" \n\nEl se\u00F1or MONCKEBERG.- \nse\u00F1or Presidente, estamos a las puertas de que se introduzca en Chile el divorcio vincular. \nAlgunos diputados est\u00E1n contentos, porque la causa que se ha impulsado por m\u00E1s de cien a\u00F1os est\u00E1 pr\u00F3xima a ser aprobada. A ellos los respeto mucho, pero creo que est\u00E1n defendiendo una causa equivocada. Otros est\u00E1n un tanto resignados y, de esa forma, creen justificar su voto favorable a este proyecto, como si se tratara del mal menor. Por \u00FAltimo, hay una minor\u00EDa, entre la que me encuentro, que lo ve como una derrota propia, que, aparte de serlo, es fundamentalmente una derrota de las futuras generaciones. \nEs cierto que, en la actualidad, todos los pa\u00EDses tienen una ley de divorcio, pero con una gran diferencia: cuando legislaron sobre la materia no conoc\u00EDan las experiencias de otros pa\u00EDses ni la informaci\u00F3n que hoy tenemos sobre el particular. Ahora, nosotros estamos legislando sobre lo mismo, pero con informaci\u00F3n totalmente distinta. Lo que es peor, se nos propone la m\u00E1s mala de las alternativas de divorcio conocidas internacionalmente. \nEsos son los aspectos que quiero mencionar sobre el proyecto, no porque quiera eludir el tema, sino porque no quiero ser reiterativo, ya que ha sido objeto de innumerables an\u00E1lisis. \nEl ministro de Justicia se\u00F1al\u00F3 que la iniciativa no obliga a nadie a divorciarse, ni tampoco a casarse para toda la vida. Sin embargo, al introducir el divorcio unilateral, hace justamente lo contrario. Por ejemplo, si una mujer casada demanda al tribunal \u00FAnicamente la separaci\u00F3n judicial, pero, simult\u00E1neamente, su esposo demanda ante el mismo tribunal el divorcio unilateral, el juez, ante esas situaciones distintas, deber\u00E1 necesariamente dar la raz\u00F3n al marido. En consecuencia, a la mujer que decide solicitar s\u00F3lo la separaci\u00F3n, ya sea porque quiere dar tiempo a la relaci\u00F3n, porque desea intentar mejorarla o simplemente porque no quiere perder los derechos hereditarios sobre el marido, el proyecto no le otorga herramienta legal alguna para evitar el divorcio solicitado por su esposo. Por lo tanto, se le obliga a divorciarse.\n \nHay otro aspecto mucho m\u00E1s importante. El ministro se refiri\u00F3 a que el proyecto protege a la mujer y a los ni\u00F1os, lo cual tambi\u00E9n ha sido mencionado a lo largo del debate. Sin embargo, mi impresi\u00F3n es que el divorcio que se propone no s\u00F3lo no mejora la situaci\u00F3n de desprotecci\u00F3n de muchas mujeres, la que ciertamente es abismante, sino que la empeora. Seg\u00FAn estudios del Sernam, existen cifras impactantes al respecto. S\u00F3lo el 26 por ciento de las mujeres logra obtener pensi\u00F3n de alimentos, pero 60 por ciento de ellas son inferiores a 50 mil pesos. El proyecto no contiene un solo art\u00EDculo que cambie esta situaci\u00F3n.\n \nSe ha dicho que para proteger a la mujer se cre\u00F3 el sistema de compensaciones, que beneficia a la que, por trabajar en el hogar, no ha podido desempe\u00F1arse en el mercado laboral externo. Sin embargo, la iniciativa dispone que para determinar el monto de las compensaciones el juez debe recurrir a una serie de criterios subjetivos, no objetivos, como la capacidad del marido para pagar y su patrimonio, lo que constituye una verdadera innovaci\u00F3n jur\u00EDdica. Primera vez que conozco de una indemnizaci\u00F3n que se fije en relaci\u00F3n con el dinero que tenga quien deba pagarla y no con el da\u00F1o provocado a la v\u00EDctima. Es como si ma\u00F1ana yo atropellara a alguien, y el juez determinara el monto de la indemnizaci\u00F3n en funci\u00F3n a la plata que tengo para pagar. Francamente, es una situaci\u00F3n sin precedente. \nPor supuesto, la compensaci\u00F3n es una gran soluci\u00F3n para las familias adineradas, que tienen muchos bienes con los cuales ofrecer una compensaci\u00F3n justa, pero una simple ilusi\u00F3n para miles de familias modestas, en las que dif\u00EDcilmente los c\u00F3nyuges que las mantienen tienen dinero a fin de mes para pagar el dividendo. Por lo tanto, no s\u00E9 en qu\u00E9 consiste ese tipo de protecci\u00F3n para la mujer. \nPero hay m\u00E1s. Si el marido no tiene recursos para la compensaci\u00F3n, el juez puede autorizar un pago en cuotas, sin exigir garant\u00EDa alguna. \u00BFEn cu\u00E1ntas cuotas? En las que quiera, vitalicias. \u00BFQui\u00E9n de los presentes puede ir a un banco a pedir un cr\u00E9dito si mantiene deudas impagas con la misma entidad? Francamente, no me parece aceptable que una persona adquiera compromisos con una segunda familia si mantiene deudas pendientes o no garantiza el cumplimiento de las obligaciones con la primera. \nDejar\u00E9 de lado mi punto de vista particular. No dudo de la buena fe de los partidarios del divorcio, quienes ven en el proyecto un camino para alcanzar el bien com\u00FAn, aunque sus razones me parecen discutibles. \nQuiero analizar las razones de fondo que, a mi juicio, nos est\u00E1n arrastrando inequ\u00EDvocamente a aprobar el proyecto que hoy se somete a nuestra consideraci\u00F3n. \nEn primer lugar, siento que hay temor a seguir un camino propio. Si todos los pa\u00EDses tienen ley de divorcio, \u00BFpor qu\u00E9 Chile no? Es decir, consideramos mucho m\u00E1s el n\u00FAmero de pa\u00EDses que han legislado sobre esta materia que los resultados, las consecuencias y los diagn\u00F3sticos hechos por esos pa\u00EDses sobre el divorcio, en sus respectivas realidades.\n \nHay un segundo motivo. El Congreso chileno opta, nuevamente, por la soluci\u00F3n m\u00E1s sencilla, la m\u00E1s f\u00E1cil. No es primera vez. Hace algunos a\u00F1os, todos nos abismamos por la cantidad de hijos ileg\u00EDtimos -nacidos fuera del matrimonio- que hab\u00EDa en Chile. Por supuesto, hab\u00EDa que igualarlos ante la ley; pero \u00E9se era s\u00F3lo el comienzo del trabajo. Sin embargo, a partir de esa fecha, nada hemos hecho para resolver el problema real del ni\u00F1o nacido fuera del matrimonio. Hoy no han disminuido, y sus problemas de discriminaci\u00F3n y psicol\u00F3gicos se mantienen. \u00BFDe qu\u00E9 sirve el parche legal si el problema real no lo solucionamos?\n \nNo quiero que la gente crea que por el hecho de que se est\u00E1 legislando en favor del divorcio, se est\u00E1n resolviendo los problemas de las familias. \u00A1Por favor! Cuando una madre no tiene ninguna posibilidad de conseguir pensi\u00F3n alimenticia, del marido que se arranca, porque la estructura del Estado no le ofrece esa garant\u00EDa, no estamos solucionando el problema.\n \nPero hay una tercera raz\u00F3n. Tenemos una importante falta de liderazgo. Todos sabemos que el derecho y los hechos no son lo mismo. El derecho tiene un fin pedag\u00F3gico; tiende a concretar los ideales, a representar los valores. Por supuesto, no estoy pensando en que el derecho tenga que consagrar valores trascendentes ni que represente los valores de Santa Teresa; pero algunos b\u00E1sicos, s\u00ED, y los pueden distinguir de la realidad. No podemos pensar que los legisladores s\u00F3lo tengamos que decidir, reconocer, adecuar y nivelar la realidad hacia lo m\u00E1s f\u00E1cil. Los pol\u00EDticos y los legisladores no son meras veletas que reconocen y adecuan las leyes a la realidad.\n \nEn este sentido, falta liderazgo en la pol\u00EDtica chilena. No es primera vez que lo vemos. Hay temor y p\u00E1nico a perder; se gobierna de acuerdo con las encuestas, con los aplausos y con los estudios de opini\u00F3n. Pero no se puede pagar cualquier costo con el objeto de mantenerse en el cargo. Por lo tanto, votar\u00E9 en contra de la normativa en discusi\u00F3n. Desde ya, aviso a mis electores que votar\u00E9 negativamente, porque no quiero que se introduzca el divorcio en Chile.\n \nNo juzgo a nadie por lo que diga, piense o vote hoy. Respeto m\u00E1s mi conciencia que las encuestas de opini\u00F3n. Si este voto defrauda a algunos, su veredicto se reflejar\u00E1 en las urnas. Pero no tengo miedo de ser distinto. \nEl mundo ten\u00EDa derecho a esperar de Chile algo diferente. Hoy disponemos de informaci\u00F3n, con la cual no contaban Alemania, en 1976; Francia, en 1975; Italia , en 1970. En aquellos a\u00F1os hab\u00EDa excusas para equivocarse; hoy no las tenemos.\n \nLas nuevas generaciones se har\u00E1n la siguiente pregunta: \u00BFpor qu\u00E9 el Congreso Nacional vot\u00F3 hoy igual que dichos pa\u00EDses hace treinta a\u00F1os, pero con una informaci\u00F3n totalmente distinta?\n \nHe dicho. \n \n " . . . . . . . .