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- rdf:value = " ACUERDO DE ASOCIACIÓN ECONÓMICA ENTRE CHILE, BRUNEI DARUSSALAM, NUEVA ZELANDA Y SINGAPUR. Primer trámite constitucional.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y la República de Singapur y sus anexos; el Memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y su anexo 1, y el Acuerdo de Cooperación Ambiental, todos suscritos en Wellington, el 18 de julio de 2005.
Diputados informantes de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural y de Hacienda son los señores Jorge Tarud Daccarett, Enrique Jaramillo Becker y Rodrigo Álvarez Zenteno, respectivamente.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín N° 4047-10, sesión 59ª, en 13 de diciembre de 2005. Documentos de la Cuenta N° 3.
-Informe de las Comisiones de Relaciones Exteriores, de Agricultura y de la de Hacienda. Sesión 20ª, en 4 de mayo de 2006. Documentos de la Cuenta N°s. 5, 6 y 7.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Informo a las señoras diputadas y señores diputados que se encuentra en la Sala el ministro subrogante de Relaciones Exteriores , señor Alberto Van Klaveren, dado que el ministro Foxley se encuentra fuera de Chile en viaje oficial.
Solicito el acuerdo de los señores diputados para que pueda ingresar a la Sala el director general de Relaciones Económicas Internacionales, embajador señor Carlos Furche.
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
La diputada señora Isabel Allende entregará el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana pasa a informar, en primer trámite constitucional y sin urgencia, sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Brunei Darussalam , Nueva Zelanda y la República de Singapur y sus anexos, el Memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y su anexo 1 y el Acuerdo de cooperación ambiental, todos suscritos en Wellington, Nueva Zelanda, el 18 de julio de 2005.
El proyecto de acuerdo tiene por objeto aprobar los tratados internacionales celebrados por Chile con el objeto de establecer, principalmente, una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, incluso la creación de una zona de libre comercio, de conformidad con lo dispuesto en el artículo XXIV del Gatt, de 1994, y el artículo V del Gats, que forman parte del acuerdo de la OMC.
El anexo 12.C, “Pagos y Transferencias. Chile”, del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica contempla en el inciso segundo de su numeral 3, una reserva formulada por nuestro país en virtud de la cual el Banco Central de Chile no podrá exigir, respecto de las transferencias que un inversionista de las partes haga desde Chile, un encaje superior al 30 por ciento del monto de la transferencia ni imponer dicha limitación por un período superior a dos años, lo que constituye, en el monto y plazo, una excepción al artículo 49, Nº 2, de la ley Nº 18.840, orgánica constitucional de dicho banco, por lo que, al tenor del inciso primero del Nº 1 del artículo 54 e inciso segundo del artículo 66, ambos de la Constitución Política, la aprobación parlamentaria del referido inciso segundo numeral 3, requerirá el quórum exigido para la sanción de normas legales de rango orgánico constitucional.
Análogas limitaciones a la ley orgánica constitucional del Banco Central de Chile han contemplado otros acuerdos de libre comercio, como los celebrados con Canadá, México , Estados Unidos y Unión Europea, las que fueron sancionadas por el Congreso Nacional con el referido quórum.
La Comisión aprobó el proyecto de acuerdo en diciembre pasado por la unanimidad de sus miembros.
El mensaje destaca, en lo sustancial, que la estrategia chilena de inserción internacional, basada en una economía abierta y competitiva, ha llevado a obtener altas tasas de crecimiento económico, política compartida por los principales actores del país, lo que ha posicionado a Chile dentro del escenario económico mundial, lo que permitirá diversificar las exportaciones y contar con reglas claras y permanentes para el comercio de bienes y servicios.
Así, hoy cerca del 80 por ciento del comercio exterior de Chile está regido por los acuerdos comerciales que nuestro país ha suscrito. La incidencia de las exportaciones en el producto interno bruto ha aumentado en un 10,3 por ciento anual, durante el período 1998-2004. En efecto, mientras las exportaciones de bienes realizadas en el referido año representaron el 18,6 por ciento del PIB, en 2004 ascendieron al 33,4 por ciento.
Específicamente, con los países socios de este Acuerdo, en 2004 nuestro país tuvo un intercambio comercial que alcanzó a l35 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria que llegó casi a los 29 millones de dólares.
El mensaje agrega que la inserción internacional de nuestro país se ha desarrollado a partir de la apertura unilateral de nuestra economía, de una activa participación en los foros y acuerdos multilaterales y de la negociación de acuerdos comerciales tanto bilaterales como regionales.
En este contexto, el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica es una respuesta al desafío de Chile de alcanzar un mayor acercamiento con las economías del Asia-Pacífico y es el resultado de un proceso de negociaciones que Chile, Singapur y Nueva Zelanda inician en la Cumbre de Líderes del Apec, celebrada en Los Cabos, México , en octubre de 2002, a las cuales se sumaría, posteriormente, Brunei Darussalam.
El señor Cristián Barros Melet , ministro de Relaciones Exteriores subrogante al momento de estudiar estos instrumentos en la Comisión, agregó que la región del Asia-Pacífico ha pasado a constituir una prioridad para nuestra política comercial. Indicó que Chile ha buscado establecer lazos económicos fuertes con economías que gozan de una posición sólida en la región, promoviendo activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales como instrumentos eficaces para la profundización de la integración comercial y económica.
Destacó que la creciente red de acuerdos comerciales que se han desarrollado en todas las regiones de la cuenca del Pacífico ofrecen interesantes oportunidades estratégicas para Chile. En este sentido, sostuvo que Nueva Zelanda, Singapur y Brunei Darussalam son actores de gran influencia a nivel regional.
Ahora bien, acerca de las ventajas del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, conocido como P4, respecto de los tratados de libre comercio tradicionales, el mensaje nos indica que una de ellas está determinada por la cantidad y diversidad de materias que abarca, considerada más vasta incluso que la de los tratados de libre comercio convencionales. En efecto, junto con establecer una alianza estratégica, que abordará los temas económicos y comerciales normales, se privilegiará la asociatividad y la cooperación en tecnologías, inversiones, investigación, y el desarrollo de áreas como comercialización y distribución, entre otros temas.
De este modo, el Acuerdo, junto con crear una zona de libre comercio conforme a las normas de la OMC, establece compromisos en materias económicas, financieras, tecnológicas y de cooperación. Asimismo, deja abierta la posibilidad para la incorporación de nuevos miembros a esta alianza estratégica.
Para estos efectos, Chile, Singapur, Nueva Zelanda y Brunei Darussalam son cuatro economías que comparten una visión común en su estrategia de integración al mundo. Se trata, además, de economías abiertas y con una destacada evaluación internacional de sus desempeños económicos e institucionales. Por ello, este Acuerdo se constituirá en un gran estímulo para la construcción de un puente de comercio e inversiones entre el sur de América Latina y el Asia-Pacífico.
De esta manera, los aspectos comerciales no necesariamente son los más significativos en la relación entre estas cuatro economías, por lo tanto sería un error enfocar la discusión de los beneficios del Acuerdo únicamente en los temas arancelarios o de intercambio comercial.
En consecuencia, como lo sostiene el mensaje, no tiene sentido cifrar sus ventajas sólo en el aumento de las exportaciones a esos mercados, lo que obviamente se va a dar, sino en la contribución a aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas de inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías.
Este punto es particularmente relevante, porque estamos abriendo la posibilidad de acceder también a terceros mercados a través de operaciones conjuntas.
No me voy a referir a la incidencia financiera fiscal del Acuerdo, pues el diputado informante de la Comisión de Hacienda se referirá al tema.
En todo caso, la desgravación arancelaria obtenida para los productos chilenos en los mercados de los países Partes, es la siguiente:
a) Brunei Darussalam concedió a Chile la desgravación inmediata para el 69 por ciento de sus productos, lo que significa que podrán ingresar libres de aranceles desde el primer día de vigencia del Acuerdo.
En desgravación a tres años, quedó el 3 por ciento de los productos. En categorías más largas, siete años, Brunei otorgó a Chile el 18 por ciento de los ítems arancelarios y, a diez años, un 10 por ciento.
b) Singapur le otorgó a Chile acceso inmediato, libre de aranceles, para todos los productos, lo que significa que la totalidad de las exportaciones chilenas podrá ingresar a Singapur libre de aranceles. Entre las favorecidas están las exportaciones de licores.
c) Nueva Zelanda concede a Chile cuatro categorías de desgravaciones: un 79,1 por ciento de los productos chilenos queda en desgravación inmediata; un 1,8 por ciento, en desgravación a tres años; un 7,9 por ciento a cinco años, y un 10,4 por ciento a diez años.
El mensaje enfatiza que a todas luces el Acuerdo es ampliamente favorable a Chile en el comercio bilateral con Nueva Zelanda. Precisa que entre los productos con potencial exportador, es decir aquellos que Chile exporta al mundo pero que no vende en Nueva Zelanda, obtuvieron un acceso inmediato libre de aranceles los siguientes: carnes de cerdo y de aves, erizos congelados y preparados, miel, avena mondada, aceite de pescado, moluscos preparados, jugos de manzana, harina de pescado, cigarrillos, desodorantes, maderas aserradas, puertas de madera y artículos de grifería.
En cuanto a la desgravación arancelaria que Chile otorga a sus socios en el Acuerdo, el mensaje informa que es la misma para los tres países: un 74,6 por ciento de los productos tendrán acceso inmediato, libre de aranceles, desde la entrada en vigencia del Acuerdo; un 11,4 por ciento queda en desgravación a tres años; el 10,9 por ciento, a seis años, y el 3,1 por ciento, a diez y 12 años. Agrega que, en términos de las importaciones de Chile desde Nueva Zelanda, un 88 por ciento de ellas podrá ingresar libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, mientras que un porcentaje similar de las importaciones provenientes de Singapur gozará del mismo beneficio.
Para los sectores productivos sensibles de nuestro país se consideraron períodos largos de desgravación. En ese grupo de productos se contemplan los textiles y calzados. A diez años se pacta la desgravación de los productos incluidos en la banda de precios: trigo, harina de trigo y azúcar.
Para los productos lácteos, entre los que se consideran leche en polvo, crema, leche condensada, mantequilla, suero y quesos, la desgravación se pacta a 12 años, con un período de gracia, sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán el arancel de 6 por ciento.
Como otra forma de proteger al sector lácteo, se incluyó una salvaguardia especial para estos productos, que tendrá como mecanismo de activación automático el volumen de importación que se haga en cada semestre. Es decir, si las importaciones provenientes de un socio del Acuerdo, medidas en toneladas, superan el monto establecido como límite para cada año, las importaciones adicionales en ese semestre tendrán que pagar el arancel general, perdiendo la preferencia arancelaria que se les ha otorgado.
Es importante observar que el P4, como se le suele llamar a este Acuerdo, permitirá ampliar las oportunidades comerciales y las medidas sanitarias y fitosanitarias para la protección de la salud humana, animal o vegetal.
Por otra parte, promoverá la competencia leal entre las partes, al establecer la obligación de mantener o adoptar medidas que prohíban el establecimiento de barreras sanitarias a la libre competencia y será una herramienta útil para fijar mecanismos de protección de los derechos de propiedad intelectual y liberalización de actividades económicas, tales como telecomunicaciones, ingeniería y turismo, comprendidas, incluso, la cooperación para la conservación del patrimonio artístico, histórico y arqueológico y la facilitación de la residencia temporal de los inversionistas extranjeros naturales de los países parte de estos tratados.
La solución de controversias, cuestión fundamental para este tipo de acuerdos, es regulada, preferentemente, sobre la base de la cooperación y las consultas que permitan lograr un acuerdo mutuamente satisfactorio respecto de cualquier asunto que pudiese afectar el funcionamiento del Acuerdo.
En el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral, sometido a la consideración de la honorable Cámara de Diputados conjuntamente con el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, las partes dejan constancia de su voluntad de mejorar las condiciones de trabajo y de vida y de proteger, mejorar y hacer cumplir los derechos básicos laborales, en la búsqueda de empleos que conlleven los principios básicos de la Organización Internacional del Trabajo.
Cada parte procurará que sus leyes laborales, regulaciones, políticas y prácticas laborales guarden consistencia con sus compromisos laborales internacionales. Reconocen que es inapropiado establecer o usar sus leyes para promover el comercio o las inversiones a través del debilitamiento de las protecciones laborales domésticas y promoverán el conocimiento público de su legislación laboral.
El mensaje destaca que este Memorando es especialmente significativo en el contexto asiático, sobre todo para Brunei Darussalam , que no participa en la Organización Internacional del Trabajo, no obstante lo cual se compromete a dar cumplimiento a los principios que orientan a esa organización internacional, conforme los establece la declaración de 1998, adjunta al Acuerdo.
Por su parte, el Acuerdo de Cooperación Ambiental, suscrito junto a los anteriores, incorpora la dimensión ambiental en los acuerdos de comercio, tal como se ha pactado con Canadá, la Unión Europea y los Estados Unidos; reitera el compromiso de las Partes en la consecución del desarrollo sustentable, toma en consideración las circunstancias particulares de cada una de ellas y responde a sus necesidades y aspiraciones futuras, toma en cuenta la existencia de diferencias en los respectivos patrimonios naturales y condiciones climáticas, geográficas, sociales, culturales y legales de las partes, así como en sus capacidades económicas, tecnológicas e infraestructura. Finalmente, reconoce que las políticas ambientales y comerciales deben apoyarse mutuamente, con el objeto de lograr el desarrollo sustentable.
Entre sus objetivos está mejorar las capacidades y potencialidades de las partes, incluidos los sectores no gubernamentales, para hacerse cargo de las materias ambientales.
Esta asociación trasciende los temas arancelarios. Se ubica en el ámbito de una alianza para enfrentar en conjunto los desafíos de la globalización y trae una importante innovación a los acuerdo de libre comercio.
Esta estrategia, en opinión del Ejecutivo y de la Comisión de Relaciones Exteriores, es particularmente importante para los países signatarios de este Acuerdo, que por su escala reducida están imposibilitados de influir en las grandes tendencias de la economía mundial.
Por lo tanto, como anunciamos al inicio de la intervención, la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana decidió, por unanimidad, proponer a la Sala que preste su aprobación al artículo único del proyecto de acuerdo, con modificaciones formales de menor entidad que se salvan en el texto sustitutivo incorporado al informe que se encuentra a disposición de los honorables colegas.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo, informante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , los tratados comerciales siempre deberían ser vistos por la Comisión de Agricultura. Algunos lo son, pero no por Reglamento. Digo esto, porque el tema debería ser de interés de todos nosotros, en especial tratándose de un país que crece y suscribe tratados de libre comercio con todo el orbe.
La Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural pasa a informar, en primer trámite constitucional y sin urgencia, sobre el proyecto de acuerdo mediante el cual la Presidenta de la República somete a la aprobación parlamentaria los tratados internacionales celebrados por Chile con el objeto de establecer, principalmente, una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, incluso en la creación de una zona de libre comercio, de conformidad con lo dispuesto en el artículo XXIV del Gatt, de 1994, y el artículo V del Gats, que forman parte del acuerdo de la Organización Mundial del Comercio, OMC.
La Comisión comparte lo expresado por la diputada señora Isabel Allende en el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, en orden a que el anexo 12.C, “Pagos y Transferencias. Chile”, del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, que contempla en el inciso segundo de su número 3 una reserva formulada por Chile, debe aprobarse con quórum orgánico constitucional.
Este proyecto de acuerdo debe ser informado, en conformidad a la ley orgánica constitucional, por la Comisión de Hacienda, la que tendrá que pronunciarse sobre el aspecto financiero.
La Comisión aprobó el proyecto de acuerdo por mayoría, con el voto conforme de los diputados señores Aedo , Arenas , Barros , Farías, Lobos, Núñez , Pérez , Sule y de la diputada señora Clemira Pacheco , y el voto en contra de la diputada señora Alejandra Sepúlveda , y de los diputados señores Ignacio Urrutia y Enrique Jaramillo , a quien designó como diputado informante.
Antecedentes generales.
Es necesario que los aspectos comerciales no son los más significativos en la relación de estas cuatro economías -cuatro países, por eso se ha denominado Acuerdo P4-, por lo que sería un error enfocar la discusión de los beneficios del Acuerdo únicamente en los temas arancelarios o de intercambio comercial.
En consecuencia, no tiene sentido cifrar las ventajas del Acuerdo sólo en un aumento de las exportaciones a esos mercados, ni tampoco corresponde esperar bruscos incrementos de importaciones provenientes de los mismos.
La relevancia más significativa de este Acuerdo está en su contribución a aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas en inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías.
Estructura y reseña del contenido.
Chile tuvo, en 2004, un intercambio comercial con los países socios de este Acuerdo que alcanzó los 135 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria que llegó casi a los 29 millones de dólares.
En términos generales, éste es un Acuerdo de cobertura amplia, en virtud del cual todos los productos tendrán acceso libre de aranceles a los mercados de las partes, dentro de un plazo máximo de 10 años. La única excepción corresponde a los productos lácteos que se importen, los que tienen un plazo de desgravación especial de 12 años. Ésta es una cuestión de tremenda importancia en estos acuerdos.
Además, se establece la consolidación arancelaria para las partes y la posibilidad de acelerar la eliminación en el futuro, junto con el compromiso de no imponer medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países signatarios. También se establece el compromiso de eliminar los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los socios y promover su eliminación en el ámbito multilateral.
Es importante esta última frase, señores diputados y señoras diputadas: “eliminar los subsidios a la exportación”. Fíjense que Chile no entrega subsidios a la agricultura.
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Singapur, Nueva Zelanda y Brunei Darussalam consta de 20 capítulos, que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación, que fueron muy bien relatados por la diputada Isabel Allende , en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores.
El Anexo 1 contiene las listas de eliminación arancelaria; el Anexo 2, las reglas específicas de origen, y los Anexos 3 y 4, las medidas de servicios.
Como resultado de las negociaciones, Brunei Darussalam concedió a Chile la desgravación del 69 por ciento de sus productos en categoría inmediata, lo que significa que estos podrán ingresar libres de aranceles desde el primer día de vigencia del Acuerdo. En desgravación a tres años, quedó el 3 por ciento de los productos. En categorías más largas, como siete años, Brunei otorgó a Chile el 18 por ciento de los ítems arancelarios, y a diez años, el 10 por ciento.
Singapur otorgó a Chile acceso libre de aranceles inmediato para todos sus productos, lo que significa que la totalidad de nuestras exportaciones podrá ingresar libre de aranceles a dicho país. Entre los productos favorecidos con esta concesión, están los licores. Debe ser, en particular, el vino.
Considerando las exportaciones efectivas a Nueva Zelanda, según cifras del año 2004, el 94,5 por ciento de las exportaciones chilenas tendrá acceso libre de aranceles a ese mercado, desde la entrada en vigencia del Acuerdo. A todas luces, es un acuerdo ampliamente favorable para Chile en el comercio bilateral con Nueva Zelanda. Entre los productos con potencial exportador, es decir, aquellos que Chile exporta al mundo pero que no vende en Nueva Zelanda, obtuvieron su acceso inmediato, libres de aranceles, los siguientes: carnes de cerdo, carnes de aves, erizos congelados y preparados, miel, avena mondada, aceite de pescado, moluscos preparados, jugos de manzana, harina de pescado, cigarrillos, desodorantes, maderas aserradas, puertas de madera y artículos de grifería.
En cuanto a la desgravación arancelaria que Chile otorgó a sus socios del Acuerdo, que es la misma para los tres países, el 74,6 por ciento de los productos tendrán acceso inmediato libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, quedando en desgravación a tres años el 11,4 por ciento; en desgravación a seis años el 10,9 por ciento, y en categorías de 10 y 12 años el 3,1 por ciento de los productos. En cuanto a las importaciones de Chile desde Nueva Zelanda, el 88 por ciento de ellas podrá ingresar libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, mientras que un porcentaje similar de las importaciones proveniente de Singapur gozará del mismo beneficio.
Junto con esta apertura comercial se consideraron períodos de desgravación arancelaria largos para los sectores productivos sensibles de nuestro país. En este grupo están los textiles y calzados. Además, con desgravación a diez años se consideraron los productos incluidos en las bandas de precio: trigo, harina de trigo y azúcar. Esto lo considero muy importante y beneficioso: algo que va más allá del interés de muchos sobre estos productos.
En relación con los productos lácteos, entre los que se consideran leche en polvo, crema, leche condensada, mantequilla, suero y quesos, que son muy sensibles a las importaciones provenientes de Nueva Zelanda, se desgravarán en doce años, con un período de gracia sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán un arancel de 6 por ciento. Es decir, se estableció una categoría especial de eliminación de aranceles para estos productos.
Invito a los colegas a tomar nota de esto, porque es uno de los incisos que deberá ser debatido con altura de miras.
Además, como otra forma de proteger al sector lácteo, se incluyó una salvaguardia especial para estos productos, que tendrá como mecanismo de activación automático el volumen de importación que se haga en cada semestre. Es decir, si las importaciones provenientes de un socio de este Acuerdo, medidas en toneladas, superan el monto establecido como límite para cada año, las importaciones adicionales de ese semestre tendrán que pagar el arancel general, perdiendo la preferencia arancelaria que se les haya otorgado.
Informe Financiero.
El Ejecutivo acompañó a esta iniciativa un informe financiero, que se transcribe a continuación.
“El presente proyecto contiene tres elementos de naturaleza diferente y con distintos ámbitos de influencia. Así, el texto considera un acuerdo de asociación económica, y sus anexos; un memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y un acuerdo de cooperación ambiental. Para efectos del presente informe financiero, sólo se considera el impacto del acuerdo de asociación económica, pues éste, al considerar un esquema de desgravación arancelaria, implica un efecto sobre la recaudación tributaria.
“En particular, el acuerdo consiste en que todos los productos que se comercien entre los países participantes gozarán, dentro del plazo máximo de diez años, de una desgravación arancelaria completa. La única excepción a esta norma general consiste en el período de desgravación de los productos lácteos que se importen a Chile. En este caso el plazo es de doce años. Además de esto, se pactaron medidas y compromisos relativos a la consolidación de las partidas arancelarias, la no imposición de medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países participantes y la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países signantes, como, asimismo, la promoción de esta medida en el ámbito multilateral.”
La forma en que podría materializarse la eliminación de los subsidios es otro tema.
“El impacto financiero del proyecto se ha estimado en términos estáticos, es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la economía, tales como producto interno bruto, importaciones, tipo de cambio, inflación externa e inflación interna. Tampoco se ha considerado el efecto de alguna desviación de comercio que pudiera producirse. En términos generales, puede afirmarse que un acuerdo de estas características impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de la recaudación de los aranceles y su correspondiente IVA, por las importaciones provenientes de Nueva Zelanda y Singapur. En el caso de Brunei Darussalam, no se deduce impacto alguno por cuanto el comercio entre Chile y ese país es nulo.
“La pérdida fiscal, asociada a la aplicación del acuerdo para Nueva Zelanda y Singapur juntos, asciende, para el primer año y para el último año de reducción arancelaria, a US$ 3,3 y US$ 3,7 millones, respectivamente. Las cifras están expresadas en dólares de 2006 y en situación de 2006.”
Discusión del proyecto.
Durante el debate en la Comisión, el señor Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería , señaló que el tratado, denominado P4, tiene varias singularidades. En primer lugar, reúne a cuatro países y contiene una cláusula de adhesión, que permitirá a otros países sumarse al mismo.
En segundo término, explicó que, a diferencia de otros tratados, en este caso se trata de mercados pequeños, con estructuras productivas similares, por lo que, más que un gran impacto sobre el comercio, la idea es buscar una asociación estratégica que genere una plataforma de despliegue de presencia de Chile en la cuenca Asia-Pacífico.
Expresó que Singapur es un puerto importante, con un fuerte desarrollo del sector servicios y que Brunei es un gran centro financiero, lo que presenta interesantes ventajas comparativas.
Nueva Zelanda, por su parte, tiene una estructura productiva similar, pero con una agricultura altamente tecnificada, una de las más modernas y desarrolladas del mundo, con un sistema de investigación y de transferencia tecnológica muy importante, que permitirá la cooperación científica y tecnológica con Chile.
Al respecto, si bien reconozco que la opinión del señor Carlos Furche sobre este punto debe estar incluido en el informe, dudo de que resulte aceptable.
Los eventuales efectos negativos de este acuerdo, agrega el señor Furche , dicen relación con el sector lácteo. Cuando se iniciaron las negociaciones, en la década del 90 -estamos a 16 años de aquello-, el sector lácteo se opuso fuertemente, porque no se encontraba en condiciones de competir, debido a lo cual se trabaron las negociaciones. Después, fueron retomadas y en este momento la balanza comercial del sector lácteo es favorable a Chile, tal como ocurre en el caso del comercio agrícola. El informe no da cifras al respecto.
En el tratado se incluyeron todos los bienes. Es un esquema de desgravación inmediata, a cinco, diez y doce años y, en el caso especial de los lácteos, con seis años de gracia y con una desgravación progresiva de un punto durante los seis años siguientes.
Es decir, doce años son, más o menos, el tiempo que requiere una lechería importante para alcanzar una productividad óptima.
Además, se estableció un mecanismo automático de salvaguardia en caso de aumentar el comercio por sobre un cierto monto, momento en el cual se volverá al arancel de 6 por ciento existente.
El señor Furche informó también que en las últimas tres rondas de negociaciones estuvieron presentes los directores de Fedeleche, quienes manifestaron su conformidad con el acuerdo alcanzado. Esta última frase no me agrada, porque los directores de Fedeleche y los representantes de los gremios dijeron que ya no estaba en sus manos discutir este punto.
Chile, en la década del 90, era importador neto de lácteos, al punto que el 90 por ciento de los mismos provenía de Nueva Zelanda. En 2005, las importaciones totales provenientes de ese país no superaron el 5 por ciento. Nuestro país se ha transformado en un exportador de lácteos; ha cambiado tanto la estructura productiva como la del comercio.
Por ello, estimó que el sector lácteo no debería tener problemas, en general. Las dificultades puntuales que podrían enfrentar los pequeños productores lácteos no tienen relación con este tratado, sino con problemas estructurales. No lo dice el informe, pero el punto es discutible. Durante el debate del proyecto daré a conocer mi opinión sobre esta materia.
En respuesta a una consulta, don Carlos Furche precisó que esta salvaguardia es especial para el sector lácteo y operará durante todo el período de desgravación. Se eligió el año 2003, porque tenía el volumen de importaciones más bajo.
Una vez concluido el período de desgravación, Chile mantiene ante la Organización Mundial de Comercio todos los mecanismos comerciales habituales, tales como los derechos antidumping, los derechos compensatorios y las salvaguardias.
Respecto del resto de los productos agrícolas, puntualizó que el 99,2 por ciento está en la lista de desgravación inmediata, con excepción de los productos sujetos a bandas de precio, 10 años, y los productos lácteos, 12 años.
Actualmente, en el mundo se está produciendo un déficit importante de producción láctea, la que sólo puede ser cubierta por países que basan su sistema de producción en la calidad y abundancia de sus recursos naturales. Ésa es la expectativa que se abre para Chile.
Estuvo de acuerdo en que nada de esto resuelve la situación de los centros de acopio y de los pequeños productores de leche. Es evidente que se requiere de un ajuste importante, pero esto no dice relación directa con los tratados de libre comercio.
Coincidió en que existe un debate pendiente respecto del impacto de la apertura comercial en los sectores más vulnerables de la economía, como son la mediana y la pequeña agricultura, las que curiosamente son las que concentran mayor población campesina.
Explicó que hace quince años la fuerza laboral empleada en la agricultura era de 850 mil personas, cifra que correspondía al 14 por ciento de la fuerza de trabajo total, la agricultura representaba poco más del 5 por ciento del PIB y había un déficit de productividad gigantesco.
Hoy se emplea a 750 mil personas en esta actividad. La agricultura representa el 4 por ciento del producto interno bruto, la producción se ha duplicado y la productividad ha aumentado en 50 por ciento. Es decir, ha habido un ajuste gradual. Cabe destacar que Chile ha adquirido tecnología de punta, a nivel mundial, para este sector.
En otro orden de materias, adujo que tanto el azúcar como el arroz son productos que ingresan en la lista de desgravación inmediata y que, por lo tanto, pueden ser exportados a Nueva Zelanda.
El señor Jermán Klein , presidente de la Asociación de Centros de Acopios Lecheros de la Décima Región -Acoleche-, señaló que la asociación que preside ve con cierta preocupación la aprobación de este tratado -incluso, a lo mejor un poco más que “cierta preocupación”-, toda vez que conoce en terreno la realidad del productor lechero neozelandés, que ha sido fuertemente apoyado por el Estado.
Comentó que en Nueva Zelanda las tierras tienen una concentración de hasta 40 partes por millón de fósforo. En Chile, en cambio, en el mejor de los casos, se llega a 15 partes por millón.
Estimó indispensable fortalecer la labor del Instituto Nacional de Investigación Agrícola, con trabajo en terreno y apoyando a los centros de gestión. En resumen, a su juicio, se requiere de mayor tecnología y mayores recursos.
Las empresas, por su parte, han establecido centros de recolección, que son administrados por las plantas, especialmente por Nestlé, lo que constituye un pequeño monopolio.
Resaltó que en Nueva Zelanda los productores son los dueños de las plantas. En Chile, las reglas las establecen las empresas, como Soprole y Nestlé. Además, afirmó que estas empresas están comprando predios en la Décima Región, para producir leche y no tener que comprarla.
En consecuencia, surgen signos interrogantes sobre la base de la visión que dio a conocer el señor Jermán Klein.
Durante el debate habido en la Comisión, los diputados que votaron a favor del proyecto sostuvieron que resultan evidentes los beneficios que este acuerdo tendrá para la economía del país en su conjunto, por cuanto crea nuevas oportunidades de negocios y abre importantes mercados para los productos agrícolas nacionales, como es el caso de la uva, los arándanos, los vinos, las naranjas, los tomates y el aceite de oliva, cuya producción se da en el centro de Chile, de manera que, a mi juicio, hay una opinión muy centralizada del país en que vivimos.
Por otra parte, señalaron que la alianza con Singapur, considerado el segundo puerto del mundo y un centro comercial y financiero de nivel internacional, significará un importante acceso al Asia-Pacífico y la posibilidad de transferencia en materia de investigación y tecnología por parte de Nueva Zelanda, lo que permitirá aprovechar en mejor forma el potencial exportador de Chile, aunque creo que ya lo tenemos.
Finalmente, enfatizaron que las dificultades de los pequeños productores agrícolas no dicen relación directa con este tratado -interesante opinión-, el que no los afectará mayormente. Se destacó que la solución para este sector consiste en el apoyo estatal para asociación y mejoramiento de tierras, entre otros instrumentos de fomento.
Los diputados que votaron en contra de la iniciativa argumentaron que el sector lechero se verá perjudicado por este acuerdo, ya que estimaron insuficientes los resguardos adoptados para protegerlo. En efecto, vaticinaron que en doce años más se verá el término de muchos productores lecheros nacionales.
Asimismo, señalaron que los productos sujetos a bandas de precios sufrirán un efecto parecido, ya que si bien están en una lista de desgravación a diez años, nada impide que, después de ese lapso, el mercado nacional se sature de esos productos.
Destacaron que Nueva Zelanda tiene el mismo tipo de producción, en la misma temporada, así como clima y suelos similares a los de nuestro país, por lo que es competidor neto para Chile en terceros mercados. Eso significa triangulación.
Adicionalmente, anunciaron que se producirá una concentración importante de tierras en desmedro de los pequeños agricultores que no podrán mantenerse en la actividad. En ese mismo orden de materias, coincidieron en que empresas neozelandesas están comprando tierras en Chile para producir su propia leche, en desmedro de los productores nacionales. Este tema es discutible.
Por otra parte, reiteraron que si bien hay protecciones específicas para el sector lechero -la desgravación a doce años y la salvaguardia automática-, éstas no son suficientes.
Chile tiene como tarea pendiente implementar políticas públicas de apoyo a este sector, focalizando en él los programas de apoyo y de fomento, tales como el de recuperación de suelos degradados, el de sanidad animal, el de riego y el bono ganadero, entre otros.
Hago una pequeña comparación: el monto en el presupuesto de la nación de 1997 no superaba los mil millones de pesos para el Fondo de Recuperación de Suelos Degradados. Hoy alcanza a 25 mil millones de pesos, lo cual significa que se ha comprendido el apoyo que debe entregarse al suelo de Chile.
Finalmente, los diputados que sostuvieron una opinión disidente respecto de la aprobación de este proyecto pusieron de manifiesto que el Gobierno debe hacerse cargo de los problemas de la agricultura, especialmente de la pequeña y de la tradicional, que tiene dificultades estructurales complejas, que se agudizan con la implementación de los tratados internacionales, especialmente el suscrito con el Mercado Común del Sur, que perjudicó en forma importante a los pequeños, medianos y, por qué no, a los grandes agricultores, ya que el “Compromiso con la Agricultura” aún no se cumple y no alcanzó a paliar eficientemente sus efectos negativos.
Puesto en votación el texto del proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión de Relaciones Exteriores se aprobó, en los mismos términos, por 9 votos a favor y 3 en contra.
Me extendí en este informe, porque la Comisión de Agricultura constituye una base importante para el tratamiento de los proyectos sobre alimentación en tratados internacionales.
He dicho.
El señor BURGOS ( Vicepresidente ).-
En representación de la Comisión de Hacienda, rendirá el informe el diputado señor Gastón Von Muhlenbrock.
El señor VON MUHLENBROCK.-
Señor Presidente , me corresponde informar sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, del Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral y del Acuerdo de Cooperación Ambiental, y sus anexos, suscritos por Chile, Brunei Darussalam , Nueva Zelanda y la República de Singapur, en Wellington, Nueva Zelanda, el 18 de julio de 2005.
Informo este proyecto en cumplimiento del inciso segundo del artículo 17 de la ley Nº 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional, y conforme a lo dispuesto en los artículos 220 y siguientes del Reglamento de la Corporación.
La iniciativa tuvo su origen en la Cámara de Diputados por un mensaje de su excelencia el Presidente de la República.
Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto los señores Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas del Ministerio de Relaciones Exteriores ; Patricio Balmaceda , asesor, y la señora Viviana Araneda , encargada del Departamento de Negociaciones con Asia, ambos del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el señor Raúl Sáez , coordinador de asuntos internacionales del Ministerio de Hacienda.
El propósito de la iniciativa consiste en la aprobación de los referidos instrumentos internacionales celebrados por Chile, con el objeto de establecer una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, creando una zona de libre comercio que deja abierta la posibilidad de incorporar nuevos miembros a la alianza estratégica. Además, esta asociación incorpora elementos en materia de estándares ambientales y laborales.
Antecedentes proporcionados en el mensaje destacan que Chile tuvo en el año 2004 un intercambio comercial con los países socios de este acuerdo que alcanzó los 135 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria de casi 29 millones de dólares. No obstante, se sostiene que la mayor relevancia de este acuerdo estará en su contribución al aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas en inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica consta de un preámbulo, 20 capítulos y 4 anexos que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra b), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
El Acuerdo de Cooperación Ambiental contiene siete artículos. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra d), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
El Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral tiene 6 artículos y un anexo. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra c), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
Entre los aspectos más relevantes de los instrumentos internacionales antes citados, que dicen relación con el cometido de esta Comisión, se destacan los siguientes:
En relación con el libre comercio de bienes, cabe señalar que los productos tendrán acceso libre de aranceles, dentro de un plazo máximo de diez años. La única excepción son los productos lácteos que se exportan a Chile, los que tendrán un plazo de desgravación especial de 12 años. La mayor parte de los aranceles, sin embargo, será eliminado cuando el acuerdo entre en vigencia.
Considerando las exportaciones a Nueva Zelanda de 2004, el 94,5 por ciento de las exportaciones chilenas tendrá acceso libre de aranceles a ese mercado, desde la entrada en vigencia del acuerdo.
Chile otorgó un trato en materia de desgravación arancelaria similar a los tres países, en el que un 75 por ciento de los productos tendrán acceso libre de aranceles desde la entrada en vigencia del acuerdo.
El trato especial logrado por Chile para los productos lácteos incluye su desgravación en 12 años, con un período de gracia sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán el arancel general de 6 por ciento. Además, comprende un mecanismo de salvaguardia de activación automático si las importaciones provenientes de una parte superan el monto establecido como límite para cada semestre, debiendo las importaciones adicionales tener que pagar el arancel general.
En el capítulo relativo al comercio de servicios del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, las partes contraen el compromiso de permitir todos los pagos y transferencias por transacciones corrientes y movimientos de capital relativas al comercio de servicios.
Al respecto, Chile formula las reservas que tienen por objeto conciliar su compromiso con las normas del decreto ley N° 600, de 1974, Estatuto de la Inversión Extranjera, y las de la ley N° 18.657, sobre Fondos de Inversiones de Capitales Extranjeros, en cuanto estos textos legales permiten autorizar las transferencias de capitales desde Chile del producto de la venta de todo o parte de una inversión de un inversionista, de una parte o de la liquidación total o parcial de la inversión, sólo después de un año desde la fecha de transferencia a Chile, el primero, y de cinco años, el segundo.
Se reserva, además, el derecho de adoptar medidas que establezcan en el futuro programas especiales de inversión de carácter voluntario, con la excepción de poder restringir las transferencias desde Chile por un período que no exceda de cinco años a partir de la fecha de la transferencia a Chile.
También reserva el derecho del Banco Central de Chile a mantener o adoptar medidas de conformidad con la ley N° 18.840, orgánica constitucional del Banco Central, u otra legislación, con el objeto de garantizar la estabilidad monetaria y el funcionamiento normal de pagos nacionales y extranjeros, entre las que restrinjan o limiten los pagos corrientes y transferencias desde o hacia Chile, así como las operaciones que tienen relación con ellas, como, por ejemplo, establecer que los depósitos, inversiones o créditos que provengan o se destinen al exterior queden sometidos a la obligación de mantener un encaje o coeficiente de caja.
No obstante tal reserva, la exigencia de mantener un encaje de conformidad con el artículo 49, Nº 2, de la ley Nº 18.840 no podrá exceder el 30 por ciento del monto transferido y no se podrá imponer por un período superior a dos años.
La reserva así limitada en sus consecuencias, afecta las facultades que el referido texto legal otorga al Banco Central para fijar el requisito de reserva, ya que reduce de 40 por ciento a 30 por ciento el monto máximo del encaje exigible y, además, limita su vigencia a un plazo no superior a dos años, que la norma legal citada no contempla.
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 19 de octubre de 2005, señala que sólo considera el impacto del acuerdo de asociación económica, pues éste, al estimar un esquema de desgravación arancelaria, implica un efecto sobre la recaudación tributaria.
El Acuerdo consiste en que todos los productos que se comercien entre los países participantes, gozarán, dentro del plazo máximo de diez años, de una desgravación arancelaria completa. La única excepción a esta norma general consiste en el período de desgravación de los productos lácteos que se importen a Chile. En este caso, el plazo es de doce años. Además de esto, se pactaron medidas y compromisos relativos a la consolidación de las partidas arancelarias, la no imposición de medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países participantes, y la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países signatarios, como, asimismo, la promoción de esta medida en el ámbito multilateral.
Reitero: la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países siguientes:
Agrega que el impacto financiero del proyecto se ha estimado en términos estáticos, es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la economía, como producto interno bruto, importaciones, tipo de cambio, inflación externa e inflación interna. Tampoco se ha considerado el efecto de alguna desviación de comercio que pudiera producirse. En términos generales, puede afirmarse que un acuerdo de estas características impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de la recaudación de los aranceles y su correspondiente IVA, por las importaciones provenientes de Nueva Zelanda y de Singapur. En el caso de Brunei Darussalam, no se deduce impacto alguno por cuanto el comercio entre Chile y ese país es nulo.
Por último, el informe financiero indica que la pérdida fiscal, asociada a la aplicación del acuerdo para Nueva Zelanda y Singapur juntos, asciende, para el primer año y para el último año de reducción arancelaria, a 3,3 y 3,7 millones de dólares, respectivamente. Las cifras están expresadas en dólares y de acuerdo con la situación de 2006.
En el debate de la Comisión, intervino el señor Carlos Furche , quien entregó antecedentes sobre las negociaciones iniciadas a mediados de los años 90 para celebrar con Nueva Zelanda un tratado de libre comercio, las cuales no fructificaron, porque el sector lechero se opuso argumentando que no estaba preparado para competir con esa nación. Sin embargo -añadió-, las negociaciones se reanudaron al inicio de la presente década y finalizaron en 2005 con la firma del Acuerdo en trámite, el cual cuenta con la anuencia de los principales sectores productivos involucrados.
Expresó que en dicho lapso, el sector lechero nacional experimentó un importante cambio estructural, pasando de ser un país importador en el rubro a uno exportador. En efecto, la tasa promedio de crecimiento ha fluctuado entre 6 y 7 por ciento anual, exportándose productos lácteos por un monto cercano a los 115 millones de dólares e importándose cerca de 70 millones de dólares, volumen en el que Nueva Zelanda representa sólo el 3 por ciento del total.
Por su parte, el señor Raúl Sáez destacó algunos acápites del informe financiero, precisando que no se requiere ajuste tributario para el 2006, como consecuencia de la reducción arancelaria propuesta. Explicó, asimismo, los efectos de la reserva propuesta por Chile en relación con las normas vigentes en el país en materia de transferencias de capital a otros países derivadas de la inversión extranjera y de las facultades del Banco Central para velar por la estabilidad monetaria y el funcionamiento normal del sistema de pagos nacionales y extranjeros.
Diversos diputados -entre los que me cuento- manifestaron inquietudes respecto de los efectos que tendría el convenio en sectores productivos como los pequeños campesinos o aquellos vinculados al sector lácteo o de la ganadería ovina, que tendrían que superar niveles desiguales de competencia.
El señor Carlos Furche reconoció que, en los años 80, los productores de leche en Nueva Zelanda fueron subsidiados, pero que ello ya no ocurre. Planteó que, en la actualidad, la demanda mundial por productos lácteos representa un inmenso desafío para países que, como Chile, tienen el potencial para expandir su producción, pero que deben mejorar en términos de tecnología y métodos de gestión. Fue enfático en destacar las oportunidades que se ofrecen a través de los tratados de libre comercio para aumentar la productividad y las exportaciones, todo lo que conlleva fortalecer la cooperación entre países exportadores para satisfacer las necesidades de intercambio.
No obstante lo anterior -se lo solicité al presidente de la Comisión -, la Comisión estuvo de acuerdo en representar la carencia de políticas de apoyo a los pequeños y medianos productores agrícolas, vinculados con el sector lechero, y a otros sectores cuyas políticas específicas de apoyo son, normalmente, desconocidas en regiones. Asimismo, se sostuvo la conveniencia de crear condiciones de mercado adecuadas para que los pequeños productores puedan competir mejor, en especial ante la existencia de mercados cautivos, como el lácteo, o con dificultades para comercializar sus productos.
En el contexto del debate antes reseñado, la Comisión acordó solicitar al Ejecutivo , mediante el oficio N° 18, aprobado por unanimidad, que fue remitido a los señores ministros de Hacienda y de Agricultura , y a la señora ministra de Economía , Fomento y Reconstrucción, reforzar las políticas de apoyo a los sectores económicos más débiles vinculados al proyecto en trámite, de modo que puedan potenciar sus capacidades y aprovechar las oportunidades que estos tratados internacionales les ofrecen.
Dicho oficio dice lo siguiente:
“En sesión celebrada el día de ayer, la Comisión de Hacienda analizó el proyecto de acuerdo” en comento.
“En el debate de la Comisión se tuvo presente tanto los aspectos positivos como los desfavorables que implica la aprobación de estos instrumentos internacionales para el país, tanto en el corto como largo plazo.
“Especial preocupación existe respecto a la carencia de políticas para apoyar a los pequeños productores agrícolas, en relación con el sector lechero y a otros sectores cuyas políticas específicas de apoyo son, normalmente, desconocidas en regiones. Asimismo, se sostuvo la conveniencia de crear condiciones de mercado adecuadas para que los pequeños productores puedan competir mejor, en especial, frente a la existencia de mercados cautivos como el lácteo o con dificultades para comercializar sus productos.
“En vista de lo anterior, se acordó solicitar al Ejecutivo , a través de los Ministros de Agricultura, de Economía y de Hacienda, que tengan a bien reforzar las políticas de apoyo a los sectores económicos más débiles vinculados al proyecto en trámite, de modo que puedan potenciar sus capacidades y aprovechar las oportunidades estos tratados internacionales les ofrecen.”.
La Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana dispuso en su informe que los instrumentos internacionales referidos al proyecto de acuerdo en informe fueran conocidos por la Comisión de Hacienda.
Teniendo presente los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, el artículo único del proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión técnica fue sometido a votación, siendo aprobado por 7 votos a favor y 2 votos en contra.
Acordado en sesión de fecha 2 de mayo de 2006, con la asistencia de los diputados señores Pablo Lorenzini , Presidente ; Claudio Alvarado , Rodrigo Álvarez , Germán Becker , Alberto Cardemil , Jorge Insunza , Manuel Monsalve , José Miguel Ortiz , Alberto Robles , Raúl Súnico , Eugenio Tuma y de quien habla.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro de Relaciones Exteriores subrogante, señor Alberto Van Klaveren.
El señor VAN KLAVEREN ( ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Señor Presidente , tengo el honor de presentar a la consideración de la honorable Cámara de Diputados el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei Darussalam, suscrito el 18 de julio del 2005 en la ciudad de Wellington, Nueva Zelanda.
Este acuerdo de integración y liberalización comercial en la zona Asia-Pacífico entre estos cuatro socios estratégicos es conocido como el P4, Pacific 4, e incide en dos prioridades fundamentales de la política exterior chilena a lo largo de los años.
La primera de ellas es nuestra aproximación al Asia-Pacífico, región que inicialmente fue vista como una nueva frontera para la política exterior chilena y que hoy se proyecta como una de las regiones más fundamentales desde el punto de vista de nuestra inserción económica y política internacional.
Hoy por hoy, más del 35 por ciento de lo productos chilenos acceden a los mercados del Asia-Pacífico, consideración que se debe tener presente a la hora de evaluar estos acuerdos que, justamente, permiten regular un comercio creciente.
La segunda prioridad, que incide de manera muy fundamental en el acuerdo P4, es la búsqueda de relaciones especiales con países con los cuales tenemos criterios coincidentes, los llamados países like-minded, y tanto Nueva Zelanda como Singapur reúnen ese requisito.
El P4, que está siendo sometido a la consideración de la honorable Cámara de Diputados, es un tratado comercial de última generación. Es decir, no sólo cubre una amplia gama de materias comerciales, sino que, además, ha sido concebido como una asociación estratégica que permitirá a las economías que lo integran, de peso relativamente similar, enfrentar en conjunto los desafíos asociados a los grandes mercados y su dinámica, especialmente en la región del Asia-Pacífico.
El paso inicial para la creación de esta alianza estratégica lo dimos en la Cumbre de Líderes del Apec, en 2002. La posterior incorporación de Brunei Darussalam a este acuerdo, en mayo de 2005, como el cuarto miembro constituyente de esta alianza, apunta en la dirección original.
Este acuerdo contiene una cláusula de adhesión que permite la incorporación de otros Estados en condiciones debidamente negociadas y que estén dentro del mundo del Asia-Pacífico.
Los cuatro países que hemos suscrito este acuerdo comparten varias características: son economías emergentes, promotoras del libre comercio y evaluadas positivamente a nivel internacional por sus condiciones de gobernabilidad, económica y política.
La alianza privilegia la asociatividad y la cooperación en tecnología, inversión, investigación y desarrollo; además, permite una mejor coordinación para enfrentar los grandes temas de la globalización.
Por eso, consideramos que el P4 tiene el potencial de constituirse en un gran estimulo para la construcción de un verdadero puente de comercio, de inversiones y de cooperación entre el sur de América Latina y el Asia-Pacífico, creando nuevas oportunidades para nuestras exportaciones y la posibilidad de acceder a terceros mercados, en particular, al asiático a través de operaciones de inversión, de tecnología y de distribución conjuntas.
Innovación, investigación y desarrollo son los ejes centrales de esta alianza estratégica, que se traducirá en operaciones conjuntas en terceros mercados y en proyectos vinculados a investigación y desarrollo, ciencia y tecnología, innovación y biotecnología, todas materias prioritarias para nuestro país, ya que son centrales en el programa de Gobierno, amén de que suscitan consenso nacional.
Sabemos que en Nueva Zelanda, los sectores forestal, agropecuario y lácteo tienen intereses similares a los de sus pares. Son sectores cuyo progreso depende del desarrollo tecnológico, de la investigación, de la obtención de nuevas patentes y de la disponibilidad de profesionales e investigadores especializados.
Esperamos poder sumar las fortalezas y el potencial de nuestros países, sobre todo con Nueva Zelanda, para desarrollar empresas y proyectos de cooperación conjuntos que vayan en beneficio de los sectores productivos, de investigación y de desarrollo tecnológico, aspectos muy cruciales para la pequeña y mediana empresa.
Nueva Zelanda tiene una larga experiencia en innovación tecnológica, estimulando y apoyando a la pequeña y mediana empresa, sobre todo, a la del sector agrícola. Este acuerdo, más que un incentivo a la competencia con este país, lo vemos como una posibilidad de cooperación con sectores muy sensibles, en los que uno de nuestros socios ha tenido un desarrollo y una trayectoria muy interesantes. Es decir, se abre la posibilidad de algunas alianzas, de un aprendizaje conjunto y de aprovechar la experiencia de Nueva Zelanda en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas en el sector agrícola y, sobre todo, en aquellos sectores sensibles a los que se ha hecho referencia en esta Sala.
Por su parte, Singapur se ha transformado en plataforma de servicios e inversiones en Asia, con altos índices de investigación, innovación y desarrollo. Los servicios, las ciencias de los materiales y la nanotecnología son sólo algunas áreas de investigación que podemos desarrollar en el marco de este acuerdo. Además, hay que considerar que Singapur es un consumidor neto de productos agrícolas, puesto que no tiene agricultura. Por tratarse simplemente de una ciudad Estado, plataforma de servicios en todas las áreas de la economía, carente de recursos naturales, depende absolutamente de proveedores externos para su abastecimiento agrícola y también para los servicios que provee, incluso, en este sector, a otros países circundantes.
El adecuado aprovechamiento de estas nuevas oportunidades y la extensión de los beneficios de este acuerdo a todos los chilenos serán tareas prioritarias en la implementación del mismo. Esto lo queremos subrayar.
La Cancillería hará un esfuerzo muy especial, una vez concluidas nuestras principales negociaciones comerciales internacionales, para implementar los acuerdos. Una unidad de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales estará dedicada expresamente a este propósito. ProChile tiene el encargo específico de difundir las posibilidades que ofrecen nuestros acuerdos comerciales, los que ya hemos suscrito y los que, con la venia de esta Cámara, esperamos aprobar en esta ocasión.
El acuerdo consta de veinte capítulos, que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación, cuyas principales características ya han sido reseñadas; por lo tanto, simplemente las voy a resumir.
En el ámbito del acceso a mercados y, concretamente, del comercio de bienes, el acuerdo cubre la totalidad de los productos y contempla un plazo máximo de desgravación de 10 años. La única excepción son los productos lácteos exportados a Chile.
Chile obtuvo de Singapur arancel cero para todos sus productos a partir del día uno. A su vez, Nueva Zelanda concedió arancel cero inmediato para casi el 80 por ciento de los productos chilenos, desgravándose progresivamente el resto en un período de 10 años. En la práctica, la mayoría de los productos chilenos exportados a Nueva Zelanda tendrá arancel cero desde el día uno.
Por su parte, Chile otorgó un trato similar a los tres países. Un 75 por ciento de los productos tendrá acceso inmediato y libre de aranceles desde la entrada en vigencia del tratado, quedando en desgravación a tres años, un 11 por ciento; a seis años, 11 por ciento, y en las categorías de 10 y 12 años, tres por ciento de los productos.
Para el sector lácteo chileno, el cual ha manifestado gran sensibilidad respecto de las importaciones neozelandesas, se negoció un período de doce años de desgravación, manteniéndose los aranceles actuales en los primeros seis años e iniciándose la desgravación arancelaria en razón de 1 por ciento por año hasta llegar a cero el año doce. Al mismo tiempo, se introdujo una salvaguardia especial para estos productos, la que se activará automáticamente por el incremento del volumen de las importaciones.
Como complemento clave para la liberalización del comercio de bienes, el P4 contiene un capítulo de barreras técnicas al comercio y otro de medidas sanitarias y fitosanitarias. El objetivo principal es facilitar el comercio, evitando que las normas, los reglamentos técnicos y los procedimientos de evaluación de la conformidad se transformen en obstáculos innecesarios al intercambio comercial.
El capítulo de medidas sanitarias y fitosanitarias es de especial relevancia y se negoció con gran cuidado, ya que Nueva Zelanda, dada su condición insular, pone una gran cantidad de exigencias en este ámbito.
El acuerdo también contiene capítulos relativos a la liberalización del comercio de servicios, compras gubernamentales, propiedad intelectual, solución de diferencias y transparencia. Respecto del último, cabe señalar que la transparencia es un principio básico que atraviesa todas las disposiciones del P4. Las partes están obligadas a publicar sus normas legales y resoluciones administrativas de aplicación general, notificar a los otros países de cualquier medida que pueda afectar sustancialmente sus intereses o el funcionamiento del tratado y responder las preguntas de la otra parte relativas a cualquier medida vigente o en proyecto.
Adicionalmente, y acorde con las recientes iniciativas legales promulgadas en Chile dentro de la agenda de modernización del Estado, cada país debe propender a establecer normas que permitan a las personas interesadas manifestarse sobre las medidas que el Estado pretende adoptar.
Una vez que el acuerdo P4 entre en vigor, se avanzará en negociaciones sobre inversiones y servicios financieros, capítulos que, una vez finalizados, formarán parte integral de él.
Finalmente, las partes revisarán, dentro del período de dos años de su entrada en vigor y al menos cada tres años, la relación económica y estratégica y el funcionamiento del acuerdo.
En síntesis, este acuerdo implica una nueva asociación económica y tecnológica que enfrenta los temas tradicionales de un acuerdo de libre comercio de modo innovador, reforzando los aspectos de cooperación y de construcción conjunta de competitividad, aprovechando la experiencia de todos los países involucrados para tender un puente de comercio e inversión entre nuestras regiones.
Nueva Zelanda y Singapur ya han depositado sus instrumentos de ratificación. Brunei lo hará dentro de unos meses, debido a que ingresó tardíamente al proceso negociador. De este modo, que el P4 se haga realidad para iniciar una nueva etapa de relaciones comerciales y de ciencia, tecnología e innovación con Nueva Zelanda y Singapur, depende de nosotros y de la Cámara de Diputados.
Hemos escuchado con gran interés los tres sólidos informes de las comisiones de Relaciones Exteriores, de Agricultura y de Hacienda. Creemos que las inquietudes que ahí se han planteado son absolutamente legítimas, pero se ven satisfechas por los términos del acuerdo, el cual, además, contiene dos memorandos de entendimiento relativos a temas laborales y medioambientales. Se trata de mercados pequeños, que no constituyen una amenaza para el sector productivo chileno, al igual que no la han constituido otros grandes acuerdos de libre comercio que Chile ha negociado y que han aportado resultados muy positivos, incluso en sectores que se consideraban sensibles.
A la luz de la experiencia de los acuerdos negociados con la Unión Europea y con Estados Unidos, que han beneficiado de manera muy significativa a sectores tan sensibles como la agricultura, creemos que éste no constituye una amenaza significativa.
Además, tiene un sentido muy estratégico. Es de avanzada, consolida una relación muy estrecha entre Chile y los países del Asia-Pacífico y representa una ventaja de nuestro país respecto de los otros de América Latina, porque nos permitirá actuar como una plataforma de vinculación entre Asia- Pacífico y esta parte de América Latina.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Hay siete diputados inscritos, y el Orden del Día termina a las 13.14 horas. Para no debatir el proyecto en una próxima sesión, propongo extender el Orden del Día hasta las 13.30 horas, otorgando a los señores diputados cinco o seis minutos para intervenir.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , uno se pone nervioso cuando escucha hablar de tratados con países como Nueva Zelanda. La Novena Región de La Araucanía, que represento, es la más pobre del país y con menos ingreso per cápita. En su zona costera hay gente que vive con 15 mil pesos mensuales. Quizás algunos diputados pueden creer que estoy equivocado, pero ésa es la realidad que estamos viviendo en la región.
Por consiguiente, para nosotros es sumamente preocupante que se suscriban tratados relacionados con la agricultura, porque vemos que en nuestra zona no se ha implementado la ayuda tecnológica que debieran tener esas personas para salir de la pobreza.
¿Cómo puede competir esa gente? A uno le dicen que no nos preocupemos por Nueva Zelanda, ya que no se nos va a aplicar ningún arancel, pues hemos firmado un convenio y estamos haciendo miles de cosas. No obstante, los agricultores están preocupados, porque el kilo de papas que ellos venden a 30 pesos en la zona, son comercializadas a 800 pesos en los supermercados de Santiago. O sea, no pueden competir ni siquiera dentro del país, menos lo van a poder hacer con esos países gracias a los tratados de libre comercio. Eso nunca va a suceder.
Voté en contra del Mercosur. Hoy vemos que países se están descolgando de ese acuerdo. Chile no ha obtenido ningún beneficio de ese tratado. Todo lo contrario, ha sido fatal para nuestro país. Es más, los grandes supermercados traen carne de afuera y le echan la culpa a los productores chilenos de un supuesto desabastecimiento, en circunstancias de que tienen las bodegas llenas.
¿Vamos a competir con Nueva Zelanda en el tema lechero? Cuando estábamos estudiando el proyecto -lo puede confirmar el ministro subrogante- teníamos un dólar sobre 630 pesos; hoy está a 513 pesos. ¿De qué competencia me están hablando? Los tratados que suscribamos deben ser a favor del país y de nuestra agricultura, y no en contra. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿queremos que exista agricultura en el país o queremos terminar con ella?
Cuando los tratados de libre comercio tocan el tema agrícola, que es muy sensible, son perjudiciales para nuestra agricultura y, sobre todo, para la pequeña y mediana. Los grandes agricultores se defienden solos. Por ejemplo, si ganan uno o dos dólares por caja, siempre tienen utilidades, porque entregan 100 mil ó 200 mil cajas. Sin embargo, no sucede lo mismo con un pequeño agricultor que tiene esa misma rentabilidad, pero entrega mil o dos mil cajas, que es su producción del año.
¿Se puede decir que los tratados de libre comercio para el pequeño y el mediano agricultor son favorables? Claramente, no lo son.
Respecto de Nueva Zelanda son mucho más peligrosos, porque tenemos coincidencia estacionaria; es decir, los mismos productos que produce Nueva Zelanda en determinada época del año, los está produciendo Chile en ese momento.
¿Qué pasa cuando los excedentes agrícolas entran a mitad de precio, como sucede con la leche? Prácticamente desintegran la agricultura, porque Chile -y no hay que tener miedo a decir las cosas- no ha tenido la suficiente fuerza para imponer subsidios a la producción agrícola. Todos los otros países lo hacen, sin embargo, somos los únicos que respetamos los compromisos. ¡Ni siquiera aplicamos el principio de reciprocidad! Todos los países nos hacen exigencias, pero no somos capaces de hacer lo mismo. Nos dicen que estos tratados son beneficiosos para la pequeña y la mediana agricultura. Claramente, no lo son. El único subsidio que ha dado el país, que ni siquiera fue subsidio, para compensar las pérdidas producidas por el Mercosur, fue el mejoramiento a los suelos degradados, beneficio que queremos que continúe, porque no sacamos nada con echar abono una sola vez. A quien no entiende de agricultura y cree que uno la defiende con pasión, eso es lo mismo que si una persona comiera una vez al mes: Obviamente, se va a morir. Comió una vez y quedó satisfecho, pero el resto del mes no comió. Lo mismo sucede con la tierra, porque el abono es su alimento.
Tengo mis dudas respecto del tratado. No tengo nada en contra de Brunei ni de Singapur, porque me interesan los proyectos relacionados con el desarrollo de tecnología, tal como lo haré saber esta tarde, cuando haga mi presentación sobre la asignación de los recursos recaudados por el royalty. Pero este proyecto no me convence, y como debemos votarlo como un solo paquete, anuncio que votaré en contra, en defensa de nuestra agricultura.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Renán Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente , la iniciativa sometida a la consideración de la Sala en el día de hoy viene a constituir un importante pilar para terminar con la dependencia de Chile respecto de algunos mercados.
En estos dieciséis años de gobiernos de la Concertación, hemos concretado la apertura de nuestra economía, con visión estratégica y pragmática, para buscar nuevas oportunidades comerciales en beneficio de nuestros productores, gracias a las ventajas aduaneras. En fin, hemos establecido una economía abierta en un mundo globalizado.
Estos acuerdos de libre comercio constituyen un hecho importante para la economía nacional, por cuanto evitan las fluctuaciones que sufrió en el pasado, cuando sólo se exportaba hacia ciertos mercados.
En 1998, nuestra economía se vio afectada por la crisis asiática, pero no lo fue tanto, dado que teníamos otras oportunidades comerciales a las cuales recurrir.
Este tratado nos permitirá acceder a una zona que es de gran importancia para el país, como es la del Asia-Pacífico, el que unido al suscrito con Corea del Sur y a los que suscribiremos con China e India, nos abrirán un mercado de más de 2 mil 200 millones de personas.
De esta forma, nos insertamos hoy comercialmente en el ámbito de la Apec, lo cual viene a complementar nuestra inserción política que comenzáramos en 1994. Además, consolidamos nuestra posición para transformarnos en un puente entre América Latina y el Asia.
Al respecto, Nueva Zelanda y la República de Singapur ya cumplieron con el proceso de aprobación del tratado, por lo que pedimos que el Gobierno acelere en los próximos días la tramitación de esta iniciativa en el Congreso Nacional.
Es necesario recalcar que el sector privado participa activamente en la gestación, negociación y suscripción de estos acuerdos. El país resguarda las actividades sensibles de ciertos sectores y recoge las inquietudes y observaciones que merecen a nuestros empresarios iniciativas de esta naturaleza, ya que no se trata sólo de un esfuerzo gubernamental, sino de un esfuerzo conjunto entre el sector público y el privado.
Me alegra que no nos circunscribamos solamente a lo comercial en la nueva generación de tratados de libre comercio, sino que también asumamos otro tipo de compromisos en los ámbitos financiero, tecnológico y de cooperación. Entre estos cuatro países que suscriben el tratado de libre comercio que discutimos, hay una asociación para emprender acciones conjuntas en materia de inversión, tecnología y cooperación.
Aplaudo también que esto se haya hecho ahora en forma complementaria con el acuerdo de libre comercio con México, que ha generado una asociación estratégica similar a la que se produjo con el acuerdo que suscribimos en el pasado con la Unión Europea.
Los beneficios de este acuerdo reafirman una vez más lo acertado de la política económica que impulsa nuestro país, a través de una gestión eficiente de nuestra economía y desarrollo, inspirada en una visión estratégica que nuestros gobiernos han concretado mediante la apertura de nuevos mercados, distintos a los tradicionales, para nuestros productos.
Para que nuestro sector empresarial aproveche cabal y totalmente las ventajas de este tipo de acuerdos, debe estar en condiciones de ampliar sus inversiones en desarrollo tecnológico, a fin de incorporar mayor valor y refinación a nuestras materias primas.
Al respecto, hago un llamado a mejorar y a adaptar nuestros productos a los gustos de los consumidores de esos futuros mercados.
Este tratado conlleva beneficios para las compañías navieras nacionales, el transporte, los profesionales que más se especializan, las empresas de servicios, etcétera.
Por último, expreso mi deseo de que nuestros trabajadores, actores principales junto a los empresarios en la creación de la riqueza, tengan también la oportunidad de recibir los beneficios que provengan de esas iniciativas comerciales, de manera que ello se refleje en mejores salarios y condiciones de vida para sus familias, y en mayores oportunidades de desarrollo personal y técnico.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ignacio Urrutia.
El señor URRUTIA .-
Señor Presidente , me limitaré a hacer algunos comentarios respecto del ámbito agrícola, que es el que más me compete.
Si este acuerdo comercial se hubiera suscrito sólo con Singapur y Brunei Darussalam , lo habría votado favorablemente; pero como incluye a Nueva Zelanda, lo votaré en contra, porque considero que el acuerdo se nos puede transformar en un Mercosur 2. Así de simple.
El tratado de libre comercio Mercosur es lejos el peor que ha firmado Chile en su historia, primero, porque a los países que lo suscribieron los tenemos al lado; segundo, porque les genera menos costos exportar productos a nuestro país y, tercero, porque producen en la misma estación que el nuestro.
Si bien Nueva Zelanda está a gran distancia y produce en la misma estación que nosotros, otorga grandes subsidios internos a sus productores, con los cuales pueden paliar fletes a cualquier distancia. Por lo tanto, lo más probable es que nos llenemos de productos de ese país y no al revés, es decir, que podamos exportar hacia él.
Cuando empezaron las negociaciones de este tratado, el sector lechero, que se dice es el que puede verse más afectado, fue parte de la negociación. En ese entonces el dólar estaba sobre los 600 pesos, pero hoy está a 514, por lo cual no somos competitivos. Ello significa que no sólo llegarán leche y sus derivados desde Nueva Zelanda, sino también manzanas, kiwis, vinos y todo tipo de productos. Entonces, en vez de beneficiarnos, nos perjudicaremos.
Se dice que el sector lácteo quedará protegido por doce años. Ciertamente, tendría mucha importancia si nuestros aranceles fueran de 30 por ciento, pero tenemos un arancel parejo de 6 por ciento. De modo que establecer cero año o doce años da exactamente lo mismo, porque es muy poca la diferencia.
El ministro de Relaciones Exteriores subrogante dijo que lo más probable era que no hubiera amenazas importantes. Pero ya reconoce que las hay y no me cabe duda de que existen. Además, el diputado informante de la Comisión de Hacienda señaló que se envió una carta a los ministros de Hacienda , de Agricultura y de Economía, pidiéndoles ayuda para el pequeño sector exportador.
Cada vez que hay un tratado comercial se pide exactamente lo mismo. El Gobierno siempre se compromete a ayudar a los pequeños agricultores para que puedan participar en el tema exportador; sin embargo, hasta hoy no se ayuda en nada. Es más, como los agricultores medianos y grandes están usando mucha tecnología, en el campo hay cada vez más cesantía. Ya no se puede usar más tecnología ni mejorar los cultivos. Pese a todos los esfuerzos realizados, aún no somos competitivos. Considerando que el precio del dólar está a 514 pesos, muchos economistas dicen que si sigue aumentando el del cobre, con sus consecuentes excedentes, lo más probable es que baje aún más. Si ya no somos competitivos debido a ese precio, menos lo seremos en el futuro.
De manera que tengan la absoluta seguridad de que este acuerdo comercial con Nueva Zelanda será un segundo Mercosur. Doy por sentado que así será.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra) .-
Señor Presidente , en primer lugar, agradezco al señor Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas Internacionales , por su buena disposición y su capacidad de escuchar, de hacer planteamientos y de recibir las críticas, para lo cual no todo el mundo está dispuesto. Además, agradezco al embajador de Nueva Zelanda , porque, sin duda, ha hecho un gran esfuerzo para que algunos parlamentarios sean más receptivos ante este tratado.
Sin embargo, para ser coherente con lo que he pensado en esta Cámara durante muchos años, o por lo menos en los cuatro años del anterior período legislativo, quiero referirme y argumentar acerca del tratado para votar en contra sobre la base de lo expresado por Carlos Fourche .
Él plantea que las dificultades puntuales que pueden enfrentar los pequeños productores lácteos no tienen relación con el tratado, sino con problemas estructurales. Los diputados que estamos a favor de la pequeña y mediana agricultura hemos planteado que los tratados internacionales aceleran los procesos, es decir, son catalizadores de procesos estructurales que ocurren en el país. Sin embargo, con las políticas de Gobierno no hemos sido capaces de retener, de suplir ni de implementar para que esos problemas estructurales se solucionen, por lo cual hoy tenemos una crisis en varios sectores de nuestra economía.
Represento a un sector exportador, en cuya tierra hoy existe una exportación importante, pero basada en una agricultura con grandes productores y con una concentración de tierras que no deseo que exista en la zona sur del país.
Según Carlos Furche , Nueva Zelanda produce leche seis veces más que Chile y exporta el 90 por ciento de su producción, mientras que Chile exporta menos del 10 por ciento del total de su producción.
Hoy estamos enfrentados a un verdadero Goliat, que tiene 40 años de subsidios; que por igual período trabaja en la recuperación de suelos y aplica una de las tecnologías más modernas del mundo. ¡Cómo no nos gustaría tomar un pedacito de ese Goliat!
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decirle al ministro subrogante de Relaciones Exteriores que nos gustaría tener criterios coincidentes a nivel mundial como un factor de asociación, pero cuando no vemos de parte del Gobierno políticas de recepción hacia un sector tan importante de nuestra economía, como la pequeña y mediana agricultura, que representamos en este hemiciclo, no nos queda otra posibilidad que votar en contra del proyecto para ser consecuentes con lo que pensamos.
En la Comisión, Carlos Furche planteó que nada de esto resuelve la situación de los centros de acopio de los pequeños productores de leche. Señaló que es evidente que se requiere un ajuste importante a los tratados de libre comercio para efectivamente llegar a un convenio y a una mejor explotación de esos tratados.
Chile ha firmado cuatro tratados internacionales y no vemos la voluntad política para que, de verdad, esta implementación ocurra al interior del país.
Citaré lo más importante que, a mi juicio, expresó Carlos Furche : “Finalmente, coincido en que existe un debate pendiente respecto del impacto de la apertura comercial en los sectores más vulnerables de la economía, como son la mediana y pequeña agricultura.”
En el caso de los centros de acopio, no fue escuchada la opinión del señor Jermán Klein , presidente de la Asociación de Centros de Acopio Lecheros de la Décima Región , quien señaló que van a terminar. Hoy no existe una política destinada a fortalecerlos, puesto que el Indap no les entrega ningún recurso como organización.
Por lo tanto, pedimos que se implemente un programa de desarrollo lechero para la zona sur, con el fin de incluir a la pequeña y mediana agricultura en el desafío que tenemos con ese verdadero Goliat, pues, de lo contrario, se producirá una gran concentración de tierras.
Por último, quiero rectificar lo expresado en la página 8 del informe de la Comisión de Agricultura, donde se dice que en doce años se verá el término de los productores lecheros nacionales. En realidad, se debe expresar que no existirán los medianos y pequeños productores de leche en la zona sur.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, en mi calidad de integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores no quiero reiterar los juicios dados a conocer en la Sala y que comparto.
Todos los tratados o acuerdos económicos tienen ventajas y desventajas. Nuestro país ha tenido grandes aciertos, como los tratados de libre comercio con Estados Unidos, con Europa, con Corea del Sur. También con China e India, con tratados que se encuentran en tramitación y que estamos analizando.
Entiendo la visión del mundo de la agricultura y los obstáculos que tiene debido al bajo precio del dólar.
Sin embargo, debemos tener visión de futuro y seguir mirando hacia el Asia-Pacífico, Europa y Norteamérica, porque, tal como expresó Sebastián Edwards en un evento organizado por el Instituto Libertad y Desarrollo sobre América Latina, con argumentos claros y precisos, considero que el panorama de nuestro subcontinente es bastante pesimista.
Chile debe estar a la vanguardia en materia de acuerdos comerciales internacionales, especialmente en lo relativo a tratados con países como los signatarios de este Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica.
Este acuerdo contiene aspectos relevantes, dignos de ser mencionados, que no quedarán en su letra, sino que serán realidades efectivas. Uno de esos aspectos consiste en que esta alianza no estará referida sólo a los temas económicos y comerciales tradicionales, sino que privilegiará la asociatividad y la cooperación tecnología, inversiones, investigación y desarrollo de áreas de comercialización y distribución.
La consolidación de lazos económicos fuertes entre Chile y países que gozan de una posición sólida en la región del Asia-Pacífico permitirá promover activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales, con instrumentos eficaces para la profundización de la integración comercial y económica.
Destacaré algunos elementos particulares del acuerdo. Por ejemplo, plantea un esquema de desgravación arancelaria que producirá un efecto negativo sobre la recaudación tributaria, pero se estima que ello se revertirá a consecuencia del aumento de las transacciones comerciales entre los países que lo suscriben.
Por otra parte, el acuerdo plantea dos convenios complementarios de cooperación: uno relativo al tema medioambiental y otro al laboral. Ambos serán beneficiosos para nuestro país, ya que fomentarán el intercambio entre las naciones sin que se nos puedan imponer nuevos estándares en esas materias.
Por último, el tratado considera un método de solución de controversias -al que ya se refirieron con claridad la diputada informante y el diputado Renán Fuentealba - que contribuirá a limar las asperezas que lógicamente surgirán a consecuencia del aumento de la actividad comercial que se espera que se produzca entre las partes contratantes.
Por las razones expuestas, la mayoría de los diputados de la UDI votaremos a favor del proyecto, porque entendemos que el acuerdo marca una ruta importante para el futuro de nuestro país, especialmente en consideración a lo que pueda pasar en Latinoamérica.
Aunque el panorama latinoamericano pueda ser dificultoso, nuestro país será la excepción en materia de crecimiento económico.
Creo que debemos seguir mirando con visión de futuro, tal como lo hicimos respecto de otros tratados de libre comercio. Éste no será la excepción.
Mi voto es a favor.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor René Aedo.
El señor AEDO.-
Señor Presidente , el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei permitirá que nuestro país se incorpore a una nueva zona de libre comercio y que continúe su inserción en el mercado global, abierto y competitivo.
Además, permitirá aumentar y diversificar nuestras exportaciones y acercarnos a las economías de la región del Asia-Pacífico. Es una puerta que se abre. Además, favorecerá la asociatividad y cooperación en tecnología, en inversión, en transferencia de capitales, en investigación y en desarrollo de áreas de comercialización y distribución.
Chile se transformaría en una plataforma, en un puente para el comercio entre América Latina y Asia-Pacífico, con todo lo que eso significa.
El estímulo a la libre competencia sana, a la transferencia tecnológica y a la transferencia de capitales permitirá a nuestro país un mejor desarrollo y, como consecuencia, aumentar su productividad, su renta y beneficios para sus ciudadanos.
En relación con la política arancelaria, Brunei Durassalam concedió en forma inmediata un desgravamen de 69 por ciento de nuestros productos; Nueva Zelanda, un 79,1 por ciento; Singapur, el ciento por ciento, es decir, todos los productos ingresarán a su mercado sin gravamen.
Por otra parte, Chile se ha transformado de importador a exportador de productos lácteos, tal vez no en la magnitud de Nueva Zelanda, pero de todas maneras hoy exportamos.
Se han tomado medidas para proteger a los productores lácteos. Hay una desgravación a doce años, que es la única excepción, porque todo el resto es a diez años; además, tiene seis años de gracia. Y si esto no fuera suficiente, en el tratado hay salvaguardias que permiten que cuando se excedan determinados volúmenes, se aplique una tasa de 6 por ciento.
Es decir, en el tratado hay protecciones adecuadas para los productores lecheros. En todo caso, los problemas de los productores muy pequeños se deben más bien a razones estructurales, que no obedecen ni son consecuencia de este tratado.
Al respecto, señalo al Gobierno que para que los pequeños productores se incorporen al poder exportador es necesario apoyarlos con políticas públicas específicas para ellos.
Nueva Zelanda es un país altamente tecnificado, con moderna tecnología en agricultura, y cuando se generan diferencias en un mercado abierto y competitivo, se produce transferencia tecnológica, lo que beneficiará a nuestro país.
En suma, por todos los antecedentes expuestos, apoyo la aprobación del tratado, consciente de los beneficios que significará para nuestro país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Ramón Barros.
El señor BARROS.-
Señor Presidente, nuevamente nos vemos enfrentados a un tratado que obviamente a nivel país es beneficioso.
Su objetivo es que Chile consolide lazos económicos fuertes con economías que gozan de una posición muy sólida en la región del Asia-Pacífico, promoviendo activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales como instrumentos eficaces para la profundización e integración comercial y económica.
Si bien es cierto estos acuerdos son importantes en forma global y generan cosas buenas para el país, como instrumentos para ser aprovechados, lamentablemente siempre hay sectores afectados, normalmente el agrícola. Los pequeños agricultores son los más desprotegidos, que no han tenido nunca acceso a la tecnología y, por lo tanto, no van a poder hacer uso de estos instrumentos. Es decir, una vez más resultarán perjudicados.
Por eso uno se ve en la disyuntiva de votar afirmativa o negativamente. Pero, por tratarse de un Acuerdo a favor del país y porque en su globalidad estos convenios son beneficiosos, votaré favorablemente como lo hice en la Comisión de Agricultura.
En todo caso, me parece importante un “Téngase presente” a las autoridades en el sentido de que, si bien es cierto éste y otros acuerdos comerciales traen beneficios al país en su globalidad, es necesario que se tomen cartas en el asunto para que también lleguen a los pequeños agricultores que se van a ver afectados.
Por los tratados de libre comercio que hemos aprobado en el Congreso y que son beneficiosos, no podemos desligarnos del destino de muchas personas del mundo rural, de pequeños agricultores, pues estos acuerdos, más que un negocio determinan una nueva forma de vida. Es preciso que las autoridades tomen conciencia de esta situación. Es importante llegar a ellos con políticas públicas que les permitan incorporarse y hacer suyos los beneficios que traen estos acuerdos de libre comercio.
Respecto de estos sectores tan desprotegidos no hemos visto una política clara de la autoridad, lo cual muchas veces a uno lo hace dudar respecto de estos acuerdos. Créanme que tuve enormes dudas en cuanto a aprobarlos, pero, al final, el sentido común y la responsabilidad país hacen que uno en definitiva vote favorablemente. Por ello planteo este “Téngase presente” a las autoridades, y vamos a ser muy exigentes para que nos hagamos cargo de esos sectores que no se ven beneficiados y que por largos años han esperado, lo que provoca la huida del mundo rural al urbano y que, en definitiva, determina que deben ser subsidiados los que permanecen cultivando la tierra.
Si bien mi voto va ser a favor, dejo constancia de que hay sectores que están gritando por la ayuda de políticas públicas para abordar lo que he graficado como “subirse a un segundo avión”, que también les permita acceder a los beneficios que traen estos acuerdos y que, si son bien aprovechados, contribuirán al desarrollo de nuestro país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , discutimos un tema, y lo digo con mucha fuerza, que perjudica a nuestro sur del país.
Atendidas las pésimas experiencias con anteriores acuerdos de esta naturaleza -uno de ellos fue el Mercosur-, defenderé la posición del rechazo por cuanto, a mi juicio -y así lo entiende una gran mayoría de los campesinos del sur-, este Acuerdo sólo busca abrir las puertas para la competencia total de la industria ganadera y lechera neozelandesa con la nuestra. Esa es la realidad y no debemos esconderla.
De partida, debo reparar en el hecho de que se ha tratado de disfrazar este Acuerdo Estratégico Transpacífico, como si fuera el gran acuerdo comercial en el marco de la Apec. ¡Eso no es así! Chile no tiene ningún comercio con Brunei. ¡Ninguno! Y con Singapur es mínimo.
Éste es un acuerdo con Nueva Zelanda, que terminará beneficiando exclusivamente a los neozelandeses. Por eso, no son tan reales -por decir lo menos- las palabras vertidas en la Comisión por algunas autoridades que indican que lo relevante no es preocuparse del impacto comercial, sino de las oportunidades que se abren para el trabajo conjunto de inversiones en terceros países. Esto no se explica ni a medias.
Se nos dice que se ha tenido cuidado en establecer un mecanismo de desgravación largo, a doce años, y un sistema especial de salvaguardias para aplicar un arancel de 6 por ciento en el caso de que se aumenten excesivamente los volúmenes exportados a Chile. Lamentablemente, en un futuro cercano veremos que eso no es así. En verdad, ninguna de estas medidas es capaz de asegurar la viabilidad futura de la producción lechera nacional. Diez a doce años cuesta formar una lechería y se nos están entregando desgravámenes de diez a doce años. ¿En qué estamos?
Con la exportación del producto, en el sur todos quieren ser lecheros, pero les va a costar una década, en la que, al mismo tiempo, se abre nuestro mercado para que entre fácilmente o se triangule el producto neozelandés.
Curioso, cuando estábamos mejor que nunca, con altas expectativas de desarrollo del sector lechero, cae este verdadero balde de agua fría sobre nuestros productores que se habían reconvertido con grandes esfuerzos del cultivo del trigo, de la remolacha o del raps, a generar pequeños predios ganaderos lecheros.
Diez años demora levantar la ganadería lechera y en generar lecherías de estándar internacional. Sin embargo, al poco tiempo nuestros inversionistas verían como este acuerdo echa por tierra todos sus esfuerzos. ¡Cómo quisiera equivocarme! Hoy existe desazón en la Décima Región. Algunas inversiones comienzan su trámite, como decía con anterioridad, sin embargo, su futuro no será tal.
Ojalá en Chile hubiésemos tenido la mirada de los neozelandeses. Por el contrario, aquí prima el desinterés para tratar los temas del agro tradicional. No se considera que ésta no es sólo una actividad económica, sino, además, una cultura y una forma de vida que los sureños deseamos continuar cultivando.
Este país no puede ser medido en toneladas métricas ni todo puede ser convertido a pesos o dólares. Existen también las personas, las comunidades, las tradiciones y la cultura de una parte importante de chilenos, casi un millón, que practican la tradicional agricultura familiar campesina.
Si nos hubiesen dicho que hay un gran plan maestro de desarrollo agrícola para el sur, para la agricultura familiar campesina -acá hay varios cientos de millones de dólares para hacer de esa agricultura tradicional una potencia agroalimentaria-, hubiese sido distinto. Pero todo eso ha quedado en palabras que se las lleva el viento. No se han cumplido aún los protocolos de acuerdo del Mercosur.
Hace algunos días, decía que ahora que tenemos dólares es la hora de comprar fertilizantes en esa moneda para el suelo chileno. Ojalá no quede todo en el decir. Es la oportunidad que tiene Chile.
Me siento orgulloso de votar en contra de este mal proyecto, pues perjudica a la agricultura campesina tradicional, a los grandes, pequeños y medianos agricultores.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Cerrado el debate.
El señor VAN KLAVEREN (ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Dado que está cerrado el debate y el señor ministro ya había intervenido, pido la anuencia de la Sala para que pueda hacerlo por segunda vez.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra, señor ministro.
El señor VAN KLAVEREN ( ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Agradezco la voluntad de la Sala para escuchar al Ejecutivo una vez más.
Señor Presidente , quiero dar respuesta a algunas de las inquietudes que se han manifestado en las últimos intervenciones, pero antes deseo recordar el predicamento que despierta consenso nacional. Chile es una economía abierta al mundo que se ha beneficiado sustancialmente de la gran mayoría de los acuerdos que ha negociado en materia de libre comercio.
Hay beneficios muy claros en materia agrícola. Basta pensar en el aumento que han experimentado las exportaciones de vino chileno a los grandes mercados internacionales, lo que no habría sido posible de no haber mediado dichos acuerdos. Hoy por hoy, el vino chileno tiene una posición preeminente en un mercado tan exigente como es el de la Unión Europea. Lo pude comprobar en mis cuatro años y medio como embajador ante esa comunidad de países.
Por otra parte, la fruta chilena tiene una historia de gran desarrollo que no sólo ha beneficiado a los grandes productores, sino, quizás en menor medida de lo esperado pero ése es otro debate, a pequeños y medianos productores.
Hay también productos nuevos en el sector agrícola en los que tenemos poca experiencia que se podrían beneficiar con estos acuerdos, como la miel.
En materia de subsidios, Chile ha sido insistente en combatirlos a nivel internacional, por cuanto, como en el sector agrícola por ejemplo, plantean una competencia desleal. En estos momentos, como país integrante del grupo Cainn, estamos defendiendo disposiciones sobre libre comercio que permitan derrotar el proteccionismo agrícola en los principales mercados donde éste existe.
Reitero que este Acuerdo ofrece una oportunidad única para relacionarse con la economía de Singapur, país que constituye una plataforma de servicio y un centro de distribución de la totalidad del mercado asiático. Aquí se ha dicho, y con razón, que el comercio con ese país es todavía bajo, pero estimamos que un instrumento como el que estamos presentando en estos momentos a la honorable Cámara de Diputados permitirá aumentarlo en una economía que no es competitiva en el sector agrícola.
La agricultura chilena es competitiva y ha logrado posesionarse con mucho éxito en mercados exigentes. Sinceramente, creemos que no hay nada que temer de este Acuerdo, sobre todo, porque el sector sensible ha sido negociado de manera generosa respecto de nuestro socio.
Estamos pendientes de lo que suceda en el sector lácteo. Existen instrumentos para defendernos de cualquier aumento de las importaciones de Nueva Zelanda en este rubro, ya que no es un proveedor importante de productos lácteos y tampoco se prevé que lo sea en el futuro.
La experiencia demuestra que los acuerdos que hemos suscrito con países altamente desarrollados, como lo son Nueva Zelanda y Singapur, no implican una mayor competencia para el sector agrícola.
Una reciente evaluación del Tratado de Libre Comercio suscrito entre nuestro país y Estados Unidos demuestra que, después de la entrada en vigor del acuerdo, las importaciones agrícolas desde el mercado estadounidense se han reducido en 20 por ciento. Tampoco han aumentado nuestras importaciones agrícolas desde el mercado europeo. De hecho, la queja que uno escucha de los sectores europeos es que el acuerdo de asociación que tenemos con la Unión Europea ha beneficiado en mucho mayor medida a la agricultura chilena que a la europea. Esos son elementos que hay que tomar en cuenta.
Nueva Zelanda es un país vecino distante. Tenemos una cierta relación de vecindad con esa nación, de manera que -reitero- podemos beneficiarnos en gran medida de la cooperación científico-tecnológica, orientada al sector productivo de Nueva Zelanda. Al respecto, sería muy interesante que los honorables miembros de la Comisión de Agricultura pudieran conocer más de cerca la experiencia que ha tenido ese país en términos de estímulo a la pequeña y mediana agricultura. Tienen políticas públicas que resultan extraordinariamente interesantes, las cuales, en el marco de este Acuerdo, plantean la posibilidad de un intercambio mayor de experiencia. En ese sector tenemos mucho que aprender de ellos. En ese sentido, no debemos ver a esa nación como una amenaza, sino como un socio, con el cual podemos desarrollar políticas públicas orientadas más hacia sectores que no se han visto beneficiados del desarrollo agrícola. Ésa es la convicción del Gobierno.
Chile está a la vanguardia en materia comercial y, como lo señalé con anterioridad, tiene una enorme ventaja en su relación con el Asia-Pacífico. Este Acuerdo no es solamente con Nueva Zelanda, sino que es de carácter multilateral, ya que incluye a varios países, y representa el primer tratado transpacífico de carácter multilateral suscrito en esa área. En ese sentido, responde mucho mejor que otros acuerdos, de naturaleza estrictamente bilateral, a la filosofía de la Apec.
Con este Acuerdo tenemos una gran oportunidad, de modo que el Ejecutivo se permite reiterar la necesidad y la conveniencia de aprobarlo.
Muchas gracias.
El señor LEAL (Presidente).-
Corresponde votar.
Advierto a la Sala que para su aprobación, el proyecto requiere el voto afirmativo de 67 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 77 votos; por la negativa, 19 votos. Hubo 8 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aedo Ormeño René; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Álvarez Zenteno Rodrigo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Bustos Ramírez Juan; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Encina Moriamez Francisco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escobar Rufatt Álvaro; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Herrera Silva Amelia; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Isasi Barbieri Marta; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Lobos Krause Juan; Lorenzini Basso Pablo; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Núñez Lozano Marco Antonio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Paya Mira Darío; Pérez Arriagada José; Recondo Lavanderos Carlos; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Salaberry Soto Felipe; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Valenzuela Van Treek Esteban; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Araya Guerrero Pedro; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Del Río Eduardo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; García García René Manuel; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Martínez Labbé Rosauro; Monckeberg Díaz Nicolás; Mulet Martínez Jaime; Ojeda Uribe Sergio; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Von Mühlenbrock Zamora Gastón.
-Se abstuvo el diputado señor:
Alvarado Andrade Claudio; Ceroni Fuentes Guillermo; Norambuena Farías Iván; Olivares Zepeda Carlos; Pascal Allende Denise; Quintana Leal Jaime; Saffirio Suárez Eduardo; Uriarte Herrera Gonzalo.
El señor LEAL (Presidente).-
Despachado el proyecto.
"
- rdf:value = " ACUERDO DE ASOCIACIÓN ECONÓMICA ENTRE CHILE, BRUNEI DARUSSALAM, NUEVA ZELANDA Y SINGAPUR. Primer trámite constitucional.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y la República de Singapur y sus anexos; el Memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y su anexo 1, y el Acuerdo de Cooperación Ambiental, todos suscritos en Wellington, el 18 de julio de 2005.
Diputados informantes de las Comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural y de Hacienda son los señores Jorge Tarud Daccarett, Enrique Jaramillo Becker y Rodrigo Álvarez Zenteno, respectivamente.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín N° 4047-10, sesión 59ª, en 13 de diciembre de 2005. Documentos de la Cuenta N° 3.
-Informe de las Comisiones de Relaciones Exteriores, de Agricultura y de la de Hacienda. Sesión 20ª, en 4 de mayo de 2006. Documentos de la Cuenta N°s. 5, 6 y 7.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Informo a las señoras diputadas y señores diputados que se encuentra en la Sala el ministro subrogante de Relaciones Exteriores , señor Alberto Van Klaveren, dado que el ministro Foxley se encuentra fuera de Chile en viaje oficial.
Solicito el acuerdo de los señores diputados para que pueda ingresar a la Sala el director general de Relaciones Económicas Internacionales, embajador señor Carlos Furche.
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
La diputada señora Isabel Allende entregará el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana pasa a informar, en primer trámite constitucional y sin urgencia, sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Brunei Darussalam , Nueva Zelanda y la República de Singapur y sus anexos, el Memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y su anexo 1 y el Acuerdo de cooperación ambiental, todos suscritos en Wellington, Nueva Zelanda, el 18 de julio de 2005.
El proyecto de acuerdo tiene por objeto aprobar los tratados internacionales celebrados por Chile con el objeto de establecer, principalmente, una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, incluso la creación de una zona de libre comercio, de conformidad con lo dispuesto en el artículo XXIV del Gatt, de 1994, y el artículo V del Gats, que forman parte del acuerdo de la OMC.
El anexo 12.C, “Pagos y Transferencias. Chile”, del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica contempla en el inciso segundo de su numeral 3, una reserva formulada por nuestro país en virtud de la cual el Banco Central de Chile no podrá exigir, respecto de las transferencias que un inversionista de las partes haga desde Chile, un encaje superior al 30 por ciento del monto de la transferencia ni imponer dicha limitación por un período superior a dos años, lo que constituye, en el monto y plazo, una excepción al artículo 49, Nº 2, de la ley Nº 18.840, orgánica constitucional de dicho banco, por lo que, al tenor del inciso primero del Nº 1 del artículo 54 e inciso segundo del artículo 66, ambos de la Constitución Política, la aprobación parlamentaria del referido inciso segundo numeral 3, requerirá el quórum exigido para la sanción de normas legales de rango orgánico constitucional.
Análogas limitaciones a la ley orgánica constitucional del Banco Central de Chile han contemplado otros acuerdos de libre comercio, como los celebrados con Canadá, México , Estados Unidos y Unión Europea, las que fueron sancionadas por el Congreso Nacional con el referido quórum.
La Comisión aprobó el proyecto de acuerdo en diciembre pasado por la unanimidad de sus miembros.
El mensaje destaca, en lo sustancial, que la estrategia chilena de inserción internacional, basada en una economía abierta y competitiva, ha llevado a obtener altas tasas de crecimiento económico, política compartida por los principales actores del país, lo que ha posicionado a Chile dentro del escenario económico mundial, lo que permitirá diversificar las exportaciones y contar con reglas claras y permanentes para el comercio de bienes y servicios.
Así, hoy cerca del 80 por ciento del comercio exterior de Chile está regido por los acuerdos comerciales que nuestro país ha suscrito. La incidencia de las exportaciones en el producto interno bruto ha aumentado en un 10,3 por ciento anual, durante el período 1998-2004. En efecto, mientras las exportaciones de bienes realizadas en el referido año representaron el 18,6 por ciento del PIB, en 2004 ascendieron al 33,4 por ciento.
Específicamente, con los países socios de este Acuerdo, en 2004 nuestro país tuvo un intercambio comercial que alcanzó a l35 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria que llegó casi a los 29 millones de dólares.
El mensaje agrega que la inserción internacional de nuestro país se ha desarrollado a partir de la apertura unilateral de nuestra economía, de una activa participación en los foros y acuerdos multilaterales y de la negociación de acuerdos comerciales tanto bilaterales como regionales.
En este contexto, el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica es una respuesta al desafío de Chile de alcanzar un mayor acercamiento con las economías del Asia-Pacífico y es el resultado de un proceso de negociaciones que Chile, Singapur y Nueva Zelanda inician en la Cumbre de Líderes del Apec, celebrada en Los Cabos, México , en octubre de 2002, a las cuales se sumaría, posteriormente, Brunei Darussalam.
El señor Cristián Barros Melet , ministro de Relaciones Exteriores subrogante al momento de estudiar estos instrumentos en la Comisión, agregó que la región del Asia-Pacífico ha pasado a constituir una prioridad para nuestra política comercial. Indicó que Chile ha buscado establecer lazos económicos fuertes con economías que gozan de una posición sólida en la región, promoviendo activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales como instrumentos eficaces para la profundización de la integración comercial y económica.
Destacó que la creciente red de acuerdos comerciales que se han desarrollado en todas las regiones de la cuenca del Pacífico ofrecen interesantes oportunidades estratégicas para Chile. En este sentido, sostuvo que Nueva Zelanda, Singapur y Brunei Darussalam son actores de gran influencia a nivel regional.
Ahora bien, acerca de las ventajas del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, conocido como P4, respecto de los tratados de libre comercio tradicionales, el mensaje nos indica que una de ellas está determinada por la cantidad y diversidad de materias que abarca, considerada más vasta incluso que la de los tratados de libre comercio convencionales. En efecto, junto con establecer una alianza estratégica, que abordará los temas económicos y comerciales normales, se privilegiará la asociatividad y la cooperación en tecnologías, inversiones, investigación, y el desarrollo de áreas como comercialización y distribución, entre otros temas.
De este modo, el Acuerdo, junto con crear una zona de libre comercio conforme a las normas de la OMC, establece compromisos en materias económicas, financieras, tecnológicas y de cooperación. Asimismo, deja abierta la posibilidad para la incorporación de nuevos miembros a esta alianza estratégica.
Para estos efectos, Chile, Singapur, Nueva Zelanda y Brunei Darussalam son cuatro economías que comparten una visión común en su estrategia de integración al mundo. Se trata, además, de economías abiertas y con una destacada evaluación internacional de sus desempeños económicos e institucionales. Por ello, este Acuerdo se constituirá en un gran estímulo para la construcción de un puente de comercio e inversiones entre el sur de América Latina y el Asia-Pacífico.
De esta manera, los aspectos comerciales no necesariamente son los más significativos en la relación entre estas cuatro economías, por lo tanto sería un error enfocar la discusión de los beneficios del Acuerdo únicamente en los temas arancelarios o de intercambio comercial.
En consecuencia, como lo sostiene el mensaje, no tiene sentido cifrar sus ventajas sólo en el aumento de las exportaciones a esos mercados, lo que obviamente se va a dar, sino en la contribución a aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas de inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías.
Este punto es particularmente relevante, porque estamos abriendo la posibilidad de acceder también a terceros mercados a través de operaciones conjuntas.
No me voy a referir a la incidencia financiera fiscal del Acuerdo, pues el diputado informante de la Comisión de Hacienda se referirá al tema.
En todo caso, la desgravación arancelaria obtenida para los productos chilenos en los mercados de los países Partes, es la siguiente:
a) Brunei Darussalam concedió a Chile la desgravación inmediata para el 69 por ciento de sus productos, lo que significa que podrán ingresar libres de aranceles desde el primer día de vigencia del Acuerdo.
En desgravación a tres años, quedó el 3 por ciento de los productos. En categorías más largas, siete años, Brunei otorgó a Chile el 18 por ciento de los ítems arancelarios y, a diez años, un 10 por ciento.
b) Singapur le otorgó a Chile acceso inmediato, libre de aranceles, para todos los productos, lo que significa que la totalidad de las exportaciones chilenas podrá ingresar a Singapur libre de aranceles. Entre las favorecidas están las exportaciones de licores.
c) Nueva Zelanda concede a Chile cuatro categorías de desgravaciones: un 79,1 por ciento de los productos chilenos queda en desgravación inmediata; un 1,8 por ciento, en desgravación a tres años; un 7,9 por ciento a cinco años, y un 10,4 por ciento a diez años.
El mensaje enfatiza que a todas luces el Acuerdo es ampliamente favorable a Chile en el comercio bilateral con Nueva Zelanda. Precisa que entre los productos con potencial exportador, es decir aquellos que Chile exporta al mundo pero que no vende en Nueva Zelanda, obtuvieron un acceso inmediato libre de aranceles los siguientes: carnes de cerdo y de aves, erizos congelados y preparados, miel, avena mondada, aceite de pescado, moluscos preparados, jugos de manzana, harina de pescado, cigarrillos, desodorantes, maderas aserradas, puertas de madera y artículos de grifería.
En cuanto a la desgravación arancelaria que Chile otorga a sus socios en el Acuerdo, el mensaje informa que es la misma para los tres países: un 74,6 por ciento de los productos tendrán acceso inmediato, libre de aranceles, desde la entrada en vigencia del Acuerdo; un 11,4 por ciento queda en desgravación a tres años; el 10,9 por ciento, a seis años, y el 3,1 por ciento, a diez y 12 años. Agrega que, en términos de las importaciones de Chile desde Nueva Zelanda, un 88 por ciento de ellas podrá ingresar libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, mientras que un porcentaje similar de las importaciones provenientes de Singapur gozará del mismo beneficio.
Para los sectores productivos sensibles de nuestro país se consideraron períodos largos de desgravación. En ese grupo de productos se contemplan los textiles y calzados. A diez años se pacta la desgravación de los productos incluidos en la banda de precios: trigo, harina de trigo y azúcar.
Para los productos lácteos, entre los que se consideran leche en polvo, crema, leche condensada, mantequilla, suero y quesos, la desgravación se pacta a 12 años, con un período de gracia, sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán el arancel de 6 por ciento.
Como otra forma de proteger al sector lácteo, se incluyó una salvaguardia especial para estos productos, que tendrá como mecanismo de activación automático el volumen de importación que se haga en cada semestre. Es decir, si las importaciones provenientes de un socio del Acuerdo, medidas en toneladas, superan el monto establecido como límite para cada año, las importaciones adicionales en ese semestre tendrán que pagar el arancel general, perdiendo la preferencia arancelaria que se les ha otorgado.
Es importante observar que el P4, como se le suele llamar a este Acuerdo, permitirá ampliar las oportunidades comerciales y las medidas sanitarias y fitosanitarias para la protección de la salud humana, animal o vegetal.
Por otra parte, promoverá la competencia leal entre las partes, al establecer la obligación de mantener o adoptar medidas que prohíban el establecimiento de barreras sanitarias a la libre competencia y será una herramienta útil para fijar mecanismos de protección de los derechos de propiedad intelectual y liberalización de actividades económicas, tales como telecomunicaciones, ingeniería y turismo, comprendidas, incluso, la cooperación para la conservación del patrimonio artístico, histórico y arqueológico y la facilitación de la residencia temporal de los inversionistas extranjeros naturales de los países parte de estos tratados.
La solución de controversias, cuestión fundamental para este tipo de acuerdos, es regulada, preferentemente, sobre la base de la cooperación y las consultas que permitan lograr un acuerdo mutuamente satisfactorio respecto de cualquier asunto que pudiese afectar el funcionamiento del Acuerdo.
En el Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral, sometido a la consideración de la honorable Cámara de Diputados conjuntamente con el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, las partes dejan constancia de su voluntad de mejorar las condiciones de trabajo y de vida y de proteger, mejorar y hacer cumplir los derechos básicos laborales, en la búsqueda de empleos que conlleven los principios básicos de la Organización Internacional del Trabajo.
Cada parte procurará que sus leyes laborales, regulaciones, políticas y prácticas laborales guarden consistencia con sus compromisos laborales internacionales. Reconocen que es inapropiado establecer o usar sus leyes para promover el comercio o las inversiones a través del debilitamiento de las protecciones laborales domésticas y promoverán el conocimiento público de su legislación laboral.
El mensaje destaca que este Memorando es especialmente significativo en el contexto asiático, sobre todo para Brunei Darussalam , que no participa en la Organización Internacional del Trabajo, no obstante lo cual se compromete a dar cumplimiento a los principios que orientan a esa organización internacional, conforme los establece la declaración de 1998, adjunta al Acuerdo.
Por su parte, el Acuerdo de Cooperación Ambiental, suscrito junto a los anteriores, incorpora la dimensión ambiental en los acuerdos de comercio, tal como se ha pactado con Canadá, la Unión Europea y los Estados Unidos; reitera el compromiso de las Partes en la consecución del desarrollo sustentable, toma en consideración las circunstancias particulares de cada una de ellas y responde a sus necesidades y aspiraciones futuras, toma en cuenta la existencia de diferencias en los respectivos patrimonios naturales y condiciones climáticas, geográficas, sociales, culturales y legales de las partes, así como en sus capacidades económicas, tecnológicas e infraestructura. Finalmente, reconoce que las políticas ambientales y comerciales deben apoyarse mutuamente, con el objeto de lograr el desarrollo sustentable.
Entre sus objetivos está mejorar las capacidades y potencialidades de las partes, incluidos los sectores no gubernamentales, para hacerse cargo de las materias ambientales.
Esta asociación trasciende los temas arancelarios. Se ubica en el ámbito de una alianza para enfrentar en conjunto los desafíos de la globalización y trae una importante innovación a los acuerdo de libre comercio.
Esta estrategia, en opinión del Ejecutivo y de la Comisión de Relaciones Exteriores, es particularmente importante para los países signatarios de este Acuerdo, que por su escala reducida están imposibilitados de influir en las grandes tendencias de la economía mundial.
Por lo tanto, como anunciamos al inicio de la intervención, la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana decidió, por unanimidad, proponer a la Sala que preste su aprobación al artículo único del proyecto de acuerdo, con modificaciones formales de menor entidad que se salvan en el texto sustitutivo incorporado al informe que se encuentra a disposición de los honorables colegas.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo, informante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , los tratados comerciales siempre deberían ser vistos por la Comisión de Agricultura. Algunos lo son, pero no por Reglamento. Digo esto, porque el tema debería ser de interés de todos nosotros, en especial tratándose de un país que crece y suscribe tratados de libre comercio con todo el orbe.
La Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural pasa a informar, en primer trámite constitucional y sin urgencia, sobre el proyecto de acuerdo mediante el cual la Presidenta de la República somete a la aprobación parlamentaria los tratados internacionales celebrados por Chile con el objeto de establecer, principalmente, una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, incluso en la creación de una zona de libre comercio, de conformidad con lo dispuesto en el artículo XXIV del Gatt, de 1994, y el artículo V del Gats, que forman parte del acuerdo de la Organización Mundial del Comercio, OMC.
La Comisión comparte lo expresado por la diputada señora Isabel Allende en el informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, en orden a que el anexo 12.C, “Pagos y Transferencias. Chile”, del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, que contempla en el inciso segundo de su número 3 una reserva formulada por Chile, debe aprobarse con quórum orgánico constitucional.
Este proyecto de acuerdo debe ser informado, en conformidad a la ley orgánica constitucional, por la Comisión de Hacienda, la que tendrá que pronunciarse sobre el aspecto financiero.
La Comisión aprobó el proyecto de acuerdo por mayoría, con el voto conforme de los diputados señores Aedo , Arenas , Barros , Farías, Lobos, Núñez , Pérez , Sule y de la diputada señora Clemira Pacheco , y el voto en contra de la diputada señora Alejandra Sepúlveda , y de los diputados señores Ignacio Urrutia y Enrique Jaramillo , a quien designó como diputado informante.
Antecedentes generales.
Es necesario que los aspectos comerciales no son los más significativos en la relación de estas cuatro economías -cuatro países, por eso se ha denominado Acuerdo P4-, por lo que sería un error enfocar la discusión de los beneficios del Acuerdo únicamente en los temas arancelarios o de intercambio comercial.
En consecuencia, no tiene sentido cifrar las ventajas del Acuerdo sólo en un aumento de las exportaciones a esos mercados, ni tampoco corresponde esperar bruscos incrementos de importaciones provenientes de los mismos.
La relevancia más significativa de este Acuerdo está en su contribución a aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas en inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías.
Estructura y reseña del contenido.
Chile tuvo, en 2004, un intercambio comercial con los países socios de este Acuerdo que alcanzó los 135 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria que llegó casi a los 29 millones de dólares.
En términos generales, éste es un Acuerdo de cobertura amplia, en virtud del cual todos los productos tendrán acceso libre de aranceles a los mercados de las partes, dentro de un plazo máximo de 10 años. La única excepción corresponde a los productos lácteos que se importen, los que tienen un plazo de desgravación especial de 12 años. Ésta es una cuestión de tremenda importancia en estos acuerdos.
Además, se establece la consolidación arancelaria para las partes y la posibilidad de acelerar la eliminación en el futuro, junto con el compromiso de no imponer medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países signatarios. También se establece el compromiso de eliminar los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los socios y promover su eliminación en el ámbito multilateral.
Es importante esta última frase, señores diputados y señoras diputadas: “eliminar los subsidios a la exportación”. Fíjense que Chile no entrega subsidios a la agricultura.
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Singapur, Nueva Zelanda y Brunei Darussalam consta de 20 capítulos, que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación, que fueron muy bien relatados por la diputada Isabel Allende , en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores.
El Anexo 1 contiene las listas de eliminación arancelaria; el Anexo 2, las reglas específicas de origen, y los Anexos 3 y 4, las medidas de servicios.
Como resultado de las negociaciones, Brunei Darussalam concedió a Chile la desgravación del 69 por ciento de sus productos en categoría inmediata, lo que significa que estos podrán ingresar libres de aranceles desde el primer día de vigencia del Acuerdo. En desgravación a tres años, quedó el 3 por ciento de los productos. En categorías más largas, como siete años, Brunei otorgó a Chile el 18 por ciento de los ítems arancelarios, y a diez años, el 10 por ciento.
Singapur otorgó a Chile acceso libre de aranceles inmediato para todos sus productos, lo que significa que la totalidad de nuestras exportaciones podrá ingresar libre de aranceles a dicho país. Entre los productos favorecidos con esta concesión, están los licores. Debe ser, en particular, el vino.
Considerando las exportaciones efectivas a Nueva Zelanda, según cifras del año 2004, el 94,5 por ciento de las exportaciones chilenas tendrá acceso libre de aranceles a ese mercado, desde la entrada en vigencia del Acuerdo. A todas luces, es un acuerdo ampliamente favorable para Chile en el comercio bilateral con Nueva Zelanda. Entre los productos con potencial exportador, es decir, aquellos que Chile exporta al mundo pero que no vende en Nueva Zelanda, obtuvieron su acceso inmediato, libres de aranceles, los siguientes: carnes de cerdo, carnes de aves, erizos congelados y preparados, miel, avena mondada, aceite de pescado, moluscos preparados, jugos de manzana, harina de pescado, cigarrillos, desodorantes, maderas aserradas, puertas de madera y artículos de grifería.
En cuanto a la desgravación arancelaria que Chile otorgó a sus socios del Acuerdo, que es la misma para los tres países, el 74,6 por ciento de los productos tendrán acceso inmediato libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, quedando en desgravación a tres años el 11,4 por ciento; en desgravación a seis años el 10,9 por ciento, y en categorías de 10 y 12 años el 3,1 por ciento de los productos. En cuanto a las importaciones de Chile desde Nueva Zelanda, el 88 por ciento de ellas podrá ingresar libre de aranceles desde la entrada en vigencia del Acuerdo, mientras que un porcentaje similar de las importaciones proveniente de Singapur gozará del mismo beneficio.
Junto con esta apertura comercial se consideraron períodos de desgravación arancelaria largos para los sectores productivos sensibles de nuestro país. En este grupo están los textiles y calzados. Además, con desgravación a diez años se consideraron los productos incluidos en las bandas de precio: trigo, harina de trigo y azúcar. Esto lo considero muy importante y beneficioso: algo que va más allá del interés de muchos sobre estos productos.
En relación con los productos lácteos, entre los que se consideran leche en polvo, crema, leche condensada, mantequilla, suero y quesos, que son muy sensibles a las importaciones provenientes de Nueva Zelanda, se desgravarán en doce años, con un período de gracia sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán un arancel de 6 por ciento. Es decir, se estableció una categoría especial de eliminación de aranceles para estos productos.
Invito a los colegas a tomar nota de esto, porque es uno de los incisos que deberá ser debatido con altura de miras.
Además, como otra forma de proteger al sector lácteo, se incluyó una salvaguardia especial para estos productos, que tendrá como mecanismo de activación automático el volumen de importación que se haga en cada semestre. Es decir, si las importaciones provenientes de un socio de este Acuerdo, medidas en toneladas, superan el monto establecido como límite para cada año, las importaciones adicionales de ese semestre tendrán que pagar el arancel general, perdiendo la preferencia arancelaria que se les haya otorgado.
Informe Financiero.
El Ejecutivo acompañó a esta iniciativa un informe financiero, que se transcribe a continuación.
“El presente proyecto contiene tres elementos de naturaleza diferente y con distintos ámbitos de influencia. Así, el texto considera un acuerdo de asociación económica, y sus anexos; un memorando de entendimiento sobre cooperación laboral y un acuerdo de cooperación ambiental. Para efectos del presente informe financiero, sólo se considera el impacto del acuerdo de asociación económica, pues éste, al considerar un esquema de desgravación arancelaria, implica un efecto sobre la recaudación tributaria.
“En particular, el acuerdo consiste en que todos los productos que se comercien entre los países participantes gozarán, dentro del plazo máximo de diez años, de una desgravación arancelaria completa. La única excepción a esta norma general consiste en el período de desgravación de los productos lácteos que se importen a Chile. En este caso el plazo es de doce años. Además de esto, se pactaron medidas y compromisos relativos a la consolidación de las partidas arancelarias, la no imposición de medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países participantes y la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países signantes, como, asimismo, la promoción de esta medida en el ámbito multilateral.”
La forma en que podría materializarse la eliminación de los subsidios es otro tema.
“El impacto financiero del proyecto se ha estimado en términos estáticos, es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la economía, tales como producto interno bruto, importaciones, tipo de cambio, inflación externa e inflación interna. Tampoco se ha considerado el efecto de alguna desviación de comercio que pudiera producirse. En términos generales, puede afirmarse que un acuerdo de estas características impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de la recaudación de los aranceles y su correspondiente IVA, por las importaciones provenientes de Nueva Zelanda y Singapur. En el caso de Brunei Darussalam, no se deduce impacto alguno por cuanto el comercio entre Chile y ese país es nulo.
“La pérdida fiscal, asociada a la aplicación del acuerdo para Nueva Zelanda y Singapur juntos, asciende, para el primer año y para el último año de reducción arancelaria, a US$ 3,3 y US$ 3,7 millones, respectivamente. Las cifras están expresadas en dólares de 2006 y en situación de 2006.”
Discusión del proyecto.
Durante el debate en la Comisión, el señor Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería , señaló que el tratado, denominado P4, tiene varias singularidades. En primer lugar, reúne a cuatro países y contiene una cláusula de adhesión, que permitirá a otros países sumarse al mismo.
En segundo término, explicó que, a diferencia de otros tratados, en este caso se trata de mercados pequeños, con estructuras productivas similares, por lo que, más que un gran impacto sobre el comercio, la idea es buscar una asociación estratégica que genere una plataforma de despliegue de presencia de Chile en la cuenca Asia-Pacífico.
Expresó que Singapur es un puerto importante, con un fuerte desarrollo del sector servicios y que Brunei es un gran centro financiero, lo que presenta interesantes ventajas comparativas.
Nueva Zelanda, por su parte, tiene una estructura productiva similar, pero con una agricultura altamente tecnificada, una de las más modernas y desarrolladas del mundo, con un sistema de investigación y de transferencia tecnológica muy importante, que permitirá la cooperación científica y tecnológica con Chile.
Al respecto, si bien reconozco que la opinión del señor Carlos Furche sobre este punto debe estar incluido en el informe, dudo de que resulte aceptable.
Los eventuales efectos negativos de este acuerdo, agrega el señor Furche , dicen relación con el sector lácteo. Cuando se iniciaron las negociaciones, en la década del 90 -estamos a 16 años de aquello-, el sector lácteo se opuso fuertemente, porque no se encontraba en condiciones de competir, debido a lo cual se trabaron las negociaciones. Después, fueron retomadas y en este momento la balanza comercial del sector lácteo es favorable a Chile, tal como ocurre en el caso del comercio agrícola. El informe no da cifras al respecto.
En el tratado se incluyeron todos los bienes. Es un esquema de desgravación inmediata, a cinco, diez y doce años y, en el caso especial de los lácteos, con seis años de gracia y con una desgravación progresiva de un punto durante los seis años siguientes.
Es decir, doce años son, más o menos, el tiempo que requiere una lechería importante para alcanzar una productividad óptima.
Además, se estableció un mecanismo automático de salvaguardia en caso de aumentar el comercio por sobre un cierto monto, momento en el cual se volverá al arancel de 6 por ciento existente.
El señor Furche informó también que en las últimas tres rondas de negociaciones estuvieron presentes los directores de Fedeleche, quienes manifestaron su conformidad con el acuerdo alcanzado. Esta última frase no me agrada, porque los directores de Fedeleche y los representantes de los gremios dijeron que ya no estaba en sus manos discutir este punto.
Chile, en la década del 90, era importador neto de lácteos, al punto que el 90 por ciento de los mismos provenía de Nueva Zelanda. En 2005, las importaciones totales provenientes de ese país no superaron el 5 por ciento. Nuestro país se ha transformado en un exportador de lácteos; ha cambiado tanto la estructura productiva como la del comercio.
Por ello, estimó que el sector lácteo no debería tener problemas, en general. Las dificultades puntuales que podrían enfrentar los pequeños productores lácteos no tienen relación con este tratado, sino con problemas estructurales. No lo dice el informe, pero el punto es discutible. Durante el debate del proyecto daré a conocer mi opinión sobre esta materia.
En respuesta a una consulta, don Carlos Furche precisó que esta salvaguardia es especial para el sector lácteo y operará durante todo el período de desgravación. Se eligió el año 2003, porque tenía el volumen de importaciones más bajo.
Una vez concluido el período de desgravación, Chile mantiene ante la Organización Mundial de Comercio todos los mecanismos comerciales habituales, tales como los derechos antidumping, los derechos compensatorios y las salvaguardias.
Respecto del resto de los productos agrícolas, puntualizó que el 99,2 por ciento está en la lista de desgravación inmediata, con excepción de los productos sujetos a bandas de precio, 10 años, y los productos lácteos, 12 años.
Actualmente, en el mundo se está produciendo un déficit importante de producción láctea, la que sólo puede ser cubierta por países que basan su sistema de producción en la calidad y abundancia de sus recursos naturales. Ésa es la expectativa que se abre para Chile.
Estuvo de acuerdo en que nada de esto resuelve la situación de los centros de acopio y de los pequeños productores de leche. Es evidente que se requiere de un ajuste importante, pero esto no dice relación directa con los tratados de libre comercio.
Coincidió en que existe un debate pendiente respecto del impacto de la apertura comercial en los sectores más vulnerables de la economía, como son la mediana y la pequeña agricultura, las que curiosamente son las que concentran mayor población campesina.
Explicó que hace quince años la fuerza laboral empleada en la agricultura era de 850 mil personas, cifra que correspondía al 14 por ciento de la fuerza de trabajo total, la agricultura representaba poco más del 5 por ciento del PIB y había un déficit de productividad gigantesco.
Hoy se emplea a 750 mil personas en esta actividad. La agricultura representa el 4 por ciento del producto interno bruto, la producción se ha duplicado y la productividad ha aumentado en 50 por ciento. Es decir, ha habido un ajuste gradual. Cabe destacar que Chile ha adquirido tecnología de punta, a nivel mundial, para este sector.
En otro orden de materias, adujo que tanto el azúcar como el arroz son productos que ingresan en la lista de desgravación inmediata y que, por lo tanto, pueden ser exportados a Nueva Zelanda.
El señor Jermán Klein , presidente de la Asociación de Centros de Acopios Lecheros de la Décima Región -Acoleche-, señaló que la asociación que preside ve con cierta preocupación la aprobación de este tratado -incluso, a lo mejor un poco más que “cierta preocupación”-, toda vez que conoce en terreno la realidad del productor lechero neozelandés, que ha sido fuertemente apoyado por el Estado.
Comentó que en Nueva Zelanda las tierras tienen una concentración de hasta 40 partes por millón de fósforo. En Chile, en cambio, en el mejor de los casos, se llega a 15 partes por millón.
Estimó indispensable fortalecer la labor del Instituto Nacional de Investigación Agrícola, con trabajo en terreno y apoyando a los centros de gestión. En resumen, a su juicio, se requiere de mayor tecnología y mayores recursos.
Las empresas, por su parte, han establecido centros de recolección, que son administrados por las plantas, especialmente por Nestlé, lo que constituye un pequeño monopolio.
Resaltó que en Nueva Zelanda los productores son los dueños de las plantas. En Chile, las reglas las establecen las empresas, como Soprole y Nestlé. Además, afirmó que estas empresas están comprando predios en la Décima Región, para producir leche y no tener que comprarla.
En consecuencia, surgen signos interrogantes sobre la base de la visión que dio a conocer el señor Jermán Klein.
Durante el debate habido en la Comisión, los diputados que votaron a favor del proyecto sostuvieron que resultan evidentes los beneficios que este acuerdo tendrá para la economía del país en su conjunto, por cuanto crea nuevas oportunidades de negocios y abre importantes mercados para los productos agrícolas nacionales, como es el caso de la uva, los arándanos, los vinos, las naranjas, los tomates y el aceite de oliva, cuya producción se da en el centro de Chile, de manera que, a mi juicio, hay una opinión muy centralizada del país en que vivimos.
Por otra parte, señalaron que la alianza con Singapur, considerado el segundo puerto del mundo y un centro comercial y financiero de nivel internacional, significará un importante acceso al Asia-Pacífico y la posibilidad de transferencia en materia de investigación y tecnología por parte de Nueva Zelanda, lo que permitirá aprovechar en mejor forma el potencial exportador de Chile, aunque creo que ya lo tenemos.
Finalmente, enfatizaron que las dificultades de los pequeños productores agrícolas no dicen relación directa con este tratado -interesante opinión-, el que no los afectará mayormente. Se destacó que la solución para este sector consiste en el apoyo estatal para asociación y mejoramiento de tierras, entre otros instrumentos de fomento.
Los diputados que votaron en contra de la iniciativa argumentaron que el sector lechero se verá perjudicado por este acuerdo, ya que estimaron insuficientes los resguardos adoptados para protegerlo. En efecto, vaticinaron que en doce años más se verá el término de muchos productores lecheros nacionales.
Asimismo, señalaron que los productos sujetos a bandas de precios sufrirán un efecto parecido, ya que si bien están en una lista de desgravación a diez años, nada impide que, después de ese lapso, el mercado nacional se sature de esos productos.
Destacaron que Nueva Zelanda tiene el mismo tipo de producción, en la misma temporada, así como clima y suelos similares a los de nuestro país, por lo que es competidor neto para Chile en terceros mercados. Eso significa triangulación.
Adicionalmente, anunciaron que se producirá una concentración importante de tierras en desmedro de los pequeños agricultores que no podrán mantenerse en la actividad. En ese mismo orden de materias, coincidieron en que empresas neozelandesas están comprando tierras en Chile para producir su propia leche, en desmedro de los productores nacionales. Este tema es discutible.
Por otra parte, reiteraron que si bien hay protecciones específicas para el sector lechero -la desgravación a doce años y la salvaguardia automática-, éstas no son suficientes.
Chile tiene como tarea pendiente implementar políticas públicas de apoyo a este sector, focalizando en él los programas de apoyo y de fomento, tales como el de recuperación de suelos degradados, el de sanidad animal, el de riego y el bono ganadero, entre otros.
Hago una pequeña comparación: el monto en el presupuesto de la nación de 1997 no superaba los mil millones de pesos para el Fondo de Recuperación de Suelos Degradados. Hoy alcanza a 25 mil millones de pesos, lo cual significa que se ha comprendido el apoyo que debe entregarse al suelo de Chile.
Finalmente, los diputados que sostuvieron una opinión disidente respecto de la aprobación de este proyecto pusieron de manifiesto que el Gobierno debe hacerse cargo de los problemas de la agricultura, especialmente de la pequeña y de la tradicional, que tiene dificultades estructurales complejas, que se agudizan con la implementación de los tratados internacionales, especialmente el suscrito con el Mercado Común del Sur, que perjudicó en forma importante a los pequeños, medianos y, por qué no, a los grandes agricultores, ya que el “Compromiso con la Agricultura” aún no se cumple y no alcanzó a paliar eficientemente sus efectos negativos.
Puesto en votación el texto del proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión de Relaciones Exteriores se aprobó, en los mismos términos, por 9 votos a favor y 3 en contra.
Me extendí en este informe, porque la Comisión de Agricultura constituye una base importante para el tratamiento de los proyectos sobre alimentación en tratados internacionales.
He dicho.
El señor BURGOS ( Vicepresidente ).-
En representación de la Comisión de Hacienda, rendirá el informe el diputado señor Gastón Von Muhlenbrock.
El señor VON MUHLENBROCK.-
Señor Presidente , me corresponde informar sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, del Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral y del Acuerdo de Cooperación Ambiental, y sus anexos, suscritos por Chile, Brunei Darussalam , Nueva Zelanda y la República de Singapur, en Wellington, Nueva Zelanda, el 18 de julio de 2005.
Informo este proyecto en cumplimiento del inciso segundo del artículo 17 de la ley Nº 18.918, orgánica constitucional del Congreso Nacional, y conforme a lo dispuesto en los artículos 220 y siguientes del Reglamento de la Corporación.
La iniciativa tuvo su origen en la Cámara de Diputados por un mensaje de su excelencia el Presidente de la República.
Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto los señores Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas del Ministerio de Relaciones Exteriores ; Patricio Balmaceda , asesor, y la señora Viviana Araneda , encargada del Departamento de Negociaciones con Asia, ambos del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el señor Raúl Sáez , coordinador de asuntos internacionales del Ministerio de Hacienda.
El propósito de la iniciativa consiste en la aprobación de los referidos instrumentos internacionales celebrados por Chile, con el objeto de establecer una alianza económica y estratégica con Brunei Darussalam, Nueva Zelanda y Singapur, basada en el interés común y en la profundización de la relación entre los cuatro países, en particular en las áreas comercial, económica, financiera, científica, tecnológica y de cooperación, creando una zona de libre comercio que deja abierta la posibilidad de incorporar nuevos miembros a la alianza estratégica. Además, esta asociación incorpora elementos en materia de estándares ambientales y laborales.
Antecedentes proporcionados en el mensaje destacan que Chile tuvo en el año 2004 un intercambio comercial con los países socios de este acuerdo que alcanzó los 135 millones de dólares, con una balanza comercial superavitaria de casi 29 millones de dólares. No obstante, se sostiene que la mayor relevancia de este acuerdo estará en su contribución al aumentar las exportaciones hacia terceros mercados, a través de operaciones conjuntas en inversión, tecnología y distribución entre las cuatro economías
El Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica consta de un preámbulo, 20 capítulos y 4 anexos que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra b), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
El Acuerdo de Cooperación Ambiental contiene siete artículos. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra d), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
El Memorando de Entendimiento sobre Cooperación Laboral tiene 6 artículos y un anexo. Una síntesis de este acuerdo se entrega en el párrafo III, letra c), del informe de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana.
Entre los aspectos más relevantes de los instrumentos internacionales antes citados, que dicen relación con el cometido de esta Comisión, se destacan los siguientes:
En relación con el libre comercio de bienes, cabe señalar que los productos tendrán acceso libre de aranceles, dentro de un plazo máximo de diez años. La única excepción son los productos lácteos que se exportan a Chile, los que tendrán un plazo de desgravación especial de 12 años. La mayor parte de los aranceles, sin embargo, será eliminado cuando el acuerdo entre en vigencia.
Considerando las exportaciones a Nueva Zelanda de 2004, el 94,5 por ciento de las exportaciones chilenas tendrá acceso libre de aranceles a ese mercado, desde la entrada en vigencia del acuerdo.
Chile otorgó un trato en materia de desgravación arancelaria similar a los tres países, en el que un 75 por ciento de los productos tendrán acceso libre de aranceles desde la entrada en vigencia del acuerdo.
El trato especial logrado por Chile para los productos lácteos incluye su desgravación en 12 años, con un período de gracia sin reducción arancelaria de seis años, durante los cuales las importaciones provenientes de Nueva Zelanda pagarán el arancel general de 6 por ciento. Además, comprende un mecanismo de salvaguardia de activación automático si las importaciones provenientes de una parte superan el monto establecido como límite para cada semestre, debiendo las importaciones adicionales tener que pagar el arancel general.
En el capítulo relativo al comercio de servicios del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, las partes contraen el compromiso de permitir todos los pagos y transferencias por transacciones corrientes y movimientos de capital relativas al comercio de servicios.
Al respecto, Chile formula las reservas que tienen por objeto conciliar su compromiso con las normas del decreto ley N° 600, de 1974, Estatuto de la Inversión Extranjera, y las de la ley N° 18.657, sobre Fondos de Inversiones de Capitales Extranjeros, en cuanto estos textos legales permiten autorizar las transferencias de capitales desde Chile del producto de la venta de todo o parte de una inversión de un inversionista, de una parte o de la liquidación total o parcial de la inversión, sólo después de un año desde la fecha de transferencia a Chile, el primero, y de cinco años, el segundo.
Se reserva, además, el derecho de adoptar medidas que establezcan en el futuro programas especiales de inversión de carácter voluntario, con la excepción de poder restringir las transferencias desde Chile por un período que no exceda de cinco años a partir de la fecha de la transferencia a Chile.
También reserva el derecho del Banco Central de Chile a mantener o adoptar medidas de conformidad con la ley N° 18.840, orgánica constitucional del Banco Central, u otra legislación, con el objeto de garantizar la estabilidad monetaria y el funcionamiento normal de pagos nacionales y extranjeros, entre las que restrinjan o limiten los pagos corrientes y transferencias desde o hacia Chile, así como las operaciones que tienen relación con ellas, como, por ejemplo, establecer que los depósitos, inversiones o créditos que provengan o se destinen al exterior queden sometidos a la obligación de mantener un encaje o coeficiente de caja.
No obstante tal reserva, la exigencia de mantener un encaje de conformidad con el artículo 49, Nº 2, de la ley Nº 18.840 no podrá exceder el 30 por ciento del monto transferido y no se podrá imponer por un período superior a dos años.
La reserva así limitada en sus consecuencias, afecta las facultades que el referido texto legal otorga al Banco Central para fijar el requisito de reserva, ya que reduce de 40 por ciento a 30 por ciento el monto máximo del encaje exigible y, además, limita su vigencia a un plazo no superior a dos años, que la norma legal citada no contempla.
El informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, con fecha 19 de octubre de 2005, señala que sólo considera el impacto del acuerdo de asociación económica, pues éste, al estimar un esquema de desgravación arancelaria, implica un efecto sobre la recaudación tributaria.
El Acuerdo consiste en que todos los productos que se comercien entre los países participantes, gozarán, dentro del plazo máximo de diez años, de una desgravación arancelaria completa. La única excepción a esta norma general consiste en el período de desgravación de los productos lácteos que se importen a Chile. En este caso, el plazo es de doce años. Además de esto, se pactaron medidas y compromisos relativos a la consolidación de las partidas arancelarias, la no imposición de medidas paraarancelarias que puedan afectar el comercio entre los países participantes, y la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países signatarios, como, asimismo, la promoción de esta medida en el ámbito multilateral.
Reitero: la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas entre los países siguientes:
Agrega que el impacto financiero del proyecto se ha estimado en términos estáticos, es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la economía, como producto interno bruto, importaciones, tipo de cambio, inflación externa e inflación interna. Tampoco se ha considerado el efecto de alguna desviación de comercio que pudiera producirse. En términos generales, puede afirmarse que un acuerdo de estas características impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de la recaudación de los aranceles y su correspondiente IVA, por las importaciones provenientes de Nueva Zelanda y de Singapur. En el caso de Brunei Darussalam, no se deduce impacto alguno por cuanto el comercio entre Chile y ese país es nulo.
Por último, el informe financiero indica que la pérdida fiscal, asociada a la aplicación del acuerdo para Nueva Zelanda y Singapur juntos, asciende, para el primer año y para el último año de reducción arancelaria, a 3,3 y 3,7 millones de dólares, respectivamente. Las cifras están expresadas en dólares y de acuerdo con la situación de 2006.
En el debate de la Comisión, intervino el señor Carlos Furche , quien entregó antecedentes sobre las negociaciones iniciadas a mediados de los años 90 para celebrar con Nueva Zelanda un tratado de libre comercio, las cuales no fructificaron, porque el sector lechero se opuso argumentando que no estaba preparado para competir con esa nación. Sin embargo -añadió-, las negociaciones se reanudaron al inicio de la presente década y finalizaron en 2005 con la firma del Acuerdo en trámite, el cual cuenta con la anuencia de los principales sectores productivos involucrados.
Expresó que en dicho lapso, el sector lechero nacional experimentó un importante cambio estructural, pasando de ser un país importador en el rubro a uno exportador. En efecto, la tasa promedio de crecimiento ha fluctuado entre 6 y 7 por ciento anual, exportándose productos lácteos por un monto cercano a los 115 millones de dólares e importándose cerca de 70 millones de dólares, volumen en el que Nueva Zelanda representa sólo el 3 por ciento del total.
Por su parte, el señor Raúl Sáez destacó algunos acápites del informe financiero, precisando que no se requiere ajuste tributario para el 2006, como consecuencia de la reducción arancelaria propuesta. Explicó, asimismo, los efectos de la reserva propuesta por Chile en relación con las normas vigentes en el país en materia de transferencias de capital a otros países derivadas de la inversión extranjera y de las facultades del Banco Central para velar por la estabilidad monetaria y el funcionamiento normal del sistema de pagos nacionales y extranjeros.
Diversos diputados -entre los que me cuento- manifestaron inquietudes respecto de los efectos que tendría el convenio en sectores productivos como los pequeños campesinos o aquellos vinculados al sector lácteo o de la ganadería ovina, que tendrían que superar niveles desiguales de competencia.
El señor Carlos Furche reconoció que, en los años 80, los productores de leche en Nueva Zelanda fueron subsidiados, pero que ello ya no ocurre. Planteó que, en la actualidad, la demanda mundial por productos lácteos representa un inmenso desafío para países que, como Chile, tienen el potencial para expandir su producción, pero que deben mejorar en términos de tecnología y métodos de gestión. Fue enfático en destacar las oportunidades que se ofrecen a través de los tratados de libre comercio para aumentar la productividad y las exportaciones, todo lo que conlleva fortalecer la cooperación entre países exportadores para satisfacer las necesidades de intercambio.
No obstante lo anterior -se lo solicité al presidente de la Comisión -, la Comisión estuvo de acuerdo en representar la carencia de políticas de apoyo a los pequeños y medianos productores agrícolas, vinculados con el sector lechero, y a otros sectores cuyas políticas específicas de apoyo son, normalmente, desconocidas en regiones. Asimismo, se sostuvo la conveniencia de crear condiciones de mercado adecuadas para que los pequeños productores puedan competir mejor, en especial ante la existencia de mercados cautivos, como el lácteo, o con dificultades para comercializar sus productos.
En el contexto del debate antes reseñado, la Comisión acordó solicitar al Ejecutivo , mediante el oficio N° 18, aprobado por unanimidad, que fue remitido a los señores ministros de Hacienda y de Agricultura , y a la señora ministra de Economía , Fomento y Reconstrucción, reforzar las políticas de apoyo a los sectores económicos más débiles vinculados al proyecto en trámite, de modo que puedan potenciar sus capacidades y aprovechar las oportunidades que estos tratados internacionales les ofrecen.
Dicho oficio dice lo siguiente:
“En sesión celebrada el día de ayer, la Comisión de Hacienda analizó el proyecto de acuerdo” en comento.
“En el debate de la Comisión se tuvo presente tanto los aspectos positivos como los desfavorables que implica la aprobación de estos instrumentos internacionales para el país, tanto en el corto como largo plazo.
“Especial preocupación existe respecto a la carencia de políticas para apoyar a los pequeños productores agrícolas, en relación con el sector lechero y a otros sectores cuyas políticas específicas de apoyo son, normalmente, desconocidas en regiones. Asimismo, se sostuvo la conveniencia de crear condiciones de mercado adecuadas para que los peque��os productores puedan competir mejor, en especial, frente a la existencia de mercados cautivos como el lácteo o con dificultades para comercializar sus productos.
“En vista de lo anterior, se acordó solicitar al Ejecutivo , a través de los Ministros de Agricultura, de Economía y de Hacienda, que tengan a bien reforzar las políticas de apoyo a los sectores económicos más débiles vinculados al proyecto en trámite, de modo que puedan potenciar sus capacidades y aprovechar las oportunidades estos tratados internacionales les ofrecen.”.
La Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana dispuso en su informe que los instrumentos internacionales referidos al proyecto de acuerdo en informe fueran conocidos por la Comisión de Hacienda.
Teniendo presente los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, el artículo único del proyecto de acuerdo propuesto por la Comisión técnica fue sometido a votación, siendo aprobado por 7 votos a favor y 2 votos en contra.
Acordado en sesión de fecha 2 de mayo de 2006, con la asistencia de los diputados señores Pablo Lorenzini , Presidente ; Claudio Alvarado , Rodrigo Álvarez , Germán Becker , Alberto Cardemil , Jorge Insunza , Manuel Monsalve , José Miguel Ortiz , Alberto Robles , Raúl Súnico , Eugenio Tuma y de quien habla.
He dicho.
El señor BURGOS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro de Relaciones Exteriores subrogante, señor Alberto Van Klaveren.
El señor VAN KLAVEREN ( ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Señor Presidente , tengo el honor de presentar a la consideración de la honorable Cámara de Diputados el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei Darussalam, suscrito el 18 de julio del 2005 en la ciudad de Wellington, Nueva Zelanda.
Este acuerdo de integración y liberalización comercial en la zona Asia-Pacífico entre estos cuatro socios estratégicos es conocido como el P4, Pacific 4, e incide en dos prioridades fundamentales de la política exterior chilena a lo largo de los años.
La primera de ellas es nuestra aproximación al Asia-Pacífico, región que inicialmente fue vista como una nueva frontera para la política exterior chilena y que hoy se proyecta como una de las regiones más fundamentales desde el punto de vista de nuestra inserción económica y política internacional.
Hoy por hoy, más del 35 por ciento de lo productos chilenos acceden a los mercados del Asia-Pacífico, consideración que se debe tener presente a la hora de evaluar estos acuerdos que, justamente, permiten regular un comercio creciente.
La segunda prioridad, que incide de manera muy fundamental en el acuerdo P4, es la búsqueda de relaciones especiales con países con los cuales tenemos criterios coincidentes, los llamados países like-minded, y tanto Nueva Zelanda como Singapur reúnen ese requisito.
El P4, que está siendo sometido a la consideración de la honorable Cámara de Diputados, es un tratado comercial de última generación. Es decir, no sólo cubre una amplia gama de materias comerciales, sino que, además, ha sido concebido como una asociación estratégica que permitirá a las economías que lo integran, de peso relativamente similar, enfrentar en conjunto los desafíos asociados a los grandes mercados y su dinámica, especialmente en la región del Asia-Pacífico.
El paso inicial para la creación de esta alianza estratégica lo dimos en la Cumbre de Líderes del Apec, en 2002. La posterior incorporación de Brunei Darussalam a este acuerdo, en mayo de 2005, como el cuarto miembro constituyente de esta alianza, apunta en la dirección original.
Este acuerdo contiene una cláusula de adhesión que permite la incorporación de otros Estados en condiciones debidamente negociadas y que estén dentro del mundo del Asia-Pacífico.
Los cuatro países que hemos suscrito este acuerdo comparten varias características: son economías emergentes, promotoras del libre comercio y evaluadas positivamente a nivel internacional por sus condiciones de gobernabilidad, económica y política.
La alianza privilegia la asociatividad y la cooperación en tecnología, inversión, investigación y desarrollo; además, permite una mejor coordinación para enfrentar los grandes temas de la globalización.
Por eso, consideramos que el P4 tiene el potencial de constituirse en un gran estimulo para la construcción de un verdadero puente de comercio, de inversiones y de cooperación entre el sur de América Latina y el Asia-Pacífico, creando nuevas oportunidades para nuestras exportaciones y la posibilidad de acceder a terceros mercados, en particular, al asiático a través de operaciones de inversión, de tecnología y de distribución conjuntas.
Innovación, investigación y desarrollo son los ejes centrales de esta alianza estratégica, que se traducirá en operaciones conjuntas en terceros mercados y en proyectos vinculados a investigación y desarrollo, ciencia y tecnología, innovación y biotecnología, todas materias prioritarias para nuestro país, ya que son centrales en el programa de Gobierno, amén de que suscitan consenso nacional.
Sabemos que en Nueva Zelanda, los sectores forestal, agropecuario y lácteo tienen intereses similares a los de sus pares. Son sectores cuyo progreso depende del desarrollo tecnológico, de la investigación, de la obtención de nuevas patentes y de la disponibilidad de profesionales e investigadores especializados.
Esperamos poder sumar las fortalezas y el potencial de nuestros países, sobre todo con Nueva Zelanda, para desarrollar empresas y proyectos de cooperación conjuntos que vayan en beneficio de los sectores productivos, de investigación y de desarrollo tecnológico, aspectos muy cruciales para la pequeña y mediana empresa.
Nueva Zelanda tiene una larga experiencia en innovación tecnológica, estimulando y apoyando a la pequeña y mediana empresa, sobre todo, a la del sector agrícola. Este acuerdo, más que un incentivo a la competencia con este país, lo vemos como una posibilidad de cooperación con sectores muy sensibles, en los que uno de nuestros socios ha tenido un desarrollo y una trayectoria muy interesantes. Es decir, se abre la posibilidad de algunas alianzas, de un aprendizaje conjunto y de aprovechar la experiencia de Nueva Zelanda en el desarrollo de pequeñas y medianas empresas en el sector agrícola y, sobre todo, en aquellos sectores sensibles a los que se ha hecho referencia en esta Sala.
Por su parte, Singapur se ha transformado en plataforma de servicios e inversiones en Asia, con altos índices de investigación, innovación y desarrollo. Los servicios, las ciencias de los materiales y la nanotecnología son sólo algunas áreas de investigación que podemos desarrollar en el marco de este acuerdo. Además, hay que considerar que Singapur es un consumidor neto de productos agrícolas, puesto que no tiene agricultura. Por tratarse simplemente de una ciudad Estado, plataforma de servicios en todas las áreas de la economía, carente de recursos naturales, depende absolutamente de proveedores externos para su abastecimiento agrícola y también para los servicios que provee, incluso, en este sector, a otros países circundantes.
El adecuado aprovechamiento de estas nuevas oportunidades y la extensión de los beneficios de este acuerdo a todos los chilenos serán tareas prioritarias en la implementación del mismo. Esto lo queremos subrayar.
La Cancillería hará un esfuerzo muy especial, una vez concluidas nuestras principales negociaciones comerciales internacionales, para implementar los acuerdos. Una unidad de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales estará dedicada expresamente a este propósito. ProChile tiene el encargo específico de difundir las posibilidades que ofrecen nuestros acuerdos comerciales, los que ya hemos suscrito y los que, con la venia de esta Cámara, esperamos aprobar en esta ocasión.
El acuerdo consta de veinte capítulos, que abordan temas comerciales, económicos, institucionales y de cooperación, cuyas principales características ya han sido reseñadas; por lo tanto, simplemente las voy a resumir.
En el ámbito del acceso a mercados y, concretamente, del comercio de bienes, el acuerdo cubre la totalidad de los productos y contempla un plazo máximo de desgravación de 10 años. La única excepción son los productos lácteos exportados a Chile.
Chile obtuvo de Singapur arancel cero para todos sus productos a partir del día uno. A su vez, Nueva Zelanda concedió arancel cero inmediato para casi el 80 por ciento de los productos chilenos, desgravándose progresivamente el resto en un período de 10 años. En la práctica, la mayoría de los productos chilenos exportados a Nueva Zelanda tendrá arancel cero desde el día uno.
Por su parte, Chile otorgó un trato similar a los tres países. Un 75 por ciento de los productos tendrá acceso inmediato y libre de aranceles desde la entrada en vigencia del tratado, quedando en desgravación a tres años, un 11 por ciento; a seis años, 11 por ciento, y en las categorías de 10 y 12 años, tres por ciento de los productos.
Para el sector lácteo chileno, el cual ha manifestado gran sensibilidad respecto de las importaciones neozelandesas, se negoció un período de doce años de desgravación, manteniéndose los aranceles actuales en los primeros seis años e iniciándose la desgravación arancelaria en razón de 1 por ciento por año hasta llegar a cero el año doce. Al mismo tiempo, se introdujo una salvaguardia especial para estos productos, la que se activará automáticamente por el incremento del volumen de las importaciones.
Como complemento clave para la liberalización del comercio de bienes, el P4 contiene un capítulo de barreras técnicas al comercio y otro de medidas sanitarias y fitosanitarias. El objetivo principal es facilitar el comercio, evitando que las normas, los reglamentos técnicos y los procedimientos de evaluación de la conformidad se transformen en obstáculos innecesarios al intercambio comercial.
El capítulo de medidas sanitarias y fitosanitarias es de especial relevancia y se negoció con gran cuidado, ya que Nueva Zelanda, dada su condición insular, pone una gran cantidad de exigencias en este ámbito.
El acuerdo también contiene capítulos relativos a la liberalización del comercio de servicios, compras gubernamentales, propiedad intelectual, solución de diferencias y transparencia. Respecto del último, cabe señalar que la transparencia es un principio básico que atraviesa todas las disposiciones del P4. Las partes están obligadas a publicar sus normas legales y resoluciones administrativas de aplicación general, notificar a los otros países de cualquier medida que pueda afectar sustancialmente sus intereses o el funcionamiento del tratado y responder las preguntas de la otra parte relativas a cualquier medida vigente o en proyecto.
Adicionalmente, y acorde con las recientes iniciativas legales promulgadas en Chile dentro de la agenda de modernización del Estado, cada país debe propender a establecer normas que permitan a las personas interesadas manifestarse sobre las medidas que el Estado pretende adoptar.
Una vez que el acuerdo P4 entre en vigor, se avanzará en negociaciones sobre inversiones y servicios financieros, capítulos que, una vez finalizados, formarán parte integral de él.
Finalmente, las partes revisarán, dentro del período de dos años de su entrada en vigor y al menos cada tres años, la relación económica y estratégica y el funcionamiento del acuerdo.
En síntesis, este acuerdo implica una nueva asociación económica y tecnológica que enfrenta los temas tradicionales de un acuerdo de libre comercio de modo innovador, reforzando los aspectos de cooperación y de construcción conjunta de competitividad, aprovechando la experiencia de todos los países involucrados para tender un puente de comercio e inversión entre nuestras regiones.
Nueva Zelanda y Singapur ya han depositado sus instrumentos de ratificación. Brunei lo hará dentro de unos meses, debido a que ingresó tardíamente al proceso negociador. De este modo, que el P4 se haga realidad para iniciar una nueva etapa de relaciones comerciales y de ciencia, tecnología e innovación con Nueva Zelanda y Singapur, depende de nosotros y de la Cámara de Diputados.
Hemos escuchado con gran interés los tres sólidos informes de las comisiones de Relaciones Exteriores, de Agricultura y de Hacienda. Creemos que las inquietudes que ahí se han planteado son absolutamente legítimas, pero se ven satisfechas por los términos del acuerdo, el cual, además, contiene dos memorandos de entendimiento relativos a temas laborales y medioambientales. Se trata de mercados pequeños, que no constituyen una amenaza para el sector productivo chileno, al igual que no la han constituido otros grandes acuerdos de libre comercio que Chile ha negociado y que han aportado resultados muy positivos, incluso en sectores que se consideraban sensibles.
A la luz de la experiencia de los acuerdos negociados con la Unión Europea y con Estados Unidos, que han beneficiado de manera muy significativa a sectores tan sensibles como la agricultura, creemos que éste no constituye una amenaza significativa.
Además, tiene un sentido muy estratégico. Es de avanzada, consolida una relación muy estrecha entre Chile y los países del Asia-Pacífico y representa una ventaja de nuestro país respecto de los otros de América Latina, porque nos permitirá actuar como una plataforma de vinculación entre Asia- Pacífico y esta parte de América Latina.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Hay siete diputados inscritos, y el Orden del Día termina a las 13.14 horas. Para no debatir el proyecto en una próxima sesión, propongo extender el Orden del Día hasta las 13.30 horas, otorgando a los señores diputados cinco o seis minutos para intervenir.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , uno se pone nervioso cuando escucha hablar de tratados con países como Nueva Zelanda. La Novena Región de La Araucanía, que represento, es la más pobre del país y con menos ingreso per cápita. En su zona costera hay gente que vive con 15 mil pesos mensuales. Quizás algunos diputados pueden creer que estoy equivocado, pero ésa es la realidad que estamos viviendo en la región.
Por consiguiente, para nosotros es sumamente preocupante que se suscriban tratados relacionados con la agricultura, porque vemos que en nuestra zona no se ha implementado la ayuda tecnológica que debieran tener esas personas para salir de la pobreza.
¿Cómo puede competir esa gente? A uno le dicen que no nos preocupemos por Nueva Zelanda, ya que no se nos va a aplicar ningún arancel, pues hemos firmado un convenio y estamos haciendo miles de cosas. No obstante, los agricultores están preocupados, porque el kilo de papas que ellos venden a 30 pesos en la zona, son comercializadas a 800 pesos en los supermercados de Santiago. O sea, no pueden competir ni siquiera dentro del país, menos lo van a poder hacer con esos países gracias a los tratados de libre comercio. Eso nunca va a suceder.
Voté en contra del Mercosur. Hoy vemos que países se están descolgando de ese acuerdo. Chile no ha obtenido ningún beneficio de ese tratado. Todo lo contrario, ha sido fatal para nuestro país. Es más, los grandes supermercados traen carne de afuera y le echan la culpa a los productores chilenos de un supuesto desabastecimiento, en circunstancias de que tienen las bodegas llenas.
¿Vamos a competir con Nueva Zelanda en el tema lechero? Cuando estábamos estudiando el proyecto -lo puede confirmar el ministro subrogante- teníamos un dólar sobre 630 pesos; hoy está a 513 pesos. ¿De qué competencia me están hablando? Los tratados que suscribamos deben ser a favor del país y de nuestra agricultura, y no en contra. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿queremos que exista agricultura en el país o queremos terminar con ella?
Cuando los tratados de libre comercio tocan el tema agrícola, que es muy sensible, son perjudiciales para nuestra agricultura y, sobre todo, para la pequeña y mediana. Los grandes agricultores se defienden solos. Por ejemplo, si ganan uno o dos dólares por caja, siempre tienen utilidades, porque entregan 100 mil ó 200 mil cajas. Sin embargo, no sucede lo mismo con un pequeño agricultor que tiene esa misma rentabilidad, pero entrega mil o dos mil cajas, que es su producción del año.
¿Se puede decir que los tratados de libre comercio para el pequeño y el mediano agricultor son favorables? Claramente, no lo son.
Respecto de Nueva Zelanda son mucho más peligrosos, porque tenemos coincidencia estacionaria; es decir, los mismos productos que produce Nueva Zelanda en determinada época del año, los está produciendo Chile en ese momento.
¿Qué pasa cuando los excedentes agrícolas entran a mitad de precio, como sucede con la leche? Prácticamente desintegran la agricultura, porque Chile -y no hay que tener miedo a decir las cosas- no ha tenido la suficiente fuerza para imponer subsidios a la producción agrícola. Todos los otros países lo hacen, sin embargo, somos los únicos que respetamos los compromisos. ¡Ni siquiera aplicamos el principio de reciprocidad! Todos los países nos hacen exigencias, pero no somos capaces de hacer lo mismo. Nos dicen que estos tratados son beneficiosos para la pequeña y la mediana agricultura. Claramente, no lo son. El único subsidio que ha dado el país, que ni siquiera fue subsidio, para compensar las pérdidas producidas por el Mercosur, fue el mejoramiento a los suelos degradados, beneficio que queremos que continúe, porque no sacamos nada con echar abono una sola vez. A quien no entiende de agricultura y cree que uno la defiende con pasión, eso es lo mismo que si una persona comiera una vez al mes: Obviamente, se va a morir. Comió una vez y quedó satisfecho, pero el resto del mes no comió. Lo mismo sucede con la tierra, porque el abono es su alimento.
Tengo mis dudas respecto del tratado. No tengo nada en contra de Brunei ni de Singapur, porque me interesan los proyectos relacionados con el desarrollo de tecnología, tal como lo haré saber esta tarde, cuando haga mi presentación sobre la asignación de los recursos recaudados por el royalty. Pero este proyecto no me convence, y como debemos votarlo como un solo paquete, anuncio que votaré en contra, en defensa de nuestra agricultura.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Renán Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente , la iniciativa sometida a la consideración de la Sala en el día de hoy viene a constituir un importante pilar para terminar con la dependencia de Chile respecto de algunos mercados.
En estos dieciséis años de gobiernos de la Concertación, hemos concretado la apertura de nuestra economía, con visión estratégica y pragmática, para buscar nuevas oportunidades comerciales en beneficio de nuestros productores, gracias a las ventajas aduaneras. En fin, hemos establecido una economía abierta en un mundo globalizado.
Estos acuerdos de libre comercio constituyen un hecho importante para la economía nacional, por cuanto evitan las fluctuaciones que sufrió en el pasado, cuando sólo se exportaba hacia ciertos mercados.
En 1998, nuestra economía se vio afectada por la crisis asiática, pero no lo fue tanto, dado que teníamos otras oportunidades comerciales a las cuales recurrir.
Este tratado nos permitirá acceder a una zona que es de gran importancia para el país, como es la del Asia-Pacífico, el que unido al suscrito con Corea del Sur y a los que suscribiremos con China e India, nos abrirán un mercado de más de 2 mil 200 millones de personas.
De esta forma, nos insertamos hoy comercialmente en el ámbito de la Apec, lo cual viene a complementar nuestra inserción política que comenzáramos en 1994. Además, consolidamos nuestra posición para transformarnos en un puente entre América Latina y el Asia.
Al respecto, Nueva Zelanda y la República de Singapur ya cumplieron con el proceso de aprobación del tratado, por lo que pedimos que el Gobierno acelere en los próximos días la tramitación de esta iniciativa en el Congreso Nacional.
Es necesario recalcar que el sector privado participa activamente en la gestación, negociación y suscripción de estos acuerdos. El país resguarda las actividades sensibles de ciertos sectores y recoge las inquietudes y observaciones que merecen a nuestros empresarios iniciativas de esta naturaleza, ya que no se trata sólo de un esfuerzo gubernamental, sino de un esfuerzo conjunto entre el sector público y el privado.
Me alegra que no nos circunscribamos solamente a lo comercial en la nueva generación de tratados de libre comercio, sino que también asumamos otro tipo de compromisos en los ámbitos financiero, tecnológico y de cooperación. Entre estos cuatro países que suscriben el tratado de libre comercio que discutimos, hay una asociación para emprender acciones conjuntas en materia de inversión, tecnología y cooperación.
Aplaudo también que esto se haya hecho ahora en forma complementaria con el acuerdo de libre comercio con México, que ha generado una asociación estratégica similar a la que se produjo con el acuerdo que suscribimos en el pasado con la Unión Europea.
Los beneficios de este acuerdo reafirman una vez más lo acertado de la política económica que impulsa nuestro país, a través de una gestión eficiente de nuestra economía y desarrollo, inspirada en una visión estratégica que nuestros gobiernos han concretado mediante la apertura de nuevos mercados, distintos a los tradicionales, para nuestros productos.
Para que nuestro sector empresarial aproveche cabal y totalmente las ventajas de este tipo de acuerdos, debe estar en condiciones de ampliar sus inversiones en desarrollo tecnológico, a fin de incorporar mayor valor y refinación a nuestras materias primas.
Al respecto, hago un llamado a mejorar y a adaptar nuestros productos a los gustos de los consumidores de esos futuros mercados.
Este tratado conlleva beneficios para las compañías navieras nacionales, el transporte, los profesionales que más se especializan, las empresas de servicios, etcétera.
Por último, expreso mi deseo de que nuestros trabajadores, actores principales junto a los empresarios en la creación de la riqueza, tengan también la oportunidad de recibir los beneficios que provengan de esas iniciativas comerciales, de manera que ello se refleje en mejores salarios y condiciones de vida para sus familias, y en mayores oportunidades de desarrollo personal y técnico.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ignacio Urrutia.
El señor URRUTIA .-
Señor Presidente , me limitaré a hacer algunos comentarios respecto del ámbito agrícola, que es el que más me compete.
Si este acuerdo comercial se hubiera suscrito sólo con Singapur y Brunei Darussalam , lo habría votado favorablemente; pero como incluye a Nueva Zelanda, lo votaré en contra, porque considero que el acuerdo se nos puede transformar en un Mercosur 2. Así de simple.
El tratado de libre comercio Mercosur es lejos el peor que ha firmado Chile en su historia, primero, porque a los países que lo suscribieron los tenemos al lado; segundo, porque les genera menos costos exportar productos a nuestro país y, tercero, porque producen en la misma estación que el nuestro.
Si bien Nueva Zelanda está a gran distancia y produce en la misma estación que nosotros, otorga grandes subsidios internos a sus productores, con los cuales pueden paliar fletes a cualquier distancia. Por lo tanto, lo más probable es que nos llenemos de productos de ese país y no al revés, es decir, que podamos exportar hacia él.
Cuando empezaron las negociaciones de este tratado, el sector lechero, que se dice es el que puede verse más afectado, fue parte de la negociación. En ese entonces el dólar estaba sobre los 600 pesos, pero hoy está a 514, por lo cual no somos competitivos. Ello significa que no sólo llegarán leche y sus derivados desde Nueva Zelanda, sino también manzanas, kiwis, vinos y todo tipo de productos. Entonces, en vez de beneficiarnos, nos perjudicaremos.
Se dice que el sector lácteo quedará protegido por doce años. Ciertamente, tendría mucha importancia si nuestros aranceles fueran de 30 por ciento, pero tenemos un arancel parejo de 6 por ciento. De modo que establecer cero año o doce años da exactamente lo mismo, porque es muy poca la diferencia.
El ministro de Relaciones Exteriores subrogante dijo que lo más probable era que no hubiera amenazas importantes. Pero ya reconoce que las hay y no me cabe duda de que existen. Además, el diputado informante de la Comisión de Hacienda señaló que se envió una carta a los ministros de Hacienda , de Agricultura y de Economía, pidiéndoles ayuda para el pequeño sector exportador.
Cada vez que hay un tratado comercial se pide exactamente lo mismo. El Gobierno siempre se compromete a ayudar a los pequeños agricultores para que puedan participar en el tema exportador; sin embargo, hasta hoy no se ayuda en nada. Es más, como los agricultores medianos y grandes están usando mucha tecnología, en el campo hay cada vez más cesantía. Ya no se puede usar más tecnología ni mejorar los cultivos. Pese a todos los esfuerzos realizados, aún no somos competitivos. Considerando que el precio del dólar está a 514 pesos, muchos economistas dicen que si sigue aumentando el del cobre, con sus consecuentes excedentes, lo más probable es que baje aún más. Si ya no somos competitivos debido a ese precio, menos lo seremos en el futuro.
De manera que tengan la absoluta seguridad de que este acuerdo comercial con Nueva Zelanda será un segundo Mercosur. Doy por sentado que así será.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Alejandra Sepúlveda.
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra) .-
Señor Presidente , en primer lugar, agradezco al señor Carlos Furche , director general de Relaciones Económicas Internacionales , por su buena disposición y su capacidad de escuchar, de hacer planteamientos y de recibir las críticas, para lo cual no todo el mundo está dispuesto. Además, agradezco al embajador de Nueva Zelanda , porque, sin duda, ha hecho un gran esfuerzo para que algunos parlamentarios sean más receptivos ante este tratado.
Sin embargo, para ser coherente con lo que he pensado en esta Cámara durante muchos años, o por lo menos en los cuatro años del anterior período legislativo, quiero referirme y argumentar acerca del tratado para votar en contra sobre la base de lo expresado por Carlos Fourche .
Él plantea que las dificultades puntuales que pueden enfrentar los pequeños productores lácteos no tienen relación con el tratado, sino con problemas estructurales. Los diputados que estamos a favor de la pequeña y mediana agricultura hemos planteado que los tratados internacionales aceleran los procesos, es decir, son catalizadores de procesos estructurales que ocurren en el país. Sin embargo, con las políticas de Gobierno no hemos sido capaces de retener, de suplir ni de implementar para que esos problemas estructurales se solucionen, por lo cual hoy tenemos una crisis en varios sectores de nuestra economía.
Represento a un sector exportador, en cuya tierra hoy existe una exportación importante, pero basada en una agricultura con grandes productores y con una concentración de tierras que no deseo que exista en la zona sur del país.
Según Carlos Furche , Nueva Zelanda produce leche seis veces más que Chile y exporta el 90 por ciento de su producción, mientras que Chile exporta menos del 10 por ciento del total de su producción.
Hoy estamos enfrentados a un verdadero Goliat, que tiene 40 años de subsidios; que por igual período trabaja en la recuperación de suelos y aplica una de las tecnologías más modernas del mundo. ¡Cómo no nos gustaría tomar un pedacito de ese Goliat!
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decirle al ministro subrogante de Relaciones Exteriores que nos gustaría tener criterios coincidentes a nivel mundial como un factor de asociación, pero cuando no vemos de parte del Gobierno políticas de recepción hacia un sector tan importante de nuestra economía, como la pequeña y mediana agricultura, que representamos en este hemiciclo, no nos queda otra posibilidad que votar en contra del proyecto para ser consecuentes con lo que pensamos.
En la Comisión, Carlos Furche planteó que nada de esto resuelve la situación de los centros de acopio de los pequeños productores de leche. Señaló que es evidente que se requiere un ajuste importante a los tratados de libre comercio para efectivamente llegar a un convenio y a una mejor explotación de esos tratados.
Chile ha firmado cuatro tratados internacionales y no vemos la voluntad política para que, de verdad, esta implementación ocurra al interior del país.
Citaré lo más importante que, a mi juicio, expresó Carlos Furche : “Finalmente, coincido en que existe un debate pendiente respecto del impacto de la apertura comercial en los sectores más vulnerables de la economía, como son la mediana y pequeña agricultura.”
En el caso de los centros de acopio, no fue escuchada la opinión del señor Jermán Klein , presidente de la Asociación de Centros de Acopio Lecheros de la Décima Región , quien señaló que van a terminar. Hoy no existe una política destinada a fortalecerlos, puesto que el Indap no les entrega ningún recurso como organización.
Por lo tanto, pedimos que se implemente un programa de desarrollo lechero para la zona sur, con el fin de incluir a la pequeña y mediana agricultura en el desafío que tenemos con ese verdadero Goliat, pues, de lo contrario, se producirá una gran concentración de tierras.
Por último, quiero rectificar lo expresado en la página 8 del informe de la Comisión de Agricultura, donde se dice que en doce años se verá el término de los productores lecheros nacionales. En realidad, se debe expresar que no existirán los medianos y pequeños productores de leche en la zona sur.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Iván Moreira.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, en mi calidad de integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores no quiero reiterar los juicios dados a conocer en la Sala y que comparto.
Todos los tratados o acuerdos económicos tienen ventajas y desventajas. Nuestro país ha tenido grandes aciertos, como los tratados de libre comercio con Estados Unidos, con Europa, con Corea del Sur. También con China e India, con tratados que se encuentran en tramitación y que estamos analizando.
Entiendo la visión del mundo de la agricultura y los obstáculos que tiene debido al bajo precio del dólar.
Sin embargo, debemos tener visión de futuro y seguir mirando hacia el Asia-Pacífico, Europa y Norteamérica, porque, tal como expresó Sebastián Edwards en un evento organizado por el Instituto Libertad y Desarrollo sobre América Latina, con argumentos claros y precisos, considero que el panorama de nuestro subcontinente es bastante pesimista.
Chile debe estar a la vanguardia en materia de acuerdos comerciales internacionales, especialmente en lo relativo a tratados con países como los signatarios de este Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica.
Este acuerdo contiene aspectos relevantes, dignos de ser mencionados, que no quedarán en su letra, sino que serán realidades efectivas. Uno de esos aspectos consiste en que esta alianza no estará referida sólo a los temas económicos y comerciales tradicionales, sino que privilegiará la asociatividad y la cooperación tecnología, inversiones, investigación y desarrollo de áreas de comercialización y distribución.
La consolidación de lazos económicos fuertes entre Chile y países que gozan de una posición sólida en la región del Asia-Pacífico permitirá promover activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales, con instrumentos eficaces para la profundización de la integración comercial y económica.
Destacaré algunos elementos particulares del acuerdo. Por ejemplo, plantea un esquema de desgravación arancelaria que producirá un efecto negativo sobre la recaudación tributaria, pero se estima que ello se revertirá a consecuencia del aumento de las transacciones comerciales entre los países que lo suscriben.
Por otra parte, el acuerdo plantea dos convenios complementarios de cooperación: uno relativo al tema medioambiental y otro al laboral. Ambos serán beneficiosos para nuestro país, ya que fomentarán el intercambio entre las naciones sin que se nos puedan imponer nuevos estándares en esas materias.
Por último, el tratado considera un método de solución de controversias -al que ya se refirieron con claridad la diputada informante y el diputado Renán Fuentealba - que contribuirá a limar las asperezas que lógicamente surgirán a consecuencia del aumento de la actividad comercial que se espera que se produzca entre las partes contratantes.
Por las razones expuestas, la mayoría de los diputados de la UDI votaremos a favor del proyecto, porque entendemos que el acuerdo marca una ruta importante para el futuro de nuestro país, especialmente en consideración a lo que pueda pasar en Latinoamérica.
Aunque el panorama latinoamericano pueda ser dificultoso, nuestro país será la excepción en materia de crecimiento económico.
Creo que debemos seguir mirando con visión de futuro, tal como lo hicimos respecto de otros tratados de libre comercio. Éste no será la excepción.
Mi voto es a favor.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor René Aedo.
El señor AEDO.-
Señor Presidente , el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica entre Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei permitirá que nuestro país se incorpore a una nueva zona de libre comercio y que continúe su inserción en el mercado global, abierto y competitivo.
Además, permitirá aumentar y diversificar nuestras exportaciones y acercarnos a las economías de la región del Asia-Pacífico. Es una puerta que se abre. Además, favorecerá la asociatividad y cooperación en tecnología, en inversión, en transferencia de capitales, en investigación y en desarrollo de áreas de comercialización y distribución.
Chile se transformaría en una plataforma, en un puente para el comercio entre América Latina y Asia-Pacífico, con todo lo que eso significa.
El estímulo a la libre competencia sana, a la transferencia tecnológica y a la transferencia de capitales permitirá a nuestro país un mejor desarrollo y, como consecuencia, aumentar su productividad, su renta y beneficios para sus ciudadanos.
En relación con la política arancelaria, Brunei Durassalam concedió en forma inmediata un desgravamen de 69 por ciento de nuestros productos; Nueva Zelanda, un 79,1 por ciento; Singapur, el ciento por ciento, es decir, todos los productos ingresarán a su mercado sin gravamen.
Por otra parte, Chile se ha transformado de importador a exportador de productos lácteos, tal vez no en la magnitud de Nueva Zelanda, pero de todas maneras hoy exportamos.
Se han tomado medidas para proteger a los productores lácteos. Hay una desgravación a doce años, que es la única excepción, porque todo el resto es a diez años; además, tiene seis años de gracia. Y si esto no fuera suficiente, en el tratado hay salvaguardias que permiten que cuando se excedan determinados volúmenes, se aplique una tasa de 6 por ciento.
Es decir, en el tratado hay protecciones adecuadas para los productores lecheros. En todo caso, los problemas de los productores muy pequeños se deben más bien a razones estructurales, que no obedecen ni son consecuencia de este tratado.
Al respecto, señalo al Gobierno que para que los pequeños productores se incorporen al poder exportador es necesario apoyarlos con políticas públicas específicas para ellos.
Nueva Zelanda es un país altamente tecnificado, con moderna tecnología en agricultura, y cuando se generan diferencias en un mercado abierto y competitivo, se produce transferencia tecnológica, lo que beneficiará a nuestro país.
En suma, por todos los antecedentes expuestos, apoyo la aprobación del tratado, consciente de los beneficios que significará para nuestro país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Ramón Barros.
El señor BARROS.-
Señor Presidente, nuevamente nos vemos enfrentados a un tratado que obviamente a nivel país es beneficioso.
Su objetivo es que Chile consolide lazos económicos fuertes con economías que gozan de una posición muy sólida en la región del Asia-Pacífico, promoviendo activamente acuerdos estratégicos bilaterales y subregionales como instrumentos eficaces para la profundización e integración comercial y económica.
Si bien es cierto estos acuerdos son importantes en forma global y generan cosas buenas para el país, como instrumentos para ser aprovechados, lamentablemente siempre hay sectores afectados, normalmente el agrícola. Los pequeños agricultores son los más desprotegidos, que no han tenido nunca acceso a la tecnología y, por lo tanto, no van a poder hacer uso de estos instrumentos. Es decir, una vez más resultarán perjudicados.
Por eso uno se ve en la disyuntiva de votar afirmativa o negativamente. Pero, por tratarse de un Acuerdo a favor del país y porque en su globalidad estos convenios son beneficiosos, votaré favorablemente como lo hice en la Comisión de Agricultura.
En todo caso, me parece importante un “Téngase presente” a las autoridades en el sentido de que, si bien es cierto éste y otros acuerdos comerciales traen beneficios al país en su globalidad, es necesario que se tomen cartas en el asunto para que también lleguen a los pequeños agricultores que se van a ver afectados.
Por los tratados de libre comercio que hemos aprobado en el Congreso y que son beneficiosos, no podemos desligarnos del destino de muchas personas del mundo rural, de pequeños agricultores, pues estos acuerdos, más que un negocio determinan una nueva forma de vida. Es preciso que las autoridades tomen conciencia de esta situación. Es importante llegar a ellos con políticas públicas que les permitan incorporarse y hacer suyos los beneficios que traen estos acuerdos de libre comercio.
Respecto de estos sectores tan desprotegidos no hemos visto una política clara de la autoridad, lo cual muchas veces a uno lo hace dudar respecto de estos acuerdos. Créanme que tuve enormes dudas en cuanto a aprobarlos, pero, al final, el sentido común y la responsabilidad país hacen que uno en definitiva vote favorablemente. Por ello planteo este “Téngase presente” a las autoridades, y vamos a ser muy exigentes para que nos hagamos cargo de esos sectores que no se ven beneficiados y que por largos años han esperado, lo que provoca la huida del mundo rural al urbano y que, en definitiva, determina que deben ser subsidiados los que permanecen cultivando la tierra.
Si bien mi voto va ser a favor, dejo constancia de que hay sectores que están gritando por la ayuda de políticas públicas para abordar lo que he graficado como “subirse a un segundo avión”, que también les permita acceder a los beneficios que traen estos acuerdos y que, si son bien aprovechados, contribuirán al desarrollo de nuestro país.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , discutimos un tema, y lo digo con mucha fuerza, que perjudica a nuestro sur del país.
Atendidas las pésimas experiencias con anteriores acuerdos de esta naturaleza -uno de ellos fue el Mercosur-, defenderé la posición del rechazo por cuanto, a mi juicio -y así lo entiende una gran mayoría de los campesinos del sur-, este Acuerdo sólo busca abrir las puertas para la competencia total de la industria ganadera y lechera neozelandesa con la nuestra. Esa es la realidad y no debemos esconderla.
De partida, debo reparar en el hecho de que se ha tratado de disfrazar este Acuerdo Estratégico Transpacífico, como si fuera el gran acuerdo comercial en el marco de la Apec. ¡Eso no es así! Chile no tiene ningún comercio con Brunei. ¡Ninguno! Y con Singapur es mínimo.
Éste es un acuerdo con Nueva Zelanda, que terminará beneficiando exclusivamente a los neozelandeses. Por eso, no son tan reales -por decir lo menos- las palabras vertidas en la Comisión por algunas autoridades que indican que lo relevante no es preocuparse del impacto comercial, sino de las oportunidades que se abren para el trabajo conjunto de inversiones en terceros países. Esto no se explica ni a medias.
Se nos dice que se ha tenido cuidado en establecer un mecanismo de desgravación largo, a doce años, y un sistema especial de salvaguardias para aplicar un arancel de 6 por ciento en el caso de que se aumenten excesivamente los volúmenes exportados a Chile. Lamentablemente, en un futuro cercano veremos que eso no es así. En verdad, ninguna de estas medidas es capaz de asegurar la viabilidad futura de la producción lechera nacional. Diez a doce años cuesta formar una lechería y se nos están entregando desgravámenes de diez a doce años. ¿En qué estamos?
Con la exportación del producto, en el sur todos quieren ser lecheros, pero les va a costar una década, en la que, al mismo tiempo, se abre nuestro mercado para que entre fácilmente o se triangule el producto neozelandés.
Curioso, cuando estábamos mejor que nunca, con altas expectativas de desarrollo del sector lechero, cae este verdadero balde de agua fría sobre nuestros productores que se habían reconvertido con grandes esfuerzos del cultivo del trigo, de la remolacha o del raps, a generar pequeños predios ganaderos lecheros.
Diez años demora levantar la ganadería lechera y en generar lecherías de estándar internacional. Sin embargo, al poco tiempo nuestros inversionistas verían como este acuerdo echa por tierra todos sus esfuerzos. ¡Cómo quisiera equivocarme! Hoy existe desazón en la Décima Región. Algunas inversiones comienzan su trámite, como decía con anterioridad, sin embargo, su futuro no será tal.
Ojalá en Chile hubiésemos tenido la mirada de los neozelandeses. Por el contrario, aquí prima el desinterés para tratar los temas del agro tradicional. No se considera que ésta no es sólo una actividad económica, sino, además, una cultura y una forma de vida que los sureños deseamos continuar cultivando.
Este país no puede ser medido en toneladas métricas ni todo puede ser convertido a pesos o dólares. Existen también las personas, las comunidades, las tradiciones y la cultura de una parte importante de chilenos, casi un millón, que practican la tradicional agricultura familiar campesina.
Si nos hubiesen dicho que hay un gran plan maestro de desarrollo agrícola para el sur, para la agricultura familiar campesina -acá hay varios cientos de millones de dólares para hacer de esa agricultura tradicional una potencia agroalimentaria-, hubiese sido distinto. Pero todo eso ha quedado en palabras que se las lleva el viento. No se han cumplido aún los protocolos de acuerdo del Mercosur.
Hace algunos días, decía que ahora que tenemos dólares es la hora de comprar fertilizantes en esa moneda para el suelo chileno. Ojalá no quede todo en el decir. Es la oportunidad que tiene Chile.
Me siento orgulloso de votar en contra de este mal proyecto, pues perjudica a la agricultura campesina tradicional, a los grandes, pequeños y medianos agricultores.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente).-
Cerrado el debate.
El señor VAN KLAVEREN (ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor LEAL ( Presidente ).-
Dado que está cerrado el debate y el señor ministro ya había intervenido, pido la anuencia de la Sala para que pueda hacerlo por segunda vez.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra, señor ministro.
El señor VAN KLAVEREN ( ministro de Relaciones Exteriores subrogante).-
Agradezco la voluntad de la Sala para escuchar al Ejecutivo una vez más.
Señor Presidente , quiero dar respuesta a algunas de las inquietudes que se han manifestado en las últimos intervenciones, pero antes deseo recordar el predicamento que despierta consenso nacional. Chile es una economía abierta al mundo que se ha beneficiado sustancialmente de la gran mayoría de los acuerdos que ha negociado en materia de libre comercio.
Hay beneficios muy claros en materia agrícola. Basta pensar en el aumento que han experimentado las exportaciones de vino chileno a los grandes mercados internacionales, lo que no habría sido posible de no haber mediado dichos acuerdos. Hoy por hoy, el vino chileno tiene una posición preeminente en un mercado tan exigente como es el de la Unión Europea. Lo pude comprobar en mis cuatro años y medio como embajador ante esa comunidad de países.
Por otra parte, la fruta chilena tiene una historia de gran desarrollo que no sólo ha beneficiado a los grandes productores, sino, quizás en menor medida de lo esperado pero ése es otro debate, a pequeños y medianos productores.
Hay también productos nuevos en el sector agrícola en los que tenemos poca experiencia que se podrían beneficiar con estos acuerdos, como la miel.
En materia de subsidios, Chile ha sido insistente en combatirlos a nivel internacional, por cuanto, como en el sector agrícola por ejemplo, plantean una competencia desleal. En estos momentos, como país integrante del grupo Cainn, estamos defendiendo disposiciones sobre libre comercio que permitan derrotar el proteccionismo agrícola en los principales mercados donde éste existe.
Reitero que este Acuerdo ofrece una oportunidad única para relacionarse con la economía de Singapur, país que constituye una plataforma de servicio y un centro de distribución de la totalidad del mercado asiático. Aquí se ha dicho, y con razón, que el comercio con ese país es todavía bajo, pero estimamos que un instrumento como el que estamos presentando en estos momentos a la honorable Cámara de Diputados permitirá aumentarlo en una economía que no es competitiva en el sector agrícola.
La agricultura chilena es competitiva y ha logrado posesionarse con mucho éxito en mercados exigentes. Sinceramente, creemos que no hay nada que temer de este Acuerdo, sobre todo, porque el sector sensible ha sido negociado de manera generosa respecto de nuestro socio.
Estamos pendientes de lo que suceda en el sector lácteo. Existen instrumentos para defendernos de cualquier aumento de las importaciones de Nueva Zelanda en este rubro, ya que no es un proveedor importante de productos lácteos y tampoco se prevé que lo sea en el futuro.
La experiencia demuestra que los acuerdos que hemos suscrito con países altamente desarrollados, como lo son Nueva Zelanda y Singapur, no implican una mayor competencia para el sector agrícola.
Una reciente evaluación del Tratado de Libre Comercio suscrito entre nuestro país y Estados Unidos demuestra que, después de la entrada en vigor del acuerdo, las importaciones agrícolas desde el mercado estadounidense se han reducido en 20 por ciento. Tampoco han aumentado nuestras importaciones agrícolas desde el mercado europeo. De hecho, la queja que uno escucha de los sectores europeos es que el acuerdo de asociación que tenemos con la Unión Europea ha beneficiado en mucho mayor medida a la agricultura chilena que a la europea. Esos son elementos que hay que tomar en cuenta.
Nueva Zelanda es un país vecino distante. Tenemos una cierta relación de vecindad con esa nación, de manera que -reitero- podemos beneficiarnos en gran medida de la cooperación científico-tecnológica, orientada al sector productivo de Nueva Zelanda. Al respecto, sería muy interesante que los honorables miembros de la Comisión de Agricultura pudieran conocer más de cerca la experiencia que ha tenido ese país en términos de estímulo a la pequeña y mediana agricultura. Tienen políticas públicas que resultan extraordinariamente interesantes, las cuales, en el marco de este Acuerdo, plantean la posibilidad de un intercambio mayor de experiencia. En ese sector tenemos mucho que aprender de ellos. En ese sentido, no debemos ver a esa nación como una amenaza, sino como un socio, con el cual podemos desarrollar políticas públicas orientadas más hacia sectores que no se han visto beneficiados del desarrollo agrícola. Ésa es la convicción del Gobierno.
Chile está a la vanguardia en materia comercial y, como lo señalé con anterioridad, tiene una enorme ventaja en su relación con el Asia-Pacífico. Este Acuerdo no es solamente con Nueva Zelanda, sino que es de carácter multilateral, ya que incluye a varios países, y representa el primer tratado transpacífico de carácter multilateral suscrito en esa área. En ese sentido, responde mucho mejor que otros acuerdos, de naturaleza estrictamente bilateral, a la filosofía de la Apec.
Con este Acuerdo tenemos una gran oportunidad, de modo que el Ejecutivo se permite reiterar la necesidad y la conveniencia de aprobarlo.
Muchas gracias.
El señor LEAL (Presidente).-
Corresponde votar.
Advierto a la Sala que para su aprobación, el proyecto requiere el voto afirmativo de 67 señoras diputadas y señores diputados en ejercicio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 77 votos; por la negativa, 19 votos. Hubo 8 abstenciones.
El señor LEAL (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi Opazo Enrique; Aedo Ormeño René; Aguiló Melo Sergio; Alinco Bustos René; Allende Bussi Isabel; Álvarez Zenteno Rodrigo; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Bustos Ramírez Juan; Cubillos Sigall Marcela; Chahuán Chahuán Francisco; Díaz Díaz Marcelo; Dittborn Cordua Julio; Duarte Leiva Gonzalo; Egaña Respaldiza Andrés; Eluchans Urenda Edmundo; Encina Moriamez Francisco; Errázuriz Eguiguren Maximiano; Escobar Rufatt Álvaro; Farías Ponce Ramón; Forni Lobos Marcelo; Fuentealba Vildósola Renán; Galilea Carrillo Pablo; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; Girardi Briere Guido; Godoy Ibáñez Joaquín; Goic Boroevic Carolina; González Torres Rodrigo; Hales Dib Patricio; Herrera Silva Amelia; Insunza Gregorio De Las Heras Jorge; Isasi Barbieri Marta; Jarpa Wevar Carlos Abel; Jiménez Fuentes Tucapel; Kast Rist José Antonio; Latorre Carmona Juan Carlos; Leal Labrín Antonio; León Ramírez Roberto; Lobos Krause Juan; Lorenzini Basso Pablo; Melero Abaroa Patricio; Meza Moncada Fernando; Monckeberg Bruner Cristián; Monsalve Benavides Manuel; Montes Cisternas Carlos; Moreira Barros Iván; Muñoz D’Albora Adriana; Nogueira Fernández Claudia; Núñez Lozano Marco Antonio; Ortiz Novoa José Miguel; Pacheco Rivas Clemira; Palma Flores Osvaldo; Paredes Fierro Iván; Paya Mira Darío; Pérez Arriagada José; Recondo Lavanderos Carlos; Robles Pantoja Alberto; Rojas Molina Manuel; Rubilar Barahona Karla; Saa Díaz María Antonieta; Sabag Villalobos Jorge; Salaberry Soto Felipe; Sepúlveda Hermosilla Roberto; Silber Romo Gabriel; Soto González Laura; Sule Fernández Alejandro; Súnico Galdames Raúl; Tohá Morales Carolina; Turres Figueroa Marisol; Ulloa Aguillón Jorge; Valenzuela Van Treek Esteban; Verdugo Soto Germán; Vidal Lázaro Ximena; Walker Prieto Patricio; Ward Edwards Felipe.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Büchi Pedro; Araya Guerrero Pedro; Becker Alvear Germán; Bobadilla Muñoz Sergio; De Urresti Longton Alfonso; Díaz Del Río Eduardo; Espinoza Sandoval Fidel; Estay Peñaloza Enrique; García García René Manuel; Hernández Hernández Javier; Jaramillo Becker Enrique; Martínez Labbé Rosauro; Monckeberg Díaz Nicolás; Mulet Martínez Jaime; Ojeda Uribe Sergio; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Urrutia Bonilla Ignacio; Vallespín López Patricio; Von Mühlenbrock Zamora Gastón.
-Se abstuvo el diputado señor:
Alvarado Andrade Claudio; Ceroni Fuentes Guillermo; Norambuena Farías Iván; Olivares Zepeda Carlos; Pascal Allende Denise; Quintana Leal Jaime; Saffirio Suárez Eduardo; Uriarte Herrera Gonzalo.
El señor LEAL (Presidente).-
Despachado el proyecto.
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