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La señora VIDAL (doña Ximena).-
Señor Presidente , lo esencial en este proyecto es la búsqueda del equilibrio entre las obligaciones de los jóvenes de estudiar y de trabajar. En esta sociedad moderna hemos advertido la necesidad de que los jóvenes trabajen y el proyecto regula esta posibilidad. En Chile, la edad mínima legal para celebrar un contrato de trabajo es de quince años, como lo disponen los convenios internacionales y la OIT. Actualmente, un menor, para celebrar un contrato de trabajo sólo debe acreditar octavo básico, pero el proyecto, originado en una moción del entonces senador Di Giorgio , establece la obligación de acreditar haber terminado la educación media o estar cursando ésta o la educación básica, en el caso de los menores entre quince y dieciocho años de edad.
La Comisión Mixta dispuso restricciones al trabajo de menores de dieciocho años y mayores de quince años, entre las cuales se destacan la autorización de los padres, o de los guardadores, o del inspector del Trabajo o del juez de familia; la obligación de acreditar el cumplimiento de la escolaridad completa; la obligación de registrar los contratos en la Inspección del Trabajo; la elaboración de un catálogo de actividades peligrosas para menores y la limitación de jornada de un menor a un máximo de treinta horas semanales y a un tope de ocho horas diarias. De esta forma, por ejemplo, si un menor trabaja ocho horas durante un sábado, el resto de la semana sólo puede hacerlo por no más de veintidós horas.
El sentido es cuidar, por un lado, su acceso a establecimientos educacionales y, por otro, la posibilidad de solventar sus gastos, colaborar con el costo de sus estudios y, por consiguiente, ayudar a su familia. La norma que se establece no es una excepción al principio constitucional, ya que la carta fundamental impone al Estado el deber de poner a disposición de todos los estudiantes una oferta suficiente.
Hubo una discusión en el sentido de que no era obligación de que los jóvenes estudiaran para poder trabajar. Es claro, no es obligación, pero la oferta existe. Asimismo, que el hecho de que vivan lejos de establecimientos escolares les impediría estudiar. El acceso geográfico puede ser difícil, pero no es impedimento para que puedan estudiar.
He dicho.
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