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    • rdf:value = " PROYECTO APROBATORIO DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE CHILE Y PANAMÁ. Primer trámite constitucional. El señor WALKER ( Presidente ).- En el Orden del Día, corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de acuerdo que aprueba el Tratado de Libre Comercio entre los Gobiernos de las Repúblicas de Chile y de Panamá, adoptado en Santiago, el 27 de junio de 2006. Diputados informantes de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Hacienda son los señores Juan Masferrer y Roberto Delmastro, respectivamente. Antecedentes: -Mensaje, boletín Nº 4932-10, sesión 8ª, en 3 de abril de 2007. Documentos de la Cuenta Nº 1. -Primeros informes de las comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana y de Hacienda, sesión 26ª, en 15 de mayo de 2007. Documentos de la Cuenta Nº 20 y 21, respectivamente. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Masferrer. El señor MASFERRER .- Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana paso a informar, en primer trámite constitucional, sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del Tratado de Libre Comercio, suscrito entre Chile y Panamá , el 27 de junio de 2006. Para los efectos reglamentarios, hago constar que el tratado internacional en trámite no contiene normas de carácter orgánico constitucional ni de quórum calificado. El proyecto de acuerdo fue aprobado por la unanimidad de los diputados presentes, a saber, la señora Isabel Allende Bussi , y los señores Pedro Pablo Álvarez Salamanca , Jaime Quintana Leal , Renán Fuentealba Vildósola , Carlos Abel Jarpa Wevar , Presidente de la Comisión ; Roberto León Ramírez , Osvaldo Palma Flores y Jorge Tarud Daccarett . Durante el estudio en Comisión, el Director General de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador Carlos Furche Guajardo , destacó que con este tratado de libre comercio celebrado con Panamá se completa la red de acuerdos comerciales de este tipo celebrado por nuestro país. A propósito, recordó que la inserción internacional ha sido el componente más importante de la estrategia de desarrollo de Chile. Sostuvo que la política de apertura al mercado mundial ha dinamizado el comercio y aumentado los flujos de inversión, lo que ha permitido un crecimiento sostenido de la economía chilena, especialmente a partir de 1990. En este contexto, indicó que Chile y Panamá tienen coincidencias importantes: son economías pequeñas, abiertas al comercio e hicieron una temprana apuesta por su inserción en una economía globalizada. Panamá, sostuvo, es un puente de vinculación con el hemisferio norte a través del canal, mientras que la red de acuerdos comerciales que Chile tiene con diferentes regiones del mundo abre la posibilidad de que el país opere como una plataforma para la inversión de bienes y servicios desde y hacia terceros países, especialmente entre América Latina y la región del Asia-Pacífico. Agregó que en el año 2006, Chile alcanzó un intercambio comercial con Panamá por 189 millones de dólares, con una balanza comercial positiva de 167 millones de dólares, en la que nuestras exportaciones ascendieron a 178 millones de dólares, destacando entre los principales productos el cobre, las gasolinas refinadas, aceites comestibles, además de vinos y tableros de madera, entre otros. Por su parte, nuestras importaciones alcanzaron a 10,7 millones dólares, destacando entre los principales productos importados por Chile libros, artículos de joyería, medicamentos, mezclillas, además de ron y lozas. Informó que los productos chilenos de exportación más importantes que serán beneficiados con este tratado de libre comercio serán carnes ovinas y caprinas, pescados y mariscos frescos, frutas frescas, duraznos en conserva, harina de pescado, insecticidas, guantes para cirugía y cocinas, entre otros. En cambio, las principales exportaciones panameñas que serán beneficiadas son preparaciones para la alimentación infantil, ron, manufacturas en plásticos, productos textiles y otros artículos plásticos. Precisó que Panamá es un mercado que se ha mostrado especialmente significativo para las exportaciones de manufacturas y alimentos. Por último, informó que Panamá ha concluido las formalidades y procedimientos jurídicos internos necesarios para la entrada en vigor del tratado. La Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile A.G., la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Asexma, la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa , y la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA; entregaron sus opiniones escritas, favorables a la aprobación de este tratado de libre comercio, las cuales, en lo sustancial, sostienen lo siguiente: a) La Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, no obstante sus aprensiones respecto a la negociación futura de los servicios financieros con Panamá y a los efectos negativos en el comercio exterior chileno que se podrían producir como efecto del alza de los peajes en el canal de Panamá, estima en lo fundamental que de la aplicación de este tratado de libre comercio se deberían derivar efectos positivos para la economía nacional y el sector financiero, que se traducirá en una mayor cantidad de préstamos comerciales, de consumo y de todas las actividades bancarias en general. b) Por su parte, Asexma concluye su presentación solicitando, en lo sustancial, la pronta ratificación de este tratado, ya que su puesta en vigencia permitirá concretar una mayor diversificación de las exportaciones y una mayor presencia de las pymes en el intercambio bilateral. c) La Sofofa hace notar que participó activamente en las rondas de negociación y apoyó al equipo negociador de Gobierno, principalmente en lo que se refiere a la negociación de acceso a mercados: cronogramas de desgravación arancelaria y reglas de origen. Agrega que Panamá es visto por el sector privado chileno como un mercado estratégico, que puede servir de plataforma para llegar a los países centroamericanos y como centro de operación para competir en el capítulo de compras de gobierno en el mercado de Estados Unidos, ya que puede convertirse en un punto operativo, como alianzas empresariales, arriendo de bodegas, etcétera, para llegar en los tiempos previstos a las licitaciones de esas compras que se realicen en Estados Unidos. También hace notar su preocupación por el alza de los peajes en el canal de Panamá, especialmente para Chile cuarto usuario, con un comercio exterior que se moviliza en un porcentaje cercano al 90 por ciento por vía marítima y del volumen total movilizado, un 30 por ciento, a través del canal. d) La SNA señala que la economía de Panamá es abierta y de libre mercado, basada en un fuerte sector de servicios que incluye el canal, un importante centro financiero, con 73 bancos, 55 extranjeros y 18 nacionales; una zona franca de comercio internacional, que aporta el 7 por ciento al PIB; grandes compañías de seguros, puertos internacionales de carga y descarga de contenedores, un registro de marina mercante a nivel mundial y un emergente sector turístico favorecido por su posición geográfica. Sostiene que estas actividades conviven con una economía agrícola protegida y menos robusta. Respecto del resultado de las negociaciones que condujeron a la celebración de este tratado, informa que algunos de los principales productos agropecuarios chilenos con oportunidad de entrar en el mercado panameño quedarán con arancel cero, como es el caso de las uvas de mesa, manzanas, peras y pasas. Agrega que en el caso del vino, un producto relevante para el sector, la negociación logró una desgravación arancelaria de cero en 5 años. Sin embargo, en el caso de importantes rubros emergentes, como es el caso de los lácteos y las carnes bovinas, porcinas y de aves, los productos quedaron totalmente excluidos de la negociación. Considerando lo anterior y dado el pequeño mercado panameño, estima que este tratado de libre comercio no es de gran relevancia para el sector agrícola. Además, la Sociedad Nacional de Agricultura observa con preocupación que el sector lácteo haya quedado excluido del tratado y deja constancia de su fuerte rechazo y el de las asociaciones gremiales Fedeleche y Exporlac a los términos del acuerdo logrado en la negociación, al mismo tiempo que solicita que se retomen a la brevedad las conversaciones para lograr abrir el acceso a este mercado. Por lo anterior, agradezco la presencia del señor ministro de Relaciones Exteriores, quien deberá tomar nota de este punto que hace presente la Sociedad Nacional de Agricultura. Por otra parte, considera de gran importancia que nuestro Gobierno gestione ante las autoridades panameñas nuevas y mayores facilidades en cuanto a las tarifas por los servicios del canal de Panamá, considerando nuestra ventajosa posición como cuarto cliente más importante y que éstas afectan a más de un tercio de nuestras exportaciones. Por último, la SNA apoya la ratificación de este tratado de libre comercio, considerando especialmente las proyecciones futuras de la economía de ese país y los beneficios futuros que se pueden lograr con mayor acceso a ese mercado. El informe financiero del Ministerio de Hacienda indica, en términos generales, que un tratado que contempla una desgravación progresiva del comercio, como la negociada en éste, impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de recaudación de los aranceles y su correspondiente IVA por las importaciones provenientes de dicho país. Precisa que, en caso de entrar en vigencia este TLC en el segundo semestre de 2007, la pérdida fiscal para el año en curso ascendería a 357 mil dólares, elevándose a 725 mil durante 2008. Sostiene que, en régimen, la pérdida de ingresos fiscales se eleva hasta 762 mil dólares anuales. Sobre la estructura y contenido normativo del tratado, la Comisión ha hecho una amplia reseña en el informe escrito puesto a disposición de los honorables colegas, respecto de la cual me permito señalar que los diversos capítulos regulan materias que ordinariamente se contemplan en los tratados de libre comercio, conforme los principios jurídicos que regulan el comercio internacional en el marco de la Organización Mundial de Comercio. Además de las opiniones escritas recibidas de parte de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, de la Sofofa, de Asexma y de la SNA, la Comisión escuchó al director general de Relaciones Eonómicas Internacionales de la Cancillería , señor Carlos Furche , y al director del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), señor Francisco Bahamonde Medina , quienes también opinaron favorablemente respecto de la aprobación de este instrumento. El director del SAG puso especial énfasis en que este tratado de libre comercio regula adecuadamente los procedimientos de solución de controversias que se presenten con Panamá, particularmente a propósito de las que se puedan producir con motivo de objeciones zoo o fitosanitarias a las exportaciones nacionales de productos agropecuarios con destino al mercado panameño. Cerrado el debate y puesto en votación el proyecto de acuerdo que somete a la consideración de esta honorable Cámara el tratado de libre comercio suscrito con Panamá, fue aprobado en forma unánime por los señores diputados de la Comisión en los mismos términos que propone el mensaje y en el entendido de que dicho instrumento internacional, no obstante lo señalado por su artículo 15.1, no tiene apéndices. Por eso, la Comisión de Relaciones Exteriores recomienda a la honorable Sala aprobar este tratado de libre comercio, el cual creo que va en la línea correcta de lo que ha venido haciendo nuestro país en los últimos años. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Hacienda. El señor DELMASTRO .- Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Hacienda, paso a informar sobre este proyecto de acuerdo que aprueba el tratado de libre comercio suscrito entre Panamá y Chile el 23 de junio de 2006. Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto la señora Andrea Pinto , asesora del Ministerio de Hacienda, y los señores Camilo Navarro y Patricio Balmaceda , jefe del Departamento de América Latina de la Dirección General de Relaciones Exteriores y asesor de dicha cartera de Estado, respectivamente. Como ya lo expresó el diputado informante de la Comisión de Relaciones Exteriores, el propósito del tratado es simplemente estimular la expansión y diversificación del comercio entre las partes, eliminar los obstáculos al comercio, facilitar la circulación transfronteriza de mercancías y servicios entre las partes, promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio, aumentar sustancialmente las oportunidades de inversión en los territorios de las partes, y crear procedimientos eficaces para la aplicación y cumplimiento del tratado, para su administración conjunta y para la solución de controversias que puedan producirse en el futuro. Como se ha dicho, con Panamá tuvimos un superávit comercial de más de 100 millones de dólares en 2005, mientras que en 2006 fue de más de 160 millones de dólares. La señora Andrea Pinto señaló ante la Comisión diversos aspectos que voy a resumir brevemente y que es necesario destacar. Respecto de la cobertura del tratado, se precisó expresamente que se excluyeron los servicios financieros, lo que ha sido bastante recurrente en algunos convenios, pero con el compromiso de revisar dicha exclusión en el futuro. Como sabemos, Panamá es un centro financiero mundial interesante. En el tema de la balanza de pagos, se estableció una excepción que permite implementar medidas de carácter cambiario entre importaciones y exportaciones desde y hacia Panamá , en el caso de dificultades de balanza de pagos o de financiamiento externo en general. Esas medidas son compatibles con las disposiciones de la OMC y con el Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional. El señor Camilo Navarro precisó que el tratado es ventajoso para Chile, puesto que las inversiones chilenas en Panamá suman alrededor de 1.900 millones de dólares. Sostuvo que con Panamá existe una visión compartida en materia de inserción en la economía mundial, porque es un país con un amplio libre comercio y, por lo tanto, muy atractivo para el inversionista chileno. Puntualizó que el 92 por ciento de las exportaciones chilenas a Panamá son no tradicionales y que es un mercado muy diversificado, por ser un centro comercial importante para el resto del mundo, con más de mil productos de intercambio comercial. Comentó que Chile es el sexto inversionista extranjero en Panamá y el primer usuario latinoamericano del canal, siendo el cuarto a nivel mundial. En consecuencia, para Chile es muy importante ese país como centro comercial y como paso transoceánico. De acuerdo con las últimas cifras del Banco Central, de marzo de este año, el stock total de inversión chilena en Panamá asciende a 1.754 millones de dólares, los cuales se distribuyen de la siguiente manera: en inversión directa, 1.628 millones; en inversión de cartera, 31 millones de dólares; en otras: 95 millones. Por otro lado, de acuerdo con información proporcionada por el Comité de Inversiones Extranjeras, la inversión total de Panamá en Chile es de 267 millones de dólares. Los principales productos chilenos exportados son gasolina y alimentos, como vino, productos pecuarios y frutas frescas. Las principales importaciones desde Panamá son libros y ron. Sin embargo, en la Comisión de Hacienda los diputados Jaramillo y Von Mühlenbrock hicieron presente su desazón, porque se han excluido algunos productos pecuarios, especialmente lácteos. Se menciona que ese segmento de productos lácteos ha sido prácticamente el hermano pobre en los tratados de libre comercio, porque siempre ha quedado fuera de ellos, lo cual preocupa. Por eso, hicimos presente al Ejecutivo la necesidad de reconsiderar esta situación, por cuanto nuestra producción láctea podría cobrar una gran importancia a nivel de comercio mundial. El tratado se estructura en quince capítulos, que no voy a detallar, por cuanto están en el informe. A su vez, el informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 3 de abril de 2007, señala que en el supuesto que este instrumento entrara en vigencia el segundo semestre de 2007, la pérdida fiscal para el año en curso asciende a 357 millones de dólares, elevándose a 725 millones el 2008. En régimen, la pérdida de ingresos fiscales se eleva a 762 millones de dólares anuales. Teniendo presentes los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, el artículo único del proyecto de Acuerdo propuesto por la Comisión Técnica fue aprobado por 8 votos a favor, 3 votos en contra y una abstención. Fue acordado en sesiones de fechas 8 y 9 de mayo de 2007, con la asistencia de los diputados señores José Miguel Ortiz , presidente ; René Aedo , Pablo Galilea , Claudio Alvarado , Rodrigo Álvarez , Roberto Delmastro , Julio Dittborn , Jorge Insunza , Enrique Jaramillo , Pablo Lorenzini , Carlos Montes , Alberto Robles , Raúl Súnico y Gastón Von Mühlenbrock . Es cuanto puedo informar. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo. El señor JARAMILLO.- Señor Presidente, no hay dudas de que el balance final para Chile es ampliamente positivo. Quienes llevamos años trabajando en las comisiones del área económica, sabemos cuán importantes son los tratados de libre comercio para el desarrollo de nuestro país. En la Comisión de Hacienda tenemos plena conciencia de que la celebración de estos tratados ha sido un componente importante para nuestra estrategia de desarrollo y el aumento de los flujos de inversión, lo cual se ha traducido en un crecimiento constante y sostenido de la economía desde hace más de una década. Aquí quiero hacer un paréntesis, señor canciller, por su intermedio, señor Presidente . Como se ha dicho, Chile ha crecido con estos tratados; ha tenido resultados positivos. Lo mismo debió ocurrir con el sur de Chile, pero su crecimiento se ha estancado, debido a que en ningún tratado se ha considerado, en forma prioritaria, la producción láctea que allí se desarrolla. Lo mencionado cobra real importancia si se considera la posición estratégica de Panamá, especialmente por el canal, su gran actividad financiera, su zona franca de comercio internacional y su desarrollo portuario. A lo anterior hay que agregar que nuestro país, respecto de Panamá, tiene una balanza comercial positiva, de alrededor de 160 millones de dólares, como señaló el informante de Hacienda . Por eso es importante la celebración de este tratado, no obstante que Panamá posea una economía pequeña, distinta a aquella de los países con los cuales hemos celebrado tratados, como China, México , los Estados Unidos, Canadá , la Unión Europea o los países del P4. En consecuencia, quiero que el señor canciller responda a mi inquietud, no quiero decir a mi desagrado, por cuanto éste es de quienes represento, es decir, de los productores de carne bovina y de los productores de lácteos, quienes, reitero, han sido olvidados en todos los tratados celebrados por nuestro país. Siempre, en todos los tratados comerciales, han quedado fuera los productos lácteos y las carnes bovinas. Pareciera que a nadie le interesa el sur de Chile. Quiero ver cuántos van a votar a favor de este tratado, cuántos van a mencionar lo que en el sur de Chile hoy día constituye un problema, esto es, la no consideración de los productos lácteos y de las carnes bovinas. A pesar de los buenos augurios que implica la celebración de este tratado de libre comercio, lamento la exclusión de estos importantes rubros emergentes del sector agropecuario, la cual no es nueva, pues, como dije, tampoco fueron contemplados en las negociaciones de anteriores tratados de libre comercio. Pareciera que los funcionarios de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales no tienen conocimiento de lo que se produce en el sur de Chile, que no es sólo celulosa o salmones. Por lo tanto, aquí surge un nuevo tema: el país se está centralizando en la exclusión de los principales productos del sur. Todos hablan de la agricultura: de la pequeña, de la mediana, de la grande. Y resulta que tanto en la pequeña, como en la mediana y en la gran agricultura se produce leche y carne, pero son excluidos de los tratados. Hoy nos autoabastecemos, y también llegamos con nuestras exportaciones, aunque tímidamente, a aquellos países con los cuales no tenemos tratados de libre comercio. Sin embargo, no exportamos hacia aquellos países con los cuales sí los tenemos. Esto implica, curiosamente, un desconocimiento absoluto de la Direcon. Los dirigentes de la Sociedad Nacional de Agricultura, en su presentación ante la Comisión de Relaciones Exteriores, reconocieron que el tratado trae importantes beneficios para algunos sectores que representa, y nadie lo duda, ni siquiera yo, pero insistieron en la necesidad de que, a la brevedad, se retomen las conversaciones para incorporar a estos sectores excluidos. Y no se refirieron sólo al tratado con Panamá, sino a todos los tratados de libre comercio, que también son sometidos a revisión, y en algunos casos anualmente. Al respecto, señor ministro ¿qué posibilidad hay de revertir la situación de los tratados de libre comercio mediante conversaciones o futuras observaciones? En mi calidad de integrante de la Comisión de Hacienda hice las salvedades correspondientes, señalando que la argumentación relativa a miradas globales no es suficiente para explicar la situación a los productores de leche y de carne del sur, que representan -ustedes bien saben- la columna vertebral de la zona que represento en este Parlamento: la antigua Décima Región de Los Lagos, hoy Región de Los Ríos y Región de Los Lagos. Por lo anterior, sin dejar de reconocer la importancia que han tenido para el país los tratados de libre comercio y siendo un fiel representante de la Concertación de Partidos por la Democracia que hoy gobierna el país, debo anunciar que votaré en contra el proyecto como un llamado de atención a los negociadores en materia económica internacional. Porque cuando se trata del país deben hacerse los esfuerzos necesarios para incorporar a todas las ramas de la economía, y no porque un tratado fue firmado en ciertos términos en una oportunidad determinada, deben necesariamente repetirse los esquemas, favoreciendo siempre a los sectores de la producción y dejando a otros permanentemente excluidos. Por lo tanto, reitero que votaré negativamente el proyecto de acuerdo, como un llamado de atención que hace a través mío el sur de Chile. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el honorable diputado Ignacio Urrutia. El señor URRUTIA .- Señor Presidente , durante los últimos años hemos firmado muchos tratados de libre comercio, algunos con muy buenos resultados y otros, como el Mercosur, mejor ni hablar de lo desastrosos que han sido para nuestro país. A propósito del Mercosur, hemos intentado muchas veces que los gobiernos de la Concertación revisen dicho tratado, sin ningún eco. La economía panameña es muy pequeña. Como señaló el diputado Jaramillo , molesta ver que, cada vez que se celebra algún tratado de libre comercio, siempre queda algún rubro agrícola excluido. Hasta el momento no se ha logrado concretar un tratado de libre comercio donde toda la agricultura sea beneficiada, siempre hay rubros que quedan fuera. Se mencionó que los productos lácteos quedaron excluidos del tratado de libre comercio con Panamá, en circunstancias de que ellos están con un excelente precio. Pero la agricultura es cíclica: tiene años buenos y malos. Si hoy los productos lácteos están con muy buenos precios, nada garantiza que ellos se mantengan en el futuro. Y los tratados de libre comercio no son para hoy, sino para el futuro. Por lo tanto, uno debe velar por lo que ocurre hacia delante y no confiarse de lo que está viendo en determinado momento. Por eso me molesta el que no se haya podido negociar el ingreso de los productos lácteos y la carne bovina al mercado panameño, como ocurrió con el resto de las actividades, que sí fueron consideradas. Me habría gustado, y lo considero mucho más importante inclusive que lo de los productos lácteos o la carne bovina, que se hubiera dicho: “Mire, con la firma de este tratado de libre comercio logramos tarifas especiales para los buques chilenos que pasan por el Canal de Panamá.”. Eso habría sido sumamente importante ya que, como bien se sabe, gran parte de nuestras exportaciones pasa a través de ese canal y hace muy poco Panamá anunció un alza de peajes, para financiar la ampliación que se está realizando. Pero si hubiéramos conseguido tarifas especiales o más bajas para los productos chilenos, este tratado habría adquirido la relevancia que realmente se necesita. Siempre me he sentido en este Congreso representante de una parte de los agricultores de Chile. Por lo tanto, por dejar los productos lácteos y las carnes bovinas fuera de la negociación del tratado de libre comercio con Panamá, pese a que se incluyeron en él otros rubros de exportación, todos los cuales hoy han perdido competitividad fuertemente en los mercados internacionales por el bajo precio del dólar en nuestro país, anuncio que me abstendré en la votación del proyecto de acuerdo. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el honorable diputado Carlos Abel Jarpa. El señor JARPA .- Señor Presidente , la discusión de este proyecto de acuerdo que aprueba el Tratado de Libre Comercio entre los Gobiernos de las Repúblicas de Chile y de Panamá, adoptado en Santiago, el 27 de junio de 2006, viene a fortalecer lo que ha sido el pilar fundamental del desarrollo económico en nuestro país. Así, en la jornada temática que celebramos el 14 de mayo recién pasado, en el Palacio Ariztía, que contó con la intervención del señor ministro de Relaciones Exteriores , del director general de Relaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores , embajador Carlos Furche , de representantes de los Ministerios de Economía y de Agricultura, y con la presencia de prácticamente todas las asociaciones exportadoras, hubo un denominador común en cuanto a lo positivo de los tratados de libre comercio y a que efectivamente necesitamos mejorar nuestra institucionalidad y competitividad. El proyecto de acuerdo que debatimos va en ese sentido. Sólo quiero recordar que en 1990 en nuestra balanza comercial las exportaciones eran por 7 mil millones de dólares, mientras que en 2006 la cifra fue de 60 mil millones, o sea, las exportaciones han aumentado en más de ocho veces. Por eso entendemos que la aprobación del proyecto de acuerdo va en la línea trazada. En el caso específico de nuestro intercambio comercial con Panamá tenemos una balanza comercial positiva, de 167 millones de dólares: 178 millones corresponden a exportaciones y un poco más de 10 millones, a importaciones. Por otra parte, el proyecto de acuerdo aprobatorio del TLC firmado entre Chile y Panamá puede constituir una plataforma estratégica para todo lo que sea nuestra negociación e intercambio comercial con Asia Pacífico. Al respecto, cabe mencionar la aprobación de los proyectos de acuerdo aprobatorios del Tratado de Libre Comercio con China, el Acuerdo de Alcance Parcial con India y el Tratado de Libre Comercio con Japón, que se encuentra radicado en nuestra Comisión para su estudio. Además -aquí también se mencionó-, está la importancia estratégica del Canal de Panamá, respecto del cual Chile es el cuarto usuario. Asimismo, como acá muy bien lo indicaron los diputados de las zonas agrícolas que me antecedieron en el uso de la palabra, lamentamos que la carne bovina y la leche no se hubieran incluido en el intercambio comercial con Panamá. Sin embargo, como lo señaló a la Comisión en su momento la Sociedad Nacional de Agricultura, se incluyeron la uva de mesa, las manzanas, las peras y las pasas, como así también se logró una desgravación arancelaria a cero del vino en cinco años. En virtud del Tratado, la mayor parte de los productos tendrá acceso libre de aranceles en ambos mercados, dentro de un plazo máximo de quince años en Panamá y de diez años en Chile. Además, significa una pérdida fiscal de 742 mil dólares anuales, lo que es sumamente positivo, ya que significa un fortalecimiento de nuestra industria en la parte productiva. Por lo expuesto, el Partido Radical Social Demócrata va a votar favorablemente. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira. El señor MOREIRA.- Señor Presidente , la argumentación del colega Jaramillo me hizo pensar que su voto iba a ser positivo, por cuanto reconoció los méritos del Tratado. Indudablemente, uno comparte y entiende ciertos aspectos señalados por aquellos diputados que representan zonas agrícolas. No obstante, en materia de tratados de libre comercio, Chile ha estado a la vanguardia y ha logrado concretar distintos tratados que, de alguna manera, no sólo prestigian la economía chilena, sino que abren una esperanza a distintos sectores de nuestra economía. Si bien es cierto, hace algunos meses, pedimos a la Comisión de Relaciones Exteriores hacer un análisis de todos los tratados, debemos reconocer que en una negociación siempre hay una parte que gana y otra que pierde, y es lo que ha ocurrido con el Tratado en cuestión al no incorporar la carne bovina y los productos lácteos, aun cuando estos últimos hoy se encuentran en una etapa muy especial, ya que, en alguna medida y por varios años, los agricultores sufrieron pérdidas considerables por la situación que los afectó debido al bajo precio de la leche. No obstante, hoy pasa por un buen momento, pero -no sé si será una buena comparación- no nos podemos confiar, ya que el precio del cobre está también en un muy buen momento, pero no podemos pensar que eso siempre va a ser así. Es indudable que, en este tipo de negociaciones, es fundamental confeccionar una lista de las cosas que para nosotros son más importantes, pero también tenemos que anotar aquellas que, a nuestro juicio, son menos beneficiosas en tratados de esta naturaleza. Afortunadamente, el Tratado le abre puertas muy importantes a las pymes, las que -como siempre se ha dicho- dan el ochenta o el noventa por ciento del trabajo. Por ello, requieren de audacia y de buenas ideas para abrirse camino y lograr ser un aspecto comercial viable, circunstancia que hoy no ocurre, ya que la mayoría de ellas atraviesa por situaciones muy difíciles. Hace algunos instantes, el diputado Juan Masferrer , informante del proyecto, dio a conocer en forma brillante todos los aspectos importantes de este Tratado de Libre Comercio. Sólo me resta decir que la mayoría de los diputados de la UDI va a votar a favor del proyecto -algunos se abstendrán-, porque es un mecanismo que, a mi juicio, hará crecer nuestra economía. Sabemos que, en general, los beneficios tardan en llegar, pero así como hemos tenido éxito con otros tratados, ésta es una nueva oportunidad para que las pymes puedan generar negocios, sobre todo, porque Panamá es un país con el cual tenemos relaciones muy importantes desde el punto de vista del uso del canal, el cual -como todos sabemos- se va a ampliar, lo que va a significar costos mayores. Por eso -como decía el diputado Urrutia -, sería bueno negociar también un trato especial para Chile en ese aspecto, aun cuando sabemos que se pueden pedir muchas cosas, pero no es fácil lograr que salga todo bien. Espero que en materia de tratados de libre comercio que benefician a ciertos productos, el Gobierno tenga la audacia de aplicar políticas públicas que abran un camino de esperanza para aquellos sectores que quedan marginados del mismo. El voto negativo de aquellos diputados que representan zonas agrícolas es entendible por situaciones que en ellas se viven y de las cuales -como bien decían algunos colegas- muchas no se pueden prever. Repito, hoy el cobre está a muy buen precio, pero puede que no dure siempre; lo mismo puede pasar respecto de los productos lácteos. De alguna manera, los tratados de libre comercio son puertas que se abren a nuestra economía, pero también están aquellos a quienes se les cierran por tal motivo, como es el caso de los agricultores. En ese momento, se debe actuar con audacia, con inteligencia, con buenas ideas, para lograr la implementación de políticas públicas eficientes y así abrir nuevas ventanas al sector agrícola. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado don José Miguel Ortiz. El señor ORTIZ .- Señor Presidente , los días 8 y 9 de mayo de 2007, a la Comisión de Hacienda de esta Cámara le correspondió analizar en profundidad el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Panamá , suscrito en Santiago de Chile el 27 de junio de 2006. El Tratado contiene varios puntos que nos impresionaron muchísimo. En primer lugar, es una realidad que Chile y Panamá tienen coincidencias importantes. Son economías pequeñas, abiertas al comercio, y ambos países hicieron una temprana apuesta por su inserción en una economía globalizada. Panamá es un puente de vinculación con el hemisferio norte a través del Canal de Panamá. A su vez, Chile es el país usuario de dicho canal, el más importante de América Latina. ¿Qué han significado para nuestro país los acuerdos comerciales? Soy un admirador de los tratados y acuerdos comerciales que ha implementado nuestro país. En el caso de este Acuerdo, Panamá es el último país de América Latina que nos está faltando, y representa en el horizonte una mirada de apertura a mercados que van a significar para las pymes la posibilidad de asociarse y exportar a este tipo de economías productos no tradicionales. En 2006, Chile alcanzó un intercambio comercial con Panamá por 189 millones de dólares, y nuestras importaciones llegaron a 10,7 millones. Pero, ¿qué es lo más importante? Nuestras exportaciones más tradicionales son los productos de cobre, los aceites comestibles, los vinos, los tableros de madera, etcétera: Pues bien, este Tratado abre un abanico muy grande para aumentarlas en forma significativa. Y quiero relacionar esto con nuestras inversiones en Panamá. Por un lado, tenemos las exportaciones, que llegan -como dije- a los 189 millones de dólares; pero nuestras inversiones en ese país alcanzan a los 1.754 millones de dólares -esta cifra nos impresionó muchísimo durante el análisis del proyecto en la Comisión de Hacienda-, que se distribuyen de la siguiente manera: inversiones directas, 1.628 millones; inversión de cartera, 31 millones, y otros, 95 millones. Esto nos está mostrando un camino, porque durante la evaluación que hicieron los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores en la Comisión de Hacienda expresaron que este Tratado de Libre Comercio con Panamá, que mejora las condiciones de acceso de nuestros productos a ese país, potenciará las exportaciones de algunas frutas de clima templado, tales como manzanas, peras y melocotones, que en este momento superan el 50 por ciento. Ése es el objetivo de estos tratados de libre comercio. Creo que nuestro país, que es pequeño y está en un extremo de América Latina, con creatividad, capacidad, inteligencia y generosidad -tanto del Gobierno como de la Oposición, porque los asuntos exteriores no son políticos sino temas país-, a mi juicio, ha logrado ir por el camino correcto. Por otra parte, cuando en la Comisión de Relaciones Exteriores los representantes de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile, de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Asexma, de la Sofofa y de la Sociedad Nacional de Agricultura, fueron consultados sobre este Tratado, todos entregaron por escrito sus opiniones favorables. Otra cosa que quiero subrayar es que el proyecto fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Relaciones Exteriores y en la de Hacienda. Esto ya fue señalado por el colega Roberto Delmastro, que hizo una clara y fiel exposición de lo ocurrido en las dos sesiones destinadas al estudio del Tratado. Asimismo, debo destacar que el diputado Enrique Jaramillo , que lleva muchos años integrando la Comisión de Hacienda, se refirió, una vez más, a los productos cárneos y lácteos, respecto de los cuales existe una discriminación. Creo que es un mensaje para el ministro , porque se trata de un tema pendiente que el colega planteó en la Comisión y reiteró en la Sala. Por eso, al momento de aprobar este Tratado hay que considerar la forma de avanzar en la protección de estos productos porque ello beneficiará a todo el país. Por lo tanto, anuncio mi voto favorable a este proyecto de acuerdo aprobatorio. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el honorable diputado Renán Fuentealba. El señor FUENTEALBA.- Señor Presidente , cada vez que aprobamos un tratado de libre comercio en esta Corporación surgen problemas relacionados con su impacto en el sector agropecuario. Por eso, ha sido preocupación permanente del diputado que habla evaluar si los tratados de libre comercio suscritos por Chile con diversos países del orbe apuntan, precisamente, a lograr beneficios de los cuales podría sacar ventaja el sector agrícola y si generan ventajas para las micro y pequeñas empresas. Acabamos de realizar un seminario, organizado por la Comisión de Relaciones Exteriores, al cual hizo referencia el diputado Jarpa durante su intervención, en el cual quedó claramente establecido con meridiana transparencia que, efectivamente, los tratados de libre comercio han beneficiado, de una u otra forma, al sector agropecuario y que, con excepción del Mercosur, que no es un tratado de libre comercio, han sido absolutamente positivos para éste. Con ocasión, precisamente, de la discusión de esta iniciativa y a requerimiento del diputado que habla, la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales entregó un informe sobre la forma en que este Tratado beneficiará a la micro y pequeña empresa y al sector agropecuario. En virtud de esa información, la Comisión de Relaciones Exteriores no dudó en darle su aprobación. En esta oportunidad, quiero resaltar que, para los efectos de la Región de Coquimbo, que represento, en particular, para el distrito que comprende las comunas de Canela, Illapel , Salamanca , Los Vilos , Punitaqui, Combarbalá y Monte Patria, el Tratado incluye la exportación, libre de todo arancel, de las carnes caprinas. Nuestra Región de Coquimbo, en particular, las comunas de mi distrito, se caracterizan por la producción caprina. Esto abre una ventana de posibilidades para un sector que, con mucho esfuerzo y sacrificio, se dedica, desde hace centenares de años, a la crianza de ganado caprino. De manera que la inclusión de carnes caprinas entre los productos chilenos de exportación es una gran noticia para nuestra región. Asimismo, aplaudimos el hecho de que el 92 por ciento de los productos que se desgravan en virtud de este Tratado corresponde a productos no tradicionales, en general, manufacturados por micro y pequeñas empresas. Por eso, hay un claro beneficio para este sector que, por lo menos, los diputados democratacristianos, hemos estado permanentemente preocupados de que se desarrolle y se promueva para que se convierta en un sector importante de nuestra economía. Quiero señalar también que en esta materia no hay que ser más papistas que el Papa. Entiendo que no es posible incluir todos los productos agrícolas y que pueda existir cierto malestar en algunos sectores agropecuarios porque no fueron considerados en este Tratado. Quizás en éste no, pero sí en otros. Sin embargo, personeros de la Sociedad Nacional de Agricultura, que representa, precisamente, a estos sectores, no negaron su aprobación a este Tratado; por el contrario, lo apoyaron con entusiasmo, señalando que traería beneficios para una parte importante del sector agrícola nacional. A continuación, quiero hacer algunos comentarios relacionados con las disposiciones del Tratado. En primer lugar, contiene un claro mecanismo de solución de controversias, y vemos que la práctica de negociación de la Cancillería ha redundado en que negociemos cada vez más mejores tratados de libre comercio, con disposiciones más claras para resolver las discrepancias que se pueden suscitar. Llamo la atención sobre las medidas fitosanitarias, en el sentido de que no se transformen en una barrera para el comercio, que no sean sorpresivas, que estén claramente estipuladas, de manera que el comercio fluya sin obstáculos entre ambas naciones. Los inconvenientes que hubo con exportaciones de frutas a Panamá se solucionaron, pero si no se conocen con claridad y anticipación las reglas fitosanitarias de ambos países, en el futuro podrían constituir sorpresas en el intercambio comercial. En esta materia, es fundamental la creación de un comité fitosanitario, pues esa instancia coordinará ambos países en dos aspectos trascendentes para el éxito de este tratado: las medidas sanitarias y fitosanitarias. Asimismo, debemos estar atentos al funcionamiento de la Comisión de Libre Comercio que constituye el tratado. Me parece una idea positiva e innovadora que exista una comisión bilateral de libre comercio, encargada de la supervisión, de la implementación del tratado y de su ulterior desarrollo, de manera que esta instancia, en definitiva, sea el lugar donde los países negociantes hagan las evaluaciones del comportamiento de los distintos sectores beneficiados por la desgravación arancelaria de este tratado. Dicho comité, una vez al año, deberá informarnos cómo ha incidido su importancia, su ejecución y su desarrollo en el sector agrícola, de la micro, pequeña y mediana empresa. Esperamos también que esta comisión sea una instancia que se incluya en las negociaciones de los tratados de libre comercio de Chile con otros países en el futuro, pues es de relevante importancia en su desarrollo, implementación y ejecución. Este tratado profundiza nuestras relaciones comerciales con Panamá, país con el cual tenemos grandes inversiones, cercanas a 1.900 millones de dólares. Gracias a su canal, Panamá es un país estratégico para nuestro comercio y es posible que con la aprobación de este tratado tengamos la posibilidad futura de negociar bilateralmente tarifas más ventajosas para Chile en el paso del canal, donde transita prácticamente el 61 por ciento de nuestro comercio. No me cabe la menor duda de la trascendencia de este tratado para Chile, pues Panamá es un país estratégico y el tratado nos abre una ventana política donde Chile puede mostrar su desarrollo y sus ventajas a Centroamérica. Por último, el tratado es relevante porque incluye una serie de ventajas que no figuran en otros tratados, como las inversiones, el comercio transfronterizo, etcétera. Votaré a favor esta iniciativa, pues, sin duda, beneficia particularmente a productores caprinos de la región que represento; a la micro, pequeña y mediana empresa y, en general, al sector agrícola. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado Guillermo Ceroni. El señor CERONI .- Señor Presidente , sin duda, los tratados de libre comercio que ha celebrado Chile con otros países han sido beneficiosos para el desarrollo de nuestra economía y para el progreso y crecimiento del país. Todos sabemos que nuestro mercado es demasiado reducido, por lo que necesitamos relaciones comerciales cada vez más fluidas y con mayores ventajas con otros países para producir más, vender más y así tener más riqueza. Salvo la preocupación que constituye el Mercosur, todos los acuerdos comerciales con otros países han sido extremadamente beneficiosos. Al examinar este tratado de libre comercio con Panamá, no podemos dejar de concluir que también es beneficioso. Como representante de una zona netamente agrícola, veo el tratado como favorable para nosotros. Aunque comparto la preocupación de algunos diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, dentro de los cuales destaco la del diputado Enrique Jaramillo, en el sentido de que constituye una falencia no haber incorporado la leche y la carne bovina en el tratado, eso no significa un perjuicio, sino falta de un logro para esos productos. Sin embargo, esto nos pone en un mejor pie para continuar negociando tales productos, pero no por eso debemos rechazar un tratado como el que nos convoca, que permite cero arancel para muchos productos agrícolas, como las carnes ovinas, caprinas, los pescados, los mariscos frescos, la fruta fresca, los duraznos en conserva, en fin, tantos otros productos importantes. No podemos dejar de apoyar un tratado comercial que beneficia enormemente a las pymes y a nuestra industria. Teniendo claras las observaciones efectuadas por algunos colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, no podemos dejar de decir que el tratado es beneficioso y nos pone en una muy buena condición para buscar soluciones a muchos temas, como el alza de peajes que afecta a Chile, y mejores posibilidades de seguir conversando y negociando. En consecuencia, manifiesto mi aprobación plena a este nuevo acuerdo comercial. He dicho. El señor WALKER ( Presidente ).- Tiene la palabra el diputado Gastón Von Mühlenbrock. El señor VON MÜHLENBROCK.- Señor Presidente , he escuchado con mucha atención a los diputados que me antecedieron en el uso de la palabra, algunos de los cuales se felicitan por los importantes tratados internacionales suscritos por nuestro país. Es necesario recordar que hace treinta años estábamos absolutamente cerrados al comercio internacional. Ahora da gusto escuchar a muchos diputados que se felicitan porque Chile está abierto al mundo, lo que da pie para señalar que las decisiones que con mucha visión se tomaron en su momento fueron absolutamente positivas. El hecho de abrirse al mundo nos da mayor competitividad y apertura a la globalización del mundo, contrariamente a la teoría económica del pasado, que nos llevó a una catástrofe. Por su intermedio, señor Presidente , quiero señalar al canciller que soy un firme partidario de los tratados internacionales, pero no puedo dejar de hacer mención a que lamentablemente algo pasa con nuestros negociadores, en el sentido de que siempre, por angas o por mangas, nuestro sector agrícola del sur, con sus productos lácteos y bovinos, termina siendo la moneda de cambio. Para nosotros nunca hay apertura. Pasó con el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En este último obtuvimos una cuota interesante, pero si hubiera habido más voluntad política tal vez habríamos potenciado en gran medida al sector lácteo y sus derivados. Lamentablemente, la cuota fue reducida, pues no se hizo con la visión actual para potenciar algunos sectores rezagados. Al respecto, no debemos pensar que están bien por la situación coyuntural del precio de la leche; también debemos tomar en cuenta el alto valor de los insumos, lo que incrementa los costos. En ese sentido, estoy muy contento por la presencia del ministro de Relaciones Exteriores , don Alejandro Foxley , en esta sesión en que se trata el proyecto de acuerdo para aprobar un Tratado de Libre Comercio con Panamá. Por desgracia, no siempre ocurre así. La idea es entregarle el siguiente mensaje: que el país, de una u otra forma, se abre a una gran cantidad de productos y sectores, pero siempre se es poco generoso con el sur, sobre todo con lo relacionado con los lácteos y carnes bovinas, en circunstancias de que el sector agrícola basa su potencial de desarrollo económico principalmente en esas actividades. Chile es muy exitoso, competitivo y ha ganado premios internacionales. Por eso, lo único que quiere la gente del sur es que la dejen competir en igualdad de condiciones. No pide subsidios ni protecciones especiales. Grandes países han aplicado como política de Estado el fortalecimiento de su agricultura. Incluso, muchos -el señor ministro debe tener más conocimiento al respecto- han estado dispuestos a negociar varias cosas, menos su agricultura; o han dejado este rubro para el final, para negociar con más resguardos, de manera de proteger no sólo a los sectores productivos, sino, también, a las pymes que dependen de la agricultura tradicional. Por eso, es importante que el señor ministro se lleve el clamor de los productores del sur, pues esta pelea se ha dado en el estudio de todos los tratados internacionales que ha firmado Chile. Siempre he sido un gran defensor de estas negociaciones, porque nos abren al mundo y nos hacen ser más competitivos. Además, porque significan una ventaja respecto de los países que no firman estos acuerdos. En ese sentido, debemos actuar rápidamente a fin de obtener sus beneficios, ya que, tarde o temprano, los demás países no asociados se irán sumando a ellos, con lo que se perderán sus ventajas. Por otro lado, hemos escuchado que la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, está muy contenta con este acuerdo. Creo que es así, pero valorando el tratado en su conjunto, pues en la página 3 del Informe de la Comisión técnica se señala lo siguiente: “Sin embargo, en el caso de importantes rubros emergentes, como es el caso de los lácteos y las carnes bovinas, porcinas y de aves, los productos quedaron totalmente excluidos de la negociación. Considerando lo anterior, y dado el pequeño mercado panameño, estima que este TLC no es de gran relevancia para el sector agrícola. “La SNA, además, observa con preocupación que el sector lácteo haya quedado excluido del TLC y deja constancia de su fuerte rechazo y el de las Asociaciones Gremiales Fedeleche y Exporlac, a los términos del acuerdo logrado en la negociación, al mismo tiempo que solicita que, a la brevedad posible, se retomen las conversaciones para lograr abrir el acceso a este mercado”. Aquí hay una señal de preocupación de la SNA, aunque son varios los sectores beneficiados. Ojalá que no sea siempre con la moneda de cambio del sector agrícola del sur. Por otra parte, quiero aclarar algo. El Presidente de la Comisión de Hacienda , diputado señor Ortiz , expresó que esa Comisión aprobó en forma unánime este proyecto de acuerdo, en circunstancias de que no ocurrió así. Quizás no entendió bien o se dejó llevar por el impulso, ya que el último párrafo del informe de la Comisión de Hacienda dice, textualmente: “Teniendo presente los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, fue sometido a votación el artículo único del proyecto de Acuerdo propuesto por la Comisión Técnica, y revisadas las disposiciones antes citadas, fue aprobado por 8 votos a favor, 3 votos en contra y una abstención.”. Por lo tanto, no fue aprobado por unanimidad. Por último, si bien es cierto soy un defensor de la apertura de Chile mediante los tratados internacionales, y al igual como lo hicieron las instituciones gremiales del sur que representan a los productores de carne y productos lácteos, pido partir por la agricultura en los futuros tratados que se negocien, que no se deje a esta gente para el final ni tampoco que sea moneda de cambio. Por eso, al igual que en la Comisión de Hacienda, votaré en contra. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda. El señor OJEDA .- Señor Presidente , todos estamos de acuerdo en que la globalización es un factor importante dentro del desarrollo de la economía nacional. Nadie duda del impacto provocado por esta política de extensión del comercio chileno hacia el exterior. Ha sido un mérito muy beneficioso para el desarrollo económico. También ha dinamizado el comercio al acentuar los flujos de inversión. Ha sido una política excelente, muy auspiciosa y positiva; una verdadera necesidad dentro del desarrollo económico, por cuanto hoy ningún país progresa en forma aislada, sin tener una conexión internacional, como la que se ha dado el nuestro. Chile, por su prestigio, estabilidad económica, méritos e imagen de que goza a nivel mundial, ha concitado el interés de muchos países para obtener nuevos lazos en materia de tratados internacionales. El Tratado de Libre Comercio con Panamá es un ejemplo de ello. Desde luego, es positivo en muchos aspectos. Sin embargo, para que sea enteramente beneficioso, debe ser armónico, íntegro y abarcar todos los rubros de la economía nacional, sin dejar de lado a ninguno de ellos, para así no perjudicar o dañar a parte de alguna actividad. Desde luego, hago hincapié en los productos de mi región, al igual que todos los diputados regionalistas. En la Sala se ha hablado del Transantiago, de la uva, del cobre, de las paltas, etcétera. Cada uno defiende a su sector, que influye en la dinámica del país. A pesar de que la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile, la Asociación de Exportadores de Manufacturas, la Sociedad de Fomento Fabril y la Sociedad Nacional de Agricultura, incluso, entregaron por escrito sus opiniones favorables, el beneplácito por este tratado no es absoluto. La propia Sociedad Nacional de Agricultura señala que desgraciadamente la leche no ha sido incluida. No han sido incluidos los lácteos, las carnes bovina, porcina ni de aves, lo que significa, desde luego, una discriminación. Se ha dicho, por ejemplo, que se gana, por una parte, y se pierde, por otra. Pero creo que nadie debiera perder, todos los chilenos debieran ganar. Debiera ganar la economía del país. Si ganaran unos y perdieran otros, sería una discriminación y un retroceso. Por otro lado, alguien afirmó que no se ocasionará un perjuicio por la no inclusión de los productos lácteos, ya que, simplemente, no se logró un beneficio. Pero creo que no lograr un beneficio es una forma de dañar, de perder una opción, lo que significa menos utilidades, menos dinámica, menos estímulos para nuestra economía. Considero oportuno hacer estas observaciones. Los diputados de regiones, que vivimos las fluctuaciones de la tierra, estamos al tanto de lo que sucede y eso nos inquieta esta situación. El tema de la leche es sensible. A través del tiempo, nos hemos percatado de que su precio ha sido objeto de un verdadero acoso por parte del comercio internacional. Por ejemplo, ahora ese producto ha sido amenazado con el término de las salvaguardias. En general, la leche depende del comercio internacional, y como rubro emergente necesita estímulos, mercado, trasponer el comercio interno y asentarse en el comercio internacional. Nosotros no queremos que algunos ganen y otros pierdan. Queremos que se incluyan estos productos, netos del sur de Chile, fundamentalmente los lácteos, las carnes bovina, porcina, de ave. Si bien el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Panamá será un paso para tener nuevos vínculos con el fin de desarrollar nuestra economía, para algunos productores lecheros no significará mayores beneficios. Es una lástima, porque siempre he defendido a los grandes, a los medianos y a los pequeños. Los medianos y los pequeños son muchos y necesitan de nuevas instancias y de un tratamiento acorde con el esfuerzo y el sacrificio que realizan. Represento a la provincia de Osorno, pero también se produce leche en Cautín, en Valdivia, en Llanquihue. Con natural orgullo, siempre se dice que Osorno es la tierra de la carne, la patria de la leche y la capital del queso, lo que nos identifica plenamente con La Unión y con mi estimado amigo y colega Enrique Jaramillo, con quien siempre hemos luchado para mantener la equidad que corresponde. Hace un tiempo se publicó y difundió el alza de peaje en el Canal de Panamá. Por su intermedio, señor Presidente , me gustaría solicitar al ministro de Relaciones Exteriores que acentúe la acción del Gobierno para defender los intereses nacionales, porque, tal como se dice en uno de los informes, el comercio exterior se realiza en un porcentaje cercano al 90 por ciento por vía marítima y, de ese volumen, el 30 por ciento a través del Canal de Panamá. Por eso, el alza de peaje, de alguna manera, nos perjudica y no quiero que eso ocurra. En virtud de todas las consideraciones señaladas, estoy con la posición de Fedeleche y de Exporlac para defender la producción lechera. Por lo tanto, solicito que se realicen todas las conversaciones necesarias y los esfuerzos del caso para que los productos lácteos se incorporen en el Tratado de Libre Comercio con Panamá. He dicho. El señor WALKER (Presidente).- Por último, tiene la palabra el ministro de Relaciones Exteriores. El señor FOXLEY ( ministro de Relaciones Exteriores ).- Señor Presidente , en primer lugar, quiero agradecer a los diputados informantes, señores Masferrer y Delmastro, y a todos quienes hicieron importantes contribuciones al debate de esta mañana. Como se ha señalado, el Tratado de Libre Comercio con Panamá es parte de una red que se ha estado construyendo a lo largo de los años, durante un período bastante prolongado, y que corresponde a una definición nacional, compartida por prácticamente todos los sectores, en el sentido de que el destino de un país pequeño o mediano, con desventajas aparentes por su tamaño y ubicación geográfica, si quiere crecer sistemáticamente hasta convertirse en uno desarrollado, es buscar la integración con todas las economías desarrolladas o en desarrollo y proyectarse al mundo con mucha fuerza. Para Chile, ese camino ha sido notablemente exitoso. En 1990, exportábamos al mundo 8 mil millones de dólares. El año pasado, como consecuencia de ese proceso de inserción internacional, exportamos 60 mil millones de dólares, o sea, casi ocho veces más. Ese esfuerzo gigantesco lo ha realizado el país a través de sus empresarios, que han visto oportunidades de negocios y han sabido aprovecharlas, con la cooperación del sector laboral para que todo se haga con un alto nivel de eficiencia y productividad. Ahora, creo que todos estamos de acuerdo en que los tratados de libre comercio son sólo parte de un proceso continuo de integración con el resto del mundo. El proceso de proyección del país hacia Panamá significa, también, un proceso de proyección hacia Centroamérica, región en la que, desde hace bastante tiempo, Chile es el país sudamericano que mantiene una mayor presencia. Se trata de países pequeños, pero extraordinariamente amigos de Chile y socios en muchas tareas. Una demostración de eso son las inversiones, por casi 2 mil millones de dólares, de empresarios nacionales en Panamá, pero que, de alguna manera, irradian también al resto de Centroamérica. En relación con algunas preocupaciones manifestadas durante el debate, existe claridad acerca de que, para que los acuerdos de libre comercio se puedan perfeccionar y ampliar, la política hacia esos países debe orientarse a los aspectos comercial y de inversiones, a una mayor cercanía y al diálogo político propiamente tal, pero, sobre todo, a contar con la capacidad de desarrollar una política de cooperación. Al respecto, cabe señalar que durante los días en que realizamos una visita bilateral a Panamá, con la Presidenta Bachelet, en Centroamérica se firmó un acuerdo de cooperación Chile-Banco Interamericano de Desarrollo con Centroamérica en aspectos de desarrollo tecnológico, iniciativa que se encuentra plenamente en marcha y que, sin duda, hará más fácil llevar adelante los pasos adicionales para perfeccionar los TLC con los países de esa región. Deseo aclarar que existe un proyecto de ampliación del canal de Panamá, que significará un cierto aumento de las tarifas para los buques que naveguen por allí. En su oportunidad, conversamos sobre la iniciativa con el Presidente de Panamá , señor Martín Torrijos, y con representantes de su equipo de gobierno. Se trata de un proyecto de expansión que consiste en duplicar la capacidad de transporte por el canal, inversión que será complementada con instalaciones muy significativas e importantes para generar en ese país un gran centro de distribución de mercaderías y de bienes y servicios para América Central y que servirá de nexo entre productores de América del Sur y mercados de América del Norte. Sin lugar a dudas, las empresas nacionales que, como expresé, han invertido 2 mil millones de dólares en ese país, tendrán en consideración la oportunidad para instalar allí centros de distribución, a fin de reducir los costos de transporte, y centros de manipulación de productos, que permitan el ingreso de productos nacionales sobre todo en los mercados de Norteamérica. La relación comercial con Panamá no es demasiado grande, porque el mercado no es muy amplio y sólo alcanza a alrededor de 200 millones de dólares. Se trata de una exportación diversificada. En efecto, existen alrededor de mil productos que el país exporta a esa república, algunos en pequeño volumen. Sin embargo, el margen potencial de expansión puede ser bastante significativo. No quiero dejar pasar algunas preocupaciones planteadas por señores diputados que, en una buena medida, también comparte el Gobierno, y se refieren a que, en muchos casos, los tratados de libre comercio, por lo menos en su fase inicial, no obtienen una apertura tan significativa, como se desearía, en algunos rubros del sector agrícola. Por lo tanto, deseo insistir en que los tratados de libre comercio no son una especie de fotografía definitiva de la relación comercial con el respectivo país en cinco, diez o quince años, en primer lugar, porque existe una desgravación gradual a través del tiempo y, en segundo lugar, tal vez el aspecto más importante, porque la experiencia demuestra que, una vez que se firma un TLC y funciona bien, se generan lazos de conocimiento, se establecen relaciones de confianza entre productores y distribuidores y también entre autoridades del campo fitosanitario y otras, que permiten renegociar lo que en un principio parecían cuotas limitadas o restricciones innecesarias. De esa manera, al cabo de algunos años, dicha renegociación permite abrir el mercado de manera mucho más significativa en los rubros más difíciles. En relación con los productos lácteos y las carnes bovinas, la primera observación que deseo hacer, tras el tono un tanto pesimista de algunas intervenciones, es que en Chile el sector de productores lácteos y bovinos es una constante fuente de sorpresas. En efecto, durante décadas, si no desde siempre, se pensó que el destino de la agricultura del sur sólo se orientaría al mercado interno y que le sería imposible competir con productores de carnes y productos lácteos tan sofisticados como los argentinos y de otros países de la región. Para qué decir qué ocurría cuando se pensaba en competir con productores de Canadá o de algunos países europeos. Al respecto, es interesante hacer notar que esos agricultores, con un apoyo tal vez todavía limitado de las agencias públicas, han logrado pararse en sus propios pies y convertirse en exportadores netos de algunos productos respecto de los cuales el país parecía encontrarse en condiciones más vulnerables y sensibles. Así, por ejemplo, en 2000, el país era importador neto de productos l��cteos. Sin embargo, el año pasado Chile exportó alrededor de 140 millones de dólares en ese rubro. Asimismo, en relación con las carnes bovinas, no obstante que el país sigue siendo importador neto, se encuentra exportando a los mercados más exigentes del mundo en materia de condiciones fitosanitarias, de trazabilidad de los productos, de presentación, de contenido de grasas versus contenido de carne, etcétera, es decir, los de Estados Unidos de América, de la Unión Europea y de Japón. Es verdad que en ese rubro en el país existe un proceso gradual de aprendizaje, pero los mercados se están abriendo. El tratado de libre comercio con México es un claro ejemplo de una negociación que hizo posible pasar en forma rápida a un arancel cero en materia de exportación de productos lácteos, en comparación con el 22 por ciento de arancel promedio aplicado a los competidores de Chile. Al respecto, cabe agregar que hoy, el país destina un alto porcentaje de sus exportaciones en productos lácteos a ese país, al punto de que, por ejemplo, el 95 por ciento de las exportaciones de queso se destina a ese enorme mercado, y el proceso está recién comenzando. Como una ilustración más sobre el potencial de los TLC, deseo agregar que, si bien es efectivo que la cuota inicial de exportaciones de lácteos a Estados Unidos de América se fijó en 7 mil toneladas, la negociación garantizó un crecimiento de 7 por ciento anual, hasta llegar en 2014 a un arancel cero, o sea, a la eliminación de la cuota. Por lo tanto, los productores nacionales deberían pensar -entiendo que lo están haciendo- en el gigantesco desafío que se viene por delante de aquí a 2014, cuando no exista cuota y el arancel sea cero, y en la necesidad de aumentar la escala de producción y de conectarse en mejor forma a las redes de distribución mayoristas y de supermercados de Estados Unidos de América. Al parecer, en la zona lechera del país todavía no se aprecia en forma adecuada ese desafío, que debe traducirse en que los productores tengan la capacidad de superar lo que en otras oportunidades he denominado el síndrome del Llanero Solitario, es decir, la idea de que uno, con sus propios pies y su propia fuerza, dará abasto para enfrentar el reto, y que los competidores que están en el fundo de al lado o en la región de un poco más allá son adversarios o enemigos. Dicha idea significa, por ejemplo, llevar a cabo proyectos de fabricación de quesos que agrupan a diez productores, en circunstancias de que podrían ser doscientos, y que esos diez productores traten de competir con Soprole o Fonterra. En suma, existe un cambio cultural que debe acelerarse para enfrentar en toda su potencialidad esos desafíos. Algo parecido ocurre con los productos lácteos exportados al mercado europeo. Existe una cuota que se reducirá en forma gradual en el tiempo. Un buen ejemplo se encuentra en los lácteos exportados a Colombia, porque ahí existe una desgravación para esos productos, sin cuota, para un mercado de treinta o cuarenta millones de personas. Dado los aumentos de eficiencia productiva que se están observando en esta industria en Chile, es perfectamente posible pensar en una expansión notable. Respecto de la carne bovina, es verdad que la cuota inicial de cuatro mil toneladas a Estados Unidos no es muy alta; sin embargo, aumentará a 10 por ciento al año y, a contar del 1 de enero de 2008, los productos de carne bovina en ese país no pagarán arancel. En la Unión Europea, la cuota irán aumentando en 10 por ciento anual, sin detenerse en el tiempo. Quiero ilustrar este argumento con la siguiente anécdota personal: En los días en que firmábamos el acuerdo de libre comercio con Japón, en Tokyo, nos dimos el trabajo de ir a supermercados y también a una planta frigorífica. Fue bastante impactante para nosotros ver en un supermercado un estante completo con productos alimentarios chilenos muy variados: del mar, envasados, concentrados, hortícolas, etcétera, cuando en el estante de al lado había productos muy similares de California. Por lo tanto, estamos compitiendo, mano a mano, con una zona agrícola exportadora tan avanzada como es la región del Pacífico, del oeste de Estados Unidos. Y cuando visitamos el frigorífico no sólo nos sentimos bastante satisfechos, sino también orgullosos, porque allí estaba llegando un volumen muy significativo de carne porcina chilena. De hecho, había un contrato de exportación de 30 mil toneladas al año con ese frigorífico. Lo que más nos impresionó fue la calidad de la presentación. Era un producto congelado que se atenía estrictamente a las normas en cuanto a presentación, porcentaje de grasa y controles fitosanitarios, todos los cuales estaban certificados internacionalmente. El dueño de ese frigorífico nos dijo que estaban tan satisfechos con la calidad del producto, con la confiabilidad en las fechas de entrega y con el costo, que estaban dispuestos, en ese sólo frigorífico, a aumentar la importación, de 30 mil a 120 mil toneladas, las cuales procesarían y distribuirían en supermercados de todo Japón. Eso es interesante, porque ellos convierten los trozos grandes de carne porcina en productos mucho más elaborados y nosotros, en la etapa siguiente, deberíamos ser capaces de hacer lo mismo y, en consecuencia, agregar mucho mayor valor. Estamos en un proceso. Tanto el TLC con Panamá como el TLC con Japón -que vamos a tratar esta tarde, en la Comisión respectiva de esta Cámara- son parte de un proceso en el cual se abre una ventana u oportunidad a los productores que, con el apoyo de las agencias del Estado correspondientes, permitirá una verdadera revolución productiva y tecnológica, y detrás de ello, la generación de empleos cada vez de mayor calidad en un sector del país que se extiende desde el Norte Chico hasta el sur. En diez, quince o veinte años más, cuando miremos este proceso, vamos a celebrar que en un día como hoy dimos un pequeño paso adicional firmando este TLC con Panamá que completa la certificación del conjunto de acuerdos con Centroamérica. En el paso siguiente, queremos homogeneizar los TLC que hemos firmado con Centroamérica, con Colombia, con Perú y con Ecuador, para que los países del Pacífico -incluidos nosotros- puedan abultar su escala de producción mirando al gigantesco mercado de América del Norte y del Asia Pacífico. Va a ser muy significativo el hecho de que hoy demos el paso adicional de aprobar, ojalá, con una amplia votación, este Tratado de Libre Comercio con Panamá. Muchas gracias. El señor WALKER (Presidente).- Cerrado el debate. -Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes términos: El señor WALKER ( Presidente ).- En votación el proyecto de acuerdo que aprueba el Tratado de Libre Comercio entre los Gobiernos de las Repúblicas de Chile y de Panamá, adoptado en Santiago, el 27 de junio de 2006. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 87 votos; por la negativa, 2 votos. Hubo 7 abstenciones. El señor WALKER (Presidente).- Aprobado. Despachado el proyecto. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados: Aedo Ormeño René; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Ascencio Mansilla Gabriel; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Bustos Ramírez Juan; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Escobar Rufatt Alvaro; Espinosa Monardes Marcos; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Latorre Carmona Juan Carlos; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Mulet Martínez Jaime; Muñoz D'Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Núñez Lozano Marco Antonio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rossi Ciocca Fulvio; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Saffirio Suárez Eduardo; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tarud Daccarett Jorge; Tohá Morales Carolina; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Valcarce Becerra Ximena; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Vargas Lyng Alfonso; Venegas Cárdenas Mario; Venegas Rubio Samuel; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe. -Votaron por la negativa los siguientes señores diputados: Hernández Hernández Javier; Ojeda Uribe Sergio. -Se abstuvieron los diputados señores: Barros Montero Ramón; Díaz Del Río Eduardo; García García René Manuel; Lobos Krause Juan; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Turres Figueroa Marisol; Urrutia Bonilla Ignacio. 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