REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 13�, en martes 19 de noviembre de 2002 Ordinaria (De 16:20 a 19:40) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y MARIANO RUIZ-ESQUIDE, PRESIDENTE ACCIDENTAL SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s.................................�����������. V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, sobre protecci�n de los animales (1721-12) (se aprueba en particular)������.����..������.. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que otorga la garant�a del Estado a obligaciones que indica, dispone suscripci�n de convenio de programaci�n con el sistema de empresas y modifica la ley N� 19.767 (3049-05) (se aprueba en general)........................................ VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)�������������.. 59� aniversario de Rep�blica de El L�bano. Comunicaciones (se rinde).......... Coyuntura y estrategia para reactivaci�n econ�mica y generaci�n de empleo en Novena Regi�n. Oficios (observaciones del se�or Mu�oz Barra)....... Reconocimiento a autoridades de Gobierno por firma de acuerdo con Uni�n Europea. Comunicaci�n (observaciones del se�or Naranjo)....................... 120� aniversario de diario "El Sur". Comunicaciones (observaciones del se�or Viera-Gallo)........................................................................................ Necesidad de nueva nave en reemplazo de buque m�dico-dental "Cirujano Videla". Oficios (observaciones de los se�ores Stange y Horvath)......... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --Parra Mu�oz, Augusto --Prokurica Prokurica, Baldo --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros Secretario General de la Presidencia; de Econom�a, Fomento y Reconstrucci�n y Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a; la se�ora Subsecretaria de Hacienda y el se�or Asesor del Ministerio de Hacienda. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 21 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 11�, ordinaria, en sus partes p�blica y secreta, y 12�, ordinaria, de 12 y 13 de noviembre de 2002, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Dos de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, por medio de los cuales retira la urgencia y la hace presente nuevamente, en el car�cter de "simple", respecto de los siguientes proyectos de ley: 1.- El que crea la Unidad de An�lisis e Inteligencia Financiera y modifica el C�digo Penal en materia de lavado o blanqueo de activos (Bolet�n N� 2975-05), y 2.- El que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes y sustancias psicotr�picas (Bolet�n N� 2439-20). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Oficios Siete de la C�mara de Diputados: Con los cinco primeros, comunica que ha dado su aprobaci�n a los siguientes proyectos de acuerdo: 1.- El relativo a la aprobaci�n del "Convenio entre la Rep�blica de Chile y la Rep�blica Federativa del Brasil para Evitar la Doble Imposici�n y Prevenir la Evasi�n Fiscal en relaci�n al Impuesto a la Renta" y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 3 de abril de 2001 (Bolet�n N� 3028-10); 2.- El referido a la aprobaci�n del "Convenio entre la Rep�blica de Chile y la Rep�blica del Per� para Evitar la Doble Tributaci�n y para Prevenir la Evasi�n Fiscal en relaci�n al Impuesto a la Renta y al Patrimonio" y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 8 de junio de 2001, y el Protocolo Modificatorio que se�ala (Bolet�n N� 3086-10); 3.- El que aprueba el "Convenio entre la Rep�blica de Chile y la Rep�blica del Ecuador para Evitar la Doble Tributaci�n y para Prevenir la Evasi�n Fiscal en relaci�n al Impuesto a la Renta y al Patrimonio" y su Protocolo, suscritos en Quito, el 26 de agosto de 1999 (Bolet�n N� 3013-10); 4.- El relativo a la aprobaci�n del "Convenio entre la Rep�blica de Chile y el Reino de Noruega para Evitar la Doble Imposici�n y para Prevenir la Evasi�n Fiscal en relaci�n a los Impuestos a la Renta y al Patrimonio" y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 26 de octubre de 2001. (Bolet�n N� 3027-10), y 5.- El referido a la aprobaci�n del "Convenio entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica de Polonia para Evitar la Doble Tributaci�n y para Prevenir la Evasi�n Fiscal en relaci�n al Impuesto a la Renta y al Patrimonio" y su Protocolo, suscritos en Santiago, el 10 de marzo de 2000. (Bolet�n N� 3029-10). --Pasan a la Comisi�n de Relaciones Exteriores y a la de Hacienda, en su caso. Con el sexto, comunica que ha aprobado el proyecto de ley que establece un procedimiento de publicidad para gestiones administrativas relacionadas con la construcci�n (Bolet�n N� 3011-14). --Pasa a la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. Con el �ltimo, comunica que ha dado su aprobaci�n al proyecto que modifica la ley N� 18.290, de Tr�nsito, en materia de estacionamientos para personas con discapacidad (Bolet�n N� 2707-15). --Pasa a la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. De la Excelent�sima Corte Suprema, por medio del cual emite su parecer respecto del proyecto que modifica la ley N� 19.620, sobre adopci�n de menores, en materia de competencia de los juzgados de menores, iniciado en moci�n de los Senadores se�ora Matthei y se�or Orpis (Bolet�n N� 3022-07). --Se toma conocimiento, y se manda agregar el documento a sus antecedentes. Del se�or Ministro del Interior, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Canessa, relativo a los beneficiarios de la pensi�n de reparaci�n otorgada por la ley N� 19.123. Del se�or Ministro de Hacienda, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, acerca de la posibilidad de disponer en la Ley de Presupuestos del Sector P�blico para 2003 un aporte para el Cuerpo de Socorro Andino. De la se�ora Ministra de Educaci�n, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, sobre evaluaci�n de material de la entidad cristiana CENLIMI-CHILE. Cuatro del se�or Ministro de Obras P�blicas: Con el primero, contesta un oficio enviado en nombre de los Senadores se�ores Chadwick, Horvath, Novoa, R�os, Romero y Zald�var (don Andr�s), relativo a la eventual construcci�n de un aer�dromo en la zona de Buin y Paine; Con el segundo, da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Senadora se�ora Matthei, relativo a la situaci�n de aislamiento de diversos pueblos en la Cuarta Regi�n; Con el tercero, contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Moreno, acerca de la ejecuci�n del proyecto denominado "Mejoramiento y Ampliaci�n Servicio de Agua Potable Rural Puquillay Bajo, Nancagua", en la Sexta Regi�n, y Con el cuarto, da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Stange, referido a la posibilidad de incluir cl�usulas que indica, en el evento de que se renueve el convenio de servicios de transbordo en la Carretera Austral. Del se�or Director del Servicio de Impuestos Internos, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantero, acerca del proceso de aval�o de los terrenos del borde costero de Antofagasta desde 1990 a la fecha. Del se�or Director Jur�dico de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la supuesta existencia en la actividad bancaria de la denominada "comisi�n por sobregiro no pactado". Del se�or Director del Fondo de Solidaridad e Inversi�n Social de la Regi�n de La Araucan�a, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, referido al Programa de Desarrollo Social. Del se�or Jefe de Gabinete del se�or General Director de Carabineros, en contestaci�n a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo a la presentaci�n efectuada por un ex Carabinero, en orden a que se revise la medida de eliminaci�n adoptada por la Instituci�n. Del se�or Jefe de la Prefectura Metropolitana Sur de la Polic�a de Investigaciones de Chile, mediante el cual informa cambio de denominaci�n de unidades de la Polic�a de Investigaciones. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Comunicaci�n Del se�or Secretario de la Comisi�n Especial de Reforma del Estado, por medio de la cual, por especial encargo de su Presidente, remite al Senado, para su conocimiento, el acta del seminario "Reforma y Modernizaci�n del Estado de Chile, Desarrollo y Aportes de la Revoluci�n Tecnol�gica e Inform�tica", organizado por dicha comisi�n y realizado el 20 de agosto del a�o en curso. --Se toma conocimiento. Informes De la Comisi�n de Hacienda, reca�do en el proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que faculta al Presidente de la Rep�blica para otorgar la garant�a del Estado a las obligaciones que indica, dispone la suscripci�n del convenio de programaci�n con el sistema de empresas y modifica la ley N� 19.767, con urgencia calificada de "suma" (Bolet�n N� 3049-05). De la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, reca�do en el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, iniciado en mensaje, sobre modificaci�n de normas para regular la posesi�n y ocupaci�n de inmuebles (Bolet�n N� 3101-12). --Quedan para tabla. De la Delegaci�n de Parlamentarios chilenos a la Sesi�n Especial del Consejo de la Uni�n Interparlamentaria (UIP) y reuniones conexas, celebradas en Ginebra, entre los d�as 23 y 27 de septiembre de 2002. --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores. Moci�n De los Senadores se�ores Flores, Vald�s, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, mediante la cual inician un proyecto de ley que concede beneficios a condenados o procesados por infracciones a la legislaci�n antiterrorista y a otras disposiciones penales relativas a la violencia con m�viles pol�ticos (Bolet�n N� 3134-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y se manda poner en conocimiento de la Excelent�sima Corte Suprema. (Este proyecto no podr� ser tratado mientras Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica no lo incluya en la convocatoria a la actual legislatura extraordinaria de sesiones del Congreso Nacional). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� a conocer los acuerdos de los Comit�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Comit�s, en reuni�n de hoy, adoptaron por unanimidad los siguientes acuerdos: 1.- Incluir en el segundo lugar de la tabla de esta sesi�n y despacharlo hoy, en general, el proyecto sobre garant�a del Estado para las obligaciones que se indican. 2.- Fijar como plazo para presentar indicaciones al proyecto de Ley de Presupuestos hasta el d�a de ma�ana, a las 10. 3.- Citar nuevamente a los Comit�s para las 18:30 de hoy. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recabo el asentimiento de la Sala para que el Senador se�or Ruiz-Esquide presida la presente sesi�n a partir de las 18:30, porque a esa hora celebraremos una nueva reuni�n de Comit�s. --As� se acuerda. V. ORDEN DEL D�A LEY MARCO SOBRE PROTECCI�N DE ANIMALES El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, sobre protecci�n de los animales, con nuevo segundo informe de las Comisiones de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, y de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, unidas. --Los antecedentes sobre el proyecto (1721-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 3�, en 9 de junio de 1998. Informes de Comisi�n: Medio Ambiente, sesi�n 28�, en 5 de abril de 2000. Medio Ambiente (segundo), sesi�n 20�, en 30 de agosto de 2000. Constituci�n y Medio Ambiente, unidas, (complementario), sesi�n 16�, en 30 de julio de 2002. Constituci�n y Medio Ambiente, unidas (nuevo segundo), sesi�n 12�, en 13 de noviembre de 2002. Discusi�n: Sesiones 30�, en 12 de abril de 2000 (se aprueba en general); 17�, en 31 de julio de 2002 (vuelve a Comisi�n para nuevo informe). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto fue aprobado en general en sesi�n del 12 de abril de 2000. Con posterioridad, hubo un segundo informe de la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales; uno complementario de aqu�l, elaborado por las Comisiones unidas de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y de Medio Ambiente y Bienes Nacionales; y un nuevo segundo informe de las mismas Comisiones unidas, este �ltimo como resultado del acuerdo adoptado por la Sala en sesi�n del 31 de julio del a�o en curso. Las Comisiones unidas, en el nuevo segundo informe, dejaron testimonio, para los efectos reglamentarios y en consideraci�n a que el �nico texto aprobado por la Sala es el correspondiente al primer informe de la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, que todos los art�culos del proyecto fueron objeto de indicaciones o de modificaciones, seg�n lo consignado en los informes enumerados con anterioridad. En cuanto a las indicaciones contenidas en el �ltimo bolet�n de indicaciones, las Comisiones unidas describen las dem�s constancias reglamentarias. Respecto de las enmiendas al proyecto aprobado en general, las Comisiones unidas dejan constancia de que ellas comprenden las propuestas del informe complementario del segundo informe y las del nuevo segundo informe. Fueron acordadas por la unanimidad de los miembros presentes, con excepci�n de la referida al art�culo 14, el cual dispone que no se aplicar�n las normas de la ley sobre protecci�n de los animales a los deportes en que participen animales -rodeo, corridas de vacas, movimiento a la rienda y deportes ecuestres-, que se regir�n por sus respectivos reglamentos. Esta enmienda fue acordada por 7 votos favorables, de los Senadores se�ores Chadwick, Moreno (como miembro de ambas Comisiones), Silva, Stange, Vega y Viera-Gallo. El Honorable se�or Horvath, tambi�n miembro de las dos Comisiones, se pronunci� en contra. Cabe recordar que las modificaciones acordadas por unanimidad deben ser votadas sin debate, de conformidad a lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. Con todo, corresponde se�alar que los art�culos 10 y 11 son normas de car�cter org�nico constitucional, requiriendo para su aprobaci�n el voto conforme de 27 se�ores Senadores. La Secretar�a de las Comisiones unidas ha elaborado un bolet�n comparado, dividido en tres columnas que consignan el texto aprobado en general, las modificaciones efectuadas de las Comisiones unidas en el informe complementario del segundo informe y en el nuevo segundo informe y el texto final que se propone aprobar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No se ha recibido indicaci�n para votar en forma separada o especial alg�n art�culo. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, pido que se vote el art�culo 10. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se proceder� de esa forma, por cuanto dicho precepto requiere qu�rum de ley org�nica constitucional. Conforme al art�culo 133 del Reglamento, consulto a la Sala si existe acuerdo para dar por aprobados todos los art�culos que fueron acordados por unanimidad y respecto de los cuales no se ha formulado indicaci�n. --Se aprueban. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponder�a votar los art�culos 10 y 11. En votaci�n el art�culo 10 del proyecto. El se�or VIERA-GALLO.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�ora VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, deseo llamar la atenci�n sobre los problemas de la norma en debate. En primer lugar, fue muy importante que las Comisiones unidas transformaran el delito de crueldad o maltrato sobre un animal en una falta que ser� conocida por el juez de polic�a local. La descripci�n de ella -que se encuentra en el inciso primero- es clara y precisa. En mi opini�n, la multa que se establece es bastante alta: de una a veinte unidades tributarias mensuales, lo que significa de 30 mil a 600 mil pesos. Recuerdo a los Honorables colegas que el no pago de ella conlleva p�rdida de libertad. Por su parte, el inciso segundo se�ala que "Se consideran actos de crueldad o maltrato...", y prosigue con una enumeraci�n no taxativa. All� se repite un elemento caracter�stico, en el sentido de que un acto de crueldad o maltrato ser�a "realizar espect�culos que impliquen maltrato grave", lo que ya se halla en el inciso primero. Por tanto, solicito a la Sala suprimir la expresi�n "maltrato grave" en el inciso segundo, para dejarlo de la siguiente manera: "realizar espect�culos que impliquen deterioro de la salud o muerte de animales,". Porque no se puede reiterar lo que ya se encuentra en la tipificaci�n de la falta en el inciso primero. M�s adelante, el inciso tercero estipula: "Ser� sancionado con igual pena el que promoviere pr�cticas de crueldad...". A mi juicio, esto deber�a eliminarse, porque promover pr�cticas de crueldad es menos que tentativa. Ni siquiera constituye actos preparatorios. Ser�a an�logo a la apolog�a de un delito. Promover equivaldr�a a llevarlo a cabo, porque hay un v�nculo directo entre el acto de promover y la realizaci�n de la falta. Es algo tan vago que no creo que pueda ser sancionado de esa manera. Pero, tal vez, el problema m�s grave se encuentra en la frase final del mismo inciso: "o abandonare a un animal.". El proyecto establece que cada familia o persona que tenga un animal se halla obligada a brindarle cuidado y alimentaci�n. As� lo expresa el art�culo 3�: "Toda persona que, a cualquier t�tulo, tenga un animal, debe cuidarlo y proporcionarle alimento y albergue adecuados, de acuerdo, al menos, a las necesidades m�nimas de cada especie y categor�a y a los antecedentes aportados por la ciencia y la experiencia.". No encontramos referencia alguna que diga relaci�n al nivel de recursos de la familia o de la persona que tiene un animal. Si carece de recursos para alimentarlos, o si los animales se reproducen, no puede abandonarlos. Deber�a entregarlos a una sociedad protectora o instituci�n semejante que los acoja; pero en Chile no existen las condiciones y, por tanto, tendr�an que abandonarlos, con lo cual se expone a una multa de hasta 600 mil pesos. En mi opini�n, la iniciativa est� orientada a familias relativamente adineradas. No estamos pensando en el problema de la gente de escasos recursos, especialmente la que vive en poblaciones, que puede tener uno o dos perros, o gatos; pero cuando son muchos no le queda m�s opci�n que abandonarlos. No puede hacer nada m�s. Y, en ese caso, se incurrir�a en una falta que derivar�a en el pago de una multa, la cual, obviamente, resulta desproporcionada frente al nivel de ingresos en las poblaciones de escasos recursos del pa�s. Luego, se�or Presidente, se se�ala que toda otra contravenci�n a lo dispuesto en esta ley se sancionar� con quince unidades tributarias mensuales. Creo que es demasiado impreciso. El se�or CHADWICK.- Una a quince unidades tributarias mensuales. El se�or VIERA-GALLO.- En efecto, de una a quince, se�or Senador; pero ello es indeterminado. En consecuencia, propongo eliminar del inciso segundo del art�culo 10 la expresi�n "maltrato grave" y suprimir los incisos tercero y cuarto. Por �ltimo, se�or Presidente, en el art�culo 11 existe otro problema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero recordar a la Sala que �ste es un proyecto de ley sobre protecci�n a los animales. Por lo tanto, debemos remitirnos al fondo de la iniciativa, que, por lo dem�s, fue elaborada por el Colegio M�dico Veterinario de Chile y por importantes organizaciones vinculadas con animales destinados al trabajo, a la recreaci�n o simplemente a servir de compa��a. Y, en este sentido, las observaciones deben guardar relaci�n con estos aspectos y tener presente que los animales tienen capacidad de sufrimiento �por lo tanto, de sentir-, por lo que no tenemos ning�n derecho moral a causarles padecimientos innecesarios. En segundo lugar, una sociedad que cuente entre sus integrantes a personas crueles o que permiten actos de crueldad y maltrato con los animales, en cualquiera de sus formas, termina por practicar tambi�n la crueldad entre sus componentes. Adem�s, hay involucrada una prevenci�n de car�cter social, entonces. Y hay muchos otros beneficios en la normativa, entre otros los relacionados con los animales productivos. Nadie en el mundo hoy en d�a, y considerando el futuro, va a estar dispuesto a comprar productos que en alguna de sus etapas de elaboraci�n implique un animal que haya sido objeto de sufrimientos. En consecuencia, tambi�n hay razones pr�cticas entre sus objetivos. En cuanto a las multas que las Comisiones unidas proponen por las faltas o infracciones a las disposiciones del proyecto en discusi�n, hay que tener a la vista la ley vigente. En la actualidad, el C�digo Penal, en su art�culo 291 bis, dispone no solamente la privaci�n de libertad -presidio menor en su grado m�nimo-, sino tambi�n una multa asociada de uno a diez ingresos m�nimos mensuales, vale decir, entre 70 mil y 723 mil pesos. La cifra es superior a la mencionada por el Senador se�or Viera-Gallo. Por otro lado, considero inaceptable el abandono de animales o el que su protecci�n dependa de los recursos o de las condiciones sociales de las personas. O sea, el que una persona disponga de menos medios no la autoriza a da�ar y abandonar a los animales. Para eso, la iniciativa promueve un cambio positivo en la educaci�n, en la conciencia, y la tenencia responsable de los animales. Y si uno sigue esas pautas, que son, por lo dem�s, las �nicas que dan frutos �frutos en un sentido positivo-, no se ver� expuesto a las condiciones contempladas. Adem�s ��gracias a Dios!-, hay bastantes organizaciones dispuestas a acoger a los animales y tambi�n solidaridad a nivel nacional. Por lo tanto, creo que no debemos mezclar argumentos en esta materia. --(Aplausos en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Advierto a quienes se encuentran en las tribunas que, de acuerdo con el Reglamento, no se permiten manifestaciones. De otro modo, me ver� obligado a su desalojo. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, quisiera hacer tres sugerencias respecto de esta norma, que creo que podr�an perfeccionarla. La primera es que, a mi juicio, cuando se fija una multa excesiva, el efecto es exactamente contrario al que persiguen los autores o el intento de sancionar una conducta. Y esto es una cuesti�n relacionada con la pr�ctica que tienen los tribunales cuando aplican esta sanci�n. Si frente a una conducta ponemos sanciones muy altas -y �sta es una cuesti�n indiscutida en la pr�ctica del derecho penal-, lo que ocurre es que, finalmente, si la sanci�n aparece demasiado alta para la conducta que se quiere castigar, el juez no la aplica. Esto es exactamente lo mismo que si respecto de un delito de hurto se estableciera pena de muerte: el juez, viendo la pena, nunca la impondr�a. Entonces, tiene que haber una proporci�n, una racionalidad, en el �nimo de que esto no sea, como ocurre con muchas leyes, letra muerta. Porque podemos dictar una ley, como ha sucedido muchas veces, con sanciones que no corresponden realmente a la gradualidad que deben tener las penas y el resultado final es que los jueces, frente a cada caso concreto, no las aplican. En ese caso, se legisla simplemente en el aire. Por lo tanto, sugiero que esa multa se establezca en un grado de proporcionalidad que resulte m�s razonable. Me dice el Senador se�or Horvath que se fijan de una a veinte unidades tributarias mensuales. Debo se�alarle que, en la realidad de las cosas, el juez no determina arbitrariamente de una a veinte. El juez, para la gradualidad, sigue un criterio. Si hay circunstancias atenuantes, va a aplicar una. Si hay circunstancias agravantes, va a aplicar veinte. Pero si no hay, el juez va a terminar aplicando multas m�s altas de lo razonable. Creo que, en el �nimo de que esto sea realidad y de que no nos enga�emos, la multa debiera ser de una a diez unidades tributarias, con el objeto de que se cumpla. Tenemos que acostumbrarnos a que las leyes no son mejores por disponer sanciones altas. Son mejores por contemplar sanciones que, razonablemente, el juez va a poder aplicar. Y, como mi inter�s es que la ley en proyecto se aplique, estimo que lo razonable es ajustarla. Quiero se�alar un solo ejemplo: pasar con luz roja a exceso de velocidad, con riesgo de muerte de una persona, tiene una multa menor. Entonces, resulta desproporcionado para lo que es la escala de gradualidad de las penas. Creo que lo razonable es graduar de la manera que he se�alado, para que sea algo real, para que realmente cuando haya un maltrato a un animal se sancione a la persona y el juez no termine simplemente por buscar cualquier resquicio con tal de se�alar que el caso no se produce. En segundo lugar, el inciso tercero del art�culo 10, que lo entiendo perfectamente y lo comparto, dice que "Ser� sancionado con igual pena el que promoviere pr�cticas de crueldad", etc�tera. Me parece innecesario, porque queda comprendido en el inciso primero. �Y por qu�? Porque el concepto de autor�a, en el C�digo Penal, incluye el "promover". Por lo tanto, desde el punto de vista de la t�cnica legislativa, es un error separarlo. Y va a perjudicar, porque el juez dir�: "El que promovi� no va a ser autor", y, por lo tanto, aplicar� una circunstancia atenuante, cuando quien promueve una pr�ctica de violencia es tan culpable como el que la ejecuta. Pondr� un ejemplo m�s pr�ctico: el que promueve que a una persona la asesinen es tan culpable como el que materialmente toma el arma y le dispara. Por lo tanto, me parece absolutamente inconveniente, desde el punto de vista de la t�cnica de la autor�a penal, que se establezca el inciso tercero. Me parece que ello queda comprendido en el concepto de autor, que en Chile es suficientemente amplio sobre esa materia. En tercer lugar, quisiera se�alar que en el �ltimo inciso del art�culo hay un error en su parte final. La norma dice: "Ser� responsable del pago de la multa quien ejecutare materialmente la infracci�n. Con todo, si �sta se hubiere ejecutado en un medio de transporte, recinto o establecimiento, ser� responsable el transportista o el due�o, encargado o responsable del recinto o establecimiento," -hasta ah� est� perfecto- "a menos que acredite no haber conocido o podido conocer la infracci�n.". En el Derecho Penal, se�or Presidente, los hechos negativos no se prueban. Se prueban los hechos positivos. Por lo tanto, hay que invertir la idea: a menos que se acredite que se ha conocido o se debi� conocer la infracci�n. Pero no se puede acreditar un hecho negativo. �C�mo se podr�a probar? Los que se prueban son los hechos positivos �repito-, salvo en los casos en que la persona tenga un deber de garante, es decir, en que se haya invertido su deber y en que tenga una obligaci�n de intervenir. Por lo tanto, desde el punto de vista, a mi juicio, de la t�cnica penal, de la redacci�n de la norma, de los tipos penales o los tipos infraccionales, como en este caso, lo que corresponde es poner, en t�rminos positivos, "salvo que se pruebe que la persona deb�a saberlo" �que "lo sab�a" o "deb�a saberlo"-, para que realmente la norma pueda ser efectivamente practicable. En realidad, me corrige bien la Honorable se�ora Matthei: no es "salvo", sino "siempre que la conozca o debiera conocerla". Porque eso es lo que a la persona se le deber� probar, no que no lo sab�a. �sas son las observaciones que quer�a hacer, en el �nimo de perfeccionar la disposici�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ofrece la palabra. La tiene el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, concuerdo con todo lo que ha dicho el Senador se�or Espina. Lo que habr�a que hacer es votar inciso por inciso y ah� ver c�mo se puede mejorar. Lo �nico a lo cual �l no se ha referido �no s� cu�l ser� el criterio de la Sala- es si hay que castigar o no el abandono. Gracias. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, no he participado en la discusi�n del proyecto, pero obviamente que me preocupa el abandono. Gente que vive muchas veces en poblaciones tiene una perra, por ejemplo, y de repente nacen cinco o seis cachorros. Son familias que, muchas veces, a duras penas est�n dando alimento a sus propios hijos. Entonces, en la medida en que el abandono se penalice de esta forma, creo que la consecuencia va a ser evidente: tirar�n los animalitos al r�o, sin que nadie se d� cuenta. Realmente, me gustar�a ver si hay alguna otra alternativa. Porque, por desgracia, las familias que en este momento tienen perritos y quieren regalarlos -en Chile, lamentablemente, o �stos son de raza fina o nadie los desea- no encuentran d�nde entregarlos. Faltan instituciones que se hagan cargo de estos animales y, con posterioridad, los regalen a quienes s� los quieren. Pero, mientras tanto, me preocupa la situaci�n, porque �tal como dijo el Honorable se�or Viera-Gallo-, si una persona no paga la multa que se le aplic�, puede ir a la c�rcel. Todos recordamos que �sa fue la consecuencia en el caso de una se�ora que se neg� a pagar una multa por tener descuidado su antejard�n. Entonces, se trata de un problema cuya soluci�n desconozco, pero que me causa gran preocupaci�n, b�sicamente por la gente de escasos recursos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, no se debe asustar a la Sala -por decirlo de alguna manera-, ya que, si una persona no tiene dinero para pagar la multa por una infracci�n o una falta, existen penas alternativas. O sea, el asunto no es tan dram�tico en t�rminos de que se prive de libertad. De hecho, se est� descartando, en el art�culo propuesto,... La Honorable se�ora Matthei me pide una interrupci�n. Con la venia de la Mesa, no tengo problema en conced�rsela. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Senadora. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, podr�n aplicarse penas alternativas, pero el animal continuar� abandonado y, por lo tanto, se seguir�n pasando multas. Porque la persona o se hace cargo de los cinco cachorros aludidos o �stos quedan abandonados todo el tiempo, caso en el cual se continuar� incurriendo en infracci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar el Senador se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, hay que ver la ley en su futuro contexto. Hoy existe en Chile casi un mill�n de perros que andan dando vueltas, en lo cual media una falta de educaci�n. Si realmente apuntamos a la tenencia responsable, como se promueve en el proyecto que nos ocupa �y, por lo dem�s, es algo que las mismas Comisiones unidas de Medio Ambiente y de Constituci�n aprobaron hacer saber al Gobierno, de manera que exista financiamiento para desarrollar acciones de car�cter preventivo a nivel municipal, como corresponde-, el problema del abandono se va a reducir. Por lo tanto, la idea no es obviar el abandono de los animales o resolverlo por la v�a de las multas o el castigo, sino solucionarlo a trav�s de la tenencia responsable, de la esterilizaci�n de machos y hembras �como debe ser-, y de la educaci�n. A mi juicio, con tales medidas la dificultad se resuelve. La se�ora MATTHEI.- Pero eso es caro. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ruego evitar los di�logos. El se�or HORVATH.- No, se�ora Senadora. Se trata de soluciones mucho m�s econ�micas que lo que han involucrado las mortandades de las perreras o la estricnina, tan tristemente conocidas en la historia chilena. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Al parecer, en la Sala de nuevo estamos trabajando como en Comisiones. Porque el proyecto ya tiene cuatro informes y, otra vez, la redacci�n de casi todos los incisos del art�culo en debate ha sido objetada. En consecuencia, tenemos dos posibilidades: o nos abocamos a resolver aqu� cada una de las observaciones formuladas o volvemos la iniciativa a Comisi�n para que redacte el art�culo 10 en la forma que corresponde. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, �me permite un alcance de forma? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, los dos se�ores Senadores que han intentado volver a legislar en cada inciso son miembros permanentes de las Comisiones unidas de Constituci�n y de Medio Ambiente. Entonces, no veo por qu� eligen esta instancia para formular sus observaciones y no los �rganos t�cnicos en que lo anterior corresponde. Ello, con la salvedad de la Honorable se�ora Matthei, que, en el fondo,... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, no estoy haciendo cargos a nadie -no me corresponde-, sino planteando una situaci�n objetiva: se han formulado reparos a casi todos los incisos del art�culo 10. Tiene la palabra el Honorable se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, no he participado en las Comisiones que estudiaron el texto, pero les encuentro toda la raz�n a los Senadores se�ores Viera-Gallo y Espina. En consecuencia, o se votan los referidos incisos o vuelve el proyecto a las Comisiones unidas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �sas son las alternativas. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, procedamos a la votaci�n. No hay problema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Espina, para proponer f�rmulas de salida al problema. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, soy partidario de votar ahora, porque s�lo hay que introducir tres sencillas modificaciones. En primer lugar, se debe cambiar en el inciso primero el monto de la multa, de una a veinte unidades tributarias mensuales, por de una a diez UTM, que es la cifra m�s apropiada, pues de lo contrario no ser� aplicable la norma. En segundo t�rmino, hay que eliminar el inciso tercero, porque queda comprendido en el inciso primero. Por lo tanto, s�lo se debe rechazar. Y, en �ltimo lugar, se debe modificar el inciso final -ya se ha realizado otras veces por la Secretar�a, luego de tomarse nota de la indicaci�n- y redactarlo en positivo, es decir, sustituyendo al expresi�n "a menos que acredite" por "si se acredita que conoci� o debi� conocer la infracci�n". Por lo tanto, con esas tres indicaciones se puede resolver perfectamente el problema sin dilatar m�s el proyecto. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se�or Senador, estamos empezando a trabajar como en Comisiones. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, s�lo quiero se�alar que estoy de acuerdo en lo propuesto, aunque habr�a dos modificaciones m�s que introducir. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Lo otro que podemos hacer es pedirles a los autores del proyecto que se re�nan por algunos minutos con el objeto de introducir al art�culo 10 las correcciones pertinentes, y luego nos pronunciamos sobre el particular. En caso contrario, someter� a votaci�n cada uno de los incisos de la referida norma. El se�or SILVA.- Pido la palabra El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, s�lo debo hacer presente que el asunto fue debatido ampliamente en las Comisiones unidas. No se actu� con un criterio ligero al someterlo a la consideraci�n de la Sala. Y dos veces ha intervenido la Comisi�n de Constituci�n y cada art�culo se discuti� muy extensamente. En este momento, las observaciones realizadas por los se�ores Senadores son de �ndole subjetiva, y es obvio que existen diferentes criterios para ponderar circunstancias de la m�s distinta naturaleza. Sin embargo, para tranquilidad de la Corporaci�n, reitero que me consta que el tema fue considerado en dos oportunidades por la Comisi�n de Constituci�n, habiendo sido estudiada pormenorizadamente cada norma. De manera que, a mi juicio, lo mejor ser�a que la Mesa determinara votar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De eso se trata, se�or Senador. Tocante al inciso primero del art�culo 10, no se ha concretado la proposici�n para modificar el monto de la multa. Es preciso que se formalice. Si no, se votar� el precepto tal como est�. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, mi sugerencia es para sustituir la palabra "veinte" por "diez", de manera que la norma sea aplicable. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se ha propuesto poner como tope diez unidades tributarias mensuales. Hago presente a Sus Se�or�as que se requiere qu�rum especial de aprobaci�n. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, habr�a que rechazar primero el inciso y, luego, aprobar la modificaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, se�or Senador. Corresponde votar la sustituci�n a que he hecho referencia. Si le parece a la Sala, se aprobar� el inciso primero con la indicaci�n del Honorable se�or Espina. --Se aprueba, por 30 votos a favor y con los pronunciamientos en contra de los Honorables se�ores Horvath y Naranjo, dej�ndose constancia de que concurre el qu�rum constitucional necesario. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el inciso segundo, el Honorable se�or Viera-Gallo propone eliminar la expresi�n "maltrato grave", porque estima que se encuentra incluida dentro de la definici�n del inciso primero. Se votar� el inciso segundo completo, que requiere 27 votos para ser acogido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El inciso segundo, sin las palabras "maltrato grave", quedar�a de la siguiente forma: "Se consideran actos de crueldad o maltrato, entre otros, provocar ri�as de animales; realizar espect�culos que impliquen deterioro de la salud o muerte de animales, y emplear instrumentos o sustancias que provoquen en los animales su muerte con sufrimiento en estado de conciencia.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar el inciso en la forma se�alada? El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, primero deber�a votarse el texto propuesto por las Comisiones unidas, y despu�s, la indicaci�n para eliminar las palabras "maltrato grave". De lo contrario, se nos estar�a obligando. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El problema estriba en que tenemos una situaci�n de qu�rum bastante compleja. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, si se lee bien, la indicaci�n del Honorable se�or Viera-Gallo es correcta, aunque se trata de un asunto opinable. Entonces, sugiero aprobarla, para que no se deseche el inciso. Porque el concepto "deterioro" figura como delito gen�rico. En consecuencia, como no se trata de una cuesti�n de fondo,� El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El Senador se�or Viera-Gallo observa que, como el t�rmino "maltrato" est� incluido en la definici�n del inciso primero, la expresi�n "maltrato grave" es redundante. El se�or ESPINA.-�y en el �nimo de evitar que se rechace la norma, propongo aprobarla con la indicaci�n, dado que el inciso primero ya considera esa conducta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar el inciso con la indicaci�n, en el entendido de que el concepto "maltrato grave" se encuentra incluido en la definici�n del delito a que se refiere la norma anterior? --Se aprueba el inciso segundo con la indicaci�n del Senador se�or Viera-Gallo para suprimir la expresi�n "maltrato grave" (32 votos afirmativos y las abstenciones de los Senadores se�ores Horvath y Stange), dej�ndose constancia de que se cumple con el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En seguida, corresponde votar el inciso tercero propuesto por las Comisiones unidas, que expresa: "Ser� sancionado con igual pena el que promoviere pr�cticas de crueldad o maltrato a los animales, o abandonare a un animal.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le pareciera a la Sala, se aprobar�a. No hay acuerdo. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or N��EZ.- Voto en contra. De rechazarse esta norma, quedar�a pendiente lo relacionado con el abandono. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechaza el inciso tercero (22 votos por la negativa y 12 por la afirmativa). Votaron por la negativa los se�ores Arancibia, Boeninger, Bombal, Cariola, Coloma, Cordero, Espina, Fern�ndez, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Larra�n, Matthei, Moreno, N��ez, Ominami, Orpis, Parra, Romero, Sabag, Viera-Gallo y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, �vila, Canessa, Horvath, Naranjo, Prokurica, Ruiz-Esquide, Silva, Stange, Vald�s, Vega y Zurita. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De acuerdo con la explicaci�n dada en la Sala por el Honorable se�or Espina, la promoci�n de pr�cticas de crueldad o maltrato a los animales se encuentra incluida en el concepto de autor�a del delito tipificado en el inciso primero. Por lo tanto, s�lo queda fuera lo relativo al abandono. Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, entiendo que la expresi�n "el que promoviere pr�cticas de crueldad o maltrato" era innecesaria, porque estaba contemplada anteriormente, y que por eso se rechaz� el inciso. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Exacto. La se�ora MATTHEI.- Lo que no queda claro es si el abandono est� incluido o no como pr�ctica de crueldad. En ese sentido, consulto sobre la factibilidad de enviar un oficio al Ministerio de Hacienda con el objeto de que se estudie una subvenci�n o aporte a alguna instituci�n que pueda hacerse cargo de animales abandonados, por ejemplo, hasta que cumplan al menos tres meses de edad. Porque el problema radica en que ahora no hay d�nde entregarlos ni, muchas veces, c�mo alimentarlos. En consecuencia, el abandono se produce m�s bien por falta de alimentos. Habr�a que buscar soluci�n a este problema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Su Se�or�a puede hacer llegar a la Mesa una proposici�n concreta del oficio que plantea enviar al Ministerio de Hacienda. Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, quiero dejar clara mi opini�n en el sentido de que en algunas circunstancias el abandono puede constituir un acto de crueldad. Una cosa es abandonar a un animal en su h�bitat natural y otra muy distinta abandonarlo en condiciones que evidentemente provocar�n su muerte. Se trata de una materia que deber� discernir el juez. Por eso hab�a que eliminar �ntegramente el inciso, para que el magistrado considere si el acto de abandono u omisi�n es o no constitutivo de infracci�n. Entonces, quiero dejar constancia, para la historia fidedigna de la ley, de que no es efectivo que se haya descartado el abandono. Si �ste es parte de un acto de crueldad para con un animal, ser� un elemento que el juez evaluar� a los efectos de determinar si existe infracci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dejar� esa constancia, a fin de que haya suficientes luces para una buena aplicaci�n de la ley. Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Corresponde votar el inciso cuarto, que dice: "Toda otra contravenci�n a lo dispuesto en esta ley se sancionar� con multa de una a quince unidades tributarias mensuales.". El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, habr�a que ajustarlo a lo establecido en el inciso primero. Si en �ste se fija una multa de una a diez unidades tributarias mensuales, en el que nos ocupa deber�a ser de una a cinco. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo en fijar la multa de una a diez unidades tributarias mensuales? El se�or VIERA-GALLO.- No, se�or Presidente. Tendr�a que ser de una a cinco, porque se supone que en este caso aqu�lla debe ser menor. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- De una a cinco. Tiene raz�n, se�or Senador. El se�or ABURTO.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or ABURTO.- Se�or Presidente, las contravenciones que se consignan en las leyes usando m�todos de car�cter residual, como en el presente caso -se dice "Toda otra contravenci�n"-, usualmente carecen de un requisito esencial, que es la descripci�n del delito, su tipificaci�n. En el art�culo 10 de la ley en proyecto se sancionan una serie de infracciones. Y en el inciso cuarto se agrega, en forma gen�rica, que "Toda otra contravenci�n" merecer� equis pena. La norma en debate carece de la descripci�n o tipificaci�n de las respectivas conductas. Por lo tanto, a mi juicio, debe suprimirse. Eso es todo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aprobar la proposici�n de fijar multa de una a cinco unidades tributarias mensuales? La se�ora MATTHEI.- Perd�n, se�or Presidente, pero existen dos proposiciones: una, seg�n entiendo, para eliminar el inciso cuarto, y la otra, para establecer multa de una a cinco unidades tributarias mensuales. El se�or Senador que me antecedi� en el uso de la palabra expres� que no est� descrito el delito o la falta y que, por lo tanto, no se aplicar� nunca la sanci�n. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, �puedo hacer una aclaraci�n? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or HORVATH.- Si mis Honorables colegas se dan el trabajo de leer todos los art�culos -por lo dem�s, los debatimos en la Comisiones unidas-, observar�n que hay otros hechos, se�alados expl�citamente, que pueden considerarse infracciones o contravenciones a la ley en proyecto; por ejemplo, no tener las instalaciones adecuadas a las respectivas especies y categor�as de animales ocupados en espect�culos, en circos, en fin. De modo que resulta necesario hacer un llamado en el sentido de que, cuando no se cumplen las obligaciones pertinentes, se produce una contravenci�n. Por lo tanto, corresponde la aplicaci�n de la multa. Ahora, si se quiere rebajar su monto, es otra cosa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, encuentro toda la raz�n el Senador se�or Horvath, porque existen otras contravenciones, ante las cuales el juez tendr� latitud y podr� aplicar multa de una a cinco unidades tributarias mensuales. El problema radica en que, si no se rebaja de quince a cinco el l�mite superior, no existir� ninguna proporcionalidad con la multa de una a diez UTM que aprobamos en el inciso primero. Por tanto, Su Se�or�a est� en la raz�n. Y la multa debe ser de una a cinco unidades tributarias mensuales. Tocante a las otras contravenciones se�aladas en el proyecto, el juez tendr� que aplicar la sanci�n correspondiente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Deseo preguntar al Senador se�or Aburto si mantiene su planteamiento respecto del inciso cuarto. Porque si lo mantiene, habr� que votar primero la supresi�n de esa norma. El se�or ABURTO.- Voy a votar en contra, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- O sea, Su Se�or�a no mantiene su planteamiento. Tiene la palabra el Honorable se�or Zurita. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, creo que el planteamiento del Senador se�or Aburto es, jur�dicamente, lo �nico bueno que se ha hecho. Porque sucede que, si acept�ramos esta norma, los animales tendr�an mejor protecci�n que los seres humanos. Y parece que el mundo va caminando as�. Por ejemplo, si un hombre pobre es due�o de muchos animales y, porque carece de recursos, no ha comprado para sus gatos collares contra las pulgas, �ser�a delito? Si les da de comer lo poco que le sobra y uno de �stos se encuentra fam�lico y corre el peligro de volverse como algunos "gatos de monte" actuales, �ser�a delito? Me parece que esta figura penal en blanco, que faculta al juez para describir el delito y aplicar la multa, representa un peligro muy grande. Quienes hemos sido magistrados sabemos que los jueces son peligrosos. �No les demos m�s atribuciones! El se�or CORDERO.- �Lo dice ahora que es Senador...! El se�or ZURITA.- En consecuencia, estoy por la eliminaci�n del inciso cuarto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina, en su segunda intervenci�n; y luego, el Senador se�or Horvath, por una vez m�s. Y en seguida resolveremos. El se�or ESPINA.- Con todo el respeto que me merece, estimo que el Senador se�or Zurita est� absolutamente equivocado. En primer lugar, porque la norma dice: "Toda otra contravenci�n a lo dispuesto en esta ley...". Sin embargo, nada de lo manifestado por Su Se�or�a se contempla en este proyecto. Y quiero citar un ejemplo. En el art�culo 9� se se�ala: "En el beneficio y sacrificio de animales deber�n emplearse m�todos racionales tendientes a evitarles sufrimientos innecesarios.". No se prev� sanci�n. Entonces, es obvio que se aplicar� la que se establezca en el inciso cuarto, por tratarse de otra contravenci�n: multa de una a cinco unidades tributarias mensuales. Por tanto, cuando la norma dice "Toda otra contravenci�n", se refiere sin duda a las dem�s contravenciones que contempla la iniciativa en an�lisis. Siendo as�, habr� que ver cu�les de ellas son distintas de la figura penal general que consagramos. A mi entender, la situaci�n es al rev�s: de no consignarse el inciso cuarto, quedar�n sin ning�n tipo de sanci�n otras contravenciones, lo que ser�a completamente rid�culo. En consecuencia, estimo que el Senador se�or Zurita est� equivocado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Como el Honorable se�or Aburto retir� su planteamiento, s�lo habr� que pronunciarse acerca de la propuesta tendiente a cambiar el guarismo "quince" por "cinco". �Habr�a acuerdo, con el voto en contra del Senador se�or Horvath? --Se aprueba el inciso cuarto con la modificaci�n explicitada (31 votos contra 1), dej�ndose constancia de que se reuni� el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El inciso quinto propuesto por las Comisiones unidas dice: "En caso de reiteraci�n, podr� imponerse hasta el doble de la multa o la clausura del establecimiento en que se haya ejecutado la infracci�n, con un m�ximo de sesenta d�as, en su caso.". El se�or N��EZ.- Est� bien. El se�or VIERA-GALLO.- No hay problema con ese inciso. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba el inciso quinto (32 votos afirmativos), dej�ndose constancia de que se reuni� el qu�rum constitucional requerido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Respecto del art�culo 10, corresponde pronunciarse sobre el inciso final, que se�ala: "Ser� responsable del pago de la multa quien ejecutare materialmente la infracci�n. Con todo, si �sta se hubiere ejecutado en un medio de transporte, recinto o establecimiento, ser� responsable el transportista o el due�o, encargado o responsable del recinto o establecimiento, a menos que acredite no haber conocido o podido conocer la infracci�n.". El se�or ESPINA.- Hay que introducir un cambio en ese inciso, se�or Presidente. El se�or FERN�NDEZ.- As� es. Se debe hacer la modificaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En efecto, el Senador se�or Espina propuso una enmienda de redacci�n que, a mi juicio, tiene l�gica jur�dica. �Habr�a acuerdo para autorizar a la Secretar�a con el objeto de que haga la adecuaci�n correspondiente? --As� se acuerda, y se aprueba el inciso final del art�culo 10 (32 votos afirmativos), dej�ndose constancia que se reuni� el qu�rum constitucional exigido. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Corresponde pronunciarse sobre el art�culo 11, respecto del cual tambi�n se pidi� votaci�n separada. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Quiero dejar constancia, para los efectos de la historia de la ley, de algo que me parece muy importante, concerniente al inciso segundo de la letra b) del art�culo 11 del proyecto, en relaci�n con el art�culo 15. El mencionado inciso establece que, trat�ndose de especies hidrobiol�gicas, la fiscalizaci�n de las disposiciones de la ley en proyecto ser� ejercida por funcionarios del Servicio Nacional de Pesca, entre otros, lo cual me parece muy bien. Debe quedar claro, s�, que se apunta b�sicamente a los acuarios o a los delfinarios, y no, por cierto, a todo lo que implica el manejo de los peces. Y lo se�alo porque el art�culo 15 dice: "Las disposiciones contenidas en esta ley se aplicar�n sin perjuicio de lo dispuesto en la ley N� 18.892, General de Pesca y Acuicultura...". Sobre el particular, deseo preguntar -no asist� a la sesi�n de las Comisiones unidas donde se aprob� el precepto en comento- qu� ley primar�: �la de Pesca o la ley en proyecto? �ste no es un problema secundario, se�or Presidente. Porque, despu�s de todo lo que se ha discutido en torno a si se prorrogar� o no el l�mite m�ximo de captura, etc�tera, ac� estamos sancionando la ley en proyecto y, adem�s, existe la famosa Ley de Pesca. A mi entender, prevalecer� la Ley de Pesca, salvo que los peces no sean para producci�n, sino para espect�culos (por ejemplo, acuarios o delfinarios) o para el hogar (como adornos, por decirlo de alg�n modo). En este caso primar� el inciso segundo de la letra b) del art�culo 11. Y, relacionado con el art�culo 15, deseo que quede meridianamente claro que, si hay conflicto entre la ley en proyecto y la Ley de Pesca, prevalecer� esta �ltima. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habr� que analizar cada punto por separado. El se�or HORVATH.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or HORVATH.- Reitero, se�or Presidente, que en esta materia no hay leyes que primen sobre otras. Se debe tener muy claro -ha costado hacerlo, y particularmente ac�, en el Senado; despu�s, seguramente, el punto ser� analizado en Comisi�n Mixta- que existen animales de compa��a, de trabajo y de producci�n. Y toda ley va orient�ndose en funci�n de cada tipo. Previo a esta normativa, en el Congreso se modific� la Ley de Caza, que en el fondo se transform� en una legislaci�n sobre protecci�n de la vida silvestre. Tambi�n, la llamada "Ley de la Carne" introdujo un concepto tendiente a evitar el sufrimiento innecesario de los animales. A mi juicio, eso es permeable y transversal a toda la legislaci�n. Por lo tanto, creo que ambos textos no se contravienen. Y no se asuste, se�or Senador: el d�a de ma�ana, por apretar un jurel en una red de captura, un inspector de pesca, o de la Marina -dice la ley-, no lo acusar� de maltrato de animales. No es el caso. --Se aprueba el art�culo 11, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido, de que concurren con su voto favorable 31 se�ores Senadores. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Finalmente, corresponde pronunciarse respecto del art�culo 14, que dice: "Las normas de esta ley no se aplicar�n a los deportes en que participen animales, tales como el rodeo, las corridas de vaca, el movimiento a la rienda y los deportes ecuestres, los que se regir�n por sus respectivos reglamentos.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Tiene la palabra el Senador se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, deseo reiterar lo que se�al� en su oportunidad, en el sentido de que la referencia a deportes ecuestres es amplia: incluye no solamente los saltos ecuestres, sino tambi�n la h�pica. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, el deporte ecuestre es para quien lo practica, arriba del caballo, pero no para el que apuesta. El se�or ROMERO.- �Su Se�or�a est� de acuerdo? El se�or HORVATH.- No. Me refiero a deportes que utilizan animales. Es otro asunto. Deseo reiterar el punto de vista que sostuve en la Comisi�n de Medio Ambiente y que no prosper� en las Comisiones unidas. Para valorar pr�cticas deportivas absolutamente representativas de la tradici�n chilena y vinculadas con faenas propias del campo y demostrativas de destrezas propias de ellas, es perfectamente posible que los reglamentos que las rigen se adecuen a esta normativa. Si no es as�, en el futuro se estar�an poniendo una soga al cuello al estimarse que quedaron al margen de una ley de protecci�n de los animales. Lo l�gico es que los reglamentos cumplan con esta legislaci�n. De hecho, se analiz� el asunto con la Federaci�n del Rodeo Chileno y sus abogados, y se concluy� que si en el rodeo, en las corridas de vaca o en el movimiento a la rienda se observan todas las disposiciones de los respectivos reglamentos, se estar� cumpliendo con la protecci�n de los animales. Y esto, a futuro, es mucho m�s sano que marginar tales actividades de esta nueva normativa. Eso quer�a representar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Deseo reiterar al Senador se�or Horvath que, si se interesara en conocer el reglamento de las corridas de vaca -elaborado por el se�or Presidente del Senado, al igual que el del rodeo-, se dar�a cuenta de que la protecci�n de los animales es mucho m�s amplia que la establecida en este proyecto, pues les brinda todas las precauciones destinadas a evitar su sufrimiento. A m� no me parece que la informaci�n sea equivocada, a menos que haya entendido mal. El se�or HORVATH.- �Me permite, se�or Senador? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ruego a Sus Se�or�as evitar los di�logos. El se�or HORVATH.- Es exactamente lo que he dicho, se�or Presidente. Entonces, si el se�or Senador no tiene ese susto, �por qu� no acogerse a la ley? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No hay problema: los reglamentos est�n perfectamente de acuerdo con la normativa vigente. Tiene la palabra el Senador se�or �vila. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, todas las disposiciones de la iniciativa en an�lisis apuntan a la protecci�n de los animales. Eso es m�s que obvio; pero considero peligroso eximir del resguardo que aqu� se contempla a los animales que se emplean en los deportes se�alados en el art�culo 14. Concuerdo con lo que acaba de plantear el Senador se�or Horvath, en cuanto a que son los reglamentos los que deben buscar concordancias con el esp�ritu de la ley, y no al rev�s. Por ejemplo, el Senador se�or Romero, tan aficionado a las corridas, debiera partir por limar las p�as de las espuelas, porque ciertamente, en el �nimo de conseguir un premio, muchas veces los animales terminan con las costillas sangrantes debido a que el jinete antepone su inter�s personal de salir airoso en la prueba al derecho del animal de ser tratado como corresponde. Ese peque�o ejemplo �puede haber muchos m�s- indica que ser� necesario, de todos modos, perfeccionar los reglamentos de este tipo de deportes, a los efectos de que guarden coherencia con el esp�ritu del proyecto en estudio. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Romero, por �ltima vez. El se�or ROMERO.- Muchas gracias, se�or Presidente. Fui interpelado por el se�or Senador que me precedi� en el uso de la palabra. Al parecer, olvid� que corrimos "a yegua suelta", en Calle Larga. En todo caso, quiero decirle que si al menos participara en deportes ecuestres y en el rodeo, se dar�a cuenta de que no se inflige, como ocurr�a antiguamente, ning�n da�o a los animales. Y es cuesti�n de que vaya, observe y compruebe. Al contrario, dir�a que actualmente las famosas espuelitas a que el Honorable colega se refiere, por estar romas, ya no provocan sufrimiento a los animales. Simplemente forman parte de una indumentaria tradicional. En todo caso, me gustar�a participar nuevamente en alguna competencia, como lo hicimos anta�o, porque creo que el se�or Senador no lo hace mal. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, ser� muy breve. Quienes representamos a zonas rurales hemos visto c�mo en el curso de los �ltimos a�os han florecido en gran n�mero clubes de huasos y de rodeo, a los que se han incorporado trabajadores. Y probablemente muchos de los presentes no nos hemos percatado de que todas estas agrupaciones est�n organizadas s�lidamente y forman parte de federaciones comunales, provinciales o regionales. Los reglamentos por los cuales se rigen establecen, precisamente, las condiciones de trato para con los animales. Es el caso de las cabalgaduras, que probablemente sean el bien m�s preciado que esas personas tienen, dado que las vincula directamente, no s�lo con el deporte mismo, sino que con otras actividades de su propia condici�n. Ahora se pone �nfasis en el trato para con los animales. En el pasado, en el rodeo o en las corridas de vaca, eran objeto de apremios excesivos cuando doblaban las rodillas. Se ha eliminado el uso de la picana de hierro, que en algunos casos se traduc�a en una torsi�n que terminaba casi en fractura del ap�ndice externo llamado cola. Eso hoy d�a est� cautelado. Por lo tanto, quiero dejar constancia de que dichos clubes respetan una normativa que, incluso, va m�s lejos de lo que la ley en proyecto pudiera regular. --Se aprueba el art�culo 14, con los votos en contra de los Senadores se�ores �vila y Horvath, y queda terminada la discusi�n del proyecto en este tr�mite. GARANT�A ESTATAL PARA CR�DITOS DE EMPRESAS E INSTITUCIONES P�BLICAS, CONVENIO DE PROGRAMACI�N CON SISTEMA DE EMPRESAS CORFO Y PRECISI�N DE LEY N� 19.767 El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que faculta al Presidente de la Rep�blica para otorgar la garant�a del Estado a las obligaciones que indica, dispone la suscripci�n del convenio de programaci�n con el sistema de empresas y modifica la ley N� 19.767, con informe de la Comisi�n de Hacienda y urgencia calificada de "suma". Los antecedentes sobre el proyecto (3049-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 7�, en 29 de octubre de 2002. Informe de Comisi�n: Hacienda, sesi�n 13�, en 19 de noviembre de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- La iniciativa se encuentra informada por la Comisi�n de Hacienda, la que deja constancia de haberla discutido solamente en general, conforme a lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 36 del Reglamento. Los objetivos principales del proyecto son: -Facultar al Presidente de la Rep�blica para otorgar la garant�a del Estado a los cr�ditos que contraigan y a los bonos que emitan las instituciones y empresas del sector p�blico, incluidas las entidades a que se refiere el art�culo 11 de la ley N� 18.196; esto es, aquellas empresas en que el Estado, sus instituciones o empresas tengan aporte de capital igual o superior al 50 por ciento. -Disponer la suscripci�n previa de un convenio de programaci�n con el Comit� Sistema de Empresas de la CORFO para obtener la garant�a estatal se�alada, y -Modificar la ley N� 19.767, que facult� a la Universidad de Chile para contraer un cr�dito externo, precisando que se trata de una autorizaci�n de endeudamiento a largo plazo. El proyecto fue aprobado en general por 4 votos a favor, de los Honorables se�ores Boeninger, Foxley, Garc�a y Ominami, y uno en contra, de la Senadora se�ora Matthei. Asimismo, la Comisi�n consigna el informe financiero elaborado por la Direcci�n de Presupuestos y el texto de la iniciativa. Cabe destacar que el art�culo 3� es de qu�rum calificado, requiriendo para su aprobaci�n, en consecuencia, el voto conforme de 25 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general, tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, como se se�al�, el proyecto propone autorizar al Estado para avalar las deudas de las 4 empresas p�blicas indicadas en el proyecto, por un total de 1.500 millones de d�lares. Ello no significa -es muy importante dejarlo claramente establecido- que aqu�l les entregue directamente recursos financieros, sino que concede garant�a del Fisco para ese endeudamiento, abaratando as� su costo. Las obligaciones avaladas por el Estado reciben en el mercado internacional tratamiento distinto de si no tienen tal garant�a. Por tanto, se trata de reducir el costo de los pasivos. Es decir, es un endeudamiento que se contrae con sujeci�n a planes muy precisos de inversi�n en cada una de las tres empresas vinculadas al sector transporte. Deseo rese�ar someramente estos proyectos de inversi�n y, tambi�n, la situaci�n diversa que afecta a la Empresa Nacional de Miner�a. En relaci�n con la Empresa de Transportes de Pasajeros Metro S.A., se trata b�sicamente de la construcci�n de la L�nea 4, que forma parte del Plan de Inversiones en Transporte Urbano que est� desarroll�ndose en la ciudad de Santiago. Este nuevo trayecto tendr� 33 kil�metros y cruzar� 11 comunas de la Regi�n Metropolitana. El trazado principal va desde la actual estaci�n Tobalaba de la L�nea 1 hasta Puente Alto, con una variante desde la conexi�n de estaci�n Bellavista, en La Florida (actual L�nea 5), hasta la avenida Jos� Miguel Carrera, conectando con la L�nea 2. El costo total de este proyecto alcanza a 1.007 millones de d�lares. El segundo proyecto se refiere al Metro Regional de Valpara�so S. A.. Se trata de un ferrocarril urbano destinado a transporte de pasajeros en un corredor de muy alta densidad poblacional y que se extiende desde la estaci�n Puerto en Valpara�so hasta la ciudad de Limache. El trazado es de 43 kil�metros y opera en una doble v�a con 22 estaciones, transportando -es importante tenerlo presente- m�s de 6,6 millones de pasajeros al a�o. Este proyecto, llamado "IV Etapa", ha sido largamente esperado en la Regi�n de Valpara�so y tiene su origen en la necesidad de incrementar la calidad de los viajes de los habitantes de la zona. La situaci�n actual de la infraestructura ferroviaria y del material rodante presenta deficiencias que muchas veces determinan la elecci�n de medios alternativos de transporte. El paso del ferrocarril a nivel y parcialmente en terrapl�n por Vi�a del Mar genera -como es bien conocido- un impacto muy negativo en su entorno urbano y tambi�n en su vialidad. El proyecto de la IV Etapa implica realizar una serie de mejoras e instalaciones, con un horizonte de ejecuci�n previsto para los pr�ximos 4 a�os. El objetivo es terminar las obras a fines de 2005 y que el servicio de pasajeros pueda operar en �ptimas condiciones, con una infraestructura compartida adem�s por el transporte de carga. El costo total del proyecto, incluido el material rodante, asciende a 342,7 millones de d�lares. En tercer lugar, se trata de financiar la inversi�n en infraestructura y equipamiento para la Empresa de Ferrocarriles del Estado, requeridos por sus sistemas de mediana y larga distancia, como tambi�n la ampliaci�n de las prestaciones de Metrotren y de los dem�s servicios ferroviarios de cercan�a. Por �ltimo, esta normativa alude a la Empresa Nacional de Miner�a, punto donde se ha concentrado lo esencial de la discusi�n, particularmente en la Comisi�n de Hacienda del Senado. En este caso, estamos hablando de una realidad distinta de las anteriores, pues se busca resolver la compleja situaci�n financiera por la cual atraviesa la ENAMI, con una deuda cercana a los 500 millones de d�lares. Del debate en dicha Comisi�n se desprende claramente que no se trata de avalar, y en forma parcial -el Gobierno habla de una garant�a estatal de 160 millones de d�lares b�sicamente para obligaciones de largo plazo-, una deuda por malos resultados acumulados durante los �ltimos a�os. Lo esencial: esta situaci�n no es producto de malas condiciones de operaci�n de la Empresa Nacional de Miner�a, sino que tiene un doble origen. Por una parte, debi� hacerse cargo enteramente de los pasivos ambientales provenientes de cuantiosas inversiones, pero indispensables, que permitir�an a la empresa cumplir con los nuevos est�ndares en materia de contaminaci�n ambiental. A consecuencia de este proceso, se invirtieron cuantiosos recursos que hoy pesan fuertemente sobre la estructura de los pasivos de la ENAMI. Y, por otra parte, un segundo origen muy importante de esta deuda reside en un mecanismo puesto en pr�ctica hacia 1992-1993: el retiro anticipado de utilidades. Durante los a�os 90 se continu� practicando b�sicamente la misma pol�tica de retiro de utilidades que en los 80; pero las condiciones, en particular del mercado las del cobre, fueron completamente distintas de las de la d�cada del 80, sum�ndose cuantiosas p�rdidas. Los pasivos ambientales m�s la mantenci�n hasta 1998 de la pol�tica de retiro de utilidades son los dos elementos que explican el incremento de la fuerte deuda de esta empresa. Cabe se�alar que solamente por concepto de servicio de lo adeudado la ENAMI debe desembolsar m�s o menos 30 millones de d�lares al a�o. Todo ello, naturalmente, pone muy en riesgo la viabilidad de la empresa. Por tal motivo, en la Comisi�n se insisti� en la necesidad de que, paralelamente con la aprobaci�n de la iniciativa en debate, se estableciera, a trav�s de un instrumento tipo protocolo, un conjunto de garant�as destinadas a otorgar a la ENAMI un horizonte de mayor estabilidad en el tiempo. Esto porque, como resultado del contenido actual del proyecto, donde s�lo se avalan los pasivos de largo plazo, la situaci�n de la empresa se podr�a incluso agravar, considerando que su deuda inmediata quedar�a en condici�n a�n m�s precaria. Por eso se hizo mucho hincapi� en la conveniencia de adoptar una serie de compromisos para complementar el aval de 160 millones de d�lares, correspondiente a la deuda de largo plazo, con otras medidas asociadas con modificaciones al interior de la ENAMI y con alg�n mecanismo de relaci�n con CODELCO que le permita lograr mayor viabilidad en el futuro. Asimismo, se plante� la necesidad de contemplar algunas acciones orientadas a la protecci�n de los trabajadores para el caso de que se estimara indispensable practicar nuevas desvinculaciones de la empresa con el fin de racionalizar y abaratar sus costos. Esta discusi�n todav�a se encuentra pendiente, se�or Presidente. En los �ltimos d�as se ha informado de avances en esa direcci�n. Yo espero que sea posible conocerlos con mayor detalle en la medida en que vayamos profundizando en la discusi�n de la iniciativa. En lo fundamental, el prop�sito del proyecto consiste en autorizar al Estado para otorgar su aval a las deudas de cuatro empresas. Sin embargo, igualmente tiene como finalidad modificar la ley N� 19.767, que facult� a la Universidad de Chile para contraer un cr�dito externo, la que, al no contener una autorizaci�n de endeudamiento a largo plazo, ni haber contado con una aprobaci�n de norma de qu�rum calificado, ha imposibilitado el cumplimiento de su objetivo. Por eso, la iniciativa tambi�n busca corregir dicha situaci�n, otorgando a la citada casa de estudios superiores la autorizaci�n de endeudamiento referida, la cual deber�a ser aprobada con el qu�rum respectivo. La idea, se�or Presidente, es aprobar en general el proyecto ahora, con el fin de disponer de algunos d�as para profundizar en las materias de que trata y particularmente con el objeto de tener la seguridad de que vamos a despachar una normativa que garantice, en el mediano y largo plazos, la viabilidad financiera de la Empresa Nacional de Miner�a, que es, de todas las involucradas en la iniciativa, la que enfrenta circunstancias m�s dif�ciles. Es cuanto puedo informar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito autorizaci�n para que ingresen a la Sala la Subsecretaria de Hacienda, se�ora Mar�a Eugenia Wagner, y el Asesor de la misma Cartera, se�or Felipe Jim�nez. --Se accede. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, rechac� el proyecto en la Comisi�n de Hacienda, y lo hice por varias razones. En primer lugar, creo que cuando se otorga el aval del Estado a varias instituciones, deber�a discutirse por separado qu� monto va a cada una de ellas y conocerse el destino exacto de los fondos. No me parece adecuado aprobar en paquete 1.500 millones de d�lares, de los cuales se ignora qu� cantidad va a corresponder espec�ficamente a cada empresa en particular. En segundo t�rmino, se mezclan dos situaciones bastante distintas. Por un lado, tres entidades desean obtener cr�ditos para desarrollar nuevos proyectos. Por el otro, la ENAMI pide lo mismo, pero para refinanciar una deuda vencida. La situaci�n de esta empresa, se�or Presidente, es realmente muy grave. En nuestro pa�s han ido desapareciendo paulatinamente los peque�os mineros y la mediana miner�a. Muchas veces se nos indica aqu�, durante la discusi�n de la Ley de Presupuestos, que el Gobierno concede anualmente a la ENAMI determinada cantidad de dinero para fomentar la peque�a y la mediana miner�a. Lo que no se se�ala es que los fondos que el Gobierno provee a la Empresa con ese prop�sito, se los saca por la v�a de utilidades anticipadas, eufemismo para retirar utilidades que nunca se dan en la pr�ctica. O sea, toda esta figura de que el Estado gasta y aporta recursos para fomentar la miner�a no es m�s que un artificio, por no decir un embuste, pues en la realidad nunca ha puesto un peso con ese fin. Lo que da por un lado lo quita por el otro, de modo que todo el fomento a la peque�a y mediana miner�a se realiza con dineros propios de la ENAMI. Muy diferente es la situaci�n que se da, por ejemplo, con la peque�a agricultura, a la cual el Fisco s� le hace un aporte muy sustancial todos los a�os para realizar actividades de fomento. En el caso del INDAP, el Estado contribuye con 105 mil millones de pesos anuales para ayudar a los peque�os agricultores y a los campesinos. En cambio, trat�ndose de la peque�a miner�a �que, como digo, ha venido desapareciendo, pese a constituir una base social muy importante en todas las regiones del norte-, ese fomento jam�s se ha efectuado, por lo menos de la d�cada de los 90 en adelante. Adem�s, para la ENAMI el proyecto no representa ninguna soluci�n definitiva. Lo �nico que hace es cambiar una deuda cara por otra un poco menos cara, pero la empresa va a seguir arrojando p�rdidas. En este momento, la ENAMI tiene utilidades operacionales; es decir, ganancias en la operaci�n de su negocio. Sin embargo, la carga de la deuda financiera se come todo lo obtenido, por lo que la empresa finalmente arroja p�rdidas. Y aunque se apruebe el proyecto, que le dar�a la posibilidad de colocar un bono a una tasa m�s favorable, dado que contar� con el aval del Estado, de todas maneras seguir� registrando p�rdidas. No tiene c�mo revertir la situaci�n. Por lo tanto, la soluci�n �entre comillas- que se propone no es m�s que "chutear" en un par de a�os el problema de la desaparici�n de la Empresa Nacional de Miner�a. Si el proyecto no es modificado, lo �nico que se lograr� es que, en vez de que desaparezca ahora, lo har� en unos a�os m�s. Su actual condici�n es absolutamente insostenible, ya que como en todos los ejercicios arroja p�rdidas, su deuda seguir� creciendo al tener que endeudarse cada vez m�s para poder soportarlas. Por eso, se�or Presidente, no me parece adecuado mezclar situaciones tan diversas en una misma iniciativa. Al comenzar mi intervenci�n se�al� que lo correcto hubiera sido que el Ejecutivo pidiera permiso para otorgar el aval del Estado a cada una de las empresas en forma separada, consignando claramente la raz�n por la cual se necesitaba, en qu� se utilizar�an los recursos y, en el caso de la ENAMI, cu�l era la soluci�n a largo plazo. En verdad, para esta empresa no existe soluci�n alguna. La iniciativa en an�lisis no lo es, en cuanto s�lo conseguir�a alargar su supervivencia por un par de a�os, pero igual va a desaparecer. Quiero destacar que el proyecto de Ley de Presupuestos, que discutiremos ma�ana en esta Sala, permite al Estado contraer compromisos, adicionales a los que ya posee, por 1.500 millones de d�lares. Esta cantidad es equivalente a la que autoriza la presente iniciativa, la cual, aun cuando no constituye obligaci�n directa para el Estado, igual es representativa de deuda al contar con su aval. Partiendo de la base de lo informado por el Ministerio de Hacienda en el sentido de que la deuda fiscal asciende en la actualidad a 6 mil millones de d�lares, y si consideramos que la normativa en debate la aumenta en 1 mil 500 millones de d�lares y que el proyecto de Ley de Presupuestos la acrecienta en id�ntica suma, llegaremos a la conclusi�n de que en dos d�as habremos incrementado la deuda del Estado en 50 por ciento. De nuevo, no me parece que �sa sea la soluci�n, sobre todo si algunos privados han manifestado su voluntad en orden a efectuar las mismas inversiones. En este momento, cuando el dinero escasea en Chile, por lo que debi�ramos tener mucho cuidado con el endeudamiento (b�sicamente porque es sano que nuestro pa�s se diferencie del resto de Latinoam�rica), lo m�s l�gico habr�a sido buscar financiamiento privado para esos proyectos, y enfocar la soluci�n del problema de la ENAMI en forma global, definitiva, verdadera. Lo que se nos propone significa solamente "chutear" la muerte de esa empresa hacia un par de a�os m�s. Por eso, se�or Presidente, vot� en contra en la Comisi�n de Hacienda, y voy a proceder en la misma forma en esta oportunidad. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prokurica. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, la verdad es que la Senadora se�ora Matthei ha adelantado bastantes argumentos en la materia. Pienso que esta iniciativa ofrece de alg�n modo, como lo ha expresado la Honorable colega, beneficios para tres entidades, y algo distinto para la Empresa Nacional de Miner�a. Primero, favorece al Metro al prestarle su aval para la inversi�n de 650 millones de d�lares en la construcci�n de una nueva l�nea. Segundo, como lo puso de manifiesto el Senador se�or Ominami, entrega un beneficio a MERVAL, que es una l�nea muy necesaria, como lo afirm� tambi�n el Honorable se�or Romero. Tercero, posibilita inversiones interesantes a Ferrocarriles. Voy a detenerme en lo que se refiere a la ENAMI, porque se trata de un proyecto que, a mi juicio, retrata de cuerpo entero la actitud observada en esta �ltima d�cada por los Gobiernos de la Concertaci�n frente a esta actividad: la peque�a y la mediana miner�as. En este caso la iniciativa viene a disponer que se le avale un cr�dito destinado a cancelar una deuda que le caus� el propio Estado, lo que es francamente incre�ble. Es como si alguien, para solucionar el problema de un deudor, lo avalara para que pudiera contraer un nuevo compromiso. �Pero si lo que tiene que hacer el Estado chileno, Honorables Colegas, es devolver a la ENAMI los recursos que le retir� durante una d�cada, cuando algunos de los se�ores Senadores que est�n en la Sala eran Ministros de Estado! Se�or Presidente, lo que se ha hecho ha sido destruir la actividad de la peque�a y mediana miner�as, que proporcionaron trabajo a miles de personas en nuestro pa�s. Veamos las cifras. En 1990 hab�a m�s de cinco mil peque�os empresarios que entregaban su producci�n a la ENAMI. �Cinco mil, medianos y peque�os! Y cada uno de ellos contrataba a diez, veinte, cincuenta trabajadores. �Cu�ntos la entregan hoy d�a a la Empresa Nacional de Miner�a? Cuatrocientos, se�or Presidente, en todo Chile. �Qu� ha pasado con los otros miles? Fueron destruidos por las funestas pol�ticas de la Concertaci�n. Los mejores ejemplos est�n, en primer lugar, en los recursos para el fomento. Lo dijo la Senadora se�ora Matthei hace un minuto. Desde 1992 hasta ahora, 22 millones de d�lares para este rubro que, hasta hoy, junto a los Parlamentarios de las zonas mineras, hemos tenido que pelear ante el Gobierno para que puedan mejorar, para que puedan llegar hasta apenas 7 y medio millones de d�lares, los que, por lo dem�s, han constituido cheques que van desde el Ministerio de Hacienda a la ENAMI, y de vuelta de �sta al Ministerio de Hacienda. O sea, una mentira, se�or Presidente. Los resultados est�n a la vista. El tratamiento que el Estado chileno ha dado a la peque�a y mediana miner�as en esta �ltima d�cada est� reflejado en la forma en que ha cumplido su labor de fomento. Y voy a compararlo con el incentivo a la agricultura, otra actividad muy noble, raz�n por la cual no critico al Estado por haberle entregado una cantidad importante de recursos. Mi cr�tica apunta a la doble actitud, al doble est�ndar ante la peque�a y mediana miner�a y la actividad agr�cola. En primer lugar, si uno revisa la Ley de Presupuestos, observa que �sta dispone la asignaci�n de m�s de 84 millones de d�lares al sector agr�cola s�lo en dos disposiciones legales: la ley N� 18.450, sobre fomento al riego, y el decreto ley 701, relativo a la reforestaci�n. Los agricultores que se acogen a esos beneficios reciben los recursos y no los devuelven. En el caso de la miner�a, se�or Presidente, todos los destinados al fomento son devueltos por los mineros. Adem�s, los aportes que supuestamente el Estado chileno est� entregando a la ENAMI no emanan de la Ley de Presupuestos porque, como he explicado, son devueltos en un nuevo cheque. �De d�nde surgen? De los negocios que la propia empresa hace con esos pobres mineros. Entonces, �d�nde est� la soluci�n? Radica en aplicar la ley. El endeudamiento que soporta hoy d�a la Empresa Nacional de Miner�a es absolutamente artificial. Lo dijo el Senador se�or Ominami. Parte importante se debe a las inversiones no hechas por largos a�os en el rubro medioambiental, de 180 millones de d�lares en Ventanas y Paipote. Todo el resto corresponde al mal uso (yo lo llamar�a "uso ilegal"). Existe incluso un informe en derecho que reporta que el decreto ley N� 1.263 se utiliz� ilegalmente cuando se le pidi� adelantar utilidades: recursos por ganancias que esta empresa nunca tuvo. Y por ese concepto la ENAMI debe nada menos que 160 millones de d�lares que le adelant� al Estado de Chile. Y �ste, como respuesta, como soluci�n, le entrega su aval para que se endeude de nuevo. �Pero si esto no es una soluci�n, se�or Presidente! O es una p�sima soluci�n. Ahora veamos los efectos socioecon�micos causados en las Regiones del norte, que son tremendos. Represento a la Tercera Regi�n, en donde est�n apareciendo las comunas que registran m�s cesantes: Vallenar, 22 por ciento; Cha�aral, 28 por ciento; y hay que agregar Diego de Almagro; Taltal, en la Segunda Regi�n; Domeyko, Vallenar, Freirina, diversas comunas del pa�s que arrojan las cifras m�s altas de cesant�a porque dependen de la actividad de la peque�a y mediana miner�a. Eso es lo que los Gobiernos de la Concertaci�n no han entendido. Esta iniciativa, adem�s de la propuesta de venta total de Ventanas (el mejor activo de la Empresa Nacional de Miner�a), lo que hace en la pr�ctica es cumplir con lo que yo llamo el fat�dico proyecto o informe interministerial que se filtr� en 1995, en el que sus autores afirmaban que lo que hab�a que hacer era terminar con la peque�a y mediana miner�a; deshacerse de este sector que era una carga para el Estado; vender Ventanas, vender Matta, y que los trabajadores (imag�nense Sus Se�or�as la ingenuidad) se fueran a desempe�ar en los grandes proyectos mineros. ��sa era la soluci�n propuesta! Se�or Presidente, lamentablemente, esto es el cumplimiento perfecto de ese fat�dico plan consistente en terminar con la peque�a y mediana miner�a. Lo leo en una carta que envi� en esa �poca al Presidente Frei y al Presidente Lagos, represent�ndoles la p�rdida de miles de productores que ya no tendr�an trabajo; los porcentajes alt�simos de cesantes en nuestras Regiones, y los efectos que se estaban produciendo por no atenerse a una disposici�n legal. �sta no constituye un compromiso, sino la obligaci�n de cumplir lo prescrito en la ley que cre� la Empresa Nacional de Miner�a. Esa norma establece la obligaci�n para el Estado de cumplir con la labor de ayudar a la peque�a y mediana miner�a, de fomentar esta actividad con los recursos que por largos a�os captaron trabajadores, y que emple� a gente de otras Regiones. Hoy d�a, ellos est�n soportando muy malos momentos. Contrariamente a la decisi�n que adopt� la Senadora se�ora Matthei, me veo en la obligaci�n de votar a favor porque �sta es la �nica soluci�n que est� ofreciendo el Gobierno de Chile. Pero es una mala soluci�n, que representa en la pr�ctica la actitud del Estado hacia la peque�a y mediana miner�a: destrucci�n total, arrasar con la actividad, endeudar a esta empresa y vender sus mejores planteles. Esto va a tener un mal efecto socioecon�mico en las regiones del Norte, donde m�s de cuarenta comunas viven de esa actividad y carecen de trabajos alternativos. Cuando uno est� en Domeyko, en Vallenar, en Diego de Almagro, en Cha�aral o en Taltal, puede comprobar que all� la gente tiene muy pocas posibilidades de trabajo, y que si la peque�a y mediana miner�a est�n mal, la actividad econ�mica de esas comunas est� mal. Por lo tanto, lo que corresponde, se�or Presidente, es hacer un llamado a las autoridades de Gobierno hoy presentes, para que se d� t�rmino a la aplicaci�n de ese plan fat�dico que ha destruido esta actividad minera. Porque, de todas maneras el Estado de Chile ha tenido que generar los denominados "programas especiales para combatir el desempleo", con el objeto de permitir a la gente encontrar trabajo. Lamentablemente, con ello se pierde la dignidad de miles de personas que hace algunos a�os trabajaban en esta actividad y daban a su vez ocupaci�n a muchos otros chilenos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- A fin de evitar que se susciten discusiones sobre el tema, debo hacer presente a la Sala que todas las disposiciones del proyecto requieren qu�rum simple, salvo el art�culo 3�, relacionado con los empr�stitos de la Universidad de Chile, que es de qu�rum calificado. Por lo tanto, de acuerdo con lo dispuesto en el art�culo 30 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional y, adem�s, en un informe de la Comisi�n de Constituci�n sobre el particular, la Mesa pondr� en votaci�n general todo el proyecto, con excepci�n del art�culo 3�, que quedar� para despu�s, por razones del qu�rum. Tiene la palabra el Honorable se�or N��ez. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, en los �ltimos d�as hemos estado bastante preocupados de este proyecto de ley, b�sicamente a prop�sito de la situaci�n que afecta a la Empresa Nacional de Miner�a. Por lo tanto, es muy importante que no tratemos de analizar ahora la pol�tica minera de los Gobiernos de la Concertaci�n. Creo que debi�ramos hacerlo en otro momento, a prop�sito de las iniciativas de ley que seguramente vendr�n m�s adelante, donde s� vamos a tener la posibilidad de efectuar un debate m�s detenido acerca de lo sucedido en la materia en los �ltimos diez a�os. S�lo quiero decir ahora que no comparto las cr�ticas formuladas en el sentido de que el endeudamiento de la Empresa Nacional de Miner�a es producto de su mala gesti�n. Pensemos que los cargos de tratamiento de esta empresa en el 2000 eran 14.2 d�lares la tonelada y hoy est�n en 11.4 d�lares. Ello ha significado un beneficio adicional para los productores mineros, debido al esfuerzo realizado por los trabajadores, t�cnicos y profesionales de la ENAMI, que ha mejorado notablemente el rendimiento de sus planteles. Eso debemos decirlo porque, a pesar de sus falencias, la empresa ha hecho un gran trabajo de modernizaci�n, que todav�a est� en curso. En segundo t�rmino, no debe olvidarse que mientras en el 2000 la ENAMI gastaba por concepto de financiamiento de personal alrededor de 19 millones de d�lares al a�o, hoy, debido a las disminuciones hechas por la empresa, s�lo gasta 9 millones de d�lares. Vale decir, en diez a�os se ha efectuado un gran esfuerzo por disminuir personal y, al mismo tiempo, se han elevado en forma significativa el rendimiento y la productividad. Esto lo reconoce todo el mundo, incluso los sectores que eventualmente pueden ser muy cr�ticos con respecto a la pol�tica minera implementada por los Gobiernos de la Concertaci�n. Sin embargo, es muy importante tener en consideraci�n lo siguiente. Se habla mucho de que ha disminuido notablemente la cantidad de productores mineros. Eso es efectivo, porque las leyes del mercado son crueles, como ha dicho el ex Presidente Aylwin. Es cierto que muchos empresarios mineros no estaban en condiciones de enfrentar la baja sostenida del precio del cobre en el mercado internacional. Tambi�n debemos tener en cuenta que los precios del metal rojo estuvieron bien hasta 1996; pero eso no se dice en las intervenciones escuchadas hasta el momento. El deterioro del precio del cobre en el mercado internacional se produjo a partir de 1997. Afect� a un n�mero considerable de productores que no estaban en condiciones de bajar sus costos. Y, como sucede con la pol�tica de mercado �particularmente cuando es altamente competitiva-, as� como en otras actividades y sectores econ�micos, muchos productores normalmente van a la quiebra. Es cuesti�n de ver lo que ocurre con la agricultura, con la peque�a empresa o con la industria. En fin, como consecuencia de esta pol�tica absurdamente competitiva, la mayor�a de las veces aqu�llos no est�n en condiciones de competir en un mercado como el descrito. Debe tenerse presente que, a pesar de la disminuci�n habida en el sector, los casi 430 productores mineros han aumentado considerablemente lo que generaban en el 2000. Vale decir, hoy esos productores mineros �de los cuales entre 17 y 21 son medianos y el resto, peque�os- producen mucho m�s. Ello, fundamentalmente, debido a que la ENAMI, les facilit� en su momento los recursos suficientes para enfrentar los costos de las exploraciones y todo lo que significa capital de riesgo. Todos sabemos que, a diferencia de la agricultura, en la miner�a existe un riesgo. Es tal vez una de las actividades econ�micas m�s riesgosas. Sin embargo, gracias al impulso de ENAMI muchos de los productores dispusieron de los medios necesarios para enfrentar el avance tecnol�gico, aumentar la productividad, disminuir personal y mejorar los rendimientos. Hoy tenemos una peque�a miner�a que ya no es artesanal, en el sentido en que entendemos �sta. Sin duda, quedan productores mineros artesanales �particularmente en la Tercera Regi�n-, pero cada vez son menos. La peque�a miner�a dispone de una estructura de alto rendimiento. Por eso, concuerdo en que hay aqu� una diferencia muy notable entre lo que el Estado aporta a los peque�os mineros y la manera como lo hace con los peque�os agricultores. Porque mientras aqu�llos han efectuado un gran esfuerzo por mejorar la productividad y bajar los costos, en la agricultura eso no siempre se da. Normalmente, el peque�o minero devuelve los cr�ditos que la ENAMI le entrega. �sta le proporciona no s�lo los recursos del capital de riesgo, sino que tambi�n le presta asesor�a t�cnica. Explorar minerales no es una cuesti�n cualquiera. Se requieren profesionales de alta calidad para los efectos de disminuir los costos que origina el proceso de exploraci�n. Entonces, es bueno tener en cuenta que la ENAMI no es una empresa que est� en falencia. Yo no creo que con las medidas que se est�n tomando �y menos con esta iniciativa de ley, que no tiene nada que ver con el futuro de la empresa- se ponga en riesgo la subsistencia de una actividad tan vital para el norte del pa�s. Por lo tanto, no comparto el hecho de que aqu� estamos poco menos que anunciando la muerte de una empresa a dos a�os plazo. Pienso que con las pol�ticas actuales �e incluso dentro del cuadro m�s o menos negativo desde el punto de vista financiero- nos encontramos en condiciones de asegurar su permanencia por largo tiempo. Al mismo tiempo, debe tenerse en consideraci�n que la ENAMI es una empresa que tiene un endeudamiento de corto plazo del orden de 240 millones de d�lares y que el resto es de largo plazo. Y no obstante compartir el hecho de que eventualmente podr�a haber sido una iniciativa de ley distinta a la de las otras tres empresas, creo que constituye un problema formal. Lo importante es que los 160 millones de d�lares que se est�n asignando a la ENAMI permitir�n al Estado incluso endeudarse o, para ser m�s exacto, avalar por una cantidad mayor. En consecuencia, es altamente probable que con este mismo proyecto de ley tengamos la posibilidad de resolver la deuda de largo plazo de ENAMI. Y eso es muy importante, porque, como todos sabemos, los bonos puestos en el extranjero pueden valer en un momento dado m�s de lo que nosotros mismos estamos autorizando. Ahora, quiero referirme a un tema que me parece muy relevante para los efectos de determinar exactamente cu�l es el rol de la Empresa Nacional de Miner�a. Entre otras cosas, la baja del precio del cobre que se ha producido en los �ltimos a�os, que leemos a diario y que nos preocupa a todos, por la gran incidencia que tiene en el pa�s. Pues bien, pese a ello, resulta que la ENAMI, entre otras cosas, baj� el precio del �cido sulf�rico. Para quienes no son mineros o no conocen la actividad minera, dicho producto qu�mico, particularmente en los minerales de oxidados, juega un papel fundamental. Antes val�a 14 d�lares la tonelada, pero la ENAMI ha logrado que hoy cueste s�lo 8 d�lares, lo cual brinda un apoyo mayor al peque�o productor minero. Pero no se dice que en los �ltimos tres a�os �particularmente el a�o anterior a �ste- la Empresa Nacional de Miner�a hizo un gran esfuerzo por mantener los precios de sustentaci�n. �Qu� significa eso? Que a pesar de la baja de los precios en el mercado internacional, la empresa ha asegurado un valor a los productores mineros que les ha permitido subsistir, y en algunos casos, dignamente. Es decir, la actividad minera no s�lo ha alcanzado un precio de sustentaci�n, sino adem�s mantener el nivel de empleo. Por �ltimo, es bueno dar a conocer que ENAMI, junto con la Sociedad Nacional de Miner�a, a trav�s de una sociedad que representa a la mayor parte de los productores mineros, han hecho un gran esfuerzo con el prop�sito de establecer un plan estrat�gico para el sector, cosa que hac�a falta en Chile. Comparto las cr�ticas formuladas en el sentido de que no hemos tenido una visi�n estrat�gica ni de largo plazo respecto a qu� hacer con un sector vital para la econom�a del pa�s. Porque, a diferencia de otras actividades, el peque�o minero sigue produciendo cobre, bien de enorme rentabilidad para el pa�s por su influencia en el mercado internacional. Y si agregamos el oro, el molibdeno y otro tipo de minerales, obviamente estamos hablando de una actividad muy conveniente para Chile. Aqu� se ha se�alado que se pretende poco menos que buscar los caminos directos o indirectos para que algunas de esas empresas -se ha hablado bastante de la planta de Ventanas en estos �ltimos d�as- sean privatizadas. Hay que decir las cosas como son. La Oposici�n ha venido planteando durante largo tiempo la necesidad no solamente de que privaticemos CODELCO, sino tambi�n ENAMI. Por lo tanto, me alegro mucho de que en este momento los exponentes de la Oposici�n est�n muy claros en el sentido de que no hay que seguir privatizando ENAMI, porque ser�a un grave error. En efecto, resulta que en el pasado en la Regi�n de Atacama -de la cual soy tambi�n su representante- se privatizaron cinco plantas, y actualmente ninguna de ellas se encuentra en operaci�n. En cambio, todas las que han permanecido bajo el amparo de ENAMI funcionan, muchas de ellas mal o en forma poco rentable, pero no fueron privatizadas. Las que pasaron a manos privadas terminaron pr�cticamente convertidas en chatarra y sin cumplir ning�n papel para el peque�o minero. Eso ocurri� en las provincias de Huasco, Copiap�, Cha�aral, y tambi�n en la comuna de Taltal. Por lo tanto, vamos por el buen camino. A diferencia de quienes me antecedieron en el uso de la palabra, me parece que �sta es una oportunidad para lograr una soluci�n. No cubre toda la deuda -los 160 millones-, pero confiamos en que a trav�s de otras medidas encontraremos los caminos necesarios para resolver el problema de la Empresa Nacional de Miner�a -espero que sea coyuntural-, para que siga cumpliendo su rol fundamental: fomentar esta actividad tan rentable para el pa�s. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, hace pocos d�as rend� homenaje a un hombre extraordinario; gran economista; abogado; asesor jur�dico de la Misi�n de Consejeros Econ�micos, presidida por el profesor Kemmerer; Embajador y Diputado. Me refiero a Mariano Puga Vega, a quien, adem�s de ser presidente del Partido Nacional �colectividad pol�tica de Derecha-, le correspondi� en la C�mara de Diputados, en su tiempo, la defensa de la chilenizaci�n del cobre. Y entre los argumentos que �l public� en el libro "El cobre chileno", uno de los elementos fundamentales para defender el proyecto sobre la chilenizaci�n del cobre, del Presidente Eduardo Frei Montalva, sosten�a que, siendo positivo ese acuerdo con las empresas extranjeras, no encontraba adecuado que en algunos casos el Estado quedara como socio minoritario en algunas de ellas. Las consideraciones esgrimidas en ese entonces por personeros de Derecha demuestran el valor que se les asignaba a la miner�a chilena y al cobre, que tambi�n era defendido por las bancadas de la actual Oposici�n. Hoy d�a, uno puede recordar con nostalgia esas palabras. Entre otros argumentos, Mariano Puga Vega se�alaba que los elementos fundamentales para la miner�a de Chile eran tres: uno, que, m�s que producir mucho cobre, por sobre el consumo mundial, hab�a que darle m�s valor agregado; el otro, que la fundici�n y refinaci�n del metal rojo deb�a hacerse en nuestro pa�s. Y agregaba un tercer factor. Dec�a que en los pr�ximos a�os, al despegar el referido proyecto de chilenizaci�n con el apoyo un�nime del Parlamento, evidentemente se ir�an produciendo situaciones de encadenamiento en su producci�n y que, mediante un convenio con las empresas extranjeras, se podr�a llegar a la elaboraci�n de productos fundamentales del cobre en nuestro pa�s. Parece que ello sucedi� hace mucho tiempo o que nunca ocurri�, produciendo concentrado sin fundir ni refinar y generando desde Chile una sobreoferta en contra de la regla de oro del mercado, la oferta relacionada con la demanda o consumo. Porque hoy d�a estamos haciendo las cosas al rev�s. Y cuando veo que personeros de la Derecha, como los Senadores se�or Prokurica y se�ora Matthei, defienden ENAMI y Ventanas, sinceramente, me alegra el coraz�n. Asimismo, me reconforta el hecho de que dos Senadores socialistas, como los se�ores Ominami y N��ez, hayan asumido esa misma posici�n. Lo anterior deber�a servir como advertencia al Gobierno en el sentido de que en estas materias nuevamente se produce casi una opini�n un�nime para defender la principal riqueza de Chile y que pasa por los elementos de fundici�n y refinaci�n del cobre. Por eso, algunos de nosotros hubi�semos deseado que no fuese CODELCO con el aval del Estado el que asumiera la deuda de ENAMI. Porque es indudable -lo explicaron tanto el Senador informante, se�or Ominami, como la Honorable se�ora Matthei y los Senadores se�ores N��ez y Prokurica- que no se trata de una deuda de esa empresa. �sta �como se�al� la Honorable se�ora Matthei- es una empresa que tiene utilidades operacionales y no genera p�rdidas. Presenta, s�, un d�ficit financiero, porque -como se se�al� aqu�- su endeudamiento -que le correspond�a al Estado- se debi� a una exigencia legal sobre mejoramiento de la planta de Ventanas para no producir un da�o ambiental y al retiro de 164 millones de d�lares por utilidades no producidas al bajar el precio del cobre. Ello, por cierto, le signific� adem�s a ENAMI endeudarse y tener que pagar intereses por 30 millones de d�lares anuales. �sa es la realidad. Sin embargo, lo m�s grave es que dicha deuda -que corresponde al Estado y no a ENAMI- se cargar� directamente a CODELCO s�lo con el aval del Estado. Es decir, se va a contaminar a otra buena empresa endeud�ndola, la que deber� cargar la mochila de servir una obligaci�n que tampoco le corresponde. Hay que darse cuenta de que esta �ltima es la �nica empresa en Chile que produce el 32 por ciento del cobre chileno, que paga un royalty de 10 por ciento a las Fuerzas Armadas y que, adem�s de tributar altos impuestos, entrega utilidades al Estado. Actualmente, como consecuencia de la sobreproducci�n mundial generada desde Chile por las multinacionales y de la ca�da del consumo mundial de cobre, existe un stock mundial de dos millones y medio de toneladas de dicho metal como consecuencia de la sobreproducci�n. Ello significa que se deber� recargar a CODELCO, no s�lo con impuestos y royalties que la empresa privada no paga y utilidades que �sta no entrega, sino tambi�n con el servicio de la deuda de estos 160 millones de d�lares y, posiblemente, de la deuda de corto plazo, la cual tendr�a que asumir en �ltimo t�rmino el Estado o la ENAMI. Por lo tanto, me parece realmente desafortunada la f�rmula propuesta aqu�, por cuanto debe destacarse que la refiner�a de cobre de Ventanas, como tal, ocupa el primer cuartil de eficiencia en el mundo. Se trata de una de las empresas refinadoras m�s eficientes, que, por una circunstancia an�mala, ajena a ENAMI, tiene que asumir la responsabilidad de disminuir su patrimonio. Sin embargo, disminuir su patrimonio, entregando la refiner�a de Ventanas a una sociedad con CODELCO, la cual se har�a cargo de esta deuda avalada por el Estado, constituye una pol�tica minera desastrosa, no s�lo para la gran miner�a del cobre, encabezada por CODELCO, sino tambi�n para la peque�a y mediana miner�a a cargo de ENAMI. Y ello, por cierto, con el principal activo �la refiner�a de Ventanas- puesto ahora al servicio de la gran miner�a, y no destinado, en su concepci�n original, a la peque�a y mediana miner�a, como aqu� lo han destacado Senadores de los distintos sectores de esta Corporaci�n. Por esa raz�n, nos encontramos abocados a un problema que se debe resolver s� o s�: votar a favor -el mal menor- o, sencillamente, rechazar el proyecto y llevar a ENAMI a una situaci�n m�s grave. Estimo que, desgraciadamente, el Estado no ha querido entender los factores productivos en el pa�s y ha puesto �nfasis en las pol�ticas macroecon�micas, en las pol�ticas financieras, descartando casi de plano, dir�a, las productivas, especialmente las de recursos naturales. Estamos observando lo que pasa con la pesca, c�mo se privatiza el mar chileno y c�mo se entrega esta riqueza important�sima a cambio de nada. Porque realmente, hoy d�a, para obtener una concesi�n pesquera no hay que pagar nada. Lo mismo ocurre para conseguir una concesi�n minera, y tambi�n para explotar otros recursos naturales, como los nativos forestales. Por eso, en la sesi�n pasada, rend� homenaje al ex Diputado se�or Mariano Puga. Porque en el Parlamento fue uno de los defensores m�s tenaces de los recursos naturales y, por cierto, de dar valor agregado a nuestros productos en ese rubro, los cuales son suficientes para iniciar y encabezar el gran desarrollo que estamos esperando para el pa�s. Lo anterior, al tenor de lo que declar� Dani Rodrik, economista de Harvard, quien se�al� que cuando hay pa�ses peque�os con algunas ventajas en algunos recursos ellas deber�an ser las locomotoras de su desarrollo, a fin de que puedan salir de la pobreza y alcanzar un mayor bienestar. Y aqu� tenemos de sobra esos elementos en al menos tres recursos naturales: el cobre, la pesca y el sector forestal. Me pregunto: �cu�nto le aporta el cobre a Chile, descontando lo de CODELCO? �Cu�nto le aporta la pesca al pueblo chileno? �Cu�nto dejan en Chile los exportadores de astillas de madera? Me gustar�a que el Gobierno, a trav�s del Ministro de Hacienda, confeccione un informe sobre lo que aportan realmente estos tres recursos b�sicos al desarrollo del pa�s. Por consiguiente, hoy salgo reconfortado, porque he visto, por ejemplo, en el Senador se�or Prokurica a un gran defensor no solamente de ENAMI, sino tambi�n de la actividad desarrollada por la peque�a y mediana miner�a en el norte. Sin embargo, lamento que, sin una pol�tica de Estado, miles de personas y de peque�os pueblos y villorrios pueden desaparecer por la absurda miop�a o ignorancia de no querer ver lo que est� ocurriendo en distintos lugares de Chile y el que Ventanas, Paipote y ENAMI constituyen un elemento esencial para la subsistencia y la vida de miles de pirquineros y sus familias. Asimismo, quiero destacar lo planteado por la Honorable se�ora Matthei -con quien no siempre he estado de acuerdo-, porque me doy cuenta de que Su Se�or�a hoy lo hace por su inter�s en Chile. Por cierto, no me extra�a la postura de los Senadores se�ores Ominami y N��ez, los que permanentemente han mantenido la misma voz. Por eso, desgraciadamente y a mi pesar, votar� favorablemente el proyecto, habiendo deseado que una visi�n m�s amplia y equilibrada permitiera un mejor accionar del Gobierno para resolver este problema, sin necesidad de endeudar a CODELCO, sin aplastar a ENAMI y, por cierto, sin dejar en la incertidumbre a miles de peque�os pirquineros. Nada m�s. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recuerdo a la Sala que a las 18:30 termina el Orden del D�a. Tiene la palabra el Senador se�or Boeninger. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, deseo ser lo m�s sucinto posible y referirme estrictamente a la iniciativa que nos ocupa. En primer lugar, tal como lo ha expresado en detalle el Honorable se�or Ominami, estamos en presencia de un art�culo 1� que autoriza a dar la garant�a del Estado a proyectos nuevos de un conjunto de empresas estatales, para desarrollos extremadamente importantes, que tienen que ver con la Empresa de Transporte de Pasajeros Metro, Metro Regional de Valpara�so (MERVAL) y Empresa de Ferrocarriles del Estado. No entrar� en los detalles del proyecto -quienes no escucharon al Senador se�or Ominami pueden leerlos en el informe de la Comisi�n de Hacienda-, pero hago presente que el rechazar la iniciativa y negar el aval del Estado pr�cticamente imposibilitar�a la realizaci�n de proyectos de enorme importancia. Se ha planteado aqu� que exist�an alternativas mejores, como la posibilidad de recurrir a capitales privados. Cabe recordar que estamos en presencia del �rea del transporte ferroviario, ya sea en el caso del metropolitano o en el de Ferrocarriles del Estado. La verdad es que, en general, la experiencia indica que la rentabilidad de este tipo de proyectos dista de ser suficiente para interesar a los capitales privados. Y as� lo ha experimentado Ferrocarriles del Estado en reiterados intentos. En consecuencia, o se entrega la garant�a para que las referidas empresas p�blicas hagan esas inversiones o no hay proyectos. En segundo t�rmino, el problema planteado por la Senadora se�ora Matthei con relaci�n a asignar una cantidad fija para cada empresa me parece que se vincula con una atribuci�n de la Administraci�n del Estado. Y no se puede rigidizar "ex ante", sin saber exactamente cu�les son los costos de los proyectos. Adem�s, estos �ltimos no necesariamente son los �nicos. El art�culo 2� indica claramente que se deber� firmar un convenio de programaci�n, el que ser� evaluado por el sistema de empresas. Por ello, hay un m�todo de seguimiento para asegurar la calidad de los proyectos y su avance correcto, lo cual estimo extremadamente positivo. En seguida figura la situaci�n de ENAMI. Es perfectamente leg�tima la cr�tica -que se puede compartir o no- a las pol�ticas seguidas en relaci�n con ENAMI. Dir�a que concuerdo con que las tres causas b�sicas de la situaci�n en que esa entidad se encuentra son, primero, el haber realizado una inversi�n medioambiental muy fuerte; segundo, el haber influido doblemente el precio del cobre, en cuanto a que por su baja y al no cumplirse las expectativas de obtenci�n de utilidades de la empresa, el retiro anticipado de �stas se convirti�, en definitiva, en generaci�n de deuda �es un caso de expectativas no cumplidas-, y, finalmente, el hecho de que por una raz�n de fomento social perfectamente razonable no se baj� la tarifa a los mineros en la misma proporci�n que la disminuci�n del precio internacional del metal rojo, lo que tambi�n constituye un factor adicional de generaci�n de deuda. Ahora bien, en ninguna parte del proyecto se pretende resolver la pol�tica respecto de ENAMI; en ninguna parte se indica una soluci�n determinada en cuanto al futuro de la empresa. De manera que las distintas opciones, los diversos razonamientos planteados aqu� -que, por lo dem�s, se discutieron en la Comisi�n-, pueden servir de antecedente para desarrollar una pol�tica que resuelva de mejor modo los problemas que ella enfrenta. Lo que hace esta iniciativa es reestructurar, mediante el aval del Estado, la deuda de largo plazo que tiene ENAMI, principalmente. Y en la Comisi�n se�alamos que ser�a deseable extender tambi�n este tipo de soluci�n a la deuda de corto plazo. M�s all� de las cr�ticas, que pueden ser razonables, concuerdo con la conclusi�n a que ha llegado el Honorable se�or Prokurica. Porque Su Se�or�a puede plantear que no le gusta la pol�tica expuesta, que la soluci�n le parece mala, pero, naturalmente, la peor de todas ser�a dejar a ENAMI sin ninguna parte de su deuda reestructurada. No comparto en toda su extensi�n las cr�ticas que aqu� se han formulado, pero llego a la misma conclusi�n en el sentido de que lo �nico que uno no puede hacer es votar en contra de la iniciativa, porque ello deja a ENAMI en la peor de todas las situaciones. Entonces, no me cabe duda de que debemos aprobar el proyecto. Ahora bien, rechazar la normativa porque a uno no le gusta la soluci�n propuesta para ENAMI significar�a dejar sin ejecuci�n los proyectos atinentes a las empresas p�blicas mencionadas con anterioridad. Por �ltimo, aprovecho la oportunidad para referirme al art�culo 3�, que requiere qu�rum especial. Al respecto, s�lo deseo recordar, en forma muy simple y breve, que dicho precepto tiene que ver con el proyecto de parque tecnol�gico de la Universidad de Chile. Si bien la ley respectiva se aprob� en noviembre de 2001, lo que ocurri� fue que en el Senado cont� con el qu�rum especial requerido, mas no en la C�mara de Diputados, a pesar de haber sido despachada por mayor�a. En este momento el proyecto se halla muy avanzado en su tramitaci�n. Comprendo que puede no gustar la autorizaci�n para acceder a un endeudamiento que se prolongue m�s all� del per�odo presidencial, pero sucede, con per�odos presidenciales limitados -inevitablemente son as�-, que cualquier cr�dito de inversi�n normalmente es de un plazo mayor. Entonces, el problema ahora resulta muy simple. Lo que se pide, sencillamente, es corregir la falta de qu�rum que se produjo hace un a�o respecto del parque tecnol�gico. Al efecto, debo decir que en la C�mara Baja, en donde la vez anterior ello no se logr�, esta vez s� se obtuvo para otorgar esta autorizaci�n. Por tanto, lo �nico razonable ser�a que tambi�n el Senado diera su aprobaci�n al art�culo 3� con el qu�rum requerido. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, quiero llamar la atenci�n sobre algunos aspectos que me parecen rescatables del debate producido. En primer lugar, no es posible que estemos legislando respecto de un conjunto de empresas cuya realidad no tiene que ver con ellas mismas. Me parece que �se es un tema esencial y que conspira en contra del hecho de que podamos ser forzados en alguna instancia a votar de una u otra manera, lo cual no me parece correcto. Adem�s, creo que nos debemos cierto grado de respeto. En segundo lugar, me parece que las informaciones que han rodeado al proyecto son contradictorias y confusas. Y digo que lo son porque he recibido a las directivas de ENAMI -de Ventanas, de la casa central y del norte-, las que me solicitaron determinada posici�n con relaci�n a esta materia, en circunstancias de que d�as despu�s la prensa ha informado que se reunieron con los Senadores se�ores Ominami y N��ez y que cambiaron su posici�n respecto de lo que me se�alaron. Naturalmente, me tienen que dar una explicaci�n valedera, porque sin duda que hay una cuesti�n extraordinariamente extra�a en lo anterior, por decir lo menos. No me cabe en la mente que un d�a se pueda tener determinada posici�n y que al siguiente haya un cambio tan ostensible. Ellos me manifestaron su reserva y contrariedad por el hecho de que CODELCO se haga parte de la propiedad de ENAMI en Ventanas, la que de alg�n modo se estar�a privatizando, porque aqu�lla es una empresa ajena. Es decir, de alguna manera nos encontramos frente a un hecho que posteriormente es validado por una situaci�n de la que tampoco conozco los antecedentes de fondo. A mi juicio, debemos tener un di�logo transparente. Nos encontramos en la discusi�n general de esta iniciativa, y deseo pedir que los antecedentes acerca de los planteamientos hechos por los Senadores se�ores N��ez y Ominami a los sindicatos sean explicitados p�blicamente, en todos sus detalles. Porque no me parece conveniente que los trabajadores cambien o que los hagan cambiar de posici�n de manera tan abierta e importante. Lo fundamental de todo esto es que nosotros, que hemos procurado que ENAMI concentre sus actividades en el fomento a la peque�a y mediana miner�a -que es el rol fundamental que ha tenido ENAMI-Ventanas-, hoy d�a no veamos una compatibilizaci�n con el hecho de que sea absorbida por la empresa m�s grande del mundo: CODELCO. O sea, �cu�l es la relaci�n entre el fomento de la peque�a y mediana miner�a que puede registrarse en manos de CODELCO y una empresa que efectivamente gener� esas actividades? Entiendo -y as� lo manifest�- que en las deudas ambientales hubo un esfuerzo importante de la empresa, porque, en la pr�ctica, la depredaci�n ambiental producida por ENAMI-Ventanas en la zona de Puchuncav� sin duda obligaba moralmente al Estado respecto de los habitantes de esa zona. Y, desde esa perspectiva, he sido partidario de que al menos esa parte sea devuelta a ENAMI, la cual efectu� una inversi�n que en definitiva beneficia, en el aspecto ambiental, a un sector importante de la Quinta Regi�n. Por otra parte, se halla lo relativo a MERVAL, tema donde nosotros, que conocemos lo vital que resulta esa red ferroviaria para la Quinta Regi�n, no podr�amos estar en contra. Muy por el contrario: procur� una reuni�n de sus directivos con los Senadores de Renovaci�n Nacional, para que se explicara cu�l era la situaci�n y la necesidad de mantener e incrementar la actividad de MERVAL no solamente desde Limache hasta el puerto, sino tambi�n -en un compromiso que plante�, que no digo que se haya aceptado- en el sentido de que el nervio central que es el ferrocarril llegue a toda la Quinta Regi�n. Se�or Presidente, pienso que estamos frente a situaciones completamente diversas. Naturalmente, no puedo votar en contra de la aprobaci�n en general. Pero en el pronunciamiento en particular me parece fundamental que, en el m�rito de cada una de las posiciones, podamos efectuar un an�lisis pormenorizado y, en especial, aclarar la situaci�n descrita, en que aparece contradictorio lo que se dice y lo que se hace. En todo caso, anticipo que, a pesar de estas observaciones, que son de fondo -porque comparto mucho lo planteado tanto por la Senadora se�ora Matthei como por el Honorable se�or Prokurica-, votar� a favor en general el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Procederemos a recoger la votaci�n de los se�ores Senadores que a�n no se han pronunciado. El se�or STANGE.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, se�or Senador. El se�or STANGE.- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero plantear una cuesti�n de forma. Porque el proyecto consigna, en letras, un mil quinientos millones de d�lares; pero, en n�meros, un mill�n quinientos mil. Entiendo que se trata de mil quinientos millones de d�lares. Lo se�alo s�lo para que quede constancia de este hecho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Agradezco a Su Se�or�a el alcance. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, quiz�s eso debiera arreglarlo Secretar�a. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Secretar�a puede arreglar un error indiscutiblemente de transcripci�n. El se�or STANGE.- Por otra parte, se�or Presidente, en la Quinta Subcomisi�n de Presupuestos se habl� respecto a que Ferrocarriles del Estado invirtiera para reconstruir el tramo Puerto Montt-Temuco. Se lleg� a un acuerdo con la empresa. En ese sentido, votar�a a favor el proyecto, pero en cuanto a los otros puntos, estoy en contra. Voto negativamente. El se�or CANESSA.- Se�or Presidente, para ser coherente con el principio de subsidiariedad, que orienta toda la acci�n del Estado de Chile, creo que el Estado s�lo puede comprometerse como aval de una empresa de su propiedad o en aquellas en que tenga participaci�n igual o superior a 50 por ciento, cuando circunstancias excepcionales, calificadas caso a caso, justifiquen esta medida. En mi opini�n, este proyecto es demasiado amplio, pues crea una especie de mecanismo de garant�a general que no es conveniente ni sano en una econom�a de mercado como la nuestra. La soluci�n que estamos votando me parece inadecuada. Y en espera de que, si es indispensable, el Gobierno proponga un proyecto de ley concreto para que a trav�s de alguna empresa estatal pueda cumplir justamente su misi�n, de cara al bien com�n, me abstengo. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, quiero destacar -a�n m�s de lo que lo hiciera el Honorable se�or Stange- el acuerdo logrado en la Quinta Subcomisi�n de Presupuestos, a la que, seg�n tengo entendido, asistieron personeros de Hacienda, en lo referente a la Empresa de los Ferrocarriles del Estado. All� las partes suscribieron un compromiso mediante el cual se garantizan los estudios de ingenier�a b�sica y la rehabilitaci�n y puesta en marcha del tren desde Temuco hasta Puerto Montt, en un per�odo que transcurrir� del 2003 al 2005. Adem�s, se har� un estudio de demanda y evaluaci�n social del funcionamiento de trenes de pasajeros para ese mismo tramo. Creemos que este prop�sito es muy importante y que su �xito depende, obviamente, del financiamiento que aporte la ley en proyecto. Deseo, asimismo, destacar lo establecido en el inciso segundo del art�culo 2�: el Comit� Sistema de Empresas deber� entregar en el mes de mayo de cada a�o al Presidente de la Rep�blica y al Congreso Nacional un informe de gesti�n del a�o precedente, que incluir� el desempe�o econ�mico y financiero de todas las empresas a las cuales presta asesor�a t�cnica, y en el caso de aquellas sujetas a convenios de programaci�n, una evaluaci�n espec�fica de su grado de cumplimiento. Estimamos, por tanto, que a trav�s del mecanismo en comento se est� salvaguardando una situaci�n muy especial con miras a que estos cr�ditos sean bien ocupados. En tal sentido, voto a favor. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general el proyecto (31 votos por la afirmativa, 5 por la negativa y 4 abstenciones), haci�ndose constar que respecto del art�culo 3� se reuni� el qu�rum exigido constitucionalmente. Votaron por la afirmativa los se�ores Aburto, Arancibia, �vila, Boeninger, Cariola, Cordero, Flores, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Garc�a, Gazmuri, Horvath, Lavandero, Moreno, Mu�oz Barra, Naranjo, N��ez, Ominami, Parra, Prokurica, Romero, Ruiz-Esquide, Ruiz (don Jos�), Sabag, Silva, Vald�s, Vega, Viera-Gallo, Zald�var (don Adolfo), Zald�var (don Andr�s) y Zurita. Votaron por la negativa los se�ores Bombal, Coloma, Fern�ndez, Matthei y Stange. Se abstuvieron los se�ores Canessa, Chadwick, Espina y Orpis. --Se fija como plazo para presentar indicaciones el lunes 2 de diciembre, a las 12. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminado el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. --------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or HORVATH: Al se�or Ministro de Obras P�blicas y al se�or Intendente de la Novena Regi�n, sobre CONSTRUCCI�N DE PUENTE EN SECTOR LA BASTILLA (NOVENA REGI�N), y al se�or Director del Servicio Agr�cola y Ganadero, referente a CUMPLIMIENTO DE MANDATOS DE CONVENCI�N SOBRE COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES SILVESTRES AMENAZADAS. De la se�ora MATTHEI: Al se�or General Director de Carabineros de Chile, acerca de MAYOR DOTACI�N DE CARABINEROS PARA COMUNA DE SALAMANCA; al se�or Subsecretario del Interior, referente a IMPLEMENTOS PARA BANDA DE COLEGIO SAN FRANCISCO DE AS�S, COMUNA DE SALAMANCA; al se�or Subsecretario de Telecomunicaciones, concerniente a CAMBIO DE NUMERACI�N PARA TEL�FONOS DE EL BOLDO, COMUNA DE SALAMANCA; a la se�ora Directora de Obras Hidr�ulicas de la Cuarta Regi�n, respecto de AGUA POTABLE PARA EL BOLDO, COMUNA DE SALAMANCA, y al se�or Director del SERVIU de la misma Regi�n, tocante a RECLAMOS POR OBRAS DE EMPRESA CONSTRUCTORA PEDRO GALLARDO (todos de la Cuarta Regi�n). Del se�or STANGE: Al se�or Ministro de Bienes Nacionales, solicit�ndole REESTUDIO DE SITUACI�N DE COMUNIDAD IND�GENA NAYAHU�, PROVINCIA DE CHILO�, y al se�or Alcalde de Calbuco, acerca de IMPROCEDENTE UTILIZACI�N DE RECURSOS DESTINADOS A ATENCI�N PRIMARIA DE SALUD (ambos de la D�cima Regi�n). -------------- El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- En Incidentes, tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. 59� ANIVERSARIO DE REP�BLICA DE EL L�BANO. COMUNICACIONES El se�or SABAG.- Se�or Presidente, el 22 de noviembre el mundo �rabe y mediterr�neo celebra el 59� aniversario de la independencia de El L�bano. Como descendiente de ese noble pueblo, he querido rendirle un homenaje en esta Sala, tanto a modo de reconocimiento a la vasta obra legada a todo el mundo por los libaneses y las culturas que los antecedieron, como para reiterar mi permanente aspiraci�n a que la comunidad internacional pueda ayudar a recuperar la paz en el Medio Oriente. Como muchos se�ores Senadores saben, soy descendiente directo de un liban�s, don Mohamed Sabag Farr�n, quien lleg� a Chile en 1927 y form� junto con mi madre, do�a Mar�a Castillo Esparza, un hogar donde convivieron arm�nicamente las modalidades de la vida chilena con las de la libanesa. Por mi formaci�n, tengo un especial conocimiento de El L�bano y un entra�able cari�o por la tierra de mi padre, y creo que el mejor homenaje que podemos hacer a nuestra patria original quienes nos hemos integrado a la sociedad chilena es, precisamente, contribuir a difundir la riqueza de la cultura libanesa. El L�bano es un pa�s muy parecido a Chile. Lo ba�a en casi toda su extensi�n el mar Mediterr�neo. No tiene una anchura superior a los 50 kil�metros y est� flanqueado adem�s por un cord�n monta�oso que, con las nieves de invierno, configura un paisaje de gran similitud con nuestro pa�s. Sin embargo, El L�bano es bastante menor en superficie a Chile. Con sus 10 mil 452 kil�metros cuadrados, equivale a casi un tercio de la Octava Regi�n, que represento en este Senado. Su poblaci�n total alcanza a 3 millones 200 mil personas (menor que la de Santiago). A pesar de ello, su privilegiada ubicaci�n geogr�fica y la temprana formaci�n de importantes culturas, como la fenicia, han hecho de El L�bano una naci�n central en la historia mundial y un punto de difusi�n de las culturas antigua y moderna y del comercio, y un lugar obligado de encuentro de las naciones occidentales y orientales. Ese esplendoroso pasado ha rendido frutos en �reas tan diversas como la escritura, la geograf�a y las matem�ticas. Desde los fenicios, que crearon el primer imperio que no estuvo basado en las armas, hasta los asirios, quienes fueron los primeros en determinar los trazos de latitud y longitud, la tierra libanesa ha hecho grandes contribuciones al progreso de la Humanidad. No obstante lo anterior, posiblemente en estos d�as sea otra de las virtudes de El L�bano la que resalta m�s, ya que desde su formaci�n los habitantes de ese pa�s han sabido desarrollar una ejemplar capacidad de convivencia entre los distintos grupos, tanto �tnicos como religiosos, que componen la naci�n. Esta tradici�n, consecuencia directa del continuo paso de los distintos imperios de la antig�edad por el territorio liban�s, es el mejor aporte que puede hacer El L�bano a la situaci�n pol�tica de la regi�n. Como v�ctima directa de enfrentamientos que no se han originado por su responsabilidad, El L�bano es un modelo por imitar, es la evidencia concreta de que es posible la armon�a sobre la base del respeto mutuo y de la preeminencia de la libertad y de la seguridad para las personas y sus bienes. El L�bano es la mejor prueba de que la paz en el Medio Oriente es posible. Y confiamos sinceramente en que, con el compromiso de la comunidad internacional, esa zona del planeta pueda desarrollarse dentro de un sentido de uni�n y cooperaci�n, para que los dramas y las p�rdidas ocasionados por la guerra queden en el pasado. A pesar de las dificultades ocasionadas por el clima b�lico entre los pa�ses vecinos, hoy la Rep�blica de El L�bano tambi�n es un ejemplo de progreso. Desde que asumi� la Presidencia �mile Lahoud, se ha consolidado como un pueblo moderno y de gran desarrollo. Gracias al decidido empuje por concretar las obras de infraestructura, educaci�n y salud, los libaneses tienen en la actualidad fundadas razones para mirar con optimismo un futuro donde sigan reinando la capacidad de convivencia y el bienestar material, social y cultura. Esta pol�tica ha permitido un ordenamiento de su econom�a tras las dr�sticas reformas financieras impulsadas por el Estado y la incorporaci�n de este pa�s a la comunidad internacional gracias al acuerdo de asociaci�n suscrito con la Uni�n Europea. La inserci�n de esta naci�n en el mundo ha quedado ratificada en los hechos con dos importantes eventos ocurridos durante este a�o: la realizaci�n, en el mes de marzo, de la Cumbre �rabe en Beirut, y m�s recientemente, en octubre, la materializaci�n de la Cumbre de la Francofon�a, que reuni� a 55 pa�ses, lo cual ha vuelto a colocar a El L�bano en su ancestral rol de faro de la cultura para el mundo. Por otra parte, las acciones del Gobierno se han localizado en el reforzamiento de la educaci�n y de la salud, proporcionando satisfacci�n real a las necesidades de la poblaci�n y sentando las bases necesarias para consolidar el desarrollo de las personas y de la econom�a. Los �xitos ya alcanzados ponen a las pol�ticas libanesas en un sitial de privilegio y nos llevan a conocer en profundidad sus lineamientos para aprovechar esa experiencia en nuestro pa�s. Pese a ser una naci�n peque�a y a no tener grandes recursos naturales, El L�bano ha sabido aprovechar sus caracter�sticas espec�ficas -como sus atractivos tur�sticos, que proporcionan 70 por ciento de los ingresos fiscales- para colocarse en un puesto acorde a lo que ha sido su historia, lo cual le ha permitido recuperarse r�pidamente de los estragos de la guerra. Sin embargo, la Rep�blica de El L�bano siempre ser� grande por su pasado hist�rico. Siempre ser� una llama eterna de sabidur�a en la lucha por su libertad y su fraternidad con los pueblos del mundo. Al cumplirse un nuevo aniversario de su independencia, he querido rendir este homenaje, que -como ya dije- busca difundir entre los chilenos las razones que llevan al pueblo liban�s a sentir un aut�ntico orgullo por su pasado, su presente y su futuro. Solicito, se�or Presidente, remitir esta intervenci�n al Embajador de la Rep�blica de El L�bano en Chile, se�or Mourad Jammal; al Presidente del Parlamento liban�s, se�or Nabih Berri, y al Presidente de esa naci�n, don �mile Lahoud, con el aprecio y la admiraci�n del Senador que habla. He dicho. --Se anuncia el env�o de las comunicaciones solicitadas, conforme al Reglamento, en nombre del Senador se�or Sabag, con las adhesiones de los Honorables se�ores Canessa, Mu�oz Barra, Naranjo, Ominami, Prokurica, Ruiz-Esquide, Stange y Viera-Gallo. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- En el tiempo del Comit� Renovaci�n Nacional, tiene la palabra el Senador se�or Mu�oz Barra. COYUNTURA Y ESTRATEGIA PARA REACTIVACI�N ECON�MICA Y GENERACI�N DE EMPLEO EN NOVENA REGI�N. OFICIOS El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, inicio mi intervenci�n dando gracias al Comit� Renovaci�n Nacional por cederme su tiempo para referirme a la situaci�n de la Regi�n que represento. 1.- La coyuntura 1.1 Lo preocupante: La Araucan�a es, lamentablemente, una de las regiones m�s pobres del pa�s. Seg�n la �ltima encuesta CASEN, que corresponde al a�o 2000, posee el porcentaje m�s alto de pobreza en relaci�n con su poblaci�n (32,7%), si se compara con las dem�s Regiones. Asimismo, tiene el mayor porcentaje de indigentes (11,1%). Si observamos c�mo se distribuye la pobreza por edades, concluiremos que afecta mayormente a los j�venes; es decir, a quienes tienen entre 15 y 30 a�os. Los problemas que se aprecian entre los pobres, incluyendo a los indigentes, son los siguientes: -Vivir de allegados o en campamentos. -Tener baja escolaridad. -Acceso limitado a la salud y a la educaci�n. -Alimentaci�n sin los nutrientes necesarios, lo que particularmente afecta el desarrollo f�sico e intelectual de los ni�os. En muchos de estos hogares hay s�lo una comida al d�a, la que, adem�s, es muy insuficiente. -Culturalmente, tendencia a caer en el alcohol y la drogadicci�n. La Regi�n tiene una elevada tasa de desocupaci�n (9%), si bien es ligeramente inferior al promedio nacional. Aporta un bajo porcentaje (2,5%) al producto interno bruto de las Regiones (PIB Regional), absorbiendo una cifra levemente superior al 5 por ciento de la fuerza de trabajo nacional, lo que significa una baja productividad. Es la Regi�n que tiene menos inversi�n extranjera, ya que los capitalistas for�neos priorizan las �reas productivas, de las que carece La Araucan�a, como la miner�a y determinados sectores de servicio, hecho que desestimula el desarrollo regional. Por otra parte, la exportaci�n de productos de la Novena Regi�n sigue siendo baja, manteni�ndose estable durante la d�cada, con ligeros incrementos en 1995 y 1998. Estas exportaciones son las m�s reducidas si se las compara con las de otras Regiones del pa�s. Sin embargo, cabe recordar que el Acuerdo entre Chile y la Uni�n Europea, al ser aprobado, dar� origen a mejores condiciones exportadoras para La Araucan�a. Sobre el particular, quiero agregar que la Empresa Forestal Mininco, una de las m�s importantes en el �rea forestaci�n de la Novena Regi�n, s�lo en Malleco genera exportaciones por aproximadamente 250 millones de d�lares. Pero aqu� viene lo curioso. Como esto se factura en la Octava Regi�n, donde est�n las plantas de dicha empresa, entonces tal productividad se suma a las cifras de esta Regi�n y no a las de la Novena, lo cual, sin duda, incide negativamente en las estad�sticas econ�micas relativas a porcentajes de inversi�n nacional. Por otro lado, el gasto municipal ha disminuido de forma relevante, lo que afecta el mejoramiento de las comunas. La agricultura, en especial los sectores de peque�os y medianos productores, tiene grandes dificultades para insertarse en el mercado, quedando aqu�llos verdaderamente marginados. La industria alimentaria ha presentado graves problemas en el �ltimo tiempo, en particular la producci�n de leche y sus derivados. Existen conflictos y situaciones no resueltas con etnias originarias de nuestro pa�s, principalmente con los mapuches, cuyos problemas se arrastran desde hace d�cadas sin soluciones de fondo. Cabe preguntarse: �Qu� ha pasado en la Novena Regi�n durante la �ltima d�cada? �Hemos estado estancados o hemos crecido regionalmente? 1.2 Lo positivo En 1990, la pobreza alcanzaba en La Araucan�a a 45,1 por ciento. En 2000 baj� a 32,7 por ciento. Tambi�n ha disminuido notoriamente la poblaci�n de indigentes: de 20,2 por ciento en 1990 a 11,1 por ciento el a�o 2000. La inversi�n p�blica en la Regi�n ha aumentado durante la �ltima d�cada m�s all� del crecimiento observado en el pa�s, lo que es un hecho positivo. Lo mismo ha ocurrido con la inversi�n privada, en especial en los sectores financiero, del comercio y de la construcci�n, a pesar de que en los �ltimos dos a�os hemos experimentado una desaceleraci�n, producto principalmente de la crisis econ�mica mundial. En educaci�n hemos visto una mejor�a relevante en materia de cobertura y retenci�n escolar, as� como un progreso en la calidad de la educaci�n y una baja en la tasa de abandono de los estudios. Esto obedece a la gran importancia que han dado a la educaci�n los Gobiernos de la Concertaci�n, que se han preocupado, entre otras materias, de incrementar notablemente la ayuda en textos de estudios, las becas y los alimentos para los estudiantes, particularmente los m�s pobres. El gasto social en la Novena Regi�n ha crecido m�s que el promedio nacional, ya que alcanz� una tasa de 10,4 por ciento en 1999. La del pa�s fue de 8,95 por ciento. Este gasto, muy superior al que exist�a en 1990, ha estado orientado principalmente a la previsi�n social, a la educaci�n y a la salud. Un dato estad�stico interesante de rescatar: en 1990, el gasto social por persona era de 122 mil pesos. En cambio, en 1999 alcanz� a 297 mil pesos; es decir, fue 143 por ciento mayor. -Ha habido mejor�a en la salud. Descendi� el �ndice de mortalidad, particularmente el de la poblaci�n infantil. -Es positivo, adem�s, el hecho de que el ingreso medio de la poblaci�n ocupada (7,1 por ciento) fue mayor que el crecimiento del ingreso promedio nacional (5,9 por ciento). -Otro aspecto positivo es la diversificaci�n creciente de la econom�a desde sectores tradicionales hacia otros m�s din�micos, lo que constituye una de las causas del mayor crecimiento del PIB de la Regi�n, que bordea los 1.400 millones de d�lares y representa un incremento de 30 por ciento con respecto a 1990. Hoy la producci�n de la zona se orienta mayoritariamente al sector terciario (servicios y comercio, que alcanzan al 52 por ciento del PIB), que en la actualidad genera 46 por ciento del empleo. Es interesante observar que �sta es la tendencia mundial. En realidad, es en el �rea de los servicios y el comercio donde se producen las mayores riquezas en el �mbito internacional. -La inversi�n privada en el sector forestal ha sido muy importante. -Un �rea de enorme dinamismo es el sector secundario de la econom�a, donde destaca la industria manufacturera, que entre 1990 y 1995 alcanz� una expansi�n real de 186,3 por ciento, el indicador m�s alto del pa�s. -En lo referente a la conflictividad con la etnia mapuche -pueblo originario de gran nobleza-, el Gobierno del Presidente Lagos ha emprendido varias iniciativas orientadas a la restituci�n de sus tierras, al otorgamiento de ellas y al reconocimiento de sus derechos ancestrales. 2. Estrategias para la reactivaci�n econ�mica y la generaci�n de empleo La Novena Regi�n ha experimentado una evidente mejor�a en los �ltimos 10 a�os. Sin embargo, consideramos que ella a�n es insuficiente. Nuestra Araucan�a debe crecer a mayor ritmo y avanzar en su desarrollo econ�mico y social. �Qu� proponer al respecto? 2.1 Fortalecer la regionalizaci�n como pol�tica de Estado. Chile sigue teniendo un sistema pol�tico-administrativo eminentemente centralizado. Del 100 por ciento de los recursos que se hacen llegar a la Novena Regi�n s�lo 30 por ciento es de disponibilidad de sus autoridades. El 70 por ciento ya va se�alado por parte del centralismo. La Regi�n Metropolitana sigue siendo el �rea geogr�fica de mayor desarrollo, poblaci�n, peso cultural y bienestar, y desde donde se toman casi todas las decisiones relativas al resto del territorio. En esto existe un desequilibrio que atenta contra el desenvolvimiento de las Regiones, en particular de la de La Araucan�a, y contra la necesaria autonom�a en materia de decisiones pol�ticas y econ�micas, las que, a mi juicio, deben radicarse en aqu�lla y no en Santiago. Mientras la Regi�n Metropolitana avanza hacia la modernidad la Novena Regi�n aparece en gran medida retrasada. Es necesario que las Regiones adquieran m�s autonom�a para adoptar sus decisiones y que el Estado entregue mayores aportes y genere condiciones m�s favorables para el desarrollo a trav�s de pol�ticas p�blicas adecuadas. Con esto no se propone la creaci�n de un r�gimen pol�tico federado, sino dar m�s autonom�a a las Regiones, lo que en otros pa�ses ha tra�do muchos beneficios. Pero el mayor desarrollo no es responsabilidad solamente del Estado; la empresa privada debe ser m�s creativa y audaz para invertir en la zona y para comprometerse con proyectos que generen empleo y riqueza. Al Estado corresponde, adem�s, perfeccionar su modelo de intervenci�n en las Regiones mejorando la focalizaci�n de los recursos hacia la generaci�n de impactos m�s positivos. Para ello se requiere incorporar un modelo de planificaci�n estrat�gica regional que incluya un conjunto de indicadores cualitativos y cuantitativos de evaluaci�n y correcci�n de resultados. 2.2 Uno de los mayores problemas de la Novena Regi�n es el desempleo. Este hecho dram�tico tiene m�ltiples causas internacionales y nacionales. Para resolverlo parece necesario: a) Fortalecer la regionalizaci�n en los t�rminos ya expuestos; b) Aumentar la inversi�n p�blica y privada en empresas productivas generadoras de empleo, por ejemplo, el turismo y el comercio, el sector silvoagropecuario y la industria manufacturera. Todo ello, repito, en una articulaci�n de esfuerzos estatales y privados; c) Incrementar los programas de educaci�n y capacitaci�n para otorgar mayor calificaci�n a los j�venes, a los empleados y a los desempleados. Con mayor educaci�n y capacitaci�n aumenta la posibilidad de acceder a m�s y mejores puestos de trabajo, as� como la posibilidad de aportar a una mayor eficiencia y eficacia de las empresas; d) Ampliar las l�neas de cr�dito y la repactaci�n de deudas de las medianas, peque�as y microempresas a trav�s del BancoEstado, CORFO, INDAP y otras entidades p�blicas; e) La banca privada debe bajar los intereses que cobra por los cr�ditos, siguiendo las orientaciones dadas por el Banco Central. Estoy convencido de que los bancos, que han llegado a obtener utilidades superiores a 100 por ciento, no prestan colaboraci�n significativa a las peque�as y medianas empresas, constituy�ndose en un factor que ha retardado la reactivaci�n econ�mica. Tengamos en cuenta que las peque�as y medianas empresas generan el 80 por ciento del empleo en Chile. 2.3 Por su parte, el Gobierno ha definido un conjunto de obras para la Novena Regi�n que ha llamado "Proyectos al Bicentenario", con miras a robustecer su desarrollo y bienestar. Entre ellos podemos mencionar, entre otros: normalizaci�n y construcci�n hospitalaria en Imperial; Puerto Artesanal Queule; construcci�n de canal Victoria y faja Maiz�n; Sendero Chile (280 kil�metros); aeropuerto internacional; ruta costera; mejoramiento urbano, y Plan de Desarrollo Ind�gena. 2.4 Asimismo, el Gobierno ha elaborado una Estrategia de Desarrollo Regional que considera los siguientes proyectos: 2.4.1 De Desarrollo Humano y Cultural, orientado a obtener mayor igualdad de oportunidades y superar la pobreza; mejorar la calidad de los servicios p�blicos; fortalecer la participaci�n ciudadana, la cultura y la propia identidad regional y, de manera muy especial, avanzar en el desarrollo mapuche integral. 2.4.2 De Desarrollo Productivo, que incluye la modernizaci�n silvoagropecuaria y la ampliaci�n de los mercados; la integraci�n a la econom�a global y la actualizaci�n tecnol�gica; est�mulo a la inversi�n privada y al desarrollo del turismo, y diversificaci�n energ�tica. 2.4.3 De Desarrollo Territorial, que significa mejorar nuestras ciudades en seguridad y calidad de vida; modernizar la red de transporte; alcanzar mayor equilibrio entre zonas rurales y urbanas; mejorar la calidad de vida en el campo, y alcanzar un mejor ordenamiento territorial. 2.4.4 De Desarrollo del Conocimiento, a fin de incorporar el desarrollo cient�fico y tecnol�gico para el progreso regional, y socializar el conocimiento para que �ste no quede en manos de unos pocos. 2.5 Adicionalmente, es importante enfatizar la soluci�n a los problemas relacionados con los mapuches. Existen reivindicaciones muy justas que a�n no se resuelven y crean intranquilidad en esta etnia. 2.6 Es necesario enfrentar con mucho mayor fuerza el problema de la droga y de la delincuencia. En la Novena Regi�n estos fen�menos no revisten la magnitud que tienen en el resto del pa�s, pero est�n presentes y, si se valora la experiencia nacional y mundial, tender�n a crecer. Por ello, es menester enfrentarlos desde este momento. Debe cuidarse a la juventud, gran esperanza para el desarrollo futuro del pa�s y el engrandecimiento cultural, econ�mico y social de la Regi�n de La Araucan�a. 2.7 Otros aspectos del desarrollo de la Novena Regi�n, que represento en esta Alta C�mara: La ciudad de Temuco se ha convertido en un centro urbano de gran tama�o y con inmensas perspectivas de crecimiento. Esto la ha transformado en un centro comercial y financiero de magnitud, que ha estimulado la inversi�n privada (mall de Almacenes Par�s por un monto de 21 millones de d�lares; mall y supermercado Jumbo, con una inversi�n total de 40 millones de d�lares). El Estado tiene proyectos para mejorar la infraestructura vial urbana en Temuco, entre el 2000 y el 2010, del orden de los 8 mil millones de pesos. El Eje Transversal Norte ha significado, desde 1995 hasta 2001, una inversi�n de 11 mil millones de pesos. Esta ruta unir� el comercio entre el Pac�fico y el Atl�ntico. El Eje Transversal Sur, que sirve principalmente al turismo, es otra iniciativa que favorece a la Regi�n. El sistema de regad�o en Victoria, por un monto de 46 millones de d�lares, que realiza el MOP, quedar� concluido en el 2005. Existen proyectos privados de suma importancia, como el de la Puntilla, de Villarrica, considerado a 10 a�os plazo, que significar� una inversi�n de 80 millones de d�lares en departamentos de veraneo, hotel, marina, club, etc�tera; y el de la construcci�n de un hotel 5 estrellas en la comuna de Villarrica, camino a Puc�n, por un monto de 10 millones de d�lares. Es interesante destacar un hecho que disminuye el registro de la capacidad exportadora de la Novena Regi�n: las exportaciones de la planta de Celulosa del Pac�fico, localizada en Mininco, se atribuyen a la Octava Regi�n porque el transporte ferroviario hacia el puerto le pertenece. Entonces, a la de La Araucan�a deber�an agreg�rsele 200 millones de d�lares por concepto de exportaci�n de celulosa, contabiliz�ndolos en el PIB regional. 2.8 La agricultura La Novena Regi�n tiene una agricultura en retroceso. �sta ha perdido importancia, como sector productivo, en relaci�n con otras actividades econ�micas. No obstante, sigue siendo la mayor generadora de empleo en la zona. Entre las causas de la p�rdida relativa de importancia de la agricultura en los �mbitos nacional y regional est�n: 2.8.1 La inestabilidad del mercado nacional y de los mercados internacionales. 2.8.2 La subvenci�n de productos agr�colas otorgada por Gobiernos de otros pa�ses a sus agricultores, lo que les permite competir con ventaja en el mercado internacional, afectando econom�as como la nuestra. 2.8.3 La apertura unilateral de la econom�a chilena a los mercados externos, dejando desprotegidos a los productores nacionales, opci�n que se adopt� bajo el Gobierno militar y que ha sido rectificada por los Gobiernos de la Concertaci�n a trav�s de acuerdos comerciales que exigen reciprocidad en materia de beneficios para pa�ses extranjeros y Chile. 2.8.4 A lo anterior cabe agregar que gran parte de la agricultura de nuestro pa�s tiene un retraso tecnol�gico y que la vocaci�n de nuestros suelos mayoritariamente se presta para la ganader�a, la vitivinicultura y la actividad forestal. Se except�an de este retraso �reas de la agroindustria, como el vino, la fruta y otros. 2.8.5 La Novena Regi�n tiene una agricultura tradicional basada en cultivos anuales de rentabilidad baja. Esta caracter�stica obliga a enfrentar un proceso de reconversi�n y de nueva utilizaci�n de parte del suelo agr�cola. A esta alternativa obligan los tratados internacionales que ha suscrito Chile, entre otros la relaci�n con el MERCOSUR y el Acuerdo con la Uni�n Europea, que con seguridad se suscribir� pr�ximamente. Estos instrumentos internacionales contemplan la liberalizaci�n del comercio a trav�s de la rebaja de aranceles aduaneros o desgravaci�n. A ra�z de acuerdos ya suscritos, desde 2006 se iniciar� un proceso de desgravaci�n arancelaria de algunos productos importados, lo que afectar� a parte de los productos agr�colas de la Regi�n (trigo y remolacha). Este proceso culminar� el 2014. Se�or Presidente, se est� acabando el tiempo que me cedi� el Comit� Renovaci�n Nacional. As� que, para terminar, har� uso de algunos minutos correspondientes a mi Comit�. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- No hay inconveniente, se�or Senador. Despu�s el tiempo ocupado se devuelve autom�ticamente. El se�or VIERA-GALLO.- Entonces, puede utilizar nuestro tiempo. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Se�or Senador, puede proseguir con la anuencia de los Senadores socialistas. El se�or STANGE.- Se�or Presidente, si el Honorable se�or Mu�oz Barra desea usar el tiempo de nuestro Comit�, no hay ning�n problema... El se�or NARANJO.- �Pero son muchos minutos, y Su Se�or�a se nos puede entusiasmar...! El se�or MU�OZ BARRA.- �Agradezco la solidaridad del se�or Senador de Oposici�n y lamento la urgencia y nerviosismo de los Honorables colegas de la Concertaci�n...! Termino r�pidamente. En la Novena Regi�n, no obstante su estancamiento agropecuario, puede apreciarse un importante crecimiento, entre 1990 y 1998, de la producci�n de trigo, avena, cebada, papas y remolacha, y una baja en la producci�n de centeno, ma�z, porotos, arvejas y maravilla. En el �mbito pecuario, la Regi�n ha tenido un importante aumento en la crianza y beneficio de animales. La industria alimentaria tambi�n ha experimentado un desarrollo importante, a pesar de que hoy presenta dificultades por las condiciones de la econom�a mundial y nacional. �C�mo responder al despegue de la agricultura regional? Las pol�ticas p�blicas bajo los Gobiernos de la Concertaci�n han estado orientadas a fortalecer gradualmente la agricultura, tras el prop�sito de elevar la productividad y competitividad del pa�s, manifestando especial preocupaci�n por la peque�a agricultura, la que en Chile est� representada por 225 mil explotaciones agr�colas, en las que trabajan un mill�n de personas y concentran adem�s un importante proporci�n de familias pobres. No obstante lo realizado, el pa�s no ha solucionado el problema agr�cola. Considerando la importancia de la agricultura como factor de desarrollo, que resuelve la seguridad alimentaria de nuestro pueblo, que genera empleo y permite la obtenci�n de divisas en los mercados internacionales, concluimos que tenemos un importante desaf�o que enfrentar, en el cual deben comprometerse los esfuerzos del Estado y de los productores privados, sean grandes, medianos y peque�os. A fin de responder a tal desaf�o, se requiere que el Gobierno complemente las pol�ticas para el agro y modernice el Ministerio de Agricultura, asumiendo con mayor eficacia las funciones que ha venido desarrollando y que est�n relacionadas con la producci�n, la comercializaci�n, el financiamiento para proyectos de inversi�n productiva y comercial. La idea es interesar al capital extranjero, lograr asistencia tecnol�gica para mejorar la productividad, la rentabilidad y la sustentabilidad ambiental, la ampliaci�n y mejoramiento de los servicios de riego y la asesor�a para insertarse en los mercados nacionales e internacionales. Las pol�ticas p�blicas para el agro deben considerar el aumento de la eficiencia productiva en las cadenas agropecuarias, la reconversi�n y el est�mulo a la modernizaci�n del agro, mejorar los mecanismos de funcionamiento de los mercados internos y fortalecer la capacidad negociadora del pa�s en las entidades internacionales donde se negocian nuestros productos. Deben orientarse, asimismo, a estimular el desarrollo de la agroindustria. Las pol�ticas anteriores deben dar �nfasis al desarrollo de la agricultura campesina, en especial la de los mapuches, que concentra una buena cantidad de pobres, para mejorar su integraci�n al desarrollo nacional, innovando o haciendo ajustes en sus sistemas de producci�n, para adaptarlos a las opciones del mercado, para capacitarlos en el empleo de nuevas tecnolog�as, lo cual les permitir� ser m�s competitivos, y para mejorar sus capacidades de gesti�n y de comercializaci�n. Al sector privado corresponde un importante aporte en la inversi�n de capital para la agricultura y la agroindustria, asumiendo con imaginaci�n el mejoramiento de sus productos, para ganar competitividad, y disponi�ndose a la reconversi�n seg�n las vocaciones del suelo y las condiciones de los mercados nacional y extranjero. Con este esfuerzo se ayudar� a resolver problemas de empleo, a superar la pobreza y se modernizar� el mundo rural, sac�ndolo de su actual estancamiento. 3. La Novena Regi�n ante el impacto del proceso globalizador y, particularmente, el Acuerdo suscrito entre Chile y la Uni�n Europea. Se�or Presidente, uno de los fen�menos que m�s impactan en el mundo es el proceso globalizador del comercio, de las finanzas y, m�s incipientemente, de la cultura. La globalizaci�n como proceso es inevitable; es parte del desarrollo hist�rico de la humanidad. El grave problema que ella presenta es la necesidad de darle gobernabilidad para evitar los efectos negativos que produce, particularmente en la econom�a y las finanzas. El nivel especulativo del movimiento de capitales en el mundo ha sido la principal causa de las crisis internacionales, como la denominada "crisis asi�tica". El modelo econ�mico vigente a nivel mundial, que subyace en el modelo de globalizaci�n existente, ha incrementado la pobreza, el desempleo y la marginaci�n de amplios sectores poblacionales en el orbe. Esta globalizaci�n debe ser, necesaria e imperativamente, reorientada. En este panorama mundial se inserta la estrategia de desarrollo de Chile, la que est� centrada en el incremento productivo para las exportaciones. La actual estrategia ha superado la apertura unilateral hacia el comercio mundial resuelta en el R�gimen del se�or Pinochet mediante una pol�tica que busca reciprocidad a trav�s de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio bilaterales y con bloques de pa�ses. Uno de estos instrumentos fundamentales es el Acuerdo de Libre Comercio con la Uni�n Europea que el Congreso Nacional deber� aprobar. �Qu� beneficios tendr� ese Acuerdo para la Novena Regi�n? Son varios. A saber: a) baja del precio de los insumos agr�colas, b) aumento de la demanda exportadora hacia la Uni�n Europea, c) rebaja gradual de los aranceles que ella cobra actualmente para la importaci�n de productos chilenos, hasta llegar a arancel cero, d) atracci�n de inversi�n nacional y extranjera, e) cooperaci�n europea en distintas �reas, entre otras, la productiva. Un an�lisis del impacto agropecuario que dicho Acuerdo producir� por Regiones, seg�n datos de la Direcci�n General de Relaciones Econ�micas Internacionales, concluye que la Novena obtendr� las siguientes ventajas a mediano plazo: -Se beneficiar� con la expansi�n del comercio por la suma de 11,3 millones de d�lares. -De impulsarse la inversi�n para responder a la mayor demanda que producir� el Acuerdo con la Uni�n Europea, la Novena Regi�n tendr�a que aumentar en 37 mil 567 hect�reas la superficie de sus praderas para la producci�n ganadera. -El incremento de la oferta exportadora generar� m�s empleo. El impacto de la demanda de productos como consecuencia del Acuerdo con la Uni�n Europea beneficiar� a la Novena Regi�n. Seg�n la Direcci�n General de Relaciones Econ�micas Internacionales este beneficio ser� a favor de: 1. Fruta: -Fruta fresca en general. -Manzanas. -Cerezas. -Frutillas, frambuesas y ar�ndano. 2. Producci�n hortofrut�cola: -Semillas. -Esp�rragos. -Champi�ones. -Flores. -Bosques de pino. 3. Agroindustria: -Existe un potencial de expansi�n de la agroindustria en la Novena Regi�n si se industrializan los esp�rragos, las callampas, las arvejas, los berries, la rosa mosqueta y la miel. Se incluyen, adem�s, yerbas medicinales y mermeladas. -La industria de quesos. -Plantas faenadoras de carne y deshidratadoras. El Acuerdo de Asociaci�n ha previsto la aplicaci�n de una medida de emergencia para los productos agr�colas si el aumento de importaciones desde una de las Partes causa da�o o amenaza con causarlo a otra de las Partes. Se han exceptuado de la negociaci�n los productos sujetos a bandas de precio, como el trigo, la harina de trigo y el az�car. Adem�s, se han acordado plazos de desgravaci�n suficientemente largos (7 y 10 a�os) para el arroz y el ma�z. La leche no est� incorporada en el Acuerdo; por consiguiente no ingresar� a Chile la producida en la Uni�n Europea. En cuanto a las importaciones industriales a Chile desde la Uni�n Europea, el 92,1 por ciento tendr� desgravaci�n cero. Entre esos productos est�n los insumos para la agricultura, como insecticidas, fungicidas y herbicidas; fertilizantes, maquinaria para la agricultura y la agroindustria (madera y vitivin�cola). Oportunidades directas para la Novena Regi�n como consecuencia del Acuerdo con la Uni�n Europea. El Acuerdo generar� beneficios para las Regiones por dos razones, al menos. La rebaja de aranceles producir� en lo inmediato y a futuro un incremento en las utilidades de las empresas exportadoras, aunque tendr� un impacto desfavorable, particularmente en los primeros a�os, para los ingresos del Estado por concepto de reciprocidad en la rebaja de aranceles. La misma ventaja para las Regiones se generar� por el aumento de las cuotas de exportaci�n. Las exportaciones a la Uni�n Europea por la Novena Regi�n tendr�n desgravaci�n inmediata, con excepci�n de los productos forrajeros, que se desgravar�n despu�s de cuatro a�os. Actualmente, la Regi�n exporta un mill�n de d�lares hacia la Uni�n Europea. Seg�n la DIRECON, esta cifra puede aumentar a 11 millones de la misma moneda. Los productos con ventaja arancelaria inmediata, es decir, arancel cero, son los ar�ndanos, que hoy pagan 9,6 por ciento de arancel; la rosa mosqueta y las hierbas medicinales, en la actualidad con 3 por ciento; las piezas de madera para muebles, con 2,7 por ciento, y maderas aserradas, con 2,5 por ciento de arancel. Los mayores aumentos, en raz�n de las ventajas del Acuerdo, se dar�n en la exportaci�n de carne bovina, queso, miel, productos congelados y fruta. Considerando las demandas de la Uni�n Europea, existen buenas expectativas para el desarrollo de semillas, flores, bulbos, "berries", jugos de frutas, miel y cerezas. La pesca artesanal tambi�n se beneficiar� por la rebaja arancelaria a mediano plazo y por el aumento de cuotas de productos del mar que adquirir� dicho conglomerado de pa�ses. Al respecto, es interesante el proyecto de desarrollo pesquero en la caleta de Queule. Asimismo, la zona puede atraer al turismo europeo, lo que estimular�a a�n m�s el crecimiento de este sector. En conclusi�n, la Novena Regi�n, que represento en el Senado, tiene importantes posibilidades de desarrollo y de generaci�n de empleo mediante la dinamizaci�n de sus actividades productivas de bienes y servicios. Para ello requiere ajustes, reconversiones, utilizaci�n de nuevas tecnolog�as y mayor est�mulo a la educaci�n. Ruego al se�or Presidente hacer llegar el texto de mi intervenci�n a la se�ora Ministra del MIDEPLAN y al se�or Ministro de Hacienda. Agradezco al Comit� a que pertenece mi estimado colega se�or Stange por concederme los minutos necesarios para hacer este planteamiento, tan v�lido para una Regi�n que est� representada en igualdad de condiciones que el resto del pa�s. --Se anuncia el env�o de las comunicaciones pertinentes, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- En el resto del tiempo del Comit� Socialista, tiene la palabra el Honorable se�or Naranjo. RECONOCIMIENTO A AUTORIDADES DE GOBIERNO POR FIRMA DE ACUERDO CON UNI�N EUROPEA. COMUNICACI�N El se�or NARANJO- Se�or Presidente, ser� muy breve. He querido hacer uso de la palabra con el fin de solicitar al Honorable Senado el env�o de una nota que exprese nuestro reconocimiento a las autoridades de Gobierno, y en especial a la Ministra de Relaciones Exteriores, se�ora Soledad Alvear, por la firma, en el d�a de ayer, del Acuerdo de Asociaci�n Pol�tica, Econ�mica y de Cooperaci�n entre nuestro pa�s y la Uni�n Europea. Sin lugar a dudas, la concreci�n de dicho instrumento constituye un hecho hist�rico de enorme trascendencia para un pa�s peque�o como Chile, que busca d�a tras d�a insertarse en los mercados mundiales, lo que, no tengo ninguna duda, traer� numerosos beneficios al desarrollo de nuestra econom�a. El solo hecho de negociar de igual a igual con la Uni�n Europea, entidad que agrupa a quince de los pa�ses m�s desarrollados del mundo, implica, en la pr�ctica, un reconocimiento por parte de �stos a nuestra econom�a y a la consolidaci�n de nuestro sistema democr�tico. Los chilenos, en general, tendemos a minimizar nuestros logros y a maximizar nuestros fracasos y derrotas. Hoy mismo, debido a diversos problemas relacionados con denuncias de corrupci�n, un convenio de tanta trascendencia para el desarrollo econ�mico de nuestra naci�n ha pasado en cierta forma inadvertido para la opini�n p�blica y no ha recibido la cobertura que se merece. Cabe precisar que el propio Comisario de Comercio, se�or Pascal Lamy, se�al�: "�ste es el acuerdo m�s ambicioso que jam�s haya negociado la Uni�n Europea. Para nosotros es un modelo de acuerdo del Siglo XXI, un punto de referencia que consideramos muy importante.". Su ratificaci�n queda ahora en manos de nuestro Congreso, y en ese sentido no tengo ninguna duda de la responsabilidad con que actuar�n los se�ores Senadores. Por una parte, debemos respaldar el accionar de nuestras autoridades, m�s all� de las diferencias pol�ticas que tengamos. Aqu� no deben existir Senadores de Gobierno ni de Oposici�n, sino Parlamentarios que pretenden lo mejor para nuestro pa�s, lo cual, en la pr�ctica, se traduce en un futuro con mayores oportunidades para todos los chilenos, especialmente para los de menores recursos. Por otro lado, con ello no estamos renunciando a la posibilidad de expresar las diferencias o discrepancias que el Acuerdo pueda suscitar para determinado sector de nuestra econom�a, como puede ser la agricultura. En todo caso, esto no puede implicar retraso o dificultades en su ratificaci�n. Tomando en consideraci�n lo anteriormente expuesto, he querido destacar en esta sesi�n la enorme importancia que tiene el Acuerdo, y muy especialmente hacer un reconocimiento a la labor profesional desarrollada durante largo tiempo por las autoridades de Gobierno, encabezadas por la Ministra de Relaciones Exteriores, se�ora Soledad Alvear. Por tal motivo, reitero mi solicitud de enviar a la Canciller�a una nota formal, en nombre del Senado, manifestando nuestro reconocimiento por este logro. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Se enviar� la comunicaci�n solicitada por Su Se�or�a, en conformidad al Reglamento. El se�or VIERA-GALLO.- Y en mi nombre, se�or Presidente. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Tambi�n con mi adhesi�n . En el resto del tiempo del Comit� Socialista, tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. 120� ANIVERSARIO DE DIARIO "EL SUR". COMUNICACIONES El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, el 15 de este mes el diario "El Sur", de la Regi�n del Biob�o, cumpli� 120 a�os de existencia. Es el segundo m�s antiguo del pa�s, despu�s de "El Mercurio de Valpara�so". Y sin duda que su nacimiento, al igual como el del peri�dico porte�o, marc� un paso muy importante en lo que fue la prensa escrita, no s�lo de Chile, sino de todo el mundo de habla hispana. La identidad de una regi�n se refleja y construye a trav�s de los medios de comunicaci�n. Por eso, para la Regi�n del Biob�o el diario "El Sur" es tambi�n su memoria. En sus p�ginas se reflejan y narran los principales acontecimientos que atraviesan la historia de la zona y del pa�s. Basta releer algunos de sus ejemplares para darse cuenta de qu� manera la historia est� estampada en ellos. Quiz�s valga la pena recordar la importancia que tuvo dicha publicaci�n, por ejemplo, en la formaci�n de la Universidad de Concepci�n, uno de los proyectos m�s importantes en el campo de la cultura a nivel nacional. "El Sur" es, tambi�n, imagen de una regi�n. En �l se refleja no s�lo su vida pasada, sino tambi�n el presente, que fluye en sus escritos, noticias, titulares, fotograf�as y s�tiras. Asimismo, constituye un veh�culo de comunicaci�n que permite a los habitantes de la regi�n intercambiar ideas, puntos de vista y opiniones; criticar y adelantar posiciones, de manera tal que se vaya construyendo un di�logo real y verdadero. Es el diario, adem�s, conciencia regional, lugar de reflexi�n donde se recogen los principales adelantos intelectuales, disquisiciones y elucubraciones de los pensadores locales. Pero, sobre todo, es creador de cultura, en el sentido m�s amplio del t�rmino; es decir, es el punto de vista particular de cada generaci�n y �poca acerca del mundo, de la vida y del sentido de las cosas. Es as� como "El Sur" es, entonces, memoria, imagen, veh�culo de comunicaci�n, conciencia y creador de cultura de la Regi�n del Biob�o. Por otra parte �por qu� no decirlo-, es uno de los pocos medios independientes, a nivel regional, de las dos grandes cadenas de diarios existentes en el pa�s. Y, por tanto, tiene el doble m�rito de haberse mantenido por 120 a�os gracias al soporte de sus lectores y avisadores, sin necesidad de recurrir a la adhesi�n a cadenas a nivel nacional. Esta empresa period�stica y cultural es, fundamentalmente, un equipo humano de periodistas. Con esto quiero se�alar, sobre todo, el gran papel que juega el grupo de periodistas con el cual nosotros siempre nos relacionamos como Parlamentarios. Me refiero al responsable de la secci�n Pol�tica, Daniel Padilla, y a su colaboradora Francis Parra. Ellos est�n siempre atentos a la noticia y abiertos a la colaboraci�n, tratando de entregar un punto de vista equilibrado en una actividad tan llena de pasiones, conflictos, aspiraciones, donde el equilibrio resulta extremadamente dif�cil de alcanzar. Tambi�n quiero nombrar a otros profesionales de ese medio con los cuales he tenido contacto y a quienes he conocido, como Ricardo Riquelme, que tambi�n cumpli� durante un tiempo funciones en la secci�n Pol�tica; Sonia Mendoza, quien ha obtenido importantes reconocimientos a nivel nacional y realizado reportajes fundamentales, como el relativo a Colonia Dignidad. Tambi�n est� Rodrigo Pincheira, que se ocupa con gran brillo y maestr�a de la parte cultural. "El Sur" es, pues, un equipo period�stico. Su direcci�n est� atenta a los desaf�os de la Regi�n, del pa�s y del resto del mundo, muy consciente del papel de la prensa, sobre todo de la regional. Cabe mencionar aqu� a su Director, Ricardo Hepps, y al colaborador Rafael L�pez, quien se ocupa de ese importante suplemento que es "El Actual". Pero el diario es, adem�s, una red de lectores; es decir, un conjunto de personas que todos los d�as leen sus p�ginas, se nutren de su informaci�n y establecen, as�, un v�nculo permanente con el emisor del mensaje. Por eso podemos decir que "El Sur" es una empresa period�stica estable: porque se funda en un equipo humano, en una capacidad de direcci�n y en una red de lectores. Esta empresa ha dado origen a otras iniciativas period�sticas importantes. Quiero resaltar aqu� el caso del diario "Cr�nica", el cual, pese a haber nacido hace poco tiempo, ha adquirido gran difusi�n en la Regi�n del Biob�o. Es un diario distinto, diferente, con una orientaci�n hacia los sectores populares y con gran agudeza en su Direcci�n y en las plumas de sus colaboradores. Considero pertinente destacar a su Director, Carlos Oliva, y al periodista Carlos Basso, quien ha jugado un importante papel en el seguimiento del caso Matute, al punto de dar origen a un libro sobre esa dram�tica situaci�n. Pero, por sobre todo, para los Parlamentarios y para el que habla, el diario "El Sur" es un espacio abierto a la colaboraci�n, al recibir opiniones diferentes en su tribuna. Tiene, por cierto, su l�nea editorial. No siempre es compartida por todos -ni por el Senador que habla-, pero lo importante es que en sus p�ginas, abri�ndose en una perspectiva pluralista, recibe aportes de muy diferentes personas, sectores, fuentes de pensamiento y creencias religiosas. Eso es lo que lo hace realmente plural. No se trata de que sea anodino. No se le pide que no tenga una posici�n. Lo que se le pide es que �sta sea clara y que est� abierto a la colaboraci�n de todos. Por eso, cuando ahora cumple 120 a�os quisiera enviar esta felicitaci�n a su Director, a sus propietarios, al equipo period�stico que colabora con �l, poniendo de relieve especialmente que el diario "El Sur" es un s�mbolo del progreso de estos a�os. �Cu�nto ha cambiado su infraestructura, desde que su sede se encontraba en Colo-Colo y Freire hasta el presente, al funcionar en el nuevo edificio institucional de la Avenida Jorge Alessandri, en la frontera entre las comunas de Concepci�n y Talcahuano! Ese cambio de sede parece simbolizar el cambio del pa�s, de la Regi�n, la apertura a la libertad, la llegada de la democracia y del progreso. Es por eso que estos 120 a�os representan tambi�n un proyecto de futuro, la confianza y esperanza de que podremos ir resolviendo nuestros problemas regionales y nacionales y de que mientras existan medios de comunicaci�n como el diario "El Sur", las Regiones tendr�n posibilidad de jugar un papel protag�nico en el desarrollo del pa�s. Vaya, pues, este homenaje a los 120 a�os de este gran diario regional. Muchas gracias. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Se enviar�n las comunicaciones solicitadas por el se�or Senador, y, si me permite, en nombre m�o tambi�n. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, si es posible, me gustar�a que el texto de mi intervenci�n se hiciera llegar al se�or Director del diario. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- As� se proceder�. Corresponde el turno al Comit� Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes. Tiene la palabra el Honorable se�or Stange. NECESIDAD DE NUEVA NAVE EN REEMPLAZO DE BUQUE M�DICO-DENTAL "CIRUJANO VIDELA". OFICIOS El se�or STANGE.- Se�or Presidente, en reiteradas oportunidades me he referido en esta Sala a la imperiosa necesidad de reemplazar el buque m�dico-dental "Cirujano Videla", el cual, despu�s de 33 a�os de servicios en la Armada, fue retirado de sus funciones el 22 de diciembre de 1998. Durante esos a�os, con sede en Puerto Montt, fue un eficiente y efectivo nexo para las atenciones m�dico-dentales en las comunas ribere�as de la D�cima Regi�n. Realizaba dos rondas mensuales: una al sector norte, con visitas a doce comunidades, y otra al sector sur, para atender a trece comunidades. En un a�o se beneficiaba a alrededor de 12 mil personas radicadas en distintas caletas y bordes costeros insulares. Esta labor solidaria hacia sectores aislados de los centros poblados serv�a de nexo tambi�n para integrar a los colonos y habitantes al resto del pa�s y les permit�a acceder en igualdad de condiciones a los planes de salud m�dico-dental. Son reiteradas las peticiones y reclamos de los habitantes aislados, que no cuentan con estos servicios ni con los medios econ�micos suficientes para acceder a los centros hospitalarios, para que sea reemplazado el antiguo "Cirujano Videla". Es efectivo que las municipalidades y algunos servicios han tratado de continuar con estas atenciones, pero las embarcaciones carecen de las caracter�sticas suficientes que deben utilizarse para navegar con mal tiempo, factor permanente en esta zona. En la reciente presentaci�n del Presupuesto 2003 de la Armada Nacional pude comprobar que no se contempla un �tem que permita a esta Instituci�n construir y operar un buque de caracter�sticas semejantes. Por tales razones, se ha estado estudiando la posibilidad de buscar otras alternativas. As�, es posible considerar que un futuro buque m�dico-dental no desarrolle solamente estas labores, sino que ampl�e su acci�n hacia aspectos culturales, investigaciones cient�ficas universitarias, gobiernos regionales y municipales, etc�tera. Pueden considerarse, aparte de las instalaciones m�dico-dentales, espacios para biblioteca, sala para charlas educativas, laboratorio para detecci�n de marea roja, en fin. En caso de construirse un buque con suficiente velocidad y autonom�a, es posible extender la ruta hasta los sectores insulares de la Und�cima Regi�n. ASMAR (Astilleros y Maestranzas de la Armada) est� en condiciones t�cnicas para construir una nave de acuerdo a las necesidades de capacidad, velocidad, comodidad de atenci�n a usuarios y radio de acci�n. El costo de una embarcaci�n de estas condiciones se estima en alrededor de cinco y medio millones de d�lares, que podr�an ser financiados por el Gobierno a trav�s de aportes de los ministerios, universidades y municipalidades que estuvieren interesados en acceder a este sistema. La tripulaci�n, incluidos su alimentaci�n y vi�ticos, y la operaci�n de la nave estar�an a cargo de la Armada, mientras que los insumos, mantenimiento, etc�tera, tendr�an que ser financiados por los ministerios o entidades p�blicas o privadas interesadas. Por otra parte, la puesta en marcha de esta nave significar�a, para las municipalidades y otros servicios que actualmente deben financiar embarcaciones para estos fines, un importante ahorro en su presupuesto. Consecuente con lo anterior, se�or Presidente, solicito que se oficie en mi nombre al se�or Ministro Secretario General de la Presidencia para que se eval�e y coordine, si es posible, esta proposici�n, como, asimismo, a los se�ores Ministros de Educaci�n, Defensa Nacional, Salud, Interior y Econom�a (SERNAPESCA), a fin de que tomen conocimiento de la materia y tengan a bien estudiarla entre los distintos Ministerios, pues hay antecedentes de empresas particulares interesadas en desarrollar esta iniciativa. He dicho. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, conforme al Reglamento. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, quiero sumarme a las palabras del Senador se�or Stange. El "Cirujano Videla" ha cumplido una labor hist�rica en toda la zona austral de las islas, fiordos y canales, y la verdad es que su ausencia resulta muy notoria. La funci�n que realizaba a trav�s de la actividad m�dica, dental, social es irremplazable. Hoy en d�a se efect�a con peque�os aviones que, con alguna f�rmula de subsidios, hacen rondas m�dicas. Pero nuestra zona austral tiene m�s de diez mil islas; es un verdadero pa�s en potencia que estamos desperdiciando por no dar una presencia -que garantiza adem�s nuestra Constituci�n- a los esforzados habitantes de esa zona. Por lo tanto, junto con respaldar plenamente lo expresado por el Honorable se�or Stange, solicito que se oficie al se�or Ministro de Obras P�blicas y de Transportes y Telecomunicaciones, atendidas las subvenciones que entrega su Cartera a este tipo de actividades en la zona austral. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del Senador se�or Horvath, conforme al Reglamento. El se�or RUIZ-ESQUIDE (Presidente accidental).- Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:40. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n