEAR .-
Cinco minutos.
El señor LARRAÍN .-
¡No es posible otorgar ese tiempo, señor Presidente!
El señor PROKURICA.-
Claro, porque, de lo contrario, no podrá intervenir el resto de los señores Senadores.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo (Presidente).
- Se están concediendo siete minutos y medio por orador.
El señor PIZARRO .-
Yo cedo mi tiempo a la Honorable colega, señor Presidente .
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Eso no es posible, Su Señoría.
El señor PIZARRO.-
Tengo derecho a usar de la palabra. Por lo tanto, le cedo mi tiempo a la señora Senadora.
El señor ZALDÍVAR, don Adolfo ( Presidente ).-
Así es. Pero ese derecho es para que hable usted, no para cederlo, por mucho que sea su interés. Yo comprendo su intención, Su Señoría.
En todo caso, la Mesa otorga dos minutos adicionales a la Honorable señora Alvear para que termine su exposición.
La señora ALVEAR.-
Gracias, señor Presidente.
El Tratado que estableció la Corte Penal Internacional ingresó el 22 de enero del 2002. Y, pese al compromiso de Sebastián Piñera , solo tres Parlamentarios de Renovación Nacional lo votaron a favor -tengo aquí sus nombres-; luego, se presentó un requerimiento ante el Tribunal Constitucional. Y, con posterioridad, ingresó al Senado un proyecto de reforma a la Carta, sin que se lograra avanzar porque no existían los votos de Renovación Nacional ni de la UDI.
Se ha dicho aquí que la Comisión de Constitución exigió que se legislara sobre los tipos penales. Y en dicho órgano técnico hay ahora precisamente una iniciativa que trata sobre el particular.
Por otra parte, en cuanto al proyecto relativo al sistema binominal, sabemos cuál ha sido su historia en la Cámara de Diputados.
Al respecto, solo quiero recordar que en la antesala del lecho de enfermo del señor Volodia Teitelboim , en el hospital Clínico de la Universidad Católica, donde él se encontraba inconsciente, el ex Senador Sebastián Piñera se comprometió voluntariamente con el señor Guillermo Teillier a apoyar una reforma al sistema electoral que permitiera terminar con la exclusión.
Deseo expresar a los estimados colegas de Renovación Nacional que hoy tienen una oportunidad para honrar la palabra de su líder y candidato presidencial. ¡Chile lo demanda y de aquí lo observa!
Para concluir, señor Presiente , me gustaría recordar nuevamente lo que dijo Radomiro Tomic : "No tengo ni la vanidad ni la ilusión de creer que nuestras palabras vayan a cambiar el voto de nadie. Pero es preciso que cada cual asuma plenamente sus responsabilidades".
Honorables colegas, ¡aún podemos cambiar la historia y honrar la palabra empeñada!
He dicho.
"
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