
-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649444/seccion/akn649444-ds64-ds13
- dc:title = "DOCUMENTOS DE LA CUENTA"^^xsd:string
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649444/seccion/akn649444-ds64
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649444
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- rdf:value = " Moción del diputado señor Robles .
Modifica el Título VI del Código de Aguas incorporando la Región de Atacama a sus disposiciones. (boletín N° 5257-09)
“Vistos:
Lo dispuesto en los artículos 1°, 19, 63 y 65 de la Constitución Política de la República; en la ley N° 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional y en el Reglamento de la H. Cámara de Diputados.
Considerando:
1° Que, una de las fuentes más importantes de abastecimiento de agua en el mundo la constituyen los reservorios subterráneos. En ellos se encuentra el 95% del agua dulce fluida disponible en los continentes.
2° Que, las aguas subterráneas desempeñan un papel fundamental en la salud económica y social de muchas zonas urbanas del mundo en desarrollo. No hay estadísticas completas sobre la proporción del suministro de agua en las zonas urbanas que se obtiene de yacimientos subterráneos, pero se estima que más de 1.000 millones e habitantes de ciudades en Asia y 150 millones en América Latina dependen directa o indirectamente de manantiales, pozos y norias.
Por otro lado, debido al costo relativamente bajo y a la calidad por lo general alta de este recurso, el agua subterránea ha sido a menudo la fuente preferida para las redes públicas de abastecimiento de agua potable y se explota ampliamente para usos privados domésticos e industriales, particularmente, en el norte de nuestro país.
3° Que, en Chile nos encontramos frente a un constante y explosivo desarrollo de las aguas subterráneas, especialmente en las cuencas ubicadas entre Arica y Santiago. Se estima que en el decenio 1994-2004, la extracción autorizada de aguas subterráneas aumentó en 4 veces, pasando de 2.436 millones de m3 a 10.300 millones de m³ al año.
Las estimaciones de la Dirección General de Aguas indican que al año 2017, la demanda por agua subterránea se va a duplicar en esta zona, en función de las inversiones que están actualmente en ejecución y las programadas. A esa fecha, las solicitudes alcanzarán unas 20.000 millones de m³ de demanda por agua subterránea a extraer al año, generando una enorme presión sobre los recursos hídricos. Este hecho ha originado un intenso debate científico y legal sobre la sustentabilidad y posibilidad de agotamiento, toda vez que en Chile los derechos sobre caudales se conceden a perpetuidad. Mientras tanto, continúa la expansión, pues al año se solicitan nuevos derechos de explotación por 800 a 1.000 millones de m³. de aguas subterráneas.
A objeto de dimensionar la magnitud de las aguas subterráneas que hoy se extraen en el norte de Chile, estos caudales permitirían el abastecimiento de una población de 60 millones de habitantes, o alternativamente, la puesta en riego tecnificado de 600.000 hectáreas de cultivos y plantaciones. Su uso, sin embargo, está diversificado y la minería consume una porción apreciable en la zona más árida, desde Iquique a Copiapó. Por ejemplo, sólo el consumo de las minas de cobre en la región de Antofagasta equivale al consumo total de agua potable en Santiago, con 6 millones de habitantes.
Un aspecto poco conocido fuera de Chile es que una importante proporción de esta agua subterránea se extrae desde cuencas arreicas y endorreicas, donde prácticamente no existe escurrimiento superficial. En estas cuencas cerradas ubicadas entre Arica y el rio Elqui, existen derechos autorizados de extracción de aguas subterráneas por 1.325 millones de m³. al año, mientras que se han solicitado extracciones adicionales por 1.150 millones de m³. a la fecha.
La constitución de derechos a perpetuidad para la extracción de estos grandes caudales en cuencas sin escurrimiento superficial, supone la existencia de cuantiosos recursos hídricos, confinados en el subsuelo y fuentes de recarga ubicadas a grandes distancias, usualmente en las altas cumbres de los Andes, así como un sistema de escurrimiento subterráneo a través de corrientes preferentes de paso; puesto que se carece de caudales superficiales que expliquen la recarga.
El desarrollo de avanzadas técnicas de prospección y evaluación de aguas subterráneas ha permitido desarrollar estos recursos en las cuencas cerradas del desierto más árido del mundo. Como ejemplo, la extracción de aguas desde los salares de Atacama (100 millones de m³. al año), Ascotán y Ollague (80 millones de m³.), Punta Negra (50 millones de m³.), Coposa (30 millones de m³.), las “vegas” de San Pedro (75 millones de m³.), Llalqui y El León (30 millones m³.). Dichas aguas subterráneas sustentan la minería del cobre, salitre, yodo, litio y bórax, y de igual modo, a ciudades y economías costeras como lquique, que se surte desde Canchones en la Pampa del Tamarugal (62 millones de m³. al año).
El Estado mantiene monitoreo sobre unas 100 cuencas hidrográficas relevantes para la extracción de aguas subterráneas entre Santiago y Arica, mediante modelos de simulación hidrogeológica o balances hídricos. De igual modo, en Chile están avanzados los conocimientos sobre volúmenes de reservas en los acuíferos ubicados en pleno desierto de Atacama o en las tierras altas de los Andes. Por ejemplo, las enormes reservas de aguas subterráneas detectadas en los acuíferos de la Pampa del Tamarugal en Iquique (26.000 millones de m³.) y en los acuíferos altiplánicos de Alto Lauca en Arica (45.000 millones de m³.), pampa Puno y vegas de San Pedro en Calama y de aguas Blancas en Antofagasta, (16.000 millones de m³.).
Por otro lado, en el norte de Chile se han hecho estudios que precisan la recarga o alimentación de estos acuíferos, de por sí complejos y heterogéneos, y se dispone de balances hídricos para determinar la sustentabilidad y seguridad del abastecimiento a largo plazo; ahora, si bien tales estudios son efectuados principalmente por las grandes empresas mineras, para ello resulta relevante determinar las precipitaciones efectivas en las altas cumbres sobre los 4 y 5.000 metros de altitud, y demostrar mediante estudios isotópicos la infiltración de estas aguas a gran profundidad y su circulación por el interior de la tierra, posibilitando la transmisión de caudales entre cuencas hidrográficas.[1]
4° Que, la expansión del uso de las aguas subterráneas en Chile se basa en un marco legal que las reconoce como “bienes nacionales de uso público”, otorgando a los particulares derechos reales de aprovechamiento a perpetuidad sobre ellas, los cuales pueden transarse en el mercado a valor comercial y no están limitados para un determinado uso preferencial o vinculados a la posesión de la tierra.
El Código de aguas de Chile (vigente desde 1981) asigna al sector privado la prospección y ejecución de inversiones destinadas al aprovechamiento de las aguas subterráneas, manteniendo el Estado un rol de investigación, fiscalizador y normativo. La disponibilidad de aguas subterráneas se comprueba sólo a través de pruebas de bombeo y la autoridad no está facultada para denegar derechos atendiendo sólo a estudios sobre disponibilidades de agua en los acuíferos. Con ello se reconoce que la complejidad de los cuerpos de aguas subterráneas; la heterogeneidad de su composición y recarga y la extensión geográfica que pueden abarcar, no necesariamente correspondiente a la de una cuenca hidrográfica superficial.
La discusión actual radica en que el aumento de la demanda de agua conlleva a una oferta que de por sí es escasa e incierta. Lo primero, por la condición de aridez de la zona norte de Chile; y lo segundo, por las fluctuaciones climáticas y la necesidad de mayor información sobre cantidad, calidad y renovabilidad de las aguas subterráneas, establecida sobre la base del conocimiento científico. Los registros sobre las fuentes y extracciones concluyen que los niveles se mantienen estables o con leves disminuciones, evidenciando recarga moderna en algunas zonas, mientras que en otras se trataría de aguas fósiles remanentes de la última era glacial. Esto último comprometería el concepto de sustentabilidad y seguridad de abastecimiento de agua subterránea a largo plazo, pues en Chile los derechos de aprovechamiento de aguas se otorgan gratuitamente y a perpetuidad, sin cobro de rentas o regalías por parte del Estado.
En los eventos extremos que se han presentado, la autoridad de aguas ha aplicado fuertes sanciones. Están vigentes la prohibición de extracción de nuevos caudales en 2 acuíferos importantes por sobreexplotación (Azapa en Arica y Copiapó), y ha declarado a 13 acuíferos adicionales como zonas de restricción por insuficiente recarga. Estas áreas sumadas abarcan hoy sólo el 12% de los acuíferos bajo monitoreo, pero frente al explosivo aumento de la demanda proyectada a futuro, se sobrepasarán los caudales de explotación sustentables en un número cada vez mayor de áreas. En ciertos acuíferos, y en base a nuevos estudios técnicos, se ha procedido a autorizar extracciones adicionales de magnitud, mientras que en los valles de Azapa (Arica) y Copiapó , donde la actividad agrícola es creciente y existe considerable extracción ilegal, se busca conformar comunidades autogestionarias de aguas subterráneas, a objeto de que el acuífero sea controlado por los mismos usuarios En estos casos extremos, donde el agua subterránea pasa a ser un bien escaso y no puede seguir siendo incrementada en forma de concesión gratuita por el Estado, la reasignación de los derechos de aprovechamiento deberá ser realizada por el mercado.
En el norte de Chile ha quedado demostrado (al igual que en otras zonas desérticas del Mundo), que las aguas subterráneas superan en considerable magnitud a las aguas superficiales. Con la ventaja que están disponibles durante todo el año con escasa variación de caudal, y, además son menos susceptibles de contaminación.
Un buen ejemplo de lo anterior es el caso de la cuenca del río Copiapó, donde se puede determinar que la cantidad de aguas subterráneas susceptibles de extraer en forma orina sustentable es 10 a 12 veces mayor a las aguas superficiales que discurren por el río. En esta cuenca, las extracciones subterráneas autorizadas alcanzan los 500 millones de m³., al año o 15,7 m³/seg. (A la vez que se están solicitando 250 millones de m³. adicionales para nuevos proyectos mineros y agrícolas. En contraste, por el río Copiapó discurren de 40 a 50 millones de m³. de aguas superficiales al año (1,5m³./seg.), las que son utilizadas íntegramente. ¿Cuál es la razón de este volumen de aguas subterráneas? Los cerros del macizo andino, con decenas de cumbres en la cuenca alta sobre 5000 metros, verdaderas “torres de agua” que capturan la precipitación en forma de nieve a lo largo del año, y la infiltran directamente al subsuelo y a las corrientes de agua subterránea a través de las rocas. Los copiapinos señalan como ejemplo que un gran río subterráneo pasa bajo su Plaza de Armas e incluso indican que es posible escucharlo en las noches.
Esta cuenca es un ejemplo de la magnitud e importancia que tienen las aguas subterráneas en el desierto de la costa del Pacífico. Al respecto, son conocidos los conflictos planteados entre mineros (proyectos Aldebarán/Cerro Casale ) y agricultores por los usos del agua de Copiapó, y el proyecto minero Pascua Lama con los regantes del valle de Huasco.
La recarga de las aguas subterráneas se sustenta en las precipitaciones (entre los 250 y 1.000 milímetros al año), que se producen en las tierras altas sobre los 4000 metros de altitud y en las cumbres nevadas y ventisqueros, que dan origen tanto a los ríos superficiales como a conductos preferentes de paso de agua subterránea a través de las rocas. El agua superficial del río Copiapó es embalsada y regulada en el tranque Lautaro (indicado con la flecha) y la mayor parte del acuífero del valle se recarga directamente desde las fisuras por donde circulan las aguas subterráneas. Con estos recursos hídricos se desarrollan 86 faenas activas de la gran y mediana minería del oro, plata, cobre y hierro, 16.000 hectáreas de plantaciones frutícolas altamente tecnificadas (uva de mesa y olivos) y los 142.000 habitantes de Copiapó y Tierra Amarilla, al censo del 2002. Además, alimenta al puerto minero de Chañaral , a través de un acueducto de 170 kilómetros de largo.[2]
Por tanto,
Los diputados que suscriben vienen en someter a vuestra consideración el siguiente,
PROYECTO DE LEY
MODIFICA EL TÍTULO VI DEL CÓDIGO DE AGUAS INCORPORANDO LA REGIÓN DE ATACAMA A SUS DISPOSICIONES
Artículo 1°. Modifícase el inciso tercero del artículo 58 del Código de Aguas, reemplazándose su actual texto por el siguiente:
“No se podrán efectuar exploraciones en terrenos públicos o privados de zonas que alimenten áreas de vegas y de los llamados bofedales en las Regiones de Tarapacá, de Antofagasta y de Atacama, sino con autorización fundada de la Dirección General de Aguas, la que previamente deberá identificar y delimitar dichas zonas”
Artículo 2°. Modifícase el inciso segundo del artículo 63 del Código de Aguas, reemplazándose su actual texto por el siguiente:
“Las zonas que correspondan a acuíferos que alimenten vegas y los llamados bofedales de las regiones de Tarapacá, de Antofagasta y ele Atacama se entenderán prohibidas para mayores extracciones que las autorizadas, así como para nuevas explotaciones, sin necesidad de declaración expresa. La Dirección General de Aguas deberá previamente identificar y delimitar dichas zonas”.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/5257-09
- http://datos.bcn.cl/recurso/nulo = "[2] “Las aguas subterráneas en la costa del Perú y en el norte de Chile” Alejandro Pavez Wellman Pontificia Universidad Católica de Chile 2005."^^xsd:string
- http://datos.bcn.cl/recurso/nulo = "[1] “Las aguas subterráneas en la costa del Perú y en el norte de Chile” Alejandro Pavez Wellman Pontificia Universidad Católica de Chile 2005."^^xsd:string
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2228
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/region-de-atacama
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = http://datos.bcn.cl/recurso/nulo
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/codigo-de-aguas
- bcnres:tieneMateria = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/atacama
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649444/seccion/entityP9TGVPC0
- rdfs:label = "Moción del diputado señor Robles. Modifica el Título VI del Código de Aguas incorporando la Región de Atacama a sus disposiciones. (boletín N° 5257-09)"^^xsd:string
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:MocionParlamentaria
- rdf:type = bcnses:SeccionDocumentoCuenta
- frbr:creator = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2228