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- rdf:value = " INFORME SOBRE LABOR DE COMISIÓN ESPECIAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Por acuerdo unánime de los Comités, los primeros treinta minutos de esta sesión se destinarán a oír el informe que el Honorable señor Flores dará acerca de la labor de la Comisión Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor FLORES.-
Señor Presidente, agradezco mucho a la Mesa y al Senado la oportunidad que me brindan de dar cuenta, de manera un tanto anormal, acerca de los resultados a que ha llegado la Comisión Especial que me toca presidir.
Creo que tanto la tarea de ese organismo cuanto el trabajo que realice la Corporación en adelante serán decisivos para el futuro del empleo en nuestro país en lo que respecta tanto a la calidad de la ocupación como a la riqueza de vida que los chilenos puedan tener.
Recibimos a gran número de personeros de Gobierno y a integrantes de la Comisión que preside el ex Ministro de Hacienda señor Eyzaguirre , y la verdad es que no existe el ánimo de apoyar el proyecto del Ejecutivo en los términos en que lo envió la Administración anterior.
Hemos tratado de entender de mejor manera el problema y, a la vez, de iniciar conversaciones con el Gobierno para perfeccionar la iniciativa. A mi juicio, es necesario hacerlo.
El Ejecutivo puso simple urgencia al proyecto, pero creo que será menester cambiarla, porque de otro modo no podremos realizar la labor en el plazo que ella significa. Además, la idea es que nuestro trabajo pase a las Comisiones de Educación y de Hacienda antes de ser despachado.
Como el asunto es bastante importante, valdría la pena ilustrar al Senado para ayudar a entenderlo un poco más. Si Sus Señorías me lo permiten, me referiré a algunas cosas que aparentemente se alejan del proyecto mismo, pero que al final inciden en la naturaleza del tema de la innovación.
IMAGEN 1
Lo primero que se debe decir es que la innovación no es algo relacionado con el que hace cosas, sino con el que compra. O sea, la innovación es todo lo que la gente considera bueno y necesario para llevar a cabo algo y está dispuesta a pagar un precio diferencial.
Por eso en el gráfico puse en rojo -ya lo vamos a ver después- que la innovación puede ser riesgosa y constituir un desperdicio, aunque sea bien hecha.
Si Sus Señorías lo piensan bien, ¿por qué la ATT, IBM y XEROX, que eran compañías líderes, perdieron el liderazgo innovador en su campo a pesar de haber albergado a Premios Nobel, a científicos, y de que reunían muchos elementos considerados como condiciones necesarias para el éxito? Paradójicamente, Steve Jobs , que no posee estudios universitarios, ha introducido cuatro innovaciones importantísimas en el mundo, la última de las cuales es el iPod y la venta de música.
Ello, porque al final innovar no es aplicar la ciencia, sino el éxito de producir diferenciación en el mercado. Esto aparece en color azul en el gráfico.
Entonces, se pueden distinguir tres innovaciones productivas, que son diferenciaciones que ocurren cuando se crea un producto o servicio y se paga un precio diferencial durante cierto tiempo. Ésos son el negocio y el ideal de innovación.
El segundo tipo de innovación es la neutralización. Sus Señorías deben de conocer la historia de Netscape y de Explorer. Esta última entra posteriormente, con mucho músculo, y al final desplaza. Y lo hemos visto en varios casos.
Entonces, la neutralización normalmente es un agente que parte segundo, pero que tiene músculo, capacidad, y logra superar a un diferenciador que ingresó antes que él.
Y en tercer lugar están las innovaciones de productividad. En buen castellano, baja de costos. Muchas veces los clientes no ven eso, pero están ahí.
Ahora, ¿qué está provocando esto en el mundo? Yo diría que la red digital, la presencia de software y la revolución en los materiales, que hacen que todo sea cada vez más rápido.
En mi opinión, eso tiene enormes consecuencias sobre el empleo y el salario. No es posible tener buenos trabajos si uno no participa en la producción y en la innovación.
En Chile hemos tenido innovación importante con la inversión en salmones. Su cultivo fue un ejemplo típico de innovación. Ello nos permite llevar diariamente salmón fresco a Nueva York. No hay que desperdiciarla.
La innovación no tiene por qué ser tecnología de punta, sino la aplicación de conocimiento o de formas de comercialización relevantes.
Entonces, es perfectamente posible ¿y por eso el color rojo en el gráfico- que uno realice esfuerzos innovadores que al final sean desperdiciados.
Los señores Senadores recordarán que el laboratorio más famoso del siglo XX fue Bell Labs . La compañía ATT desapareció, y ese laboratorio se vendió. O sea, se puede hacer una gran labor de investigación y desarrollo y fallar por completo.
Y deseo insistir mucho en eso. Porque cada vez que hablamos de innovación y de desarrollo pensamos en ciencia. Ésta es importante. No tengo nada en su contra ni pretendo reducir el presupuesto de los científicos. Lo único que quiero decir es que aquello no es suficiente para posibilitar el salto que necesitamos dar.
Sigamos.
Por otra parte, la innovación tiene que ver con redes. En muchas industrias, las redes mundiales son las de venture capital. No se puede hacer software, hardware ni innovar en salud ni en energías renovables si no se está metido en ellas.
Curiosamente, las redes son extraordinariamente provincianas, en el sentido de que no salen a buscar, sino que se debe ir a ellas. La mayoría está localizada en Sandhill Road, en el entorno de la Universidad de Stanford, donde se ubican los capitalistas de riesgo. Y éstos no son muy distintos de lo que imaginamos.
Cuando se dice "Vamos a tener capital de riesgo en Chile", ello no es tan fácil, porque no se trata de un problema de finanzas fundamentalmente, sino de redes de gente que ayuda a otros que tienen ideas para salir adelante. Y en Chile no tenemos esas redes.
La CORFO es incapaz de hacer eso. No lo digo como crítica, sino simplemente porque, para lo que hoy se requiere, ello no es posible.
Entonces, ¿cómo vamos a romper esto?
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En esta imagen tenemos a NEA (los señores Senadores podrán ver detalles en el sitio web nea.com), la compañía de venture capital más exitosa, que debe de tener 300 a 400 empresas en las cuales invierte; de ellas, 180 no son públicas. Pero la información está ahí. Y se puede ver parte del futuro. También figuran los productos que se están inventando en el mundo.
IMAGEN 3
En este interesante cuadro figura la más famosa de todas: Kleiner, Perkins, Caufield & Byers, radicada en Palo Alto. Si Sus Señorías se fijan, Google y Yahoo son parte de las compañías que ha sacado esa gente, que hoy día tiene trabajando a Colin Powell, uno de los juniors, quien se halla recién llegado.
Hay también una empresa bien interesante, porque se está extendiendo. Por ejemplo, ha inventado un área de inversión: bioterrorismo y pandemias. Define en parte el futuro, y no se encuentra en el negocio de las finanzas.
Cuando estaba en los Estados Unidos, me pareció un mundo extraordinariamente provinciano: Boston y California, nada más. Y se fue extendiendo. Hoy son cuatro más los países a los cuales llegan estos fondos.
Ése es el club donde debemos estar. Y voy a decir cómo se halla integrado: Israel, Taiwán, China e India.
Entonces, el venture capital americano se ha extendido hacia esas naciones. Hoy no sólo es posible tener brain drains, sino también circulación de cerebros. Gente que está en Silicon Valley , después se va a vivir a esos lugares y continúa con sus inventos. Por ejemplo, el chip que usa el iPod fue inventado por un hindú que vive en la India, trabaja con cinco personas y gana royalties. Y las cosas se hacen en Taiwán.
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El siguiente cuadro muestra a Khosla Ventures. A mi juicio, Vinod Khosla es una persona a la que debiéramos invitar. Se trata de un hindú que posee una fortuna de 2 mil millones de dólares, que la ha hecho en venture capital en los Estados Unidos, donde vive, y ahora se dedica a los fondos de interés social. No se ha olvidado nunca de que es hindú. Nos dice: "He dejado de lado la idea de ser llamado "capitalista de riesgo". Yo soy un asistente de riesgo. Ése es mi negocio, y mi meta es ser el mejor asistente que hay para alguien que trata de construir una exitosa compañía basada en tecnología.".
Países como México, Chile e incluso Brasil -el que más destacaría-, no han sabido cómo meterse en esto. Y, por ello, al final producimos una patente al año por millón de habitantes, lo que por lo demás no da ningún rendimiento.
Estamos fuera de ese circuito, y deseo llamar la atención de mis colegas Senadores acerca de que el país debe hacer un gran esfuerzo para insertarse en él.
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Otras actividad de Khosla es el etanol. Y nos señala: "Preferimos la honradez brutal a la cortesía hipócrita"; "Nunca votamos contra los equipos de gerencia en nuestro rol de directores, excepto al tomar decisiones de CEO"; "Una vez que escogemos un equipo de gerencia, lo respaldamos plenamente.".
Tal es la filosofía con la cual operan estas personas. Y Khosla es una de ellas.
Menciono esto porque, cuando uno presenta tales ideas, muchas veces se dice que se trata de un juego norteamericano. No es así: la tecnología es un juego mundial. Uno no hace productos locales. Por ejemplo, si se quiere elaborar una vacuna, debe utilizarse una tecnología general que afecte a cierto nicho de mercado, aunque sea local.
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Para entender un poco las preguntas que debe responder una compañía tecnológica, agrego un cuadro que saqué de NEA. Lo primero que hay que contestar es si el producto o el servicio es realmente único; porque todo venture capital se basa en que se obtendrán ganancias extraordinarias en alguna de las aventuras y se perderá en la mayoría de ellas.
Entonces, la filosofía de esto es que el cuento debe ser de crecimiento exponencial diferencial; de otro modo no existe venture capital: será otra la forma de financiamiento.
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Volviendo al punto relacionado con la forma como están funcionando nuestros competidores aliados, deseo comentar un aspecto relativo a Singapur, país con el que firmamos un convenio tecnológico la semana pasada.
A mi juicio, dicha nación está definiendo los estándares de los países chicos respecto de la red digital. No hay otra cosa que éstos deban realizar antes de entrar al mundo de la innovación tecnológica que tener una infraestructura digital adecuada. He estudiado bastante acerca de ello. Y si Sus Señorías buscan en la red, van a encontrar en el sitio www.in2015.sg -que yo recomiendo- una página extraordinaria que resume la manera en que funciona Singapur.
En primer término, hay una declaración de un Ministro que señala: "En el año 2015, al término de un proceso, Singapur va a ocupar el primer lugar del mundo en esto. Y vamos a ser atractivos por esto. Y esto es necesario tanto para agregar valor a la economía como para tener una sociedad que funcione .
Y hay varias metas: crear 80 mil puestos de trabajo, generar 60 billones de dólares más en exportación, etcétera.
Pero yo deseo quedarme en la última: que el 90 por ciento de la gente de Singapur tenga un ancho de banda de un gigabyte en el año 2012.
La voz consume 0,2 megabytes. Quiere decir, pues, que ella será prácticamente cero con respecto a lo que es hoy. Por lo tanto, en esa sociedad la telefonía va a ser gratuita.
Entonces, debemos caminar hacia eso. Y mientras no pensemos en una televisión con el mejor ancho de banda y en el problema de la telefonía como una manera de "pegar saltos", no lo vamos a lograr.
Por lo tanto, el primer punto de un programa de desarrollo de innovación tiene que ser crear en el país una infraestructura digital y de comunicaciones con metas similares a las señaladas precedentemente.
Entiendo que el Gobierno está avanzando algo en eso. Y podríamos conversar más sobre la materia.
En la Comisión no consideramos todas estas historias como parte de aquello sobre lo que debemos legislar. Pero sí tenemos que hacerlo en el contexto.
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En cuanto a la tecnología, lo que se necesita es conmocionar. Y quiero a este respecto rendir un homenaje a mi colega y rival en algunas ocasiones, el Senador señor Girardi , quien puso en el tapete de la discusión la obesidad, tema sobre le cual tuvimos una sesión magnífica hace pocos días y que ahora quiero tocar.
En Chile nos falta atisbar con anticipación lo que sucederá. Porque llegamos tarde, y lo central en materia de tecnología es hacerlo antes. No es factible tener tecnología de punta si no se está un poco adelantado. Se puede arribar segundo. Pero aquí no resulta cierto lo que señala una canción mexicana en cuanto a que sólo importa llegar: hay que llegar, a lo más, segundo o tercero.
Creo que los problemas de Chile son en esencia de creatividad tecnológica. Y eso requiere definir de qué políticas se va a encargar el país. Por ejemplo, la obesidad debería ser una fuente de inspiración médica, de servicios, etcétera, bastante importante.
Entiendo que el Gobierno ha formado una comisión encargada de algo más que de asignación de recursos. Y sería muy estrecho considerarla como asesora de la Presidenta de la República , que distribuya el presupuesto y entregue una recomendación.
Si eso es todo lo que hacemos en tecnología, no vale la pena legislar ni hacer nada. Debemos entender que ésta es nuestra gran oportunidad de diseñar un sistema nacional de innovación que detecte dónde estará la gente que va a diseñar el mundo posible que afecte a los chilenos, las metas nacionales consensuadas -que no se discuten-, los fondos de inversión y los contactos que el país necesita para salir adelante en estas materias.
Deseo comentar un diagrama que me llamó la atención.
Hace unos diez días me correspondió asistir a un foro sobre estas cuestiones en la CEPAL, donde se invitó a un experto miembro del Consejo Nacional de Innovación de Australia. Y encontré este cuadro. Me pareció interesante, y desearía que Sus Señorías lo apreciaran.
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Aquí hay una especie de torta de tres bases y tres pisos. En las bases se encuentran la educación y la capacitación que se requieren; la regulación y los procesos que debemos poner en marcha y las instalaciones y la infraestructura necesarias. En cuanto a estas últimas, quiero insistir en que la más importante es la infraestructura digital, que es la más barata y la más decisiva para el problema de la sociedad, y que hoy día llamamos "Internet".
Pienso que las Fuerzas Armadas, por ejemplo, podrían realizar una labor muy significativa si encabezaran parte de la tarea de creación de la infraestructura digital que se requiere.
Además, hay tres niveles. Uno es el de la "Innovación basada en el uso intensivo de las ciencias". Toda sociedad moderna requiere un grupo de científicos de calidad a los que se les pague por hacer lo que deseen, no lo que nosotros queramos. ¿Por qué? Porque no podemos comprender el sentido de lo que pasa en el mundo si no contamos con un número importante de ellos.
Por ejemplo, hoy está claro que existe en el mundo de los materiales una revolución que tarde o temprano va a afectar a la minería: la nanotecnología. Ésta opera a nivel de manipulaci��n de átomos -no de reacciones químicas-, en un orden de magnitud de millonésimas de milímetros.
En nuestro país, el profesor Lund, de la Universidad de Chile, es el único que sabe algo de eso; nadie más.
En el campo de la nanotecnología, hay conductores de carbono que tienen mejor conductividad que el cobre. Todavía no están en el terreno económico. Pero cuando lo estén, ¡Dios nos libre! Y eso puede ocurrir en diez años más.
Quiero dar otro par de ejemplos.
Un profesor que trabaja con Pablo Valenzuela está haciendo ciertas investigaciones relacionadas con reproducción. Se encontró de repente con el entendimiento del cáncer de una manera diferente. Y eso, de tener éxito, podría convertirse en una industria de varias decenas de billones de dólares, más grande que CODELCO.
La pregunta es cómo hacemos para que este tipo de chilenos, que no son empresarios y no van a constituir empresas, de un lado, tengan la chance, y de otro, sean acompañados por el país en algo que abre posibilidades tan grandes.
Otro caso: hay quienes están estudiando las moléculas de la marea roja, las cuales poseen propiedades inmensas.
Un nivel diferente es el de la investigación basada en misiones. Pero para que algo tenga misiones se debe contar con un plan de desarrollo, con metas nacionales. Y la gran pregunta que debemos formularnos es cómo elaborar metas, abrir mercados y estimular la iniciativa privada cuando hoy día no tenemos la institucionalidad indispensable para hacerlo.
Después tenemos la innovación basada en el uso intensivo del conocimiento. Aquí se hace lo que todo el mundo ya sabe realizar y aplicar bien.
Ésos son los tres niveles.
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Pero Australia también define políticas. Y distingue cuatro prioridades nacionales en relación con la tecnología. La primera, se refiere a un ambiente sustentable; la segunda, a la promoción y mantención de una buena salud.
Nosotros necesitamos el equivalente, porque de lo contrario los programas de Innova o de la CORFO no tendrán un marco. No habrá empresas ni clusters que se basen puramente en iniciativas individuales.
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Tomé el caso australiano e hice un esquema para Chile sólo con el ánimo de mostrarlo a Sus Señorías.
La parte superior representa las políticas; después viene el progreso en las ciencias -del cual ya hablamos- y luego los programas. Por ejemplo, en nuestro país podríamos tener un programa de desarrollo tecnológico en la acuicultura, en la selección de especies cultivadas, en la prevención de la obesidad, en el cuidado del medio ambiente, etcétera.
Me interesa que Sus Señorías entiendan que los grandes avances de un país radican en su fuente tecnológica. Problemas y tecnología son la misma cosa. Pero eso requiere tomar la decisión de invertir a largo plazo.
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Aquí vemos un ejemplo más en detalle respecto de cómo se pueden ir creando empresas. Lo que ahí figura representa el nivel de la empresa privada; el siguiente, el de los centros nacionales de excelencia.
En definitiva, en la Comisión -y es lo más importante que diré- se llegó al siguiente consenso: pensamos que deberían crearse macrorregiones de investigación y de desarrollo. Esto tendría que ser a través de una descentralización y de entidades que posean cierta autonomía y no tengan burocracia, con participación de las fuerzas vivas y políticas de cada región. Además, deberían tener la capacidad y la responsabilidad necesarias para monitorear un par de proyectos de desarrollo en metas de diez años; fomentar centros de investigación; dar recursos a iniciativas privadas para alguna fórmula que se encuentre o para cierto proyecto educativo que esté a la altura de los programas de desarrollo.
Por ejemplo, en la zona norte sería absurdo continuar dividiendo las Regiones en esta materia, que es la tendencia que evidenciamos en los otros proyectos. La minería del cobre en esa parte de nuestro territorio podría tener un foco en la biotecnología, que aún no se desarrolla. Una empresa estatal mixta est�� trabajando en ello -BioSigma-, pero se encuentra en Santiago.
En segundo lugar, debería concretarse un proyecto de centros educativos de excelencia; una escuela de minería de primer nivel en el mundo, pero desde esta perspectiva y no de la minería antigua, porque tiene que desarrollarse la ingeniería.
Otra iniciativa típica en el norte sería aplicar tecnología de punta para el uso de recursos hídricos en el desierto. Ahí tendríamos otra historia.
Lo anterior resulta muy importante, toda vez que las Regiones empezarían a tener su propia política de relaciones exteriores. Porque el problema ahí planteado se parece al del norte de Australia, al de Israel. Y la dificultad estriba en dónde conseguir socios para tal aventura, ya sea compartiendo patentes, o haciendo otras cosas.
A pesar de lo que dije del venture capital, es preciso señalar que no toda la innovación tecnológica se financia con él. Hay muchas razones por las cuales hacer esto.
En conversaciones con personas de Australia y de Nueva Zelanda, en particular, pudimos comprobar que esos países están bastante abiertos a asociarse con el nuestro. Somos demasiado chicos y compartimos una serie de problemas tanto ecológicos como logísticos, lo cual nos posibilitaría realizar nuestros posgrados e investigaciones de largo plazo en conjunto. A mi juicio, ése es el camino por seguir.
No olviden Sus Señorías que estamos entrando en un mundo donde las patentes en el área biológica se están imponiendo por todos lados. Y, en realidad, los agricultores siempre terminan vendiendo su tierra. La patente no siempre será necesariamente transgénica. La gente confunde, pues una patente puede ser genética por selección, pero patentable por métodos genéticos. Eso puede afectar la agricultura en forma extraordinaria.
De la misma manera, podría ser aplicable en la fruta, en el vino, en otras zonas, en el sur. Yo creo que son cinco o seis regiones como máximo las que el país necesita desde esta perspectiva.
He comentado este asunto con algunos señores Senadores presentes en la Sala, y con otros que no están, y he encontrado buena respuesta en ellos.
Quiero terminar el informe, señor Presidente , diciendo que he planteado al Ejecutivo que no existe espíritu en el Senado, en general, para aprobar el proyecto tal como está, pero que sí lo hay para que se envíe una iniciativa con modificaciones, con una red de investigación y desarrollo que tome en cuenta el aspecto regional. Y la manera de hacerlo es a través de las macrorregiones. De otra forma, no va a funcionar.
Deseo manifestar a Sus Señorías que aquí no se hallan en juego los 90 millones de dólares asignados este año ni los 200 que probablemente se destinarán el próximo. Se trata de mucho más dinero. Porque si surge esta institucionalización, cualquiera que sea, al final se necesitarán entre mil y mil 500 millones de dólares. Ese dinero está, pero el problema es dónde ponerlo.
Por consiguiente, no se puede discutir todos los años asignaciones presupuestarias.
Quise dar cuenta a la Sala de nuestra labor, porque me parecía pertinente hacer ver que en relación con el Fondo de Innovación y Productividad el problema no se halla, tal como está planteado en la normativa, en asignar fondos y crear una comisión asesora que, por lo demás, deja fuera al Parlamento.
Considero que a través de la forma que señalé, también el Congreso puede participar de mejor manera, a través de las Regiones.
Entregué esta información, porque necesito ayuda de los Comités y de otra gente, para seguir la conversación con el Ejecutivo y preparar un proyecto de ley que consigne las modificaciones adecuadas.
El señor Ministro de Hacienda ha estado abierto al diálogo. Y yo deseo saber si estoy siguiendo una línea que corresponde a la de los señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
¿Algún comentario, o quedamos hasta aquí?
La señora MATTHEI .-
¡Su Señoría tiene toda la ayuda del mundo!
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Me parece.
A mi entender, el Senado tendría que seguir apoyando a la Comisión. Yo diría que, de momento, lo más importante es la celeridad, porque el 30 de septiembre vamos a discutir el proyecto de Ley de Presupuestos. Allí veremos si vienen o no asignados los primeros fondos para este año y el próximo.
El señor FLORES.-
Señor Presidente , solicito que todos los materiales que preparé se hagan llegar en detalle a los señores Senadores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Así se hará.
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica
.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , sólo tengo una duda sobre el particular.
Estoy totalmente de acuerdo con lo planteado por el Senador señor Flores. Pero me parece que el proyecto enviado por el Gobierno respecto del financiamiento de la innovación tecnológica tiene un error conceptual básico: concentra el mayor origen de los recursos en el cobre, en las patentes mineras.
Estimo que eso constituye un error que el Ministerio de Hacienda ha cometido en forma permanente. Creo que esos dineros debieran aportarse en la Ley de Presupuestos y no estar amarrados a platas que se generan en ciertas Regiones, y que se originaron, por lo demás, en un proyecto para beneficiar a esas zonas y no para la innovación tecnológica.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , como lo habíamos conversado con el Honorable señor Flores, resulta claro que de la aprobación de la ley depende un número considerable de estudios. Todos los proyectos científicos son de largo aliento. Los importantes no se refinancian en un solo año, sino en varios consecutivos.
Por lo tanto, el retraso en contar con claridad con los fondos necesarios para todos los proyectos también está impactando en las investigaciones que se desarrollan, en especial en universidades y centros de investigación fuera de la Región Metropolitana y no necesariamente en el norte del país.
En consecuencia, después de la intervención de Su Señoría, la aprobación de este proyecto -que, en definitiva, constituye el texto final que va a guiar el desarrollo no sólo de la inversión, como dijo el Honorable el Senador señor Flores, sino que más bien va a pautar la orientación de la investigación científica y tecnológica en Chile, sobre ciencia y tecnología- requiere premura.
En realidad, hay que ver si es posible pedir al Ejecutivo que lo califique con urgencia "suma", porque no sólo hay que priorizarlo en la discusión presupuestaria que se agota en octubre, sino también definir, de aquí en adelante, la asignación de recursos provenientes de ese fondo.
Y no me cabe ninguna duda de que, dada la característica de la iniciativa, va a comenzar a ser una guía respecto de los otros fondos. Porque el debate está -no sé si lo planteó el señor Senador- en cómo integrar el resto de los suministros de capital, de manera de tener un sistema de financiamiento para la ciencia y la tecnología, y no aportes que operen en forma individual.
Por eso el Senado debiera apurar el debate. Y estamos en condiciones de priorizarlo sin necesidad del Gobierno.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra la Senadora señora Alvear.
La señora ALVEAR .-
Señor Presidente , en la Comisión concordamos unánimemente en la propuesta formulada en esta ocasión por el Senador señor Flores.
En verdad, debemos enfocar nuestra mirada de futuro en el indispensable desarrollo de nuestro país.
Sabemos muy bien que invertimos escasamente en tecnología. Y lo poco que se destina está orientado a las ciencias básicas y no a las aplicadas. Además, no existe una relación entre el sector privado y el público, ni tampoco entre las universidades.
De mantenerse la situación actual de repartir los fondos en distintos lugares e instituciones y picotear en diferentes cosas, no habrá una perspectiva de proyectos de desarrollo de las macrorregiones como se planteó en la Comisión.
Por eso, nos parece de la mayor importancia que se mire el proyecto en función del largo plazo, pero con la premura que requiere, dada la importancia del tema.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Señor Presidente , ha sido muy interesante la intervención del Honorable señor Flores.
Me quedan algunas inquietudes, pues lamentablemente tuve que salir de la Sala en la mitad de su exposición.
Cuando el señor Senador habla de las macrorregiones, ¿se refiere a la forma como organizar el trabajo del Consejo de Innovación, que supondría -por así decir- la existencia de comités por cada una de ellas que estarían subordinados a dicho organismo? ¿Tendrían las macrorregiones atribuciones para asignar o para proponer?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Flores.
El señor FLORES.-
En eso radica el quid del asunto. Puede ser un proceso. Pero para que el país pueda funcionar tiene que haber una instancia de creación de planes de desarrollo a niveles nacional y regional.
Crecientemente, esa Comisión deberá tener la capacidad de asignar y monitorear los planes, para que sus sostenedores se hagan responsables de ellos. Si hoy día entregáramos esa facultad a los CORE, sería un desastre. Para ser franco, si fuese así, me iría de aquí.
De esa manera, podría ser un asunto mucho más serio, para que las Regiones compitan.
Ahora bien, como conocemos la tradición presidencialista de Chile, al Ejecutivo no le gusta mucho delegar. Pero ése es un punto conversable.
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Puede continuar el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.-
Me parece muy importante esa definición, porque, por lo que planteaba el Senador señor Flores, será difícil establecer esos marcos de desarrollo en un esquema donde no hay una planificación centralizada o regionalizada de la economía. Pero sí es posible definir estrategias de desarrollo para focalizar recursos -eso se puede hacer con mayor facilidad por macrorregiones o por zonas- e identificar los objetivos perseguibles.
El segundo tema, vinculado al anterior, consiste en determinar en qué punto se sitúa el objetivo del trabajo hecho por los consejos de innovación. ¿En qué niveles de la investigación se enfatiza su labor? ¿En aquella parte que procura la búsqueda del conocimiento? ¿La que intenta satisfacer misiones? ¿La que trata de buscar su aplicabilidad? ¿Dónde se focaliza?
Cuando debatimos el proyecto de ley no había claridad alguna en cuanto a cuál objetivo destinar los fondos de innovación tecnológica, para precisar en qué parte del proceso debemos actuar; es decir, si vamos a competir con las universidades o a complementarlas; si abriremos nichos de cooperación entre ellas y el sector privado a nivel nacional o internacional. No solamente importa definir el ámbito y el objetivo, sino también cómo se va a implementar el sistema desde el punto de vista de aquello que se va a apoyar a través de tales procesos, lo que no está claro en el proyecto de ley pendiente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Barra.
El señor MUÑOZ BARRA.-
Señor Presidente , en primer lugar, felicito a mi colega el Senador señor Flores por el magnífico informe que nos ha entregado.
Producto de su intervención, quiero señalar la conveniencia de que esa Comisión sostenga reuniones conjuntas con las de Hacienda y de Educación.
A mi entender, las mismas consultas hechas a raíz de la intervención del Honorable señor Flores ameritan y aconsejan la realización de sesiones conjuntas con ambas Comisiones, las cuales mucho tienen que ver con el tema.
En segundo término, para los efectos de que caminemos hacia adelante, sería conveniente que el señor Ministro de Hacienda -quien tiene la llave de los dineros del país- nos informara y nos adelantara por la vía de un oficio -lo pediría en mi nombre, en este caso- cuál es la asignación de recursos para la innovación en la Ley de Presupuestos del 2007. De esa manera nos ayudará a nosotros y también a la Comisión que integra el Senador señor Flores a saber cuáles son las perspectivas, a fin de que antes de que comencemos a tratar dicha materia en la discusión presupuestaria podamos tener algún contacto o relación con Hacienda a nivel de las Comisiones que he mencionado: la de Hacienda, la de Educación y la que dirige el Senador señor Flores.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ominami.
El señor OMINAMI-
Señor Presidente , ha sido una muy buena idea traer esta materia a la Sala.
A mi juicio, ella debería insertarse en un debate todavía más amplio en cuanto a cuál será la estrategia de desarrollo que el país va a perseguir.
Se trata de un tema sobre el cual hemos discutido poco. En Chile más bien hemos partido de la base de que con una buena política macroeconómica y equilibrios fiscales las cosas tienden a funcionar de forma más o menos automática. Opino que eso no es así.
Si un país como el nuestro quiere enfrentar sus brechas tecnológicas, debe pensar el futuro y hacer lo mismo que las empresas: construir escenarios hacia adelante, arriesgar apuestas, no de manera burocrática a partir del Gobierno de turno, sino sobre la base de la concertación entre distintos actores. O sea, se requiere una mirada de lo futuro. Y ése es un componente fundamental de una estrategia de desarrollo.
Desde ese punto de vista, las ideas que aquí se puedan sugerir deben apuntar en esa dirección. Ya no nos basta simplemente con una buena política macroeconómica. Si Chile quiere mejorar su desempeño en capacitación, en educación superior, en ciencia y tecnología, ha de ser capaz de tener cierta idea y hacer apuestas a futuro.
En mi opinión, eso es un componente fundamental en nuestra estrategia de desarrollo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Flores.
El señor FLORES.-
Señor Presidente , deseo contestar algunas preguntas del Senador señor Larraín aun cuando no se encuentra en la Sala.
Creo que la forma como miramos este problema es equivocada. Por eso insistí en hacer la presentación.
La tecnología no es un fenómeno de ciencias. Las requiere, pero ellas no forman parte de su esencia: usar los elementos que existan -entre ellos la ciencia- para poder obtener productos competitivos en el mercado global y mundial.
La gente no compra salmón por la enorme tecnología que hay detrás; lo adquiere para que sea servido en la mesa, con ciertas condiciones de sabor, de frescura, etcétera.
Entonces, veo que estamos demasiado metidos en la idea de que la innovación es un problema de relaciones de las universidades con el sector privado. Mi crítica a éste -y es un descontento general que ocurre en casi todos los países del mundo- estriba en que normalmente las empresas exitosas hacen bien lo que saben hacer, pero no buscan por el lado.
Aunque queremos crear nuevas empresas e industrias, nunca surgen. Por eso existe el venture capital. Las grandes empresas dejan de lado algunas tareas. ¿Y quiénes motivan esas innovaciones? Personas que fueron empleados de las compañías, gente que no las pudo aplicar en la línea de la empresa. Así se erigen una y otra vez empresas de este tipo.
Entonces, si queremos desarrollo, tendremos que jugarnos en eso y tomar el problema de la tecnología en serio. Considerar la investigación, el desarrollo y la ciencia como puntos centrales no es suficiente.
Espero que eso quede claro.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Gómez.
El señor GÓMEZ .-
Señor Presidente , en la Comisión nos encontramos con un proyecto enviado por el Ejecutivo sobre establecimiento de cierta administradora de recursos entregados a los CORE y a otras instituciones. Finalmente, durante la discusión, dimos una dimensión regional al tema. Por eso se habla de macrorregiones y de la necesidad de que muchos de esos recursos puedan ser entregados a ellas a fin de que cada una resuelva sus problemas.
Hoy en la mañana tuvimos una sesión especial acerca de CODELCO y de los impactos ambientales que produce. En definitiva, parte importante de los fondos proviene de las zonas mineras. Y ahí nace el punto de la calidad de vida de los habitantes de las Regiones, que no está bien resuelto y que tiene que ver con un trabajo que conocen, viven y sufren determinadas zonas.
Por eso, resultaba importante que los integrantes de la Comisión planteáramos al Ejecutivo transversalmente -en ella hay militantes de la UDI, de Renovación Nacional y de la Concertación- que no estábamos de acuerdo con el proyecto y que era necesario introducirle cambios profundos para que realmente estuviera orientado al desarrollo del país y, fundamentalmente, de las Regiones.
En ese sentido, es necesario que el Ejecutivo acepte nuestra propuesta, pues se requiere una indicación que modifique la estructura actual de la iniciativa y no sólo respecto del destino de los fondos, donde hay una discusión. Algunos sostenemos una manera de distribuirlos distinta de aquella recogida en el acuerdo que se tomó; que no sólo se aplique en este tema. Sin embargo, para ello es necesario -reitero- que el Ejecutivo acepte los cambios. Hubo una buena aproximación, y no sé si el Senador señor Flores ha recibido mayores precisiones en cuanto a las enmiendas solicitadas.
Pero lo importante, a nuestro juicio, es la dimensión regional y la necesidad de resolver los problemas desde esa perspectiva que tienen las Regiones y, particularmente, las zonas mineras, que sufren un daño medioambiental tremendo, tal como aquí se señaló durante la realización de la sesión especial relativa a CODELCO. Asimismo, es indispensable que a través del proyecto se busque, no sólo el crecimiento mencionado, sino también la mejor calidad de vida de los habitantes de las distintas Regiones, que sufren los efectos del desarrollo.
Gracias, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Arancibia.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente , de la presentación del Senador señor Flores me asalta la siguiente preocupación.
Entiendo que la Comisión Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación tiene su origen en el llamado proyecto de ley "royalty 2", con el objeto de determinar cómo invertir mejor los recursos generados por él. Y, ciertamente, dicho órgano ha avanzado genialmente en definir el problema. Pero, si nos quedamos en cómo invertir los referidos recursos, no vamos a dar ni un paso adelante. Sin embargo, tengo la impresión de que existe un abismo entre una cosa y otra.
En la práctica, estamos hablando de montos de 80 millones de dólares -en el futuro podrían ser 300, según los flujos futuros- que tal vez nos permitirían un desarrollo planificado de algo. No obstante, lo que está planteando aquí el Senador señor Flores es un "monstruo" distinto. Se trata de lo que indica el Honorable señor Ominami . Acá estamos frente a un fenómeno y una definición de país en cuanto a cómo desarrollamos y sentamos nuestro futuro, en un espacio de real competencia, en las áreas en las cuales podemos ser verdaderamente competitivos. Y lo que yo veo, entre una cosa y otra, es una dificultad de conversación. Porque aquí se ha sugerido llamar al Ministro de Hacienda , a tal o cual personero, que la iniciativa vaya a la Comisión de Educación.
Yo creo que el "proyecto Flores" -por denominarlo de alguna manera-, con la pirámide que vimos, con la infraestructura que debe tener y con las interacciones entre los distintos niveles, debería ser el gran orientador de la política nacional. O sea, no se trata de un tema tan minúsculo como el de qué manera invertir los recursos del cobre.
No sé si le entendí bien o no al Senador señor Flores, pero considero que entre las dos cosas hay un mundo de diferencia.
El señor FLORES.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo ( Presidente ).-
Sí, adelante Su Señoría.
El señor FLORES.-
Hay que acordarse de que el proyecto tiene dos componentes distintos. Uno es el componente de institucionalización, que es el que más me preocupa a mí. Existe una fórmula según la cual la Comisión Asesora se va a transformar, de un modo u otro, en una comisión de estrategia de desarrollo, y de hecho, por lo que estoy informado, ya se están dando los pasos para ello. Entiendo que están a punto de contratar -no sé si ya lo habrán hecho- a una de las consultoras más grandes del mundo para que estudie seis clusters en todo el país con ese propósito. Pero la Comisión está trabajando en forma cerrada; no se sabe lo que está haciendo. Y como tiene carácter asesor, no se siente facultada para interactuar con nosotros, salvo respecto de las interrogaciones que he formulado junto al ex Ministro señor Eyzaguirre . El problema está en los Ministerios de Hacienda y de Economía.
Nuestra labor, entonces, consiste en lograr que ese órgano se instale. Por lo menos yo soy de la idea de que el país necesita una estrategia de desarrollo; no puede funcionar con pura invención privada de proyectos. Creo que eso nos llevaría a un desastre.
El punto es cómo hacerlo manteniendo los beneficios de la economía privada ya realizados. Es algo que tenemos que discutir. Está lo que el Senador señor Ominami dice. Pero mi idea es tratar de llevarlo a cabo donde sea, donde exista la ocasión. Yo me he aprovechado de la Comisión de Ciencia para plantearlo. ¿Hasta dónde podemos llegar? Bueno, va a depender de lo anterior.
Ahora, el resto de la normativa posee ciertos criterios generales de asignación de recursos. Nosotros no intervenimos en materia de asignación de recursos. Aparecemos cuando se dice "el 75 por ciento para esto", qué sé yo; a raíz de eso. Pero, por otro lado, podemos ser actores en este asunto, y eso es lo que estoy tratando de hacer.
Con todo, pareciera que en el corto plazo el Ejecutivo no manifestara ningún interés en que el proyecto se hiciera realidad, pero, por otra parte, ha demostrado que sí lo tiene al ponerle urgencia. Y en eso estamos, señor Presidente . Ahí hay que "navegar", como diría usted.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Bien.
Propongo a la Sala enviar oficios al señor Ministro de Hacienda y al señor Presidente de la Comisión Asesora de la Presidencia de la República en Materias de Innovación para la Competitividad transcribiéndoles el texto de lo que se ha dicho en esta parte de la sesión, y esperar sus respuestas, sin perjuicio de citar a una sesión especial en el mes de septiembre, si fuera necesario.
El señor FLORES.- Además, señor Presidente , los colegas que están analizando el tema en la Comisión Especial Mixta de Presupuestos me podrían avisar para intervenir también en la discusión pertinente. Eso sí, no sé en qué Subcomisión está.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se enviarán los oficios mencionados, en nombre del Senado.
Acordado.
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