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La presente sesión se motivó en una presentación suscrita por 49 honorables señores diputados y señoras diputadas, con el objeto de debatir sobre las “políticas públicas para el desarrollo de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones”.
Han sido citados el ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción, señor Hugo Lavados Montes; el subsecretario de Telecomunicaciones , señor Pablo Bello Avendaño, y el secretario ejecutivo del Comité de Ministros por el Desarrollo Digital, señor Alejandro Barros.
En el tiempo previo de 15 minutos consagrado en el artículo 74 del Reglamento, que corresponde al Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado Rodrigo González.
El señor GONZÁLEZ.-
Señor Presidente, saludo especialmente al ministro de Economía, señor Hugo Lavados, y al señor Alejandro Barros, responsable de la estrategia digital.
Quiero iniciar mi intervención señalando que el tema que nos convoca es esencial para Chile, para mejorar la productividad de nuestra economía; para transparentar y hacer más eficiente la gestión pública, para mejorar la calidad de la educación, para lograr niveles avanzados de participación e inclusión social, para aplicar estas tecnologías a la seguridad ciudadana. En fin, lograr un alto nivel de desarrollo y aplicación de las tecnologías de la información y de las comunicaciones es fundamental para aumentar la productividad de cualquier economía.
Chile puede alcanzar esos objetivos si somos capaces de aprovechar la infraestructura, el capital humano y las oportunidades de que disponemos, pero ello dependerá fundamentalmente de nuestras políticas públicas.
En el logro de esos objetivos, la estrategia digital dada a conocer por el Gobierno en enero pasado tiene el mérito de fijar las grandes metas. Pero el mismo documento señala que es necesario, además, diseñar y consensuar un Plan Estratégico Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Pentic, que para cada uno de sus fines deberá contar con los proyectos, responsables, plazos, indicadores de proceso y resultado, y recursos necesarios.
De allí que la estrategia contenga grandes propósitos, pero no contiene políticas públicas específicas, prioridades y forma concreta en que estas aspiraciones pueden convertirse en realidad.
A ello queremos contribuir en esta sesión especial. Para las propuestas que haremos han contribuido muchas organizaciones de la sociedad civil, que concurrieron con más de cien participantes el jueves 27 de marzo pasado a debatir sobre estos temas y nos regalaron el fruto de su trabajo, con elementos fundamentales que están incorporados en el proyecto de acuerdo que hemos suscrito 46 diputados y que constituyen la base de nuestra sesión.
El informe comparativo del Foro Económico Mundial, World Economic Forum 2007, sobre la Tecnología de la Información en el mundo, que establece un ranking de más de cien países, posicionó a Chile en el lugar 31.
En ese informe, Chile descendió en 2007, en relación con 2006, dos puntos. Estamos por debajo de Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Taiwán, Israel , Islandia , Malasia , Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos, y todos los países de la Ocde.
Sin embargo, en el mismo ranking ocupamos el primer lugar en América Latina, pero estamos en el lugar 48 de gasto de empresas en investigación y desarrollo; en el lugar 49 de suscripción mensual de banda ancha; en el lugar cien de calidad de la educación en las escuelas públicas, y en el lugar 101 en calidad de la educación en ciencias y matemáticas.
Ratifica este diagnóstico el Barómetro Cisco de diciembre 2007. En el índice de conectividad y acceso a banda ancha -condición para cualquier desarrollo en otros ámbitos-, dicho informe consigna un 8,8 por ciento de penetración de internet de alta velocidad o su equivalente, que corresponde a un 25 por ciento de los hogares chilenos.
Esto significa que el 75 por ciento de los hogares chilenos y un 92 por ciento de los ciudadanos se encuentran excluidos del acceso a internet de banda ancha.
La Presidenta Michelle Bachelet , al referirse al acceso a las tecnologías de la información como un servicio básico del siglo XXI, señaló: “El acceso a las tecnologías de la información será una prioridad: ellas son la infraestructura invisible de esta época. Así como la electricidad y el agua potable fueron los servicios básicos en el siglo XX, mi Gobierno se preocupará de garantizar el acceso universal a la sociedad de la información.”.
Sin embargo -reitero-, el 75 por ciento de los hogares chilenos y el 92 por ciento de los ciudadanos, de acuerdo con el informe de 2007, no tiene acceso a Internet de banda ancha. La exclusión se da especialmente en sectores urbanos pobres y rurales y en las regiones más alejadas. Pero, además, el 25 por ciento de los hogares que cuentan con conectividad de banda ancha paga precios exorbitantes por un servicio hasta ahora deficiente de acuerdo con los estándares internacionales.
Las empresas que proporcionan estos servicios han señalado que triplicarán la velocidad de banda ancha en los próximos meses.
Habría sido muy conveniente que estas empresas, junto con mejorar la calidad del acceso y la velocidad de Internet, hubiesen también anunciado una baja en los precios de esos servicios.
Falta en Chile una adecuada regulación que permita exigir a las empresas la obligación de transparentar y dar a conocer a los usuarios exactamente los servicios que proporcionan, de manera que el cumplimiento de lo pactado pueda ser fiscalizado y los ciudadanos ejerzan sus derechos.
En suma, mientras internet, incluso en las nuevas velocidades ofrecidas, entre 256 kilobytes por segundo y 1 megabyte por segundo, cueste más de 50 dólares mensuales como promedio, la banda ancha será inaccesible para la mayoría de los ciudadanos.
El Estado debe asegurar este servicio en forma universal a un precio accesible a todos los chilenos. Ello forma parte de los derechos básicos y de ello depende también el incremento de la productividad global de la economía.
Es encomiable que este año se hayan duplicado los fondos para subsidiar la oferta en zonas postergadas a través del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones, FDT. Sin embargo, esas medidas serán parciales si se mantienen los precios actuales.
Se ha anunciado, además, que se estudian subsidios a la demanda. Ello es muy conveniente. La Cámara lo viene solicitando al Ejecutivo desde enero de 2007; ha invitado al Estado a aplicar un “subsidio tecnológico” para dotar de conectividad a todos los nuevos complejos habitacionales de vivienda social.
Es auspicioso que se haya aceptado aplicar esa política en el Programa 200 Barrios, pero ello es insuficiente si observamos los enormes bolsones de carencias de servicios de internet, incluso telefónicos, de grandes áreas urbanas de bajos ingresos en nuestras principales ciudades.
No es que los pobladores más modestos no necesiten esos servicios; ellos los demandan, son importantes para crear espacios de socialización y enfrentar mejor el aprendizaje de los niños, ya que pueden ser utilizados como un arma de combate y prevención frente a la droga y a la delincuencia.
Por ello, es indispensable esta política de subsidio a la demanda, pero siempre tendrá un carácter limitado si no logramos mejorar la competencia y bajar los precios.
Es necesario que el Estado desarrolle una política de estímulo a nuevas experiencias de implementación de la banda ancha y sobre todo una acción reguladora más activa.
Sobre nuevas experiencias, aclaro que la realidad ha demostrado que se puede dotar de conectividad a poblaciones urbanas y rurales a bajo costo. Muchas municipalidades están intentando iluminar sus comunas. Peñalolén lo está haciendo en forma exitosa. En Viña del Mar se desarrollan experiencias en las que internet cuesta entre dos mil y diez mil pesos. Se ha podido dotar de internet de buena calidad a costos muy bajos a sectores urbanos retrasados.
Generalizar estas experiencias exige una política pública activa, que intervenga decididamente para apoyarlas. Solicitamos eso a las instancias gubernamentales, pues permitirá replicar las experiencias, generar mayor competitividad en el mercado, incorporar nuevas experiencias en pro de empleos de mayor calidad y que se estimule la consolidación de empresas tecnológicas de menor tamaño.
También es necesaria una mayor regulación para mejorar la competencia. Ni los subsidios a la oferta ni a la demanda son suficientes para impulsar una política sustentable de largo plazo que se base en una industria altamente competitiva.
Se requiere una intervención reguladora del Estado para establecer las condiciones que estimulen y generen mayor competencia en el mercado. Sin ello no lograremos aumentar significativamente la tasa de penetración de banda ancha a niveles de los países más avanzados. Eso debe traducirse en las siguientes medidas:
-La incorporación de nuevas franjas del espectro radioeléctrico, especialmente para proveer de servicios inalámbricos y móviles. Revisar y modificar los procedimientos de concesiones resulta necesario para optimizar este recurso público;
-El uso más intensivo de la infraestructura disponible. Existen medidas reguladoras que han sido aplicadas con éxito en diversos países, especialmente en la Ocde, tal como lo sostiene el doctor en informática, José Miguel Piquer , de la Universidad de Chile, quien señala que “La relación precio-ancho de banda es muy cara e impide que internet se masifique. Lo que hace que los precios sean altos, es que no hay suficiente competencia en el sector. Hoy existen dos verdaderos proveedores o grandes players de internet. Desagregar de buena manera, permitiendo el ingreso de nuevos actores al sector, sería clave. Basta mirar el ejemplo de Francia y de otros países de la Ocde”;
-La incorporación de nuevas empresas que brinden servicios más competitivos, aseguren mayor pluralidad y diversidad de actores significativos que participen en el mercado, y
-El fortalecimiento de una red pública de servicios que asegure la provisión de servicios del Estado a alta velocidad y bajo costo; que amplíe la red telefónica IP, que disminuya el gasto público y conecte los servicios públicos directamente con imagen, voz y datos para lograr una mejor llegada a la ciudadanía. Son tareas estratégicas que no se han desarrollado con la velocidad necesaria y de la mano del Estado para avanzar en forma más eficiente en las tecnologías de la información.
También hay mucho que hacer en educación. Especial atención requiere la aplicación de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones, TIC, en este sector. Hay que fortalecer y ampliar la campaña que permita incrementar la prioridad y percepción de utilidad que le asigna la ciudadanía a las TIC para la búsqueda de soluciones. Asimismo, superar la lenta progresión de los programas de alfabetización digital.
Sin embargo, lo más importante es la incorporación de las TIC en las aulas de clases. Ése es el ámbito en el cual debe asegurarse la conectividad y el acceso de la banda ancha de alta velocidad al ciento por ciento de las escuelas en los plazos más breves y donde muchos países latinoamericanos, más atrasados que nosotros en ese aspecto, están avanzando aceleradamente. La plena incorporación y preparación del profesorado es un componente esencial de esta política.
Junto a ello, es menester avanzar en gobierno electrónico y en la política de neutralidad tecnológica informada. El uso de distintas formas de software libre, asegurando la debida presencia de ese tipo de tecnología que permita la interoperabilidad de los sistemas y que se apliquen en igualdad de condiciones que los software propietarios, priorizando este tipo de tecnología, gratuita y de mayor seguridad.
Por otra parte, es fundamental contar con una nueva institucionalidad del Estado, que se preocupe de la democratización en el acceso a la banda ancha, de aplicar la neutralidad tecnológica y de incentivar la competitividad de la industria.
Más allá del avance que implica la creación del comité interministerial, se requiere una entidad estatal cuya misión primordial sea el impulso al desarrollo de las tecnologías de la información, que centralice, estimule, priorice, coordine y genere políticas que supervisen nuestro avance acelerado, acorde con el vertiginoso progreso de las ciencias y las tecnologías a escala planetaria.
Misión fundamental de esta entidad es la actualización y modernización de nuestra legislación, que data de 1982 y que se encuentra atrasada, por no decir obsoleta, en ámbitos fundamentales.
Señor presidente , esta sesión fue propuesta con el ánimo de colaborar en el sentido de lograr una alianza estratégica y transversal del mundo político representado en esta cámara, del gobierno, la sociedad civil y las empresas para concretar los objetivos de la estrategia digital.
En ese contexto, quiero plantear tres proposiciones:
1. Constituir una mesa de trabajo genuinamente representativa de estos tres estamentos que facilite la participación de todos los actores a nivel nacional y de regiones;
2. Que esta mesa se proponga evaluar una propuesta global de políticas públicas con prioridades, metas y plazos para aterrizar la estrategia digital, recogiendo entre otros elementos, las conclusiones de esta sesión, dándose un plazo no superior a seis meses, y
3. Asegurar una metodología de trabajo que asegure y construya el clima de diálogo necesario para lograr acuerdos.
En el intertanto, hay numerosas iniciativas del Gobierno en marcha, que debemos apoyar con entusiasmo, como la aplicación en el corto plazo de subsidios a la demanda, la licitación de numerosas bandas del espectro, un reglamento para los proveedores de internet, la creación de un ISP que provea servicios de educación.
Especialmente auspiciosa es la ejemplar participación que ha permitido la presentación de un proyecto de acuerdo y que inspira esta intervención, generando el aporte de numerosas organizaciones ciudadanas, porque en los acuerdos que logremos en la Cámara de Diputados estaremos acompañados de una ciudadanía vigilante, que debemos estimular y felicitar, sin decepcionarla jamás.
Eso se logrará con la aprobación de los objetivos que proponemos en el proyecto de acuerdo que hemos presentado a la Cámara de Diputados.
He dicho.
El señor MEZA ( Presidente accidental ).-
El tiempo excedido de su discurso se cargará al de su bancada.
Tiene la palabra el diputado señor Valenzuela.
El señor VALENZUELA.-
Señor Presidente, como muy bien señaló el diputado señor González , el área que hoy debatimos es relevante y en ella el país puede hacer mucho más. La idea de esta sesión es ahondar en los aspectos que están trabando nuestro potencial de desarrollo y que atentan contra la lucha para romper las brechas sociales. Estos temas quedaron maravillosamente expresados en un encuentro sostenido en el Palacio Ariztía. En él participaron numerosos jóvenes agrupados en movimientos que luchan por la igualdad social, la transparencia y la creatividad, para lo cual usan como herramienta internet. Cabe destacar, entre otras, la agrupación Liberación Digital.
En ese encuentro se planteó un clamor popular: Chile, con el desarrollo, el superávit fiscal y la infraestructura que ostenta, debe dar un salto cualitativo y ser mucho más proactivo en estas materias.
Los indicadores de rezago en el área que debatimos son inaceptables. Como Comité independiente, pedimos al Gobierno que haga un viraje en sus políticas; que pase de la rutina, con algo de bostezo en que nos encontramos, a una política -ya se ha dicho- más proactiva.
Chile ha sido pionero en crear un sistema nacional de salud; con Uruguay y Costa Rica fue uno de los primeros países en avanzar en materia de educación obligatoria a comienzos del siglo XX. Ahora, es necesario dar un remezón y un salto en los campos de democracia digital, de acceso a internet y cumplimiento de los servicios.
Hay cooperativas que han organizado a sus campesinos y han logrado conseguir, sin el apoyo del Estado, acceso a internet en forma barata a través del sistema WiMax, que el mercado no provee y el Estado tampoco promueve.
Si bien es cierto que existen estos esfuerzos, ellos no se complementan con una validación que provenga de los servicios públicos, municipalidades y del sector privado, a fin de que los usuarios puedan, por ejemplo, realizar trámites o formular reclamos. Por lo tanto, es necesario legislar en esas materias, iniciativa que en muchos casos recae en el Parlamento y, en otros, en el Estado, sobre todo en un sistema presidencialista como el nuestro.
El Servicio de Impuestos Internos es un gran ejemplo de modernización. Este hecho ha permitido que, por ejemplo, personas de Catemu, de Paredones o de Futaleufú puedan hacer sus trámites sin necesidad de largos desplazamientos. Sin embargo, hablamos de un solo servicio, en circunstancias de que existen numerosos otros a los que no se les exige adecuarse a realidades como la firma digital, formularios digitales y a otras. ¡Hagámosle la vida más fácil a los chilenos en esa dimensión!
¡No más clasismo! ¡No nos mintamos! Una vez más, la clase media alta y la clase media tiene acceso a internet a través de banda ancha, pero no estamos dando la batalla por la igualdad, por la equidad y la justicia a fin de entregar un internet asequible en precio a los sectores populares, tanto urbanos como rurales.
Que no se nos mire como unos locos tecno, por cuanto se trata de un desafío nacional. Si un niño estudia en una escuela de mala calidad, no cuenta con áreas verdes para jugar, al menos el Estado chileno debe ser capaz de proveerle, en la intimidad de su hogar, el acceso a internet para que pueda inventar cultura, arte y tenga la posibilidad de navegar.
Está pendiente que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara apruebe esta materia como un derecho constitucional. En el intertanto, es importante que se escuche el clamor de muchas organizaciones sociales y de este Parlamento en orden a promover la liberación digital. Hagamos un viraje en las políticas actuales, de modo de asegurar a todos el acceso a internet.
He dicho.
El señor MEZA ( Presidente accdental.-
Tiene la palabra el ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción, señor Hugo Lavados Montes.
El señor LAVADOS ( ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-
Señor Presidente, haré algunos comentarios y entregaré información acerca de la llamada agenda digital y de los avances logrados en materia de utilización de tecnologías de información.
Por instructivo presidencial, el 1 de febrero del año pasado se creo el comité de ministros para el desarrollo digital, al cual se encomendó desarrollar una estrategia nacional de desarrollo digital para el período 2007-2012. Este comité está integrado por el ministro de Economía , quien lo preside, y los ministros de Hacienda , Transportes y Telecomunicaciones, Educación y secretario general de la Presidencia . Además, cuenta con una secretaría ejecutiva, radica en el ministerio de Economía, a cargo del señor Alejandro Barros, que me acompaña. Esa instancia tiene la tarea de coordinar el diseño, implementación y seguimiento de los desafíos de esta estrategia.
Consecuencia de este trabajo es la estrategia presentada para el período 2007-2012, a la cual hizo referencia el diputado señor Rodrigo González. Ella fue desarrollada por un conjunto amplio y participativo de académicos, la sociedad civil y la industria y fue sometido a una consulta pública por internet. A través de ese proceso se recibieron comentarios y aportes de los ciudadanos y ciudadanas.
La estrategia digital es un proyecto país en el cual se manifiesta la voluntad de impulsar el desarrollo de las tecnologías de información como factor fundamental para el progreso social y económico. El propósito es que las tecnologías de información y comunicaciones sean catalizadoras en materia de mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, aumento de la productividad y competitividad, de modo de apoyar las áreas estratégicas para llevar adelante las reformas necesarias, como también incrementar la transparencia gubernamental y la participación ciudadana.
En una reunión llevada a cabo el 28 de marzo por el Comité de Ministros, se definieron cuatro líneas de acción en el marco del sancionamiento del Plan Estratégico Nacional de Tecnología de la Información y de las Comunicaciones. Ellas son:
1. Proyectos y programas de desarrollo digital, en áreas consideradas estratégicas para el desarrollo económico y social;
2. Impulso de estrategias de desarrollo de la industria de tecnologías de la información, como un área de promoción e innovación de nuestra economía que tiene enorme potencial;
3. Desarrollo de una política tecnológica para el desarrollo digital que nos permita tener posiciones claras frente a temáticas claves del desarrollo, lo cual exige actualizar la normativa y tener estándares de vanguardia internacionales, y
4. Incremento en forma sustantiva el acceso a internet y los mecanismos vigentes de telecomunicaciones.
Si la Sala lo tiene a bien, cederé la palabra al secretario ejecutivo del comité interministerial a fin de que explique en forma breve los principales contenidos de los programas que he reseñado.
El señor MEZA ( Presidente accidental ).-
¿Habría acuerdo para autorizar la intervención del secretario ejecutivo del Comité de ministros para el desarrollo digital, señor Alejandro Barros?
Acordado.
Tiene la palabra el señor Alejandro Barros.
El señor BARROS (secretario ejecutivo del Comité de Ministros para el desarrollo digital).-
Señor Presidente, deseo dar a conocer los principales elementos y lineamientos sobre la base de lo cuales se quiere centrar esta estrategia.
En concordancia con lo expresado por el señor ministro , la estrategia pone un énfasis muy importante en los programas y proyectos de desarrollo digital, que cubren cuatro áreas. Así, por ejemplo, en el área de educación existe un compromiso muy importante para dotar de infraestructura tecnológica a los colegios y entregar competencias a profesores y alumnos.
El desafío, liderado por el Ministerio de Educación mediante el programa Enlaces, considera la renovación de una buena parte de la red existente, la conexión de una cantidad muy significativa de colegios y la reducción de la cantidad de alumnos por computador. Hoy, el promedio en Chile es del orden de 29 alumnos por computador. El desafío es llegar al 2010 con un promedio de diez alumnos por computador, similar al que exhibe España en la actualidad.
Adicionalmente, se busca dotar de infraestructura a 16 mil 500 salas de clase para que los alumnos trabajen de la mejor manera posible con las tecnologías de la información.
En el ámbito de la educación existe otro esfuerzo muy importante orientado a desarrollar competencias en los profesores, de manera de aprovechar de mejor forma esas tecnologías.
Una de las mesas de trabajo que diseñó este plan, en la cual participó gente de los sectores público y privado y de universidades, definió un total de cuarenta propuestas. Luego, tras un proceso de priorización, se llegó a un conjunto de 15 iniciativas que se desarrollan en este momento.
Otro importante ámbito de trabajo en el área de programas y proyectos es el relacionado con el gobierno electrónico. Chile muestra un gran liderazgo en esa materia. De hecho, en el ranking del Foro Económico Mundial que se mencionó, el área en la que el país se encuentra mejor evaluado, con el noveno lugar entre 150 países, es la relacionada con el uso de tecnologías por parte del sector público. No obstante, es necesario potenciarla aún más.
Existen algunos ejemplos emblemáticos, como ChileCompra y el Servicio de Impuestos Internos. Incluso más, ChileCompra está clasificado para participar en un evento que tendrá lugar en Suecia, denominado Stockholm Challenge, en el que eventualmente podría recibir el premio a la mejor práctica de gobierno electrónico a nivel mundial. Postularon alrededor de trescientas iniciativas de diferentes países, pero sólo tres se encuentran en la recta final.
El desafío en el ámbito del gobierno electrónico es la interoperabilidad entre los diferentes servicios públicos. Hoy existe una gran cantidad de ventanillas electrónicas en diferentes servicios. Por lo tanto, el siguiente paso es que esas ventanillas dialoguen entre sí y no mover el mundo real al mundo virtual de la misma manera.
En consecuencia, el énfasis más fuerte apunta a que los servicios públicos intercambien información y propongan al ciudadano una ventanilla única para el proceso que desea desarrollar.
Otro ámbito de trabajo se relaciona con la adopción de tecnologías por parte de empresas. En Chile, la tasa de adopción de tecnología, sobre todo en empresas de menor tamaño, es bastante baja. En ese sentido, una encuesta realizada en 2006 por el Ministerio de Economía mostró que menos del 3 por ciento de las empresas chilenas utilizan tecnologías de información para sus procesos productivos.
El desafío de la estrategia es más que duplicar esa cifra y llegar a un promedio de 7 por ciento hacia finales de 2010.
Otro ámbito de trabajo dice relación con la infraestructura de conectividad y acceso. Existen varias iniciativas que estamos trabajando en conjunto. Algunas se mencionaron en esta Sala, como el cooperativismo de acceso. Hoy existe una mesa de trabajo en conjunto con Subtel y el Ministerio de Economía para dar un mayor impulso a iniciativas de esa índole, como una muy emblemática que se desarrolla en la zona de Catemu.
Otro eje de trabajo de la estrategia es la denominada política tecnológica, en la que existen cuatro importantes ámbitos de desarrollo. En primer lugar, el marco jurídico. Es necesario mejorar el existente en la actualidad en relación con el ámbito tecnológico. Existen áreas en las cuales el país está en deuda, por ejemplo, en materia de protección de datos personales.
Se encuentra en tramitación un proyecto de ley sobre propiedad intelectual, que afectará, también, al ámbito tecnológico desde el punto de vista de lo que se denomina la ingeniería reversa.
El proyecto de neutralidad en la red se encuentra en su última etapa de tramitación legislativa. En caso de convertirse en ley de la República, Chile será el primer país que contará con un cuerpo legal sobre neutralidad en la red.
También en relación con el marco jurídico, otro aspecto pendiente dice relación con el delito informático. El país cuenta con una legislación que data de 1992 y, en consecuencia, no responde a delitos informáticos existentes en la actualidad, como el fishing. En ese sentido, Chile figura en un ranking del cual nadie desea formar parte: es uno de los países desde donde se produce mayor cantidad de fishing.
En relación con la política tecnológica, un gran desafío apunta al desarrollo de estándares. En forma reciente, se llevó a cabo una votación a propósito del bullado estándar de Microsoft, en la que la posición chilena, expresada por medio del Instituto Nacional de Normalización, INN, fue de abstención. Sin embargo, la idea es impulsar ese estándar y otros que vengan en el futuro. En ese sentido, una de las formas de lograr la interoperabilidad es que los estándares se encuentren instalados y se utilicen en forma amplia.
Respecto del software libre, que mencionó el diputado señor González, hoy existen dos iniciativas concretas. En primer lugar, un estudio adjudicado a la Universidad Católica para hacer una evaluación respecto del uso y promoción del uso del software libre en el Estado y de manera más amplia.
Al respecto, Chile siempre ha adoptado la posición de la denominada neutralidad tecnológica, que ha ido evolucionando hacia el concepto de imparcialidad tecnológica, que se ajusta un poco más a lo que ocurre en la realidad. En la referida mesa de trabajo se llegó a la conclusión de que la neutralidad tecnológica no existe, porque siempre se termina optando por alguna tecnología. Lo que sí se debe garantizar es que el proceso de decisión sea lo más imparcial e informado posible.
Existen asimetrías entre el software libre y el software licenciado, porque no compiten de la misma manera. Por lo tanto, en esa materia existe un desafío en el sentido de aplanar la cancha para que todos puedan competir de la misma manera.
Finalmente, desde el punto de vista de la industria de las tecnologías de la información y las comunicaciones, TIC, existen dos ejes de trabajo muy importantes. En primer lugar, el mejoramiento de la industria local. La industria tecnológica chilena es del orden de los 1.600 millones de dólares al año. Si se la compara en relación con el PIB, es relativamente pequeña. Por lo tanto, el desafío es cómo potenciarla para que cuente con una oferta de mayor valor agregado. En ese sentido, cabe agregar que, al efectuar los descuentos por concepto de hardware y software, relacionados con costos de licenciamiento, los 1.600 millones de dólares quedan reducidos a alrededor de 500 millones de lo que uno podría denominar industria tecnológica con valor agregado, lo que es bastante poco.
Al respecto, existe una discusión permanente sobre la forma como potenciar la industria, que tiene la gracia de atraer capital humano de alto valor.
En cuanto al ámbito de offshoring, que es uno de los ejes y clusters definidos por el Consejo de Innovación como relevante, hay en la actualidad un impulso muy fuerte. Estuve en días pasados, en una misión del directorio, visitando la India con la idea de atraer inversiones. Hay varias compañías evaluando el mercado para hacer offshoring en Chile. Y el desafío planteado en ese ámbito es subir de los 250 millones de dólares que se invierten hoy en la industria de offshoring a 1.000 millones de aquí a dos años. Es una meta bastante ambiciosa, pero creemos que se puede lograr.
En relación con el tema de la institucionalidad, que también se ha planteado, existe el Comité de ministros y la Secretaría Ejecutiva. Adicionalmente, la Dirección de Presupuestos ha planteado una indicación para que el programa de reformas y modernización del Estado, en su componente gobierno electrónico, pase a la Secretaría Ejecutiva. Hoy, toda la temática de gobierno electrónico reside en la Secretaría Ejecutiva y en el Ministerio de Economía. Se han conformado dos consejos asesores. Uno es consultivo, con alrededor de cuarenta instituciones públicas, privadas y universidades, con la idea de poder discutir, de la manera más amplia posible, las distintas políticas públicas sobre el tema.
Además, existe un consejo internacional, compuesto por seis especialistas, a los cuales hemos invitado; gente de renombre y de prestigio mundial sobre la materia, en temas legales y de política tecnológica pública. Este consejo se va a reunir los días 24 y 25 de abril en Santiago. Es su primera reunión y la idea es que nos ayuden a que no inventemos la pólvora. Como digo, son referentes a nivel mundial en cada uno de sus ámbitos.
Finalmente, respecto del tema de la participación que planteaba el diputado González, hemos conformado cerca de nueve o diez mesas de trabajo en distintas áreas, las cuales se están reuniendo permanentemente con organizaciones, como Liberación Digital, por ejemplo, que se mencionó hace un rato.
Por lo tanto, ese espacio existe. A lo mejor hay que generar otro, pero hoy, reitero, existen espacios de diálogo para definir las políticas públicas.
Muchas gracias.
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el señor Hugo Lavados.
El señor LAVADOS ( ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-
Señor Presidente, respecto al tema de internet, solamente quiero agregar que existe una gran disposición para masificar su acceso. Estamos tomando distintas medidas y hay diferentes proyectos sobre el particular.
Uno de ellos, que probablemente en el mediano plazo sea el más importante, es introducir la mayor competencia posible en el mercado de los proveedores. Lo que se señalaba en relación con el precio de internet y banda ancha en Chile, éste es claramente superior al de otros países. Una razón es el tamaño del mercado, pero otra también es que en distintos ámbitos tenemos insuficiente competencia. El cambio tecnológico, sin lugar a dudas, va a ayudar en esa dirección.
Garantizar acceso universal a internet es un tema que nos encantaría poder analizar más a fondo, porque necesariamente hay que hacer una comparación costo-beneficio. Cuando Alejandro Barros dijo que menos del 3 por ciento de las empresas chilenas utilizan tecnologías de información para sus procesos productivos, se refería al conjunto de las micro y pequeñas empresas. Pero el acceso de estas empresas es del orden del ochenta por ciento. Por lo tanto, aquí hay un problema de capacitación y de eficiencia de uso que es uno de los temas en el cual estamos extremadamente preocupados.
Muchas gracias.
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Darío Paya.
El señor PAYA.-
Señor Presidente, sólo para agregar dos palabras: matemáticas e inglés. A todo lo que aquí se está planteando, agreguémosle un gran consenso nacional para triplicar el tiempo dedicado a la enseñanza de matemáticas y de inglés; triplicar los estándares exigidos a nuestros niños en esas materias, de manera que tengamos a todo el mundo conectado y podamos hacer algo útil también, como país, con todos esos computadores.
He dicho.
El señor MEZA ( Presidente accidental ).-
Tiene la palabra el honorable diputado señor Ramón Farías .
El señor FARÍAS.-
Señor Presidente, saludo la idea que ha tenido mi colega de partido, Rodrigo González , y otros que firmaron también la petición, para reunirnos y hablar sobre esta tecnología que, de una u otra manera, está en los medios de comunicación. Conversamos al respecto, pero me da la impresión de que está presente y no le tomamos su real peso o no la difundimos y no trabajamos efectivamente para que pueda llegar democráticamente a cada rincón del país.
El país tiene una ventaja; pero, por otro lado, un problema también, puesto que es muy angosto y largo, donde hay desiertos y muchos cerros, lo cual nos da también bastantes oportunidades para poder pensar en que debemos conectarlo en torno a esta tecnología.
Siento que estamos atrasados, que hemos ido avanzando, pero muy lentamente. Chile es una especie de laboratorio de muchas tecnologías. Nos traen los últimos celulares y computadores para probarlos, para experimentar, por eso, me impresiona mucho cuando, de repente, me toca viajar al extranjero y me doy cuenta de que voy con un celular o un computador que es mucho más de los que usan en un país que, teóricamente, debería estar más desarrollado tecnológicamente que nosotros. Pero, no es así. Por lo tanto, esa oportunidad la hemos desaprovechado; no hemos avanzado suficientemente rápido.
Es cierto que aquí hay un tema relacionado con la definición de la televisión digital. Sé que ése no es asunto de esta sesión, pero tiene relación. A estas alturas, para muchos de nosotros es incomprensible que no se diga cuál va a ser la norma que nos va a regir en adelante. Estamos quedándonos atrás respecto a esto. Es una definición importante, porque va a traer muchos cambios en la ley de televisión, en el tipo de aparatos que vamos a importar; en aquellos que deben programar canales de televisión, en las productoras, en la eventual multiplicación de canales regionales que puedan existir, en la democratización de la televisión. Insisto en que ése es un tema muy profundo e importante y respecto del cual nos estamos quedando atrás. No olvidemos que, al menos, van a tener que pasar entre ocho y diez años para que sea implementada totalmente la televisión digital, una vez que se establezca la norma que nos regirá en el futuro.
Entonces, ahí hay una tarea pendiente y no entiendo el porqué aún no se ha dado esa definición. Se requiere.
En cuanto al uso de la tecnología en la agricultura, el otro día estuvimos conversando con la ministra -me toca presidir la Comisión de Agricultura- y ella planteaba que, dentro de su plan de trabajo consideraba importante dotar de internet a los pequeños agricultores, de manera de puedan tener acceso, por ejemplo, a datos agroclimáticos que les permitan tomar mejores decisiones en la evolución de los distintos cultivos, validando los de mayor rentabilidad y que mejor se desarrollan considerando variantes como suelo, clima, precipitaciones y manejo de los fertilizantes.
Hasta allí, todo bien. Pero qué pasa con esos pequeños agricultores cuando termina la capacitación y los instructores se van con los notebook? ¿Acaso vuelven a mirar al cielo esperando norte claro sur oscuro aguacero seguro?
Por lo tanto, tenemos que resolver cómo llevamos la tecnología a nuestros agricultores; cómo democratizamos la tecnología a través de subsidios estatales y otros beneficios.
Es cierto que hemos avanzado en materia de gobierno digital, pero no puedo entender que hasta el día de hoy el uso de la firma digital no sea masivo.
Por último, saludo los grandes avances en la conectividad de banda ancha en los colegios. Casi el ciento por ciento de los colegios municipalizados está conectado a internet a través de banda ancha, gran anhelo de mi época de alcalde. Hace algunos años la capacidad era muy limitada. Hoy, la banda ancha en Chile nos permite bajar música, realizar transacciones bancarias, pagar los impuestos, entrar a sitios multimediales y ver videos. Reitero, hemos avanzado bastante, porque tener conectividad a internet en todos los colegios municipales es conectar a todo un país. Ojalá que algunos colegios abran sus espacios para que nuestros adultos mayores tengan acceso a la computación. Se trata de democratizar la tecnología.
He dicho.
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Gonzalo Arenas.
El señor ARENAS.-
Señor Presidente, reconozco que el Gobierno, en estas materias, le ha puesto empeño. Los gobiernos de la Concertación sí han intentado hacer estrategias digitales; sí han intentado armar una institucionalidad con mirada de futuro para la estrategia digital, pero siempre con un sesgo un tanto errado en el sentido de creer que el Estado puede ser el único proveedor de tecnología o capacitación en tecnología de calidad.
Lo dicho se funda en el documento Estrategia digital 2007-2012, preparado por el Comité de ministros para el desarrollo digital y que varios esperamos conocer con ansias. De su lectura se desprende que caemos en las mismas generalidades de siempre y que se hacen pocas cosas concretas.
Respecto de los avances en el mundo educacional, el fin de semana estuve en una escuela rural de la comuna de Angol, en el sector de La Fontana. Me sorprendió cómo la profesora de esa escuela rural trataba de enseñarles computación a los niños, que están ahí hasta octavo básico, algunos incluso internados, con un teclado Commodore 64, que hace 25 años era revolucionario. Sólo le faltaba tener un Timex Sinclair 1000, de los inicios de la computación. Esa es la realidad de la gran mayoría de las escuelas que no se ubican en Santiago. Por lo tanto, los esfuerzos que pueda hacer la estrategia digital en temas educacionales los veo limitados por la intermediación del Ministerio de Educación. Es decir, como la estrategia digital no tiene una sustancia en sí y se diluye en muchos otros entes públicos, termina perdiendo fuerza.
Tal vez, la acción del Estado, la que busca el Ministerio en el desarrollo digital del país, debiera procurar, más allá de tratar de proveer tecnología, que el mercado funcione. Me refiero a que ya no existe el mito de que internet crece porque no está regulado. Eso de que si regulamos internet le quitamos dinamismo a la empresa, está despejado en la discusión.
Por eso, nos gustaría que el Gobierno fuera más activo al enfrentarse con las empresas proveedoras de tecnología en Chile, porque en este mercado de redes caen todos en la lógica, de que el que gana se lo lleva todo. Por lo tanto, tiende a ser un mercado sumamente concentrado y en Chile, Telefónica y VTR lo concentran prácticamente todo. Es más, Telefónica en gran parte de Chile, adonde no llega VTR, es monopólica. Entonces, uno esperaría una actitud más firme con esa empresa, que realiza prácticas anticompetitivas, que realiza prácticas para detener el desarrollo tecnológico porque les afecta líneas de negocio propias. En definitiva, Telefónica tiene un poder gigantesco que mata la innovación, que aumenta los precios de manera artificial; por lo tanto, no presta un servicio de calidad.
¿Adónde quiero llegar con esto? Además de tratar de incentivar regulaciones, como la neutralidad de internet, que ha tenido un importante apoyo de la Subsecretaría de Telecomunicaciones y esperamos que así siga, salta un tema que solo la Subtel puede potenciar. Me refiero a la desagregación de redes, tema muy discutido y que muchos consideran que no será beneficioso para aumentar la conectividad en el país. Sin embargo, los últimos informes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones señalan que la característica común de todos los países que han logrado una alta penetración de banda ancha es la desagregación de redes. En Chile, el entonces Presidente Lagos trató de implementarlo en dos oportunidades, pero se encontró con la oposición fanática de Telefónica. Le pregunta es en qué quedó este tema.
Es necesario que el Ministerio, más allá de preocuparse de cómo funciona la tecnología en la educación, en la administración pública, etcétera, lo que al final depende de otros, tenga un rol más efectivo en hacer que el mercado opere, porque hoy no funciona.
Por eso es tan importante un proyecto que conocí como anteproyecto y todavía no se discute en el Congreso, y que sería muy importante que la Subtel lo reavivara. Me refiero a la creación de la Superintendencia de Telecomunicaciones, que jugará un rol fundamental en el funcionamiento del mercado, que se presten servicios de calidad; que existan ofertas atractivas que generen demanda, a través de ser convenientes, más baratas y más beneficiosa para la gente.
A propósito de la desagregación de redes, en el último simposio mundial de organismos reguladores de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, realizado en marzo de este año, se dijo que una de las herramientas más efectivas era la compartición de la infraestructura. Lo señalo, porque podremos tener mucha fe en los sistemas inalámbricos, pero la práctica ha demostrado que siguen siendo marginales, por muy entusiasmado que se esté en el futuro del desarrollo inalámbrico de conectividad de banda ancha.
Por último, me alegro que las autoridades de Gobierno se hayan abstenido en la votación del estándar de Microsoft, que en Chile ha demostrado las mismas tendencias que a nivel mundial, es decir, una actitud monopólica y de un poder abusivo de mercado, en cumplimiento a las órdenes que recibe de su casa matriz. Las presiones que ejerció Microsoft en ese proceso de votación del estándar que se discutió en la ISO, sin duda demuestra esa realidad de nuestro mercado de las telecomunicaciones, que es concentrado y donde hay actores que no aplican un fair play de verdad y, por lo tanto, impiden que ese mercado funcione.
Para finalizar, les pido que la Superintendencia de Telecomunicaciones sea una herramienta poderosa para, más que tratar de entregar computadores en las escuelas, hacer que el mercado funcione.
He dicho.
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Walker.
El señor WALKER.-
Señor Presidente, como Presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, he pedido hacer uso de la palabra porque considero que la discusión que estamos llevando a cabo es bien interesante.
Sin duda alguna, existe un consenso clave, cual es que la brecha digital genera desigualdad de oportunidades, especialmente en los adultos mayores, en los sectores más modestos y en el área rural.
Por eso que la alfabetización digital no puede ser sólo un tema de moda, es decir, que de repente prende y después se olvida. Es absolutamente clave. En la actualidad, la alfabetización digital tiene un concepto muy importante. A muchos de nuestros abuelos y padres les enseñaron a leer con el silabario Matte ; quien no lo conocía, no podía leer ni escribir. Hoy pasa lo mismo con el computador y por eso se habla de la alfabetización digital, que permite la comunicación entre las personas y que estén integradas a la sociedad.
Las distinguidas autoridades que nos acompañan, encabezadas por el ministro de Economía Alejandro Barros , han planteado muchas propuestas. Cuando uno revisa los compromisos y los objetivos de gobierno sobre la materia, se da cuenta de que son bien ambiciosos. Por ejemplo, al inició de este gobierno se planteó revisar el régimen tarifario, materia clave; eliminar las restricciones burocráticas a la competencia; trasladar la Subsecretaría de Telecomunicaciones al Ministerio de Economía, materia que sería importante saber en qué está; tener una política de servicio universal de acceso a la sociedad de la información; garantizar que sectores de menores ingresos tengan acceso a esta tecnología; sustituir el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones por un fondo de servicio universal, elemento que también resulta interesante saber cómo avanza; profundizar el programa Enlaces. Más adelante señala un tema muy importante, cual es el fomento del comercio electrónico, utilizando los mecanismos de que dispone el sector público; el tema de las compras públicas electrónicas, el de las facturas y de las boletas de honorarios electrónicas; la estrategia del desarrollo digital Chile 2007-2012, en que se da un nuevo impulso y se fijan metas muy importantes, como duplicar las conexiones de banda ancha, procesos que me gustaría saber en qué estado se encuentran; duplicar la tasa actual de inversiones en TIC, en empresas e instituciones. Otro tema bien importante es actualizar la normativa de la propiedad intelectual, de datos de las personas, de los derechos del consumidor en internet, del delito informático.
Acá planteó muy bien don Alejandro Barros el tema de algunos proyectos que le interesan. Quiero preguntar derechamente sobre el proyecto de delito informático. Nosotros lo aprobamos hace mucho tiempo en la Cámara de Diputados, trabajamos bastante en la Comisión de Ciencia y Tecnología, porque hoy día se aplica poco a los delitos informáticos. Como están en un capítulo especial del tema tecnológico y no en el de los bienes jurídicos protegidos, es decir, cuando se afecta el patrimonio, cuando hay engaño, cuando hay falsedad, temas que acá se han planteado. Me tocó ir con el diputado Paya a la escuela de derecho de la Universidad de Chile, donde ese proyecto fue muy bien evaluado por los profesores. ¿Hace cuántos años está esperando esa iniciativa para ser tramitada en la Comisión de Constitución del Senado? ¿Interesa al Gobierno ese proyecto? Si le llegase a interesar, ¿por qué no le pone urgencia para avanzar en este tema tan importante de los delitos informáticos? Vemos diariamente noticias sobre clonación tarjetas, de engaños, fraudes y estafas informáticas. Ese proyecto tiene por finalidad actualizar esa legislación.
Como planteó el diputado González , y dado que los dos proyectos de acuerdo que se han presentado van en esa línea, me encantaría que formásemos una mesa de trabajo, compuesta por representantes del Congreso, fiscalizadores, coadyuvantes del gobierno en esta materia, como Economía, Telecomunicaciones, para avanzar en esta materia. Como Comisión de Ciencia y Tecnología, nos ofrecemos formalmente para lograr esta interlocución y ser una especie de contraparte para avanzar en estas materias.
Los compromisos y objetivos de gobierno también se refieren al de tema de la banda ancha. Hoy es clave que se puedan trasmitir muchos datos rápidamente para que haya acceso y conectividad. Al respecto, hay una experiencia muy interesante en Aisén, donde el Estado invirtió para que comunidades aisladas y rurales de esa región se pudieran conectar, lo que tiene feliz a la gente. ¿Por qué no podemos hacer eso con más fuerza en nuestro país ahora que tenemos recursos?
También habla sobre la firma electrónica avanzada, tema que trabajó mucho nuestra Comisión de Ciencia y Tecnología. Varios diputados suscribimos ese proyecto. Esto es bien interesante. Nos gustaría que ustedes nos pudieran contar si se está utilizando o no la firma electrónica avanzada. Esto es muy importante para el B2B, es decir, para el negocio entre empresas; para las compras públicas que, según entiendo, han funcionado bien; para un país aislado, como Chile, que está distante de otros países con los cuales hemos celebrado tratados de libre comercio, que nos hemos abierto, resulta muy importante que una carta de crédito o una orden de compra tengan un respaldo jurídico. Lo mismo sucede con las inversiones, respecto de lo cual se señaló que el programa de atracción de inversiones tenía como objetivo pasar de 250 millones de dólares a mil millones.
Hemos tratado de avanzar desde hace mucho tiempo en esta materia. ¿Se está utilizando la firma electrónica avanzada? Probablemente, muchas de las personas que nos están viendo en el canal de televisión de la Cámara no conocen cuál es su utilidad. Un notario público electrónico, es decir, un tercero, garantiza la firma electrónica avanzada entre partes que no se conocen, como puede suceder entre un chino y un chileno que están haciendo un negocio. O sea, un notario, un tercero, responde y garantiza que quienes están firmando el contrato son efectivamente la persona que dicen ser, para que no exista suplantación o que no se hackee o crackee el envío de una orden de compra. Si alguien la hackea o la crackea, responde el tercero, con el objeto de que ese acto tenga seguridad jurídica y que no se desconozcan las consecuencias jurídicas, o sea, que el día de mañana el señor chino que hace negocios con el señor chileno no diga que no firmo tal contrato. Es decir, se garantiza que el contrato tenga eficacia jurídica.
Ésta es la importancia de la firma electrónica avanzada. Hoy se utiliza la clave privada o la pública, la encriptación asimétrica, etcétera; pero en el futuro uno podrá firmar, como lo hacemos cuando marcamos nuestra asistencia a las sesiones, con la huella digital, que es una forma de firma electrónica, o mediante el iris del ojo.
Por eso el tema de la firma electrónica es neutro desde el punto de vista tecnológico, porque la ciencia avanza diariamente.
Pido perdón por dedicar algunos minutos a este tema; pero, ¿se está utilizando la firma electrónica?
Antes decían que E-Cert, de la Cámara de Comercio de Santiago, y Once, de la Cámara Nacional de Comercio, iban a incentivar mucho el uso de la firma electrónica. Entiendo que algunas empresas tienen certificadores de común acuerdo, de confianza mutua entre las empresas que se conocen. Pero cuando las empresas no se conocen y no tienen un certificador común, es muy importante que pueda operar este tipo de sistema, sobre todo en un país alejado como el nuestro que quiere dar garantías jurídicas.
Está el tema de la televisión digital. Entiendo que el plazo para definir la norma que se iba aplicar era abril. Me han preguntado muchas veces qué norma me gusta, sin embargo, en esto uno debe preguntar, pero no opinar, porque hay intereses económicos involucrados.
También está la modificación a la ley de Telecomunicaciones.
Le pido al ministro y al subsecretario que todos estos proyectos anunciados vayan a la Comisión de Ciencia y Tecnología. Hay un acuerdo de la Cámara para pedir que sean enviados a esta Comisión, porque hay otras comisiones, como la de Transportes y Telecomunicaciones, que están analizando muchos temas, y nosotros estamos dispuestos a trabajar bien y rápido para avanzar en estas materias.
No quiero detenerme en más propuestas. Comparto lo que dijo el diputado Paya , pues matemáticas e inglés son claves para avanzar en nuestro país.
Como Comisión de Ciencia y Tecnología, reitero, nuestra voluntad para trabajar junto a ustedes en estas materias tan importantes.
He dicho.
El señor MEZA ( Presidente accidental ).-
Tiene la palabra el diputado señor Andrés Egaña .
El señor EGAÑA.-
Señor Presidente, indudablemente este tema no es fácil para muchos de los colegas. Si bien está siempre en el tapete en los medios de comunicación, generalmente no lo profundizamos. Obviamente, nunca seremos un país totalmente desarrollado si no damos un salto importante en el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Siempre hemos sostenido -es algo que está en el ambiente- que somos un país desarrollado en estas tecnologías. Sí, creo que hay que reconocer, como bien dijo el diputado Arenas , que se han hecho esfuerzos importantes, pero depende con quién nos comparemos.
Siempre nos comparamos con nuestros vecinos y salimos bien evaluados. Al respecto, de acuerdo con cifras del informe de Estrategia Digital que entregó el Gobierno, estamos mejor que todo el resto de los países latinoamericanos, pero lejos de los países desarrollados. Esa brecha se va distanciando cada vez más. En dicho informe, una de las comparaciones era con países desarrollados y con los países latinoamericanos. En un total de 69 países, estamos en el lugar 30, es decir, en la mitad de la tabla. Indudablemente, que en mejores condiciones que los países latinoamericanos.
Nuestro promedio es de 6,5 de un total de 10, pero se realizan distintas evaluaciones para poder llegar a ese promedio.
Si analizamos la conectividad e infraestructura, tenemos un 4,6, es decir, estamos bajo el promedio obtenido.
Si se analiza el entorno de los negocios, tenemos un 8, es decir, hay un elemento que tenemos más desarrollado respecto de estas nuevas tecnologías.
Si evaluamos el entorno social y cultural, tenemos un 6,2, es decir, estamos bajo el 6,5.
A modo de información, Dinamarca, que es el país que encabeza la lista, tiene un promedio de 8,9 de un total de 10. Es decir, mirado desde ese punto de vista, estamos bien, pero, a la vez, estamos alejados. A este desarrollo del que nos ufanamos tanto no lo analizamos a nivel de país.
Esas cifras, que no tenemos en detalle, demostrarían una centralización mucho más brutal de lo que hay en otros ámbitos del país. Cuando destacamos que existe conectividad y acceso a internet y que hay 1.095.000 conexiones de internet en el país, la distribución de esa cifra debe ser enormemente desfavorable para las regiones. He echado de menos en estas políticas que ha planteado el gobierno de la Concertación una forma de lograr descentralizar sus esfuerzos. Toda la información está globalizada y no existen cifras más detalladas a nivel regional. El informe que les señalo establece que el 68 por ciento de las empresas tienen conectividad, pero sería bueno conocer cuántas de esas empresas está en la Región Metropolitana y en las otras regiones. Sin conocer las cifras, me atrevería a decir que la Región Metropolitana tiene una cifra mucho mayor, incluso superior a la de 42 por ciento de habitantes que vive en la Región Metropolitana.
Si analizamos la educación, hubo 4.845 escuelas conectadas a banda ancha durante el 2006. En nuestros distritos conocemos las limitaciones que tienen las escuelas. Mi distrito no es eminentemente rural, pero he conversado con algunos colegas sobre la situación en los distritos rurales y es mucho más dramática, porque tienen equipos antiguos. El mejor ejemplo lo dio hace un rato el diputado Arenas respecto del sector de Angol. Por lo tanto, ése es el llamado que hacemos.
Reconocemos el esfuerzo del Gobierno y que se están haciendo acciones en la dirección correcta, pero jamás perdamos de vista que el desarrollo debe ser armónico. Incluso, actuar en esa dirección sería una manera de recompensar a las regiones perjudicadas y alejadas de una serie de ventajas del poder central. El Gobierno tiene los recursos y los medios para poder apoyarlas de una mejor manera.
Por lo tanto, en lo sucesivo, lo importante es reconocer el esfuerzo que se está haciendo, pero también, que las regiones lo reciban en igualdad de condiciones. Generalmente, los informes que nos llegan de los organismos indican cifras globales. Quizá, en muchos casos las cifras sean buenas para las regiones, pero las debemos conocer. En eso debemos insistir, porque este tema es muy importante, se habla mucho y cuesta abordarlo, porque no es fácil, es árido, pero vamos en la dirección correcta. Avanzaremos mucho más en dicha dirección si este esfuerzo se hace en forma equilibrada y se sigue descentralizando el país. ¡Qué mejor manera que descentralizarlo a través de la ciencia y la tecnología!
He dicho
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo González.
El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente, el debate ha sido muy interesante y hemos escuchado los planteamientos hechos por el ministro de Economía , y el responsable de la estrategia digital, quien nos ha explicado los ámbitos en los cuales el Gobierno está trabajando y avanzando y que, sin duda, deben ser muy valorados.
De esas intervenciones han salido algunas proposiciones, por ejemplo, la del apoyo a nuevas experiencias, como las cooperativas tecnológicas, con fuerza, a través de una intervención activa del Estado, así como a nuevas experiencias de conectividad. Ojala ello se extienda a la iluminación en comunas, donde se puedan constituir redes de conectividad a internet con el apoyo del Gobierno.
Sin duda, la ley de Neutralidad tecnológica -de la cual aquí se nos ha hablado- es también muy importante. Existe el ánimo de fortalecer la institucionalidad que rige este sector tan importante para el desarrollo de Chile. Todos quienes han intervenido aquí han señalado que no hay posibilidades de dar un salto al desarrollo sin incorporar intensivamente esta tecnología en todos los ámbitos como salud, educación, seguridad ciudadana, protección civil.
Sin embargo, es importante dejar en claro que, además del avance en esos aspectos, tanto el Gobierno como el Congreso Nacional desean que este tema se transforme en prioritario no sólo entre los expertos y quienes conocen sobre esta materia, sino que también la ciudadanía empiece a apreciar y a valorar que la solución de sus problemas la pueden encontrar a través de la incorporación de estas tecnologías a su vida cotidiana y, por ende, es necesario incrementar -como decía el diputado Walker - los programas de alfabetización digital.
Junto con dar mayor prioridad al tema, creo que es importante que el Gobierno haya sentido en esta sesión que cuenta con todo el apoyo para avanzar más rápidamente. Sin duda, hay que hacerlo y escuchar esta voz que viene del mundo político y que se suma a la voz de la sociedad civil.
El Gobierno debe saber que va a contar con el respaldo para poder llevar adelante estas iniciativas, lo que es muy importante, porque es en él donde radican la mayor parte de las facultades para poder coordinar y activar una estrategia digital adecuada y la aplicación más intensiva de la tecnología de la información a todos los ámbitos del desarrollo.
Es importante, además, que el Gobierno sepa que escuchar este clamor que viene de la sociedad y del mundo político no significa un cuestionamiento a lo que se está haciendo. Al contrario, se valora, pero creo que hay una sensación de que tenemos que avanzar en forma más rápida y que hay ámbitos en los cuales todavía no estamos haciendo todo lo necesario para que la utilización de las tecnologías de la información pueda ser plenamente fecunda para nuestro desarrollo.
Creo que es necesario tener claro que existe voluntad en el Congreso Nacional para avanzar en mejorar la competencia en el sector de la tecnología de la información, tal como lo ha planteado aquí con mucha claridad el diputado Gonzalo Arenas. Creo que es muy importante ampliar el espectro de entidades, de empresas, de sectores que participan en este mercado tan complejo.
Efectivamente, el mercado está extremadamente concentrado, lo que ha sido un freno para el avance, en especial, en la penetración de banda ancha y en el desarrollo de internet. La incorporación, a través de las nuevas licitaciones de nuevos actores y agentes económicos y mejorar la competencia en el sector es fundamental para bajar los precios. Si no bajamos los precios no vamos a democratizar nunca el acceso a internet y a la banda ancha, que es el eje central de todos los desarrollos en el ámbito de las tecnologías de la información.
Debe también existir apoyo para mejorar la institucionalidad y para desarrollar política pública. Asimismo el respeto a la política de la neutralidad tecnológica informada.
Lo importante es que la voluntad de participar existe.
El diputado Walker ha ofrecido en esta Sala el concurso pleno de la Comisión de Ciencia y Tecnología, que creo que es muy importante, para que nos hagamos socios y trabajemos juntos en implementar una estrategia que, sin duda, va a ser en beneficio del país. Hay que tener claro que en esto no hay colores políticos, sino una transversalidad en la Cámara de Diputados para este avance que resulta muy auspicioso.
Por eso, me alegro que se haya realizado esta sesión, ya que, desde el ámbito del Gobierno, del Congreso Nacional y de la sociedad civil, ello significa avanzar en un diálogo para construir lo que en el proyecto de acuerdo se llama una política de Estado que nos permita avanzar a tranco seguro, rápido, eficiente y con calidad en el desarrollo de las tecnologías de la información.
He dicho.
El señor MEZA ( Presidente accidental ).-
Ha solicitado hacer uso de la palabra el subsecretario de Telecomunicaciones , don Pablo Bello.
El señor BELLO ( subsecretario de Telecomunicaciones ).-
Señor Presidente, quiero partir señalando que ésta ha sido una semana importante, porque la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado aprobó una iniciativa legal que -hay que reconocer- es mucho más que un proyecto de ley de Neutralidad, ya que contempla mecanismo de protección a los consumidores; establece más y mejor información para que el mercado funcione de mejor manera y pretende asegurar de alguna manera lo que es la calidad de servicio. Todos sabemos lo que nos publicitan, pero no todos sabemos lo que nos dan, y esa es una de las preocupaciones que hoy tiene la ciudadanía.
Internet es una herramienta -eso hay que tenerlo claro- y no es per sé una solución de nada. No por estar más o menos conectados vamos a cambiar automáticamente nuestra calidad de vida ni vamos a convertirnos en un país más o menos desarrollado. Es crucial lo que hagamos, la forma en que seamos capaces de utilizar la capacidad que las nuevas tecnologías nos brindan para, efectivamente, poder aspirar a ser un país no sólo más desarrollado, sino también más justo, más equitativo.
Cuando asumió el Gobierno, había internet en uno de cada cuatro hogares; teníamos cerca de un millón de conexiones de banda ancha. A propósito, esa es la meta que se había puesto la anterior agenda digital para el año 2010: un millón de conexiones de banda ancha. Hoy estamos en un millón, cuatrocientas mil conexiones de banda ancha, lo que significa que uno de cada tres hogares en Chile tiene acceso a internet; el 55 por ciento de los chilenos usó internet el último mes, la mayoría de ellos en espacios compartidos, llámese ciber café, lugar de trabajo, centro de estudio. Aspiramos -esa es la meta que nos hemos puesto- llegar a dos millones de conexiones de internet para el 2010. Sin embargo, no estamos felices, ni abriendo botellas de champaña. No he señalado las cifras por un sentido de autocomplacencia, sino que todo lo contrario.
Así como tenemos uno de cada tres hogares conectados a internet, tenemos dos de cada tres no conectados. Son la mayoría y, particularmente, esos hogares no conectados están mayoritariamente en las regiones, en las zonas rurales y, por cierto, en los sectores de menores ingresos.
A finales del año pasado, firmamos un acuerdo por la conectividad digital con todos los gerentes generales de las empresas de esta industria. Nos pusimos algunas metas ambiciosas, por ejemplo, los dos millones de conexiones de banda ancha y, en ese contexto, nos pusimos la meta de aumentar la velocidad a una promedio de un megabyte por segundo. La multiplicación que han ofrecido las dos principales compañías nos va a permitir garantizar eso ya este año.
Pero hay una pregunta que es fundamental. ¿Cuál es la brecha digital? ¿De qué brecha digital estamos hablando? La verdad es que no hay una brecha digital, sino varias. Está la brecha de la infoalfabetización, que se planteó anteriormente. Algunos conocen qué se puede hacer con esa tecnología, otros no; hay una brecha generacional, que es evidente; una brecha del ingreso; una brecha territorial, sin duda, muy significativa.
La tarea del Gobierno en el ámbito de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, por cierto, dentro del marco de la estrategia digital, tiene que ver, en primer lugar, con que tengamos una infraestructura de calidad que sea capaz de llegar a todos los rincones del país sin excepción, y que nos permita solucionar los déficit de oferta. Para ello tenemos un programa -diría- tremendamente ambicioso y que me atrevería a llamar histórico.
En el actual Gobierno se han entregado subsidios para construir fibra óptica desde Puerto Montt hasta Coihaique y está terminada la carretera de la información en Puerto Montt. Hoy, llega en forma continua hasta Coihaique, lo que no se habría logrado sin recursos públicos. Hemos asignado subsidios para dar una oferta de conectividad de calidad, a precios no discriminatorios, a toda la Isla Grande de Chiloé. En el segundo semestre de este año, la Isla Grande de Chiloé va a estar conectada ciento por ciento, desde el punto de vista de la disponibilidad de infraestructura. Estamos participando con el Ministerio de Vivienda en cada uno de los 200 barrios del programa “Quiero a mi barrio”. En algunos casos, se está instalando un infocentro y una oferta de conectividad a un precio equivalente a un tercio de la oferta comercial más conveniente disponible en el mercado. Hemos lanzado un programa, que hemos llamado “Infraestructura digital, para la innovación y la competitividad”, con un presupuesto histórico: 80 millones de dólares para generar proyectos de conectividad estructural en todas las regiones del país, de manera que lo mismo que ya hemos hecho en Chiloé, que en este momento está en la fase de la inversión, pero que ya está ejecutado, se pueda llevar a cabo en todas las regiones de Chile, porque es la única manera de romper efectivamente la brecha. La conectividad es hoy -lo digo con todas sus letras- un instrumento que profundiza las desigualdades, en circunstancias de que debería contribuir a construir un país más desarrollado y, al mismo tiempo, más justo.
¿Cómo se logra esto? Evidentemente, con una inversión del Estado que sea significativa; pero se requiere un círculo virtuoso de inversión, de competencia y de regulación. Las respuestas a esto no son sencillas. Durante el debate, se han planteado algunos aspectos -forman parte del proyecto de acuerdo- que pueden parecer muy atractivos, pero que no son necesariamente las soluciones más adecuadas. La iluminación de ciudades con redes wifi, por ejemplo, en algún momento, se convirtió en una moda. Hace pocos días, el New York Times publicó el fracaso que están experimentando los proyectos de iluminación en algunas ciudades de Estados Unidos, como en San Francisco, Chicago y otras. Entonces, no es una solución automática; las soluciones son, a veces, más complejas.
En el proyecto de acuerdo se menciona, por ejemplo, lo conveniente que sería pasar a un sistema de remate y licitación de espectro. Si tenemos un sistema de este tipo, olvidémonos de tener conectividad en los sectores rurales y en los sectores apartados, porque los servicios van a estar concentrados en Santiago y en las grandes ciudades. La gracia del sistema de asignación de espectro que tiene Chile es que, precisamente, establece un incentivo para aquellas empresas que ofrecen más cobertura, más diversificación y que llegan a distintos lugares del país. Cambiar éste por un sistema de licitación sólo nos conduciría a mayor concentración y, por tanto, a menor conectividad a nivel rural y a nivel descentralizado.
Se ha mencionado el tema relativo a la desagregación de redes. Podemos conversar largamente sobre este sistema, pero debo decir que el Gobierno no tiene en su eje de políticas establecer la desagregación de redes porque es una materia tremendamente discutible, sobre la cual, en este momento, Inglaterra y Australia, gobiernos con los cuales hemos llevado a cabo conversaciones muy cercanas en torno a los reguladores, están discutiendo cuáles son los beneficios reales de este sistema. Cabe considerar que son países que han solucionado sus déficit de conectividad.
Para lograr que el mercado funcione bien y para que Chile rompa la brecha de la conectividad se requieren mil millones de dólares anuales de inversión. Por cierto, eso no lo puede hacer el sector público, a pesar de todos los esfuerzos que se puedan realizar. Por lo tanto, se requiere perfeccionar el marco regulatorio y, en este sentido, el programa de Gobierno -así lo señaló el diputado Patricio Walker- considera iniciativas muy concretas, las cuales están en desarrollo; se han realizado consultas públicas sobre cada una de ellas y esperamos, en el transcurso de este año, enviar diversos proyectos de ley sobre la materia, algunos de los cuales están en una fase bastante avanzada.
Wimax es una alternativa tecnológica que ya empieza a ser realidad en Chile. Es cierto que, hoy por hoy, tenemos un duopolio, fenómeno que, de alguna manera, explica por qué los precios son más altos de lo que deberían ser o por qué no tenemos la calidad de servicio que deberíamos tener. Esto se rompe solamente con nuevas tecnologías y dando espacio a nuevos actores para que puedan entrar al mercado.
Este año vamos a entregar nuevas licencias y nuevos espectros para wimax, con el compromiso -así lo esperamos- de que se realice una inversión focalizada, en primer lugar, en sectores rurales, en regiones, para que ello contribuya a generar mayor. Por eso, le vamos a plantear al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia que nos permita reservar una parte del espectro que está disponible para los nuevos actores, lo que ya hemos hecho en el caso de la tercera generación móvil. Hoy, tenemos disponible en nuestro país aparatos como el que estoy mostrando, que es un sistema de conexión de banda ancha que opera sobre las redes de telefonía móvil. Ello es consecuencia de la inversión, de un mercado que no opera en forma perfecta, pero que tampoco lo hace en forma calamitosa. Sin duda, un elemento fundamental es cómo se reserva espectro para que exista más competencia.
Queremos competencia de plataformas, queremos más servicios, más actores que puedan participar en esta industria. El Gobierno está seguro de que este año, con los concursos de espectro wimax de tercera generación, con nuevas tecnologías, vamos a tener efectivamente las puertas abiertas para que exista más competencia. La mayor competencia en infraestructura de redes es la única que nos permitirá tener mejores servicios y más inversión, cerrar la brecha digital, menores costos y mayor calidad de servicio.
Para terminar, debo decir que es fundamental que tengamos presente que éste es un ecosistema. Nada ganamos logrando conectividad, si no están disponibles los servicios y las aplicaciones que hagan uso intensivo de ella. Se ha hablado de educación y estamos trabajando, en el marco de la estrategia digital, para que los contenidos pedagógicos estén disponibles para nuestros niños en forma adecuada. No basta con llenar de computadores las aulas, si esos aparatos son utilizados como máquinas de escribir.
Ése es el desafío, que va mucho más allá de la conectividad. Como subsecretario de Telecomunicaciones , estoy convencido de que el 2010 vamos a tener un país con niveles de conectividad muy superiores a los actuales; muy superiores a los que teníamos cuando asumimos el Gobierno, con mayor equidad territorial, con mayor equidad para los segmentos de menores ingresos, incorporando un subsidio a la demanda para que las familias que no tienen recursos para pagar puedan acceder a la conectividad. Pero, al mismo tiempo, tenemos un tremendo desafío como Gobierno, como Estado y como sociedad: lograr que la conectividad se convierta en una herramienta que favorezca el desarrollo y la equidad. Pero esto no se agota sólo con la conectividad; se requiere un esfuerzo amplio que es, precisamente, lo que la estrategia digital plantea y lo que estamos haciendo desde el Poder Ejecutivo .
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor ULLOA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro de Economía.
El señor LAVADOS ( ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-
Señor Presidente, primero, pido disculpas por habernos excedido en el tiempo, pero hay que considerar que éste transcurre de distinta forma para quien habla y para quien escucha.
Segundo, estamos muy satisfechos por las ideas que hemos escuchado aquí y las vamos a acoger. Estamos muy interesados en materializar la relacionada con la formación de un comité de trabajo donde podamos desarrollar, en conjunto, las ideas relacionadas con la forma de avanzar en estas materias.
Muchas gracias, señor Presidente.
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