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La señora PASCAL, doña Denise (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Vallespín .
El señor VALLESPÍN.-
Señora Presidenta, por su intermedio, saludo al señor ministro de Energía.
Parto señalando que quienes hemos estado siempre en la lucha por diversificar nuestra matriz energética y generar condiciones para hacer competitivas las energías renovables no convencionales y demandado que el Estado juegue un rol en la orientación estratégica del sector energético, mal podríamos decir que este proyecto no aporta a eso, porque si lo hiciéramos -qué duda cabe estaríamos faltando a la verdad.
Por eso esta iniciativa nos parece positiva, ya que es saludable que fortalezca el papel del Estado en la planificación energética de nuestro país y que no quedemos todos en manos de los privados -contrariamente a lo que ha ocurrido en el último tiempo-, a quienes les da lo mismo con qué tipo de fuente generan energía: si su proyecto es rentable, lo viabilizan por esa vía. Sin embargo, a través de esta iniciativa, eso se comienza a orientar de otra manera.
De alguna forma -qué duda cabe-, la iniciativa en debate crea condiciones para promover la competencia en la generación de energía eléctrica, porque hará más competitivos proyectos que antes no tenían ninguna viabilidad. Con el establecimiento de un coordinador único para el sistema eléctrico nacional interconectado, esta iniciativa también genera condiciones para mejorar el sistema en cuanto a la forma como se hacen hoy los análisis y distribución respectivos.
De igual modo, uno podría decir que esta iniciativa, si se aplica íntegramente, sin duda reducirá los costos del servicio de transmisión de energía eléctrica y probablemente conseguirá menores precios para el cliente final, porque interviene un modelo de generación y distribución de energía que está extremadamente concentrado y que no permite que proyectos atractivos ingresen al sistema. Por lo tanto, ese es un aspecto positivo.
Además, seguramente contribuirá a un mejor uso del territorio y transparentará el costo del mencionado servicio a las comunidades, lo que también es positivo.
No obstante lo anterior, quiero detenerme en una situación que, a mi modo de ver, no está bien resuelta en el proyecto.
Se nos ha dicho que esta iniciativa facilita la incorporación de energías renovables que posee nuestro país a través de un tipo de transmisión especial, con una definición de territorios distinta: los denominados “polos de desarrollo” o zonas de alto potencial de generación de energía limpia.
Ahora, yo siempre trato de ser consecuente con lo que pienso y planteo. Por tanto, debo manifestar que, cuando se habla acerca de qué porcentaje de energías renovables no convencionales se tiene que garantizar para la construcción de un polo de desarrollo con condiciones de alto potencial para la producción de energía limpia, la Comisión de Minería y Energía, a mi modo de ver, está inviabilizando muchos territorios con su propuesta del 70 por ciento, porque la proporción es muy grande.
A las grandes empresas les da lo mismo esa situación; no les preocupa, pues igual contarán con la red de transmisión.
En tal sentido, debemos pensar en cómo viabilizar una serie de proyectos que, sumados, pueden ser atractivos y dar sentido a un polo de desarrollo.
Respecto de la indicación del Ejecutivo que propone rebajar la referida proporción a 20 por ciento, el diputado Melero dijo que era espectacular. Yo considero que no es así, porque el exceso de realismo lleva -qué duda cabeal inactivismo en cuanto a la viabilización de una matriz energética más diversa.
El 70 por ciento de energía eléctrica proveniente de ese tipo de energías inviabilizará el proyecto desde el punto de vista operativo; en el papel quedará una norma que jamás se ejecutará, y perderemos un potencial de generación de energía limpia por habernos ido al otro extremo. Pero nadie me puede decir que el 20 por ciento viabilizará de mejor manera nuevos polos de desarrollo de energía limpia porque el 80 por ciento restante quedará para cualquier otra fuente de generación.
Por tanto, no me parece coherente la afirmación de que se facilitará la generación de energías limpias si se restringe a solo 20 por ciento la participación de energías renovables no convencionales en dicho proceso.
Ni siquiera se trata del porcentaje que la Presidenta Bachelet planteó en su programa de gobierno respecto de hacia dónde debemos avanzar al año 2030 en materia de composición de nuestra matriz energética. Y ello tampoco se condice de manera inteligente, creativa, constructiva con la posición que Chile planteó en la cumbre de París sobre el cambio climático.
Si solo se exige el 20 por ciento, debo decir que se trata de una cifra claramente exigua.
En consecuencia, solicité votar separadamente el artículo 85° contenido en el número 4) del artículo primero del proyecto, pues considero que el 20 por ciento ni siquiera es coherente con la política energética marco, con todos los hitos y fundamentos planteados por el ministro Pacheco .
Creo que deberíamos avanzar por lo menos a un tercio, porque eso mostraría cierta intencionalidad política. En efecto, a lo menos un tercio de la energía eléctrica debería provenir de de energías renovables no convencionales. Al Estado, en su rol de orientación estratégica del desarrollo energético, no debe darle lo mismo cómo se genera la energía eléctrica; debe tener una prioridad, y esa prioridad, a mí modo de ver, no se expresa claramente con un exiguo 20 por ciento. Sí podría expresarse con una exigencia de a lo menos un tercio. Ahí se vería una intencionalidad, una orientación de la autoridad política en cuanto a que quiere avanzar hacia allá.
Sin duda que esos temas son opinables y discutibles, y para eso está el debate en esta Sala: para discutirlo a buen nivel, con altura de miras, con consistencia, con coherencia, no con apreciaciones que muchas veces son frases para el bronce, pero no tienen el contenido técnico analítico pertinente.
Por lo tanto, voy a pedir votación separada de aquello, porque me parece que es una incongruencia entre lo que se dice en el mensaje de esta iniciativa y lo que se expresa después en las comisiones respectivas.
Insisto, 20 por ciento no muestra una orientación estratégica clara de prioridad de generar polos de desarrollo generadores de energía limpia, porque nadie nos garantiza qué tipos de proyectos pueden ingresar para el 80 por ciento restante; dependerá de la tipología de cuencas, y nada de eso viene definido en este proyecto, por lo cual quedaremos sujetos a lo que disponga el reglamento que dicte el Ejecutivo, sea cual sea el gobierno de turno.
Ahora, uno ve que hay una orientación, pero eso puede cambiar, por lo que el reglamento puede ser bastante antojadizo.
Por tanto, tiendo a pensar que en la Cámara de Diputados no podemos ingresar una indicación distinta en esa materia. Se podría ingresar solo la del 70 por ciento, lo que me parece un despropósito, porque inhibe la posibilidad de que muchos proyectos chicos se sumen para generar viabilidad.
Lo concreto, señora Presidenta, es que nadie en esta Sala -tampoco el ministro está en condiciones de decirme que con un exiguo 20 por ciento se garantiza un polo de desarrollo de generación de energía limpia, porque 20 por ciento es poco. Un tercio me dejaría medianamente tranquilo. No es lo ideal, pero me dejaría medianamente tranquilo porque mostraría claramente una intencionalidad de la política pública, del ente de orientación y estrategia del sector energético, el Estado, en cuanto a la búsqueda de entregar esa tranquilidad.
Por tanto, señora Presidenta, anuncio desde ya mi voto de rechazo a ese 20 por ciento, porque no da señales claras de la intencionalidad buscada. Si el gobierno no señala que quiere avanzar al menos hacia un tercio, mi voto no puede ser favorable en esa temática. No sería consecuente con lo que he pensado siempre en esta materia si votara a favor, y tampoco el proyecto sería consecuente consigo mismo al decir que facilita la incorporación de las energías renovables que posee el país para producir energía eléctrica limpia si solo se podrá exigir el 20 por ciento.
Ahí tenemos un problema. Por eso, me gustaría escuchar al ministro decir algo al respecto. Por lo menos yo ya tengo resuelto votar en contra lo que aprobó la Comisión de Hacienda en esta materia.
He dicho.
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