-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649884/seccion/akn649884-po1-ds12-ds48
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1964
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- rdf:value = "
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , después de tantas horas de debate, trataré de enfocarme en lo que, a mi juicio, constituye el episodio central y más impacta en la discusión sobre lo sucedido con el Transantiago.
Francamente, para mí, esto ya dejó de ser un problema técnico. Se trata de un asunto de carácter político, ético, moral, vinculado a cómo analizamos las materias en democracia y nos comportamos frente a las dificultades que esta puede plantearnos cuando la amenazan ciertos errores.
La democracia no es sólo una fórmula para dirigir un país. Esencialmente, es también una manera de vivir, de enfrentar la realidad, de ponernos de acuerdo en cómo buscamos la verdad desde distintos puntos de vista.
Soy de los Senadores catalogados seguramente de la peor manera en su momento. Porque nadie me ha ofrecido nada para votar de una u otra manera. Y si lo hubieran hecho, no lo habría aceptado, porque mi voto es bastante más caro que dos puentes o tres caminos.
El señor CANTERO.-
¡Pídaselo al señor Ministro , nomás!
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
No, no lo haré. Y él lo sabe, porque somos amigos y no lo voy a someter a la fórmula vejatoria de, simplemente, negociar votos por pesos.
Sé que hay otras maneras de hacer las cosas. Y algunos colegas también lo entienden cuando conversamos.
Yo me alegro de que ciertos Senadores que han sido duros, díscolos; que han levantado su voz y tenido la valentía para decir "no" ahora sean atendidos -entre comillas- y puedan obtener ciertas cosas y ver aprobadas sus indicaciones. Los felicito. ¡No todos poseemos la misma capacidad de triunfo!
Tampoco todos tenemos la misma capacidad para entender que en democracia los errores se pagan. Y no voy a ventilar el punto aquí: lo haré al interior de la Concertación y de mi Partido. Pero seamos claros: no es admisible cometer errores y luego no pagarlos. Eso le hace mal al sistema democrático.
No me referiré tampoco a lo que significa creer de repente que es posible cometer errores éticos reiteradamente.
Yo he sido clarísimo con la Oposición desde el comienzo, cuando hubo debate en otras materias, incluso aquí. Sus integrantes saben cómo luché en contra de los mismos que están sentados en estas bancas, antes de llegar al Parlamento, cuando nos encontrábamos en posiciones distintas.
En tal virtud, no me importa decirles que, porque creo en la capacidad de ser patriota, pienso que tengo derecho a decirles que deberían mirar de manera diferente a lo que está pasa con el Transantiago. Porque la gran desgracia del proyecto en debate, señores Senadores , es que se ha desvirtuado una forma de legislar, es que no sólo ha desvirtuado el problema para aquellos que pueden ganar algunos puntos llevándose un puente, por ejemplo, sino también porque la situación ha sido utilizada por la Oposición para generar un acto de enfrentamiento político exagerado y, en último término, crear un caballo de batalla en cuanto a futuras candidaturas presidenciales.
Seamos claros: solo la verdad nos salvará.
Y no me preocupa que de pronto se diga que estamos hablando de cosas que deberíamos callar. Pero considero que la Oposición no puede llevarnos al nivel en que se está discutiendo la materia en cuestión.
Votaré a favor del proyecto pensando en las personas paradas en las esquinas a la espera de que pase algún bus o haciendo cola en el Metro.
Tampoco me importa lo que digan los espectadores ubicados en las tribunas del Senado, porque yo luché para que ellos pudieran gritar, en compensación a quienes durante mucho tiempo no pudimos hacerlo.
--(Manifestaciones en tribunas).
Y, además, los felicito, sobre todo porque entiendo que ya no se encuentra allí...
--(Manifestaciones en tribunas).
...una distinguida dirigenta de Renovación Nacional, quien en su momento fue Diputada, pues me parecería impropio que estuviera en las tribunas ensalzando este tipo de movilizaciones y de gritos.
El señor ROMERO.-
Nada que ver, Su Señoría. Ella está tranquilita.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Si es así, me alegro mucho.
El Senador señor Larraín , a quien aprecio bastante, me señala que no formule ese tipo de observaciones. Sin embargo, lo hago porque la verdad está por delante de otras cosas.
Entonces, ¿por qué voto que sí? Porque creo que los usuarios del Transantiago necesitan que se resuelva el problema.
Yo soy santiaguino, y, aun cuando provengo de Regiones, desde muy joven andaba colgado en las micros, pues nunca tuve dinero para transitar en auto. Y estoy convencido, después de analizar el punto, de que no tenemos otra fórmula para resolver la situación que la que estamos asumiendo con el Gobierno.
Antes de que se terminen los dos o tres minutos que me restan, quiero hacer un resumen de lo que está en mi corazón en este momento.
Con la democracia no se puede jugar. Ella es muy frágil. Es una suerte de entelequia extremadamente delicada. Pensar que se puede jugar con la democracia, simplemente para ganar posiciones, es una equivocación. Quienes conformamos el Senado sabemos que, por cometer errores en un momento determinado, la democracia se nos vino abajo. Y costó mucho que algunos se convencieran de que era bueno volver al sistema democrático, pero han hecho un uso razonable, razonado y digno de él.
En segundo lugar, el Gobierno es el que manda, y debe hacerlo de acuerdo con las normas democráticas, dando satisfacción a lo menos a tres principios esenciales para el Ejecutivo : su compromiso con la verdad -como lo ha hecho-, su compromiso con el respeto a los demás -que también ha observado- y su compromiso con la eficiencia, que, a diferencia de otros temas, no ha cumplido. Lo digo con mucha franqueza.
También quiero solicitar a los Senadores de la Oposición que no se sientan agraviados cuando se les pide cambiar de opinión. Nos parece patriótico que voten, no obstante reconocer todos los errores que hemos cometido. ¡Y por Dios que hemos escuchado cosas duras en esta sesión! Sin embargo -y no es un absurdo ni una manera excesiva de decir las cosas-, un ex Presidente nuestro dijo en su momento que "no se humilla quien pide y ruega por la patria".
Sus Señorías nos han rogado muchas veces que actuemos de una manera adecuada, porque así lo requerían las necesidades del país. Creo que nadie puede sentirse ofendido si en un momento determinado les decimos que hagan o no hagan fe, que voten o no voten. Pero deben entender que está en sus manos la responsabilidad de salir adelante en este tiempo y en estas materias.
Señor Presidente , también se podría hablar de muchos otros asuntos.
Aquí se ha señalado que, en definitiva, uno no vota en conciencia sino por presión de los partidos. Yo distingo muy claramente el voto en conciencia del voto de partido, y Sus Señorías también, porque en ciertas ocasiones han debido pronunciarse de determinada manera por una orden de partido.
La democracia es el libre juego entre la libertad de conciencia y la exigencia de votar por medio de los partidos para que aquella no se transforme en una montonera.
Asimismo -es lo último que diré-, aquí hay un problema moral. Es muy grave lo que está pasando con la democracia. Y pido a todos hacer un enorme esfuerzo, porque, sin darnos cuenta, el interés superior termina siendo de repente lo último que se considera y la excelencia de nuestros propios intereses pasa a ser lo primero.
Si vamos a buscar otra fórmula, Dios quiera que nos vaya bien. Pero con el mismo respeto, no sólo pido a la Oposición, sino que le exijo, en nombre del trato que brindo a Sus Señorías, que no empleen permanentemente expresiones, tales como que estamos robando o actuando de una manera poco menos que carente de moral.
Ese no es el mecanismo para discutir. Si podemos debatir claramente y ponernos de acuerdo, estupendo. Si no lo podemos hacer, por lo menos discutamos con dignidad. Pero de ninguna manera podemos caer -no pensé que esto iba a suceder- en las descalificaciones personales.
Lo digo también porque así empezamos en cierto tiempo. Surgieron las palabras, vinieron los golpes y, después, llegamos a las armas. Ese no es el mecanismo mediante el cual debemos actuar.
Señor Presidente, agradezco a la Sala que me haya permitido decir estas cosas. Si alguien se siente molesto porque hice referencia a quienes están en las tribunas, le pido excusas. Pero la verdad es esa no más.
En tercer término, quiero señalar a quienes están escuchándonos que comprendan que con gritos y pifias no se ganan batallas. Alguien podrá decir: "No vale la pena que se refiera a eso". Pero, al final de cuentas, si no hablamos las cosas con verdad, terminan triunfando los gritos o ganando las elecciones o debates una manera de actuar más negativa.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente, en esas condiciones, sin presiones, reconociendo todos los errores, asumiendo las rectificaciones que se deben efectuar y con la misma limpieza de siempre, en virtud de principios y no sólo de las ideas que pueda darme el Gobierno, anuncio que voy a votar a favor porque me interesa que cuatro millones de chilenos que no viven en mi zona tengan un sistema decente y respetable.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649884
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/649884/seccion/akn649884-po1-ds12