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El señor NÚÑEZ, don Marco Antonio (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pedro Browne.
El señor BROWNE.-
Señor Presidente, valoro que estemos discutiendo el proyecto de ley que regula el funcionamiento de los partidos políticos y que hayamos votado el proyecto de financiamiento y de probidad de la política.
Es importante aclarar que estos temas no nacieron a causa de los escándalos conocidos. Quiero enfatizar -ya lo dije la semana pasada que cuando se acordó eliminar el sistema electoral, en junio de 2014, y aún no se conocía escándalo alguno, el gobierno y la bancada independiente, representando a Revolución Democrática, a Izquierda Autónoma, al Partido Liberal y a Amplitud, firmaron un protocolo que avanzaba en los temas de probidad, transparencia, financiamiento de la política y mejoramiento del funcionamiento de los partidos políticos. Por lo tanto, se debe recalcar que se trata de un tema anterior a lo contingente y no de una reacción a lo que después sabemos que ocurrió.
Llama la atención que se pongan tantas exigencias a los partidos políticos para incorporar militantes durante su constitución, y que cuando ya son parte de una agrupación política, los partidos tradicionales establezcan todo tipo de trabas para que los militantes puedan votar en las elecciones de las respectivas directivas y que su voto decida directamente. Creo que el principio de “un militante, un voto” es lo mínimo que se puede pedir a un partido político que pretenda recibir financiamiento del Estado. Podrá haber partidos políticos que no lo quieran hacer -al respecto no tengo inconvenientes-, pero creo que son las condiciones mínimas que el Estado debe exigir.
Me parece que, en este tema, la Presidenta de la República debe jugársela por el compromiso que asumió para lograr una democracia más participativa e inclusiva, lo que significa que no deben existir barreras de entrada, porque no queremos que sean los políticos los que decidan quienes pueden participar en las elecciones, sino que debe ser la ciudadanía la que decida, con su voto, quienes van a ser sus representantes.
También se debe honrar el compromiso adquirido con las regiones, porque aquí se quiere terminar con los partidos regionales, como si su existencia fuera algo malo. ¿Cuál es el problema de que existan? ¿Por qué tanto temor a que aparezcan movimientos regionales?
La gran mayoría de los parlamentarios se dice regionalista y representante de las regiones, pero cuando hay que votar para que las regiones puedan tener autonomía y puedan definir sus preferencias, ¿qué pasa? Inmediatamente, votan en contra, porque los partidos tradicionales quieren mantener su cuota de poder y que no aparezcan nuevos actores. No desean una competencia efectiva y que en las regiones les hagan ruido, para poder controlar absolutamente todo desde el poder central, lo que nos parece que no es adecuado.
Asimismo, se ha dicho que los partidos pequeños van a ser partidos de nicho que van a buscar financiamiento. Es absurdo y me parece arrogante que los partidos tradicionales digan que quienes quieren participar en política buscan financiamiento. Basta con analizar el financiamiento y leer el acucioso trabajo del diputado Auth para darse cuenta que son los partidos tradicionales los que se van a llevar la mayor parte de los recursos; por lo tanto, es una acusación que no tiene ningún sentido ni fundamento.
Por otra parte, me gustaría hacer una precisión respecto de la ley de cuotas. Me parece muy bien que haya más participación de mujeres, pero se debe regular muy bien cómo se efectuarán las elecciones, porque esto significa que las elecciones de directiva van a tener que ser obligatoriamente por lista, ya que no se podrá elegir cargo a cargo porque no se puede asegurar que se complete la cuota de participación de mujeres que se está pidiendo en los distintos órganos colegiados.
Si vamos a avanzar en esa cuota, que no es de participación sino de representación interna en los partidos, deberíamos haberlo hecho no solo respecto de los partidos políticos sino también en el sistema electoral, con una cuota que permitiera una representación real de nuestros pueblos originarios.
Por eso, en ciertos temas vamos a votar en contra, principalmente los artículos transitorios, porque no queremos normas ni condiciones especiales para los partidos que están en formación o para los que ya existen. Queremos que las normas sean iguales para todos y, de ese modo, que los partidos que se formen en el futuro también tengan las condiciones adecuadas para participar en el sistema político.
He dicho.
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