REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 350�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 34�, en jueves 22 de enero de 2004 Extraordinaria (De 10:47 a 15:32) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR LARRA�N, PRESIDENTE, CARLOS BOMBAL OTAEGUI, VICEPRESIDENTE, Y SERGIO P�EZ VERDUGO, PRESIDENTE ACCIDENTAL SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.CUENTA............................................................................................................�. IV. ORDEN DEL D�A: Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el "Tratado de Libre Comercio entre Chile y Corea" (3279-10) (se aprueba en general y particular)..... Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que establece una nueva ley de matrimonio civil (1759-18) (se aprueba en particular)............... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores, los se�ores Ministros Secretario General de la Presidencia, de Educaci�n y se�orita Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer, y los se�ores Directores de Asuntos Econ�micos y Jur�dicos del Ministerio de Relaciones Exteriores. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 10:47, en presencia de 17 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios Dos del se�or Subsecretario del Interior subrogante, con los cuales responde sendos oficios enviados en nombre del Senador se�or Garc�a: el primero, referente al estado en que se encuentra el proyecto, postulado al Fondo Social Presidente de la Rep�blica, relativo a la construcci�n de una sede social para la Asociaci�n de Pensionados de Puerto Dom�nguez, comuna de Saavedra; y el segundo, respecto del proyecto de construcci�n de una sala para la Cruz Roja de Carahue, Novena Regi�n. Del se�or Director Nacional de Aduanas, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, en el que solicita se informe acerca de los planes para contar con los instrumentos adecuados que permitan fiscalizar la carga real de los camiones que ingresan a Chile por el paso fronterizo "Los Libertadores" y que circulan por las Rutas CH-60 y CH-57. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. IV. ORDEN DEL D�A TRATADO DE LIBRE COMERCIO CON COREA DEL SUR El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el "Tratado de Libre Comercio entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica de Corea" y sus Anexos, suscritos en Se�l el 15 de febrero de 2003, con informes de la Comisi�n Especial Encargada de su Estudio y de la Comisi�n de Hacienda. --Los antecedentes sobre el proyecto (3279-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 29�, en 27 de agosto de 2003. Informes de Comisi�n: Comisi�n Especial, sesi�n 20�, en 17 de diciembre de 2003. Hacienda, sesi�n 20�, en 17 de diciembre de 2003. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El objetivo esencial del Tratado es establecer una zona de libre comercio entre Chile y Corea del Sur. La Comisi�n Especial aprob� en general y en particular el proyecto de acuerdo por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Boeninger, Coloma, Gazmuri, Horvath, Larra�n, Moreno, Novoa, N��ez, Romero y Vald�s, en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. La iniciativa debe ser votada con qu�rum de ley org�nica constitucional, en atenci�n a la reserva formulada por el Gobierno de Chile al inciso final del Anexo 10.11, a fin de conciliarlo con el N� 2 del art�culo 49 de la ley N� 18.840, Org�nica Constitucional del Banco Central de Chile, que regula las normas sobre encaje. En consecuencia, requiere para su aprobaci�n el voto conforme de 27 se�ores Senadores. La Comisi�n de Hacienda, por su parte, tambi�n aprob� en general y en particular el proyecto de acuerdo por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ores Boeninger, Foxley, Garc�a, Larra�n y Ominami, en los mismos t�rminos en que lo hizo la Comisi�n Especial. Tanto la Comisi�n Especial como la de Hacienda proponen al se�or Presidente discutir la iniciativa en general y en particular a la vez, de conformidad a lo preceptuado en el art�culo 127 del Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito autorizaci�n para que ingresen a la Sala el Director de Asuntos Jur�dicos y el Director de Asuntos Econ�micos Bilaterales de la DIRECON del Ministerio de Relaciones Exteriores, se�ores Claudio Troncoso y Mario Matus, respectivamente. --Se accede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general y particular el proyecto de acuerdo. Tiene la palabra el se�or Presidente de la Comisi�n Especial. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, creo que vale la pena hacer un breve recuento sobre la tramitaci�n del Tratado. En sesi�n de 27 de agosto de 2003, se dio cuenta a la Sala del oficio de la C�mara de Diputados mediante el cual comunicaba que hab�a prestado su aprobaci�n a este Tratado de Libre Comercio, disponi�ndose su estudio por la Comisi�n Especial -formada de acuerdo a una resoluci�n de los Comit�s de 12 de agosto del mismo a�o- y por la Comisi�n de Hacienda, en su caso. A las sesiones en que se analiz� el proyecto de acuerdo asistieron, especialmente invitados, la Ministra de Relaciones Exteriores, se�ora Mar�a Soledad Alvear; el Director General de Relaciones Econ�micas Internacionales de la Canciller�a, se�or Osvaldo Rosales; el Director de Asuntos Econ�micos Bilaterales de la DIRECON, se�or Mario Matus; el Director de Asuntos Econ�micos para Am�rica Latina, don Andr�s Rebolledo; el Jefe del Departamento de Acceso a Mercados, se�or Leonardo Humeres, y los Asesores del Gabinete de la se�ora Ministra, se�ores Jorge Vald�s y Juan Pablo Glasinovic; la Asesora del Ministerio de Hacienda se�ora Andrea Pinto-Ag�ero, y el Jefe del Departamento de Comercio Exterior del Ministerio de Agricultura, se�or Hern�n Burgos. Igualmente, concurrieron a las referidas sesiones un representante de cada una de las siguientes entidades: Sociedad de Fomento Fabril, Sociedad Nacional de Pesca (SONAPESCA) y Asociaci�n de Vi�as de Chile; el Gerente General de la Asociaci�n de Exportadores de Chile, se�or Miguel Canala-Echeverr�a, y el Presidente de la C�mara Chileno-Coreana de Comercio, se�or Ricardo Lessmann. Asimismo, se consult� la opini�n de la totalidad de las organizaciones que tienen alg�n inter�s en el Acuerdo de Libre Comercio con Corea. Debe destacarse que se trata de un acuerdo hist�rico, ya que es el primer Tratado de Libre Comercio suscrito entre una naci�n asi�tica y otra occidental, y el primero que suscribe Corea del Sur. Adem�s, es el primer Acuerdo de Libre Comercio transpac�fico, logro que distingue a Chile como pionero en la apertura y profundizaci�n de v�nculos con Asia-Pac�fico. A trav�s de este Acuerdo, nuestro pa�s estar� en condiciones de ser un puente efectivo entre Asia y Am�rica y aumentar� su mercado actual de 858 millones de personas con los acuerdos comerciales ya vigentes, a m�s de 900 millones, si se tienen en consideraci�n los 47 millones de habitantes de Corea del Sur. En la actualidad, Corea del Sur es un socio relevante de Chile, ya que se ubica entre el cuarto y sexto destino de nuestras exportaciones, compitiendo con Brasil y M�xico en ese plano. Dicha econom�a es la n�mero once del mundo, con 47 millones de habitantes, repito, y un ingreso per c�pita de 9 mil 400 d�lares, aparte de ser una de las econom�as de mayor crecimiento en las �ltimas d�cadas, pues ha tenido niveles sostenidos de crecimiento de 8,9 por ciento durante la d�cada de los ochenta, y de 5,7 por ciento en la de los noventa. Una de las claves del �xito de la econom�a sudcoreana ha sido el crecimiento de las exportaciones, las que tienen un elevado porcentaje de bienes de alta tecnolog�a, pues alcanzan el 35 por ciento de las ventas externas coreanas, especialmente componentes inform�ticos, automotrices e instrumentos m�dicos. El Tratado dota de ventajas competitivas a productos chilenos de exportaci�n. En ese sentido, hoy en d�a los aranceles sudcoreanos son altos, variando desde niveles de 7 por ciento en el sector industrial a 50 por ciento en el de la agricultura. En este �ltimo, abundan los aranceles sobre 40 por ciento, y no son escasos aquellos superiores a 100 por ciento. Se agrega adem�s que por ser �ste el �nico Tratado de Libre Comercio negociado por Corea del Sur, los exportadores chilenos disfrutar�n de rebajas arancelarias que van a estar disponibles s�lo para ellos, lo que es v�lido para productos pesqueros, mineros, forestales, agr�colas, industriales y agroindustriales. Por otra parte, cuenta con un adecuado sistema de soluci�n de controversias, lo que transforma al Tratado en un instrumento preciso para consolidar favorables expectativas de inversi�n, exportaciones y crecimiento. El representante del Ejecutivo en la Comisi�n Especial, destac� que las principales ventajas del Tratado son las siguientes: es una se�al de confianza internacional en la calidad de nuestras pol�ticas e instituciones; es el producto de una estrecha y continua labor de coordinaci�n entre los sectores p�blico y el privado; aumenta y diversifica las exportaciones chilenas; como se trata de econom�as complementarias, en varios aspectos muy importantes se refuerza el potencial de crecimiento, particularmente en el comercio; con �l, no se va a perder una oportunidad comercial frente a otros pa�ses competidores; tiene mejores disciplinas, que permiten enfrentar adecuadamente las distorsiones y barreras comerciales a trav�s de mecanismos m�s fuertes y expeditos de soluci�n de controversias, y, finalmente, estimular� las inversiones sudcoreanas en Chile al aumentar sus garant�as. En lo concerniente a las exportaciones chilenas a Corea del Sur, dicho pa�s ocup� el n�mero 7 entre nuestros socios comerciales, y fue el tercer destino para las exportaciones chilenas al Asia, detr�s, por cierto, de Jap�n y de China, pa�ses que, como todos sabemos, tienen un tama�o mucho mayor. El intercambio comercial entre ambas partes es de 1.149,3 millones de d�lares, inclin�ndose la balanza comercial a favor de nuestros pa�s, ya que las exportaciones chilenas a Corea del Sur sumaron 710,5 millones FOB, en tanto que las importaciones sudcoreanas alcanzaron los 438,8 millones CIF. Al analizar las exportaciones por sector productivo, se observa que el 80,4 por ciento de los env�os destinados a Corea del Sur provienen del sector minero, seguidos por el sector forestal, con el 12,3 por ciento, y la pesca y agroindustria, con 2,8 por ciento cada uno. Respecto de la diversificaci�n de las exportaciones nacionales a Corea del Sur, en 2002 el n�mero de productos exportados alcanz� a 187. A su vez, entre los principales productos provenientes de Corea del Sur, destacan los veh�culos con motor de �mbolo de cilindrada superior a 1.500 cent�metros c�bicos, pero inferior o igual a 3 mil cent�metros c�bicos, con 8,1 por ciento; los autom�viles de turismo con cilindrada entre 1.000 y 1.500 cent�metros c�bicos, con 7,6 por ciento, y los tel�fonos celulares, con 7,2 por ciento. Entre las caracter�sticas del Tratado, cabe mencionar que se trata de un acuerdo de �ltima generaci�n, similar a los celebrados con Canad�, M�xico y Centroam�rica. Para precisar las obligaciones OMC, se establecen disciplinas comerciales que tienden a garantizar el cumplimiento de las obligaciones suscritas, y se incluye un sistema de soluci�n de controversias con capacidad de coacci�n comercial. Se destacan como las partes m�s importantes del Tratado, las siguientes: disposiciones iniciales; comercio de bienes; reglas de origen; procedimientos aduaneros; defensa comercial; salvaguardias, antidumping y derechos compensatorios; temas sanitarios y fitosanitarios; normas t�cnicas; inversiones y servicios transfronterizos; telecomunicaciones; entrada temporal de personas de negocio; competencia en materia de contrataci�n p�blica; propiedad intelectual; transparencia y administraci�n del Acuerdo; soluci�n de controversias, y excepciones. Sin lugar a dudas que la celebraci�n de un acuerdo de este tipo, en nuestra opini�n y en la de la Comisi�n Especial que tuve el honor de presidir, es altamente importante, dado que Corea del Sur es reconocidamente proteccionista, y que con tal instrumento, obviamente, inicia una nueva etapa en sus relaciones comerciales con el mundo. Como ya se ha dicho, fue aprobado por unanimidad por los miembros de la Comisi�n Especial, as� como tambi�n, entiendo, por la Comisi�n de Hacienda. Quiero se�alar que participo de la idea de que el Tratado sea aprobado, por las siguientes razones: primero, porque tanto quien habla como el Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, tuvieron la posibilidad -como entiendo que tambi�n lo hizo el Presidente del Senado- de conversar largamente con el Embajador de Corea. �l nos se�al� las condiciones muy particulares que vive el Parlamento coreano a prop�sito de esta situaci�n. Entre otras informaciones precisas, se�al� lo siguiente: primero, de 26 organizaciones de campesinos, de peque�os propietarios agr�colas, s�lo seis se oponen al Tratado. El resto de las organizaciones, campesinos, peque�os y medianos propietarios agr�colas, est�n de acuerdo con �l. En segundo lugar, no quiso imponerse la vez anterior, cuando iba a ser discutido en el Parlamento coreano, para no generar una situaci�n de mayor conflictividad. Por esa raz�n, por acuerdo un�nime de los sectores ampliamente mayoritarios que est�n de acuerdo con el Tratado, se ha convocado a una sesi�n para el d�a 9 de febrero del presente a�o, en donde se nos da seguridad -naturalmente que no podemos darla plenamente ante la Sala, pero por lo menos se nos ha se�alado la seguridad- de que por parte de esa mayor�a importante de diputados o de congresistas sudcoreanos, hay la m�s plena disposici�n para aprobar el Tratado de Libre Comercio con Chile. Obviamente, para Corea es sumamente importante. No lo es tanto para Chile, si se mira desde la gran perspectiva en que nos hemos incorporado al comercio mundial. Lo es ante todo para esa naci�n, porque para ellos es el primer instrumento de este tipo con un pa�s lejano como Chile; segundo, porque est�n estudiando tambi�n nuevos tratados con otros pa�ses, y una negativa por parte del Parlamento es casi impensable, porque eso cerrar�a las posibilidades de acuerdos m�s significativos con otros Gobiernos, con los cuales Corea tiene bastante inter�s en celebrar esta clase de tratados. Y, en tercer lugar, me ha parecido muy importante -ojal� que el debate as� lo refleje, porque no debemos olvidar que nuestro pa�s este a�o ser� un actor central del encuentro Asia Pac�fico, de la que Chile ser� sede- que di�ramos una se�al hacia un Estado de mucho peso en las relaciones con Asia Pac�fico y en Asia, y con el cual ya tenemos contactos comerciales bastante intensos y con el que podemos profundizar mucho m�s los v�nculos ya existentes y de otro orden, porque es clave en lo referente al sistema APEC. Dado el hecho de que nuestro pa�s va a ser sede central en lo que podemos hacer en pol�tica hacia el mencionado sector, creo buena la oportunidad para que podamos, ojal�, dar dicha se�al. Entiendo perfectamente las prevenciones de algunos se�ores Senadores en el sentido de que podemos quedar "pedaleando en el aire"; pero tengo la impresi�n, por lo que el Embajador nos ha dicho, por conocer la situaci�n pol�tica interna de Corea y por la importancia que para dicho pa�s reviste un tratado de libre comercio como �ste, de que debi�ramos aprobar este instrumento internacional que, junto con ser importante e interesante, es altamente beneficioso para nosotros. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Antes de dar la palabra al Honorable se�or Romero, quiero ratificar el hecho de que, en representaci�n del Gobierno coreano, recib� la visita de su Embajador, para asegurarme de lo que suceder�a despu�s de la aprobaci�n por parte nuestra del Tratado. Dio seguridad de que ellos lo iban aprobar el 9 de febrero, lo que era decisi�n de su Gobierno y de las mayor�as parlamentarias, aparte que para tal naci�n es un elemento determinante para el Tratado de la Organizaci�n Mundial de Comercio. Adem�s, no s�lo estaba en juego el problema con Chile, sino que el asunto era fundamental para los otros tratados de libre comercio que estaban negociando en el �rea. Quiero transmitir esto como una apreciaci�n oficial que me hizo el Gobierno coreano. Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, �me permite, para dar una informaci�n de la Comisi�n de Hacienda? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Primero est� inscrito al Senador se�or Romero. El se�or ROMERO.- No tengo inconveniente en que intervenga primero el Honorable se�or Boeninger, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso, tiene la palabra el Senador se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Muchas gracias, Senador se�or Romero. La Comisi�n de Hacienda comparti� �ntegramente las consideraciones sustantivas de la Comisi�n Especial, y propone aprobar el proyecto de acuerdo relativo al Tratado de Libre Comercio con Corea, por unanimidad. Deseo a�adir que el informe financiero de la Direcci�n de Presupuestos del Ministerio de Hacienda que nos correspondi� analizar, del cual se tom� nota, indica que el impacto financiero del proyecto se estim� en t�rminos est�ticos; es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la econom�a, como producto interno bruto, importaciones, tipo de cambio, inflaci�n interna y externa. Obviamente, un acuerdo de estas caracter�sticas impacta negativamente en los ingresos fiscales, debido a la menor recaudaci�n de aranceles y del IVA por las importaciones provenientes de Corea. Por otro lado, hay cierta desviaci�n de comercio hacia las importaciones de mercader�as desde ese pa�s, porque ser�n m�s baratas, lo cual reduce la p�rdida fiscal. En todo caso, esta �ltima, en el primer a�o de reducci�n arancelaria y en el �ltimo a�o de rebaja, alcanzar�, de todas maneras, aproximadamente a 30 millones y 42 millones de d�lares, respectivamente, en valores de 2004. En verdad, el financiamiento del proyecto, junto con el de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos y con la Uni�n Europea, ya fue considerado en la ley que increment� el IVA hace unos meses,. Reitero: la Comisi�n de Hacienda aprob� el proyecto de acuerdo un�nimemente y, aprovechando la coyuntura, simplemente deseo a�adir -a t�tulo personal- una reflexi�n a las �ltimas palabras del Senador se�or N��ez, en cuanto a que existe cierto riesgo de que el 9 de febrero no se vote el proyecto, como ha ocurrido en tres oportunidades anteriores. Sin embargo, a estas alturas, no cabe duda de que ser�a una ayuda para el Gobierno coreano -cuyo compromiso con el Tratado es indiscutible- el que nosotros lo aprobemos antes. Porque la experiencia me indica que en los pa�ses asi�ticos la palabra empe�ada �aqu�l se ha comprometido a trav�s de la firma del Tratado- tiene un peso muy grande. De modo que con su aprobaci�n contribuiremos a que se vote efectivamente ese d�a. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, deseo comenzar se�alando que se trata de un convenio -yo dir�a- bastante limitado en sus alcances. No es igual a los que hemos suscrito con otros pa�ses recientemente, sino que est� muy limitado tanto en el plano industrial como en el agr�cola, en cuanto a sus aspectos y contenido. Sin embargo, para entenderlo en su real dimensi�n, pienso que hay que analizarlo con una visi�n estrat�gica de lo que debiera ser el pa�s en los pr�ximos a�os. Nos hemos insertado en el mundo occidental, a trav�s de los tratados con la Uni�n Europea, con Estados Unidos y con los bilaterales que hemos suscrito pr�cticamente con todos los pa�ses de Am�rica Latina y, en particular, con M�xico y Canad�, que han sido realmente de �ltima generaci�n. Esta mirada estrat�gica no se relaciona necesariamente con el comercio que pueda existir con una naci�n como Corea del Sur, que es interesante, pero limitado. Si se analizan los productos -lo revisamos en la Comisi�n-, uno se encuentra con que pr�cticamente los asuntos m�s �lgidos del mundo agropecuario est�n limitados. Por ejemplo, lo referente a cereales, c�tricos, qued� pendiente para despu�s de lo que ocurra en Doha; es decir, un poco en veremos. En cuanto al tema industrial, en Chile siempre se dice que los planteamientos de exclusi�n provienen de los sectores agr�colas. Sin embargo, aquel segmento productivo ha sido especialmente diligente para expresar exclusiones en el Tratado. Entonces, que no se se�ale despu�s que este �ltimo es partidario del libre comercio completo y que el sector agr�cola no desea suscribir convenios internacionales, ni insertarse en el libre comercio. Eso es falso. As�, por lo dem�s, lo demuestra este Convenio, en que los sectores industriales han excluido muchos de sus productos y art�culos. Por otro lado, me parece muy importante analizar algunos aspectos del Tratado desde la perspectiva de lo que sucede en Chile. En la Comisi�n de Relaciones Exteriores pusimos especial atenci�n al rubro textil, porque todos sabemos que �ste constituye una actividad tradicional en Corea del Sur. En el informe de dicho �rgano t�cnico se describen �ntegramente las distintas situaciones que se han producido al respecto. Hago hincapi� sobre el particular, pues estimo importante tener en consideraci�n �repito- todos los conceptos relacionados con esta materia, pues una cosa es negociar bien los tratados, y otra, c�mo se administran. Porque si bien es cierto que debemos ser conscientes de que el Tratado puede tener aspectos muy positivos -como los descritos aqu� por el se�or Presidente de la Comisi�n, que comparto-, no lo es menos que este tipo de convenios tambi�n plantean situaciones que no podemos olvidar ni obviar. Existen cl�usulas de salvaguardia no s�lo para tenerlas por escrito en un tratado, sino para aplicarlas. Hay toda una problem�tica acerca del tema antidumping. Estamos acostumbrados a analizar este punto desde la perspectiva de los pa�ses desarrollados; pero resulta que en �stos -no lo digo en t�rminos peyorativos respecto a Corea del Sur-, que poseen costumbres y pr�cticas comerciales distintas a las nuestras, es importante perfeccionar nuestra conducta, legislaci�n y manera de enfrentarnos al problema del antidumping. Porque, de hecho, hemos tenido evidencias de importaciones subvaloradas y subfacturadas provenientes del Asia, lo cual, obviamente, ha afectado gravemente la situaci�n de la industria textil artesanal de La Ligua. Todos los antecedentes relacionados con esta materia los puse en conocimiento de la Comisi�n, ya que, a mi juicio, esto hay que mirarlo no s�lo en la teor�a sino tambi�n en la pr�ctica. Se me explic� que era mejor tener un tratado que contemplara mecanismos de control de verificaci�n, en particular para resolver los reparos que puedan presentarse sobre el origen de las mercader�as, lo cual me parece razonable. Asimismo, en cuanto a la lista de matices y diferencias respecto a otros acuerdos en materia de certificaci�n de origen -en que fueron muy exigentes-, los negociadores se�alaron que el planteamiento de los privados fue acogido y habr� una pol�tica extraordinariamente exigente con relaci�n a las valoraciones, facturaciones y otras materias, que en el pasado han creado situaciones muy graves incluso en cuanto a la calidad de este tipo de materiales. Por ejemplo, hemos recibido importaciones de textiles acerca de las cuales se se�ala que son hilados de determinadas caracter�sticas y son, simplemente, prendas de vestir que se usan una vez y despu�s hay que botarlas. Claro, el kilo vale un d�lar; es decir, Sus Se�or�as se imaginar�n de qu� estamos hablando. En tal sentido, se�or Presidente, deseo reiterar mis aprensiones, o mejor dicho, recomendaciones y sugerencias expresadas en la Comisi�n, respecto de la forma como deber�amos enfrentar esta situaci�n. Al mismo tiempo, quiero se�alar que la urgencia para aprobar el Tratado tiene, naturalmente, distintas miradas. Respeto las interpretaciones del Ejecutivo y de algunos se�ores Parlamentarios sobre el particular; pero no las comparto. Sin embargo, no quiero aparecer obstaculizando un acuerdo de esta naturaleza; pero, a nuestra edad, no es f�cil digerir el "pedalear en el aire" -como aqu� se dijo- y aceptarlo como un hecho. Me parece que no es bueno para la salud de nadie ni menos para la imagen del Congreso que quedemos "pedaleando en el aire". Deslindo responsabilidades al respecto, porque naturalmente se corre el riesgo de que aprobemos el Tratado y de que nuestra contraparte no lo haga. Obviamente, no ser� yo quien se oponga, pero quiero dejar establecido que la responsabilidad deben asumirla quienes, de buena fe, creen �y lo respeto- que va a resultar bien.. En todo caso, deseo destacar finalmente que debemos mirar este Tratado con una visi�n estrat�gica, dado que para nosotros s� es muy importante verificar lo que nos va a ocurrir con Jap�n y con China. Es fundamental para nuestro desarrollo el saber exactamente de qu� manera nos insertaremos en ese mundo tan relevante. Y, en particular, entender que nuestra posici�n no es la de que vamos a ser complementarios de una econom�a de mil quinientos millones de habitantes, como sucede en el caso de China, porque, sin duda, ser�a presuntuoso e inaceptable, sino que debemos analizar el tema desde el punto de vista de ellos. Es decir, que Chile se convierta efectiva y realmente en una plataforma de servicios, de negocios y de actividades que puedan ser desarrollados desde el continente asi�tico hacia Am�rica y el resto del mundo, y podamos simplemente colaborar en ese desarrollo. En ese sentido, estoy absolutamente convencido de que nuestro pa�s puede jugar un papel significativo. Por eso, sobre la base de tales antecedentes, quiero se�alar que si la se�ora Ministra y el Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores del Senado tienen esa fe �que, en este caso, quisiera tener-, yo tambi�n prestar� mi aprobaci�n al Tratado. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para que me reemplace en la testera el Senador se�or P�ez por unos minutos. --Pasa a presidir la sesi�n, en calidad de Presidente accidental, el Honorable se�or P�ez. ----------------- El se�or P�EZ (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Senador se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, ante todo, coincido con el Senador se�or Romero en cuanto a estimar que este Tratado es uno de los m�s modestos que hemos considerado. En su m�rito, yo dir�a que es m�s bien un tratado de comercio que uno de libre comercio, expresi�n esta �ltima que habr�a que reservar a algunos casos donde la apertura es muy grande, y aqu� hay mucha restricci�n. En segundo lugar, tambi�n recib� la visita del embajador de Corea y sus ayudantes, y me proporcion� la misma informaci�n dada a otros se�ores Senadores y al se�or Presidente del Senado, y en una forma bastante curiosa porque es un pa�s original, por decir algo espec�fico. Y dio garant�as en cuanto a que el 9 de febrero el Tratado ser� aprobado por el Parlamento en Se�l. Al expresarle mi preocupaci�n acerca de que ello podr�a significar una situaci�n de cierta rudeza en el acceso al Congreso, me contest� que se hab�an tomado las medidas policiales para aislar a aquellos Diputados contrarios al Tratado -sistema sobre el que llamo aqu� la atenci�n, porque puede ser interesante considerarlo a futuro- y, por ende, quedar�an impedidos de votar, lo cual facilita notablemente la aprobaci�n de las leyes� En el fondo, quiero decir que tambi�n estimo que �ste es un tratado de perspectivas estrat�gicas. En s� mismo no reviste una densidad ni una importancia trascendental. Es el primero que celebramos con el Oriente, y creo que es bueno buscar f�rmulas de penetraci�n de nuestros productos en esos mercados, que son muy desarrollados t�cnica e industrialmente, precisamente por ser muy protegidos, porque si hubieran sido abiertos no tendr�an la capacidad que exhiben hoy d�a, elemento muy fundamental cuando uno habla de libre comercio respecto de pa�ses en desarrollo. Pues bien, en torno de estas cuestiones, deseo formular algunas observaciones. Hace pocas semanas tuve la ocasi�n de escuchar exposiciones del economista don Sebasti�n Edwards. Muy notable como profesor, como publicista, y como persona que tiene una vasta experiencia y goza de amplio prestigio en los Estados Unidos y en Europa. En sus exposiciones �primero en grupos privados, despu�s, en la universidad- demostr� que el sistema de libre comercio presentaba indudables ventajas para Chile. Dijo que la �nica forma de que un pa�s como el nuestro pod�a desarrollarse era abri�ndose, por tener un mercado tan peque�o. Pero al mismo tiempo advirti� que nos estaba creando situaciones muy delicadas, porque estamos aumentando la exportaci�n de productos, en general, tradicionales, naturales, de escaso valor agregado, y, a la vez, abriendo nuestros mercados a productos terminados de tipo industrial y otros, que impedir�n que Chile pueda acceder a fabricarlos. La exposici�n fue muy larga y detallada y no me referir� a ella en su totalidad. No creo que sea poseedor de toda la verdad, pero dentro de la constelaci�n de personas entendidas, particularmente de los economistas, su opini�n me llam� la atenci�n porque la emiti� con enorme cantidad de cifras y estudios. Es una persona que evidentemente goza de un prestigio internacional muy grande. Nos consta que, como dijo el se�or Ministro de Hacienda, constituye una fiesta para el consumidor. Pero la fiesta la provocan los productos importados baratos �y m�s a�n por el precio del d�lar-, lo cual hay que celebrarlo, pero hasta cierto punto porque eso significa que la producci�n nacional disminuye. La capacidad de Chile de fabricar zapatos, tijeras u otros productos de esa naturaleza desaparece. No ser� posible hacerlo, porque �stos llegan a muy bajo precio de Europa y de otros lugares, donde existe una gran tradici�n en cuanto a su producci�n. O sea, en cierto sentido, con el Tratado con Corea puede darse el caso de lo ocurrido con los textiles. Entonces, vamos segando la posibilidad de alcanzar el segundo nivel de la econom�a chilena -�sa fue la explicaci�n de Edwards-, consistente en recurrir a t�cnicas de producci�n m�s avanzadas. Lo anterior nos obliga a ir a un tercer nivel, que es el m�s moderno, de tecnolog�as m�s sofisticadas, que implican intelectualmente una formaci�n y educaci�n muy superiores a las de que disponemos en la actualidad. A m� me preocupa esta argumentaci�n, porque me duele el ver hoy d�a que cosas concretas, como martillos, clavos, etc�tera, son todas importadas, ninguna de ellas se hacen en Chile, y no se fabricar�n nunca m�s. Podemos apreciarlo en el rubro del calzado. Actualmente, un par de zapatos de buena calidad hechos en China cuesta diez mil pesos. �Qui�n va a producir zapatos ante esos precios! Preferir�n vender aqu�llos. Habr� compatriotas que ganar�n dinero vendi�ndolos. Pero, �somos en Chile distribuidores de productos importados? Es un tema que no veo que se est� discutiendo con ocasi�n de los tratados, los cuales he aprobado siempre. Pero llega el momento en que personas m�s ilustradas que yo en estas materias dan a conocer sus puntos de vista, como el se�or Edwards, quien formul� observaciones que fueron muy bien recibidas por parte de empresarios importantes. Esto me preocupa. Es una inquietud que dejo planteada a la se�ora Ministra, a los se�ores Senadores y a quienes act�an en este campo en el plano internacional, porque creo que, al final, podremos exportar m�s uvas, m�s cobre, m�s pescado, pero, seg�n Edwards, la curva de ascenso de nuestras exportaciones, desde el punto de vista de los ingresos del pa�s, adolece de una cierta lentitud comparada con la correspondiente a la importaci�n de productos de mucho mayor valor agregado. �ste es un problema. El otro punto que quer�a mencionar con motivo del Tratado que nos ocupa, es que aqu� ya ha surgido una preocupaci�n al respecto y se tom� el acuerdo de que en la Comisi�n de Relaciones, o donde sea necesario, deber�amos contar con un sistema de seguimiento de los convenios. Ello en raz�n de que, habitualmente, el Senado dice "s�" o "no". Generalmente se pronuncia a favor. Ser�a una cat�strofe que los rechazara. No se ha dado el caso, y espero que no se d�. Pero despu�s de dar el s�, en los matrimonios ocurren muchas cosas. Sin embargo aqu�, en lo tocante al Senado �que es uno de los c�nyuges-, no pasa nada. Entonces, no se sabe qu� sucedi�: si fue bueno o malo, si se cumpli� o no se cumpli�. No me refiero al detalle, pero s� es preciso conocer el impacto tuvo en la econom�a, porque nosotros lo aprobamos en funci�n de que ser�a positivo. Pero si no lo fuera, querr�amos saberlo, pues no s�lo ponemos un timbre. �se es un punto importante, y creo que habr�a que buscar un mecanismo de seguimiento. Ello tiene relaci�n tambi�n con lo que ocurre en regiones. En la que yo represento, hay dos actividades que est�n aprovechando los tratados: una es la lechera, sobre todo por iniciativa de algunos productores -entre otros, COLUN-, y la otra, la industria de la carne. A prop�sito de esta �ltima, debo decir que el s�bado asist� a la inauguraci�n de una gran planta, lo que fue muy emocionante. Al evento asistieron el Presidente de la Rep�blica, autoridades y productores de carne de Temuco al sur. Se trata de la industria m�s moderna que puede tener Am�rica Latina, dotada de los equipos m�s sofisticados para la exportaci�n del producto, en vista de que ahora se dan las condiciones, pues no tenemos fiebre aftosa y contamos con buenos acuerdos comerciales. Pero el resto de la poblaci�n oye hablar de los tratados de libre comercio, quiere participar, pero no sabe c�mo hacerlo. Echo de menos que no se haya materializado lo que formalmente pidi� la Comisi�n de Relaciones Exteriores cuando aprobamos los acuerdos, primero con la Uni�n Europea, y despu�s con los Estados Unidos: la formaci�n de una estructura semejante a la del Instituto de Comercio Exterior de Italia, a lo que hay en Holanda o a lo que existe en todas partes de mundo, esto es, un organismo que cree las condiciones internas para ayudar a los privados a beneficiarse de los acuerdos que se suscriben (b�squeda de mercados, precios, tecnolog�a, etc�tera), aparte los buenos oficios del SAG u otras reparticiones. Todav�a no hay un sistema de esa especie. S� que ha habido reuniones, pero ya ha transcurrido un a�o y medio y no se ha hecho lo que, a mi juicio, resulta indispensable: el aprovechamiento de los tratados. S� que los europeos lo han logrado, porque est�n llegando cosas extraordinarias. De Norteam�rica no tanto, pero s� de Europa, y seguramente de Corea, que est�n mejor organizados que nosotros. En estas condiciones, y tomando pie de la petici�n del se�or Embajador, con muchas dudas de que el 9 de febrero, de nuevo, los agricultores coreanos den otro ejemplo a los chilenos en cuanto a su fortaleza para defender sus intereses e impidan que se apruebe el acuerdo, no veo raz�n para oponernos, faltando a una tradici�n chilena muy antigua, de no sancionar los tratados mientras el otro pa�s no lo haya suscrito, o contar con la seguridad absoluta de que lo ratificar� en determinada fecha. No hay ninguna certeza. Y despu�s de lo que ha pasado, uno puede imaginar cualquier resultado, en una naci�n que est� en proceso de elecciones, que cambia de gobierno dentro de muy poco, de lo que puede resultar, no un da�o, pero s� que pueda romperse un precedente importante. He dicho. El se�or P�EZ (Presidente accidental).- A continuaci�n est� inscrito el Senador se�or Larra�n. Antes de dar la palabra a Su Se�or�a, quiero advertirle que esta posici�n m�a es muy transitoria y fugaz. Lo se�alo para que no se preocupe...! Puede hacer uso de la palabra, se�or Senador. El se�or LARRA�N.- �Gracias, se�or Presidente transitorio...! Deseo iniciar mi comentario refiri�ndome al riesgo de aprobar hoy d�a este acuerdo con un pa�s que a�n no est� en condiciones de hacerlo y de quedar en situaci�n de desmedro. He sido partidario de prorrogar, de postergar este paso, desde hace bastante tiempo. No olvidemos que el convenio fue informado ya por la Comisi�n especial a mediados de septiembre del a�o pasado (el informe data del 16 de ese mes). Lo hemos pospuesto precisamente por una situaci�n de desequilibrio, pues puede ocurrir que Chile cumpla todos los pasos y Corea a�n no lo analice. Queda esa sensaci�n. He seguido de cerca la evoluci�n de los hechos en ese pa�s asi�tico y mantenido conversaciones con su Embajador. Mi impresi�n es que aun cuando el Parlamento de esa naci�n no lo discuta el 9 de febrero, lo suscribir� m�s temprano que tarde. No me sorprender�a que no fuera en esa fecha y que termine ocurriendo en marzo. Para que eso prospere, pienso que en lugar de estar a la espera de que den el paso, puede ser un elemento coadyuvante el que lo tengamos aprobado. Si una vez despejado el asunto por nosotros, el Ejecutivo se ve un poco apurado en dar forma al compromiso, pienso que todav�a tiene tiempo para esperar la sanci�n del acuerdo por parte del Parlamento coreano, y s�lo entonces ratificarlo. Por consiguiente, no tengo temor, pues Corea tiene un real compromiso de aprobar el tratado, independientemente de los conflictos suscitados, que dicen relaci�n a las inquietudes de ciertos sectores que ven amenazados sus procesos productivos por los contenidos del mismo, adem�s de encontrarse en per�odo pre-electoral, lo cual genera las convulsiones que hemos visto. En lo personal, pienso que podemos dar el paso, ya que puede ser incluso un elemento positivo para lograr precisamente que nuestra contraparte d� el suyo. Al igual que los otros acuerdos de libre comercio suscritos por Chile, considero que �ste se inscribe dentro de la pol�tica de apertura que ha venido siguiendo desde hace d�cadas. Tenemos un problema de restricciones de mercado debido a nuestro tama�o; por lo tanto, si no entramos a nuevos mercados, dif�cilmente generaremos un desarrollo econ�mico consistente. La apertura, la competencia y la incorporaci�n a nuevos mercados, obviamente, son elementos centrales de nuestra pol�tica y estrategia de desarrollo. Es cierto que, a medida que se van aprobando estos convenios, lo que hace la competencia es desnudar nuestra realidad, se�al�ndonos d�nde tenemos verdaderas capacidades y en qu� parte no, lo cual genera distintos tipos de conflictos e impactos locales; pero son procesos necesarios para nuestra madurez econ�mica. Al mismo tiempo, deja en evidencia d�nde est�n los niveles de mayor competitividad -�ste es uno de los temas de fondo que nuevamente saca a la luz el acuerdo-, sobre el supuesto de que las negociaciones efectivamente van convergiendo en que Chile se desarrolle en plenitud. Tengo la impresi�n de que los convenios firmados, salvo quiz�s con la Uni�n Europea, nos van poniendo un margen de desarrollo que potencia un poco la capacidad de trabajo econ�mico que hemos venido llevando a cabo. Esto, porque incentivamos a hacer m�s de lo que hemos venido haciendo, m�s de lo mismo, y no necesariamente abrirnos a nuevos desaf�os que permitan potenciar nuestra capacidad econ�mica y productiva. El Acuerdo con la Uni�n Europea abri� ventanas distintas, desde el momento en que permiti� la cooperaci�n, la integraci�n cultural, el espacio de intercambio universitario, de investigaciones, todo lo cual puede potenciar la necesidad de entrar a nuevas fases de desarrollo. En la l�nea de lo que reci�n rese�� el Senador se�or Vald�s, obviamente, todav�a seguimos exportando materias primas, por lo que necesitamos pasar a etapas m�s evolucionadas, en donde la innovaci�n sea la se�al de lo que podemos hacer. Chile tiene potencialidades, ya que su capacidad econ�mica no es muy grande, debido a su tama�o, ni posee tantos recursos naturales como para poder vivir eternamente de ellos. Debemos dar pasos cualitativos para generar un nivel de desarrollo econ�mico distinto. Es tiempo de pensar en c�mo avanzar m�s en esa l�nea, porque tal cual se est�n desarrollando esos convenios, potencian lo que ya somos y sacamos m�s provecho a lo que ya tenemos. Sin embargo, creo que ha llegado el minuto en que lo que se haga en adelante debe estar referido a lo que queremos ser, y no solamente a lo que ya somos, tema que debiera ser abordado en forma muy significativa. Por otro lado, en el tratado en comento existen, adem�s, otras consideraciones que debemos representar y valorar especialmente. Quiz�s no sea un acuerdo muy importante -hace poco alguien dec�a que apenas es de comercio-, pero a mi entender su mayor valor est� en ser el primero que se suscribe con Asia. Sobre el particular, hemos orientado parte de nuestro desarrollo exportador hacia ese continente en el �ltimo tiempo: cerca de 30 por ciento de nuestras exportaciones van hacia ese mercado. Pero no cabe la menor duda de que, desde el punto de vista de lo que representa Asia en el mundo, debemos incrementar nuestra presencia all� de manera muy significativa. Tuve la ocasi�n de proponer a la Direcci�n General de Relaciones Econ�micas Internacionales de la Canciller�a -espec�ficamente a PROCHILE- la idea de desarrollar una misi�n empresarial con representantes de la Regi�n que represento. Y lo hice porque me parece que debemos mirar nuestra inserci�n internacional no solamente como un pa�s o un bloque, sino tambi�n desde diversas proyecciones. Chile se ve muy distinto desde las Regiones. Esa perspectiva nos entreg�, despu�s de recorrer cuatro pa�ses (Malasia, Tailandia, Filipinas y China), una experiencia muy valiosa. Adem�s, nos dimos cuenta de que la S�ptima Regi�n cuenta con una serie de ventajas que, trabajadas correctamente, pueden significar un notorio incremento comercial para ella. Pienso que los esfuerzos realizados en esa l�nea son muy poderosos. Y hacer este mismo ejercicio en otras nos da una mirada distinta. Lo m�s notable fue ver que ese empe�o tuvo especial implicancia y un efecto rendidor en el Asia, por tratarse de un mercado al que todos los pa�ses miran. Y si no apuntamos a �l con velocidad, vamos a sufrir un castigo muy severo. Me llama la atenci�n, por ejemplo, la fuerza con que Australia est� trabajando all�. Por muchas razones, dicho pa�s posee ventajas comparativas para penetrar esa regi�n asi�tica con productos semejantes a los nuestros, pero hemos conseguido un buen posicionamiento, sobre todo con los provenientes del �rea agroexportadora. Por lo tanto, el suscribir un acuerdo con Corea reviste una significaci�n estrat�gica enorme. Ello debiera abrir paso a una visi�n similar con otros pa�ses interesados en profundizar este tipo de negociaciones. De manera que lo valoro en forma especial. Sin embargo, el Tratado en debate representa un hecho que no deja de ser una paradoja. Hasta la fecha, como dec�a, estos acuerdos desnudan los problemas existentes en el comercio exterior. Y quiz�s el que nos ha afectado de manera m�s grave ha sido el suscrito con el MERCOSUR. Todos los convenios comerciales firmados por Chile -inicialmente era el NAFTA, pero termin� en acuerdos separados, primero con Canad� y M�xico, luego con la Uni�n Europea y, finalmente, con Estados Unidos- han dejado en evidencia que uno de los problemas m�s serios que afectan al comercio exterior es el proteccionismo, focaliz�ndose fuertemente en determinado sector productivo: el agr�cola. Hasta ahora, estos convenios dejan de manifiesto nuestra complicaci�n para competir en esa �rea de la econom�a con el resto de los pa�ses, por el enorme proteccionismo existente, sobre todo en los m�s desarrollados. Quiero recordar que las naciones vecinas tambi�n utilizan este mecanismo. Por ello, siempre hemos objetado el Acuerdo con el MERCOSUR, porque Argentina y Brasil han mantenido durante d�cadas pol�ticas de subsidio y proteccionismo que nos perjudican enormemente cuando competimos con ellos. Por lo dem�s, la balanza comercial con el MERCOSUR ha sido negativa. Por ese motivo lo impugnamos y pedido que se revise una y otra vez. Sin embargo, el tratado con Corea nos plantea una situaci�n completamente distinta. Por primera vez quienes lo rechazan en la contraparte son los agricultores, pues tienen temor de competir con nuestros empresarios agr�colas. Eso demuestra que, cuando no existe proteccionismo, ellos se encuentran en condiciones de competir. Me parece fundamental subrayar este tema, porque muchas veces aqu� se ha emitido un juicio muy injusto cuando hemos planteado la necesidad de combatir la competencia desleal mediante distintos mecanismos, con el objeto de evitar que el proteccionismo externo sea la causa de la pobreza agr�cola y la miseria campesina que, como advertimos, han surgido precisamente por la existencia de un sector econ�mico extremadamente protegido. No obstante, al momento de analizar esa situaci�n nos encontramos con la sorpresa de que es el sector agrario chileno el que debe restringirse para firmar un convenio con Corea, pa�s que ha declarado productos sensibles, a consecuencias de lo cual algunas especies agr�colas no podr�n ingresar a la naci�n asi�tica: el arroz, las peras y las manzanas. Podr� decirse que es una peque�a parte, pero, a mi juicio, una muy significativa. No puedo dejar de destacar este aspecto porque, al final, la raz�n de que estos productos no puedan llegar a Corea obedece al hecho de proteger a manufacturas industriales chilenas que no est�n en condiciones de competir, a pesar de que �stas no sufren un problema de proteccionismo internacional como el que afecta a la agricultura. Entonces, yo pregunto: �d�nde est�n los defensores del libre comercio, en el Senado o en el pa�s, que siempre cuestionan y critican a la agricultura cada vez que hablamos de estas materias? �D�nde est�n las voces que protestan en contra de aquellos que hoy se amparan en este acuerdo de libre comercio para declarar sensibles e impedidos de entrar a Chile los refrigeradores, lavadoras y neum�ticos recauchados de Corea, productos que han quedado completamente excepcionados? �D�nde est�n aquellos que justifican la prohibici�n de ingresar a Chile los textiles, cemento, acumuladores el�ctricos, acero, calzado y neum�ticos? Aqu� la agricultura est� haciendo nuevamente el sacrificio. En general, ocurre al rev�s: Chile abre su econom�a para tener acceso a otros mercados. Hoy d�a sucede lo contrario: el pa�s cierra la posibilidad de exportar ciertos productos a Corea para impedir que los elementos coreanos entren a nuestro territorio y causen da�o al sector industrial nacional. En consecuencia, voy a aprobar el acuerdo en discusi�n. Sin embargo, no puedo dejar de hacer presente la incoherencia que advierto en otros. Estimo que no existen justificaciones para ello, pero s� las ha habido cada vez que hemos planteado la necesidad de ver la situaci�n en que queda nuestra agricultura cuando no enfrenta una competencia leal. La econom�a agr�cola en el mundo est� intervenida por diversos mecanismos: subsidios, restricciones a los mercados, beneficios a las exportaciones y otros que la Organizaci�n Mundial del Comercio no ha podido revertir. Por eso se justifica, de tiempo en tiempo, para un sector que representa m�s de 20 por ciento de la econom�a nacional, una mirada distinta, transitoria, hasta que el mundo entero adopte el libre comercio y permita que la agricultura compita de igual a igual. Cuando discutimos sobre los problemas del az�car, sostuve que si puede entrar a Estados Unidos sin pagar aranceles, se termine la banda de precios; pero en el Tratado de Libre Comercio firmado con dicho pa�s eso no se logr�, por lo que el ingreso de az�car nacional est� prohibido, a menos que cancele 250 por ciento de arancel. �sa es la verdad. Quiero subrayar estas justificaciones, porque hoy d�a "se dio vuelta la tortilla", y la agricultura est� pagando el precio para impedir que ciertos productos extranjeros causen da�o a algunos sectores productivos nacionales. Finalmente, quiero recalcar que este nuevo acuerdo de libre comercio nos obliga a definir c�mo seguiremos avanzando en esta materia. Es necesario tener claro que estos instrumentos deben servir para potenciar lo que queremos ser y no lo que ya somos, como se�al�. Por lo tanto, la suscripci�n de estos tratados nos exige establecer pol�ticas p�blicas que orienten nuestro trabajo. As� lo planteamos, junto a un grupo de Senadores, cuando se estudi� el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos. No lo conseguimos, pero quiero insistir en esto. Considero que los beneficios de estos convenios deben ser evaluados y potenciados. Por eso, quiz�s resulte oportuno hacer un alto en el camino y no seguir firmando otros donde se presente la oportunidad, porque, seg�n la actual tendencia, habr� muchas ofertas para Chile. La pregunta es c�mo continuar hacia el futuro en esta materia. Ello, obviamente, nos obliga a reflexionar acerca de qu� capacidad tenemos para administrar m�s acuerdos de libre comercio; c�mo aprender de los errores que se han cometido; c�mo corregirlos; c�mo generar mecanismos que nos permitan aprovechar lo bueno, evitar lo malo y, al mismo tiempo, orientar estos tratados hacia aquellas �reas de mayor inter�s, a fin de ser un poco m�s selectivos, sofisticados y no simplemente cumplir por cantidad sino por calidad. En mi opini�n, eso implica una visi�n de Estado que defina pol�ticas p�blicas destinadas a ver c�mo nos beneficiamos de estos acuerdos y c�mo continuamos hacia adelante. En consecuencia, me parece que en esa l�nea debiera revisarse la institucionalidad para conseguir ese objetivo. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Bien. ------------------ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se encuentra en las tribunas la directiva de la Confederaci�n Sudamericana de F�tbol, organizadora del Torneo Preol�mpico Sudamericano Sub-23 que se realiza en nuestro pa�s, integrada por los se�ores Nicol�s Leoz, de Paraguay, Romer Osuna, de Bolivia, y Eduardo Deluca, de Argentina, a quienes saludamos. --(Aplausos en la Sala). --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Antes de conceder la palabra a la se�ora Ministra, quiero hacer presente que s�lo restan 5 minutos para que termine la hora que se resolvi� destinar a la discusi�n del Tratado, de manera que tendr�amos que determinar c�mo damos cumplimiento a ese acuerdo. El se�or LARRA�N.- Prorroguemos el tiempo, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No es posible, se�or Senador, ya que existe el compromiso de continuar luego con el proyecto sobre matrimonio civil. El se�or �VILA.- Aunque sean 5 minutos, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hay que verlo. Tenemos que ponernos de acuerdo. Mientras tanto, tiene la palabra la se�ora Ministra, a quien pido que sea lo m�s breve posible. La se�ora ALVEAR (Ministra de Relaciones Exteriores).- Gracias, se�or Presidente. Honorables Senadoras y Senadores, ser� extraordinariamente concisa, en atenci�n a la restricci�n del tiempo. Tanto el informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores como el de la de Hacienda contienen el conjunto de afirmaciones y argumentos que hacen importante, a nuestro juicio, avanzar hacia la aprobaci�n del Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur. Ello se refleja, al mismo tiempo, en la votaci�n que el Acuerdo tuvo en ambos organismos. Deseo resaltar, igual como lo hizo el Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, la cantidad de invitados que asistieron a ella, lo cual da cuenta de la diversidad de personas interesadas en nuestro pa�s en la aprobaci�n del instrumento. Igualmente, m�s que entrar al detalle y a su contenido, quiero destacar que �ste es el primer tratado de libre comercio que se suscribe entre un pa�s de Asia y uno de Am�rica Latina. Y eso, en un a�o en que Chile ser� sede de la APEC, en un a�o en que se realizar� una importante cantidad de reuniones en todas las Regiones de Chile, nos potencia como pa�s para una relaci�n significativa con las naciones de Asia. Si consideramos las actuales cifras de crecimiento de estas econom�as, el v�nculo resulta extraordinariamente relevante. Deseo subrayar, adem�s, que �ste es el primer tratado de libre comercio que celebra Corea del Sur. Es por ello que en los medios de comunicaci�n hemos visto las dificultades -reconocemos que han existido- del Congreso surcoreano para su aprobaci�n. Por eso, me parece que el hecho de que el Senado se pronuncie hoy sobre el Tratado, otorga un aliciente, como aqu� se ha se�alado, para su aprobaci�n en fecha pr�xima por el Poder Legislativo de ese pa�s. Desde luego, no podemos tener certeza de ello, pues ser� el Parlamento surcoreano el que tome esa determinaci�n. S� puedo decir, como consta al se�or Presidente del Senado, al se�or Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores y, entiendo, a otros se�ores Senadores que han hablado con el Embajador de Corea del Sur en Chile, que dicha naci�n, en particular su Ejecutivo, est� realizando todo el esfuerzo necesario para que el Tratado sea aprobado all� el pr�ximo 9 de febrero. La votaci�n ser� secreta, lo que facilitar�a su aprobaci�n. Ello, adem�s de otras medidas que se han tomado y de la voluntad pol�tica del Presidente surcoreano en pos de un resultado favorable. No tenemos certeza, pero s� apreciamos una gran determinaci�n del Ejecutivo de esa Rep�blica para lograr tal prop�sito. Y se nos ha hecho presente que la aprobaci�n del Senado chileno constituir�a un incentivo m�s para que el Congreso de Corea del Sur adopte la misma resoluci�n, m�s a�n en momentos en que el Gobierno de ese Estado asi�tico ha iniciado conversaciones con otras naciones, como Singapur y Jap�n, tendientes a avanzar en futuros acuerdos comerciales. Para un pa�s que ha elegido a Chile para celebrar su primer tratado de libre comercio, la no aprobaci�n del mismo por su Parlamento, justo cuando se han comenzado negociaciones para suscribir otros, representar�a, por cierto, una se�al sumamente confusa. Por otra parte, me parece importante resaltar tambi�n el Art�culo 21.3 del Convenio, que en cuanto a su puesta en vigencia establece: "El presente Tratado entrar� en vigor 30 d�as despu�s del intercambio de las notificaciones escritas que certifiquen el cumplimiento de los procedimientos jur�dicos necesarios de cada Parte". Por lo tanto, para que el Acuerdo entre a regir se requiere, adem�s de la aprobaci�n de ambos Parlamentos, el intercambio de los instrumentos de ratificaci�n. De manera que, en un escenario negativo, en el cual Corea del Sur no lo aprobara -aunque creo que eso no ocurrir�-, el pronunciamiento favorable del Senado s�lo significar�a culminar su tramitaci�n legislativa, sin avanzar, conforme a lo preceptuado por el Art�culo 21.3 reci�n le�do, en su entrada en vigor. Y �ste, por lo dem�s, fue uno de los argumentos planteados por el Honorable se�or Larra�n. En cuanto al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, al cual se han referido algunos se�ores Senadores, quiero hacer presente que entr� en vigor hace apenas algunos d�as, por lo que pienso que, para una evaluaci�n de su cumplimiento e implementaci�n, habr�a que dejar pasar algunos meses. El Acuerdo con la Uni�n Europea, en cambio, ya cumpli� un a�o. Y, sin perjuicio de estar disponibles para la reuni�n que se realizar�a a vuelta del receso parlamentario, no est� de m�s poner de relieve el notable incremento de los productos que se est�n exportando a esa comunidad de pa�ses. Antes del Tratado, Chile exportaba a la Uni�n Europea 123 productos. A un a�o de su aprobaci�n, y a once meses de su puesta en marcha -entr� a regir en febrero de 2003-, nuestro pa�s est� exportando a las naciones que forman parte de ese conglomerado un total de 1.129 productos, la mayor�a bienes industriales. Es importante destacar lo anterior, pues permite evaluar positivamente los efectos del Acuerdo con la Uni�n Europea a once meses de su aprobaci�n, as� como mirar con confianza, sin perjuicio de tomar las prevenciones necesarias, la continuidad de una pol�tica en esa direcci�n. Termino, se�or Presidente, expresando que si bien no podemos dar certeza en cuanto a lo que har� el Parlamento de Corea, creo que no corremos riesgo alguno si el Senado aprueba hoy el Tratado, por las razones que indiqu� denantes, sino que, muy por el contrario, pensamos que ello constituir�a un aliciente, tal como lo han hecho ver las autoridades coreanas, y, m�s a�n, una se�al muy relevante en un a�o en el que Chile ser� sede de la APEC, acogiendo a 21 importantes econom�as. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Gracias, se�ora Ministra. Hago presente que se ha cumplido la hora. En consecuencia, propongo que los siete Senadores inscritos que a�n no han intervenido lo hagan fundamentando su voto por cinco minutos. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, me gustar�a hacer una consulta, muy breve, que puede ser respondida por la se�ora Ministra o sus asesores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or FERN�NDEZ.- En este Tratado, al igual que en otros, se fijan cuotas respecto de los productos que los empresarios chilenos env�an al extranjero. Mi pregunta es �c�mo se determinan estos cupos? Si un exportador, por ejemplo, ocupa el 90 � 100 por ciento, �qu� pasa con los dem�s? �C�mo se distribuir�n las cuotas entre los chilenos? Esta inquietud ha surgido en todos los tratados que hemos firmado. En el Acuerdo con la Uni�n Europea, por ejemplo, respecto de la carne, se estableci� un tope, al que todav�a no se llega; por lo tanto, no hay problemas. Pero, aumentando los niveles de exportaci�n, se alcanzar� ese l�mite. �C�mo se har� esa distribuci�n? �Los chilenos tendr�n una cuota? �Qu� pasa con quienes no han exportado anteriormente? En fin, pido a la se�ora Ministra que responda a mis interrogantes. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores. La se�ora ALVEAR (Ministra de Relaciones Exteriores).- Se�or Presidente, la forma en que se ha determinado el uso de estas cuotas ha sido conforme al orden en que los privados han llegado a ocuparlas. En este sentido, hay sectores m�s eficientes que otros para lograr acuerdos. En el caso de la palta, por ejemplo, ya existe un compromiso entre los propios privados. Sin perjuicio de ello, en cada tratado se incorporan cl�usulas que permiten hacer una revisi�n del uso de las cuotas, lo que posibilita una evaluaci�n en el tiempo. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En votaci�n nominal el proyecto de acuerdo, que aprueba el Tratado de Libre Comercio con Corea. --(Durante la votaci�n). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mart�nez. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, aqu� hay dos visiones: una inmediata y otra a largo plazo. La primera ya ha sido planteada claramente por los sectores que se sienten afectados. Y la segunda es sumamente positiva para Chile, porque este a�o se realiza aqu� la APEC, con lo cual se concreta la reuni�n anual de las econom�as que ese foro re�ne. Hago presente que en este evento se congregan entes econ�micos m�s que pol�ticos. Posteriormente, evolucionar� hacia una organizaci�n de tipo pol�tico en toda la cuenca del Pac�fico. Pero ahora es de naturaleza econ�mica. Por lo tanto, este Tratado concuerda plenamente con el esp�ritu de la APEC, lo que nos permite afianzar, frente a los amigos asi�ticos, la credibilidad en la gesti�n y en la adhesi�n al libre comercio e intercambio. Esto es muy importante para la confianza futura que los socios asi�ticos puedan tener en nuestra seriedad como pa�s. El segundo aspecto que deseo se�alar es que -queramos o no- tenemos que mirar el problema desde el punto de vista geopol�tico. Corea del Sur, junto a otros pa�ses, est� empe�ada en resolver el problema con Corea del Norte, y Chile, ahora que formar� parte de la econom�a coreana mediante este Tratado, puede colaborar en este proceso, participaci�n que se viene planteando desde hace dos o tres a�os en las reuniones del Foro Parlamentario Asia-Pac�fico. Esto hay que tenerlo presente. De manera que �ste es un momento oportuno para que los socios asi�ticos adquieran la confianza en Chile, lo que se refuerza con el hecho de que la APEC -una reuni�n de econom�as, fundamentalmente- se realizar� en Chile. No hay duda de que la ratificaci�n es positiva. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �C�mo vota, Su Se�or�a? El se�or MART�NEZ.- A favor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, voto a favor de este Tratado de Libre Comercio por las razones que ya se han dado y, principalmente, porque lo considero un acuerdo estrat�gico para ir a la conquista de los mercados de Asia, los grandes mercados del presente y del futuro. Cabe consignar que el 60 por ciento de la poblaci�n mundial, aproximadamente, est� en los pa�ses asi�ticos. Adem�s, ah� hay econom�as emergentes con alto crecimiento econ�mico. Por lo tanto, conquistar esos mercados es imprescindible para asegurar un mejor futuro a nuestras exportaciones y mayores posibilidades de trabajo y bienestar a nuestra poblaci�n. Se�or Presidente, no quiero dejar pasar la oportunidad para resaltar las dificultades que ha tenido el Gobierno coreano para lograr la aprobaci�n del Tratado en el Parlamento. Deseo recordar que los agricultores de Corea est�n rechazando un paquete de subsidios equivalente a 10 mil millones de d�lares. �sa es la recompensa que su Gobierno ofreci� a este sector, a cambio de que el acuerdo se apruebe. A pesar de eso, no lo aceptaron. Por ello, hago m�as las palabras del Senador se�or Larra�n, en el sentido de que siempre, a quienes representamos zonas agr�colas, se nos ha criticado, argumentando que nos quedamos en el pasado o que no queremos la apertura comercial y econ�mica, y buscamos que nuestros productores no queden entregados a una competencia completamente desleal. Pero yo pido que se mire, se�or Presidente, lo que ocurre en otros lugares del mundo, como en la Uni�n Europea, Estados Unidos o Jap�n, donde se subsidia fuertemente a las agriculturas. Y ahora, adem�s, podemos observar el debate que se ha producido en Corea. Esto demuestra que el tema del sector agr�cola es sensible en todas partes. En consecuencia, se�or Presidente, como �ste es un Tratado estrat�gico, voto a favor del proyecto de acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, dentro del escas�simo tiempo de que dispongo para fundar el voto, quiero hacer un comentario general, com�n a las intervenciones anteriores, en cuanto a entender que la suscripci�n de este tipo de acuerdos marca una direcci�n correcta, pues b�sicamente abre nuestra econom�a, genera empleos y permite que nos incorporemos al �rea de comercio de mayor crecimiento en el mundo. Sobre el particular, hago m�as todas las argumentaciones que se han planteado respecto de los Tratados con la Uni�n Europea y con Estados Unidos, que apuntan en el mismo sentido. Sin embargo, quiero hacer presente tres elementos -algunos de ellos reiterativos-, que dan una caracter�stica distinta y especial al acuerdo y que merece una reflexi�n en el Senado. En primer lugar, como lo han planteado los Senadores se�ores Larra�n, Garc�a y otros, no deja de ser sintom�tico e indicativo que el sector que m�s grados de concesi�n hace en el Tratado es el agr�cola. Digo esto, porque, como representante de una zona como la S�ptima Regi�n, he percibido una especie de condena permanente de otros Parlamentarios, que pr�cticamente achacan a los sectores agr�colas la responsabilidad del retraso en la apertura comercial del pa�s. Y hasta ahora no he escuchado una reflexi�n en sentido inverso de parte de ninguno de ellos. Quiero decir que los productos que tienen prohibici�n de ingresar a Corea son -ya se han mencionado algunos- las peras, las manzanas y el arroz, que son los que b�sicamente provienen de la Regi�n que represento. Estimo que esto debe ser subrayado, no solamente por la validez o justificaci�n de las aprensiones respecto de otros tratados, sino tambi�n por la necesidad de centrar pol�ticas de fomento en sectores que hoy d�a deben sacrificarse para que otras Regiones del pa�s y otras �reas industriales puedan desarrollarse. Lo anterior, se�or Presidente, es de la esencia de una discusi�n como �sta. En segundo lugar, quiero reiterar un planteamiento que expuse en la Comisi�n. Me preocupa lo que se�ala la p�gina 16 del mensaje, pues afirma que, a diferencia de lo sucedido en el Acuerdo con la Uni�n Europea, en �ste no hay un plazo para terminar con las exenciones de aranceles aduaneros y los drawback. �Cu�l es mi inquietud en este punto? Que tal como est� redactado ese p�rrafo, da la sensaci�n de que aqu� podr�a generarse el peligro de alg�n tipo de subsidio en adelante. Entonces, no sacar�amos nada con aprobar un Tratado de Libre Comercio si en el mensaje permanece la posibilidad de generar drawback o arancel aduanero que lic�en los efectos que podr�a tener el acuerdo comercial que hoy estamos ratificando. Por �ltimo, se�or Presidente, creo que es muy importante que la Canciller�a siga muy de cerca lo que suceda en relaci�n al Tratado con Corea. Y esta materia la quiero plantear en una triple l�gica. La primera ya la se�al� la se�ora Canciller y tiene que ver con la inquietud de hasta d�nde Chile puede esperar una eventual ratificaci�n del Parlamento coreano. A mi juicio, es comprensible que no se pueda dar garant�a o seguridad respecto de lo que va a ocurrir. Eso corresponde a la soberan�a coreana. Pero no me parecer�a razonable tener aprobado un tratado en Chile, porque pueden mediar vaivenes pol�ticos impensables y pasar meses o a�os en que estar�amos a merced de otro Parlamento para efectos de nuestra pol�tica interna. Me parece que ello requiere una vigilancia especial, por lo que pudiera suceder. Lo mismo cabe se�alar en cuanto a los vaivenes pol�ticos. No cabe duda -y uno lo ve a trav�s de la televisi�n- de que el Tratado de Libre Comercio ha sido mucho m�s explosivo en Corea que en Chile. Por ello, el d�a de ma�ana, conforme a la l�gica de la pol�tica interna de ese pa�s, donde suelen cambiar los gobiernos, el que nos ocupa puede pasar a ser un convenio emblem�tico y, en ese sentido, la denuncia del instrumento internacional puede constituir un elemento central. Creo que debe haber una observaci�n muy meticulosa por parte de la Canciller�a para defender nuestros derechos y no estar sujetos, obviamente, a vaivenes de pol�tica internacional. Tambi�n es necesaria una vigilancia porque -y esto lo plante� en la Comisi�n- estamos tratando con Corea del Sur, para estos efectos, pero no sabemos lo que pasar� con Corea, como concepto, en los pr�ximos a�os. No descarto que el d�a de ma�ana se puedan unificar las dos Coreas. Y eso, obviamente, producir�a un efecto econ�mico distinto del que hoy d�a tenemos, en que se perfecciona un Acuerdo con un tipo de pa�s de caracter�sticas determinadas. Adem�s, podr�a ocurrir que, por problemas de su l�gica interna, al cambiar la estructura de su frontera, se modifique involuntariamente el sentido del instrumento. Por eso, deseaba plantear de nuevo el punto ac�. Entiendo que si hay alg�n tipo de unificaci�n de las Coreas y un cambio en las reglas del juego, habr� que rever las condiciones del Acuerdo. Porque, sin duda, ser�a un tipo de asociaci�n diferente. No digo que deba ser modificado necesariamente, pero hay que darse el espacio para, a lo menos, discutirlo dentro del Senado. Voto a favor, se�or Presidente, y dejo constancia de mis aprensiones, particularmente sobre los efectos pol�ticos que podr�an tener situaciones que est�n m�s all� de nuestras fronteras. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, si al Gobierno del Presidente Lagos se le evaluara por el n�mero de tratados, sin duda consigue medalla de oro. Pero mucho me temo que el juicio de la historia ir� por el lado de verificar si acert� o no con asumir en plenitud la actual estrategia de desarrollo del pa�s. �sta se ve retratada en estad�sticas sintom�ticas, esclarecedoras por s� mismas: m�s de 90 por ciento de las exportaciones est�n constituidas por materias primas con escaso valor agregado. Chile se ha querido erigir como el campe�n del libre comercio a nivel planetario. Y esto me hace recordar aquel viejo dicho campesino: "D�ganle al tonto que es bueno para el hacha y se mata a hachazos". Todo el mundo, por cierto, nos llena de elogios por esta pol�tica. Sin embargo, quienes nos favorecen con frases tan ben�volas hicieron exactamente lo contrario para alcanzar hoy los niveles de desarrollo que ostentan. Desde luego -como sabemos-, todos los pa�ses asi�ticos han fundado sus florecientes econom�as, precisamente, en un riguroso proteccionismo. En relaci�n con el mismo informe que se nos entreg�, deseo llamar la atenci�n de mis Honorables colegas acerca de un dato de por s� ilustrativo. Se expresa que "hoy en d�a los aranceles sudcoreanos son altos, variando desde niveles del 7% en el sector industrial y 50% en la agricultura. En este �ltimo sector, abundan los aranceles sobre 40% , y no son escasos aquellos superiores al 100%.". Esas econom�as se encuentran ahora en condiciones de discutir tratados de libre comercio porque han alcanzado cotas de desarrollo que les permiten observar el mundo global con cierta tranquilidad, sin incurrir en riesgos que pueden ser fatales para sectores b�sicos de su progreso. Chile, en cambio, ha recorrido un camino completamente distinto: el de arrojarse en brazos de la globalizaci�n sin haber tomado las precauciones necesarias. Mucho se dice que el consumidor gana con la posibilidad de adquirir productos exportados a bajo precio. Pero, si las tasas de desempleo, o bien, los empleos precarios se incrementan dr�sticamente, �qu� consumidores tendremos para aprovechar esos bajos precios si no habr� ingresos provenientes de un trabajo digno? �sas son las cuestiones que no se resuelven. Por eso, celebro la declaraci�n de la Democracia Cristiana, ayer, en orden a impulsar el pago de un "royalty". Los que se han opuesto a esa medida incurren en un error pol�tico que les puede ser fatal. Aqu� no se trata de congraciarse con un sector empresarial que nos est� dejando como herencia socavones vac�os y una imagen de Chile carente de dignidad por no aplicarse como corresponde pol�ticas que hagan m�nimamente razonable la explotaci�n de nuestras riquezas b�sicas por parte del capital extranjero. No voy a hacer de aguafiestas votando en contra. A pesar de mi mirada cr�tica, en general, hacia los tratados, y en particular hacia el celebrado con Estados Unidos, esta vez premio el enorme esfuerzo de nuestra Canciller por cumplir con la tarea. Ella es aplicada, buena alumna y, por lo tanto, merece el otorgamiento del voto un�nime del Senado. Me pronuncio a favor. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, como han dicho otros se�ores Senadores, creo que el Acuerdo con Corea en cierta medida hace cre�ble una definici�n estrat�gica del pa�s, lo cual puede tener una repercusi�n decisiva en el futuro. Deseo recordar, en un plano casi anecd�tico, que esta misma discusi�n se dio en determinados pa�ses, especialmente en Australia y Nueva Zelandia, en un momento clave de su historia, cuando se preguntaron cu�l deber�a ser su ubicaci�n en el mundo que se desarrollaba hacia el futuro. Sus lazos tradicionales hab�an sido con Europa y Gran Breta�a. Sin embargo, ve�an que Asia era el lugar con mayor dinamismo en el desarrollo econ�mico. Y, despu�s de una reflexi�n estrat�gica muy importante y significativa, acordaron definirse como parte de lo que llamaron "Australasia": el Asia Austral. Fue as� como desarrollaron una pol�tica de Estado, de intercambio educativo, de intercambio tecnol�gico, incluso una pol�tica en el �mbito de la Defensa, lo que empez� a generar v�nculos reales de confianza y credibilidad rec�procas en el sentido de que los destinos de unos y otros -los del Asia del Norte y los del Asia del Sur- estaban directamente conectados. El resultado de esa definici�n estrat�gica -en la filosof�a de Confucio, en que las cosas no se deciden mientras no hay ese sustrato de confianza fundamental- fue que los pa�ses de Asia apostaron a un intercambio econ�mico, comercial y tecnol�gico con Australia y Nueva Zelandia, lo cual est� provocando un est�mulo muy importante en esas econom�as de Australasia. En Chile, desde hace tiempo, algunas instituciones comenzaron a hablar de este tema -hay que reconocer que la Armada fue una de las primeras- y los Gobiernos de la Concertaci�n han realizado esfuerzos sistem�ticos que se traducen, hoy d�a, no s�lo en el hecho de que somos miembros de APEC, sino tambi�n en que este a�o seremos sede de la reuni�n de APEC. Se trata de una definici�n estrat�gica tal vez no tan tajante como la de Australia y Nueva Zelandia, pero que vincula el destino de Chile en las pr�ximas d�cadas, necesariamente, con lo que ocurra en nuestra relaci�n con Asia. Cuando Australia y Nueva Zelandia tomaron esa decisi�n, no les fue indiferente tener una capacidad anticipatoria del factor dominante que ser�a China en la econom�a mundial. Esto se ha comprobado, por ejemplo, en los �ltimos doce meses, per�odo en que pr�cticamente la totalidad del aumento del precio del cobre se explica exclusivamente por el incremento de la demanda del metal rojo en el mercado chino. Es el pa�s que este a�o crecer� en m�s de 9 por ciento y la proyecci�n a mediano y largo plazo es que mantendr� esas tasas, adem�s de que llegar� en diez a�os m�s, en el tama�o de su econom�a, a superar la mitad de lo que representa actualmente la de Estados Unidos. Por lo tanto, entiendo que �ste es un primer paso para implementar esa estrategia, la cual, adem�s, tiene una gran virtud. Cuando el Tratado de Libre Comercio con Corea se firma y se presenta para su ratificaci�n al Congreso Nacional, las calles no se llenan de gente protestando, sino que tenemos una unidad nacional fundamental en esta definici�n estrat�gica. Y �sa es una ventaja que debemos aprovechar y empujar en forma din�mica. Por eso, me atrevo a sugerir que, si somos audaces, el segundo paso natural deber�a ser el establecimiento de una relaci�n amistosa y activa con China, hasta celebrar un acuerdo similar. Es verdad que se abre un margen de dudas, como muy bien lo plantearon los Honorables se�ores Vald�s, Larra�n y algunos otros, en el sentido de que si al mismo tiempo no realizamos otras cosas podemos condenarnos a suministrar a esos pa�ses s�lo recursos naturales de un nivel b�sico. �Qu� m�s debemos hacer? Primero, hay que aprender a relacionar mejor estos tratados de libre comercio con el tipo de pol�tica macroecon�mica que desarrollamos. Necesitamos una macroeconom�a m�s autosostenible, no tan vulnerable a la volatilidad de los flujos financieros mundiales y los tipos de cambio. Es all� donde todav�a tenemos mucho que aprender. Segundo, no podemos confundirnos respecto del camino que debe seguir Chile a mediano y largo plazo. Es cierto que no queremos "replicar" -lo digo sin ning�n af�n peyorativo- la estrategia impl�cita de desarrollo en los pa�ses del �rea andina, que, por una pasividad en su definici�n en ese �mbito, efectivamente se est�n convirtiendo, como lo han sido hist�ricamente, en simples suministradores de materias primas sin ning�n grado de elaboraci�n. Pero tampoco podemos pretender, en nuestra definici�n estrat�gica, que "replicaremos" la experiencia de Jap�n o de Corea, en cuanto al tipo de desarrollo productivo. Nuestro camino es m�s parecido al de Nueva Zelandia y de Australia, que surge al agregar valor, inteligencia, talento y tecnolog�a a una amplia base de recursos naturales. Y ese viraje estrat�gico debemos hacerlo para que acuerdos de libre comercio como el que hoy se aprobar� rindan plenamente sus frutos. Sin embargo, ante el dilema de detenerse por algunos temores aqu� planteados, como nuestra excesiva especializaci�n en recursos naturales, o entrar antes que otros a los grandes mercados -pienso, sobre todo, en China-, me parece que debemos dar el paso, con mucha asertividad y con el respaldo que hoy est�n entregando todos los sectores del Senado. Voto que s�. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, la verdad es que el debate sobre la apertura comercial lo hemos realizado en el Senado ya varias veces, con ocasi�n de los grandes tratados que hemos firmado. A mi juicio, los principales han sido tres: los celebrados con el MERCOSUR, con la Uni�n Europea y con Estados Unidos, que constituyen la arquitectura gruesa de nuestros tratados de libre comercio. En el caso de Europa, hay, tambi�n, una asociaci�n pol�tica. A lo anterior se suman algunos instrumentos bilaterales suscritos en los a�os noventa con pa�ses importantes, fundamentalmente de Am�rica, como M�xico y Canad�. Por tanto, el que Chile debe sumar, a la apertura unilateral que realiz� durante el r�gimen militar, una pol�tica activa de apertura negociada me parece que es una l�nea que se debe mantener. El debate estrat�gico de los noventa no era si cerr�bamos la econom�a o la abr�amos. Esa decisi�n se tom� en los ochenta. Y en las condiciones del mundo contempor�neo, en una econom�a peque�a como la chilena, no tiene ning�n sentido volver a una suerte de proteccionismo que se abandon�. En otros pa�ses, ese debate todav�a resulta vigente, porque efectivamente son econom�as m�s cerradas y, por tanto, pueden discutir las estrategias de la apertura. Se trata de mercados mayores. Por ejemplo, proteger algunas �reas industriales en la India, que es un mercado potencial de mil millones de habitantes, puede tener alg�n sentido en el mundo global. Pero una pol�tica proteccionista en un pa�s de 15 millones de habitantes, es realmente un sinsentido completo. Desde el punto de vista comercial, quiero se�alar dos cosas con relaci�n al tratado. Primero, sin contar con el instrumento, ya tenemos un activo comercio con Corea. No es que estemos inventando tal intercambio. Y ese pa�s s� se convierte en un socio comercial muy importante para Chile, incluso de productos agr�colas. No se ha cerrado el ingreso a las manzanas, como algunos dec�an. En realidad, se les aplican aranceles muy altos y no se desgravan. �Afecta esto a Curic�? S�, algo lo afecta. Pero en Curic� se ha vivido durante 30 a�os sin el mercado coreano, o bien, con el mercado coreano de alto arancel. �se no es el asunto. El punto radica en que no perdemos nada y ganamos algunos mercados. Punto. Y el tratado no tiene un tremendo impacto comercial, precisamente, porque es m�s restringido que otros que hemos firmado. Siempre surge en la discusi�n el tema de la agricultura. Y, por mi parte, soy representante de una regi�n agr�cola. Al respecto, ganar�n los productores de vino, que hoy tiene un arancel de 15 por ciento y en cinco a�os quedar� en cero. Los asi�ticos est�n empezando a tomar vino, lo que antes no hac�an. Por lo tanto, es un mercado en crecimiento. Y se trata de 50 millones de coreanos, con un ingreso per c�pita, bastante bien distribuido, de 11 mil d�lares. Si bien el tratado mejora nuestro acceso comercial, tambi�n tiene un valor pol�tico, porque es uno de los primeros que firma Corea y el primero que Chile suscribe con un pa�s asi�tico, con el que nos unen tantas perspectivas de futuro. Estoy convencido -s�lo quiero mencionarlo- de que, en efecto, tenemos pendiente un debate sustantivo sobre estrategias de desarrollo; que el realizado durante los a�os de la transici�n ha sido muy insuficiente; que no bastan una apertura y una macroeconom�a s�lida; que se debe impulsar un desarrollo hacia el futuro. Y ello constituye un conjunto de pol�ticas que hay que revisar, tanto en el aspecto macroecon�mico �se halla planteada la discusi�n- como en cuanto a pol�ticas m�s activas de fomento y producci�n. Son las que se llamaban pol�ticas industriales y que hoy no son estrictamente industriales, pero s� pol�ticas muy activas en el terreno del desarrollo tecnol�gico de determinadas opciones que el pa�s ha de tomar en el mediano y largo plazo, a fin de vincular nuestro desarrollo tecnol�gico y educacional a ciertas posibilidades estrat�gicas. No podemos ser competitivos en todo. Y respecto de esto, hago presente que una estrategia como la que imagino que permanecer� en el centro del debate durante estos a�os, debe combinar nuestra rica y variada base de recursos naturales con la intensificaci�n tecnol�gica y la sofisticaci�n en esa l�nea, adem�s de cadenas productivas. Por ejemplo, la industria del vino no es de recursos naturales, pero s� de creciente sofisticaci�n. Tampoco la industria del salm�n es exportaci�n de productos naturales. No es lo mismo que exportar cobre no elaborado. Es distinto. Son industrias de alta sofisticaci�n tecnol�gica, a las que se les puede agregar cada vez m�s conocimiento, en todas las cadenas del proceso. Entonces, tambi�n ah� debe hacerse una distinci�n en cuanto a que, en la econom�a moderna, es posible combinar recursos naturales muy ricos con tecnolog�as y conocimientos de �ltima generaci�n, lo que crea un tipo de desarrollo completamente distinto al de los modelos basados en productos naturales sin a�adir tecnolog�a e inventos de �ltima generaci�n. Voto a favor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, voto a favor del Tratado de Libre Comercio con Corea, por las mismas tres razones que expliqu� en la Comisi�n Especial que lo estudi�. En primer t�rmino, a mi juicio, �ste es un paso m�s en el sentido correcto de abrir el comercio y proyectar nuestra econom�a hacia el mundo. Somos un pa�s peque�o y nuestro mercado tambi�n lo es. Por lo tanto, las posibilidades de desarrollo y de sacar de la pobreza a los chilenos que todav�a se encuentran en esa terrible condici�n, dependen mucho de nuestra capacidad para crecer y para integrarnos cada vez m�s al mundo. En segundo lugar �quienes estuvimos en la Comisi�n as� lo podemos atestiguar-, pr�cticamente todos los sectores de las actividades productivas del pa�s que fueron consultados y que concurrieron a ella manifestaron una buena disposici�n hacia el Tratado. No hay sectores perjudicados. Habr�, a lo mejor, algunos que no ganen mucho, pero no hay sectores perjudicados. Y por otro lado, el Tratado de Libre Comercio nos deja en una muy buena posici�n para participar del creciente desarrollo del Asia. En ese sentido, el espectacular desarrollo de China en los �ltimos a�os y su cada vez mayor integraci�n al mundo, en mi opini�n, nos dan probablemente una muy grande oportunidad. El poder participar y beneficiarnos de ese crecimiento constituye algo muy provechoso para Chile; y el tener esta cabeza de playa en el Tratado de Libre Comercio con Corea nos colocar� en mejores condiciones que otros pa�ses para lograrlo. Por cierto, todo tratado tiene aspectos que pueden complicarse o que no sean de nuestro agrado. No cabe suponer que todo ser� beneficioso. Los aspectos controvertidos dicen relaci�n al proteccionismo de Corea, y que todos conocemos. Eso ha motivado algunas exclusiones, algunas desgravaciones a largo plazo y, tambi�n, una cl�usula que tenemos que observar, referente a la permanencia de las exenciones de aranceles y de los sistemas de reintegro que, seg�n se�ala expresamente el Tratado, ambos pa�ses pueden mantener. Nosotros tenemos sistemas de reintegro simplificado y "drawbacks" muy acotados. Sabemos precisamente cu�l es su alcance y dimensi�n. Yo no estoy tan seguro de que conozcamos en toda su magnitud los est�mulos que Corea pueda estar dando, por lo cual podr�amos encontrar ah� alg�n inconveniente. Pero ese tema lo planteo como una necesidad de ser observado, porque, como en cuatro a�os m�s probablemente vamos a tener que renegociar algunos aspectos importantes del Tratado, si las aprensiones que se han manifestado en la Sala se confirman, creo que tendremos una oportunidad para superar cualquier problema que pueda surgir de la aplicaci�n pr�ctica del mismo. Por lo anterior, se�or Presidente, voto a favor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, desde luego, estoy a favor del Tratado, pues es importante para el inter�s del pa�s, como los otros que ya se han aprobado. Y creo que, de alguna manera, nosotros nos preparamos con mucho tiempo para llegar a suscribir este tipo de convenios. Todo se remonta a la �poca en que empezamos a bajar unilateralmente nuestros aranceles. Como consecuencia de ello, los productos ingresan ahora a nuestro pa�s con una tasa de 5 � 6 por ciento. �se es el impacto del Acuerdo en el pa�s. Sin embargo, lo que nosotros exportamos s� que provocar� un gran impacto, porque los aranceles en otros pa�ses son de 15, 20, 30 por ciento, o incluso superiores. En el caso de Corea, algunos productos tienen 50 y hasta m�s de ciento por ciento de gravamen. Es evidente, entonces, que nuestros productos van a tener un impacto muy grande al ingresar en esa naci�n, porque el arancel es muy alto. En Chile se dar� la situaci�n inversa, ya que aqu� el arancel es muy bajo. Por tanto, el ingreso de los productos coreanos no tendr� una repercusi�n muy grande. Para la regi�n que represento, el Tratado es muy importante, porque va a significar un incremento en las exportaciones de los productos del mar y, tambi�n, en los forestales. Cabe destacar que, con el Acuerdo, el 87,2 por ciento de las exportaciones chilenas tendr�n desgravaci�n inmediata, lo que representa a m�s de 9 mil 740 productos. Para la agricultura, la ganader�a, la pesca, la madera y la miner�a tambi�n va a ser ampliamente beneficioso. Es explicable la reacci�n de los agricultores coreanos, ya que, como he se�alado, sus productos est�n protegidos con aranceles de entre 50 y m�s de ciento por ciento, cifras que se van a reducir a cero. Y como se�alaba el Senador se�or Garc�a, �ltimamente el Gobierno est� ofreci�ndoles m�s de 10 mil millones de d�lares en subsidios, para que retiren su rechazo a la aprobaci�n del Tratado. Seg�n los an�lisis del Instituto Forestal, Corea no posee recursos forestales. �stos son muy escasos. Por ello, debe importar grandes vol�menes de madera para cubrir sus necesidades. Esos productos est�n saliendo de la zona que yo represento, donde en 2002 se exportaron m�s de 59 millones de d�lares. De ah� la importancia del Tratado para nosotros y para el pa�s en general, que tiene un intercambio de m�s de mil 150 millones de d�lares �Corea es la d�cima econom�a del mundo en t�rminos de intercambio con Chile-, y ello no tan s�lo por la parte forestal y pesquer�a, sino tambi�n por la actividad textil, que se va a ver ampliamente favorecida. Por eso, se�or Presidente, voto a favor. Felicito, una vez m�s, a la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores y a todo su equipo por la celebraci�n de estos importantes instrumentos internacionales, los que, sin duda alguna, se van a traducir en un gran progreso para el pa�s, en menor cesant�a y en mejores remuneraciones para los trabajadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Va a continuar la votaci�n en forma nominal. Pido a los se�ores Senadores que ya han hablado que en lo posible no fundamenten el voto, para dar oportunidad de intervenir a quienes no lo han hecho. Recuerdo que debemos despachar despu�s el proyecto de nueva Ley de Matrimonio Civil. Contin�a la votaci�n. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, con mucho agrado concurro a la aprobaci�n del Convenio, porque creo que estos tratados son los que nos permiten globalizarnos en forma pr�ctica y eficiente. Hoy en d�a el mundo tiene esa orientaci�n, y el que no logre establecer los nexos t�cnicos a trav�s de estos tratados va a tomar mucho tiempo en globalizarse, al igual que nos tom� mucho tiempo ordenar nuestro sistema econ�mico de libre mercado, que es una de las bases de nuestra internacionalizaci�n. Obviamente, ello requiere cambios en nuestra mentalidad y en nuestros conceptos econ�micos de desarrollo de los a�os 40 y 50, adecu�ndolos al siglo XXI, en el que las ventajas comparativas son imprescindibles. Si no analizamos nuestras potenciales ventajas comparativas, en realidad, es imposible hacer una globalizaci�n eficiente. No podemos estar pensando que en Chile vamos a producir papas, cebollas, kiwis, aviones, barcos y tractores. Tendremos que analizar cuidadosamente esas ventajas y ordenarnos en funci�n de la globalizaci�n, sobre la base de nuestros recursos naturales b�sicos. De all� la importancia de a�adir valor agregado a nuestros productos, seg�n se ha mencionado. Debemos seleccionar muy cuidadosamente qu� vamos a exportar y qu� no podemos exportar. La agricultura es el primer paso del desarrollo social de la naci�n. En todos los pa�ses subdesarrollados del mundo, el primer programa o modelo de desarrollo es salir de su condici�n a trav�s del agro. Por eso, existe tanta competencia. Por lo tanto, en mi concepto, nosotros debemos abandonar ese primer nivel, porque ya nos hemos desarrollado bastante, y aplicar valor agregado a nuestras riquezas b�sicas, que es lo que finalmente nos da ventajas comparativas muy importantes. Por ejemplo, el "cluster" de la madera en Temuco, tiene una exportaci�n de 20 millones de d�lares anuales y una potencialidad de 250 millones de d�lares, con valor agregado. Me pareci� espectacular el estudio realizado en Temuco sobre ese tema. El metro c�bico de rollizo cuesta 20 d�lares, en circunstancias de que con valor agregado, convertido en mueble, puede llegar a los 20 mil d�lares. En mi concepto, el ordenamiento interno del Estado para enfrentar la globalizaci�n es justamente el gran desaf�o que generan los tratados. Desde un punto de vista estrat�gico, �sa es la visi�n que generan los convenios internacionales. Obviamente, que esa apreciaci�n realizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores con su equipo asesor al firmar estos tratados, nos deja una responsabilidad en el ordenamiento jur�dico interno, en cuanto a modernizar la legislaci�n estatal, por ejemplo. Corea va a firmar el Tratado. Hay que conocer la mentalidad de los asi�ticos. He tenido ocasi�n de participar en algunos convenios con los chinos, con los japoneses y con los indonesios. Ellos nunca contestan "S�" -"Never say yes, never say no"-, sino que siempre dicen "Quiz�s". Nunca fijan una fecha, sino que trabajan en un banda, a la cual hay que acostumbrarse. Lo anterior va a requerir que el Estado se modernice, lo que es necesario para comprender el mundo globalizado. Voto a favor. El se�or VIERA-GALLO.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, creo que en general todos los se�ores Senadores -algunos con aprensiones y otros, con apreciaciones de diversa �ndole- dar�n su voto a favor del Tratado, junto con felicitar a la se�ora Ministra y a su equipo por haberlos llevado a cabo. El Senador se�or �vila dijo que el Presidente Lagos iba a pasar a la historia por haber firmado tantos tratados. En realidad, son beneficiosos. Pero, al mismo tiempo, en la prensa se dice que la pol�tica exterior del Presidente de la Rep�blica Lagos ha llevado a un aislamiento de Chile, particularmente con Am�rica Latina, como si los tratados se negociaran con entelequias, como si no se negociaran con Gobiernos, con Parlamentos y con fuerzas pol�ticas, y como si en ellos no intervinieran razones pol�ticas, sino s�lo econ�micas. En mi concepto, existe una enorme contradicci�n al sostener que Chile est� aislado y, por otra parte, alabar los tratados que se firman. Quiero decir adem�s que los convenios suscritos, y que el Gobierno ha promovido, no son s�lo de libre comercio, pues nuestro pa�s tambi�n ha adherido a otros, referentes al terrorismo, en pro de los derechos humanos, a favor de terminar con las armas de destrucci�n particularmente crueles, etc�tera. Por lo tanto, deben entenderse este tipo de acuerdos en el marco de una pol�tica exterior que hasta ahora ha resultado plenamente exitosa. El se�or ARANCIBIA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, voy a apoyar sin reservas el Tratado con Corea. A mi juicio, de alguna manera estamos aprovechando ese peque�o margen de ventaja positiva que significa embarcarse en tratados internacionales antes que otros pa�ses, cuesti�n que en un tiempo no lejano va a ser seguramente el com�n denominador de las relaciones comerciales. He escuchado hoy en la ma�ana a m�s de alguno expresar que el Tratado con Corea es peque�o o secundario. No s� que ir�n a pensar los coreanos cuando suscriban el Tratado con Chile. Yo he tenido la suerte de estar en Corea y, si alguien tiene esa percepci�n de ella, quiero decirle que tengo una opini�n absolutamente distinta. El tema aqu� planteado con mucho �nfasis es que este tipo de pol�tica internacional -en la cual nos estamos introduciendo con fuerza en la competencia macro- es capaz de mostrar nuestras fortalezas y debilidades. Creo que �sa es una ventaja que hasta el momento hemos sabido aprovechar en forma muy exitosa. Es m�s; con respecto a aquellos que han expresado sus temores ante el hecho de que esta apertura al resto del mundo de alguna manera nos deja inermes, me da la impresi�n de que la propia pol�tica internacional y econ�mica sostenida por el pa�s durante un largo tiempo constituye un ment�s a eso. Porque, aun cuando somos una naci�n peque�a, hemos sabido enfrentar las crisis internacionales en forma bastante satisfactoria. Es decir, me siento muy satisfecho de ser oriundo de un pa�s que ha tenido la capacidad de abrirse al mundo, de fijar su pol�tica en ese sentido y de ser consecuente en otras �reas, como la econ�mica, por ejemplo, para reforzar esa l�nea. En todo caso �me gustar�a plantearlo en otra oportunidad con mucho m�s profundidad-, creo que el pa�s debiera efectuar un an�lisis de futuro. Es cierto que estamos bien en lo que estamos realizando; que hemos potenciado nuestras capacidades, y que hemos crecido sobre dicha base; pero el desaf�o del futuro, probablemente, ser� my distinto al que estamos llevando adelante en este momento. Ojal� que tuvi�ramos la capacidad de otras naciones peque�as. Vuelvo a atraer a colaci�n el ejemplo de Finlandia, que ha sido capaz de enfrentar con sentido nacional este desaf�o de futuro en una direcci�n precisa que lo ha potenciado brutalmente. A mi modo de ver, tenemos pendiente ese aspecto. No se trata de una materia propia de las relaciones exteriores, sino de una visi�n sobre pol�tica de Estado y de una orientaci�n de futuro. Quiero cerrar mi intervenci�n refiri�ndome al comentario hecho en cuanto a que estamos aislados. Personalmente, no concuerdo con esa se�al. Me da la impresi�n de que estamos muy bien insertos en el mundo. En la Sala se plante� �y lo quiero recordar- que en el �mbito regional, en un momento determinado, nos tom� un tanto por sorpresa una situaci�n coyuntural, que motiv� incluso que el Senado celebrara una sesi�n especial hace unos pocos d�as. No es otra la raz�n por la cual nos juntamos aqu� para interactuar con los representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el particular. Es decir, no veo aqu� un aislamiento pol�tico, pero s� una coyuntura que en un momento dado lleg� a preocupar al Senado de la Rep�blica. Voto a favor del Tratado. El se�or BOENINGER.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se acord� que quienes han intervenido no fundamentar�an el voto. El se�or BOENINGER.- Yo lo hice nada m�s que para presentar el informe de la Comisi�n de Hacienda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede fundar el voto, Su Se�or�a. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, efectivamente los tratados de libre comercio son instrumentos no menores que, en el tejido de las relaciones internacionales, contrarrestan los factores de conflicto que, como los que hemos conocido en el �ltimo tiempo, tambi�n suelen crear problemas a nuestro pa�s. Por consiguiente, tales acuerdos son parte de la red de articulaci�n de positivas relaciones en el mundo. En segundo t�rmino, el Tratado con Corea es el primer paso formal de inserci�n en el Asia que Chile da despu�s del ingreso al APEC. Y, a mi modo de ver, Corea es el pa�s asi�tico m�s importante, excluidos los tres gigantes de esa �rea. En tercer lugar, debemos seguir profundizando los v�nculos con esa parte del orbe. Pero tenemos que ser cautelosos y hacer una pausa con relaci�n a nuevos tratados de libre comercio. Y en los casos de gigantes como China y Jap�n, seguramente ser�n otros los canales y las etapas de desarrollo para una relaci�n cada vez m�s fruct�fera. Repito: soy partidario de hacer un alto antes de embarcarnos en otros convenios de esa �ndole, con una excepci�n: India. La Canciller�a conoce mis puntos de vista al respecto. En los pr�ximos tres a�os deber�amos impulsar un acuerdo con esa naci�n, donde hay por lo menos 400 millones de consumidores y es el centro mundial del software. Ser�a muy provechoso poder adelantar algo all�. En cuarto t�rmino, quiero se�alar que entre los pa�ses m�s pr�speros, con mayor nivel de ingreso y m�s equitativos del planeta, donde por consiguiente no hay pobreza, figuran Australia y Nueva Zelandia, que fueron mencionados antes aqu� en otro contexto. Ellos han basado su desarrollo en recursos naturales a los que han ido sumando valor agregado, y, adem�s, se han diversificado hacia el �mbito de los servicios y otros rubros. Pienso que nuestro camino tambi�n va por ese lado. Cabe se�alar que la inserci�n en el mundo a trav�s de los tratados de libre comercio ofrece grandes expectativas. Nuestro pa�s es rico en recursos naturales; debe a�adirles cada vez m�s valor agregado y diversificarse hacia otros nichos, como los servicios, las manufacturas, etc�tera. Esto no es el Apocalipsis, como sostienen algunos, sino la gran fuente de oportunidades y progreso del siglo XXI. Por �ltimo, repito, las oportunidades que este tejido de tratados -incluido el que estamos analizando- abre para Chile, representan grandes desaf�os en cuanto a superar, principalmente, las desigualdades en la calidad de la educaci�n; los d�ficit en innovaci�n, mejoramiento y cambio tecnol�gico, y la falta de pol�ticas microecon�micas en distintos sectores y espectros. �stos son algunos de los desaf�os que habremos de enfrentar en la pr�xima d�cada. Para que todo eso convierta en realidad, voto que s�. El se�or CANTERO.- Se�or Presidente, ser� muy breve, para no reiterar conceptos ya planteados. En mi opini�n, si pretendemos insertarnos en la globalidad de Asia, deberemos esforzarnos para que nuestra juventud, nuestros educandos, nuestros becarios, los estudiantes de posgrado, etc�tera, efectivamente tengan la posibilidad de optar a especializaciones en diferentes �reas de esa regi�n. Pienso que, topol�gica y mentalmente, Asia sigue estando demasiado lejos de nosotros. Y cada vez que contamos con la presencia de delegaciones provenientes de ese continente, observamos que, por lo general, los int�rpretes no son chilenos, sino de origen asi�tico. �Por qu�? Porque la mayor�a de nuestra poblaci�n no se halla sensibilizada y sintonizada con eso. Un solo ejemplo basta para graficar mi idea. Si alguien en este Parlamento ha mostrado claro inter�s, compromiso y convicci�n por acercarse al Asia es nuestro Honorable colega Mario R�os. Tan as� es que, desde hace un par de meses, su hija est� estudiando idiomas en dicho continente y -dir�a- tendiendo puentes en ese sentido. Ignoro si alg�n otro Parlamentario tiene una experiencia similar. Por las se�as que me hacen, parece que s�. Pero el que cit� es un buen ejemplo de lo que corresponde hacer: aproximarnos, topol�gica y mentalmente, a esas zonas tan distantes. Felicito a la Canciller�a por el excelente trabajo que est� realizando en materia de inserci�n internacional de Chile. Voto que s�. El se�or FREI (don Eduardo).- Se�or Presidente, indudablemente, votar� a favor. Me toc� iniciar estas negociaciones con los dos anteriores Presidentes de Corea, en el marco de las reuniones del APEC. Como el Senador se�or Boeninger ya plante� muchas de las cosas que pensaba se�alar, quiero hacer una reflexi�n. Siempre que se aborda el tema del desarrollo se alude a la globalizaci�n. Y en Am�rica Latina todav�a hay algunos -como se dice vulgarmente- "cabeza de m�sculo" que siguen hablando contra la globalizaci�n, como si �sta fuera una pol�tica econ�mica o un programa de Gobierno. O si no, reclaman contra el modelo. Dicen: "Tenemos que cambiar el modelo". Sin embargo, nunca se define cu�l es el nuevo modelo, ni c�mo podemos luchar, cual cruzados, contra la globalizaci�n. Como muy bien expresaba el Presidente Cardoso, la globalizaci�n es una realidad del mundo de hoy, producto, b�sicamente, del avance cient�fico, tecnol�gico y de las comunicaciones. Entonces, �qu� modelos se nos ofrecen? Por ejemplo, a ra�z del debate sobre los impuestos y en muchas materias similares, se nos presenta como modelos a aquellos pa�ses que est�n fracasando, o que, no obstante poseer una tremenda riqueza, mantienen en la pobreza al 60 � 70 por ciento de su poblaci�n. Y se nos proponen los mismos modelos desarrollistas de hace 40, 50 � 60 a�os, que ya est�n obsoletos en todo el planeta. Nos preguntamos c�mo podemos insertarnos en el mundo; qu� hacer para lograrlo. Y para obtener una respuesta, leemos, revisamos y estudiamos lo que est� pasando y cu�les son las naciones que realmente progresan. Entre ellas se mencion� aqu� a Finlandia, Irlanda y Nueva Zelandia. �Y qu� han hecho esos pa�ses? Han reducido los impuestos a las empresas y, gradualmente, los que afectan a las personas; han realizado un enorme esfuerzo para disminuir el gasto fiscal. Adem�s, han efectuado una tremenda inversi�n en tecnolog�a. Finlandia, por ejemplo, hace 10 a�os exportaba grandes vol�menes de materias primas a todas las Rep�blicas de la Uni�n Sovi�tica. Su producto interno baj� 30 por ciento cuando cay� el Muro de Berl�n. �Y qu� hizo? Reconvirti� las firmas exportadoras de materias primas en empresas de alta tecnolog�a. Hoy es uno de los pa�ses que lideran la tecnolog�a de punta en el mundo. En cuanto a Irlanda, en menos de 10 a�os aument� su producto interno bruto de 50 mil millones de d�lares a 150 mil millones. Y lo primero que hizo fue rebajar los impuestos. �Qu� ocurre actualmente en China? Me toc� estar con la Ministra se�ora Alvear en la �ltima reuni�n del ALCA, en Miami, donde todos los productos que se usaban proced�an de esa naci�n. Un periodista del diario "The New Herald Tribune" hasta hizo un chiste al respecto. Expres�: "El fantasma de China permiti� que este encuentro funcionara y no fracasara como el de Canc�n o el de Doja". Porque desde los computadores hasta el jab�n con que se lavaban las manos los 3 mil delegados exhib�an el r�tulo "Made in China", con excepci�n de una cosa donde se le�a "Made in Taiwan". �Qu� se est� haciendo en Chile para la reconversi�n productiva? �C�mo podemos lograr que las empresas se inserten y trabajen con los centros tecnol�gicos, como sucede en los pa�ses m�s pr�speros? �sas son las preguntas que debemos formularnos. En avenida Vicu�a Mackenna, en Santiago, hay una empresa tecnol�gica donde laboran 40 � 50 ingenieros hind�es. Est�n aqu�. Porque, como se�al� el Senador se�or Boeninger, en la actualidad India es el principal exportador de software en el mundo. Y lo ha conseguido en un lapso de 5 a 10 a�os. Hace dos d�as escuchamos el discurso del Presidente Bush. �Qu� propuso? Bajar los impuestos. �Y qu� m�s dijo? "Voy a aumentar la aceleraci�n de la depreciaci�n a las empresas industriales". O sea, lo contrario de lo que nosotros estamos haciendo. �Hablamos en contra de la globalizaci�n y del modelo, pero resulta que los pa�ses que est�n avanzando proceden al rev�s de lo que hacemos aqu�! Una de mis preocupaciones -y con esto termino, se�or Presidente, para no exceder mi tiempo, porque el tema da para mucho m�s- es la baja de las tasas de ahorro e inversi�n. En la d�cada pasada ellas alcanzaban a 28 � 30 por ciento del producto, y hoy d�a tenemos tasas planas de 20 por ciento. Eso no ha cambiado. Y si seguimos hablando y transmitiendo que no nos gusta la globalizaci�n, que no nos agrada el modelo, que no suscribamos acuerdos internacionales, �a d�nde vamos? Vamos con los pa�ses que est�n fracasando en el mundo. Solamente un �ltimo dato: en el informe que entreg� el Banco Central hace una semana, hab�a cifras que muy pocos vieron, referidas a la inversi�n en bienes de capital y maquinarias. En casi todos los trimestres de 2003 fueron negativas. Lo m�nimo que se podr�a pensar con una mirada de futuro, es que, para que avance nuestra econom�a, no s�lo hay que depender del mejoramiento de los t�rminos de intercambio o del progreso de la econom�a internacional, sino de lo que nosotros realmente debemos realizar. Y eso no lo estamos haciendo en muchos sectores. Y seguimos con ruedas de carreta, con propuestas que han fracasado en el mundo. Por eso nos dicen despu�s que estamos aislados en Am�rica Latina. El lunes discutimos esta materia en el Consejo Econ�mico Social del Partido: que los modelos que nos ofrec�an eran los que est�n fracasando. Yo quiero trabajar para hacer lo que otros ya se encuentran realizando con �xito, y usar esos caminos y no remar contra la corriente. Voto que s�. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, creo que del debate que hemos escuchado en esta oportunidad, as� como en el trabajo efectuado por la Comisi�n Especial, han quedado claros los criterios con los cuales nuestro pa�s se va a mover en los pr�ximos a�os. Estamos insertos en una realidad en la que Chile posee recursos naturales, y la forma de generar ingreso y riqueza a nuestros conciudadanos y a los que nos sigan en las generaciones venideras, es exportar la mayor cantidad de ellos a un gran n�mero de pa�ses. Y es ah� donde precisamente est� el argumento en que quiero detenerme. Obviamente, hay que abrir todas las posibilidades de intercambio. Sin embargo, �stas nos van dejando a algunos de nosotros la sensaci�n de que pa�ses �cuyo modelo ha sido usado como ejemplo ahora en la ma�ana, as� lo hicieron el Honorable se�or Frei y otros se�ores Senadores-, como China, la propia Corea y otras naciones, que ten�an un concepto de desarrollo relativamente mediano, pero que cuentan con grandes contingentes poblacionales, han sido capaces de incorporar una tecnolog�a que les permite entrar en los mercados mundiales y en nuestra econom�a con productos que exhiben una alta incorporaci�n de capital y cuya rentabilidad es, en t�rminos comparativos, sensiblemente mayor que la obtenida por nosotros con los productos que enviamos a esos pa�ses, o a mercados similares. �D�nde est� el problema que nosotros enfrentamos como visi�n de pa�s hacia el futuro? Lo primero es que debemos tener una definici�n clara en cuanto a que, si nuestros recursos naturales, por ubicaci�n, por geograf�a, por combinaci�n de distintos elementos, son demandados en el resto del mundo, es necesario que demos un paso, y podamos expresarlo en los instrumentos internacionales, para que nos compren los productos que incorporan valor agregado. En las negociaciones comerciales con Corea qued� claro. Chile exportaba muebles y tableros a dicha naci�n por un monto superior a los 85 millones de d�lares. Vino la crisis asi�tica, y la exportaci�n de esos productos, que proven�an del sector forestal nacional y en los que se incorporaba mano de obra con tecnolog�a, se derrumba, y baja a uno o dos millones de d�lares, algo absolutamente insignificante. Se recupera la econom�a coreana y nuestra exportaci�n de muebles no sigue yendo a Corea. Nos explicaron en la Comisi�n que hab�a otros mercados m�s apetecibles, como Jap�n. S�. De acuerdo. Pero tambi�n se nos dice que el mercado coreano, que contin�a demandando muebles, fue copado por otros actores internacionales. Ergo, la incorporaci�n de mano de obra en un rubro nuestro no resulta realmente adecuada. �Por qu� lo cito? Porque aqu� es donde est�, a mi juicio, la definici�n estrat�gica que nuestro pa�s debe buscar en el futuro. Nosotros vamos a seguir comerciando con todo el mundo, y eso es bueno y positivo. El Tratado con Corea, bienvenido sea. No obstante que la agricultura chilena -como se se�al� aqu�- paga precios que otros sectores no pagan. Alguien me podr� decir por qu� los coreanos colocan casi como un elemento de religi�n que no se puede exportar un kilo de arroz. Porque, est�n defendiendo lo que significa su base pr�cticamente antropol�gica de sustento. En los pa�ses asi�ticos, as� como en Jap�n, no lo aceptan, y subsidian y protegen rubros respectos de los cuales ellos consideran que, por las guerras que han librado, constituyen el elemento que les garantiza la estabilidad, no s�lo f�sica, sino que psicol�gica de que no van a volver a sufrir tragedias como las que vivieron en el pasado. Por lo tanto, �qu� debemos hacer los chilenos? Tenemos �y todos hemos de poner �nfasis al respecto- que bregar por que nuestros productos con mano de obra, con tecnolog�a agregada, sean aceptados en los tratados internacionales. Luchar en la Organizaci�n Mundial de Comercio a fin de que caigan o se rebajen las barreras de los subsidios. Porque, si no, los m�s da�ados somos quienes tenemos el privilegio de contar con un clima mediterr�neo, del que pocas regiones del mundo gozan. Nosotros seguimos entregando no s�lo productos naturales renovables, sino tambi�n los no renovables, como el caso del cobre, que no son procesados con la incorporaci�n de la tecnolog�a que se requiere dentro de nuestra propia realidad. Y eso significa que, en la carrera del desarrollo en el mundo, aunque exportemos �si fuere posible- a 200 pa�ses, vamos a estar siempre un paso m�s retrasado respecto de los ingresos y el bienestar de vida de las generaciones presentes y futuras. �se es el punto, se�or Presidente. Por eso, al concluir mi intervenci�n, quiero manifestar que en este caso hemos sacrificado en la negociaci�n aquella parte que significaba ventajas para ciertos productos nuestros. Y me parece que habr� que buscar c�mo rectificar eso en el futuro. Voto a favor. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, yo pensaba simplemente votar, pero ha habido algunas intervenciones que me han motivado a fundamentar mi voto, que ser� favorable, porque creo que el Tratado con Corea se sit�a en la l�nea de lo que ha venido haciendo Chile con otros pa�ses, y, si bien no resuelve todos los problemas de nuestra relaci�n comercial con dicha naci�n, abre posibilidades. Y eso me parece positivo. Asimismo, celebro el que exista, a mi juicio, un amplio consenso en el Senado en torno a la necesidad de que Chile contin�e diversificando su estructura productiva, siga perfeccionando sus cadenas de valor agregado, a fin de que en alg�n momento pueda dejar de ser un pa�s con un alto grado de dependencia respecto de las exportaciones de recursos naturales con poco valor agregado. Creo que, a estas alturas, es una idea que est� formando parte del consenso en nuestro debate. El problema radica en que esto no es suficiente. No basta con proclamar la idea. El asunto es ver c�mo somos capaces de avanzar en esa direcci�n. Y en tal sentido, el debate naturalmente dar�a para mucho m�s; pero es importante dejar establecido que hoy d�a en el pa�s nos hallamos en una situaci�n bastante compleja en este campo. Por ejemplo, la evoluci�n cambiaria durante los �ltimos meses muestra que tenemos un muy serio problema. As� como existi� y es ampliamente conocido en la literatura econ�mica la enfermedad holandesa, yo creo que a estas alturas hay una suerte de s�ndrome chileno. Y �ste consiste, b�sicamente, en la recurrencia de procesos de apreciaci�n cambiaria que termina generando un c�rculo vicioso. �Cu�l es ese c�rculo vicioso? La apreciaci�n cambiaria, a partir de un determinado nivel, hace extremadamente dif�cil continuar con el proceso de diversificaci�n productiva. Y se vuelve recurrentemente a la concentraci�n de la estructura productiva, en particular a la concentraci�n de exportaciones, en un n�mero muy reducido de l�neas de exportaci�n que tienen un alto componente de recursos naturales. Es indudable que Chile va a poder exportar cobre pr�cticamente a cualquier nivel de tipo de cambio. El d�lar podr�a descender por debajo de los 500 pesos, y nuestro pa�s va a continuar exportando cobre, harina de pescado, celulosa. Pero no es para nada evidente que pueda continuar exportando otras cosas. �se es el tema que se ha planteado y la discusi�n de fondo que debemos realizar, lo cual, adem�s, legitima un debate sobre estrategias de desarrollo muy pertinente. Por desgracia, no est� presente el Honorable se�or Eduardo Frei. En esta materia, no podemos equivocarnos y. debemos distinguir entre buenas y malas experiencias. Cuando se hace menci�n a la pol�tica norteamericana, tengo que se�alar que lo ocurrido con las rebajas de impuestos del Presidente Bush es exactamente lo contrario. La gran preocupaci�n de los economistas en el mundo es el enorme desequilibrio producido en las cuentas fiscales de Estados Unidos. De una situaci�n de excedentes -herencia muy importante de la Administraci�n del Presidente Clinton-, se ha pasado r�pidamente a algo muy conocido en la literatura econ�mica: los dos d�ficit, el fiscal y el exterior. Pienso que es una muy mala pol�tica para cualquier pa�s del mundo. En el caso en an�lisis, es posible practicarla debido a la condici�n particular de esa naci�n; pero me parece una referencia muy negativa, y ser�a un grav�simo error intentar reproducir esa pol�tica en Chile. Pienso que el debate tiene que ver con la identificaci�n de los instrumentos que nos permitan generar incentivos para enfrentar el problema de recurrencia de las crisis de depreciaciones cambiarias y analizar c�mo somos capaces de producir mayor concentraci�n de recursos tecnol�gicos, laborales, fortalecimiento de las cadenas de valor agregado. B�sicamente, �se es el sentido del debate que debemos realizar. Voto a favor. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, quiero incorporar a la discusi�n un elemento a mi juicio esencial en toda celebraci�n de tratados. En el debate se ha mencionado que Chile, tradicional e hist�ricamente, ha exportado materias primas y en adelante necesita enviar al exterior productos con mayor valor agregado. La gran virtud de estos convenios no s�lo se relaciona con abrir m�s espacios al comercio, sino tambi�n evitar el escalonamiento arancelario que, en general, se produce en los pa�ses; es decir, a medida que agregan valor a los productos, les aumentan los aranceles. Por lo tanto, celebrar tratados es fundamental, no solamente para tener acceso a los mercados, sino tambi�n para rebajar las tasas arancelarias, y Chile ahora tendr� un incentivo para incorporar productos con mayor valor agregado: pagar menores aranceles. En mi opini�n, este punto es esencial, porque est� vinculado a las exportaciones de recursos naturales que agregan valor, e incluso, a los no tradicionales. En la estrategia de apertura al exterior, creo que la virtud de los convenios es impedir el escalonamiento arancelario, que fue el peor incentivo para sumar valor a nuestros productos. Hoy en d�a, se nos abren nuevos mercados con aranceles bajos, incluso respecto de bienes con mayor valor agregado. �se es el gran desaf�o que enfrentamos y el gran incentivo para firmar estos tratados. Voto que s�. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general y en particular el proyecto de acuerdo (41 votos), y queda terminada su discusi�n en este tr�mite. Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, Arancibia, �vila, Boeninger, Bombal, Cantero, Cariola, Coloma, Cordero, Chadwick, Espina, Fern�ndez, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Garc�a, Gazmuri, Horvath, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Mu�oz Barra, Novoa, N��ez, Ominami, Orpis, P�ez, Parra, Pizarro, R�os, Romero, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Vald�s, Vega Viera-Gallo, Zald�var (don Andr�s) y Zurita. NUEVA LEY DE MATRIMONIO CIVIL El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde continuar la discusi�n particular del proyecto de Nueva Ley de Matrimonio Civil, en segundo tr�mite constitucional, con segundo informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y urgencia calificada de "simple". --Los antecedentes sobre el proyecto (1759-18) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 34�, en 10 de septiembre de 1997. Informes de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 11�, en 9 de julio de 2003. Constituci�n (segundo), sesi�n 19�, en 16 de diciembre de 2003. Discusi�n: Sesiones 12�, 16� y 17� en 15 y 30 de julio; 18�, 19�, 20�, 21�, 23�, 24� y 25� , en 5, 6, 12 y 13 de agosto de 2003 (queda pendiente su discusi�n general); 26�, en 13 de agosto de 2003 (se aprueba en general); 22�; 24�; 27�, 28�, 29� y 33�, en 6, 7, 13, 14, 15 y 21 de enero de 2004, respectivamente (queda pendiente su discusi�n particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El art�culo 89 se�ala: "Ser� competente para conocer de las acciones de separaci�n, nulidad o divorcio, el juzgado con competencia en materias de familia, del domicilio del demandado.". Esta norma es de rango org�nico constitucional y no fue objeto de indicaciones en la discusi�n general o de modificaciones en el segundo informe. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debe darse por aprobada conforme al Reglamento. --Se aprueba reglamentariamente, dej�ndose constancia de que se reuni� el qu�rum constitucional requerido (32 votos). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El art�culo 1� transitorio tambi�n requiere qu�rum de ley org�nica constitucional para su aprobaci�n, y no fue objeto de indicaciones en la discusi�n general o de modificaciones en el segundo informe. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde darlo por aprobado de acuerdo con el Reglamento. --Se aprueba reglamentariamente, dej�ndose constancia de que se reuni� el qu�rum constitucional requerido (32 votos). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El art�culo 56, cuyo tratamiento se inici� en la sesi�n anterior, consigna lo siguiente: "Sin perjuicio de lo anterior, el divorcio ser� decretado por el juez si ambos c�nyuges lo solicitan de com�n acuerdo y acreditan que ha cesado su convivencia durante un lapso mayor de tres a�os.". Respecto de esta norma, se renovaron las indicaciones n�meros 137, para cambiar ese plazo; 143; 149 -retirada posteriormente-; 151; 153, 158, y se pidi� votaci�n separada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Deseo hacer presente que cuando se suspendi� la discusi�n de este art�culo, algunos se�ores Senadores propusieron buscar un acercamiento para determinar plazos m�s o menos aceptables. Conforme a eso, se ha hecho llegar a la Mesa la siguiente proposici�n para establecer per�odos diferenciados: en el caso de la decisi�n unilateral de divorcio, un plazo de cuatro a�os, en vez de cinco, si hay hijos en com�n, y si no los hay, de tres. Luego, en cuanto a la disoluci�n del matrimonio de com�n acuerdo, dos a�os, en vez de tres, cuando existieren hijos, y de un a�o, si no los hubiere. El se�or MORENO.- Eso no lo dice el texto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Estoy dando a conocer la f�rmula de soluci�n que se hizo llegar a la Mesa. Si acaso no es factible votarla, debo someter a votaci�n el art�culo 56, conforme al Reglamento. Ruego a Sus Se�or�as no abrir debate y se�alar si est�n de acuerdo o no con la propuesta, porque basta la oposici�n de un se�or Senador para que no se pueda discutir la proposici�n. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, lo tengo claro, pero sucede que ayer intervine para manifestar mi desacuerdo con que se posibilitara el debate de la "indicaci�n" -entre comillas- que se present�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Basta con eso. El se�or PIZARRO.- Sin embargo, despu�s convers� con varios se�ores Senadores que firmaron la propuesta y le hicimos una modificaci�n que, en mi concepto, mejora much�simo la posibilidad de alcanzar un acuerdo mayoritario en la materia. �sa es la raz�n por la cual a la proposici�n que recibieron los se�ores Senadores se le hicieron los cambios a que Su Se�or�a ha hecho menci�n. En consecuencia, a pesar de que hab�a manifestado mi oposici�n a que se discutiera, ahora estoy total y absolutamente de acuerdo con la propuesta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo un�nime para dar tr�mite a la proposici�n que se ha presentado? El se�or ARANCIBIA.- No. El se�or MU�OZ BARRA.- �Qu� est� planteando la Mesa? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Admitir a tratamiento la nueva proposici�n que se hizo llegar, lo cual requiere unanimidad. Como no la hay, debo poner en discusi�n el art�culo 56. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, como este tema es muy delicado, tal vez Su Se�or�a no se dio a entender bien al Honorable se�or Arancibia. No se est� pidiendo que la vote a favor, sino que permita la discusi�n de la propuesta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Senador manifest� que no desea discutirla. El se�or VIERA-GALLO.- Pens� que no hab�a entendido. El se�or �VILA.- �Eso es sistem�tico en �l...! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Entend� claramente que el Honorable se�or Arancibia no quiere discutir una nueva proposici�n. Por lo tanto, debemos pronunciarnos sobre el art�culo 56. El se�or �VILA.- Teme la discusi�n. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Cerrado el debate sobre el tema. El se�or ESPINA.- �Se�or Presidente, estoy pidiendo el uso de la palabra! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debemos pronunciarnos sobre el art�culo 56. El se�or ESPINA.- �Es que tengo derecho a usar de la palabra, se�or Presidente! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero para referirse al art�culo 56. El se�or ESPINA.- Pido a Su Se�or�a solicitar nuevamente el asentimiento de la Sala, por la raz�n de que �sta es una materia opinable respecto de la cual el Senado debe ser capaz de generar un acuerdo. Todas las dem�s posiciones est�n m�s radicalizadas. Va a ganar una u otra. �sta es la alternativa, una posibilidad. Una cosa es que alguien vote en contra, como dijo el Honorable se�or Viera-Gallo, por estar en su derecho, y otra �situaci�n de la que nunca he sido testigo en el Senado- que haya oposici�n a debatir una propuesta que podr�a provocar acercamiento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ins�lito, en realidad. El se�or ESPINA.- Reitero mi petici�n a la Mesa de solicitar nuevamente el asentimiento de la Sala, porque m�s all� del derecho de alguien de votar en forma distinta o fundamentar su posici�n� El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Creo que hemos agotado las argumentaciones. Por haber una petici�n al respecto, consulto otra vez a la Sala si alg�n se�or Senador se opone a discutir la propuesta. �El Honorable se�or Arancibia insiste en su oposici�n? El se�or ARANCIBIA.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, basado en las mismas razones planteadas ayer por el Senador se�or Pizarro, en cuanto a que esta indicaci�n violentaba nuestra tradici�n y costumbres, me opongo a que se discuta la nueva propuesta. El se�or �VILA.- �Ni siquiera desea que haya discusi�n al respecto! El se�or ARANCIBIA.- �Estoy en mi derecho, y s�lo quiero que se cumpla el Reglamento, Senador se�or �vila! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Exactamente, se est� dando cumplimiento al Reglamento. Corresponde pronunciarse respecto del art�culo 56. El se�or HOFFMAN (Secretario).- En primer lugar, est� la indicaci�n N� 137, renovada con las firmas de los Senadores se�ora Frei y se�ores Pizarro, Lavandero, Ominami, Boeninger, Ruiz-Esquide, Parra, Silva, Gazmuri, Flores, Zurita, N��ez, P�ez, Mu�oz Barra, Cordero y �vila, para sustituir la expresi�n "tres a�os" por "un a�o", con lo cual el inciso primero quedar�a redactado en la siguiente forma: "Sin perjuicio de lo anterior, el divorcio ser� decretado por el juez si ambos c�nyuges lo solicitan de com�n acuerdo y acreditan que ha cesado su convivencia durante un lapso mayor de un a�o.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Creo que est� agotada la discusi�n sobre la materia y es conveniente proceder a votar. Pienso, sinceramente, que en su oportunidad llevamos a cabo el debate del art�culo, el que suspendimos con el solo objeto de lograr un consenso. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, �es posible agregar a la norma una frase como "en el caso de que no haya hijos"? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, se�ora Senadora. El se�or PIZARRO.- �Por qu� no toma votaci�n nominal, se�or Presidente? Algunos se�ores Senadores no se encuentran en la Sala en este momento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� se har�, si lo solicita Su Se�or�a. En votaci�n nominal la indicaci�n renovada N� 137. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: por la negativa, 15 votos; por la afirmativa, 14, una abstenci�n y 5 pareos. Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Bombal, Coloma, Chadwick, Espina, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Novoa, Orpis, Romero, Stange, Vega y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores �vila, Boeninger, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Mu�oz Barra, N��ez, Ominami, P�ez, Parra, Pizarro, Vald�s y Viera-Gallo. Se abstuvo el se�or Cantero. No votaron, por estar pareados, los se�ores Arancibia, Cordero, Fern�ndez, Garc�a y R�os. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La abstenci�n del Honorable se�or Cantero influye en el resultado. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Habr�a que repetirla. El se�or ROMERO.- Pienso que no influye la abstenci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Al producirse un empate, la indicaci�n se entender�a rechazada. Por lo tanto, no influye la abstenci�n. El se�or ROMERO.- Exactamente. El se�or SABAG.- Yo no vot�, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Aunque lo hiciera, va a producir el mismo efecto. En ese caso, dar�amos por repetida la votaci�n y, en consecuencia, quedar�a rechazada la indicaci�n. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, si no incide en el resultado, no se puede dar por repetida. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Incide en cuanto al empate. Y tengo que darlo por repetido para as� proceder al rechazo de la indicaci�n. El se�or �VILA.- Es que no se sabe si volver� a haber empate. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Es el procedimiento que me indica la Secretar�a, y debo actuar en ese sentido. Por lo tanto, se entiende rechazada la indicaci�n. El se�or GAZMURI.- No es as�. El se�or �VILA.- Hay que repetir la votaci�n, se�or Presidente. El se�or GAZMURI.- Pido que se aplique estrictamente el Reglamento y que se vote nuevemente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso, se votar� de nuevo. El se�or Secretario proceder� a tomar la votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: 15 votos por la afirmativa, 15 por la negativa, una abstenci�n y 5 pareos. Votaron por la afirmativa los se�ores �vila, Boeninger, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Mu�oz Barra, N��ez, Ominami, P�ez, Parra, Pizarro, Sabag, Vald�s y Viera-Gallo. Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Bombal, Coloma, Chadwick, Espina, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Novoa, Orpis, Romero, Stange, Vega y Zald�var (don Andr�s). Se abstuvo el se�or Cantero. No votaron, por estar pareados, los se�ores Arancibia, Cordero, Fern�ndez, Garc�a y R�os. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La abstenci�n influye en el resultado. Debe repetirse la votaci�n. El se�or LARRA�N.- Se tiene que repetir y, si se mantiene el empate, se entiende rechazada la indicaci�n renovada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. Adem�s, de acuerdo con el Reglamento, se conmina al se�or Senador que se abstuvo a que se pronuncie. En caso contrario,� El se�or NOVOA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario va a leer la disposici�n reglamentaria pertinente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Respecto de lo que ocurri� la primera vez, el art�culo 178 del Reglamento se�ala: "Si proclamada la votaci�n se advierte que las abstenciones o los votos diferentes del que se pide, determinan que quede sin resolverse la proposici�n que se vota, se proceder� de inmediato a repetir la votaci�n, con requerimiento a los Senadores que se hayan abstenido para que emitan su voto, y a aqu�llos que hayan votado de manera diferente de la pedida, para que lo ajusten a la proposici�n que se vota. "Si en la segunda votaci�n insisten en su abstenci�n o en votar de manera diferente, se considerar�n sus votos como favorables a la posici�n que haya obtenido mayor n�mero de votos.". Y aqu� el resultado es de 15 votos a favor y 15 en contra. El se�or LARRA�N.- Hay empate. Por lo tanto se aplica la regla del art�culo 182. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Cu�l es, se�or Senador? El se�or LARRA�N.- "Producido" -el empate- "en una votaci�n, �sta se repetir� de inmediato.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Eso es lo que hay que hacer. El se�or LARRA�N.- Habr�a que repetirla. "Si nuevamente se produce,"� El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- "Se dar� la proposici�n" �en este caso la indicaci�n renovada- "por desechada". El se�or LARRA�N.- As� es. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Eso es lo que debemos hacer. Habr�a que repetir la votaci�n. El se�or CHADWICK.- O la damos por repetida. El se�or N��EZ.- �Qu� se repita! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene que votarse de nuevo, y si hay empate, quedar� rechazada la indicaci�n. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, aunque parezca majadero, s�lo quiero se�alar lo siguiente. �Por favor, denme el derecho de hablar en la �ltima sesi�n! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacerlo, se�or Senador. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, se est� votando si el plazo de cese de la convivencia, en el caso del divorcio solicitado de com�n acuerdo por ambos c�nyuges, es de un a�o o de tres a�os Y hay una mayor�a que considera que lo mejor es un plazo de dos a�os. Y resulta que esa mayor�a no se puede expresar en el Senado de la Rep�blica y ni siquiera puede votarse esta proposici�n. Entonces, lo �nico que pido es que esta Corporaci�n tenga la oportunidad de gestar este acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Como as� lo propuse al comienzo, habr�a aprobado el plazo de dos a�os, pero la mantenci�n de los tres a�os me lleva a adoptar una posici�n diferente. Tiene la palabra el Senador se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, quiero apoyar el planteamiento � El se�or �VILA.- �Estoy pidiendo la palabra, se�or Presidente! El se�or FOXLEY.- ... del Senador se�or Espina. Me parece bastante incre�ble que no nos abramos a discutir una soluci�n que puede ser mejor que la que est� encima de la mesa. Es una cuesti�n de sentido com�n. La se�ora MATTHEI.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Voy a dar la palabra por orden. La Senadora se�ora Matthei ser� la �ltima en intervenir. De lo contrario, me atendr� al Reglamento. No puedo volver a abrir el debate. Tiene la palabra Su Se�or�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, estoy a favor de que se d� la unanimidad para lo propuesto. Sin embargo, encuentro inaceptable las presiones que se est�n ejerciendo cuando un se�or Senador quiere que se cumpla el Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si no hay unanimidad, procederemos a votar nuevamente, conforme lo establece el Reglamento. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or CANTERO.- Se�or Presidente, lamento que no se haya podido lograr la unanimidad para despejar este tema. Present� una indicaci�n que pretende cautelar adecuadamente la situaci�n de los hijos. Espero que eso se recoja en los tr�mites que siguen. Por �ltimo, en atenci�n a esos eventos y a la situaci�n generada con mi abstenci�n, en la b�squeda de un acuerdo para este prop�sito, voto a favor de la indicaci�n renovada. El se�or HOFFMANN.- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la indicaci�n (16 votos por la afirmativa, 15 por la negativa y 5 pareos). Votaron por la afirmativa los se�ores �vila, Boeninger, Cantero, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Mu�oz Barra, N��ez, Ominami, P�ez, Parra, Pizarro, Vald�s, Viera-Gallo y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Bombal, Coloma, Chadwick, Espina, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Novoa, Orpis, Romero, Stange, Vega y Zald�var (don Andr�s). No votaron, por estar pareados, los se�ores Arancibia, Cordero, Fern�ndez, Garc�a y R�os. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los mismos se�ores Senadores que mencion� anteriormente han renovado la indicaci�n N� 143, que propone agregar al inciso primero del art�culo 56 la siguiente oraci�n: "Si no hubiere hijos no regir� este plazo, siendo suficiente la prueba del cese de convivencia.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Votaci�n econ�mica? El se�or COLOMA.- �No va a ofrecer la palabra, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. El se�or ORPIS.- Pido votaci�n nominal, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De acuerdo. El se�or COLOMA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, se�or Senador. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, me parece que esta indicaci�n rompe definitivamente toda concepci�n de lo que hab�amos discutido respecto del matrimonio. El se�or OMINAMI.- Se�or Senador, para ahorrarle intervenir y dado como se han planteado las cosas, retiramos la indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda retirada la indicaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Tocante al inciso tercero del art�culo 56, se retir� una indicaci�n para suprimirlo. Tambi�n se pidi� votaci�n separada del inciso segundo. Se han renovado las indicaciones N�s 151 y 153 para sustituir en el inciso tercero del art�culo 56, la frase "cinco a�os" por "dos a�os" y "cinco a�os" por "tres a�os", respectivamente. Ese inciso se�ala: "Habr� lugar tambi�n al divorcio cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal durante el transcurso de, a lo menos, cinco a�os,". El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, lo que anteriormente se acogi� incide en esto. Ya se tom� un parecer. Incide porque se aprob� "un a�o" y "tres a�os". En el caso unilateral, se aprob� "tres a�os". Entonces, hay que entender rechazadas todas las otras indicaciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Las que se han renovado? El se�or VIERA-GALLO.- Obviamente. Ya se voto ... El se�or ESPINA.- El se�or Secretario hizo presente que lo que se votaba era el plazo de un a�o en el caso del divorcio solicitado de com�n acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. El se�or MORENO.- No se ha votado nada m�s. El se�or ESPINA.- Entonces, corresponde votar lo relativo al divorcio pedido unilateralmente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se aprob� en el inciso primero la sustituci�n de "tres a�os" por "un a�o". La se�ora MATTHEI.- La indicaci�n N� 137 reemplaz� "tres a�os" por "un a�o". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ruega evitar los di�logos, para que la Mesa pueda conducir el debate como corresponde. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se renovaron las indicaciones N� 151, que propone reducir el plazo de cinco a�os a dos a�os; y la N� 153, que tambi�n sugiere disminuir el plazo, pero a tres a�os. Por lo tanto, el inciso tercero quedar�a: "Habr� lugar al divorcio cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal durante el transcurso de, a lo menos," dos a�os o tres a�os, seg�n la indicaci�n que se considere. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ha retirado la indicaci�n N� 151. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Por lo tanto, se mantiene la indicaci�n N� 153, que propone sustituir en el inciso tercero del art�culo 56 la frase final "cinco a�os" por "tres a�os". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se rebaja el plazo, en el caso del divorcio solicitado unilateralmente, de "cinco a�os" a "tres a�os". En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, he estudiado la jurisprudencia internacional, que se propicia tres a�os. Mantener el plazo de cinco a�os me parece absolutamente irreal. Voto que s�. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la indicaci�n (17 votos por la afirmativa, 14 por la negativa y 5 pareos). Votaron por la afirmativa los se�ores �vila, Boeninger, Cantero, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Mu�oz Barra, N��ez, Ominami, P�ez, Parra, Pizarro, Vald�s, Vega, Viera-Gallo y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Bombal, Coloma, Chadwick, Espina, Larra�n, Mart�nez, Matthei, Moreno, Novoa, Orpis, Romero, Stange y Zald�var (don Andr�s). No votaron, por estar pareados, los se�ores Arancibia, Cordero, Fern�ndez, Garc�a y R�os. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Honorable se�or Boeninger ha pedido votar separadamente la parte del inciso tercero del art�culo 56 que comienza con la frase: "salvo que el juez se forme la convicci�n". El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, ser�a preferible terminar todo lo relativo a los plazos, y luego seguir con esta norma, para no romper el hilo de lo que se viene discutiendo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, creo que ser�a lo m�s recomendable. Seguimos entonces con los plazos. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se ha renovado la indicaci�n N� 158, que tiene por objeto intercalar, en el art�culo 56, a continuaci�n del inciso tercero, otro inciso, nuevo, que dice: "Los plazos se�alados en los incisos primero y tercero precedentes ser�n de un a�o y dos, respectivamente, cuando no existieren hijos comunes o habi�ndolos, �stos fueran mayores de 18 a�os al momento de decretarse el divorcio". El se�or VIERA-GALLO.- La retiramos, se�or Presidente. --Queda retirada la indicaci�n. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, todo lo que diga relaci�n con plazos est� resuelto. Cualquier cambio ser�a incoherente, porque ya se fij� un criterio. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En tal caso, se entienden retiradas todas las indicaciones relativas a plazos. Corresponde analizar el inciso tercero del art�culo 56. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se ha presentado una indicaci�n, de los Senadores se�ores Espina, Moreno y Andr�s Zald�var, que requiere la unanimidad de la Sala para poder ser tratada. Tiene por objeto reemplazar la parte final de dicho inciso, que se�ala: "salvo que el juez se forme la convicci�n de que el divorcio producir�, en perjuicio del c�nyuge demandado y de los hijos, consecuencias patrimoniales o morales de una gravedad desproporcionada en relaci�n con los beneficios que reportar�a al c�nyuge demandante la disoluci�n del matrimonio", por la siguiente: "salvo, en ambos casos, de que conste que, pudiendo hacerlo, mientras dur� el cese de la convivencia el c�nyuge que demande el divorcio no dio cumplimiento a sus obligaciones legales respecto del c�nyuge demandado y de los hijos comunes". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No hay unanimidad. Por lo tanto, habr�a que seguir con la solicitud de votaci�n separada hecha por el Honorable se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- No se deben mezclar facultades del juez con problemas a que da lugar el incumplimiento de obligaciones matrimoniales. Son materias distintas. La se�ora MATTHEI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Primero le voy a dar la palabra al se�or Secretario y luego Su Se�or�a podr� intervenir. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Como dije hace unos momentos, el Honorable se�or Boeninger propone votar separadamente la parte final del inciso tercero del art�culo 56, ya le�da y que comienza con la frase: "salvo que el juez se forme la convicci�n de que el divorcio". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, es impresionante la cantidad de mujeres abandonadas por sus maridos, los cuales desaparecen sin darles nunca m�s alg�n dinero para educar a sus hijos, para alimentarlos y para vestirlos, y que ahora, por el cumplimiento de un plazo, quedar�an desligados para siempre de sus obligaciones, dej�ndolas a cargo de todo. Considero que la indicaci�n presentada es muy importante, ya que es lo �nico que podr�a proteger a la inmensa cantidad de mujeres a que he hecho referencia. Pido a la se�ora Ministra del SERNAM pronunciarse sobre el punto. No s� si es posible reponer esta materia o introducirla de alguna manera aqu�, en la C�mara de Diputados o en la Comisi�n Mixta. Es cierto que he estado de acuerdo con el divorcio unilateral, pero siempre que se respeten los derechos del c�nyuge abandonado, generalmente la mujer, que debe dedicarse a trabajar, que muchas veces no tiene con quien dejar a los ni�os, que debe sacar todo adelante. En mi opini�n, el hombre irresponsable que abandona a su mujer y a sus hijos no merece el divorcio unilateral por el solo transcurso del tiempo. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �se era precisamente el objeto de la indicaci�n que se hab�a presentado. Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, me voy a referir a la parte del inciso tercero que el Senador se�or Boeninger ha solicitado votar por separado. A mi juicio, es necesario mantener la norma, y voy a fundamentar por qu�. En primer lugar, porque, efectivamente, una situaci�n en que el juez pueda negar el divorcio cuando se prevean consecuencias graves para el c�nyuge demandado o sus hijos viene a solucionar el problema, planteado por la Honorable se�ora Matthei, de una gran cantidad de mujeres que son abandonadas, quienes, adem�s de tener que hacerse cargo del cuidado de los hijos, ver�an c�mo el c�nyuge que dej� el hogar logra disolver el v�nculo matrimonial por el solo transcurso del tiempo. En segundo lugar, la norma del inciso tercero no es una disposici�n extra�a en la legislaci�n mundial. Desde luego, no son muchos los pa�ses donde se acepta el divorcio unilateral sin existir culpabilidad. Y son pocos los que lo aceptan por el simple transcurso de un plazo. Al menos en Alemania, Holanda y en algunos lugares de Estados Unidos, esta forma de enfocar el divorcio unilateral siempre supone la posibilidad del juez de rechazarlo. Y voy a leer lo que dispone el art�culo 1568 del C�digo Civil alem�n. Dice: "No habr� lugar al divorcio, si bien existe ruptura matrimonial, siempre y cuando la subsistencia del matrimonio resulte excepcionalmente necesaria por razones de especial inter�s para los hijos menores de edad nacidos gracias al mismo, o cuando el divorcio supondr�a, a causa de las circunstancias extraordinarias, una carga tan grave para el c�nyuge opuesto al mismo que haga que la subsistencia del matrimonio resulte excepcionalmente imprescindible, incluso teniendo en cuenta los intereses del otro c�nyuge solicitante". Por lo tanto, me parece que restar al juez la posibilidad de negar un divorcio cuando �ste suponga da�os irreparables significa una situaci�n muy extrema. En tercer lugar, el matrimonio es una instituci�n y un contrato, y supone obligaciones rec�procas. La legislaci�n chilena va a aceptar el matrimonio disoluble. Pero de ah� a sostener que no nacen obligaciones y que una parte puede liberarse del v�nculo, del contrato que firm�, por su sola voluntad, causando da�o a sus hijos y a su pareja, me parece que es ir demasiado lejos. Por eso, creo que deber�a mantenerse la parte final del inciso tercero, que fue aprobada en la Comisi�n de Constituci�n por 3 votos a favor y 2 abstenciones, es decir, sin oposici�n. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero dejar constancia, para los efectos de la Versi�n Oficial, de que aqu� se hab�a gestado un importante acuerdo -fue el que indic� Su Se�or�a- que habr�a provocado un consenso amplio en el Senado y que realmente habr�a posibilitado establecer plazos que representaran las distintas sensibilidades, leg�timas, que existen en la Corporaci�n. En esto no hay dogmas de fe y ning�n plazo es irremediablemente intangible. Y ese acuerdo, tal como usted expres�, consist�a en consagrar los siguientes plazos: para el divorcio unilateral de un matrimonio con hijos, 4 a�os, y para el de un matrimonio sin hijos, 3 a�os; para el divorcio de com�n acuerdo de un matrimonio con hijos, 2 a�os, y para el de uno sin hijos, un a�o. Ahora bien, el punto en discusi�n es el siguiente. El divorcio unilateral es aquel en que el solo transcurso del plazo permite, por la cesaci�n de la convivencia, el t�rmino del matrimonio. Es una norma excepcional�sima que existe en muy pocos pa�ses. La disposici�n mencionada por el Senador se�or Novoa busca impedir que el c�nyuge que abandona al otro, que no cumple sus obligaciones con los hijos ni con la pareja, ponga fin al matrimonio sin jam�s haber hecho el intento de cumplir con sus m�nimos deberes. Primero se present� la indicaci�n del Senador se�or Andr�s Zald�var, que apuntaba a restringir la materia a las obligaciones que resultan propias, como la pensi�n de alimentos, que es bastante m�s acotada. La proposici�n a que ahora se hace referencia es menos estricta -se puede perfeccionar en lo que resta de la tramitaci�n-, pero se apunta en una direcci�n absolutamente correcta: que el juez, evaluando las circunstancias, no permita que se concrete el divorcio cuando el c�nyuge de que se trate incurra en abusos al no cumplir ninguna de sus obligaciones y, no obstante ello, pretenda terminar con el matrimonio, una instituci�n que, en nuestro pa�s y en gran parte del mundo, es considerada esencial para la estructura de la sociedad. Por eso, voy a votar a favor de la norma, tal como lo hice en la Comisi�n, pues estimo que se halla bien orientada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por lo que me han manifestado los se�ores Senadores que se opusieron inicialmente a la indicaci�n que present� junto con los Honorables se�ores Espina y Moreno, ahora habr�a acuerdo, al parecer, en discutirla. El se�or OMINAMI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, justamente quiero ratificar su planteamiento. Creo que se ha clarificado el sentido de la indicaci�n. Todos los que ten�amos aprensiones con relaci�n al tema entendemos que es muy importante establecer un resguardo adicional, para que una norma de este tipo no sea desnaturalizada en su utilizaci�n y se d� efectivo cumplimiento al principio de dar protecci�n al c�nyuge m�s d�bil. Por lo tanto, pienso que no habr�a problemas en discutir y poner en votaci�n esta indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Estamos de acuerdo, se�or Presidente, exactamente en los t�rminos de lo planteado por el Honorable se�or Ominami. Porque se trata de enfocar la situaci�n de un modo distinto: debe constar un hecho objetivo. Y, frente a ello, el juez act�a. Es algo que difiere de la indicaci�n que aprob� la Comisi�n, que da facultades discrecionales al magistrado. En vista de lo anterior, retiramos nuestra oposici�n inicial, lo que permitir�a la unanimidad que se requiere. El se�or VIERA-GALLO.- Pido la palabra. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, deseo saber a qu� indicaci�n se alude, porque, al parecer, no ha sido le�da. El se�or VIERA-GALLO.- Ya se ley�, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or MORENO.- Por mi parte, tambi�n la hab�a pedido. se�or Presidente El se�or VIERA-GALLO.- Intentar� ser muy sucinto. La indicaci�n que aprob� la Comisi�n, que est� tomada, como dijo el Senador se�or Novoa, del derecho alem�n -se conoce como "cl�usula de dureza", para impedir el divorcio en determinados casos-, no funcionar� en el derecho chileno, en mi opini�n, porque, considerando que los tribunales de familia tendr�n varios jueces, obviamente los abogados buscar�n al que tenga m�s "manga ancha" y no a los de criterio m�s estricto. Y, luego de ello, se decidir� acerca de la presentaci�n de la demanda, del momento m�s oportuno, etc�tera. O sea, esto se presta para piller�as y no para una jurisprudencia uniforme y seria. La indicaci�n de los Honorables se�ores Espina, Andr�s Zald�var y Moreno, en cambio, tiene la ventaja de dar cuenta de un problema social real. En teor�a, no debieran mezclarse deudas patrimoniales -en este caso, pago de alimentos- con situaciones de estado de familia, como el divorcio... La se�ora MATTHEI.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or VIERA-GALLO.- Por supuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, se�ora Senadora. La se�ora MATTHEI.- Solamente quiero se�alar que, en materia laboral, por ejemplo, no se permite poner t�rmino a una relaci�n de trabajo mientras no se pague la previsi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Concuerdo con mi Honorable colega. Pero aqu� estoy hablando de estado de familia. En general, no debieran mezclarse los aspectos que mencion�. Pero es un hecho que en Chile muchos juicios de alimentos terminan en favor de las mujeres, como dec�a la Honorable se�ora Matthei, y despu�s, por m�ltiples razones, el fallo no se puede cumplir a pesar de que la ley respectiva permite, incluso, un apremio. Entonces, aqu� se contempla un reforzamiento con sentido pr�ctico, en el sentido de que el juez, al momento de sentenciar, puede no acoger la demanda de divorcio si la persona no ha pagado los alimentos, aun cuando haya transcurrido el plazo. En todo caso, se�or Presidente, dejo constancia de que, si la persona paga, aunque sea en el �ltimo minuto antes de la sentencia, desaparece el impedimento, pues �ste opera en el instante de la resoluci�n y no en el de presentaci�n de la demanda. Porque, si existe un plazo para pagar, puede mediar un incentivo, si la persona quiere obtener el divorcio, para que se ponga al d�a en las pensiones de alimentos adeudadas durante los tres a�os. Termino, se�or Presidente, diciendo que la Senadora se�ora Matthei no estuvo tan acertada, tal vez, al pensar que la mujer va a quedar en el abandono, porque justamente, para evitar eso, se estableci� la compensaci�n econ�mica. O sea, aqu�, adem�s de cancelar los alimentos devengados, eventualmente se deber� pagar una compensaci�n por el menoscabo sufrido. El se�or NOVOA.- �Me concede una breve interrupci�n, Honorable colega? El se�or VIERA-GALLO.- No tengo ning�n inconveniente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Antes, hago presente que ha llegado la hora de t�rmino de la sesi�n. Por tanto, requiero el asentimiento de la Sala para prorrogarla hasta despachar el proyecto. �Habr�a acuerdo? --Por unanimidad, as� se acuerda. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, la indicaci�n cumple con similares prop�sitos que el texto aprobado por la Comisi�n y la norma s�lo se acota m�s a las obligaciones legales que debe cumplir el c�nyuge. Por lo tanto, no tendr�amos inconveniente, si es acogida, en que se reemplace la parte objetada por el Honorable se�or Boeninger, para lo cual se requiere un peque�o cambio de redacci�n. El se�or BOENINGER.- De acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Efectivamente, si se aprueba la indicaci�n, habr�a que dar por retirada la del Senador se�or Boeninger, quien est� de acuerdo. El se�or BOENINGER.- Exactamente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Ministra. La se�ora P�REZ (Ministra Directora del SERNAM).- Ser� muy breve, se�or Presidente. Solamente deseo reafirmar que la figura de la compensaci�n econ�mica, que analizamos y ratificamos ayer, est� planteada como un mecanismo de equilibrio, de igualdad de oportunidades en lo econ�mico para la protecci�n de la mujer. Quiero se�alar, adem�s, que, como parece que hay un acuerdo bastante transversal, pese a que al Gobierno efectivamente no estimaba apropiado este inciso tercero, estar�amos absolutamente disponibles para revisar la indicaci�n y apoyarla en ese contexto. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, comprendo las razones que se han dado para evitar que queden en la indefensi�n las mujeres abandonadas por maridos que, durante un cierto tiempo, no cumplen todas sus obligaciones. El argumento de la Senadora se�ora Matthei es muy convincente. Pero parece que el remedio es tan malo como la enfermedad. Como Senador, represento una zona donde se encuentra una ciudad �no quiero nombrarla- que posee el triste r�cord, seg�n las estad�sticas, de tener el mayor n�mero de mujeres abandonadas en el pa�s. El peor castigo que ellas pueden sufrir, as� como las de todo Chile -son muchas y cada vez m�s las que se encuentran en la misma situaci�n-, es decirles: "Usted no puede casarse de nuevo. Tendr� que seguir viviendo con un "amigo", pero su marido la abandon�, pues". En vez de ayudarlas al cobro de los perjuicios causados, se castiga a las v�ctimas con la falta del divorcio. Es decir, no se proporciona un remedio para la situaci�n ni se sanciona al autor del desastre familiar. A mi juicio, se debe contemplar la compensaci�n econ�mica. �Una mujer tiene derecho, despu�s de cinco a�os, a recuperar su libertad, si el hombre la abandon�! Sin embargo, aqu� se pretende dejarla amarrada al juez de por vida. �Eso es una injusticia! El se�or NOVOA.- �Me permite una peque�a interrupci�n, Honorable colega? El se�or VALD�S.- S�, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, debo aclarar que esto s�lo se aplica si la mujer desea mantener el matrimonio. Aunque haya sido abandonada, ella no objeta el divorcio. No se trata de algo unilateral. Por lo tanto, no se produce el problema al cual se hizo referencia. El se�or VALD�S.- �El texto no dice eso! El se�or NOVOA.- En el caso del divorcio unilateral -donde s�lo concurre la voluntad de uno de los c�nyuges-, se supone que la mujer o el hombre no est� de acuerdo, y el juez podr�a negar la acci�n, frente al surgimiento de problemas como los mencionados o si no se ha dado cumplimiento a las obligaciones. Pero si ambos concuerdan, aunque uno haya sido objeto de abandono, no se da la situaci�n citada. Estoy hablando cuando hay com�n acuerdo y no de otro caso. El se�or VALD�S.- Pero el texto no dice eso, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Honorable se�or Vald�s: lo que pasa es que estamos discutiendo la indicaci�n presentada por los Honorables se�ores Espina, Moreno y quien habla, que dice: "salvo, en ambos casos, de que conste que, pudiendo hacerlo, mientras dur� el cese de la convivencia el c�nyuge que demanda el divorcio no dio cumplimiento a sus obligaciones legales respecto del c�nyuge demandado y de los hijos comunes.".�se es el �nico caso en que puede negarse el divorcio unilateral, porque habr�a aprovechamiento del propio dolo y abuso. A eso apunta la indicaci�n. Tiene la palabra el Honorable se�or Moreno. El se�or MORENO.- Lo manifestado por el se�or Presidente evita, en parte, referirme a uno de los argumentos que deseaba exponer. En todo caso, deseo dejar sentado en la Versi�n Taquigr�fica que he escuchado planteamientos en que se duda de la integridad de los jueces, raz�n por la cual ser�a mejor no dejarles la capacidad de discernir y de resolver, porque estar�an sometidos a presiones; o bien que es posible recurrir al magistrado de un tribunal de familia que actu� de cierta manera. En mi condici�n de Senador de la Rep�blica, rechazo ese concepto, porque si se acepta que un juez puede condenar a cadena perpetua calificada a una persona, el mismo argumento vale para cualquier caso. Por lo tanto, si aqu� se ha introducido un elemento de discernimiento respecto de los jueces de los tribunales de familia -que se crear�n-, no creo que sea v�lido poner en tela de juicio todo el procedimiento que se va a iniciar; ni que desde el propio Senado, a trav�s de nuestros argumentos, estemos enviando una se�al en orden a que hay desconfianza respecto de lo que vamos a hacer. Aqu� se acord� por mayor�a -a la cual no concurr�- reducir los plazos a uno y tres a�os. Este �ltimo -como aqu� muy bien se ha dicho- est� referido al acto unilateral, donde uno de los c�nyuges cree que es conveniente mantener la unidad, por motivos de familia y no s�lo por razones econ�micas. Esto se resolver� de otra manera. Quienes �ramos partidarios de mantener un plazo m�s prudente -vale decir, cuatro a�os- o haber establecido algo distinto en el caso de los hijos, hemos cre�do siempre que existe la necesidad de que haya un per�odo de reflexi�n. Por lo tanto, desde ese punto de vista, me parece que lo que se pretende consignar ac� es claramente un mecanismo distinto de la compensaci�n. Quiero dejar en claro esto. Porque lo que hemos escuchado en la Sala, a mi juicio no es correcto. El concepto de la compensaci�n no tiene nada que ver con lo se�alado, porque ella se da incluso en el acto de la nulidad del matrimonio, no del divorcio unilateral. En consecuencia, no podemos confundir los dos elementos. Sobre esa base, hago m�as las observaciones de la Honorable se�ora Matthei y de otro Senador. La idea es proteger precisamente a los hijos, al c�nyuge m�s d�bil, a las mujeres, porque ellas son, en el 99 por ciento de los casos, las que van a sufrir con una medida de esta naturaleza. La indicaci�n, a mi juicio, es precisa al decir "habil�tese al juez". Ello, a fin de no premiar al que no ha cumplido, pudiendo haberlo hecho, con las obligaciones de sostener a sus hijos y a su c�nyuge; y para evitar que esa persona diga: "Termin� el plazo, no cumplo con nada y me pongo de espaldas a la ley y al sentido com�n". Desde esa perspectiva, estimo razonable la indicaci�n. No entraba la soluci�n que hemos acordado en cuanto a autorizar la disoluci�n del v�nculo. Se�or Presidente, el Senador se�or Bombal me est� pidiendo una interrupci�n, que se la concedo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, s�lo deseo entregar una informaci�n que tambi�n se encuentra en poder del Gobierno: hoy en d�a en Chile, el 40 por ciento de las pensiones decretadas judicialmente en el caso de separaciones, no se paga. Repito: �en nuestro pa�s, el 40 por ciento de las pensiones decretadas judicialmente no son pagadas! Y esa informaci�n la tiene el Gobierno, porque es p�blica. �J�zguese, an�tese y t�ngase presente la importancia que tiene la disposici�n en an�lisis cuando se trata de un porcentaje como �se! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar el Honorable se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, un distinguido se�or Senador pregunt� si, en el fondo, esto no significa dejar a la persona en calidad de reo frente a algo que rechaza. �No es as�! Porque la indicaci�n apunta al caso de una persona que no haya querido alimentar a sus hijos, se ha negado a cumplir con lo encomendado por el juez y, adem�s, pide el divorcio unilateral. Es decir, se va con el premio de la impunidad por el no cumplimiento de las leyes y m�s encima genera un cuadro de abandono adicional. Desde ese punto de vista... El se�or VALD�S.- �Me da una interrupci�n, Su Se�or�a? El se�or MORENO.- Se la concedo, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Le quedan diez segundos. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, todav�a no entiendo mucho el asunto, porque en esto habr�a una especie de sanci�n. Cuando no se cumplen las obligaciones matrimoniales, el castigo no puede consistir en que se obligue a seguir viviendo juntos. �se es el castigo. No encuentro que eso sea l�gico. Por otra parte, me parece que la indicaci�n est� mal redactada, y que no es clara. �ste, a mi juicio, es un tema bastante delicado y muy corriente en Chile. No tendr� gran significaci�n jur�dica, pero realmente va al "hueso" de la situaci�n que se presenta. Sin embargo, se dice que no se pagan los subsidios matrimoniales y no hay divorcio. Luego, se obliga a los c�nyuges a vivir juntos. �Pero si hace tiempo que no lo hacen! �Qu� significa que el juez no d� origen al divorcio? �Los castiga a los dos? No veo la l�gica. Excusen Sus Se�or�as que lo diga. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ha pedido iniciar la votaci�n con fundamentaci�n del voto. �Habr�a acuerdo? La se�ora MATTHEI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, si una mujer abandonada cuyo marido no le paga nada est� de acuerdo en divorciarse, rigen las normas del divorcio de com�n acuerdo. Y, por lo tanto, no se aplica lo otro. En tal caso, el juez no tendr�a facultad para denegar el divorcio, por estar ambos de acuerdo. En cambio, si la mujer sabe que su c�nyuge puede pagar y �ste, pudiendo hacerlo, no le proporciona dinero alguno y lo �nico que est� esperando son los tres a�os para deshacerse de su esposa, de sus hijos y volver a casarse con otra persona, en ese caso ella podr�a oponerse y decir: "�l tiene plata para una nueva familia pero no tiene plata para sus hijos". El se�or VALD�S.- Puede cobrar. La se�ora MATTHEI.- As� es, pero el problema es que no paga. Entonces, trat�ndose de una situaci�n como �sa, la �nica forma que se pueda obtener el divorcio es que haya com�n acuerdo, y esto significa que el hombre debe colaborar a la mantenci�n de sus hijos. Por lo tanto, me parece muy bien la soluci�n, por cuanto a la mujer se da la posibilidad de negociar el com�n acuerdo siempre que el esposo pague y se haga realmente cargo de sus hijos. Hay demasiados hombres que dejan abandonados a su suerte a la mujer y a los hijos. Para �stos no tienen un peso; sin embargo, para formar una nueva familia, s� lo tienen. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se proceder� a votar fundamentando el voto. �Habr�a acuerdo? El se�or OMINAMI.-�Me permite, se�or Presidente, una clarificaci�n para entender qu� se vota? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, �habr� pronunciamiento respecto de la indicaci�n sustitutiva del inciso tercero del art�culo 56, que cont� con la unanimidad para ser tratada por la Sala? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, sino del p�rrafo que comienza en la frase: "salvo que el juez se forme" y termina en la palabra "matrimonio". El se�or OMINAMI.- Entonces, estamos haciendo dos cosas, una de las cuales es eliminar la facultad del juez. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En eso estamos de acuerdo. El se�or OMINAMI.- Es importante que eso quede muy claro. Se elimina la facultad del juez para evaluar -como dec�a el texto anterior- si las ventajas del divorcio compensan el da�o patrimonial o moral. Al aprobarse la indicaci�n queda eliminada esa facultad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Exactamente. El se�or OMINAMI.- Repito que, a mi juicio, es muy importante dejarlo claramente establecido, porque se trata de una discusi�n de fondo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Senador se�or Ominami, es tan claro... El se�or OMINAMI.- �Pero quiero que quede particularmente claro, se�or Presidente! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, voy a dar lectura al encabezamiento de la indicaci�n, para que no haya duda: "Para sustituir en el art�culo 56, inciso tercero, la frase que se inicia con la palabra "salvo" hasta la palabra "matrimonio" por la siguiente...". Se entiende que, si se aprueba esta indicaci�n, se reemplaza la frase que va desde "salvo que el juez..." hasta la palabra "matrimonio". �se es el sentido. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, una cuesti�n de orden. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Esta proposici�n es sustitutiva; es decir, su texto reemplaza al que est� en negritas en el informe comparado. Sin embargo, no se elimina la facultad del juez, porque el �nico que puede decretar el divorcio es �l. De manera que lo dicho en el inciso tercero: "Habr� lugar tambi�n al divorcio" -en el caso unilateral de tres a�os- "salvo que�", en definitiva, lo determina el juez. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Est� dentro de las facultades jurisdiccionales. El se�or NOVOA. � Porque, si no, no habr�a divorcio. El se�or OMINAMI.- �Me permite, Se�or Presidente, para dilucidar bien las cosas? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, se�or Senador. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, este tema es bien de fondo, por lo que considero importante darse unos minutos para precisarlo. Entiendo que se modifica la facultad del juez. En el caso anterior, se trataba de una amplia facultad para hacer una evaluaci�n subjetiva respecto de costos y beneficios. En cambio, aqu� tenemos algo sumamente restringido a un aspecto objetivo, que consiste en determinar la responsabilidad de quien, pudiendo pagar, lo hizo o no lo hizo. Y punto. �sa es la facultad del juez. El se�or LARRA�N.- No, la norma habla de obligaciones legales y no s�lo de las que debe pagar. El se�or OMINAMI.- �Y cu�les son las obligaciones legales? El se�or LARRA�N.- Las derivadas del matrimonio. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Todas las obligaciones legales! �Por qu� no procedemos a votar? El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, precisemos todas las obligaciones legales. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito a los se�ores Senadores evitar los di�logos. El se�or VIERA-GALLO.- Una moci�n de orden, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Pido que se lea nuevamente la indicaci�n. El se�or FOXLEY.- Lo que pasa es que est� mal redactada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La indicaci�n es del siguiente tenor: "Para sustituir en el art�culo 56, y en su inciso tercero, la frase que se inicia con la palabra "salvo" hasta la palabra "matrimonio"". O sea, el p�rrafo que dice: "salvo que conste que pudiendo hacerlo mientras dur� el cese de la convivencia, el c�nyuge que demanda el divorcio no dio cumplimiento a sus obligaciones legales respecto del c�nyuge demandado y de los hijos comunes". El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra. El se�or VIERA-GALLO.- Como ha sostenido el Senador se�or Vald�s, hay que aclarar si por "obligaciones legales" se entiende el pago de alimentos, que es lo que queda establecido en un juicio y se puede comprobar. Las obligaciones legales del matrimonio implican cohabitar, fidelidad, mutuo amparo, etc�tera. Entonces, ser�a absurdo que a la persona que est� solicitando el divorcio se le exija cumplir con las obligaciones que dieron origen a la ruptura. El se�or N��EZ.- �Eso es absurdo! El se�or VIERA-GALLO.- Claro, es un absurdo total. Entiendo que las obligaciones se refieren a los derechos por pensi�n de alimentos. El se�or MORENO.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or VIERA-GALLO.- Con mucho gusto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Con la venia de la Mesa. El se�or MORENO.- El Senador se�or Viera-Gallo ha participado, junto con los dem�s miembros de la Comisi�n, en el largo debate sobre esta materia. Sabe precisamente -porque es un hombre inteligente- que lo acotado en esta indicaci�n es no extender cierto mecanismo para evitar el elemento que probadamente fue el causante de la separaci�n legal, del cese de la convivencia. Ello es obvio; nadie est� pretendiendo enga�ar. Se trata de la defensa de la gente que, pudiendo haber recibido un beneficio, se le neg�. �se es el punto. El se�or VIERA-GALLO.- Recupero mi derecho, se�or Presidente. Estimo que todos los Senadores tenemos buenas intenciones, pero lo que yo dije es que debe haber una precisi�n en los t�rminos. Entonces, que se diga: "el pago de la pensi�n de alimento", y se acaba el problema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Espina. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, hay que poner: "pago de pensi�n de alimento". El se�or ESPINA.- Pero el pago de la pensi�n de alimento no implica, por ejemplo, el incumplimiento de la obligaci�n del padre respecto de la educaci�n del hijo. El se�or VIERA-GALLO.- �S� esta comprendido! El se�or OMINAMI.- �S� lo est�! El se�or ESPINA.- Hay que definir cu�les son las obligaciones legales. Evidentemente, �stas no pueden decir relaci�n con las que motivan el rompimiento del matrimonio. ��sa es una cuesti�n de Perogrullo para un juez! El se�or OMINAMI.- No dice eso la indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Evitemos los di�logos! El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, la indicaci�n afecta un art�culo que habla del divorcio. Por lo tanto, cuando lo hace, es obvio que la expresi�n "obligaciones legales" no se refiere a las que involucran las causas del divorcio. Porque, si no, no figurar�a en este precepto. Por su parte, el �nico que se puede beneficiar con esta norma es el c�nyuge demandado, y que ha sido v�ctima del incumplimiento de las obligaciones. Eso es lo que dice la norma. Que tiene que ser respecto del demandado y de los hijos comunes que no se haya dado cumplimiento a las obligaciones legales, con lo que se resuelve la duda del Senador se�or Vald�s, porque el demandado, obviamente, no podr� hacer uso de... El se�or VIERA-GALLO.- �Por qu� no se precisa la disposici�n y se habla derechamente de obligaciones de alimentos. El se�or VALD�S.- �Me permite una interrupci�n? El se�or ESPINA.- Por supuesto, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, se�or Senador. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, por primera vez no estoy de acuerdo con lo que sostiene el Honorable se�or Espina, quien dice que eso "es obvio". Cuando se redactan leyes tan delicadas como �sta no hay lugar para lo obvio. Se debe precisar bien. Su Se�or�a lo sabe como abogado y profesor de Derecho. Pienso que habr�a que determinar de qu� obligaciones se trata, porque estamos legislando de manera muy apurada, pero, por lo menos, respecto de este tema tan delicado, hag�moslo bien. No se trata de que "el juez va a entender". Yo no conf�o en ning�n juez; conf�o en las leyes que nosotros elaboramos para que �l no tenga ninguna duda ni interprete nada, sino que aplique la ley. Por lo tanto, pido que se aclare qu� se entiende por "obligaciones legales". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, acojo la precisi�n formulada por el Honorable se�or Vald�s, porque es obvio que, frente a una aprensi�n, hay que reemplazar. Reci�n convers� con el Secretario de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento sobre la norma. Y para precisarla mejor y que no quede duda, propongo que se diga "no dio cumplimiento de sus obligaciones de alimento respecto del c�nyuge demandado y de los hijos". Y pienso que con ese cambio queda resuelto el problema. Preguntaba qu� otras obligaciones hay. Las de visita no tienen sentido, ya que, obviamente, si alguien est� pidiendo el divorcio es porque existe un conflicto en la familia, y las emanadas de la tuici�n las va a resolver el juez. De manera que las �nicas obligaciones que tiene el demandante son las de alimento, y ellas comprenden todos los recursos �porque es as�- para la subsistencia de los hijos. El se�or �VILA.- Suficiente. El se�or ESPINA.- Por lo tanto, tambi�n cubren educaci�n y salud. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar la indicaci�n? El se�or COLOMA.- No, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hay siete Senadores inscritos. Por lo tanto, para poder ordenar el debate y salir adelante, deseo pedir lo siguiente. El se�or FOXLEY.- Pero hay una propuesta concreta, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es, Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, nos estamos convirtiendo en Comisi�n. Yo creo que ya hemos excedido el l�mite de lo razonable. Lo que debemos hacer es votar esta indicaci�n o la del Senador se�or Boeninger, porque si seguimos improvisando no vamos a terminar nunca. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Efectivamente. El se�or COLOMA.- �Me permite, se�or Presidente? Deseo plantear una cuesti�n de orden reglamentario. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, votemos el art�culo 56 y si se rechaza vemos la posibilidad de reemplazarlo por lo que nos ha propuesto el Senador se�or Espina. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Procedemos a votar la indicaci�n del Senador se�or Boeninger. O sea, nos pronunciaremos sobre la posibilidad de mantener o no la frase que comienza con las palabras "salvo que el juez". El se�or ESPINA.-.Pero se�or Presidente, si yo lo �nico que pido es que se cambie la palabra "legales" por "alimentos". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ya lo entendimos. Despu�s vamos a ver si se llega a votar esa indicaci�n. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, �es absolutamente razonable lo que propone el Senador se�or Espina! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero lo voy a poner en votaci�n despu�s. El se�or FOXLEY.- Busquemos el acuerdo, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Despu�s. Si no, no vamos a llegar a ning�n acuerdo. El se�or BOENINGER.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a El se�or BOENINGER.- He se�alado que retiro mi solicitud de votaci�n de esa indicaci�n espec�fica porque ha sido sustituida por otra. De manera que, seg�n entiendo, lo que debiera hacerse es votar separadamente este inciso del art�culo 56, en relaci�n con la indicaci�n, modificada hace un minuto, del Senador se�or Espina. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el evento de que sea acogida la indicaci�n de su Se�or�a, va a quedar abierta la posibilidad de discutir si se agrega o no el texto propuesto por el Honorable se�or Espina. El se�or BOENINGER.- No, se�or Presidente, porque es sustitutiva. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso, si retira la indicaci�n, tenemos que votar directamente la del Senador se�or Espina. El se�or BOENINGER.- Exactamente, se�or Presidente; de eso se trata. El se�or LARRA�N.- Eso es. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Bien. �Su Se�or�a retira la indicaci�n?. El se�or BOENINGER.- Para que se vote la del Senador se�or Espina. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda retirada la indicaci�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, pero �vamos a votar la indicaci�n original? El se�or PIZARRO.- No, con la modificaci�n que hizo el Honorable se�or Espina. El se�or LARRA�N.- No, para eso no hay acuerdo. Eso es lo que quer�a precisar. No objeto que se cambie la indicaci�n del Senador Boeninger por la que se ha presentado, pero sin modificaciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Siendo as�, tenemos que proceder a votar la indicaci�n del Senador se�or Boeninger, porque �l condiciona su retiro a la votaci�n de otra indicaci�n, pero corregida. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? A m� me parece que esto es absurdo. Si los autores de la indicaci�n queremos reemplazar la palabra "legales" por "alimentos", tenemos derecho a hacerlo. �C�mo no vamos a poder perfeccionar nuestra propia indicaci�n! El se�or COLOMA.- No es as�, se�or Senador. El se�or ESPINA.- Aqu� ya se acord� discutir la indicaci�n. Eso no est� en debate, porque hubo unanimidad para acogerla a tramitaci�n. Lo que se discute es si sus autores pueden o no pueden perfeccionarla. Y, a mi juicio, perfectamente puedo pedir que se reemplace la palabra "alimentos". Eso es de todo sentido com�n... El se�or MORENO.- Estamos de acuerdo. El se�or ESPINA.- Y por esa expresi�n no s�lo se entiende "comestibles" sino, tambi�n, la educaci�n, la salud� El se�or MORENO.- As� es. No la convivencia, para que quede claro. El se�or FOXLEY.- �Es de absoluto sentido com�n lo que est� diciendo el Honorable se�or Espina! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�ores Senadores, tengo un problema reglamentario que resolver. Desde el punto de vista de la l�gica tiene toda la raz�n el Honorable se�or Espina. Pero, desde la perspectiva estrictamente reglamentaria, no puedo, en ning�n proyecto de ley, si no hay unanimidad, modificar una indicaci�n que no ha sido renovada. Si se cambia una palabra, mi obligaci�n es rechazarla. Tengo que ser muy riguroso en eso. Por tanto, primero voy a volver a consultar a la Sala si existe unanimidad� La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, pido la suspensi�n de la sesi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- D�jeme terminar de hacer la proposici�n, se�ora Senadora. La se�ora MATTHEI.- Pido suspenderla por cinco minutos, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No s� si se obtendr� algo con ello. El se�or FOXLEY.- S�, se�or Presidente, para introducir algo de claridad en este debate. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De acuerdo. Se suspende la sesi�n por cinco minutos. --------------- --Se suspendi� a las 14:30. --Se reanud� a las 14:37. ---------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Contin�a la sesi�n. Con el objeto de llegar a un acuerdo respecto de la indicaci�n que est�bamos discutiendo, que por unanimidad se acept� tramitar, me han planteado la posibilidad de aclarar su texto en los siguientes t�rminos. Dice as�: "salvo que, a solicitud de la parte demandada, el juez verifique que el demandante, mientras dur� el cese de la convivencia, no dio cumplimiento reiterado a su obligaci�n de alimentos respecto del c�nyuge demandado y de los hijos comunes". �Habr�a acuerdo? El se�or BOMBAL.- �Por qu� figura el t�rmino "reiterado"? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Porque bastar�a que dejara de cumplir una sola vez para que sea reiterado. Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, � El se�or BOMBAL.- Un solo incumplimiento deber�a ser suficiente para motivar la acci�n... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Basta que deje de pagar una sola pensi�n. El se�or BOMBAL.- Es necesario precisar lo que se entiende por "reiterado", porque, de lo contrario, quedar� sujeto a la interpretaci�n... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El t�rmino "reiterado", conforme a su definici�n, significa m�s de una vez. Basta que deje de pagar una vez. Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, esta indicaci�n, as� como la anterior, se�ala "mientras dur�". Vale decir, se refiere a un hecho del pasado. Si no pag� una vez o �como ahora se dice- m�s de una vez, pierde el derecho a pedir el divorcio por voluntad unilateral. As� est� dicho. Distinto es lo que le he entendido a otros Honorables colegas, quienes sostienen que ello ocurre mientras no pague la cuota. Eso es diferente. Pero tal como est� redactado el texto significa un hecho hist�rico: si no pag� dos cuotas, el juez no puede dar lugar cuando la persona afectada as� lo solicita. No es una problema de ponerse al d�a. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Voy a dar la palabra a dos se�ores Senadores m�s, y despu�s, voy a dar por cerrado el debate. Porque, de lo contrario, quiere decir que la indicaci�n no procede y tendremos que poner en votaci�n la del Honorable se�or Boeninger. Tiene la palabra el Senador se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, la norma que Su Se�or�a acaba de leer viene a resolver precisamente dos problemas pendientes. Uno se refer�a a los alimentos y el otro a que si la persona fallaba una sola vez en el pasado deb�a renunciar para siempre a la posibilidad del divorcio, lo cual es absurdo. Es evidente que alguien puede atrasarse. Es posible que no pague en una oportunidad, por haber quedado cesante o por haber tenido alguna dificultad. Entonces, la ley en proyecto cubre esa hip�tesis. Por lo tanto, la idea es que la persona al momento de ejercer la acci�n debe estar al d�a en el cumplimiento de todas sus obligaciones pasadas. Eso es lo que establece la disposici�n que hemos revisado minuciosamente. Cualquier otra interpretaci�n me parece excesiva. Solicito que se vote y se apruebe. Si alguien quiere perfeccionarla, podr� hacerlo en los tr�mites que vienen. Pero �se es el sentido y orientaci�n de la norma. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debo a�adir que por un problema de redacci�n se elimin� la expresi�n "que pudiendo hacerlo". De modo que el texto dir�a: "el demandante que pudiendo hacerlo, mientras dur� el cese de la convivencia, no dio cumplimiento reiterado", etc�tera. As� queda claro. El se�or PIZARRO.- Eso est� bien, se�or Presidente. El se�or FOXLEY.- Votemos ese texto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo? Tiene la palabra el Honorable se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, quiero dejar constancia de mi abstenci�n. Desde luego, celebro que se est� avanzando hacia un acuerdo que sustituye una norma que, desde mi punto de vista, era francamente indefendible. Pero, al mismo tiempo, creo que aqu� lamentablemente se confunden dos cosas distintas. La ley no s�lo regula la obligaci�n de alimentos y sanciona su incumplimiento, sino que tambi�n establece los mecanismos para asegurar su cumplimiento. Y el proyecto que nos ocupa dispone los resguardos suficientes como para precaver los efectos negativos que se quieren salvar con esta disposici�n. Por esa raz�n, me abstengo de votar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar la indicaci�n con la abstenci�n del Honorable se�or Parra? El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Han solicitado la palabra cinco se�ores Senadores. Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Me abstengo, porque considero que la norma que ven�a de la Comisi�n es perfectamente atendible. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En votaci�n econ�mica. El se�or ORPIS.- Solicito votaci�n nominal, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En votaci�n nominal. El se�or VIERA-GALLO.- �Podr�a leer de nuevo la indicaci�n el se�or Secretario? El se�or HOFFMANN (Secretario).- El se�or Presidente pone en votaci�n la indicaci�n que propone reemplazar, en el inciso tercero del art�culo 56, la oraci�n que figura en letra negrilla por la siguiente: "salvo que, a solicitud de la parte demandada, el juez verifique que el demandante que pudiendo hacerlo, mientras dur� el cese de la convivencia, no dio cumplimiento reiterado a su obligaci�n de alimentos respecto del c�nyuge demandado y de los hijos comunes.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Est� claro. En votaci�n nominal la indicaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or VIERA-GALLO.- Quiero dejar constancia de que la interpretaci�n dada por el Honorable se�or Espina es la correcta; pero no lo que ha expresado el Senador se�or Fern�ndez. Porque no se trata de que la persona no hubiere cumplido en el momento que le correspondi�, sino de que no lo hubiere hecho al momento de dictarse la sentencia. Por lo tanto, se puede poner al d�a. Deseo que esto quede bien claro. En ese entendido voto la indicaci�n. Porque ser�a absurdo que una persona, por atrasarse en el pago de una cuota o dejar de pagarla dos veces en tres a�os, quedara inhibida de iniciar la acci�n de divorcio. Al contrario, creo que la redacci�n propuesta la incentiva a ponerse al d�a. Voto a favor. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, no pensaba intervenir, pero se han dicho tantas cosas que no corresponden a la realidad que, aunque s�lo sea para la historia de la ley, quiero hacer algunas precisiones. La primera propuesta transformaba al juez en un decisorio del rechazo. �l no ten�a por qu� averiguar qu� dijo el demandante o qu� contest� el demandado. �No! Pero ten�a que formarse el convencimiento de que el divorcio ser�a una cat�strofe econ�mica, moral, f�sica. �No pod�a ser! �Si nuestro procedimiento no lo transforma en un �rbitro arbitrador�! El juez es quien debe resolver entre lo que pide una parte y lo que reclama la otra. Ahora se intenta corregir ese error jur�dico, que convert�a al magistrado en �rbitro arbitrador. �Y c�mo se corrige? Mediante una indicaci�n que introduce lo que en el procedimiento se denomina "excepci�n dilatoria" o "excepci�n perentoria". �Cu�ndo es dilatoria? Cuando un c�nyuge dice al otro: "Si no me paga, no hay divorcio". Y volvemos al mismo chantaje de las nulidades de matrimonio, donde si alguno de los c�nyuges no quiere darla dice, por ejemplo: "Se�or Calder�n, deme". Y el otro responde: "Se�ora Raquel, �qu� se ha cre�do?". Esto lleva a lo que acabo de se�alar. La indicaci�n se refiere al incumplimiento reiterado. Y se ha dicho aqu� que �ste ser�a la falta de pago de una o dos pensiones. Pero la palabra "reiterado" tiene un significado distinto. Una cosa es repetir; y otra diferente, reiterar. Si el marido reiteradamente no paga, lo meten preso. Porque, como bien dec�a el Senador se�or Parra, esto opera bajo apercibimiento: ingresa a Capuchinos, sale y sigue sin pagar. Y si esto se repite, la mujer dir�: "�sta es mi excepci�n perentoria. No le doy el divorcio porque me va a dejar en la miseria, pues con su conducta queda demostrado que nunca va a pagar". Y eso es todo. Lo dem�s ha sido una p�rdida de tiempo. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, s�lo quiero expresar que, independiente de la potestad que los Senadores tenemos de no dar, en su momento, la unanimidad para tratar en la Sala alguna proposici�n, me alegro de haberme opuesto porque ello posibilit� el debate de un tema sobre el cual se ha argumentado acaloradamente y que no figuraba en la indicaci�n donde hab�amos llegado a acuerdo para reducir el plazo. Estoy pareado. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, nunca habr� una justificaci�n v�lida para negarse a discutir cualquier idea, propuesta o proyecto. Esto, como cuesti�n al margen. La indicaci�n deja el tema homologable con la ley laboral, donde se establece que el empleador que no integre el pago de las cotizaciones previsionales no puede interrumpir el nexo con su empleado. Aqu� ocurrir� lo mismo: uno de los c�nyuges no dar� lugar a que se concrete el divorcio si existen cuentas pendientes. Voto a favor. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, considero que �sta es una manera bastante deplorable de analizar un tema de tanta relevancia social y demuestra la importancia que tienen las normas reglamentarias en la forma de actuar del Senado. No quiero responsabilizar a nadie de lo acontecido, porque entiendo que los acuerdos se tomaron por unanimidad. Esto fue, precisamente, lo que el Senador se�or Arancibia, con toda raz�n, intent� evitar en una ocasi�n anterior. Reivindico, contra lo que se ha dicho, el simple derecho de un Senador a procurar que las cosas funcionen como corresponde. �sta ha sido una f�rmula completamente distinta. La Sala se ha transformado en una Comisi�n, con propuestas de ida y venida y, adem�s, con malas decisiones. Quiero dejar constancia, en primer lugar, de que �sta fue la peor f�rmula imaginable para terminar un proceso que lleva 8, 9 � 10 a�os, y revela la importancia de someterse a las normas reglamentarias. En segundo t�rmino, me sorprende la indicaci�n porque cambia una buena norma. �Qu� se pretende con ella? Eliminar lo siguiente: "salvo que el juez se forme la convicci�n de que el divorcio producir�, en perjuicio del c�nyuge demandado y de los hijos, consecuencias patrimoniales o morales de una gravedad desproporcionada en relaci�n con los beneficios que reportar�a al c�nyuge demandante la disoluci�n del matrimonio.". O sea, suprimir la facultad del juez para adoptar determinada decisi�n. Me parece que la disposici�n que se intenta cambiar es �lejos! la m�s adecuada para salvaguardar al c�nyuge d�bil, que por lo general es la mujer. Se ha se�alado que ella -suponiendo, en este caso, que es el c�nyuge d�bil- quedar� m�s protegida con lo dispuesto en la indicaci�n. Pienso exactamente lo contrario. Creo que la propuesta de la Comisi�n, que se plantea modificar, constituye la gran defensa y cautela para que las mujeres abandonadas, desprovistas de lo material y muchas veces con problemas morales de por medio, puedan hacer valer sus derechos. El contenido de la indicaci�n, m�s all� de la voluntad de sus autores, empeora el texto, mucho m�s sabio, aprobado por el �rgano t�cnico. En tercer lugar, la indicaci�n agrega una expresi�n que contiene un concepto que ser� motivo de m�ltiples discusiones: "pudiendo hacerlo". En debates desarrollados en otras oportunidades, se ha destacado la importancia de que la ley sea precisa, no permita interpretaciones y constituya casi un modelo para el juez. Pero seg�n esta disposici�n, ser� �l quien determinar� si una persona puede o no puede dar cumplimiento a una obligaci�n. Imaginen Sus Se�or�as, y en especial los puristas en la materia, la cantidad de juicios que habr� permanentemente s�lo para el efecto de que el magistrado resuelva si uno de los c�nyuges pudo o no pudo cumplir con una obligaci�n para con el otro. Eso, de por s�, generar� m�s dificultades, conflictos y lentitud que la disposici�n original. Y, por �ltimo, estimo que el Senador se�or Fern�ndez estaba en lo cierto al se�alar que lo propuesto en la indicaci�n entorpecer� enormemente la interpretaci�n de la norma. Porque como consecuencia de su redacci�n r�pida, apresurada y, en mi opini�n, inconveniente, bastar� que una persona haya incumplido dos veces para que ello genere, de por s�, un conjunto de elementos t�cnicos negativos. Asimismo, el t�rmino "reiterado" crear� un nuevo problema en cualquiera de las interpretaciones. Incluso alguien que discrepe de lo que sostengo empezar� a preguntarse qu� es "reiterado" respecto del incumplimiento de una obligaci�n patrimonial: �dos, tres, cuatro veces? Entonces -ya que se ha manifestado mucha preocupaci�n por el criterio de los jueces, y siguiendo la idea planteada por uno de los se�ores Senadores que me antecedieron en intervenir-, se buscar� a los magistrados que consideren que dos incumplimientos constituyen reiteraci�n. Habr� otros que estimen que con seis se cumple esta condici�n. Los interesados acudir�n, entonces, a los m�s negativos respecto de una petici�n. Por eso, se�or Presidente, lamentando el giro que ha tenido el debate y reivindicando el m�rito del precepto original, votar� en contra de la indicaci�n. Pienso que con ella se perjudica a la mujer en relaci�n a lo que hab�a y, adicionalmente, se generan problemas de interpretaci�n casi insolubles. �stos tienen que ver con el significado de las expresiones pudiendo hacer" y "reiterado"; los efectos en materia de plazo, y la f�rmula empleada para su redacci�n. Voto que no. El se�or CHADWICK.- Se�or Presidente, precisamente el debate que hemos tenido y las diversas indicaciones presentadas demuestran los inconvenientes del divorcio unilateral. Soy contrario a �l. El se�or GAZMURI.- Y al de mutua aceptaci�n tambi�n, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ruego no interrumpir. El se�or CHADWICK.- Uno de los elementos de mi oposici�n queda ratificado con el doble esfuerzo que hemos debido hacer buscando atenuar los efectos negativos que involucra el que uno solo de los c�nyuges pueda romper o terminar terminar el matrimonio. Las indicaciones apuntan precisamente a eso: atenuar tales efectos. Por otra parte, creo que estaba mejor concebida la indicaci�n presentada por el Senador se�or Novoa y que aprob� la Comisi�n, porque creo que proporciona al juez mayores elementos para ponderar la situaci�n, que tienden exactamente a lo que la mayor�a de los se�ores Senadores pensaron en cuanto a buscar mayor protecci�n al c�nyuge desvalido, normalmente la mujer. Sin embargo, en el transcurso del debate verifico que la propuesta del �rgano t�cnico no contar� con los votos mayoritarios aqu� en la Sala. En consecuencia, la indicaci�n para reemplazarla, en el sentido de que se puede corregir su redacci�n en el tr�mite de la C�mara de Diputados y, eventualmente, en la Comisi�n Mixta, me parece que va en la direcci�n correcta. Siempre es necesario hacer cualquier esfuerzo por evitar que la mujer quede, como se�al� la Senadora se�ora Matthei, completamente desprotegida por lo que, en mi opini�n, constituye un error fundamental: el divorcio unilateral. Voto a favor. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, en primer lugar quiero reivindicar el hecho de que en la Sala del Senado se puedan producir estos debates, porque ser�a absurdo que, producto de diferencias de opini�n, se llegara a posiciones no consensuadas. Uno de los roles claves del Senado es su capacidad de generar acuerdos y consensos, los que muchas veces se alcanzan en el Hemiciclo. Al respecto, conversaba con el Senador se�or Vald�s, quien fuera Presidente del Senado en un per�odo en extremo dif�cil, no obstante lo cual se arrib� a acuerdos en momentos muy cruciales que, probablemente, no fue posible lograr en las Comisiones. Por lo tanto, no me parece en absoluto extra�o, ni repudiable, ni resultado de una mala tramitaci�n el que un asunto se debata, y aun se llegue a suspender una sesi�n, si ello permite el consenso. Es parte de la labor de los Senadores. Por ello, reivindico el derecho a buscar acuerdos de esta naturaleza. En segundo t�rmino, quiero hacer dos comentarios: uno dice relaci�n a lo se�alado por el Senador se�or Coloma, en cuanto a que la expresi�n "pudiendo hacerlo" ser�a confusa. Eso no es as�, como ocurre en muchos casos de petici�n de alimentos, cuando el demandado, por ejemplo, no puede cumplir ese compromiso porque est� cesante. Por lo tanto, dicha expresi�n se aplica a una persona que s� est� en condiciones de cumplir con esa obligaci�n. Si un c�nyuge es demandado y -por poner un ejemplo- sufre un grave accidente, deja de trabajar y suspende el pago, ser�a absurdo considerarlo culpable en esas circunstancias. Lo ser�a si dejara de pagar estando en condiciones de hacerlo. Por eso, me parece que la norma es adecuada. El segundo comentario es que lo afirmado por el Senador se�or Viera-Gallo es la correcta interpretaci�n. Es l�gico que al momento de la acci�n est� con la obligaci�n cumplida. De otro modo, es tan contradictorio que no hubiera sido necesaria la norma. Bastar�a haber dicho que el incumplimiento de una obligaci�n extingue la posibilidad de divorcio unilateral. Y eso no lo dice el legislador; expresa algo distinto. Por lo tanto, me parece que eso est� absolutamente resuelto en la interpretaci�n del precepto. Por consiguiente, creo que la redacci�n que se le dio perfecciona el texto anterior, es una defensa muy adecuada y correcta de las mujeres que puedan sufrir -porque particularmente es el caso de las mujeres- abandono por incumplimiento de las obligaciones de parte del c�nyuge. Me alegra profundamente que los Parlamentarios que se sit�an en una posici�n m�s de avanzada en la materia, inmediatamente captaron el sentido y se allanaran, retiraran la idea de no dejar nada, y se sumaran a todos quienes quieren brindar protecci�n a esa mujer. Me parece que eso tiene un valor enorme. Voto a favor. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, estoy pareado, pero obviamente eso no impide dar a conocer mi opini�n. Menos a�n cuando advierto que lo que la mayor�a de lo que los se�ores Senadores han planteado no est� expresado en el texto. En consecuencia, estamos aprobando algo distinto de lo que yo escucho decir a mis distinguidos colegas, y de lo que creo que es su intenci�n. De lo que se trata es de que basta con que en el pasado una persona no haya cumplido con las obligaciones alimenticias. Al agregar "reiteradas", ser� m�s de una vez. Y el verbo "verificar" quiere decir que el juez debe constatar si mientras dur� el cese de la convivencia dio o no cumplimiento reiterado a esta obligaci�n. �se es un hecho hist�rico. No est� diciendo lo que yo entiendo a mis Honorables colegas: que no podr� darse lugar al divorcio mientras no pague la pensi�n alimenticia. �sa es la intenci�n que yo he advertido en mis Honorables colegas, por la conversaci�n, aunque no participo de esa norma. De modo tal que estamos aprobando un precepto que no dice lo que la mayor�a quiere expresar. Esto es especialmente grave porque es obvio que va a significar un trastorno y se prestar�a a discusi�n el hecho de dejar constancia en la historia fidedigna de la ley que el sentido es tal o cual, pues no cambia en absoluto. Porque lo primero que tiene que hacer el juez, de acuerdo con las reglas de interpretaci�n de la ley, no es recurrir a su historia, sino a su sentido. Como dice el C�digo Civil, cuando el sentido de la ley es claro no se desatender� su tenor literal para consultar su esp�ritu. De tal manera que a la historia no se va recurrir porque el sentido de la disposici�n es claro. Por otra parte, la historia de la ley no la determina la voluntad de uno, dos o tres Senadores, sino el conjunto de ellos. Hago presente esto para los efectos de que consecuentemente podamos legislar con apego a lo que realmente corresponde. �se es el gran defecto que ha se�alado mi distinguido colega el Senador se�or Arancibia: que no podemos estar en la Sala haciendo trabajo de Comisi�n. No voto, por estar pareado. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, estoy a favor de la idea contenida en la nueva proposici�n y en contra de la anterior, que entregaba a la discreci�n del juez esta forma de divorcio. Me parece que esta f�rmula no es indispensable, ya que, como se ha dicho, efectivamente hay otros mecanismos para asegurar el pago de la pensi�n de alimentos. Sin embargo, por una raz�n sociol�gica, efectivamente en Chile hay muchos casos de abandono de familia, mayoritariamente por parte de hombres; eso ocurre, y mucho. No s� si en naciones con menor patriarcado sea m�s infrecuente; pero entre nosotros es un problema que en general afecta a miles de mujeres. En ese sentido, reforzar el cumplimiento de las obligaciones con la mujer y con los hijos me parece que va por el buen camino. Estoy de acuerdo en que la f�rmula y la redacci�n, como lo ha dicho el Senador se�or Fern�ndez, pueden dar origen a una mala interpretaci�n, en el sentido de que la condici�n sea la reiteraci�n de no pago de las obligaciones para no dar lugar al divorcio unilateral; que sea una penalizaci�n, un castigo al c�nyuge demandado. Entiendo que a eso apunta el Senador se�or Fern�ndez. Efectivamente, ser�a muy grave que el texto literal de la norma que aprobemos se entendiera que �ste es un castigo para no dar el divorcio, cuando lo que todos creemos es lo contrario: que sea un est�mulo para que solamente se pueda solicitar el divorcio unilateral habiendo cumplido con las obligaciones de alimentos durante los tres a�os que se ponen como plazo. Estoy de acuerdo con lo dicho por el Senador se�or Espina en cuanto a que a veces legislamos un poco apurados, pero con s�lido acuerdo y por buenas causas. Y por creer que aqu� tenemos un s�lido acuerdo para una muy buena causa, sugiero que intentemos mejorar la redacci�n, de manera que no haya ninguna ambig�edad en lo que queremos, porque est� absolutamente claro lo que desea la mayor�a. As� que pong�moslo por escrito. Voto a favor. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, voy a votar que s�. En verdad, se ha realizado un tremendo esfuerzo por llegar a la mejor redacci�n posible y, en esa idea, nos pusimos de acuerdo. Si se desea mayor precisi�n de manera que el texto refleje mejor todav�a lo que pretendemos hacer, ello es factible en una Comisi�n Mixta. Por lo tanto, lo �nico que pido es que quienes saben de estas materias las estudien a fondo, con el objeto de lograr una redacci�n m�s prolija. En todo caso, lo que ahora se propone representa en forma relativamente adecuada las ideas manifestadas en la discusi�n, en el sentido de que quien abandona a su mujer y a sus hijos y no les entrega pensi�n alimenticia pudiendo hacerlo, queda impedido de acceder al divorcio s�lo por el paso del tiempo. Voto que s�. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, no puedo negar lo se�alado por algunos se�ores Parlamentarios en cuanto a los hechos y responsabilidades de un c�nyuge en desmedro del m�s d�bil. Sin embargo, me voy a abstener por una sola raz�n. No estoy de acuerdo con la medida de presi�n consistente en negar el divorcio por la no cancelaci�n de una deuda. Creo que hay normas -aqu� se han mencionado- para perseguir el cumplimiento. Espero que en la Comisi�n Mixta surja una redacci�n m�s feliz. Me abstengo. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, la soluci�n alcanzada no me parece la m�s adecuada. Presenta muchos problemas. Conf�o en que m�s adelante pueda ser corregida. El texto original discurr�a sobre el concepto de que en un caso muy especial -el divorcio unilateral- el demandado pudiera hacer valer los perjuicios que �ste le causar�a, los que el juez ponderar�a sopes�ndolos con los beneficios que obtendr�a el demandante. Por ejemplo, quien tiene una familia formada y no ha podido pagar la pensi�n alimenticia, podr�a ser titular leg�timo del divorcio, porque su beneficio -vale decir, la legalizaci�n de su otra familia-, ser�a superior al perjuicio del no pago de la pensi�n alimenticia. Entonces, el divorcio unilateral no puede otorgarse considerando tanto el perjuicio manifiesto del demandado y como el beneficio manifiesto del solicitante. Entiendo la resistencia a estar a lo que resuelvan los jueces, pero creo que debemos cambiar ese criterio, porque no podemos pretender que la ley solucione todos y cada uno de los casos. Entonces, a diferencia de otras legislaciones o sistemas jur�dicos donde se le entrega al magistrado la facultad de ponderar algo, en el Congreso Nacional siempre intentamos reglamentarlo todo hasta en sus m�s m�nimos detalles. Por eso, pienso que nos estamos convirtiendo en un pa�s excesivamente legalista, lleno de f�rmulas. Y terminamos legislando mal. El texto de la Comisi�n, permit�a -a mi modo de ver- que, negado un divorcio, pueda entablarse de nuevo, porque se saben las condiciones de perjuicio o de beneficio que est�n en juego. Si se declara no ha lugar a la petici�n de divorcio porque no pag�, �podr� volver a solicitarse despu�s de un tiempo si se pone al d�a? En realidad, respecto de las medidas para constre�ir a quien deba pagar pensi�n alimenticia, me parece mucho m�s fuerte la de prisi�n hoy d�a vigente. Entonces, se trata de dos conceptos distintos y, por eso, lamento que en definitiva hayamos derivado hacia una soluci�n que puede producir muchos problemas. Conf�o en que esos problemas puedan superarse en lo que resta de tramitaci�n del proyecto. Eso s�, rescato un concepto: cuando quien demanda ha incumplido obligaciones elementales, normalmente en perjuicio de la mujer -porque ella es la abandonada-, ese c�nyuge no puede al mismo tiempo pretender unilateralmente que se le otorgue el divorcio. Por lo menos, debemos dar la se�al de que nos preocupa el caso -desgraciadamente, muy frecuente en Chile- de abandono de mujeres, dej�ndolas a cargo de los hijos y sin que nadie responda. No obstante, aunque rescato ese sentido, me voy a abstener porque considero que la soluci�n a que hemos arribado no es la m�s adecuada, aun cuando conf�o en que pueda ser corregida m�s adelante. Me abstengo. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, creo muy importante que una gran mayor�a haya puesto t�rmino a una facultad que podr�a ser objeto de una utilizaci�n completamente arbitraria, que finalmente desnaturalizar�a lo que hemos estado haciendo: establecer el divorcio vincular. Tambi�n, estimo un avance penalizar el incumplimiento de obligaciones econ�micas elementales. Sin embargo, tengo la sensaci�n de que la redacci�n todav�a presenta dificultades, lo que puede prestarse para interpretaciones equ�vocas. Desde ese punto de vista, ser�a muy �til perfeccionarla en el tr�mite de Comisi�n Mixta. Como una se�al en esa direcci�n, me abstengo. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, creo que la idea de que el divorcio unilateral provoca efectos devastadores es un�nime. Tanto es as� que en este debate se ha tratado de establecer un resguardo especial para la mujer. En general, en el divorcio por mutuo consentimiento, todos los temas se arreglan y se despejan; pero eso no ocurre en el divorcio unilateral. Por eso, se ha llegado por lo menos a la conclusi�n de que deben tomarse ciertos resguardos. Aqu� nos encontramos ante dos normas: una, corresponde a la proposici�n que se est� votando y, otra, al texto que viene de la Comisi�n. Desde mi punto de vista, es evidente que �sta �ltima resguarda mucho mejor los intereses de la mujer. Parto de la base de que con esta norma el piso siempre ser�n las obligaciones legales, pero muchas veces la soluci�n no s�lo debe comprender ese tipo de exigencias, sino tambi�n tiene que ir mucho m�s all� y tratar de dejar en buenas condiciones al c�nyuge m�s d�bil y desvalido. Por eso, voto en contra de la modificaci�n, porque creo que los derechos de la mujer quedan mucho mejor resguardados en la norma propuesta por la Comisi�n. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, antes de que se proclame la votaci�n, y a ra�z del debate habido, debo manifestar mi preferencia por la norma propuesta por la Comisi�n. Por lo tanto, me abstengo. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba la indicaci�n (21 votos contra 2, 6 abstenciones y 5 pareos). Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, Arancibia, Boeninger, Cantero, Chadwick, Espina, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Matthei, Moreno, N��ez, P�ez, Pizarro, Sabag, Stange, Vega, Viera-Gallo, Zald�var (don Andr�s) y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Coloma y Orpis. Se abstuvieron los se�ores Bombal, Larra�n, Mu�oz Barra, Novoa, Ominami y Romero. No votaron por estar pareados los se�ores Arancibia, Cordero, Fern�ndez, Garc�a y Parra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Quiero precisar la forma verbal utilizada, de manera que se recoja lo dicho durante el debate. En vez de "no dio" es preferible la expresi�n "no ha dado cumplimiento". El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, los mismos se�ores Senadores patrocinantes de la indicaci�n anterior, proponen sustituir el inciso que dice: "En todo caso, se entender� que el cese de la convivencia no se ha producido con anterioridad a las fechas a que se refieren los art�culos 23 y 26, seg�n corresponda" por el siguiente: "Cualquiera de los c�nyuges podr� demandar el divorcio luego de transcurridos tres a�os, a partir del cese efectivo de la convivencia conyugal". El se�or �VILA.- Ya lo votamos. El se�or GAZMURI.- Se acord� que todas las indicaciones referentes a plazos se daban por retiradas. El se�or ESPINA.- As� es. El se�or VIERA-GALLO.- Antes de pasar al punto siguiente, quiero advertir que el �ltimo inciso del art�culo no fue aprobado por unanimidad. Me refiero al que dice que "La reanudaci�n de la vida en com�n de los c�nyuges, con �nimo de permanencia, interrumpe el c�mputo de los plazos a que se refiere este art�culo". En realidad, tengo dudas al respecto y no recuerdo si fui yo quien se abstuvo en la votaci�n. El problema consiste en c�mo se prueba el �nimo de permanencia. Es muy subjetivo. Puede ocurrir que los c�nyuges est�n separados y que vuelvan a reunirse por unos d�as despu�s de una reconciliaci�n. �Qu� significa esto? �Qu� se interrumpe todo y empiezan a correr de nuevo los plazos? Por eso, pido votar separadamente la frase "con �nimo de permanencia". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Efectivamente, no hubo unanimidad respecto de esta norma. Habr�a que votarla. El se�or NOVOA.- Quiero advertir al Honorable se�or Viera-Gallo que si se elimina tal expresi�n, la situaci�n empeora. El se�or VIERA-GALLO.- En ese caso, que se rechace el inciso. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, no comparto el razonamiento del Honorable se�or Viera-Gallo, porque presumo que cuando los c�nyuges se re�nen de nuevo lo hacen con �nimo de permanencia, lo cual no significa que tal intenci�n permanezca invariable a lo largo del tiempo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se votar� en forma econ�mica. Acordado. --En votaci�n a mano alzada, se aprueba el informe de la Comisi�n (18 votos contra 8, ninguna abstenci�n y 4 pareos). El se�or HOFFMANN (Secretario).- A continuaci�n, el primer inciso del art�culo 65, que dice: "A falta de acuerdo, corresponder� al juez determinar la procedencia de la compensaci�n econ�mica y fijar su monto", se encuentra en la misma situaci�n que la disposici�n anterior, y fue aprobada en la Comisi�n por cuatro votos contra uno. --Se aprueba. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La indicaci�n 247 -uno de los Senadores que la renov� es el Honorable se�or N��ez, quien la explicar�- propone sustituir el art�culo 102 del C�digo Civil, que es el que define el matrimonio, por el siguiente: "El matrimonio es un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de crear una unidad de vida entre ellos en donde ambos se procurar�n respeto, igualdad y ayuda mutua y la posibilidad de procrear hijos.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Tiene la palabra el Honorable se�or N��ez. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, b�sicamente se trata de lo siguiente. Antes de retirar la indicaci�n, quienes la patrocinamos estimamos absolutamente incongruente con lo ya aprobado mantener en esa definici�n la palabra "indisolublemente", por muy querida que sea, dado su autor -al que todos estimamos mucho- y el tiempo que ha figurado en la historia de la legislaci�n chilena. No nos parece lo m�s adecuado. Para ser coherentes con el avance significativo de este debate, consideramos totalmente inconveniente la permanencia de una definici�n que, aun cuando date de muchos a�os, puede prestarse posteriormente a diversas interpretaciones y dar lugar a innumerables dificultades. Por lo tanto, antes de materializar el retiro de la indicaci�n, deseo consultar al Senado sobre la posibilidad de reiterar algunas de las que figuran m�s adelante y que proponen suprimir esa palabra en definiciones que consideramos m�s acertadas, El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Entonces, retira la indicaci�n. El se�or N��EZ.- No, se�or Presidente, estoy consultando a la Mesa si podemos reiterar y votar alguna de esas indicaciones, por ejemplo, la n�mero 249, redactadas en el sentido que acabo de exponer, es decir, con supresi�n de la palabra "indisolublemente". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, quiero formular algunas observaciones quiz�s complementarias con las del Honorable se�or N��ez. A nuestro juicio, lo que corresponder�a, si fuere posible -entiendo que reglamentariamente hay un problema, porque, por omisi�n, no renovamos la indicaci�n 249-, ser�a renovar esa indicaci�n, que no pretende ser una nueva definici�n del concepto de matrimonio, sino ajustarla a los avances logrados en la tramitaci�n de este proyecto. En ella se plantean dos cosas: primero, se elimina la expresi�n "indisolublemente", porque no se est� elaborando una definici�n gen�rica del matrimonio, sino precisando las caracter�sticas del contrato que �ste involucra. Es evidente que, si hemos estado discutiendo algo que el pa�s entiende como una ley de divorcio, ser�a absurdo mantener una definici�n en virtud de la cual el matrimonio sigue siendo un contrato indisoluble. La segunda apunta a la referencia a procrear, porque eso poco tiene que ver con los signos de los tiempos que corren. En la actualidad, hay gente de mucha edad que se casa no con el fin de procrear, porque no pueden o no quieren hacerlo. En consecuencia, la indisolubilidad y la procreaci�n como condiciones indispensables del matrimonio debieran ser objeto de una cierta modernizaci�n en esa definici�n Eso es lo que se est� proponiendo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Quiero dar mi opini�n al respecto. El tema fue planteado en la Comisi�n. La definici�n no expresa que el matrimonio es un contrato indisoluble, porque en ese caso deber�a consignar, por ejemplo, que el matrimonio es un contrato solemne e indisoluble. Lo que est� diciendo es que, al celebrar este contrato solemne, los contrayentes tienen la voluntad de unirse actual e indisolublemente, y por toda la vida. Eso est� en su voluntad. Lo que se quiere decir es que no pueden someter el contrato a otra condici�n, ni suspensiva ni resolutoria, que no sean las que la ley establece. Revisando en la ma�ana el manual con que estudiamos Derecho Civil, porque sab�a que se tocar�a el tema,... El se�or FOXLEY.- �Debe de estar un poco anticuado...! El se�or VIERA-GALLO.- S�. Pero la definici�n es antigua. No ha cambiado. El texto expresa con toda claridad que la nulidad, tal como estaba concebida antes, era una forma de disolver el matrimonio, y, por tanto, cuando se empleaba el t�rmino "indisolublemente" no significaba que no se pod�a disolver. Lo que deseo hacer presente es que los contrayentes no pueden incluir otra cl�usula de disolubilidad que no sea la contemplada en la ley. No podr�an decir, por ejemplo: "Este contrato termina si no tenemos tres hijos" o "Este contrato termina si yo no recibo una herencia", etc�tera. Por ello, creo que, m�s all� de la buena intenci�n de los Senadores se�ores N��ez y Ominami, lo que aprobamos ahora es concordante con la definici�n de matrimonio establecida en el C�digo Civil. El se�or CHADWICK-. Nada m�s que agregar, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Creo que debemos votar la indicaci�n renovada. No cabe permitir m�s renovaci�n de indicaciones. Es necesario pronunciarse derechamente por la sustituci�n o no del art�culo 102 del C�digo Civil. Tiene la palabra el Senador se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, me parece que la explicaci�n dada por el Senador se�or Viera-Gallo interpreta realmente lo que se quiere hacer. Y, en ese sentido, no es incompatible con la voluntad de quienes est�n presentando alguna indicaci�n. Sugiero, m�s bien, que se retire la indicaci�n, dej�ndose constancia de que la interpretaci�n que el Senado da a la definici�n del actual C�digo Civil es la que indic� Su Se�or�a,... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Que es la que corresponde. El se�or LARRA�N.- ... con lo cual se resuelve la inquietud de quienes la renovaron. No tiene sentido modificar el actual concepto de ese cuerpo legal. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo en retirar la indicaci�n? El se�or N��EZ.- S�, se�or Presidente. El se�or �VILA.- �El nuevo or�culo de la renovaci�n socialista...! --Queda retirada la indicaci�n renovada. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Comisi�n recomienda suprimir el n�mero 9) del art�culo 4� del proyecto, pasando los actuales n�meros 10) y 11), a ser 9) y 10), respectivamente. Eso fue aprobado por 3 votos contra 2. Es la �nica raz�n por la que hay que votar El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Son concordancias solamente. Supongo que no habr� problemas para acoger la sugerencia. El se�or ESPINA.- En efecto, se trata de lo que usted expresa, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar� la proposici�n. --Se aprueba. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Con relaci�n al art�culo 2� transitorio, se han renovado la indicaci�n N� 326, para reemplazarlo �ntegramente; la N� 327, que sustituye el inciso primero; y las N�s 328 y 329, tendientes a reemplazar el inciso segundo. Con relaci�n a la primera de ellas,... El se�or COLOMA-. Las retiramos, se�or Presidente. --Quedan retiradas las indicaciones renovadas y se despacha en particular el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Antes de levantar la sesi�n, hago presente que en un matutino se ha informado que esta Corporaci�n hab�a suspendido sus sesiones, aplazando la discusi�n de la normativa sobre la nueva Ley de Matrimonio Civil, debido a un homenaje en memoria del Presidente Frei Montalva y al f�tbol. Dejo constancia de que ayer se sesion� hasta las 20 y de que no se ha dejado sin efecto ninguna sesi�n, por muy respetables que hayan sido las preocupaciones que pudieron embargar en ese sentido a algunos se�ores Senadores. Tiene la palabra la se�ora Ministra. La se�ora P�REZ (Ministra Directora del Servicio Nacional de la Mujer).- Se�or Presidente, ser� breve, pues s� que estamos todos muy comprometidos por el tiempo. De hecho, nosotros tenemos Consejo de Gabinete en media hora m�s. Junto con agradecer a la Mesa y a los se�ores Senadores y Senadoras, en nombre del Gobierno, por el resultado de esta votaci�n, por el trabajo en la Comisi�n y, sobre todo, por el debate en la Sala, lo que ha constituido una se�al clara de la conjunci�n de la voluntad del Senado con la de la ciudadan�a, tambi�n quisiera dejar establecida en esta �ltima sesi�n cierta inquietud por la visi�n que se deja traslucir de pronto en el debate acerca de la mujer chilena del siglo XXI. Todos hemos constatado con mucha fuerza que, por lo menos en diez a�os, la transformaci�n cultural de Chile ha tenido cara de mujer, si bien hoy, efectivamente, muchas personas de ese sexo sufren la pobreza y el abandono. Como Gobierno, creemos que tanto el proyecto reci�n despachado como los pasos que hemos dado en dicho per�odo con leyes como la de filiaci�n, la de violencia intrafamiliar, la que modific� el sistema de pensiones alimenticias y lo mejor�, adem�s de la iniciativa sobre tribunales de familia, actualmente en discusi�n, han dado una muestra de la visi�n de Estado que queremos tener en materia de igualdad y de derechos de la mujer, concebida �sta como un actor principal en la vida econ�mica, pol�tica y social. Estimo que la iniciativa que establece una nueva Ley de Matrimonio Civil -ojal� la perfeccionemos m�s en el tr�mite siguiente- constituye una potent�sima se�al para mejorar los derechos de la sociedad y las mujeres. Pero no le pidamos a esa normativa que resuelva problemas que se hallan en la base social, econ�mica y, a veces, pol�tica. �se es un esfuerzo que la sociedad y las mujeres deber�an esperar dignamente del Estado, de sus legisladores y de su Gobernante, en la dimensi�n de las pol�ticas p�blicas. En ese desaf�o estamos actualmente. Mejorar el acceso de las mujeres al trabajo remunerado, como un derecho, es una medida que deber�amos concretar como se�al de Estado, as� como perfeccionar el sistema previsional, para generar una mayor igualdad, y el sistema de salud. Todos esos desaf�os, que son de Estado, trascienden la futura nueva Ley de Matrimonio Civil. Pero, aun as�, agradezco el esfuerzo y la voluntad demostrados aqu� para dictar una legislaci�n con perspectiva de derecho y visi�n de pa�s en beneficio de todas las familias y las mujeres. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 15:32. Osvaldo Palominos Tolosa, Jefe de la Redacci�n Subrogante