REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 348�, EXTRAORDINARIA Sesi�n 5�, en martes 15 de octubre de 2002 Ordinaria (De 16:20 a 19:1) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, Y CARLOS CANTERO, VICEPRESIDENTE SECRETARIO, EL SE�OR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s.................................�����������. V. ORDEN DEL D�A: Sesi�n secreta: se adopta resoluci�n sobre solicitudes de rehabilitaci�n de ciudadan�a de se�ores Nicol�s Alexis P�rez G�mez, Rafael Humberto Escalona Fuentes y Rub�n Marcos Rojas Vargas (Boletines N� s. S 459-04, S 624-04 y S 630-04)........ Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que crea el Registro Nacional de Transporte de Carga Terrestre (2590-15) (se aprueba en particular)............................................... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que posterga vigencia de reaval�o de bienes ra�ces agr�colas y faculta al Presidente de la Rep�blica para dictar texto refundido y actualizado que indica (2888-01) (se aplaza su discusi�n)...................................... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la ley N� 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, con el objeto de establecer normas sobre arquitectura y construcci�n en materia de evacuaci�n de gases (2739-14) (se aprueba en general y particular).................................................................................................................. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la ley N� 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, a fin de otorgar funciones y atribuciones a administradores de condominios en materia de evacuaci�n de gases (2740-14) (se aprueba en general y particular)................................................................................. VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)���������................................. Homenaje a don Jos� Miguel Carrera (se rinde).............................................................. VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Concurri�, adem�s, la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:21, en presencia de 17 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 3� y 4�, ordinarias, en 8 y 9 de octubre del a�o en curso, respectivamente, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Dos de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero retira la urgencia y la hace presente, nuevamente, en el car�cter de "suma", respecto del proyecto de ley que establece normas tributarias para que empresas con capital del exterior puedan efectuar inversiones desde Chile en el extranjero (Bolet�n N� 3.015-05). Con el segundo retira la urgencia y la hace presente, nuevamente, en el car�cter de "simple", en cuanto al proyecto que sustituye la ley N� 19.366, que sanciona el tr�fico il�cito de estupefacientes y sustancias psicotr�picas (Bolet�n N� 2.439-20). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus respectivos antecedentes. Oficios Cuatro de la Honorable C�mara de Diputados: Con los dos primeros comunica que ha dado su aprobaci�n, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, a los proyectos de ley que conceden, por especial gracia, la nacionalidad chilena al se�or Joseph Rafael Ramos Qui�ones y al sacerdote Theodorus Gerardus Van Grieken Belt (Boletines Nos. 3.031-07 y 3.042-07, respectivamente). --Se toma conocimiento y se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica los proyectos aprobados por el Congreso Nacional. Con el tercero comunica que ha aprobado el proyecto de ley que crea la Unidad de An�lisis e Inteligencia Financiera y modifica el C�digo Penal en materia de lavado o blanqueo de activos, con urgencia calificada de "simple" (Bolet�n N� 2.975-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y a la de Hacienda, en su caso, y se manda poner en conocimiento de la Excelent�sima Corte Suprema. Con el cuarto comunica que ha dado su aprobaci�n al proyecto de ley sobre responsabilidad por los contenidos en Internet (Bolet�n N� 3.004-19). --Pasa a la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a. Del se�or Ministro de Hacienda, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Larra�n, respecto a la transferencia de recursos para la Regi�n del Maule, derivada de la entrega en concesi�n de la Empresa Sanitaria ESSAM S.A. De la se�ora Ministra de Educaci�n, con el que responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Cantero, referente a la situaci�n financiera que aqueja a la Red Universitaria Nacional (REUNA). Del se�or Ministro de Justicia, por el cual contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or N��ez, acerca de la posibilidad de crear juzgados del trabajo en la Regi�n de Atacama. Del se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Zald�var, don Andr�s, relacionado con una presentaci�n efectuada por el Presidente de Exonerados Pol�ticos de la Provincia Cordillera. Del se�or Ministro de Salud, por el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Horvath, relativo al cultivo, elaboraci�n y rotulaci�n de productos transg�nicos. De la se�ora Superintendenta de Seguridad Social, mediante el que contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Stange, sobre la revisi�n de secuelas por accidente del trabajo que indica y la posibilidad de otorgar pensi�n de invalidez al accidentado. Del se�or Director Nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario, con el que, en cumplimiento de la glosa 04 de la Ley de Presupuestos del Sector P�blico para el a�o 2002, remite copia de los convenios suscritos por esa entidad con las instituciones de educaci�n superior que se�ala. Del se�or Director Ejecutivo del Sistema de Empresas SEP, por medio del que responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Frei, atinente al estado de avance de los estudios, programas y proyectos de inversi�n relativos al puerto de San Antonio. Del se�or Coordinador General de Concesiones, por el cual contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Mu�oz Barra, concerniente a la construcci�n de una escalera peatonal en la poblaci�n Riego, comuna de Collipulli. De la se�ora Secretaria Ministerial de Educaci�n de la Regi�n de Antofagasta, por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Cantero, que se refiere a la Escuela B�sica de Caspana, sector Alto El Loa. Del se�or Rector de la Universidad Arturo Prat, mediante el que contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Espina, acerca de la implementaci�n de un sistema de educaci�n a distancia en esa Casa de Estudios. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informe De la Comisi�n de Salud, reca�do en el proyecto de ley, iniciado en Moci�n de los Honorables Senadores se�ores Horvath y Prokurica, en primer tr�mite, que establece la obligaci�n de etiquetar los productos alimenticios gen�ticamente modificados, indicando su calidad de tales (Bolet�n N� 2.967-11). --Queda para tabla. Declaraci�n de inadmisibilidad Moci�n del Honorable se�or Ruiz De Giorgio, por medio de la cual inicia un proyecto de ley que modifica el C�digo del Trabajo, estableciendo una remuneraci�n m�nima para los trabajadores de veh�culos de transporte urbano de pasajeros. --Se declara inadmisible, por referirse a una materia propia de la iniciativa exclusiva de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, conforme a lo establecido en el n�mero 4� del inciso cuarto del art�culo 62 de la Carta Fundamental. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. --------------- El se�or RUIZ (don Jos�).- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, present� la moci�n que se acaba de declarar inadmisible porque todos los d�as vemos accidentes de tr�nsito, una de cuyas causas fundamentales guarda relaci�n con las remuneraciones de los choferes de la locomoci�n colectiva, quienes, para obtenerlas en t�rminos aceptables, tienen que cortar cantidad importante de boletos. Y todos los chilenos sabemos en qu� terminan las carreras por las v�as urbanas para alcanzar ese objetivo. Y no s�lo me refiero a las consecuencias en el tr�fico mismo, sino tambi�n a la magnitud de los accidentes que provocan. Solicito a la Mesa oficiar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica para que patrocine este proyecto, y tambi�n a los Ministros de Transportes y del Trabajo, porque hay involucrados temas de previsi�n social. La inexistencia de remuneraciones adecuadas y debidamente establecidas conduce a subcotizaciones, por lo cual considerables recursos no ingresan a los entes correspondientes, da�ando no s�lo a los propios trabajadores, sino tambi�n al sistema previsional. Ojal� que esta iniciativa se incluya en la presente Legislatura. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, los oficios solicitados se mandar�n en nombre del se�or Senador. El se�or MORENO.- En el de todos los Senadores de la Democracia Cristiana. El se�or CORDERO.- De la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si no hay oposici�n, se remitir�n en nombre de la Sala. Acordado. ------------------ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or P�ez. El se�or P�EZ.- Se�or Presidente, pido autorizaci�n para que la Quinta Subcomisi�n de Presupuestos sesione simult�neamente con la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No habr�a inconveniente, se�or Senador, salvo en lo que respecta al proyecto signado con el n�mero 1 del Orden del D�a, cuya aprobaci�n requiere qu�rum especial. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, solicito lo mismo para la Primera Subcomisi�n de Presupuestos. El se�or SABAG.- Y tambi�n para la Cuarta. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, la Segunda Subcomisi�n de Presupuestos est� citada para las 16:30. De modo que tambi�n pido id�ntica autorizaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario me ratifica que, seg�n resoluci�n tomada en la sesi�n anterior, todas las Subcomisiones de Presupuestos est�n autorizadas, gen�ricamente, para sesionar en forma simult�nea con la Sala. Los Presidentes de cada Subcomisi�n est�n ya informados de este acuerdo. De modo que no se requiere mayor autorizaci�n. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� cuenta de los acuerdos de Comit�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los Comit�s del Senado, por unanimidad, resolvieron: 1.- Tratar en los primeros lugares del Orden del D�a de esta sesi�n las rehabilitaciones de ciudadan�a que figuran con los n�meros 5, 6 y 7 de la tabla. 2.- Abrir nuevos plazos para presentar indicaciones a los proyectos de ley que se se�alan, hasta las fechas que se indican: a) Proyecto que establece normas tributarias para que empresas con capital del exterior puedan efectuar inversiones desde Chile en el extranjero: hasta las 16 horas de hoy; b) Proyecto que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia: hasta las 12 del lunes 28, y c) Proyecto que establece mecanismos de protecci�n y evaluaci�n de los efectos producidos por el deterioro de la capa de ozono: hasta las 12 del lunes 28. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, �ser�a posible recabar el acuerdo de la Sala para complementar el acuerdo de los Comit�s en el sentido de tratar en primer lugar de la sesi�n del d�a martes inmediatamente posterior al receso de la semana regional el proyecto sobre plataforma de inversiones? Adem�s, est� pendiente lo relativo a timbres y estampillas, cuya aprobaci�n mucha gente espera. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo? El se�or ORPIS.- No, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pero si ma�ana se hace presente la urgencia, la iniciativa quedar� autom�ticamente en el primer lugar de la tabla. El se�or COLOMA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, quiero buscar una salida a lo planteado por el Honorable se�or Ominami. La objeci�n del Senador se�or Orpis se basa en que tambi�n se halla pendiente el proyecto sobre adopci�n, que es igualmente importante. Yo sugiero, para este efecto, que el acuerdo consista en despachar ambas iniciativas: la de plataforma de inversiones y la de adopci�n. En esos t�rminos, podr�amos acceder. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para conocer y despachar el proyecto sobre plataforma de inversiones el martes 29, y el de adopci�n, el mi�rcoles 30? --As� se acuerda. V. ORDEN DEL D�A SESI�N SECRETA --Se constituy� la Sala en sesi�n secreta a las 16:31 y adopt� resoluci�n sobre las solicitudes de rehabilitaci�n de ciudadan�a de los se�ores Nicol�s Alexis P�rez G�mez, Rafael Humberto Escalona Fuentes y Rub�n Marcos Rojas Vargas. --Se reanud� la sesi�n p�blica a las 16:52. ------------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Contin�a la sesi�n p�blica. CREACI�N DE REGISTRO NACIONAL DE TRANSPORTE DE CARGA TERRESTRE El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley de la C�mara de Diputados que crea el Registro Nacional de Transporte de Carga Terrestre, con segundo informe de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. --Los antecedentes sobre el proyecto (2590-15) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 28�, en 5 de marzo de 2002. Informes de Comisi�n: Transportes, sesi�n 11�, en 30 de abril de 2002. Transportes (segundo), sesi�n 4�, en 9 de octubre de 2002. Discusi�n: Sesiones 16�, en 15 de mayo de 2002 (queda para segunda discusi�n); 1�, en 21 de mayo de 2002 (se aprueba en general). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto fue aprobado en general en la sesi�n de 21 de mayo del a�o en curso. La Comisi�n deja constancia, para los efectos reglamentarios, de que todo el art�culo �nico y las disposiciones transitorias fueron objeto de indicaciones y modificaciones. Asimismo, consigna que la indicaci�n 2 bis fue acogida con enmiendas y que se rechazaron las indicaciones 1 a 16. Las modificaciones introducidas por la Comisi�n al texto aprobado en general se describen en el informe y todas fueron acordadas por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables se�ores Mu�oz Barra, Novoa, Pizarro y Vega. En consecuencia, deben ser votadas sin debate, de conformidad con lo prescrito en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n respecto de alguna de ellas o que existan indicaciones renovadas. Cabe se�alar que el inciso quinto del art�culo 34 bis, contenido en el n�mero 1 del art�culo �nico, reviste el car�cter de norma org�nica constitucional y que su aprobaci�n requiere, en consecuencia, el voto conforme de 27 se�ores Senadores. Para una mejor comprensi�n de los cambios sugeridos en el segundo informe, la Secretar�a elabor� un bolet�n comparado, dividido en tres columnas, que consignan la normativa aprobada en general por el Senado, las modificaciones planteadas por la Comisi�n y, de ser �stas acogidas, el texto final. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n particular el proyecto. La Mesa no ha recibido ninguna indicaci�n en el sentido de tratar alg�n precepto en especial. Por lo tanto, se aplicar� el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento. Tiene la palabra el Senador se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, ser� muy breve. Como la iniciativa que nos ocupa var�a sustancialmente lo previo �si Su Se�or�a la considera, es de �ndole sustitutiva-, solicito a alg�n miembro de la Comisi�n una precisi�n muy menor pero que puede ser importante, respecto de qu� entiende ese �rgano t�cnico por "remolque" y "semirremolque". Espec�ficamente, conviene tener presente, por ejemplo, el caso de los "colosos" en la agricultura, porque se hace referencia a un peso bruto vehicular de 3 mil 860 kilogramos. Entonces, no s� si alg�n Honorable colega de la Comisi�n podr� explicar qu� abarcan esos conceptos, en cuanto a si se ha pensado en los grandes camiones y remolques, o tambi�n, por la v�a pr�ctica, en elementos de bastante m�s uso diario en el mundo agr�cola, como un "coloso". Supongo que �se no debe de ser el objeto. Seg�n el diccionario, para estos efectos, "remolque" es, simplemente, un veh�culo remolcado por otro. En consecuencia, si un "coloso", que responde a esa definici�n, registra un peso bruto vehicular de 3 mil 860 kilos -entiendo que es en total, incluida la tara-, puede suceder que la norma se le empiece a aplicar. De ese modo ser� preciso sacar patente y someter a revisi�n t�cnica a los miles de veh�culos de esa �ndole que se encuentran en todos los campos de Chile. Ignoro si ese punto fue abordado en su momento. Y como �sta es la ocasi�n para aclararlo, antes de votar, me gustar�a, se�or Presidente,... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La Secretar�a me hace ver, se�or Senador, que el Secretario de la Comisi�n se�ala que los t�rminos "remolque" y "semirremolque" se hallan definidos dentro de las normas t�cnicas, para los efectos de la iniciativa en estudio. El se�or COLOMA.- �Pero cu�l es esa definici�n? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se le puede dar lectura. El se�or COLOMA.- Me parece bien. Porque, si se encuentra comprendido lo relativo a los "colosos",... El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se pidi� a Secretar�a traer el texto pertinente. Tiene la palabra el Senador se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, presento mis excusas, porque no alcanc� a escuchar entera la intervenci�n del Honorable se�or Coloma. Pero lo que se busca con el Registro Especial para todo lo que se denomina "remolque" y "semirremolque" es justamente solucionar una dificultad actual, en cuanto a que respecto de todos esos elementos -que forman parte de lo que es el servicio de transporte de carga, fundamentalmente- se ignora cu�ntos son, qu� dimensiones presentan, cu�les son sus caracter�sticas, cu�nto peso pueden llevar. La gran mayor�a de ellos, de hecho, se destinan al negocio del transporte de carga en grandes empresas y pueden circular por carreteras nacionales o internacionales. En tanto, los m�s modestos, conocidos como "colosos", son utilizados en los campos, como dec�a el Senador se�or Coloma, pero tambi�n integran el servicio mencionado. Y, en tal sentido, en el Registro se deben establecer la clase de remolque, el tipo de carrocer�a, la cantidad de ejes, la capacidad de carga, el peso del equipo, y a partir de ah�, el uso que se le puede dar en el servicio de transporte. Si se dedican s�lo a faenas agr�colas, igual deben ser inscritos. Ya sea que se empleen dentro de un campo o para transportar �normalmente son usados con tractores-, tambi�n deben estar contemplados en el Registro. Precisamente, la existencia de �ste apunta a tener una idea y una informaci�n exacta de lo que es el parque de remolques y semirremolques. Se trata de pesos brutos superiores a 3 mil 860 kilos. En el caso de los "colosos", me parece que, desde el punto de vista t�cnico, casi ninguno entra en esa categor�a, porque son bastante m�s livianos. De modo que la norma se orienta, fundamentalmente, a los que en el sector del transporte se conocen como "acoplados" o "ramplas". La cuesti�n que preocupa al Senador se�or Coloma queda excluida, dir�a yo, casi en ciento por ciento, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Del informe de la C�mara de Diputados, donde se definen los t�rminos, tom� conocimiento tambi�n la Comisi�n de Transportes del Senado. La norma chilena Nch 1.440, elaborada por el Instituto Nacional de Normalizaci�n, precisa lo que debe entenderse por autom�vil. Tambi�n especifica lo que es un tractocami�n. Incluso, aparece un dibujo de ellos. El remolque es definido como un veh�culo que tiene dos o tres ejes y que se soporta s�lo sobre sus ruedas; y el semirremolque, como un veh�culo articulado carente de eje en su parte delantera, por lo que no se puede apoyar solo, sino sobre el tractocami�n. Es decir, en dicha normativa t�cnica �a la cual quedan sujetas la Subsecretar�a de Transportes y las municipalidades- se encuentra la definici�n de los veh�culos, lo que, como dije, se incluye en el informe de la C�mara de Diputados. Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, es muy importante para toda la actividad agr�cola, sobre todo para la vinculada a la agricultura campesina, entender que la disposici�n no implica el registro de los veh�culos que se utilizan habitualmente en el agro. Sin embargo, el problema no s�lo apunta a eso, pues los que hoy d�a no se encuentran registrados tambi�n podr�an comenzar a pagar permisos de circulaci�n, a sacar patente �nica y a tener un trato que corresponde a veh�culos propios del transporte p�blico, urbano e interurbano, o incluso de sectores rurales, pero no relacionados con el trabajo agr�cola habitual. Si la situaci�n cambiara, obviamente eso se traducir�a en un gravamen para la peque�a agricultura, el cual no tiene justificaci�n alguna, por cuanto no existe la necesidad de contar con un registro para ese tipo de veh�culos. Espero que con esta aclaraci�n se entienda que dicho medio de transporte no quedar� incluido en el Registro que se crea. El se�or PIZARRO.- Salvo que se utilice para el tr�nsito p�blico. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. Pero no en caso de ser utilizado dentro de la propia plantaci�n agr�cola. Porque hoy en d�a un coloso susceptible de ser arrastrado por un tractor puede entrar a la carretera, Por lo tanto, debe ser controlado y contar con permiso de circulaci�n y patente. El se�or LARRA�N.- Ya no pueden entrar a las carreteras, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- As� es. S�lo deben desplazarse por caminos p�blicos. El se�or LARRA�N.- �nicamente por algunos de ellos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Efectivamente. Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, para despejar algunas inquietudes, debo decir que actualmente todos los remolques, incluyendo los colosos, deben estar inscritos en la municipalidad. Y seg�n su uso requerir�n o no la patente �nica y el permiso de circulaci�n, para desplazarse por los caminos p�blicos, como se ha indicado. Pero todos, sin excepci�n, deben estar inscritos. As� lo establece la ley. Ahora bien, en el caso del registro especial que se crea lo que se pide es especificar el peso bruto del veh�culo, el n�mero y disposici�n de los ejes, el tipo de carrocer�a, la placa y patente �nica y otros elementos que exigir� el reglamento. Pero eso, en buenas cuentas, para los efectos de circular y desarrollar un servicio de transporte o algo relacionado con tal aspecto, que en el fondo significa una actividad econ�mica. Por lo tanto, en cuanto a lo planteado por los dos se�ores Senadores que expusieron la inquietud, cabe destacar que en el reglamento quedar� claramente establecido cu�l ser� el uso de los veh�culos. Los que no aparezcan en el registro seguir�n en el mismo sistema; esto es, que el coloso y el acoplado peque�o al que se hizo menci�n quedar�n registrados en la municipalidad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Como no se han presentado indicaciones renovadas ni se ha solicitado discutir otro art�culo por separado, �habr�a acuerdo de la Sala para aprobar en particular el proyecto? El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, con mi abstenci�n y la del Honorable se�or Coloma. --Con las abstenciones de los Senadores se�ores Larra�n y Coloma, se aprueba en particular el proyecto, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional exigido respecto del inciso quinto del art�culo 34 bis, de que emitieron pronunciamiento favorable 28 se�ores Senadores. POSTERGACI�N DE ENTRADA EN VIGENCIA DE REAVAL�O DE BIENES RA�CES AGR�COLAS Y FACULTAD DELEGADA EN MATERIA DE PLANTAS DE SERVICIO DE IMPUESTOS INTERNOS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse del proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que posterga la vigencia del reaval�o de los bienes ra�ces agr�colas y faculta al Presidente de la Rep�blica para dictar el texto refundido y actualizado que indica, con informe de las Comisiones de Hacienda y de Agricultura, unidas. --Los antecedentes sobre el proyecto (2888-01) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 7�, en 9 de abril de 2002. Informes de Comisi�n: Agricultura, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Hacienda, sesi�n 22�, en 20 de agosto de 2002. Hacienda y Agricultura, unidas (nuevo), sesi�n 3�, en 8 de octubre de 2002. Discusi�n: Sesi�n 4�, en 9 de octubre de 2002 (queda para segunda discusi�n). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Esta iniciativa se encuentra para segunda discusi�n. El se�or MORENO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, deseo solicitar el aplazamiento de la discusi�n y fundamentar las razones por las cuales lo hago. �ste es un proyecto que, en el fondo, env�a una se�al al sector agr�cola, y muy en particular a los peque�os y medianos propietarios, porque dispone dos cosas distintas: una, la postergaci�n del reaval�o de los bienes ra�ces agr�colas, y dos, la puesta en marcha de un mecanismo de reaval�o. Por lo tanto, dadas las condiciones existentes en la agricultura, la mayor�a de los Senadores de estas bancas creemos necesario proceder simplemente como se hizo en a�os pasados; vale decir, postergar el mecanismo. En consecuencia, pido aplazar la discusi�n del proyecto, a fin de encontrar junto con el Ejecutivo una f�rmula que permita resolver el problema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En todo caso, de acuerdo con el Reglamento, habr�a que fijar una fecha para que la iniciativa sea tratada por la Sala. El se�or MORENO.- Podr�a ser analizada una vez terminada la discusi�n del proyecto de Ley de Presupuestos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, se�or Senador. Debe determinarse un d�a. Propongo que sea el martes 12 de noviembre. Porque el 5 corresponde tratar el proyecto relacionado con la Plataforma de Inversiones, y el mi�rcoles 6, el que modifica la ley sobre adopci�n de menores. El se�or MORENO.- De acuerdo, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, considero que el proyecto causa un grave perjuicio al sector agr�cola. As� lo hice presente en las Comisiones de Agricultura y de Hacienda, unidas, donde plante� esta inquietud junto a otros se�ores Senadores. Ahora bien, no s� si ser� conveniente evitar la discusi�n hoy d�a, porque para lograr el objetivo que acaba de indicar el Senador se�or Moreno es necesario votar el proyecto enviado por la C�mara de Diputados, cuyo �nico objetivo es postergar la vigencia del reaval�o hasta 2003, que fue lo que sugerimos en la Comisi�n pertinente. Desgraciadamente, la mayor�a de los se�ores Senadores tom� otro camino: aprob� el texto propuesto por la Comisi�n de Hacienda, que aunque dejaba la vigencia a contar del 1� de julio de 2003, introduc�a diversas disposiciones para hacer efectivo el reaval�o, lo cual, obviamente, me pareci� en extremo delicado. Por eso me opuse a su aprobaci�n. Pero si los se�ores Senadores democratacristianos han cambiado su posici�n y quieren rechazar el proyecto, enhorabuena. Y podemos votar ahora. Para tal efecto, s�lo habr�a que rechazar el informe de las Comisiones de Hacienda y de Agricultura, unidas, y aprobar el proyecto de la C�mara de Diputados, por cuanto es necesaria la postergaci�n del reaval�o, que de hecho ya est� determinada, pero no se encuentra sancionada legalmente. Por lo tanto, �sa podr�a ser la f�rmula si efectivamente los se�ores Senadores democratacristianos cambiaron la posici�n que sustentaron en las Comisiones. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, �ste es un proyecto que ha sido largamente postergado; en realidad, desde 1982. O sea, lleva veinte a�os. En la Comisi�n de Hacienda fue discutido "ad nauseam; es decir, con una prolijidad y detalle que no he visto en otra iniciativa. En efecto, solicitamos informaci�n extremadamente desagregada y detallada. Todos los Senadores que participamos en la Comisi�n de Hacienda, y tambi�n en las Comisiones unidas, reconocemos que el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo, no s�lo en proveer toda la informaci�n, sino adem�s en ser extremadamente flexible. En pocos proyectos el Ejecutivo ha estado tan dispuesto a buscar una f�rmula que no genere da�o a ning�n peque�o propietario agr�cola ni agricultor, especialmente a gente modesta. Por lo tanto, quisiera dar mi opini�n sobre el particular: me parece que el proyecto est� m�s que maduro para ser votado; es sumamente razonable y equilibrado; y, aparte establecer l�mites muy claros en cuanto al incremento de aval�os, aumenta tambi�n el n�mero de propiedades exentas. Por lo tanto, no veo raz�n para postergar una vez m�s su aprobaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hay una indicaci�n para aplazar la discusi�n del proyecto -yo propuse que fuera hasta el 12 de noviembre-, y debo someterla al pronunciamiento de la Sala. En votaci�n econ�mica. --La discusi�n y votaci�n de la iniciativa quedan aplazadas hasta el 12 de noviembre (16 votos afirmativos, 3 negativos y 2 abstenciones). EVACUACI�N DE GASES EN CONDOMINIOS: EXIGENCIAS PARA CONSTRUCCIONES O TRANSFORMACIONES EN ARQUITECTURA O INSTALACIONES El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, con el objeto de establecer normas sobre arquitectura y construcci�n en materia de evacuaci�n de gases, con informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. --Los antecedentes sobre el proyecto (2739-14) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 16�, en 30 de julio de 2002. Informe de Comisi�n: Vivienda, sesi�n 4�, en 9 de octubre de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En su informe, la Comisi�n se�ala que el objetivo principal de la iniciativa es mejorar las condiciones de seguridad en las viviendas acogidas al r�gimen de copropiedad inmobiliaria, mediante normas que faciliten la fiscalizaci�n y prevenci�n de riesgos derivados de construcciones y cambios de dise�o efectuados por los usuarios en las unidades y bienes de dominio com�n, as� como de la instalaci�n de artefactos a gas, sin la autorizaci�n de los organismos competentes. Agrega que, de acuerdo con lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento, procedi� a discutir en general y en particular a la vez el proyecto, por constar de art�culo �nico, y recomienda a la Sala proceder en igual forma. Por �ltimo, se�ala que la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Arancibia, Cordero, Prokurica y Sabag, aprob� el texto en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general y particular, tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, me asaltan algunas dudas. El proyecto se origin� en moci�n, motivo por el cual debe circunscribirse al �mbito en que los parlamentarios podemos presentar indicaciones o iniciativas de ley. He le�do su texto y los informes que he recibido, y me parece buena. Sin embargo, tengo dudas -las manifiesto p�blicamente- en cuanto a si corresponde a facultad presidencial, dado que concede atribuciones tanto a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles como a la Direcci�n de Obras Municipales. De acuerdo con el art�culo 62 de la Constituci�n, se tratar�a de una materia vedada a la iniciativa parlamentaria. No obstante, como el proyecto no fue declarado inadmisible, pienso que el problema podr�a subsanarse si el Ejecutivo lo hiciera suyo, sea a trav�s de una indicaci�n sustitutiva del mismo tenor, sea d�ndole su patrocinio. Hago presente lo anterior porque el d�a de ma�ana la declaraci�n de inconstitucionalidad de la ley en proyecto podr�a hacer fracasar cualquier gesti�n judicial derivada de su aplicaci�n. El se�or ARANCIBIA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, discrepo de lo expresado por el Senador se�or Larra�n. Lo que se pretende aqu� es otorgar atribuciones a los administradores de los inmuebles compartidos. El proyecto no contiene disposiciones relacionadas con la Superintendencia de Electricidad y Combustibles o con otros �rganos de ese tipo. La presente normativa y la que se tratar� a continuaci�n, tienden a potenciar las capacidades de los administradores y del sistema en general, a fin de que las modificaciones de arquitectura o instalaciones realizadas en el interior de los condominios sean debidamente informadas e inspeccionadas, pero a solicitud de los correspondientes administradores. A mi juicio, la iniciativa no se vincula con las autoridades mencionadas por el Honorable se�or Larra�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La Presidencia tampoco tiene dudas en cuanto a que el proyecto es admisible. Lo revis� y comprob� que no concede ninguna nueva facultad. Se refiere a una atribuci�n que ya posee la Superintendencia respecto de determinado tipo de instalaci�n. En el fondo, establece que en el caso de transformaciones de arquitectura tambi�n se requiere la autorizaci�n gen�rica que dicho organismo est� facultado para otorgar. Por lo tanto, no coincido con la inadmisibilidad reclamada por el Senador se�or Larra�n, sin perjuicio de que sus argumentos tambi�n son v�lidos. El se�or LARRA�N.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- S�lo deseo recordar que el art�culo 62 de la Constituci�n Pol�tica dispone: "Corresponder�, asimismo, al Presidente de la Rep�blica la iniciativa para: "2�. Crear nuevos servicios p�blicos o empleos rentados sean fiscales, semifiscales, aut�nomos, o de las empresas del Estado; suprimirlos y determinar sus funciones o atribuciones.". No se refiere s�lo a crear o eliminar, sino tambi�n a "determinar". En mi concepto, esta expresi�n es -desgraciadamente, para estos efectos- amplia, gen�rica. Y en el proyecto en debate se est� determinando la forma como ejercen sus atribuciones la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y la Direcci�n de Obras Municipales. Expongo mis dudas, se�or Presidente, en conformidad a lo que mi recta conciencia me dicta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene derecho a hacerlo, Su Se�or�a. Yo mantengo mi "no duda". En consecuencia, si no hay m�s oradores, corresponde votar. El se�or N��EZ.- �Puedo hacer una pregunta, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por supuesto. El se�or N��EZ.- Va dirigida a los miembros de la Comisi�n, y particularmente a su Presidente. Considero que el proyecto deber�a permitir que las direcciones de obras municipales y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles revisaran tambi�n los trabajos ya realizados. De la lectura del precepto se deduce que esa fiscalizaci�n regir� s�lo para las nuevas instalaciones u obras que se efect�en en las viviendas, pero no necesariamente para las ya existentes. El se�or ARANCIBIA.- Actualmente se hace. El se�or N��EZ.- �Tienen atribuciones para eso? El se�or ARANCIBIA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, hoy las reparticiones mencionadas cuentan con esa facultad. Lo que pasa es que no se han llevado a cabo los trabajos. Pero la legislaci�n vigente exige que la Superintendencia certifique, ponga los sellos y apruebe tambi�n las instalaciones, inclusive las de los edificios antiguos. La iniciativa en debate no modifica esa atribuci�n de la Superintendencia y de las municipalidades, sino que habilita a los administradores de condominios para hacer cumplir las normas con mayor eficiencia que ahora. Porque en este momento, para pedir la certificaci�n de una obra, requieren el acuerdo un�nime de los copropietarios, hecho de improbable ocurrencia. En la actualidad, cualquiera puede efectuar una modificaci�n en su vivienda, como cambiar el calef�n. As� lo hice yo -y lo expuse a modo de ejemplo en la Comisi�n-, instalando uno m�s potente para que el agua saliera m�s caliente; pero, seg�n la ley en proyecto, deber� realizar las correcciones del caso. Es decir, la iniciativa precisa la normativa en vigor; no impone nada nuevo, salvo entregar a los administradores mayor capacidad de gesti�n para cumplir con la ley. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se aprobar� la iniciativa. El se�or LARRA�N.- Con mi abstenci�n, se�or Presidente. --Con la abstenci�n del Senador se�or Larra�n, se aprueba en general y en particular el proyecto, el cual queda despachado en este tr�mite. FUNCIONES DE ADMINISTRADORES DE CONDOMINIOS EN MATERIA DE EVACUACI�N DE GASES El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 19.537, sobre Copropiedad Inmobiliaria, para otorgar funciones y atribuciones a los administradores de condominios en materia de evacuaci�n de gases, con informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. --Los antecedentes sobre el proyecto (2740-14) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 12�, en 9 de julio de 2002. Informe de Comisi�n: Vivienda, sesi�n 4�, en 9 de octubre de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los objetivos principales de la iniciativa son: a) Destinar el Fondo Com�n de Reserva a la certificaci�n peri�dica de las instalaciones de gas; b) Encomendar al administrador de todo condominio los actos necesarios para la certificaci�n de las instalaciones de gas; c) Facultarlo para requerir a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles la fiscalizaci�n del cumplimiento de la normativa vigente en materia de gas, y d) Encargarle, asimismo, la contrataci�n de la certificaci�n de las instalaciones de gas. La Comisi�n de Vivienda y Urbanismo deja constancia de haber discutido el proyecto en general y en particular a la vez, por constar de art�culo �nico, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 127 de nuestro Reglamento, y propone al se�or Presidente que determine lo propio. La iniciativa fue aprobada en general y en particular por la unanimidad de los miembros presentes de la Comisi�n, Honorables se�ores Arancibia, Cordero, Prokurica y Sabag, en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n general y particular el proyecto. Tiene la palabra el Honorable se�or Arancibia. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, imagino que aqu� puede haber surgido una peque�a inquietud respecto de los dos proyectos presentados sobre la misma materia, que parecen ser muy similares y que, en verdad, son muy pr�ximos. El que se ha puesto en debate faculta a los administradores de los condominios para efectuar los tr�mites de certificaci�n de las instalaciones de gas. El anterior -ya aprobado- tiene que ver con las modificaciones estructurales de los edificios, aunque tal vez debido a la intervenci�n del Senador se�or Larra�n nos desviamos algo del foco de atenci�n. En virtud de la anterior iniciativa, cuando el propietario de un departamento desee modificar la estructura del sistema de evacuaci�n de gases o poner, por ejemplo, extractores de aire m�s potentes que los flujos de gas, desvi�ndolos de su orientaci�n normal, deber� informar por escrito a la administraci�n del condominio. El proyecto en debate faculta al administrador para pedir la certificaci�n de los servicios respectivos. Podr�a haberse elaborado un solo proyecto -y as� lo discutimos con el Diputado se�or Hales-, pero en definitiva, por comodidad y para evitar nuevos tr�mites, en la C�mara se opt� por mantener las dos iniciativas separadas, en lo cual la Comisi�n no tuvo ninguna objeci�n. En suma, se�or Presidente, hubo unanimidad en proponer a la Sala la aprobaci�n general y particular del proyecto, dejando la sola constancia de que la etapa de certificaci�n supone la de inspecci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. --Se aprueba en general y en particular el proyecto. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or CANTERO: Al se�or Ministro de Salud, sobre NECESIDAD DE CORRECCI�N DE REGLAMENTO DE SEGURO CATASTR�FICO DE ISAPRES. Del se�or HORVATH: Al se�or Contralor General de la Rep�blica y al se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, en cuanto a P�RDIDA DE VIGENCIA DE LICENCIAS DE CONDUCIR POR ATRASO EN RENOVACI�N; y al se�or Presidente del Senado, al se�or Presidente de la C�mara de Diputados, a la se�ora Ministra de Relaciones Exteriores, al se�or Ministro de Planificaci�n y Cooperaci�n, al se�or Director Ejecutivo de la Agencia de Cooperaci�n Internacional (AGCI) y al se�or Intendente de la Octava Regi�n, en lo relativo a INSTANCIAS DE COLABORACI�N CON MOZAMBIQUE. De los se�ores HORVATH y ROMERO: Al se�or Director Nacional de Aeron�utica, con relaci�n a PROYECTO DE INSTALACI�N DE AEROPUERTO O AER�DROMO EN COMUNA DE BUIN (REGI�N METROPOLITANA); al se�or Director Nacional del Instituto de Normalizaci�n Previsional, sobre AGILIZACI�N DE LIQUIDACI�N DE BONO DE RECONOCIMIENTO DE DON GUSTAVO ADOLFO TEERAN PAVON; al se�or Director Nacional de Vialidad, en cuanto a DESTINO DE CAMINO P�BLICO ANTE PROYECTADO AEROPUERTO O AER�DROMO EN COMUNA DE BUIN; al se�or Secretario Ejecutivo de la Comisi�n Regional del Medio Ambiente de la Regi�n Metropolitana, en lo relativo a ANTECEDENTES SOBRE POSIBLE INSTALACI�N DE AEROPUERTO O AER�DROMO EN COMUNA DE BUIN. Del se�or MORENO: Al se�or Ministro de Obras P�blicas y de Transportes y Telecomunicaciones, referente a CONSTRUCCI�N DE CICLOV�A JUNTO A CAMINO MOLINO-HIJUELA DEL MEDIO, COLTAUCO; al se�or Director Nacional de INDAP, sobre CONVENIENCIA DE INSTALACI�N DE PROGRAMA DE COOPERACI�N PARA LAS COMUNAS POBRES EN COMUNA DE PICHILEMU, y al se�or Intendente de la Sexta Regi�n, en lo relativo a CONSTRUCCI�N DE GIMNASIO TECHADO EN LICEO INDUSTRIAL DE SAN FERNANDO (todos de la Sexta Regi�n). Del se�or ROMERO: Al se�or Ministro de Justicia, sobre EMPLAZAMIENTO DE NUEVA C�RCEL PARA ZONA DE ACONCAGUA (QUINTA REGI�N). Del se�or STANGE: Al se�or Director Regional del SERVIU de la Regi�n de Los Lagos, en cuanto a ADQUISICI�N DE TERRENO PARA CONSTRUCCI�N DE VIVIENDAS EN ACHAO, CHILO�. --------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Debo hacer presente a la Sala que el homenaje a don Jos� Miguel Carrera estaba previsto para las 18:30, al inicio de Incidentes. Sin embargo, el Orden del D�a dur� menos de lo previsto, por haber resuelto la Sala dejar pendiente el segundo proyecto en tabla. Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, como usted expres�, el homenaje est� programado para las 18:30, hora en que se har�n presentes nuestros invitados. En este momento son las 17:20. Tal vez ser�a conveniente tomar el acuerdo de realizar el homenaje a las 18. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En ese caso, propongo suspender la sesi�n, aunque no podr�a garantizar asistencia para m�s tarde. La otra posibilidad es iniciar en este momento la hora de Incidentes; pero no s� si alg�n Comit� desea intervenir. Al parecer, no. El se�or ESPINA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ESPINA.- Lo que ocurre es que hay invitados, y se trata de que puedan asistir. Ahora, entiendo que la sesi�n se haya agilizado, cosa que me alegra; pero, obviamente, no podemos perder de vista aquel prop�sito. Me parecer�a una falta de cortes�a iniciar el homenaje sin que las personas invitadas alcanzaran a llegar. Se trata de una cuesti�n de m�nimo respeto. Estamos dispuestos a dar todo tipo de facilidades para permitir un aplazamiento hasta la llegada de los invitados. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No tengo inconveniente alguno en aplicar la norma reglamentaria para suspender la sesi�n por 20 minutos y, de ser necesario, suspenderla por otros 20, de tal manera de reunirnos aqu� a una hora determinada. Si la Sala estuviera de acuerdo, pedir�a a los se�ores Senadores que volvi�ramos a constituirnos en sesi�n a las 18:15. El se�or ROMERO.- A las 18 ser�a suficiente, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Muy bien. Se suspende la sesi�n hasta las 18. ------------------ --Se suspendi� a las 17:26. � --Se reanud� a las 18:4. ----------------- El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Contin�a la sesi�n. El Senado rendir� homenaje a don Jos� Miguel Carrera. En tribunas se encuentran descendientes del pr�cer y miembros del Instituto de Investigaciones Hist�ricas que lleva su nombre, encabezados por su Directora, se�ora Ana Mar�a Ried Undurraga, a quienes saludamos. Tiene la palabra el Honorable se�or Romero, quien promovi� la realizaci�n de este acto de conmemoraci�n. HOMENAJE A DON JOS� MIGUEL CARRERA El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, Honorables colegas: Con motivo de conmemorarse el natalicio de don Jos� Miguel Carrera, el Senado de la Rep�blica rinde hoy homenaje a quien en 1812 le dio vida institucional. �Qu� mejor oportunidad que �sta para, aprovechando el justo reconocimiento, recordar antecedentes acerca del origen de esta Alta Corporaci�n y del marco institucional en que comenz� a desarrollar sus actividades! Don Jos� Miguel Carrera naci� en Santiago un 15 de octubre de 1785, hace 217 a�os. Hijo del Coronel de las Reales Milicias don Ignacio de la Carrera y de do�a Paula Verdugo Fern�ndez y Valdivieso, con su hermana Javiera y sus hermanos Juan Jos� y Luis, don Jos� Miguel inscribe el nombre de su estirpe en la historia de Chile. Su esp�ritu inquieto hace que su familia lo env�e, primero, a Lima, y luego, a Espa�a, donde en 1808 ingresa al Ej�rcito, en momentos cruciales para una Espa�a que iniciaba la guerra contra la fuerte invasi�n napole�nica. Tras 18 combates y batallas, gana el ascenso a Sargento Mayor; posteriormente obtiene el mando del Regimiento de H�sares de Galicia. A trav�s de su padre -quien fue miembro de la primera Junta de Gobierno, constituida el 18 de septiembre de 1810-, conoce las inquietudes independentistas, lo que le insta a regresar a Chile para incorporarse a los sucesos pol�ticos y militares que conmov�an a una sociedad criolla que a�n no asimilaba del todo su emancipaci�n de Espa�a. Con el prestigio que le rodeaba, as� como con la decisi�n propia de su saga, Jos� Miguel y sus hermanos asumen el gobierno el 4 de septiembre de 1811. Como primer Presidente de Chile, constituye una nueva Junta de Gobierno, m�s af�n a las ideas de la independencia, que ya a esa altura de los acontecimientos se planteaba de manera m�s resuelta y que, de no mediar la actitud decidida del pr�cer, tal vez habr�a retardado su llegada, como ocurri� en otras latitudes americanas. Las disputas entre los l�deres pol�ticos y los caudillos militares se agudizan, lo que impulsa a don Jos� Miguel a disolver, el 2 de diciembre de 1811, el Primer Congreso Nacional -instalado el 4 de julio del mismo a�o-, por la influencia e injerencia que el grupo de la "Casa Otomana" realizaba en oposici�n a la Junta de Carrera. As�, llegamos al Reglamento Constitucional de 1812, llamado "Provisorio", donde aparece por primera vez un Senado, compuesto por siete miembros: dos por la provincia de Coquimbo, dos por la de Concepci�n y tres por la de Santiago. El Senado de 1812 es, hist�ricamente, nuestro segundo cuerpo institucional legislativo. Lo hab�a antecedido el Congreso de Diputados, tambi�n denominado "Primer Congreso Nacional", electo y disuelto el a�o anterior. El origen hist�rico de nuestra Corporaci�n se remonta, pues, al Reglamento de 1812, cuyo estudio es encomendado por Carrera a Fray Camilo Henr�quez; al ex diputado del Primer Congreso Nacional don Manuel de Salas; al doctor en Derecho Jaime Zud��ez; a don Antonio Jos� de Irisarri; a los abogados Francisco Antonio P�rez e Hip�lito de Villegas; al ex marino y ex diputado de 1811 don Francisco de la Lastra, y al entonces C�nsul norteamericano en Chile, su amigo Joel Poinsett. Dec�a don Jos� Miguel Carrera que ellos "Formaron a su gusto todos los art�culos sin que de nuestra parte se hiciese el menor reparo". Y agregaba: "Accedimos gustosos (al Reglamento) (...) porque en materias pol�ticas ced�amos al dictamen de los se�ores Henr�quez, P�rez, Zud��ez, Salas, Irisarri (...) y otros de esta clase, la de los doctores". Durante alg�n tiempo se crey� que el Reglamento era fruto de las ideas de Poinsett. Sin embargo, qued� establecido que �ste aport� sugerencias, e incluso redact� un borrador completo, denominado "C�digo Constitucional de las Provincias Unidas de Chile". Pero los juristas criollos ya mencionados elaboraron uno propio, que fue el que en definitiva se aprob�. De todos modos, es plausible pensar que el nombre "Senado" y los visos regionalistas o federalistas, probablemente derivados de un r�gimen estadual o federal que la instituci�n asum�a en el Reglamento, fuesen influencia norteamericana, a trav�s de las ideas aportadas por el C�nsul estadounidense, quien �recordemos- se refer�a a las "Provincias Unidas de Chile". Cabe destacar que desde esa instancia primera se reconoce la importancia de un Senado que representa a las regiones o provincias, en un sentido descentralizador, que guarda armon�a con la idea de que la C�mara Alta representa a la naci�n. Por otra parte, tambi�n es posible ver en el Senado seudofederalista de 1812 una rama de olivo que Carrera, gobernante santiaguino, tendiera a las d�scolas provincias, sobre todo a la penquista, que tanto lo hab�a combatido. Con fecha 26 de octubre de 1812 don Jos� Miguel Carrera aprueba dicho Reglamento Constitucional, considerado por muchos como la primera Constituci�n chilena. Su texto y la lista de senadores y regidores del cabildo se fijaron y exhibieron por tres d�as, a partir del 27 del mismo mes, en una sala del Tribunal del Consulado, para su "suscripci�n". Firmaron alrededor de 300 personas. De este modo se aprob� el Reglamento Constitucional y fue elegido el primer Senado de Chile, dej�ndose constancia de esto por decreto de 31 de octubre de 1812. Compon�an ese primer Senado don Pedro Vivar y Az�a (su Presidente), siendo titulares Fray Camilo Henr�quez, don Juan Ega�a, don Jos� Nicol�s de la Cerda, don Francisco Ruiz-Tagle, don Manuel Antonio Araos y don Jos� Gaspar Mar�n. Don Ram�n Err�zuriz y don Joaqu�n Gandarillas fueron suplentes generales, y don Joaqu�n Echeverr�a, suplente especial para don Jos� Gaspar Mar�n. De entre los se�alados, Fray Camilo Henr�quez, fundador del primer peri�dico, "La Aurora de Chile"; don Juan Ega�a, sabio y cult�simo jurista, y don Gaspar Mar�n, Secretario de la Primera Junta de Gobierno, son conocidos de sobra. El primer Presidente del Senado, don Pedro Vivar y Az�a, era un eclesi�stico de 70 a�os pasados -dec�a la historia-, doctor en Teolog�a en la Universidad de San Felipe y can�nigo de la Catedral Metropolitana. Don Jos� Nicol�s de la Cerda hab�a sido regidor y alcalde de Santiago, y tambi�n, diputado por esta ciudad. Y don Francisco Ruiz-Tagle fue diputado por Los Andes y luego ser�a el primer protector civil del Instituto Nacional. En cuanto a los senadores suplentes, es posible recordar que a don Ram�n Err�zuriz, quien era un vecino importante, la vida p�blica lo ver�a reaparecer como estanquero y ministro del Presidente Jos� Joaqu�n Prieto. A su vez, don Joaqu�n Gandarillas hab�a sido diputado por Illapel y pertenec�a al cabildo santiaguino. Finalmente, don Joaqu�n Echeverr�a, alcalde de Santiago el a�o 1811, diputado de la Capital con primera mayor�a y Presidente del Congreso cuando Carrera lo hab�a disuelto, ser�a m�s adelante ministro de Bernardo O'Higgins y de Ram�n Freire. Ilustrativa resulta la opini�n vertida el a�o siguiente por el menor de los hermanos Carrera (don Luis) sobre el Texto Constitucional aludido, al cual le confer�a la misi�n de "contener a los enemigos del sistema y establecer un tribunal compuesto por los hombres de mejor opini�n y m�s adictos a nuestra causa". Aquel "tribunal" era el Senado, y sus miembros, sin duda, reun�an un peso intelectual, pol�tico y social que dignificaba la corriente de Carrera. En su art�culo 7�, el Reglamento Provisorio que dio origen al Senado establec�a que sin el dictamen de �ste "no podr� el Gobierno resolver en los grandes negocios que interesen a la seguridad de la Patria", enumerando en el art�culo 8� los "negocios graves" que requer�an el asentimiento del Senado, como imponer impuestos y contribuciones, declarar la guerra, hacer la paz, crear empleos, modificar el Reglamento y otros. Es decir, se consagraban ya en el a�o 1812 y bajo la aceptaci�n del Presidente o Director Supremo de Chile, don Jos� Miguel Carrera, las facultades propias de un Congreso, en este caso unicameral. Pero lo medular del Reglamento Constitucional est� en su art�culo 5�, el cual consagra la doctrina emancipadora. Dicho precepto afirma la soberan�a popular y, en especial, confirma la soberan�a jurisdiccional al negar valor a cualquier orden originada en autoridad extranjera. Nuestro primer Cuerpo Constitucional, recibiendo las influencias europeas y americanas de la �poca, introduce por vez primera en la historia de Chile el concepto de los derechos y garant�as individuales, como las libertades de imprenta y de permanencia o locomoci�n; el derecho a la educaci�n; la igualdad ante la ley; la inviolabilidad del hogar y de la correspondencia; el principio del debido proceso; el derecho a la honra y a la propiedad, y el recurso de amparo o h�beas corpus, que es claramente de influencia brit�nica. Las garant�as procesales penales son introducidas por Fray Camilo Henr�quez, quien hab�a seguido muy de cerca las orientaciones del eminente penalista italiano el Marqu�s de Beccaria, as� como de la propia Constituci�n de Estados Unidos de Am�rica, de donde surgen las garant�as de la inviolabilidad del hogar y de la correspondencia. La labor del primer Senado, entonces, se encuadra en esas directrices constitucionales. Y es as� como la legislaci�n de prensa reemplaza a un decreto de censura expedido en octubre anterior. La censura previa quedaba abolida y se establec�a una "junta protectora", "compuesta de 7 individuos de ilustraci�n, patriotismo e ideas liberales", para examinar los abusos que la libertad period�stica pudiera implicar contra particulares o contra "la tranquilidad y seguridad p�blica, la religi�n del Estado o el sistema de gobierno.". Sin previa autorizaci�n de esa junta, no cab�a perseguir judicialmente aquellos abusos. Por �ltimo, la ley pon�a la libertad de prensa bajo "la suprema tuici�n y cuidados del Senado". Y comenzaba con una vibrante declaraci�n de principios: "Habr� desde hoy entera y absoluta libertad de imprenta. El hombre tiene derecho de examinar cuantos objetos est�n a su alcance y, por consiguiente, quedan abolidas las revisiones, aprobaciones y cuantos requisitos se opongan a la libre publicaci�n de los escritos". Por su parte, la ley de instrucci�n primara hac�a obligatorio, para todo pueblo de cincuenta vecinos o m�s, mantener una escuela de primeras letras "costeada por los propios (recursos municipales) del lugar" y, en consecuencia, completamente gratuita, "aun respecto de los libros, papel y dem�s utensilios que necesiten los educandos". El maestro deb�a cumplir diversos requisitos y rendir un examen de idoneidad "sobre pericia en el leer, escribir y contar". Asimismo, se inicia la educaci�n de las mujeres, cre�ndose escuelas especiales para ello. En el campo educacional, el primer Senado aprueba otras importantes iniciativas de don Jos� Miguel Carrera: la Biblioteca P�blica, iniciada con un fondo de 5 mil libros de la Universidad de San Felipe, y el Instituto Nacional, que hasta hoy es el Primer Liceo Educacional del pa�s. La ley de indios, por su parte, tambi�n aprobada por el Senado ese a�o bajo la iniciativa de don Jos� Miguel Carrera, buscaba incorporar a aqu�llos a la nueva patria que nac�a, entreg�ndoles "villas formales" -con iglesia o capilla, casa consistorial, escuela- y dando a cada familia una vivienda de "quincha o rancho, con dos departamentos a lo menos y tambi�n su cocina y despensa, todo bien aseado" -dec�a el reglamento-; una propiedad rural, bueyes, instrumentos de labranza, semillas, telar, etc�tera. Las tierras de ind�genas ser�an comerciables libremente y en las "villas" podr�an convivir y mezclarse los naturales y los espa�oles, sin ninguna traba. Las legislaciones cuyo contenido he esbozado, m�s otras que ser�a largo de rese�ar, combinaban los antiguos ideales ilustrados con los primeros vientos de una Rep�blica que empezaba a dar sus primeros pasos con la convicci�n de que el texto legal era m�gicamente eficaz para mejorar por s� mismo a una sociedad naciente. Pero tambi�n esas leyes dan cuenta del �nimo de progreso del Gobierno de don Jos� Miguel Carrera, y en especial, de su anticipo a lo que ser�an los grandes temas medulares del desarrollo republicano posterior. Por lo dem�s, todos aquellos sue�os, como la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional, la educaci�n obligatoria y la libertad de prensa, sobreviven hasta nuestros d�as y gozan de una trayectoria sin par, lo que expresa con fidelidad que esa br�jula estaba, sin duda, bien orientada. Desde el 30 de marzo al 8 de abril de 1813 se producen cambios en la constituci�n de la Junta gobernante. Debido a que el Senado le otorga el grado de brigadier y el comando de todas las tropas del pa�s, en virtud del escenario de guerra que se desencaden�, don Jos� Miguel Carrera debe partir a hacer frente al desembarco en San Vicente de la expedici�n realista enviada por el Virreinato del Per�, con el fin de aplastar el creciente independentismo chileno, y que comandaba el brigadier Antonio Pareja. Don Jos� Miguel Carrera abandona entonces Santiago, para asumir en terreno la direcci�n militar, y es reemplazado en la Junta por su hermano don Juan Jos�, mientras que don Jos� Miguel Infante sustitu�a a don Jos� Santiago Portales y don Francisco Antonio P�rez hac�a lo propio con don Pedro Jos� Prado. Los continuos cambios de personas y posteriores desencuentros se tradujeron en el t�rmino, finalmente, del Reglamento de 1812 y de las instituciones de �l derivadas. As�, en octubre de 1813 la Junta acord�, con la aprobaci�n del Senado y obedeciendo a diferentes presiones, suspender el funcionamiento del Legislativo y llamar a una elecci�n nacional de diputados, la cual, por distintas razones, no se realiz�. Desde ese momento el Senado de 1812 pone t�rmino a la rica funci�n legislativa que lo caracteriz� al apoyar y aprobar las iniciativas de don Jos� Miguel Carrera, entrando de este modo a la Historia, aun cuando algunas fuentes prolongan su existencia por algunos meses, hasta enero de 1814. Nos ha parecido que el mejor homenaje que puede tributar el Senado a quien le dio vida es hacer una rese�a de esa primera experiencia institucional, y en particular, del marco constitucional en que fue creada. C�mo olvidar la introducci�n de la prensa, con la publicaci�n de "La Aurora de Chile"; el impulso a la educaci�n; la creaci�n de la primera bandera y del primer escudo nacional; el establecimiento de industrias de tejidos; la creaci�n del Instituto Nacional; la formaci�n de la Biblioteca Nacional; la creaci�n del Hospital Militar, y -lo m�s importante- la entrega al pa�s de su primera Constituci�n Pol�tica, la cual daba a Chile su "imperium", o sea, la facultad de ser gobernado por las autoridades que libremente eligiera. Se�or Presidente, la vida y obra de este pr�cer de la Patria, su figura militar, su rol de gobernante y, por cierto, su aporte a la funci�n legislativa ameritan con creces su dimensi�n trascendente en la historia de nuestro pa�s. Nuestra sincera admiraci�n y reconocimiento a don Jos� Miguel Carrera nunca ser�n suficientes para hacerle justicia. Muchas gracias. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, Honorables colegas: El Senado adopt� el acuerdo de recordar el d�a del nacimiento de uno de los padres m�s insignes del Chile independiente: don Jos� Miguel Carrera. Homenaje similar no se realizaba en esta Corporaci�n desde el 4 de septiembre de 1968. El tiempo transcurrido bien justifica, entonces, lo que hoy hacemos para conocimiento de las generaciones m�s j�venes. Recordar su natalicio es recordar tambi�n su muerte, su vida, sus sue�os y sus realizaciones en los albores de una naci�n que nac�a independiente, para muchos, casi sin saberlo. Es, asimismo, recordar la visi�n de Carrera de una franca, inmediata y radical separaci�n de Espa�a como el �nico camino para construir un pueblo donde "nada de aquello que se resuelva fuera de sus fronteras ha de tener valor", seg�n se�ala tajantemente el decreto constitucional de 1812. Recordar su vida y su muerte, en las letras de sus bi�grafos y antibi�grafos, es recordar sus aciertos, sus desdichas, sus errores, que al mostrarlo, ora derrotado, ora victorioso en la vida, marca tambi�n su triunfo, que lo sobrevivir� en la historia de Chile. Su muerte debe ser mirada en la perspectiva de una hora oscura de su existencia, agitada y turbulenta, brillante y convocadora de voluntades, "como hierro iracundo, p�talo patricio", en los versos de Neruda. Recordar su vida y su muerte es adentrarnos obligatoriamente en el origen de una lucha de 30 a�os de una Am�rica indivisa que, desde 1810 hasta m�s o menos 1840, se hace libre pero fragmentada, que sufre sus dolores en su esencia y en sus enfrentamientos, los cuales repercutir�n por m�s de 200 a�os. Es adentrarnos en un Chile que nace por ideales nobles, pero atravesado por pasiones que nos dividieron durante mucho tiempo. A casi dos siglos de ella, la muerte de don Jos� Miguel Carrera -insensata, incomprensible en la perspectiva de los hechos, predecible en los tiempos de ira que la rodearon, dolorosa como el golpe de espada asestado en nombre de la raz�n de Estado- nos llega como una agon�a humana con destellos de tragedia. As�, su muerte y parte de su vida me fueron mostradas por un viejo profesor por cuyas venas corr�a su sangre: sin odio a sus actores, con la racionalidad del historiador, pero con un coraz�n henchido de humilde orgullo, si es posible esta antinomia. La Historia, se�ores Senadores -todos los sabemos-, es la fuerza de las realidades de cada momento. Es la raz�n de las estrategias, es la raz�n de los conductores plasmada por legisladores que construyeron nuestro pa�s y que hoy, por privilegio del pueblo, aqu� y ahora seguimos escribiendo. Pero es tambi�n la presencia humana de quien la hace en d�as serenos y tranquilos, como asimismo en los momentos �lgidos y definitorios, con su inteligencia y su personalidad, con sus virtudes y falencias, con sus impulsos y emociones, con las luchas interiores y con las propias circunstancias de su yo, como dir�a Ortega y Gasset. La Historia no es el mero recuento de los hechos, sino tambi�n el caleidoscopio de hombres y mujeres de carne y hueso. Es el juego de odios y afectos arrasadores, de amores y de pasiones que muchas veces nublan la racionalidad de las conductas y otras llevan a los actos del m�s sublime hero�smo. Por eso la personalidad de Carrera es tan subyugante. Y tal vez por ello atrae como conductor y se nos muestra como paradigma del h�roe, del que vuela contra el viento y abre espacios de conciencia libertadora y de rom�nticos ideales en medio de muchos de sus errores. �Qu� habr� pensado y sentido en el instante en que lo matan y, casi soberbio, desaf�a a la muerte? �Habr� sido iracundia cuando se queja de la sevicia con que lo insultan quienes contemplan su muerte, pero que sin duda, en el fondo de su alma, deb�a tener otros destinatarios? �Habr� sido acaso un llanto interior al recordar a su Mercedes Fontecilla, a la que hab�a escrito como "amada y desdichada", en una mezcla inimaginable de ternura y de autorreproche? �O fue tan s�lo una serena hidalgu�a para sostener su racionalismo frente a las demandas del sacerdote que lo acompa�a en el �ltimo momento y que representa su forma de vivir los a�os en el poder? �Cu�nto hubo de pasi�n irrefrenable cuando grita por la libertad, que cuando arrebata los corazones nubla a veces la mente? Tal vez fue todo eso. Y tambi�n, la hidalgu�a del gesto castizo y chilen�simo de sonre�r a una dama que lo recuerda desde Madrid. Un gesto de sana picard�a, carente de otro af�n; porque, aunque hermosa, la espa�ola ya no es rival para la muerte que lo espera. Es esa imagen -discutible para muchos; legendaria para sus partidarios; tr�gica en vida; hermosa en la muerte y en la historia- la que hoy recordamos. Figura que atraviesa la sociedad chilena de su tiempo como un rayo brillante al que s�lo se puede mirar y no juzgar. Sin embargo, debemos tambi�n, en justicia, recordarlo en la profundidad de su tarea para liberar a Chile, para construirlo como naci�n, para hacerlo avanzar en la igualdad de sus hijos y para institucionalizar los cambios a fin de que no hubiese vuelta atr�s en la nueva sociedad. Lo hecho por don Jos� Miguel Carrera en el corto tiempo que ejerci� el poder es de todos conocido. Y aqu� ya fue recordado. Por ello, no reiterar� sus obras en detalles. Perm�tanme, empero, mencionar lo que a mi juicio es esencial en su paso por la Historia. La revoluci�n por la libertad de Chile fue una guerra civil entre quienes quer�an la independencia -con grados diferentes en su ritmo y profundidad- y aquellos que no deseaban separarse del rey de Espa�a. Carrera la transform� en un proceso irreversible a lo largo de los a�os y la nimb� en una gesta profunda de libertad, igualdad, identidad y justicia. La independencia de Chile tampoco fue un proceso que atraves� todos los estamentos sociales o territoriales en un tiempo breve y con verdadero e igual apoyo popular. Jos� Miguel Carrera lo enraiz� con su m�tica figura en el pueblo de Chile y en cada uno de sus rincones. El gran significado como l�der de la revoluci�n libertadora fue su capacidad de romper estas realidades que permitieron hacer en ocho a�os un proceso de independencia que, sin su presencia, no cabe duda -aqu� se ha se�alado tambi�n- de que habr�a sido m�s largo y m�s dif�cil. Plantear as� el entorno pol�tico y social de su tiempo no es reabrir un debate obsoleto, en el que no cabe juicio de valor. Porque la discusi�n sobre la urgencia para romper las dificultades versus el raciocinio para sortearlas -pas� en nuestro Chile en aquel entonces y en muchas otras oportunidades- no define ni virtudes, ni defectos, ni testimonios, ni pacater�a pol�tica; s�lo es una visi�n anal�tica muy ligada a las caracter�sticas personales que definen los liderazgos. Tal vez hoy hablar�amos de la �tica del testimonio y de la �tica del compromiso. Hablar�amos quiz�s de la fuerza de la raz�n y de la vehemencia del coraz�n. Con ambas se ama a la Patria, al Pueblo, a la Revoluci�n, a la Democracia, a las utop�as. Tambi�n con ambas -aunque parezca incre�ble- se puede amar a las Mercedes que cada uno lleva en su vida y a los Jos� Miguel con que cada chilena sue�a. Ambas conductas nacen de la esfera superior del hombre, que lo une a lo ang�lico y lo lleva a las alturas del hero�smo. Don Jos� Miguel Carrera hizo de la causa de la Independencia una cruzada encarnada en el pueblo, que lo sigui� con pasi�n, que lo am�, lo hizo su h�roe y lo cant� en llantos y desventuras, como la letra contagiosa de "La cueca de los Carrera". Carrera hizo de la causa de la Independencia un acto de conciencia. Sin remilgos para los timoratos, oblig�, con su escarapela en el sombrero, a ser libres s�lo para morir o triunfar, cancelando el acomodo con el que nadie se alza ni un geme sobre s� mismo. El h�roe al que hoy recordamos fue un visionario para so�ar con realidades concretas de lo que deb�a ser el Chile libre. So�� y concret� un pa�s sin esclavos, con una institucionalidad representativa, con un mar abierto, con los signos de una nueva identidad y, sobre todo, con un pueblo soberano. Honorable Senado, se�oras y se�ores que nos acompa�an en las tribunas: el Comit� de Senadores de la Democracia Cristiana me otorg� el honor de designarme para rendir este homenaje. De sus errores y carencias soy responsable. De los aciertos es responsable el esp�ritu que modestamente intentamos imprimir a nuestro quehacer. Por ello, termino con los versos de Pablo Neruda, que conmueven por la fuerza con que definen la esencia del esp�ritu de don Jos� Miguel Carrera: "Dijiste Libertad antes que nadie, cuando el susurro iba de piedra en piedra, escondido en los patios, humillado. "Dijiste Libertad antes que nadie. Liberaste al hijo del esclavo. Iban como las sombras mercaderes vendiendo sangre de mares extra�os. Liberaste al hijo del esclavo.". He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Canessa. El se�or CANESSA.- Se�or Presidente, en nombre del Comit� Institucionales 1, adhiero al homenaje que el Senado rinde en esta ocasi�n a la figura de un gran pr�cer de nuestra Independencia: el General don Jos� Miguel Carrera Verdugo. Entre las diferentes fuerzas que dan forma a la vida humana, tanto en el plano individual como en el colectivo, destaca el influjo de una categor�a sociol�gica que Max Scheler denomin� "el modelo". A su juicio -que comparto-, el modelo implica un concepto de valor encarnado en una persona, que sirve de faro orientador a la conducta de sus contempor�neos y a las generaciones posteriores, que es digno de ser imitado. Hay, pues, tantos modelos como valores fundamentales irreductibles. Para Scheler, los modelos b�sicos son cinco, cada uno de los cuales manifiesta su propio valor: el santo, el genio, el h�roe, el artista y el conductor espiritual de una civilizaci�n. Por cierto, te�ricamente considerados, se trata de modelos puros. Sin embargo -y esto es lo notable-, la trayectoria vital de estos modelos constituye el n�cleo de la historia universal. Ellos marcan los ideales, los principios y las normas que, de manera m�s o menos consciente, inspiran la acci�n del hombre com�n. En suma, el poder moral de cada modelo es lo que trasciende y hace que, a pesar del tiempo, su ejemplo permanezca siempre junto a nosotros. En esa perspectiva, la figura de don Jos� Miguel Carrera se inscribe de lleno en el modelo del h�roe. El h�roe es la personificaci�n de la nobleza del esp�ritu. Coraje, intrepidez, control de s� mismo, car�cter, dominio de los hombres y las cosas del mundo constituyen su esencia. Si el santo lo es por su ser y el genio lo es por su obra, el h�roe es tal por sus hechos. Expresado rotundamente, el h�roe est� en los hechos. Don Jos� Miguel Carrera naci� el 15 de octubre de 1875, en el seno de una familia aristocr�tica. Estas circunstancias -haber nacido entre dos grandes revoluciones, la norteamericana y la francesa, y estar vinculado por su sangre al grupo dirigente de la sociedad de la �poca- de alguna manera prefiguraron su destino. A diferencia de la mayor�a de los miembros de su entorno, Carrera hizo suya la causa revolucionaria. Y la abraz� con el entusiasmo de su temperamento impetuoso, influido, sin duda, por la visi�n directa que tuvo de los sucesos de Espa�a, donde fue testigo del lamentable espect�culo de una monarqu�a claudicante y en cuya guerra contra Napole�n luch� con singular brillo, alcanzando el grado de Sargento Mayor de los H�sares de Galicia -a pesar de su juventud y de su condici�n de criollo-, recibiendo la medalla de Talavera, reservada a los m�s valientes. Cuando el futuro pr�cer supo que en Chile se hab�a formado la Junta Nacional de Gobierno -en la que su anciano padre, don Ignacio, era uno de los vocales-, se dio de baja en el ej�rcito espa�ol y regres� a su patria para intervenir en el proceso emancipador que aqu� se gestaba. Nada m�s llegar a Santiago, encabeza con sus hermanos el movimiento que el 4 de septiembre de 1811 marc� un nuevo rumbo a la naci�n chilena. En adelante, el objetivo inconmovible de sus afanes ser�a lograr la independencia y establecer en Chile la forma republicana de gobierno. Fruto de ese hecho pol�tico, entre otras obras fundacionales -como la creaci�n del ej�rcito patriota y la Constituci�n de 1812-, naci� el Congreso, instituci�n de la que todos los presentes somos herederos. Por esto �ltimo, el homenaje que hoy le rinde esta Corporaci�n es muy significativo. Tengo la impresi�n de que durante demasiado tiempo los chilenos hemos sido mezquinos con don Jos� Miguel Carrera. Su rom�ntica estampa y su tr�gico fin han descuidado o reemplazado el m�rito de su decisiva contribuci�n a la causa nacional. O�Higgins y Portales, en cuanto art�fices de la empresa pol�tica que dio estabilidad y puso a nuestro pa�s en un sitial prominente durante el siglo XIX, parecen copar todo el escenario de esa �poca. Sin embargo, m�s all� de cuanto hay de injusto, y hasta de pintoresco, en nuestra secular divisi�n entre carrerinos y o�higginistas, hoy, ya en la madurez, Chile debe honrar con sereno orgullo a todos quienes han ido haciendo posible su grandeza y libertad. En efecto, una naci�n llamada a prevalecer no es nunca obra acabada. Se va edificando d�a a d�a y generaci�n tras generaci�n. Para ello, es indispensable la contribuci�n patri�tica de los impulsores y de los organizadores. Veo en el General Carrera a un gran impulsor, a una figura se�era, admirable por sus innegables virtudes, e incluso amable y profundamente humana en sus defectos. �l comprendi�, quiz�s antes que todos,.que la soberan�a s�lo se alcanza al precio de la victoria en el campo de batalla, lo que supone preparaci�n de las fuerzas, capacidad de conducci�n de las mismas, sacrificio y abnegaci�n sin l�mites. Por desgracia, a pesar de cuanto hizo, sus desvelos no se vieron coronados por el triunfo, y el Desastre de Rancagua cerr� el ciclo de su participaci�n rectora en nuestra Guerra de la Independencia. Se�or Presidente, los grandes hombres rara vez son comprendidos de inmediato. Los precursores suelen cosechar la incomprensi�n, cuando no la envidia, de quienes tanto les deben. Como advierte Alberto Edwards en su notable obra sobre la fronda aristocr�tica, el rol que le cupo desempe�ar a Carrera fue oscurecido tanto por sus panegiristas como por sus detractores en la literatura hist�rica. Torpemente se identific� su acci�n con los problemas pol�ticos de una �poca posterior. La escueta verdad es que �l hizo de la fronda revolucionaria un poder armado capaz de batirse en combate. Lo probable es que, sin su ejemplo, los patricios de 1810 podr�an haber doblegado mansamente sus pretensiones ante los ej�rcitos de Pareja y Osorio. Es, pues, de toda justicia el homenaje que le rendimos. Dir� m�s: reconocer en don Jos� Miguel Carrera al primer modelo de h�roe en la historia republicana de la naci�n chilena -pr�diga en actos heroicos y en hombres de honor, tanto en la paz como en la guerra- es un gesto de gratitud, esa virtud tan escasa cuando de juzgar al hombre y sus circunstancias se trata. He dicho. --(Aplausos). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, en nombre de los Senadores de los Partidos Socialista y Por la Democracia, rindo homenaje a don Jos� Miguel Carrera, para destacar sus condiciones de precursor de la independencia, gobernante y militar de excepci�n, todas caracter�sticas expresadas a lo largo de su azarosa vida dedicada a la consecuci�n del ideario republicano. En s�lo tres a�os de participaci�n p�blica en Chile, entre 1811 y 1814, su accionar y su personalidad marcaron el destino del pa�s. Fue a la vez, jefe militar, conductor pol�tico y l�der de su propio partido. Y todo ello, siendo muy joven: no alcanzaba los 30 a�os. Era, sin duda, el m�s talentoso de los l�deres de la Independencia. Sus ideas eran claras y tajantes. En una de sus proclamas, en 1813, declara: "Ya se borr� del diccionario pol�tico de Chile la funesta voz: moderantismo". As� era su car�cter. Jos� Miguel Carrera fue el primer patriota en propugnar la ruptura con el orden colonial mon�rquico y en oponerse a un gobierno dependiente de Espa�a, donde hab�a peleado contra la ocupaci�n napole�nica bajo las banderas de la libertad. Llegado a Chile, al puerto de Valpara�so, a bordo del nav�o ingl�s "Standart", Jos� Miguel Carrera se convierte en un acelerador del proceso de cambio. Su acci�n durante la Patria Vieja fue vital para forjar una fuerza militar criolla capaz de dirimir la crisis constitucional producida a partir del vac�o de poder que dejaron las autoridades espa�olas. Dio un impulso reformador al Congreso, en cuyo seno las disputas entre los intereses regionalistas de Concepci�n y Santiago determinaban un estancamiento del proceso emancipador. A pesar de haber combatido a Napole�n y estar inspirado en el ideario liberal, especialmente de la democracia norteamericana, Carrera admiraba el papel desempe�ado por ese extraordinario personaje de la historia de Francia. Por eso, muchas de sus actuaciones adquieren sentido a la luz de los sucesos napole�nicos. Tambi�n tuvo su propio 18 de Brumario y asumi� la conducci�n del naciente Estado. Su ef�mero Gobierno est� marcado por importantes realizaciones a favor de la libertad y del progreso social y pol�tico, como aqu� se ha reconocido. La m�s importante de todas es, sin duda, el Reglamento Constitucional de 1812. Su art�culo 5� dice a la letra: "Ning�n decreto, providencia u orden, que emane de cualquiera autoridad o tribunales de fuera del territorio de Chile, tendr� efecto alguno; y los que intentaren darles valor, ser�n castigados como reos de Estado". Esto es considerado una declaraci�n de independencia por la historiograf�a nacional. Jos� Miguel Carrera fue la m�xima expresi�n del autogobierno criollo y marc� el inicio de la revoluci�n separatista de car�cter republicano. Vivi�, sin duda, una �poca convulsionada y violenta. La independencia de las colonias espa�olas de Am�rica fue un proceso complejo, con avances y retrocesos, que muchas veces asumi� las caracter�sticas de una verdadera guerra civil. Si bien en Chile no tuvo los mismos ribetes de crueldad que en otras latitudes del continente, la familia Carrera -como signada por un destino tr�gico- parece resumir en su seno los males de la �poca. En su c�lebre Manifiesto, escrito al saber de la muerte de sus hermanos, Jos� Miguel Carrera exclama: "�En d�nde est�n nuestros hermanos, nuestros compatriotas Juan Jos� y Luis Carrera? �Cu�l la suerte, cu�l el destino de esos ciudadanos ilustres, de aquellos bravos generales que dirigieron vuestro valor para levantar a la patria monumentos de gloria inmarcesible en las c�lebres jornadas de Yerbas Buenas, San Carlos, Chill�n, Concepci�n, Talcahuano, Maip� y Rancagua?... �Ah! ...Ya no existen. �Perecieron con la muerte de los traidores y de los malvados"! Esas palabras parecen ser premonitorias de su propio fusilamiento. Las luchas intestinas dentro del bando patri�tico han dejado heridas que se mantienen hasta hoy. Recuerdo de ni�o haber ido muchas veces a la plaza de Buenos Aires donde uno de los hermanos Carrera se bati� a duelo con don Juan Mackenna, quien encontr� as� su muerte. Tanto nuestros antiguos grandes historiadores -Barros Arana, Amun�tegui, Vicu�a Mackenna- como los actuales, no menos meritorios en su ciencia, dif�cilmente han podido entregarnos un cuadro objetivo de los hechos que determinaron la fundaci�n de la Rep�blica. Con facilidad, se abanderizan, toman partido y emiten juicios val�ricos. Al acercarnos al Bicentenario Nacional, deber�amos esperar que hubiera una mirada m�s serena y amplia sobre esas luchas, que adquirieron dimensiones �picas. Derrotada la Patria Vieja, Jos� Miguel Carrera no desmayar� un instante, junto a sus hermanos Juan Jos� y Luis, desplegando m�ltiples acciones tendientes a recuperar la libertad para Chile, las cuales lo llevaron a involucrarse en las luchas internas de los patriotas argentinos, lo que lo precipit�, junto a sus hermanos, a su prematuro y tr�gico final. Si hubiera sido m�s sagaz y calculador y hubiera sobrevivido, esperando tiempos mejores, tal vez a la ca�da del r�gimen de O'Higgins habr�a tenido la oportunidad para realizar los principios que durante su primer Gobierno no pudo concluir. Como afirma Pedro Lira Urquieta en su semblanza del h�roe, que he vuelto a leer estos d�as, "nunca vacil� en sus ideales republicanos. Aqu� en Chile, en Argentina o en Uruguay, se burl� de los intentos de restauraci�n mon�rquica y combati� acerbamente a los sostenedores de esa idea.". Critic� a los integrantes de la Logia Lautarina -entre ellos a San Mart�n- por sus inclinaciones hacia gobiernos personalistas y autoritarios. El mismo autor concluye: "Sembr� a manos llenas la semilla de la libertad y de la democracia. Logr� encender en los corazones juveniles la llama del entusiasmo y sacudi� la modorra colonial. Cuando estuvo ca�do el �nimo de los patriotas, �l se mantuvo enhiesto sin desesperanzar nunca (...) Hizo pasar, por �ltimo, una r�faga de grandeza y de hero�smo a trav�s del pa�s despertando a una nacionalidad todav�a difusa.". Es ese ejemplo, son esas proclamas y esos ideales de libertad los que contin�an resonando en los o�dos y el coraz�n de todo chileno digno de tal nombre. Muchas gracias. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, en nombre de la Senadora y de los Senadores de la Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes, esta tarde rindo homenaje al Padre de la Patria don Jos� Miguel Carrera. POST TENEBRAS LUX No es costumbre titular intervenciones de esta naturaleza; pero, tras un sucinto examen de la vida del pr�cer al que hoy recordamos, hemos cre�do necesario designarlo con la frase con que don Jos� Miguel coron� nuestro primer escudo patrio: "Post Tenebras Lux" (Despu�s de las tinieblas, la luz). Sin duda alguna, la luz a que aspiraba Carrera era la que, por aquellos a�os en que vivi�, buscaba iluminar las mentes: la del conocimiento. Sin embargo, y en parad�jico correlato, la sentencia bien podr�a ser reflejo de la injustificada omisi�n en que generaciones de chilenos hemos incurrido, al no honrar en su m�rito global a una figura de tama�a importancia para todo "cuanto llaman chilena ilustraci�n", como gallardamente a�o tras a�o cantan los alumnos del Instituto Nacional, del cual fue fundador. Intentemos, entonces, traer un poco de luz acerca de quien tiene -y muy bien merecido- el t�tulo de "Primer Padre de la Patria". Don Jos� Miguel Carrera Verdugo -precisamente hoy se cumplen 217 a�os de su nacimiento- fue chileno aun antes de los albores de toda forma de chilenidad. Hijo, nieto y bisnieto de criollos insignes, que, en desinteresada entrega y fervorosa defensa de sus ideales, se dieron a las m�s variadas funciones p�blicas, fue tambi�n padre y abuelo de hombres vinculados a nuestra historia �a nuestra m�s gloriosa historia-, coronada por el sublime sacrificio del capit�n Ignacio Carrera Pinto �nieto del h�roe- en La Concepci�n. Siete generaciones unidas por la pasi�n y la fe inquebrantable en esta tierra. Mucho de lo que hoy es Chile se lo debemos, en el m�s estricto sentido del verbo "adeudar", a esos Carrera, de quienes don Jos� Miguel fue su figura c�lmine. Del personaje podr�amos hablar desde las m�s diversas perspectivas, como ya se ha hecho con brillo y solemnidad en esta Sala. La mirada m�s com�n nos llevar� por el Carrera militar y pol�tico, por la huella del h�roe. Un examen algo m�s exhaustivo nos mostrar� al Carrera intelectual y eximio en el empleo de la palabra. Y, en fin, ninguna referencia al patriarca podr�a omitir a su familia, a su padre y sus hermanos, con quienes comparti� la lucha por el se�or�o patrio. As�, no podr�amos dejar de recordar que su padre, don Ignacio de la Carrera y Cuevas, no s�lo fue alcalde de Santiago, sino tambi�n vocal de la Primera Junta Nacional de Gobierno, instaurada el 18 de septiembre de 1810. O podr�amos traer como an�cdota de la prominente figura de do�a Javiera -su hermana- el haber bordado con sus propias manos nuestra primera bandera (una r�plica de �sta se observa en las tribunas). Todo ello nos revela cu�nto amor ten�an por ese Chile que nac�a. Con sus manos y su intelecto fueron forjando la patria que hoy d�a nos han legado. Pero m�s all�, se�or Presidente, de los aspectos biogr�ficos, algunos elementos de su car�cter �una mirada m�s personal, tal vez- nos permiten llegar a comprender c�mo en tan s�lo tres a�os de vida p�blica el General Carrera pudo hacer tanto y con tan amplias proyecciones para el car�cter nacional. Y omito la larga lista de su obra, que aqu� ya se ha recordado. Una faceta poco resaltada del pr�cer son la seducci�n y el magnetismo que su personalidad ejerc�a sobre sus contempor�neos. Ya a temprana edad este atributo le jugaba malas pasadas, y las damas de Santiago y El Monte conoc�an de sus habilidades con la palabra. Enviado a Lima a cargo de uno de sus t�os, reincide en su falta, vali�ndole incluso un arresto en la fragata "Castor". Con ocasi�n de este episodio, Carrera protagonizar� el primero de una serie de escapes del cautiverio, que marcar�an su vida y forjar�an su esp�ritu aventurero e inquieto. Pero volvamos a su atractiva personalidad. Para el bien de la patria, Carrera supo tornar en virtudes lo que pudo ser defecto, desplegando con notable eficiencia lo mejor de su naturaleza para alcanzar el sue�o que inspir� su vida: la libertad de Chile. Fue as� como, haciendo gala de la misma habilidad de que habl�bamos y que fue conocida por las se�oritas de la �poca, lograba con igual talento entusiasmar a los j�venes para que se incorporaran a las filas de un incipiente ej�rcito, que tambi�n contribuy� a crear, engrosando las delgadas l�neas que combatir�an contra el extranjero en el sur en defensa de la patria que nac�a. Esa misma atracci�n ejerc�a sobre sus hermanos y cercanos que lo acompa�ar�an hasta el final de sus propias vidas -cortas y magn�ficas vidas-, en aquellas tremendas empresas que iniciaron por libertar a la patria. Su car�cter aventurero lo llev� a Estados Unidos, buscando recursos para la lucha por la independencia. Pero fue su exuberante personalidad la que le permiti�, en s�lo once meses, en pa�s extra�o, desconociendo el idioma y sin m�s riqueza que una aguda inteligencia, armar una peque�a escuadra compuesta de una fragata y tres bergantines con numerosos pertrechos para la guerra. El destino y sus enemigos le negar�an la gloria de participar en las m�s importantes batallas que decidieron nuestra independencia. Hoy, cuando en el Senado discutimos acerca de cu�l debe ser la duraci�n del per�odo de la Primera Magistratura de la naci�n, valga traer a la memoria de quienes tenemos tan delicada responsabilidad la obra imperecedera de nuestro homenajeado, quien, habiendo gobernado el pa�s por escaso lapso de un a�o, promulg� lo que para muchos es el primer texto constitucional del Chile independiente: el Reglamento Constitucional de 1812. El Senador se�or Romero -quien me antecedi� en el uso de la palabra- hizo una magn�fica exposici�n sobre aquella realidad constitucional. En ese exiguo per�odo, don Jos� Miguel Carrera cre� los primeros s�mbolos patrios: la primera bandera, el primer escudo, la primera escarapela; decret� la libertad de vientres, adelant�ndose por mucho a todo movimiento abolicionista de la esclavitud; sent� las bases de la creaci�n del Ej�rcito de Chile, instaurando la Escuela de J�venes Granaderos para formar oficiales; previ� el destino mar�timo de Chile, intentando en dos oportunidades formar una escuadra; fund� la Biblioteca Nacional y el Instituto Nacional -�nica de sus obras que hoy lleva su nombre-, e introdujo las primeras medidas para la instrucci�n formal de las mujeres. �Carrera sent�a verdadera pasi�n por la educaci�n! Ya se ha dicho que fund� el primer peri�dico del pa�s, "La Aurora de Chile", y que sent� las bases de la institucionalidad democr�tica, que hasta hoy perduran en la vida republicana. Un a�o, tan s�lo un a�o. �se fue el tiempo suficiente para que su obra fundacional cruzara los umbrales bicentenarios que nos aprontamos a celebrar. Se�or Presidente, muchos escoger�an las parad�jicas palabras que el Gobierno de Chile hizo grabar sobre su tumba -tal vez como expiaci�n de alg�n pecado que s�lo la historia juzgar�- para resumir la vida de Carrera: "La Patria a los Carrera, agradecida de sus servicios y compadecida de sus desgracias". A nosotros, en cambio, nos parece que, despu�s de las tinieblas, la luz que a�n ilumina el camino del servicio p�blico refleja con mayor claridad una vida que, por breve, no rest� lustre a una labor inmensa y trascendental, cuyo recuerdo debiera inspirar orgullo y servir de ejemplo a las actuales y a las futuras generaciones de chilenos. Lo que cuenta, al decir del venezolano Gil Fortoul, es que "La Rep�blica es madre y de sus hijos no recuerda en este d�a sino las acciones nobles y heroicas.". He dicho. --(Aplausos en la Sala y en tribunas). El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Como Presidente del Senado y en representaci�n de la Corporaci�n, hago nuestro el homenaje rendido a don Jos� Miguel Carrera por los diversos se�ores Senadores. Creo que ha sido un justo reconocimiento el que hoy se ha tributado a quien fue h�roe, pr�cer y Padre de la Patria, Jos� Miguel Carrera. En todo caso, adem�s de haber quedado incluidas las diversas intervenciones en la Versi�n Taquigr�fica, se preparar� un apartado con su contenido a fin de hacerlo llegar a sus descendientes y a los representantes de la entidad que recoge su vida y obra. ------------------ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por haberse cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. ------------------- --Se levant� a las 19:1. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n