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El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Corresponde continuar la discusión de las modificaciones aprobadas por la Cámara de Diputados al proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que regula la investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.
1993-11
Investigación científica en ser humano, su genoma, y prohibición de clonación humana
--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Discusión:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000 (se aprueba en general); 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se aprueba en particular); 50ª, en 10 de mayo de 2005 (queda pendiente su discusión).
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
En sesión de 10 de mayo del año en curso se inició en esta Sala el tercer trámite de la iniciativa, acordándose discutir y votar la proposición de la Comisión de Salud respecto de las enmiendas introducidas por la Honorable Cámara de Diputados en cuanto a los artículos 1º, 3º y 6º.
En dicha oportunidad se aprobó la modificación al artículo 1º, que consiste en reemplazarlo.
No se adoptó resolución acerca de las proposiciones recaídas en los artículos 3º y 6° porque los Honorables señores Viera-Gallo y Parra, respectivamente, pidieron discutirlas en forma separada.
En consecuencia, ahora el Senado debe pronunciarse sobre la enmienda de la Cámara de Diputados destinada a sustituir el artículo 3º. La Comisión de Salud, por unanimidad, propone rechazarla.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
En discusión.
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.-
Señor Presidente, esta disposición es bastante delicada e importante.
La Comisión de Salud, por unanimidad, pretende mandarla a Comisión Mixta por distintas razones.
Primero, porque el Senado hace una distinción muy clara entre práctica eugenésica -que queda prohibida y, por consiguiente, constituye delito- y terapia génica, o sea, la intervención para evitar la transmisión de enfermedades hereditarias. Hay casos respecto de los cuales, gracias al adelanto de la ciencia y sobre todo en la medida en que se conoce el genoma humano, la transmisión de aquéllas podría evitarse si se interviniera antes de la concepción de un hijo.
Evidentemente, entre hacer práctica eugenésica y hacer terapia génica hay fronteras muy claras. Pero el texto de la Cámara de Diputados de alguna manera las confunde, y da la impresión de que el día de mañana no podría impedirse la transmisión de enfermedades, pues lo que se hiciera en este sentido se consideraría práctica eugenésica y no terapia génica.
Por ese motivo, la Comisión de Salud estimó importante rechazar la propuesta de la Cámara Baja. Y espero que el Senado proceda de la misma forma.
La segunda razón, planteada por el Senador señor Bombal , es que la redacción del Senado no parece del todo clara, pues dice: "Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que incidan en la herencia en los casos y en la forma previstos por la ley:". No queda suficientemente definido, desde el punto de vista de la bioética, cuándo será posible hacer tal o cual cosa. No basta sólo señalar "en los casos y en la forma previstos por la ley". Por eso, el Honorable colega se manifestó partidario de que el artículo fuera a Comisión Mixta.
En resumen, la redacción que nos propone la otra rama del Congreso es inadecuada, porque confunde práctica eugenésica con terapia génica, y la del Senado no es suficientemente clara, a juicio de algunos, para establecer una frontera nítida entre ambos conceptos.
Como es un tema muy importante, la Comisión de Salud, por unanimidad, pide que vaya a Comisión Mixta.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Muy bien. Queda claro. Pero para eso tendríamos que rechazar la proposición de la Cámara de Diputados.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-
Pido la palabra.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de ella, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , aun cuando entiendo lo que nos ha explicado el Honorable señor Viera-Gallo , creo que el Senado aprobó una mala redacción, pues la parte final del artículo 3º debería ir en otro artículo. Si después de la oración "Se prohíbe toda práctica eugenésica." se agregara "Sólo se podrán modificar características humanas, etcétera", podría estimarse que este tipo de intervención también constituye práctica eugenésica, lo cual sería absolutamente inaceptable.
En vista de esa mala redacción, me parece bien que la Cámara Baja haya tratado de modificarla.
Por otro lado, es correcto lo señalado por el Senador señor Viera-Gallo en el sentido de que esta norma vaya a Comisión Mixta, porque por ningún motivo esta materia debe entenderse mal. Por eso, me preocupa que el texto aprobado en el Senado se mantenga y no se exprese claramente que en ningún caso es aceptable la práctica eugenésica.
La segunda parte del artículo 3º se refiere a intervenciones que no son eugenésicas, sino que tienen por objeto corregir características hereditarias que provocarían enfermedades. Y eso es distinto. Entonces, se requeriría una disposición absolutamente diferente, muy clara y definida, porque se trata de regular un aspecto que nada tiene que ver con prácticas abortivas y eugenésicas.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Moreno.
El señor MORENO.-
Señor Presidente , de forma adicional a los argumentos esgrimidos, creo necesario llamar la atención de la Sala sobre lo propuesto por la Cámara de Diputados, porque tiene una implicancia de otra naturaleza.
El texto que aprobamos aquí hablaba de la protección a la vida, a la integridad física y síquica de las personas, así como a su dignidad, a su identidad genética, etcétera. Pero la Cámara Baja lo reemplazó por una norma que, de acogerse, no podría interpretarse como una autorización del aborto, originada en estimar que la ley en proyecto tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la concepción.
El señor VIERA-GALLO .-
Eso está solucionado. Ya se votó.
El señor MORENO.-
Si el asunto se encuentra resuelto, me doy por satisfecho.
Retiro lo dicho.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Martínez.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , quiero plantear una duda en torno a un aspecto sumamente serio y siempre presente en la manipulación de las características genéticas. Me refiero a la variabilidad fuera de norma, fuera de lo esperado, fuera de la estadística, a que de modo permanente está sujeto el ser humano. Es decir, por herencia se tiene algún defecto físico que se presume transmisible, pero naturalmente no se transmite. Entonces, estamos ante una situación que va mucho más allá de lo bueno que en esta materia aquí se ha planteado.
Yo me pregunto si por esta vía no estaremos entrando de lleno a la creación de súper seres humanos, de seres humanos perfectos. Se trata de un problema ético mucho más profundo que el texto mismo de la ley.
Me parece que todavía es muy temprano para abordar una situación de ese tipo.
La prohibición de toda práctica eugenésica tiene que ser establecida de tal manera que incluso se acepte una variabilidad en los fenómenos más allá de la estadística. Y, por lo tanto, no debe permitirse ninguna práctica, porque de lo contrario, se alterarían procesos aún no comprendidos en toda su profundidad.
Me pregunto si no estaremos contribuyendo a la generación de súper seres humanos, o sea, de seres humanos más allá de lo normal.
Ésa es la gran duda que dejo planteada.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , en la misma línea de algunos señores Senadores que se han referido al punto, creo importante fijar la naturaleza de la discrepancia que originaría en este caso la formación de una Comisión Mixta. Y me parece especialmente ilustrativo lo que señaló el Senador señor Viera-Gallo en el sentido de que las dos proposiciones tienen cosas en común, pero también insuficiencias o poca claridad respecto a otras partes del artículo. Es decir, entiendo que tanto en el texto de la Cámara de Diputados como en el nuestro es claro que se prohíbe toda práctica eugenésica. Se trata de una redacción similar; y si ése fuera todo el artículo, no habría necesidad de formar una Comisión Mixta.
Pero se ha señalado, con buenos argumentos, que el texto original del Senado (el que viene después) es poco preciso y hay que acotarlo para no generar ambigüedades.
Por su parte, lo que a continuación propone la Cámara Baja también parece insuficiente, a la luz de lo que pueda ocurrir -coloquémoslo en estos términos- con una sana ciencia. O sea, no por restringir un principio se entenderá, inadvertidamente, que en este ámbito se prohibirá cualquier terapia.
Entonces, creo que es del caso rechazar la modificación propuesta, no porque abriguemos alguna duda respecto de la prohibición de la práctica eugenésica, sino porque es razonable tenerla en cuanto a la insuficiencia o poca claridad del articulado posterior tanto del Senado como de la Cámara de Diputados. Y entiendo que hay un ánimo común para que en la Comisión Mixta pueda despacharse una norma que armonice la prohibición de la práctica eugenésica con la terapia génica.
En ese espíritu, me parece lógico rechazar la modificación sugerida por la Cámara de Diputados, pronunciamiento que no significa volver a la norma propuesta por el Senado, sino permitir que en la Comisión Mixta se armonicen ambos textos.
He dicho.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Bombal.
El señor BOMBAL.-
Señor Presidente , creo que se ha planteado sumamente bien la inquietud de fondo. Lo peor que nos podría ocurrir sería que, por un problema reglamentario, cometiéramos un error o una imprecisión en una materia de esta envergadura, especialmente si se confunde la práctica eugenésica (que que tiene que ver -todos lo sabemos- con la aplicación de leyes biológicas para el perfeccionamiento de la especie humana) con la terapia génica.
En su momento, cuando se debatió el proyecto, se argumentó mucho acerca de las células somáticas y de las células madres o troncales, y en cuanto a qué tipo de intervenciones eran razonables. La terapia génica, por ejemplo, que se autoriza en el artículo 10, implica una intervención en células de la sangre para corregir eventualmente una enfermedad, como la leucemia.
Es decir, de alguna forma el concepto de terapia génica está incorporado como un valor de la ciencia que, debidamente regulado, debe estar presente en nuestro ordenamiento legislativo.
En cuanto a las prácticas eugenésicas, claramente el espíritu del proyecto -con seguridad sus autores se referirán a él- nunca apuntó ni a clonaciones -de hecho están prohibidas de manera expresa- ni a prácticas eugenésicas que no tuvieran que ver en forma directa con una terapia génica debidamente aceptada y autorizada por la ciencia y por las normas bioéticas.
Por consiguiente, creo que las precisiones hechas son de suma importancia e interpretan plenamente la inquietud que en su momento señalé al Senador señor Viera-Gallo en cuanto a la formación de una Comisión Mixta.
Sin embargo, reitero que no se trata de puntos reglamentarios más o de puntos reglamentarios menos, o de frases que pueden resultar contradictorias, sino de ir más a la sustancia y a la esencia de una definición tan categórica como ésta, con un agregado. Cuando se dice "Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que incidan en la herencia en los casos y en la forma previstos por la ley", pareciera que lo establecido en cuanto a "la forma prevista por la ley" fuera insuficiente y que, a lo mejor, habría que ser más preciso o más amplio, de manera que, de la discusión reglamentaria que ahora se presenta surjan precisiones o, al menos, criterios para que después la autoridad sanitaria o aquellos a quienes corresponda tengan claridad sobre qué se autoriza específicamente. Dejarlo tan abierto y a la vez tan indefinido es peligroso, por la interpretación que le pueden dar terceros, sobre todo porque el espíritu de quienes presentaron la moción nada tiene que ver con incorporar alteraciones a la especie humana. Muy por el contrario, el proyecto apunta, por un lado, a impedir transgresiones al orden bioético, y por otro, a permitir que hoy los avances de la ciencia se usen con criterios bioéticos razonables.
No olvidemos que esta preocupación surge después de que se reconoce el mapa del genoma humano y de los adelantos que él conlleva. Por lo demás, de ahí surge este proyecto.
Hay mucha información e investigación científica disponibles, pero también muchos riesgos como consecuencia de ello.
Por consiguiente, comparto el criterio del Senado. Y ojalá sea interpretado de la misma forma por la Cámara de Diputados, para no cometer ningún error en la materia.
He dicho.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE .-
Señor Presidente , la Comisión de Salud rechazó el artículo que estamos discutiendo, primero, por las razones que manifestó el Senador señor Viera-Gallo . En el fondo, la norma propuesta por la Cámara de Diputados no deja clara la diferencia entre terapia génica y práctica eugenésica. Entonces, es absolutamente necesario precisarla, y por eso proponemos rechazar el artículo.
En segundo lugar -es verdad lo dicho por el Senador señor Bombal -, el proyecto que presentamos nunca tuvo otra intención que la de evitar que adelantos científicos no regulados, crecientes e inevitables -la terapia génica ya está funcionando y va a llegar a niveles tremendamente importantes- lesionen la esencia del ser humano o -como se planteó- den lugar a una mixtura o a una rara especie entre ser humano y animal, ya esbozada en viejas leyendas, lo cual, aunque a uno le produzca mucho horror, es factible.
Por consiguiente, nos parece que ir a la formación de una Comisión Mixta para conciliar ambos elementos es una buena fórmula.
Sólo deseo hacer una prevención sobre aquello respecto de lo cual nos estamos pronunciando.
Este tema es quizás uno de los más resbaladizos y difíciles de precisar. Probablemente, en dos, tres, cinco o diez años más lo que hoy escribamos estará obsoleto. Sin embargo, es necesario legislar al respecto, porque no tenemos ninguna manera de precisar, orientar, regular, controlar lo que pueda hacer una persona antes de llegar a un grado de locura como el que señalamos.
Entonces, se trata de elaborar una ley lo suficientemente precisa y amplia, desde el punto de vista de la reglamentación y de la forma de hacer otras leyes para interpretar ésta, como para evitar que en cuatro o cinco años más quienes estén en el Senado deban modificar cosas sueltas.
Por eso, soy partidario de pedir a la Sala que apruebe las modificaciones que plantea la Comisión de Salud, porque nos ayudan a mejorar el proyecto.
He dicho.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Muy bien. El debate es claro, y la Mesa entiende que todos los señores Senadores que han participado consideran que las prácticas eugenésicas no deberían ser permitidas, sin ninguna excepción, pero que habría que hacer una distinción con respecto a las terapias génicas.
Si le parece a la Sala, se rechazará la modificación que propone la Cámara Baja, para que la Comisión Mixta busque una fórmula que salve los dos principios que aquí parecen reunir una muy amplia mayoría.
--Se rechaza el artículo 3º propuesto por la Cámara de Diputados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Respecto del artículo 6º, la Comisión propone, por unanimidad, aprobar las enmiendas efectuadas por la Cámara de Diputados.
Cabe hacer presente que el Honorable señor Parra pidió discusión separada de esta norma.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
En discusión el artículo 6º.
El señor PARRA.-
Pido la palabra.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
La tiene, Su Señoría.
El señor PARRA .-
Señor Presidente , sé que el planteamiento que voy a formular , y en virtud del cual rechazaré el artículo 6º con el propósito de que vaya a Comisión Mixta, es extraordinariamente delicado y requiere un debate mucho más amplio que el que puede generarse en este minuto, debate que, por lo demás hoy recorre el mundo entero, como lo voy a probar a través de algunas referencias que haré en esta intervención.
El artículo 6º del proyecto en análisis fue introducido por la Cámara Baja con un texto totalmente nuevo. En concreto, incorporó el tema de la obtención de células troncales , mediante la destrucción de embriones, para facilitar la investigación científica y el desarrollo de terapias específicamente referidas a enfermedades degenerativas que en la actualidad son de extraordinaria recurrencia y gravedad.
Eso fue lo que llevó al hijo del ex Presidente norteamericano Ronald Reagan , conservador, a presentarse ante la convención demócrata que proclamó a John Kerry como candidato en la última elección presidencial de Estados Unidos, para alegar, justamente tras la experiencia dolorosa que había vivido con la enfermedad de su padre, la necesidad de que se abrieran las puertas a aquella forma de investigación.
En el campo de la investigación científica, una norma absolutamente prohibitiva es siempre de dudosa eficacia.
En una de las últimas reuniones de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, al intervenir sobre la materia contenida en el proyecto en análisis, el académico Gonzalo Figueroa hizo referencia a una situación tensa que se había producido en un seminario reciente relativo a bioética, oportunidad en la cual el profesor Tito Ureta , destacado investigador, interrumpió a un connotado jurista que estaba exponiendo una visión del tema desde la perspectiva ética, filosófica y jurídica y defendiendo normas de carácter prohibitivo, como la que se contempla en el artículo 6º. El señor Ureta le dijo: "Hoy podemos clonar un ser humano [...] y lo vamos a hacer de todas maneras. Si lo prohíben en Estados Unidos, lo haremos en México, y si lo prohíben en México, nos trasladaremos a Burundi. Porque ustedes los moralistas, eticistas y juristas, no tienen sanciones posibles para impedir el avance de la ciencia. ¿Qué van a hacer con el primer humano clonado? ¿Lo van a fusilar? ¿Lo van a mandar a la luna? ¿Le van a quitar la nacionalidad? ¿No se dan cuenta que ese primer humano clonado se convertirá en el individuo más popular del planeta, y que un enjambre de periodistas va a viajar desde los rincones más remotos para fotografiarlo y entrevistarlo?".
Yo dudo de la eficacia de este tipo de disposiciones tan severamente prohibitivas.
Señor Presidente , en el caso específico que estamos analizando, la Academia de Ciencias de los Estados Unidos se ha referido en forma reciente al tema, en un intento para que cambien las políticas que se vienen aplicando en ese país por iniciativa del Presidente Bush y que son también marcadamente prohibitivas. Y dicha Academia ha alertado respecto del uso de las llamadas "quimeras" como sustitución, justamente, de las células que se pueden obtener de embriones. Y bien saben Sus Señorías lo que esas quimeras son. Ya no se trata de la creación del superhombre, como señalaba el Senador señor Martínez , sino de entes totalmente distintos, con componente humano, que hasta aquí formaban parte de la mitología, pero que no constituyen, por fortuna, una realidad de nuestras vidas.
Pues bien, presionados por esas normas prohibitivas, los investigadores en estos países han estado desarrollando este tipo nuevo de células, acerca de cuyos peligros la Academia de Ciencias norteamericana se ve en la obligación de alertar. Disposiciones prohibitivas como la que estamos analizando existen hoy en Italia. Y hemos leído en la prensa de estos días que un vasto movimiento ciudadano ha pedido la derogación de ellas. El Tribunal Constitucional de ese país...
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor PARRA .-
Solicito dos minutos adicionales.
El señor CHADWICK .-
Sí.
El señor PROKURICA .-
Que ocupe todo el tiempo necesario.
La señora MATTHEI .-
Que pueda terminar.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Con el acuerdo de la Sala, Su Señoría dispone de tres minutos más.
El señor PARRA.-
Gracias, señor Presidente.
Decía que el Tribunal Constitucional italiano acogió la petición, y la supresión de una norma exactamente del tenor de la que estamos discutiendo, que rechazaré, será sometida a un referéndum en ese país. Y, por primera vez, el Papa Benedicto XVI ha salido a la arena política a tratar de influir en el voto del electorado católico, para que se pronuncie en contra de la posible derogación de este tipo de disposiciones.
Lo cierto es que la investigación en comento se viene realizando en muchos países. Y acerca de la materia hay extenso derecho comparado, originado principalmente en un hecho objetivo: el desarrollo de las técnicas de fertilización asistida ha llevado a la existencia de múltiples embriones, llamados "sobrantes", que en muchas partes se han debido eliminar. En Inglaterra se originó un debate extraordinariamente fuerte sobre este particular, y la eliminación requirió la intervención y el pronunciamiento de los más altos tribunales de ese país hace sólo un par de años.
Lamento, señor Presidente , que no se pueda en este momento profundizar sobre el tema, pero votando por su rechazo quiero salvar por lo menos las reservas que me ocasiona el artículo 6º propuesto por la Cámara Baja.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , el espíritu de este proyecto no está en la línea de lo que nos manifestaba el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Precisamente, la iniciativa tiene por objetivo evitar que la intervención sobre el genoma lleve a situaciones que muchas veces ni siquiera están definidas por la ciencia. Y el hecho de que el día de mañana se vaya a clonar a un ser humano que sea muy popular, estimo, no debe ser un argumento -me refiero al entregado por el señor Ureta- que me motive a abrir este espacio de investigación en la forma como se ha señalado.
Nuestra Comisión aprobó por unanimidad la propuesta de la Cámara de Diputados, por ser su redacción mucho más precisa que la despachada por el Senado.
Por una parte, la norma permite el cultivo de tejidos y órganos para fines de diagnóstico terapéutico e investigación científica, que es lo que se debe hacer y se está realizando hoy en el mundo a objeto de mejorar la calidad de vida, e incluso, de intervenir en algún tipo de enfermedad genética.
Por otro lado, lo que propone la Cámara de Diputados en la segunda parte de la disposición es absolutamente necesario, pues impede la destrucción de embriones humanos. Y ahí es donde está la gran discusión.
En lo personal, soy claro en cuanto a que no deben intervenirse embriones humanos destruyéndolos. Pero se trata de un tema que, por supuesto, quizá con el tiempo haya que discutir o no, de acuerdo con lo que eso signifique desde el punto de vista de si hay o no vida humana en riesgo. Ésa es la gran discusión que hoy existe en el mundo. Entretanto, no podemos abrir ningún espacio para pretender siquiera destruir embriones humanos.
El propósito del proyecto -soy uno de sus autores- era evitar esa práctica, que se estaba dando o se pretendía dar en otros países, con plebiscito o sin él. Ésa es otra cuestión.
En mi opinión, el texto de la Cámara de Diputados recoge mejor el sentido que se consideró al proponer y aprobar la iniciativa. De ahí que la Comisión de Salud del Senado, por unanimidad, recomiende optar por él, atendido el hecho de que precisa mucho más el objetivo que tuvimos en vista los Parlamentarios que presentamos la moción.
Por esa razón, me voy a inclinar por la norma despachada por la otra rama del Congreso, sin perjuicio de discutir el tema con mayor profundidad -es perfectamente legítimo hacerlo- en el próximo tiempo.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Martínez.
El señor MARTÍNEZ .-
Señor Presidente , como aquí el problema ha sido el cuestionar que se prohíba algo, quiero preguntar al Senador señor Parra si la prohibición de la esclavitud puede ser cuestionada y si resulta válido que, a través de un plebiscito que elimine dicha prohibición, los seres humanos sean esclavizados.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO .-
Señor Presidente , como bien indicó el Senador señor Parra , existe un debate mundial acerca de si es posible o no usar embriones humanos de los cuales se obtengan células troncales que permitan sanar ciertas enfermedades.
Obviamente, se trata de un problema de carácter bioético muy complejo. Por eso el proyecto crea la Comisión Nacional de Bioética, de manera que haya una instancia donde se puedan plantear las posiciones de las distintas escuelas doctrinarias, filosóficas, religiosas y científicas, y donde se puedan debatir los enormes desafíos que constantemente van surgiendo.
Sobre el punto específico en discusión, el único Parlamento que conozco que ha permitido el uso de embriones es el inglés, a instancias del Partido Laborista. En los otros países, por lo que sé -porque la situación puede haber variado en el último período-, existe la misma prohibición contenida en el proyecto.
La razón de ella, tal como expresó el Senador señor Andrés Zaldívar , es establecer alguna precaución en el tema de los embriones. Pero el Honorable señor Parra tiene toda la razón en cuanto a que hoy, tanto en Chile como en el resto mundo, los embriones que sobran después de una fertilización asistida son destruidos. Y eso no es considerado un problema.
Por lo tanto, debemos reconocer que estamos en un terreno donde existe cierta incertidumbre moral y jurídica.
Recuerdo que cuando aquí se trató de legislar sobre fertilización asistida -a ella se refiere el referéndum en Italia- no nos pudimos poner de acuerdo ni a la segunda reunión. O sea, fracasó. En el caso del país europeo recién citado, el debate surgió a raíz de una ley de fertilización asistida bastante restrictiva. Por ejemplo, impide a una mujer soltera comprar semen para concebir un hijo, cosa que en Chile hoy es perfectamente posible. En Italia sólo se permite que una mujer sea fertilizada por su marido, pero no por un tercero.
Bueno, son temas muy nuevos.
En el asunto que nos ocupa, se trata de una discusión en curso. En Inglaterra tomó una dirección; en el resto del mundo, otra. Pero esto puede cambiar. Yo no estoy señalando que la razón la tienen unos u otros, porque es una materia en proceso de evolución.
Lo que a mí me preocupa es que desde hace 10 a 15 años se ha producido cierta radicalización de las posiciones en el ámbito de la teología católica. No digo que antes ellas no existieran; pero quien lea las encíclicas se dará cuenta de que, a medida que pasa el tiempo, la posición oficial de la Iglesia se vuelve más rígida, más intransigente -o más fuerte, como apunta el Senador señor Martínez -, no necesariamente en función de la verdad, sino de lo que la ciencia va tratando de descubrir.
Ahora, quiero rectificar al Honorable señor Parra que no es la primera vez que un Papa interviene en un plebiscito en Italia. Eso ha ocurrido en numerosas ocasiones y en varias se ha perdido. Puede que sea la primera vez que interviene este Papa -claro, porque acaba de ser elegido-, pero otros lo hicieron en múltiples oportunidades y muchas veces perdieron, como sucedió con Juan Pablo II -lo recuerdo muy bien- con el caso del aborto...
El señor MORENO .-
Del divorcio.
El señor VIERA-GALLO .-
Perdón: del divorcio.
Para confundir más las cosas -en diversos momentos lo comentamos con el Senador señor Ruiz-Esquide -, según Santo Tomás , la vida humana empieza al tercer mes, cuando el feto adquiere forma humana. Quizás Santo Tomás era más sabio. ¿Cómo saber si tenía mejor intuición? ¿O podemos afirmar que estaba equivocado?
Son cuestiones muy de fondo.
Pues bien, en la incertidumbre, se prefirió mantener la prohibición. Porque, como señalé, sólo el Partido Laborista inglés ha dado el paso.
Por ahora, la Comisión fue más conservadora. El Senador señor Parra quiere ir en la línea del Partido Laborista. Creo que Su Señoría, con toda legitimidad, puede sostener su posición con muchos argumentos; pero la que adoptó la Comisión fue otra.
El señor PARRA .-
¿Me permite una interrupción?
El señor VIERA-GALLO .-
Con gusto.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
Con la venia de la Mesa, tiene la palabra el Honorable señor Parra.
El señor PARRA.-
Desde luego, señor Presidente, me siento muy cercano al Partido Laborista. Por eso somos miembros de la Internacional Socialista, al igual que el Senador señor Viera-Gallo.
Ahora, debo hacer presente que Inglaterra no es el único país que ha mantenido una actitud más abierta. En un estado de situación de la legislación comparada al 1º de septiembre de 2004, Suecia y el Reino Unido aparecen en la misma línea, al igual que Finlandia, Grecia y Países Bajos. A esa fecha, Bélgica, Dinamarca y Francia también estudiaban incorporar normas más amplias a sus ordenamientos jurídicos. En cambio, España, Irlanda y Austria habían asumido criterios como el nuestro. Caso especialísimo era el de Alemania, que lo prohibía internamente, pero permitía la importación de células madres desde otros países.
Gracias.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
Evitemos los comentarios peyorativos respecto de las naciones hermanas.
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
Quedan cuatro Senadores inscritos para intervenir y restan dos minutos para el término de la sesión. Por tal motivo, propongo prorrogar la hora hasta el despacho de la norma en debate.
Otra alternativa es iniciar la votación ahora mismo y permitir que los oradores que restan fundamenten su voto. Da exactamente igual desde el punto de vista del tiempo.
El señor PROKURICA.-
Abra la votación, señor Presidente.
El señor CHADWICK.-
O dejémosla para otra oportunidad.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).-
En consecuencia, pongo en votación...
El señor COLOMA.-
Señor Presidente, usted me dio la palabra.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Su Señoría podrá fundamentar el voto por cinco minutos.
La votación será nominal.
El señor PROKURICA.-
Abra la votación, señor Presidente.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Si el señor Senador me escucha bien, la votación respecto del artículo 6º se encuentra abierta.
Para que exista claridad, la Comisión propone aprobar la disposición despachada por la Cámara de Diputados. Por tanto, quienes estén de acuerdo con ella deben votar "sí", y aquellos que apoyen el texto del Senado, "no".
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
Hago presente que se vota el artículo 6º, que ha pasado a ser 2º en el texto propuesto por la Comisión.
El señor BOMBAL.-
Entonces, votar "sí" significa aprobar la norma de la Cámara.
El señor COLOMA.-
¿No es al revés?
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
A ver.
Aclaro, por segunda vez, que votar "sí" implica aprobar el texto de la Cámara de Diputados, que es lo que propone la Comisión.
En votación nominal.
--(Durante el fundamento de voto).
El señor SILVA .-
Señor Presidente , aunque no puedo votar por estar pareado, deseo hacer presente que solidarizo en plenitud con el criterio sustentado por mi Honorable colega señor Parra . Y cabe recordar que ese punto de vista no ha sido tan restringido, como Su Señoría lo expuso en la relación efectuada con motivo de la intervención que le permitió la gentileza del Senador señor Viera-Gallo . La verdad es que la posición a nivel mundial, desde el punto de vista científico, es unánime hoy en día en el sentido de que no es admisible, por la vía fundamentalista o rigorista, ir restringiendo gradualmente las proyecciones a donde la ciencia puede llegar.
Me tocó asistir a un congreso internacional sobre el tema del embrión humano en 1965 ó 1966, en Valencia. A ello obedeció que planteara por primera vez tal cuestión en Chile, en el plano académico, en una fecha más o menos cercana, con relativa posterioridad.
Pero, ¿qué se dijo en ese evento? Que, si seguían prevaleciendo criterios tan rigoristas y fundamentalistas -que en definitiva iban a terminar por negar o hacer ilusoria la posibilidad del avance de la ciencia-, se recelaba, con fundamento, que la mayor parte de los eminentes científicos que actuaban en ese ámbito iban a terminar en prisión.
En verdad, señor Presidente , temo que ése será el criterio al cual ineluctablemente llegaremos si seguimos con criterios de un rigorismo que, en último término, hace imposible el avance de la ciencia, en el campo que nos ocupa o en otros.
El señor VALDÉS .-
Señor Presidente , sé que el asunto resulta extremadamente complicado. Me parece que es objeto de la discusión mundial. Interesa mucho saber cuál es la opinión de los científicos.
Nunca he mantenido una posición conservadora sobre aspectos que tocan una cuestión ética del ser humano; pero creo que nos encontramos con una situación que, a mi juicio, debe resolverse en términos de valores. No participo de aquellos valores que se están proclamando en estos días, de condenación.
Pero, con referencia a lo que acabo de oír de un distinguido colega y maestro, no tengo miedo, como persona, de decir que ciertos avances científicos no me parecen convenientes para el país.
Creo que la ciencia merece toda la consideración; no obstante, la humanidad no se encuentra guiada por aquélla, sino por ciertos valores inherentes a la naturaleza humana: respeto a los individuos. Y, aunque estimo que los científicos pueden explorar, pienso que los Senadores, como vigilantes de la sociedad chilena, tenemos razones para advertirles: "¡Sólo hasta aquí! ¡Más allá, no!". Después se podría -por otros- realizar un cambio.
A mi juicio, la fórmula consignada aquí permite el trabajo científico; pero, como chileno, yo no dejaría jamás que la ciencia, en su investigación, traspasara cualquier límite. Aunque respeto a los científicos, creo que no son ellos los que deben conformar la orientación de la sociedad.
Por ello, voto a favor de la norma de la Cámara de Diputados.
El señor VIERA-GALLO .-
En forma muy sucinta, señor Presidente , pienso que la esperanza radica en que las células troncales se puedan obtener de partes que no sean embriones. El avance de la ciencia va en esa dirección. Me parece que en ninguna parte del mundo habría oposición a que se pudieran conseguir de la espina dorsal -a mi juicio, se tiende a ese objetivo- o del cordón umbilical. Pero el tema del embrión es lo delicado.
En consecuencia, reiterando el pronunciamiento que tuve en la Comisión, voto afirmativamente; pero espero que la ciencia progrese en otra dirección, para evitar dificultades.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , deseo dejar constancia de mi posición en la misma línea del Senador señor Viera-Gallo . Juzgo que las células troncales se pueden sacar de partes que no sean embriones.
Y el punto que se plantea -creo que lo precisa la Cámara de Diputados- es evitar la destrucción de embriones humanos. Porque no se ha formulado una definición. Por eso mismo, en unos países existen conceptos en cierto sentido, y en otros, en uno distinto. No existe claridad al respecto.
No soy partidario de posiciones conservadoras ni fundamentalistas, pero es muy importante precisar que dicha destrucción no es posible mientras no se aclare si ésa es vida o no. Y ello, en cuanto al aspecto científico, no se encuentra vulnerado en el artículo 6º, porque su primera parte permite el cultivo de tejidos y órganos para fines de diagnóstico terapéutico o investigación científica. O sea, perfectamente puede irse por ese camino en el avance de la ciencia.
Por tales motivos, voto a favor de la enmienda de la Cámara de Diputados.
El señor BOENINGER.-
Señor Presidente , en la Comisión concurrí a la unanimidad con que ella se pronunció. Sin embargo, me parece que la tendencia en la investigación mundial va en la dirección expresada por el Honorable señor Parra .
Por otra parte, en términos axiológicos, estimo que el punto reside, no tanto en valores, sino en el cuestionamiento de determinadas visiones -llamémoslas "dogmas", "creencias" o lo que sea- acerca de cuándo comienza la vida. Y un apreciable porcentaje del mundo científico piensa de manera diferente.
Considero que una sociedad no puede contradecir directamente lo que constituye una expresión cultural, la que, en el caso chileno, apunta nítidamente a que no se destruyan embriones, porque una fracción muy importante de la comunidad -sin duda, mayoritaria- juzga que eso es aniquilar vida. Es algo que -como una alusión registrada acá hace algún tiempo- no comparto.
Entonces, teniendo presentes todos esos factores, y también entendiendo lo que expresaban los Senadores señores Viera-Gallo y Andrés Zaldívar en el sentido de que es posible pensar que la investigación trate de obtener células troncales de forma distinta, simplemente me abstengo, porque me parece que el asunto puede dirimirse de una u otra manera y que para el cambio de la norma se requiere un grado de aceptación cultural que todavía no existe.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , en los últimos meses me han sorprendido los debates en el Senado a propósito de la prohibición de ciertas acciones humanas. Considero que cuando un conjunto de compatriotas le entrega a otro, más reducido, la facultad de accionar, ella parece más razonable; la de permitir, también. Pero lo de prohibir es algo que, como legislador y ser humano, uno tiene derecho a reflexionar.
Hace pocos días, a propósito de una iniciativa relacionada con el cigarrillo, apasionados Parlamentarios señalaban lo importante que era limitar y prohibir una acción humana como la de fumar. Algo similar ocurrió hace algunos meses con la droga, y sólo semanas atrás, con las armas, como también respecto de la limitación de libertades a determinadas condiciones, no hace muchos meses.
En todos esos casos había una reflexión común: era importante impedir el cigarrillo, limitar la droga, frenar las armas y terminar con ciertas libertades, porque el ser humano estaba de por medio, porque era una necesidad de bien común y porque había que darle un sentido humano a la sociedad.
Esos fueron los argumentos planteados en el Senado para prohibir cuestiones importantes como el cigarrillo, la droga, las armas o las libertades.
Sin embargo, señor Presidente , siento que estamos en una dimensión del todo distinta. Es aquí donde se justifica efectivamente tener capacidad de preservar al ser humano. Es aquí donde se explica, en su más absoluta dimensión, el hecho de definir qué tipo de seres queremos respetar.
Por eso, tengo una discrepancia absoluta con respecto al planteamiento del Senador señor Parra , que es muy legítimo. Porque, precisamente, lo que justifica prohibir es la mantención del ser humano. Y si vamos a permitir la manipulación de embriones o -para decirlo de otra forma- no la vamos a impedir, o vamos a señalar que el cultivo de tejidos y órganos procederá con cualquier finalidad y no sólo con propósitos de diagnóstico, terapéutico o de investigación, estaremos cambiando la naturaleza del ser humano.
Esta materia se ha planteado internacionalmente; pero es necesario ver las dos caras de la moneda, ya que han hablado los científicos y también los intelectuales.
Deseo dar a conocer algunos párrafos que leí en el diario "El Mercurio" del sábado pasado, de una intelectual con la que uno no siempre está de acuerdo, la señora Oriana Fallaci , quien se colocó en Italia a la cabeza para impedir el referéndum destinado a liberalizar la fecundación asistida, porque dice que está inspirado por "los mecenas de Frankenstein" y "fabricantes de hombres de laboratorio".
Ella escribió: "No, no me gusta este referéndum en que los mecenas de Frankenstein votarán sólo por razones políticas o miopía moral (...) y no se interrogan sobre lo que puede haber detrás de una ofensiva a favor de la libertad ilimitada de la investigación científica".
Se pronuncia contra lo que define como "un propósito inaceptable y aterrador: el proyecto de crear el hombre en laboratorio y transformarlo en un producto vendible, como un bistec o una bomba".
Critica la clonación, así como "los embriones humanos que duermen en los congeladores de los bancos" para ser tratados como "reses y corderos y extraerles tejidos y órganos para venderlos como piezas de recambio de un automóvil".
En relación con los investigadores, señala: "Casi siempre a los investigadores les importa un pito el género humano. Sólo los mueve el demonio de la curiosidad combinado con la ambición personal y el interés monetario". "Quieren reemplazar a la naturaleza, manipular la naturaleza, cambiar y hasta desfigurar las raíces de la vida, deshumanizarla masacrando las criaturas más indefensas".
Y concluye diciendo que esos experimentos -me refiero a los del caso italiano- "son comparables a los realizados durante el nazismo y a "la obscena eugenesia de Hitler, que soñaba con crear una sociedad formada por rubios de ojos azules".
Pero, ¿qué ocurre, señor Presidente ? Veamos las cosas en su justa dimensión. No me cabe duda de que ninguno de los que me antecedieron en el uso de la palabra lo pretende así; pero todos podemos llegar a eso.
El sentido de la prohibición...
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Ha terminado su tiempo, señor Senador.
El señor COLOMA.-
Concluyo en un minuto, señor Presidente.
El sentido de la prohibición dentro de una sociedad es precisamente tratar de frenar determinados hitos para darle un sentido constructivo y respetuoso a la naturaleza del ser humano. Entonces, aquí no estamos ante un tema menor.
A mi juicio, el hecho de que en el Senado se rechazara un artículo que busca, simplemente, establecer que el cultivo de los tejidos y órganos sólo procederá con fines de diagnóstico, terapéutico y de investigación científica y que en ningún caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células troncales que den origen a dichos tejidos y órganos, significaría estar exactamente en la vereda contraria, en la vereda que, más que humanizar, deshumaniza, más que proteger, aterra, con lo cual terminaríamos concretando el sueño de crear la sociedad de los niños con ojos azules.
Como no estoy de acuerdo con eso, voto a favor.
El señor CORDERO.-
Señor Presidente , seré brevísimo.
He escuchado posiciones muy extremas con respecto a lo que estamos tratando; ¡demasiado extremas!
Pero deseo recordar a Sus Señorías que, en su oportunidad, la vacuna fue prohibida -¡la vacuna!-; sin embargo, hoy está disponible en el primer piso para los señores Senadores.
Voto que no.
El señor MORENO.-
Señor Presidente , quiero dejar constancia de mi opinión.
Hemos debatido largamente esta materia. Si mal no recuerdo, fue uno de los primeros proyectos que tratamos en la Sala cuando, después de incorporarnos en 1998, algunos Senadores tuvimos la oportunidad de intervenir. Por lo tanto, no es un elemento nuevo.
El punto en discusión es hasta qué límites la sociedad puede permitir a sus científicos avanzar en la búsqueda de determinadas soluciones. Y la búsqueda que se está generando en esta materia es la relacionada, aparentemente, con mitigar enfermedades, prolongar la vida y generar ciertos beneficios para el ser humano. Y ahí es donde se debe fijar un límite.
Al igual que otros Honorables colegas -respetando profundamente a quienes han hecho uso de la palabra-, me parece que lo primero que se debe resguardar es la dignidad de la vida en los términos en que uno la conoce. Pero aquí hay elementos que desconocemos.
Probablemente, en su momento los científicos van a proponer que las llamadas "células troncales" se obtengan para mejorar la salud de quien las donó. Porque sería la fórmula más elegante de decir: "Mire, las cosas van por este camino". Pero de allí a que el día de mañana se puedan crear seres humanos para luego eliminarlos con el objeto de atacar una enfermedad de otro ser humano que está en condiciones de pagar el tratamiento hay una distancia que constituye una aberración enorme.
No quiero hacer una comparación odiosa, pero, sin duda, en épocas no lejanas, en el siglo pasado, bajo regímenes por completo totalitarios, algunas personas incursionaron científicamente en materias en las que estaba presente tal vez el mismo elemento sobre el cual hoy día estamos discutiendo. Y ello fue rechazado por la humanidad debido a la aberración que significaba, a la deformación que implicaba desde el punto de vista de la existencia de los individuos en nuestra sociedad.
Señor Presidente , estimo que el texto de la Cámara de Diputados resguarda en gran medida lo que podría causar ese temor. Por lo tanto, apoyaré lo despachado por la otra rama legislativa, señalando que, al igual que otras personas, en muchas etapas de mi vida me he desenvuelto en torno de la comunidad científica. Pero sé que ésta, en ciertos momentos, también debe poner sus propios límites. De otra manera, terminaría atentando con la existencia de su investigación.
Voto a favor del texto de la Cámara.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Antes de continuar con la votación, solicito el acuerdo de la Sala a los efectos de designar a los miembros de la Comisión de Salud para que integren la Comisión Mixta respectiva.
--Así se acuerda.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Prosigue la votación.
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente , tengo una visión optimista del progreso, del desarrollo humano. Estoy absolutamente convencido de que, desde que la historia fue capaz de ser comprendida por el hombre, no existe ningún elemento que indique que el ser humano no sabe con exactitud cuál es su destino.
A diferencia del colega que me antecedió en el uso de la palabra, yo no le creo a la Falacci. Le creo más bien a Einstein; le creo más bien a Oppenheimer; le creo más bien a científicos como Barnard.
Einstein fue el primero que entendió que la fusión del átomo podía ocasionar graves destrozos y daños al ser humano. Él mismo fue capaz de advertir a todos lo que ello significaba exactamente. Y hoy, a 50 años de conocerse cómo se manipula el átomo, estamos a punto de generar condiciones para que la fusión nuclear sirva, no para destruir al hombre, sino para traerle más bienestar.
Oppenheimer, cuando creó la primera bomba atómica, la Bomba A, también escribió artículos muy importantes y conceptuales acerca de cómo se podía juntar ciencia con moral, ciencia con ética. Y estoy convencido de que, mientras mantengamos esa visión, de que es perfectamente posible seguir progresando en materia científica, en innovaciones que traigan mayor felicidad a la humanidad, nunca vamos a acabar con esa dimensión ética y moral del ser humano, que impide justamente que determinados tipos de descubrimientos sirvan para su destrucción.
No me cabe duda alguna que, si el ser humano que nacerá en los próximos quince o veinte años va a vivir -como se ha dicho- 120 años a lo menos, ello va a ser producto, entre otras cosas, no de la manipulación, sino del uso científico y moralmente concebido de ciertas terapias que terminarán con enfermedades que hoy asuelan a países, a regiones, a continentes enteros, incluyendo al del Presidente de Sudáfrica , quien nos acaba de visitar.
En consecuencia, pienso que, si uno tiene una visión optimista del progreso, de la transformación de la sociedad y del mundo, no verá ninguno de los horrores que puedan haber cometido los Mengeles, que hoy no existen, u otros que trataron de manipular la ciencia en función de ideologías, no de valores.
Y ésa es la gran diferencia que todos tenemos. En un régimen democrático, donde priman valores, sentidos éticos superiores, no hay que temer al avance de la ciencia.
Por eso, voto en contra.
El señor HOFFMANN ( Secretario ).-
¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
El Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente , en múltiples etapas de la historia se ha intentado limitar el despliegue, el avance de la ciencia, con los más diversos argumentos. Y, permanentemente, a lo largo de la existencia de la Humanidad se ha demostrado que la elevación de los valores éticos se impone por sobre cualquier situación nociva a tales virtudes.
En consecuencia, creo en la nobleza de espíritu del ser humano.
Y porque me parece que siempre el avance científico será positivo para dignificar aún más la calidad de vida del individuo, voto en contra de la enmienda despachada por la Cámara Baja.
El señor GAZMURI ( Vicepresidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 6º, que pasa a ser 2º, propuesto por la Cámara de Diputados (28 votos a favor, 6 en contra, 2 abstenciones y un pareo), y el proyecto queda despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa los señores Aburto, Arancibia, Bombal, Cariola, Coloma, Chadwick, Fernández, Frei (doña Carmen), García, Horvath, Larraín, Martínez, Moreno, Naranjo, Novoa, Orpis, Prokurica, Ríos, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Valdés, Vega, Viera-Gallo, Zaldívar (don Adolfo), Zaldívar (don Andrés) y Zurita.
Votaron por la negativa los señores Ávila, Cantero, Cordero, Gazmuri, Núñez y Parra.
Se abstuvieron los señores Boeninger y Flores.
No votó, por estar pareado, el señor Silva.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/1993-11