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El señor LEAL (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señor Presidente , durante muchos años he integrado la Comisión de Obras Públicas. Recuerdo cuando se empezó a trabajar en la ley de concesiones, en el subterráneo de la Cámara de Diputados, con el ministro Hurtado . Ahí comenzó a estudiarse esta ley maravillosa, para mí, una de las mejores que me ha correspondido conocer. Gracias a ella, la gente de Santiago goza de los beneficios que significan las carreteras concesionadas.
Pero, al analizar la materia, surge la pregunta: ¿por qué las concesionarias han actuado de la forma como lo han hecho? Ellas hacen lo que figura en las bases y no otra cosa.
En consecuencia, las consultas que cabe hacer es si las concesionarias cumplieron o no las bases, y si las que les entregó el ministerio eran o no correctas.
Nada sacamos con decir que falta un paradero, una calle de servicio o asfalto. Lo que debe hacerse es corregir las cosas que se han hecho mal.
Indudablemente, un aspecto importante dice relación con la señalética. Al respecto, la concesionaria y el Ministerio deben tener en cuenta que la señalética no es para los lugareños, sino para quienes vienen de afuera. Por ejemplo, quien habla es de Temuco y no se perderá en esa zona, exista o no señalética. Debe haber una información expedita para que la gente que viene de otros lugares tenga claridad cómo se llega al lago Caburga, al lago Colico o a la ruta Interlagos. En consecuencia, es necesario que con 500, 600 o mil metros de antelación, el conductor conozca que cuenta con una vía alternativa, y no que de repente se encuentre con un letrero y no sepa si debe tomar por el lado izquierdo o por el derecho.
Ese tipo de cosas son las que debemos estudiar, analizar si se hizo lo correcto respecto de la señalética, y no tanto si éstas se han deteriorado o no.
Un aspecto más preocupante de las zonas agrícolas de la Novena Región, que represento, dice relación con muchos caminos que quedaron cortados y a la gente le dividieron su campo, lo que les significa muchas veces, al salir a la carretera, dar una vuelta de 12 ó 15 kilómetros para volver a la casa.
Detalles como ése son los que deben corregirse. El señor ministro lo sabe, porque hoy se están arreglando problemas surgidos en dos sectores de mi zona. En La Paz, por ejemplo, la gente quedaba a cincuenta metros de la entrada de su predio, pero no podía ingresar en él. Para hacerlo, debía dar una vuelta y volver a Loncoche. En esta última ciudad, a cien metros de la entrada, los pobladores de Loncoyán no podían ingresar y debían dar la vuelta prácticamente veinte kilómetros más arriba, en la entrada a Villarrica.
Las cosas que debemos analizar son las fallas en la concesión. Porque nadie podrá decir que el sistema de concesiones o los caminos son malos. Eso sería un tremendo desconocimiento de la realidad.
Entonces, a través del señor Presidente , quiero expresar al señor ministro que, más que venir a decir cómo se han hecho las cosas, quiero saber cuáles son los planes para corregir las imperfecciones que se han dado a conocer. Ésta no es una crítica. Creo que todas las cosas son susceptibles de perfeccionamientos, y eso es lo que planteamos esta tarde en la Cámara de Diputados.
El diputado García-Huidobro se refirió con acierto a las calles de servicio. Al respecto, me parece que en Santiago hay gente que no se da cuenta de lo que está pasando. Muchas veces, un vecino pasa por la calle de servicio, y la cantidad de polvo que levanta es tan grande que obstaculiza la visión en la carretera, lo que puede originar un tremendo accidente. Hoy se cuenta con tecnología para echar, por ejemplo, un barrido de asfalto o de cualquier otra cosa, de manera de evitar que se levante polvo.
Creo que si se solucionan esos problemas, si los atraviesos quedan como deben ser, existirá mucha más confianza en las concesionarias.
Hoy, por ejemplo -el señor ministro lo sabe perfectamente; no es una cosa que estemos inventando-, las deudas del ministerio con las concesionarias alcanzan un monto de 1.200 millones de dólares, por obras que se hicieron con posterioridad a la construcción de la carretera. Eso demuestra que tengo la razón, pues hubo obras que en su momento no se incluyeron en las bases, quizás para abaratar costos, porque, según tengo entendido, la doble vía desde La Serena hasta Puerto Montt, costó 3.600 millones de dólares.
Entonces, en verdad, hoy queremos ver cómo se solucionarán esos problemas.
Para resumir, queremos buenas señaléticas, preferentemente pensadas para la gente de afuera, de manera que sepa, por ejemplo, por dónde está el camino a la ruta de Interlagos, a Cunco o a Loncoche, y que allí existe un peaje lateral. En verdad, eso es importantísimo para nosotros al igual que lo referido a las calles de servicio.
Otro tema que me interesa es el siguiente. La empresa que construyó el tramo Pitrufquén y La Paz, en la Novena Región, de los Ríos Sociedad Concesionaria S.A. debería entregar al Ministerio un catastro con los atraviesos que va a construir. Varios diputados de la zona, de todas las tendencias políticas, hemos pedido a esa cartera que se estudie cómo se construirán los atraviesos, que hoy están abiertos en la carretera y la gente que necesita pasar de un lado a otro corre muchos riesgos. De hecho, muchas veces se han producido accidentes tremendos, con consecuencias fatales. Realmente, es necesario analizar cómo se harán esos atraviesos.
Quiero agregar un dato -a lo mejor el ministro no lo conoce-: entre Talca y Chillán había 300 atraviesos en la carretera; hoy sólo quedan 30. ¡Imagínense las distancias que debe recorrer la gente para llegar a un lugar! Problemas como el señalado los vemos a cada rato.
La gente le pide soluciones a los diputados, como si uno las tuviera al alcance de la mano. Por lo mismo, también es bueno utilizar este diálogo, porque muchas veces la gente quiere que el parlamentario hable con el ministro para que le construyan el atravieso, el puente, la señalética y le asfalten la calle de servicio. ¡Fantástico! Todos sabemos que es necesario realizar todo eso, pero algunos dicen que es la concesionaria la que no quiere hacerlo.
¿Qué hace la concesionaria en este caso? Le ofrece al ministerio construir el atravieso, asfaltar la calle y hacer todo lo que quiera, pero le cobra. En consecuencia, quizás el problema que estamos discutiendo no se debe a falta de voluntad, sino, simplemente, a escasez de recursos o a que no se han asignado los que se necesitan.
¡Cuántas veces hemos visto -el ministro lo sabe- que la gente nos dice que se deben suprimir los peajes laterales! ¿Cuántos diputados nuevos hicieron su campaña prometiendo que iban a suprimir los peajes laterales, porque era una injusticia para los pueblos chicos, y transformaron esa promesa en su bandera de lucha?
¿Se pueden suprimir los peajes? ¡Se puede! El señor ministro puede suprimir mañana mismo los peajes laterales y no tiene ningún impedimento para hacerlo. El único problema es que la concesionaria le va a decir al ministro que por esa medida deja de ganar 30 mil millones de pesos al año y que el ministerio debe pagárselos. Así de fácil. ¿Cómo los parlamentarios pueden afirmar cosas que no corresponden a la realidad? Es positivo que estos temas se traten en esta Sala.
Los diputados nuevos iban a cambiar el mundo, pero hoy están cayendo en lo mismo en que cayeron los primeros parlamentarios que llegaron a la Cámara. A aquellos les envío un recado: no hay peor ave que la que empuerca su propio nido. ¡Esos diputados le tiran tierra a todos los parlamentarios, pero resulta que ellos también lo son! Embarran a los demás y creen que ellos no tienen nada que ver. ¡Qué curioso!
Por eso, es necesario conocer los temas sobre los que se habla y plantearlos bien. Esas cuestiones se discuten en la Cámara de Diputados y no en la televisión. Conozco diputados que en la televisión son una maravilla, pero nunca han intervenido en esta Sala. ¿Dónde están ahora? Estamos tratando un tema serio, pero no se ven por ningún lado. A lo mejor, las comunas de sus distritos no tienen estos problemas.
No estamos en desacuerdo con la ley de concesiones, porque es una de las mejores normativas que se han elaborado. No quiero que el ministro tome nuestras palabras como un ataque a su cartera, a su persona o a sus técnicos. Tómelo como propuestas de ideas para mejorar lo que se ha realizado en un momento determinado. Ojalá se hicieran muchas más carreteras concesionadas y pudiéramos tener muchos más caminos, más rutas Interlagos, de turismo, etcétera, que tanto necesitamos.
Para terminar, quiero decir algo que no tiene que ver directamente con lo que estamos tratando. Como los avisos en el canal de televisión de la Cámara de Diputados son gratis, quiero decirle al señor ministro que no se olvide del camino Curarrehue-Puesco. Argentina ha asfaltado toda su parte y a nosotros nos falta asfaltar ese camino para tener una puerta de entrada al turismo de la Novena Región. Le mando el recado al ministro para que ojalá lo ponga en la cachita de la huasca, lo converse con la Presidenta de la República y, si se tiene la voluntad y se dispone de algunos pesos por el alto precio del cobre, los destinen a la construcción de ese camino.
Espero que el ministro tome estas críticas en buena onda y en buena leche, porque lo que queremos es mejorar las concesiones y dar un mejor pasar a la gente que vive al lado de la carretera. La señalética no es para los lugareños, sino para las personas que visitan las diferentes zonas.
He dicho.
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