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El señor LEAL (Presidente).-
Esta sesión ha sido motivada en una presentación suscrita por 47 honorables diputados y diputadas y tiene por objeto analizar los siguientes problemas que afectan a los estudiantes secundarios:
1. Uso, entrega y financiamiento del pase escolar;
2. Funcionamiento, eficiencia y financiamiento de la jornada escolar completa, y
3. Administración y costo de la Prueba de Selección Universitaria.
A esta sesión han sido citados los ministros de Educación , don Martín Zilic, quien nos acompaña, y de Transportes y Telecomunicaciones, don Sergio Espejo.
Debo informar a la Sala que el señor Espejo, a raíz del accidente ocurrido en San Fernando, se encuentra en esa localidad recorriendo los hospitales, visitando a los heridos y a los familiares de las víctimas.
Por lo tanto, solicito el acuerdo de la Sala para que ingrese el subsecretario de dicha cartera.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Asimismo, solicito el acuerdo para que ingrese a la Sala don Wilson Santana, encargado de manejar el programa power point?
¿Habría acuerdo?
Acordado.
El señor LEAL ( Presidente ).-
El tiempo previo de 15 minutos, contemplado en el artículo 74 del Reglamento, corresponde al Comité de la Unión Demócrata Independiente.
Tiene la palabra, por 8 minutos, la diputada señora Marcela Cubillos
La señora CUBILLOS (doña Marcela).-
Señor Presidente , por desgracia somos testigos de cómo la educación no está dentro de las prioridades del Gbierno de Michelle Bachelet. Hoy es difícil saber cuáles son sus prioridades.
Vemos los temas de la agenda pública y de qué hablan algunos ministros: de lo que no se va a hacer, de lo que no se va a implementar, de lo que se va a postergar, a pesar de haberse prometido; de lo que ya no se va a poder cumplir, de la meta que no se va a alcanzar. Y vemos a otros ministros haciendo cosas, como promover proyectos de ley para liberar a condenados por delitos terroristas, prometiendo envío de recursos a Haití, desmintiendo después el regalo a Haití, viajando a Isla de Pascua , salvando a la Mesa de la Cámara de la censura, etcétera. Esta falta de prioridades se hace dramática en materia de educación.
En Chile tenemos una juventud que acumula crecientes grados de frustración y autoridades que se tapan los ojos frente a ello. Son jóvenes que ven que la calidad de la educación no mejora, a pesar de los millones de pesos invertidos; que las desigualdades en educación se van traspasando de generación tras generación; que la educación superior es más cara que en cualquier otro país; que después de sufrir y asumir todas las vallas de la educación básica, media y universitaria no encuentran trabajo. El desempleo sigue siendo más alto entre los jóvenes que en cualquier otro segmento de la sociedad.
¿Qué respuesta da el Gobierno a los jóvenes? ¿Qué propuesta les hace? ¿Más de lo mismo?
Desgraciadamente, a dos meses de iniciado este Gobierno, se ve que en materia de educación la Presidenta Bachelet sólo apuesta a terminar su período con la menor cantidad de problemas posible. ¿O alguien cree que durante estos años se producirá el avance que Chile necesita y sueñan nuestros jóvenes?
Quienes partimos soñando y dando tiempo a las autoridades, al poco andar nos hemos decepcionado.
Los problemas que hoy enfrentan los jóvenes son los mismos que se repiten año tras año, y que las autoridades de la Concertación se limitan a administrar, pero no a resolver.
Hoy vemos que son los estudiantes, a través de protestas y movilizaciones, los que están pautando la política educacional. Ellos son los que están poniendo en el debate el tema del pase escolar, de la PSU, de la JEC; los que denunciaron el error cuando los créditos universitarios fueron asignados a los más ricos y no a los más pobres, etcétera.
No se puede seguir improvisando; no pueden seguir haciendo la política educacional grupos de estudiantes frente a autoridades pasivas o ausentes, o ante un Gobierno que no está dispuesto a darle la prioridad que necesita.
Queremos escuchar del ministro cómo se van a abordar problemas que no son ninguna novedad y que se pudieron haber previsto.
Me referiré específicamente a uno de los tres temas que motivan la convocatoria: la PSU.
Al respecto, no basta con aumentar las becas a las familias más pobres, lo cual es esencial y mínimo. Muchas familias que quizá no califican para esa beca, sienten, y con razón, que la PSU se ha transformado en un verdadero impuesto a los jóvenes. Deben pagar alrededor de 30 mil pesos por ejercer un derecho o por acceder a un servicio que es un monopolio caro y de mala calidad.
Uno de los argumentos que se dio cuando se cambió la Prueba de Aptitud Académica, fue que ésta iba a garantizar en mejores condiciones el acceso a la educación superior de los estudiantes más pobres. Y eso no se ha cumplido.
La Universidad de Chile, de tener el 2003 un 32 por ciento de estudiantes provenientes de colegios municipales, pasó a tener el 2005 un 24 por ciento, caída, incluso, bastante más grande que la disminución de postulantes provenientes de ese tipo de establecimientos.
¿Dónde están los estudios que avalan que los alumnos más pobres tienen oportunidad de aprender lo que después se evalúa en la PSU?
El propio Ministerio de Educación ha reconocido las falencias en la formación que reciben los profesores en las universidades. Pues bien, no se puede enseñar lo que no se sabe, y mucho menos un joven podrá aprender lo que no se le enseña.
La meta de la PSU es evaluar el ciento por ciento de los contenidos mínimos de la enseñanza media, y eso representa una tremenda inequidad para los jóvenes que egresan de la educación municipal. Se avanza muy rápido en lo que se evalúa en la PSU, pero, al mismo tiempo, se reconoce el retraso respecto de lo que se está enseñando.
El problema de la PSU no es sólo de costos, también es de falta de legitimidad. Y si el sistema de selección de alumnos no se valida, siempre tendremos conflictos. Por lo tanto, es urgente crear un sistema transparente para restaurar la confianza que se ha perdido en el sistema.
Hoy no se entrega información y los errores se tapan. Esa ha sido la política ante cada escándalo que surge en la administración de la PSU.
Quiero pedir al ministro dos respuestas concretas respecto de la PSU, aparte de garantizar que ningún joven quedará sin darla por falta de recursos.
En primer lugar, que se dé a conocer, de una vez por todas, el informe completo de la auditoría del Educational Testing Service , ETS, realizada a la PSU. Fue una auditoría contratada por la Universidad de Chile y jamás hemos podido acceder, ni académicos ni parlamentarios, al informe completo.
El derecho a la información es básico y en materia educacional, esencial. Espero que no se avale este secretismo y que, ojalá, el ministro pueda garantizarnos la entrega de ese informe.
En segundo lugar, que se forme un comité de expertos nacionales e internacionales que evalúen la PSU, del mismo modo en que se quiere evaluar la educación municipal. Hoy, existe el Comité Técnico Asesor del Consejo de Rectores, pero sus integrantes son los mismos que implementaron la PSU y que esconden sus fallas; incluso algunos vieron el proyecto Sies, que tenía tantas fallas técnicas que ni siquiera llegó a implementarse.
Como sostienen algunos acad��micos, sería lo mismo que quienes diseñaron y construyeron el puente Loncomilla después sean citados para hacer una evaluación técnica de los resultados de la obra.
En materia educacional, Chile necesita avanzar hacia un sistema periódico de auditorías externas y que se den a conocer a la opinión pública metas, evaluaciones, programas y rendición de cuentas. Sólo así podremos avanzar en el mejoramiento de la calidad de la educación.
El ex ministro Bitar dijo que tomaría una década más mejorar la calidad de la educación. Si ese anuncio ya es dramático, considerando que Sergio Bitar fue ministro de Ricardo Lagos , ahora resulta doblemente dramático, porque me imagino que en una década más -al igual que el Plan Transantiago, el sistema de responsabilidad penal juvenil, la implementación de la jornada escolar completa, la repavimentación de la Alameda, etcétera-, simplemente con un nuevo anuncio ese plazo se transformará en dos o tres décadas más. Pero nadie se hace cargo, y se aplica la doctrina Lagos: problema traspasado, problema solucionado.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Maximiano Errázuriz.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , en julio de 2004, a raíz de una denuncia que hicimos en la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación relacionada con el costo de la PSU, el rector de la Universidad de Chile, don Luis Riveros , nos entregó un documento confeccionado por los señores Lautaro Cisternas y Arturo Letelier .
Según ese documento, el costo real de la PSU era de 3.932 millones de pesos y los ingresos por arancel, considerando 158 mil inscritos, de 3.142 millones de pesos. O sea, la Universidad de Chile estaba perdiendo anualmente 790 millones de pesos. Para el presente año, el costo sube a 4.135 millones de pesos y los ingresos por arancel serían de 3.142 millones de pesos, con lo cual la Universidad aumentaría su pérdida a 1.093 millones de pesos.
Cabe preguntarse, ¿acaso la Universidad de Chile es el Hogar de Cristo? ¿Cómo se explica tanto interés por mantener la PSU en los términos actuales, en circunstancias de que cada año le deja pérdidas por más de mil millones de pesos?
El 28 de abril, el vicerrector y rector subrogante de la Universidad de Chile, señor Jorge Litvak , dijo al diario La Segunda: “Estamos dispuestos a discutir la licitación de la PSU, pero no olvidemos que la fe pública está depositada en la Universidad de Chile.”.
Aquí somos muchos los que hemos estudiado en distintas universidades. Yo he tenido el privilegio de ser profesor en la Universidad de Chile, pero estudié en la Universidad Católica. ¿Acaso la única depositaria de la fe pública -como sostiene el señor Litvak- es la Universidad de Chile?
Ahora bien, aparte de estos costos, los test incluyen el ciento por ciento de los contenidos de la enseñanza media; pero en algunos colegios, por distintas razones, no se alcanza a pasar toda la materia.
En segundo lugar, hay muy poca libertad para que los colegios puedan tratar los temas que les interesan y que, en definitiva, están vinculados al sector geográfico donde se encuentra el establecimiento educacional, pero que no mide la PSU.
Por último, cuando la Prueba de Aptitud Académica se cambió por la Prueba de Selección Universitaria, se dijo que aumentar los contenidos y disminuir las habilidades sería mejor para los colegios municipales y particulares subvencionados; sin embargo, en la práctica, no ha sido así. No sé cual es la experiencia de los colegas que están en la Sala, pero según la experiencia que me ha tocado vivir en Puente Alto, La Pintana, Pirque y San José de Maipo, que no debe ser muy distinta de la de otras comunas, los alumnos egresados de los liceos municipales tienen muchísimas más dificultades para ingresar a las universidades que los que provienen de colegios particulares. De todos los jóvenes que dan la PSU, el 45 por ciento proviene de colegios particulares subvencionados; el 46 por ciento, de colegios municipales, y sólo el 8 por ciento, de colegios particulares pagados.
El rector de la Universidad de Chile, señor Luis Riveros , en la revista Estrategia del 3 de mayo, dijo lo siguiente: “Una licitación es claramente una alternativa, pero no estamos seguros de que la familia y el país ganen con ello. Si hay licitación, ¿quién licita?, ¿quién sienta las bases?” Luego, señaló: “Las ideas que se plantean son generalidades y, en el caso de los políticos que han opinado -escuchen bien, colegas-, reproducen el simple deseo de decir algo.”. ¿Cómo el rector de una universidad que pretende repostularse como tal puede sostener que lo que decimos los políticos reproduce el simple deseo de decir algo? ¿Es ésa la opinión que tiene de Marcela Cubillos , de Carlos Montes, de Carolina Tohá, de Antonio Leal, de Carolina Goic, de Jaime Mulet , de Pedro Araya , de Sergio Ojeda , de Jorge Sabag, de Carlos Olivares, de Alejandra Sepúlveda y de quien habla, que, entre otros, nos hemos referido a la Prueba de Selección Universitaria? ¿Acaso sólo nos limitamos al deseo de decir algo?
El Ministerio pagará a la Universidad de Chile la cobertura del primer y segundo quintiles, es decir, los más pobres, con 30 mil y 20 mil becas, respectivamente, que constituye el doble de lo que paga hoy. Pero, ¡ojo!, esos dineros corresponden a recursos que el Ministerio de Educación sacará de su presupuesto para entregárselos a la Universidad de Chile, en vez de destinarlos a mejorar la calidad de la educación y de que dicha universidad haga un esfuerzo para administrar mejor los recursos. ¿Por qué no los destina a mejorar la calidad de la educación y se licita la PSU para que los alumnos, definitivamente, paguen menos?
La semana pasada sostuve una reunión con el rector de la Universidad Católica, don Pedro Pablo Rosso , quien me señaló que la PSU se iba a licitar y que el compromiso del ministro de Educación era poner el tema en tabla en la próxima sesión del Consejo de Rectores que, tengo entendido, es el próximo jueves.
En definitiva, creo que si se licita la PSU, vamos a apuntar en dos direcciones: primero, a diseñar una prueba que evite lo que hoy está ocurriendo: que se ha producido una distorsión.
El señor LEAL ( Presidente ).-
¿Me permite señor diputado?
Están por terminar los 15 minutos previos. Sólo le puedo conceder cinco minutos del tiempo de su bancada, porque hay varios diputados inscritos.
El señor ERRÁZURIZ.-
Gracias, señor Presidente .
La PSU debe apuntar a dos objetivos: primero, a evitar que siga aumentando la distancia que existe entre los alumnos de los colegios particulares pagados y de los colegios municipales y particulares subvencionados que ingresan a la educación superior. Segundo, que la licitación debe tener como objetivo medir los costos reales de la PSU, porque tenemos la convicción de que no se ha hecho economía en esta materia.
En las manifestaciones estudiantiles se han mezclado varios temas como la PSU y la gratuidad del pasaje escolar, entre otros. Por ejemplo, el diario “La Tercera” informa sobre un incidente menor protagonizado por alumnos de dos colegios de Puente Alto que están separados sólo por una muralla: el colegio San Alfonso y el Liceo Politécnico Eyzaguirre . Quiero precisar que ese incidente no tiene ninguna relación con las movilizaciones estudiantiles, pues se trata de hechos completamente distintos.
Como esta mañana ya escuché al ministro de Educación en un canal de televisión y en una radio decir que han aumentado los recursos para financiar y subvencionar a un número cada vez mayor de alumnos que darán la PSU, para terminar sólo quiero solicitarle que ojalá este año se diseñe el contenido de la prueba y se llame a licitación, a fin de que, a más tardar, en marzo del 2008 la nueva PSU esté funcionando en plenitud; una PSU más transparente y barata para los estudiantes, que evite la distorsión que hoy se produce, pues son muy pocos los alumnos de colegios municipalizados o particulares subvencionados que tienen acceso a la educación superior.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
En el tiempo del Comité Radical y Social Demócrata, tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles .
El señor ROBLES .-
Señor Presidente , me alegro mucho de que el ministro de Educación esté presente en la Sala y pueda escuchar las opiniones que los diputados de los distintos partidos tenemos sobre este tema.
Los radicales siempre hemos planteado que los objetivos de la educación deben apuntar a los jóvenes, a las nuevas generaciones que van a impulsar el desarrollo de Chile en el futuro.
En nuestro país hemos retrocedido en equidad, desde el punto de vista de la educación. En mi época de estudiante, a mediados del siglo pasado, los jóvenes de cualquier región teníamos la posibilidad de llegar a la universidad y ser profesionales, siempre que tuviéramos talento y capacidad para ello.
Yo estudié en el Instituto Nacional, un colegio fiscal que continúa siendo el único donde los jóvenes tienen la posibilidad de mejorar sus perspectivas sociales. En la Universidad de Chile tuve compañeros provenientes de liceos fiscales de Arica, Vallenar , Temuco y de todas las regiones. Hoy, es muy difícil que un joven de un liceo fiscal de Vallenar ingrese a la universidad, lo que demuestra que las políticas educacionales no van de la mano con los requerimientos del país, ni con la igualdad que todos los chilenos deben tener para lograr su desarrollo.
Por eso, cuando hablamos del uso, entrega y financiamiento del pase escolar, lo que estamos diciendo es que los jóvenes deben tener la posibilidad real de trasladarse desde sus casas hasta los lugares donde desarrollan sus actividades escolares. Deben tener esa posibilidad desde el punto de vista del Estado, porque es éste el que debe entregarlo.
¿Quién debe asegurar que los jóvenes que estudian en régimen de jornada escolar completa reciban alimentación de calidad? ¿No es el Estado? ¿Quién otro debería asegurarlo? Cuando se trata de colegios particulares, los padres cuentan con los medios para entregar esa alimentación a sus hijos, pero en los colegios subvencionados y en los municipalizados la realidad es otra, por lo que es el Estado el que debe encargarse de brindar tal alimentación a los alumnos de esos establecimientos.
El diputado Errázuriz acaba de plantear la posibilidad de que se licite la prueba de selección universitaria. No estoy de acuerdo con él. En mi opinión, es el Estado el que debe encargarse del proceso de selección universitaria y determinar los medios de que se valdrá para que sean los mejores alumnos los que ingresen a la educación superior.
¿Quién debe administrar, por tanto, la PSU? El Estado, pero a través de sus universidades, como la de Chile, para lo cual debe entregar las indicaciones respecto de cómo hacerlo. Asimismo, le corresponde al Estado poner los recursos que permitan que los jóvenes que pertenecen a familias de escasos recursos puedan rendir la PSU y, eventualmente, ingresar a una universidad.
Uno de nuestros grandes problemas como sociedad es que el Estado se ha ido minimizando, especialmente en materia de educación, sin que hasta ahora hayamos podido contener ese proceso. El Ministerio de Educación ha sido indiferente a las peticiones que le hemos hecho diferentes sectores para que el Estado juegue un rol mucho más activo en este ámbito.
Todos sabemos que la educación es la única herramienta que puede permitir que las generaciones futuras vivan en una sociedad más igualitaria, tal como ha sucedido en los países desarrollados, que alcanzaron sus actuales niveles de desarrollo gracias a que entregaron educación de calidad a sus jóvenes.
Si no lo hacemos bien ahora, nuestras generaciones futuras no tendrán igualdad de oportunidades. Para ello hay que sembrar hoy, entregando educación de calidad, alimentación y transporte adecuado y seguro a los estudiantes, especialmente a los de escasos recursos, a fin de que éstos no deban recurrir al financiamiento familiar para costear esos gastos, ya que sus familias no cuentan con los recursos suficientes.
La diferencia entre el Chile que formaron los radicales, cuando gobernar era educar, y el de hoy, es abismante. Si no logramos cambiar la visión que existe en el país respecto de cómo desarrollar la educación, nuestras generaciones futuras no vivirán en un Chile igualitario y equitativo.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor Rosauro Martínez.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , una mirada ligera y simple de este conflicto sería errada y extremadamente peligrosa. Las movilizaciones estudiantiles son un llamado de atención del cual debemos extraer las conclusiones adecuadas que nos permitan introducir las correcciones que sean necesarias en aquellas materias que preocupan a los estudiantes.
Por el conocimiento que tengo de la realidad, me he formado la convicción de que el tema de fondo aquí es que nuestros jóvenes sienten que no están recibiendo las herramientas adecuadas para insertarse con éxito en la sociedad, donde el conocimiento es fundamental, y, lo más grave, saben muy bien que las brechas sociales están aumentando.
Contrariamente a lo que se piensa, ellos están conscientes de que con la educación que reciben en el sistema público están condenados a quedar relegados. En nuestra sociedad se están forjando sentimientos de discriminación por razones socioeconómicas, lo cual resulta peligroso para el futuro del país.
Creo que ha llegado la hora de ponerse a trabajar en serio para mejorar la calidad de nuestra educación. Me parece que ya es tiempo de dejar de experimentar y que se convoque a nuestros mejores maestros, en especial a los que están en el aula día a día y saben cómo hacerlo, para que colaboren en la creación de un sistema que entregue educación de calidad.
Durante años hemos visto expertos de todo tipo dando recetas. Lo curioso es que estos especialistas son más de oficina y de análisis teóricos, sin el necesario sustento de quien conoce en terreno y tiene también la práctica.
Leía días atrás una pequeña obra del destacado profesor don Pedro Godoy , titulada el “Libro Negro de la Educación Chilena”. Es muy ilustrativo y didáctico, pues permite comprobar aquellas cosas que no están bien. Y dentro de ellas está la formación de profesores. Cuántas veces lo hemos repetido en esta Sala. No se pueden formar profesionales de la educación, con las competencias que hoy se requieren, sólo los fines de semana. Todos lo reconocemos y no se hace nada.
¿Va a mejorar la calidad de nuestra educación así? Jamás, aunque se inyecten todos los recursos económicos posibles.
Por otro lado, la Jornada Escolar Completa, que nació con loables objetivos, hoy se ha transformado, como lo dice el estudio de la Universidad Católica, en más de lo mismo. Y las consecuencias son elocuentes, como lo reconoce el jefe del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Católica, al señalar que se “está haciendo casi lo mismo durante más horas y eso tiene un límite de resistencia, tanto para el profesor como para los jóvenes”, en circunstancias de que su objetivo era crear un espacio para generar estrategias destinadas a posibilitar el desarrollo integral del estudiante mediante la creación de espacios que incluyeran actividades complementarias de tipo artístico, cultural, deportivo, recreativo, y no meramente cognitivas, como está sucediendo.
Por eso, hace algunos días presenté un proyecto de acuerdo, junto con colegas de distintas bancadas, para solicitar al ministro de Educación que disponga una revisión de la Jornada Escolar Completa en todos los establecimientos subvencionados del país, para corregir donde corresponda y producir, en consecuencia, ese equilibrio formativo. Esto implica revisar los proyectos pedagógicos de cada escuela y liceo, pero quienes lo hagan, que son las autoridades de los departamentos provinciales de educación, deben estar claras que esa mayor carga horaria no es sólo para actividades de reforzamiento del plan de estudios. Digo esto, porque es usual que siempre se responsabilice a los establecimientos y a los sostenedores municipales, cuando es el Ministerio, a través de estos organismos, el que tiene la obligación de aprobar dichos planes.
En lo referente a la Prueba de Selección Universitaria, ésta se está transformando más que nada en un instrumento de evaluación de la enseñanza media y, particularmente, de la reforma educacional.
Los jóvenes aspiran a la gratuidad, y me parece bien para aquéllos provenientes de hogares de menores ingresos. El punto aquí, en mi opinión, es que tenemos que ir al fondo del tema, que es disminuir las desigualdades existentes a través de la mayor valoración de las notas para producir la selección, tal como lo hacen, por lo demás, las mejores y más exigentes universidades del mundo.
Quiero traer a la memoria que en 1997 aprobamos el proyecto que modifica la ley sobre el aporte fiscal indirecto. Desde esa fecha está en el Senado. Si se transforma en ley, mejoraremos la calidad, la equidad y la permanencia en las universidades chilenas. Los estudios serios así lo demuestran.
De una vez por todas, miremos al interior de nuestro país, veamos las experiencias exitosas y apliquémoslas.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Rodrigo González.
El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente , sin duda que las movilizaciones que han desarrollado los estudiantes secundarios en los últimos días tienen un profundo significado. Especialmente, han llamado la atención sobre temas relevantes como la Prueba de Selección Universitaria, la necesidad de establecer un pase escolar universal y la mejor utilización del régimen de Jornada Escolar Completa que se ha aplicado en los establecimientos educacionales del país.
Quiero valorar el hecho de que los estudiantes hayan manifestado sus planteamientos, como también que hayan sido capaces de llevar a cabo acciones que buscan resolver los problemas que objetivamente existen. Sin embargo, no comparto -ni nadie puede estar de acuerdo con ellos- los excesos y la violencia que se han producido en las manifestaciones estudiantiles.
Así y todo, la Cámara debe reflexionar sobre los temas relevantes que los afectan, con la debida separación de las acciones de los grupos aislados que superan el ordenamiento jurídico, y recoger el profundo llamado del movimiento estudiantil, tomar en consideración que hay razones profundas para realizar observaciones y procurar el mejoramiento de los sistemas que hoy operan en nuestro país.
Sin duda, debemos valorar la Prueba de Selección Universitaria, PSU, por cuanto ha sido reconocida -nacional e internacionalmente- como un instrumento válido que permite la selección de alumnos de acuerdo al mérito para ingresar a todas las universidades del país, de acuerdo con las exigencias establecidas por el Consejo de Rectores.
No obstante, son bastante los elementos de discriminación, de limitaciones culturales y de desigualdades que viven los estratos socioeconómicos de menores ingresos en el sistema educacional, como para que el costo de la PSU constituya una barrera adicional. Por lo tanto, debe asegurarse que esta prueba pueda ser rendida por todos los egresados de cuarto medio, por cuanto es un deber del Estado superar la carencia de medios económicos para acceder a ella.
Igualmente, el pase escolar es un instrumento importante, especialmente para los alumnos de bajos ingresos y, por ende, de los quintiles más bajos. Por ello, es importante favorecerlos con un documento universal y permanente, para que no se repitan todos los años las manifestaciones.
La jornada escolar completa ha significado un gran avance, porque se han aumentado las horas de enseñanza y los sectores socioeconómicos más vulnerables se han beneficiado con el mayor tiempo de estudio, incluyendo las mejoras en la alimentación. Pero es importante que se recojan las críticas que hace el movimiento estudiantil, especialmente a nivel de enseñanza media, en el sentido de que les ha significado una recarga de trabajo no atractiva por la reiteración de los mismos contenidos que estudian habitualmente al no incorporarse nuevas modalidades de aprendizaje, tales como talleres y otras formas de enseñanza que permitan una mejor utilización del tiempo.
Por estas razones, me parece legítimo pedir al Ministerio de Educación y al Gobierno que, en primer lugar, se amplíe el sistema de becas para el acceso gratuito de los alumnos de enseñanza municipalizada de los quintiles más bajos a la PSU.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado .
El señor GONZÁLEZ .-
Ya termino, señor Presidente .
En segundo lugar, para que se mejoren los contenidos y la forma de trabajo de los establecimientos educacionales con los esfuerzos del ministerio, de los profesores y de los directores, con el objeto de mejorar la calidad de la jornada escolar completa.
En tercer lugar, con el fin de que se establezca un pase escolar universal y permanente para los alumnos de 1° básico a cuarto medio.
Por último, reitero que la Cámara debe acoger los problemas que han planteado los estudiantes.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Manuel Rojas.
El señor ROJAS.-
Señor Presidente , sin duda, este debate trata de temas importantes en relación con la educación, como el referido a la jornada escolar completa.
En razón de la preocupación que tengo respecto de la reforma educacional, por su intermedio, señor Presidente , quiero pedir al ministro que éste sea el inicio de una larga conversación y evaluación del proceso, porque, en verdad, aquí hay tres temas bastante interesantes para el mundo educacional. Uno de ellos es el uso, entrega y financiamiento del pase escolar.
Al respecto, compartimos la opinión de que este tema está repercutiendo no sólo en la situación de los estudiantes de la capital, sino también en los de regiones. No todos los niños tienen derecho a obtener un pase escolar, como ocurre en la región de Antofagasta: son seleccionados, y no todos tienen los recursos para pagarlo.
Tal vez, las familias de algunos estudiantes tienen una situación económica que les permite pagar el pasaje escolar; pero otras no. El Estado debiera entregar gratuitamente el pase escolar a los estudiantes porque el objetivo final es que el alumno vaya al colegio, lo que es mucho más rentable para el país que el valor de dicho pase.
En cuanto a la administración y costo de la Prueba de Selección Universitaria, PSU, hace algún tiempo, cuando asistió el doctor Riveros a la Comisión de Educación, hice notar que la Universidad de Chile se llevaba una enorme cantidad de recursos del Estado. Diría que el total que por este concepto pagan los alumnos sobrepasa los cuatro millones de dólares. Estamos frente a un negocio claro. Hay que decirlo. La universidad hace un negocio con la administración de la PSU. Entonces, si es un negocio, a través de licitación pública, busquemos al mejor oferente, y, de esta manera, permitamos participar a todos los agentes en condiciones de hacerlo. Eso haría más efectiva la PSU y a un costo mucho más conveniente para los estudiantes.
Por otra parte, espero que esto sea el inicio de próximas conversaciones sobre lo que está pasando con la JEC. Días atrás converse con el ministro , y éste me dijo que en breve venía la suspensión de los concursos de infraestructura de los establecimientos educacionales con jornada escolar completa.
Debe existir mucha claridad con respecto a la adecuada infraestructura educacional. Hoy existe un éxodo de alumnos de la educación municipalizada a la particular subvencionada. Entonces, no vaya a ser cosa que la infraestructura de los establecimientos no esté acorde con el número de alumnos de cada jornada y si se construyan establecimientos monstruosos, nos quedemos con elefantes blancos. Reconozco que algunos han sido bastantes satisfactorios, pero otros han dejado mucho que desear.
Respecto de la infrastructura me asiste otra preocupación. Como profesor, soy amante del deporte y me he dado que los establecimientos educacionales no han contado o han perdido espacios recreativos, porque no tienen capacidad de crecimiento a otros lugares.
Asimismo, está el problema sanitario. Por ejemplo, en Antofagasta, la Escuela de Desarrollo Artístico y la Escuela Grecia se fusionaron, pero el establecimiento único carece de baños suficientes para las necesidades de más de mil alumnos. Lo mismo pasa en el Instituto Comercial de Antofagasta, que desarrolló un proyecto bastante positivo, pero que no tuvo los resultados que esperábamos. Hoy, cuenta con diez baños para mil alumnos, lo que significa, aproximadamente, un baño para cien alumnos durante los recreos.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Diputado Rojas, está terminando su tiempo.
El señor ROJAS.-
Gracias, señor Presidente.
El hecho de disponer de tan poco tiempo para intervenir es un problema. Les pido a mis colegas que me concedan un par de minutos para referirme, específicamente, a la alimentación que están recibiendo los alumnos de establecimientos con jornada escolar completa.
Hoy, a pesar del esfuerzo que se hace, a través de la Junta de Auxilio Escolar y Becas, para entregar una alimentación de la mejor calidad posible a los alumnos de la jornada escolar completa, es necesario que el Ejecutivo considere la posibilidad, fundado en la mejor situación económica del país, de aumentar su cobertura sin hacer distingo entre quien tiene más recursos y quien no. Los escolares no están recibiendo una alimentación acorde con su edad, lo cual, sin duda, influye negativamente en el proceso educativo. Hay que cruzar la información del Simce con la evaluación de los docentes y ver qué pasa con el desarrollo escolar.
Es también importante recordar que la JEC se estableció con la esperanza de que los niños llegaran a sus casas a descansar y compartir con sus padres. Hoy, en cambio, llegan estresados, con cientos de tareas y la verdad es que no tienen capacidad para desenvolverse y los padres también nos sentimos atribulados al no poder estar con ellos ni ayudarles. La JOC tiene por finalidad el desarrollo del niño, para que éste pueda llegar a su casa a descansar tranquilamente y compartir con su familia.
Por eso, solicito que la jornada escolar completa sea real, responsable y transparente, por el bien de nuestra educación.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
En el tiempo del Comité del Partido Democratacristiano, tiene la palabra el diputado Mario Venegas.
El señor VENEGAS .-
Señor Presidente , las cosas nunca son en blanco y negro y una manera de mirarlas es revisando el contexto. No podemos hacer un análisis de la situación de la educación, particularmente centrada solamente en la jornada escolar completa, sin considerar el contexto en que las políticas de los gobiernos de la Concertación se fueron implementando.
En los años 90, la educación, entre otras cosas, exhibía bajos resultados en el aprendizaje, ineficiencia interna, en términos de tasas de repetición y de deserción; alta desigualdad social; baja eficiencia interna -los alumnos de los liceos municipales no llegaban a la educación superior- y la calidad de la educación técnico-profesional era, por decir lo menos, deficiente. Además, había un fuerte deterioro de la profesión docente, gran desencanto entre los profesionales de la educación, y el financiamiento del sistema se había reducido dramáticamente.
Dos cifras. En 1980, la participación del sector era un 4 por ciento del PGB y, en 1990, 2,5 por ciento. Ésa era la situación de la educación que heredamos y sobre esa base se tuvo que empezar a trabajar y a construir la reforma educacional que se ha venido implementando en estos años: como una política de Estado centrada en la calidad, en la equidad y con crecientes procesos de participación.
Desde allí tenemos que analizar la JEC. No podemos obviar el enorme esfuerzo que se ha hecho en estos años para crear las condiciones e iniciar recién el proceso de mejoramiento. Además debemos reconocer todo el esfuerzo en materia de reforma curricular, adecuando los programas en los distintos niveles educacionales a la realidad de hoy, porque la pregunta es qué y cómo enseñar a los niños de hoy. No son los niños de dos o tres décadas atrás.
Respecto de los niveles de eficiencia, a pesar de que ya es técnicamente difícil comparar los resultados del instrumento Simce que se aplicaba durante el gobierno militar y los que se han ido perfeccionando en los últimos años, sin duda, podemos estar contentos de que ha habido avances en esta materia. No son todo lo significativo que quisiéramos, pero tampoco podríamos decir que no se ha avanzado nada, en particular en algunos sectores y subsectores de la educación, lo que está demostrado con investigaciones serias.
Por otro lado, la cobertura ha aumentado significativamente en todos los niveles de nuestro sistema educacional (No voy a dar a conocer los datos por una cuestión de tiempo).
En materia de políticas educacionales uno puede optar por dos tipos: una que apunte a la expansión de la cobertura y la matrícula u otra que se haga cargo del tema de la calidad y equidad del sistema. Nosotros ya hicimos la tarea en materia de cobertura y expansión de la matrícula en todos los niveles: en educación preescolar, de 0 a 6 años; en educación básica tenemos casi el ciento por ciento y en educación media, sobre el 90 por ciento.
Por eso, por los hechos, por lo realizado para allegar recursos financieros al sistema, en materia de recursos pedagógicos, de perfeccionamiento de los profesores, tanto en el país como en el extranjero, y de mejoramiento de la infraestructura educacional, es que hoy, como país, podemos enfrentar la tarea de la calidad y equidad del sistema. Si no se hubiera dado ese paso previo, no sería posible emprender este paso. La jornada escolar completa ha sido un avance significativo, lo cual -reitero la idea de que nada es blanco y negro- no significa que estemos absolutamente contentos con los resultados.
Señor Presidente , por su intermedio, quiero pedir al señor ministro de Educación que busque la manera de enfrentar los verdaderos desafíos que nos plantea la jornada escolar completa en el futuro. Voy a señalar algunos. ¿Cómo terminamos la tarea de incorporar a todos los alumnos del país a la JEC? Mediante el otorgamiento de más recursos. ¿Cómo maximizamos su impacto educativo en los alumnos que están siendo afectados por ella? No sólo con más y mejor aprendizaje, sino que con más y mejor desarrollo integral de nuestros alumnos. Eso dice relación con lo que comentó el diputado que me antecedió en el uso de la palabra, en términos de que la jornada escolar completa cumpla con su espíritu. ¿Cómo resolvemos el problema de la cantidad y la calidad de los docentes que necesitamos para la jornada escolar completa? Tenemos déficit en algunas áreas. Por último, necesitamos instrumentos de inversión diversificados; no homogéneos. Por ejemplo, ¿cómo respondemos a la realidad de las escuelas en las comunidades indígenas de mi región? Necesitamos instrumentos diversos para realidades también diversas.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ) En el tiempo del Comité del Partido Socialista, tiene la palabra el diputado señor Raúl Súnico.
El señor SÚNICO.-
Señor Presidente , respecto de la PSU, soy partidario de que debe ser licitada a una universidad o a un consorcio de universidades que integren el Consejo de Rectores, porque es un mecanismo de selección para ingresar a ellas mismas. Por lo tanto, es oportuno iniciar la discusión sobre esa materia, sobre todo considerando que esto puede traer una disminución sustantiva de los costos de la misma.
A su vez, valoro las movilizaciones estudiantiles que han puesto este tema en el centro del debate. Compartimos plenamente la necesidad de que exista un sistema de becas necesaria, al menos, para los tres últimos quintiles de ingreso, con el objeto de que ningún estudiante se quede sin rendir la PSU por problemas de recursos.
Además, en materia de infraestructura ha habido avances sustantivos a lo largo y ancho del país. No se puede pensar en mejorar la calidad de la educación con escuelas que se llueven, cuando en distintos lugares de Chile aún tenemos colegios de madera, deteriorados, sin la infraestructura necesaria para que los jóvenes puedan estudiar de manera adecuada y los profesores cumplir mejor su labor.
Por consiguiente, el avance y la revolución en materia de infraestructura durante los gobiernos de la Concertación es un hecho tremendamente significativo, que apunta en la dirección correcta, puesto que otorga mejores condiciones y garantías para que los estudiantes puedan desenvolverse en buena forma.
¿Esto tiene dificultades? Por supuesto, sobre todo en los centros urbanos más importantes del país, porque es allí donde existe carencia de terrenos para ampliar los colegios. Al no contar con los terrenos ni con la disponibilidad de recursos, no hay ingeniería posible.
La falta de espacio ha retrasado la construcción de establecimientos educacionales con gimnasios, agua caliente, salas con mobiliario y equipamiento adecuados para dar un salto en la calidad de la educación.
Debemos reconocer que los mecanismos de financiamiento de infraestructura aún tienen dificultades de complementación entre los recursos de la jornada escolar completa y los del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, problemas de coordinación que pueden resolverse en la medida en que exista voluntad.
Pero la jornada escolar completa no sólo debe ser óptima en infraestructura, sino que también debe considerar programas educativos, formativos, preventivos, culturales y deportivos. Además, los programas deben ser generadores de más conocimiento, sobre todo de habilidades. En este mundo priman las habilidades, tales como aprender a aprender, aprender a relacionarse, aprender a negociar, aprender a hablar en público, aspectos esenciales en la formación de educación superior y en el mundo del trabajo para el desarrollo de las personas. Por lo tanto, la jornada escolar completa no sólo debe destinar más horas a las matemáticas y a las ciencias, sino también a desarrollar habilidades, que son las que hoy priman en el mercado laboral.
Por último, me voy a referir al pase escolar.
Tengo el honor de haber servido como secretario regional ministerial de Transportes de la región del Biobío durante el gobierno del Presidente Lagos. En tal virtud, me correspondió desarrollar el proceso de licitación de calles. Además conseguimos un pase escolar muy particular -entiendo que sólo lo tiene la Octava Región o la provincia de Concepción- que puede ser usado los 365 días del año, de lunes a domingo, con una tarifa de cien pesos, de lunes a sábado, y de ciento cincuenta pesos, los domingos, a cualquier destino y sin la formalidad del uniforme. Más que un pase escolar, es un pase joven, que les permite desplazarse a sus lugares de estudio, pero también a los de recreación.
La cobertura del pase escolar debe ser tal que los jóvenes puedan utilizarlo para ir al colegio, para ir a estudiar con los amigos o para ir a relacionarse con otras personas. Eso será posible en la medida en que hay voluntad y trabajo entre los operadores del transporte, la Subsecretaría de Transportes y los estudiantes.
Es decir, existe un amplio espacio para crecer en beneficios en materia de transporte escolar. Debemos, por lo tanto, dar los pasos necesarios en esa dirección.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Bobadilla.
El señor BOBADILLA .-
Señor Presidente , sabemos que la herencia recibida por el ministro de Educación es de responsabilidad de sus antecesores en el cargo. Quizás no es una herencia muy grata. Sin embargo, para corregir lo malo, hay que enfrentarlo con la realidad.
Por ejemplo, la jornada escolar completa ha sido siempre una buena idea dentro de la reforma educacional, pero hay que complementarla con el proyecto de mejoramiento de la calidad y la equidad de la educación. Lamentablemente, debo concluir con que el único sostenedor de esta premisa es el actual Gobierno. A estas alturas del partido, ni los alumnos ni los encargados materiales de implementarla, es decir, los profesores, se encuentran convencidos de la utilidad y eficacia de la JEC.
Mucho se habla de avances en la calidad de la educación y en la implementación de la JEC, pero la realidad es una sola: los avances son escasos o prácticamente nulos.
Es más, todos los años nos enteramos por los medios de comunicación de la imposibilidad de cientos de establecimientos educacionales de implementar la JEC por atrasos en la adecuación a los requerimientos del sistema.
La falta de planificación del Estado es evidente. Nos embarcaron en una empresa con una falta absoluta de visión de futuro. Una vez más se apresuraron, y cada año, en alguna parte de Chile, la JEC debe aplazarse.
Llamo al Gobierno a sincerarse de una vez por todas y a analizar el funcionamiento real y efectivo de la jornada escolar completa.
A lo mejor, sería más honesto señalar que con la JEC pasa lo mismo que con la ley de responsabilidad penal juvenil, que se pretende aplazar. Al igual que el atraso de la jornada procesal penal en la Región Metropolitana, que el funcionamiento de los tribunales de familia, por falta de jueces, que el atraso en la construcción de cárceles concesionadas, que el absoluto fracaso del Plan Transantiago.
Debemos concluir que éste es otro fracaso más de los gobiernos de la Concertación, que se marquetean en tiempos de campaña, pero que, pasadas las elecciones, sólo se quedan en burocracia y excusas para la población.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
En el tiempo del Partido por la Democracia, tiene la palabra la diputada señora Maria Antonieta Saa
La señora SAA .-
Señor Presidente , tenía mis dudas sobre esta sesión especial, porque no sabía si había sido solicitada para agitar un conflicto social o para discutir con altura de miras lo que representan las movilizaciones estudiantiles. Después de escuchar al diputado Bobadilla , esas dudas quedan disipadas.
Los mismos que hace muy poco tiempo se negaban terminantemente a generar las condiciones para que los niños y niñas en situación de vulnerabilidad social se integraran a los establecimientos educacionales, los mismos que antaño se negaron a la ley de instrucción primaria obligatoria y que miraron con celo la reforma constitucional para asegurar la enseñanza media a todos los chilenos y chilenas, hoy se aprovechan de las movilizaciones estudiantiles, para generar problemas al gobierno de la Presidenta Bachelet .
Pero estamos acá y queremos debatir; queremos escuchar y ser escuchados, porque entendemos que sólo con el debate libre y abierto de las ideas, por muy contrapuestas que sean, las sociedades democráticas logran ponerse de acuerdo en algo tan fundamental como es la calidad de educación que entregaremos a las generaciones futuras.
Hay que distinguir varios fenómenos. Las movilizaciones son un síntoma y no la causa de un problema. Siguen existiendo deficiencias en el sistema escolar chileno; de eso no hay duda. Hemos avanzado en la modernización de la educación pública: se han invertido ingentes recursos en construir nuevos establecimientos y en ampliar otros para ingresarlos a la educación con jornada escolar completa; se han incorporado nuevas tecnologías a los liceos y escuelas y se han mejorado sustantivamente las remuneraciones y las condiciones de trabajo de los docentes.
Sin embargo, hay déficit. Déficit en la calidad. Hemos logado el ciento por ciento de cobertura, pero nos ha costado más avanzar en calidad. También nos ha costado democratizar los establecimientos educacionales para llevar los valores y principios de la democracia a las salas de clases. No olvidemos la oposición que tuvimos aquí para crear los consejos escolares y la renuencia de muchos municipios a crearlos y a la participación.
No podemos convertir los liceos en cárceles ni tratar a nuestros jóvenes como una amenaza a la seguridad pública, ni infantilizar a los dirigentes estudiantiles.
Desde la “revolución de la chaucha”, en los años 30, hasta las movilizaciones actuales, los estudiantes secundarios chilenos han dado muestras de capacidad de organización y de movilización. Eso no los convierte en una amenaza, sino en poderosos actores sociales.
El problema de la educación pública chilena, probablemente, en esta etapa, poco tenga que ver con la educación en sí, sino con la forma cómo se organiza y administra. Hay problemas estructurales respecto de los cuales los establecimientos educacionales son simples cajas de resonancia. El problema de fondo es el déficit democrático y de justicia social que sigue existiendo en la sociedad chilena.
Hoy, los jóvenes demandan más respeto, más espacios para pensar y construir su presente y su futuro; demandan poner término a la interdicción. Un joven o una joven de 14 ó 15 años están en condiciones de adivinar cuál será su futuro y cuando éste no se proyecta como deseable, surge la frustración y, a partir de ella -en algunos casos-, la violencia. Ojalá que esto no ocurriera.
Probablemente, tendremos liceos y escuelas más tranquilas cuando sus alumnos sean tratados con más respeto; cuando sean capaces de proyectarse y cuando el liceo vuelva a ser el gran instrumento de movilidad social en Chile.
Hoy, las estadísticas no mienten: nacer pobre en Chile sigue siendo una sentencia para tener las mismas condiciones en la vida adulta. Jardines infantiles, escuelas y liceos para pobres ven como el mundo moderno pasa frente a sus ojos, ofreciendo un bienestar y una capacidad de consumo que el joven poblador jamás podrá tener.
Hemos venido planteando, desde hace diez años, que para acceder a la universidad hay que privilegiar el rendimiento en la enseñanza media. Estudios revelan que los estudiantes de liceos municipales conservan el buen rendimiento escolar obtenido cuando acceden a la educación superior, a pesar de la desigual calidad de educación recibida en la enseñanza básica y medida. Estos son instrumentos de movilidad social y, en esa perspectiva, son herramientas de construcción de futuro.
Chile, fruto de su nivel de desarrollo y modernización, tiene que afrontar el desafío e integrarse socialmente. No podemos tener una sociedad fracturada, con educación de primera, de segunda y hasta de tercera clase; con guetos de pobreza, con enormes conjuntos de ciudadanos apartados de la mejor calidad de vida que ofrece la modernidad.
Ayer se decía que la gratuidad del transporte escolar costaría al Estado 1,3 millones de dólares diarios, aproximadamente 70 millones de pesos. Tal vez, el desafío del movimiento estudiantil sea que esos millones de dólares sean destinados a mejorar la forma en que ellos se movilizan por las ciudades; pero esa no sería una demanda estudiantil, sino ciudadana, que debe ser procesada por el sector público.
Si no existiera una política de segregación territorial de la pobreza, y se fortaleciera el concepto del barrio, como era antiguamente, con centros educacionales de calidad en la periferia, no tendríamos que tener a los niños y jóvenes movilizándose por horas para llegar a sus establecimientos educacionales.
El tema es muy complejo. El Ministerio de Educación ha hecho un enorme esfuerzo al disponer 35 mil becas para la PSU que, sumadas a las del Demre (Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional ), dan 45 mil, destinadas a beneficiar a los quintiles 1, 2 y 3; antes lo eran sólo los quintiles 1 y 2.
Se ha conseguido el pase diario, como respuesta a la coyuntura estudiantil, pero los problemas de los jóvenes son más de fondo. En esa línea, varios diputados proponemos dos proyectos de acuerdo -uno lo encabeza el diputado Quintana - para lograr la tarjeta única nacional de identificación del estudiante, que será muy útil para los de regiones.
Por último, el derecho a la educación debe ser primordial; no cabe discutir qué esta primero: si la libertad de enseñanza o el derecho a educación. La libertad de enseñanza debe estar al servicio del derecho a la educación de nuestros jóvenes.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
En el tiempo del Comité de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el diputado Gabriel Silber.
El señor SILBER .-
Señor Presidente , pensaba hacer una exposición detallada sobre los motivos de esta sesión, como son el pase escolar, el financiamiento de la jornada escolar completa, la administración y costo de la prueba de selección universitaria, PSU; sin embargo, debo iniciar mi intervención lamentando de manera categórica la decisión adoptada ayer por las autoridades de Educación y de Transportes de cerrar el diálogo con la mesa de negociación.
Sin duda, ser autoridad implica una doble responsabilidad. Todos fuimos testigos de algunos hechos -por qué no decirlo- delictivos protagonizados en la Región Metropolitana y en otras, con ocasión de las movilizaciones estudiantiles. Pero, qué duda cabe, lo que en democracia nunca debe hacer una autoridad -lo vivimos hace poco en esta Corporación- es cerrarse al debate y al diálogo, sobre todo cuando existen demandas que, por su fuerza, deben ser tomadas en cuenta.
Cuando hablamos de democratizar los colegios, de robustecer los consejos escolares, de no infantilizar a los alumnos, debemos entender que, sobre todo, más que alumnos son personas y, como tales, les debemos el trato y el respeto que se merecen.
Hago un llamado a reponer el diálogo. En las tribunas se encuentran representantes de los estudiantes, y a ellos se les debe respeto.
Otro aspecto importante dice relación con la Prueba de Selección Universitaria, PSU.
Al respecto, en palabras del señor Jorge Litvak , rector subrogante de la Universidad de Chile, la institución que administra la PSU percibe cerca de tres mil seicientos millones de pesos, en circunstancias de que el costo real del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional , Demre , sería de cuatro mil ciento treinta y nueve millones de pesos. Si es efectivo el descalabro económico que implica para la Universidad de Chile la administración de la PSU, ¿por qué no ponerla a disposición del Consejo de Rectores para transparentar y hacer más eficiente en términos económicos la administración de ese instrumento, que sirve de requisito para acceder a la universidad?
Hace algunas semanas, muchos parlamentarios señalamos la necesidad de establecer un precio diferenciado, es decir, de estudiar la posibilidad de que los alumnos de escasos recursos no paguen por una prueba que no implica nada, sino que es sólo una barrera para acceder a la universidad.
Se debe escuchar a los estudiantes y a los diputados que, en nuestra calidad de representantes de los ciudadanos, hemos planteado de manera transversal esta preocupación. Queremos que exista no sólo transparencia, sino que estén dadas las condiciones reales para beneficiar a todos quienes tengan la posibilidad de rendir la PSU.
Creemos que la voluntad no debe limitarse a entregar más becas a través de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Junaeb, y transferir más recursos a la Universidad de Chile, sino, de una vez por todas, transparentar el sistema, licitarlo, hacerlo público.
Un segundo aspecto tiene que ver con una de las demandas importantes, como es saber qué pasa con la jornada escolar completa, JEC. Hace una semana, en la Comisión de Educación analizamos su desarrollo, a raíz de la denuncia en materia de educación formulada por consejeros regionales.
Al respecto, deseo dar a conocer que en mi región, la Metropolitana, de 56 o más proyectos aprobados, sólo se han materializado 16. Estamos en el séptimo concurso que no se ha ejecutado y, en rigor, debiésemos estar en el octavo.
Estamos ante una ley que debiese entrar en ejecución en 2007, pero creo que estarán dadas las condiciones para que, mediante otra iniciativa legal, debamos prorrogar el inicio de la jornada escolar completa.
La respuesta es simple: tenemos un Ministerio de Educación que se ha preocupado de la infraestructura, que ha asumido funciones que más bien corresponden a la dirección de arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, en circunstancias de que su preocupación debiera ser la calidad de la educación.
Repito: lo que no se puede hacer es cerrarse al diálogo. Debemos velar por el respeto a los estudiantes de la educación secundaria, como sostiene la Confederación de Estudiantes de Chile, Confech . Estoy convencido de que sus demandas son legítimas, por una consideración de justicia y también porque detrás de ellas están los estudiantes.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ORTIZ ( Presidente accidental ).-
Tiene la palabra el ministro de Educación , señor Martín Zilic.
El señor ZILIC.-
Señor Presidente , en primer lugar, deseo manifestar mi satisfacción por el debate que se está llevando adelante.
Para iniciar esta presentación –la que complementaré con diapositivas en power point- quiero decir, por su intermedio, señor Presidente , a la diputada Marcela Cubillos que, evidentemente, el Chile del 2010 será mejor que el que vivimos hoy. En cuanto a la educación, tampoco tengo la menor duda de que también será así.
La Presidenta Michelle Bachelet ha señalado que vamos a reforzar en forma importante la educación, pero no sólo en cuanto al acceso, a la cobertura, sino también a su calidad. Por eso, hemos comenzado por entregar considerables sumas de dinero para la construcción de 800 salas cuna en este año. Eso significa doblar lo que se ha realizado durante los últimos treinta años en Chile. Hoy sólo existe una cobertura de 5 por ciento; pero, a fin de año, vamos a llegar a cerca del 12 por ciento, y todos sabemos lo que eso significa.
Quienes conocen los esfuerzos que se hacen en neurociencia para descubrir cómo se debe educar mejor a un niño, saben que en los primeros años de su vida se decide la gran mayoría de las competencias sociales que tendrá. En esa dirección apuntan los esfuerzos del Gobierno; no solamente centrados en los niños, sino también en las madres, para que tengan la posibilidad de dejar a sus niños en un lugar seguro, especialmente las madres más pobres, para que puedan trabajar y mejorar su condición socioeconómica.
Por todo eso, diputada Cubillos, por su intermedio, señor Presidente , sin duda, Chile será mejor en 2010, cuando concluya el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
También estamos trabajando en el tema de la ciencia y la tecnología, y en dar mejores condiciones a los jóvenes y a los estudiantes.
En esa misma línea, desde hace años, no sólo ahora, existe una mesa de diálogo entre los estudiantes y el Ministerio de Educación, que se reúne en dependencias de esa Cartera. Evidentemente, hay avances y, en momentos determinados, puede haber fricciones. Respetamos la opinión de los jóvenes y, como lo detallaré en mi presentación, estamos haciéndonos cargo de sus protestas, de sus quejas, de sus sueños y de sus esperanzas.
Aunque la diputada Cubillos afirmó que no había pasado nada, hemos pasado de 200 mil a 600 mil alumnos en la educación superior. Siete de cada diez jóvenes que hoy están en la universidad son el primer miembro de su familia que ingresa a instituciones de educación superior.
En un año, la ayuda a jóvenes de menores recursos ha aumentado de 86 mil millones de pesos a 117 mil millones de pesos, para que tengan la posibilidad de estudiar en la universidad. La Concertación cree realmente en la educación pública, porque está convencida de que no podremos seguir avanzando y no podremos dar el salto hacia las ligas superiores en la sociedad del conocimiento si no somos capaces de romper, de una vez por todas la forma inequitativa en que estamos creciendo y la brutal segregación que existe hoy en los colegios y, en general, en la educación chilena, en que hay colegios para los pobres, otros para quienes tienen un poco más y otros para los ricos.
Debemos dar una mirada crítica al territorio, porque el mercado no controla el sistema, no regula la educación y, cuando lo hace, ya ha pasado el momento para remediar los errores.
No debemos ver al país con una mirada ideológica, sino que convencidos de que la educación es el único camino o instrumento para dar el gran salto hacia el futuro. Mientras no hagamos eso, todo lo que digamos aquí son argumentos para justificar una posición política, un ataque al gobierno del Presidente Lagos, una crítica irónica al ministro de Educación o a la Presidenta Bachelet.
Este ministro está disponible para discutir en serio y a fondo el tema, porque nunca le he sacado el cuerpo al debate.
Cuando la diputada señora Cubillos me dice que le informe sobre la PSU, le tengo que responder que ésta es administrada por la Universidad de Chile, que tiene autonomía del Ministerio de Educación, y que es propiedad intelectual del Consejo de Rectores, que, hasta ahora, es autónomo.
En ese sentido, el diputado señor Errázuriz tiene razón. Cuando se produjo la confrontación entre los rectores de las universidades de Chile y de la Católica, los invité al Ministerio para conversar con ellos. Allí les pedí que la disputa que había sobre la PSU se resolviera en los niveles correspondientes, esto es, en el Consejo de Rectores. Por lo tanto, diputado señor Errázuriz, el tema está en tabla y se va a discutir allí.
Espero que el Consejo de Rectores, dueño de la propiedad intelectual de la PSU, tome la mejor y la más sana decisión para Chile y para los jóvenes que hoy miran hacia la universidad como un instrumento para avanzar.
Sin lugar a dudas, el diputado señor Rosauro Martínez ha dicho con toda claridad que el tema de las barreras sociales y de la segregación es el gran drama de la educación chilena. Ése es el tema central. No es si vamos a cumplir con el total de lo programado respecto de la jornada escolar completa, JEC, o a qué porcentaje llegaremos. Tenemos que discutir el tema de la calidad.
Desde el primer día que asumí, dije que teníamos que sentarnos a discutir sobre los parámetros de la calidad. Los europeos, al igual que los norteamericanos, tienen claro cuáles son los dieciséis parámetros de la calidad de la educación. Nosotros también debiéramos tenerlos claro, con una política de Estado y no con una de gobierno; no con una mirada cortoplacista.
Reitero, debiéramos fijar los parámetros y los estándares o los mapas de logros, como les llaman otros, y ser capaces de entender que alguien va a tener que medir el valor agregado de la educación de los jóvenes, es decir, qué aprende cada joven durante el año, cómo va mejorando y que la subvención que entrega el Gobierno tiene que estar correlacionada con la calidad de la educación.
Al respecto, debo informar que los incentivos que entrega el Gobierno a la educación totalizan un billón cuatrocientos mil millones de pesos. El 52 por ciento de ese total va al sector municipal, mientras que el resto lo recibe el sector privado.
Algunos han dicho que si se relaciona la subvención con la calidad de la educación, produciría más segregación. Pero nunca he señalado que vamos a pagar por valores absolutos de medición, sino que por el incremento, por el valor agregado y por el delta que va mejorando cada niño anualmente. Es la única manera de incentivar a los sostenedores y a los profesores para que vayan a buscar a los más débiles, ya que en Chile estamos acostumbrados a dejarlos en el camino.
Estuvimos muy acostumbrados a eso. Hubo un tiempo en que sólo hicimos eso, diputada Cubillos, y hoy vemos cómo esa política tiene consecuencias. Vemos cómo hoy tenemos 5 millones de adultos que no han terminado la educación media. Nosotros nos estamos haciendo cargo de eso; de lo contrario, no hay ninguna posibilidad de competir con los grandes. ¡Ninguna!
Hoy podemos sonreír, porque tenemos un precio del cobre extraordinariamente elevado. Sin embargo, no hay ningún país que sea rico sólo gracias a sus materias primas. Lo son porque tienen gente educada y con posibilidades de generar nuevos conocimientos. Ése es el gran desafío; no hay otra posibilidad.
Por lo tanto, queremos vincular la calidad con la mejora de la calidad, pero primero la mejora de la calidad de quienes son más vulnerables.
Por eso, es necesario cambiar la modalidad de subvención. La ley de subvención preferencial está orientada a dar más atención a los más débiles y vulnerables, pero considerando la calidad, porque no es justo que hoy se esté gastando 1 billón 400 mil millones de pesos para que los niños sólo vayan a sentarse al colegio. Eso se está pagando por cobertura, por asistencia. En consecuencia, la mirada hacia el futuro tiene que sustentarse en la calidad. Ése es el gran desafío.
Cuando se habla de la JEC, debe ser entendida en su mayor dimensión.
En 1997, el Congreso Nacional aprobó la ley N° 19.464, y en noviembre del mismo año, la N° 19.532. La primera, sólo para permitir el ingreso de los colegios al sistema, pero fue modificada en 2004, a fin de ampliar el plazo para establecer la jornada escolar completa. Ésa es la que nos dice qué tenemos que hacer; qué obligaciones debemos cumplir.
¿Cuáles son las razones reales para establecer la jornada escolar completa?
En primer lugar, los programas de mejoramiento que se desarrollaron en el país requerían mayor tiempo para ser implementados: el Mece Básica, el Mece Media, el programa 900, escuelas P-900, etcétera.
Por otra parte, demandaban habilidades superiores difíciles de lograr, dada la cantidad de horas de permanencia que requería el colegio. Sin embargo, el desarrollo docente nos decía que se debía avanzar en ese sistema. Por eso, en la década del 90 se implementa la jornada escolar completa, a fin de dar más tiempo escolar, tanto a estudiantes como a docentes, y mejorar en equidad, porque en los jóvenes más vulnerables existía la sensación -que aún persiste- de que en el colegio tendrían un espacio mejor que en sus casas para aprender más, tener más tiempo para relacionarse mejor entre ellos, etcétera.
Ésa fue la razón primera de la JEC.
¿Qué impactos tiene el sistema? Un aumento de 250 horas de estudio anuales, lo que significa que desde que un muchacho entra al sistema hasta que termina tiene dos años más de escolaridad que los que tendría si no estuviera en él.
Esa evaluación ha sido relativamente positiva en los estudios que se han realizado. Pero, evidentemente, hay falencias, por lo que tenemos que sentarnos a discutirlas entre todos, incluidos los jóvenes, porque ellos son quienes asisten a la escuela y gozan de lo bueno o sufren las consecuencias de lo malo.
La extensión de la jornada escolar desde tercero hasta sexto básico tiene un delta de 232 horas; en séptimo y octavo básico, de 135 horas, y así hacia delante en cada uno de los niveles en que la hemos implementado.
Las metas de la ley N° 19.979 señalan que en el inicio de 2007 deberían estar en la JEC, desde tercer año básico hasta cuarto medio, todos los colegios con educación diurna, los municipalizados y los particulares subvencionados vulnerables, es decir, los que tienen más de 40 por ciento de su población escolar vulnerable.
¿Cuáles son los requisitos para el ingreso a la jornada escolar completa? Primero, tener un proyecto de JEC, lo que significa que el sostenedor tiene que hacer ese proyecto pedagógico, porque él tiene autonomía para presentarlo; por lo tanto, él debe definir en qué se va a ocupar el mayor tiempo escolar. Ese proyecto pedagógico debe ser validado por el Ministerio de Educación.
Para eso, el sostenedor deberá justificar que tiene docentes y administrativos idóneos, auxiliares, una planificación real de su tiempo y equipamiento e infraestructura adecuados para entrar en el sistema. Es decir, para ingresar a la JEC hay que tener antecedentes pedagógicos y un proyecto de infraestructura. El ingreso se decide a nivel regional y el Ministerio entrega la subvención respectiva.
¿Cuál es el avance al cierre de 2005? En este momento, hay 4.892 colegios municipales en el sistema de jornada escolar completa, y faltan 1.060. La meta al 2007 era de 5.952.
Respecto de los colegios particulares subvencionados, hay 2.223 que ya entraron al sistema de jornada escolar completa, y hay una brecha de 291 para completar la meta de 2007.
Después están los colegios que tienen una administración delegada del Ministerio de Educación, de los cuales 20 están en el sistema de jornada escolar completa. La meta de 2007 era de 70; por lo tanto, hay un déficit de 50.
Todo lo anterior hace un total de 1.401 colegios que al cierre de 2005 no habían ingresado a la JEC, 687 de los cuales tienen aportes reconocidos y aportes asignados.
Como ustedes pueden ver, están terminados y en trámite de ingreso a la JEC 106 establecimientos municipales y 27 colegios particulares subvencionados. Es decir, próximamente ingresarán a la jornada escolar completa 133 nuevos establecimientos educacionales. Hay 57 colegios municipales y 48 particulares subvencionados en ejecución, lo que hace un total de 105. Hay recursos asignados del Fondo de Infraestructura Educacional, de la transferencia de recursos del Ministerio de Educación y del Fondo Nacional de Desarrollo Regional para 368 establecimientos municipales y 81 establecimientos particulares subvencionados, lo que da un total de 449. Es decir, en este momento se han asignado recursos a 687 nuevos colegios.
En el octavo concurso hay 164 colegios municipales en evaluación, 29 de los cuales son particulares subvencionados, lo que arroja un total de 193 establecimientos educacionales. Estamos en espera de que en el noveno concurso entren 217 colegios y que 254 municipales se desarrollen a través del FIE, plan especial que estamos desarrollando para los colegios pequeños más vulnerables y los establecimientos rurales con bajo número de alumnos. Probablemente, debemos buscar una solución distinta a la que hemos aplicado hasta ahora para completar la jornada escolar completa lo antes posible, puesto que la brecha alcanza a 1.401 establecimientos.
Si hacemos un análisis por regiones, nos daremos cuenta de que ha habido avances significativos en las distintas zonas.
En la Primera Región hay 146 colegios con jornada escolar completa y 16 con aportes. En el octavo concurso entrarán ocho. Sólo faltarán cuatro para ingresar al noveno concurso, lo que da un total de 184 establecimientos educacionales.
En la segunda Región tenemos un déficit más pequeño, pues hay 102 colegios con jornada escolar completa; en la tercera Región hay 120, y en la Cuarta Región, 462.
En algunas regiones hay mayor déficit de escuelas. En la Novena Región hay 1.162 colegios con jornada escolar completa, lo cual constituye un avance muy importante.
Respecto de la meta para 2007, al término del octavo concurso entrarán 345 nuevos establecimientos, lo que significará un 95,9 por ciento de la meta cumplida. Sin embargo, la totalidad de establecimientos que representan dicho porcentaje no estará terminada en marzo de 2007. En la Comisión de Educación manifesté claramente que esa meta no se podrá cumplir, pero llegaremos muy cerca.
Entre 1997 y 2005 han entrado 563 nuevos establecimientos al sistema educacional chileno. Sin duda, ésta es una obra realmente gigantesca, llevada adelante por los gobiernos de la Concertación. Por lo tanto, decir hoy que esto es un fracaso me parece francamente un despropósito.
Debemos hacer un esfuerzo importante en infraestructura para el 2007. Tenemos que descentralizar los recursos; soy un convencido de que de esa forma se habría avanzado mucho más. Se han implementado tres fondos en forma separada: los aportes de los sostenedores públicos o privados, colegios municipales o particulares subvencionados, los aportes del gobierno regional, y los aportes de capital provenientes del fondo de infraestructura educacional, que se envían desde el Ministerio de Educación. Si dichos aportes hubiesen estado centrados en los gobiernos regionales, y las decisiones las hubiesen tomado los responsables directos de la educación, se hubiese avanzado mucho más.
En ese sentido, he pedido a los técnicos del Ministerio de Educación analizar el tema en profundidad, porque la descentralización de los recursos no requiere de modificaciones legales. Queremos avanzar en el compromiso con los gobiernos regionales y con los municipios y buscar mecanismos que disminuyan los tiempos respecto de los proyectos, ya que son extraordinariamente largos y el sistema engorroso.
Queremos transparentar nuestra labor, para lo cual hemos entregado toda la información disponible a la Comisión de Educación de la Cámara, y estamos dispuestos a seguir haciéndolo. Queremos revisar toda la infraestructura educacional, en especial, la de aquellos municipios que entraron prematuramente a la jornada escolar completa, JEC, y que hoy presentan importantes deficiencias de infraestructura. En la gráfica podemos apreciar el gran avance que hemos hecho en infraestructura educacional durante los gobiernos de la Concertación. Por ejemplo, en 1990, a moneda del mismo año, se invirtieron 12.292 millones de pesos. Este año, el presupuesto en infraestructura educacional es superior a los 180 mil millones de pesos.
Es un cambio gigantesco, pero debemos hacernos cargo de algunos problemas que hemos tenido. Por ejemplo, tal como se vio en la transparencia anterior, el 2005 se produjeron problemas de articulación entre los gobiernos regionales, el Ministerio de Educación y los sostenedores, que no presentaron los proyectos en el momento adecuado. Esa situación se resuelve de una sola forma: descentralizando los recursos en los gobiernos regionales, mejorando el diálogo con ellos, con los municipios y con los sostenedores privados.
En la siguiente diapositiva vemos como han crecido los aportes en subvenciones del Estado. En 1990, el aporte era de 378 mil millones de pesos. El 2005, ese aporte supera los 1.450 millones de pesos.
Los alumnos que recibían esta subvención en 1990 eran dos millones seiscientos mil; hoy son tres millones quinientos mil.
Es así como estamos aportando para mejorar las posibilidades de acceso de los jóvenes a la educación.
Evidentemente, aún tenemos mucho que avanzar, por lo que entendemos que los jóvenes salgan a la calle o vayan al Ministerio a pedirnos que aumentemos los recursos que se destinan a la educación. Compartimos su inquietud, porque sabemos que es necesario mejorar la calidad de la educación que reciben para que en el futuro puedan competir con igualdad de oportunidades.
En cuanto a la jornada escolar completa, son los sostenedores quienes deben hacer el diseño y fijar los montos. Las unidades ejecutoras pueden ser los particulares, los municipios o los gobiernos regionales, a través del Ministerio de Obras Públicas, de la Dirección de Arquitectura, etcétera, según corresponda, pero no le corresponde al Ministerio de Educación.
En todo caso, a este Ministerio le cabe una responsabilidad extraordinariamente grande -no la voy a eludir-, que es generar las relaciones entre todos esos actores para que se pueda avanzar en estos temas.
Por otra parte, son inaceptables los actuales tiempos de latencia de los proyectos. Nos hacemos cargo de ello y estamos buscando los mecanismos para disminuirlos, porque no es posible que transcurran 33 meses entre el inicio del proceso y el llamado a licitación. Es demasiado, especialmente si consideramos que la construcción de las obras sólo demora, en promedio, 11 meses.
Para avanzar en estas materias, debemos agilizar los procesos y aumentar la participación de los gobiernos regionales y de los municipios; conversar más con ellos. Lo hemos estado haciendo.
El 2004, la Universidad Católica realizó una evaluación de la jornada escolar completa. Algunos diputados que me antecedieron en el uso de la palabra se refirieron a ella. Se estudiaron más de 700 establecimientos educacionales y se encuestaron más de 700 profesores, 725 directores, 400 alumnos y 400 padres.
El 77 por ciento de los profesores valoró positivamente la jornada escolar completa y, en promedio, los profesores y directores la calificaron con un 5,6.
Los padres encuestados encuentran positiva la práctica pedagógica, consideran que ha mejorado la relación entre los docentes y los alumnos, valoran la escuela, encuentran interesante las actividades y adecuada la infraestructura. Pero también dijeron que hay aspectos negativos de los que debemos hacernos cargo. Por ejemplo, encuentran que la jornada era demasiado extensa y agotadora; que ahora a los alumnos les dan más tareas para la casa. Incluso, el 23 por ciento de los padres dijo que la implementación de la JEC había provocado un aumento en sus gastos.
Compartimos esas críticas y debemos hacernos cargo de ellas.
¿La JEC tiene problemas? Por supuesto que los tiene.
El 77 por ciento de los profesores encuestados y el 74 por ciento de los alumnos dijeron que produce agotamiento. También expresaron que faltaban recursos pedagógicos, material didáctico y equipamiento y se quejaron de la alimentación.
Para discutir esos temas, le pedimos al jefe de la División de Educación General reforzar el análisis de la jornada escolar completa en sus términos pedagógicos; analizar, conversar y discutir con los jóvenes y con los profesores, para buscar una mejor resolución de esos temas.
Si miramos la gráfica del estudio de la Universidad Católica, vemos que el mayor tiempo de aprendizaje en enseñanza básica fue asignado a lenguaje, matemáticas, educación artística -muy importante- y educación física.
Cuando se observa el ajuste a la norma, nos damos cuenta de que el 68,2 por ciento de los colegios están fuera de norma en los recreos. Es decir, el tiempo que los jóvenes deben tener para descansar dentro del colegio no está siendo respetado; tenemos que velar para que se respete.
Lo mismo sucede con el almuerzo, con la jornada escolar y con la parte pedagógica. Por lo tanto, tenemos que hacer un mayor esfuerzo de supervisión para enfrentar esos aspectos.
Cuando miramos en qué se ha utilizado la mayor cantidad de horas de aprendizaje en enseñanza media, vemos que se ha hecho en lenguaje, en matemáticas, en idiomas y en ciencias. Y es evidente que ahí hay un déficit en lo que los jóvenes nos han relatado. Se debiera asignar una mayor cantidad de tiempo, por ejemplo, para los ejercicios de la PSU y otros.
Cuando se hace el mismo análisis de ajuste a la norma en educación media, volvemos a ver lo mismo. Los sostenedores, sean públicos o privados, disminuyen el tiempo de descanso de los jóvenes en el colegio, y eso no debe permitirse.
Lo mismo sucede con los almuerzos. Casi un 30 por ciento de los colegios están fuera de norma; un 63 por ciento por dedicar menos tiempo al recreo.
Sin lugar a dudas, la jornada escolar completa tiene desafíos importantes. Debemos tener una visión mucho más crítica respecto de la infraestructura, avanzar más en ella, aunque ya hemos realizado la gran mayoría del trabajo.
Recién vamos a cumplir con las metas el 2010, pero para lograrlo tenemos que hacer esfuerzos enormes. Por eso, en marzo del 2007 este Congreso Nacional tendrá que enfrentar el no cumplimiento de las metas. Ello, porque hay colegios extraordinariamente complejos y porque estamos llegando a los sectores más difíciles de implementar, como los colegios emblemáticos, por ejemplo, de la Región Metropolitana y otros de regiones.
Pero hay que tener una visión más crítica no sólo respecto de la infraestructura, sino también del contenido. Debemos preocuparnos más del seguimiento, y por eso el Ministerio está reforzando esa unidad.
Tenemos que dar una mirada muy crítica a la subvención y a su control; tenemos que involucrar a los sostenedores, generando responsabilidades cada vez mayores en ellos, y a las familias; tenemos que descentralizar, sin lugar a dudas; tenemos que fijar los parámetros de la calidad. Ése es el tema central, como decía al inicio: generar los parámetros de calidad, los estándares de los logros y la evaluación. Son los temas relevantes que tenemos por delante.
Quiero decir dos palabras con respecto al tema de la PSU. Como lo manifesté al comienzo, esperamos discutirlo en la próxima reunión del Consejo de Rectores, a fin de determinar cómo va a seguir esa prueba y quién la va a administrar. Lo que nos interesa es que se discuta con transparencia, de cara a la ciudadanía, que se den a conocer todos los resultados y que veamos la forma de entregar mejores soluciones a los jóvenes.
El año pasado, la Junaeb entregó 10 mil becas del ciento por ciento a los jóvenes más vulnerables, es decir, de más escasos recursos, y 10 mil becas del 50 por ciento. Haciendo un resumen, el año pasado la Junaeb entregó 16.500 mil becas del ciento por ciento. Este año esperamos otorgar 35 mil becas del ciento por ciento, y el Demre tiene consideradas, aproximadamente, entre 10 y 12 mi becas del ciento por ciento. Es decir, estamos por sobre las 45 ó 47 mil becas para los jóvenes, lo que significa que vamos a poder cubrir el primero, segundo y tercer quintiles.
También quiero informar que a partir de hoy, los jóvenes pueden acceder directamente al sitio web www.junaeb.cl e, incluso, postular a las becas para la PSU. Hemos hecho un esfuerzo gigantesco para generar una enorme base de datos en la Junaeb que incluya desde el niño que ingresa a la sala cuna hasta el joven que está terminando un doctorado o un pos doctorado en una universidad chilena o extranjera, a fin de hacer una prospección y saber cuáles serán las demandas que tendremos año a año en materia de becas y así poder enfrentar con seguridad los problemas que se nos presenten en el futuro.
En lo que se refiere a los jóvenes, vamos a seguir conversando con todos ellos. Les hemos pedido deponer las actitudes violentas y mayor disposición para el debate, porque Chile está progresando en forma extraordinariamente importante, pero necesita autoridades y jóvenes responsables. Creemos que por ese camino podemos seguir dialogando, porque tenemos que construir un mejor Chile entre todos.
El esfuerzo que estamos haciendo no tiene parangón en la historia republicana. Hoy día estamos asumiendo una tarea: que en nuestro país no podemos seguir segregando a los más pobres, porque, a futuro, eso nos puede jugar en contra.
Finalmente, me parece que no son justas las críticas que he escuchado en esta Sala ni la forma en que se han formulado por parte de algunos parlamentarios. Estamos disponibles para que entre todos construyamos una mejor educación; y esto significa con los estudiantes de la enseñanza media y universitaria, con los dirigentes estudiantiles, con los profesores, con los parlamentarios; con todo el mundo.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el honorable diputado José Antonio Kast.
El señor KAST .-
Señor Presidente , por su intermedio, quiero decirle al ministro que esperábamos más, porque estuvimos durante cuarenta minutos escuchando reflexiones sobre la JEC, tres minutos, sobre la PSU y dos minutos sobre el pase escolar. Esperábamos más, porque si bien todos queremos un Chile mejor, debemos estar abiertos a la crítica porque, cuando ésta es constructiva, contribuye al desarrollo del país.
Se nos habló de salas cuna, de ciencia y tecnología, de mesas de diálogo, de educación superior. Se nos dijo que había que terminar con la segregación porque el mercado no lo regula todo. Efectivamente, hoy todo es regulado por el Ministerio de Educación. Se nos dijo que la educación era el único camino para dar un salto hacia el progreso. Pero lo que veo yo es que el Mineduc ha estado extraviado por años en el camino; perdió el rumbo hacia donde tenía que dirigirse.
Se nos explicó que la PSU no es responsabilidad del Mineduc. Pero, ¿quién es el presidente del Consejo de Rectores ? El ministro . ¿Quién entrega más recursos a las universidades del Consejo de Rectores? El Mineduc. Entonces, venir a decir aquí que no se es responsable de esto, es algo que no podemos aceptar.
Se hizo una exposición sobre la JEC con el sistema power; pero se podría haber ahorrado toda esa presentación, diciéndonos que van a mandar un nuevo proyecto de ley para postergar las metas que no se van a poder cumplir. Básicamente, eso es lo que se nos dijo: se dieron cifras, pero, al final, se aceptó que no se cumplirían.
La JEC partió en 1997, hace casi diez años. En forma reiterada, se ha tratado de convencernos de que el gran problema que siempre estuvo en la mente del Gobierno era la cobertura. ¿Para qué? Para soslayar el problema más importante: la calidad. En 1996, se dio a conocer el informe Brunner, en el que ya se hablaba de la mala calidad de la educación.
El 2000, la ministra Aylwin nos dijo que bajaría a la mitad el número de alumnos mal evaluados en la prueba Simce . Sin embargo, no han bajado a la mitad, sino que aumentaron los niños mal evaluados.
El 2003, el ministro Bitar manifestó que iba a focalizar el tema de la educación. Yo le pido al ministro Zilic que nos diga hasta cuándo van a seguir diciendo que se han preocupado de la infraestructura, cuando nada han hecho por la calidad.
Se nos dice que debemos sentarnos a discutir. ¿Hasta cuándo debemos hacerlo, si llevan 16 años discutiendo?
Lo que necesita la JEC son cosas concretas, como los talleres, que se prometieron y que no se han llevado a cabo. Todos los parlamentarios conocemos el drama de los niños de nuestros distritos que siempre hacen lo mismo y no tienen deporte, arte, cultura ni música. No reciben nada más que lo mismo que se les ha dado siempre.
Se nos dice que las metas se cumplirán lo antes posible. Esperamos conocer cosas concretas. Se nos dijo que quieren analizar, proponer, buscar o hacerce cargo. Nosotros deseamos propuestas concretas, y eso es lo que esperábamos hoy día. La única propuesta concreta que escuchamos sobre la PSU es que habrá un tercio de becas del ciento por ciento, lo que nos parece muy bien, aunque todavía son insuficientes.
Al diputado Robles , que quería hacer crecer el Estado en el aspecto educacional, le digo que sería muy bueno que se incorporara a la Comisión de Educación un miembro del Partido Radical Social Demócrata, porque en los últimos cinco años han estado ausentes de la misma. Si el tema más importante para ellos es la educación, sería bueno que lo asumieran. Creo que es muy importante que los radicales tengan a uno de sus miembros en la Comisión de Educación.
La diputada Saa decía que nosotros nos estábamos aprovechando de un problema. No es así y tampoco somos demagogos, porque aquí no hay que hablar de déficit social democrático, sino de mala calidad de la educación, para que la gente entienda a qué nos referimos.
Al diputado Silber quiero decirle que no se puede ser Gobierno en la mañana y Oposición en la tarde. Él es diputado de Gobierno del mismo partido que el ministro , de manera que debería ser mucho más claro y tener mejor diálogo con el secretario de Estado para solucionar los problemas que, según él, no se han podido resolver.
En cuanto al pase escolar, quiero leer algunos titulares de la prensa. “Protesta por pase escolar. Quince escolares detenidos por desórdenes.” Ustedes se preguntarán si esto es de ahora. No, es del 10 de noviembre del 2000.
“Seis mil estudiantes reclamaron una rebaja al pase escolar que ayer se negoció hasta la madrugada. Protesta estudiantil por pase desborda y complica al Gobierno.” Ustedes pensarán que es de ayer. No, es del 5 de abril del 2001.
“Jornada de violencia en el centro de Santiago dejó 378 detenidos. Gobierno se querella por graves desmanes estudiantiles.”
El señor LEAL ( Presidente ).-
Señor diputado , ha terminado su tiempo de siete minutos tres cuartos.
El señor KAST .-
Voy a seguir ocupando el tiempo de mi Comité, señor Presidente .
El señor LEAL (Presidente).-
Muy bien, señor diputado.
El señor KAST.-
Repito, “El gobierno se querella por graves desmanes estudiantiles.” Del 2 de agosto del 2002.
“Escolares paralizan por nueva prueba de selección universitaria y pase escolar.”. Abril del 2003.
“Pase escolar. Protestas acaban con 169 detenidos.” Ahora me dirán que esto sí es de ayer. No, es del 2005.
¡Y, para qué hablar de los mil y tantos detenidos que hubo el 2006!
El pase escolar es algo que ha estado en forma reiterada en la agenda de los jóvenes, desde antes del año 2000, pero todavía no tenemos una solución concreta y se nos dice que recién se van a sentar a discutir el asunto.
Quiero decirle a la diputada Saa que el pase escolar también lo hicimos presente en la última reforma constitucional, porque la deserción escolar no se debía a que la educación media fuera obligatoria, sino a falta de recursos, debido a lo cual los jóvenes no tenían posibilidad de llegar a sus establecimientos educacionales. Eso es lo que pedimos hoy día: pase escolar para todos los jóvenes, para que puedan estudiar dignamente.
Respecto del tema de la PSU, el ministro le dedicó sólo tres minutos. Claro, el financiamiento es un tema. No entendemos cómo la Universidad de Chile sigue administrando un negocio tan malo, porque a pesar de perder plata, sigue peleando por mantenerlo. Creemos que ahí hay algo que debería aclararse.
Pero el problema no radica sólo en el financiamiento de la PSU. En efecto, una cuestión económica no puede convertirse en una traba para que los jóvenes estudien en la educación superior. Los alumnos que dan la prueba son 180 mil, pero sólo se le dará becas a un tercio de ellos, es decir, a unos 50 mil. Se necesita bastante más. También queremos propuestas concretas acerca de cómo lo van a hacer.
En el 2002, todos los parlamentarios estuvimos de acuerdo en que se estaba improvisando y que el sistema no iba a funcionar. Elaboramos un proyecto de acuerdo que se envió a la señora Mariana Aylwin , ministra de Educación de entonces, pero no pasó nada.
Ese mismo año, Hugo Montes nos decía que la prueba sólo formaría alumnos llenos de conocimiento, pero que eso no traería nada positivo. Por nuestra parte, el mismo año, hicimos una encuesta: el 79 por ciento de los jóvenes encuestados manifestó que el ministerio no los escuchaba; lo mismo ha venido sucediendo hasta el día de hoy.
En el 2003, un titular decía: “En los colegios, hacen piruetas urgentes para ayudar a sus alumnos en la prueba de aptitud.” Ahora, más de 4.000 escolares protestan y pide que la PSU sea gratuita.
Bueno, aquí hay, una vez mas, improvisación de todos los gobiernos de la Concertación. Pensábamos que el ministro no se haría cargo de lo que hicieron los otros ministros, pero como él dice que esto es una continuidad, también esperamos propuestas concretas para solucionar este asunto.
En cuanto al tema de la JEC, que partió en l997 y que expuso muy extensamente el señor ministro , en el 2002 se pidió una ampliación del plazo hasta el 2007 y el 2010. ¿Cómo vamos ahora? Bueno, nos habríamos ahorrado mucho tiempo si el ministro nos hubiera dicho cuándo nos va a dar a conocer un titular como éste: “Por segunda vez se aplaza meta de la jornada escolar completa al 2010.” Ese es el titular que deberemos esperar que aparezca en la prensa para saber hasta cuándo se va a postergar.
¿Ha sido efectiva la jornada escolar completa? Por cierto que no. En el 2003, el ministro Bitar nos decía que había que apurar el tranco, que no íbamos bien, que había que focalizar la educación escolar para lograr mayor calidad. La ministra Aylwin , en el 2000, nos había dicho algo similar, y en 1996, el señor Brunner había emitido su informe sobre la calidad de la educación. En eso no hemos mejorado nada.
Por eso, hemos dicho muchas veces que no se avanza y que queremos propuestas concretas, porque, en el 2004, la Oecd decía que se hacía mal uso del tiempo en las escuelas. Entonces, queremos propuestas concretas sobre la forma en que se va a usar mejor. El informe de la Universidad Católica del 2005, que también mencionó el ministro , dice: “La jornada escolar completa tiene agotados a profesores y alumnos.” Queremos propuestas concretas sobre cómo se va a solucionar ese problema.
No queremos seguir sentándonos a discutir. En el 2005, el subsecretario de Educación de aquel entonces, que sigue en la cartera de Educación, don Pedro Montt , nos decía: “Estamos indagando el porqué de este cansancio de los jóvenes por la jornada escolar completa.”
Lleva un año indagando y todavía no tenemos respuesta. Queremos esa respuesta; no más de lo mismo.
Queremos más deporte, más arte, más música, más computación y más recreación. Queremos los talleres y que se mejore la alimentación, porque a todos nos llegan quejas de padres y apoderados respecto de que hay problemas con la alimentación de la jornada escolar completa, porque se genera discriminación entre los mismo alumnos que no tienen posibilidad de almorzar. Queremos esas soluciones concretas.
En su oportunidad, la ministra Aylwin nos prometió metas que no cumplió; el ministro Bitar fue un experto en lo mediático. Hoy queremos soluciones concretas, que no se diga en el futuro del ministro de Educación lo que dijo el economista Sebastián Edwards , que era un ministro ausente. Queremos un ministro presente, con soluciones concretas para los problemas que hoy afectan a los jóvenes; que en la PSU no sea una barrera el aspecto económico. Queremos la gratuidad del pase escolar, la que planteamos cuando se efectuó la reforma constitucional, y la realización de talleres en la Jornada Escolar Completa.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Tiene la palabra, por cuatro minutos de su Comité, más cinco minutos cedidos por el Comité de la Democracia Cristiana, la diputada señora Carolina Tohá.
La señora TOHÁ (doña Carolina).-
Señor Presidente , a diferencia de varios planteamientos que se han escuchado en la Sala, creo que es valioso y positivo que exista la capacidad estudiantil de poner temas en la agenda pública. Creo que es positivo que tengamos organizaciones estudiantiles despiertas, activas y que los jóvenes se movilicen y salgan a la calle, siempre que lo hagan en condiciones pacíficas, lo que en algunas ocasiones no se ha respetado, debido a la acción de grupos minoritarios, no de las organizaciones ni de la mayoría de los estudiantes que participan en las movilizaciones.
Nunca he pensado que en democracia las autoridades deban tener todos los temas claros de antemano y la visión completa de todo lo que acaece en la sociedad. Pienso que en una democracia la gracia es que los ciudadanos tengan la capacidad de llamar la atención sobre puntos que no están en la agenda, de reclamar sobre cosas que no se logran de manera adecuada y de poner sobre la mesa otros problemas y otras inquietudes que no estaban previstas por los gobernantes, por los parlamentarios, por los alcaldes.
A mi juicio, eso es parte de una sana democracia y un síntoma positivo en una sociedad como la nuestra, en la que por tantos años se dijo que teníamos una juventud apática, que no se interesaba por nada. En este caso no ha ocurrido eso, pues hemos tenido una organización estudiantil que, según hemos constatado, porque nos hemos dado el tiempo para juntarnos y conversar con ellos, se ha movilizado y trabajado arduamente para hacer propuestas, analizar su realidad escolar y evaluar la experiencia de la JEC y el marco normativo que rige la educación chilena. Tienen mucho que contribuir en el esfuerzo de hacer mejoramientos, cambios y de entrar en una nueva etapa de nuestro proceso de reforma educacional.
Nunca he pensado que reconocer problemas en la reforma educacional signifique negar sus avances o virtudes. Esta es una reforma gigantesca, que tiene hoy estudiando, en todos los niveles escolares, a más niños y jóvenes que nunca en la historia. Hemos logrado niveles de cobertura que no son insignificantes, distintos o contrapuestos a la calidad, pues el primer paso de la calidad es la cobertura.
Sin embargo, así como se logran cosas en ese esfuerzo, también hay falencias, dificultades y errores. Reconocerlo no le resta mérito a lo logrado.
Por otra parte, los mismos avances generan nuevas demandas, inquietudes y necesidades. Si no tuviéramos Jornada Escolar Completa no habría problemas con la alimentación. Si no tuviéramos -como tenemos- doce años de escolaridad, no se presentaría el debate que hoy está sobre la mesa, sobre la gratuidad del pase escolar para la enseñanza media. Antes sólo la educación básica era obligatoria y gratuita; ahora también lo es la enseñanza media, de manera que se plantea este nuevo tema, que es parte de los avances logrados.
En esa instancia de reconocer falencias, los estudiantes han puesto temas que son válidos y que hay que considerar, como el de la Prueba de Selección Universitaria, en la que hay varias dificultades que se deben enfrentar. Por cierto, una de ellas es el costo. La PSU también es una barrera tremenda desde el punto de vista académico para miles de estudiantes.
Sin embargo, si a esos mismos estudiantes, a quienes más les cuesta obtener resultados, a quienes menos acceso tienen a cursos preunivesitarios pagados, les ponemos una barrera económica por el hecho de que la prueba tiene un costo, sin duda les estaremos poniendo un obstáculo enorme para que muchos jóvenes puedan llegar a la educación superior.
Resulta un contrasentido. Si el año pasado logramos un acuerdo para garantizar gratuidad, vía crédito o beca, a los tres primeros quintiles en todas las instituciones del Consejo de Rectores, no se explica que esa misma gratuidad no se asegure para rendir la prueba, que es requisito para acceder a beneficios posteriores.
Entonces, tenemos que avanzar para nivelar las normas de gratuidad en los tres primeros quintiles, como la garantizamos hoy en los aranceles y en la matrícula en el caso del Consejo de Rectores.
Pero, no sólo ése es el problema, sino que tenemos dos más, que se han planteado varias veces, y que, en esta oportunidad, puede ser bueno hincarles el diente. Uno, se refiere a la administración de la Prueba de Selección Universitaria, PSU.
No me voy a hacer cargo de las dudas y sombras que se han sembrado de que se está haciendo mal uso de esta plata. No tengo elementos para decir eso. Pero es un hecho de la causa que ninguna cosa que se maneje monopólicamente por una entidad, en la que nunca se concursa, en la que nunca se examinan otras opciones, será administrada bien.
El sistema, como está hoy, en el fondo significa una vulnerabilidad para la propia Universidad de Chile, que todos queremos que no se enfrente a estos problemas.
Deberíamos pedir al Consejo de Rectores, responsable, encargado y propietario de los derechos de la prueba, que examine un sistema más transparente, más claro, más eficaz de administración de la prueba.
En tercer lugar, tenemos un debate pendiente, que no voy a abordar hoy porque no está en la agenda, que se refiere a cómo se hace la selección universitaria con la PSU. Pero no sólo con ella, ya que se toman más en cuenta otros factores, como las notas escolares, tema que discutiremos en otro momento.
Respecto del pase escolar, también tenemos que enfrentar una nueva etapa. En primer lugar, porque dado que se aplicará el Transantiago, hay dudas respecto de si este derecho se va a respetar. Sin duda, este derecho en los términos que está hoy día tiene que respetarse, pero, quizás, debiéramos ir más allá y tratar de lograr dos cosas: una, que la tarjeta que se entregue sea única -está en el proyecto de acuerdo que presentó el diputado Jaime Quintana y en el otro que presentamos con apoyo transversal- para todos los usos que requieren los estudiantes.
Además, debemos avanzar en el sentido de que la tarjeta conlleve garantías de viajes iguales a las que tienen hoy -sin límites- y, ojalá, con un costo más bajo. Incluso, sería procedente que fuera gratuita, dado que hoy, de acuerdo con nuestra Constitución Política, la educación media es obligatoria y gratuita, igual que la básica, que sí tiene pase escolar gratuito.
Respecto de la jornada escolar completa, JEC, se optó por un modelo que está en la base de nuestro sistema educacional: el Ministerio de Educación dicta normas, pero cada establecimiento las implementa con autonomía.
El Ministerio de Educación no se encargó de decirle a cada establecimiento lo que tenía que hacer con las horas extra. Había criterios, había ideas; pero cada uno de los municipios, en el caso de los establecimientos municipales o de los particulares subvencionados, en su caso, tenían creativamente que llenar los horarios. Y ahora, al evaluar, nos encontramos con que, en muchos casos, esto no se ha hecho bien. En particular, en la enseñanza media, donde los estudiantes están sometidos a un estrés de estudio grande, donde en los últimos dos años van a preuniversitarios, suele suceder que se repiten las mismas asignaturas y materias de la mañana, lo que provoca agotamiento, agobio, desconcentración -con seguridad- y rechazo a hacer uso de esas horas de una mejor manera.
Entonces, quizás, lo que corresponde es corregir la estrategia, y que el Ministerio de Educación sea más activo y diga, apoye y dirija para que esas horas se ocupen con el fin de dar una formación más completa, con deporte, cultura, talleres, de modo que se desarrollen otras inquietudes de los jóvenes y se fortalezcan sus organizaciones, incluso con educación cívica. Es decir, todas materias que no están en el currículo regular de las horas de la mañana.
Ahí también tenemos otra dificultad que los estudiantes han planteado y que creo que es válida. Con la Asociación Gremial de Educadores de Chile, Agech , se ha hecho un esfuerzo muy grande para seguir ampliando el derecho a alimentación. Se ha ido creciendo y entregando recursos año a año, con el objeto de, en la medida que hay necesidad económica, garantizar el acceso, pero nos hemos encontrado con la realidad que en muchos establecimientos unos son un poco más pobres y otros un poco menos. Su realidad es de vulnerabilidad, pero tenemos a algunos estudiantes con alimentación y a otros, sin ella. Y, resulta muy difícil explicarle a un estudiante que porque su papá gana dos mil pesos más no tiene derecho a alimentación, pero el alumno de al lado sí lo tiene.
Deberíamos buscar una fórmula para que en los lugares donde existe una realidad básica de pobreza y de alta necesidad social, con que funciona la comuna y el establecimiento, tengamos una cobertura total de la alimentación y que todos los estudiantes se encuentren a comer en el casino, a la misma hora.
Todo lo que han planteado los estudiantes son inquietudes válidas que podemos poner en la agenda, y poco a poco ir logrando su cumplimiento. Siempre y cuando nos sentemos a dialogar en una mesa de trabajo, Gobierno y estudiantes, lo antes posible.
La actitud, lo que he visto y verificado de los dirigentes estudiantiles, es de diálogo y constructiva.
Mi petición, y creo que represento a muchos diputados, es que a la brevedad se inicie un trabajo conjunto en estos temas y avancemos en ellos.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Karla Rubilar.
La señora RUBILAR (doña Karla).-
Señor Presidente , en la misma línea de lo señalado por el diputado Kast , puedo decir que es bastante común encontrar en la prensa de los últimos años comentarios -por ejemplo, en la del 26 de septiembre de 2000 y en la del 6 de abril de 2001- sobre la violencia estudiantil y los conflictos por el pase escolar.
Por eso, por su intermedio, señor Presidente , quiero llamar la atención del ministro para que no cometa los mismos errores en que han incurrido los gobiernos de la Concertación en forma repetida, los que con posterioridad a las protestas y tomas, habitualmente, entregaron múltiples recursos. Por ejemplo, si hubo conflicto por el alza en la tarifa del pase escolar, se mantuvo su valor; si se protestó por mayores créditos universitarios, después de las manifestaciones se entregaron esos recursos.
Creo que la autoridad debe ser responsable respecto de lo que puede o no hacer. Si puede hacer las cosas antes, ¿por qué esperar la movilización o protesta de los estudiantes para entregar los recursos? No entiendo que se obligue a los estudiantes, secundarios o universitarios, a protestar para que les entreguen los recursos.
Si se planifica bien, los recursos están. De lo contrario, deben buscarse como consecuencia de las protestas. Por eso, tiendo a pensar que no existe voluntad para resolver los conflictos pacíficamente, en mesa de diálogo.
Así, se da una muy mala señal a los jóvenes, porque se les obliga a protestar, a reclamar para obtener los recursos. No tiene sentido.
Reitero el llamado al ministro de Educación para que, si existen los recursos, se entreguen antes de que existan las movilizaciones, porque no corresponden a los ideales de los estudiantes.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Correa.
El señor CORREA .-
Señor Presidente , en respuesta a las palabras del señor ministro , deseo señalarle que todo lo que dijo ya fue dicho por los ministros que le antecedieron y por los presidentes de la República.
Desde que se inició la reforma educacional, en 1990, durante el gobierno del Presidente Aylwin, siendo ministro de Educación don Ricardo Lagos , y posteriormente, a raíz de los escasos resultados que daba, en 1997, el 21 de mayo de 1997, el Presidente Frei anunció, con bombos y platillos, el inicio de la jornada escolar completa. En ese entonces, cuando escuchamos ese anuncio, todos pensamos que con esta medida era posible mejorar sustancialmente la educación.
Posteriormente, a raíz de que no se pudo cumplir con la meta fijada para el 2003, para que todas las escuelas entraran en régimen de jornada escolar completa, se prorrogó hasta el 2007. Hoy, el señor ministro nos anuncia que va a ser prorrogada para el 2010, lo que revela un grado de improvisación increíble.
Estamos conscientes de que la jornada escolar completa puede significar realmente un grado de mejoramiento de la calidad de la educación, pero esos resultados no se advierten, no se ven.
Por eso, creemos que se debe dar un impulso que, efectivamente, nos permita pensar que, mejorando la calidad de la educación, vamos a lograr el desarrollo pleno que merecemos como país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Finalmente, tiene la palabra el diputado Andrés Egaña.
El señor EGAÑA.-
Señor Presidente , aprovechando la presencia de los ministros de Educación y de Transportes y Telecomunicaciones, y sin desconocer la importancia de la JEC y de la PSU, quiero referirme al pase escolar.
Todos los principios de año vemos que casi el ciento por ciento de las protestas que realizan los estudiantes se debe al pase escolar y las autoridades han sido incapaces de dar una solución global a este problema que se manifiesta en todo Chile. Para algunas cosas, las autoridades son centralistas. Cuando manejan los recursos de la educación, lo hacen centralizadamente; pero, en lo que respecta al pase escolar, dejan que cada una de las regiones trate de solucionar los conflictos que implica en forma individual. Hoy es la oportunidad para que, de una vez por todas, pongamos fin, de manera integral, moderna -la tecnología así lo permite-, a esa situación de tener todos los años a los estudiantes en las calles protestando por su pase escolar, que es muy importante para ellos.
Por lo tanto, reiteramos la petición, que se hace todos los años, en el sentido de que las autoridades puedan disponer de un mecanismo universal que se aplique en todas las regiones del país para que los estudiantes puedan tener su pase correspondiente.
En relación con la percepción de la Concertación sobre el tema educacional, sólo me he dedicado a mirar los proyectos de acuerdo, que han llegado en forma sucesiva -diría, quizá desordenada-, sin una visión de conjunto, lo que demuestra un poco la forma de organización con que los gobiernos de la Concertación analizan el tema.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Cerrado el debate.
Esta sesión ha sido extremamente proficua. Hay cuatro proyectos de acuerdo que se van a someter a votación.
El señor Secretario va a dar lectura al primero.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo N° 88, de los señores Quintana, García, Paredes, Becker, Núñez; de la señorita Saa, doña María Antonieta; de los señores Jarpa, Estay, Leal, y de la señora Allende, doña Isabel
“Considerando:
Que es público y de notorio conocimiento que, año tras año, los estudiantes del país, tanto secundarios como universitarios, deben sortear engorrosas y duras negociaciones con los gremios del trasporte y el ministerio del ramo, con tal de lograr convenios que les permitan acceder a una tarifa rebajada en sus viajes.
Que, en la actualidad, las negociaciones se realizan segmentadas por regiones, de modo que los beneficios que logran los estudiantes de la Región Metropolitana, de Santiago, pueden ser y son distintos de los que logran los de la Quinta Región, de Valparaíso; la Sexta Región, del Libertador General Bernardo O’Higgins, o la Octava Región, del Biobío. Así, por ejemplo, ha habido años en que un estudiante de la Quinta Región, de Valparaíso ha gozado del beneficio del pasaje rebajado de lunes a domingo, desde las 6:30 hasta las 24:00 horas, en tanto que los de la Región Metropolitana, de Santiago, gozan de este beneficio de lunes a viernes, desde las 07:00 hasta las 24:00 horas, y el sábado, desde las 07:00 hasta las 14:00 horas.
Que, peor aun, los pases escolares son entregados directamente por las asociaciones del transporte colectivo de las distintas regiones, con lo cual un pase otorgado en la Quinta Región, de Valparaíso, no puede ser utilizado en la Región Metropolitana, de Santiago, así como uno entregado en la Octava Región, del Biobío, no puede ser utilizado en ninguna otra región.
Que es cada vez más común en Chile, y ha sido un fenómeno creciente, que las personas estudien en ciudades distintas de las de su origen. Es común que un estudiante de Valparaíso estudie en Santiago, o uno de Rancagua lo haga en Viña del Mar, o uno de Curicó estudie en Concepción. Por esa circunstancia, cuando el estudiante viaja a su ciudad de origen no deja de ser estudiante y, por ende, presumirse su limitación presupuestaria, o, desde otra perspectiva, un estudiante de provincia que viaja a Santiago por razones académicas, sigue siendo tan estudiante como en su región, pero, en la capital, además de ser más alto el valor de la locomoción, este estudiante debe pagar el pasaje completo.
Que ha sido una constante histórica otorgar beneficios a los estudiantes, pues son el futuro de la nación. Las personas, en lo futuro, gracias al sacrificio de hoy, harán de Chile una nación más próspera y, en este sentido, lo mínimo es darles un tratamiento más benévolo en el transporte público.
Que el gobierno, en la actualidad, con los inconvenientes por todos conocidos, se encuentra implementando sendos sistemas de transporte público en al menos tres regiones del país: la Metropolitana, de Santiago; la Quinta, de Valparaíso, y la Octava, del Biobío. Por tanto, es el momento propicio para implementar un sistema nacional que asegure a todos los estudiantes iguales prerrogativas de transporte, sea que se encuentren circunstancialmente en Santiago, Talca, Concepción, Temuco o Valparaíso, pues la calidad de estudiante no se pierde ni se suspende por el traslado de una ciudad a otra.
Que el tema de la asignación de los pases escolares o tarjetas de identificación no requiere ley sino regulación normativa.
La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a S.E. la Presidenta de la República que instruya a los Ministerios de Transportes y Telecomunicaciones y de Educación a fin de que coordinen y, en definitiva, entreguen una tarjeta única de identificación como estudiante, que permita acceder a los beneficios de rebaja en el traspone colectivo y otros que se otorguen a los estudiantes.”
El señor LEAL (Presidente).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 90 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Arenas Hödar Gonzalo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Bustos Ramírez Juan; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Del Río Eduardo; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; Girardi Briere Guido; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hernández Hernández Javier; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Isasi Barbieri Marta; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Rossi Ciocca Fulvio; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Suárez Eduardo; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Mühlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
El señor LEAL (Presidente).-
El señor Secretario va a dar lectura al siguiente proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo N° 89, suscrito, en calidad de autores, por la diputada señora Marcela Cubillos y por los diputados Bobadilla, Kast, Rojas, Verdugo, Martínez, Palma, Correa, Bertolino, Errázuriz, y, en calidad de adherentes, por los diputados señores Egaña y Estay.
“Considerando:
Que la educación es la base del progreso armónico de una sociedad.
Que, tanto las condiciones en que se garantiza a los jóvenes el acceso igualitario a la educación como la misma calidad, incide fundamentalmente en la igualdad de oportunidades.
Que, sólo a través de una educación de calidad se logrará un desarrollo uniforme de la sociedad, evitando distanciamientos sociales y brechas entre sus distintos sectores.
Que, en los últimos años, se han invertido importantes recursos económicos para mejorar la calidad e infraestructura de la educación.
Que, en 2003, a juicio de las autoridades, la Prueba de Selección Universitaria (PSU) se presentó como solución a los problemas de la Prueba de Aptitud Académica (PAA).
Que, como producto de la falta de estudios técnicos e independientes que confirmaran los anuncios de la autoridad, el nuevo sistema de evaluación ha mostrado problemas y lo que es más grave aun, ha aumentado la brecha entre los estudiantes de establecimientos privados y los de establecimientos públicos. Así, al analizar los resultados de la prueba de 2004, el porcentaje de respuestas correctas de los estudiantes que provienen de establecimientos municipales cae del 30% al 19%, mientras que el de los que provienen de colegios particulares se mantiene en torno al 56%.
Que esta situación es reconocida por el Rector de la Universidad de Chile, quien ha señalado que, en relación con la PSU, en su universidad se ha producido un notorio descenso en la matrícula de alumnos municipalizados.
Que, hasta el momento, no se ha dado a conocer ningún estudio que avale ni respalde este sistema, muy por el contrario, la PSU sólo ha sido validada por el Comité Técnico Asesor del Consejo de Rectores, organismo que la propuso y la implementó.
Que, por los antecedentes expuestos, es necesario que se transparente toda la información en relación con este nuevo sistema, de manera de corregir sus problemas.
Que, al igual que la PSU, otro de los proyectos propuesto por los gobiernos de la Concertación para mejorar los problemas educacionales fue la implementación de la Jornada Escolar Completa (JEC).
Que dicho programa todavía no funciona en su totalidad, lo que causa dudas respecto a su verdadera eficacia.
Que este programa fue aprobado por un proyecto de ley, cuyo informe financiero señalaba un costo de doscientos cuarenta y nueve mil ochocientos noventa y ocho millones de pesos, monto que se gastaría entre 1997 y 2016, siendo lo suficiente para dotar de la infraestructura necesaria a todos los establecimientos educacionales, de modo de ser parte de la Jornada Escolar Completa (JEC).
Que, hasta la fecha, no más del 80% de los colegios municipales están funcionando con la JEC y ya se ha gastado una cifra tres veces mayor que la estipulada por el gobierno, faltando aún importantes recursos que entregar para llegar al 100% de los establecimientos.
Que éste era también uno de los proyectos estrella de la Concertación, y la realidad muestra que aún no se ha concretado y que la cantidad de recursos utilizados supera ampliamente lo establecido en su momento.
Que la entrada en vigencia de la JEC, en todos los establecimientos educacionales municipales, ya ha sido postergada una vez y que no se puede seguir improvisando respecto de este tema.
Que, según las mediciones realizadas desde la entrada en vigencia de este programa, los establecimientos que no cuentan con ella entregan mejores resultados que los que sí la tienen, e incluso así se ha hecho obligatoria su implementación
La Cámara de Diputados acuerda:
1. Establecer un sistema de subsidio para los alumnos de bajos ingresos que no pueden costear la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
2. Hacer público el informe técnico realizado por el Educational Testing Service (ETS) de los Estados Unidos de América.
3. Pedir una auditoría técnica a un órgano independiente y calificado que entregue la siguiente información:
Atributos de la actual PSU como sistema predictivo de medición.
Evaluación del desempeño de los alumnos una vez ingresados a la universidad, comparativamente respecto del resultado en la PSU.
Comparación de los resultados de la PSU entre alumnos de establecimientos públicos y privados.
4. Encargar un estudio de la implementación de la Jornada Escolar Completa (JEC) a un órgano independiente que informe respecto de:
Los procesos de licitación para la construcción de establecimientos educacionales municipales, de modo de adecuar su infraestructura para ingresar al sistema de la JEC.
Los establecimientos que aún no ingresan a este sistema y el estado de las licitaciones.
La cantidad de licitaciones realizadas por obra y las que han sido otorgadas por trato directo.
5. Hacer pública la información respecto de los resultados de los establecimientos educacionales que tienen jornada escolar completa comparados con los establecimientos que no la tienen en relación con las pruebas Simce y PSU.
6. Asimilar la Jornada Escolar Completa (JEC) a los establecimientos que tienen igual o mayor cantidad de horas y que están en doble jornada, para los efectos de la cancelación de la UCE con el valor equivalente y que el Ministerio de Educación haya aprobados los planes y los programas de estudio.
7. Establecer la gratuidad del pase escolar durante los doce años de educación escolar.”
El señor LEAL (Presidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 49 votos; por la negativa, 32 votos. Hubo 10 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alinco Bustos René; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Arenas Hödar Gonzalo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; Bustos Ramírez Juan; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; Delmastro Naso Roberto; Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Bruner Cristián; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Palma Flores Osvaldo; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sabag Villalobos Jorge; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena; Verdugo Soto Germán; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Araya Guerrero Pedro; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Díaz Marcelo; Duarte Leiva Gonzalo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Escobar Rufatt Álvaro; Espinoza Sandoval Fidel; Fuentealba Vildósola Renán; Goic Boroevic Carolina; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Jaramillo Becker Enrique; León Ramírez Roberto; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Robles Pantoja Alberto; Rossi Ciocca Fulvio; Saffirio Suárez Eduardo; Silber Romo Gabriel; Súnico Galdames Raúl; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Walker Prieto Patricio.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Ceroni Fuentes Guillermo; Espinosa Monardes Marcos; Girardi Briere Guido; Jarpa Wevar Carlos Abel; Leal Labrín Antonio; Muñoz D’Albora Adriana; Núñez Lozano Marco Antonio; Saa Díaz María Antonieta; Sule Fernández Alejandro; Tohá Morales Carolina.
El señor LEAL (Presidente).-
El señor Secretario va a dar lectura al siguiente proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo N° 90, de la diputada señora Carolina Tohá; de los diputados señores González, Montes, Meza; de la diputada señorita María Antonieta Saa; de los diputados señores Olivares, Silber, Paredes, Insunza; de la diputada señora Clemira Pacheco, y del diputado señor Súnico.
“Considerando:
Que, en los últimos días, los estudiantes secundarios han planteado diversas inquietudes y demandas a la autoridad respecto de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), de la necesidad de establecer un pase escolar único, nacional y gratuito, y sobre una mejor utilización de la jornada escolar completa (JEC).
Que, igual que todos los chilenos, los estudiantes secundarios tienen derecho a organizarse y manifestarse pacíficamente y, con ello, enriquecer el debate democrático con los temas que son de su interés.
Que las legítimas demandas estudiantiles deben analizarse y tratarse a través de mesas de diálogo u otros procedimientos de negociación entre el Gobierno y los representantes de los estudiantes secundarios, sin que la violencia sea un camino adecuado para su solución.
Que ha existido voluntad tanto de parte de las autoridades gubernamentales como de los dirigentes más representativos de los estudiantes secundarios, para establecer formas de diálogo que encaucen estas demandas hacia un tratamiento responsable y acorde con las posibilidades del país.
Que, hasta ahora, dichas conversaciones han arrojado acuerdos en algunas materias, por lo cual es urgente reestablecer el diálogo y que todos los sectores ayuden a crear condiciones para que se reinstale un clima constructivo.
Que, en lo que respecta a las demandas estudiantiles, la Prueba de Selección Universitaria (PSU) constituye el procedimiento unificado y nacional, establecido por el Consejo de Rectores para ingresar a la educación universitaria.
Que esta prueba no puede tener barreras de entrada por razones de costo, por lo cual constituye un deber del Estado asegurar que pueda ser rendida por todos los egresados de Cuarto Medio que lo deseen. Para esto, el Ministerio de Educación y el Demre otorgan actualmente becas para pagar su costo, las cuales deben extenderse a los estudiantes de los quintiles más necesitados y perfeccionar sus sistemas de publicidad y asignación.
Que el pase escolar es un instrumento exclusivamente para facilitar el acceso de los estudiantes al transporte público con tarifa reducida, en horarios acordes con la jornada escolar y sin restricciones de viaje.
Que es válido estimar la necesidad de perfeccionar dicho pase escolar, de modo de transformarlo en un instrumento apto para acceder a otros servicios culturales y educativos, así como vincularse con las nuevas modalidades de transporte, tales como el Transantiago, para lo cual hay que efectuar cambios técnicos que están en estudio.
Que, el 15 de mayo de 2006, se ha suscrito un Protocolo de Acuerdo -sobre la cantidad de viajes que autoriza el pase de Educación Básica y Media en la Región Metropolitana, de Santiago-, entre el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y los representantes de los estudiantes secundarios, por el cual se reconoce el derecho ya garantizado en el decreto supremo N° 20 del ministerio señalado, de efectuar los viajes que sean necesarios por razones de estudio y no sólo los de la residencia del alumno hasta el establecimiento educacional y viceversa, y el Gobierno se ha comprometido a garantizarlo en los futuros actos administrativos que se dicten sobre la materia.
Que el régimen de Jornada Escolar Completa (JEC) equivale a ampliar en un promedio de doscientas cincuenta horas cronológicas anuales el tiempo lectivo del sistema escolar, por lo que quienes cursen toda su Enseñanza Básica y Media con jornada extendida tendrán alrededor de dos años más de clases. Hasta la fecha, se han incorporado a este sistema siete mil ciento treinta y cinco establecimientos (83%). Esto significa que más de dos millones trescientos mil estudiantes chilenos son beneficiarios de la JEC (76%).
Que los estudiantes secundarios han formulado críticas y objeciones a esta extensión de la jornada escolar, por cuanto, en especial en la Enseñanza Media, ha representado una recarga de trabajo poco atractiva para los estudiantes. Significa reiteración de los contenidos regulares y no nuevas modalidades de aprendizaje, lo que aumenta la fatiga estudiantil y no cumple el objetivo propuesto, sobre todo en cuanto a destinar este tiempo adicional al enriquecimiento de los alumnos y a la incorporación de nuevas tecnologías y usos culturales y asociativos de los recursos pedagógicos.
Que, adicionalmente, se han detectado problemas en cuanto a las necesidades de alimentación y de comodidad de los alumnos, derivados del mayor tiempo que deben pasar en el colegio
La Cámara de Diputados acuerda:
1. Hacer un llamado al Gobierno y a los representantes de los estudiantes secundarios a retomar el camino del diálogo y la negociación, descartando las descalificaciones y los actos de violencia. En esta dirección, es urgente el reestablecimiento de la mesa de trabajo que ha funcionado en los últimos días y la generación de un clima estudiantil que facilite ese trabajo y la comunicación de sus resultados a todos los liceos y colegios.
2. Instar al Gobierno que extienda las becas de subsidio de la PSU hasta los tres primeros quintiles, de modo que ningún alumno o alumna quede excluido de rendir esta prueba por falta de recursos económicos.
3. Solicitar al Consejo de Rectores que estudie y proponga medidas para hacer más transparente la administración de la PSU, precise el costo real de los procesos asociados a su elaboración y aplicación, así como examine las alternativas de licitación de estos servicios para encontrar una respuesta más económica y confiable que la actual.
4. Valorar el Protocolo de Acuerdo sobre cantidad de viajes que autoriza el pase de Educación Básica y Media en la Región Metropolitana, de Santiago, de 15 de mayo de 2006, suscrito por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y los representantes de los estudiantes secundarios.
5. Pedir a los Ministerios de Transportes y Telecomunicaciones y de Educación que trabajen en conjunto para encontrar soluciones que permitan avanzar en la universalización del Pase Escolar como medio de identificación ante los organismos que entregan beneficios a los estudiantes, eliminando otros instrumentos o medios de identificación, comprometiéndose a que el nuevo pase no signifique retroceso en los derechos que actualmente gozan los estudiantes, por el contrario, se busque la ampliación de los beneficios, en particular frente al Transantiago, en atención a la gratuidad y obligatoriedad de la Enseñanza Media.
6. Valorar los avances en infraestructura, equipamiento y mayor tiempo para el estudio derivados de la JEC y demandar de los docentes, los directivos y los sostenedores un esfuerzo creativo para el buen uso de estos nuevos recursos.
7. Emplazar al Gobierno a reconocer las falencias en el uso de las horas de extensión de la jornada escolar completa. Con este objeto se solicita un rol activo del Ministerio de Educación en promover y garantizar un óptimo uso de la Jornada Escolar Completa con acciones y apoyos específicos a los establecimientos.
8. Requerir del Ejecutivo una cobertura mayor de la alimentación escolar, asegurándola en forma completa en aquellos establecimientos que atiendan a la población más vulnerables, de modo de evitar distinciones y segregaciones en el interior de los establecimientos.”
El señor LEAL (Presidente).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 87 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 5 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Del Río Eduardo; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Briere Guido; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hernández Hernández Javier; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Isasi Barbieri Marta; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rossi Ciocca Fulvio; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Suárez Eduardo; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Barros Montero Ramón; Delmastro Naso Roberto; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena.
El señor LEAL (Presidente).-
El señor Secretario va a dar lectura al siguiente proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 91, de los diputados señores Eduardo Díaz, Mulet, Sabag, Mario Venegas; de la diputada señora Carolina Goic y de los diputados señores Araya, Ojeda, Roberto Sepúlveda, Olivares y Chahuán.
“Considerando:
Que, en gran parte de los establecimientos educacionales del país, los niveles de Educación Básica y Media son municipalizados y particulares subvencionados.
Que, en su mayoría, los estudiantes que acuden a dichos establecimientos de educación pertenecen a la clase media y, en particular, a los sectores más pobres de la sociedad.
Que resulta ilógico que quienes no tienen las condiciones económicas necesarias para solventar su mensualidad durante el período de escolaridad cuenten con los recursos para pagar el valor de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).
Que el artículo 19, N° 10, de la Constitución Política de la República, consagra el derecho a la educación como una garantía constitucional.
Que rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) es requisito para la admisión de alumnos a los establecimientos de Educación Superior.
Que muchos de los estudiantes que egresan de los establecimientos de educación municipalizados y particulares subvencionados se ven impedidos de continuar sus estudios en el nivel superior, ya que no cuentan con los medios económicos para solventar el valor de la PSU que en 2006 asciende a diecinueve mil seiscientos sesenta pesos.
Que esto causa frustración en quienes se encuentran en situación de carencia. Este mismo sentimiento se extiende a los estudiantes que aún cursan los últimos años de Educación Media, ante la eventualidad futura de hallarse en la imposibilidad de pago indicada, perdiendo la proyección profesional que todo joven chileno anhela, merece y tiene derecho.
Que estos hechos han dado lugar al aprovechamiento político y han creado situaciones evitables con medidas sencillas y perfectamente sustentables.
Que S.E. la Presidenta de la República ha sido particularmente receptiva a las necesidades de los jóvenes, materializando este sentimiento en el anuncio de medidas concretas para sus primeros cien días de gobierno, tales como aumentar hasta veinticinco años de edad para calificar al programa de bonificación al contrato de aprendizaje, pago del Estado de parte de las cotizaciones previsionales de los jóvenes de bajos ingresos y la creación de un subsidio que el Estado financie hasta el 50% del sueldo mínimo por un año, para estimular la contratación de jóvenes en riesgo social.
Que, entre estas medidas propuestas para los primeros cien días de gobierno en relación con la Educación Superior, está la de aumentar de ciento diez mil a ciento sesenta mil la cantidad de jóvenes beneficiados por créditos y becas, la consolidación de los distintos programas de becas universitarias en un sistema nacional de becas, un programa para que los mil mejores egresados de cada año de las universidades chilenas cursen doctorados en las mejores universidades del mundo y el ofrecimiento de la oportunidad de pagar parcial o totalmente su crédito universitario a través del servicio al país en regiones, conceptos que tendrán menor efecto que el planificado si los jóvenes carecen de los recursos para financiar el arancel que, por concepto de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) pagan en sus liceos al Demre de la Universidad de Chile.
Que, en la sesión 25a, de 11 de mayo de 2006, se presentó el proyecto de acuerdo N° 73, por el cual se solicita al Ejecutivo establecer la gratuidad de la PSU para los egresados de los establecimientos municipalizados.
Que, a mayor abundamiento, el ministro de Educación , el 16 de mayo de 2006, anunció la ampliación de la gratuidad total en la inscripción para la PSU para los alumnos del primer y segundo quintil, y parcial para los del tercero, en la forma de treinta mil becas que se suman a las diez mil aportadas por el Demre de la Universidad de Chile.
Que, de acuerdo con la evaluación de la educación chilena en el programa de Gobierno de S.E. la Presidenta de la República , se reconoce que el 70% de los actuales estudiantes universitarios es la primera generación de sus familias en acceder a estos estudios, y que este programa pone fuerte énfasis en la equidad como elemento integrador, de justicia social y de redistribución del ingreso, y señala, en el mismo sentido, que la capacidad debe ser el único requisito para acceder a la Educación Superior.
Que la situación fiscal es holgada y las proyecciones para las cuentas nacionales aparecen sólidas y estables para los próximos años, de manera que financiar este insumo por cuenta del Estado es posible en el corto y largo plazo.
La Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar a los Ministerios del Interior, de Educación y de Hacienda que estudien, diseñen e implementen, en completa coherencia con los postulados valóricos del Gobierno, las políticas necesarias para financiar la gratuidad del costo de !a Prueba de Selección Universitaria (PSU) a los estudiantes que egresan de los establecimientos educacionales municipalizados y particulares subvencionados, facilitando así su acceso a la Educación Superior.”
El señor LEAL (Presidente).-
En votación el proyecto de acuerdo.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 53 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 25 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Araya Guerrero Pedro; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa De La Cerda Sergio; Chahuán Chahuán Francisco; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Del Río Eduardo; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Encina Moriamez Francisco; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Fuentealba Vildósola Renán; Girardi Briere Guido; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Díaz Nicolás; Muñoz D’Albora Adriana; Núñez Lozano Marco Antonio; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Pascal Allende Denise; Robles Pantoja Alberto; Rossi Ciocca Fulvio; Sabag Villalobos Jorge; Saffirio Suárez Eduardo; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Sule Fernández Alejandro; Tohá Morales Carolina; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Walker Prieto Patricio.
-Votó por la negativa el diputado señor Urrutia Bonilla Ignacio.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Arenas Hödar Gonzalo; Barros Montero Ramón; Bobadilla Muñoz Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Hernández Hernández Javier; Isasi Barbieri Marta; Kast Rist José Antonio; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Turres Figueroa Marisol; Uriarte Herrera Gonzalo; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Ward Edwards Felipe.
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