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- rdf:value = " FACILIDADES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LAS MICROEMPRESAS FAMILIARES. Segundo trámite constitucional.El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
En el Orden del Día, corresponde conocer, en segundo trámite constitucional y primero reglamentario, el proyecto de ley que interpreta el artículo 26 del decreto ley Nº 3.063, de 1979, con el propósito de facilitar el funcionamiento de microempresas familiares.
Diputado informante de la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa es el señor José Miguel Ortiz.
Antecedentes:
-Proyecto del Senado, boletín Nº 3577-03, sesión 40ª, en 8 de septiembre de 2004. Documentos de la Cuenta Nº 1.
-Informes de las Comisiones Especial de la pequeña y mediana empresa, y de la de Hacienda. Documentos de la Cuenta Nºs 8 y 9 de esta sesión.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Por un asunto de Reglamento, tiene la palabra el diputado Seguel.
El señor SEGUEL.-
Señor Presidente , solicito que se fije una hora de votación para este proyecto, de manera que puedan concurrir a ella los diputados de la Comisión de Trabajo, que debe tratar un proyecto calificado de suma urgencia, por lo que sus integrantes se ausentarán de la Sala.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Señor diputado, lo votaremos a las 13 horas, al final del Orden del Día.
Tiene la palabra el diputado informante .
El señor ORTIZ .-
Señor Presidente , paso a informar, en nombre de la Comisión de la Pequeña y Mediana Empresa, Pymes, sobre el proyecto que interpreta el artículo 26 del decreto ley Nº 3.063, de 1979, con el objeto de facilitar el funcionamiento de microempresas familiares.
Para la historia fidedigna de la ley, es bueno recordar algunos hitos importantes en la discusión de la ley Nº 19.749.
En primer lugar, dicha ley fue aprobada por la unanimidad de los señores diputados miembros de las comisiones Pymes y de Hacienda de la Cámara y en igual forma por las salas de esta Corporación y del Senado. Fue publicada en el Diario Oficial el 25 de agosto de 2001. Su decreto reglamentario, Nº 102, de Economía, fue publicado en el Diario Oficial el 16 de mayo de 2002. La Contraloría tomó razón de ambos cuerpos legales, ejerciendo así la función de control de legalidad que le impone el artículo 88 de la Constitución Política de la República. Al respecto, es útil anotar que la toma de razón del reglamento fue precedida de largas sesiones de estudio de los abogados de la Contraloría General de la República y de los del Ministerio de Economía.
Posteriormente, los servicios y entidades encargados de dar cumplimiento a la ley, esto es, el Servicio de Impuestos Internos, la Dirección del Trabajo, la Subdere, la Asociación Chilena de Municipalidades y los ministerios de Economía, de Vivienda y de Salud, la interpretaron y emitieron los instructivos correspondientes.
El Ministerio de Vivienda, de conformidad con las disposiciones de la ley Nº 16.391, tiene la facultad exclusiva de conocer y estudiar todos los asuntos, materias y problemas relacionados con la vivienda, obras de equipamiento comunitario y desarrollo urbano. Al respecto, cabe destacar la circular Nº 118, de 9 de junio de 2003, de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda, mediante la cual se imparten instrucciones a los seremis de Vivienda y a los directores de Obras Municipales de todo el país sobre los requisitos y exigencias para hacer aplicable la ley de microempresas familiares. Por ejemplo, en su página Nº 8 señala: “El desarrollo de este tipo de actividad microempresarial y el otorgamiento de la correspondiente patente municipal definitiva, conforme a las disposiciones de la ley Nº 19.749, no debe vincularse en modo alguno con el proceso de regularización a que están obligadas todas las edificaciones ejecutadas sin permiso.” Esta última obligación no se extingue en el tiempo ni debe vincularse con la falta de recepción definitiva de la vivienda.
En Chile existen alrededor de 400 mil microempresas familiares informales, las que, en su mayoría, proveen el ingreso principal de las respectivas familias.
En la exposición de motivos del proyecto que dio origen a la ley que hoy estamos modificando se analizó profundamente el contenido social que lo fundaba. Recuerdo muy bien que durante su discusión en la Sala se expresó de manera unánime que la iniciativa constituía una salida para miles de microempresas familiares que así podrían obtener definitivamente su permiso municipal, y de esa forma desarrollarse y generar mayor mano de obra.
Debemos aceptar y entender que los miles de microempresarios están trabajando y lo seguirán haciendo, pero con la salvedad que hoy están solos luchando contra el sistema y al margen de las ayudas que éste otorga a los grandes empresarios.
Es importante destacar que, de acuerdo con el informe de la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa, la microempresa es una unidad económica de subsistencia y no se le puede exigir aquello que sea imposible cumplir. Por el contrario, se debe infundir la confianza suficiente entre los microempresarios para que se inscriban en el registro municipal, a fin de que todas las organizaciones del Estado puedan concurrir en su ayuda para adecuar paulatinamente su funcionamiento a la legalidad vigente y así mejorar sus procesos productivos.
Pero la Contraloría General de la República, encontrándose vigente la ley Nº 19.749, emitió el dictamen Nº 51.504, de 14 de noviembre de 2003, firmado por el subcontralor general subrogante, señor Gastón Astorquiza Altaner , en el que señala que la recepción definitiva de la vivienda constituye una exigencia plenamente vigente respecto de la microempresa familiar, motivo por el cual no procede el otorgamiento de la patente respectiva a aquellos microempresarios cuyos inmuebles no cumplan con este requisito.
Aquí nos encontramos con una sorpresa, porque la mayoría de los 341 municipios -próximamente serán 343- interpretó el precepto de acuerdo con el espíritu del legislador, esto es, como un beneficio para las pymes. No obstante, la Contraloría, ejerciendo facultades que no tiene, estableció limitaciones no contempladas por la normativa vigente.
En resumen, la situación es la siguiente. En primer lugar, la Contraloría tomó razón del decreto promulgatorio de la ley Nº 19.764 y del reglamento respectivo sin emitir ninguna opinión en contrario.
En segundo lugar, la Contraloría incurre en un error jurídico, porque no le corresponde hacer interpretaciones generales del sentido y alcance de las leyes.
Esto no es menor, porque, por esta vía, el día de mañana el organismo contralor podría hacer lo mismo con leyes laborales, previsionales, tributarias, sanitarias, etcétera, con lo cual transformaría al Poder Ejecutivo en un mero ejecutor de sus instrucciones.
Considero conveniente hacer estos comentarios, porque se encuentra en juego la actividad de miles de pequeñas y medianas empresas. Como todos queremos ayudarlas, solicito que, tal como ocurrió en la Comisión, aprobemos por unanimidad esta moción que, en el fondo, establece que para obtener una patente municipal no será necesario contar previamente con el permiso de construcción ni con la recepción definitiva de las obras construidas en la casa habitación familiar para ejercer la actividad económica que constituye su giro.
Se trata, entonces, de hacer respetar nuestras facultades como Poder Legislativo, pues a nosotros nos corresponde dictar las leyes; a la Contraloría, de acuerdo con lo que dispone la Constitución, le corresponde una misión distinta.
El sentido de la iniciativa es ratificar y aclarar los objetivos buscados con la aprobación de la ley Nº 19.749, de los que dan cuenta los debates habidos en esta Sala antes de su aprobación y los que acaban de realizar la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa y la de Hacienda.
En nombre de la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa, pido a las señoras y señores diputados aprobar por unanimidad el proyecto en debate, pues beneficiará a miles de microempresas familiares.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Exequiel Silva, informante de la Comisión de Hacienda.
El señor SILVA .-
Señor Presidente , en nombre de la Comisión de Hacienda, me corresponde informar, en segundo trámite constitucional, sobre el proyecto que interpreta el artículo 26 del decreto ley Nº 3.063, de 1979, con el objeto de facilitar el funcionamiento de microempresas familiares.
Esta iniciativa tiene por objeto resolver los problemas derivados de la interpretación que la Contraloría hace de dicho precepto, pues ella no ha permitido la aplicación real de los beneficios perseguidos por el legislador al aprobar la ley Nº 19.749, que modificó el decreto ley Nº 3.063.
En consecuencia, se pretende que quede claramente establecido que las microempresas familiares, que se definen, podrán obtener la patente municipal respectiva sin necesidad de contar previamente con los permisos de edificación y la recepción final de las obras otorgada por la Dirección de Obras Municipales, lo que no quiere decir que se eximan de ese trámite a futuro. Al respecto, se incentiva dicha regularización con una rebaja de 50 por ciento del valor de las patentes respectivas, lo que, a todas luces, redundará en un aumento de la recaudación municipal.
De acuerdo con el informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, este proyecto no implica gasto fiscal.
En definitiva, el proyecto apunta a resolver algunas dificultades que tienen las microempresas familiares para funcionar, particularmente en sectores populares y poblacionales, y que son el sustento diario para muchas familias chilenas.
La Comisión de Hacienda aprobó por unanimidad la iniciativa, entendiendo que es de gran ayuda para la empresa familiar y para solucionar el problema del empleo.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Iniciando el debate, tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señor Presidente , es indudable que todos queremos favorecer a la pequeña y mediana empresa, considerando que es la principal fuente de generación de trabajo que tiene el país. En Italia, el 80 por ciento de la fuerza laboral está en la pequeña y mediana empresa.
Sin embargo, con esta iniciativa se soluciona sólo una parte del problema del microempresario familiar, cual es el del permiso de construcción y la recepción definitiva. Lo que no se ha dicho es que todas las microempresas tienen que acogerse a las normativas vigentes. Por ejemplo, en toda la zona lacustre de mi región hay muchos artesanos: en Villarrica hay más de setecientos; lo mismo en Pucón y Licanray. Pero, ¿qué sacamos con solucionarles el problema de la recepción municipal cuando además deben cumplir con otras exigencias? Todos sabemos que los artesanos trabajan la madera con sierra y serrucho, cuyo uso produce bastante ruido. Pues bien, una de las exigencias la encontramos en la siguiente disposición: “Si la vivienda forma parte de un condominio deberá contar con la autorización del Comité de Administración.” Por otra parte, la ley establece que la microempresa familiar puede desarrollar todo tipo de actividad económica lícita, con excepción de aquellas peligrosas, contaminantes o molestas. Les pregunto, ¿qué pasa si una persona utiliza en su casa habitación una sierra para hacer artesanía y los vecinos reclaman porque produce ruidos o interfiere la señal de la televisión? Lógicamente, no le van a dar el permiso. En consecuencia, no sacan nada con tener la recepción municipal si no puede desarrollar su actividad.
También se prohíben las actividades peligrosas. Pero, ¿quién califica lo que es peligroso? ¿Podemos calificar de tal a la venta de gas? Lo pregunto, porque esta actividad es común en las poblaciones; es decir, trabajo de la pequeña y mediana empresa.
Respecto del rubro alimentos, el Servicio Nacional de Salud debe dar la autorización para su comercialización. ¿Y qué pasa con los olores? Si una señora, frente a un colegio, tiene la gran oportunidad de vender papas fritas, hot dog o cualquier cosa, y las frituras molestan a los vecinos, indudablemente no va a contar con la autorización respectiva.
¿Qué pasa con una persona que tiene un taller de desabolladuría? Lógicamente, realiza su trabajo golpeando las partes abolladas de un vehículo. Entonces, tampoco va a tener trabajo.
En consecuencia, ¿qué sacamos con sólo tener la recepción municipal definitiva si la propia ley Nº 19.749 establece que, sin perjuicio de lo anterior, las actividades de las microempresas familiares deben sujetarse a lo dispuesto en el decreto supremo Nº 977, de 1979, del Ministerio de Salud, que aprueba el Reglamento Sanitario de los Alimentos. Ahí tenemos la primera traba.
Después, la propia norma faculta a la microempresa familiar para desarrollar todo tipo de actividad económica lícita, con excepción de aquellas peligrosas, contaminantes o molestas. Deberíamos precisar lo que se entiende por cada uno de esos términos. En cuanto a “molestas”, todos sabemos que son las que producen ruidos, o emiten olores; pero “contaminantes, no sé que tipo de microempresa podrán serlo.
En seguida, el informe dice a la letra: “Dispone que, para acogerse a los beneficios tributarios que indica y que favorecen a la microempresa, el interesado deberá inscribirse en la municipalidad respectiva y acompañar una declaración jurada de ser el legítimo ocupante de la vivienda en que desarrolla su actividad económica y que ésta no produce contaminación. Si la vivienda forma parte de un condominio deberá contar con la autorización del Comité de Administración”.
O sea, quien quiera instalar una microempresa para dar trabajo, en este caso dependerá de la buena voluntad del comité de administración del respectivo condominio. Por lo tanto, aquí sólo estamos dando facilidades para que la gente pueda iniciar los trámites para obtener la recepción municipal.
Por eso pido que seamos honestos con la gente, porque estamos creando expectativas que, a la larga, tal vez no se podrán concretar. Ese es el fondo del problema. Debemos dilucidar estas interrogantes, porque el interesado puede cumplir absolutamente con todos estos requisitos, pero existe una ley especial, que discutimos largamente con representantes del Ministerio de Vivienda, que habla de los olores, de los permisos y de los contaminantes.
Realmente, no me preocupan tanto la eliminación de las trabas para obtener la recepción definitiva, sino cómo vamos a solucionar el problema que generan las exigencias sobre ruidos molestos, contaminantes, olores y todo lo dispuesto en el decreto supremo Nº 977, del Ministerio de Salud. Eso es lo que hoy debemos solucionar, porque la gente quiere respuestas claras ahora que estamos analizando este proyecto. No podemos crear falsas expectativas. La gente puede tener la mejor de las voluntades para iniciar estas microempresas, pero se van a encontrar con estas trabas burocráticas.
Así y todo, para demostrar que tenemos la mejor de las voluntades, que creemos y que somos fervientes partidarios de la pequeña y mediana empresa, vamos a aprobar el proyecto, pero también es nuestro deber, como parlamentarios, advertir que existen una serie de trabas que no se solucionan con este proyecto de ley.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado Rodrigo González.
El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente , el proyecto que fue aprobado por unanimidad en la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa que me corresponde presidir, es de gran beneficio para las microempresas familiares.
Sin duda, la interpretación que hizo la Contraloría de la norma que habíamos dictado al aprobar la ley de microempresa familiar, se había convertido en un tremendo obstáculo para que éstas se constituyeran.
Las evidencias empíricas señalan que el principal obstáculo que tuvieron las microempresas familiares se relacionaban especialmente con las exigencias de las direcciones de obras municipales. En efecto, se enredaban en una maraña de trámites que finalmente impedían que estas microempresas funcionaran.
Debemos recordar que en Chile existen 585 mil microempresas formalizadas, pero hay alrededor de 400 ó 500 mil que no lo han hecho por el cúmulo de obstáculos que se le presentan para constituirse.
Coincido con el diputado René Manuel García en que debiéramos legislar para ir eliminando todas las trabas y obstáculos que impiden el desarrollo de una microempresa fortalecida, estimulada. En verdad, existe, no por mandato de las leyes, sino porque en los servicios de salud, en los municipios y en otras instancias del sector público, hay una negativa disposición o una tendencia involuntaria de generar dificultades, en lugar de facilitar y atender bien a los microempresarios, para solucionarles sus problemas.
Sin embargo, ahora estamos legislando para solucionar uno de los obstáculos principales que se han presentado. Me refiero a la recepción definitiva que, de acuerdo con la interpretación de la Contraloría, debían tener las propiedades en que las microempresas se instalen, ya sean ellas arrendadas o de propiedad de los microempresarios. Estadísticamente, ésta ha sido la razón por la que una cantidad enorme de microempresas no se ha podido constituir.
Por lo tanto, eliminemos ahora este obstáculo, para continuar legislando en nuestra Comisión de Pymes y en otras instancias, con el objeto de solucionar las otras dificultades; pero no porque existan esas otras dificultades nos vamos a inhibir de avanzar y de hacer este adelanto tan importante para las microempresas chilenas.
Es cierto que a veces se producen dificultades excesivas por trabas impuestas por los servicios públicos; pero como debemos procurar velar por el bien común, es importante la protección ambiental de nuestras poblaciones. Los vecinos de las viviendas donde funcionan las microempresas también tienen derechos y debemos respetarlos.
Se generan muchas dificultades cuando se instalan microempresas ruidosas, peligrosas o contaminantes. Los servicios públicos tienen pautas para determinar las empresas peligrosas y las que generan dificultades. Lo que debemos mejorar son las prácticas de esos servicios, de manera que no pongan mayores dificultades de las que deben existir y que tengan una conducta de servicio, de atención a los usuarios, a fin de que se puedan constituir las microempresas familiares.
Como presidente de la Comisión de Pymes , anuncio nuestro voto favorable y expreso la voluntad de esa Comisión de dar todas esas facilidades para que se constituyan las microempresas familiares. Por eso, solicito a la Sala la aprobación unánime del proyecto, a fin de que continúe su tramitación y pronto se transforme en ley. Con ello, se podrán establecer miles de microempresas familiares, que serán beneficiadas con todas las facilidades que les pueda otorgar el sector público.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Eduardo Saffirio.
El señor SAFFIRIO .-
Señor Presidente , esta moción, de los senadores señores Andrés Zaldívar y Hossain Sabag , viene a interpretar en la forma debida algunas normas de una ley ya aprobada por el Congreso Nacional en 2001.
Ello se debe a que algunas municipalidades comenzaron a hacer exigencias que no estaban en el espíritu de la ley Nº 19.749, también originada en una moción de los senadores antes mencionados. Por eso, la iniciativa en estudio es muy importante.
Hace algunos meses, tuve la ocasión de conversar con miembros de la Asociación de Microempresarios de Padre Las Casas, comuna que represento en este hemiciclo. Ellos me señalaron que, en el hecho, la municipalidad había paralizado la posibilidad de que se instalaran las microempresas familiares, las que deben contar con un capital, con un activo productivo, descontado el valor del inmueble en que funcionan, que no puede superar los 17 millones y medio de pesos, es decir, mil UF, debido a la exigencia de la recepción definitiva.
Esta moción viene a resolver ese problema, que existe no sólo en Padre Las Casas, sino en muchas otras comunas, lo que fue fortalecido por el dictamen de la Contraloría General de la República, a lo que hicieron referencia los dos diputados informantes.
Obviamente, el grueso de las actividades microempresariales desarrolladas por familias no son contaminantes, molestas o peligrosas.
No sería posible dar chipe libre en la materia. Sólo hay que pensar lo que pasaría si el legislador redujera las exigencias o los órganos fiscalizadores del Estado no cumplieran su papel en lo relacionado con las microempresas familiares dedicadas a los alimentos, por ejemplo. En ese caso, si bien son muy importantes los aspectos relativos a los ingresos y a los empleos, hay un bien mayor que cautelar, cual es la salud de la población, porque los alimentos que no se elaboran o no se manipulan en las condiciones sanitarias mínimas, se transforman en veneno. Esto hay que decirlo con mucha claridad. Lo mismo ocurre con las normas medioambientales básicas. Eso explica que en los condominios, donde hay terceros comprometidos, se exija la autorización del órgano que representa al conjunto de los vecinos.
En síntesis, la moción interpreta un precepto de una ley aprobada prácticamente por unanimidad en 2001. Los senadores Zaldívar y Sabag apuntaron a un problema central que tuvo la puesta en práctica de dicha ley, cuales son estas exigencias de las municipalidades, refrendadas luego por un dictamen de la Contraloría General de la República.
Por estas razones, la bancada de la Democracia Cristiana apoyará unánimemente esta moción.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado Juan Masferrer.
El señor MASFERRER .-
Señor Presidente , como dijeron los diputados informantes de la Comisión de Hacienda y de la Pequeña y Mediana Empresa, así como los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, el proyecto tiene por objeto interpretar el artículo 26 del decreto ley N° 3.063, de 1979, con el objeto de precisar que, tratándose de microempresas familiares, la municipalidad tiene la obligación legal de otorgar patente, sin invocar como fundamento de su negativa la falta del permiso de construcción ni la ausencia de recepción definitiva de las obras constitutivas de la casa-habitación familiar en la cual se ejerce la actividad económica que constituye su giro.
Con esto se pretende evitar que una interpretación de la ley de rentas municipales haga inaplicable el beneficio concedido a las microempresas familiares por la ley N° 19.749. Es decir, se quiere impedir que las municipalidades denieguen la patente municipal a quienes, cumpliendo con los requisitos en ella establecidos, normativa que facilita la creación de microempresas familiares, carezcan de recepción municipal definitiva de la vivienda en la que pretenden desarrollar esta actividad lucrativa.
Para respaldar su actuar, los municipios han recurrido al dictamen N° 51.504, de la Contraloría General de la República, de 14 de noviembre de 2003, el cual confirma la postura de la autoridad municipal, pues indica que la recepción definitiva es una exigencia vigente para las microempresas familiares y que, por lo tanto, deben cumplirla si quieren obtener la patente respectiva. La recepción definitiva de una construcción, según ese dictamen, constituye una garantía de que las obras fueron ejecutadas de conformidad con el proyecto aprobado por la municipalidad y con la normativa vigente.
Las modificaciones introducidas por la Cámara al proyecto apuntan en esta línea, ya que simplifican el procedimiento de recepción definitiva y permiten que se verifique el cumplimiento de las exigencias legales en los recintos en que estas actividades se desarrollan.
En definitiva, si bien resulta adecuado facilitar la creación de microempresas familiares para que desarrollen actividades lucrativas, es conveniente que se verifique el cumplimiento de condiciones mínimas de seguridad, para resguardar a quienes laboren en ellas y a sus eventuales clientes.
Los diputados de la Unión Demócrata Independiente consideramos que la iniciativa constituye un avance, en el sentido de dar un fuerte y rápido impulso a las microempresas, ya que éstas, entre ellas, los artesanos, son las que generan más fuentes de trabajo.
El proyecto apunta en el sentido correcto y representa una muy buena señal de esta Cámara. Todos los colegas han destacado la importancia de las microempresas, como lo hace también el Gobierno, pero éste nada hace en su favor, porque la iniciativa no se originó en el Ejecutivo , sino en una moción, más allá de la corriente política de sus autores, lo que demuestra la preocupación de la Cámara por este sector tan importante de nuestra economía.
En representación de la Unión Demócrata Independiente, anuncio que votaremos favorablemente la iniciativa. Sin embargo, seguiremos buscando los mecanismos para perfeccionar e impulsar aún más el sector de los pequeños empresarios, al cual la Concertación tiene sumido en una gran depresión desde hace muchos años.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el honorable diputado Carlos Montes.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, todos estamos de acuerdo en la necesidad de apoyar la iniciativa -analizada previamente por la Comisión especial de Pymes-, debido a que su objetivo es impulsar y facilitar la labor de los microempresarios.
A diferencia del diputado señor Masferrer, creo que el Gobierno ha sido el que ha permitido que se llegue al punto en que estamos, porque ha colegislado con los diputados. De hecho, los asesores del ministro de Economía han tenido un rol muy destacado en la búsqueda de soluciones para que la iniciativa avance.
Por su intermedio, pido al diputado señor Masferrer que no sobrepolitice las cosas. Está bien que la UDI quiera ser famosa, pero no puede ser tan negativa, al punto que hasta en materias como ésta encuentra problemas y aprovecha de criticar al Gobierno.
Existen problemas de empleo en el país, porque el Estado es muy pequeño y las grandes empresas no están contratando personal, debido a la tecnificación de que han sido objeto. Las pymes generan empleo, pero no tienen el dinamismo de crecimiento suficiente. La línea de autoempleo es fundamental para enfrentar el problema y la microempresa es una manera de autoempleo.
Por otra parte, quiero aclarar al diputado señor Masferrer que las normas de seguridad básica estaban incluidas dentro de la ley. Ése no es el problema.
El proyecto en debate busca solucionar el problema de las microempresas que funcionan en viviendas que no cuentan con permiso de construcción y no tienen regularizada la recepción final. En virtud de la normativa vigente se pensaba que a pesar de lo anterior podrían funcionar, pero la Contraloría emitió un dictamen que estableció que no podían hacerlo, con lo cual obligó a congelar los registros comunales con las microempresas instaladas en viviendas cuya situación no estaba regularizada.
La iniciativa propone autorizar el funcionamiento de las microempresas que se encuentran en esa situación mediante una legislación, lo que constituye una ventaja. Sin embargo, ello presenta inconvenientes desde la perspectiva de la ley General de Urbanismo y Construcciones, porque autoriza su funcionamiento en una vivienda que no cuenta con permiso de construcción y que no tiene recepción final de las obras, lo que representa un expediente para que cualquier persona pueda regularizar la situación en que se encuentra mediante la instalación de una microempresa en una vivienda que no cuenta con los permisos correspondientes. Lo otro que puede ocurrir es que tal vez se autorice el funcionamiento de una microempresa en una vivienda cuya situación no está regularizada, pero que el municipio respectivo le curse partes todos los meses por el hecho de no tener ni permiso de construcción ni recepción final. Tenemos que solucionar ese problema, pues si bien el proyecto resuelve el funcionamiento de las microempresas, genera una seria dificultad desde el punto de vista de las normas urbanas.
La tendencia actual es pasar por encima de ese inconveniente, pero no sólo en el caso de las microempresas. Por ejemplo, en La Florida, un campus de la Universidad de las Américas y una sede del Duoc se edificaron sin contar con permiso de construcción y hoy operan sin recepción final. La verdad es que, gracias a una denuncia a la Contraloría General de la República, se obligó al municipio a cursar partes, porque ni siquiera tenían sanciones. No es el caso de los más pequeños.
La solución habría sido amortiguar el efecto y que sólo se aplicara a microempresas que funcionaban en casas con permiso, regularizadas, pero con una ampliación irregular. Pero dejarla como algo abierto genera problemas bastante serios desde el punto de vista de las normas urbanas.
El problema de fondo es que la ley General de Urbanismo y Construcciones está desfasada de la realidad en este aspecto. En general, las viviendas sociales no se ajustan a las normas de los planes reguladores, a las normas urbanas, porque si alguien logra una casa del programa de vivienda social “dinámica sin deuda”, del PET u otro, termina ocupando todo el terreno alrededor de la casa, y deja de cumplir el índice de constructibilidad. Por lo tanto, queda ilegal rápidamente. Si va a regularizar esta situación al municipio, no puede hacerlo, porque está fuera de ese índice. Si tiene un conflicto con el vecino y éste lo denuncia, se genera un tremendo problema, porque no tiene condiciones para regularizar.
Hasta ahora todo esto se arregló con la famosa “ley del mono”, que fue una vía de excepción para regularizar viviendas que cuentan con normas elementales de seguridad y otras cosas. En estos momentos, hay mucha presión para dictar otra “ley del mono”. Un senador, presidente de la Comisión de Vivienda , de la cámara alta, así lo planteó.
Lo serio sería modificar la normativa y facultar a los municipios para aplicar una especie de “ley del mono”, o sea, normas de excepción para regularizar la construcción en viviendas sociales, no por casas individuales, sino por sectores. En eso debemos legislar, porque no tenemos otra opción.
Dado que todavía no logramos dictar normas de general aplicación, no nos queda otra alternativa que facultar a los municipios para intervenir en determinadas poblaciones. La tienen, en parte, en el plan regulador, pero hay ciertas materias que no son del plan, sino que son más generales. Uno quiere facilitar la regularización de las microempresas, pero no queremos “desarmar” completamente las normas urbanas, porque sin éstas se generan más problemas.
Lo razonable sería que el proyecto volviera a Comisión y se buscara una solución intermedia. No se puede permitir que la microempresa funcione en cualquier parte, de cualquier manera y no cumplan las normas. ¿Qué se puede hacer? O el municipio cursa partes todos los días o se acepta que al funcionar la microempresa, la vivienda donde lo hace pase a estar regularizada. Con la primera opción se perjudica a la microempresa y con la segunda se transgreden las normas sobre urbanización. Aquí hay algo que debemos mirar con un poco más de calma, porque la solución puede terminar siendo peor que la enfermedad desde el punto de vista urbano.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado Patricio Hales.
El señor HALES .-
Señor Presidente , la convicción general de quienes estamos preocupados por la generación de empleos y por el crecimiento del país apunta a que es fundamental el desarrollo de la micro y pequeña empresa.
Los datos que se manejan en Europa, en comparación con los de Chile, indican que el aporte al empleo de la micro y pequeña empresa es del 70 por ciento. Curiosamente, en Europa también es del 70 por ciento. Observen la diferencia: las ventas de la micro y pequeña empresa, a diferencia de Europa, en Chile representan sólo el 17 por ciento; en Europa, el 50. Las exportaciones de la micro y pequeña y empresa nacional representan sólo el 2 por ciento del total; en cambio, en Europa llegan al 50 por ciento.
Esto no funciona bien. Estas empresas son las que dan más trabajo, son las que mejor pueden resolver el problema del desempleo y las que más pueden producir; sin embargo, no tienen incidencia ni en las ventas ni en las exportaciones.
Todo lo que hagamos es bienvenido.
Quiero votar a favor este proyecto, e insto a la Sala a proceder de igual forma, porque tenemos que seguir trabajando por la micro y pequeña empresa, pero tenemos que legislar de manera más prolija, porque en este proyecto hay una intervención desde el punto de vista urbano y arquitectónico de los barrios. Habrá una conformación de la ciudad que será distinta a partir del momento en que este proyecto se convierta en ley. Estas empresas se instalarán en los hogares sin necesidad de permisos de edificación. Eso significará una relación con el vecino sin el respectivo permiso; significará que al instalarse una micro o pequeña empresa en un barrio cualquiera, donde el resto de los vecinos son ocupantes de casas-habitación para descansar, dormir y, en el caso de los niños, para estudiar y jugar, el dueño de aquélla tendrá una autorización plena, sin ningún permiso y sin cumplir las normas de la ordenanza ni de la ley general de Urbanismo y Construcciones.
Reitero, tenemos que actuar con más prolijidad, con más cuidado, de manera que la norma en estudio la hagamos compatible con el orden establecido para el resto de los
ciudadanos, porque, en una pequeña o gran población de cualquier parte de Chile tiene dormitorio, su lugar de descanso la gran mayoría de los vecinos; no es la sede de empresas.
En consecuencia, quiero que esos habitantes estén contentos y no desagradados de que existan las micro y pequeñas empresas en ese lugar. No quiero que, por aprobar la iniciativa legal con desprolijidad, terminemos creando una norma tal que convierta al microempresario en una persona odiada en el barrio y que a los parlamentarios nos digan: “Ustedes hicieron una ley que permitió instalar un taller de tal o cual actividad que hace que nuestro barrio resulte invivible”. No quiero que a ese micro o pequeño empresario lo odien, sino que lo amen, lo quieran, lo ayuden, que trabajen con él, que lo estimulen a que exista la de él y otras micro y pequeñas empresas en ese barrio.
Entonces, insisto, la norma tiene que ser cuidadosa, protectora del vecindario -no de los arquitectos, de los burócratas del Ministerio de Vivienda o de los creadores de la ley general de Urbanismo y Construcciones-, porque el vecino quiere vivir en buenas condiciones.
La ley general de Urbanismo y Construcciones es mala -porque lo es-, inservible, obsoleta, su modificación definitiva no ha llegado a este Congreso Nacional. No sé si el hecho de estudiarla es garantía de que será mejor, pero, por lo menos, podría ser la oportunidad para efectuar la discusión. Data de 1929. Fue aprobada en la dictadura de Ibáñez y modificada en la de Pinochet. Por lo tanto, jamás ha sido estudiada en el Congreso Nacional ni en democracia. Ahora tenemos la oportunidad de perfeccionarla. En caso contrario, puede ocurrir lo siguiente: Primero, hay que cumplir con las normas del artículo 26 del decreto ley Nº 3.063, en el sentido de que tiene que haber limitaciones si se trata de una zona exclusivamente residencial y no mixta. Por lo tanto, habrá que respetar esa norma. No es cuestión de que se instale, aunque no tenga permiso de edificación. Por lo menos, la zonificación, el carácter del uso del suelo, deberá ser una materia reglamentada y no se podrá otorgar la patente del caso.
Me parece excelente que se entregue la patente sin necesidad de contar con el permiso de edificación cuando se amplía, se construye o se transforma una casa que tiene permiso, que está autorizada para funcionar como micro o pequeña empresa. Sin embargo, no me parece bien que si alguien ha construido sin permiso una vivienda, ha transgredido las normas relacionadas con ésta, ha construido con ventanas hacia el vecino -con las consecuentes molestias para éste-, ha utilizado antejardines que no puede ocupar, ha transformado el aspecto del barrio al construir la casa, después, cuando pida la patente para hacer una microempresa -como consecuencia del proyecto en estudio-, le digan: “Los parlamentarios aprobaron una ley según la cual usted, que incurría en ilegalidad cuando la propiedad era una casa, ahora, por tratarse de una microempresa, recibe la bendición que le enviaron desde el Congreso Nacional y queda aprobado el ciento por ciento de la modificación correspondiente”. El vecindario, que estaba indignado, que decía que ese vecino había construido lo que quería, que había perjudicado al resto del barrio, que lo había afeado, que había botado los aleros, que había tirado las aguas lluvia hacia el vecino pareado, que no tenía cortafuegos, que ocupaba el antejardín, etcétera, ahora verá que todo eso dejará de estar mal, porque el Congreso Nacional aprobó un proyecto que establece que, como se trata de una microempresa, todo los cambios malos que esa persona realizó en la vivienda se transforman en buenos o legales. Eso debemos corregirlo. De lo contrario, aprobaremos una norma que terminará siendo una maldición urbana, no para los burócratas que elaboran las ordenanzas, sino para la gente.
Estimo adecuada la indicación presentada por el Ejecutivo para regularizar la situación. Entonces, ¿por qué no buscamos una solución a partir de esa indicación al artículo 2º? El inciso sexto que se agrega dispone: “Sin perjuicio del otorgamiento de la patente municipal, los propietarios de inmuebles en que funcionen microempresas familiares podrán solicitar la regularización...”. Al faltar el carácter imperativo y no decir que “deberán”, o al no buscar una manera correcta de sustituir la forma verbal “podrán”, que es optativa, la inteligencia de la indicación del Ejecutivo quedó a medio camino, porque no completó su objetivo.
Quiero tener barrios que sueñen, valoren, aprecien, llamen y convoquen a las microempresas para que se instalen en ellos. Quiero que los barrios aplaudan ese hecho, porque significa seguridad, trabajo, ocupación para la juventud, subir el nivel de vida, disminuir drogadicción, en fin, tantas cosas buenas que le hacen bien a Chile, pero no quiero que, por la vía de permitirle cualquier construcción, ese microempresario sea un ciudadano que perturbe el barrio y, al final, termine siendo odiado.
Alguien me dirá que los ruidos molestos están controlados. Es verdad, pero no me estoy refiriendo sólo a los ruidos. Los reclamos que uno recibe de los vecinos no se refieren sólo al ruido, al olor, al aire y a la contaminación. Además, se producen casos como el de la señora que dice que el vecino construyó un alero y las aguas lluvia caen en su propiedad. He visto que vigas del techo de la casa de una persona pasan al living de la casa del vecino, porque están pareadas y no tiene otra forma de hacer la modificación.
¿Qué queremos? ¿Fomentar la pequeña y mediana empresa o transformar al micro y pequeño empresario en el foco de un conflicto?
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Señor diputado , le resta poco tiempo. Ha usado los cinco minutos de su primer discurso y los cinco del segundo, pues el proyecto tiene trámite de discusión inmediata.
El señor HALES.-
O sea, tampoco existe la posibilidad de que el proyecto vuelva a Comisión para subsanar los problemas que he descrito, salvo que se pida la unanimidad de la Sala.
Si no se aceptara mi petición, igual votaré a favor el proyecto, pero consciente de la falta de prolijidad en su estudio. Al final, nosotros seremos los responsables.
Entonces, solicito que recabe el acuerdo de la Sala para que el proyecto vuelva a Comisión, a fin de corregir sus anomalías y resulte un éxito para la micro y pequeña empresa.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Informo a su señoría que, por tratarse de un proyecto con discusión inmediata, no corresponde segundo informe. Por lo tanto, no puedo acceder a su solicitud.
Tiene la palabra el diputado señor Francisco Bayo.
El señor BAYO.-
Señor Presidente, comparto varias de las aprensiones planteadas en la Sala, especialmente por los dos últimos diputados que hicieron uso de la palabra.
Sin duda, ésta es una buena iniciativa -eso es inobjetable-, que cuenta con el apoyo de todas las bancadas. Sin embargo, quiero recalcar que estamos aprobando una norma interpretativa de una ley, lo que ya deja en claro que si es necesario interpretarla; los instrumentos legales previos no fueron suficientes por sí solos. Temo que si aprobamos el proyecto en la forma propuesta por la Comisión, nos podríamos encontrar a corto plazo con la necesidad de dictar una nueva ley interpretativa.
No hay duda de que la Contraloría tenía razón, en parte, en sus observaciones. Este organismo tiene la obligación de hacer cumplir la ley general de Urbanismo y Construcciones. La modificación que se quiere introducir a la ley Nº 19.749 está muy bien, pero se entregan atribuciones muy subjetivas sólo al interesado. Se dice que mediante una declaración jurada éste puede afirmar que es legítimo ocupante de la vivienda y que en ella se desarrollará una actividad empresarial que no producirá contaminación.
También es contradictorio, por lo menos en la interpretación normal del buen castellano, lo que se establece en el inciso final del artículo 2º: “El permiso de edificación y la recepción final de obras serán otorgados por la Dirección de Obras Municipales, dentro del plazo de quince días hábiles, contado desde el ingreso de la solicitud a esa dirección.” O sea, la solicitud ingresa el día 1º de septiembre y, de acuerdo con la autorización que estamos dando ahora, obligamos a ese microempresario que queremos ayudar, a que termine la obra en 15 días hábiles. Para mí, ello es totalmente contradictorio con las facilidades que queremos dar a los pequeños y medianos empresarios.
Tratándose de una buena iniciativa, que cuenta con el apoyo de todas las bancadas, debemos despacharla de tal manera que, una vez que se transforme en ley, no requiera, en el corto o mediano plazo, una nueva ley interpretativa. Por eso, a pesar de que el Reglamento plantea la imposibilidad de un segundo informe de la Comisión, no sé si será posible -como ya se pidió- que por unanimidad acordemos que el proyecto vuelva a la Comisión, con el objeto de perfeccionar estas materias por todos compartidas, y nos comprometemos a votarlo mañana.
Aquí hay un diputado arquitecto de gran experiencia, que ha manifestado sus aprensiones sobre el particular. No me referiré a lo del Código Sanitario, porque es otra materia, pero temo, y sería importante hacerlo presente para la historia fidedigna de la ley, que estemos pronunciándonos sobre una norma interpretativa que necesitará una nueva interpretación en un más corto que mediano o largo plazo. Para qué hablar de la necesidad de incorporar disposiciones que obliguen a una inspección reiterada y a una duración mínima de la actividad empresarial a la cual se habría comprometido este micro, pequeño o mediano empresario.
Son demasiadas materias y aspectos que, en mi opinión, nos están poniendo en el riesgo de aprobar una normativa que requerirá una nueva ley interpretativa a corto plazo.
Reitero: sería bueno que el proyecto volviera a Comisión y que lo votáramos mañana sin estas observaciones que están siendo mucho más abundantes de lo que parecían inicialmente.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra la diputada señora Eliana Caraball.
La señora CARABALL (doña Eliana).-
Señor Presidente , voy a argumentar en la línea de lo señalado por los diputados señores Montes y Hales .
Todos estamos a favor de que la pequeña y mediana empresa tengan las facilidades para producir, porque, como se ha dicho, y lo reitero, son las que tienen mayor capacidad de ocupación de mano de obra. Sin embargo, el diputado Hales señaló, con razón, que se está legislando sin prolijidad. Todos sus argumentos hacían pensar que votaría en contra del proyecto. Sin embargo, señaló que lo votará a favor y que pedirá a la Sala que haga lo mismo, porque, en el fondo, él y todos quienes manifestaron su apoyo, se sienten impelidos a ello, pues, de lo contrario, se les acusará de ser enemigos de las pymes.
Estamos legislando en forma desprolija. En primer lugar, el proyecto debió ser analizado por la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano, no sólo por la Especial de Pymes. Si bien es cierto el proyecto beneficia a las pymes, no es menos cierto que pasa a llevar normas de la ley general de Urbanismo y Construcción. ¿Por qué entró directamente a la Comisión de Economía en el Senado? Precisamente, porque se quiso evadir su ingreso a la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano. Lo lamento. No estoy suponiendo intenciones de nadie, pero los errores sucesivos que se han ido cometiendo hoy nos llevan a la aprobación de un proyecto que lo único que hará es perjudicar el entorno y la calidad de vida de muchas familias, y que permitirá que muchos chilenos se aprovechen de una legislación mal hecha para instalarse, sin permiso de edificación ni de recepción municipal, en cualquier parte con una pyme, que está mal definida en nuestra legislación.
El diputado señor Hales se preguntaba por qué las pymes en Europa son grandes exportadoras y aportan un porcentaje importante del producto interno bruto. Porque son productivas y están dentro de un sistema en el que aportan a la gran industria y contribuyen al desarrollo del país.
Actualmente, en Chile, un dueño de taxi se puede considerar pequeño empresario. Está bien, lo es, pero, ¿en qué ayuda a las exportaciones? ¿Qué capacidad de contratación de mano de obra tiene? Si una persona instala una fábrica de corbatas en su casa, que tiene 200 metros cuadrados, nadie podrá impedirle que ejerza esa actividad, porque se trata de una pyme, que no se puede objetar. Esa persona se abanicará con todas las normas y reglamentos existentes, que sí debe cumplir el vecino, que será víctima de la contaminación y de los ruidos que producirán las máquinas o los vehículos que se estacionen frente a esa casa para comprar las corbatas.
Sé que me arriesgo a que me digan que mi argumentación va contra las pymes. ¡No es contra esas empresas, por favor! Se está legislando en un sentido equivocado. Si el propietario de una pyme pide un crédito y pone su casa como garantía, igual le exigirán el permiso de edificación y de recepción final. No será el municipio quien lo haga. Esa persona podrá ejercer su actividad económica al interior de su domicilio sin cumplir con una normativa; pero, deberá cumplir con el resto de la legislación. Es tal el contrasentido que, como dijo el diputado señor Bayo, aparecerá otra vez que hay obstáculos.
El diputado señor René Manuel García expresó un sentimiento sobre una actividad como la artesanía, y tiene toda la razón. Sin embargo, señala que las normas legales que hoy nos rigen son “trabas burocráticas”. Si vamos a introducir en la comunidad la idea de que las leyes que existen para ordenar el funcionamiento de la sociedad son trabas burocráticas, al final vamos a tener que derogarlas todas, porque pueden implicar “trabas burocráticas” para alguien. Hay que tener presente que la legislación tiene como fin proteger a la sociedad en su conjunto y no intereses particulares. En ese sentido, las argumentaciones que hoy hemos oído son tremendamente nocivas para el desarrollo social del país.
Algunos sostienen que sólo se trata de autorizaciones o permisos para incentivar a las pymes, porque hoy están absolutamente dejadas de la mano de Dios. ¡Pero si ello no es porque no tengan permiso de edificación, sino porque no se ha sabido insertarlas en el sistema económico ni tampoco definirlas! Ése es el problema. A mi juicio, con este proyecto se anestesia a los microempresarios y se les dice: “Hoy se promulgó una iniciativa con urgencia calificada de discusión inmediata, que dispone que, si ustedes no tienen permiso de edificación, no tendrán obstáculos para la obtención de una patente municipal y para acceder a todos los bienes y servicios que el Estado le otorga a las pymes. Francamente, encuentro que el proyecto no aporta absolutamente nada en ese sentido y es muy contradictorio. En efecto, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo presentó una indicación con el objeto de facilitar la regularización de las construcciones existentes y el inciso tercero del artículo 2º de la iniciativa señala: “Para su regularización, las construcciones existentes deberán cumplir con las normas de la Ley General de Urbanismo y Construcciones y de su Ordenanza General referentes a la estabilidad y la seguridad contra incendios, lo que será acreditado mediante informe de un profesional competente, y no deberán encontrarse emplazadas en áreas de protección o de riesgo”. Entonces, ¿en qué quedamos? Para dejar contento al Ejecutivo , incluimos un artículo 2º que no sirve para nada, porque lo que dispone es optativo, pero, a la vez, defendemos al vecindario de los incendios y de que las construcciones se vengan abajo. ¡Por favor! Si fuéramos lógicos y consecuentes con las argumentaciones expresadas, legislaríamos a favor de las pymes, pero no en contra de la seguridad de las construcciones, pues eso estamos haciendo al llamar trabas burocráticas a la normativa que protege ese tipo de bien social.
El diputado señor Hales pidió que el proyecto volviera a la Comisión para un segundo informe, pero ello no se puede por la urgencia con la que fue calificado. Yo habría solicitado que la iniciativa fuera estudiada por la Comisión de la Vivienda y Desarrollo Urbano, como tampoco se puede, votaré en contra para ser consecuente con todo lo que he dicho.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Señora diputada , cuando se dio cuenta del proyecto, nadie solicitó que pasara a la Comisión de la Vivienda. Por lo tanto, de acuerdo con el Reglamento, se envió a la Comisión de Hacienda y a la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa, y en ambas fue aprobado por unanimidad.
El señor HALES.-
Señor Presidente, punto de Reglamento.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra su señoría.
El señor HALES .-
Señor Presidente , pido formalmente a la Mesa que se comunique con la Presidencia de la República para solicitar al Presidente el retiro de la urgencia otorgada al proyecto, con el propósito de que pase a Comisión.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
En el momento oportuno consultaré a la Sala sobre la materia.
Tiene la palabra el diputado Manuel Rojas.
El señor ROJAS.-
Señor Presidente , también me sumo a la preocupación planteada por los colegas respecto del proyecto en debate.
En primer lugar, comparto lo solicitado por el diputado Hales , en el sentido de que el Ejecutivo retire la urgencia de discusión inmediata a la iniciativa para no provocar problemas. De hecho, ya los tenemos. Nadie discute que se orienta a favorecer a las empresas familiares que funcionan en el living de la casa o en el patio, como las vulcanizaciones. Sin embargo, lo que me preocupa es que el artículo 2º establece, aparte del otorgamiento de la patente municipal, que las microempresas familiares podrán solicitar la regularización y obtener simultáneamente el permiso de edificación y la recepción final de las obras, lo cual soluciona un problema, pero confunde respecto de normas que ya hemos aprobado, por ejemplo, con la “ley del mono”, cuya vigencia tuvo que ser renovada constantemente para que la gente pudiera sanear su situación.
Por otro lado, las exigencias de seguridad, como señalaba la diputada Caraball, tienen un alto costo -por cuanto, muchas veces, tienen que recurrir a profesionales competentes- que estas pequeñas empresas familiares no pueden asumir. Es el caso de las vulcanizaciones, que generan problemas en el entorno vecinal debido a que las reparaciones a los vehículos las realizan en la misma calle.
Por lo tanto, nuestra tarea es encontrar la forma para que estas empresas tengan un atractivo positivo para su entorno y su funcionamiento no sea objeto de reclamos de los vecinos. Todos queremos que en el país haya trabajo para todos, pero debemos proceder con claridad cuando elaboremos una norma que interprete a una ley para no tener que modificarla en el corto plazo.
En segundo lugar, me preocupa que en el inciso tercero del artículo 2º del proyecto, se señale que estas empresas no deberán emplazarse en áreas de protección o de riesgo. ¿Qué ocurre en Antofagasta? Se delimitó una zona considerando la eventualidad de un tsunami, lo cual significa que gran parte de la comunidad que vive cerca del área costera no podrá acceder a este beneficio. Con ello, también se esta discriminando a las personas que sí lo pueden hacer. Al aplicar esta prohibición a todos, se genera un problema, situación que hemos discutido en Antofagasta. Los planos reguladores delimitan, y, en otros casos, prohíben terminantemente la instalación de todo tipo de empresas. A ciertos barrios les confieren el carácter de residencial, turístico u otra calidad, cosa que parece positiva desde el punto de vista del ordenamiento territorial de la comunidad. Pero, si estamos elaborando una legislación que concede cierta libertad para que esto funcione ¿cómo compatibilizaremos lo ya realizado con esta norma que da grados de libertad?
Por lo tanto, esta situación nos obliga a hacer un esfuerzo para que el proyecto sea votado favorablemente. Sin embargo, debemos discutirlo con mayor responsabilidad y profundidad para considerar la realidad que hoy se vive en las comunidades en que se están conformando estas empresas familiares.
Por otro lado, en Antofagasta, hoy, para el otorgamiento de una patente comercial participa incluso el comité de seguridad ciudadana del municipio. O sea, hasta ese comité puede plantear alguna limitante para el funcionamiento de este tipo de empresa.
Por lo tanto, con el afán de elaborar una norma legal que favorezca a la microempresa familiar, pido que se solicite al Presidente de la República el retiro de la urgencia, con el objeto de enviar el proyecto a las comisiones correspondientes y formular las indicaciones que procedan.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Eugenio Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , el diputado Hales planteó su preocupación porque el proyecto pudiera vulnerar la armonía en un barrio determinado.
En mi opinión, la iniciativa prioriza a las microempresas familiares para que puedan generar ingresos sin cumplir previamente con los requisitos que establece la ley general de Urbanismo y Construcciones. Por tanto, el privilegio que da el proyecto a los ingresos de las familias por sobre determinadas normas de construcción -que hacen de la armonía una cosa importante pero no prioritaria-, va en la línea de disminuir el desempleo, de que las personas que no tienen otro medio para generar recursos puedan hacerlo y de permitir que aquellas microempresas familiares que funcionan en un barrio y que no han cumplido con lo establecido en la ley general de Urbanismo ni regularizado las construcciones existentes, sigan trabajando. Y más que seguir trabajando, puedan formalizarse para acceder a los beneficios que el Estado otorga, entre otros aprovechar la devolución del IVA, ya que en este momento ello no ocurre, porque no han formalizado su actividad: compran, pagan el IVA y lo pierden.
Si luego de obtener la patente municipal para su funcionamiento se permite que las empresas familiares regularicen su situación como contribuyentes, ellas podrán generar recursos, con los cuales podrán cumplir con las exigencias que la ley general de Urbanismo y Construcciones les impone. Todo ello, para lograr armonía respecto del barrio.
Algunos diputados han planteado su preocupación desde el punto de vista de la vivienda. Les señalo que el proyecto no tiene por finalidad legislar sobre esa materia, sino permitir que las familias que hoy están constituidas en pequeñas microempresas sigan generando recursos. Pero más que eso, formalizarse. Cuando ello ocurra, podrán contar con otros instrumentos de apoyo del Estado, como capital, semilla, capacitación, etcétera.
A mi juicio, lo más importante será cómo esas empresas aprovecharán contablemente la devolución del 19 por ciento del valor que están pagando en materias primas. Sin duda, con esos recursos podrán cumplir con las exigencias de la ley general de Urbanismo y Construcciones.
El diputado Hales estuvo de acuerdo conmigo, pero señaló que este beneficio debería establecerse con un plazo y con carácter obligatorio para las microempresas familiares.
Cualquier indicación que se formule para entrabar la iniciativa impedirá a la microempresa generar empleos para los cesantes.
Señor Presidente , concedo una interrupción al diputado Hales .
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Con cargo a su tiempo, tiene la palabra el diputado señor Hales.
El señor HALES .-
Señor Presidente , quiero decirle al diputado Tuma que esto no es en defensa de la armonía, ni de la arquitectura, ni de la belleza, sino en defensa del valor del inmueble del vecino, porque una pequeña microempresa construyó, no con mala intención, un muro que desvalorizó la propiedad. Es decir, la casa valía 1.000 UF, pero, dado que instalaron una pequeña empresa y pasaron el alero por sobre su techo para botar las aguas lluvia, ahora cuesta 600 UF. Entonces, sin querer, la instalación de esa empresa genera un perjuicio al barrio, porque nadie orientó a su dueño.
Por lo tanto, es necesario darle al microempresario todas las facilidades del caso, esto es, no cobrarle derechos municipales, darle 5 años de plazo y obligarlo a regularizar sus planos para que haga las cosas en forma ordenada; además, que no perjudique al vecino poniendo vigas y costaneras sobre el techo de su casa.
Por lo tanto, en el artículo 2º del proyecto habrá que sustituir la frase “podrán solicitar la regulación” por “deberán solicitar la regulación”.
En suma, el Gobierno hizo el proyecto a medias, porque con la intención de arreglar las cosas, terminó dejándolas igual.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Puede continuar con la palabra el diputado señor Eugenio Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , hoy la prioridad son los cesantes y las familias que no tienen recursos para sobrevivir. Por lo tanto, en mi opinión, no es prioritario que quien no ha regularizado la construcción de
su propiedad de acuerdo con la norma establecida deba hacerlo o se le imponga un plazo para ello. Lo urgente y preocupante es hacer todos los esfuerzos necesarios para ayudar a que las personas puedan obtener una fuente de trabajo y generar ingresos para sus familias.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Víctor Pérez.
El señor PÉREZ (don Víctor) .-
Señor Presidente , uno de los temas en que tanto el Gobierno como el Poder Legislativo debieran dedicarle mayor atención, preocupación y tiempo para analizarlo adecuadamente es el de la pequeña y mediana empresa. En Chile, durante más de cinco años se ha mantenido la cifra de seiscientos mil cesantes y el desempleo constituye una preocupación central; por tanto, la actividad de la pequeña y mediana empresa es esencial para derrotar dicho flagelo.
Muchos chilenos y chilenas que hoy deambulan por las calles para acceder a un trabajo requieren la presencia activa, permanente y vigorosa de la pequeña y mediana empresa para que les ofrezca alternativas de trabajo. Las regiones y provincias también necesitan contar con una pequeña y mediana empresa vigorosa, no sólo para que les permita superar el desempleo y la cesantía, sino también para ser verdaderos actores del desarrollo y del progreso.
Hoy, que nuestro país está inserto en un mundo globalizado, uno visualiza cómo algunas empresas de otras latitudes forman parte de una estrategia exportadora. Sin duda, la pequeña y mediana empresa de Chile necesita vigorizarse. Entonces, la pregunta que cabe formularse es si este proyecto responde a esa necesidad y a esa política de fortalecer la pequeña y mediana empresa. En verdad,
cuando se discute este tipo de proyecto uno se da cuenta de que no estamos frente a una política global de apoyo a las pymes. ¿Dónde están los proyectos e iniciativas que nos permitan decir con certeza que estamos apoyando de manera potente a ese sector de la economía nacional? No existen. No tenemos una estrategia global que permita a los emprendedores modestos llevar adelante iniciativas que les permitan participar en los diferentes ámbitos del mercado.
Ahora se nos presenta este proyecto como una iniciativa aislada. Según mi opinión, bien intencionada, pero que podría generar dificultades mayores.
Concuerdo con el diputado señor Patricio Hales , quien señaló que la gente reclama cuando en los barrios y poblaciones se instala un garaje u otro tipo de negocio por los problemas que generan. Si bien hay que impulsar estas actividades económicas, ellas deben insertarse dentro de un ordenamiento mínimo que les permita ser amigables con su barrio y no transformarse en elemento de conflicto, pues ello deteriorará no sólo la actividad de ese microempresario y de su familia, sino también al barrio o sector residencial donde se inserta.
Además, la iniciativa es contradictoria con normas que ha estudiado o lo está haciendo la Cámara. Así se despachó al Senado un proyecto sobre calidad de la vivienda. Uno de los elementos centrales de esa iniciativa es la creación de los revisores independientes, a fin de que las direcciones de obras municipales se circunscriban a los aspectos urbanísticos de una población, por ejemplo. Es preciso que exista coherencia en la materia.
El proyecto echa por tierra la iniciativa de entregar una ciudad amigable, pues aquí no se requiere permiso de construcción. ¿Cuántas empresas no se han concretado por carecer del permiso de construcción respectivo o por no contar con la recepción definitiva de la obra por parte de la municipalidad?
La iniciativa es contradictoria con otras que ha llevado adelante la Cámara de Diputados.
Hace unos años discutimos la “ley del mono”, cuyo objetivo era que las personas regularizaran la construcción de sus viviendas y que se respetaran las normas urbanísticas y de construcción en los sectores poblacionales.
Si hay que modificar la ley General de Construcciones y la ordenanza respectiva, está bien, pero no se puede generar una situación que eche por tierra todo lo avanzado al instalar en sectores poblacionales empresas que destruirán el entorno y afectarán económicamente a familias de sectores modestos.
El mérito del proyecto es remecer la conciencia del Gobierno y del Congreso Nacional en cuanto a que hay que actuar en serio y trabajar duro para privilegiar a la pequeña y mediana empresa con normas coherentes, con un plan orgánico y con una política sistemática que privilegie a un sector de la economía que es insustituible y fundamental para el desarrollo del país. Pero no podemos seguir estudiando proyectos que abordan casos puntuales o iniciativas que rompen aspectos esenciales que esta Cámara ha estudiado y analizado. Nos provoca envidia ver sectores residenciales de otros países donde existe coherencia y un ordenamiento territorial. Mientras en esos países se respetan las normas, en Chile discutimos una iniciativa, que de prosperar, romperá un esquema ya establecido.
Luchemos por la pequeña y mediana empresa, pero a través de una política general armónica y sistemática.
Si bien es cierto iniciativas como ésta pueden ayudar a la creación de empresas pequeñas o familiares, su improvisación puede provocar daños importantes al vecindario donde ellas se instalen. Creo que al pequeño o microempresario no le interesa desarrollar su actividad en conflicto con sus vecinos; por el contrario, me imagino que prefiere hacerlo en un ambiente amigable y de sana convivencia.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado Alejandro Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente , el proyecto en debate nos plantea un problema respecto de la compatibilidad de dos importantes derechos: el de los empresarios, particularmente de los medianos, pequeños y micro empresarios, que representan el 80 por ciento de los puestos de trabajo, a desarrollar una actividad empresarial, y el de los vecinos que se ven afectados por la instalación de esas empresas en sus barrios, lo que los lleva a hacer presentaciones en los juzgados de policía local.
No tengo dudas respecto de la intención positiva que llevó a los senadores Sabag y Zaldívar a presentar esta moción, que busca regularizar la situación de las pymes que se ven afectadas por esta situación. Pero eso debemos compatibilizarlo con los derechos de los vecinos que se ven afectados por el trabajo productivo que desarrollan esas empresas.
¿Cómo resolvemos este conflicto de manera que las pymes resuelvan su situación y puedan crecer? Ello sólo se puede lograr compatibilizando esta propuesta con el derecho de los vecinos.
Suele suceder que hay pequeñas empresas que se instalan en casas ubicadas en pasajes que no permiten el ingreso de camiones, pero como la microempresa tiene que sacar sus productos para comercializarlos, requiere camiones, con lo cual se crea un conflicto con los vecinos. Como éste hay otros ejemplos de situaciones que dañan la convivencia y la infraestructura del sector, con lo cual no se logra una convivencia armónica, sino un conflicto social que muchas veces termina en enfrentamientos.
Todos sabemos que nuestro país no cuenta con una ley de ordenamiento territorial, por lo que los municipios, tardíamente en algunos casos, han emprendido estas acciones a través de los planes reguladores, pero zonificando, esto es, estableciendo áreas de desarrollo industrial, residencial y mixtas. Sin embargo, en mi región, en mi distrito, los municipios recién lo están haciendo, para lo cual cuentan con la colaboración de las universidades de Concepción y del Biobío, pero se han encontrado con problemas como el que hoy intentamos solucionar.
En consecuencia, antes de aprobar esta iniciativa debemos pedir la opinión a los municipios, porque son ellos los llamados a otorgar las patentes y a regularizar y ordenar el territorio. Tal como estamos procediendo, les vamos a endosar una responsabilidad sin pedirles la opinión, por lo cual, si esto no funciona, se nos acusará de haber legislado en forma apresurada. No me parece responsable entregar todas estas responsabilidades a los municipios sin haberlos escuchado, particularmente a las autoridades de sus direcciones de obras. Hay que recordar que han ocurrido derrumbes de construcciones que han ocasionado daños a los vecinos, incluso, hasta pérdida de vidas humanas.
Esta moción pretende regularizar la situación de aquellas microempresas que ya están instaladas, a las que ciertamente queremos ayudar, pero también permite que se instalen nuevas empresas en los sectores residenciales. Por tanto, creo que no se han medido los efectos que eso puede tener.
La idea de fondo del proyecto es ayudar a las microempresas, pero no es la única. Se deben buscar los instrumentos necesarios para que estas empresas subsistan, pero con el menor costo ambiental posible. Además, se deben establecer diferencias, pues, como señaló el diputado señor Hales , no es lo mismo una microempresa que se dedica a coser y planchar corbatas que otra que se dedica a la cerrajería, pues, evidentemente, producen un impacto ambiental distinto. La iniciativa en debate no hace esa distinción, da el mismo tratamiento a todas. No hace diferencia entre una empresa que puede tener externalidades negativas y otra que puede funcionar sin problemas al interior de una casa habitación, lo que producirá no sólo discriminaciones, sino que también arbitrariedades.
Quiero recordar que hubo un proyecto muy interesante, que fue llamado incubadora de empresas, porque el municipio, en conjunto con la Corfo, elegían un sector de la comuna en el cual alquilaban un terreno y le instalaban corriente trifásica, de manera que las pequeñas empresas funcionaran allí con un subsidio. Después, cuando crecían, podían emigrar. Pero había un apoyo más determinante y objetivo.
Lo ideal sería revisar el proyecto, dentro del escaso tiempo que nos da la discusión inmediata, con los respectivos ministros, a fin de incorporar las indicaciones planteadas, porque muchos parlamentarios estamos aburridos de que se nos trate de irresponsables y que se diga que no sabemos legislar y que no tenemos visión de futuro, porque hacemos las cosas a la carrera.
Al aprobar un proyecto con tramitación de discusión inmediata, a pesar de ser bien intencionado, nos estamos arriesgando a que el costo de esto sea pagado no sólo por los vecinos afectados, sino también por los parlamentarios, porque se dirá que legislamos, una vez más, sin tomar las prevenciones del caso.
Por lo tanto, pido a su señoría que acoja la petición de los diputados señores Hales , Montes y Rojas, en cuanto a revisar el proyecto e incorporar las indicaciones mencionadas.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Informo a la Sala que hemos acordado con el Ejecutivo el retiro de la urgencia de discusión inmediata, la que será repuesta el próximo martes.
Además, se ha propuesto enviar el proyecto a la Comisión Especial de la Pequeña y Mediana Empresa, Pymes, para una segunda discusión.
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Y también a la Comisión de Vivienda.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Hay propuestas para que sea enviado a las comisiones de Pymes y de Vivienda.
Tiene la palabra el diputado señor Guillermo Ceroni.
El señor CERONI .-
Señor Presidente , me alegro de que hayamos tenido una discusión provechosa, porque ello nos permitirá mejorar una ley ya promulgada y, obviamente, mejorar a tiempo el proyecto que hoy se somete a nuestra consideración.
Quiero destacar las intervenciones de la diputada señora Eliana Caraball y del diputado señor Patricio Hales, porque nos han advertido sobre los defectos que tiene el proyecto.
Sin duda, tal como lo expresó el diputado señor Navarro y otros colegas que han intervenido, tenemos que compatibilizar el apoyo a la microempresa con los derechos de los vecinos. Con el pretexto de permitir que la microempresa funcione en un hogar sin que cumpla con las normas de la ley General de Urbanismo y Construcciones, a fin de incentivarla, no podemos afectar a los vecinos, que han invertido en sus viviendas y que tienen pleno derecho a vivir tranquilos y en paz. En la medida en que no se cumplan las normas de dicha ley, sus viviendas se desvalorizarán y su calidad de vida también se verá perjudicada. Por eso, tenemos que compatibilizar ambas cosas.
Todos estamos por apoyar fuertemente a la microempresa. Soy un ardiente defensor de la mediana, pequeña y microempresa, pero creo que las soluciones que requieren
son mucho más profundas y debemos adoptarlas en conjunto como pa��s. Sin duda, el problema de fondo de la mediana y microempresa es no tener acceso a créditos más amable y a programas e instrumentos adecuados que les permitan surgir. Ésas son las herramientas que debemos propiciar. Creo que más que permitir el funcionamiento de microempresas en las casas deberíamos apoyar decididamente la creación de barrios in-dustriales especiales en cada ciudad en los cuales puedan instalarse, apoyándolas eco-nómicamente para que se desarrollen.
En definitiva, si bien es cierto que tenemos que aprobar esta iniciativa que soluciona la situación de emergencia que hoy viven las microempresas, permitiendo que funcionen dentro de las casas, considero que no es la solución adecuada ni definitiva del problema. Tenemos que encontrar una solución definitiva porque, como se ha dicho, son ellas los que generan la mayor cantidad de puestos de trabajo. Desde ese punto de vista, teniendo claras todas las consideraciones expuestas durante la discusión, si bien con esta iniciativa mejoramos la ley original, estoy absolutamente convencido de que debemos hacerlo en forma real y definitiva.
Entonces, si ésa es la intención de todos, démonos el tiempo para que vaya a la comisión respectiva -en este sentido, lo adecuado es que sea la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano- para que allí se realicen las correcciones que sean necesarias y sea despachado en unos días más. De esa manera, tendremos una ley que favorecerá al microempresario que será mucho más efectiva, pues compatibilizará los intereses de los microempresarios con los de los vecinos.
Por eso, sugiero que el proyecto vaya a la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano, a fin de corregir los problemas detectados durante su discusión.
He dicho.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Informo a la Sala que el Ejecutivo ha retirado la urgencia de discusión inmediata para el despacho de este proyecto, con el compromiso de que será repuesta la próxima semana.
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Correa.
El señor CORREA .-
Señor Presidente , esta discusión ha demostrado que, muchas veces, cuando se quiere legislar para lograr determinados objetivos, éstos no se consiguen. Es así como hoy se ha señalado una serie de defectos que tiene este proyecto, a pesar de que todos coincidimos en la necesidad de legislar para mejorar la situación de la pequeña y mediana empresa.
Me voy a referir a un tema que si bien no tiene directa relación con el proyecto que estamos tratando, sí la tiene con otra iniciativa que legisla a favor de la pequeña y mediana empresa. Me refiero a la ley que permite la capacitación de los pequeños y medianos empresarios a través de la franquicia que otorga el Sence.
El sistema funciona de la siguiente manera: el Sence permite que algunos organismos intermedios realicen un trabajo de supervisión de la capacitación que llevan a cabo los organismos técnicos de capacitación, Otec, que tienen que hacer todo el papeleo necesario para que el Servicio de Impuestos Internos autorice a las pequeñas empresas a descontar de su declaración de renta el valor de los cursos de capacitación. Pues bien, existe una empresa, que se llama Prodem , que supervisa a las empresas Otec, que hoy está siendo cuestionada por el Servicio de Impuestos Internos. Es así como muchos pequeños y medianos empresarios están siendo presionados por el banco, porque fueron ellos los que recibieron el dinero: No obstante que fueron incentivados por el Sence para que se capacitaran, hoy se encuentran con el grave inconveniente de que están siendo ejecutados por los bancos, que les están embargando su capital de trabajo.
Aquí estamos ante un típico caso de una ley que se hizo con el objeto de favorecer a los pequeños empresarios mediante la capacitación, pero que no está funcionando porque hay una empresa que cometió actos irregulares.
Quise referirme a este caso porque también afecta a los pequeños y medianos empresarios. Aunque -como dije- no tiene que ver con el proyecto mismo, sirve para demostrar que las cosas se tienen que hacer bien.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Felipe Letelier.
El señor LETELIER (don Felipe).-
Señor Presidente, el objetivo del proyecto es ayudar a un sector fundamental de la economía nacional como son las Pymes.
Después de escuchar los fundamentos de los colegas de las distintas bancadas -no debemos olvidar que estas instancias económicas generan el mayor número de empleos- y considerando la situación por la que atraviesa el país, por supuesto que estamos de acuerdo en dar todo tipo de facilidades a este sector.
Pero creo que existe confusión respecto de este proyecto, por una cuestión más de forma que de fondo. Si la Comisión de Vivienda lo hubiera tratado, incluso de manera muy rápida, no habríamos tenido este largo debate. Como no lo hizo, estamos confundidos y hacemos grandes discursos.
Es cierto que todos estamos interesados en que este sector levante cabeza, progrese y se desarrolle, porque es importante para nuestra economía. Pero tampoco se trata de permitirle que haga lo que quiera con tal de que se reactive y se recupere. No es eso.
Por lo tanto, lo que corresponde -me dirijo especialmente a los diputados que han participado en la polémica- es fijar un plazo. Es decir, cuánto tiempo les vamos a dar a las pymes para que puedan funcionar de la forma señalada. Creo que cuatro o cinco años serían suficientes. Después podrían regularizar su situación, de acuerdo con las normas de la ley General de Urbanismo y Construcciones.
Creo que los discursos pronunciados no ayudan a solucionar el problema de las pymes. Hay que abordarlo de otra manera.
Habría que preguntarse qué hace el Estado chileno desde el punto de vista de una política económica relacionada con las Pymes y no aferrarnos a este proyecto que resulta insignificante para su viabilidad. Hay pymes que mueren y otras que deben asociarse para recuperarse. Y este proyecto no las levantará por mucho que les demos facilidades para que funcionen de acuerdo con sus posibilidades. La solución es otorgarles un plazo prudente de cuatro, cinco o seis años para que, posteriormente, cumplan con las normas vigentes.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , sólo para expresar mi preocupación por el tema.
Durante el tratamiento del proyecto los representantes del Ejecutivo manifestaron que no era otra cosa que reconocer lo que estaba surgiendo como microempresa y legalizar lo que estaba ocurriendo ilegalmente. No se dijo que podrían instalarse nuevas microempresas familiares. Entonces, la idea del legislador es sanear una situación que existe, pero no las que puedan producirse a futuro. Por eso, creo que hay una especie de confusión.
Estoy totalmente de acuerdo en que la Comisión de Vivienda, es decir, la comisión
técnica, debió haber conocido el proyecto o, tal vez, la Comisión Especial de Pymes, pero, lamentablemente, venía con urgencia calificada de “discusión inmediata”. Con esto no quiero decir que el Ejecutivo se apresuró, sino sólo que quiso subsanar un error. Hay que reconocerlo.
¿Quién no recuerda que en el año 2001 el Congreso Nacional aprobó un nuevo estatuto de la microempresa familiar con la finalidad de estimular su desarrollo? Para ello, se le permitió mantenerse al margen de una serie de exigencias previstas en la legislación tributaria. Incluso, hoy sus patentes se verán reducidas en el 50 por ciento. Eso también está en el proyecto.
En el informe de la Comisión de Hacienda, que lo trató ayer, no aparece una cosa fundamental -seguramente se debe haber referido a ello diputado José Miguel Ortiz ; no estuve presente cuando rindió su informe-: uno de los grandes logros del proyecto es la rebaja del 50 por ciento de las patentes de las microempresas.
Este también es un punto interesante para el erario en cuanto a costos, pero no se había dicho. Entonces, se están dando todas las facilidades, pero, antes de pronunciar estos grandes discursos -como decía mi colega Felipe Letelier -, es necesario que el proyecto vuelva a comisiones -incluso podría pasar a la de Vivienda- para corregir un error que impediría a las microempresas familiares seguir funcionando.
He dicho.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Informo a la Sala que el Ejecutivo retiró la urgencia, de manera que propongo votar ahora en general y, posteriormente, enviar el proyecto, para segundo informe, a las comisiones de Hacienda y Especial de la Pequeña y Mediana Empresa, Pymes.
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señor Presidente , si no me equivoco, fui el primero en denunciar el problema que afecta a las microempresas, que es netamente de competencia de la Comisión de Vivienda. En consecuencia, ella debiera pronunciarse al respecto. El hecho de que la Comisión Pymes no conozca a fondo la materia, dio como resultado el proyecto que se ha analizado.
El señor LEAL ( Presidente en ejercicio).-
Entiendo que habría acuerdo entre algunos de los diputados y diputadas respecto de la fórmula sugerida, pero recuerdo que se requiere la unanimidad de la Sala para modificar el trámite del proyecto.
¿Habría acuerdo para votarlo en general y, posteriormente, enviarlo a las comisiones Especial de la Pequeña y Mediana Empresa y de Hacienda, a la cual debe ir obligatoriamente?
Acordado.
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señor Presidente , las comisiones de Hacienda y de Pymes no conocen el tema, de manera que nuevamente se van a equivocar.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Cerrado el debate.
En votación en general el proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 82 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
Aprobado en general el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Correa, Cubillos (doña Marcela), Delmastro, Dittborn, Egaña, Encina, Escalona, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), González (don Rodrigo), Guzmán (doña Pía), Hales, Hidalgo, Jaramillo, Jarpa, Kast, Kuschel, Leal, Leay, Letelier (don Felipe), Longton, Longueira, Luksic, Masferrer, Melero, Mella (doña María Eugenia), Molina, Montes, Mora, Moreira, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Navarro, Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Pérez (don Víctor), Prieto, Quintana, Recondo, Riveros, Robles, Rojas, Rossi, Saffirio, Salaberry, Sánchez, Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Soto (doña Laura), Tapia, Tarud, Tohá (doña Carolina), Tuma, Ulloa, Uriarte, Valenzuela, Varela, Vargas, Vidal (doña Ximena), Villouta, Von Mühlenbrock y Walker.
El señor LEAL (Presidente en ejercicio).-
El proyecto pasa a las comisiones Especial de la Pequeña y Mediana Empresa y de Hacienda, para segundo informe.
Terminado el Orden del Día.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/3577-03