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- rdf:value = " RECONOCIMIENTO CONSTITUCIONAL DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS. Primer trámite constitucional.
El señor ROBLES ( Vicepresidente ).-
Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de reforma constitucional, originado en moción, sobre pueblos indígenas, con urgencia calificada de discusión inmediata.
Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia es el señor Eugenio Tuma.
Antecedentes:
-Moción, boletín Nº 4069-07, sesión 65ª, en 10 de enero de 2006. Documentos de la Cuenta Nº 19.
-Certificado de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Documentos de la Cuenta Nº 1, de esta sesión.
El señor ROBLES (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, paso a rendir el informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia sobre el proyecto de reforma constitucional, calificado con urgencia de discusión inmediata, sobre pueblos indígenas, originado en moción de los diputados señores Gabriel Ascencio, Eduardo Díaz, Sergio Ojeda, Eugenio Tuma, Fernando Meza , Alejandro Navarro , Eduardo Saffirio y de la diputada señora Laura Soto .
Concurrió a la sesión el Subsecretario del Ministerio de Planificación , señor Jaime Andrade Guenchocoy .
Sometido a votación, el proyecto fue aprobado en general por 9 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones.
En la exposición de motivos se expresa que desde 1990 los diferentes gobiernos de la Concertación de Partidos por la Democracia han considerado, como uno de los pilares fundamentales de la recuperación de la democracia, la existencia de un espacio para las comunidades y personas que integran nuestros pueblos indígenas.
La historia de la relación entre el Estado y los pueblos indígenas, desde el nacimiento de la República, está plagada de desencuentros en cuanto a políticas, programas e instrumentos, lo que no sólo posibilitó que los indígenas perdieran sus tierras y sus aguas, sino que también su población. Y, según el
último censo, cerca del 10 por ciento de la población pertenece a las etnias y pueblos originarios.
A partir del acuerdo de Nueva Imperial, durante el gobierno del Presidente de la República señor Patricio Aylwin , se dio inicio a un diálogo directo, amplio y profundo con los pueblos indígenas, que se tradujo en al creación de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas, Cepi, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, y la promulgación de la ley indígena. En fin, durante los gobiernos de la Concertación se ha avanzado mucho en la relación entre el Estado y los pueblos originarios.
El informe de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, elaborado durante el gobierno del Presidente de la República señor Ricardo Lagos , impulsa el compromiso asumido desde 1990. Sin embargo, existe una tarea pendiente que sólo es posible concluir con el respaldo de una amplia mayoría del Congreso Nacional: me refiero al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, respecto del cual se han presentado diversas iniciativas que no han contado con el respaldo de la Oposición.
En atención a que se trata de un proyecto con urgencia calificada de discusión inmediata y que se trató en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia momentos antes del inicio de esta sesión, haré una relación verbal, destacando algunas intervenciones de sus miembros. Entre ellas la de la diputada señora Pía Guzmán y del diputado señor Eduardo Saffirio .
El diputado Saffirio señaló que ésta, más que una discusión jurídica o antropológica, era de carácter político. Planteó que, por ejemplo, así como el candidato a la presidencia de la República , Sebastián Piñera , manifestó disposición para aprobar el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, el Presidente de la República y los diputados que presentamos la moción pedimos un pronunciamiento de los parlamentarios que apoyan esa candidatura para saber, con sinceridad, qué es lo piensan y si existe correlación entre lo que se dice en las campañas y lo que se vota en el Congreso Nacional.
Luego, la diputada señora Pía Guzmán expresó que el análisis de esta materia más que una discusión jurídica se trataba de un gallito político. Y tiene razón porque la ciudadanía y, en especial los pueblos indígenas, quieren saber claramente qué piensan los sectores políticos y qué harán en este Congreso Nacional a la hora de votar su reconocimiento constitucional.
Esta es la cuarta vez que se pondrá en votación la idea contenida en este proyecto. Sin duda, es bastante modesto y no satisface las aspiraciones de la mayoría de los indígenas. De hecho -lo dijimos en la Comisión- a muchos parlamentarios nos parece insatisfactorio. Por ejemplo, es interesante señalar que desde 1999 se encuentra radicado en la Comisión de Derechos Humanos un proyecto de ley presentado por los entonces diputados señores Huenchumilla , Elgueta y Hernández , y los diputados señores García, don René Manuel , Tuma, Ojeda , Luksic , Bustos , Ceroni y Letelier, don Juan Pablo . En esa iniciativa se argumentaba que la ley indígena reconocía en el fondo la existencia de los pueblos indígenas, caracterizándolos como aquellos descendientes de agrupaciones humanas existentes en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturas propias y para quienes la tierra es el fundamento principal de su existencia y cultura. Un artículo dispone que las principales etnias indígenas de Chile son la mapuche, la aimará y la rapa nui, y usa el término comunidades para referirse a los atacameños, quechuas y collas, del norte del país, y kawashkar o alacalufes y yamanas o yaganes, de los canales australes.
Si se examina la legislación nacional desde el nacimiento del Estado chileno es claro el reconocimiento que éste hace de la existencia de los pueblos indígenas en numerosas leyes dictadas al efecto. Antes del establecimiento del Estado, los mapuches celebraban tratados con la corona española, lo que ahorra cualquier comentario. Entonces, el reconocimiento de los indígenas por parte del Estado desde su nacimiento, a nivel de la norma jurídica calificada como ley, ha sido una cuestión incontrovertida, no discutida como antes lo fue por el reino de España. Hoy, sin embargo, se trata de establecer su reconocimiento al más alto nivel de la norma fundamental de la República, en el entendido de que la Constitución Política más que una ley, constituye un pacto político que fija las reglas del juego por las que se rige la sociedad y el Estado de Chile.
La nación chilena alberga pueblos cuya existencia es anterior a su nacimiento. Se trata de hacerlos participar como tales con las reglas del juego que nos hemos dado para adoptar decisiones colectivas que nos conciernan a todos en nuestra convivencia como sociedad, sin afectar por ello la unidad del Estado.
La diputada señora Pía Guzmán , en la discusión habida en la Comisión, enriquecía este debate al plantear que no deberíamos temer, en el marco de este reconocimiento constitucional, la inclusión de la palabra “pueblo”. Expresó que una sentencia del Tribunal Constitucional resolvió que era necesario determinar el significado que el Convenio 169 de la OIT dio a la expresión “pueblos indígenas”. Al respecto, y luego de un exhaustivo examen del t��rmino, tanto en el ámbito de la doctrina, de la jurisprudencia constitucional, de la letra del acuerdo internacional en cuestión y de lo anotado en los informes presentados en el requerimiento, concluyó lo siguiente: “La expresión “pueblos indígenas” debe ser considerada, en el ámbito de dicho tratado, como un conjunto de personas o grupo de personas de un país que poseen en común características culturales propias, que no se encuentran dotadas de potestades públicas y que tienen y tendrán derecho a participar y a ser consultadas en materias que les conciernen, con estricta sujeción a la ley suprema del respectivo estado de cuya población forman parte”. Ello permitió que en la Comisión contáramos con los votos de los diputados de Renovación Nacional, dejando claramente establecido que el alcance de la palabra “pueblo” es al tenor de lo interpretado por el Tribunal Constitucional, lo que no es incompatible con lo que hemos sostenido los autores de la moción.
Consideramos que el proyecto constituye una gran oportunidad, aun cuando no satisface las aspiraciones contenidas en el proyecto de reforma constitucional que se encuentra radicado en la Comisión de Derechos Humanos, que consideraba la participación política de los pueblos originarios, a través de un registro especial indígena, en los organismos del Estado, en las decisiones que les afectan, y que consideraba su participación política, en representación proporcional a su presencia, tanto en el Congreso Nacional como en la administración comunal y en los gobiernos regionales.
Por lo tanto -reitero-, a pesar de que no satisface todas las aspiraciones, creemos que el proyecto es un gran avance, porque nos pone a la altura de países como Argentina, Ecuador , México , Nicaragua, Paraguay y otros catorce de América Latina que ya han aprobado el reconocimiento de los pueblos indígenas.
Represento a un distrito con gran presencia indígena. En la mayoría de las reuniones que sostuve con sus comunidades, sus representantes me preguntaban por qué no se ha logrado el reconocimiento constitucional. Cabe preguntarse por qué les interesa tenerlo. Les interesa porque no quieren depender del gobierno de turno. Si bien es cierto que los gobiernos de la Concertación han tenido voluntad política para considerar a las etnias en los distintos proyectos de ley y en la discusión del presupuesto, para destinar recursos a la Conadi, al Programa Orígenes y a otros que satisfacen algunas de sus demandas, las comunidades indígenas señalan que, por obligación, el Estado de Chile y el gobierno de turno deben atender la preservación de la cultura, las costumbres, las tradiciones, el idioma y las instituciones de los pueblos indígenas.
Ahora, ¿por qué debemos hacer una distinción en el tratamiento de los pueblos originarios en relación con el resto de las etnias? Porque los pueblos originarios están esperando el pago de la deuda histórica, la cual no podremos pagar nunca porque el daño que se ha hecho es inconmensurable. Sin embargo, ese daño puede mitigarse creando políticas públicas que discriminen positivamente y permitan a los pueblos originarios participar en el estado como el resto de la población, pero con un privilegio desde el punto de vista del reconocimiento de la deuda histórica y de la necesidad de darles más oportunidades para su desarrollo y existencia.
Se presentó una indicación para reemplazar la expresión “pueblos originarios” por “etnia”. La argumentación dada por los diputados que rechazamos esa indicación es que la palabra “pueblo” recoge exactamente lo que ha significado la participación de los pueblos indígenas, que los diferencia del resto de las etnias que emigraron a nuestro país, y quienes participaron voluntariamente con posterioridad a la formación política del Estado. En cambio, los pueblos originarios se encuentran en nuestro territorio desde mucho antes y han formado parte del Estado prácticamente a la fuerza. Desde ese punto de vista, estamos obligados a otorgar este reconocimiento, a fin de darles el tratamiento que ellos esperan.
Reconozco que no hay una presencia multitudinaria como lo hubiésemos querido, puesto que recién ayer muchos dirigentes de la zona sur se enteraron que trataríamos este proyecto. Sin embargo, quiero hacer un reconocimiento a los dirigentes que se encuentran presentes en las tribunas, como el consejero nacional de la Conadi , señor José Santos Millao , la concejala de Melipeuco, señora Elia Melillán , el director nacional de la Conadi , señor Arnoldo Cayún , y otros dirigentes, machis y loncos que también nos acompañan, como testimonio del interés que las comunidades indígenas, y en particular el pueblo mapuche, tienen en que se apruebe este proyecto.
(Aplausos).
Con respecto a la votación en particular, se aprobaron los literales a) y b) por mayoría de votos:
El literal a), que fue aprobado por nueve votos a favor y dos abstenciones, dispone lo siguiente: “Intercálese el siguiente inciso tercero, nuevo, pasando los actuales incisos tercero, cuarto y quinto a ser cuarto, quinto y sexto respectivamente:
“La Nación chilena es una e indivisible”.”
El literal b), que fue aprobado por ocho votos a favor y dos en contra, señala lo siguiente: “Agrégase, en el inciso quinto, que ha pasado a ser sexto, el siguiente párrafo final:
“Especialmente, la ley garantizará el derecho a conservar, desarrollar y fortalecer la identidad, idiomas, instituciones y tradiciones espirituales, sociales y culturales de los pueblos indígenas que forman parte de la Nación chilena”.”
A continuación informaré respecto del certificado que emitió la Secretaría de la Comisión, donde se establecen las siguientes indicaciones que fueron rechazadas:
De los diputados señores Becker , Álvarez-Salamanca , Hidalgo , Monckeberg , y de las diputadas señoras Pérez y Guzmán:
1. Para eliminar del párrafo final que se agrega al nuevo inciso sexto, del artículo único, el concepto “instituciones”. Se señaló que el diccionario definía preferentemente a “instituciones” como a los organismos del Estado. Sin embargo, el diputado Saffirio argumentó que cuando se hablaba de instituciones de los pueblos originarios, se hacía referencia a los loncos, las machis y otro tipo de instituciones que no tienen que ver con las del Estado.
2. Para agregar al final del nuevo inciso sexto la frase siguiente: “Con todo, ello no significará que se encuentren dotados de potestades públicas soberanas ni de la facultad de autodeterminación.” Se dejó claramente establecido en la Comisión que se rechazó esta indicación porque estaba subentendido que lo señalado no significaba la autodeterminación del pueblo y no se atentaba contra el Estado unitario.
De los diputados señores Cardemil y Bayo:
3. Para agregar el inciso quinto, que ha pasado a ser sexto, el siguiente párrafo final:
“El Estado reconoce la existencia de etnias indígenas originarias, entre éstas la Mapuche, la Aimara, la Rapa Nui o Pascuense; las comunidades Atacameñas, Quechuas, Collas, Kawashkar o Alacalufe y Yamana o Yagán, y debe respetar, conservar, desarrollar y fortalecer sus idiomas, culturas y tradiciones espirituales y sociales, por cuanto constituyen parte esencial de las raíces de la Nación chilena.”
Esta indicación fue rechazada por los argumentos que señalé anteriormente respecto de la diferencia entre etnia y pueblo.
Del diputado señor Cardemil:
4. Para reemplazar en la letra b) la expresión “pueblos indígenas” por la expresión “poblaciones indígenas originarias”.
Esta indicación fue rechazada por las mismas razones.
5. Para añadir, como oración final del último inciso del número 2º del artículo 19, la siguiente:
“Entre otras, es arbitraria la discriminación que se funda en el origen étnico de las personas.” Esta indicación se rechazó más por un tema de forma que de fondo.
Del diputado señor Paya:
6. Para reemplazar la letra a) del proyecto por la siguiente:
“La Nación chilena es indivisible. El Estado reconoce la existencia de etnias indígenas originarias, entre otras,...”, repitiendo lo dispuesto en la indicación número 3.
Fue rechazada por las mismas razones que argumenté.
7. Para agregar un literal c) al proyecto, con la finalidad de añadir la siguiente oración final al último párrafo del Nº 2 del artículo 19:
“Entre otras, es arbitraria la discriminación que se funda en el origen étnico de las personas.”
Esta indicación fue rechazada por razones de forma, más que de fondo.
Del diputado Escalona:
8. Para agregar, en el inciso sexto del artículo 1º, el siguiente párrafo:
“Asimismo, velará de manera que no exista ningún tipo de discriminación en el acceso al sistema educacional y al ejercicio de la igualdad de oportunidades garantizadas a chilenos y chilenas”.
Por su parte, el diputado señor Burgos argumentó que esta indicación correspondía más al artículo 19 que al numeral 1.
Por último, la Comisión dejó constancia que de acuerdo con el artículo 127 de la Constitución Política, tratándose el proyecto de una reforma constitucional que afecta al Capítulo I, el quórum de aprobación será de las dos terceras partes de los diputados y diputadas en ejercicio. En consecuencia, para aprobar ambos artículos se requiere de 77 votos.
Luego de los desafíos hechos por el candidato de la Derecha a la presidencia de la República , Sebastián Piñera , esperamos contar con los votos favorables de los respectivos diputados, con el objeto de satisfacer una antigua y legítima aspiración de los pueblos originarios.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
En el tiempo del Comité Socialista y Radical, tiene la palabra el diputado señor Camilo Escalona.
El señor ESCALONA.-
Señor Presidente, respaldamos la iniciativa del Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, originada en un grupo de parlamentarios de la Concertación, calificada con urgencia de discusión inmediata, que tiene como objetivo el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.
Es un proyecto sumamente claro, cuya idea matriz se discutió hace aproximadamente tres meses, con ocasión del tratamiento de las reformas constitucionales, las cuales, finalmente, se promulgaron en septiembre del año pasado en la llamada “Constitución Reformada”.
Se ha dicho que el proyecto tiene una motivación política. Efectivamente, busca reformar la Constitución, lo cual es un acto político. Lo que se quiere es reformar nuestro ordenamiento político y lograr el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas que ya se encontraban en nuestro territorio cuando aún el colonialismo español no se hacía presente y que dejaron su huella a lo largo y ancho de Chile, desde el pueblo aymará, en el norte, incluido el atacameño, pasando por los rapa nui, en la lejana Polinesia , hasta los pueblos mapuche, huilliche, kawashkar, alacalufe y ona en la zona más austral del país.
El candidato señor Sebastián Piñera comprometió el respaldo de sus bancadas y desafió al Gobierno del Presidente Ricardo Lagos a concluir, de una vez por todas, con el reconocimiento constitucional de estos pueblos. Por eso estamos aquí para comprobar si el señor Piñera dijo o no la verdad, si es creíble o no y si es digno de confianza. Comprometió el apoyo de sus bancadas, señaló que estaba dispuesto a dar este paso, concluir definitivamente el proceso de reforma de la Constitución y establecer lo que no se ha logrado durante los últimos veinte años. Aquí verificaremos, de una vez por todas, si el señor Piñera tiene o no el apoyo de sus parlamentarios.
En el debate de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia se dijo que existe el peligro de que surjan intenciones separatistas en Chile. Nos llama la atención que la inquietud de algunos honorables diputados no sea la misma de su candidato presidencial, Sebastián Piñera . Él no ha considerado que existe el peligro de separatismo, de tensiones. Ante los pueblos originarios, en la Novena Región, expresó que el reconocimiento constitucional era perfectamente posible de realizar ahora. Es lo que esperamos que ocurra en esta sesión: el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios de nuestro país.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Maximiano Errázuriz.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente, quiero reiterar mi apoyo al proyecto que establece el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.
Tiempo atrás, votamos a favor de la idea de este proyecto, pero, desgraciadamente, no se aprobó debido a la ausencia -hoy también hay muchos ausentes- de los diputados de la Concertación, pues, atendida su naturaleza, la iniciativa requería un quórum especial para ello.
En la comuna de La Pintana, junto a la de Puente Alto , Pirque y San José de Maipo, que me honro en representar en esta Cámara de Diputados, hay una enorme cantidad de personas de ascendencia mapuche. El municipio creó un departamento dirigido por don José Painaqueo . Los mapuches pintaninos visten con frecuencia sus atuendos típicos, enseñan a los niños la lengua nativa, las costumbres y juegos mapuches y, en general, se esfuerzan en conservar sus costumbres y tradiciones. Si se aprueba este proyecto, espero que el Gobierno considere los recursos necesarios para contribuir al fomento y desarrollo de las costumbres mapuches, ya que, de otra manera, una reforma constitucional tan importante como ésta lamentablemente se transformará en letra muerta.
Los mapuches son parte de nuestra historia; por nuestras venas corre parte de su sangre; somos sus herederos. Cuando llegaron muchos de nuestros antepasados desde España, Palestina, Inglaterra y otros países, los mapuches ya estaban aquí.
Señor Presidente , anuncio que votaré a favor y, por su intermedio, reitero mi petición a los ministros presentes en la Sala de que consideren los recursos necesarios, a fin de promover la lengua, las costumbres, los juegos, la historia y la tradición mapuche.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Quintana.
El señor QUINTANA.-
Señor Presidente, escuchar al diputado señor Errázuriz decir que habríamos estado a punto de aprobar esta reforma constitucional es como oír la explicación que dio la senadora Evelyn Matthei respecto de que en algún momento ellos también aprobaron en general el proyecto sobre subcontratación.
Esta reforma constitucional de reconocimiento a los pueblos indígenas no estaba contenida dentro de las reformas convenidas con el Senado el año recién pasado, por lo que, no había ninguna posibilidad de aprobarla, más allá del quórum requerido para ello y de quienes hubieran estado presentes en la Sala. Más aún, había algunos proyectos que proponían, por ejemplo, formas de reconocimiento que, en el fondo, llevaban a los indígenas a la calidad de colonos, lo que no tiene nada que ver con su carácter de originarios.
En consecuencia, debemos partir sincerando este debate, porque es una oportunidad histórica para avanzar. La Constitución Política no es otra cosa que la escrituración de un pacto social del cual deben participar los diversos grupos intermedios que conforman la nación: los trabajadores, empleadores, pequeños y medianos empresarios, estudiantes, profesionales, el mundo civil, la Iglesia, los partidos políticos; en fin, todas las personas, independientemente de su adscripción o pertenencia a un grupo determinado.
Tal necesidad, la de ser un pacto social, un acuerdo, una convención, surge como consecuencia de nuestra estructura jurídica y, en general, de las democracias occidentales, que sientan las bases fundamentales al amparo de las cuales se conducirá posteriormente la sociedad en el marco de ese pacto social.
Los pueblos originarios no han participado de ese pacto social ni de la Constitución. Es decir, no les ha sido reconocida ni la más mínima intervención en las regulaciones que les conciernen, como no sean las que han conquistado generalmente después de batallas y luchas por sus derechos.
Finalizando el siglo XIX, bajo la apariencia de la legalidad del Código Civil y del sistema registral de la tierra, fuimos testigos de un atentado sin precedentes contra la propiedad. Los más letrados, que en aquella época no eran muchos, supieron que había que registrar las tierras para ejercer derechos de dominio. Y lo hicieron, pero no sólo registraron las suyas, sino también las de aquellos que jamás supieron del sistema de inscripción. Al cabo de mucho tiempo, cuando quisieron reclamar sus tierras, se les opusieron las excepciones de prescripción, porque “había que resguardar la paz social”. ¡Basta de mentiras y difamaciones, porque a muchos les robaron sus tierras al amparo del Código Civil!
El proyecto que hoy vamos a aprobar -me alegro que la derecha finalmente lo apoye, lo que es un paso histórico- es insuficiente, porque no se ocupa de algunos conceptos fundamentales, como el de “territorio” o el de “originario”, ya que no basta sólo el de “pueblo”, porque algunas etnias también podrían serlo. El no considerar la idea de territorio nos impide avanzar en algunos derechos políticos, como una futura representación de los pueblos originarios en el Congreso, considerando que existe más de un millón de mapuches en nuestro país. Reitero, este proyecto no permite avanzar en esa dirección; sin perjuicio de ello, constituye un avance importante.
Con la aprobación de esta reforma constitucional y con la del proyecto que crea el espacio costero marítimo para los mapuches lafquenches, el futuro gobierno de Michelle Bachelet, quien ha sido sumamente clara en este tema, no así el candidato Sebastián Piñera , quien nada dijo respecto de los pueblos originarios, porque una vez más se ha visto sobrepasado por las circunstancias, perfeccionará esta obra iniciada por los gobiernos de la Concertación.
Quiero destacar la presencia en la Sala del director nacional de la Conadi , don Aroldo Cayún , y de algunos dirigentes mapuches de la región de La Araucanía, encabezados por las concejalas Elia Milillán , de Melipeuco, y Alejandra Malián , de Coyipulli, y por el concejal Santos Millao , de Purén, entre otros líderes mapuches, loncos y machis de la zona sur del país.
Por otra parte, el concepto que incorpora el proyecto de que la Nación chilena es una e indivisible, está de más, porque es obvio que ellos son parte de una nación con estas características. Por lo demás, el concepto se reitera en muchas normas de la Carta Fundamental. Precisamente, esa condición les ha permitido obtener muchos beneficios en materia de desarrollo, de infraestructura, de mejoramiento en la calidad de vida y de acceso a la educación y a la salud, todos los cuales han sido impulsados especialmente por los gobiernos de la Concertación. Sin embargo, la gran deficiencia era, justamente, el aspecto central que recoge este proyecto, cual es garantizar el derecho a conservar, desarrollar y fortalecer la identidad, los idiomas, las instituciones y las tradiciones espirituales, sociales y culturales de los pueblos indígenas que forman parte de la Nación chilena.
Por eso, votaré a favor.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
En el tiempo del Comité de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el diputado Eduardo Saffirio.
El señor SAFFIRIO.-
Señor Presidente, este es el momento de votar la reforma constitucional sobre pueblos indígenas, pues el candidato señor Piñera expresó que los votos de las dos bancadas que representa en la elección presidencial, esto es, Renovación Nacional y la UDI, están disponibles. Los necesitamos en parte, porque esta reforma constitucional requiere de, al menos, 77 votos afirmativos, como el diputado informante.
Los chilenos hemos escuchado durante meses apelar al humanismo cristiano, a veces de manera muy irrespetuosa para quienes son creyentes. En consecuencia, éste es el momento de demostrar si se está a favor de esa doctrina.
Los obispos de la diócesis de Temuco, monseñores Sergio Contreras y Manuel Camilo Vial, han sido los grandes defensores de la dignidad del pueblo mapuche y se han jugado por su reconocimiento constitucional. En los tedeum nos han exhortado, reiteradamente, a los representantes de la Araucanía en el Congreso Nacional, a votar favorablemente ese reconocimiento.
Dejemos la retórica y llevemos a la práctica los valores del humanismo cristiano, porque ese es el mensaje del Evangelio, votando favorablemente este proyecto que representa una lucha histórica del social cristianismo y de la Iglesia Católica en la Araucanía y en todo el país.
A mi juicio, durante el debate en la comisión la diputada Pía Guzmán despejó cualquier duda que pudiera existir respecto de la correcta interpretación jurídico-constitucional de esta moción parlamentaria, en cuanto a que no atenta contra la unidad de la nación, pues se señala que “es una e indivisible”, ni produce problema alguno respecto de nuestra soberanía. Quien tenga dudas al respecto, puede contrastar el texto del proyecto con las disposiciones del artículo 5º de la Constitución Política de la República para despejarlas. Y si quedara alguna incertidumbre en cuanto a que ésta es la interpretación sistemática correcta, hay un fallo del Tribunal Constitucional, de fecha 4 de agosto de 2000, que termina de despejarlas, pues señala que “la expresión “pueblos indígenas”, debe ser considerada, en el ámbito de dicho tratado, como un conjunto de personas o grupos de personas de un país que poseen en común características culturales propias.”
En consecuencia, no hay razones políticas, doctrinarias ni jurídicas para no votar favorablemente esta reforma constitucional, que una vez aprobada constituirá un acto de justicia reparatoria elemental con los pueblos originarios, en especial con el mapuche.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
¿Habría acuerdo para autorizar el ingreso del subsecretario de Planificación y Cooperación, señor Jaime Andrade?
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el diputado señor Fernando Meza.
El señor MEZA.-
Señor Presidente, en esta sesión se decidirá el futuro de generaciones de pueblos originarios, mapuche, aimara, licanantay o atacameño, quechua, colla, rapanui, kawashkar, yagán y diaguita, que está en vías de ser considerado como tal.
¡Qué riqueza cultural más grande! ¡Qué riqueza humana!
Ahora que se habla de humanismo con más frecuencia, hay que decir que estos pueblos son humanistas desde antes de la era cristiana y, por cierto, practican la tolerancia, la fraternidad, la solidaridad desde mucho antes que nosotros.
¡Ese es humanismo sin apellidos!
Estos pueblos, que buscan un reconocimiento constitucional que hasta ahora les ha sido esquivo, son también víctimas de un problema que afecta particularmente a la Novena Región: la pobreza. A cada rato las palabras fluyen con mucha facilidad para caracterizar a la Novena Región de La Araucanía como la más pobre del país. ¡Cómo no va a ser la más pobre, si en los siglos pasados, especialmente a comienzos del XX, el despegue económico de la zona, que en ese entonces estaba en manos del latifundio, de la concentración de la riqueza y de la tierra, se debió a los grandes molinos, a esos ingenios trigueros que se desarrollaron a espaldas del pueblo mapuche, cuya gente fue utilizada como verdaderos esclavos, maltratadas físicamente y mal pagadas! ¡Se les quitó la dignidad!
¡Claro que es la región más pobre del país! Y va a costar mucho transformarla en una región rica o ponerla a la par del resto del país.
Se ha avanzado mucho y son muchos los hermanos de los pueblos originarios que ocupan puestos de relevancia en la administración del Estado. No en vano hay 20 alcaldes y 140 concejales pertenecientes a los pueblos originarios, algunos de los cuales se encuentran presentes, como Alejandra Malian , Elia Melillán . Además, podemos citar a don Gabriel Gaspar , aimara, subsecretario de Guerra ; Haroldo Cayún , mapuche, director de la Conadi, que ojalá entre sus directivos sólo tenga a personas que provengan de los pueblos originarios; Yasna Provoste Campillay y Jaime Andrade Guenchocoy , ministra y subsecretario del Mideplán , respectivamente; Francisco Huenchumilla , que ha ocupado algunos de los más altos cargos del Estado.
Vamos avanzando, pero debemos terminar ya con esta discriminación. Hoy debemos reconocer constitucionalmente la existencia de estos pueblos, para que mañana, con una educación pluriétnica, igualdad de oportunidades y la adecuación de los instrumentos e instituciones del Estado a la cosmovisión de los pueblos originarios, con derechos políticos y con políticas públicas discutidas por ellos mismos, logremos una participación que nos haga sentirnos felices y dignos como sociedad.
Cuando ya no veamos más discriminaciones o maltratos a los mapuche o a otros representantes de los pueblos originarios por andar con los zapatos con barro o por no vestir como corresponde, entonces habremos alcanzado la madurez social y política en nuestro país.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García .
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Señor Presidente, estoy muy contento esta tarde por estar en el Congreso y poder votar favorablemente el proyecto de ley. No es la primera vez que la voy a hacer. Creo que es un proyecto justo, necesario y que respalda las aspiraciones del pueblo mapuche.
En verdad, creo que no basta sólo su reconocimiento constitucional, como se ha dicho aquí. También queremos que esto se traduzca en mejores condiciones de vida para sus integrantes, en más tecnología, en mayores posibilidades para estudiar. En definitiva, en que exista un mayor respeto por sus tradiciones.
Como presidente de la Comisión de Verdad y Nuevo Trato, me he dado cuenta de que hablar de la Novena Región es referirse al pueblo mapuche. Pero también hemos verificado de que en Santiago hay más de 350 mil mapuches en la actualidad. Eso quiere decir que no se les han dado las condiciones para desarrollarse en su tierra natal, por lo que espero que el proyecto y las instituciones del Gobierno que están a cargo de hacer funcionar los organismos que favorecen al pueblo mapuche, permitan el despegue de esta etnia desde Arica hasta Punta Arenas.
Cuando se promulgó la ley indígena, teníamos la esperanza de que iba a significar el despegue definitivo del pueblo mapuche. En algunos lugares ocurrió; en otros, no.
También quiero decir con mucha fuerza que deseo la unidad del pueblo mapuche, y la quiero con profundidad, con fuerza y con entusiasmo para trabajar por lo que a ellos les conviene, a fin de sacarlos adelante.
¿Por qué señalo esto? Porque el sábado en la tarde, me llamó mi amigo Aucán Huilcamán y me dijo: “Quiero que voten en contra del reconocimiento de los pueblos originarios, porque se está legislando a la ligera, pues no se toman en cuenta todas las aspiraciones del pueblo mapuche”. Le respondí que Renovación Nacional tenía un compromiso para votar favorablemente la iniciativa, como ya lo hemos hecho en otras oportunidades.
Entonces, como no existe unidad sobre el tema, creo que es el momento de hacer un llamado para que el pueblo mapuche trabaje unido y vea la forma de concretar sus aspiraciones.
Cuando se habla aquí del señor Huenchumilla y de otros mapuches que hoy ocupan cargos relevantes, se debe aclarar que ellos tuvieron una buena instrucción. Por lo tanto, también es fundamental que el pueblo mapuche tenga, aparte de la tierra, buena educación, pero que conserve sus tradiciones, su idioma y sus costumbres.
Por eso, con entusiasmo, con fuerza, cariño y mucho piuke o corazón, voy a votar favorablemente.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA.-
Señor Presidente, mari mari pu peñi, mari mari pu lamuén. Un saludo para quienes nos están viendo a través del canal de la Cámara y para quienes están presentes en las tribunas.
Me alegro de que estemos en las últimas instancias para aprobar la idea de este proyecto de reforma constitucional, que es una sentida y muy larga aspiración de las etnias de Chile, como de los pueblos indígenas de otras partes del mundo.
Me ha correspondido ser diputado informante en el proyecto de reforma anterior, que fue rechazado por falta de quórum en esta misma Sala.
Es importante destacar que es relevante esta reforma constitucional porque, no obstante que la ley Nº 19.253, en su artículo 1º, inciso segundo, señala: “El Estado reconoce como principales etnias indígenas de Chile a: la mapuche, aimara, rapa nui o pascuenses, la de las comunidades atacameñas, quechuas y collas del norte, las comunidades kawashkar o alacalufe y yámana o yagán de los canales australes”, ahí no está la solución. El reconocimiento constitucional significa que se coloca a estos grupos en un nivel de protección y consagración jerárquica que contempla la Constitución Política en su artículo 1º, que es nuestro ordenamiento jurídico supremo, al que deben encuadrarse y limitarse todas las demás leyes. Las bases de la institucionalidad exigen una mención especial para estos pueblos indígenas, tal como sucede con los grupos intermedios, la familia, la sociedad, el hombre o la persona humana, ya que los pueblos indígenas constituyen un porcentaje importante de la población chilena, que obliga a un reconocimiento explícito en el instrumento jurídico más relevante de un país, como es su Constitución Política.
El reconocimiento constitucional ha sido una aspiración muy sentida por estos grupos étnicos. Es una exigencia para que el Estado tenga el deber perentorio de proteger a este sector de connacionales. Chile no puede quedar al margen de las tendencias mundiales de reconocimiento constitucional de estos grupos. Una reforma constitucional de esta naturaleza debe ser el antecedente necesario para la legislación en materia de protección, fomento y desarrollo de los indígenas.
Hoy existen ciertas reglamentaciones, disposiciones legales o proyectos de ley que no han sido aprobados, como el que aprueba el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que se encuentra en alguna comisión de la Cámara o del Senado, y el que asegura el derecho de los mapuches lafquenches al borde costero y a otras cosas más, que podrían haberse aprobado con la protección constitucional que les daría esta iniciativa.
Esta moción establece una discriminación positiva en favor de los indígenas, acogida en las legislaciones más modernas del derecho internacional.
La igualdad de tratamiento frente a otros grupos no los ha favorecido en la diversidad. Al contrario, les ha provocado los graves e históricos problemas que los tienen postrados, postergados y muy empobrecidos.
No basta que se les otorguen caminos, luz eléctrica o cosas materiales. Es importante la dignidad de estos grupos étnicos, lo que significa reconocerlos como agrupaciones y como pueblos, tal como lo señala el Convenio Nº 169 de la OIT.
¿Por qué es importante que sean reconocidos como pueblo? Porque es la aspiración de todas estas agrupaciones, pues sienten esta denominación como propia. Además, porque pueblo es un concepto que comprende cultura, tradición e historia: es un concepto sociológico.
Por ningún motivo justifica la aprensión que ha concitado en distintos grupos políticos, en el sentido de que implica una autodeterminación o separación del Estado de Chile. Les quedó bien claro el concepto de nación, que implica poder político; no es lo mismo que pueblo.
Por ello, nos alegramos por este momento histórico, porque estamos de acuerdo, después de un largo proceso de discusiones. Estamos en un momento electoral en el que estamos rindiendo un verdadero examen de consecuencia política para dar al pueblo indígena lo que realmente se merece: el reconocimiento constitucional que conlleva el proyecto de ley.
Por tanto, anuncio que vamos a aprobar la iniciativa con toda nuestra alegría y orgullo, sintiéndonos partícipes de este momento histórico.
Chantu mei.
He dicho.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
A continuación, tiene la palabra la señora Pía Guzmán .
La señora GUZMÁN (doña Pía).-
Señor Presidente, si todos los diputados que me han antecedido en el uso de la palabra han encontrado que los argumentos son absolutamente atendibles, ¿por qué no quieren precisarlos en la Constitución?
Lo único que he dicho es que la interpretación constitucional y doctrinal del propio Tribunal Constitucional es de una determinada forma y que la deseo expresar en la propia normativa, pero no quieren hacerlo.
¿Por qué no reforzar aquello, que es necesario y que es mejor que esté en la Constitución?
En verdad, esto es un gallito político. Y no nos saquemos la suerte entre gitanos, lo hemos dicho en otras oportunidades: es un gallito político. Pero de los gallitos políticos se pueden sacar oportunidades, y ésta es una buena ocasión para reconocer a los pueblos originarios.
¿Saben lo que quiero? ¿Saben lo que quiere mi candidato presidencial? ¿Saben lo que quiere Renovación Nacional? Queremos que todos reconozcamos que tenemos gotas, litros de sangre mapuche, huillichi, pehuenche, etcétera, en nuestras venas. Somos descendientes de esos pueblos originarios. Que nadie me diga que no tiene algo de esa sangre. Quizás es más importante que lo reconozcamos, porque de esa forma no discriminaremos, no seguirán en la pobreza y les daremos educación. Eso es lo que debemos hacer y es nuestra responsabilidad.
También es una oportunidad para aceptar que conformamos una sola nación, única e indivisible, cualesquiera que sean nuestros orígenes. Todos somos chilenos; la patria es una. Todos soñamos con que sea lo mejor para los hijos y los hermanos de esta tierra y luchamos por ello, por aquellos que tienen ciento por ciento de pureza en su sangre, por aquellos que tienen menos.
Solicito a mis colegas que acepten las indicaciones repuestas por los diputados de Renovación Nacional. ¿Por qué? Aquí viene la argumentación jurídica que es densa, pero que es importante tener presente.
Es un acierto del proyecto señalar que la nación chilena es una e indivisible. Somos todos hijos de una misma patria. Pero también es necesario precisar qué significa que sea una e indivisible. Al respecto, el Tribunal Constitucional señala que los pueblos indígenas están conformados por personas que forman parte de un país y poseen características culturales propias. ¡Es obvio que tenemos que reconocerlos! ¿Cómo podríamos dejar de hacerlo?. Pero eso no significa que estén dotados de potestades públicas. Incluso, el Tribunal Constitucional deriva la unidad del pueblo chileno a partir de la soberanía nacional. ¿Qué quiere decir esto? Que en esta nación, que comprende a los pueblos indígenas originarios, radica la soberanía, la capacidad de elegir a sus representantes, la autoridad de los poderes del Estado. Es decir, ningún sector, individuo o pueblo puede atribuirse por sí solo la soberanía, el poder de la nación completa. Por eso somos uno.
Por eso también en la indicación número 2 que pido aprobar, se garantiza el derecho a conservar, desarrollar y fortalecer la identidad, los idiomas, las tradiciones espirituales, sociales y culturales de los pueblos indígenas que forman parte de la nación chilena. Pero ello no significa que sean dotados de potestades públicas, como señala el Tribunal Constitucional, y tampoco gozan de la facultad de autodeterminación. Por eso mismo, en la primera indicación se sugiere eliminar la palabra “instituciones”.
Si reconocemos instituciones estamos reconociendo una institucionalidad, una formalidad, no un derecho consuetudinario, como señaló el representante del Ejecutivo. Por lo tanto, reconocemos un Poder Judicial , una justicia criminal, un sistema financiero, instituciones que deben ser una, igual que la nación, para todo el país.
Las normas son de aplicación general; no deben ser discriminatorias, sino aplicarse por igual a todos los hijos de esta patria. Por esa razón debemos aprovechar este gallito político. Hagámoslo bien y aprovechemos la oportunidad. Si se aprueban estas indicaciones tendremos un texto constitucional completo, acotado, que nos permitirá responder con tranquilidad, con seguridad jurídica para el país, a lo que todos queremos.
El proyecto fue aprobado por la Comisión de Constitución y, aunque es incompleto, constituye un gran avance. Hago un llamado para que las cosas se hagan bien.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
En el tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, cuando hace pocos meses nos tocó conocer en esta Sala el proyecto sobre reforma constitucional, no vacilé en votar en contra de la propuesta del Senado para reconocer a nivel constitucional a las etnias originarias, pues estaba muy lejos de lograr su objetivo, cual era y sigue siendo su reconocimiento, lo cual, a mi modo de ver, es una situación que no admite graduación. Es decir, es de aquellas cosas que se hacen o no, que no admiten medias tintas.
Los pueblos originarios no pueden ser objeto de reconocimiento parcial ni de un reconocimiento que importe una mirada precaria, como sería hacerlo únicamente en calidad de etnias, en circunstancias de que son pueblos.
Reconocer a los pueblos como etnias está muy lejos de lograr un avance; constituye una ofensa para todos nuestros pueblos que tienen esa calidad. Un pueblo es un conjunto de personas ligado a un pasado común, con un idioma, una cultura y una identidad que los caracteriza, aspectos que hacen que los pueblos originarios aún constituyan una riqueza invaluable para el Estado chileno.
Para las comunidades de Panguipulli, de Futrono, del lago Ranco, de Río Bueno, de La Unión, de Paillaco y de Los Lagos, las que me honro en representar, este proyecto de reforma constitucional reviste tremenda importancia, pues, en la medida en que los pueblos originarios sean reconocidos al máximo nivel formativo, podrá generarse una regulación especial, con amparo constitucional y con carácter imperativo para los órganos del Estado, tendiente a promover el desarrollo e integración de los pueblos originarios, lo que hasta hoy no se ha logrado, ya que éstos no sólo se encuentran excluidos de nuestra Constitución Política, sino de la mayoría de los espacios públicos. Sin ir más lejos, hace poco rato alguien de esta Corporación tuvo un altercado con un machi, a quien no dejaba ingresar, pues portaba lo que para los ojos occidentales era un objeto contundente. Quienes conocemos la cultura mapuche sabemos que el cuerno que traía representa un objeto sagrado, el cual bajo circunstancia alguna podría ser utilizado como arma. Lo ocurrido es similar a que a un sacerdote de la iglesia católica no lo dejen entrar a algún lugar porque porta un grueso rosario.
Como se puede observar, la discriminación hacia los pueblos originarios se da en todas partes, en todo momento y hasta en los más mínimos detalles. Por lo tanto, es labor nuestra contribuir a que paulatinamente vaya siendo dejada de lado.
Ellos son raza pura. Chile es el lugar donde viven y han vivido siempre, donde han desarrollado importantes culturas que hoy tienen todo el derecho a seguir desarrollándose en un ambiente de paz y respeto al ser considerados pueblos originarios.
Por lo tanto, con mucho ánimo y fuerza apoyaré el proyecto, pues marca un hito para los pueblos originarios de nuestro país.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, sin duda, cualquier momento es oportuno para discutir sobre las inconveniencias, los vacíos y las carencias que presenta nuestra Constitución Política. Una de las más importantes es que deja fuera de reconocimiento a más de un millón y medio de chilenos que son parte de los pueblos originarios.
No es posible que Chile sea el único país de América Latina en que no cuentan con ese reconocimiento constitucional. Sin duda, ello forma parte del retraso cultural y político y de la indeferencia con que hemos mirado a los pueblos originarios durante tantos años.
Algunos piensan que discutir a horas de una elección presidencial tiene un fuerte contenido político. Como dijo Camilo Escalona, por supuesto que lo tiene.
Este proyecto lo hemos presentado en innumerables ocasiones, pero sólo hemos logrado recibir un portazo por parte de la Unión Demócrata Independiente y de Renovación Nacional, partidos que nos han manifestado que, si aprobamos el reconocimiento constitucional, los pueblos originarios van a dividir a nuestro país. Es decir, harán de Chile dos o tres naciones y romperán la unidad nacional. Así lo han repetido diputados y senadores que nos han augurado que si seguimos en esta línea entraremos en un proceso de autodestrucción nacional.
Quienes opinan así no conocen el trabajo de las comunidades indígenas y de sus dirigentes respecto de la necesidad mundial de reconocer sus derechos, no sólo el de su existencia, sino, como lo hemos repetido muchas veces, a disponer de su territorio, de los recursos del suelo y del subsuelo; a la protección de la propiedad intelectual, a su autodeterminación y a participar en política. El proyecto sólo reconoce a los pueblos originarios. Este es el inicio del debate.
Los artículos 34 de la ley indígena y 6º del Convenio 169 establecen que los pueblos originarios tienen derecho a la consulta y al consentimiento, lo cual no considera el proyecto. Respecto de ese texto modesto, pequeño e insuficiente sobre los pueblos originarios no hay consenso en la Cámara de Diputados. El solo concepto de “pueblos originarios” lleva a muchos a plantear el concepto de poblaciones indígenas.
La Derecha quiere poblaciones indígenas. Reconozcamos que existen poblaciones, no pueblos, y como requisito indispensable, han planteado garantizar la indivisibilidad de la nación chilena.
Cuando discutimos el texto con el Presidente de la Cámara de Diputados sostuvimos que se debe abrir un debate mayor.
Anuncio que vamos a votar favorablemente el proyecto. Sin embargo, las insuficiencias y carencias que presenta las corregiremos en el Senado en marzo, donde espero contar con el apoyo de los legisladores de la Concertación que hoy están en la Cámara de Diputados.
Presenté algunas indicaciones que establecen un elemento que amplía los derechos de los indígenas a emplear su idioma, su territorio, su subsuelo y a su autodeterminación.
Las indicaciones se encuentran en poder de la Mesa, junto con otras presentadas por representantes de la Derecha. Solicito que se voten, porque contienen el sentido exacto de lo que queremos consagrar en la Constitución y establecer como política de Estado en relación con los pueblos indígenas. ¡No temamos a los pueblos indígenas; apoyémoslos ante su falta de derechos¡
He dicho.
-Aplausos.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
En el tiempo del Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra el diputado señor Eduardo Díaz .
El señor DÍAZ.-
Señor Presidente, para quienes llevamos varios años luchando junto con los mapuches, la votación del proyecto que establece su reconocimiento constitucional resulta prometedora.
Las diferencias adjetivas sobre la calidad del desarrollo indígena y la denominación que debe hacerse del reconocimiento ceden ante lo sustantivo, ante el fondo del asunto.
A quienes suscribimos este proyecto nos une, primero, el interés de entregar respuestas y soluciones concretas a las demandas indígenas; segundo, nuestro rechazo al discurso simplista y reduccionista de la Oposición, que es mayoritariamente discriminadora. Poco y nada saben del tema indígena. No les interesa. Peor aún, el jefe de campaña del candidato Piñera , el senador Espina , ha logrado criminalizar la agenda indígena, en vez de preocuparse de los problemas que sufren los pueblos originarios. Parecen no ser capaces de visualizar respuestas integradoras para esos compatriotas, a quienes se les ha ocupado abusivamente sus tierras, dejándolos al margen de este estado liberal e individualista, donde los indígenas apenas sobreviven en la extrema pobreza.
Y en tercer lugar, nuestra adhesión al liderazgo de Michelle Bachelet, que en los compromisos de Nueva Imperial demostró talento, creatividad y capacidad para convocarnos a buscar la integración e inclusión definitiva al Estado de nuestros compatriotas discriminados.
Piñera y buena parte de sus parlamentarios, quizás inspirados por el senador Espina , rehúsan la reforma con un alegato secundario: en si se denomina al conjunto de los indígenas como etnia, pueblo o cultura. Lo relevante, lo sustantivo es integrarlos al Estado.
Este diputado siempre ha procurado salvaguardar la unidad nacional y tiene la convicción de que así ocurre cuando el texto de la reforma de la Constitución garantiza que la nación chilena es una e indivisible. Por cierto, esa unidad será mayor en la medida que logremos integrar efectivamente al Estado a todos los chilenos excluidos y discriminados como lo son, especialmente, los de origen indígena.
Por último, al aprobar esta reforma constitucional que reconoce e incorpora a nuestros compatriotas indígenas, Chile avanza en el camino correcto. Ir superando este Estado liberal individualista para construir un Estado integrador moderno, que lejos de promover los conflictos, disminuya las tensiones, amortigüe las diferencias y trabaje por conseguir dos objetivos fundamentales, sin los cuales la justicia social será siempre una tarea pendiente: dar a todos los chilenos un nivel de vida digno a su condición humana y las mismas oportunidades frente al destino.
Sólo un Estado social integrador cristiano podrá armonizar los intereses encontrados en sus componentes y hacer comprender que en el enfrentamiento todos perdemos y más que nadie la patria, cuya prosperidad está fundada en la unión y en la integración de todos sus hijos sin discriminación alguna.
Por eso, llamo a votar a favor del reconocimiento constitucional de los indígenas de Chile.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
-Posteriormente, la Sala se pronunció sobre este asunto en los siguientes términos:
El señor ASCENCIO (Presidente).-
En votación general el proyecto sobre reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.
Hago presente a la Sala que para la aprobación de esta iniciativa se requiere, tanto en general como en particular, el voto favorable de 77 señores diputados en ejercicio.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 83 votos; por la negativa, 7 votos. Hubo 9 abstenciones.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Allende Bussi Isabel; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla Gabriel; Bauer Jouanne Eugenio; Bayo Veloso Francisco; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Bustos Ramírez Juan; Ceroni Fuentes Guillermo; Correa de la Cerda Sergio; Delmastro Naso Roberto; Díaz Del Río Eduardo; Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Encina Moriamez Francisco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escalona Medina Camilo; Espinoza Sandoval Fidel; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; Girardi Lavín Guido; González Torres Rodrigo; Guzmán Mena María Pía; Hales Dib Patricio; Hidalgo González Carlos; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jeame Barrueto Víctor; Kuschel Silva Carlos Ignacio; Leal Labrín Antonio; Letelier Morel Juan Pablo; Letelier Norambuena Felipe; Longton Guerrero Arturo; Lorenzini Basso Pablo; Luksic Sando-
val Zarko; Martínez Labbé Rosauro; Mella Gajardo María Eugenia; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Díaz Nicolás; Montes Cisternas Carlos; Mora Longa Waldo; Mulet Martínez Jaime; Muñoz Aburto Pedro; Muñoz D’Albora Adriana; Navarro Brain Alejandro; Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Pérez Arriagada José; Pérez Lobos Aníbal; Jofré Núñez Néstor; Pérez San Martín Lily; Quintana Leal Jaime; Riveros Marín Edgardo; Robles Pantoja Alberto; Saa Díaz María Antonieta; Saffirio Suárez Eduardo; Salas de la Fuente Edmundo; Sánchez Grunert Leopoldo; Seguel Molina Rodolfo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Ortiz Exequiel; Soto González Laura; Tapia Martínez Boris; Tarud Daccarett Jorge; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Valenzuela Van Treek Esteban; Vargas Lyng Alfonso; Venegas Rubio Samuel; Vidal Lázaro Ximena; Vilches Guzmán Carlos; Villouta Concha Edmundo; Von Muhlenbrock Zamora Gastón; Walker Prieto Patricio.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Cubillos Sigall Marcela; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Moreira Barros Iván; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Álvarez Zenteno Rodrigo; Barros Montero Ramón; Forni Lobos Marcelo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Ibáñez Santa María Gonzalo; Paya Mira Darío; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Salaberry Soto Felipe.
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Corresponde votar en particular.
En votación la indicación de los diputados señores Navarro y Quintana que tiene por objeto agregar un nuevo literal que intercala el siguiente inciso cuarto en el artículo 1º de la Constitución: “La nación chilena es multicultural. El Estado reconoce la existencia de los pueblos indígenas, que gozan de los derechos, deberes y garantías consignados en la Constitución, y en especial los de mantener y desarrollar su identidad y cultura, tener sus propias formas de organización social y política, y participar activamente en sus asuntos locales y regionales; así como mantener y recuperar las formas comunitarias de propiedad de sus tierras, aguas y recursos naturales, así como el goce, uso y disfrute de las mismas, todo de conformidad con la ley.”
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 27 votos; por la negativa, 59 votos. Hubo 5 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aguiló Melo Sergio; Ascencio Mansilla Gabriel; Bustos Ramírez Juan; Encina Moriamez Francisco; Girardi Lavín Guido; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Jaramillo Becker Enrique; Jeame Barrueto Víctor; Leal Labrín Antonio; Letelier Morel Juan Pablo; Longton Guerrero Arturo; Muñoz Aburto Pedro; Muñoz D’Albora Adriana; Navarro Brain Alejandro; Pérez Lobos Aníbal; Quintana Leal Jaime; Saa Díaz María Antonieta; Salas de la Fuente Edmundo; Sánchez Grunert Leopoldo; Silva Ortiz Exequiel; Soto González Laura; Tarud Daccarett Jorge; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Valenzuela Van Treek Esteban.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alvarado Andrade Claudio; Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bayo Veloso Francisco; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Correa de la Cerda Sergio; Cubillos Sigall Marcela; Delmastro Naso Roberto; Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Forni Lobos Marcelo; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Guzmán Mena María Pía; Hernández Hernández Javier; Hidalgo González Carlos; Ibáñez Santa María Gonzalo; Kuschel Silva Carlos Ignacio; Leay Morán Cristián; Letelier Norambuena Felipe; Lorenzini Basso Pablo; Luksic Sandoval Zarko; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Mella Gajardo María Eugenia; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Díaz Nicolás; Mora Longa Waldo; Moreira Barros Iván; Mulet Martínez Jaime; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Palma Flores Osvaldo; Paya Mira Darío; Pérez Arriagada José; Jofré Núñez Néstor; Pérez San Martín Lily; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Salaberry Soto Felipe; Seguel Molina Rodolfo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Tapia Martínez Boris; Ulloa Aguillón Jorge; Uriarte Herrera Gonzalo; Urrutia Bonilla Ignacio; Vargas Lyng Alfonso; Venegas Rubio Samuel; Vilches Guzmán Carlos; Walker Prieto Patricio.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Ceroni Fuentes Guillermo; Díaz Del Río Eduardo; Norambuena Farías Iván; Vidal Lázaro Ximena; Von Muhlenbrock Zamora Gastón.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Corresponde votar la indicación de los diputados señores Navarro y Quintana que tiene por objeto incorporar un número nuevo que agrega el siguiente inciso quinto en el artículo 1º de la Constitución: “El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados, difundidos y enseñados a las personas indígenas, de acuerdo a la ley.”
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 22 votos; por la negativa, 46 votos. Hubo 10 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Ascencio Mansilla Gabriel; Ceroni Fuentes Guillermo; Encina Moriamez Francisco; Girardi Lavín Guido; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Jaramillo Becker Enrique; Jeame Barrueto Víctor; Letelier Norambuena Felipe; Muñoz D’Albora Adriana; Navarro Brain Alejandro; Pérez Lobos Aníbal; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Rojas Molina Manuel; Saa Díaz María Antonieta; Sánchez Grunert Leopoldo; Tohá Morales Carolina; Tuma Zedan Eugenio; Valenzuela Van Treek Esteban; Vidal Lázaro Ximena.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Álvarez Zenteno Rodrigo; Araya Guerrero Pedro; Barros Montero Ramón; Bauer JouanneEugenio; Bayo Veloso Francisco; Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Correa de la Cerda Sergio; Cubillos Sigall Marcela; Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Forni Lobos Marcelo; Galilea Carrillo Pablo; García García René Manuel; Guzmán Mena María Pía; Hidalgo González Carlos; Ibáñez Santa María Gonzalo; Kuschel Silva Carlos Ignacio; Luksic Sandoval Zarko; Martínez Labbé Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Mella Gajardo María Eugenia; Monckeberg Díaz Nicolás; Mora Longa Waldo; Moreira Barros Iván; Mulet Martínez Jaime; Ojeda Uribe Sergio; Olivares Zepeda Carlos; Ortiz Novoa José Miguel; Palma Flores Osvaldo; Paya Mira Darío; Pérez Arriagada José; Jofré Núñez Néstor; Pérez San Martín Lily; Seguel Molina Rodolfo; Soto González Laura; Tapia Martínez Boris; Ulloa Aguillón Jorge; Urrutia Bonilla Ignacio; Vargas Lyng Alfonso; Vilches Guzmán Carlos; Walker Prieto Patricio.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Alvarado Andrade Claudio; Díaz Del Río Eduardo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Hernández Hernández Javier; Jarpa Wevar Carlos Abel; Leay Morán Cristián; Norambuena Farías Iván; Salaberry Soto Felipe; Uriarte Herrera Gonzalo; Von Muhlenbrock Zamora Gastón.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Corresponde votar la indicación de los diputados señores Navarro y Quintana que tiene por objeto incorporar un nuevo literal que agrega el siguiente inciso sexto en el artículo 1º de la Constitución: “Se reconocerán a las autoridades tradicionales de los pueblos indígenas el arbitraje, la mediación y otros procedimientos alternativos para la resolución de conflictos, con sujeción a la ley y de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución. La ley hará compatibles aquellas funciones con las del sistema judicial nacional.”
Han surgido algunos inconvenientes técnicos en el tablero electrónico, por lo que deberemos efectuar la votación por el sistema de manos levantadas.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 12 votos; por la negativa, 58 votos. Hubo 7 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
Corresponde votar la indicación renovada por los diputados señores Paya, Von Mühlenbrock y Alvarado, cuyo propósito es reemplazar la letra a) del artículo único del proyecto por la siguiente: “La nación chilena es indivisible. El Estado reconoce la existencia de etnias indígenas originarias, entre éstas, la mapuche, la aimara, la rapa nui o pascuense; las comunidades atacameñas, quechuas, collas, kawashkar o alacalufe y yamana o yagán. Ellas constituyen parte esencial de las raíces de la nación chilena. Es deber del Estado respetar su identidad y promover su cultura y tradiciones.”
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 32 votos; por la negativa, 56 votos. Hubo 12 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
Corresponde votar la letra a) del artículo único aprobado por la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, que dice: “Intercálase el siguiente inciso tercero, nuevo, pasando los actuales incisos tercero, cuarto y quinto a ser cuarto, quinto y sexto respectivamente:
“La Nación chilena es una e indivisible.””.
En votación.
Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.
Aprobada.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
En votación la indicación renovada de las diputadas señoras Guzmán, doña Pía, y Pérez, doña Lily, y de los diputados señores Galilea, don Pablo; Ulloa, Becker, Kuschel, Palma, Martínez, Jofré, Longton, Alvarado y Von Mühlenbrock que tiene por objeto suprimir, en la oración que se agrega al inciso sexto del artículo 1º de la Constitución, la expresión “instituciones”.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 40 votos; por la negativa, 57 votos. No hubo abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
En votación la letra b) del artículo único que propone la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, que señala lo siguiente: “b) Agrégase, en el inciso quinto, que ha pasado a ser sexto, el siguiente párrafo final: “Especialmente, la ley garantizará el derecho a conservar, desarrollar y fortalecer la identidad, idiomas, instituciones y tradiciones espirituales, sociales y culturales de los pueblos indígenas que forman parte de la Nación chilena”.”
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 75 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 20 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
Señor Presidente , ¿cuál era el quórum requerido?
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
De 77 votos afirmativos.
En votaciónlaindicaciónrenovadadelosmismosdiputadosantesseñalados, quetiene por finalidad agregar en el referido inciso sexto la siguiente frase: “Con todo, ello no significará que se encentren dotados de potestades públicas soberanas ni de la facultad de autodeterminación”.
La señora GUZMÁN (doña María Pía).-
Señor Presidente, la indicación no tiene sentido porque no se aprobó la letra b).
El señor ASCENCIO (Presidente).-
Efectivamente, no tiene sentido votarla porque fue rechazada la letra b), a la que había que agregar este inciso.
En votación la indicación de los señores Navarro y Quintana, que incorpora un nuevo literal cuyo propósito es agregar el siguiente inciso séptimo en el artículo 1º de la Constitución: “El patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles. La ley establecerá los mecanismos para ceder su uso por tiempo determinado, readquirirlos cuando se encuentren en manos de particulares y reglamentará los derechos especiales que detentan los pueblos originarios asentados en territorios de riqueza arqueológica”.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 27 votos; por la negativa, 41 votos. Hubo 9 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
En votación la indicación renovada de los diputados señores Paya, Von Mühlenbrock y Alvarado para agregar un literal c) en el artículo único del proyecto, a fin de incorporar la siguiente oración en el último párrafo del Nº 2 del artículo 19 de la Constitución: “Entre otras, es arbitraria la discriminación que se funda en el origen étnico de las personas”.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 63 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 37 abstenciones.
El señor ASCENCIO ( Presidente ).-
Rechazada.
Despachado el proyecto.
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