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El señor BURGOS (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo.
El seño JARAMILLO .-
Señor Presidente , el proyecto nos hace reflexionar a quienes tenemos algunos años en la Cámara.
Quiero exponer algunas consideraciones que siempre debemos tener en cuenta al legislar sobre la materia.
Primera, preocuparnos por que el trabajo que realicen los menores no signifique abandono de sus deberes escolares, relacionados con la enseñanza básica y media; y segunda, que el trabajo que desarrollen no sea perjudicial para su salud ni su desarrollo, en concordancia con las convenciones internacionales que en las últimas décadas se han adoptado, en especial la relativa a los derechos del niño.
Como hombre del mundo rural, no puedo dejar de recordar -y en esto va una tercera consideración- que en las últimas dos décadas se ha dado real importancia al trabajo de los niños. El propio Congreso Nacional ha despachado proyectos tendientes a proteger la escolaridad de los menores, en especial de aquellos de familias de escasos recursos. Así, se estableció la escolaridad obligatoria por doce años y se aumentaron las subvenciones para los sostenedores que tienen entre sus alumnos a menores con riesgo social. Las observaciones de su excelencia la Presidenta de la República a uno de esos proyectos se verán en algunos minutos más, en esta sesión.
Además, debemos consignar que el trabajo no es una mala escuela para jóvenes que están en proceso de formación, sobre todo hoy, en que la juventud se ve un tanto complicada en su quehacer. Pero puede resultar perjudicial si la dedicación a él, por la necesidad de aportar recursos al grupo familiar, impide su normal desarrollo escolar, ya que así los estudiantes se transformarían en futuros trabajadores no calificados y, por lo mismo, con escasas posibilidades de desarrollo personal.
Por eso, me preocupa que en la Comisión Mixta se haya establecido un límite de treinta horas semanales y no se haya mantenido el de veinte, que se aprobó en la Cámara, por el cual estuve.
No me opongo a que en época de vacaciones los menores puedan trabajar más tiempo, en especial en las zonas agrícolas, porque en ellas su desempeño en verano es un importante apoyo -hay que reconocerlo- para los gastos del año escolar próximo y también ¿por qué no? un tremendo aporte para sus modestos hogares de los cuales proviene la gran mayoría de los jóvenes.
El país está tomando conciencia de la situación de los menores que trabajan y me alegro de que en algunos establecimientos de comercio se esté dando prioridad al trabajo de estudiantes de educación superior por sobre los de enseñanza básica y media. Más aún cuando los de estos últimos niveles se encuentran desarrollando la jornada escolar completa. Con ello estamos dando una clara señal en cuanto a permitir a los más jóvenes dedicar más tiempo a los estudios y no provocar el inicio de una vida laboral temprana que puede desviar sus intereses de vida.
Señor Presidente , las soluciones que ha entregado la Comisión Mixta son apropiadas; no obstante, hago la salvedad, una vez más, sobre las horas máximas de trabajo semanal, las cuales me parecen excesivas y, ojalá, no se presten para abusos.
He dicho.
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