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El señor WALKER ( Presidente ).-
Tiene la palabra el honorable diputado Patricio Vallespín.
El señor VALLESPÍN .-
Señor Presidente , la verdad es que éste es un tema clave e importante para la gente. Es, claramente, una reforma, un positivo cambio pro equidad.
Quiero partir señalando que cualquier sistema previsional, en cualquier parte del mundo, sólo va a mejorar cuando se perfeccione la operación de sus instrumentos. Sin embargo, hay un elemento esencial y estructural que rige para todos los sistemas: la necesidad de mejorar los ingresos de los trabajadores que imponen.
Por lo tanto, es necesario enfrentar ese desafío que no es posible abordar en este proyecto, a fin de que, a futuro, no tengamos que volver a modificar el sistema previsional. En este sentido, hay una tarea pendiente que los empresarios y las políticas públicas deben asumir con mayor fuerza.
Quiero concentrarme en cuatro aspectos del proyecto que considero fundamentales, profundizando en uno que, a mi modo de ver, no ha sido tratado con la detención que amerita.
El primero dice relación con el sistema de pensiones solidarias que se crea, que llenará un vacío, evitando que, quienes no tienen posibilidades de ahorrar individualmente en el sistema vigente, queden sin la pensión digna que se merecen. Se ha hablado mucho de la pensión básica solidaria; de manera que sólo quiero resaltar, para quienes nos están escuchando o viendo, que ella se convertirá en un derecho garantizado para todos los chilenos y chilenas. Hasta ahora, la pensión asistencial no era un derecho, sino una postulación, en virtud de lo cual una persona podía ser beneficiada o no. Cuando entre en vigencia la ley, una pareja de adultos mayores recibirá 150 mil pesos como ingreso familiar, aunque no hayan tenido la posibilidad de capitalizar. Las dueñas de casa también podrán acceder a este beneficio.
Yo diría que ahí reside la fuerza pro equidad del proyecto, lo que considero fundamental porque beneficiará a muchos chilenos y chilenas. No quiero ahondar en esta materia, porque ha sido el tema a que se han referido latamente los colegas de todas las bancadas.
El segundo aspecto que quiero resaltar -me parece sumamente importante porque va en el sentido correcto- tiene que ver con la mayor cobertura para los trabajadores jóvenes. Si hay un problema que nuestro país puede seguir teniendo a futuro es el de la inserción laboral de los jóvenes. Por eso, considero que el subsidio a las primeras 24 cotizaciones de los trabajadores entre 18 y 35 años es una medida sumamente pertinente, coherente, creativa e innovadora. Sin duda, será un incentivo para que nuestros jóvenes ingresen al mundo laboral y sean formalizados en los empleos que hoy están realizando informalmente. Es un incentivo a la formalización, y su efecto concreto, proyectado en el tiempo, será que los jóvenes tendrán sus cotizaciones aseguradas, al menos, por 24 meses, y que al momento de jubilar recibirán, en valores actuales, 26 mil pesos más que si no existiera tal incentivo. Es una gran medida pro jóvenes y creo que amerita el reconocimiento de todos los actores.
El tercer aspecto al cual quiero referirme -la bancada de la Democracia Cristiana lo considera como su gran logro, porque fue la que lo planteó con más fuerza- es el ahorro previsional voluntario para la clase media, con el objeto de incentivar el ahorro en este sector.
El APV existente es absolutamente regresivo, desde el punto de vista global. Lo que hace esta propuesta -insisto que fue un gran aporte de nuestra bancada- es democratizar este beneficio tributario. Para que lo sepan las personas que nos escuchan, el 40 por ciento del beneficio tributario que opera hoy se concentra en las 15 mil personas de más altos ingresos del país. Lo que hace el proyecto -también como una innovación, como un aporte importante para cambiar el modelo existente- es conceder este beneficio a 250 mil trabajadores y trabajadoras de Chile. La propuesta beneficiará principalmente a la clase media, en particular, a alrededor de 150 mil familias con ingresos inferiores a los 500 mil pesos. Se trata claramente de democratizar un beneficio tributario que estaba llegando sólo a las personas más acomodadas. Es un gran logro de la Democracia Cristiana, que lo hizo suyo y, al parecer, ha sido asumido por todas las bancadas, lo que resulta muy positivo.
La bonificación que se entregará corresponde al 15 por ciento de la cotización, lo que representa un gran incentivo para el ahorro de nuestra clase media.
El cuarto aspecto que quiero abordar -ha generado gran polémica; incluso, diría que los argumentos dados han sido inadecuados- es fundamental y dice relación con la generación de mayor competencia en la industria de las AFP. Esto se logra mediante la licitación de la cartera de nuevos afiliados, lo que abrirá la posibilidad objetiva y real de crear una nueva AFP. Lo otro se refiere a la incorporación de la banca a esta industria.
En esto quiero ser muy claro. La discusión en torno a si los bancos son más o menos abusivos, más o menos humanos, no es lo más relevante. En esta industria ni los bancos ni las AFP ni las compañías de seguros son ángeles. No nos contemos cuentos; obviamente, no son ángeles, puesto que privilegian su propio beneficio. A lo que se está apostando -es la opción que hemos tomado- es a que existan más posibilidades de competencia. Ése es el punto, no si algunos bancos son más o menos humanos. Pueden ser igual de abusivos, pero el punto es que existan mejores condiciones para la competencia; eso es lo que se está buscando. Hoy la industria está absolutamente concentrada, puesto que existen sólo seis AFP. Con este proyecto pueden aumentar, sobre todo, cuando hay coincidencia con la licitación de nuevos afiliados.
De manera que la discusión no se debe centrar en si unos son más o menos abusadores. El punto es cómo se crean mejores condiciones para que exista más competencia, limitando así las posibilidades de concentración.
En este sentido, es importante que el Ejecutivo evalúe la incorporación de este elemento en el Senado. ¿Por qué no pensar en prohibir que los bancos que ingresen al sistema adquieran, en un plazo mínimo de diez años, alguna de las AFP existentes, a fin de asegurar que ingresen rápidamente al sistema nuevos actores? Una medida de esta naturaleza permitiría asegurar que haya más competencia en el mercado.
La opción que diversos diputados de la Concertación hemos considerado, en cuanto a establecer la posibilidad de que el Banco del Estado entre al sistema para que equilibre el funcionamiento de la industria de las AFP -obviamente, un Banco del Estado que actúe no sólo con criterio comercial, sino que tenga una visión estratégica de la administración de los fondos de todos los chilenos y chilenas-, creo que es una gran oportunidad que generará mayor competencia.
A mi modo ver, es una cuestión opinable. No estamos hablando de que unos sean mejores que otros. ¿Hay mejores condiciones objetivas para abrir la competencia con el ingreso de la banca al sistema? Desde el punto de vista teórico y analítico, claramente sí, y habrá que estar atento para ver cómo se regulan las situaciones que se puedan generar; pero nadie podrá decir que no tienen experiencia en este negocio. Yo prefiero crear condiciones para que exista más competencia que seguir con un “club de Tobi” selecto que hoy funciona a puertas cerradas y que decide lo que pasará con los fondos de todos los chilenos. Además -no nos engañemos-, los grandes bancos ya están en el sistema. Existe la posibilidad de que ingresen otros, lo que considero positivo por definición.
Termino señalando que el candidato presidencial Sebastián Piñera -normalmente habla mucho, porque no sólo tiene “incontinencia bursátil”, como han dicho sus propios partidarios, sino que también incontinencia verbal-, al decir que aquí no hay creatividad, y decir que muchas veces no se utilizan conceptos que jamás se emplearon antes de la década de los 60 respecto de los impuestos negativos, como el incentivo a la mayor cobertura de los jóvenes, como el APV para la clase media. Esos son elementos que en su operación práctica tienen que ver con ese concepto.
Por lo tanto, le pido al candidato Piñera que revise los proyectos antes de opinar, porque evidencia vacíos de conocimiento en la materia.
He dicho.
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