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- rdf:value = " EFECTOS EN LA AGRICULTURA DE ACUERDO DE COMPLEMENTACIÓN ECONÓMICA CHILE-MERCOSUR. Oficios.
El señor LETELIER, don Felipe (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el diputado Gastón Von Mühlenbrock .
El señor VON MÜHLENBROCK.-
Señor Presidente, para este diputado, que representa a una parte importante de la Décima Región, de Los Lagos, resultan tremendamente inquietante las conclusiones a las que arribó la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural luego de evaluar el acuerdo de complementación económica suscrito por nuestro país con el Mercosur y los efectos de la rebaja arancelaria.
Las conclusiones son lapidarias para la agricultura tradicional del sur de Chile, especialmente para el pequeño y mediano campesino.
El informe, que fue aprobado por unanimidad, es extenso y da cuenta de un estudio concienzudo.
Resulta preocupante constatar el impacto negativo que ha tenido la rebaja arancelaria en algunos rubros del sector agrícola, en especial del sur y del secano costero de la zona central de nuestro país.
Al analizar las grandes inversiones en riego realizadas por la Dirección de Obras Públicas, que se imputaron a los recursos adicionales, la Comisión no encontró antecedentes que demostraran que dichos proyectos se habían ejecutado por necesidades derivadas de la aplicación del acuerdo.
Por otra parte, estimo de absoluta gravedad que la deuda del Estado con nuestro sector agrícola ascienda a más de 257 millones de dólares. Para que los pequeños agricultores del sur de Chile puedan dimensionar esta cantidad, voy a entregar la cifra en pesos: son 154 mil 200 millones de pesos.
Ésa es la deuda del Estado con los pequeños y medianos agricultores producto del acuerdo con el Mercosur. A ella se debe sumar un aporte por casi 35 mil millones de pesos, de acuerdo con la adenda número seis del tratado, con lo cual el total la deuda se acerca a los 200 mil millones de pesos. Ese es el costo del acuerdo con el Mercosur para los pequeños y medianos agricultores del sur de Chile.
Si los parlamentarios de la época hubiesen sabido que éstas serían las consecuencias, ¿habrían aprobado el acuerdo con el Mercosur? Lo pregunto, porque está liquidando la agricultura tradicional del sur de Chile.
Nuestros remolacheros son campeones del mundo en eficiencia. Lo mismo sucede con otros cultivos; pero no los dejamos competir en igualdad de condiciones.
El fundamento de una economía social de mercado es justamente la igualdad para competir. Esto se está respetando en muchos otros rubros, pero no en la agricultura, sobre todo en la tradicional del sur. Exigimos a nuestros pequeños y medianos agricultores que sean eficientes, que en el caso de la remolacha son los más eficientes del mundo, a pesar de que tienen que defenderse de una gran cantidad de subsidios derivados de políticas de estado de otros países, que nos obligan a competir en desigualdad de oportunidades y de derechos, lo que está liquidando una fuente de trabajo tremendamente importante de miles de personas que viven de la agricultura desde la Octava Región hacia el sur. Si la agricultura está mal, también lo estará el comercio, el transporte, etcétera, porque se produce una cadena tremendamente importante. Por eso la gravedad de esta situación.
Reitero: sin considerar los 35 mil millones de pesos, el Estado tiene una deuda de 154.200 millones de pesos. ¡Es mucha plata!
Por eso estoy absolutamente de acuerdo en que, de una vez por todas, debemos agilizar la labor de la Comisión Antidistorsiones, porque marchamos a distintas velocidades, porque ante la perforación de las bandas de precios o la entrada de productos subsidiados, los agricultores no tienen nada más que hacer.
Por otro lado, el Gobierno se ha comprometido a aumentar los recursos, pero eso no se ha cumplido en ninguno de los ejercicios presupuestarios. Más aún, en la ley de Presupuestos de 2005 no sólo no se incrementa la cifra del modo establecido, sino que el presupuesto del Ministerio de Agricultura sufre una rebaja de 14 por ciento. Si sumamos la merma de 3,9 por ciento que señala el informe de la Comisión, estaríamos hablando de una rebaja del 18 por ciento.
En otras palabras, el Ejecutivo no está saldando la deuda con el sector, ni la ha reconocido; tampoco escucha a la Comisión de Agricultura.
Muchas veces he dicho a los ministros de Agricultura y de Hacienda que estamos haciendo todo lo posible para que más gente de nuestras regiones se vengan a vivir a Santiago. Hoy existe un centralismo brutal, que está tragando a la gente.
Cuando uno mide los dos datos intercensales, puede comprobar que, en diez años, hay una disminución real de los habitantes de las regiones agrícolas, que ni siquiera ha sido neutralizada con la tasa de natalidad normal. Nuestra gente, nuestros jóvenes, se están viniendo a Santiago; no tienen oportunidades. Eso le dije al ministro de Hacienda hace más de dos años.
Si el ministro tiene grandes equipos de economistas, ¿por qué no les pide que calculen el costo que significa para el Estado que los jóvenes emigren a la capital? Les aseguro que si se hiciera esa evaluación, se aplicaría otro tipo de políticas públicas, como ocurre en países europeos, donde se sujeta a la gente en los campos para que no emigren a las ciudades.
Indudablemente, es insostenible que una capital como la nuestra tenga, de aquí a poco andar, prácticamente a la mitad de la población de Chile. Santiago no puede tener siete millones de habitantes, con todos los problemas que eso genera, como mayor número de poblaciones y de subsidios, porque la necesidad crea el órgano.
Este informe está demostrando en forma clara y precisa que el Gobierno tiene una deuda de 154 mil 200 millones de pesos con nuestra agricultura tradicional del sur. Llegó el momento de dar una voz de alerta, porque nuestros agricultores, especialmente los trigueros, están absolutamente amenazados por el ingreso de mezclas argentinas. El hecho de que nuestro país vecino haya fijado impuestos a las exportaciones nos está dando una señal más que clara de que tenemos que pedir a los ministros correspondientes que nos indiquen cuál es la voluntad política del Gobierno respecto de nuestra agricultura tradicional del sur de Chile.
La deuda de 154 mil 200 millones de pesos requiere una respuesta clara y precisa, porque me preocupa que estemos permitiendo que desaparezcan los pequeños y medianos agricultores de nuestros distritos.
También me preocupa que el Ministerio de Agricultura no tenga respuestas a lo que plantea la Comisión. Por lo tanto, considero que llegó la hora en que, no sólo los integrantes de la Comisión de Agricultura, sino que los diputados que defendemos los distritos del sur, que tenemos la misma importancia que quienes representan a Santiago, solidaricemos de una vez por todas con la deuda social que el Gobierno tiene con los miles de campesinos por los tratados internacionales que ha suscrito Chile, ya que han pagado el costo de esos acuerdos.
No me opongo a la firma de los tratados internacionales cuando el Gobierno compensa a las regiones que van a sufrir problemas, porque después de las sumas y restas, siempre se gana; pero considero que se deben adoptar políticas públicas en favor de las regiones que resultan castigadas o tienen que pagar el costo por la firma de esos tratados. Esto es tremendamente importante.
Solicito que el Gobierno señale en forma categórica cuál es su voluntad política y si va a saldar la deuda de los 154 mil 200 millones de pesos que mantiene con la agricultura tradicional del sur de Chile.
Por lo tanto, pido oficiar a los ministros del Interior, de Agricultura, de Hacienda, de Economía y al Secretario General de la Presidencia, además a todas las agrupaciones agrícolas del sur de Chile, en cada una de sus áreas, información que haré llegar a la Mesa en su oportunidad, con copia del texto de mi intervención, para que tengan la oportunidad de conocer mi posición y del valiosísimo documento que elaboró la Comisión de Agricultura respecto del Tratado del Mercosur.
He dicho.
El señor LETELIER, don Felipe (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios en la forma solicitada por su señoría.
"