. . . " \nEl se\u00F1or OJEDA (Vicepresidente).- \n \n Tiene la palabra la diputada se\u00F1ora Laura Soto. \n \nLa se\u00F1ora SOTO (do\u00F1a Laura).- \n \n Se\u00F1or Presidente, tras 25 a\u00F1os, con la discusi\u00F3n en la Sala de este conjunto de reformas sustantivas a la Carta Fundamental, comienza a sellarse la suerte definitiva de un modelo de sociedad pol\u00EDtica y de institucionalidad p\u00FAblica que, ideado en medio de la guerra fr\u00EDa, pretendi\u00F3 ir contra la historia, transformando a Chile en una especie de \u00EDnsula neoconservadora, marcada por el pensamiento tomista del m\u00E1s viejo cu\u00F1o, y anclada en las l\u00F3gicas de poder del siglo XIX, en lugar de mirar y proyectarse al siglo XXI. \nChile, a diferencia de todos los pa\u00EDses que han realizado procesos de transici\u00F3n desde reg\u00EDmenes autoritarios, no elabor\u00F3 una nueva Constituci\u00F3n. En Argentina, Uruguay , Brasil, en Am\u00E9rica Latina; en Espa\u00F1a, Italia y Alemania, en Europa, el retorno a la democracia fue acompa\u00F1ado de la b\u00FAsqueda y el logro de un gran consenso constitucional. En Chile, en cambio, optamos por un camino distinto, el de transitar por los estrechos senderos dise\u00F1ados con mano ingenieril por los arquitectos y mentores del r\u00E9gimen autoritario. \nLas reformas que conocemos hoy hay que reconocerlo son el fruto de un acuerdo pol\u00EDtico que valoramos, pero que nos impide avanzar, como una especie de camisa de fuerza, m\u00E1s de lo que aqu\u00ED se expresa. \nEn realidad, como dijo el diputado se\u00F1or Zarco Luksic , a pesar de esta limitaci\u00F3n, al menos hay cuestiones que dan cuenta de otro Chile hoy d\u00EDa. Hemos barrido con los enclaves autoritarios, cuesti\u00F3n que hay que celebrar, porque llevamos mucho tiempo detr\u00E1s de esto. Hoy lo hemos conseguido. Se termina la tutela militar y la inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y del general director de Carabineros; se consagra la generaci\u00F3n democr\u00E1tica de las c\u00E1maras legislativas; se perfecciona el estatuto de los derechos y garant\u00EDas constitucionales, punto en el cual cobra especial importancia el reconocimiento quiero decirlo aqu\u00ED con fuerza, pues hay mucha gente que est\u00E1 tras esta cuesti\u00F3n tan justa de nuestros pueblos originarios, que hoy aprobaremos; se perfecciona el sistema de control pol\u00EDtico, para evitar excesos del poder de un gobierno que sigue siendo extremadamente aut\u00F3nomo y poderoso; terminamos con el oprobio de que los hijos de chilenos nacidos en el extranjero no son chilenos. En la actualidad, hay una nueva mirada, se hace justicia con ellos. Adem\u00E1s, se deja en claro la naturaleza y alcances del Consejo de Seguridad Nacional. \nSin embargo, hay algo que nos duele profundamente, porque desde la vuelta a la democracia se ha enarbolado como un s\u00EDmbolo de una democracia verdadera: terminar con el sistema electoral binominal. Es un tema pendiente que eclipsa los avances realizados. Ese sistema impide la representaci\u00F3n de todas las fuerzas pol\u00EDticas en los hemiciclos del Congreso Nacional. Chile no lograr\u00E1 superar el test de la blancura democr\u00E1tica mientras partidos pol\u00EDticos que obtienen m\u00E1s de medio mill\u00F3n de votos a nivel nacional no puedan tener un esca\u00F1o en esta Sala, que el pueblo leg\u00EDtimamente les ha dado, pero que el conservadurismo de unos pocos les niega. La Derecha no quiere y se opone, porque, como ha dicho muchas veces el Presidente Lagos, para ella es lo mismo 33 que 66. M\u00E1s que una cuesti\u00F3n doctrinaria, se trata de un sistema electoral que permite a algunos seguir conservando privilegios que, a nuestro juicio, son ileg\u00EDtimos. \nChile quiere m\u00E1s democracia. La sociedad avanza con m\u00E1s rapidez y decisi\u00F3n que las elites pol\u00EDticas, en orden a construir un sistema de vida m\u00E1s justo, en el que no haya discriminaci\u00F3n ni exclusi\u00F3n, sino participaci\u00F3n. Ello s\u00F3lo ser\u00E1 posible cuando, entre otras cosas, tengamos un r\u00E9gimen pol\u00EDtico m\u00E1s abierto y m\u00E1s legitimado, donde el poder se reparta entre m\u00E1s personas a lo largo y ancho del territorio nacional. \nPor lo menos, hemos avanzado en materia de regionalismo, y podemos decir que el Presidente de la Rep\u00FAblica tiene la facultad de convocar a un plebiscito cuando existan discrepancias entre ambas c\u00E1maras del Congreso Nacional respecto de un proyecto de reforma constitucional. Sin embargo, lo anterior no es suficiente. Pensando en eso, he presentado a la consideraci\u00F3n de la C\u00E1mara de Diputados un conjunto de indicaciones tendientes a reformar el r\u00E9gimen pol\u00EDtico del pa\u00EDs. Lo hice a sabiendas de que no hab\u00EDa ni inter\u00E9s, ni voluntad de enfrentar un proceso de reforma radical y profunda de nuestra forma de gobernarnos y de relacionarnos con la sociedad. Ese ser\u00E1 el debate del ma\u00F1ana. \nAcabada la transici\u00F3n pol\u00EDtica y abiertas las puertas a todos nuestros compatriotas, tendremos que sentarnos a pensar con calma si realmente tenemos el mejor sistema de gobierno para asegurar la sustentabilidad de una democracia pluralista, moderna y m\u00E1s din\u00E1mica. \nLa sociedad chilena est\u00E1 ad portas de cambios paradigm\u00E1ticos. El poder presidencial, heredero de la oligarqu\u00EDa decimon\u00F3nica y del poder real de la \u00E9poca de la Colonia, comienza a ser cuestionado. El Congreso Nacional aparece como una asamblea necesaria, pero no suficiente para absorber la demanda de participaci\u00F3n y de decisi\u00F3n colectiva del pueblo. Tambi\u00E9n ha entrado en cuesti\u00F3n el modelo de control pol\u00EDtico y jur\u00EDdico de los actos de los \u00F3rganos p\u00FAblicos. Las regiones comienzan a asomarse con fuerza como el nuevo espacio de desarrollo de la civilidad y de la democracia, con autonom\u00EDa y libertad para asumir nuevos rumbos. El Congreso Nacional y sus procedimientos legislativos se convierten, a veces, en un obst\u00E1culo para el desarrollo de un pa\u00EDs. En ese sentido, un sistema unicameral, siguiendo la experiencia de la pol\u00EDtica comparada, aparece como una alternativa digna de estudio. En fin, son nuevas formas de ver el mundo y de concebir la sociedad y sus anhelos de cambio. \nAntes de terminar, quiero expresar, en nombre de los diputados de la Comisi\u00F3n, nuestra molestia por haber tenido que trabajar de un modo realmente inaceptable. Tuvimos muy poco tiempo, con lo cual tambi\u00E9n contribuimos a presionar a la Secretar\u00EDa. \nHe dicho. \n \n " . . . . . . .