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El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Señor Presidente del Senado de la República de Polonia, don Bogdan Borusewicz ; señores miembros de la delegación; señores Embajadores; Honorables Senadoras y Senadores:
Es un privilegio para mí poder recibirlo en la casa del Senado de Chile, así como también al resto de la comitiva que lo acompaña.
Su presencia en nuestro país es una demostración de los sólidos lazos de amistad que ambas naciones han venido construyendo, principalmente en los últimos años.
No obstante, nuestra relación proviene de hace muchos años y quiero simbolizarla en la presencia de un notable polaco que prestó un enorme servicio a la educación chilena durante buena parte del siglo XIX. Me refiero al científico Ignacio Domeyko, quien fue sucesor de don Andrés Bello en la rectoría de la Universidad de Chile, la más antigua de nuestro país. Su aporte fue fundamental para una nación joven que recién comenzaba a dar forma a su sistema de educación superior.
Por otra parte, aunque en contextos económicos, sociales y políticos distintos, Chile y Polonia vivieron procesos similares y casi simultáneos de transición a la democracia. Y, por lo mismo, es que compartimos plenamente la defensa del sistema democrático y la promoción de principios irrenunciables como la libertad, el respeto a los derechos humanos y la búsqueda de acuerdos.
En estos años ambos países han entendido que esta convergencia de valores y la similitud de nuestras experiencias son una gran oportunidad para fortalecer nuestra relación bilateral. Precisamente, a partir del restablecimiento de los vínculos diplomáticos, en marzo de 1990, ésta ha experimentado un interesante proceso de consolidación.
En el plano político es donde más hemos avanzado. Y ello se refleja en el nutrido intercambio de visitas al más alto nivel y que hoy se enriquece con su presencia en Chile. En este sentido, deseo recordar con gran afecto al ex Presidente señor Lech Walesa, a quien tuve el honor de recibir en 1995 en mi calidad de Primer Mandatario. En 1999, también como Jefe de Estado, realicé una visita a Polonia, que incluyó la ciudad de Cracovia.
La solidez que ha alcanzado nuestra relación diplomática nos ha permitido concretar importantes convenios de cooperación económica. Es el caso del Acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, en vigor desde el año 2000, y el Acuerdo para evitar la doble tributación, vigente a partir de 2004.
Estos instrumentos han favorecido un mayor dinamismo en nuestro intercambio bilateral. De hecho, de los diez países que ingresaron a la Unión Europea el 1º de mayo de 2004, Polonia es el mayor socio comercial de Chile.
No obstante, las cifras están lejos de ser óptimas y no reflejan la profundidad que han alcanzado nuestros vínculos políticos. Podemos y debemos hacer mucho más al amparo del Acuerdo de Asociación Estratégica vigente entre Chile y la Unión Europea.
Polonia puede ser una puerta de entrada para nuestras exportaciones hacia el poco explorado mercado de Europa del Este, mientras que Chile es la plataforma ideal para intensificar el ingreso de productos polacos en América Latina, a través de las costas del Pacífico.
En vista de este objetivo, necesitamos buscar con voluntad política e imaginación nuevos caminos que permitan dar pasos más audaces en el ámbito comercial, sacando mayor provecho a los instrumentos de que nos hemos provisto para tal fin.
Quiero destacar también la importancia que le asignamos a la diplomacia parlamentaria, que ha sido una gran colaboradora en nuestras relaciones. Asimismo, deseo subrayar la visita que realizó el Honorable señor Sergio Romero -en su calidad de Presidente del Senado- a Polonia el 2006.
Estimado señor Presidente, en nombre de todos los Senadores de mi país quiero reiterarle nuestra gratitud por su presencia en nuestra casa. Además, deseo distinguirlo con la Medalla del Senado de Chile, que es la máxima condecoración que entrega esta Corporación a las más ilustres personalidades que la visitan.
Recíbala como fiel testimonio de la amistad y simpatía que sentimos por el pueblo polaco y como una sincera demostración de nuestro ánimo de seguir trabajando en la consolidación de nuestros vínculos políticos, económicos y culturales.
He dicho.
--El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ) impone al señor Presidente del Senado de Polonia la condecoración Orden al Mérito del Senado de la República de Chile.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Presidente del Senado de Polonia.
El señor BORUSEWICZ (Presidente del Senado de Polonia).-
Honorable Presidente del Senado, Honorables Senadoras y Senadores:
Me siento muy honrado de tener la grata oportunidad de reunirme con ustedes, Senadores de la República de Chile. Quiero agradecer cordialmente al señor Presidente y a la Presidencia de la Cámara Alta por la invitación a la delegación del Senado de la República de Polonia para realizar una visita a su país, tanto más cuanto que ésta es para mí la primera oportunidad que tengo de hacerlo.
Deseo agradecer también la condecoración que me ha sido otorgada, que aprecio enormemente y que siempre me recordará la visita a Chile, un país lejano, pero al mismo tiempo tan cercano a los polacos. Recordemos que cuando Polonia no existía en el mapa de Europa, aquí, en Chile, muchos de mis compatriotas encontraron un refugio seguro y la posibilidad de una vida tranquila y digna. Agradecieron esta hospitalidad con trabajo duro, contribuyendo al desarrollo y bienestar de esta bella nación. El símbolo de aquella época y de los lazos que unen a nuestros países es la figura de Ignacio Domeyko, célebre geólogo y mineralogista polaco, investigador de la América del Sur y padre de la minería chilena. También en Polonia apreciamos la obra de este genial científico y noble ser humano. En 2002, el Senado de Polonia adoptó la resolución de celebrar el aniversario de 200 años del nacimiento de Ignacio Domeyko.
Ayer tuve el placer y el honor de inaugurar en el Centro Montecarmelo del Instituto Cultural de Providencia la exposición "Polacos en Chile", que presenta de una manera excelente el aporte de los polacos (desde los inicios del siglo XIX) al desarrollo de la técnica, la industria y la cultura de Chile. Visité esta exposición con gran interés, y me siento orgulloso de que nuestros lazos históricos sean tan significativos y de que mis compatriotas hayan aportado tanto al desarrollo de este país.
Sin embargo, nuestras naciones tienen algo más en común que la historia. Nos parecemos en las experiencias dolorosas de un pasado reciente, que hasta hoy día despiertan controversias y debates. Vivimos un período en que los ciudadanos no podían disfrutar de libertad plena y sufrían represiones. Con la experiencia de aquella época, apreciamos de manera especial los valores democráticos y los derechos humanos. Sé que los chilenos comparten estas convicciones. Aunque los caminos que nos llevaron a la democracia han sido diferentes, tenemos en común la misma voluntad de consenso y de resolver conflictos políticos mediante el diálogo. Tengo un gran aprecio por las personas en Chile, que supieron superar el pasado traumático y lograron la reconciliación, el consenso para la democracia.
Nos alegra el hecho de que la situación política de este país sea tan estable, lo cual lo distingue de muchas naciones de América Latina y lo acerca en términos de madurez de la democracia a los países de la Unión Europea. Chile es, junto con México, una de las dos naciones de América Latina que suscribieron el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea, lo cual es muy provechoso y prometedor para la cooperación entre nuestros países.
Estamos muy satisfechos por el nivel de las relaciones bilaterales. Numerosas visitas de alto nivel; muy buenos contactos interparlamentarios; la actividad de los grupos parlamentarios polaco-chileno y chileno-polaco; el incremento de intercambio comercial, sobre todo después de que Polonia ha pasado a formar parte del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Chile; una activa cooperación entre las industrias militar y aeronáutica, así como también la cooperación cultural y científica y los contactos de las ciudades hermanas: todo ello demuestra un excelente nivel de cooperación entre Polonia y Chile.
Nosotros, como parlamentarios, apreciamos especialmente el rol de la diplomacia parlamentaria y sabemos cuánto puede lograrse gracias a nuestras relaciones y visitas.
Recuerdo con nostalgia nuestros primeros contactos después de la transición en Polonia y en Chile. Entre ellos, la visita a Polonia en 1999 del señor Presidente del Senado, en aquel tiempo Presidente de la República. Siento mucho que su distinguido padre, el Presidente Eduardo Frei Montalva, no haya alcanzado a ver el tiempo de paz y los cambios democráticos en el Chile contemporáneo por los que había luchado.
Señor Presidente, distinguidos señores Senadores:
Quiero dar las gracias en nombre de la Delegación del Senado de la República de Polonia y en el mío propio por la cordial bienvenida, la extraordinaria hospitalidad y la oportunidad de poder reunirnos con ustedes en el Senado de la República de Chile.
La estadía en su bello país es para nosotros una importante experiencia de conocimiento. En el mundo contemporáneo, las relaciones entre naciones no se reducen a los contactos políticos y económicos. Es esencial también el conocimiento de la otra nación, de su historia, de logros y de su cultura. Este conocimiento produce frutos, facilitando la cooperación y el acercamiento, incluso entre países muy lejanos.
Espero que nuestra visita se inscriba en la historia de las excelentes relaciones entre nuestras naciones, que seguirán desarrollándose para el mutuo beneficio de las dos partes.
Muchas gracias por su atención.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Se suspende la sesión por cinco minutos.
)------------(
--Se suspendió a las 16:31.
--Se reanudó a las 16:33.
)------------------(
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Continúa la sesión.
"
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