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- rdf:value = " MODIFICACIONES AL DECRETO CON FUERZA DE LEY N° 2, DE 1998, SOBRE SUBVENCIONES A ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES, Y A OTROS CUERPOS LEGALES. Primer trámite constitucional.
El señor LEAL ( Presidente ).-
En el Orden del Día, corresponde tratar, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, el proyecto de ley, originado en mensaje, que modifica el decreto con fuerza de ley N° 2, de 1998, sobre subvenciones a establecimientos educacionales y otros cuerpos legales.
Diputada informante de la Comisión de Educación , Deportes y Recreación es la señora Carolina Tohá.
Antecedentes:
-Segundo informe de la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación, boletín N° 3953-04, sesión 25ª, en 11 de mayo de 2006. Documentos de la Cuenta N° 1.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo González , quien rendirá el informe en reemplazo de la diputada señora Carolina Tohá .
El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente , el primer informe del proyecto ha sido materia de un largo debate, tanto en la Comisión de Educación, Deportes y Recreación como en la Sala.
Se presentaron diversas indicaciones que fueron analizadas por la Comisión.
De conformidad con lo preceptuado en los artículos 130 y 288 del Reglamento, el informe que presento a la honorable Sala versa sobre el proyecto aprobado en general por la Cámara en su sesión 17ª ordinaria de 2 de mayo de 2006, con todas las indicaciones presentadas y admitidas a tramitación en esta Sala.
Todas las indicaciones contenidas en la hoja de tramitación, con excepción de la indicación Nº 3, de los diputados señores Espinosa, don Marcos ; Jarpa , Meza , Robles y Sule, que fue declarada inadmisible, fueron retiradas durante la discusión en la Comisión.
El proyecto, originado en mensaje, tiene por objeto modificar el decreto con fuerza de ley Nº 2, de 1998, en el sentido de establecer una distinción en los tipos de subvención que reciben los establecimientos educacionales de carácter especial para el tratamiento de niños que requieren una atención especializada, por tener problemas de aprendizaje transitorios o permanentes.
Esta distinción no se incluyó en la anterior ley de subvenciones.
En la Comisión y en la Sala hubo consenso respecto de la importancia de su incorporación, manteniendo todos los derechos y prerrogativas de las subvenciones que actualmente tienen los establecimientos de educación especial y diferencial. De esa manera, ninguno de esos colegios se verá perjudicado con esta normativa.
Es muy importante establecer esta distinción, porque, por una parte, los niños que no son diagnosticados con problemas permanentes no son asignatarios de la subvención y, por ende, quedan sin atención especializada; y, por otra, hay niños que son diagnosticados con problemas transitorios, en circunstancias de que son permanentes, lo que hace que los recursos asignados no resulten adecuados, ya que, en algunas oportunidades, dicha subvención resulta subutilizada.
Mediante el proyecto se busca terminar con estas distorsiones, ya que se otorga cobertura tanto a los problemas permanentes como a los transitorios, optimizando los recursos que provee el Estado y, sobre todo, incrementando el valor de la subvención para las escuelas especiales y los niños con problemas de aprendizaje.
Para lograr el objetivo, se propone modificar el decreto con fuerza de ley Nº 2, reemplazando la actual denominación de subvención de “educación básica especial diferencial”, por la de subvención de “educación especial diferencial” y se agrega el de subvención de “necesidades educativas especiales de carácter transitorio”. Se establece, además, que las subvenciones podrán fraccionarse y pagarse en relación con las horas de atención que efectivamente requiera el alumno para la superación de su déficit.
Por otra parte, y considerando que producto de estas modificaciones podría verse afectado el ingreso de la educación especial diferencial, especialmente en las escuelas de lenguaje, se aumenta la subvención diferencial y se aclara que ninguna escuela especial ni las escuelas de lenguaje se van a ver perjudicadas con estas normas.
Finalmente, se modifica la ley Nº 19.410, sobre sistema nacional de evaluación de desempeño, a fin de otorgar la bonificación de excelencia a los docentes que se desempeñan en escuelas de lenguaje.
En este segundo trámite reglamentario, la Comisión de Educación introdujo en el articulado del proyecto las siguientes modificaciones:
La letra c) del N° 1 del artículo 1° del proyecto, artículo 9° del decreto con fuerza de ley N° 2 se agregan nuevos incisos, de los cuales el primero es del siguiente tenor.
“Para los efectos de esta ley, se entenderá por Necesidades Educativas Especiales de Carácter Transitorio, aquellas no permanentes que presentan los alumnos en algún momento de su vida escolar a consecuencia de un trastorno diagnosticado por un profesional competente, y que requieren de ayudas y apoyos extraordinarios para acceder o progresar en el currículum por un determinado período de su escolarización. El reglamento determinará los requisitos, instrumentos o pruebas diagnósticas para establecer los alumnos con necesidades educativas especiales que se beneficiarán de la subvención establecida en el inciso anterior.”
Asimismo, con el objeto de acotar el concepto de profesional competente, el Ejecutivo formuló una indicación aditiva para intercalar los incisos tercero y cuarto, nuevos, pasando el tercero nuevo del texto del primer informe de la Comisión a ser quinto:
“Se entenderá por profesional competente, el idóneo que se encuentre inscrito en la Secretaría Ministerial de Educación respectiva. En todo caso, será inhábil para los efectos de esta ley el profesional que tenga la calidad de sostenedor de una Escuela Especial o de un establecimiento con proyectos de integración; o el cónyuge, hijo, adoptado o pariente hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad, inclusive, de un sostenedor de esos establecimientos, o el que sea dependiente de un sostenedor de los mismos establecimientos, y el que tenga intereses en dichas escuelas u otra institución que preste servicios a aquéllas.”
Este sistema de inhabilidades es muy importante para que los profesionales calificados como idóneos puedan evaluar sin interferencia de interés alguno, a fin de que salgan beneficiados, tanto los establecimientos como los niños que se someten al examen de dichos profesionales.
También se establece que, cuando se trate de profesionales del Ministerio de Educación, éstos tendrán prioridad por sobre los profesionales inscritos, de manera de asegurar el interés público en esta materia.
Asimismo, se establece que a las escuelas de educación especial que desarrollen en su totalidad el plan, se encuentren acreditadas y que reúnan los requisitos de establecimientos reconocidos por el Ministerio de Educación, con planes y programas de estudios correspondientes, en ningún caso, se les aplicará algún tipo de fraccionamiento de la subvención. Por lo tanto, está garantizada la atención en las escuelas especiales y el funcionamiento y la subvención para todas las escuelas de esta naturaleza, incluidas las de lenguaje.
Todas las escuelas especiales han quedado garantizadas por el trabajo de la Comisión de Educación, que aprobó el proyecto en forma unánime. Todas las indicaciones presentadas -como informé- fueron retiradas, excepto una que fue declarada inadmisible y que no se refiere al tema en comento, sino a la diferenciación en relación con la forma de subvención.
El artículo 3° reemplaza el artículo 31 de la ley N° 19.284, que establece normas para la plena integración social de personas con discapacidad.
La Comisión de Hacienda, en el primer trámite reglamentario, acogió una indicación del Ejecutivo para sustituir la expresión “enfermedades crónicas y” por “condiciones médico-funcionales”, que también fue votada favorablemente por la Comisión de Educación.
Los alumnos atendidos por la enseñanza regular podrán obtener esta forma de subvención. En los establecimientos que imparten enseñanza regular, pero que no son escuelas especiales, sólo existe la posibilidad fraccionar el monto de la subvención.
La Comisión quiso asegurar un monto superior de la subvención para los alumnos con déficit o problemas permanentes de discapacidad, y que las escuelas especiales acreditadas no sufran detrimento alguno debido a la aplicación de esta iniciativa una vez que sea ley de la República.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado Manuel Rojas .
El señor ROJAS.-
Señor Presidente , cuando el proyecto ingresó a tramitación en esta Corporación, no tenía por objeto aumentar la subvención y buscar una solución al problema detectado, sino que existía una situación que el Gobierno pretendía solucionar, relacionada con una muy mala fiscalización del Ministerio de Educación y de las seremis de dicha cartera, lo que estaría determinando que algunas escuelas estuvieran haciendo un mal uso de los recursos.
En consecuencia, lo que deseaba el Gobierno en ese momento era eliminar algunas instancias de educación especial, fundamentalmente las escuelas de lenguaje, porque no entendía el problema real y concreto que existe en materia educativa. Sobre el particular, es necesario entender que en materia de educación existe una acción humana heterogénea, ya que lamentablemente no todos somos iguales, y respecto del aprendizaje, algunos presentan mucho mayor vulnerabilidad que otros.
En este segundo informe, la Comisión de Educación da un paso muy importante al reconocer la existencia de escuelas que deben seguir funcionando. No es posible que, por ejemplo, se sostenga que las escuelas de lenguaje no son útiles para nuestra sociedad, porque sí lo son.
En ese sentido, en mi calidad de profesor, puedo dar fe de que en los colegios básicos no es fácil relacionar a niños en proceso de integración, a quienes presentan déficit atencional o un problema mucho más grave, como el autismo. Por lo tanto, debemos asumir que no es lo mismo educar a un niño común y corriente que a alumno que tiene problemas. Por eso, se requieren más recursos. Existen normas que establecen que no puede haber más de ocho niños en la sala de clases, porque, en este caso, la labor que desarrollan los profesionales de la educación es mucho más compleja.
En ese sentido, si bien algo se avanza en el proyecto, deseo expresar mi oposición a lo que se dispone en el artículo 1°, letra c), inciso tercero, donde en forma textual se establece lo siguiente: “Se entenderá por profesional competente, el idóneo que se encuentre inscrito en la Secretaría Ministerial de Educación respectiva”. A mi juicio, no por el hecho de que un profesional se encuentre inscrito en dicha Secretaría, su desempeño será ciento por ciento idóneo o profesional, porque pueden existir problemas.
Me llama la atención y lamento mucho que no se haya hecho claridad respecto de lo que pretendemos. Por ejemplo, el inciso tercero, que se agrega al artículo 9º del decreto con fuerza de ley Nº 2, establece: “En todo caso, será inhábil para los efectos de esta ley el profesional que tenga la calidad de sostenedor de una Escuela Especial…”.
Este texto desconoce el grado profesional que puede tener una persona que es sostenedora de una escuela.
Con ese mismo criterio, yo también podría afirmar que los doctores no podrían tener clínicas. Así de simple.
Es más, se limita a los parientes del profesional que tenga la calidad de sostenedor de una escuela especial, cuando el mismo inciso señala a continuación: “o el cónyuge, hijo, adoptado o pariente hasta el tercer grado de consanguinidad…”. Es decir, hacemos imposible que ese profesional se pueda desempeñar como corresponde. Me gustaría que se aplicara el mismo criterio, por ejemplo, en obras públicas, para impedir problemas con los ministros.
(Aplausos en las tribunas).
Quiero decir, con mucha seriedad, que el problema radica en la fiscalización, tarea que corresponde -debe asumirse responsablemente- al Estado, aunque esto le moleste al diputado Montes . Sé que él está de acuerdo con el proyecto y que, en su interior, me comprende.
Luego, el inciso cuarto, que se agrega al mismo artículo 9º, expresa: “Los diagnósticos realizados por los correspondientes profesionales del Ministerio de Educación prevalecerán por sobre los de los profesionales inscritos.”. Entonces, ¿para qué se inscriben?
(Aplausos en las tribunas).
En verdad, esto es preocupante. Nosotros queremos apoyar a la educación especial y entregarle más recursos, pero este tipo de proyectos es contradictorio -por eso pido votación separada-, porque contiene aspectos positivos y negativos, que van en contra de lo que pienso.
Finalmente, quiero citar un ejemplo palmario para explicar por qué la gente se preocupa cuando no dejamos explicitados todas las cosas en los proyectos de ley. El Gobierno deja entregados muchos detalles a los reglamentos. Por ejemplo, el Ejecutivo debía dictar un reglamento en relación con el funcionamiento de los clubes deportivos. Hasta el día de hoy no lo hace, haciendo inoperante una ley, en materia deportiva, que luchamos para sacar adelante. Lo mismo puede ocurrir con este proyecto porque, muchas veces, un reglamento es más amplio que la propia ley.
Por eso, creo que es un proyecto que va en la dirección correcta, pero que debe ser objeto de algunas modificaciones.
He dicho.
-Aplausos en las tribunas.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Solicito a los asistentes a las tribunas que guarden silencio, porque debemos seguir con el debate en forma ordenada.
Si lo estiman conveniente, pueden aplaudir al término de las intervenciones de diputadas y diputados. Les pido su colaboración, porque estoy obligado a mantener el orden en la Sala.
A continuación, tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles.
El señor ROBLES .-
Señor Presidente , ante todo, lamento que en la discusión de este proyecto no esté presente el ministro de Educación . Por cierto, en un país que quiere desarrollarse, todos los temas relacionados con educación son trascendentes, independientemente del proyecto de que se trate.
Entendemos que la educación es la única palanca de desarrollo que tiene una sociedad -así pensamos los radicales-, y consideramos que cualquier proyecto sobre educación es de la máxima importancia, porque incide en el futuro de nuestra nación.
En relación con el proyecto en discusión, a diferencia de lo que opina el colega Manuel Rojas , que me precedió en el uso de la palabra, creo que los niños y los jóvenes están en primer lugar, y debemos tener claro que es el Estado el que debe hacerse cargo de su educación. El rol fundamental de un Estado que quiere el desarrollo del país es preocuparse fundamentalmente de la educación de las generaciones futuras. Todos los países desarrollados han considerado a la educación como la prioridad fundamental del futuro.
Por eso, en este caso, desde el punto de vista de mi profesión, hay dos cosas que me preocupan poderosamente.
Entendemos que los niños autistas con deficiencias mentales o con problemas auditivos o visuales requieren una educación especializada y personalizada, es decir, que sea impartida en grupos pequeños que permitan ir avanzando en el aspecto educativo. Nos parece fundamental que el apoyo del Estado esté centrado en estos niños y que se les entreguen las herramientas que requieren para avanzar en su desarrollo. Los radicales entendemos que los jóvenes autistas, los sordomudos o quienes tienen problemas visuales deben recibir una educación diferenciada, subvenciones especiales, etcétera. Por lo mismo, creemos que ésta es una iniciativa correcta y que apunta en un buen sentido.
Sin embargo, en relación con los trastornos del lenguaje, creo que hay diferencias notorias e importantes discusiones en el ámbito científico y técnico que nos hacen pensar que la creación de escuelas especiales para estos niños no es el camino más adecuado. Cuando uno habla con colegas otorrinolaringólogos o con fonoaudiólogos que trabajan en el sistema público puede comprobar que su mirada en este sentido es distinta. Hay países desarrollados donde los jóvenes con problemas del habla se insertan en las comunidades escolares normales y se les apoya con fonoaudiología y con sicología para que puedan avanzar.
El trabajo con sus pares beneficia y acelera su tratamiento. En realidad, los trastornos del lenguaje se califican, en general, desde el punto de vista médico, como trastornos transitorios y, normalmente, dependerá de las características del joven lo que se pueda logar.
En el pasado, el Ministerio de Educación tenía profesionales especializados que apoyaban a las escuelas para conseguir su desarrollo. Creemos que hay que otorgar recursos a los colegios que tengan niños con problemas de lenguaje, de manera que reciban toda la atención que requieren desde el punto de vista de su educación.
Pero cuando el tema del lenguaje se transforma en un negocio, el Estado debe actuar con mucha cautela.
Y debe tener cautela con mucha razón -lo digo responsablemente en esta Cámara-, porque cuando los trastornos del lenguaje -repito- se convierten en un negocio para los dueños o sostenedores de las escuelas, entonces, se atenta contra jóvenes y niños, que son lo más importante.
En ese sentido, propusimos un artículo para que los niños que requirieran atención especializada y permanente en escuelas especiales fueran calificados por el Ministerio de Educación, pero se nos informó que no era posible, porque hace algunos años -en verdad, no sé por qué-, éste dejó de tener a los profesionales del área que se requieren para avanzar en esta materia.
Creo que es importante que el articulado consensuado en la Comisión de Educación sea aprobado, pues el Estado debe tener precaución, en cuanto a qué niños se debe considerar con trastornos del lenguaje.
El Estado debe tener claro cómo se van a tratar y a qué niños se les va a entregar educación especializada.
(Manifestaciones en las tribunas).
Señor Presidente , pido que se me permita terminar mi discurso.
(Manifestaciones en las tribunas).
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Advierto a los asistentes a las tribunas que, si no guardan silencio, en contra de mi voluntad, los haré desalojar. Tienen todo el derecho a estar ahí, pero en silencio. Les pido su colaboración.
Puede continuar con el uso de la palabra el diputado señor Robles.
El señor ROBLES .-
Si bien el articulado aprobado por la Comisión de Educación no nos deja conformes en cuanto a lo que al Ministerio de Educación le corresponde hacer, me parece que establece un resguardo suficiente para los niños que deban asistir a escuelas especiales.
Nuestra discusión en torno a este proyecto debe centrarse en la educación que el Estado debe entregar a estos jóvenes y, en ese sentido, el Partido Radical va a concurrir con sus votos a la aprobación del proyecto consensuado por la Comisión de Educación.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor José Antonio Kast .
El señor KAST .-
Señor Presidente , la verdad es que este proyecto tuvo un mal origen, una mala partida, y fue muy discutido desde su ingreso a la Cámara, en agosto del año pasado.
El debate se centró en dos aspectos: uno, cómo definir las necesidades educativas especiales de carácter transitorio, y otro, el fraccionamiento de las horas para los niños con este tipo de necesidades. Muchos estimamos que existía un trasfondo, más allá de lo que se podía leer. De hecho, en su última intervención, el ministro nos manifestó que ninguna disposición de este cuerpo legal afectaba a las escuelas de lenguaje. Sin embargo, debido a que ello quedó en el limbo -por así decirlo-, se podía entender que sí resultaban afectadas.
Como decía, el proyecto fue muy controvertido y, por eso, el informe señala que la Comisión de Educación decidió, por la unanimidad de sus miembros, precisar los aspectos ya señalados. El primero fue definir las necesidades educativas especiales de carácter transitorio. En mi opinión, habría sido perfecto incluir la definición en la ley. Como no se logró ese acuerdo, quedó entregada a un reglamento. Sí se establecieron en la ley los tipos de pruebas que se realizarían a estos niños, con el objeto de determinar quiénes tienen necesidades educativas de carácter transitorio.
También se avanzó mucho respecto del fraccionamiento, que era lo que más ponía en tela de juicio la viabilidad de las escuelas de lenguaje. Y aquí quiero rebatir a mi colega Alberto Robles , quien se expresó muy mal respecto de estas escuelas.
(Aplausos en las tribunas).
Yo lo invito a que conozca las escuelas de lenguaje de nuestros distritos, y a que sepa por qué un padre o un apoderado opta por una escuela de lenguaje que le entrega cuatro horas de educación a su hijo y no por una escuela normal donde recibe ocho horas, aparte de desayuno, almuerzo y once. Esto quiere decir que el papá valora lo que las escuelas de lenguaje hacen por su hijo y sabe que constituyen un elemento necesario para desarrollar en plenitud sus capacidades.
El hecho de que los niños deserten de la educación porque no son capaces de cumplir con el currículum establecido tiene su origen en la mala base y en la mala formación que han recibido, lo que se repara, en gran medida, a través del apoyo que prestan las escuelas de lenguaje.
En el debate público, siempre ha estado presente la idoneidad de todos los sostenedores. En todas las profesiones y en todas las empresas siempre hay personas que lo hacen bien y otras que lo hacen mal. Cuando alguien lo hace mal, es deber de la autoridad responsable fiscalizar y decirle que lo está haciendo mal y debe irse del sistema.
(Aplausos en las tribunas).
Pero esa fiscalización debe hacerse de manera objetiva, clara y transparente, lo que, en algún minuto -lo discutimos con los representantes del Ministerio-, a nuestro juicio, no se hizo, pues se procedió considerando más el crecimiento explosivo que tuvieron las escuelas de lenguaje -es decir, con un criterio más económico-, que el interés real de los niños.
La Comisión llegó a acuerdo unánime sobre los puntos más discutidos, como la idoneidad del profesional competente, que es lo que se cuestiona por muchas de las personas aquí presentes, sobre todo por los fonoaudiólogos y sicólogos, que tienen algún grado de inhabilidad para ejercer su labor dentro de la misma escuela y la revisión posterior del Ministerio de Educación de los diagnósticos de los profesionales. Ambos generaron un grado de división dentro de nuestra bancada. Por ello, no vamos a votar unánimemente esos dos puntos.
Los diputados que participamos del acuerdo con el Gobierno vamos a respetar nuestra palabra y votaremos a favor, porque las disposiciones son susceptibles de perfeccionarse en el trámite legislativo que queda en el Senado, si se aquietan las pasiones que se generaron en la Cámara de Diputados, donde hubo grandes disputas entre quienes al inicio decíamos que mediante la iniciativa se estaban eliminando las escuelas de lenguaje y los que decían que no.
En la discusión habida en la Comisión, el Ejecutivo dejó muy claro que el proyecto en ninguna forma afecta a dichas escuelas y que el Ministerio no quiere que se acaben. Eso quedó bien establecido y los dos incisos que se refieren a la materia quedaron bien acotados.
Sin embargo, existe la discusión respecto del profesional competente e idóneo y si debe prevalecer el criterio del Ministerio sobre estos profesionales. En el Senado se debería revisar la prevalencia de los diagnósticos del Ministerio de Educación por sobre los otros, pues no me parece adecuado.
Finalmente, hay que sacar dos lecciones para el futuro. La primera es que mediante un proyecto de ley no se puede hacer “pelear” a dos grupos distintos de niños con discapacidad. Aquí se trató de hacer pelear a las escuelas que trabajan con niños autistas y las que trabajan con niños con déficit transitorios, como las de lenguaje. Eso no corresponde; le hace mal al debate público, porque todos los niños necesitan apoyo, unos más que otros. Todos estamos de acuerdo en que tiene que haber una mayor subvención para las escuelas que atienden a los niños que padecen autismo, porque requieren una atención muy personalizada. Muchos hemos visitados esas escuelas y tenemos claro el tema, pero ello no significa hacer pelear a los padres y apoderados en torno a un proyecto de ley. Esta materia debería haber sido objeto de dos proyectos distintos y haberse tratado en forma separada.
La segunda lección es que la educación especial no se ha abordado debidamente en el país. Se han hecho jornadas y debates públicos, pero siempre dirigidos por personas que tienen la intención clara de lograr a toda costa la integración y la inclusión, decisión que debe quedar en el fuero interno de los padres y apoderados. El padre es quien debe decidir si quiere que su hijo vaya a una escuela regular con integración o a una escuela especial. El Estado no puede arrogarse la prerrogativa de determinar el tipo de escuelas que deben existir y coartar la libertad de los padres de optar al respecto.
Lamentablemente, el Ministerio no ha acogido de buena manera esta preocupación. Cuando se hizo la primera comisión para analizar la educación especial, el ministro Bitar los convocó y los felicitó por los resultados, pero cuando se dio cuenta de que los padres y apoderados no estaban de acuerdo con las conclusiones emitidas por la comisión de expertos, dijo que esa no era la voz oficial del Ministerio. El ministro Bitar es responsable de haber iniciado un proceso de mala manera, porque a los primeros que hay que consultar es a los padres y apoderados y a los que entienden la materia, que por lo general son los que trabajan directamente con los niños y no los expertos que se traen de otros países, que casi siempre son académicos, especialistas, pero no con práctica. Por consiguiente, hay que partir de nuevo analizando las políticas educacionales en la educación especial.
He dicho.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Ximena Vidal.
La señora VIDAL (doña Ximena).-
Señor Presidente , como ex presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara , me correspondió encabezar los inicios de la discusión del proyecto.
Como dijo el diputado señor Kast , abrimos las puertas de la Comisión para escuchar a todos los actores involucrados en el tema, especialmente a los directores de escuelas especiales, quienes se sintieron vulnerados por esta iniciativa que modifica el decreto con fuerza de ley N° 2, de 1998, sobre subvenciones a establecimientos educacionales y otros cuerpos legales. Sin embargo, esos temores no responden al accionar legislativo, que va en la dirección correcta, porque apunta a mejorar el escenario de la educación especial diferencial.
Pero, bueno, he ahí la riqueza del debate y de escucharnos, porque, una vez más, queda demostrado que la ideología del temor, del terror o de la inseguridad, al final, se transforma y suma el apoyo para este proyecto de ley, que propone, principalmente, ampliar el universo de beneficiados mediante la definición de los diferentes tipos de discapacidades y aumentar la subvención, cosa que es positiva para todos: para quienes trabajan con los niños, para las familias y para nosotros mismos, como responsables políticos y sociales de sacarlo adelante.
Sin embargo, también tenemos que seguir avanzando en los otros escenarios de la educación en Chile. En este sentido, nuestra responsabilidad es encontrar las herramientas adecuadas para mejorarla, especialmente la que hoy debatimos: la diferencial.
Sabemos que nuestro esfuerzo debe centrarse en entregar educación con igualdad para todos, y para lograrlo no sólo debemos invertir más recursos, sino también mejorar la gestión. No puedo entender que no nos sumemos a las modificaciones que adecuan la educación a la realidad. Por eso, es justo y necesario fiscalizar y focalizar para avanzar; pero, sobre todo, es necesario un cambio cultural para adaptarse a las nuevas propuestas, porque, efectivamente, antes, las políticas públicas relacionadas con las subvenciones estaban marcadas por cierta direccionalidad e integralidad, esto es, en buen castellano, se echaba todo en un mismo saco, lo cual no permitía apuntar a los diferentes escenarios.
Eso busca este proyecto, modificar el decreto para adecuarlo a la realidad de la educación diferencial impartida en diversos establecimientos educacionales y escuelas especiales, y lograr una mayor integración entre los alumnos de educación especial y los de educación regular en aquellas escuelas con jornada escolar completa.
La fiscalización, sobre todo por lo señalado por el diputado Kast , es absolutamente necesaria y tiene que hacerse como corresponde; pero sola, no tiene sentido. Sin políticas públicas integrales, no sirve para dar el paso que nosotros y las familias que tienen hijos especiales esperamos para mejorar la actual situación.
En la Comisión llegamos a un acuerdo para avanzar en este proyecto de ley, porque, después de escuchar a todos los actores involucrados, sentimos que refrenda el trabajo de las escuelas especiales y da cuenta de la necesidad de superar las distorsiones preexistentes.
No haré alusión a las cuestiones específicas. Sólo quiero reconocer el trabajo y la propuesta de este proyecto, que se enriqueció con la discusión en la Comisión de Educación.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Maximiano Errázuriz.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , comparto muchos de los aspectos que se han señalado, entre otros, la necesidad de que se legisle y se aborde de manera más integral la situación de las escuelas especiales. Ello, porque si se pretende la integración y, por esa vía, terminar con ese tipo de escuelas -a pesar de que el Ministerio manifestó que no es su intención hacerlo-, no se resolverá el problema de algunos jóvenes que hoy están en escuelas especiales donde reciben una atención de especialistas muy personalizada y que requieren un trato distinto.
Pero más allá de que el proyecto resuelva el problema parcialmente, en materia de educación de nuestros hijos, más que un compromiso de un partido político o de un gobierno, debería haber un compromiso de país para con aquellos niños que están en una situación distinta.
De alguna manera, la iniciativa perfecciona la norma actual. Por ejemplo, define con mayor precisión qué se entiende por necesidades educativas especiales de carácter transitorio.
También resuelve lo que se entiende por profesional competente, que tampoco estaba claramente definido. El inciso tercero, nuevo, que pasa a ser quinto, de la letra c) del N° 2 del artículo 1°, establece que se entenderá por profesional competente el idóneo que se encuentre inscrito en la secretaría ministerial de Educación respectiva. Pero, al mismo tiempo, aclara que aun cuando esté inscrito, será inhábil el profesional que tenga la calidad de sostenedor de una escuela especial o de un establecimiento con proyectos de integración; o el cónyuge, hijo, adoptado o pariente hasta el tercer grado de consanguinidad -vale decir, la relación de un tío o de una tía con una sobrina o un sobrino- y segundo de afinidad -los parientes de un cónyuge respecto de otro, es decir, un hermano del cónyuge-, inclusive, de un sostenedor de esos establecimientos o el que sea dependiente de un sostenedor de los mismos establecimientos, y el que tenga intereses en dichas escuelas u otra institución que preste servicio a aquéllas.
Ahora bien, “el que tenga intereses” puede resultar un aspecto muy amplio, muy genérico.
También se establece que el monto de la subvención para alumnos de educación especial diferencial y/o con necesidades educativas especiales de carácter transitorio, cuando se trate de alumnos atendidos en la enseñanza regular, podrá fraccionarse y pagarse en relación a las horas de atención que efectivamente requiera el alumno para la superación de su déficit, de acuerdo a lo establecido en el reglamento correspondiente.
Un punto muy importante y positivo es lo que se señala al final del inciso quinto, nuevo, de la letra c) del numeral 2 del artículo 1° del proyecto: “En las escuelas de educación especial que desarrollen en su totalidad el plan y programas de estudios correspondiente, en ningún caso se aplicará este fraccionamiento.”.
Por lo tanto, aun cuando creemos que esta materia es perfectible, siempre lo mejor es enemigo de lo bueno. Y pese a que se encuentra pendiente un tratado más integral de las escuelas especiales, anuncio que la bancada de Renovación Nacional votará favorablemente el proyecto.
He dicho.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Montes.
El señor MONTES .-
Señor Presidente , después de mucho debate, la Comisión de Educación llegó a un acuerdo unánime.
A nuestro juicio, el tema de fondo son los niños con necesidades especiales de distinto tipo más o menos severas. Reconocemos que, a través de la historia la sociedad y todas sus instituciones han sido bastante crueles con los niños y adultos con discapacidad. Recién en 1994, se dicta una ley para la plena integración de los discapacitados. En verdad, ha habido muy poco esfuerzo de la sociedad en su conjunto y de las instituciones para asumir esta realidad.
La discusión de este proyecto fue muy parcial y acotada. Se trataba de incorporar nuevos recursos a las necesidades educativas más severas y se hacía una separación entre éstas y otras necesidades educativas especiales. Pero, la discusión surge porque el sector de las escuelas especiales de lenguaje se siente amenazado. Se pensó que este proyecto era para terminar con ellas, cuestión que no estaba ni en el ánimo del Ejecutivo ni en el de los diputados.
(Manifestaciones en tribunas).
Me podrán gritar muchas cosas, pero esos fueron aspectos serios que constatamos durante la discusión del proyecto. Hubo distorsiones, se plantearon argumentos que no eran ciertos y a los padres se les dijeron cosas que no eran verdaderas.
(Manifestaciones en tribunas).
No estoy aquí para que me aplaudan, sino para dar mis argumentos, que es lo que corresponde en democracia.
En el 2002, hubo un fuerte debate sobre esta materia. Algunos cuestionamos al Ministerio de Educación porque entró en una especie de control sobre las escuelas de lenguaje que nos pareció que iba más allá de lo razonable. Al final, como consecuencia de esa discusión se formó una Comisión, de la cual surgió un reglamento que está vigente. Hubo integrantes que sostuvieron un debate bastante intenso y de varias jornadas en la Cámara. Finalmente, la ministra Mariana Aylwin constituyó ese grupo y se elaboró un determinado reglamento. En ese entonces, me jugué por defender a las escuelas de lenguaje; pero hoy he repensado las cosas. Estoy convencido de que las necesidades educativas especiales de trastornos del lenguaje hay que asumirlas con mucha seriedad, muy tempranamente, y con los mayores recursos profesionales posibles. Pero ésa no es la discusión.
Nadie aquí pretende subvalorar los trastornos del lenguaje, porque éstos condicionan mucho el desarrollo de las personas y las limitan para su posterior inserción en otros niveles educativos y otras instancias de la sociedad. A mi entender, ésa no es la discusión real, sino cuál es la modalidad institucional a través de la cual asumimos esas necesidades educativas especiales de trastornos del lenguaje. El problema radica en que la modalidad institucional no ha sido la más apropiada. Viendo hacia atrás, creo que el Ministerio de Educación cometió un error muy grande, porque incentivó la creación de una modalidad institucional: las escuelas especializadas en lenguaje, no necesariamente insertas en sistemas o subsistemas educativos.
Cuando empezamos este debate había 458 escuelas de lenguaje; hoy existen 629 y 120 más están postulando a serlo. Aquí, el Ministerio puso un mal incentivo y, lamentablemente, no ha reconocido que hubo un error inicial de su parte. Hay buenas escuelas de lenguaje que responden realmente a las necesidades educativas especiales.
(Aplausos en las tribunas)
Hay otras regulares y también he tenido la ocasión de conocer malas escuelas de lenguaje. Ésa es la realidad que debemos asumir. Desgraciadamente, no se ha reconocido el error original de haber generado esta forma de incentivo.
Hoy, con este proyecto de ley estamos asumiendo que las 629 escuelas de lenguaje que existen sean lo mejor posible para los niños. No se pretende terminar con las escuelas de lenguaje, sino que sean de la mejor calidad. Para eso, es necesario tener en cuenta lo siguiente:
En primer lugar, no pueden crearse escuelas de lenguaje sólo porque alguien tiene la iniciativa. Se debe demostrar la necesidad de que exista esa escuela de lenguaje, los talentos que se posee y la capacidad de hacerlo. No se puede continuar dando autorizaciones de forma indiscriminada. Ésa es responsabilidad del Ministerio de Educación.
(Aplausos en las tribunas)
En segundo lugar, debe implementarse un sistema de mayores evaluaciones periódicas de la calidad. Los informes trimestrales sobre la situación de cada niño deben ser evaluados. Por eso, me voy a jugar en el debate presupuestario del Ministerio de Educación para que haya recursos y puedan realizarse más evaluaciones a cada niño, porque si un niño es mal evaluado y permanece más tiempo del que le corresponde, se le puede hacer un daño.
En tercer lugar, es fundamental que el Ministerio de Educación asuma la responsabilidad de incentivar la creación de instancias para enfrentar las necesidades educativas especiales de lenguaje en los subsistemas existentes, particularmente en el municipal, que debería tener sus propias instancias para afrontar los problemas de trastornos de lenguaje. También los otros subsistemas, como el de los colegios particulares, deben tener sus propios convenios y formas de hacerlo. El Ministerio no sólo tiene que poner mayores barreras de entrada y asegurar la buena calidad de la enseñanza, sino también promover una forma de insertarse en el subsistema adecuadamente.
El Ejecutivo propuso una indicación destinada a mejorar las barreras de entrada y garantizar más calidad de la educación, a partir de una indicación de la Oposición en el sentido de generar un registro de profesionales idóneos. A eso se agregaron las incompatibilidades. Por ejemplo, no podrán realizar el diagnóstico los profesionales que sean dueños del establecimiento o tengan vínculos con los dueños. El tema no les gusta a ciertos profesionales, porque así lo han hecho hasta ahora. Pero esto es lo mínimo para asegurar efectivamente que quien hace la evaluación no tenga intereses directamente vinculados con lo que va a ocurrir. Es una forma de proteger el sistema.
Entiendo que a la gente que hace esto no le va a gustar; pero el Ministerio de Educación evaluó distintas situaciones, llegó a esta conclusión y la Comisión, por unanimidad, la apoyó, porque creemos que es necesario hacer una diferenciación.
El diputado Kast señaló muy bien que tenemos que hacer una discusión sustantiva sobre cómo la sociedad y, particularmente, el Estado y la política pública, responden a los niños con necesidades educativas especiales de la manera más oportuna y adecuada. El debate se distorsionó, porque pareció que mientras unos estaban a favor de las escuelas de lenguaje, otros estaban en contra de ellas.
En mi poder tengo cartas anónimas que fueron enviadas a varios diputados y donde se dicen cosas que no son ciertas. Además, están firmadas por instituciones que no existen. La Comisión de Educación acordó solicitar información a quienes, supuestamente, estaban vinculados para saber si lo que se afirmaba era verdad o no. La función pública es así.
Lo importante es realizar una discusión a fondo, porque todos sabemos que uno de los problemas de la calidad de la educación tiene que ver con muchos colegios municipales y particulares subvencionados que no atienden adecuadamente las necesidades educativas especiales de los niños más vulnerables. Necesitamos hacer un esfuerzo para que esas escuelas atiendan mejor los problemas de lenguaje, el déficit atencional u otras necesidades educativas especiales existentes.
Vamos a aprobar este proyecto, porque aporta mayores recursos para las necesidades educativas más severas y, además, incorpora ciertas normas y medidas que permiten avanzar por el camino correcto, aunque todavía -como aquí se ha dicho- falta mucho para responder de mejor manera.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Germán Becker.
El señor BECKER.-
Señor Presidente , cuando esta iniciativa ingresó a la Cámara de Diputados, nos dimos cuenta de que era bastante compleja.
Por una parte, a través del artículo 9° bis se mejoró la subvención establecimientos que atienden alumnos con discapacidades más severas, como el trastorno autista, la disfasia severa y las discapacidades visual y auditiva -con posterioridad, la Comisión de Educación agregó la deficiencia mental severa-, con lo cual todos los diputados de la Comisión estuvimos de acuerdo; pero, por otra, incorporó una disposición nueva -bastante difusa- que afectaría al 95 por ciento de los niños que asisten a las escuelas de lenguaje, porque, de alguna manera -aunque el diputado Montes opine lo contrario- las ponía en serio riesgo de desaparecer.
Presentaba la deficiencia de lenguaje como una discapacidad transitoria y disponía que a las escuelas normales debían incorporarse a profesionales para ayudar a los niños a superar esa discapacidad supuestamente transitoria. Sin embargo, a nivel mundial aún no está muy claro el tema.
Ante esa duda, es bueno que los niños con las discapacidades señaladas sigan estudiando en escuelas de lenguaje.
Como este proyecto inicialmente era complicado, lo devolvimos a la Comisión de Educación y allá le introdujeron modificaciones que lo mejoraron.
Felicito el trabajo que realizaron varios diputados, especialmente el de José Antonio Kast, quien defendió muy bien a las escuelas de lenguaje y la libertad de los padres para enviar a sus hijos a ese tipo de establecimiento.
En resumen, el proyecto quedó bastante mejor de lo que llegó, aunque todavía subsisten algunos problemas que ya los diputados Kast y Rojas enunciaron. Por ejemplo, el inciso tercero que se incorpora al artículo 9°, en una de sus partes, dice lo siguiente: “En todo caso, será inhábil para los efectos de esta ley el profesional que tenga la calidad de sostenedor de una escuela especial…” Según entiendo, eso se pensó siempre para el ingreso de los niños a las escuelas; no para seguir evaluándolos periódicamente.
Además, el inciso cuarto que se incorpora al mismo artículo 9°, establece: “Los diagnósticos realizados por los correspondientes profesionales del Ministerio de Educación prevalecerán por sobre los de los profesionales inscritos.”, me parece un despropósito, pues debemos respetar la capacidad de esos profesionales.
En todo caso, la bancada de Renovación Nacional votará a favor del proyecto, porque cree que es un avance y que quedó mucho mejor de lo que llegó. Esperamos que en el Senado se subsanen los pequeños inconvenientes que aún pueden causar problemas.
He dicho.
El señor PÉREZ (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Amelia Herrera.
La señora HERRERA (doña Amelia) .-
Señor Presidente , si bien no soy integrante de la Comisión de Educación, fui alcaldesa de Quilpué durante ocho años y me correspondió dirigir el trabajo de las escuelas municipales de la comuna, que presentan grandes deficiencias por la falta de recursos.
Este proyecto, respecto del cual se han dicho tantas cosas, tuvo su origen en el Ejecutivo y presiento que se va a aprobar sobre la base de que es perfectible. No hay proyecto perfecto, pero me extraña que se aprueben iniciativas que no se remiten como corresponde. ¿Por qué tenemos que hacer las cosas a medias?
Ya está bueno. Creo que hay que ser padre de un niño que sufre problemas de lenguaje u otra discapacidad para entender lo que viven esas personas.
(Aplausos en las tribunas).
Aquí no se trata de bancadas políticas ni que los diputados de la Concertación deban aprobar el proyecto porque es de su Gobierno. Se trata de personas, de familias, y no porque el proyecto lo haya iniciado el Ejecutivo , la Concertación, sin considerar si es bueno o malo, lo va a apoyar en su totalidad.
¡Hasta cuándo vamos a legislar de esta manera!
Si un proyecto es bueno para el país, hay que apoyarlo sin que importe su origen; pero hagamos las cosas bien, de una vez por todas.
Vamos a aprobar un proyecto, para que lo mejoren en el Senado. ¿Por qué no lo hacemos bien aquí y aprobamos un proyecto de ley como corresponde? Son muchas las familias que necesitan apoyo y recursos, y no sólo aquellas que tienen hijos con problemas de lenguaje y de discapacidad, porque también hay jóvenes con otro tipo de dificultades que necesitan escuelas alternativas.
Esta es una voz de alerta para futuros proyectos de ley.
He dicho.
El señor PÉREZ ( Vicepresidente ).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación el texto del proyecto propuesto en el segundo informe de la Comisión de Educación, con excepción de los incisos tercero y cuarto, nuevos, de la letra c) del N° 2 del artículo 1°, para los cuales se ha pedido votación separada.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 101 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Arenas Hödar Gonzalo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bobadilla Muñoz Sergio; Bustos Ramírez Juan; Cardemil Herrera Alberto; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; Delmastro Naso Roberto; Díaz Del Río Eduardo; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Estay Peñaloza Enrique; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes^Alejandro; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hernández Hernández Javier; Herrera Silva Amelia; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Leal Labrín Antonio; Lobos Krause Juan; Lorenzini Basso Pablo; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monckeberg Díaz Nicolás; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Mulet Martínez Jaime; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Recondo Lavanderos Carlos; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rossi Ciocca Fulvio; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
-Se abstuvo el diputado señor Núñez Lozano Marco Antonio.
El señor LEAL ( Presidente ).-
En votación los incisos tercero y cuarto, nuevos, de la letra c) del N° 2 del artículo 1°.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 32 votos. Hubo 7 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobados.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Alvarado Andrade Claudio; Arenas Hödar Gonzalo; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Bustos Ramírez Juan; Ceroni Fuentes Guillermo; Cubillos Sigall Marcela; De Urresti Longton Alfonso; Delmastro Naso Roberto; Díaz Del Río Eduardo; Díaz Díaz Marcelo; Encina Moriamez Francisco; Enríquez-Ominami Gumucio Marco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escobar Rufatt Álvaro; Espinosa Monardes Marcos; Espinoza Sandoval Fidel; Farías Ponce Ramón; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hernández Hernández Javier; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Leal Labrín Antonio; Martínez Labbé Rosauro; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Mulet Martínez Jaime; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Núñez Lozano Marco Antonio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pascal Allende Denise; Pérez Arriagada José; Robles Pantoja Alberto; Rossi Ciocca Fulvio; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Valenzuela Van Treek Esteban; Vallespín López Patricio; Venegas Cárdenas Mario; Venegas Rubio Samuel; Vidal Lázaro Ximena.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
-Se abstuvieron los diputados señores:
Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bobadilla Muñoz Sergio; Cardemil Herrera Alberto; Correa De La Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica; Chahuán Chahuán Francisco; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Estay Peñaloza Enrique; Forni Lobos Marcelo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Lobos Krause Juan; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Monckeberg Díaz Nicolás; Norambuena Farías Iván; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Valcarce Becerra Ximena; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
Araya Guerrero Pedro; Herrera Silva Amelia; Lorenzini Basso Pablo; Moreira Barros Iván; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Verdugo Soto Germán.
El señor LEAL (Presidente).-
Despachado el proyecto.
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