REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 38�, en mi�rcoles 2 de abril de 2003 Ordinaria (De 16:19 a 19:11) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y CARLOS BOMBAL, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Homenaje a la Fuerza A�rea de Chile en su 73� aniversario (se rinde)... V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en primer tr�mite, que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (2944-03) (se aplaza su votaci�n)............................. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la ley N� 19.479, sobre gesti�n y personal del Servicio Nacional de Aduanas (3034-05) (se aprueba en general)............................................................................. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la ley N� 18.490, que estableci� seguro obligatorio de accidentes personales causados por circulaci�n de veh�culos motorizados (2447-15) (se acuerda que vuelva a Comisi�n).................................................................................................. VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)................................................... Construcci�n de tramo final de Carretera Austral (observaciones del se�or Stange)............................................................................................... Gimnasio techado para liceo rural Las Quemas, de Puerto Montt (observaciones del se�or Stange)........ Anticipaci�n de cobro de peajes laterales en Ruta 5 Sur (observaciones del se�or Moreno)........................................................................................ VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --Parra Mu�oz, Augusto --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, el se�or Ministro de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n y Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a, y los se�ores Subsecretario de Econom�a y Jefe de la Divisi�n Jur�dica del Ministerio de Econom�a. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:19, en presencia de 19 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 35� y 36�, ordinarias, en 25 y 26 de marzo del a�o en curso, respectivamente, que no han sido observadas. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios De la Honorable C�mara de Diputados, por medio del cual comunica que ha dado su aprobaci�n a las enmiendas propuestas por el Senado al proyecto de reforma constitucional que establece la obligatoriedad y gratuidad de la educaci�n media (Bolet�n N� 3.039-07). --De acuerdo con la facultad que le confiere al Presidente del Senado el art�culo 117 de la Carta Fundamental, y para los efectos de lo dispuesto en la se�alada norma constitucional, se convoca a sesi�n de Congreso Pleno para el mi�rcoles 7 de mayo del presente a�o, a las 11:30, en primera citaci�n. Del se�or Director Ejecutivo de la Corporaci�n Nacional Forestal, por medio del cual remite informaci�n referida a bonificaciones forestales. Del se�or Fiscal Regional subrogante de la IV Regi�n, mediante el cual env�a el documento "Cuenta P�blica a�o 2002", relativo a la gesti�n que realiza la entidad a su cargo. Del se�or Vicepresidente Ejecutivo de la Comisi�n Chilena del Cobre, por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, informando de las acciones adoptadas por dicha instituci�n en la situaci�n que indica. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes De la Comisi�n de Relaciones Exteriores, reca�do en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, relativo a la aprobaci�n del "Convenio de Transporte A�reo entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica Popular China relacionado con el Transporte A�reo Civil" y su anexo (Bolet�n N� 3.163-10). De la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que facilita la denuncia en casos de atentados sexuales y permite una mejor investigaci�n del delito (Bolet�n N� 2.925-07). --Quedan para tabla. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. HOMENAJE A LA FUERZA A�REA DE CHILE EN SU 73� ANIVERSARIO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Saludo a la delegaci�n de la Fuerza A�rea de Chile que hoy nos visita con motivo del homenaje que el Senado rendir� a esa rama de la Defensa Nacional en su septuag�simo tercer aniversario. Con ese fin, voy a ceder la palabra al Honorable se�or Vega, quien ha solicitado intervenir en primer lugar. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, se�ores Senadores, estimados Camaradas Aviadores, distinguido p�blico, para m� constituye un privilegio hacer uso de la palabra en esta ocasi�n tan especial, porque me siento muy involucrado en este homenaje, que rindo en nombre del Comit� Institucionales 1. Hoy como naci�n estamos viviendo y participando internacionalmente en el primer conflicto b�lico del siglo, que, sin ninguna duda, ha impactado y sensibilizado dram�ticamente al mundo por los globalizados efectos generados desde el ataque terrorista a las Torres Gemelas en 2001. A pesar de los hist�ricos esfuerzos por alcanzar una convivencia pac�fica, esta guerra nos demuestra, una vez m�s, que a�n estamos lejos de una eficiente estructura de naciones universalmente organizadas. La estructura cl�sica del Derecho Internacional entre los Estados, dise�ada en los paradigmas de los a�os veinte y cuarenta del siglo pasado, a�n se muestra impotente para neutralizar y responder con el equilibrio de la justicia los dram�ticos problemas presentes del mundo. Me permito hacer esta reflexi�n inicial, por cuanto el Senado de la Rep�blica, crisol del Estado de Derecho en nuestra naci�n, rinde hoy un sentido homenaje a la Fuerza A�rea de Chile, instituci�n vital del poder de la fuerza que se genera y act�a en el �mbito de acci�n que aqu�l le otorga. El Derecho, en una naci�n-Estado,naci�n-estado, no es, como bien sabemos, un concepto abstracto, sino una fuerza en acci�n que emerge de la vida humana misma para su ordenamiento social, con un criterio de justicia, que legitima el poder pol�tico y, en �ltima instancia, el poder nacional del cual las Instituciones de la Defensa son parte indisoluble. A ello se debe que el Derecho, en su ordenamiento social, incluya la fuerza, sea para imponerlo, sea para defenderlo. No es por casualidad el que la justicia se represente, simb�licamente, provista de la balanza y de la espada. Es la gran raz�n de que la fuerza de estas instituciones radique en sus principios, en sus doctrinas, en la jerarqu�a de su potencial humano, m�s que en la de su armamento. La Fuerza A�rea de Chile es una consecuencia directa de esta organizaci�n institucionalizada de nuestra Rep�blica. Sus doctrinas y principios nacen en el siglo XX, a escasos seis a�os del primer vuelo de los legendarios hermanos Wright, en 1903. La visi�n certera de sus precursores militares y pol�ticos de la �poca, los hacen merecedores, profesionalmente, de admiraci�n y respeto, por lo que, en este homenaje, nada m�s leg�timo que una reflexi�n sobre sus estrat�gicas decisiones, sobre las cuales se ha perfeccionado, en estos 73 a�os, el poder a�reo de nuestra naci�n. Los servicios a�reos del Ej�rcito y de la Marina se integran en una sola organizaci�n que conforma la Fuerza A�rea de Chile el 21 de marzo de 1930 (decreto N� 1.167). El gran impulsor de esta iniciativa, como ya sabemos, fue el Comodoro Arturo Merino Ben�tez que, en enero del mismo a�o, hab�a unido por el aire a Santiago y Punta Arenas, demostrando con ello que el avi�n ser�a un gran aporte geopol�tico a la integraci�n y progreso nacionales. Lo expresa espec�ficamente el N� 4 de los considerandos de ese hist�rico decreto, que tambi�n incluye en su N� 5 a la L�nea A�rea Nacional para unir Santiago-Arica y Santiago-Punta Arenas. Esta aerol�nea se formalizar�a, como bien sabemos, en 1931. Es leg�timo recordar y expresar tambi�n en este homenaje que la preocupaci�n por integrar a Chile a la naciente y espectacular tecnolog�a aeron�utica hab�a comenzado ya en 1909 �nuestro pa�s fue muy precoz en incursionar en dicha tecnolog�a-, con un informe del Coronel ingeniero de Ej�rcito, don Pedro Pablo Dartnell, a quien el General don Ar�stides Pinto Concha, Jefe de la Misi�n Militar Alemana en esa �poca, hab�a encomendado el an�lisis de la revoluci�n tecnol�gica que estaba produciendo el avi�n en Europa. El General Pinto Concha y el Coronel Dartnell forjaron las bases fundacionales que precedieron a la Fuerza A�rea, creando la Escuela de Aviaci�n en 1913, trayendo las misiones inglesas Scott y Houston en 1918 y 1920, respectivamente; el cruce de los Andes de Dagoberto Godoy en 1918, y la creaci�n de la Maestranza de Aviaci�n (hoy ENAER) en 1921. El Comodoro Arturo Merino Ben�tez y el General Diego Aracena �que en 1922 hab�a unido en vuelo Santiago y R�o de Janeiro- constituyen una conclusi�n muy vocacional y profesional de esta primera etapa aeron�utica, que comienza con el siglo pasado. Pocos hitos en la historia de los pueblos son tan determinantes y definitivos, para encauzar su desarrollo y su destino, como el realizado por estos precursores. Prematuramente vieron en este naciente poder a�reo, no s�lo una tercera dimensi�n del campo de batalla, sino tambi�n un factor que unir�a a las regiones y al mundo. Hoy, nuestras regiones Primera y Segunda, Und�cima y Duod�cima, y Chile mismo, que es una isla muy compleja, deben en gran medida su presencia regional, nacional y mundial a esta grande y oportuna visi�n. Ella, por sobre intereses partidistas, en una �poca convulsionada pol�ticamente, impuso la gran pol�tica aeron�utica de Estado, que ser�a esencial para el futuro de la naci�n. Nuestra Fuerza A�rea recibe este homenaje por haber logrado materializar en estos 73 a�os una doctrina y principios aeron�uticos y espaciales que requieren necesariamente de esta sofisticada tecnolog�a de vanguardia. En la cabina del avi�n, en un puesto de mando, en el transponder de un sat�lite, se encuentra micronizada la investigaci�n cient�fica de cinco mil a�os. Ello implica necesariamente vocaci�n, profesionalismo y clara visi�n de las metas por alcanzar, particularmente en un pa�s que pretende en algunos a�os integrar la liga mundial de pa�ses industrializados. Nuestra Fuerza A�rea se cuenta entre las m�s eficientes y prestigiadas del mundo. La Aviaci�n de Combate, en el marco de su capacidad econ�mica, ha logrado un razonable equilibrio regional, generando acuerdos con pa�ses vecinos, muy consciente de que la confianza mutua requiere acciones y no s�lo intenciones. La Ant�rtica es un gran logro de la Fuerza A�rea. Ha fortalecido la soberan�a de Chile hasta el Polo Sur. No le ha sido f�cil la exploraci�n de este complejo territorio. Incluso ha tenido un costo lamentable en valiosas vidas. Sin embargo, hoy nuestro pa�s, gracias a la muy h�bil y profesional utilizaci�n del avi�n con fines de desarrollo y soberan�a, ha conseguido que dicho territorio se constituya en un centro mundial del medio ambiente. La tecnolog�a aeroespacial se ha mostrado absolutamente multifac�tica, y es lo que nuestra Fuerza A�rea ha tratado de implementar en sus diversas especialidades y aplicaciones. La Empresa Nacional de Aeron�utica, por ejemplo, antigua Maestranza de Aviaci�n, creada en 1921, hoy ha obtenido certificaciones de calidad ISO 9.000 y 14.000, �nicas en el pa�s, perfeccionando exclusivos procesos de mantenimiento de turbinas, construcci�n de aeronaves, sistemas electr�nicos, etc�tera, que le han permitido asociarse con las principales f�bricas especializadas del mundo. La Direcci�n de Aeron�utica Civil es otro significativo ejemplo de la eficiencia profesional y tecnol�gica con que la Fuerza A�rea iniciara la administraci�n y control del Espacio A�reo Nacional desde sus mismos comienzos. Hoy, con cielos abiertos y Seguridad de Navegaci�n A�rea categor�a 1, otorgada por la FAA (Federal Aviation Administration), es un logro �nico y exclusivo de Chile en la regi�n sudamericana, lo que implica un gran beneficio para las aerol�neas y la econom�a nacionales, por lo que esta Direcci�n de Aeron�utica Civil es, definitivamente, una de las m�s innovadoras y eficientes del Continente. Por esa raz�n, ayer, en Montreal, Canad�, la Organizaci�n de Aviaci�n Civil Internacional (OACI), la integr� a su Consejo Permanente, conformado por 36 pa�ses, entre sus 187 miembros. La Feria Internacional del Aire y el Espacio es otra muy buena demostraci�n estrat�gica de c�mo nuestra Fuerza A�rea se ha integrado al gran club mundial del espacio, con definici�n de objetivos muy pr�cticos y consecuentes a la necesaria importancia de una presencia en el mundo, en estas tecnolog�as de vanguardia aeroespacial. La atm�sfera fue el escenario natural inicial de estas ciencias y tecnolog�as. Sin embargo, las espectaculares investigaciones astron�micas y cosmol�gicas presentes nos han entregado otras coordenadas espaciales que hoy demandan a pol�ticos y aviadores un nuevo impulso en la exploraci�n y conquista espacial. Los pa�ses desarrollados, investigadores y exploradores de este espacio exterior intuyeron su extraordinaria potencialidad como servicio imprescindible para la integraci�n de las naciones, no s�lo en el perfeccionamiento de su tecnolog�a aeron�utica, con navegaci�n satelital o posicionamiento global, por ejemplo, sino tambi�n en su aporte a la medicina, comunicaciones, medio ambiente, ordenamiento territorial, meteorolog�a, etc�tera, por nombrar algunos factores esenciales del bien com�n econ�mico y social de los pueblos. La Fuerza A�rea no pod�a estar ausente en esta nueva etapa de la aventura espacial y crea en 1980 el Comit� de Asuntos Espaciales, para la coordinaci�n de los esfuerzos nacionales en estas complejas materias. En 1995 construye y pone en �rbita un microsat�lite experimental con programas educacionales, posicionamiento global, sensores remotos �pticos y evaluaci�n de la capa de ozono. Este �ltimo programa aport� valiosa informaci�n para la ley relacionada con esta materia, que aprobamos recientemente en el Senado. La Fuerza A�rea y el Comit� Asesor Presidencial Espacial tienen en tr�mite un proyecto de ley para crear la Agencia Chilena del Espacio, el que pronto llegar� al Congreso para su an�lisis. Se�or Presidente, se�ores Senadores, estimados camaradas aviadores, estos 73 a�os que la Fuerza A�rea celebra en forma merecida y leg�tima han sido los de mayor din�mica de transici�n en la historia universal. El 80 por ciento de los inventos de la vida cotidiana se ha producido en este lapso. El desarrollo aeroespacial ha sido un gran fundamento de esta gran presi�n de cambio que, con todos sus conflictos, pesa sobre los hombros de las nuevas generaciones y requiere necesariamente la atenci�n del poder pol�tico para adoptar las nuevas decisiones de Estado que el presente nos demanda. Nuestros mejores deseos de �xito a todos los aviadores, hombres y mujeres; oficiales, suboficiales y profesionales civiles; muy particularmente a su Comandante en Jefe y su Alto Mando, quienes tienen la gran responsabilidad de proyectar esta fundamental obra institucional de Chile, siempre inspirados en el lema de nuestro escudo, "Quam celerrime ad astra" -que, como sabemos, significa "R�pido a las estrellas"-, perseverando en el patri�tico y vocacional profesionalismo demostrado en estos 73 a�os de existencia. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, Honorables colegas, representantes de la Fuerza A�rea: Homenajear a la Fuerza A�rea de Chile en sus 73 a�os de vida no es algo trivial para m�. Al contrario, constituye un acontecimiento que me produce gran emoci�n. Soy Senador de la Rep�blica, ejerc� el cargo de Ministro de Estado, pero no fui integrante de la FACH. Soy, s�, hijo de un oficial de la Fuerza A�rea que dedic� toda su vida a la Instituci�n. Mi ni�ez y mi juventud estuvieron ampliamente influenciadas por mi cercan�a con la FACH. La Escuela de Aviaci�n Capit�n �valos, Cerro Moreno, El Bosque, Base A�rea de Quintero, Colina y Regimiento de Artiller�a Antia�rea, son puntos de referencia cruciales de mi biograf�a personal. M�s a�n, viv� en muchos de esos lugares, y all� conoc� de los rigores, de los sacrificios y, tambi�n, de las satisfacciones que depara la carrera militar. En la Fuerza A�rea aprend� muchas cosas e hice muchos amigos. Me asent� en valores que he tratado de proyectar consistentemente en mi vida: el sentido del honor, la responsabilidad, el gusto por la misi�n cumplida, la disciplina y la jerarqu�a, junto con el respeto a los subordinados. Tengo por ello sentimientos de mucha gratitud hacia esa Instituci�n. Y en varias ocasiones he expresado que de alguna manera me siento parte de lo que muchos llaman con propiedad "la familia a�rea". El desplome de la democracia y el golpe de Estado del 73 introdujeron en el pa�s situaciones muy dolorosas. S�bitamente, la FACH se transform� en una instituci�n, para m� y para muchos, irreconocible: intolerante; feroz en algunos casos; capaz de encarcelar y torturar a los suyos. Mi padre, junto con muchos otros, fue v�ctima inocente de ese cambio brutal de situaci�n, que afect� como un hurac�n al conjunto del pa�s. Para mi familia, y para mi padre en particular, todo lo que ocurri� en los consejos de guerra fue terriblemente dram�tico. La verdad sea dicha: �l nunca alcanz� a entender exactamente lo que all� sucedi�. Las penurias que debieron enfrentar mi padre y otros camaradas de armas -como Alberto Bachelet, Ernesto Galaz, Sergio Poblete, Ra�l Vergara, Belarmino Constanzo- son conocidas y han sido relatadas en diversos textos. No quiero insistir en ellas aqu�. En todo caso, se public� recientemente un libro de un buen periodista, Fernando Villagr�n, que, en mi opini�n, resume bien esa historia. Pero no quiero quedarme all�. Deseo expresar que, en particular, la memoria de mi padre ya fue reivindicada. Y, en ese sentido, estoy especialmente agradecido de los Generales Matthei y Vega, quienes, como Comandantes en Jefe de la Fuerza A�rea, as� lo hicieron. Claramente, me siento parte de los que desean avanzar en forma resuelta hacia nuevos tiempos. Y estoy convencido de que la FACH cumple una misi�n muy trascendente, no s�lo para la defensa, sino tambi�n para el desarrollo nacional y, como aqu� se ha dicho, para la proyecci�n internacional de Chile. Es una instituci�n integrada por personas que disponen de una alt�sima formaci�n t�cnica y que, sin duda, quieren lo mejor para el pa�s. Estoy convencido de que es posible concretar con mucha rapidez algunas peque�as iniciativas, probablemente muy modestas, que permitan superar definitivamente episodios dolorosos del pasado. Pienso que debemos tratar de reparar, en toda la medida de lo posible, las injusticias que se cometieron. Y, sobre esa base -una familia a�rea plenamente unida y reconciliada, altamente prestigiada frente a la ciudadan�a-, las enormes capacidades con que cuenta la Instituci�n se pueden potenciar a nuevos niveles que -estoy seguro- constituir�n una parte muy importante de aquello que m�s s�lidamente sustenta el orgullo nacional. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, autoridades de la Fuerza A�rea presentes en las tribunas, Honorables colegas: Los Senadores democratacristianos, agrupados en el Comit� que represento, hemos querido rendir homenaje a la Fuerza A�rea de Chile en el d�a de hoy, cuando han transcurrido 73 a�os desde que el 21 de marzo de 1930 el Comodoro Arturo Merino Ben�tez la fund� como una rama aut�noma de la Defensa Nacional. Es con ocasi�n de este nuevo aniversario de tan prestigiosa instituci�n castrense que el Senado de la Rep�blica tributa este reconocimiento a quienes, a lo largo de la historia, han dedicado sus mejores esfuerzos, con aut�ntico esp�ritu de servicio y gran profesionalismo, al servicio de Chile y sus habitantes. La Fuerza A�rea y su estructura jur�dica son una consecuencia directa de conceptos institucionales hist�ricos, raz�n de su profesionalismo y de la r�pida visi�n estrat�gica de sus precursores, a s�lo seis a�os del primer vuelo de los hermanos Wright, en 1903. El Gobierno y el Congreso Nacional decretaron en 1913 la creaci�n de la Escuela de Aviaci�n Militar, con la que se dio comienzo pr�ctico y muy precoz a la estructuraci�n del Poder A�reo Nacional, que ha surcado con sus alas civiles y militares todos los rincones del planeta. Nuestra Fuerza A�rea vive una de las etapas m�s relevantes desde el punto de vista de su desarrollo, en una clara perspectiva de modernizaci�n tecnol�gica y de futuro, correspondi�ndole una misi�n fundamental en el resguardo de nuestro espacio a�reo y el permanente apoyo a la comunidad en tiempos de paz, por sobre todo respaldando a la gente que vive en sectores apartados, muchas veces aislados, debido a los efectos clim�ticos adversos que se registran en este territorio de tan distinta geograf�a. Se trata de una instituci�n que ha demostrado extraordinario dinamismo, no s�lo en sus bases, sino tambi�n en la investigaci�n cient�fica y tecnol�gica: intercambios acad�micos con importantes centros internacionales; �nfasis en la educaci�n; industria aeron�utica; Feria del Aire y del Espacio, que enorgullece a todos los chilenos y se convierte en el centro de reuni�n de casi todos los pa�ses del mundo; pol�tica de exploraci�n ant�rtica y proyecci�n hacia el Polo Sur, y tantas otras tareas que la poblaci�n observa con leg�tima satisfacci�n. Por el entorno natural donde opera, la Fuerza A�rea de Chile tambi�n est� mirando m�s all� de la trop�sfera. Su camino en la conquista del espacio debe continuar, para estar a la vanguardia en todos los �mbitos que los tiempos actuales nos imponen como el gran desaf�o del presente siglo. Y ello representa una constante en el mundo globalizado. Porque si realmente nuestro pa�s desea mirar el futuro, no puede quedar al margen del desarrollo espacial. Y en el Congreso Nacional velaremos por una adecuada pol�tica espacial, que constituya una pol�tica de Estado, sentimiento que estoy seguro pertenece al conjunto de la sociedad chilena. A los altos est�ndares operacionales con que hoy cuenta la FACH, luego de un prolijo y eficiente proceso de modernizaci�n de aviones, de sistemas de mando y control y de alerta temprana, es oportuno proseguir con los programas satelitales iniciados con la serie FASat, que posibilit� obtener valiosa informaci�n acerca de los factores provocados por el deterioro de la capa de ozono, mejorar la evaluaci�n meteorol�gica y contar con sensores remotos, y asimismo, facilitar las operaciones de b�squeda y salvamento; las prospecciones pesquera, forestal y minera, y la creaci�n de clubes a�reos a lo largo del pa�s, a algunos de los cuales he pertenecido a mucha honra como piloto civil activo. En estos tiempos, en que, pese a los esfuerzos pacificadores y de di�logo en el mundo, observamos acciones b�licas en diversos puntos del orbe, queda en nuestras mentes que el control del espacio a�reo, la rapidez de reacci�n, el entrenamiento de pilotos y tripulaciones, la tecnolog�a, la confiabilidad de los sistemas de armas y la voluntad de su empleo son las variables que sintetizan el �xito de una Fuerza A�rea. Y ello requiere alta preparaci�n y vocaci�n de servicio a la patria. En estos tiempos de guerra, nuestro pa�s sigue teniendo vocaci�n por la paz y cree firmemente que el desarrollo y la potencialidad de nuestra pol�tica de Defensa tienen como �nico objeto la protecci�n de nuestra soberan�a. Este homenaje, solemne y sincero, lo tributamos con profundo respeto a la historia y al profesionalismo de cada uno de los integrantes de la Fuerza A�rea de Chile, mujeres y hombres, conscientes de que esta Instituci�n de la Defensa es reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente: En nombre de la bancada de la Uni�n Dem�crata Independiente, tengo el honor de rendir genuino homenaje a la Fuerza A�rea de Chile en su aniversario n�mero 73. De cuando en cuando el calendario nos se�ala en rojo fechas que conmemoran grandes haza�as de nuestras Fuerzas Armadas, marcadas por el triunfo y el hero�smo de sus protagonistas, poni�ndolos en el m�s alto sitial del honor y de la historia nacional. Basta recordar que este Poder del Estado abre su per�odo ordinario de sesiones en una de las fechas que marcan esos hitos, las Glorias Navales, y cierra esa etapa de su trabajo con la conmemoraci�n de la Primera Junta Nacional de Gobierno y las glorias de otra arma: las del Ej�rcito. Ese esp�ritu de entrega y servicio a la patria es el que ha inspirado a miles de j�venes a integrarse a las diversas ramas de las Fuerzas Armadas, aunque no siempre su esfuerzo diligente y silencioso se vea coronado por los laureles de la gloria o la excelencia del hero�smo, no por falta de vocaci�n a ello, sino porque la paz -anhelo de todo hombre, y m�s a�n del formado en las artes de la guerra- ha hecho innecesaria la inmolaci�n en la batalla. �se es el caso de los miles de chilenas y chilenos que han dedicado sus vidas al servicio de la naci�n en la Fuerza A�rea, cuyo septuag�simo tercer aniversario celebramos hoy con absoluto merecimiento. Todos ellos han contribuido de manera determinante al progreso del pa�s en funciones de vital importancia para la consolidaci�n y mantenimiento de nuestra soberan�a en los puntos m�s lejanos de nuestro territorio, aportando en forma cada vez m�s relevante al desarrollo de alta tecnolog�a en los m�s diversos campos de la modernidad, especialmente en el �mbito cient�fico. La historia de nuestra Fuerza A�rea est� colmada de acciones fundamentales en ese esfuerzo de integraci�n y avance, que la han puesto en un sitial tan glorioso como el que m�s. Isla de Pascua, la Ant�rtida chilena, Campo de Hielo Sur, son algunos de los lugares donde la m�s joven de las ramas de la Defensa ha marcado su presencia, ejerciendo la soberan�a en representaci�n de todos los chilenos. Fue as� como, en 1951, un conjunto de aviadores, encabezado por el Comandante de Grupo don Horacio Barrientos Cofr� y a instancias del piloto Capit�n de Bandada don Roberto Parragu� Singer, aterriz� por primera vez en la lejana Rapa Nui, no sin riesgo para sus hombres, por lo desconocido del destino y la ausencia de condiciones necesarias para las maniobras de aterrizaje. Hace cinco a�os, la Fuerza A�rea coron� sus traves�as a Pascua con la operaci�n Manu Tara I, que por primera vez uni� el continente con la isla, ubicada a m�s de 3 mil 600 kil�metros en el Oc�ano Pac�fico, en un vuelo directo realizado por aviones de combate F-5 Tigre III, que fueron reabastecidos en el aire por el tanquero �guila. Pero probablemente sea el territorio ant�rtico el mudo testigo de las m�s grandes proezas de los hombres del aire. El mismo a�o en que por primera vez los habitantes de Isla de Pascua ve�an asomarse por sus cielos un avi�n chileno se inauguraba tambi�n la primera base ant�rtica chilena de la Fuerza A�rea, bautizada "Gabriel Gonz�lez Videla" en homenaje al entonces Presidente de la Rep�blica. Ya en 1979 un avi�n H�rcules "anevizaba" en el c�rculo polar ant�rtico -el lugar m�s apartado que hasta entonces hab�a alcanzado una aeronave nacional-, y s�lo un a�o m�s tarde era inaugurada la base Teniente Rodolfo Marsh Mart�n, antecedente directo de la Villa Las Estrellas, que constituye el punto m�s austral donde se halla presente la soberan�a chilena, nuestra soberan�a, a trav�s de miembros de la Fuerza A�rea y de sus familiares. Las haza�as ant�rticas se han sucedido hasta nuestros d�as, con la llegada del primer helic�ptero FACH al Polo Sur, en 1999, y la instalaci�n de la �ltima de las estaciones polares, la Teniente Parodi, a fin de establecer un campamento permanente en apoyo a las expediciones cient�ficas, proyectando de esa manera la otra gran �rea de aporte de la Fuerza A�rea a la historia nacional: el desarrollo cient�fico. Pero, en los tiempos de paz -que la Fuerza A�rea ha luchado por preservar en sus 73 a�os de vida-, una de las misiones m�s importantes para la integridad de nuestra soberan�a que le ha tocado emprender fue, sin duda, la que en 1996 la llev� a Campo de Hielo Sur, donde se instal� un campamento para el entrenamiento de tripulaciones a�reas y la investigaci�n cient�fica. En este �ltimo campo, el de la formaci�n profesional y el desarrollo cient�fico-tecnol�gico, es donde la Instituci�n a la que hoy homenajeamos marca, tambi�n, se�era presencia. Desde aquel 11 de febrero de 1913, diecisiete a�os antes de su origen como rama independiente, cuando por decreto supremo se crea la Escuela de Aeron�utica Militar, las distintas escuelas que componen el cuerpo docente de la Fuerza A�rea han dado formaci�n de excelencia a miles de chilenos en materias de la m�s alta sofisticaci�n. Ese objetivo, siempre presente en la historia de la FACH, alcanz� nuevos ribetes y un impulso insospechado cuando en 1998 fue puesto exitosamente en �rbita el primer sat�lite chileno, el FASat-Bravo, aportando relevantes conocimiento sobre el da�o que ha sufrido la capa de ozono, que tanto nos preocupa por sus efectos en la poblaci�n. La aventura espacial, que reci�n comienza para nuestro pa�s, y especialmente para nuestra Fuerza A�rea, pronto conocer� de un nuevo hito con el primer chileno que tendr� el privilegio de observar el planeta desde m�s all� de sus confines. Estos y otros sucesos alcanzados con el �xito que deriva del profesionalismo y la entrega dedicada no se sit�an lejos de las m�s grandes glorias de que han sido testigo los anales de nuestras armas, sino que, por el contrario, merecidamente ocupan la galer�a de lo mejor de nuestra historia. Por eso, vaya tambi�n nuestro recuerdo para todos los miembros de las Fuerza A�rea que perdieron su vida en el cumplimiento del deber, y para sus familias, que cedieron esos hombres en pro del progreso de nuestro pa�s. Ellos y todos cuantos han entregado su vida al servicio de Chile con el uniforme azul, que evoca al cielo que los inspira, son los h�roes an�nimos que, con su trabajo silente y desinteresado, han llevado gloria a la FACH y a todos los chilenos. Creo, se�or Presidente, que no est� lejos el d�a en que una nueva efem�ride nos marque en rojo el D�a de las Glorias de nuestra Fuerza A�rea. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, Honorables colegas, se�or Comandante en Jefe de la Fuerza A�rea, se�ores Generales: La sala de Senadores de Renovaci�n Nacional se suma al merecido homenaje que esta Alta Corporaci�n rinde a la Fuerza A�rea de Chile, recordando que hace pocos d�as, en la ceremonia con que la Instituci�n conmemor� el septuag�simo tercer aniversario, su Comandante en Jefe, General del Aire don Osvaldo Sarabia Vilches, al resumir la trayectoria institucional, evoc� con gran justicia las palabras de Tuc�dides: "La fortaleza de una ciudad no reside en el n�mero de sus naves, ni en el grueso de sus murallas, sino en el esp�ritu de sus ciudadanos.". Esta evocaci�n adquiere especial profundidad en estos d�as, en que el mundo observa con dolor y honda preocupaci�n el conflicto que se desarrolla en el Medio Oriente, en el cual la aviaci�n juega un rol tan decisivo. Porque es tranquilizador para nosotros comprobar el grado de capacidad, cohesi�n y eficiencia que exhiben las mujeres y hombres de nuestra Fuerza A�rea para asegurar el cumplimiento de su misi�n. Tambi�n nos hace mirar con optimismo la capacidad que tendremos para asumir nuestra posici�n en el nuevo escenario mundial, que probablemente surgir� de las circunstancias que rodearon el inicio de esta guerra. En dicha ocasi�n, el General Sarabia se�alaba tambi�n que el "poder a�reo", representado por la Fuerza A�rea, es la componente de fuerza de un sistema mayor: el poder�o aeroespacial, cuya otra componente es la de desarrollo, integrada por la industria e infraestructura aeron�utica y espacial; la aviaci�n civil, deportiva y comercial; el nivel educacional y la capacidad cient�fico-tecnol�gica de sus integrantes; las pol�ticas de Estado en este �mbito, y la conciencia ciudadana sobre esta �rea. En este contexto, entendemos la misi�n que se ha asignado a nuestra Fuerza A�rea, cual es "Defender a la Rep�blica de Chile por medio del control y explotaci�n del espacio a�reo, participar en la batalla de superficie y apoyar fuerzas propias y amigas, con el prop�sito de contribuir a los objetivos estrat�gicos que la pol�tica nacional le fija a las Fuerzas Armadas". Pero en tiempos de guerra como los que se viven en el Hemisferio Norte, en cuyo pre�mbulo nuestro pa�s debi� enfrentar decisiones y momentos dif�ciles, y cuyas consecuencias econ�micas, pol�ticas y estrat�gicas seguramente nos afectar�n de una u otra forma, creemos que el m�s justo homenaje que podemos hacer a nuestra querida Fuerza A�rea es recordar c�mo contribuye, d�a a d�a, a la integraci�n y al desarrollo nacional, apoyando constantemente a la ciudadan�a en tiempos de paz. Gracias a su eficiencia y capacidad de reacci�n que le permite llegar hasta los rincones m�s alejados de nuestro territorio, distribuido en tres continentes, su contribuci�n es vital, no s�lo para mantener una efectiva presencia soberana y asegurar la integraci�n territorial, sino para prestar un servicio constante a la comunidad, llegando hasta donde est� quien necesite su ayuda. �Cu�ntas veces vemos a trav�s de los medios de comunicaci�n c�mo la Fuerza A�rea ha permitido que tantos chilenos hayan tenido una oportunidad de vivir gracias a un traslado de �rganos o a una evacuaci�n aerom�dica! No menos destacable es la misi�n que cumple por medio del Servicio de B�squeda y Salvamento (SAR), al que constantemente vemos actuar con oportunidad y eficacia ante las cat�strofes, accidentes a�reos o desastres naturales tan propios de nuestro pa�s. Otra importante contribuci�n que la Fuerza A�rea presta al desarrollo del pa�s se expresa en el campo de la juventud chilena mediante el Servicio Militar Obligatorio, que permite a un considerable n�mero de j�venes no s�lo cumplir con un deber con la patria, sino, adem�s, especializarse en �reas espec�ficas por medio de cursos de capacitaci�n, ya que la Fuerza A�rea, en conjunto con el SENCE, ha concebido y puesto en pr�ctica programas que hacen posible que los j�venes que cumplen con su deber militar vuelvan a la vida civil con mayor calificaci�n laboral, lo que facilita su ingreso al mundo del trabajo y, as�, consolidan un futuro mejor y m�s sano para ellos y sus familias. Antes de terminar, no podr�a dejar de mencionar, tambi�n, la importancia que la Fuerza A�rea ha asignado al estudio y proyecci�n de la relevancia estrat�gica que en el futuro tendr� el espacio m�s all� de la atm�sfera, en lo que la creaci�n de la Agencia Chilena del Espacio ha representado un significativo avance, y a su participaci�n en el Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile. Se�or Presidente, al sumarme al merecido homenaje que el Senado de la Rep�blica rinde hoy, he querido destacar con especial �nfasis la contribuci�n social e integradora que d�a a d�a presta nuestra Fuerza A�rea a Chile y a su pueblo. Creo que es tambi�n una forma de rendir homenaje al patriotismo, la generosidad, la preparaci�n, la eficiencia de sus mandos y personal, y a todas las mujeres y hombres que forman en sus filas. Podemos estar confiados en que, con ellos, la Fuerza A�rea cumplir� con brillo y efectividad las tareas que le depara el siglo XXI, como es participar tanto en la defensa como en el desarrollo de Chile. He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, se�ores Senadores: Nos sumamos con sinceridad a la celebraci�n del 73� aniversario de la Fuerza A�rea de Chile, rama de nuestras Fuerzas Armadas, a las que corresponde asumir tareas relevantes en el cumplimiento del papel que les ha asignado la Constituci�n Pol�tica, particularmente en lo que se refiere a la defensa del pa�s y seguridad nacional, en el marco de la obediencia y la no deliberaci�n. En el mundo complejo en que vivimos, quienes valoramos principios fundamentales como la paz y el respeto al Derecho, sea �ste nacional o internacional, apreciamos el papel militar disuasivo inherente a nuestros cuerpos militares, ya que la posibilidad de conflictos, incluso al margen de los principios y de la legalidad internacional, es hoy una triste realidad que golpea nuestras conciencias y nos hace apreciar a nuestros cuerpos militares. La Fuerza A�rea no s�lo est� preparada para defender a la Rep�blica -particularmente en el espacio a�reo-, contribuyendo as� a los objetivos estrat�gicos definidos leg�timamente por nuestro pa�s, sino que, adicionalmente, en tiempos de paz realiza diversas tareas que ayudan al desarrollo nacional y acciones de servicio en favor de la ciudadan�a, labores que muchas veces, no obstante su eficacia, y en ocasiones con sacrificios y riesgos para pilotos y tripulantes, son an�nimas. La cooperaci�n de la FACH se constata, por ejemplo, en el Grupo de Aviaci�n N� 2, que llega con su apoyo a los m�s apartados rincones del pa�s; o tambi�n en una unidad especializada cuya actividad es imprescindible en la b�squeda y salvamento; o en el traslado de �rganos en situaciones de emergencia; o en las evacuaciones aerom�dicas, de las que dependen la vida y salud de las personas. Todas ellas son responsabilidades que a los civiles nos mueven a mostrarnos profunda y genuinamente agradecidos. La FACH cumple as� funciones diversas y est� debidamente preparada, indudablemente, para un conflicto b�lico o para misiones de paz en diversas latitudes de la tierra. Pero lo anterior no es todo. La Fuerza A�rea de Chile tambi�n se preocupa de la investigaci�n aeroespacial, como lo se�alaron algunos se�ores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra, que ha permitido poner en �rbita el sat�lite FASat-Bravo, dando pasos de progreso para insertarnos en lo que se ha denominado la "era espacial", caracterizada por una nueva conciencia de las posibilidades del cosmos. La FACH se encarga, entonces, de controlar el espacio a�reo, de la defensa de nuestra Rep�blica, de la integraci�n de nuestro extenso pa�s y de �ste con el resto del mundo, del transporte a�reo, de la agrometeorolog�a, de los sensores remotos, de la fotogrametr�a para la evaluaci�n de proyectos, de la prospecci�n pesquera, de la informaci�n para el control del medio ambiente, del desarrollo ant�rtico, de la industria electr�nica, de las comunicaciones instant�neas y de muchos otros campos de acci�n que nos asombran por su diversidad y por ser absolutamente necesarios para Chile. Todo esto se hace de manera eficiente, responsable y racionalizando el gasto presupuestado para tales fines. Vemos, adem�s, que la Fuerza A�rea est� alerta, observando el mundo cambiante y adapt�ndose a las nuevas circunstancias que la obligan a modernizarse tecnol�gicamente para fortalecer sus capacidades de respuesta. Los Senadores del Partido Por la Democracia participamos en este homenaje que tan merecidamente ha resuelto hacer el Senado de la Rep�blica a nuestra Fuerza A�rea, entregando un saludo muy especial al General se�or Osvaldo Sarabia, su Comandante en Jefe; a los altos oficiales que lo acompa�an; al personal de suboficiales; al personal administrativo. Como chilenos, consideramos que esa Instituci�n cumple un papel invaluable, del cual estamos reconocidos. He dicho. -(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ha concluido el homenaje que el Senado quiso rendir con motivo de los 73 a�os de existencia de la Fuerza A�rea de Chile. Reitero mi agradecimiento a la delegaci�n de la FACH que hoy se encuentra presente y deseamos a sus integrantes que sigan teniendo mucho �xito. Gracias. V. ORDEN DEL D�A CREACI�N DE TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA LIBRE COMPETENCIA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, iniciado en mensaje, en primer tr�mite constitucional, que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, con segundo informe de las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y de Econom�a, unidas, e informe de la Comisi�n de Hacienda. La urgencia ha sido calificada de "suma". --Los antecedentes sobre el proyecto (2944-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 1�, en 21 de mayo de 2002. Informes de Comisi�n: Econom�a, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Constituci�n y Econom�a, unidas (segundo), sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003. Hacienda, sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003. Discusi�n: Sesi�n 25�, en 3 de septiembre de 2002 (se aprueba en general). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Las Comisiones unidas dejan constancia, para los efectos reglamentarios, de que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los n�meros 5), 7), 8), 10), 12), 13), 14), 15), 16), 18), 19) y 20) del Art�culo Primero, el Art�culo Segundo y las disposiciones transitorias Tercera, Cuarta, Quinta, Sexta y S�ptima, que pasan a ser Quinta, Sexta, S�ptima, Octava y Novena, respectivamente. En consecuencia, y de conformidad con lo establecido en el inciso primero del art�culo 124 del Reglamento, esas normas deben darse por aprobadas, salvo que alg�n se�or Senador, con la unanimidad de los presentes en la Sala, solicite someter una o m�s de ellas a discusi�n y votaci�n. En caso de darlas por aprobadas, son de ley org�nica constitucional los n�meros 5) y 7) del Art�culo Primero, el Art�culo Segundo y las disposiciones transitorias Sexta y S�ptima, por lo que para tal efecto se requiere el voto conforme de 27 se�ores Senadores. --Se dan por aprobadas todas las normas anteriores, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que emiten pronunciamiento favorable 27 se�ores Senadores. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Las restantes constancias reglamentarias se describen en la primera p�gina del informe. Asimismo, se consignan las modificaciones efectuadas por las Comisiones unidas al proyecto acogido en general, las que fueron acordadas por unanimidad, con excepci�n de las siguientes enmiendas, contenidas en los n�meros 1) y 6) del Art�culo Primero: 1.- La atinente al art�culo 1� del decreto ley N� 211, de 1973, que consagra como objeto de la ley el promover y defender la libre competencia en los mercados. Fue aprobada por seis votos a favor, de los Senadores se�ores Chadwick, Espina, Garc�a, Novoa, Silva y Zurita. Se pronunci� en contra el Honorable se�or Moreno y se abstuvo el Senador se�or Lavandero. 2.- La relativa al art�culo 12 del mismo decreto ley, referida a la remuneraci�n que percibir�n los integrantes titulares y suplentes del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Fue aprobada con los votos a favor de los Honorables se�ores Espina, Gazmuri, Novoa (con dos votos) y Romero (con dos votos). Se abstuvo el Senador se�or Parra. 3.- La introducida en la letra c) del art�culo 17 K, en cuanto a las multas que puede aplicar el Tribunal, cuyo monto podr� ascender hasta 20 mil unidades tributarias anuales. Fue aprobada con los votos favorables de los Honorables se�ores Chadwick, Espina (con dos votos), Novoa (con dos votos) y Orpis. Votaron en contra, declar�ndose partidarios de establecer una multa de 30 mil unidades tributarias anuales, los Senadores se�ores Gazmuri y Moreno (ambos con dos votos). 4.- La realizada en el art�culo 17 L, tocante a la procedencia del recurso de reposici�n, en cuanto a las resoluciones pronunciadas por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, salvo la sentencia definitiva, que ser� susceptible de recurso de apelaci�n, el cual tendr� preferencia en su conocimiento. Se registraron nueve votos a favor y uno en contra. 5.- La acordada acerca del art�culo 19 del decreto ley N� 211, en cuanto a que los ministros del Tribunal que concurren a una decisi�n que posteriormente suscita controversia en materia de libre competencia no se entender�n inhabilitados para el nuevo pronunciamiento. Fue aprobada por siete votos a favor y una abstenci�n. Por su parte, la Comisi�n de Hacienda aprob� el texto del proyecto contenido en el segundo informe de las Comisiones unidas, efectuando s�lo dos modificaciones formales al n�mero 6) del Art�culo Primero, referidas a los art�culos 12 y 13 del decreto ley N� 211, de 1973. Ambas enmiendas fueron acordadas por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisi�n, Honorables se�ora Matthei y se�ores Boeninger, Foxley y Garc�a. Las modificaciones acordadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, de conformidad con lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n de las Comisiones respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. Cabe destacar que los n�meros 2) y 6) del Art�culo Primero, y, respecto del n�mero 6), lo relativo a los art�culos 7�, 8�, 9�, 10, 11, 13, 14, 16, 17, 17 A, 17 C, 17 K, 17 L, 18 y 19 del decreto ley N� 211, de 1973, as� como las disposiciones transitorias Primera, Segunda, Tercera y Cuarta del proyecto, son normas org�nicas constitucionales, por lo que requieren para su aprobaci�n el voto conforme de 27 se�ores Senadores. Finalmente, corresponde consignar que la Secretar�a ha elaborado un bolet�n comparado dividido en cinco columnas: la primera de ellas contiene el decreto ley N� 211, de 1973; la segunda, el texto aprobado en general por el Senado; la tercera, las modificaciones propuestas por las Comisiones unidas; la cuarta, las modificaciones recomendadas por la Comisi�n de Hacienda, y la quinta, el texto definitivo que quedar�a de ser aprobadas las enmiendas planteadas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito la autorizaci�n de la Sala para que puedan asistir a la sesi�n el Subsecretario de Econom�a, se�or �lvaro D�az, y el Fiscal Nacional Econ�mico subrogante, se�or Enrique Vergara. Acordado. Si le parece a la Sala, se dar�n por aprobadas todas las disposiciones que se acordaron por unanimidad y que no han sido objeto de indicaci�n renovada, dej�ndose constancia del qu�rum en lo pertinente. --Se aprueban, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que emiten pronunciamiento favorable 27 se�ores Senadores. El se�or NOVOA.- �Se registran indicaciones renovadas, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por el momento, ninguna, se�or Senador. El se�or HOFFMANN (Secretario).- S�lo hay una nota que envi� el Honorable se�or Viera-Gallo para pedir votaci�n separada del N� 2) del art�culo 17 C. En todo caso, corresponde dar por aprobada la modificaci�n al N� 1) del art�culo 1�. --Se aprueba. En seguida, la Sala debe pronunciarse sobre el art�culo 12 propuesto por las Comisiones unidas, aprobado por 6 votos a favor y la abstenci�n del Honorable se�or Parra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. La se�ora MATTHEI.- �Me permite, se�or Presidente? Tiene la palabra, Su Se�or�a. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, me interesar�a conocer las razones de la abstenci�n del Honorable se�or Parra y cu�l es su preocupaci�n sobre el particular. El se�or PARRA.- Con el mayor agrado, se�ora Senadora. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, ocurre que este proyecto se tramit� pr�cticamente al mismo tiempo que el que crea el Tribunal de la Contrataci�n Administrativa, en circunstancias de que hab�a ingresado a tramitaci�n otro que daba origen a los tribunales tributarios. Por lo tanto, ped� al Gobierno un tratamiento com�n para dichas iniciativas, pues se refer�an a tribunales de muy similar naturaleza en materia de remuneraciones. A tal solicitud se dio parcial satisfacci�n, y el Gobierno se comprometi� a poner especial atenci�n en el tr�mite de los otros proyectos, a fin de ir uniformando criterios. En consecuencia, no tengo inconveniente en concurrir tambi�n a la aprobaci�n de la norma en an�lisis. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Orpis. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, sin perjuicio de lo manifestado por el Senador se�or Parra, quiero agregar que la discusi�n gir� en torno de si los integrantes del tribunal de que se trata deber�an tener o no dedicaci�n exclusiva. Y se opt� por la alternativa propuesta por las Comisiones unidas, en el sentido de que la remuneraci�n de los miembros de ese organismo sea en funci�n de las sesiones a las que asistan, por la cantidad de trabajo que actualmente tiene el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. En raz�n de ello, las Comisiones unidas se decidieron en forma mayoritaria por la opci�n antes descrita. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo en aprobar el art�culo 12? --Se aprueba un�nimemente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Respecto del art�culo 17 C, el Honorable se�or Viera Gallo pidi� votar separadamente su n�mero 2). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Tiene la palabra el Senador se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, el problema es bastante simple. Se dice que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia debe resolver conflictos entre las partes, sean particulares o con el Estado, pero se le otorga la facultad de "Absolver consultas acerca de los actos o contratos existentes, as� como de aqu�llos que se propongan ejecutar", consultas que pueden interferir en su funci�n jurisdiccional. No existe ning�n tribunal de la Rep�blica que se encuentre en condiciones, como estar�a el que se pretende crear, de absolver consultas -ni siquiera el Tribunal Constitucional-, por cuanto ello inhibir�a a los miembros del Tribunal de la Libre Competencia que emitan un informe sobre determinada consulta, ya que las mismas personas involucradas les pedir�n resolver el conflicto creado con posterioridad. A mi juicio, el nuevo tribunal tendr�a una naturaleza h�brida entre jurisdicci�n y una especie de �rgano consultor. La situaci�n es todav�a m�s preocupante. Porque el inciso segundo del numeral 4) del art�culo 18, que establece c�mo se van a tramitar las consultas, se�ala: "Las resoluciones o informes que dicte o emita el Tribunal en las materias a que se refiere este art�culo," �que se relacionan justamente con el n�mero 2)- "podr�n ser objeto del recurso de reposici�n.". O sea, un informe que se evacua por ese Tribunal respecto de una consulta viene a tener casi un car�cter jurisdiccional, porque respecto de �l proceder�a un recurso de reposici�n. Entonces, se�or Presidente, para dejar las cosas claras y transparentes, el Tribunal de la Libre Competencia no deber�a tener tal facultad. Hice presente el problema en las Comisiones unidas, pero no tuve �xito; de lo contrario no estar�a interviniendo ahora. Sin embargo, siento el deber de llamar a la reflexi�n a los Honorables colegas que no participaron en ese debate. Por �ltimo, debo agregar que el n�mero 3) de art�culo 17 C es extra�o, porque otorga al Tribunal la facultad de dictar instrucciones de car�cter general en conformidad a la ley; es decir, una especie de autos acordados obligatorios para el sector privado. En consecuencia, dicho Tribunal es al mismo tiempo un organismo jurisdiccional, pues absuelve consultas como si fuera un �rgano administrativo y tiene una especie de competencia legislativa. Creo que tal situaci�n viene de su historia misma. Sin embargo, ha llegado el momento de poner las cosas en su lugar. Yo no cuestiono el n�mero 3) del art�culo 17 C, que tambi�n merecer�a m�s de un reparo; pero s� me parece que el numeral 2) de esa norma puede ser usado por particulares para inhibir la intervenci�n del Tribunal cuando se presenten conflictos. Se adujeron razones pr�cticas para no apoyar mi planteamiento, como que lo establecido en el numeral 2) era �til, porque con ello los particulares pod�an evitar inversiones in�tiles, etc�tera. A mi parecer, se debi� buscar otro organismo del Estado para cumplir esa funci�n, pero no un tribunal. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, me interesa que quede consignado en la historia fidedigna del establecimiento de la ley el hecho de que este Tribunal pueda eventualmente actuar de oficio. Se�alo lo anterior porque, en mi concepto, esa instancia llega tarde. Ya nos encontramos frente a la acci�n devastadora del mercado en muchos campos de la econom�a, y la verdad es que en casi todos ellos se registra una situaci�n monop�lica u oligop�lica. Entonces, no s� hasta qu� punto podremos lograr la eficacia que te�ricamente aqu� se intenta plasmar en la realidad. Quiero dar a conocer a Sus Se�or�as parte del texto de una carta que dirig� a la Fiscal�a Nacional Econ�mica el 7 de mayo de 2001, por ser particularmente ilustrativa de la situaci�n que se produce en determinados �mbitos de la econom�a nacional. En ella expres� lo siguiente: "El a�o 1999, la cadena D y S, due�a de L�der, Ekono y Almac, decidi� no pagar a los proveedores en los plazos pactados. Hubo reacciones. Se anunci� la acci�n de la Fiscal�a Nacional Econ�mica. Tambi�n hubo declaraciones de la Sofofa y Sociedad Nacional de Agricultura. Trataron de intervenir a favor de sus asociados para revertir este tipo de medidas unilaterales. Nada ocurri�. Al contrario, sobrevino una escalada de pr�cticas abusivas. Parti� con la imposici�n de precios. Luego vino el descuento de grandes sumas para celebraciones de aniversarios o inauguraciones. Y, como si esto fuera poco, inventaron una "comisi�n" a las ventas que hacen los proveedores a las cadenas de Supermercados, la cual aumenta cada a�o. Los afectados nada pueden hacer, porque les amenazan con no comprar sus productos. Es una desvergonzada forma de dictadura econ�mica que atenta severamente contra la generaci�n de empleos.". �Por qu� insisto en la importancia de que el Tribunal act�e de oficio? Sencillamente, porque los afectados por pr�cticas monop�licas tienen terror de aparecer ante cualquier instancia p�blica denunciando las arbitrariedades de que son objeto. Se les ir�a la vida en una acci�n de esa naturaleza. Por eso no se registran reclamos, no hay protestas, nadie se atreve a plantear p�blicamente hechos de este tipo. Existe una virtual dictadura en muchos campos de la econom�a nacional. La falta de regulaciones apropiadas, en el mejor de los casos, conduce al oligopolio, y en el peor, al monopolio. �sa es la situaci�n lamentable que hoy vive el pa�s y que se ha venido manifestando dram�ticamente en los diferentes casos de esc�ndalo p�blico que hemos conocido en los �ltimos tiempos. Esta iniciativa puede convertir al Tribunal en una mera entelequia si no va acompa�ada por un conjunto de medidas que den reales garant�as de libre competencia. Porque este par de conceptos se ha convertido en un mito, en una franca falsedad: no hay competencia en determinados campos y ella rara vez es libre. De ah� que estamos defendiendo una ilusi�n que ya no se da en la pr�ctica, en una econom�a colapsada desde el punto de vista de los derechos ciudadanos, por la grav�sima tendencia a la concentraci�n econ�mica en todos los �mbitos. Concluyo, se�or Presidente, dejando expresamente consignada la inquietud en el sentido de que un tribunal de esta �ndole deber�a actuar, no s�lo previa demanda de los eventuales afectados, sino tambi�n de oficio. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hago presente que se est� discutiendo en particular el n�mero 2) del art�culo 17 C. Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, el dar o no dar al Tribunal la facultad para absolver consultas acerca de actos o contratos fue un tema largamente discutido en las Comisiones unidas, porque evidentemente �sa no es una atribuci�n normal de los tribunales. Sin embargo, despu�s de un an�lisis bastante a fondo, se lleg� a la conclusi�n de que en este caso era conveniente y necesario hacerlo. La justicia y el tratamiento sobre libre competencia en el mundo indican que es com�n que el �rgano encargado de resolver conflictos en un momento determinado tambi�n pueda impartir instrucciones para evitar que se produzcan. La alternativa hubiera sido crear una especie de Superintendencia de Libre Competencia, de car�cter normativo y con capacidad para absolver consultas; una Fiscal�a para perseguir los delitos, y un Tribunal para resolverlos. Esa estructura fue considerada demasiado compleja e innecesaria. Se prefiri� otra m�s simple, conformada por la Fiscal�a Nacional Econ�mica, que, aparte las otras atribuciones, se encargar� (y se encarga) de perseguir los actos contra la libre competencia y hacer valer las acciones ante el Tribunal con jurisdicci�n para conocer los hechos contenciosos. El art�culo 19 del proyecto establece en forma expresa que los Ministros que hubieran concurrido a emitir determinada opini�n respecto de una consulta no quedar�n inhabilitados para un nuevo pronunciamiento. Se prev� tambi�n que las personas que procedan de acuerdo a las consultas que hayan formulado al Tribunal act�an correctamente hasta el momento en que �ste decida cambiar de opini�n e instruir en sentido distinto. La mayor�a de las Comisiones unidas estim� que �ste era el sistema m�s adecuado. Finalmente, quiero hacer un comentario sobre la posibilidad de actuar de oficio. Ese punto se discuti� y perfectamente pudo haberse incluido la facultad para tal efecto. Sin embargo, considerando que la Fiscal�a Nacional Econ�mica posee atribuciones y tiene la obligaci�n de defender la libre competencia y, adem�s, que no s�lo el afectado, sino cualquier persona, organismo, entidad o agrupaci�n puede concurrir al Tribunal para hacer valer las acciones -porque el bien jur�dico protegido es la libre competencia, que es de inter�s de todos-, las Comisiones unidas estimaron innecesario otorgar a aqu�l dicha facultad. Eso es todo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponder�a votar. Para la aprobaci�n de esta norma se requiere qu�rum de ley org�nica constitucional. El se�or ESPINA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, la inquietud planteada por el Senador se�or Viera-Gallo con relaci�n a la atribuci�n del Tribunal para absolver consultas no es menor. Por eso, me parece que no podemos llegar y despachar este asunto. Aqu� se crea un tribunal. La materia es bastante discutible. Ya en las Comisiones unidas me hizo mucha fuerza el argumento contrario al del Honorable colega, en el sentido de que alguien tiene que absolver las consultas. Y como �sta no es una cuesti�n dogm�tica, me gustar�a escuchar, por ejemplo, la opini�n del Senador se�or Zurita, quien integr� por tanto tiempo un tribunal. Porque la situaci�n puede ser muy compleja. �Qu� ocurrir� cuando una empresa formule una consulta al Tribunal? �ste le contestar� en determinado sentido. Pero si posteriormente se genera un conflicto porque otra compa��a entiende que, no obstante la resoluci�n de aqu�l, se infringe la libre competencia, �en qu� instancia se dirimir�? Porque ya el Tribunal se pronunci� por anticipado. Deber�amos agotar la discusi�n de este aspecto -entendiendo que la cuesti�n proviene de una facultad que exist�a anteriormente-, que es importante, porque, a mi juicio, en el caso referido el Tribunal quedar�a inhabilitado. Admito que el argumento que ha dado el Honorable se�or Novoa fue el que convenci� a quienes fuimos parte mayoritaria en las Comisiones unidas, pero� El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Senador, �me permite una breve interrupci�n, con la venia de la Mesa? El se�or ESPINA.- Muy bien. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, lo que me parece m�s complejo es lo establecido respecto del dictamen del Tribunal, que tendr� car�cter pr�cticamente judicial, obligatorio. El inciso segundo del N� 4) del art�culo 18 expresa: "Las resoluciones o informes" -informes- "que dicte o emita el Tribunal en las materias a que se refiere este art�culo" -o sea, el N� 2) del art�culo 17 C, que nos ocupa- "podr�n ser objeto del recurso de reposici�n.". O sea, es como si hubiera casi una situaci�n judicial. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se proceder� a votar la indicaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Senador se�or Viera-Gallo renov�, con las diez firmas reglamentarias, la indicaci�n N� 57, tendiente a suprimir el N� 2) del art�culo 17 C. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se votar� por la aprobaci�n o rechazo de la indicaci�n renovada, es decir, por mantener o eliminar el numeral mencionado. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, no s� qu� corresponda reglamentariamente, porque el art�culo fue aprobado en general. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En efecto. El se�or NOVOA.- Como la indicaci�n renovada suprime el N� 2), �qu� pasar�a si fuera rechazada? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De todas maneras se tendr�a que votar el art�culo, pues requiere qu�rum. El se�or NOVOA.- O sea, es lo mismo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es, se�or Senador. Por ello he planteado la posibilidad de realizar, no dos, sino una votaci�n econ�mica para aprobar o rechazar la norma. �Habr�a acuerdo para proceder en esos t�rminos? Acordado. Debo aclarar que la aprobaci�n del N� 2 del art�culo 17 C significa otorgar atribuci�n al tribunal para que pueda absolver consultas. Sobre eso hay que pronunciarse. En votaci�n econ�mica. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: 19 votos por la afirmativa y 11 por la negativa. Con ello no se alcanza el qu�rum exigido. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por lo tanto, queda rechazada la norma. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, entiendo que se estaba votando la indicaci�n. �No es as�? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, se�or Senador. La Mesa precis� que, para evitar dos votaciones, hab�a que pronunciarse por la aprobaci�n o el rechazo de la norma, porque requer�a qu�rum. Sin embargo, �ste no fue alcanzado. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, tal vez podr�a haber un cambio de voto, porque se trata de un asunto de mero procedimiento. A mi juicio, primero habr�a que votar la indicaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, no se puede realizar una nueva votaci�n si no hay unanimidad. El se�or GAZMURI.- Si ella se rechaza, deber�amos pronunciarnos de todas maneras respecto del art�culo. De haberse puesto en votaci�n, la indicaci�n se habr�a perdido en todo caso. El se�or ESPINA.- As� lo entendimos nosotros. El se�or GAZMURI.- En consecuencia, pido que se aplique la norma reglamentaria pertinente. Es entendible que siempre haya apuro en asuntos de este tipo; pero creo que, desde el punto de vista procedimental, no es correcto el mecanismo utilizado en esta oportunidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Aclaro a Su Se�or�a que en su momento consulte a la Sala y �sta acord�, por unanimidad, votar en la forma como lo hicimos. Por lo tanto, la Mesa no puede repetir la votaci�n si no hay unanimidad para ello. El se�or RUIZ (don Jos�).- Algunos Senadores ignoraban que era por unanimidad. El se�or GAZMURI.- No sab�amos que se estaba violando tan flagrantemente el Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si el se�or Senador concita la unanimidad para volver a efectuar la votaci�n, no tengo inconveniente alguno en plante�rselo a la Sala. Mi funci�n es aplicar estrictamente el Reglamento. La se�ora MATTHEI.- Solicite la unanimidad, se�or Presidente. El se�or GAZMURI.- Me parece que es lo razonable. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para rehacer la votaci�n? El se�or GAZMURI.- S�, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No hay unanimidad para ello, Su Se�or�a. El se�or GAZMURI.- �Qui�n no la da? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El Senador se�or Mart�nez. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por lo tanto, no hay acuerdo. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- A continuaci�n, en la p�gina 33 del informe... La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, �podr�a solicitar el acuerdo de nuevo, por favor? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No puedo hacerlo a cada momento, se�ora Senadora. El se�or MART�NEZ.- Explique bien el asunto, se�or Presidente, para que no haya errores. El se�or �VILA.- �Podr�a deshacerse eventualmente la alianza socialista institucional...! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Todo puede deshacerse. Formular� la consulta por �ltima vez, porque no puedo hacer lo mismo si un se�or Senador plantea la necesidad de rever todo. Despu�s de ello, se proceder�a a tomar votaci�n nominal. �Habr�a acuerdo para ver nuevamente lo concerniente al N� 2) del art�culo 17 C? El se�or GAZMURI.- S�, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Como se ha logrado unanimidad, se someter� a votaci�n nominal la indicaci�n. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? Sugiero que nos ahorremos ese paso d�ndola por rechazada y que votemos en seguida el referido art�culo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� fue como se hizo, se�or Senador, pero fue objetado el procedimiento. En votaci�n la indicaci�n renovada cuyo prop�sito es suprimir el N� 2) del art�culo 17 C. --(Durante la votaci�n). El se�or SILVA.- Se�or Presidente, estoy absolutamente de acuerdo con la indicaci�n, en el sentido de que se permita absolver consultas. Conviene destacar que se trata de un �rgano especial, de car�cter administrativo. Suele ser com�n que tribunales de esta �ndole, junto con tener la facultad jurisdiccional por esencia, sean a la vez entes consultivos cuando se trata de materias donde est� de por medio el inter�s de la colectividad. En un aspecto de tanta importancia como el libre comercio, es fundamental que un organismo de tal naturaleza quede dotado de una facultad como la planteada, lo cual inclusive impide que se deba recurrir a juicios en cada caso cuando est� de por medio el inter�s general de los consumidores. Voto a favor del art�culo tal como est� concebido y, por lo tanto, en contra de la indicaci�n. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, estuvimos a punto de cometer lo que Bertrand Russell denominaba "los errores de la democracia". �l dec�a que si por votaci�n democr�tica se determinaba que dos y dos son tres, eso ser�a la verdad pol�tica, pero un disparate aritm�tico. Y estuvimos muy cerca de caer en algo similar. Efectivamente, so pretexto de votar primero el art�culo en lugar de la indicaci�n, result� que no hab�a qu�rum para aprobarlo, cuando lo �nico que se pretend�a era saber si la indicaci�n ten�a mayor�a o minor�a. Por fortuna, esa situaci�n se enmend�. Y como ahora estamos pronunci�ndonos sobre la indicaci�n, yo la rechazo. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, esta materia fue objeto de una lata discusi�n en las Comisiones de Constituci�n y de Econom�a, unidas. En verdad, se requiere que uno de los organismos tenga la facultad de absolver consultas, ya se trate de la Fiscal�a Nacional Econ�mica o del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Luego de escuchar distintas opiniones de expertos y de o�r al Senador se�or Zurita -por su experiencia como Presidente de la Comisi�n Resolutiva durante varios a�os-, se decidi� que era mejor radicar esa facultad en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y no en la Fiscal�a Nacional Econ�mica, pues la labor de �sta consiste en reunir antecedentes, investigar y acusar ante dicho tribunal a quienes cometan acciones que atenten contra la libre competencia. Por lo tanto, se consider� que aqu�l no era el organismo en mejor posici�n para absolver consultas y que tal labor deb�a realizarla el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Se�or Presidente, junto con anunciar que rechazo la indicaci�n, deseo hacer ver a los Honorables colegas que si el art�culo no reuniera luego el qu�rum necesario para ser aprobado, enfrentar�amos una situaci�n delicada al quedar sin ning�n organismo que absolviera consultas en materia de libre competencia. Adem�s, hay diversas otras disposiciones que ya forman parte del proyecto por haber sido aprobadas y que son coherentes con la atribuci�n que se pretende para el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Es decir, si se eliminara, estar�amos despachando un proyecto incoherente. Voto en contra. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, comparto las razones dadas ac� por un ex Contralor y un ex Ministro de la Corte Suprema. Estamos ante un tribunal muy sui g�neris por sus atribuciones, por su competencia, por el tipo de figuras complejas que debe resolver. Los atentados a la libre competencia no son delitos o il�citos simples de precisar. Inclusive, en el art�culo 3� tuvimos muchas dificultades al tratar de delimitar cu�l es el �mbito de los delitos o de las faltas que el tribunal tiene que conocer. Es un ente bastante singular tambi�n desde el punto de vista de su composici�n mixta. En Chile, la tradici�n m�s que centenaria es de tribunales letrados. Aqu� tenemos uno que se integra con figuras provenientes del campo del Derecho y de la judicatura y con jueces que vienen del �rea de las ciencias econ�micas. O sea, es muy especial y debe enfrentar situaciones de suyo complejas desde el punto de vista judicial. Por tanto, que un �rgano de este tipo pueda absolver consultas creo que ayuda mucho a su finalidad fundamental, que es proteger la libre competencia y evitar las pr�cticas monop�licas o de otro tipo que impiden el normal funcionamiento de los mercados y donde siempre �ya hemos visto qu� ocurre cuando �stos funcionan mal- el bien com�n y los consumidores son los perjudicados. Por tales razones, voto en contra de la indicaci�n del Senador se�or Viera-Gallo. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, quiero fundamentar el voto, porque el an�lisis de la situaci�n ha dado motivo a una discusi�n t�cnica: si un �rgano jurisdiccional puede o no puede absolver consultas. Y est� en lo cierto el Senador se�or Viera-Gallo cuando se�ala que esto no es lo habitual. Pero, si Su Se�or�a tiene raz�n en eso, tambi�n debe tener claro que lo consignado en el n�mero 3) es menos habitual todav�a, pues confiere al tribunal en cuesti�n facultades normativas. Es decir, podr� dar instrucciones en conformidad a la ley y dictar normas de general aplicaci�n. Esto �ltimo es mucho m�s extra�o, porque se trata de una atribuci�n propia de los organismos legislativos y no jurisdiccionales. Absolver consultas todav�a podr�a quedar entremedio. Mucho m�s extremo ser�a que, de acuerdo con el argumento de la l�gica jurisdiccional del tribunal, se objetara el n�mero 3). Sin embargo, ello no ocurre, pero s� respecto del 2), en circunstancias de que �ste tiene algo que aporta enormemente al desarrollo de la actividad econ�mica, que es esencialmente din�mica y de manera permanente est� buscando nuevas figuras jur�dicas y contractuales. En eso el riesgo de incurrir en atentados contra la libre competencia puede ser muy tenue; pero es mejor prevenir el incidente que enfrentarlo con posterioridad. En consecuencia, me parece extremadamente peligroso restar esta atribuci�n al tribunal. Estamos lidiando con una materia din�mica y cambiante por excelencia, y, por lo tanto, no se debe actuar despu�s de ocurridos los hechos, porque implicar�a paralizar la actividad econ�mica. En mi opini�n, es preciso entender la naturaleza del �rgano de que se trata. Si lo logramos, no podemos pensar que es un tribunal ordinario. Es su nombre lo que nos confunde. Insisto: es mucho m�s curioso el n�mero 3), que trata de la posibilidad de impartir instrucciones. Incluso, se podr�a se�alar el n�mero 4), porque da cierta iniciativa para proponer normas a quien le corresponde dictar las leyes, etc�tera. Eso est� dentro del derecho de petici�n; pero no les corresponde tampoco a los tribunales proponer ideas para llenar los vac�os legislativos. El Presidente de la Corte Suprema hace una evaluaci�n anual y propone normas cuando el Poder Judicial ha encontrado dificultades en la aplicaci�n de las leyes durante el a�o; pero es una atribuci�n muy gen�rica, que rara vez se practica. Por eso he querido intervenir, porque me parece que no solamente hay que rechazar la indicaci�n del Senador se�or Viera-Gallo, sino, tambi�n, aprobar el articulado. De lo contrario estar�amos creando un tribunal sin m�s atribuciones que la de resolver conflictos, sin entenderse que la naturaleza de la actividad econ�mica en el esquema de competencia requiere tales instituciones. Por lo dem�s, �sta es la experiencia internacional: si hay competencia, tenemos que contar con organismos de esta naturaleza. La propuesta es una de las modernizaciones del Estado que hemos acordado, y resulta que cuando la echamos a volar le cortamos las alas. Se�or Presidente, hay que rechazar la indicaci�n y aprobar el art�culo. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, en el n�mero 2) ni siquiera se dice que se haga p�blica la respuesta del tribunal. Se entiende que �ste es un acto entre un particular y el �rgano jurisdiccional. Si aqu�lla se divulgara, cambiar�a la figura; pero no es as�. De manera que, desde tal perspectiva, y en uni�n con el sentido del n�mero 3), me parece que, si no se modifica la normativa, lo que queda es apoyar la indicaci�n presentada. Voto a favor. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, a prop�sito de esta norma, quiero se�alar que en los �ltimos a�os hemos presenciado una controversia bastante fuerte entre las distintas empresas que se desenvuelven en el �mbito de la telefon�a. Ha habido guerras de precios, pero, tambi�n, m�ltiples acusaciones sobre supuestas conductas monop�licas. Cuando se analiz� el proyecto en an�lisis en la Comisi�n de Hacienda, varios Senadores se�alamos nuestra preocupaci�n por el hecho de que no hay ninguna sanci�n ni costo para quien recurre al tribunal frente a una posible conducta monop�lica. Porque lo que algunos de nosotros tememos es que esto se pueda transformar en otra herramienta de lucha entre distintas empresas, ya que, en vez de que se apele s�lo a la competencia comercial ante cualquier innovaci�n o campa�a de otra empresa, se va a acudir al tribunal. Por eso se�alamos que nos complicaba el hecho de que quien pierde continuamente no tenga sanci�n. Ante ese peligro, el Ejecutivo respondi� que estaba consciente de ello, pero que no necesariamente se paralizan las acciones de una empresa o la pol�tica comercial que est� tratando de desarrollar cuando otra de la competencia la acusa de conductas monop�licas. A mi juicio, �se es un peligro latente, y vamos a tener que estar atentos, porque podr�a paralizar en el futuro cualquier innovaci�n que una empresa quisiera efectuar para agrandar su participaci�n en el mercado. En vista de eso, se�or Presidente, considero fundamental contar con alguna instancia donde se puedan absolver consultas en forma previa, pues la ausencia de un organismo con esa facultad, sumada a la posibilidad de que cualquiera acuda gratuitamente a tratar de entrabar la acci�n de la competencia mediante una acusaci�n de eventual conducta monop�lica, puede traer consigo una judicializaci�n completa de los negocios y, consecuentemente, su total paralizaci�n. No tengo claro si esa labor de absoluci�n de consultas debe ser efectuada por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia o por otro organismo, pero estoy seguro de que si ahora echamos abajo el n�mero 2) del art�culo 17 C �recuerdo que ya estamos en el segundo informe-, sencillamente nos vamos a quedar sin ninguna entidad que realice dicho cometido. Se trata de una materia de la cual tendremos que estar pendientes, observando todo el tiempo si el sistema est� funcionando bien o mal para ver si se requiere alguna modificaci�n; pero creo que por lo menos debemos darle la chance de que opere en buena forma. El Honorable se�or Viera-Gallo me solicita una interrupci�n, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las interrupciones no proceden durante las fundamentaciones de voto, se�ora Senadora. La se�ora MATTHEI.- Est� bien. Entonces, termino se�alando que mi posici�n es de rechazo a la indicaci�n. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, me toc� participar en gran parte del debate producido en las Comisiones unidas. El Tribunal de Defensa de la Libre Competencia es una entidad nueva que se crea a partir de un manejo mucho m�s abierto de lo que son los mercados y la realidad econ�mica en la cual se mueve el pa�s. De acuerdo con este concepto moderno, lo menos que se puede objetar al momento de fijarle sus atribuciones -aun desde el punto de vista, muy respetable, de los precedentes jur�dicos-; es que tenga la facultad de absolver consultas, cuesti�n que cae dentro de una consideraci�n de sentido com�n y que podr�a no s�lo evitar juicios �como aqu� se ha comentado-, sino tambi�n facilitar la transparencia necesaria para que las personas de buena fe puedan intervenir con seguridad en determinadas actividades econ�micas, ya que sabr�n de antemano que su actuaci�n es correcta y que posteriormente no ser�n sancionadas por el Tribunal en caso de ser acusadas de alguna pr�ctica condenada por la ley. Acced� a firmar la indicaci�n a pesar de que el Senador se�or Viera-Gallo sab�a que no estaba de acuerdo con su planteamiento. Por eso, no obstante haber patrocinado la indicaci�n, voto en contra de ella. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, tambi�n me voy a pronunciar en forma negativa, pero quiero fundamentar por qu� considero necesaria la existencia de la norma. El n�mero 2) faculta al Tribunal para absolver consultas y establece que con ese fin "podr� fijar las condiciones que deber�n ser cumplidas" en los actos o contratos. Por ejemplo, si se va a producir una fusi�n entre dos empresas y hay inter�s en saber si ella atenta o no contra la libre competencia, lo l�gico es que exista un �rgano facultado para fijar ciertas condiciones. En ese sentido, no llama la atenci�n que las resoluciones del Tribunal puedan ser objeto del recurso de reposici�n, porque es posible que en principio se fijen condiciones que no sean adecuadas o aceptables y las partes recurran al mismo �rgano para que modifique su resoluci�n en todo o en parte. Adem�s, la norma debe ser analizada en conjunto con otras referidas a la misma materia. El art�culo 19 dice que "Los actos o contratos ejecutados o celebrados de acuerdo con las decisiones del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, no acarrear�n responsabilidad en materias de libre competencia". Agrega que "No obstante, en el caso de que, posteriormente y sobre la base de nuevos antecedentes", se cambie de criterio, podr� haber responsabilidades de esa �ndole a partir de la fecha de notificaci�n o publicaci�n de la resoluci�n que haga esta calificaci�n. Y termina se�alando que los Ministros que hayan concurrido a la primera decisi�n no se entender�n inhabilitados para el nuevo pronunciamiento. En mi opini�n, se soluciona de manera arm�nica un problema que no es f�cil, como es establecer d�nde deben efectuarse las consultas. Reconozco que no es usual que un tribunal llamado a resolver determinados conflictos tenga al mismo tiempo la facultad para absolver consultas o para fijar las condiciones bajo las cuales deban celebrarse los contratos. Pero, a mi modo de ver, la forma en que se ha resuelto el punto permite solucionar problemas de frecuente ocurrencia. De no aprobarse la norma, la ley quedar�a con un vac�o, pues no habr�a ninguna autoridad facultada para fijar las condiciones de celebraci�n de actos o contratos y para dar respuesta a consultas sobre temas que en muchos casos son muy importantes en la vida econ�mica del pa�s. Voto en contra de la indicaci�n. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, voy a rechazar la indicaci�n. La gran discusi�n que hubo en el seno de las Comisiones unidas fue la de si el Tribunal deb�a contar o no con una facultad preventiva para evitar actos atentatorios contra la libre competencia. Pero, si se pretende llevar a cabo actos de prevenci�n, es de la esencia que se puedan hacer consultas. El Senador se�or Novoa se refiri� al tema de las fusiones. Puede haber un margen de duda respecto de ellas, de manera que, para evitar problemas en ese �mbito, as� como en otros, resulta fundamental absolver consultas. En segundo t�rmino, me parece igualmente importante analizar la experiencia internacional. En la mayor�a de los pa�ses con mercados completamente desarrollados y que durante cientos de a�os han tenido modelos libres existen tribunales de esta naturaleza, que cumplen una funci�n preventiva y absuelven las consultas que se les formulan. En tercer lugar, aqu� se hizo una comparaci�n con el sistema jurisdiccional normal. Al respecto, me gustar�a se�alar un argumento -tambi�n se mencion� en las Comisiones unidas- relativo a las acciones de mera certeza. A veces se presentan ante los tribunales ordinarios asuntos no contenciosos que, cuando derivan en conflicto, son resueltos por el mismo �rgano que conoci� de ellos en un comienzo. En todo caso, los se�ores Senadores deben quedarse tranquilos, porque el art�culo 19 establece expresamente que el hecho de que los Ministros del Tribunal se pronuncien sobre una consulta en ning�n caso los inhibe para fallar despu�s en sentido contrario. Por todas estas razones, se�or Presidente, voto en contra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, desde la dictaci�n de la ley N� 13.305, que cre� la Comisi�n Antimonopolios, y particularmente con la publicaci�n del decreto ley N� 211, de 1973, la normativa aplicable en la materia tuvo un car�cter primario preventivo. Ahora, si se acoge la indicaci�n, va a perder ese car�cter, lo cual resulta altamente inconveniente, por las razones que aqu� se han se�alado. En su momento formul� indicaci�n para que la labor consultiva quedara radicada en la Fiscal�a Nacional Econ�mica. Estoy convencido de que all� habr�a funcionado mejor. Y adem�s propuse reglamentar los efectos de las respuestas a las consultas. Pero en lo que no tengo duda es en que esta legislaci�n no puede perder su car�cter preventivo, a trav�s del cual no s�lo da seguridad jur�dica a las personas que acuden a los organismos pertinentes, sino que adem�s precave frente a posibles efectos negativos sobre la competencia. De aprobarse la indicaci�n �reitero-, la normativa quedar� despojada de uno de sus caracteres esenciales. Voto que no. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza la indicaci�n renovada N� 57, para suprimir el numeral 2) del art�culo 17 C (25 votos por la negativa; 13 por la afirmativa). Votaron por la negativa los se�ores �vila, Bombal, Cantero, Cariola, Coloma, Chadwick, Espina, Fern�ndez, Flores, Garc�a, Gazmuri, Larra�n, Matthei, Moreno, Novoa, Orpis, Parra, Prokurica, R�os, Romero, Silva, Stange, Zald�var (don Adolfo), Zald�var (don Andr�s) y Zurita. Votaron por la afirmativa los se�ores Canessa, Cordero, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Mart�nez, Mu�oz Barra, Naranjo, N��ez, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Vald�s, Vega y Viera-Gallo. El se�or GAZMURI.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, pido que se aplace la votaci�n del art�culo para el comienzo de la pr�xima sesi�n, ya que se trata de una norma que requiere un qu�rum muy alto. Por otra parte, como resta media hora del Orden del D�a, podr�amos abocarnos al estudio de una iniciativa que est� pendiente desde hace mucho tiempo. Me refiero a la que modifica la ley del Servicio Nacional de Aduanas, cuya discusi�n en general no demandar�a mayor tiempo, ya que no hay controversia al respecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Su petici�n, para ser aprobada, requiere del voto favorable de la mayor�a de la Sala. �Habr�a acuerdo para aplazar la votaci�n de los art�culos pendientes, incluyendo el art�culo 17 C? --Se aprueba el aplazamiento de la votaci�n de los art�culos pendientes hasta la pr�xima sesi�n ordinaria, en el primer lugar del Orden del D�a. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito el acuerdo de la Sala para tratar en seguida el proyecto signado en el n�mero 3 del Orden del D�a, relativo al Servicio Nacional de Aduanas. El se�or ORPIS.- Se�or Presidente, no tengo reparos al respecto, pero pido que se fije plazo para la presentaci�n de indicaciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No hay problema en ese sentido, se�or Senador. ENMIENDAS A LEY N� 19.479 PARA REFORZAMIENTO DE MODERNIZACI�N DEL SERVICIO NACIONAL DE ADUANAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de la Honorable C�mara de Diputados que modifica la ley N� 19.479, sobre gesti�n y personal del Servicio Nacional de Aduanas, con informe de la Comisi�n de Hacienda y que se encuentra en segunda discusi�n. --Los antecedentes sobre el proyecto (3034-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 11�, en 12 de noviembre de 2002. Informe de Comisi�n: Hacienda, sesi�n 35�, en 25 de marzo de 2003. Discusi�n: Sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003 (queda para segunda discusi�n). El se�or HOFFMANN (Secretario).- La iniciativa se encuentra informada por la Comisi�n de Hacienda. Su objeto principal es reforzar e impulsar el proceso de modernizaci�n del Servicio Nacional de Aduanas. Para ello se contempla reformular los requisitos de ingreso y promoci�n a los cargos de planta; perfeccionar el sistema de promociones; facultar al Director Nacional para declarar la vacancia de cargos servidos por personas que cumplen determinados requisitos de edad, y establecer que la bonificaci�n de est�mulo por desempe�o funcionario ser� imponible para efectos de salud y pensiones. La Comisi�n de Hacienda aprob� este proyecto s�lo en general, por la unanimidad de sus miembros presentes (Honorables se�ores Foxley, Garc�a y Ominami). Cabe indicar que los numerales 3) y 4) del art�culo 1� tienen el car�cter de normas org�nicas constitucionales, por lo que requieren para su aprobaci�n el voto conforme de 27 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la segunda discusi�n, tiene la palabra el Honorable se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, en t�rminos generales, considero adecuado este proyecto, que busca, evidentemente, modernizar la gesti�n del Servicio Nacional de Aduanas. Pero quiero llamar la atenci�n sobre dos de sus disposiciones espec�ficas que, en mi opini�n, merecen una reflexi�n com�n. Me refiero a los numerales 3) y 4), que proponen agregar los art�culos 18 y 19 que respectivamente indican. A mi juicio, se trata de algo in�dito, y es interesante anotar el sentido de la proposici�n que nos plantea la autoridad. Si uno mira con detenci�n el nuevo art�culo 18, observar� que en virtud de la modificaci�n propuesta en el numeral 3) se se�ala que "El Director Nacional de Aduanas podr� declarar vacantes los cargos servidos por funcionarios de carrera,". Esto se aparta completamente de la norma general vigente, contenida en las Bases Generales de la Administraci�n del Estado, donde hay una suerte de titularidad y se consigna una voluntariedad respecto de la duraci�n del cargo. Tal proposici�n podr�a justificarse, pero convendr�a evaluar su significado, sobre todo en funci�n de los dos requisitos que se agregan: el primero se refiere a la edad (65 a�os en hombres; 60, en mujeres); el segundo, que el monto de la pensi�n alcance a lo menos el 70 por ciento del promedio mensual l�quido de las remuneraciones imponibles. A este efecto �es lo que m�s me preocupa-, se faculta al Director del Servicio Nacional de Aduanas para requerir de los organismos previsionales y de fiscalizaci�n previsional la informaci�n que permita conocer el monto de la eventual pensi�n, jubilaci�n o renta vitalicia que pudiere corresponder. Se�or Presidente, aqu� estamos frente a dos importantes cuestiones de fondo, vinculadas con el sentido de la Administraci�n P�blica. Y tengo dudas, primero, respecto del qu�rum con que aprob� tal proposici�n la C�mara de Diputados, que fue simple. A mi juicio, esa materia requerir�a al menos, tal como lo propone la Comisi�n de Hacienda, qu�rum calificado, ya que modifica la Ley Org�nica Constitucional de Bases Generales de la Administraci�n del Estado; entonces, tendr�a que volver a todo evento a esa rama del Congreso. Y segundo -por eso es importante el plazo-, tambi�n me asaltan dudas respecto de la constitucionalidad de las dos normas; o sea, qu� pasa con el Derecho del Trabajo en funci�n de que se establezca la facultad de un Director para declarar vacante un cargo. Eso no existe en la Administraci�n P�blica. Puede que sea conveniente que rija hacia delante, aunque creo que la materia se relaciona directamente con el Derecho Laboral. Asimismo, considero que el derecho de una persona a reservar la informaci�n acerca de su propia jubilaci�n o renta es personal�simo. Y no veo por qu�, por la v�a de este mandato, se autoriza legalmente a un Director para conocer cu�nto ha ahorrado un funcionario. Esto puede significar, adem�s, una discriminaci�n entre quien ahorr� �ya sea imponiendo en su instituci�n previsional, o colocando su dinero en fondos especiales, o realizando, en fin, un mayor esfuerzo en este sentido-, y, por esa circunstancia, est� expuesto a que su cargo sea declarado vacante, y una persona que quiz� no se esforz� del mismo modo y que tendr�a una especie de derecho adicional a mantenerse en el cargo por no cumplir con el requisito del 70 por ciento de la jubilaci�n. Por eso quer�a hacer presente, sin perjuicio �como dije- de la decisi�n de aprobar en general este proyecto, que nos enfrentamos a una materia de gran profundidad, relacionada claramente con lo que, se supone, ser� el modelo de la nueva gerencia o gesti�n de la Administraci�n del Estado. Pero tambi�n est� involucrada -y por vez primera esta situaci�n se ve en el Parlamento- la naturaleza de los cargos en la Administraci�n P�blica. Tiene que ver con una facultad �nica, que no existe en otra instancia: la de contar con un mandato para conocer los antecedentes previsionales. Soy totalmente contrario a este segundo punto. No lo acepto a ning�n evento. En la forma redactada, es inconstitucional, porque supone involucrarse, ahora por un mandato legal, en una materia que por naturaleza es de car�cter muy personal, criterio que una ley no puede modificar. Por eso, se�or Presidente, aun cuando concuerdo con las normas generales, quiero dejar constancia de tales inquietudes. Espero que la Comisi�n de Hacienda, al conocer las indicaciones, pueda proceder a su revisi�n, por tratarse de dos materias absolutamente esenciales para el futuro de la Administraci�n P�blica. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, en id�ntico sentido a lo manifestado por el Honorable se�or Coloma, deseo exponer la voluntad de los Senadores de Renovaci�n Nacional de aprobar la idea de legislar, puesto que el proyecto constituye un avance en las relaciones laborales que deben existir entre los trabajadores y el Servicio Nacional de Aduanas. Sin embargo, quiero solicitar que la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia emita pronunciamiento sobre el art�culo 18 sugerido para la ley 19.479, mediante el cual se faculta al Director Nacional de Aduanas a los efectos de declarar vacantes los cargos de las personas que cumplen los requisitos de edad para jubilar. Siento que por esa v�a se est� vulnerando la norma constitucional que protege la libertad de trabajo, el derecho a la libre contrataci�n y a la libre elecci�n del trabajo. Y tambi�n se atropella el precepto que garantiza la admisi�n a todas las funciones y empleos p�blicos sin otros requisitos que los que impongan la Constituci�n y las leyes. Estoy de acuerdo en que exista una soluci�n para el grave problema previsional que enfrentan hoy numerosos servidores del Estado que, debido a que durante muchos a�os se hicieron imposiciones sobre la base de una porci�n muy baja de sus remuneraciones totales, tienen bonos de reconocimiento bastante reducidos, lo cual motiva que no puedan aspirar a una pensi�n superior a entre 25 y 30 por ciento de sus actuales ingresos l�quidos, raz�n por la cual nadie quiere jubilar. Concuerdo en que hay que resolver esa situaci�n, pero no por la v�a de conculcar derechos fundamentales. Convengo en que la ley establezca est�mulos para jubilar. Pero facultar al Director de un Servicio para que proceda a simplemente caducar los contratos de quienes cumplen requisitos para pensionarse, en mi opini�n, constituye francamente un exceso. En mi concepto, la jubilaci�n es un derecho a la previsi�n social y no una obligaci�n. Por eso, ser�a �til que la Comisi�n de Constituci�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia emitiera un pronunciamiento sobre la constitucionalidad del art�culo 18 que propone el proyecto. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, la ley perfectamente podr�a poner l�mites de edad para realizar determinados trabajos; creo que eso est� dentro de la competencia del legislador. De hecho, en numerosos pa�ses la jubilaci�n es obligatoria a partir de cierta edad. Por ejemplo, en nuestro pa�s, el Contralor General de la Rep�blica debe retirarse cuando cumple determinada edad; tambi�n, los Ministros de la Corte Suprema y los de Cortes de Apelaciones. Pero lo que se propone mediante el art�culo 18 que se agrega a la ley 19.479 es algo totalmente distinto: una facultad para el Director Nacional de Aduanas. Es decir, no se trata de una ley general que ponga un l�mite de edad para realizar un trabajo en cualquier actividad -por ejemplo, en el sector p�blico-, sino s�lo de una facultad para que el Director de ese organismo caduque cargos, la que podr� ejercer en algunos casos, y en otros, no. Porque ni siquiera estamos ante un "deber�". Por ejemplo, si siete hombres cumplieron 65 a�os, a lo mejor podr� caducar el empleo a tres, y a los otros cuatro, no. Me parece que esta iniciativa es del todo inaceptable. Voy a votar a favor de la idea de legislar, pero estimo que hay que llegar a una soluci�n m�s razonable. Tal vez, una ley de car�cter general que disponga que en la Administraci�n P�blica no se podr� seguir trabajando, por ejemplo, a partir de los 75 a�os, edad que ya existe como tope en algunos casos. En el Senado, se�or Presidente, hemos tenido trabajando a personas de 80 a�os; lo vimos en la Comisi�n Revisora de Cuentas. Y no s� si es l�gico que en la Administraci�n P�blica siga habiendo gente de avanzada edad que no ejerce el derecho a jubilar. En todo caso, �sa es una situaci�n enteramente distinta de la que plantea el proyecto en debate, que no se refiere a la generalidad de los servicios, sino s�lo a uno de ellos. Adem�s, se trata de otorgar una facultad y no de fijar un l�mite de edad para trabajar. Se�or Presidente, como dije, aprobar� la idea de legislar. Pero anuncio desde ya que, si no se llega a un acuerdo razonable en la redacci�n del art�culo 18 en comento, acudiremos al Tribunal Constitucional. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Parra. El se�or PARRA.- Se�or Presidente, comparto absolutamente el planteamiento de los Honorables colegas que acaban de intervenir, y tambi�n formulo reserva de constitucionalidad respecto de las normas pertinentes, para el evento de que en definitiva sean aprobadas. Pero a ello quiero agregar dos antecedentes que me parecen sumamente importantes. Votar� a favor la idea de legislar, en la esperanza de que el Ejecutivo revise con seriedad las iniciativas de ley que env�a al Congreso Nacional para su an�lisis. El proyecto en debate fue remitido en el curso del a�o 2002. Con posterioridad, el 25 de septiembre de 2002 ingres� uno "que regula nueva pol�tica de personal a los funcionarios p�blicos que indica". Esta iniciativa, llamada "Nuevo Trato Laboral", se halla referida tambi�n a los funcionarios de Aduanas y contiene normas totalmente distintas de las que aqu� estamos impugnando. En mi opini�n, debe haber consistencia en los proyectos que se presentan a la consideraci�n del Parlamento, y el Ejecutivo tiene la obligaci�n de escoger una l�nea �nica en esta materia. De otro lado, este tema est� �ntimamente vinculado con uno que usted mismo, se�or Presidente, ha promovido y enfrentado con particular fuerza: el del da�o previsional. Los problemas hay que arreglarlos encar�ndolos con decisi�n y oportunidad. El da�o previsional est� provocando que la gente postergue de modo indefinido su derecho a jubilar, con el prop�sito de defender la integridad de su remuneraci�n. Adem�s, est� generando algo absolutamente inconveniente y que se ha producido al amparo de un dictamen de la Superintendencia de Seguridad Social: que, con el prop�sito de mejorar sus sueldos, los trabajadores jubilen anticipadamente sin renunciar a su actividad, mecanismo que les permite duplicar su nivel remuneracional y arrastrar en el tiempo todo lo posible la situaci�n que de esa manera logran crear. Es hora de encarar estos problemas en debida forma. Por eso, apruebo la idea de legislar. Pero considero que el Gobierno tiene que realizar un esfuerzo para actuar al respecto con m�s consistencia y claridad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, har� dos consideraciones sobre esta materia. Quiero sumarme a la inquietud expresada acerca de la constitucionalidad del art�culo 18 propuesto para la ley 19.479. Tal como est� planteado, la jubilaci�n deja de ser un derecho y queda sujeta a la discrecionalidad de un funcionario p�blico o de un jefe de servicio. Me parece que, como precedente, eso ser�a de la mayor gravedad. Por lo mismo, lo considero inaceptable en cuanto a lo que puede significar. A lo anterior hay que agregar que la norma en comento tambi�n contiene una desigualdad impl�cita, intr�nseca en ella, en el sentido de que permite que lo dispuesto ocurra s�lo respecto de algunos trabajadores, seg�n el nivel de pensiones. Por consiguiente, tambi�n es discriminatoria en su contenido. Tanto por restar el car�cter de derecho a la jubilaci�n como por ser desigual y discriminatoria, me parece inaceptable. Ahora, tocante a la iniciativa misma, tengo una duda que va m�s all� de su contenido, relacionada con la oportunidad en que se tramita. En este momento se est� estudiando una Agenda Modernizadora del Estado, que busca la renovaci�n de la gesti�n p�blica, lo cual supone ver una manera distinta de llevar adelante la tarea de los diversos servicios p�blicos. �Con qu� fin, entonces, seguir tramitando algunos proyectos cuando a lo mejor, si se aprueba, por ejemplo, la idea de las gerencias p�blicas y se da un nuevo dinamismo, un nuevo estilo, una nueva forma de llevar a cabo la labor p�blica en los distintos servicios, vamos a tener que hacer la implementaci�n del caso en todos ellos? �Para qu� anticiparse respecto del Servicio Nacional de Aduanas? A m� me bajan lasMe asistenaltan dudas acercarespecto de la oportunidad; o sea,. No tanto en cuanto, no tanto al m�rito del proyecto, -si se insiste, habr� que discutirlo y aprobarlo en general, y luego, analizarlo en detalle- aprobarlo y verlo, pero creosino al hecho de yo que podeamos estar a desfasadose sobrerespecto acerca de lo que lo que corresponde o no aprobar o no. Por eso, se�or Presidente, hago estel alcance, se�or Presidente. No s� cu�l sea es la urgencia urgencia de tener esta modernizaci�n, esta o modificaci�n del Servicio Nacional de Aduanas. Si acaso no fuera tanta, tal vez ser�a conveniente esperar que se produjera produjerazca este el acuerdo, -que deber�a� estar listo para en una fecha razonablemente pr�xima-, para y, luego, poder retomar entonces, luego de eso, la discusi�n de esta esta iniciativa. iniciativa. �saDe manera, se�or PresidentePor lo tanto, �sa es mi inquietud. Y y, como dejo presentada �no veo a nadie ning�n representante del Ejecutivo que pueda recogerla esta inquietud-, pero, por lo menolos menos, la dejo presentadaplanteada, porque pues me parece de la mayor coherencia posible el que primero venga la la modernizaci�n del Estado y que venga primero y despu�s la apliquemossea despu�s se apliquecada a los distintos servicios, y no procedamos a la inversa. Porque si hoy d�a aprobamos una determinada estructura del Servicio Nacional de Aduanas, a lo mejor ma�ana, a lo mejor, tenemos que deberemos modificarlo modificarla de acuerdo a con las normas que se sancionenaprobarenaprueben. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Cerrado el debate. Bien. Requiere qu�rum org�nico. �Habr�a acuerdo en la Sala para aprobar?La iniciativa requiere qu�rum org�nico constitucional para su aprobaci�n. En votaci�n. --Por 33 votos, se aprueba en general el proyecto, haci�ndose constar que se reuni� el qu�rum constitucional requerido, y se fija�ndose el llunes 14 de abril, a las 12, como plazo para presentar indicaciones. Tomamos el qu�rum. En general, vamos a fijar fecha de indicaciones. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Resultado de la votaci�n: por la afirmativa 33 votos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Aprobado en general por 33 votos. Propongo como fecha para indicaciones el lunes 14 a las 12 del d�a. �Habr�a acuerdo? Acordado. Despachado el proyecto. MEJORAMIENTO DE BENEFICIOS DE SEGURO OBLIGATORIO DE ACCIDENTES DE TR�NSITO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 18.490, que estableci� el seguro obligatorio de accidentes personales causados por circulaci�n de veh�culos motorizados, con segundo informe de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. --Los antecedentes sobre el proyecto (2447-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 16�, en 14 de noviembre de 2001. Informes de Comisi�n: Transportes, sesi�n 3�, en 8 de octubre de 2002. Transportes (segundo), sesi�n 37�, en 1� de abril de 2003. Discusi�n: Sesi�n 4�, en 9 de octubre de 2002 (se aprueba en general). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto fue aprobado en general por el Senado, en sesi�n de 9 de octubre de 2002. La Comisi�n deja constancia en su segundo informe, para los efectos reglamentarios, de que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los n�meros 3, 9 y 10 del art�culo �nico. Por lo tanto, de conformidad con los establecido en el inciso primero del art�culo 124 del Reglamento del Senado, deben darse por aprobados. --Se aprueban reglamentariamente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El informe describe luego lLas dem�s constancias reglamentarias se describen en el informe. Todas lLas modificaciones efectuadas por la Comisi�n al proyecto aprobado en general fueron acordadas por la unanimidad de lossus miembros presentes de la Comisi�n (Honorables se�ores Pizarro, Stange y Vega). En consecuencia, deben ser votadas sin debate, seg�n lo dispone el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n de la Comisi�n respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. La Secretar�a ha elabor�ado un bolet�n comparado, dividido en cuatro columnas que consignan los art�culos de la ley N� 18.490 que se modifican enmiendan; el texto aprobado en general por el Senado; las modificaciones propuestas por la Comisi�n en el segundo informe, y el texto que resultar�a de aprobarse dichas enmiendas. Corresponde pronunciarnos sobre el proyecto signado con el n�mero 2. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El se�or Presidente ha puesto en discusi�n el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, sobre modificaci�n de la ley N� 18.490, que estableci� el seguro obligatorio de accidentes personales causados por la circulaci�n de veh�culos motorizados. Esta iniciativa, se�ores Senadores, tiene el bolet�n 2.447-15. El proyecto fue aprobado en general por el Senado en sesi�n de 9 de octubre del a�o pasado. Cuenta con un segundo informe de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones, la que deja constancia para los efectos reglamentarios, que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los n�meros 3, 9 y 10 del art�culo �nico. Por lo tanto, y de conformidad a lo establecido en el inciso primero del art�culo 124 de nuestro Reglamento, deben darse por aprobados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dar�an por aprobados los art�culos mencionados. �Habr�a acuerdo? Acordado. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Las dem�s constancias reglamentarias se describen en la p�gina dos del informe. Las modificaciones efectuadas por la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones al proyecto aprobado en general se consignan en las p�ginas 13 a 15, las que fueron todas acordadas por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisi�n, Honorables se�ores Pizarro, Stange y Vega. Y en consecuencia deben ser votadas sin debate, seg�n lo dispone el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n o que existan indicaciones renovadas. La Secretar�a, finalmente, se�ores Senadores, ha elaborado un bolet�n comparado dividido en cuatro columnas que consignan los art�culos pertinentes de la ley 18.490, el texto aprobado en general por el Senado, las modificaciones propuestas por la Comisi�n en el segundo informe, y el texto que resultar�a de aprobarse dichas modificaciones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n particular. La se�ora MATTEHI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabr a. Tiene la palabra Su Se�or�ala Senadora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, ahora si que estamos en el proyecto de ley a que alud� antes. En el fondo, quer�a pedirpido a alg�n miembro de la Comisi�n que nos expliquecara c�mo va a funcionar lo consignado en la letra c) del n�mero 1 del art�culo �nico. La norma que se introduce obliga a cualquier veh�culo motorizado que tenga matr�cula extranjera y que ingrese temporalmente al pa�s a contar con un seguro contra el riesgo de accidentes. ��ste sSe va a vender en la frontera? �Se contratar� por d�as? �Se le impedir� la entradar al pa�s si no se dispone de �l? No tengo claro c�mo va a operar la referida disposici�n. Y Eello puede presentar generar un problema apara el turismo. Pienso en la gente que llega de otros pa�sesviene con sus ni�os a veranear, por ejemplo, ena la Cuarta Regi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, a estel proyecto de ley, cuyo segundo informe se somete a nuestra aprobaci�n, se le introdujeron varias indicaciones; �la Senadora se�ora Matthei hizo menci�n dea una. Algunas de �stas- y algunas tienen por objeto mejorar la redacci�n y evitar probables interpretacionesinterpretaciones err�neas. Sin embargo, no comparto dos de ellas. Me Nos extra�a extra�a, por ejemplo, que se haya aprobado la indicaci�n que mantiene el plazo de cinco d�as para dar aviso por escrito del siniestro a la entidad aseguradora, en circunstancias de que durante la discusi�n en general de la iniciativa se hab�a acord�ado eliminarlo. Y digo esto Se�alo lo anterior, porque uno de los problemas m�s serios del seguro automotriz obligatorio automotriz es obligatorio consiste en que un gran n�mero de personas no lo cobra. Por lo tanto, poner condiciones para formular la denuncia respecto del accidente significa, en verdad, contribuir a que menos personas asegurados hagan uso del seguro aqu�l. Me sumo aYo tambi�n deseo efectuar la consulta a que hizoaludi� la Senadora se�ora Matthei. Y, en En general, creo que las dem�s modificaciones son positivas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, quiero referirme a la inquietud manifestada por la Senadora se�ora Matthei. LoEn realidad, lo que importa ac� es que nuestra legislaci�n obligue a quien ocasiona un da�o a repararlo. Ahora bien, hay diversas modalidades parade enfrentar un riesgo. Se puede hacer a trav�s de una compa��a de seguros; en este caso, en que el el propietario del veh�culo transfiere el riesgo para que, producido el accidente, sea aqu�lla la que asuma las consecuencias y el pago respectivo. Pero tambi�n la persona puede optar por asumir el riesgo por s� misma; y, en talese caso, se convierte en su propio asegurador. Por lo tanto, producido el da�oen la eventualidad de un accidente, no importa si tiene o no seguro con una empresa;, lo que s� interesamporta es que responda ante la ley chilena de los da�os producidos. La se�ora MATTHEI.- � Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or �VILA.- S�, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- TTiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, concuerdo con lo se�alado por el Senador se�or �vila. Efectivamente, una persona, frente al da�o que ha causado, puede responder frente al da�o que ha causado con su peculio o haberse estar cubrirseiertoa del riesgo mediante la contrataci�n de un seguro. Pero Ocurre que en nuestra legislaci�n se ha establecido que el seguro en comento �ste es obligatorio, porque, en la pr�ctica, mucha gente que interviene ocasiona en un accidente de tr�nsito carece de respaldo econ�mico o del patrimonio suficiente para hacerse cargo de los perjuicios ocasionados provocados. Ahora, dicho seguro se introduce en la norma tambi�n con car�cter obligatorio para los veh�culos provenientes del extranjero. La letra c) del n�mero 1 del art�culo �nico, dice: "Los veh�culos motorizados que tengan matr�cula extranjera y que ingresen provisoria o temporalmente al pa�s que no est�n comprendidos en el inciso anterior, deber�n contar con un seguro de similares caracter�sticas al que obliga esta ley para los veh�culos que obtienen el permiso de circulaci�n en Chile". Entonces, mi pregunta es c�mo operar� esta norma en la pr�ctica. Si los autom�viles ingresan al pa�s por dos o tres d�as, �tendr�n que contratar un seguro por todo el a�o? �Les avisar�n antes de venir? Y si no tienen contratado un seguro, �los devolver�n en la frontera y no los van a dejar entrar? �C�mo opera esto? �sa es mi pregunta. Como la gente no tiene idea de las leyes de los pa�ses vecinos, simplemente va a llegar en auto con sus hijos. Quiero saber si en el paso fronterizo, por no contar con el seguro obligatorio, los Carabineros dir�n: "Devu�lvanse", o se permitir� la comercializaci�n del seguro por d�as o por horas. En fin, deseo saber c�mo opera el sistema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera la palabra el Honorable se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, comparto con la se�ora Senadora, al menos, esa inquietud. Tiene raz�n al plantear situaciones complejas que se pueden producir en la pr�ctica. Creo que el seguro puede ser obligatorio -y resulta perfectamente atendible que lo sea- para los nacionales, pero quienes visitan el pa�s s�lo quedan sujetos a lo que nuestra legislaci�n contempla en el caso de inferir da�os a terceros. La exigencia de portar seguros de similares caracter�sticas a los nuestros puede dar lugar a situaciones absurdas, arbitrarias, complejas y enojosas. Una disposici�n de esta naturaleza en manos de un personal poco d�ctil en el tratamiento de los turistas se transformar� en generadora de problemas y dificultades. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vega. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, esta materia se discuti� bastante en la Comisi�n. El proyecto tiene por finalidad proteger a quienes se ven afectados por accidentes. En Chile las tasas son altas: 2 mil muertos y m�s de 20 mil accidentes. El se�or PROKURICA.- �Cuarenta y cuatro mil! El se�or VEGA.- Cuarenta y cuatro mil. Por lo tanto, debemos velar por que los automovilistas que circulan en el pa�s cumplan con la reglamentaci�n chilena. Un amigo que hace poco vino desde Argentina se encontr� con este problema y sencillamente lo resolvi� contratando un seguro por una semana. Es decir, el automovilista sabe perfectamente bien que cuando viaja al extranjero debe ir con toda su documentaci�n al d�a, incluyendo la licencia de conducir internacional y los seguros que cubran da�os a su veh�culo y a terceros. Por lo tanto, cuando se ingresa al pa�s, debe acreditarse la contrataci�n de un seguro compatible con los que rigen aqu�, para que en caso de cualquier accidente se responda ante la ley chilena. Y podr� ser temporal, de corto plazo, documento que las compa��as aseguradoras est�n en condiciones de preparar en media hora o veinte minutos. La se�ora MATTHEI.- �Pero no lo van a dejar entrar! El se�or VEGA.- Entonces, deber� contratar un seguro permanente antes de ingresar al pa�s. Lo importante es que cumpla con la exigencia que le impone la legislaci�n chilena, la que por lo dem�s es m�nima. Pero no creo que todos tengan ese problema. Y si afecta a algunos, deber�n atenerse a lo que rige para cualquier automovilista nacional. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, comparto las inquietudes aqu� planteadas respecto a los veh�culos motorizados con matr�cula extranjera que ingresan al pa�s. Se trata de una limitaci�n seria y grave para los turistas for�neos. En mi Regi�n, el turismo lo hacen los argentinos fundamentalmente en veh�culos. Y el tr�nsito es muy fluido. As� ocurre en Tierra del Fuego y en la Pen�nsula de Brunswick, donde todos los d�as hay movimiento vehicular constante entre Punta Arenas, R�o Gallegos, Puerto Natales y R�o Turbio. Esta norma acarrear� un tremendo trastorno al turismo y a la actividad en general de integraci�n de los pa�ses, y nos obliga a repensar el punto. De otra manera, estar�amos aprobando disposiciones sin ninguna posibilidad de aplicaci�n pr�ctica, a no ser que ocurra lo mencionado por la Senadora se�ora Matthei, en el sentido de que los turistas sean retenidos en la frontera, impidi�ndoles su ingreso al pa�s. Adem�s, nunca hemos recibido informaci�n sobre el costo que la aplicaci�n de esta norma implicar� para los automovilistas nacionales. En su oportunidad, se pidieron antecedentes, pero no los recibimos. Legislar de esta manera afectar� a miles y miles de personas, quienes, aun cuando el prop�sito del proyecto sea loable, pueden verse imposibilitadas de pagar este seguro, porque no se sabe cu�l ser� el monto de las primas, cantidad que se sumar� a la que se est� cobrando hoy d�a. En consecuencia, debemos tener claridad en estos dos temas b�sicos -el de los extranjeros que ingresan al pa�s y el del costo de la prima y su incidencia en los automovilistas- antes de votar un proyecto de esta naturaleza. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ha pedido segunda discusi�n. El debate quedar�a pendiente para una pr�xima sesi�n. Las objeciones planteadas hacen necesario revisar la iniciativa. Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, pido que el Ejecutivo o la Superintendencia de Valores y Seguros o alguna autoridad de Gobierno nos informen sobre cu�nto costar� el seguro a cada automovilista. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicitar� expresamente la concurrencia del se�or Subsecretario o del se�or Ministro. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, ped� segunda discusi�n porque, al consultar con la Secretaria de la Comisi�n, me enter� de que hay antecedentes -como un informe de la Superintendencia de Valores y Seguros- que no fueron conocidos por la Comisi�n ni por la Sala. Adem�s, estimo muy importantes las dudas planteadas por distintos se�ores Senadores. La Honorable se�ora Matthei tiene toda la raz�n en lo que expuso. Necesitamos que nos informen el Ejecutivo, la mencionada Superintendencia y los Honorables colegas que participaron en la Comisi�n. Tal vez no baste la segunda discusi�n. No s� si ser� necesario que el proyecto vuelva a Comisi�n. La Mesa decide. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Es esencial revisar. Tengo en mi poder un oficio enviado por la Superintendencia de Valores y Seguros, seg�n el cual, de aplicarse un tipo de seguro, el costo de la prima aumentar�a entre 70 y 127 por ciento. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, en el primer informe se habla de que el valor de la prima se triplicar�a. Es decir, el costo podr�a ser mayor. Entonces, hay un riesgo para los automovilistas que debe tenerse presente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, en vez de someter el proyecto a segunda discusi�n, como solicit� el Comit� Dem�crata Cristiano, se devolver� a la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones para que revise el tema del seguro, teniendo presente lo expuesto en esta sesi�n, y emita... El se�or CORDERO.- Eso es mejor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).-...un segundo informe complementario. �Habr�a acuerdo? Aprobado. Ha terminado el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ---------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or CANTERO: Al se�or Ministro de Agricultura y al se�or Director Nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario, sobre CONDONACI�N DE INTERESES Y REPACTACI�N DE DEUDA DE REGANTES Y AGRICULTORES DE SAN PEDRO DE ATACAMA, y al se�or Contralor Regional de Antofagasta, acerca de CUMPLIMIENTO DE DICTAMEN SOBRE ENTREGA DE PATENTE DE ALCOHOLES (ambos de Segunda Regi�n). Del se�or ESPINA: Al se�or Ministro de Salud, pidi�ndole transparentar SITUACIONES EN DIRECCI�N DE SALUD ARAUCAN�A NORTE Y HOSPITAL BASE DE VICTORIA. Del se�or FERN�NDEZ: A Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica y al se�or Ministro de Agricultura, solicitando AGILIZACI�N DE TR�MITE LEGISLATIVO DE PROYECTO SOBRE BOSQUE NATIVO. De la se�ora FREI (do�a Carmen): Al se�or Ministro de Bienes Nacionales, tocante a APLICACI�N DE REBAJA DE AVAL�O A TERRENOS DE SECTOR CALETA HU�SCAR EN ANTOFAGASTA. Del se�or MORENO: Al se�or Presidente del BancoEstado, con relaci�n a INSTALACI�N DE CAJERO AUTOM�TICO EN COMUNA DE CH�PICA (Sexta Regi�n). ----------------- El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- En Incidentes, el primer turno corresponde al Comit� Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes. Tiene la palabra el Senador se�or Stange. CONSTRUCCI�N DE TRAMO FINAL DE CARRETERA AUSTRAL. OFICIO El se�or STANGE.- Se�or Presidente, durante 1976, el Gobierno presidido por el General Augusto Pinochet Ugarte dio comienzo a la construcci�n de una de las mayores obras viales del continente, al trazar la ruta que unir�a el sur austral de Chile con Puerto Montt. Para ello, el Ministerio de Obras P�blicas trabaj� en conjunto con el Servicio Militar del Trabajo, pues contratistas particulares no estaban interesados por las grandes dificultades que presentaban los accidentes geogr�ficos del sector. El objeto principal reviste un car�cter geopol�tico, pues era imprescindible unir por tierra la Und�cima Regi�n con la capital de la D�cima Regi�n. As�, adem�s, de todos los beneficios tur�sticos reportados a la zona, el m�s importante ha sido sacar del aislamiento a muchas familias que viv�an, desde mucho antes, en esas tierras. En efecto, las posibilidades de desarrollo han ido en aumento para esas personas, que deb�an caminar, cabalgar o navegar durante muchas horas, e incluso d�as, para llegar a alg�n centro urbano. Es as� como la impresionante obra vial ha sido de innegable importancia para las regiones australes de Chile. Pero a�n falta un tramo de aproximadamente 60 kil�metros para que se pueda unir efectivamente por tierra a Puerto Montt con Villa O`Higgins, en la Und�cima Regi�n, sin necesidad de transitar por territorio argentino. En la actualidad, para quienes requieren viajar desde Puerto Montt, v�a R�o Negro Hornopir�n, a Chait�n, o viceversa, la mayor parte del a�o deben hacerlo por el servicio a�reo comercial desde o hacia esa primera ciudad. Solamente en verano, es decir, desde el 1� de enero al 28 de febrero, cuentan con la posibilidad de llegar a Caleta Gonzalo en transbordador, que representa un costo de 60 mil pesos por veh�culo, incluido el conductor, m�s 10 mil pesos por cada persona que lo acompa�e, con un tiempo de viaje de seis horas. Hoy, la Carretera Longitudinal Austral, que parte en el kil�metro cero, en Puerto Montt, llega hasta Pichanco, 27 kil�metros al sur de R�o Negro Hornopir�n. Desde ese lugar a Caleta Gonzalo faltan aproximadamente �y solamente- 60 kil�metros para que se termine totalmente esa gran obra y, as�, se pueda viajar v�a terrestre desde Puerto Montt al lago O`Higgins, en la Und�cima Regi�n, sin pasar por Argentina. Existen antecedentes de un anteproyecto elaborado en 1985 para concluir dicho tramo en el Ministerio de Obras P�blicas, pero desde esa fecha no se ha renovado, motivo por el cual no han continuado los trabajos. En virtud de lo anterior, solicito al se�or Presidente que se env�e oficio, en mi nombre, al Ministro de Obras P�blicas, se�or Javier Etcheberry Celhay, para que informe a esta Corporaci�n en qu� estado se encuentra el anteproyecto y qu� posibilidades existen de terminarlo y, con ello, concluir la integraci�n terrestre de la zona. Los trabajos quedar�an insertos precisamente en los proyectos de la Ley Austral, de tanta importancia para el fomento efectivo de esas Regiones. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Honorable se�or Stange, conforme al Reglamento. GIMNASIO TECHADO PARA LICEO RURAL LAS QUEMAS, DE PUERTO MONTT. OFICIOS El se�or STANGE.- Se�or Presidente, una vez m�s planteo la cr�tica situaci�n en que muchos alumnos deben desarrollar sus actividades educacionales, incluidas las deportivas y recreativas. Ya en 1998 intervine en el Senado sobre la situaci�n que afecta al Liceo Rural Las Quemas, de la comuna de Puerto Montt, en la D�cima Regi�n, por no contar con un gimnasio y ni siquiera con un patio cubierto. En esa oportunidad se envi� un oficio, en mi nombre, al Director Nacional de Deportes y Recreaci�n, exponiendo lo anterior y solicit�ndole la priorizaci�n respectiva, a trav�s del oficio N� 12.293, de 15 de mayo de 1998. Esperando los resultados y la presentaci�n de los proyectos correspondientes por parte de los docentes encargados del establecimiento educacional, no insist� en el asunto, por cuanto se habr�an dado instrucciones para los tr�mites necesarios. Pero, como no se alcanzaron resultados positivos, el 20 de diciembre de 2000 solicit� nuevamente que se enviara oficio al Director Nacional de Deportes y Recreaci�n, a la Ministra de Educaci�n y al Alcalde de la comuna de Puerto Montt, pidiendo que estudiaran la posibilidad de dotar de un gimnasio a dicho liceo. Hoy, poco m�s de dos a�os despu�s, ante la indiferencia sobre el tema, insisto, puesto que no se ha logrado la construcci�n de esa dependencia, en desmedro de los 470 alumnos matriculados. Para mayor informaci�n, se�alar� que el Liceo Rural Las Quemas se sit�a en el kil�metro 24 del camino Puerto Montt-Los Muermos, en un sector eminentemente agr�cola y centro rural de convergencia de diversos villorrios. Ochenta por ciento de los alumnos, hombres y mujeres, proviene de sectores rurales. En su mayor�a son hijos de obreros agr�colas o peque�os agricultores. Gran parte de los estudiantes proceden de lugares apartados de Las Quemas. Demoran alrededor de dos horas para llegar al Liceo, luego de caminar entre seis y ocho kil�metros diarios, para luego tomar los respectivos buses de recorrido rural. Ello les significa una permanencia de entre nueve y diez horas diarias en el establecimiento. Lo mismo se extiende a los docentes. El plantel educacional funciona desde el 29 de febrero de 1928. Comenz� como escuela de quinta clase, es decir, con s�lo un profesor. Posteriormente, en 1991 fue elevado a Liceo y se construy� un buen edificio. En la actualidad imparte ense�anza a 470 alumnos, desde prekinder a cuarto medio, con edades entre 4 y 20 a�os. Se encuentra pr�ximo a ingresar al sistema polivalente, es decir, con educaci�n cient�fico humanista y t�cnico profesional. Conviene mencionar, tambi�n, que la comuna de Puerto Montt registra un �ndice de lluvias, t�rmino medio, de dos mil 800 mil�metros al a�o, por lo que muchos de los estudiantes deben permanecer durante toda la jornada escolar con la ropa mojada. El establecimiento es subvencionado y dependiente de la Ilustre Municipalidad de Puerto Montt. En la actualidad forma parte del Proyecto Red de Enlace, que le ha permitido contar con una moderna sala de biblioteca y una sala de computaci�n. Tambi�n se ha incorporado al Programa de Jornada Escolar Completa diurna, con la construcci�n de un nuevo pabell�n de salas de clase y la ampliaci�n de los comedores. Pero, como mencion� anteriormente, la zona se caracteriza por sus constantes lluvias y el Liceo no cuenta con dependencias techadas en que puedan permanecer los alumnos en d�as de mal tiempo, por lo que deben hacerlo en los pasillos, lo que resulta insuficiente. Algo similar ocurre cuando corresponde impartir el ramo de educaci�n f�sica, lo que, por la falta de gimnasio y ante las permanentes y persistentes lluvias, se efect�a en los pasillos o en las salas de clase. En ese caso se habla de educaci�n f�sica "te�rica". Por escritura p�blica, un vecino del sector don� un terreno contiguo al actual establecimiento, con la finalidad exclusiva de que se construya un gimnasio techado. Cabe mencionar que recientemente el Congreso ha aprobado la educaci�n media obligatoria, es decir, los doce a�os de escolaridad, siendo garante el Estado de Chile. Por otra parte, el recientemente nombrado Director Nacional del Instituto del Deporte ha manifestado p�blicamente su intenci�n de aumentar de dos a cuatro horas semanales las clases de educaci�n f�sica. Ante tales anuncios, y espec�ficamente en el caso de Las Quemas, �c�mo ser�n las cuatro horas de "educaci�n f�sica te�rica" en las salas de clase o en los estrechos pasillos? Tampoco cuenta ese liceo mixto con dependencias para que los j�venes de uno u otro sexo se puedan cambiar de ropa para hacer gimnasia cuando espor�dicamente hay buen tiempo. La intenci�n de las autoridades es proporcionar mayores beneficios y garant�as en la educaci�n, y el deporte y la recreaci�n no son anexos a ella, sino, por el contrario, intr�nsecos a la ense�anza. Ante mis reiteradas peticiones a autoridades sobre la deficiencia grave que se�alo, en las respuestas se menciona la falta de recursos, la necesidad de actualizar el proyecto, en fin, una serie de precisiones que los docentes encargados ya han presentado en varias oportunidades, sin lograr, en m�s de cuatro a�os, que la obra se realice. Tambi�n deseo hacer presente que por cuarto a�o consecutivo la Direcci�n del establecimiento ha desarrollado jornadas musicales, con gran aceptaci�n de la comunidad rural. Sin embargo, por falta de gimnasio o de patio techado, esos actos deben efectuarse, precariamente, en la parroquia de la villa. Sobre la base de lo anterior, solicito al se�or Presidente que se env�e oficio, en mi nombre, al Director Nacional del Instituto del Deporte, se�or Ernesto Velasco Rodr�guez, para que se informe a esta Corporaci�n sobre las posibilidades de incorporar la construcci�n de un gimnasio en las obras prioritarias y los pasos por seguir para ello; al Ministro de Educaci�n, se�or Sergio Bitar, para que informe sobre la posibilidad de apoyar el proyecto y los pasos por seguir para ello, y la factibilidad, si ya no se halla incluido, de priorizarlo en el presupuesto del pr�ximo a�o, y al se�or Alcalde de Puerto Montt, don Rabindranath Quinteros Lara, para que informe sobre la priorizaci�n que se le ha dado a la construcci�n de este gimnasio y la posibilidad de entregar recursos econ�micos para llevar a cabo tal proyecto. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- El Comit� Uni�n Dem�crata Independiente cedi� el tiempo restante al Senador se�or Moreno. Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or MORENO.- Agradezco la gentileza, se�or Presidente. No creo que vaya a utilizar todo el tiempo; pero, en la eventualidad de que as� fuese, pido que se empalme con el correspondiente al Comit� Dem�crata Cristiano. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Con mucho gusto. ANTICIPACI�N DE COBRO DE PEAJES LATERALES EN RUTA 5 SUR El se�or MORENO.- Se�or Presidente, quiero plantear en esta oportunidad un problema suscitado en el curso de los �ltimos diez d�as a ra�z de una decisi�n tomada por el Ministerio de Obras P�blicas y la concesionaria de la Ruta 5 Sur, carretera que comienza en la salida de Santiago, extendi�ndose, en forma de cobro de peajes laterales, hasta la S�ptima Regi�n, por el momento. Esta medida, que en el fondo fue resuelta administrativamente, ha creado una tensi�n muy grande en la Sexta y S�ptima Regiones, porque todo el mundo, incluido el Senador que habla, estaba convencido de que el establecimiento de los peajes laterales se har�a exigible una vez que existiesen v�as alternativas para que los habitantes que en forma tan numerosa pueblan los sectores al sur de Buin y Paine tuvieran un grado de movilidad dentro de las respectivas �reas m�s cercanas a su vivienda y trabajo. Desgraciadamente, el cuadro no es �se. En la Sexta Regi�n se comenz� a cobrar peaje en nueve puntos de salida, m�s el troncal que se ubica en Angostura de Paine. Siguiendo hacia el sur, se cobra al salir de Chimbarongo, para llegar a Curic�. Esto se ha hecho sin que existan v�as alternativas ni lo que, en lenguaje t�cnico, se denomina conectividad de viviendas. El tema presenta caracter�sticas casi parad�jicas, porque nadie -menos el Senador que habla- se va a oponer a un mejoramiento sustantivo de la carretera central ni a que, para ello, se hagan concesiones; se generen ingresos; se cobre peaje; se garantice la seguridad de las personas y de los veh�culos, y se permita un desplazamiento vehicular a una velocidad acorde con la calidad de la carretera. �se es un concepto que est� internalizado en nuestro pa�s; por tanto, eso no est� en juego. El problema radica en que quienes dise�aron el sistema de concesiones no pensaron que hab�a caracter�sticas culturales, habitacionales y geogr�ficas de distinta naturaleza a lo largo del territorio nacional. Para muchas personas hoy d�a es un motivo de elogio -y me sumo a quienes lo piensan as�- la carretera que va desde Los Vilos a La Serena, pues constituye un agrado y un orgullo recorrerla; y pagan el peaje con buena disposici�n. Pero debo recordar que entre esas dos ciudades pr�cticamente no hay poblaciones aleda�as. Y si existen, son muy escasas. Sin embargo, el caso de la Regi�n que represento en el Senado es diametralmente opuesto, porque quien conoce la realidad de nuestra zona central y se mueve desde Buin o Paine hacia el sur, sabe del alto grado de habitabilidad que se ha generado en lugares como San Francisco de Mostazal, Codegua, Olivar, Rancagua, Requinoa, Pelequ�n, Rosario, San Vicente de Tagua Tagua, San Fernando, o el desv�o de este �ltimo hacia San Vicente. Son zonas que se han ido poblando por la alta calidad de la tierra, el buen clima y la cercan�a. As�, mucha gente que habitaba en el centro m�s urbano, que era Rancagua o San Fernando, opt� por adquirir viviendas en los pueblos aleda�os. Entonces, nos encontramos ante una situaci�n parad�jica: a pesar de propender a una regionalizaci�n, a una descentralizaci�n, actualmente se est� penalizando econ�micamente a quien se traslad� a esos lugares. Entregar� ejemplos concretos: si una persona se desplaza desde Santiago a San Fernando, va a pagar un peaje en Angostura y recorrer� esa v�a �entre Angostura y San Fernando hay cerca de 100 kil�metros- a una velocidad de 120 kil�metros por hora en forma segura y expedita. El peaje que se est� cobrando en este momento es de mil 500 pesos; pero, si un habitante de San Vicente de Tagua Tagua pone a su hijo en el Liceo de Rengo, aproximadamente a 30 kil�metros de distancia, tendr� que pagar 400 pesos por salir de San Vicente y 400 m�s por entrar a Rengo; o sea, 800 pesos. Adem�s, esa persona no viajar� ni a la velocidad ni con la seguridad posibilitadas por la carretera que cruza de norte a sur el territorio nacional. El caso es tan absurdo que, de haber un camino alternativo, la gente podr�a decir: "Muy bien, ingreso a la carretera y pago, aunque me cueste m�s caro"; pero, como entre Rengo y San Vicente no lo hay �ni siquiera por arriba de los cerros-, est� obligada a asumir el gasto. Imaginen Sus Se�or�as a una persona con un transporte escolar o un peque�o comercio que se abastece de frutas y verduras, o que tiene hijos o debe ir al hospital de Rengo. Esto mismo es aplicable para Rosario, San Francisco de Mostazal, San Fernando y toda la v�a lateral que all� existe. Consciente de esta situaci�n, se�or Presidente, solicit� una entrevista con el Ministro se�or Eyzaguirre el viernes de la semana pasada. Me recibi� muy gentilmente, acompa�ado de ocho asesores -entre ellos, la gente de concesiones--, y le plante� el problema. Para mi sorpresa, me dijo que la ley autoriza que no haya camino alternativo, pero s� conectividad. Ped� que se me explicara el punto, pues �para ser franco- no entend�. La conectividad estar�a dada por elementos como pasarelas, ubicaci�n de casetas y, eventualmente, alguna v�a menor que una alg�n poblado con un lugar interior (no con la carretera). En consecuencia, creo que �ste es un problema social que afecta gravemente a la descentralizaci�n de las poblaciones de nuestro pa�s, donde se han invertido grandes cantidades de dinero por concepto de agua potable rural, electricidad y escuelas que se han modernizado durante estos a�os, todo lo cual, en el fondo, ha incentivado a la gente para que se vaya a vivir all�. Y hoy d�a esas personas deben pagar un costo que muchos no est�n en condiciones de afrontar. Por ello, pienso que aqu� estamos ante un problema mayor. Estudi� la ley respectiva, se�or Presidente, y no encontr� en ella la exigencia de la conectividad. En cambio, permite la delegaci�n de un contrato; y probablemente all� se encuentran las cl�usulas del caso. Cuando les pregunt� al se�or Ministro y a sus asesores por qu� esta decisi�n se hab�a tomado ahora y no se esper� a que las obras terminaran ni siquiera en la carretera, se me indic� que exist�a una comisi�n de conciliaci�n formada por tres profesionales: uno nombrado por la concesionaria; otro designado por el Ministerio de Hacienda, y un tercero elegido de com�n acuerdo. �Tres personas decidieron que miles ten�an que pagar peaje a partir del s�bado antepasado! En mi opini�n, el asunto da m�rito para una intervenci�n del Parlamento -en especial, de la C�mara de Diputados- y, obviamente, una explicaci�n a la poblaci�n, que hoy est� bastante alterada. He escuchado incluso que algunos sectores tienen la intenci�n de presentar un recurso de protecci�n con el prop�sito de manifestar que esto no puede continuar as�. Realmente, hay una situaci�n peligrosa que nadie quiere violentar. Yo no soy partidario de las tomas de carreteras ni de la quema de neum�ticos -se deben evitar situaciones de esta naturaleza-; pero no puedo silenciar que el asunto es preocupante y trasciende lo que pudiera ser el inter�s de un grupo espec�fico. Por lo tanto, se�or Presidente, junto con plantear el problema, pido oficiar al Ministerio de Obras P�blicas para solicitar el env�o del contrato y que se nos explique, en forma absolutamente clara, bajo qu� condiciones se suscribi� y las razones por las cuales se empez� a cobrar peaje antes del t�rmino de las obras. Al respecto, es bueno hacer una indicaci�n positiva. De acuerdo con la experiencia que uno adquiere al vivir en el extranjero, sobre todo en Europa, existen dos normas. En las mejores carreteras del mundo no se cobra peaje. En Alemania su uso es gratis; y desde N�poles hacia el sur, con autopistas espectaculares y viaductos, tambi�n. En otros pa�ses se cobra, pero bajo el criterio de la proporcionalidad: al momento de ingresar a la carretera se compra una tarjeta, -en ella constan el lugar y la hora-, que se entrega al abandonar la ruta, sea una plaza de peaje lateral o de otro tipo, donde se paga por kil�metro recorrido. En cambio, aqu� se cobra sobre la base de una estimaci�n de alguien que dice: "F�jese que debemos calcular cu�nto significan equis pesos por kil�metro de pavimento a tal velocidad", aun cuando se trate de un veh�culo con el que jam�s se logra avanzar con esa rapidez. El sistema de tarjeta es m�s l�gico. Por lo tanto, pido enviar otro oficio al Ministerio de Obras P�blicas para sugerir que se estudie primeramente esa f�rmula y luego se informe por qu� no se ha aplicado en la Ruta 5 Sur y en las dem�s carreteras concesionadas el criterio existente en diversos pa�ses, donde los conductores pagan por lo que usan, sin tener que subsidiar a otros de mayores recursos y que, sencillamente, se benefician de los ingresos que se les extraen a aquellos m�s modestos que habitan en la localidad. Otra alternativa, menos justa -dir�a- pero posible, es cobrar m�s en la plaza de peaje troncal. Esta idea parte del siguiente raciocinio: el que usa la carretera central paga la seguridad y la mayor velocidad con que puede desplazarse para ahorrar tiempo; pero quien se sale pronto de aqu�lla o circula dentro de una peque�a extensi�n no goza de esos beneficios. Y, no obstante, se le exige pagar proporcionalmente m�s que al conductor que emplea la ruta por un largo trecho. Se�or Presidente, reconozco que �ste es un tema muy complejo. En consecuencia, pido oficiar a todos los Alcaldes de la Sexta y S�ptima Regiones que se encuentran enfrentados a la instalaci�n de puntos de salida en la Ruta 5 Sur, requiri�ndoles indicar los problemas suscitados en sus comunidades por el cobro de peaje. Igualmente, solicito dirigir oficio a los Intendentes y Gobernadores de ambas Regiones para que nos informen sobre las peticiones que en esta materia les han formulado los pobladores. Me consta que �stos se han dirigido a las autoridades al no tener una respuesta satisfactoria de Obras P�blicas. Porque, seg�n dicho organismo, es un problema del contrato, y contesta: "Mire, se�or, no tenemos por qu� hacernos cargo de lo que se firm�". O sea, la gente se encuentra ante el t�pico "comprahuevos" y no sabe a qui�n recurrir. Se�or Presidente, quiero terminar mi intervenci�n reiterando que soy absolutamente partidario, primero, de que en una carretera de alto nivel se pague por recorrerla; segundo, de que exista proporcionalidad entre el cobro y su uso, y tercero, de que se respete la forma de descentralizaci�n dispuesta en el pa�s. En el fondo, la medida a que me refer�, tomada de manera tan simplista, atenta contra el objetivo de quienes desean vivir fuera de los centros urbanos pero con acceso a la educaci�n, a los servicios y a su propio trabajo, sobre la base de no congestionar las ciudades. Lo que se logra con ella es penalizar a quienes creyeron en una nueva forma de vida. He dicho --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. El se�or STANGE.- Pido la palabra. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Puede hacer uso de ella Su Se�or�a. El se�or STANGE.- Se�or Presidente, solicito agregar mi nombre en los oficios, por cuanto lo planteado por el Honorable se�or Moreno es similar a lo que acontece en la Ruta 5 Sur en la Regi�n que represento. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Se har� constar en los oficios la adhesi�n del Honorable se�or Stange. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Y tambi�n la del Comit� Dem�crata Cristiano, se�or Presidente. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Tambi�n la del Comit� Dem�crata Cristiano y la del Senador que habla. El se�or MORENO.- Agradezco la solidaridad de Sus Se�or�as. --Ofrecida la palabra, sucesivamente, a los Comit�s Renovaci�n Nacional, Socialista, Institucionales 1, Institucionales 2 e Independiente, Mixto (Partido por la Democracia) y Dem�crata Cristiano, ning�n se�or Senador hace uso de ella. El se�or BOMBAL (Vicepresidente).- Se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:11. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n