REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 347�, ORDINARIA Sesi�n 10�, en martes 2 de julio de 2002 Ordinaria (De 16:21 a 18:13) PRESIDENCIA DEL SE�OR ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE, SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS..........................................................................�. IV. CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s.................................�����������. V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba Protocolo de Convenci�n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim�tico y sus anexos A y B. (2525-10). (Se aprueba en general y particular). Acusaci�n de productores escoceses e irlandeses contra industria salmonera chilena por dumping. Proyecto de acuerdo. (Se aprueba)............................ Informe acerca de II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento (intervenci�n del se�or Silva)............................................................................................................ Visita de Comisi�n de Miner�a y energ�a a instalaciones de CODELCO y sesi�n en Chuquicamata (intervenci�n del se�or N��ez)................................................. VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)................................................................ VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Moreno Rojas, Rafael --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s --Zurita Camps, Enrique Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:21, en presencia de 23 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las actas de las sesiones 7�, ordinaria, en 18 de junio; 8�, especial y 9�, ordinaria, ambas en 19 de junio, todas del a�o en curso, se encuentran en secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Tres de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con el primero comunica que ha resuelto no hacer uso de la facultad que le confiere el inciso primero del art�culo 70 de la Carta Fundamental respecto del proyecto que modifica la ley N� 18.700, Org�nica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, en materia de reclamaciones electorales y otros aspectos procesales (bolet�n N� 2.810-07). --Se manda remitir el proyecto al Excelent�simo Tribunal Constitucional, en conformidad a lo establecido en el N� 1� del art�culo 82 de la Carta. Con el segundo y el tercero retira la urgencia y la hace presente, nuevamente, en el car�cter de "suma", respecto de los siguientes proyectos: 1.- El que modifica el decreto ley N� 3.063, de 1979, sobre rentas municipales, en materia de recaudaci�n de derechos por transferencias de veh�culos motorizados (bolet�n N� 2.932-06), y 2.- El relativo a la calificaci�n de la producci�n cinematogr�fica (bolet�n N� 2.675-04). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Oficios Cuatro de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero informa que dio su aprobaci�n al proyecto que introduce modificaciones a la legislaci�n sobre zonas francas (bolet�n N� 2.770-05). --Pasa a la Comisi�n de Hacienda. Con el segundo comunica que aprob�, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, el proyecto de ley que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal, en materia de actuaciones previas al juicio oral, iniciado en moci�n de los Senadores se�ores Fern�ndez, Coloma, Chadwick, Novoa y Stange (bolet�n N� 2.924-07). --Se manda comunicar el proyecto a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Con los dos siguientes informa que acord� acceder a la solicitud del Senado en orden a enviar al archivo los siguientes asuntos: 1.- Proyecto de ley que deroga los art�culos 311 y 312 y modifica el art�culo 328 del C�digo de Procedimiento Civil, con el prop�sito de eliminar los tr�mites de r�plica y d�plica en el procedimiento civil ordinario y de rebajar el plazo del t�rmino probatorio (bolet�n N� 1.558-07); 2.- Proyecto de ley que modifica el C�digo Penal a fin de reemplazar las normas relativas a los cr�menes y simples delitos de los proveedores de la Administraci�n del Estado (bolet�n N� 1.725-07); 3.- Proyecto sobre despacho de proyectos de ley modificatorios de disposiciones vigentes (bolet�n N� 2.375-07); 4.- Proyecto de acuerdo que aprueba el Convenio por el cual se establece la constituci�n del Centro para los Servicios de Informaci�n y Asesoramiento sobre la Comercializaci�n de los Productos Pesqueros en Am�rica Latina y el Caribe (bolet�n N� 1.633-10), y 5.- Proyecto que aprueba la Ley Org�nica de la Corporaci�n Nacional del Cobre de Chile (bolet�n N� 1.204-08). --Se toma conocimiento y se manda archivar los documentos junto a sus respectivos antecedentes. Dos de la Excelent�sima Corte Suprema, mediante los cuales da a conocer su opini�n acerca de los siguientes asuntos: 1.- Proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, sobre trabajo en r�gimen de subcontrataci�n, funcionamiento de las empresas de servicios transitorios y contrato de trabajo de servicios transitorios (bolet�n N� 2.943-13), y 2.- Proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que crea el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (bolet�n N� 2.944-03). --Se toma conocimiento y se manda agregar los documentos a sus respectivos antecedentes. Dos del Excelent�simo Tribunal Constitucional: Con el primero transcribe la resoluci�n dictada en el requerimiento formulado por diversos se�ores Diputados para que se declare inconstitucional el proyecto de ley que modifica la dependencia del Liceo Manuel de Salas desde la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educaci�n a la Universidad de Chile (bolet�n N� 2.839-04). --Queda a disposici�n de los se�ores Senadores. Con el segundo remite copia autorizada de la sentencia dictada en el control de constitucionalidad del proyecto que modifica la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcoh�licas y Vinagres en lo relativo al consumo en la v�a p�blica (bolet�n N� 2.948-07). --Se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Dos del se�or Ministro del Interior: Con el primero contesta un oficio enviado en nombre de los Senadores se�ores Bombal, Foxley, Novoa y Andr�s Zald�var, relativo a la posibilidad de declarar zona de cat�strofe a la Regi�n Metropolitana, atendidos los �ltimos temporales que la azotaron, y Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, respecto de la situaci�n que afecta a la actividad ganadera del sur. Del se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Naranjo, acerca de la ejecuci�n del Programa Pavimentaci�n Participativa en la ciudad de Cauquenes, S�ptima Regi�n. Tres del se�or Ministro de Agricultura: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relacionado con el anuncio de cierre de las oficinas de la Sociedad Agr�cola SACOR Ltda. en la Und�cima Regi�n, y Con los dos siguientes contesta sendos oficios enviados en nombre del Senador se�or Moreno: uno relativo a las consecuencias que ocasionar�a a la econom�a nacional la celebraci�n de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de Am�rica, y otro acerca de la situaci�n que afecta a la industria lechera. Del se�or Ministro de Miner�a, a trav�s del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Lavandero, referido a la posibilidad de efectuar una exposici�n ante el Senado sobre la pol�tica minera del Gobierno. Del se�or Ministro de Salud, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, atinente a la posibilidad de extender la declaraci�n de zona de cat�strofe a todas las comunas de la Und�cima Regi�n afectadas por el fen�meno de la marea roja. Del se�or Contralor General de la Rep�blica, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Canessa y remite copia del dictamen emitido por la Contralor�a acerca de la legalidad del distintivo que actualmente utiliza el Gobierno. Del se�or Tesorero General de la Rep�blica, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, referente a la adopci�n de medidas tendientes a flexibilizar el cobro de cuotas de deudas que indica y a la suspensi�n de remates por concepto de Impuesto Territorial impago, respecto de los deudores de la Quinta Regi�n afectados por los temporales. Del se�or Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, con relaci�n a las variaciones de los presupuestos asignados a las comunas de la Und�cima Regi�n. Del se�or Subsecretario de Pesca, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, referido a los m�todos de fiscalizaci�n y control ejercidos en naves extranjeras que realizan actividades pesqueras en la Zona Econ�mica Exclusiva. Del se�or Superintendente de Servicios Sanitarios, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, respecto de la solicitud efectuada por el Comit� Habitacional Padre Hurtado, de la comuna de San Felipe, para acceder al servicio de agua potable. Del se�or Director General de Aeron�utica Civil, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la coordinaci�n entre la Direcci�n de Aeropuertos, las empresas a�reas y las autoridades regionales, para la ejecuci�n de un programa de adecuaci�n gradual de las pistas a�reas de los distintos aer�dromos. Del se�or Director del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, a trav�s del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, tocante a la adopci�n de medidas tendientes a flexibilizar el cobro a los peque�os y medianos agricultores de la Quinta Regi�n afectados por los temporales del mes de junio. Del se�or Director Ejecutivo de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relacionado con las evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos mineros "Pascua Lama" y "Aldebar�n" en la Tercera Regi�n. Del se�or Director de la Oficina Nacional de Emergencia, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, referido a la entrega de materiales de emergencia para las comunas de La Ligua, Llay-Llay, La Calera, Nogales y Puchuncav�, afectadas por los �ltimos temporales. Tres del se�or Intendente de la Regi�n de la Araucan�a, con los que responde igual n�mero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Espina, atinente al avance en la postulaci�n al subsidio asistencial de las personas que en cada uno de ellos se individualizan. Del se�or Director Regional de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente y de la se�ora Secretaria Ministerial de Salud, ambos de la Sexta Regi�n, a trav�s de los cuales contestan dos oficios enviados en nombre del Senador se�or Moreno, acerca del ingreso de l�quidos percolados a la planta de tratamiento de aguas servidas de la Empresa de Servicios Sanitarios El Libertador S.A., en la localidad de Chanc�n, comuna de Rancagua. Del se�or Presidente del Sistema de Empresas P�blicas (SEP), por medio del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, con referencia al eventual cese de actividades de SACOR Ltda. en la Und�cima Regi�n. Del se�or Director del Departamento de Evaluaci�n, Medici�n y Registro Educacional del Ministerio de Educaci�n, mediante el cual contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Romero, relacionado con el costo que irrogar� para los postulantes el nuevo Sistema de Ingreso a la Educaci�n Superior. Del se�or Gerente General de la Empresa de Servicios Sanitarios de la Regi�n de la Araucan�a S.A., por medio del cual da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Espina, relativo al dise�o estructural de las redes de alcantarillado en las poblaciones del sector Bajo Traigu�n, comuna de Victoria, Novena Regi�n. Del se�or Director del Hospital de Victoria, mediante el cual responde un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Espina, concerniente a la disponibilidad de pr�tesis de cadera para pacientes del Servicio de Salud Araucan�a Norte y a la situaci�n del beneficiario del Fondo Nacional de Salud que menciona. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes De las Comisiones de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n, y de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el decreto ley N� 3.063, de 1979, sobre Rentas Municipales, en materia de recaudaci�n de derechos por transferencias de veh�culos motorizados, con urgencia calificada de "suma" (bolet�n N� 2.932-06). Segundos informes de las Comisiones de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n, y de Vivienda y Urbanismo, reca�dos en el proyecto de ley, iniciado en mensaje de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, en primer tr�mite constitucional, sobre financiamiento urbano compartido (bolet�n N� 2.651-14). De la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a, y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, sobre fomento de la m�sica chilena (bolet�n N� 2.287-04). Segundo informe de la Comisi�n de Obras P�blicas, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 18.902, que cre� la Superintendencia de Servicios Sanitarios, y deroga la ley N� 3.133, sobre neutralizaci�n de los residuos provenientes de establecimientos industriales (bolet�n N� 2.570-09). De la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, reca�do en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el C�digo del Trabajo en lo relativo a las formalidades del finiquito del contrato de trabajo, con urgencia calificada de "simple" (bolet�n N� 2.835-13). --Quedan para tabla. De la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a, reca�do en el proyecto de ley, iniciado en moci�n del Honorable se�or Andr�s Zald�var, en primer tr�mite constitucional, que otorga, por especial gracia, la nacionalidad chilena al se�or Giorgio Agostini Visentini (bolet�n N� 2.954-07). --Queda para la tabla de F�cil Despacho de la pr�xima sesi�n ordinaria. Moci�n De los Senadores se�ora Matthei y se�or Novoa, mediante la cual inician un proyecto de ley que adecua normas de responsabilidad penal para la adolescencia a la Convenci�n Internacional sobre los Derechos del Ni�o (bolet�n N� 2.984-07). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento y se manda poner en conocimiento de la Excelent�sima Corte Suprema. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario dar� a conocer los acuerdos de Comit�s. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En sesi�n de hoy, los Comit�s resolvieron, por unanimidad, lo siguiente: 1.- Dedicar la primera hora del Orden del D�a de la sesi�n ordinaria del martes 30 del mes en curso, a tomar conocimiento del informe del PNUD sobre el Desarrollo Humano en Chile. 2.- Destinar un tiempo, despu�s del despacho del proyecto de acuerdo que aprueba el Protocolo de Kyoto sobre el cambio clim�tico, para que el Honorable se�or Silva d� cuenta de los resultados de la Segunda Cumbre Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada recientemente en Madrid. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, adem�s se se�al� que quien habla intervendr� despu�s del Senador se�or Silva. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Efectivamente, tambi�n hubo acuerdo para que Su Se�or�a informe, en seguida, sobre la sesi�n celebrada por la Comisi�n de Miner�a y Energ�a en Chuquicamata. --------------- El se�or HOFFMANN (Secretario).- Ha llegado a la Mesa un oficio suscrito por el Honorable se�or Mu�oz Barra, Presidente de la Comisi�n de Educaci�n, en el cual se solicita recabar el asentimiento de la Sala para que el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que autoriza a erigir un monumento, en la localidad de Isla Negra, en memoria de Pablo Neruda, sea conocido en general y en particular en el primer informe que debe elaborar dicha Comisi�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. Acordado. V. ORDEN DEL D�A PROTOCOLO DE CONVENCI�N MARCO DE NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO CLIM�TICO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Proyecto de acuerdo de la Honorable C�mara de Diputados que aprueba el Protocolo de la Convenci�n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico y sus anexos A y B, adoptado en Kyoto, Jap�n, el 11 de diciembre de 1997, con informes de las Comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y de Relaciones Exteriores. --Los antecedentes sobre el proyecto (2525-10) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 20�, en 30 de agosto de 2000. Informes de Comisi�n: M. Ambiente y B. Nacionales, sesi�n 7�, en 19 de junio de 2002. Relaciones Exteriores, sesi�n 7�, en 19 de junio de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El objetivo principal del Protocolo en informe es establecer, para los pa�ses desarrollados y para aquellos con econom�as en transici�n, compromisos de reducci�n y limitaci�n de emisiones de gases de efecto invernadero, fijando un calendario predeterminado para su cumplimiento. El informe de la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales rese�a el instrumento internacional en comento y describe la discusi�n general y particular producida al respecto, dejando constancia de la inquietud de sus miembros acerca de la situaci�n de los bosques nativos. Con todo, los se�ores Senadores presentes en la Comisi�n, Honorables se�ores Horvath, Pizarro y Stange, aprobaron por unanimidad el proyecto de acuerdo, en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. Por su parte, la Comisi�n de Relaciones Exteriores deja constancia de la discusi�n general y particular habida en su seno sobre el referido Protocolo, ocasi�n en que se escuch� a diversos invitados. El proyecto de acuerdo fue aprobado un�nimemente por sus miembros, Senadores se�ores �vila, Cariola, Mart�nez, Pizarro y Vald�s, en los mismos t�rminos en que lo hizo la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales. Cabe destacar que ambos �rganos t�cnicos, de conformidad a lo establecido en el art�culo 127 del Reglamento, proponen al se�or Presidente que el proyecto de acuerdo sea discutido en general y en particular, a la vez. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En la discusi�n general y particular, tiene la palabra el Honorable se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, como se acaba de consignar, la Comisi�n de Relaciones Exteriores, que tengo el honor de presidir, aprob� por unanimidad el proyecto de acuerdo que nos ocupa. La Convenci�n Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico, que es el antecedente del Protocolo sometido a aprobaci�n, fue adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992, habiendo sido suscrita por Chile durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada ese mismo a�o en R�o de Janeiro. Su objetivo principal es lograr la estabilizaci�n de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atm�sfera a un nivel que impida interferencias antrop�genas peligrosas en el sistema clim�tico, en un plazo suficiente para hacer posible que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio del clima, asegurar que la producci�n de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo econ�mico prosiga de manera sostenible. Por su parte, el Protocolo en estudio fue aprobado durante la Tercera Reuni�n de la Conferencia de las Partes de la referida Convenci�n Marco, en Kyoto, Jap�n, en diciembre de 1997, donde participaron m�s de diez mil delegados. Se trata de un instrumento legalmente vinculante, estructurado sobre la base de un pre�mbulo, veintiocho art�culos y dos anexos, y su aspecto m�s sobresaliente es el establecimiento de compromisos m�s estrictos de reducci�n y limitaci�n de emisiones de gases de efecto invernadero para los pa�ses desarrollados y para aquellos con econom�as en transici�n, con un calendario determinado para cumplirlos. En cuanto al alcance del Protocolo, los mencionados pa�ses acordaron alcanzar la reducci�n conjunta de las emisiones de dichos gases en cinco por ciento bajo los niveles de 1990, para el per�odo de compromisos establecido entre los a�os 2008 y 2012. Otro aspecto importante es la ampliaci�n del listado original de gases por reducir. Asimismo, cabe se�alar que el instrumento contempla el establecimiento de una serie de pol�ticas y medidas para reducir y limitar las emisiones, y la definici�n de los llamados "instrumentos de flexibilizaci�n", que son el mecanismo de desarrollo limpio, la transacci�n de emisiones y la implementaci�n conjunta. Adem�s, el Protocolo hace espec�fica menci�n de los pa�ses en desarrollo -entre los cuales, por cierto, se encuentra el nuestro-, inst�ndolos a fortalecer la implementaci�n de sus compromisos frente a la Convenci�n. Tambi�n se�ala el rol que �stos tienen en la aplicaci�n del ya citado mecanismo de desarrollo limpio -instrumento extremadamente interesante-, que permitir� a las naciones del Anexo B del Protocolo llevar a cabo, en conjunto con los pa�ses en desarrollo, proyectos de reducci�n de emisiones y ganar cr�ditos por tales acciones, mediante la adquisici�n de unidades certificadas de reducci�n de emisiones de gases de efecto invernadero. La implementaci�n de dichos proyectos deber� propender a que las naciones menos desarrolladas alcancen el desarrollo sostenible. En s�ntesis, el Protocolo merece las siguientes consideraciones: 1.- El cambio clim�tico se convertir� en una de las amenazas ambientales m�s importantes durante el siglo XXI. Y Chile podr�a verse muy afectado, puesto que posee varias de las caracter�sticas de vulnerabilidad establecidas en la Convenci�n Marco: zonas costeras bajas; zonas �ridas y semi�ridas; zonas con cobertura forestal y zonas expuestas al deterioro forestal; zonas propensas a los desastres naturales; zonas expuestas a la sequ�a y a la desertificaci�n; zonas de alta contaminaci�n atmosf�rica urbana, y zonas de ecosistemas fr�giles, incluidos los monta�osos. 2.- Las acciones dispuestas en el Protocolo para reducir y estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero tambi�n persiguen como finalidad minimizar los impactos del cambio clim�tico sobre los pa�ses m�s vulnerables. 3.- Asimismo, si las Partes de la Convenci�n desean continuar y robustecer las acciones actuales para enfrentar el problema del cambio clim�tico, se prev� para el futuro una profunda transformaci�n tecnol�gica, especialmente para el mundo en desarrollo. De consiguiente, y ligados a la implementaci�n de medidas de mitigaci�n de impactos, instrumentos legalmente vinculantes como la Convenci�n y el Protocolo, cuando se ejecuten adecuadamente, pueden convertirse en herramientas valiosas para la promoci�n, desarrollo y transferencia de tecnolog�as limpias, que es uno de los objetivos perseguidos. 4.- Por otro lado, Chile es reconocido mundialmente como un pa�s con econom�a creciente, adecuado para explorar oportunidades de mercado y confiable para la inversi�n extranjera. En consecuencia, si bien su nivel de emisi�n de gases de efecto invernadero es muy bajo comparado con el escenario global, se espera que crezca progresivamente, ya que el consumo de energ�a, principal fuente de aqu�llos, es relevante para poder mantener las altas tasas de crecimiento del producto geogr�fico bruto. Adem�s, nuestro pa�s ha establecido est�ndares ambientales exigentes, con el prop�sito de hacer un balance entre crecimiento econ�mico y protecci�n del medio ambiente para las presentes y futuras generaciones. Por lo tanto, la transferencia de tecnolog�as ambientalmente seguras para solucionar los problemas de contaminaci�n local y global ser� importante para cumplir la meta de alcanzar el desarrollo sustentable. La Comisi�n de Relaciones Exteriores invit� a las sesiones en que analiz� el proyecto de acuerdo al Director y al Subdirector de Medio Ambiente de la Canciller�a; al Asesor en Cambio Clim�tico y al Director T�cnico de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente; al Director, al Jefe del Departamento de Oceanograf�a y a la Asesora del Servicio Hidrogr�fico y Oceanogr�fico de la Armada; al Asesor del �rea de Medio Ambiente de la Sociedad de Fomento Fabril; al Gerente de Medio Ambiente de CODELCO, y al Vicepresidente de la Corporaci�n Chilena de la Madera. Todos concordaron en que el Protocolo es beneficioso para Chile; no nos afecta para nada en lo inmediato; afecta a los pa�ses grandes, que deber�n limitar la emisi�n de gases atmosf�ricamente intolerables, y da a nuestro pa�s la posibilidad de tener ventajas, pues posee bosques con capacidad sustancial para generar anticuerpos contra el crecimiento del calor en la atm�sfera. Se trata, pues, de un instrumento interesante, suscrito hasta ahora por 74 pa�ses. Lamentablemente, Estados Unidos no lo ha firmado, pues se niega a reconocer la necesidad de limitar sus emisiones de gases, lo cual ha creado un problema que esperamos sea resuelto oportunamente. En atenci�n a lo expresado, pido al Honorable Senado aprobar el proyecto de acuerdo sometido a su consideraci�n. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, me voy a referir al informe de la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales reca�do en el proyecto de acuerdo que aprueba al Protocolo de la Convenci�n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico y sus Anexos A y B, adoptados en Kyoto, Jap�n, el 11 de diciembre de 1997. En primer lugar, quiero resaltar que el cambio clim�tico no es algo que puede poner en riesgo a nuestro pa�s, sino un fen�meno que ya lo est� poniendo en riesgo. Si uno revisa las situaciones de inundaciones, deshielos, intensidad de lluvias y olas de fr�o que azotan a la zona austral de Chile, debe concluir necesariamente que el clima mundial est� cambiando a ra�z de la liberaci�n hacia la atm�sfera de gases que dan lugar al efecto invernadero, lo cual provoca que el calor que emite la Tierra despu�s de recibir la radiaci�n solar electromagn�tica sea retenido y guardado al igual como sucede en los invernaderos. Este tema ha sido investigado profusamente a nivel internacional, y existen antecedentes objetivos, cient�ficos, que dan cuenta de la existencia del proceso de cambio clim�tico. Ahora, como en todo orden de cosas, tambi�n hay estudios de la misma �ndole que ponen en duda lo anterior. Pero entendemos que, en general, se trata de informes sesgados o con alg�n inter�s econ�mico o pol�tico particular. En ese contexto, los pa�ses se re�nen en 1992 en Nueva York, Estados Unidos, y adoptan la Convenci�n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico, cuyo Protocolo nos ocupa hoy. Luego, en la Cumbre para la Tierra, celebrada en R�o de Janeiro en junio de ese mismo a�o, se suscribe el Acuerdo destinado a frenar la emisi�n de gases a la atm�sfera, para llevarla a los niveles de 1990. Chile incorpora dicho instrumento a su ordenamiento jur�dico a trav�s del decreto supremo N� 123, de 1995. El gas m�s conocido es el anh�drido carb�nico. Sin embargo, igualmente est�n el metano, el �xido de nitr�geno, etc�tera, cuya emisi�n se encuentra resguardada mediante otros instrumentos internacionales -como el Protocolo de Montreal-, por afectar adem�s la capa de ozono. De m�s est� decir que el proceso natural por el cual la Tierra se recupera del anh�drido carb�nico liberado es el conocido e importante proceso de la fotos�ntesis, que, a partir de la combinaci�n de dicho gas con agua y energ�a solar, es capaz de generar, por ejemplo, la glucosa o productos carbonados y la liberaci�n de ox�geno. No obstante, la capacidad del hombre para quemar recursos f�siles y originar otro tipo de gases ha afectado de manera notable al planeta. Estudios concretos se�alan que la temperatura aumentar� en los pr�ximos cien a�os, lo que, entre otras consecuencias, provocar� un derretimiento mayor de los glaciares y, con ello, la subida del mar entre sesenta cent�metros y un metro, en promedio. Si uno revisa el nivel de poblaci�n existente en los bordes costeros, constata que varias agrupaciones radicadas en islas o costas se ver�an pr�cticamente destruidas por esa elevaci�n. As�, la Convenci�n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim�tico se va materializando a trav�s de su Protocolo. Pr�cticamente todos los pa�ses ya son Partes de ella. Sin embargo, al entrar en el �mbito de la reducci�n de la emisi�n de gases con medidas concretas, han surgido algunas dificultades. Los or�genes, fines y alcances del Protocolo se encuentran en la Primera Conferencia de las Partes de la Convenci�n Marco, realizada en 1995 en Berl�n. All� se puso de manifiesto la necesidad de establecer un instrumento jur�dico y mecanismos concretos para cumplir las metas propuestas. Despu�s de tres a�os, se celebr� en Kyoto la Tercera Reuni�n de la Conferencia de las Partes, en la que participaron m�s de 10 mil delegados, entre representantes de gobiernos, de organizaciones internacionales intergubernamentales y no gubernamentales, y de medios de prensa. Concurrieron, tambi�n, m�s de 120 Ministros de Estado. El Protocolo tiene como objetivo establecer compromisos estrictos de reducci�n y limitaci�n de emisiones de GEI para los pa�ses desarrollados y los pa�ses con econom�as en transici�n. Entre ellos se mencionan los siguientes: eficiencia energ�tica; protecci�n y mejoramiento de los sumideros (fundamentalmente, bosques, �reas verdes y plancton marino); promoci�n de modalidades de agricultura sustentable; utilizaci�n de formas de energ�a nuevas y renovables; eliminaci�n y reducci�n de incentivos, exenciones y subvenciones contrarias a los objetivos del instrumento internacional en comento, y recuperaci�n y uso de emisiones de metano, entre otros. Se se�ala que las Partes, adem�s, cooperar�n para mejorar la efectividad de tales medidas. En t�rminos concretos, los pa�ses se comprometen a alcanzar una reducci�n conjunta de las emisiones de gases de efecto invernadero en 5 por ciento bajo los niveles existentes en 1990, para el primer per�odo de compromiso, establecido entre los a�os 2008 y 2012. Esto significa disminuir del orden de mil millones de toneladas de carbono equivalentes en GEI, de las cuales Estados Unidos participa con aproximadamente 400 millones. El Protocolo de Kyoto es conocido m�s por el hecho de que Estados Unidos, primero a trav�s del Senado -all� hubo consenso al respecto- y luego del actual Presidente, se opone a su ratificaci�n. Esa Corporaci�n entiende que pa�ses que se est�n convirtiendo en grandes emisores -es el caso de India, China y Brasil- tambi�n deben suscribir alg�n compromiso de reducci�n. En el caso de la Administraci�n Bush, suma a lo anterior los efectos econ�micos que la aprobaci�n del instrumento va a provocar en esa naci�n. El pa�s del Norte se ha negado en forma bastante escandalosa a firmar el Protocolo de Kyoto. Incluso, el informe de "Acci�n sobre el Clima de los Estados Unidos" recomienda adaptarse a los cambios inevitables m�s que tratar de evitarlos. Y se atreve a se�alar que el calentamiento global implicar� beneficios potenciales, como aumento del desarrollo agr�cola y forestal debido a la mayor duraci�n de las estaciones de crecimiento, mayores lluvias y m�s di�xido de carbono disponible para la fotos�ntesis. Tambi�n indica que algunos bienes y servicios se van a perder por la destrucci�n de los ecosistemas y que ser� imposible recuperarlos. Aqu� hay envuelto no s�lo un elemento econ�mico-ambiental, sino tambi�n un factor moral. En cuanto a Chile, la posibilidad de acceder a uno de los mecanismos de transacci�n de emisiones y a la cooperaci�n para disponer de mecanismos de producci�n limpia, as� como la factibilidad de que nuestros bosques y �reas forestadas sean objeto de transacci�n econ�mica, obviamente, resultan bastante interesantes. Un bosque capta alrededor de 4 toneladas de carbono por hect�rea al a�o. Ello depende del nivel de crecimiento, del tipo de �rboles, del lugar, etc�tera. Pero si se interviene un bosque nativo, se genera una suerte de acrecentamiento de los ciclos de fotos�ntesis. En tal sentido -lo recomienda nuestra Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales-, formulamos un llamado al Gobierno para que d� urgencia al proyecto de ley que permite valorar y desarrollar en buena forma nuestro bosque nativo. De no intervenirlo, se mantendr� en una situaci�n pr�cticamente estable y no actuar� como sumidero. A la fecha, 74 pa�ses han ratificado el Protocolo de Kyoto. Y estimo del caso destacar, por ejemplo, a Jap�n y a la Comunidad Econ�mica Europea. La verdad es que estamos llegando al borde de que ese instrumento tenga aplicaci�n en todo el mundo. A Chile le conviene, por los mecanismos a que podr� acceder. Entonces, parece procedente generar una suerte de presi�n internacional para que ning�n pa�s se reste de la suscripci�n. Por lo anterior, m�s los antecedentes que figuran en el informe, solicitamos a la Sala la pronta aprobaci�n del Protocolo de Kyoto, a fin de que en la pr�xima Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (denominada tambi�n "R�o+10"), que se desarrollar� en Sud�frica en septiembre pr�ximo, Chile llegue -entre otros acuerdos internacionales, legislaciones ambientales y compromisos que asumimos en 1992- al d�a con respecto a los dem�s pa�ses. He dicho. El se�or BOMBAL.- Deseo hacer una consulta, se�or Presidente. El se�or N��EZ.- �Podemos formular preguntas? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or BOMBAL.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or SABAG.- C�mo no. El se�or BOMBAL.- Necesito una precisi�n, se�or Presidente. El Protocolo establece que los l�mites y los plazos para el control de las emisiones deben ser aplicados s�lo a los pa�ses industrializados. En nuestro caso no se fija plazo ni l�mite. �Qu� alcance tiene eso? Los pa�ses no industrializados no tendr�an ning�n l�mite. Entonces, �qu� nos van a imponer a nosotros? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Con la autorizaci�n del Honorable se�or Sabag y la venia de la Mesa, tiene la palabra el Senador se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Nadie nos impone nada. Los pa�ses que no contribuyen al calentamiento no tienen plazo para llegar al l�mite. Los que exceden las emisiones deben bajarlas hasta llegar al nivel de 1990. �sa es su obligaci�n. Nosotros no tenemos ninguna. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tenemos la obligaci�n de no pasar el l�mite. El se�or N��EZ.- Exactamente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, este Protocolo fue adoptado en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Clim�tico realizada en Kyoto, Jap�n, en diciembre de 1997. Se trata de un instrumento legalmente vinculante. Los pa�ses signatarios reconocieron que los cambios de clima del planeta y sus efectos adversos afectan a toda la humanidad, y que las actividades humanas han contribuido a aumentar de manera significativa las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atm�sfera, intensificando a su vez el efecto invernadero natural. Ese fen�meno traer� como resultado un calentamiento adicional de la superficie y de la atm�sfera de la Tierra, que puede alterar negativamente los ecosistemas naturales. Los organismos internacionales competentes han definido "cambio clim�tico" como una variaci�n estad�sticamente significativa en el estado medio del clima o en su variabilidad, que persiste en un largo per�odo, normalmente de d�cadas o m�s. �l puede atribuirse a procesos naturales internos o externos, o a cambios antropog�nicos persistentes. El Protocolo y sus firmantes reconocen que los cambios objeto de �l se deben fundamentalmente a la acci�n del hombre y se atribuyen a sus actividades industriales o procesos productivos. Las principales caracter�sticas del Protocolo son tres: fija un t�rmino de 5 a�os para que los pa�ses desarrollados cumplan los compromisos de reducci�n de emisi�n de gases contaminantes; crea un sistema de sanciones en caso de incumplimiento, y establece mecanismos, como el de desarrollo limpio, a fin de que las naciones desarrolladas puedan cumplir m�s all� de sus fronteras con la reducci�n de emisiones, problema global que afecta a todo el planeta. Resulta evidente que los pa�ses m�s desarrollados son los que m�s contaminan. Las investigaciones actuales han logrado establecer que 25 a 30 por ciento de las emisiones anuales de di�xido de carbono corresponden a Estados Unidos. Luego siguen China, con 15 por ciento; Rusia, con 9 por ciento, y Jap�n e India, con 5 por ciento. Todas esas naciones totalizan cerca de 60 por ciento del total de emisiones. Chile llega a 0,14 por ciento. El cambio clim�tico se manifiesta en el aumento de la temperatura, el incremento en el nivel del mar y la intensificaci�n de eventos clim�ticos extremos, sean �stos precipitaciones o sequ�as. Los impactos esperados en nuestro pa�s son: crecimiento de la aridez, avance del desierto en la zona norte, reducci�n de disponibilidades de recursos h�dricos en la regi�n central, mayores precipitaciones en el sur y aumento de la frecuencia e intensidad del llamado "Fen�meno de la Corriente del Ni�o". Las �ltimas investigaciones han determinado que el incremento de la emisi�n de di�xido de carbono se encuentra asociado a la mayor demanda de energ�a. De ah� los resultados que se presentan actualmente en los pa�ses m�s desarrollados. El Protocolo de Kyoto fomenta proyectos de uso de energ�a limpia o de menos emisi�n; por ejemplo, energ�a e�lica, energ�a solar, uso de combustibles de menor emisi�n en el transporte y mejor eficiencia energ�tica. Tambi�n considera la recuperaci�n de suelos degradados y erosionados, por medio del mecanismo de desarrollo limpio, que crea flujos financieros especiales para el tratamiento de estos objetivos. En el presente a�o el Protocolo ha recibido 53 ratificaciones, de las cuales 52 corresponden a pa�ses en desarrollo. S�lo Chile, Costa Rica, Per� y Brasil no lo han ratificado en Am�rica Latina. Estados Unidos -como se se�al�-, que es el que m�s contamina en el mundo, no ha querido hacerlo por estimar que sus disposiciones lo perjudican y no son equitativas, ya que, por ejemplo, a China, India y Brasil no se les exigen mayores compromisos. Quiero destacar los aspectos m�s positivos del presente instrumento: 1) Es un paso efectivo para disminuir el calentamiento del planeta. 2) Chile es un pa�s muy vulnerable a un eventual calentamiento planetario debido a su larga costa y fr�gil ecosistema de bosques templados. 3) El Mecanismo de Desarrollo Limpio nos permitir�, como pa�s, alcanzar un sistema de producci�n m�s limpio y sostenible. Todo ello, gracias a una transformaci�n tecnol�gica impulsada en el Protocolo que podr� favorecer la producci�n de las peque�as y medianas empresas, posibilitando la ayuda t�cnica y financiera a los pa�ses en desarrollo por parte de los desarrollados. 4) El Protocolo impulsa un uso m�s racional de la energ�a, como se indic�, y el desarrollo de alternativas por medios no tradicionales. En esta l�nea se inscribe un proyecto estudiado por CODELCO para poner en funcionamiento una planta de energ�a e�lica de 40 megawatts de capacidad instalada, formada por alrededor de 45 molinos de viento en la zona de Calama, lo que permitir�a iluminar toda esa ciudad. El estudio de factibilidad est� aprobado y ser� financiado por Estados Unidos, por tanto no significa gasto alguno para el Estado chileno. Si bien CODELCO tiene como giro principal producir cobre y no energ�a, el inter�s se ha despertado gracias al Protocolo de Kyoto. 5) Se posibilitar� el desarrollo de importantes programas educacionales, a fin de inducir una conducta ambientalmente responsable en cuanto al uso de la energ�a. 6) Los sumideros de carbono son favorables al pa�s, ya que Chile absorbe m�s di�xido de carbono que el que produce. 7) El Protocolo instituye un sistema de transacci�n de emisiones, lo que permite la reducci�n de estas emisiones en forma m�s eficiente y econ�mica. 8) Hace posible la ejecuci�n y financiamiento de investigaciones no s�lo -como se indic�- para desarrollar energ�a alternativa, sino adem�s para ampliar y profundizar los potenciales impactos previstos en el Protocolo. 9) Un aspecto interesante es que Chile podr�a optar por realizar proyectos de reducci�n de emisiones o de captura de carbono, y participar en este mercado sin necesidad de reducir emisiones. Adem�s, el pa�s cuenta con significativas reservas forestales que pueden utilizarse como sumideros. En s�ntesis, el Protocolo ha creado importantes sinergias, tanto en la empresa p�blica como en la privada, que permitir�n, en las materias que contempla, avanzar con seguridad y aportar a nuestra capacidad creativa. Este a�o ingresar� a tr�mite legislativo un proyecto, comprendido en la agenda Pro Crecimiento, relativo a los llamados "bonos de descontaminaci�n", con los que se pretende emular a nivel local esta situaci�n internacional. Esta iniciativa podr�a reducir la contaminaci�n en la Capital. Deseo destacar los esfuerzos realizados en estas materias por el "Taller del Parlamento Latinoamericano sobre Cambio Clim�tico", celebrado en Buenos Aires, y por nuestra Canciller�a en el "Primer Seminario sobre Pol�tica Exterior y Medio Ambiente", realizado en Santiago. Ambos foros nos han permitido un mejor conocimiento del Protocolo de Kyoto y sus aplicaciones, y fueron apoyados por el Programa de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas. Votar� favorablemente este proyecto de acuerdo, en la convicci�n de que sus disposiciones ser�n favorables para Chile y de que permitir�n resguardar con mejores instrumentos el medio ambiente nacional y mundial. Gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vega. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, las opiniones vertidas por los se�ores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra constituyeron los fundamentos tenidos en vista cuando se analiz� el Protocolo en la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales. Sin embargo, hoy la situaci�n ha cambiado dram�ticamente. La no ratificaci�n por Estados Unidos de este Protocolo, en realidad, le saca la pata principal a la mesa. Es como si en 1946 � 1947 se hubiese retirado de la naciente Organizaci�n de las Naciones Unidas. Como muy bien se ha se�alado, la atm�sfera terrestre pudo generar vida gracias al efecto invernadero. En esta atm�sfera hay un equilibrio muy fino de los gases que la componen: entre los principales se encuentran el di�xido de carbono, el metano, el ozono, el �xido de azufre, etc�tera. Si cualquiera de ellos altera su densidad, y por lo tanto su equilibrio con los dem�s, se produce un trastorno irreversible. Dicho trastorno obedece al aumento de las emisiones, principalmente de di�xido de ozono y ozono, los que fueron considerados tanto en el Protocolo de Montreal cuanto en el de Kyoto. Estados Unidos fue el principal gestor del Protocolo de Kyoto, y originalmente, junto a los principales emisores, se comprometi� a reducir los indicadores respectivos. Porque todos estamos muy conscientes -y se ha comprobado cient�ficamente- de que el gran desarrollo industrial del mundo es el causante de este desequilibrio que hace posible a la naturaleza generar el efecto invernadero. El se�or ZURITA.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or VEGA.- Con mucho gusto, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, deseo plantear algunas interrogantes. Se dice que estos monstruos de la industrializaci�n est�n haciendo cambiar al mundo. �Ser� verdad? Cuando Cat�n, en el Senado romano, para impulsar las Guerras P�nicas, mostr� higos frescos tra�dos desde Cartago, no exist�a el desierto de Sahara. Pero ahora existe. �Lo cre� una multinacional? �No, se�or! Las vegetaciones que se encuentran debajo del hielo ant�rtico y que corresponden a bosques templados, �se congelaron por culpa de la industrializaci�n? La desaparici�n de animales salvajes, que se hallan fosilizados en el subsuelo de Europa y que hoy s�lo se hallan vivos en los tr�picos, �tambi�n fue obra del recalentamiento? Si es as�, cabr�a suponer que el "acto cultural" del domingo tambi�n fue fruto del recalentamiento... �sas son mis dudas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Senador se�or Vega. El se�or VEGA.- El Honorable se�or Zurita tiene mucha raz�n. Los ciclos t�rmicos de glaciaci�n obedecen a cambios en la inclinaci�n del eje terrestre en 3 grados cada 64 mil a�os. Se trata de fen�menos naturales, y en el tiempo que medi� entre ellos se gener� la vida. Y esos recalentamientos puntuales de los �ltimos tiempos en Chile pueden representarse por el aumento de una curva muy especial. Es verdad: hay ciclos naturales, pero los estamos alterando. Ello constituye la preocupaci�n de cient�ficos y pol�ticos en el mundo. En realidad, en 50 mil, 60 mil o 2 mil a�os los ecosistemas se adaptan a tales ciclos. Pero ahora se trata de cambios mucho m�s violentos y puntuales, a los cuales los ecosistemas no podr�n ajustarse, con la consiguiente p�rdida de los fundamentos que permiten sobrevivir a los pueblos del mundo, no s�lo a nosotros. Mediante el Protocolo de Kyoto, los pa�ses m�s importantes se comprometieron a reducir sus emisiones de gases: por ejemplo, Estados Unidos con 7 por ciento, la Uni�n Europea con 8 por ciento y Jap�n con 6 por ciento. Adem�s, el Protocolo contempla tres mecanismos esenciales. Y aqu� Chile puede entrar al comercio de las emisiones: se produce 30 por ciento de emisiones en Chicago -zona metal�rgica norteamericana- y se compra emisi�n cero en Puerto Montt. Entonces, en vez de que Estados Unidos gaste 200 mil millones de d�lares en disminuirlas, con los consiguientes problemas econ�micos -entre ellos, el desempleo- y pol�ticos, es mucho m�s f�cil comprar por cien millones los bosques naturales del sur de Chile. Por esa raz�n -seguramente-, el se�or Tompkins ya adquiri� 400 � 500 mil hect�reas a determinado precio, que despu�s comprometer� por cien a�os mediante estas transacciones de emisiones. Por lo tanto, el problema es muy fino en este aspecto. Los pa�ses industrializados, para aminorar los compromisos que este Protocolo les impone, van a transar sus emisiones con pa�ses en desarrollo. Ya se vendi� todo el este boliviano (en Santa Cruz de la Sierra se han enajenado cientos de miles de hect�reas a un d�lar, por corresponder a emisi�n cero). Costa Rica tiene el 80 por ciento de sus bosques ya comprometidos con la Uni�n Europea, y no los podr� tocar en los pr�ximos cien a�os. El bosque es s�lo una parte del problema. Hay muchos otros factores que se deben considerar, sobre todo en las emisiones derivadas del consumo de combustibles, campo donde Chile est� dando pasos bastante acertados al convertir veh�culos a bencina en a gas. En la Uni�n Europea, por ejemplo, se han implementado normas para las certificaciones t�cnicas, que ser�n muy complejas, m�xime cuando un pa�s trate de imponer sus restricciones internas para efectuar sus propias reducciones, como lo est� llevando a cabo Estados Unidos. En este �ltimo pa�s, la Agencia de Protecci�n Ambiental aprob� una norma definitiva para reducir las emisiones de diesel que producen buses y camiones. Ello es parte de una doble estrategia para mejorar los motores de los veh�culos y las condiciones t�cnicas. Por ese motivo, me parece preocupante la ausencia de Estados Unidos en este Protocolo. Fue su gran gestor. Sin embargo, ahora aduce que ha generado un programa interno de disminuci�n de sus propias emisiones. Por supuesto, se trata de un gran pa�s. Tiene los recursos para hacer sus propias definiciones internas desde el punto de vista t�cnico. Es probable que logre mucho m�s �xito si no tiene la obligaci�n puntual de reducir sus emisiones en 5 por ciento entre los a�os 2008 y 2012. Se estima que, tomando sus propias decisiones, se podr� actuar conforme a las mismas pol�ticas del Protocolo de Kyoto, pero con mucho mayor racionalidad. Ahora bien, para Chile, como pa�s en desarrollo, el Acuerdo puede generar algunas ventajas v�a intercambio de emisiones transables. Sin embargo, tambi�n puede hacerlo sin recurrir a sus cl�usulas. No hay ninguna necesidad de apresurar la adopci�n de decisiones pol�ticas, pues el pa�s puede generar programas de intercambio sin necesidad del Protocolo, como el Programa de Energ�a E�lica de CODELCO -que se�al� el Senador se�or Sabag-, con apoyo del Banco Mundial. Se trata de un proyecto important�simo, mediante el cual se est�n reduciendo emisiones mineras en forma sustancial y generando energ�a para consumo propio. Asimismo, se est� aplicando una ley sobre medio ambiente muy interesante y un programa de descontaminaci�n de Santiago; y se ha implementado una serie de medidas puntuales para el transporte. En fin, Chile, desde el punto de vista local, interno, ha adoptado decisiones -que el Protocolo todav�a no considera- que permitir�n mayor racionalidad en cuanto a las emisiones. Nuestro pa�s es uno de los que han evidenciado una preocupaci�n muy t�cnica y eficiente respecto al equilibrio y cuidado del medio ambiente, generando, por lo tanto, un desarrollo muy inteligente y sustentable. Se�or Presidente, aunque apoy� la aprobaci�n de este instrumento internacional cuando se discuti� en la Comisi�n de Medio Ambiente, debo se�alar que, a la luz de la nueva actitud de Estados Unidos -que se traduce en la ausencia de un socio importante, responsable del 30 por ciento de la contaminaci�n-, se debilita enormemente. Ya no habr� una autoridad importante en este Acuerdo, excepto la Uni�n Europea. Pero Estados Unidos es Estados Unidos. Y al tomar esa determinaci�n se bas� en razones t�cnicas y pol�ticas que apuntan a defender sus propios intereses, lo que tal vez nuestro pa�s tambi�n podr�a pretender hacer. Por ello, sugiero que este proyecto de acuerdo, que resultaba muy interesante con la ratificaci�n de Estados Unidos, vuelva a las Comisiones de Medio Ambiente y Bienes Nacionales y de Relaciones Exteriores para analizarlo. Como no hay apuro en tomar definiciones pol�ticas, ser�a interesante que lo estudi�ramos... El se�or SILVA.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or VEGA.- Con la venia de la Mesa, por supuesto, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, s�lo quiero recordar al se�or Senador que hace m�s o menos tres meses, cuando se anunci� que Estados Unidos tomar�a la determinaci�n de oponerse al Protocolo de Kyoto, me permit� hacer una larga intervenci�n en la Sala para explicar las razones que, a mi juicio, permit�an formular una cr�tica a esa posici�n. En aquella ocasi�n, la Sala, por unanimidad, apoy� mis planteamientos y acord� enviar copia de ellos al Senado de Estados Unidos -como consta, naturalmente, en el oficio respectivo-, para que tomara conocimiento de la postura adversa del Senado chileno a las pretensiones de ese pa�s. Lo se�alo, se�or Presidente, para los efectos de la intervenci�n de Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera la palabra el Senador se�or Vega. El se�or VEGA.- Considero muy interesante y sensible el tema. Y como creo que no hay un apuro letal para adoptar una decisi�n de esta naturaleza, valdr�a la pena reanalizar la materia sobre la base de una macroestrategia nacional propia. Por �ltimo, deseo manifestar que estoy muy de acuerdo con algunos planteamientos generales. Soy un convencido de que debe protegerse nuestro medio ambiente, nuestra atm�sfera. Y para ello se cuenta con programas adecuados para avanzar en el desarrollo del conocimiento puntual acerca del equilibrio de los gases de efecto invernadero, y hay proyectos espec�ficos propios, por ejemplo, para el catastro de la capa de ozono. Es decir, a nivel local se ha hecho un buen trabajo y se han implementado muy buenas pol�ticas. En mi opini�n -reitero-, esta materia requerir�a ser discutida nuevamente. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Moreno. El se�or MORENO.- Se�or Presidente, este tipo de convenciones marco de las Naciones Unidas constituye una de las que se est� forzado a suscribir sin ver claramente sus beneficios. Si se analiza tanto la informaci�n entregada como la discusi�n de las Comisiones, queda de manifiesto la ausencia de, al menos, cuatro de los pa�ses con mayor superficie de la Tierra: Estados Unidos, Brasil, China e India. Entonces, cabe preguntarse: �de qu� se est� hablando? Hablamos de una iniciativa loable, de la constataci�n emp�rica (o semiemp�rica) de un fen�meno global, como es el efecto invernadero, y sus consecuencias negativas; pero tambi�n se habla de la determinaci�n de important�simas naciones que dicen: "No me someto a ninguna regla; no acepto ser part�cipe de este Acuerdo". Y dan sus razones. Algunos, aducen cuestiones de soberan�a nacional. Otros, como Brasil y los denominados "pa�ses islas" �que se caracterizan, como bien se�ala el informe, por tener importantes poblaciones ubicadas en territorio costero-, no aceptan que alguien regule lo que deben hacer con sus bosques, como los del territorio amaz�nico en Brasil. Por lo tanto, se est� ante una situaci�n en donde uno se siente disminuido. Es la sensaci�n que tengo como Senador al concurrir a este debate. Hay un Protocolo que, por cierto, no ha sido suscrito por los pa�ses m�s grandes. Y probablemente no lo har�n, porque han sostenido claramente que ello atenta contra su desarrollo industrial. M�s a�n, hay una cl�usula en extremo discutible, que es precisamente la denominada "transacci�n de emisiones". Para que comprendamos claramente qu� se entiende por tal, el pa�s grande y desarrollado que no quiere ser sometido a control, compra a uno chico y pobre el derecho a contaminar, pero no a su cargo, sino al de la naci�n peque�a. Y si se ensucia el planeta la culpa no es del primero, sino del segundo. En eso consiste la transacci�n de emisiones, lo cual, obviamente, no es justo ni correcto. Es como la vieja teor�a sustentada en el tema medioambiental, afortunadamente desechada: el que contamina, paga. Es decir, el que m�s ten�a, m�s contaminaba porque no le importaba pagar, pues en �ltimo t�rmino lo recuperaba por otra v�a. Y al final se destru�a el medio ambiente. Por lo tanto, me voy a someter a la evidencia, que no puedo negar. Dar� mi voto favorable, pero no estoy a gusto haci�ndolo, lo que declaro y dejo constancia de ello en el Senado. Porque �ste no ser� un Convenio de ejecuci�n mundial; no la va a tener. Por consiguiente, estaremos ante una situaci�n tal que deberemos quejarnos ante los m�s poderosos, porque ellos tienen una estrategia de desarrollo distinta. Y tendremos que autoimponernos condiciones de regulaci�n, someternos a inspecciones que vendr�n de afuera, allanarnos a que nos lleven a los foros internacionales a ver c�mo nos estamos comportando respecto de este Protocolo, a sabiendas de que los que debieran formar parte de �l no estar�n. Deseo que quede constancia de esto, pues pienso que debemos empezar a cambiar un poco nuestra actitud. No por suscribir todos los protocolos al pa�s le va bien. No. Debe adherir a los que le convienen. Y �ste es uno que te�ricamente favorecer�a a Chile, si todos los pa�ses lo firmaran. Pero no creo que le resulte muy ventajoso si los m�s grandes se van a restar de �l o ya lo han hecho. Con estas prevenciones, doy mi voto favorable al proyecto de acuerdo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or N��ez. El se�or MART�NEZ.- �Me concede una interrupci�n, Honorable colega? El se�or N��EZ.- Con mucho gusto, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or MART�NEZ.- Agradezco al Senador se�or N��ez su deferencia. Ser� muy breve. Dados los planteamientos que se est�n haciendo, echo de menos la presencia de alguien del Ministerio de Relaciones Exteriores. No hay nadie. Y me llama la atenci�n, porque �ste es un tratado marco important�simo. Ya hemos escuchado la opini�n de los se�ores Senadores, pero no est�n los representantes de la Canciller�a y quiero que quede constancia de ello. Muchas gracias por la interrupci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el Honorable se�or N��ez. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, creo que hizo bien el Senador se�or Silva al recordarnos que el Senado ya tom� una resoluci�n sobre la materia. Resulta que esta Alta C�mara un�nimemente, hace mucho tiempo, se�al� que Estados Unidos estaba cometiendo �no lo dijo en estos mismos t�rminos, sino que son expresiones m�as-, en el largo plazo, un acto de terrorismo incalificable contra el planeta y los seres humanos. Porque el pa�s del norte, que tiene 6 por ciento de la poblaci�n del mundo, emite el 20 por ciento de los gases m�s contaminantes, que son todos los de origen humano, por lo dem�s. En el Protocolo de Kyoto no se consideran otros que s� emitimos nosotros. Por eso quiero referirme al esfuerzo que estamos haciendo al respecto. Chile no es un pa�s pasivo sobre esta materia, sino que extraordinariamente responsable. Lo importante es se�alar que los irresponsables del planeta son los Estados Unidos. Y es bueno que a prop�sito de este Tratado ratifiquemos lo que planteamos la vez anterior, criticando la conducta norteamericana, que no es la que han tenido los europeos. Creo que no se refiri� a estos �ltimos el se�or Senador que dijo que todas las naciones industrializadas, de hecho, no han aprobado el Protocolo de Kyoto. No es as�. Todos los pa�ses de Europa lo ratificaron, y pr�cticamente estamos hablando de un n�mero importante de naciones desarrolladas, que entre 2008 y 2012 reducir�n �algunas ya lo han anunciado- en no menos de 5 por ciento sus emisiones. De modo tal que los pa�ses que est�n en deuda con el planeta y con el ser humano son Estados Unidos, Rusia y China, los mismos que, efectivamente, no tienen intenci�n alguna de ratificar este instrumento internacional. El problema radica en que la negativa de Estados Unidos para nosotros es muy grave, porque sus emisiones est�n provocando el derretimiento de Groenlandia, y seg�n investigaciones de la NASA, de parte importante de Alaska. �Qu� significa que el nivel del Pac�fico aumente de 0,09 hasta 0,88 metros? Que desaparecer� gran parte de las costas de Am�rica del Sur, del Norte y de Centroam�rica. Chilo� tambi�n resultar� afectado. �stos son datos precisos de las �ltimas reuniones intergubernamentales que se han celebrado bajo el patrocinio de Naciones Unidas. As� que no se trata de algo balad�. El a�o 2010 es altamente probable que el oc�ano Pac�fico aumente su nivel en 88 cent�metros. �sos son los acuerdos de mil cient�ficos que han trabajado en el tema. A nosotros nos afecta, porque tenemos 4 mil kil�metros de costas sobre el Pac�fico. Y �sta es una alteraci�n provocada por el ser humano. No se trata de los cambios regulares que suceden en el planeta. Porque, efectivamente, su eje sobre el plano de la el�ptica cambia cada 100 mil a�os, lo que causa las transformaciones que conocemos. Pero la que se est� produciendo ahora es provocada por el ser humano, lo cual absolutamente nadie puede refutar. En consecuencia, considero muy importante que se sepa lo que estamos haciendo. Chile realiz� un gran esfuerzo en una empresa del Estado, ENAMI, que invirti� hace pocos a�os m�s de 200 millones de d�lares para evitar que siguiera emitiendo gases a la atm�sfera. Reitero: esta naci�n peque�a, cuyas emisiones inciden en 0,08 del total de la contaminaci�n del planeta, hizo el esfuerzo de invertir m�s de 200 millones de d�lares en una empresa p�blica (ENAMI) para no enviar m�s gases a la atm�sfera. Adem�s, CODELCO-Chile (luego dar� cuenta de la visita que hicimos hace pocos d�as a Chuquicamata) est� haciendo lo propio por modernizar su refiner�a y fundiciones con el objeto de no emitir algunos gases que est�n contemplados en el Protocolo de Kyoto. Se trata de 5 mil millones de d�lares. �Acaso Estados Unidos no puede invertir de aqu� al 2008 una cantidad similar, o la que corresponda al tama�o de su econom�a, para los efectos de reducir en 5,2 por ciento sus emisiones? Lo cierto es que resulta inaceptable desde el punto de vista de la l�gica. Creo que hablar del pa�s del norte es injusto, porque quien tom� la determinaci�n de no ratificar el Protocolo de Kyoto fue el Gobierno del se�or Bush. No son los Estados Unidos, donde se ha levantado una fuerte ola de protesta contra la determinaci�n de su Administraci�n, que en este momento se halla comprometida en una lucha contra el terrorismo, en lo que la hemos acompa�ado todos los pa�ses del mundo. Y resulta que dicho Gobierno no es capaz de ratificar algo que es fundamental para econom�as d�biles como la nuestra. Asimismo, es muy importante establecer lo siguiente respecto del Tratado: que Chile est� cumpliendo y, de alguna manera, limitando su propio desarrollo. Si nuestro pa�s fundiera y refinara todo el cobre en su territorio (alrededor de 38 por ciento de la producci�n mundial), tendr�a que hacerlo a un costo muy alto para los efectos de no afectar los l�mites fijados en el Protocolo de Kyoto. Si as� fuera, nos transformar�amos en un gran emisor de gases. Pero resulta que no estamos haciendo eso. Por el contrario, el pa�s est� tratando de limitar la emisi�n de gases a la atm�sfera, cuesti�n que no hacen en la misma magnitud ni Rusia ni China, ni fundamentalmente los Estados Unidos. Por �ltimo, es muy importante que se sepa que no es neutro, sino relevante para Chile, que ratifiquemos lo ya acordado, en el sentido de enviar al Senado norteamericano nuestra m�s formal protesta por el hecho de que el Gobierno del se�or Bush tom� la determinaci�n de no reconocer lo que Administraciones anteriores hab�an tratado de impulsar, y que, lamentablemente, no se comprometi� a hacerlo posteriormente. En consecuencia, creo que el tema es muy de fondo para Chile, particularmente por su situaci�n geogr�fica. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Coloma. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, en forma m�s bien breve, quiero plantear un �ngulo distinto del tema con relaci�n a distintos acuerdos que adopt� la Uni�n Interparlamentaria, en Marrakech, el 22 de marzo pasado, y que precisamente tienen por objeto buscar apoyo parlamentario al Protocolo de Kyoto. En mi calidad de Presidente de la Comisi�n de Educaci�n, Ciencia, Tecnolog�a y Medio Ambiente, me correspondi� dirigir el debate. Y quiero simplemente compartir tres reflexiones vinculadas al Protocolo de Kyoto, que pueden ser �tiles. En primer lugar, compartiendo algunas expresiones del se�or Senador que me precedi�, creo que, en general, hay cierta frustraci�n con relaci�n al enfoque adoptado en la materia respecto de las grandes y peque�as naciones. No es un sentimiento exclusivo de Chile, porque, junto a distintos parlamentarios del mundo, concluimos en lo complejo de hacer legislaci�n beneficiosa, en teor�a, pero dif�cil de implementar, en la pr�ctica, por la falta de acuerdos. Es cierto �y hay que ser franco- que a�n quedan temas en discusi�n. El calentamiento del planeta es un asunto relativamente discutible hasta el d�a de hoy, a pesar de que los indicadores de los �ltimos cincuenta a�os -en esto concuerdo con el Honorable se�or N��ez- parecen comprobar que s� existe un proceso medible en tal sentido. La respuesta a la pregunta �cu�nto ha avanzado este fen�meno? es menos clara, pues hay planteamientos en una y otra direcci�n. La tercera interrogante es, quiz�s, la m�s dif�cil de resolver: �es da�ino para la vida?, o �puede obedecer a un proceso natural? En esa oportunidad, diversos parlamentarios, b�sicamente de pa�ses vinculados a Estados Unidos, como Canad�, plantearon que los mismos resultados que hoy se presentan como indicadores de ese eventual calentamiento pudieron tener su origen en fen�menos de hace 2 mil o 5 mil a�os, seg�n los lugares, continentes u oc�anos de que se trate. O sea, estas materias no son tan precisas. Sin embargo, no por la falta de precisi�n absoluta, cabe marginarse de una iniciativa de este tipo. En todo caso, hago presente que la aprobaci�n o la negativa del Convenio por parte de otros pa�ses se debe no a decisiones arbitrarias, sino a an�lisis distintos de la realidad. Por otro lado, me interesa aportar al debate una serie de otras iniciativas primordiales relacionadas con el Protocolo de Kyoto, planteadas en la referida Conferencia, donde se invit� a los distintos Estados a asumirlas paralelamente. Me referir� a tres recomendaciones. En primer lugar, el documento de la Uni�n Interparlamentaria, en su n�mero 21, invita a los Estados a promover la adopci�n del marco adecuado para fomentar la innovaci�n tecnol�gica y social que haga posible la materializaci�n del progreso econ�mico necesario para hacer frente a la pobreza y mejorar el nivel de vida, sin dejar de respetar los l�mites que impone el medio ambiente. Esto, a mi juicio, es importante, porque nada se saca con fijar protocolos que entreguen un marco de acci�n, si paralelamente no se generan incentivos que tecnol�gica y socialmente permitan derrotar la pobreza sin afectar gravemente el entorno natural. Estas materias se debaten aqu�, en Europa, en Asia, en todos los lugares. En tal sentido, cuando se aprueba un Protocolo que, se sabe, no se aplicar� en la mayor�a de los pa�ses, �qu� hacer para que esos temas paralelos, como el desarrollo y la pobreza, se puedan resolver? La Uni�n Interparlamentaria nos hace una invitaci�n al respecto, la cual transmito al Senado. La segunda sugerencia de la reuni�n precitada anima �y esto fue un�nime- a los Estados, en particular a los desarrollados �pero tambi�n al nuestro-, a utilizar herramientas de mercado para promover la inversi�n en tecnolog�as vinculadas a energ�as alternativas, as� como a promover las pr�cticas ecol�gicamente sostenibles en general, incluidas las medidas encaminadas a fomentar entre los consumidores la consideraci�n de los costes medioambientales al adoptar decisiones de compra. Se trata de otro punto tambi�n relevante. En estos temas s� podemos como pa�s evolucionar hacia incentivos de mercado para impulsar el uso de energ�a alternativa, sobre lo cual existe un gran vac�o en nuestra legislaci�n. La tercera recomendaci�n que deseo destacar, m�s all� de lo que se plante� anteriormente �insisto en que estos planteamientos se acordaron por unanimidad-, es la que insta a los Estados a aplicar el principio de "quien contamina, paga" y el de precauci�n. Agrego estos tres elementos al debate, pues me parecen importantes. Si bien aqu� estamos hablando b�sicamente del apoyo parlamentario al Protocolo de Kyoto, hay que entender que esto se inserta en una materia mucho m�s amplia, que tiene que ver con la degradaci�n mundial del medio ambiente y los compromisos que las distintas naciones van asumiendo en funci�n del objetivo primordial. Por eso, se�or Presidente, sin expresar entusiasmo, aprobar� el Protocolo de Kyoto. Reitero que una genuina preocupaci�n por el tema necesariamente va asociada a otros aspectos, que podemos analizar como parlamentarios. �stos, b�sicamente, tienen que ver con la inversi�n en innovaci�n tecnol�gica y social, con utilizaci�n de energ�as alternativas y con los principios de precauci�n y de "quien contamina, paga". As� lo plantearon los parlamentarios del mundo reunidos hace pocos d�as. Considero necesario tomar en cuenta estas recomendaciones no solamente para aprobar el Convenio, sino que para seguir trabajando en la materia. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, solamente deseo hacer dos reflexiones. Primero, tengo la impresi�n de que, a estas alturas, la evidencia cient�fica mundial es un�nime en concluir que la saturaci�n de emisi�n de gases est� produciendo cambios clim�ticos a nivel global. Este asunto se viene discutiendo en sedes acad�micas desde hace muchos a�os. Las previsiones, en general, se han cumplido, tanto sobre el derretimiento de hielo cuanto respecto de la elevaci�n en el nivel de los mares. Lo mismo ha ocurrido con los anuncios hechos durante muchos a�os con relaci�n a que vendr�a un periodo de transformaciones e inestabilidades clim�ticas muy bruscas. Incluso, esto lo hemos vivido en el pa�s. Tanto es as� que el mes pasado el propio Gobierno norteamericano reconoci�, por primera vez, la validez cient�fica de lo que hay detr�s de aquello que se ha venido conceptualizando como cambio global. Entonces, tengo la impresi�n de que el debate sobre la existencia de un efecto espec�fico de las emisiones de gases en cambios clim�ticos de alguna significaci�n, es un asunto claro. En consecuencia, estimo que �ste es uno de los puntos que no s�lo como pa�s, sino como comunidad internacional, debe preocuparnos, porque, evidentemente, la soluci�n es global, al igual que muchos problemas que afectan hoy a la humanidad y a distintos pa�ses del mundo. Desde ese punto de vista, considero que Chile -no con poco entusiasmo- deber�a apoyar el Acuerdo como parte de una pol�tica internacional activa en temas globales, serios y que nos comprometen. Segundo, el argumento que se da a veces para restar importancia al Protocolo es decir "por qu� nosotros adherimos, si otras potencias grandes no lo hacen". En mi opini�n, ese debate debe realizarse m�s a fondo, pues hay poderes mundiales que no s�lo en esta materia, sino que en todas, se resisten en general a suscribir compromisos que los obliguen a nivel global. Y claramente �se es el caso de Estados Unidos, que, adem�s de no firmar el Convenio de Kyoto, tampoco aprob� el del Tribunal Penal Internacional. De igual forma, China Popular no suscribi� este Protocolo, as� como tampoco una serie de otras iniciativas. La naci�n norteamericana incluso no firm� el de la OIT. Sin perjuicio de ello, obviamente su legislaci�n interna est� completamente en l�nea con las recomendaciones de dicha Organizaci�n, m�s incluso que la chilena. Pero nosotros aprobamos el Acuerdo de la OIT y ellos, no. Y eso no se debe a que est�n en desacuerdo con la normativa laboral, sino, m�s bien, al principio de no ceder soberan�a nacional en ning�n �mbito. De hecho, hoy d�a aparece en la prensa el debate sobre la pretensi�n de Estados Unidos para que sus tropas en Europa no queden sujetas a la jurisdicci�n del Tribunal Penal Internacional. China tiene una pol�tica similar y la India tambi�n aspira a un cierto estatus de gran potencia. El tema es que nuestra pol�tica es distinta de la de esas naciones, pues, como pa�s peque�o, s� nos interesa un orden jur�dico internacional que regule asuntos tanto del �mbito universal como nacional. Cabe tener presente que en varios de estos pa�ses renuentes a un orden jur�dico m�s estricto -no es casualidad que Estados Unidos sea la principal potencia de la Tierra; se pueden entender las razones- hay opini�n p�blica interna, existe democracia y m�s de una sola opini�n. Por tanto, debemos pensar el punto como batallas pol�ticas que se dan a nivel global. A mi juicio, por peque�os que seamos, hemos de participar en ellas. En ese sentido, anuncio mi voto favorable al Protocolo, con m�s entusiasmo que el de mi colega por la Regi�n del Maule, porque creo que satisface el mejor inter�s nacional y el de pa�ses como el nuestro, pues el amparo jur�dico internacional obviamente sirve mucho m�s a los d�biles que a los poderosos. �stos no lo necesitan, mucho menos la primera potencia militar del planeta, o sea, Estados Unidos. Sin embargo, hay fuerzas en esa naci�n disponibles para discutir un orden internacional m�s razonable y justo. Por ello, debemos trabajar en tal direcci�n e incorporarnos activamente como pa�s a esos debates, que constituyen una parte muy sustantiva de los que habr� en el siglo XXI, cuando la pol�tica ya no est� restringida al �mbito nacional, porque un conjunto de problemas carecen de soluci�n. Me parece que ello debe ser parte de una concepci�n moderna de la pol�tica en un pa�s peque�o pero muy abierto como Chile. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar� el proyecto de acuerdo. El se�or VEGA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, s�lo deseo se�alar que no se puede dudar de las cifras. Las emisiones de gases fueron comprobadas cient�ficamente. Cada part�cula de ozono, de di�xido de carbono, etc�tera, ha sido medida por metro c�bico, latitud, longitud, hora del d�a, etc�tera. Por lo tanto, no hay duda alguna de que el desequilibrio se est� generando debido a una causa t�cnica producida por el ser humano. Esto figura en todos los informes de Naciones Unidas. Por tal raz�n, me voy a abstener. --Se aprueba en general y particular el proyecto de acuerdo, con la abstenci�n del Senador se�or Vega. ACUSACI�N DE PRODUCTORES ESCOCESES E IRLANDESES CONTRA INDUSTRIA SALMONERA CHILENA POR DUMPING. PROYECTO DE ACUERDO El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa dos proyectos de acuerdo, relativos a la acusaci�n de dumping efectuada contra empresas salmoneras chilenas. El primero de ellos fue suscrito por los Honorables se�ores Larra�n, Stange, Orpis, Fern�ndez, Coloma, Chadwick, Bombal, Novoa, Arancibia, Cariola y se�ora Matthei. El segundo proyecto se encuentra firmado por los Honorables se�ores Moreno, Zald�var (don Adolfo), Pizarro, Cordero, Vald�s, Zald�var (don Andr�s), Cariola, Romero, N��ez, Vega, Ruiz (don Jos�), Mu�oz Barra, Prokurica, Silva, Naranjo, Ominami, Parra, Frei (do�a Carmen), Zurita, Larra�n, Fern�ndez, Orpis, Mart�nez, Coloma, Horvath, Canessa y P�ez. Asimismo, ha llegado a la Mesa un acuerdo de la unanimidad de los Comit�s, en el cual se propone votar de inmediato tales proyectos, ya que, conforme al Reglamento, deber�an quedar para el Tiempo de Votaciones de la sesi�n ordinaria de ma�ana. El se�or LARRA�N.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, nosotros redactamos nuestro proyecto sin imponernos de que la Comisi�n de Relaciones Exteriores estaba elaborando otro. Como entendemos que los objetivos de ambos son los mismos, no queremos hacer cuesti�n al respecto. Nosotros quisimos presentar igualmente el nuestro para dejar testimonio de la posici�n que al respecto tenemos. Sin embargo, lo consideramos fusionado -por as� decirlo- con el de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, el que hacemos nuestro. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habr�a acuerdo, en todo caso, para incorporar las firmas del primer documento suscrito por un grupo de Senadores al formulado por la Comisi�n de Relaciones Exteriores, en el entendido de que ambos proyectos de acuerdo tienen la misma finalidad. Tiene la palabra el Honorable se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, me alegro mucho de que haya un criterio uniforme en un determinado texto sobre el particular. En la ma�ana de hoy la Comisi�n de Relaciones Exteriores celebr� una sesi�n a la cual asistieron diversos se�ores Senadores, el Director Econ�mico de la Canciller�a, algunos funcionarios de dicho Ministerio y el Directorio de la Asociaci�n de Productores de Salmones. En ella se inform� acerca de la acusaci�n de dumping formulada por Escocia e Irlanda ante la Comisi�n de Dumping de la Comunidad Europea en contra de la industria salmonera chilena. Por el momento, no es un problema t�cnico, sino pol�tico por parte de dichas naciones. Ello, a nuestro juicio, constituye una situaci�n muy delicada. Porque si la resoluci�n de dicha comisi�n �que debe ser adoptada en el presente mes de julio- es favorable a los demandantes, se tramita a un organismo t�cnico, donde hay probabilidades de que se sancione a Chile y se le elimine del mercado europeo por cinco a�os, lo que tendr� para nosotros repercusiones muy importantes. Tal medida �que no se podr�a modificar- significa excluir por dicho lapso como competidora en ese mercado mundial a la industria salmonera nacional, en circunstancias de que nuestro pa�s -que al parecer afecta en alguna forma a los productores de esas naciones- es el �nico que provee a la comunidad europea de salm�n congelado, y s�lo ocupa 5 por ciento del mercado europeo. Si Escocia e Irlanda logran concretar la acci�n se�alada o imponer tasas arancelarias que impidan a nuestra industria salmonera comercializar su producto, Chile quedar�a excluido del mercado europeo. No existe ninguna raz�n t�cnica que avale esa situaci�n. La informaci�n de que disponen los salmoneros chilenos es que hay una maniobra pol�tico-t�cnica para eliminarlos de la competencia antes de que Chile ingrese al mercado europeo, conforme al acuerdo suscrito con la Uni�n Europea. Por lo tanto, como es un problema eminentemente �reitero- pol�tico, hubo acuerdo un�nime en la Comisi�n para que el Senado manifieste su protesta frente a un acto que carece de todo sustento t�cnico y que constituye un atropello al derecho futuro de Chile, pues genera dificultades a la exportaci�n de un producto que nuestro pa�s genera, sin riesgo alguno para nadie en t�rminos econ�micos y con capacidad t�cnica comprobada. Incluso, en Estados Unidos ya hubo una demanda similar que fue solucionada satisfactoriamente. En tal virtud, estimamos conveniente presentar este proyecto de acuerdo, que expresa la voluntad del Senado de que Chile sea respetado en el mundo internacional, antes que se concrete dicha acci�n que, a nuestro juicio, es eminentemente pol�tica. El se�or R�OS.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Hago presente a los se�ores Senadores que, por tratarse de proyectos de acuerdo, no corresponde discusi�n. En todo caso, tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, ocurre que hasta hace algunos meses el Senado presentaba muy pocos proyectos de acuerdo. Tengo entendido que en los �ltimos cuatro a�os no se han formulado m�s de seis o siete. Sin embargo, en el �ltimo tiempo, con la llegada de muchos ex Diputados que hoy son Senadores, este mecanismo �que en la C�mara Baja se emplea mucho- se ha utilizado mucho m�s. La verdad de las cosas �lo digo con todo respeto y cari�o- es que en la otra rama legislativa tales acuerdos se han transformado en algo in�til. Cuando se presentan cuatro o cinco iniciativas de tal naturaleza, como ocurre hoy en la C�mara de Diputados, �stas no tienen la trascendencia de lo que es realmente un proyecto de acuerdo. �ste es la expresi�n de un cuerpo legislativo. En este caso, es una resoluci�n que adopta el Senado de la Rep�blica de Chile, entidad que cumple funciones no s�lo legislativas, sino otras que la Constituci�n le entrega. A mi juicio, todos estamos de acuerdo; pero el tema radica en lo siguiente: conforme a lo expuesto detalladamente por el Senador se�or Vald�s, sin duda, desde el punto de vista econ�mico, social, de desarrollo de una regi�n del pa�s, el asunto es muy trascendente. Estamos hablando de negocios cercanos a los mil millones de d�lares. Es algo muy importante. Sin embargo, no desear�a que aprob�ramos los proyectos de acuerdo, y luego, nos olvid�ramos de ellos. En este caso, propongo aprobar el proyecto y encargar a la Mesa o a la Comisi�n de Relaciones Exteriores su seguimiento, debiendo informarse a la Sala dentro de 30 d�as, a fin de conocer el resultado final de lo resuelto por el Senado. De esa forma, el proyecto de acuerdo tendr� mucho m�s trascendencia. Por tal motivo, solicito formalmente que, junto con aprobar el proyecto �si as� lo estima la Sala-, se acuerde otorgar a la Mesa del Senado o a quien corresponda un plazo de 30 d�as para informar acerca de su resultado. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Si se va a seguir el curso del proyecto de acuerdo, me parece que deber�a hacerlo la Comisi�n especializada �en este caso, la de Relaciones Exteriores-, que habr� de mantenerse atenta al respecto e informar a la Sala. Si le parece a la Sala, se aprobar�a el proyecto de acuerdo propuesto por la Comisi�n de Relaciones Exteriores y la sugerencia del Senador se�or R�os. Acordado. Conforme a lo anteriormente acordado por los Comit�s, tiene la palabra el Honorable se�or Silva. INFORME ACERCA DE II ASAMBLEA MUNDIAL SOBRE ENVEJECIMIENTO El se�or SILVA.- Se�or Presidente, la Mesa me pidi� que informara al Senado -ya que podr�a ser de inter�s para �ste- acerca de los acuerdos adoptados en la reciente reuni�n celebrada en Madrid denominada "II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento", a la cual concurri� una delegaci�n chilena compuesta por m�s o menos 25 personas. El Gobierno de Chile me solicit� que presidiera esa delegaci�n. De manera que tuve el honor de hacerlo y de participar en esa comisi�n, que permiti� a Chile tener representaci�n en un asunto de mucha trascendencia. Deseo hacer presente que a la reuni�n de Madrid asistieron 180 pa�ses y m�s de 4 mil delegados. Se le denomin� "Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento", porque la primera se celebr� en Viena hace veinte a�os. Y su objetivo consisti� en preocuparse a fondo del problema que entra�a el envejecimiento. Naciones Unidas plante� una cuesti�n esencial, esto es, que la poblaci�n del mundo est� envejeciendo. Para hacer tal afirmaci�n, se tuvo como base el que en el 2000 hab�a 600 millones de adultos mayores y de que en el 2050 la cifra ser� de 2 mil millones. Naturalmente, este aumento no es proporcional ni igual al incremento de los nacimientos. Por lo tanto, se ha concluido que la poblaci�n del mundo est� envejeciendo notablemente. A este respecto, Naciones Unidas determin� que los pa�ses en desarrollo han cuadruplicado el n�mero de adultos mayores en los �ltimos diez a�os. En este sentido, se calcula que la cifra existente hoy d�a en Chile -que alcanza al mill�n y medio en una poblaci�n de 15 millones 50 mil habitantes- ser� doblada en igual lapso. O sea, en nuestro pa�s habr� 3 millones de adultos mayores. Me permito recordar a los se�ores Senadores que, para los efectos de Naciones Unidas y en general para la legislaci�n vigente en Chile, se considera adulto mayor a la persona que ha cumplido 60 a�os. A consecuencia de esto, la cifra se va elevando, como tambi�n aumentando notablemente la vida de los adultos mayores. De ah� que dicho organismo internacional resolviera llevar a cabo la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, pues se est� en presencia de un problema que, al ser abordado con intensidad, se transforma en una cuesti�n de singular relevancia. De m�s est� decir -y esto lo destaco en el Senado- que en dicho evento, donde nuestro pa�s estuvo representado por personeros de las m�s importantes universidades, de corporaciones privadas, de organismos del Estado dedicados a la materia, etc�tera, se tuvo en consideraci�n por parte de Naciones Unidas que Chile y Cuba son las dos naciones de Am�rica Latina que se han destacado en el �ltimo tiempo en la determinaci�n de pol�ticas sobre el adulto mayor. Lo anterior reviste importancia, porque la asistencia de nuestro pa�s a dicha cita ha determinado naturalmente que, desde el punto de vista �tico, y a nuestro juicio tambi�n desde la perspectiva jur�dica de grandes temas, debamos solidarizar con los acuerdos adoptados recientemente por Naciones Unidas en la Cumbre de Madrid, los que se materializaron en dos decisiones realmente complejas. La primera se refiere a la Declaraci�n Pol�tica sobre el Envejecimiento acordada por la unanimidad de los pa�ses asistentes. Y la segunda apunta a lo que se denomin� Programas de Avance de la Pol�tica del Envejecimiento, que son tres. Seg�n el mencionado organismo internacional, �stos deber�n ir concret�ndose o ejecut�ndose paralelamente. Se�or Presidente, debido a la importancia del asunto, aludir� a los puntos esenciales de esa declaraci�n, la que, en nuestro concepto, entra�a la obligaci�n por parte de Chile de respetar los planteamientos formulados y que fueron aprobados por su delegaci�n. En primer t�rmino, Naciones Unidas declara contraer compromisos internacionales y nacionales en todo cuanto ata�e al desarrollo y perfeccionamiento de los asuntos relativos al envejecimiento. Desde luego, en materia internacional se adopt� el acuerdo -que Naciones Unidas ha empezado a cumplir- de proteger a los adultos mayores frente a casos de extrema emergencia, de ataque de un pa�s a otro, de circunstancias de guerra o agresi�n externa, etc�tera, lo que precisamente ha estado ocurriendo durante el �ltimo tiempo en el Medio Oriente. En lo referente a la declaraci�n pol�tica vinculada a la situaci�n interna de cada uno de los pa�ses suscriptores de la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, deseo simplemente mencionar los acuerdos de Naciones Unidas que inciden en puntos de singular relevancia. En efecto, hubo acuerdo un�nime en el sentido de poner t�rmino a las pol�ticas discriminatorias respecto de los adultos mayores en materia de edad, sexo, raza o de cualquier otra �ndole. Vale decir, lo adoptado por Naciones Unidas es absolutamente concordante con lo planteado tambi�n a ra�z de la legislaci�n sobre el adulto mayor aprobada en 1995 durante el Gobierno de don Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Sin embargo, la de ahora es una pol�tica tajante, porque -seg�n el tenor de esa declaraci�n- se proh�be toda discriminaci�n en cuanto a edad. Sobre el particular, cabe recordar que en nuestro pa�s las entidades privadas han establecido de manera absolutamente convencional y discrecional una especie de exigencia en materia de edad para ocupar cargos de singular importancia o de cualquier naturaleza. En ese sentido, es conveniente mencionar que aun las propias normas fundamentales que regulan la ocupaci�n de cargos de relevancia en la Corte Suprema, la Contralor�a General de la Rep�blica u otros organismos de similar trascendencia establecen tambi�n discriminaciones en lo referente a la edad. Tales discriminaciones han sido proscritas por Naciones Unidas. Y creemos que, por lo menos �ticamente, corresponde al Estado de Chile la determinaci�n de una pol�tica que regule dicho aspecto. Sobre el particular, es dable destacar que hoy en d�a estar�an surgiendo algunas iniciativas legales tendientes a modificar las disposiciones que consagran limitaciones para el ejercicio de cargos como el de Contralor General de la Rep�blica o de Ministros de la Corte Suprema. A nuestro juicio, una de ellas cuadra perfectamente con el criterio adoptado recientemente por las Naciones Unidas, en el sentido de eliminar los topes para el ejercicio de esas funciones, disponiendo, en cambio, el establecimiento de un determinado n�mero de a�os para ejercer cargos de esa �ndole. En verdad lo anterior estar�a en consonancia con lo aprobado por el mencionado organismo internacional, como asimismo con todo lo concerniente a la modificaci�n de normas sobre equiparidad de remuneraciones en materia de sexo �inexistentes en la actualidad en nuestro pa�s- y donde hay discriminaciones ostensibles. Adem�s de esos aspectos, acerca de los cuales se plante� una pol�tica clara y una decisi�n espec�fica, Naciones Unidas aprob� tambi�n resoluciones en torno de lo que denomina "envejecimiento activo". Al respecto, se parte de la base de que desaparece la concepci�n hasta hace poco existente en Chile y en otros pa�ses en cuanto a lo que se conoc�a como pasividad, esto es, que los adultos mayores dejaban de tener una actividad al momento de jubilar. Es decir, el planteamiento que ahora se acepta y que se sostiene categ�ricamente es a la inversa: el envejecimiento activo. Esto implica la distinci�n entre dos clases de trabajos: los voluntarios y los remunerados. Pero siempre sobre la base de que los adultos mayores autovalentes -o sea, los que m�dicamente se hallan en condiciones de laborar- deber�n ser salvaguardados en su derecho al trabajo. Asimismo, se acogi� el concepto de "envejecimiento saludable". Es una obligaci�n que los pa�ses contraen al momento de suscribir el convenio, en el sentido de que ser� pol�tica de Estado establecer el derecho a la salud de esas personas. Esto significa que si hay adultos mayores que adolecen de determinado tipo de enfermedades, no podr�n ser desprotegidos con relaci�n a la necesidad de proveer el saneamiento de su salud. Entre las declaraciones de Naciones Unidas, se aprob� lo atinente a que deber�a constituir una pol�tica fundamental el respeto a los derechos humanos de los adultos mayores, de la m�s diversa �ndole. Por �ltimo, se incluy� lo que se ha denominado desarrollo cultural y social de los adultos mayores, que entra�a un est�mulo para la acci�n que llevan a efecto las universidades de los respectivos Estados. Para m� es muy grato destacar que los planteles de ense�anza superior chilenos representados en esa Comisi�n (Universidades de Chile, Cat�lica de Chile, Diego Portales, De Valpara�so y De Santiago) puntualizaron estar realizando una pol�tica que han llamado "Las universidades para la tercera edad", consistente en ampliar la posibilidad de proyecci�n cultural y de educaci�n a los adultos mayores. Ello condice con una de las menciones expl�citas contenidas en el documento llamado Declaraci�n Pol�tica de Naciones Unidas. En lo referente a los denominados programas de avance, dir� simplemente que el de Naciones Unidas, que implica el est�mulo que esa organizaci�n presta y recomienda a los Gobiernos suscriptores del Acuerdo, incide en tres aspectos que, espec�ficamente, deber�n ir cumpli�ndose de manera paralela. Uno de ellos concierne a la educaci�n y a la cultura; otro, a las remuneraciones y mejoramiento de pensiones, y el tercero, al concepto del trabajo de los adultos mayores autovalentes. No quiero, naturalmente, cansar a Sus Se�or�as con el detalle, pero, en el fondo, la pol�tica de Naciones Unidas abarca tres cursos de avance complet�simos y que consagran el compromiso que esa organizaci�n internacional contrae con los distintos pa�ses signatarios del Acuerdo, en cuanto a que necesariamente deben respetarse planteamientos de esta naturaleza. Espec�ficamente -y con esto termino mi exposici�n, se�or Presidente- nos correspondi� informar acerca de la posici�n de Chile, que, repito, fue reconocida oficialmente como propia de un pa�s que afortunadamente ha avanzado en la formulaci�n de pol�ticas para el adulto mayor. Y me permit� hacer presentes tres cuestiones espec�ficas y fundamentales. En primer t�rmino, apunt� a precisar claramente la pol�tica del adulto mayor puesta en pr�ctica en Chile desde 1995 y que en mayor o menor medida se est� tratando de aplicar hasta el d�a de hoy. En segundo lugar, y a indicaci�n del Gobierno de Chile, plante� en Naciones Unidas el ofrecimiento de nuestro pa�s en orden a constituirse en sede de la Cumbre Regional sobre los Problemas del Envejecimiento para Am�rica Latina, que se llevar� a efecto el pr�ximo a�o y que esa organizaci�n internacional hab�a anunciado que se proyectaba realizar en nuestro Continente. Concretado este ofrecimiento, que fue aprobado con mucha satisfacci�n, es probable que la mencionada Cumbre Regional se celebre en el pa�s entre abril y junio del pr�ximo a�o. Los se�ores Senadores no ignoran �y concluyo, se�or Presidente- que est� pendiente de aprobaci�n casi definitiva aqu�, en segundo tr�mite, el proyecto que crea el Servicio Nacional para el Adulto Mayor, debiendo pasar a la C�mara de Diputados en la hip�tesis de que lo acoja el Senado. Ya fue aprobado por la Comisi�n de Gobierno. La Comisi�n de Hacienda se pronunci� en el mismo sentido, salvo en un punto en que se registr� empate, el que, en verdad, hab�a sido debatido tambi�n en la Comisi�n de Gobierno. Se trata de la norma que determina cu�l deber�a ser el Ministerio por intermedio del cual la entidad que est� a punto de crearse, si se acepta el texto en cuesti�n, debiera entenderse con el Ejecutivo. El Honorable se�or N��ez recuerda que este punto se acogi� en la Comisi�n de Gobierno. Y en la misma Comisi�n fue aceptada la proposici�n del Ejecutivo en cuanto a que el �rgano ministerial de vinculaci�n con el mismo ser�a el Ministerio Secretar�a General de la Presidencia. No s� por qu� razones �posiblemente, muy respetables, desde el punto de vista de los se�ores Senadores que participaron- se produjo en la Comisi�n de Hacienda un empate a dos votos sobre el particular, que necesariamente habr� que dilucidar. El se�or Presidente me ha informado que el asunto se ha incluido en la tabla de la sesi�n de ma�ana. Me atrevo a hacer presente la conveniencia de que, sobre todo frente a los compromisos contra�dos por Chile en esta Segunda Cumbre Mundial, ello pudiera ser definido a la mayor brevedad, porque es el �nico punto pendiente para que llegue a despacharse en segundo tr�mite un proyecto de tanta relevancia. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde a continuaci�n escuchar la cuenta del Senador se�or N��ez sobre la reuni�n de la Comisi�n de Miner�a en Chuquicamata. Tiene la palabra Su Se�or�a. VISITA DE COMISI�N DE MINER�A Y ENERG�A A INSTALACIONES DE CODELCO Y SESI�N EN CHUQUICAMATA El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, estimados colegas, la Comisi�n de Miner�a y Energ�a, que me honro en presidir, realiz� una visita a las instalaciones que tiene en Chuquicamata la Corporaci�n Nacional del Cobre, CODELCO, invitada por el se�or Presidente Ejecutivo de esa empresa. Los integrantes de la Comisi�n consideramos oportuno celebrar el jueves 20 de junio una sesi�n en aquella ciudad, acto que puede calificarse de hist�rico por el hecho de que por primera vez se efect�a una reuni�n de este car�cter en aquel mineral. Conviene recordar que procedimos as� de acuerdo con los cambios que el Senado ha introducido en su reglamentaci�n y que permite a nuestros cuerpos t�cnicos reunirse en lugares distintos de la sede en Valpara�so, para los efectos de acercarnos m�s con la comunidad. �sa es la experiencia que vivimos los miembros de la Comisi�n que presido. Me parece, por consiguiente, oportuno y positivo dar cuenta de tal actividad, que cont� por nuestra parte con la asistencia de los Honorables se�ora Frei y se�ores Lavandero, Prokurica y el que habla. Por CODELCO estuvieron presentes su Presidente Ejecutivo, se�or Juan Villarz�; el Vicepresidente de Operaciones, se�or Fernando Riveri; el Gerente General de Chuquicamata, se�or Carlos Rubilar, y el asesor de la Presidencia de la empresa, se�or Mario Cabezas. Todos ellos nos explicaron la importante reorganizaci�n de las divisiones Chuquicamata y Radomiro Tomic, en la divisi�n CODELCO Norte, y los planes de inversi�n de la compa��a. Considero importante hacer resaltar la muy pormenorizada exposici�n que se nos hizo, que evidenci� la alta preparaci�n de los ejecutivos de la empresa, lo que permiti� conocer, adem�s, los planes de inversi�n y de expansi�n en esa zona. CODELCO tiene proyectado invertir, de aqu� a 2006, unos 5 mil millones de d�lares en una divisi�n que debiera contar con las instalaciones minero-industriales mayores del planeta. Esto forma parte del plan de la Corporaci�n para que a esa fecha su valor se haya duplicado. Adem�s, pudimos darnos cuenta de la enorme importancia de los yacimientos de reposici�n que posee CODELCO en Chuquicamata, lo que le permitir� contar con reservas suficientes como para expandirse por una cantidad considerable de tiempo, que de seguro superar� los cincuenta pr�ximos a�os, al mismo ritmo actual de producci�n. Posteriormente, la Comisi�n tuvo la oportunidad de recorrer la fundici�n y la refiner�a, adem�s de otras instalaciones. Conocimos el monto de las inversiones que se est�n haciendo para mejorar �como lo manifest� en otra intervenci�n- la calidad del medio ambiente y la del trabajo de los operarios. Tambi�n pudimos recoger las impresiones de los trabajadores en el mismo lugar de las faenas. Nos reunimos con los dirigentes sindicales de las diferentes organizaciones que integran la divisi�n de Chuquicamata. Y debo agregar que fue nuestra Comisi�n la que solicit� la realizaci�n de esos encuentros, oportunidad en la que escuchamos la opini�n acerca de los nuevos planes de la empresa relativos al traslado del campamento de Chuquicamata a Calama. Quiero dejar claramente establecido, primero, que concordamos con los trabajadores en la enorme significaci�n de esa medida, y segundo, que compartimos la gran preocupaci�n que les genera el cambio de vida tan sustantivo que ese hecho implicar� para todas las familias de Chuquicamata. Asimismo, se nos inform� que algunos planes sobre el particular no han sido debidamente cumplidos por la corporaci�n. Hago presente que �ste es el traslado poblacional de mayor envergadura en la historia urbana de Chile. Son miles las personas que se mudar�n a las m�s de 4 mil casas que la Divisi�n CODELCO Norte construir� en Calama, entiendo que con una inversi�n del orden de 500 millones de d�lares. De modo que dicha ciudad -que muy bien conoce la Senadora se�ora Frei, a quien cupo una activa participaci�n en las reuniones se�aladas- experimentar� un cambio extraordinario. Se�or Presidente, ser�a conveniente que, a trav�s de la Mesa, el Senado agradeciera a los ejecutivos de la compa��a las atenciones brindadas a los miembros de la Comisi�n, las que se sumar�n al inter�s demostrado por los dirigentes sindicales en nuestra visita. Fue una magn�fica oportunidad para corroborar la importancia de CODELCO en el quehacer nacional. Todos estamos conscientes del aporte que est� haciendo y seguramente har� para el futuro desarrollo del pa�s. Ah� trabaja un conjunto de personas que con eficiencia, capacidad y patriotismo permiten hacer de ella una de las empresas m�s trascendentales para Chile y l�der a nivel mundial en producci�n de cobre. Por eso, una vez m�s, los miembros de la Comisi�n de Miner�a y Energ�a ratificamos la necesidad de que la Corporaci�n Nacional del Cobre siga siendo de todos los chilenos. Es cuanto deseaba informar. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Muchas gracias, se�or Senador. El se�or LAVANDERO.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, creo que la intervenci�n del Senador se�or N��ez debe ser enviada al Presidente Ejecutivo de CODELCO, para expresar a �ste los agradecimientos que nuestro Honorable colega ha se�alado en esta oportunidad. Formulo la solicitud respectiva en nombre del Comit� Dem�crata Cristiano. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se har�. Acordado. Ha concluido el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. -------------- --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or NARANJO: Al se�or Superintendente de Servicios Sanitarios, acerca de ATENCI�N AL CLIENTE POR EMPRESAS SANITARIAS. Del se�or ROMERO: A la se�ora Ministra de Educaci�n, sobre FONDO DE SUBSIDIO PARA ARANCEL DE INSCRIPCI�N DE ALUMNOS DE ESCASOS RECURSOS EN UNIVERSIDADES DE CONSEJO DE RECTORES. -------------- El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- A continuaci�n corresponden los turnos de Incidentes. --Ofrecida la palabra, sucesivamente, a los Comit�s Institucionales 1, Institucionales 2, Mixto (Partido Por la Democracia), Dem�crata Cristiano, Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes, Renovaci�n Nacional y Socialista, ning�n se�or Senador hace uso de ella. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Por haberse cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 18:13. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n