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- rdf:value = " MONUMENTOS EN LOS ÁNGELES Y EN ANTUCO EN MEMORIA DE VÍCTIMAS DE TRAGEDIA DE ANTUCO. VETO
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Observaciones, en segundo trámite constitucional, formuladas por Su Excelencia la Presidenta de la República al proyecto de ley que autoriza erigir un monumento en memoria de los fallecidos en la tragedia de Antuco, con informes de las Comisiones de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (3882-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesi��n 48ª, en 13 de diciembre de 2005.
Observaciones en segundo trámite, sesión 14ª, en 2 de mayo de 2007.
Informes de Comisión:
Educación, sesión 72ª, en 29 de noviembre de 2006.
Educación (observaciones), sesión 21ª, en 5 de junio de 2007.
Hacienda (observaciones), sesión 21ª, en 5 de junio de 2007.
Discusión:
Sesión 73ª, en 5 de diciembre de 2006 (se aprueba en general y particular).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Señores Senadores, por oficio de 18 de abril del año en curso, la Cámara de Diputados comunicó al Senado que había dado su aprobación a la totalidad de las observaciones presentadas por el Ejecutivo.
Las observaciones están dirigidas a los artículos 3º y 4º, y consisten en incrementar el fondo que se crea, con el objeto de recibir erogaciones, donaciones y otras contribuciones con un aporte fiscal de hasta 76 millones 500 mil pesos, cantidad que deberá destinarse preferentemente a la construcción del monumento que la ley autoriza erigir.
Asimismo, incorpora como miembros de la comisión especial encargada de ejecutar la construcción del monumento al gobernador de la provincia de Biobío y al Director de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.
Las dos observaciones fueron aprobadas por la unanimidad de los integrantes de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (Senadores señores Cantero, Chadwick, Navarro, Núñez y Ruiz-Esquide) y por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión de Hacienda (Honorables señores Escalona, García, Gazmuri y Sabag).
Estas observaciones, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 188 del Reglamento, deben ser discutidas en general y en particular a la vez. Cada una ha de votarse separadamente, y no procede dividir la votación.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que consigna el texto aprobado por el Congreso Nacional, las observaciones formuladas por Su Excelencia la Presidenta de la República y el texto final que resultaría de aprobarse aquellas.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Solicito la autorización del Senado para que ingrese a la Sala el Subsecretario de Guerra, señor Gonzalo García.
--Se accede.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En discusión general y particular las observaciones.
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , solo quiero señalar que en la Comisión de Educación este veto se aprobó en forma unánime, tal como lo indicó el señor Secretario.
Se tuvo a la vista la mayor cantidad de dinero que se requerirá, porque se trata de un monumento de alto costo, dado el lugar donde se va a eregir. Las razones para su construcción son de todos conocidas, porque se trató de un hecho que conmovió al país entero.
En consecuencia, solicito al Senado que preste su aprobación a las observaciones del Ejecutivo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente, voy a votar a favor de las observaciones.
Sin embargo, quiero preguntar al Gobierno si también está contemplado construir un monumento, por ejemplo, en homenaje a todos los carabineros muertos en actos de servicio. Hay muchos: unos fueron asesinados por la espalda; otros, por razones políticas; algunos, por delincuentes, etcétera.
¿Existe alguna iniciativa de esa índole?
Igualmente quisiera saber si respecto de los pilotos mártires de la Fuerza Aérea se tiene contemplado algún tipo de monumento. Porque la lista de caídos en esta rama de las Fuerzas Armadas es muy larga. Unos han muerto en actos de servicio, a veces en condiciones muy precarias, en zonas muy alejadas; otros, en ejercicios de guerra, en fin. A mí me ha tocado presenciar cómo se han caído aviones con los pilotos en su interior.
El señor ÁVILA.-
¿Presenciarlo?
La señora MATTHEI.-
Exactamente, señor Senador.
El se��or ÁVILA.-
¿Arriba?
La señora MATTHEI.-
No, abajo; yo estaba en tierra.
En Peldehue, una persona se lanzó en paracaídas, pero este quedó enredado en la cola del avión, el cual cayó con toda la gente que iba a bordo.
Ese mismo día me tocó ver estallar una bomba en el aire, precisamente por la misma cuestión. El avión alcanzó a aterrizar, y nadie sabe cómo, pues una esquirla pasó entre los brazos del piloto y perforó totalmente la nave.
En consecuencia, deseo saber si hay algún tipo de iniciativa tendiente a rendir homenaje también a todos los mártires de las otras ramas de las Fuerzas Armadas.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , yo también voy a votar a favor de este proyecto. Empero, creo que la situación ocurrida en Antuco, además de una tragedia, es una vergüenza nacional.
Lo digo porque hay familias que perdieron quizás lo más preciado que puede tener un ser humano: sus hijos. Y los entregaron para que realizaran el servicio militar. Sin embargo, el Estado de Chile se hizo a un lado, no reaccionó a tiempo, colocó al Consejo de Defensa del Estado y lo obligó a presentar demandas ante los tribunales.
¡Eso es una vergüenza!
Cuando ocurrieron los hechos, nosotros presentamos, junto con varios Senadores, de todos los sectores políticos, dos proyectos de acuerdo -no uno- para pedirle al Estado que hiciera lo mismo que realizó hace muchos años ante la tragedia de la "Janequeo": compensar a las familias afectadas, no con muchas cosas, sino con ayuda para estudios, para sus casas.
Repito: la actuación del Gobierno en este caso constituye una vergüenza: se hizo a un lado.
Alguien presentó este proyecto para erigir un monumento. Sí: aprobémoslo. Pero lo que corresponde es que el Estado de Chile responda a las familias, y no de la forma vergonzosa como lo está haciendo.
En otras circunstancias, cuando murieron personas por violaciones a los derechos humanos, los proyectos corrieron rápido, sobre rieles, y fueron aprobados con grandes mayorías. Sin embargo, para la gente de Antuco no hay nada: apenas lo que tiene el Ejército, que es muy pobre.
Esta cuestión nos pena como país. Esas personas entregaron sus hijos, y hoy se hallan ante los tribunales en negociaciones vergonzosas con el Consejo de Defensa del Estado para recibir migajas.
¡Eso es una vergüenza!
La señora MATTHEI.-
¡Muy bien!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , no tengo información respecto de la pregunta que planteó un señor Senador. Por lo tanto, no puedo responder si se va a presentar una indicación en el sentido señalado.
Por otra parte, calificar de vergüenza lo sucedido en la situación que motivó la presentación del proyecto en debate me parece un poco exagerado.
Nos correspondió estar presentes en el instante en que ocurrieron los hechos. Ha habido acuerdos con los padres de las víctimas, con sus hermanos. Se entregó cierta cantidad de dinero. Puede discutirse si es suficiente o no. Empero, no ha existido el ánimo de abandonar a esas personas.
Ahora bien, esta iniciativa surge de la sensibilidad habitual en el país cuando ocurre este tipo de tragedias.
Por ende, podemos discutir largamente acerca de si todo se hizo bien y oportunamente. Pienso que pudimos realizar con más rapidez algunas cosas. Pero no me parece que esto pueda ser calificado de "vergüenza nacional".
El señor CANTERO.-
Señor Senador , ¿me concede una breve interrupción?
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Sí, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , lo cierto es que el Consejo de Defensa del Estado se hizo parte en representación del Fisco y ha dilatado, cuando no impedido, el acceso de las familias afectadas a la compensación que el Estado, en mi concepto, debe entregarles.
El problema radica en que esa conducta es repetitiva. Y hay múltiples casos. Por ejemplo, en Tocopilla, una joven madre que salió de su casa para llevar a su hijo al colegio fue alcanzada, mientras escapaban de la cárcel algunos reos, por disparos de gendarmes que la dejaron paralizada de la cintura hacia abajo. Esa mujer reclama al Estado una indemnización. Sin embargo, hasta el día de hoy ella no se ha concretado, pues hay un juicio eterno, durante el cual el Consejo de Defensa del Estado, en representación del Fisco, impide que se haga justicia como corresponde. Y eso -insisto- ha sucedido en diversas ocasiones.
Yo entiendo la indignación del Senador señor Prokurica , porque está expresando el sentimiento de familias que consideran legítimamente que el Estado chileno debe responder ante ellas y sus hijos -todos quedan desamparados-, en vez de impedir que se otorgue la compensación correspondiente.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Recupera el uso de la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , no tengo absolutamente ningún inconveniente en que se pidan antecedentes sobre los casos señalados. Y estoy dispuesto a firmar una solicitud en tal sentido.
Yo no dispongo de la información mencionada por el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Sin embargo, reitero que no tengo reparo alguno para que se formule en mi nombre la solicitud respectiva. Creo que es lo único que nos va a dar tranquilidad a todos.
Esa es mi petición formal, señor Presidente.
Ahora, mi opinión personalísima, a la luz de lo que observé en el instante en que ocurrieron los hechos, es que, considerando la forma como, ante una situación dolorosísima, actuaron el General Cheyre -a quien vi trabajar-, la Intendenta y otras autoridades, y posteriormente, los gobernadores y varios parlamentarios de Gobierno, no hay razón para efectuar un alegato como el que hemos escuchado aquí.
Por eso, señor Presidente, rechazo lo que se ha dicho. Y solicito que se nos entreguen los antecedentes. Con ellos en la mano, cada Senador sabrá si ha actuado como corresponde.
Tampoco creo que sea la forma adecuada de enfrentar una situación dolorosa -no sé si escuché mal- utilizar una expresión referente a un producto chileno.
En definitiva, es un problema que debe ser tratado con extremo cuidado, con mucha precaución. Había que estar ahí para darse cuenta del significado de lo que aconteció. Yo estuve. Muchos más quisieron hacerlo. Nosotros llegamos antes y pudimos estar más cerca.
Por lo tanto, gran calma, serenidad, precaución y cuidado con el dolor de tanta gente. Y si hay que solicitar antecedentes, yo estaré encantado de que se haga. Pero no incurramos en lo que se está insinuando frente a un proceso extremadamente doloroso, tanto como cualquiera de los otros que hemos conocido.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Arancibia.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente , creo que el tema es de suyo delicado. Estoy consciente -porque así lo entiendo y de ese modo he recibido la señal- de que la situación en comento es extremadamente dolorosa para el Ejército, pues reconoce que hubo fallas en los procedimientos y en el entrenamiento de una fuerza. Y eso no puede dejar de reconocerse, ni en esta Sala ni en ninguna otra parte.
Considero fundamental tanto para esa Institución de la República como para cualquier otra, cuando hay una situación de tal envergadura y naturaleza, reconocer los errores -si los hubo-, lamentarlos -porque nadie quiere que se cometan- y tomar las medidas correctivas adecuadas.
Así interpreto las palabras del Senador señor Prokurica , quien nos señala que avancemos en la idea del monumento, pero sin descuidar el otro monumento importante: el del dolor familiar que se generó por una lamentable situación donde sí existen responsabilidades institucionales y personales.
El señor PROKURICA.-
¿Me concede una interrupción?
El señor ARANCIBIA.-
Sí, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , yo no he planteado aquí que las instituciones, la Intendenta, el General Cheyre no actuaron bien. Opino que actuaron dentro de lo que les correspondía y de acuerdo con sus posibilidades. Yo valoro eso. Y aprecio la labor que desarrolló el General Cheyre en su oportunidad.
Lo que estoy diciendo es que el Estado de Chile, en el caso de la "Janequeo", en el de los detenidos desaparecidos y ante otras situaciones dolorosas, envió al Parlamento un proyecto de ley...
La señora MATTHEI.-
Varios proyectos de ley.
El señor PROKURICA.-
... para compensar a las familias de las víctimas.
En el caso que nos ocupa no envió ninguno. Esperó que las familias lo demandaran en los tribunales, para llegar a acuerdos después, cuando el Consejo de Defensa del Estado -como mencionó el Senador señor Cantero - negociara con ellas los montos de las indemnizaciones.
Señor Presidente -lo digo con sinceridad-, creo que eso es lo que se perdió.
Agradezco al Senador señor Arancibia la interrupción.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, retomo el hilo de lo que estaba exponiendo.
Concuerdo totalmente con el Honorable señor Prokurica -esa señal me ha llegado de distintas direcciones- en que las familias de las víctimas de la tragedia de Antuco sienten que no ha habido en las autoridades disposición para otorgarles una suerte de compensación, no digo que palíe su dolor -es absurdo pensar en eso-, sino que permita a quienes las integran alguna proyección educacional, mejoría en vivienda, en fin.
Creo que aquello es tanto o más importante que el monumento mismo.
Ahora, a propósito de la inquietud de la Senadora señora Matthei en cuanto a si habrá alguna iniciativa vinculada con los mártires de la Fuerza Aérea, de la Armada, de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, pienso que de alguna manera podríamos aprovechar la buena voluntad existente y aprobar la erección de un monumento, no para el caso puntual de Antuco, sino para los mártires por la paz. Porque todas las instituciones los tienen. Y la verdad es que el proyecto que nos ocupa envuelve un reconocimiento muy especial a un hecho específico.
En tal sentido, es posible que el cambio del título, la inscripción y la apertura de un libro donde queden registrados, en el centro del monumento, cuáles son los mártires constituyan elementos que den mayor trascendencia, aun cuando aquel esté erigido cerca de Antuco.
Me parece que de esa forma podríamos rendir tributo a mártires de otras instituciones a quienes nunca nadie les ha reconocido nada.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).-
Señor Presidente , me parece que todos estamos de acuerdo en que es justo que se erija un monumento. Eso no merece ser discutido entre nosotros. Pero aquí se ha planteado un asunto no menor. Y sobre ese punto, en mi concepto, es importante procurar obtener un acuerdo.
Aquí no se trata de un caso aislado, lamentable, de un hecho fortuito y donde el Estado tiene responsabilidad indirecta, sino de jóvenes que estaban cumpliendo con el servicio militar; que prestaban un servicio fundamental para la seguridad del país, y que, por razones que no corresponde analizar hoy día, perdieron la vida. En consecuencia, la responsabilidad del Estado como un todo es ineludible.
Por eso, me declaro partidario de que se entreguen los antecedentes respectivos a una Comisión del Senado para que podamos llegar a un acuerdo que signifique, no diría yo reparar un daño que es irreparable, pero al menos que las familias afectadas no se sientan abandonadas y vean comprensión por parte de todos nosotros.
Eso es fundamental, señor Presidente.
Para tal efecto, podríamos solicitar los antecedentes del caso. Y si no existieran, deberíamos proponerle al Ejecutivo un mecanismo que hiciera factible una respuesta a esas familias como Estado, como sociedad.
De otro lado -considero relevante dejar constancia al respecto-, en lo ocurrido en Antuco hay claramente responsabilidad de la Institución en sí.
Sobre el particular, sería bueno que supiéramos cómo se han ido estableciendo las responsabilidades de quienes tenían en sus manos las vidas de los jóvenes que estaban cumpliendo su servicio militar. Porque resulta increíble que aquellos muchachos hayan encontrado la muerte, en circunstancias de que la tragedia, a todas luces, pudo haberse evitado.
Por eso, señor Presidente , creo que podemos dar un paso positivo en esos dos aspectos. Uno, que se nos entreguen los antecedentes que existen; y si no los hay, que nosotros propongamos una salida razonable, honorable. Y dos, en cuanto a las responsabilidades que se están estableciendo en los tribunales de justicia, que se nos haga saber en qué nivel se hallan, porque eso es beneficioso para todos, pero en particular para la Institución de que formaban parte los jóvenes conscriptos fallecidos.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , en esta discusión no ha habido un cuestionamiento a la actuación de las autoridades en el minuto de la tragedia.
El señor PROKURICA.-
Así es.
El señor ORPIS.-
Lo que se cuestiona es la actuación posterior.
Me parece que el debate a ese respecto es válido. Y, tal como se ha expresado acá, no sólo es válido en cuanto a Antuco.
Aquí se mencionó una serie de hechos. Y, mientras se desarrollaban las intervenciones, recordé con mucha emoción lo ocurrido en Alto Hospicio. Ahí las instituciones del Estado terminaron estigmatizando a las víctimas y no creyéndoles a sus familias simplemente por ser modestas. Y, tal cual se ha señalado durante el debate, se pidió formalmente al Ejecutivo un proyecto de ley reparatorio. Pero uno ve que, respecto de casos tan emblemáticos como los de Antuco y Alto Hospicio, el Gobierno se ha negado en forma sistemática a la acción reparatoria que -según se dijo- ha sido considerada tan válida para otras situaciones.
A mi juicio, cuando se llega a los límites alcanzados en determinados casos, se justifica que el Estado, tal como lo hizo en el pasado y con la concurrencia de nuestros votos, determine una acción reparatoria relativamente proporcional al daño provocado, que, obviamente, será irreparable en caso de muerte, como aconteció con los conscriptos de Antuco y con las jóvenes de Alto Hospicio, hecho este último que conocí en forma muy directa.
Espero que el Estado asuma las acciones reparatorias en circunstancias extremas y que ellas se expresen en un proyecto de ley, de manera de llevar un poco más de tranquilidad a los espíritus de muchas personas que han sufrido lo indecible.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , no era mi intención intervenir, porque me parecía interesante el debate. Pero se hizo referencia a un asunto que nada tiene que ver con la materia del proyecto.
Todos estamos de acuerdo en que es necesario reparar a aquellos que han sido víctimas por negligencia del Estado o de alguna de sus instituciones.
Sin embargo, aquí se ha señalado que quienes fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos han recibido prácticamente todos los beneficios del Estado. Y eso no es así. Todavía hay numerosos chilenos que no cuentan con ninguna ayuda tras haber estado presos y haber sido torturados en las cárceles de Pinochet. Muchos otros fueron despedidos de sus cargos o vivieron las situaciones que todos conocemos, pero todavía no reciben beneficio alguno.
Por lo tanto, no resulta admisible decir aquí que sólo han sido favorecidas las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Eso no es cierto. Por Carmelo Soria y por mucha gente que fue víctima de violaciones de aquella índole el Estado no repara aún absolutamente nada.
En consecuencia, me parece del todo injusto analogar dos situaciones respecto de las cuales no existe ninguna posibilidad de comparación conforme a la lógica más elemental.
Todos estamos de acuerdo en que hay que reparar, pero no sólo a quienes fueron dañados en Antuco a raíz de una mala conducción por parte de oficiales del Ejército o a los familiares de las víctimas fatales. Por cierto, lo mismo se debe hacer en el caso de Iquique y en el de todos los soldados que han sido mal conducidos por sus superiores.
Recuerdo también una tragedia ocurrida en la Marina. No sé si respecto de ella existe un monumento como el de las víctimas de la "Janequeo".
Entiendo que otros barcos de la Armada chilena, debido a mala conducción por parte de sus oficiales, han generado problemas parecidos.
Todos concordamos en que debe haber reparaciones para los afectados. Pero no se diga que las víctimas de violaciones a los derechos humanos son las únicas que han conseguido casi todos los beneficios del Estado, pues muchas todavía no reciben reparación alguna.
Esa es la verdad de las cosas.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente , pensaba hacer referencia a lo mismo que ha indicado el Senador señor Núñez.
El proyecto, en sí, tiene su lógica. Creo que todos fuimos impactados por la tragedia de Antuco. Entendemos que lo particular de ese caso es que hubo responsabilidad de agentes del Estado, por una negligencia que llevó a la muerte a un grupo de jóvenes que estaban sirviendo a la patria. De ahí la conmoción suscitada. Y de ahí la importancia de la posibilidad de construir un monumento.
Por cierto, me sumo a la sorpresa que puede causar a algunos, en este caso puntual, el accionar del Consejo de Defensa o de otras entidades. Pero me encantaría que hubiese una política única respecto a cómo queremos que el Estado proceda frente a actos y hechos que atentan contra la dignidad o la vida de las personas.
En el Parlamento se encuentra un proyecto de ley para reparar el daño por el asesinato de Carmelo Soria. Y uno queda tremendamente sorprendido cuando constata cuál fue el comportamiento del Consejo de Defensa en otras etapas. Pero pienso que eso se debe, entre otras cosas, a la falta de una definición del Congreso y de una ley marco acerca de cómo queremos que el Estado asuma sus responsabilidades frente a determinados hechos.
Es cierto que nuestra historia reciente tiene una carga emocional, ante lo que fueron la dictadura y la violación de derechos humanos, por un lado, y lo que ha planteado la Senadora señora Matthei , por otro, quien habla de los mártires de las distintas instituciones armadas. Estimo que ello es absolutamente legítimo. Y podemos tener puntos de vista diferentes respecto de la historia, pero, si miramos hacia adelante, deberíamos tratar de llegar a una ley marco que estableciera cómo ha de actuar el Estado cuando es responsable de hechos que llevan a que personas pierdan la vida. Considero que esa sería una mirada más propositiva y que este debate ha sido útil en ese aspecto.
Lo cierto es que situaciones de tal naturaleza ocurren todos los días. Por ejemplo, al caer de un tren -Ferrocarriles es una empresa estatal-, una joven resultó con sus piernas y brazos amputados. Hubo negligencia del Estado. ¿Cuál es la actitud del Consejo de Defensa en esas circunstancias? Lo planteo porque es un tema que en algún momento deberá abordar el Congreso.
Comprendo la indignación del Honorable señor Prokurica en el caso de que se trata. Entiendo que lo inspira un sentimiento hacia familias que perdieron a sus hijos. Y, por cierto, nos gustaría que el Consejo de Defensa u otros entes no estuvieran "ratoneando" monedas, porque, como indicaba el Senador señor Arancibia , nunca se logra reparar, sino s��lo mitigar. Y necesitamos una política más global en ese sentido.
Este monumento ayuda en algo a mitigar ese dolor. Y es un pronunciamiento de toda la sociedad. Por eso, votaremos a favor.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , creo que de la conversación de hoy surge, en primer lugar, el tema de realizar algún tipo de homenaje a los mártires que efectivamente registran las distintas ramas de las instituciones castrenses. El caso Antuco fue algo muy doloroso, muy presente en la prensa y en la conciencia de todo el mundo; pero no me parece justa la situación planteada, porque, por ejemplo, en Carabineros son centenares los caídos. Por lo tanto, considero que lo relacionado con un monumento debiera contemplarse para los mártires de todas las Fuerzas Armadas y de Orden.
También quisiera referirme a la reparación económica.
En diversas oportunidades me he reunido con viudas de carabineros fallecidos en actos de servicio o asesinados por razones políticas, muchos de ellos por la espalda. Y se encuentran en condiciones miserables. Pienso que una gran cantidad de esas mujeres estarían felices con las pensiones que hemos entregado aquí a los exonerados.
Hemos estudiado ya tres o cuatro proyectos distintos que favorecen a este último sector. Y muchos de los que han recibido esos beneficios ni siquiera fueron despedidos por razones políticas:
El señor NÚÑEZ.-
El señor Jarpa , por ejemplo.
La señora MATTHEI.-
sencillamente, perdieron el trabajo.
El señor NÚÑEZ.-
El señor Jarpa.
La señora MATTHEI.-
Tengo entendido que dirigentes locales de diversos partidos de la Concertación se dedican a captar gente y a tramitar pensiones para supuestos exonerados. Y les inventan toda clase de certificados y de puestos que nunca tuvieron, y también que los echaron por razones políticas. De hecho, me acuerdo de haber visto las tribunas llenas con esas personas, creo que justo antes de una elección.
En consecuencia, me parece increíble que a los exonerados políticos les den unas pensiones enormes, mientras que a las viudas de carabineros les entreguen otras realmente de hambre.
Estimo que hay mucho que ver todavía en esta materia.
Pienso que lo ideal sería que el proyecto volviera a Comisión para darle una visión un poco más global que la de ahora.
Gracias.
El señor NARANJO.-
Es un monumento, no una reparación económica.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , estoy de acuerdo en que se estructure una institucionalidad que actúe con un común denominador de justicia cada vez que tenga lugar un hecho que signifique o un atentado a la vida de seres humanos o que el Estado tiene responsabilidad.
Resulta indiscutible que en el caso de Antuco existe una irresponsabilidad inmensa. Tampoco podemos culpar a la Institución, porque no cabe ninguna duda de que un funcionario, con un descriterio estratégico y militar, y en una actitud realmente mesiánica, fue el autor de la muerte de los 45 jóvenes. Como decía una madre, estos fueron llevados a cumplir con la ley llenos de alegría -así los entregaron sus padres- y posteriormente fueron recibidos en un ataúd, perdiéndose, quizás, una de las pocas satisfacciones que esos sectores socioeconómicos pueden experimentar.
Porque, felizmente, hemos ido corrigiendo las leyes y al menos hoy llegan a cumplir con el servicio militar muchachos que sienten la vocación y el llamado, pues se ha llevado a cabo una modernización y se ofrecen bastantes alternativas. Pero durante mucho tiempo -y diría que hasta cuando los jóvenes desaparecidos ingresaron al sistema- se seleccionó fundamentalmente de entre quienes provenían de los sectores más modestos de nuestra sociedad. No constituye ningún secreto que para eludir la aplicación de la normativa había muchos subterfugios, utilizándose incluso documentos de salud falsos que llegaban hasta lo ridículo para evitar que muchachos de otros ámbitos cumplieran con la ley.
Por lo tanto, me parece justo, cuando el Estado tiene responsabilidad, que asimismo exista un criterio de Estado para compensar los errores en ese sentido.
Pero excúsenme Sus Señorías que también haga presente que no puede haber muertos de primera, de segunda o de tercera clase; que, frente a situaciones de un atentado contra los derechos humanos o de responsabilidad del Estado, algunos sean valorados en millones de dólares, y otros, en 80 mil o en 90 mil pesos.
Un señor Senador, cuya posición respeto pero no comparto, se refirió al caso del señor Carmelo Soria , que hoy está pidiendo una indemnización de un millón y medio de dólares.
El señor NARANJO.-
Él no la está pidiendo.
El señor NÚÑEZ.-
Está muerto. ¿Cómo va a pedirla?
El señor MUÑOZ BARRA.-
Lo está haciendo su familia.
Ruego que mi posición, que también es respetable, no sea distorsionada de una manera tan burda por un estimado colega cuyas intervenciones siempre me merecen deferencia.
Los familiares están pidiendo un millón y medio de dólares, con relación a lo cual se ejerce la presión de que si el Estado no paga se recurrirá a tribunales internacionales y será factible que el monto aumente a 3, 4 ó 5 millones.
Mi posición ha sido la de que esos organismos jurisdiccionales obliguen al Estado chileno a pagar 5 millones de dólares, porque no me cabe duda de que una vida humana no tiene precio y de que su pérdida no se puede resarcir con una cantidad determinada.
Pero así como la vida de algunas personalidades vale un millón y medio o 5 millones de dólares, la de Pedro Rosales, la de Juan Pérez o la del ciudadano común y corriente que a veces muere luchando por ciertas utopías debe tener un valor similar.
Por eso, quiero decir derechamente que me he opuesto, en la Comisión donde se estudia la iniciativa pertinente, a que se compense a algunos con cantidades de esa magnitud, en circunstancias de que miles de compatriotas -como también lo han planteado seriamente Senadores de estas bancadas- han recibido 75 mil, 80 mil o 90 mil pesos, o bien, absolutamente nada.
Lamento que, en un proyecto tan acotado, tan específico, como el relativo a construir un monumento absolutamente justo para soldados chilenos, estemos, en cierta forma, jugando con los muertos o torturados "tuyos" o "míos".
Lo que debemos hacer, en estas circunstancias, es referirnos a la iniciativa en debate.
Y coincido con la idea de que entre todos los sectores políticos representados aquí, bajo el sistema republicano imperante -los democráticos de la Alianza, sentados frente a nosotros, y los de la coalición gobernante-, podríamos ejercer una presión, por la vía de proyectos de acuerdo, a fin de que en el Estado, en este caso representado por nuestro Gobierno, se establezca una institucionalidad que funcione por parejo cada vez que se deban reparar situaciones como la que hoy día nos ocupa.
Señor Presidente, me ha pedido una interrupción el Honorable señor Prokurica, a quien se la concedo, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede hacer uso de ella el señor Senador.
El señor PROKURICA.-
Perdón por intervenir a cada momento, señor Presidente , pero coincido plenamente con lo expuesto por el Honorable señor Muñoz Barra. Hago presente que nosotros preparamos dos proyectos de acuerdo de esta Corporación que le enviamos al Gobierno. No deseo manifestarle ahora al señor Senador lo respondido, pero puedo informarle de ello en otro momento.
Además, remitimos una iniciativa ya elaborada, al mismo estilo de lo que el Estado realizó en el caso de la Janequeo, en su oportunidad, y otros.
Por eso, creemos que lo que ahora llega es inoportuno.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Puede proseguir el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Termino puntualizando, señor Presidente , que votaré favorablemente -y también mi Honorable colega de bancada- las observaciones.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Me ha solicitado intervenir el señor Subsecretario de Guerra, para lo cual solicito el acuerdo de la Sala.
Acordado.
Tiene la palabra el señor García.
El señor GARCÍA ( Subsecretario de Guerra ).-
Señor Presidente , el proyecto no es de los que nos hubiera gustado presentar, por el hecho doloroso que hay detrás del reconocimiento.
Se trata de una iniciativa generada por varios señores Senadores, algunos de ellos presentes.
A lo que apunta es a viabilizar la existencia de un monumento respecto del cual se carecía de recursos para materializarlo.
Adicionalmente, debo expresar que con ello se cumple la penúltima de las iniciativas en torno a todo lo relativo al asunto de Antuco, que, por cierto, es particularmente doloroso para el Estado.
Cabe consignar que las 45 familias involucradas han recibido las indemnizaciones legales y las pensiones correspondientes al régimen de las Fuerzas Armadas.
Lo que se debate son las indemnizaciones por responsabilidad del Estado, con relación a las cuales cuatro familias han llegado a acuerdo. Otros dos grupos de familias, cuya representación está en manos de sendos abogados, se encuentran en tratativas que esperamos que se resuelvan pronto.
Por otro lado, existe un programa de beneficios de salud, educación y vivienda para los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de Antuco. Se contempla un sistema que abarca a 94 de estos últimos, permaneciendo 54 de ellos dentro de la Institución y, por ende, cubiertos por todo tipo de beneficios.
Con motivo de tragedias tan dolorosas como esta se deben hacer reconocimientos institucionales de modificación de las conductas. Desde el punto de vista histórico, se instauró el Día del Conscripto, no sólo por aquellos que nos ocupan, sino también por los 107 años de conscripción y por todas las víctimas registradas hasta la fecha. Y algo muy importante, realizado por el Congreso, es el cambio de las estructuras propias del servicio militar, lo cual ha llevado a que en 2007 hayamos tenido por primera vez la voluntariedad, lo cual representa la verdadera respuesta institucional a los cambios en la concepción del servicio militar obligatorio.
Por cierto, existen muchas cuestiones pendientes, en forma adicional, pero no en el Ejecutivo: las casaciones, en la Corte Suprema, para verificar las responsabilidades penales, y, por cierto, las negociaciones, en el marco del Consejo de Defensa del Estado.
Por último, realizaremos un recuento de todos los beneficios y las obligaciones derivados del caso Antuco. Estas últimas no son pocas. Ello ha sido respondido en su oportunidad. Y si algo resulta incompleto, no tenemos ninguna dificultad en verificar los alcances de nuestras respuestas en ese marco. Pero de lo que se trata es de analizar los proyectos en su propio mérito y no agregar mayores agravios a una situación de por sí dolorosa.
Así que, desde ese punto de vista, solicito el respaldo para la iniciativa.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Antes de ceder la palabra, el señor Secretario hará una aclaración.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
El señor Presidente pondrá en votación las observaciones de la Primera Mandataria.
Legal y reglamentariamente, corresponde pronunciarse por cada una de ellas. Como es obvio, no se les pueden efectuar modificaciones y se deben resolver separadamente.
Tampoco es posible dividir la votación.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente , me surge una duda reglamentaria.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LONGUEIRA.-
¿Es factible formular alguna sugerencia o indicación, por unanimidad, en este trámite?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
No.
El señor LONGUEIRA.-
Debemos referirnos exclusivamente, entonces, a cada observación del Ejecutivo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Así es.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Su Señoría debe decir "sí" o "no" a lo propuesto por la Presidenta en el veto.
El señor LONGUEIRA.-
También puedo abstenerme.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Claro.
Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.
El señor PÉREZ VARELA.-
Señor Presidente , deseo recordar en la Sala que este proyecto de ley ya fue aprobado tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado y que se originó días después de la tragedia del año 2005 en Antuco, provincia del Biobío, donde murieron trágicamente 45 personas.
Entiendo que las observaciones de la Presidenta de la República tienden a agregar dos elementos, uno de los cuales me parece muy adecuado. Me refiero a garantizar que en la comuna de Antuco se puede levantar un monumento en memoria de esos 45 soldados, lo que considero apropiado en ese contexto o marco.
Por lo tanto, vamos a votar a favor, porque entendemos que ello viene a enriquecer la iniciativa que presentamos -de la cual soy uno de los autores- para rememorar a esos mártires del Ejército.
Otra cosa distinta, que puede ir por un canal absolutamente paralelo y que no es motivo del texto en análisis, es la actuación del Estado frente a esta tragedia.
Se han cumplido dos años de los sucesos. En el Regimiento de Los Ángeles se han realizado dos ceremonias -con la presencia, en una de ellas, de la Presidenta de la República , y en la otra, del señor Ministro de Defensa - para recordar los hechos. Y hemos demorado más de dos años en concretar siquiera un monumento respecto de dicho acontecimiento, que ojalá nunca más vuelva a suceder.
Comparto las apreciaciones del señor Subsecretario de Guerra en cuanto a que se han tomado medidas para que el suceso no se repita. Pero no hay duda -y entiendo y también comparto las apreciaciones del Senador señor Prokurica - de que en este caso hemos actuado de una manera distinta a como lo ha hecho el Estado en situaciones similares. Y considero bueno colocar esta materia en el debate, porque no hay duda de que el Estado tiene responsabilidad en ella. Los jóvenes salieron de campaña por instrucción de una institución estatal. Ellos recibieron órdenes de carácter militar que al final les causaron la muerte. Por eso, a mi juicio, el Estado no puede exigir que las familias tengan que demandar y recurrir a los tribunales de justicia.
Ese tema, sin duda, va en paralelo con el presente proyecto. Y ojalá pudiéramos sensibilizar al Estado y al Gobierno para que actuaran de manera distinta. Se está obligando a las familias afectadas a enfrentarse con el Consejo de Defensa del Estado, cuestión que nosotros no deberíamos aceptar. Tenemos que pedir al Ejecutivo que proceda de otro modo.
Lo anterior -reitero- corre por un carril distinto, pero no por ello debemos dejar de plantearlo.
El veto persigue un objetivo muy simple: perfeccionar el proyecto, aprobado tanto por la Cámara de Diputados como por el Senado, lo cual nos parece pertinente.
Por esa razón, lo vamos a votar a favor.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me concede una interrupción, señor Senador ?
El señor LONGUEIRA.-
Con mucho gusto, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, antes del término del debate, deseo hacer el siguiente planteamiento.
Creo que la discusión ha sido enriquecedora en cuanto a lo que debemos seguir haciendo. Respecto a las decisiones que ya se han tomado, las conocemos y sabemos que no estamos todos de acuerdo, porque así ha sido la historia de Chile en los últimos tiempos.
Sin embargo, junto con votar las observaciones, quiero pedir al Senado que adopte otra resolución.
La Senadora señora Matthei me ha indicado que no va a insistir en la segunda discusión,...
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
No puede haberla.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
... por lo cual ahora podríamos tomar el acuerdo de solicitar formalmente al señor Subsecretario de Guerra -con el compromiso de su aceptación, como me lo ha mencionado- que en un plazo breve el Ejecutivo envíe un proyecto capaz de enfrentar las múltiples posibilidades futuras, a fin de que exista una legislación que permita al Estado ir en apoyo de las personas afectadas.
Se podrían tratar los dos temas de inmediato, o bien, uno primero y el otro después.
Así que pido a los señores Senadores que apoyen las observaciones y también la idea que he manifestado.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente , tal como planteó el Senador señor Pérez Varela , el proyecto nació en la Cámara de Diputados a instancias de varios parlamentarios de la UDI. Y, sin lugar a dudas, ha sido perfeccionado con las observaciones presentadas por el Ejecutivo , que permiten su financiamiento.
Quienes hemos sido parte de comisiones para erección de monumentos sabemos que lo que más cuesta es conseguir los recursos. Por lo tanto, creo que el veto da algún grado de viabilidad a la obra que recordará a los caídos en Antuco.
Habrá una comisión especial integrada, entre otros, por los dos Senadores de la circunscripción y los dos Diputados del distrito correspondiente, a quienes espero que les vaya muy bien con los cuantiosos recursos que tendrán que reunir para construir un gran memorial, como el que deseamos para las familias de los mártires.
Precisamente, en el espíritu de la idea de legislar del proyecto, que representa una forma de reparar el daño moral causado a los parientes de los fallecidos, quiero plantear al señor Subsecretario -desconozco si es o no materia de ley- si existe la posibilidad de que, así como habrá un reconocimiento mediante un memorial, tenga también lugar un reconocimiento individual. Considero pertinente que las instituciones militares del país establezcan una condecoración, fruto de la situación heroica vivida, para ser entregada en forma personalizada a las familias de los jóvenes que dieron su vida al servicio del país. Y no sólo a los parientes de los fallecidos, sino también a los soldados que con sus valientes actos permitieron salvar de la muerte a otras personas.
Creo que el episodio de Antuco caló profundamente en la comunidad nacional. Tenemos el ejemplo de numerosos jóvenes chilenos que con gran sacrificio entregan un año de sus vidas a las instituciones armadas, en este caso al Ejército. Además, es algo que las familias valoran. Cuando uno visita algunos hogares, muchas veces las personas muestran los reconocimientos que recibieron sus antepasados por algún hecho muy especial. Es quizás una de las cosas más apreciadas.
Por lo tanto, aprovechando la discusión del veto, quiero solicitar al señor Subsecretario que la institución instaure la condecoración "Mártires de Antuco", para ser entregada en forma póstuma a todos los soldados que fallecieron en ese lamentable episodio, pero también a quienes con su actuación heroica permitieron que las víctimas fatales fuesen menos. Por cierto, el caso Antuco impactó por la cantidad de jóvenes que encontraron la muerte en esa localidad.
Considero que ese reconocimiento ayudaría a complementar la reparación a los familiares, la cual, como se ha señalado aquí, estará constituida en parte por pensiones, en parte por lo que se obtenga en los juicios pendientes en los tribunales, y en parte por el memorial a que se refiere el proyecto, que representa el reconocimiento institucional a las víctimas de la tragedia. Pero -repito- ojalá se estableciera también una condecoración individual que las familias pudieran conservar y que fuera entregada igualmente a los soldados que tuvieron una actitud digna de destacar en ese triste episodio.
No sé si aquello es materia de ley o no, pero, si la institución estuviera facultada para instaurar la condecoración, le pediría que le diera curso. De lo contrario, si fuera materia de ley, sería importante que el señor Subsecretario así lo indicara, porque creo que todos deberíamos presentar una iniciativa tendiente a instituir la condecoración "Mártires de Antuco" para ser entregada individualmente a las familias de los fallecidos.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Terminado el debate.
En votación la observación número 1).
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la observación número 1) (29 votos a favor).
Votaron la señora Alvear y los señores Arancibia, Ávila, Chadwick, Coloma, Espina, Flores, Frei, García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Núñez, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En votación la observación número 2).
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor COLOMA.-
Se borró la pantalla, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Hay que votar de nuevo.
La señora ALVEAR.-
Que se toquen los timbres, entonces, señor Presidente.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Se están tocando, señora Senadora.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En votación.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la observación número 2) (30 votos afirmativos).
Votaron los señores Allamand, Alvear, Arancibia, Ávila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Flores, Frei, García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Kuschel, Larraín, Letelier, Matthei, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Novoa, Núñez, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
"
- rdf:value = " MONUMENTOS EN LOS ÁNGELES Y EN ANTUCO EN MEMORIA DE VÍCTIMAS DE TRAGEDIA DE ANTUCO. VETO
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Observaciones, en segundo trámite constitucional, formuladas por Su Excelencia la Presidenta de la República al proyecto de ley que autoriza erigir un monumento en memoria de los fallecidos en la tragedia de Antuco, con informes de las Comisiones de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y de Hacienda, y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (3882-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 48ª, en 13 de diciembre de 2005.
Observaciones en segundo trámite, sesión 14ª, en 2 de mayo de 2007.
Informes de Comisión:
Educación, sesión 72ª, en 29 de noviembre de 2006.
Educación (observaciones), sesión 21ª, en 5 de junio de 2007.
Hacienda (observaciones), sesión 21ª, en 5 de junio de 2007.
Discusión:
Sesión 73ª, en 5 de diciembre de 2006 (se aprueba en general y particular).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Señores Senadores, por oficio de 18 de abril del año en curso, la Cámara de Diputados comunicó al Senado que había dado su aprobación a la totalidad de las observaciones presentadas por el Ejecutivo .
Las observaciones están dirigidas a los artículos 3º y 4º, y consisten en incrementar el fondo que se crea, con el objeto de recibir erogaciones, donaciones y otras contribuciones con un aporte fiscal de hasta 76 millones 500 mil pesos, cantidad que deberá destinarse preferentemente a la construcción del monumento que la ley autoriza erigir.
Asimismo, incorpora como miembros de la comisión especial encargada de ejecutar la construcción del monumento al gobernador de la provincia de Biobío y al Director de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas .
Las dos observaciones fueron aprobadas por la unanimidad de los integrantes de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (Senadores señores Cantero, Chadwick, Navarro, Núñez y Ruiz-Esquide) y por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión de Hacienda (Honorables señores Escalona, García, Gazmuri y Sabag).
Estas observaciones, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 188 del Reglamento, deben ser discutidas en general y en particular a la vez. Cada una ha de votarse separadamente, y no procede dividir la votación.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que consigna el texto aprobado por el Congreso Nacional, las observaciones formuladas por Su Excelencia la Presidenta de la República y el texto final que resultaría de aprobarse aquellas.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Solicito la autorización del Senado para que ingrese a la Sala el Subsecretario de Guerra, señor Gonzalo García.
--Se accede.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En discusión general y particular las observaciones.
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , solo quiero señalar que en la Comisión de Educación este veto se aprobó en forma unánime, tal como lo indicó el señor Secretario .
Se tuvo a la vista la mayor cantidad de dinero que se requerirá, porque se trata de un monumento de alto costo, dado el lugar donde se va a eregir. Las razones para su construcción son de todos conocidas, porque se trató de un hecho que conmovió al país entero.
En consecuencia, solicito al Senado que preste su aprobación a las observaciones del Ejecutivo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente, voy a votar a favor de las observaciones.
Sin embargo, quiero preguntar al Gobierno si también está contemplado construir un monumento, por ejemplo, en homenaje a todos los carabineros muertos en actos de servicio. Hay muchos: unos fueron asesinados por la espalda; otros, por razones políticas; algunos, por delincuentes, etcétera.
¿Existe alguna iniciativa de esa índole?
Igualmente quisiera saber si respecto de los pilotos mártires de la Fuerza Aérea se tiene contemplado algún tipo de monumento. Porque la lista de caídos en esta rama de las Fuerzas Armadas es muy larga. Unos han muerto en actos de servicio, a veces en condiciones muy precarias, en zonas muy alejadas; otros, en ejercicios de guerra, en fin. A mí me ha tocado presenciar cómo se han caído aviones con los pilotos en su interior.
El señor ÁVILA .-
¿Presenciarlo?
La señora MATTHEI.-
Exactamente, señor Senador.
El señor ÁVILA .-
¿Arriba?
La señora MATTHEI.-
No, abajo; yo estaba en tierra.
En Peldehue, una persona se lanzó en paracaídas, pero este quedó enredado en la cola del avión, el cual cayó con toda la gente que iba a bordo.
Ese mismo día me tocó ver estallar una bomba en el aire, precisamente por la misma cuestión. El avión alcanzó a aterrizar, y nadie sabe cómo, pues una esquirla pasó entre los brazos del piloto y perforó totalmente la nave.
En consecuencia, deseo saber si hay algún tipo de iniciativa tendiente a rendir homenaje también a todos los mártires de las otras ramas de las Fuerzas Armadas.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , yo también voy a votar a favor de este proyecto. Empero, creo que la situación ocurrida en Antuco, además de una tragedia, es una vergüenza nacional.
Lo digo porque hay familias que perdieron quizás lo más preciado que puede tener un ser humano: sus hijos. Y los entregaron para que realizaran el servicio militar. Sin embargo, el Estado de Chile se hizo a un lado, no reaccionó a tiempo, colocó al Consejo de Defensa del Estado y lo obligó a presentar demandas ante los tribunales.
¡Eso es una vergüenza!
Cuando ocurrieron los hechos, nosotros presentamos, junto con varios Senadores, de todos los sectores políticos, dos proyectos de acuerdo -no uno- para pedirle al Estado que hiciera lo mismo que realizó hace muchos años ante la tragedia de la "Janequeo": compensar a las familias afectadas, no con muchas cosas, sino con ayuda para estudios, para sus casas.
Repito: la actuación del Gobierno en este caso constituye una vergüenza: se hizo a un lado.
Alguien presentó este proyecto para erigir un monumento. Sí: aprobémoslo. Pero lo que corresponde es que el Estado de Chile responda a las familias, y no de la forma vergonzosa como lo está haciendo.
En otras circunstancias, cuando murieron personas por violaciones a los derechos humanos, los proyectos corrieron rápido, sobre rieles, y fueron aprobados con grandes mayorías. Sin embargo, para la gente de Antuco no hay nada: apenas lo que tiene el Ejército, que es muy pobre.
Esta cuestión nos pena como país. Esas personas entregaron sus hijos, y hoy se hallan ante los tribunales en negociaciones vergonzosas con el Consejo de Defensa del Estado para recibir migajas.
¡Eso es una vergüenza!
La señora MATTHEI.-
¡Muy bien!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , no tengo información respecto de la pregunta que planteó un señor Senador. Por lo tanto, no puedo responder si se va a presentar una indicación en el sentido se��alado.
Por otra parte, calificar de vergüenza lo sucedido en la situación que motivó la presentación del proyecto en debate me parece un poco exagerado.
Nos correspondió estar presentes en el instante en que ocurrieron los hechos. Ha habido acuerdos con los padres de las víctimas, con sus hermanos. Se entregó cierta cantidad de dinero. Puede discutirse si es suficiente o no. Empero, no ha existido el ánimo de abandonar a esas personas.
Ahora bien, esta iniciativa surge de la sensibilidad habitual en el país cuando ocurre este tipo de tragedias.
Por ende, podemos discutir largamente acerca de si todo se hizo bien y oportunamente. Pienso que pudimos realizar con más rapidez algunas cosas. Pero no me parece que esto pueda ser calificado de "vergüenza nacional".
El señor CANTERO.-
Señor Senador , ¿me concede una breve interrupción?
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Sí, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , lo cierto es que el Consejo de Defensa del Estado se hizo parte en representación del Fisco y ha dilatado, cuando no impedido, el acceso de las familias afectadas a la compensación que el Estado, en mi concepto, debe entregarles.
El problema radica en que esa conducta es repetitiva. Y hay múltiples casos. Por ejemplo, en Tocopilla, una joven madre que salió de su casa para llevar a su hijo al colegio fue alcanzada, mientras escapaban de la cárcel algunos reos, por disparos de gendarmes que la dejaron paralizada de la cintura hacia abajo. Esa mujer reclama al Estado una indemnización. Sin embargo, hasta el día de hoy ella no se ha concretado, pues hay un juicio eterno, durante el cual el Consejo de Defensa del Estado, en representación del Fisco, impide que se haga justicia como corresponde. Y eso -insisto- ha sucedido en diversas ocasiones.
Yo entiendo la indignación del Senador señor Prokurica , porque está expresando el sentimiento de familias que consideran legítimamente que el Estado chileno debe responder ante ellas y sus hijos -todos quedan desamparados-, en vez de impedir que se otorgue la compensación correspondiente.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Recupera el uso de la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , no tengo absolutamente ningún inconveniente en que se pidan antecedentes sobre los casos señalados. Y estoy dispuesto a firmar una solicitud en tal sentido.
Yo no dispongo de la información mencionada por el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Sin embargo, reitero que no tengo reparo alguno para que se formule en mi nombre la solicitud respectiva. Creo que es lo único que nos va a dar tranquilidad a todos.
Esa es mi petición formal, señor Presidente .
Ahora, mi opinión personalísima, a la luz de lo que observé en el instante en que ocurrieron los hechos, es que, considerando la forma como, ante una situación dolorosísima, actuaron el General Cheyre -a quien vi trabajar-, la Intendenta y otras autoridades, y posteriormente, los gobernadores y varios parlamentarios de Gobierno, no hay razón para efectuar un alegato como el que hemos escuchado aquí.
Por eso, señor Presidente, rechazo lo que se ha dicho. Y solicito que se nos entreguen los antecedentes. Con ellos en la mano, cada Senador sabrá si ha actuado como corresponde.
Tampoco creo que sea la forma adecuada de enfrentar una situación dolorosa -no sé si escuché mal- utilizar una expresión referente a un producto chileno.
En definitiva, es un problema que debe ser tratado con extremo cuidado, con mucha precaución. Había que estar ahí para darse cuenta del significado de lo que aconteció. Yo estuve. Muchos más quisieron hacerlo. Nosotros llegamos antes y pudimos estar más cerca.
Por lo tanto, gran calma, serenidad, precaución y cuidado con el dolor de tanta gente. Y si hay que solicitar antecedentes, yo estaré encantado de que se haga. Pero no incurramos en lo que se está insinuando frente a un proceso extremadamente doloroso, tanto como cualquiera de los otros que hemos conocido.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Arancibia.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente , creo que el tema es de suyo delicado. Estoy consciente -porque así lo entiendo y de ese modo he recibido la señal- de que la situación en comento es extremadamente dolorosa para el Ejército, pues reconoce que hubo fallas en los procedimientos y en el entrenamiento de una fuerza. Y eso no puede dejar de reconocerse, ni en esta Sala ni en ninguna otra parte.
Considero fundamental tanto para esa Institución de la República como para cualquier otra, cuando hay una situación de tal envergadura y naturaleza, reconocer los errores -si los hubo-, lamentarlos -porque nadie quiere que se cometan- y tomar las medidas correctivas adecuadas.
Así interpreto las palabras del Senador señor Prokurica , quien nos señala que avancemos en la idea del monumento, pero sin descuidar el otro monumento importante: el del dolor familiar que se generó por una lamentable situación donde sí existen responsabilidades institucionales y personales.
El señor PROKURICA.-
¿Me concede una interrupción?
El señor ARANCIBIA.-
Sí, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , yo no he planteado aquí que las instituciones, la Intendenta, el General Cheyre no actuaron bien. Opino que actuaron dentro de lo que les correspondía y de acuerdo con sus posibilidades. Yo valoro eso. Y aprecio la labor que desarrolló el General Cheyre en su oportunidad.
Lo que estoy diciendo es que el Estado de Chile, en el caso de la "Janequeo", en el de los detenidos desaparecidos y ante otras situaciones dolorosas, envió al Parlamento un proyecto de ley.
La señora MATTHEI.-
Varios proyectos de ley.
El señor PROKURICA.-
¿para compensar a las familias de las víctimas.
En el caso que nos ocupa no envió ninguno. Esperó que las familias lo demandaran en los tribunales, para llegar a acuerdos después, cuando el Consejo de Defensa del Estado -como mencionó el Senador señor Cantero - negociara con ellas los montos de las indemnizaciones.
Señor Presidente -lo digo con sinceridad-, creo que eso es lo que se perdió.
Agradezco al Senador señor Arancibia la interrupción.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, retomo el hilo de lo que estaba exponiendo.
Concuerdo totalmente con el Honorable señor Prokurica -esa señal me ha llegado de distintas direcciones- en que las familias de las víctimas de la tragedia de Antuco sienten que no ha habido en las autoridades disposición para otorgarles una suerte de compensación, no digo que palíe su dolor -es absurdo pensar en eso-, sino que permita a quienes las integran alguna proyección educacional, mejoría en vivienda, en fin.
Creo que aquello es tanto o más importante que el monumento mismo.
Ahora, a propósito de la inquietud de la Senadora señora Matthei en cuanto a si habrá alguna iniciativa vinculada con los mártires de la Fuerza Aérea, de la Armada, de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, pienso que de alguna manera podríamos aprovechar la buena voluntad existente y aprobar la erección de un monumento, no para el caso puntual de Antuco, sino para los mártires por la paz. Porque todas las instituciones los tienen. Y la verdad es que el proyecto que nos ocupa envuelve un reconocimiento muy especial a un hecho específico.
En tal sentido, es posible que el cambio del título, la inscripción y la apertura de un libro donde queden registrados, en el centro del monumento, cuáles son los mártires constituyan elementos que den mayor trascendencia, aun cuando aquel esté erigido cerca de Antuco.
Me parece que de esa forma podríamos rendir tributo a mártires de otras instituciones a quienes nunca nadie les ha reconocido nada.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo) .-
Señor Presidente , me parece que todos estamos de acuerdo en que es justo que se erija un monumento. Eso no merece ser discutido entre nosotros. Pero aquí se ha planteado un asunto no menor. Y sobre ese punto, en mi concepto, es importante procurar obtener un acuerdo.
Aquí no se trata de un caso aislado, lamentable, de un hecho fortuito y donde el Estado tiene responsabilidad indirecta, sino de jóvenes que estaban cumpliendo con el servicio militar; que prestaban un servicio fundamental para la seguridad del país, y que, por razones que no corresponde analizar hoy día, perdieron la vida. En consecuencia, la responsabilidad del Estado como un todo es ineludible.
Por eso, me declaro partidario de que se entreguen los antecedentes respectivos a una Comisión del Senado para que podamos llegar a un acuerdo que signifique, no diría yo reparar un daño que es irreparable, pero al menos que las familias afectadas no se sientan abandonadas y vean comprensión por parte de todos nosotros.
Eso es fundamental, señor Presidente.
Para tal efecto, podríamos solicitar los antecedentes del caso. Y si no existieran, deberíamos proponerle al Ejecutivo un mecanismo que hiciera factible una respuesta a esas familias como Estado, como sociedad.
De otro lado -considero relevante dejar constancia al respecto-, en lo ocurrido en Antuco hay claramente responsabilidad de la Institución en sí.
Sobre el particular, sería bueno que supiéramos cómo se han ido estableciendo las responsabilidades de quienes tenían en sus manos las vidas de los jóvenes que estaban cumpliendo su servicio militar. Porque resulta increíble que aquellos muchachos hayan encontrado la muerte, en circunstancias de que la tragedia, a todas luces, pudo haberse evitado.
Por eso, señor Presidente , creo que podemos dar un paso positivo en esos dos aspectos. Uno, que se nos entreguen los antecedentes que existen; y si no los hay, que nosotros propongamos una salida razonable, honorable. Y dos, en cuanto a las responsabilidades que se están estableciendo en los tribunales de justicia, que se nos haga saber en qué nivel se hallan, porque eso es beneficioso para todos, pero en particular para la Institución de que formaban parte los jóvenes conscriptos fallecidos.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente , en esta discusión no ha habido un cuestionamiento a la actuación de las autoridades en el minuto de la tragedia.
El señor PROKURICA .-
Así es.
El señor ORPIS.-
Lo que se cuestiona es la actuación posterior.
Me parece que el debate a ese respecto es válido. Y, tal como se ha expresado acá, no sólo es válido en cuanto a Antuco.
Aquí se mencionó una serie de hechos. Y, mientras se desarrollaban las intervenciones, recordé con mucha emoción lo ocurrido en Alto Hospicio. Ahí las instituciones del Estado terminaron estigmatizando a las víctimas y no creyéndoles a sus familias simplemente por ser modestas. Y, tal cual se ha señalado durante el debate, se pidió formalmente al Ejecutivo un proyecto de ley reparatorio. Pero uno ve que, respecto de casos tan emblemáticos como los de Antuco y Alto Hospicio, el Gobierno se ha negado en forma sistemática a la acción reparatoria que -según se dijo- ha sido considerada tan válida para otras situaciones.
A mi juicio, cuando se llega a los límites alcanzados en determinados casos, se justifica que el Estado, tal como lo hizo en el pasado y con la concurrencia de nuestros votos, determine una acción reparatoria relativamente proporcional al daño provocado, que, obviamente, será irreparable en caso de muerte, como aconteció con los conscriptos de Antuco y con las jóvenes de Alto Hospicio, hecho este último que conocí en forma muy directa.
Espero que el Estado asuma las acciones reparatorias en circunstancias extremas y que ellas se expresen en un proyecto de ley, de manera de llevar un poco más de tranquilidad a los espíritus de muchas personas que han sufrido lo indecible.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Núñez.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , no era mi intención intervenir, porque me parecía interesante el debate. Pero se hizo referencia a un asunto que nada tiene que ver con la materia del proyecto.
Todos estamos de acuerdo en que es necesario reparar a aquellos que han sido víctimas por negligencia del Estado o de alguna de sus instituciones.
Sin embargo, aquí se ha señalado que quienes fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos han recibido prácticamente todos los beneficios del Estado. Y eso no es así. Todavía hay numerosos chilenos que no cuentan con ninguna ayuda tras haber estado presos y haber sido torturados en las cárceles de Pinochet. Muchos otros fueron despedidos de sus cargos o vivieron las situaciones que todos conocemos, pero todavía no reciben beneficio alguno.
Por lo tanto, no resulta admisible decir aquí que sólo han sido favorecidas las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Eso no es cierto. Por Carmelo Soria y por mucha gente que fue víctima de violaciones de aquella índole el Estado no repara aún absolutamente nada.
En consecuencia, me parece del todo injusto analogar dos situaciones respecto de las cuales no existe ninguna posibilidad de comparación conforme a la lógica más elemental.
Todos estamos de acuerdo en que hay que reparar, pero no sólo a quienes fueron dañados en Antuco a raíz de una mala conducción por parte de oficiales del Ejército o a los familiares de las víctimas fatales. Por cierto, lo mismo se debe hacer en el caso de Iquique y en el de todos los soldados que han sido mal conducidos por sus superiores.
Recuerdo también una tragedia ocurrida en la Marina. No sé si respecto de ella existe un monumento como el de las víctimas de la "Janequeo".
Entiendo que otros barcos de la Armada chilena, debido a mala conducción por parte de sus oficiales, han generado problemas parecidos.
Todos concordamos en que debe haber reparaciones para los afectados. Pero no se diga que las víctimas de violaciones a los derechos humanos son las únicas que han conseguido casi todos los beneficios del Estado, pues muchas todavía no reciben reparación alguna.
Esa es la verdad de las cosas.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.
El señor LETELIER .-
Señor Presidente , pensaba hacer referencia a lo mismo que ha indicado el Senador señor Núñez .
El proyecto, en sí, tiene su lógica. Creo que todos fuimos impactados por la tragedia de Antuco. Entendemos que lo particular de ese caso es que hubo responsabilidad de agentes del Estado, por una negligencia que llevó a la muerte a un grupo de jóvenes que estaban sirviendo a la patria. De ahí la conmoción suscitada. Y de ahí la importancia de la posibilidad de construir un monumento.
Por cierto, me sumo a la sorpresa que puede causar a algunos, en este caso puntual, el accionar del Consejo de Defensa o de otras entidades. Pero me encantaría que hubiese una política única respecto a cómo queremos que el Estado proceda frente a actos y hechos que atentan contra la dignidad o la vida de las personas.
En el Parlamento se encuentra un proyecto de ley para reparar el daño por el asesinato de Carmelo Soria. Y uno queda tremendamente sorprendido cuando constata cuál fue el comportamiento del Consejo de Defensa en otras etapas. Pero pienso que eso se debe, entre otras cosas, a la falta de una definición del Congreso y de una ley marco acerca de cómo queremos que el Estado asuma sus responsabilidades frente a determinados hechos.
Es cierto que nuestra historia reciente tiene una carga emocional, ante lo que fueron la dictadura y la violación de derechos humanos, por un lado, y lo que ha planteado la Senadora señora Matthei , por otro, quien habla de los mártires de las distintas instituciones armadas. Estimo que ello es absolutamente legítimo. Y podemos tener puntos de vista diferentes respecto de la historia, pero, si miramos hacia adelante, deberíamos tratar de llegar a una ley marco que estableciera cómo ha de actuar el Estado cuando es responsable de hechos que llevan a que personas pierdan la vida. Considero que esa sería una mirada más propositiva y que este debate ha sido útil en ese aspecto.
Lo cierto es que situaciones de tal naturaleza ocurren todos los días. Por ejemplo, al caer de un tren -Ferrocarriles es una empresa estatal-, una joven resultó con sus piernas y brazos amputados. Hubo negligencia del Estado. ¿Cuál es la actitud del Consejo de Defensa en esas circunstancias? Lo planteo porque es un tema que en algún momento deberá abordar el Congreso.
Comprendo la indignación del Honorable señor Prokurica en el caso de que se trata. Entiendo que lo inspira un sentimiento hacia familias que perdieron a sus hijos. Y, por cierto, nos gustaría que el Consejo de Defensa u otros entes no estuvieran "ratoneando" monedas, porque, como indicaba el Senador señor Arancibia , nunca se logra reparar, sino sólo mitigar. Y necesitamos una política más global en ese sentido.
Este monumento ayuda en algo a mitigar ese dolor. Y es un pronunciamiento de toda la sociedad. Por eso, votaremos a favor.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.-
Señor Presidente , creo que de la conversación de hoy surge, en primer lugar, el tema de realizar algún tipo de homenaje a los mártires que efectivamente registran las distintas ramas de las instituciones castrenses. El caso Antuco fue algo muy doloroso, muy presente en la prensa y en la conciencia de todo el mundo; pero no me parece justa la situación planteada, porque, por ejemplo, en Carabineros son centenares los caídos. Por lo tanto, considero que lo relacionado con un monumento debiera contemplarse para los mártires de todas las Fuerzas Armadas y de Orden.
También quisiera referirme a la reparación económica.
En diversas oportunidades me he reunido con viudas de carabineros fallecidos en actos de servicio o asesinados por razones políticas, muchos de ellos por la espalda. Y se encuentran en condiciones miserables. Pienso que una gran cantidad de esas mujeres estarían felices con las pensiones que hemos entregado aquí a los exonerados.
Hemos estudiado ya tres o cuatro proyectos distintos que favorecen a este último sector. Y muchos de los que han recibido esos beneficios ni siquiera fueron despedidos por razones políticas:¿
El señor NÚÑEZ .-
El señor Jarpa , por ejemplo.
La señora MATTHEI.-
¿ sencillamente, perdieron el trabajo.
El señor NÚÑEZ .-
El señor Jarpa .
La señora MATTHEI.-
Tengo entendido que dirigentes locales de diversos partidos de la Concertación se dedican a captar gente y a tramitar pensiones para supuestos exonerados. Y les inventan toda clase de certificados y de puestos que nunca tuvieron, y también que los echaron por razones políticas. De hecho, me acuerdo de haber visto las tribunas llenas con esas personas, creo que justo antes de una elección.
En consecuencia, me parece increíble que a los exonerados políticos les den unas pensiones enormes, mientras que a las viudas de carabineros les entreguen otras realmente de hambre.
Estimo que hay mucho que ver todavía en esta materia.
Pienso que lo ideal sería que el proyecto volviera a Comisión para darle una visión un poco más global que la de ahora.
Gracias.
El señor NARANJO.-
Es un monumento, no una reparación económica.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , estoy de acuerdo en que se estructure una institucionalidad que actúe con un común denominador de justicia cada vez que tenga lugar un hecho que signifique o un atentado a la vida de seres humanos o que el Estado tiene responsabilidad.
Resulta indiscutible que en el caso de Antuco existe una irresponsabilidad inmensa. Tampoco podemos culpar a la Institución, porque no cabe ninguna duda de que un funcionario, con un descriterio estratégico y militar, y en una actitud realmente mesiánica, fue el autor de la muerte de los 45 jóvenes. Como decía una madre, estos fueron llevados a cumplir con la ley llenos de alegría -así los entregaron sus padres- y posteriormente fueron recibidos en un ataúd, perdiéndose, quizás, una de las pocas satisfacciones que esos sectores socioeconómicos pueden experimentar.
Porque, felizmente, hemos ido corrigiendo las leyes y al menos hoy llegan a cumplir con el servicio militar muchachos que sienten la vocación y el llamado, pues se ha llevado a cabo una modernización y se ofrecen bastantes alternativas. Pero durante mucho tiempo -y diría que hasta cuando los jóvenes desaparecidos ingresaron al sistema- se seleccionó fundamentalmente de entre quienes provenían de los sectores más modestos de nuestra sociedad. No constituye ningún secreto que para eludir la aplicación de la normativa había muchos subterfugios, utilizándose incluso documentos de salud falsos que llegaban hasta lo ridículo para evitar que muchachos de otros ámbitos cumplieran con la ley.
Por lo tanto, me parece justo, cuando el Estado tiene responsabilidad, que asimismo exista un criterio de Estado para compensar los errores en ese sentido.
Pero excúsenme Sus Señorías que también haga presente que no puede haber muertos de primera, de segunda o de tercera clase; que, frente a situaciones de un atentado contra los derechos humanos o de responsabilidad del Estado, algunos sean valorados en millones de dólares, y otros, en 80 mil o en 90 mil pesos.
Un señor Senador, cuya posición respeto pero no comparto, se refirió al caso del señor Carmelo Soria , que hoy está pidiendo una indemnización de un millón y medio de dólares.
El señor NARANJO .-
Él no la está pidiendo.
El señor NÚÑEZ .-
Está muerto. ¿Cómo va a pedirla?
El señor MUÑOZ BARRA.-
Lo está haciendo su familia.
Ruego que mi posición, que también es respetable, no sea distorsionada de una manera tan burda por un estimado colega cuyas intervenciones siempre me merecen deferencia.
Los familiares están pidiendo un millón y medio de dólares, con relación a lo cual se ejerce la presión de que si el Estado no paga se recurrirá a tribunales internacionales y será factible que el monto aumente a 3, 4 ó 5 millones.
Mi posición ha sido la de que esos organismos jurisdiccionales obliguen al Estado chileno a pagar 5 millones de dólares, porque no me cabe duda de que una vida humana no tiene precio y de que su pérdida no se puede resarcir con una cantidad determinada.
Pero así como la vida de algunas personalidades vale un millón y medio o 5 millones de dólares, la de Pedro Rosales, la de Juan Pérez o la del ciudadano común y corriente que a veces muere luchando por ciertas utopías debe tener un valor similar.
Por eso, quiero decir derechamente que me he opuesto, en la Comisión donde se estudia la iniciativa pertinente, a que se compense a algunos con cantidades de esa magnitud, en circunstancias de que miles de compatriotas -como también lo han planteado seriamente Senadores de estas bancadas- han recibido 75 mil, 80 mil o 90 mil pesos, o bien, absolutamente nada.
Lamento que, en un proyecto tan acotado, tan específico, como el relativo a construir un monumento absolutamente justo para soldados chilenos, estemos, en cierta forma, jugando con los muertos o torturados "tuyos" o "míos".
Lo que debemos hacer, en estas circunstancias, es referirnos a la iniciativa en debate.
Y coincido con la idea de que entre todos los sectores políticos representados aquí, bajo el sistema republicano imperante -los democráticos de la Alianza, sentados frente a nosotros, y los de la coalición gobernante-, podríamos ejercer una presión, por la vía de proyectos de acuerdo, a fin de que en el Estado, en este caso representado por nuestro Gobierno, se establezca una institucionalidad que funcione por parejo cada vez que se deban reparar situaciones como la que hoy día nos ocupa.
Señor Presidente, me ha pedido una interrupción el Honorable señor Prokurica, a quien se la concedo, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Puede hacer uso de ella el señor Senador.
El señor PROKURICA.-
Perdón por intervenir a cada momento, señor Presidente , pero coincido plenamente con lo expuesto por el Honorable señor Muñoz Barra . Hago presente que nosotros preparamos dos proyectos de acuerdo de esta Corporación que le enviamos al Gobierno. No deseo manifestarle ahora al señor Senador lo respondido, pero puedo informarle de ello en otro momento.
Además, remitimos una iniciativa ya elaborada, al mismo estilo de lo que el Estado realizó en el caso de la Janequeo, en su oportunidad, y otros.
Por eso, creemos que lo que ahora llega es inoportuno.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Puede proseguir el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Termino puntualizando, señor Presidente , que votaré favorablemente -y también mi Honorable colega de bancada- las observaciones.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Me ha solicitado intervenir el señor Subsecretario de Guerra, para lo cual solicito el acuerdo de la Sala.
Acordado.
Tiene la palabra el señor García.
El señor GARCÍA ( Subsecretario de Guerra ).-
Señor Presidente , el proyecto no es de los que nos hubiera gustado presentar, por el hecho doloroso que hay detrás del reconocimiento.
Se trata de una iniciativa generada por varios señores Senadores, algunos de ellos presentes.
A lo que apunta es a viabilizar la existencia de un monumento respecto del cual se carecía de recursos para materializarlo.
Adicionalmente, debo expresar que con ello se cumple la penúltima de las iniciativas en torno a todo lo relativo al asunto de Antuco, que, por cierto, es particularmente doloroso para el Estado.
Cabe consignar que las 45 familias involucradas han recibido las indemnizaciones legales y las pensiones correspondientes al régimen de las Fuerzas Armadas.
Lo que se debate son las indemnizaciones por responsabilidad del Estado, con relación a las cuales cuatro familias han llegado a acuerdo. Otros dos grupos de familias, cuya representación está en manos de sendos abogados, se encuentran en tratativas que esperamos que se resuelvan pronto.
Por otro lado, existe un programa de beneficios de salud, educación y vivienda para los familiares de las víctimas y los sobrevivientes de Antuco. Se contempla un sistema que abarca a 94 de estos últimos, permaneciendo 54 de ellos dentro de la Institución y, por ende, cubiertos por todo tipo de beneficios.
Con motivo de tragedias tan dolorosas como esta se deben hacer reconocimientos institucionales de modificación de las conductas. Desde el punto de vista histórico, se instauró el Día del Conscripto, no sólo por aquellos que nos ocupan, sino también por los 107 años de conscripción y por todas las víctimas registradas hasta la fecha. Y algo muy importante, realizado por el Congreso, es el cambio de las estructuras propias del servicio militar, lo cual ha llevado a que en 2007 hayamos tenido por primera vez la voluntariedad, lo cual representa la verdadera respuesta institucional a los cambios en la concepción del servicio militar obligatorio.
Por cierto, existen muchas cuestiones pendientes, en forma adicional, pero no en el Ejecutivo: las casaciones, en la Corte Suprema, para verificar las responsabilidades penales, y, por cierto, las negociaciones, en el marco del Consejo de Defensa del Estado.
Por último, realizaremos un recuento de todos los beneficios y las obligaciones derivados del caso Antuco. Estas últimas no son pocas. Ello ha sido respondido en su oportunidad. Y si algo resulta incompleto, no tenemos ninguna dificultad en verificar los alcances de nuestras respuestas en ese marco. Pero de lo que se trata es de analizar los proyectos en su propio mérito y no agregar mayores agravios a una situación de por sí dolorosa.
Así que, desde ese punto de vista, solicito el respaldo para la iniciativa.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Antes de ceder la palabra, el señor Secretario hará una aclaración.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
El señor Presidente pondrá en votación las observaciones de la Primera Mandataria .
Legal y reglamentariamente, corresponde pronunciarse por cada una de ellas. Como es obvio, no se les pueden efectuar modificaciones y se deben resolver separadamente.
Tampoco es posible dividir la votación.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente , me surge una duda reglamentaria.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LONGUEIRA.-
¿Es factible formular alguna sugerencia o indicación, por unanimidad, en este trámite?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
No.
El señor LONGUEIRA.-
Debemos referirnos exclusivamente, entonces, a cada observación del Ejecutivo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Así es.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Su Señoría debe decir "sí" o "no" a lo propuesto por la Presidenta en el veto.
El señor LONGUEIRA.-
También puedo abstenerme.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Claro.
Tiene la palabra el Honorable señor Pérez Varela.
El señor PÉREZ VARELA .-
Señor Presidente , deseo recordar en la Sala que este proyecto de ley ya fue aprobado tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado y que se originó días después de la tragedia del año 2005 en Antuco, provincia del Biobío, donde murieron trágicamente 45 personas.
Entiendo que las observaciones de la Presidenta de la República tienden a agregar dos elementos, uno de los cuales me parece muy adecuado. Me refiero a garantizar que en la comuna de Antuco se puede levantar un monumento en memoria de esos 45 soldados, lo que considero apropiado en ese contexto o marco.
Por lo tanto, vamos a votar a favor, porque entendemos que ello viene a enriquecer la iniciativa que presentamos -de la cual soy uno de los autores- para rememorar a esos mártires del Ejército.
Otra cosa distinta, que puede ir por un canal absolutamente paralelo y que no es motivo del texto en análisis, es la actuación del Estado frente a esta tragedia.
Se han cumplido dos años de los sucesos. En el Regimiento de Los Ángeles se han realizado dos ceremonias -con la presencia, en una de ellas, de la Presidenta de la República , y en la otra, del señor Ministro de Defensa - para recordar los hechos. Y hemos demorado más de dos años en concretar siquiera un monumento respecto de dicho acontecimiento, que ojalá nunca más vuelva a suceder.
Comparto las apreciaciones del señor Subsecretario de Guerra en cuanto a que se han tomado medidas para que el suceso no se repita. Pero no hay duda -y entiendo y también comparto las apreciaciones del Senador señor Prokurica - de que en este caso hemos actuado de una manera distinta a como lo ha hecho el Estado en situaciones similares. Y considero bueno colocar esta materia en el debate, porque no hay duda de que el Estado tiene responsabilidad en ella. Los jóvenes salieron de campaña por instrucción de una institución estatal. Ellos recibieron órdenes de carácter militar que al final les causaron la muerte. Por eso, a mi juicio, el Estado no puede exigir que las familias tengan que demandar y recurrir a los tribunales de justicia.
Ese tema, sin duda, va en paralelo con el presente proyecto. Y ojalá pudiéramos sensibilizar al Estado y al Gobierno para que actuaran de manera distinta. Se está obligando a las familias afectadas a enfrentarse con el Consejo de Defensa del Estado, cuestión que nosotros no deberíamos aceptar. Tenemos que pedir al Ejecutivo que proceda de otro modo.
Lo anterior -reitero- corre por un carril distinto, pero no por ello debemos dejar de plantearlo.
El veto persigue un objetivo muy simple: perfeccionar el proyecto, aprobado tanto por la Cámara de Diputados como por el Senado, lo cual nos parece pertinente.
Por esa razón, lo vamos a votar a favor.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
¿Me concede una interrupción, señor Senador ?
El señor LONGUEIRA.-
Con mucho gusto, con la venia de la Mesa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, antes del término del debate, deseo hacer el siguiente planteamiento.
Creo que la discusión ha sido enriquecedora en cuanto a lo que debemos seguir haciendo. Respecto a las decisiones que ya se han tomado, las conocemos y sabemos que no estamos todos de acuerdo, porque así ha sido la historia de Chile en los últimos tiempos.
Sin embargo, junto con votar las observaciones, quiero pedir al Senado que adopte otra resolución.
La Senadora señora Matthei me ha indicado que no va a insistir en la segunda discusión,¿
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
No puede haberla.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
¿ por lo cual ahora podríamos tomar el acuerdo de solicitar formalmente al señor Subsecretario de Guerra -con el compromiso de su aceptación, como me lo ha mencionado- que en un plazo breve el Ejecutivo envíe un proyecto capaz de enfrentar las múltiples posibilidades futuras, a fin de que exista una legislación que permita al Estado ir en apoyo de las personas afectadas.
Se podrían tratar los dos temas de inmediato, o bien, uno primero y el otro después.
Así que pido a los señores Senadores que apoyen las observaciones y también la idea que he manifestado.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.
El señor LONGUEIRA.-
Señor Presidente , tal como planteó el Senador señor Pérez Varela , el proyecto nació en la Cámara de Diputados a instancias de varios parlamentarios de la UDI. Y, sin lugar a dudas, ha sido perfeccionado con las observaciones presentadas por el Ejecutivo , que permiten su financiamiento.
Quienes hemos sido parte de comisiones para erección de monumentos sabemos que lo que más cuesta es conseguir los recursos. Por lo tanto, creo que el veto da algún grado de viabilidad a la obra que recordará a los caídos en Antuco.
Habrá una comisión especial integrada, entre otros, por los dos Senadores de la circunscripción y los dos Diputados del distrito correspondiente, a quienes espero que les vaya muy bien con los cuantiosos recursos que tendrán que reunir para construir un gran memorial, como el que deseamos para las familias de los mártires.
Precisamente, en el espíritu de la idea de legislar del proyecto, que representa una forma de reparar el daño moral causado a los parientes de los fallecidos, quiero plantear al señor Subsecretario -desconozco si es o no materia de ley- si existe la posibilidad de que, así como habrá un reconocimiento mediante un memorial, tenga también lugar un reconocimiento individual. Considero pertinente que las instituciones militares del país establezcan una condecoración, fruto de la situación heroica vivida, para ser entregada en forma personalizada a las familias de los jóvenes que dieron su vida al servicio del país. Y no sólo a los parientes de los fallecidos, sino también a los soldados que con sus valientes actos permitieron salvar de la muerte a otras personas.
Creo que el episodio de Antuco caló profundamente en la comunidad nacional. Tenemos el ejemplo de numerosos jóvenes chilenos que con gran sacrificio entregan un año de sus vidas a las instituciones armadas, en este caso al Ejército. Además, es algo que las familias valoran. Cuando uno visita algunos hogares, muchas veces las personas muestran los reconocimientos que recibieron sus antepasados por algún hecho muy especial. Es quizás una de las cosas más apreciadas.
Por lo tanto, aprovechando la discusión del veto, quiero solicitar al señor Subsecretario que la institución instaure la condecoración "Mártires de Antuco", para ser entregada en forma póstuma a todos los soldados que fallecieron en ese lamentable episodio, pero también a quienes con su actuación heroica permitieron que las víctimas fatales fuesen menos. Por cierto, el caso Antuco impactó por la cantidad de jóvenes que encontraron la muerte en esa localidad.
Considero que ese reconocimiento ayudaría a complementar la reparación a los familiares, la cual, como se ha señalado aquí, estará constituida en parte por pensiones, en parte por lo que se obtenga en los juicios pendientes en los tribunales, y en parte por el memorial a que se refiere el proyecto, que representa el reconocimiento institucional a las víctimas de la tragedia. Pero -repito- ojalá se estableciera también una condecoración individual que las familias pudieran conservar y que fuera entregada igualmente a los soldados que tuvieron una actitud digna de destacar en ese triste episodio.
No sé si aquello es materia de ley o no, pero, si la institución estuviera facultada para instaurar la condecoración, le pediría que le diera curso. De lo contrario, si fuera materia de ley, sería importante que el señor Subsecretario así lo indicara, porque creo que todos deberíamos presentar una iniciativa tendiente a instituir la condecoración "Mártires de Antuco" para ser entregada individualmente a las familias de los fallecidos.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Terminado el debate.
En votación la observación número 1).
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la observación número 1) (29 votos a favor).
Votaron la señora Alvear y los señores Arancibia, Ávila, Chadwick, Coloma, Espina, Flores, Frei, García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Larraín, Longueira, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Núñez, Ominami, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
En votación la observación número 2).
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor COLOMA.-
Se borró la pantalla, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Hay que votar de nuevo.
La señora ALVEAR.-
Que se toquen los timbres, entonces, señor Presidente.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
Se están tocando, señora Senadora.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
En votación.
El señor HOFFMANN ( Secretario General ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba la observación número 2) (30 votos afirmativos).
Votaron los señores Allamand, Alvear, Arancibia, Ávila, Bianchi, Cantero, Chadwick, Coloma, Flores, Frei, García, Gazmuri, Girardi, Gómez, Kuschel, Larraín, Letelier, Matthei, Muñoz Barra, Naranjo, Navarro, Novoa, Núñez, Orpis, Pérez Varela, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag y Vásquez.
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