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El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , esta semana -y gracias a la presentación del ex Diputado Arturo Longton - la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Chile por violar el derecho al acceso a la información pública contenido en el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Corte constató las prácticas estatales de reserva al señalar que "los funcionarios públicos no responden efectivamente a las solicitudes de información". Por ello, no sólo obliga al Estado a entregar la información requerida por las víctimas, sino que además ordena realizar cambios normativos y suprimir las prácticas de los órganos estatales que violen esta garantía. Al respecto, señala que "Chile debe adoptar las medidas necesarias para garantizar la protección al derecho de acceso a la información bajo el control del Estado".
Señor Presidente , la verdad es que en nuestro país ha habido un rico debate sobre este tema. De hecho, aprobamos una reforma constitucional donde se dispone que todos los actos y resoluciones del Estado son públicos, excepto los relativos a algunas materias, cuyo carácter privado o secreto deberá establecerse mediante una ley de quórum calificado.
Sin embargo, a pesar de tales disposiciones, todo sigue igual o casi igual. Daré sólo algunas cifras.
En esta Corporación, los Senadores habitualmente amenazamos con no dejar entrar a la Sala a los Subsecretarios y a los asesores de los Ministros, como única forma de presionar para que nos contesten los oficios.
En el periodo de enero a mayo de 2005, de 362 oficios enviados, 45,4 por ciento fueron contestados; o sea, sólo 164. Entre junio de 2005 y enero de 2006, se enviaron 594 oficios y se respondieron solamente 267, o sea, 44,95 por ciento.
No dispongo de la información hasta el momento actual, señor Presidente. Pero puedo decir, en lo que a mi caso se refiere, que hace tres meses -¡tres meses!-, junto al Diputado señor René Aedo , le pedí personalmente al Presidente Ejecutivo de CODELCO que me proporcionara el informe de una empresa australiana sobre la base del cual se tomó la decisión de cerrar la División El Salvador. ¡Hoy -y lo digo con gran irritación, porque le debo respeto a mi cargo de Senador- me ha respondido mandando un resumen ejecutivo del texto!
Deseo consignar que entiendo los informes completos. No es necesario que me envíen resúmenes.
¡Me encuentro cansado de estar rogando a empresas del Estado cuyos titulares -el Presidente Ejecutivo de CODELCO , el Presidente de BancoEstado , el de Televisión Nacional- siguen manteniendo demandas de mera certeza! ¡Hasta cuándo seguimos "lavándonos la cabeza" de que somos un país transparente, en circunstancias de que no es así! ¡Aprobamos reformas constitucionales, aprobamos leyes, y nadie las cumple...!
Por mi parte, me opondré a que entren a la Sala los subsecretarios. ¡Y ahora sí que lo cumpliré! Ya le advertí a la señora Subsecretaria de Desarrollo Regional, quien se hallaba aquí, que no quería hacerla pasar un mal rato.
¡Pero lo que he expuesto no lo aceptaré, señor Presidente ! ¡Hasta cuándo...! ¡Se trata de la Región que represento! Le he pedido al funcionario que tenemos a cargo de CODELCO -¡es un funcionario!-, a su Presidente Ejecutivo , que nos entregue una información básica. ¡No existe transparencia para ello!
¡Y varias de estas empresas, que integran en sus directorios a ministros de Estado, mantienen todavía en los tribunales demandas de mera certeza, para no entregar antecedentes!
Por suerte, la Corte Interamericana ignora lo sucedido, porque aún no lo hemos presentado; pero, francamente, estamos haciendo el ridículo frente al mundo con un país que sigue guardando secretos respecto de cosas que no lo ameritan.
Me he impuesto en los medios de comunicación de que el Ministro señor Lagos Weber , a quien acabo de hacerle presente el mismo asunto, afirma que aquí "no hay secretismo", "que desde el 98 a la fecha -oportunidad en que Marcel Claude y Arturo Longton hicieron la presentación- ha habido una serie de cambios a la legislación para facilitar el acceso a la información. Entre ellos, la ley de probidad" y otras más. Insistió en que "el acceso a la información está garantizado constitucionalmente.".
¡Parece que esa garantía no rige para el Senado de la República ni para la Cámara de Diputados, a la que le corresponde, de acuerdo con la Carta, la facultad fiscalizadora!
Quiero formular sólo una reflexión, señor Presidente. ¿Por qué no se aplica el mismo criterio a los contribuyentes cuando el Servicio de Impuestos Internos les pide una información? ¿O el Ministro mencionado u otros le señalarán a alguno de ellos: "No mande los antecedentes, porque después veremos"?
Por el respeto de esta Institución, más allá de los colores políticos, señor Presidente , le pido a usted, que se halla en este minuto dirigiendo la sesión, que les haga llegar nuestra preocupación a los ministros de Estado , para no tener que recurrir a los tribunales internacionales a fin de que se conteste a un Senador por qué están cerrando la División El Salvador completa y existe tan poca transparencia.
Solicito que se remita mi intervención al Ministro señor Lagos Weber y se le advierta que no mande más subsecretarios a esta Corporación, porque no dejaré que entren al Hemiciclo. ¿Por qué? Porque estoy cansado de esperar que me envíen una respuesta como corresponde. No necesito que después de tres meses me despachen el resumen de un informe.
Al señor Arellano le quiero expresar que entiendo los textos completos y que si contienen algún tema que no puede dar a conocer públicamente debe plantearlo con el carácter de reservado: leeré el documento respectivo en la oficina del señor Secretario.
¡Pero, por favor, cumplan con la ley! ¡Se trata de funcionarios públicos a los que hemos nombrado para que administren nuestras empresas, no la de ellos! ¡Porque pareciera que se han adueñado, no sólo de la información, sino de las empresas completas!
Gracias.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Se enviará su intervención, señor Senador, como lo ha pedido.
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