REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 347�, ORDINARIA Sesi�n 6�, en mi�rcoles 12 de junio de 2002 Ordinaria (De 16:19 a 19:16) PRESIDENCIA DEL SE�OR CARLOS CANTERO, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I. ASISTENCIA......................................................................................................... II. APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III. TRAMITACI�N DE ACTAS IV CUENTA............................................................................................................... V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en primer tr�mite, que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal, en materia de actuaciones previas al juicio oral (2924-07) (se aprueba en general y particular).................................................. Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que otorga beneficios al personal de la salud primaria (2931-11) (se aprueba en general y particular)........ Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica la ley N� 18.290, de Tr�nsito, en lo relativo a operaci�n de equipos de registro y detecci�n de infracciones relativas a velocidad y luz roja (2904-06) (se aprueba en particular) VI. INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o)..................................................... Situaci�n de la salud en Chile (observaciones del se�or Mu�oz Barra) ..... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Arancibia Reyes, Jorge --�vila Contreras, Nelson --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Chadwick Pi�era, Andr�s --Coloma Correa, Juan Antonio --Cordero Rusque, Fernando --Espina Otero, Alberto --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Flores Labra, Fernando --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Garc�a Ruminot, Jos� --Gazmuri Mujica, Jaime --Horvath Kiss, Antonio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matthei Fornet, Evelyn --Mu�oz Barra, Roberto --Naranjo Ortiz, Jaime --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Orpis Bouch�n, Jaime --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prokurica Prokurica, Baldo --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zurita Camps, Enrique Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros de Justicia, de Obras P�blicas y Transportes y Telecomunicaciones y de Salud, y los se�ores Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, Subsecretario de Transportes, Jefe de la Divisi�n Jur�dica de la Subsecretar�a de Desarrollo Regional y Administrativo, Jefe del Departamento Legal de la Subsecretar�a de Transportes y Asesor Jur�dico del Ministerio de Salud. Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:19, en presencia de 18 se�ores Senadores. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 3�, ordinaria, en sus partes p�blica y secreta, y 4�, ordinaria, en 4 y 5 de junio del a�o en curso, respectivamente, que no han sido observadas. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensaje De Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, mediante el cual inicia un proyecto que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura, en lo relativo a principios de conservaci�n, medidas de administraci�n, planes de manejo, desconcentraci�n funcional, l�mite m�ximo de captura por armador, pesca artesanal e institucionalidad del sector pesquero (Bolet�n N� 2.970-03). --Pasa a la Comisi�n de Intereses Mar�timos, Pesca y Acuicultura y a la de Hacienda, en su caso. Oficios Tres de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero comunica que, en sesi�n celebrada el d�a 11 de junio en curso, eligi�, como Segundo Vicepresidente, al Honorable Diputado se�or Juan Pablo Letelier Morel. --Se toma conocimiento. Con el segundo hace presente que ha otorgado su aprobaci�n al informe de la Comisi�n Mixta, constituida para resolver las discrepancias suscitadas durante la tramitaci�n del proyecto que modifica la ley N� 18.700, Org�nica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, en materia de reclamaciones electorales y otros aspectos procesales (Bolet�n N� 2.810-07). Con el tercero comunica que ha aprobado, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, el proyecto que modifica la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcoh�licas y Vinagres, en lo relativo al consumo en la v�a p�blica (Bolet�n N�2948-07). --Se manda comunicar los proyectos a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Del se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Larra�n, relacionado con eventuales anomal�as ocurridas durante la ejecuci�n del proyecto "Pavimento Participativo Poblaci�n Fern�ndez", en la ciudad de Cauquenes. Del se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, a trav�s del cual responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la posibilidad de modificar el Reglamento del Servicio de Transporte P�blico Remunerado de Pasajeros desde y hacia aer�dromos y aeropuertos, en ciudades con menos de cien mil habitantes. Del se�or Director Nacional de la Corporaci�n Nacional de Desarrollo Ind�gena, mediante el cual da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Honorable se�ora Frei, referido al reconocimiento de los derechos ancestrales del territorio que ocupa la comunidad de Chiu-Chiu (Segunda Regi�n). --Quedan a disposici�n de los Honorables se�ores Senadores. De la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones, por medio del cual solicita a la Sala que disponga la reiteraci�n del oficio enviado a la Honorable C�mara de Diputados, en orden a que se sirva actualizar la n�mina de los Honorables Diputados que integran la Comisi�n Mixta constituida para resolver las discrepancias suscitadas con ocasi�n de la tramitaci�n del proyecto de ley que crea el Registro Nacional de Servicios de Transporte Remunerado de Escolares (Bolet�n N� 660-15). --Se accede. Informe De la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, reca�do en el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal, en materia de actuaciones previas al juicio oral (Bolet�n N� 2.924-07). --Queda para tabla. Mociones De los Honorables se�ores Lavandero, Aburto, Chadwick y Silva, mediante la cual inician un proyecto que modifica la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, con el objeto de establecer la posibilidad de corregir errores de hecho durante la tramitaci�n legislativa (Bolet�n N� 2.971-07). De los Senadores se�ores Silva, �vila, Bombal, Parra y Viera-Gallo, mediante la cual inician un proyecto que modifica la ley N� 18.600, en lo relativo al procedimiento de interdicci�n de los discapacitados mentales (Bolet�n N� 2972-07). --Pasan a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Solicitud De don Carlos Humberto Villamar del Moral, con la que pide la rehabilitaci�n de su ciudadan�a (Bolet�n N� S 616-04). --Pasa a la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Terminada la Cuenta. El se�or G�MEZ (Ministro de Justicia).- Pido la palabra. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- La tiene, se�or Ministro. El se�or G�MEZ (Ministro de Justicia).- Se�or Presidente, deseo solicitar a la Sala que se trate inmediatamente el proyecto informado por la Comisi�n de Constituci�n, que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal en cuanto se elimina una frase relacionada con los registros que se deben enviar a los tribunales orales. Es un cambio peque�o desde el punto de vista del legislador, pero muy importante por el efecto que producir� en la reforma. Se aprob� por unanimidad en la Comisi�n e igual pronunciamiento podr�a adoptarse en la Sala. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- �Habr�a acuerdo? El se�or PIZARRO.- Perd�n por el lapsus, se�or Presidente, no entend� al se�or Ministro. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Est� pidiendo incorporar un proyecto en la tabla de hoy. El se�or PIZARRO.- �Cu�l, espec�ficamente? El se�or CANTERO (Vicepresidente).- El que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal en materia de actuaciones previas al juicio oral y que cuenta con informe de la Comisi�n de Constituci�n. Se ha se�alado que s�lo modifica una frase, la Comisi�n propone aprobarlo por unanimidad y no hay oposici�n. El se�or PIZARRO.- Tenemos que ponernos de acuerdo. Se supon�a que hoy �bamos a analizar en primer lugar el tema de los fotorradares, pero resulta que el proyecto que otorga beneficios a la salud primaria ha sido calificado con "discusi�n inmediata", lo cual me parece bien. Ahora se desea incorporar un nuevo asunto al Orden del D�a y es posible que despu�s se agregue otro. Entonces, ... La se�ora MATTHEI.- Es muy corto, se�or Senador. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- As� es. El se�or CHADWICK.- �Ya lo deber�amos haber aprobado! El se�or PIZARRO.- Yo entiendo la sugerencia que se hace, pero tal vez ser�a conveniente fijar l�mite de tiempo a la discusi�n de los dos asuntos que se ver�an antes del proyecto sobre fotorradares. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se acord� tratar sin debate la iniciativa en cuesti�n, se�or Senador. El se�or PIZARRO.- �Y el proyecto sobre salud primaria, que figura en el primer lugar de la tabla? En todo caso, doy mi acuerdo. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Por lo tanto, si no hubiera objeci�n, discutir�amos en seguida el proyecto que modifica el nuevo C�digo de Procedimiento Penal. Acordado. ------------------ La se�ora FREI (do�a Carmen).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTERO (Vicepresidente).- S�, se�ora Senadora. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Hoy la Comisi�n de Gobierno analiz� el proyecto sobre recaudaci�n de derechos por transferencia de veh�culos motorizados y se estim� que lo l�gico era que tambi�n fuera visto por Hacienda, de manera que deseo pedir al se�or Presidente que recabe el asentimiento de la Sala para proceder en esa forma. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si no hay inconveniente, dicha iniciativa ser� enviada igualmente a la Comisi�n de Hacienda. As� se acuerda. ------------------ V. ORDEN DEL D�A MODIFICACI�N DE ART�CULO 281 DE C�DIGO PROCESAL PENAL EN MATERIA DE ACTUACIONES PREVIAS A JUICIO ORAL El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En conformidad a lo resuelto por la Sala hace algunos momentos, corresponde discutir a continuaci�n el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que modifica el art�culo 281 del C�digo Procesal Penal en materia de actuaciones previas al juicio oral. --Los antecedentes sobre el proyecto (2924-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: (moci�n de los se�ores Fern�ndez, Coloma, Chadwick, Stange y Novoa). En primer tr�mite, sesi�n 12�, en 7 de mayo de 2002. Informe de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 6�, en 12 de junio de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- El proyecto tuvo su origen en una moci�n de los Honorables se�ores Andr�s Chadwick, Juan Antonio Coloma, Sergio Fern�ndez, Jovino Novoa y Rodolfo Stange. Cuenta con informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n Justicia y Reglamento, el cual se�ala que el objetivo esencial de la iniciativa es eliminar la obligaci�n del juez de garant�a de enviar registros al tribunal de juicio oral en lo penal cuando le haga llegar el auto de apertura del juicio oral. La Comisi�n aprob� el proyecto, que consta de art�culo �nico, por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorables se�ores Aburto, Chadwick y Silva Cimma. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�a en general y particular el proyecto. Aprobado. OTORGAMIENTO DE BENEFICIOS A PERSONAL DE SALUD PRIMARIA El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Proyecto de ley de la Honorable C�mara de Diputados que otorga beneficios al personal de la salud primaria, con urgencia calificada de "discusi�n inmediata". --Los antecedentes sobre el proyecto (2931-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 16�, en 15 de mayo de 2002. Informe de Comisi�n: Hacienda y Salud, unidas, (verbal), sesi�n 6�, en 12 de junio de 2002. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Las Comisiones de Hacienda y de Salud, unidas, analizaron la iniciativa y fueron autorizadas por la Sala para efectuar un informe verbal. El objetivo principal del proyecto es otorgar una serie de beneficios al personal regido por la ley 19.378, denominada "Estatuto de Atenci�n Primaria de Salud Municipal". Dichos beneficios consisten en la creaci�n de una asignaci�n de est�mulo al desempe�o funcionario colectivo; en la incorporaci�n de una bonificaci�n al sueldo base del personal de las categor�as d), e) y f) del art�culo 5� del referido Estatuto; en el establecimiento de un programa destinado a incentivar el retiro voluntario de los trabajadores -mujeres y hombres de 60 � 65 a�os o m�s, respectivamente-, y en la entrega de un bono, no imponible ni tributable, a todos los trabajadores de la atenci�n primaria municipal, adem�s de otros beneficios complementarios. Las Comisiones unidas aprobaron en general el proyecto por la unanimidad de sus miembros presentes, Honorable se�ora Matthei (en su calidad de integrante de ambas Comisiones) y Honorables se�ores Boeninger, Espina, Foxley, Garc�a, Ominami (tambi�n como integrante de ambas Comisiones) y R�os. En cuanto a la discusi�n en particular, las Comisiones unidas aprobaron, igualmente por unanimidad, el texto remitido por la Honorable C�mara de Diputados, con las enmiendas consignadas en el certificado emitido por dichos organismos. La Secretar�a ha elaborado un documento comparado dividido en cuatro columnas. La primera corresponde a la ley vigente; la segunda, al mensaje con que se dio origen a la iniciativa; la tercera, al proyecto despachado por el C�mara de Diputados, y la cuarta, al texto que proponen aprobar las Comisiones unidas. Cabe destacar que, de conformidad con lo dispuesto en el art�culo 127 del Reglamento de la Corporaci�n, la iniciativa debe ser discutida en general y particular a la vez, por tener urgencia calificada de "discusi�n inmediata". El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En discusi�n general y particular el proyecto. Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, voy a intervenir despu�s, porque el Senador se�or Garc�a primero desea informar la iniciativa en lugar del Presidente de la Comisi�n de Hacienda, quien no se encuentra presente en la Sala en estos momentos. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Gracias, se�or Presidente. Se�oras Senadoras, se�ores Senadores, el proyecto contempla b�sicamente cuatro ideas centrales. La primera consiste en la creaci�n de la "asignaci�n de desarrollo y est�mulo al desempe�o colectivo" de los funcionarios de la atenci�n primaria de salud. Esta asignaci�n posee dos componentes: un componente base, que permitir� reajustar las remuneraciones en 5,3 por ciento, y otro relativo al desempe�o colectivo, que tambi�n posibilitar� el incremento de las remuneraciones en un monto que igualmente puede llegar hasta el 5,3 por ciento. Este �ltimo queda sujeto al cumplimiento de metas sanitarias, para lo cual se instaura un Comit� T�cnico Consultivo en cada Servicio de Salud. La segunda idea se refiere a la nivelaci�n de rentas m�nimas. Todos sabemos que hace alg�n tiempo la Asociaci�n Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) lleg� a acuerdo con el Gobierno en el sentido de establecer, para el �ltimo grado de la escala �nica de remuneraciones, un ingreso m�nimo. Hoy, poco m�s de 2 mil empleados de la atenci�n primaria de salud perciben una remuneraci�n por debajo de aqu�l. Por lo tanto, se otorgan las bonificaciones necesarias con el objeto de que todos los funcionarios puedan partir del m�nimo acordado entre la ANEF y el Gobierno. En tercer lugar, se concede, por una �nica vez, un bono de 78 mil pesos a todos los funcionarios, como est�mulo al desempe�o alcanzado en 2001, pagadero en una sola cuota durante el curso de este a�o. La cuarta idea central corresponde al establecimiento de un incentivo para la jubilaci�n de los funcionarios de la atenci�n primaria de salud que hayan cumplido con los requisitos legales. El costo del proyecto es de mil 650 millones de pesos para el a�o 2002; de 5 mil 712 millones para el a�o 2003; de 7 mil 951 millones para el a�o 2004; de 8 mil 571 millones para el a�o 2005, y un costo en r�gimen de 10 mil 810 millones de pesos anuales a partir de 2006. Es todo cuanto puedo informar, se�or Presidente, en nombre de las Comisiones unidas de Salud y de Hacienda. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Espina. El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, quiero entregar algunos antecedentes generales sobre el proyecto, y posteriormente analizar cada uno de los beneficios que se otorgan a los funcionarios de la salud primaria. En primer lugar, es necesario recordar que la atenci�n primaria de salud en el pa�s registra un total de inscritos atendidos al 2002 de 8 millones 35 mil personas y que su sistema de financiamiento es per c�pita, basado en la poblaci�n inscrita en cada comuna. Debo llamar la atenci�n sobre el particular porque, al analizar el valor mensual que se asigna por cada persona, desde ya encontramos �y lo saben perfectamente los funcionarios de la salud municipalizada- que es absolutamente insuficiente para cubrir los gastos que �sta tiene. En la zona urbana no pobre, son 922 pesos por persona inscrita; en la urbana pobre, mil 88 pesos; en la rural no pobre, mil 107 pesos, y en la rural pobre, mil 306 pesos. Ahora, simplemente, quiero representar lo siguiente. Entre una de las materias que contempla el Plan Auge est� la resoluci�n del 90 por ciento de las atenciones de salud primaria que se reciben en este primer nivel de atenci�n de salud del pa�s. Y, de acuerdo con los valores que hoy se est�n cancelando y la infraestructura que poseen los consultorios de atenci�n primaria de salud, es absolutamente imposible cumplir uno de los prop�sitos expresados en dicho Plan, porque el pago per c�pita se encuentra muy por debajo del valor real que se requiere para una adecuada atenci�n de salud. Tambi�n debemos tener presente que en la atenci�n primaria de salud existe un total de 23 mil 425 funcionarios. La planta de choferes de atenci�n primaria �algo importante por una de las asignaciones que contempla la iniciativa- est� compuesta por mil 116 funcionarios y quienes est�n en edad de jubilar son 867. Ahora bien, pasando a examinar cu�les son las asignaciones, bonificaciones o est�mulos que establece el proyecto, debo expresar que el primero de ellos se refiere a la integraci�n del bono de la ley N� 19.429 -que fij� el piso de las remuneraciones m�nimas de los funcionarios de la salud p�blica-, de tal manera que dicho bono se incorpore a los sueldos base m�nimos nacionales de las categor�as d), e) y f) de la ley que cre� el Estatuto de Atenci�n Primaria de Salud Municipal. Desde ya debo se�alar que ello nos parece un cambio justo y correcto, porque viene a corregir una permanente anomal�a en la que se incurre con las remuneraciones de los funcionarios p�blicos en el sentido de que, en vez de asignarse las mejoras, como corresponde, a su sueldo m�nimo nacional, se les otorga a trav�s de bonos. Lo anterior en definitiva hace que jubilen con montos muy inferiores a los que realmente les corresponder�an si esos valores hubiesen sido asignados en su oportunidad al sueldo base m�nimo nacional. Por esa raz�n, nos parece correcta la primera modificaci�n legal que se propone. Baste se�alar que en el caso de la categor�a de auxiliares param�dicos de enfermer�a la remuneraci�n actual se eleva de 77 mil 882 pesos a 88 mil 490 pesos; en el de los administrativos (secretarias y estad�sticos) se sube de 74 mil a 82 mil pesos, y en el de los auxiliares de servicio, de 61 mil 700 pesos a 72 mil 542 pesos. Los funcionarios beneficiados son en total 4 mil 61. La segunda bonificaci�n dice relaci�n con el otorgamiento de un bono de 78 mil pesos a los funcionarios regidos por el Estatuto de Atenci�n Primaria de Salud Municipalizada. En cuanto a por qu� se otorga este bono, la respuesta est� en lo que es la evaluaci�n del programa de mejoramiento de atenci�n en el nivel primario, en donde se deja claramente establecido que han existido resultados muy positivos en la atenci�n de la salud primaria, al punto de que han aumentado las consultas m�dicas entre los a�os 1999 y 2001 en 44 por ciento, y las urgencias odontol�gicas en 98 por ciento. De tal manera que parece del todo razonable que, frente a una evaluaci�n positiva de estos trabajadores, se les otorgue un bono como el que se les est� asignando en este instante. Respecto del tercer beneficio, cabe expresar que se trata de un incentivo al retiro voluntario de los trabajadores que re�nen los requisitos de edad para jubilar o que los cumplan en el per�odo que dura el beneficio. Creo que sobre esta materia est� de m�s decir que parece correcto todo incentivo para que los funcionarios que se encuentran en edad de jubilar puedan hacerlo. Se trata de 867 personas que, como incentivo para su retiro, recibir�n un mes de renta, calculado sobre la base de las �ltimas doce rentas percibidas por cada a�o de servicio, con un tope de nueve meses, y un incremento adicional hasta llegar a los once meses si son funcionarias mujeres, si su remuneraci�n es inferior a 400 mil pesos, si las mujeres tienen 63 o m�s a�os, y los hombres, 68 o m�s. Adem�s, debo se�alar que en este punto existe un aspecto pendiente. A muchos de estos funcionarios, a ra�z de su cambio del INP a las AFP, su bono de reconocimiento les signific� perder parte importante del monto de los dineros con que van a jubilar. Por lo tanto, es relevante que esta materia, que tambi�n afecta hoy a los profesores, vaya siendo resuelta �no obstante las enormes cantidades de dinero involucradas-, para ir corrigiendo tal situaci�n que ha perjudicado a gran n�mero de servidores de la salud, as� como a profesores o funcionarios vinculados con la educaci�n. Debo hacer presente que quienes gocen de este beneficio no podr�n ser contratados en las municipalidades por los pr�ximos cinco a�os. El pago de �l es un anticipo del valor per c�pita que deber�n devolver las entidades administradoras en un plazo m�ximo de 60 meses, con un descuento de 3 por ciento de la remesa mensual que corresponde hacer a los municipios por ese concepto. De tal manera que tambi�n es una norma adecuada. He dejado para el final, se�or Presidente, lo relativo a la asignaci�n de est�mulo al desempe�o colectivo, que concit� mayor controversia. El proyecto ven�a redactado en t�rminos que no correspond�an en su integridad a lo que es una asignaci�n de est�mulo. �Por qu�? Porque debemos recordar que, en su origen, no era una asignaci�n de est�mulo al desempe�o colectivo, sino que correspond�a a un acuerdo suscrito el 16 de noviembre de 2001 entre la CONFUSAM y el Ministerio de Salud mediante el cual se establec�a que constitu�a un aumento de remuneraciones. El Gobierno debi� haber cumplido ese compromiso en los t�rminos pactados en su oportunidad, cosa que no hizo. Posteriormente, a ra�z de una negociaci�n efectuada entre la CONFUSAM y el Ministerio de Salud, esta asignaci�n �que, reitero, originariamente era un incremento de remuneraciones- se traslad� para hacerla aparecer como una asignaci�n de est�mulo al desempe�o colectivo. No me cabe duda de que el est�mulo al desempe�o colectivo es un principio sano, que debiera inspirar en el futuro muchos de los aumentos de remuneraciones, sobre todo en momentos en que se requiere mejorar la gesti�n de los servicios de salud p�blica, sean municipalizados o dependan directamente de los servicios de salud a trav�s del Ministerio del ramo. Pero la norma que se nos propon�a presentaba una contradicci�n que era parad�jica. En primer lugar, porque establec�a un componente fijo, equivalente al 5,3 por ciento del est�mulo, y un componente variable, de 5,3 por ciento. Pero ocurre que el componente fijo se pagaba s� o s�, se hubiesen alcanzado o no las metas determinadas en el proyecto de ley. Esto es una evidente contradicci�n, porque nadie comprende que haya una asignaci�n de est�mulo al desempe�o colectivo y que un porcentaje de �sta se pague de todas formas, c�mplanse o no las metas, pues, entonces, no estamos en presencia de una asignaci�n de est�mulo, sino derechamente de un aumento de remuneraciones. Sobre el particular, expresamos al se�or Ministro de Salud y a las dem�s autoridades que las cosas las vamos a llamar por su nombre en el Senado. Lo que es aumento de remuneraciones es aumento de remuneraciones, y lo que es asignaci�n de est�mulo que se llame asignaci�n de est�mulo. Por esa raz�n, la Comisi�n opt� por introducir cambios en el proyecto, transformando las cosas en lo que realmente son. El 5,3 por ciento que corresponde al componente fijo dej� de ser parte de la asignaci�n de est�mulo al desempe�o colectivo y se pagar� directamente y de todas formas, haya o no haya convenio respecto de la asignaci�n de est�mulo entre las municipalidades y las autoridades respectivas. Por lo tanto, en esa materia se ha cambiado el nombre por el de asignaci�n de desarrollo, y se mantiene el est�mulo al desempe�o colectivo como una norma aparte. Creo que �sta es una cuesti�n de principios muy importante. Cuando el Parlamento o el Gobierno deseen aumentar las remuneraciones, dig�moslo as� al pa�s. Y cuando lo que se quiere es crear una asignaci�n de est�mulo para que los trabajadores reciban un incentivo econ�mico por cumplir metas sanitarias, llam�moslo por su nombre. Por lo tanto, este cambio nos pareci� fundamental para que las cosas se digan por su nombre durante la tramitaci�n del proyecto en an�lisis y, sobre todo, como un precedente respecto de los que analizaremos en el futuro. Adem�s, hab�a que determinar c�mo se fijar�an las metas sanitarias, para precisar la forma c�mo se alcanzar� el beneficio de la asignaci�n de est�mulo. Para tal efecto, las Comisiones unidas, a nuestro juicio, hizo cambios que son convenientes para que exista una adecuada fijaci�n de metas y, simult�neamente, una efectiva evaluaci�n del cumplimiento de �stas. En cuanto a las metas sanitarias, se estableci� que el Ministerio de Salud fijar�, como lo ha hecho siempre, las nacionales, y que el Director de cada Servicio de Salud determinar� para cada entidad administradora �las que enfrentan realidades distintas, porque las comunas son diferentes- las metas espec�ficas, con consulta a diversas autoridades, para los efectos de que la decisi�n correspondiente sea debidamente ilustrada. Pero quien asume en definitiva la responsabilidad sobre el particular es el Director de Salud. En lo que respecta a la evaluaci�n del nivel de cumplimiento de las metas fijadas, el proyecto original establec�a que lo har� el Gobierno a trav�s del Ministerio de Salud, en Santiago. Nos pareci� que era un camino equivocado. Y esa norma se sustituy� por una donde quien eval�a es el SEREMI de Salud, el que recibir� toda la informaci�n y determinar� si se cumplieron o no las metas. La resoluci�n que dicte �ste ser� apelable ante el Ministro de Salud, dentro de los plazos que en ella se indican. Por �ltimo, hubo un punto que en esta materia es crucial. En muchas oportunidades hemos visto que el Parlamento aprueba proyectos de ley que otorgan beneficios y que posteriormente los recursos no llegan a las municipalidades. Y como por ello tales beneficios no se pagan, o si se pagan se hace con recursos destinados a inversi�n social, solicitamos -durante el mes que demor� la tramitaci�n de esta iniciativa en el Senado- que se nos garantice clara y fehacientemente que los fondos comprometidos en esta iniciativa van a llegar a los municipios. �se es un punto esencial del acuerdo alcanzado en las Comisiones unidas de Hacienda y Salud. Es decir, que cuando se dicte una ley que implique beneficios para determinado sector, ya sea de la salud o de educaci�n �aqu� se trata del primero de ellos-, se tenga absolutamente en claro c�mo, d�nde y cu�ndo esos recursos van a llegar para que se pague a tiempo. En este caso, se dej� expresamente consignado que los beneficios que se otorguen, en sus distintas modalidades, se pagar�n directamente a trav�s del Ministerio de Salud, con cargo a las partidas correspondientes. El beneficio correspondiente a la asignaci�n de est�mulo, es decir, con su componente variable de 5,3 por ciento, se pagar� dependiendo de si se suscribe el convenio respectivo entre el municipio y la autoridad pertinente. En el momento en que �ste se firme, el Ministerio de Salud deber� garantizar que los recursos ser�n puestos a disposici�n de las entidades edilicias para que los funcionarios reciban sus pagos a tiempo, y evitar que las municipalidades deban hacerlo con dineros destinados a otros objetivos o a inversi�n social. Dado que las modificaciones efectuadas al proyecto durante su tramitaci�n en las Comisiones unidas del Senado nos parecen positivas y que van en la l�nea correcta, lo votaremos a favor. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ominami. El se�or OMINAMI.- Se�or Presidente, me parece que los aspectos fundamentales de la iniciativa ya fueron bien explicados y no vale la pena abundar sobre ellos. Deseo hacer algunos comentarios m�s bien cualitativos sobre el particular. En primer lugar, es un proyecto importante que beneficia a 24 mil trabajadores de la atenci�n primaria de salud, quienes se hallan en una situaci�n claramente postergada en cuanto a sus remuneraciones. Se trata aqu� de hacerles justicia y reconocerles el tremendo esfuerzo que prestan en nuestro pa�s. Adem�s, deseo corroborar que durante las cuatro sesiones de las Comisiones de Hacienda y Salud, unidas, su texto fue perfeccionado de manera importante. Yo dir�a que, dada la forma como hoy d�a est� siendo conocido por la Sala del Senado, estamos probablemente ante un proyecto que inicia el largo y complejo camino de la reforma de la salud chilena, y lo hace en una doble direcci�n. Por una parte, fortalece financieramente la atenci�n primaria de salud, sector que jugar� un papel absolutamente crucial en la reforma de salud que el pa�s est� iniciando. Un aspecto clave de esta reforma es la modificaci�n del modelo de atenci�n, el reforzamiento de la capacidad de resoluci�n de la atenci�n primaria. Desde ese punto de vista, me pareci� indispensable ir mejorando las condiciones de remuneraci�n y de trabajo en que se desempe�a ese importante sector de la salud en nuestro pa�s. Por otra parte, es muy significativo el hecho de que se establezca una vinculaci�n entre los aumentos de remuneraciones y el desempe�o colectivo. Es importante destacar lo anterior, pero tambi�n el que se eval�e el desempe�o colectivo, y no el individual, como se plante� en algunos proyectos de ley. Creo que esto entrega una se�al muy favorable desde el punto de vista del mejoramiento de las condiciones de gesti�n del sector p�blico de salud. Otro aspecto que deseo resaltar es la garant�a que, luego del trabajo de las Comisiones unidas, podemos dar en el sentido de que no se est�n creando beneficios que posteriormente no puedan ser financiados por los municipios. Aqu� qued� claramente establecido que el componente fijo de dicha asignaci�n, que corresponde a 5,3 por ciento, se pagar� a todo evento y que es, en consecuencia, de responsabilidad del Ministerio de Hacienda el entregar autom�ticamente los recursos a los municipios para tal efecto. Y, a su vez, se dej� expresamente consignado el mecanismo para pagar la asignaci�n variable en aquellos casos en que corresponda. �sta ser� tambi�n de 5,3 por ciento cuando se cumpla al menos 90 por ciento de las metas previamente fijadas, o de 2,65 por ciento cuando su cumplimiento se sit�e entre 75 por ciento y 90 por ciento. En consecuencia, considero que se ha hecho un trabajo importante para garantizar que no sean los presupuestos municipales los que en alg�n momento deban terminar respondiendo financieramente por este proyecto. Estimo tambi�n relevante lo que se ha destacado en la Sala en cuanto a que, a ra�z de las discusiones llevadas a cabo en las Comisiones unidas, se dispuso un mecanismo regionalizado para la evaluaci�n del desempe�o, y no uno centralizado como originalmente estaba planteado. Desde ese punto de vista, creo que se ha efectuado un buen trabajo y que estamos en condiciones de respaldar con una ampl�sima mayor�a este proyecto, que �reitero- viene a hacer justicia a un importante sector de trabajadores de la salud en nuestro pa�s. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, en primer lugar, me parece muy importante reconocer que hay consenso en el pa�s y en los Parlamentarios que participamos en el estudio del proyecto acerca del hecho de que la atenci�n primaria constituye realmente una base fundamental en la prevenci�n en salud y en una pronta y eficaz atenci�n a las personas con problemas de salud. En verdad, al observar las cifras, a nadie le cabe duda de que en este segmento los aumentos en el gasto realmente se han traducido en un mejoramiento en la eficacia y eficiencia de las atenciones de salud. Se�alo lo anterior porque en otras �reas del sector no ocurre lo mismo. Hemos sido muy cr�ticos de los aumentos en el gasto de salud que no se traduzcan en incremento de las prestaciones. Sin embargo, en el sector de la salud primaria �que, por lo dem�s, recibe un porcentaje muy peque�o del presupuesto de salud- realmente se advierte crecimiento en eficacia, eficiencia y en el n�mero de atenciones. Por eso, entend�amos que se produjo una tremenda frustraci�n entre los trabajadores del sistema de atenci�n primaria de salud cuando no dimos el acuerdo para que el proyecto se tratara en forma urgente, como se pretendi� hace tres o cuatro semanas, pues ellos estaban en la creencia de que se hab�an ganado el derecho a su pronto despacho. Quiero destacar que, como resultado de una discusi�n muy rica en ambas Comisiones, el proyecto fue ampliamente mejorado; y es de esperar que el esfuerzo haya valido la pena. Se aprob� una asignaci�n de 5,3 por ciento, que es b�sicamente de desarrollo, la cual constituye un reconocimiento al aumento en la eficiencia de la atenci�n primaria. Tal beneficio se entregar� a los trabajadores a todo evento. Nunca hubo problemas en aprobarlo; pero s� lo hubo en la denominaci�n de "asignaci�n de est�mulo, pues, en realidad, no era tal, ya que se otorgaba a todo evento. Adem�s, a los trabajadores de la salud primaria se les entrega ese porcentaje como m�ximo, el cual ser� variable, dependiendo del cumplimiento de las metas fijadas a nivel de los consultorios o de las municipalidades. Considero que tal asignaci�n es un beneficio razonable para reconocer el trabajo ya hecho y, al mismo tiempo, para fijar nuevas metas de mejoramiento en la atenci�n primaria. La Asociaci�n Chilena de Municipalidades deseaba que hubiese mayor componente variable y los trabajadores m�s componente fijo; pero me parece que el resultado es algo absolutamente racional. Obviamente, en esta materia nos preocupamos principalmente de que la fijaci�n de metas fuese razonable, transparente y, adem�s, t�cnicamente correcta. Se otorga la responsabilidad al director del �rea de salud, pero asegurando un proceso de consultas en el que estar�n involucradas las municipalidades y los trabajadores de la salud primaria. Tambi�n se mejor� la forma de evaluar el grado de cumplimiento de dichas metas. Tal evaluaci�n ser� realizada por el SEREMI correspondiente, con la posibilidad de apelarla ante el Ministerio de Salud, lo cual tambi�n constituye un mejoramiento respecto del proyecto original. Asimismo, tuvimos la preocupaci�n especial de no provocar un mayor d�ficit municipal. Cabe se�alar que en 2001, mientras el Ministerio de Salud destin� 121 mil millones de pesos para la atenci�n primaria de salud, las municipalidades aportaron 42 mil millones de pesos. Es decir, estas �ltimas han entregado m�s de la cuarta parte del total -la proporci�n es de uno a tres-, lo cual nos parece correcto; pero eso significa que tambi�n debe estar presente ese dato en el momento de la fijaci�n de metas y cuando se realice este tipo de estudios. Por otra parte, no ten�amos ning�n inter�s en que el proyecto se transformara en un mayor d�ficit para las municipalidades, porque lo que observamos es que ellas, en general, ya no son capaces de soportar los que las afectan, debiendo, en algunos casos, incurrir en deudas muy cuantiosas. En consecuencia, quisimos que la iniciativa estuviese perfectamente financiada. Todos quedamos absolutamente conformes con el mejoramiento que tuvo el proyecto en an�lisis. Quiero dejar constancia -porque es bueno hacerlo- de que todos reconocemos la labor del Ministerio de Salud en este �mbito, sobre todo, la de los trabajadores de la atenci�n primaria, porque claramente aqu� se han hecho esfuerzos en eficiencia, en eficacia y en mejor atenci�n al p�blico. Como hemos sido muy cr�ticos con el sector salud en general, estimo conveniente que debemos hacer una diferencia respecto de la atenci�n primaria, pues en ella, por lo menos, los beneficios han llegado a la gente. De modo que aprobaremos el proyecto, en la seguridad de que fue estudiado acuciosamente y que est� bien balanceado. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, aunque seguramente resulte un poco odioso plantear una cr�tica muy profunda al proceso legislativo a que se someti� el proyecto -que, desde mi punto de vista, produce efectos que debemos analizar con mayor profundidad m�s adelante-, es importante que el Senado, las personas que no participaron en las Comisiones y quienes est�n interesados en su resultado final sepan que en la forma como ven�a aprobado por unanimidad en la C�mara de Diputados no pod�a ser aplicado en el pa�s. �As� de simple! La iniciativa no consultaba recursos, lo cual es un hecho verdadero. En las Comisiones unidas del Senado establecimos los recursos mediante una indicaci�n preparada por el Ministerio de Hacienda, el que, efectivamente, reconoci� que no se hab�an propuesto en la debida forma y a�n m�s, que ni siquiera se hab�an consignado. El texto despachado por la C�mara de Diputados creaba mecanismos, organismos y formas que destru�an de manera definitiva la autonom�a municipal. Adem�s, conten�a un desajuste de fechas en lo que respecta a la acci�n de la salud primaria, seg�n lo dispuesto por el propio Ministerio del ramo en relaci�n con las fechas que se consideran fundamentales en toda la legalidad de la Administraci�n del Estado, y dentro de ella una ley muy importante: la de Presupuestos de la Naci�n. Asimismo, se trataba de un proyecto centralista, pues entregaba al Ministro de Salud la responsabilidad de acceder a los est�mulos en los distintos consultorios del pa�s, en circunstancias de que la autoridad l�gica y natural es el Director de tal servicio -a lo m�s, el Secretario Regional Ministerial de Salud-, pero no una persona ubicada a 150, 200, 500, mil o 2 mil kil�metros de distancia. Se�or Presidente, es interesante saber que estamos frente a un grupo formado por los trabajadores de la atenci�n primaria de salud que ha tenido �xito en su gesti�n. As� lo han reconocido las autoridades del sector salud; algunos personeros que han sido muy contrarios al sistema de centralizaci�n de la administraci�n que posee la atenci�n primaria de salud en el pa�s, y organismos internacionales como la Organizaci�n Mundial de la Salud y la Organizaci�n Panamericana de la Salud. Tambi�n reconocieron ese logro -manifestando inclusive inter�s por conocer la forma, organizaci�n y trabajo en la atenci�n primaria de salud- los representantes de pa�ses asi�ticos que se reunieron en Chile hace alg�n tiempo. En consecuencia, cuando nuestro pa�s se ubica en el puesto N� 14 del ranking mundial en materia de objetivos de salud, significa que existen razones para sostener que ha resultado exitosa toda la estructura organizada hace ya algunos a�os para que la atenci�n primaria alcance la fortaleza que necesariamente requiere. Las razones de dicho �xito, desde mi punto de vista, son cuatro: Primero, ha existido una administraci�n descentralizada que constituye un elemento indispensable que debe tenerse presente no s�lo en el �mbito de la salud, sino en la totalidad de la acci�n p�blica nacional. Segundo, la atenci�n primaria de salud tiene factores que son imprescindibles para el buen funcionamiento de la Administraci�n P�blica: una relaci�n social con su entorno, y apoyo a organizaciones fuertes o d�biles, por ejemplo, escuelas, colegios, entes sociales. Hay una presencia social interesada en el resultado �ltimo de la gesti�n de su propio consultorio. Es decir, ha habido un conocimiento de los usuarios. Tercero, cuando existe una relaci�n entre los distintos componentes del sistema y quienes entregan las prestaciones de salud conocen a los usuarios, sin ninguna duda, se alcanza un mayor �xito. Porque las relaciones humanas entre quienes ejecutan las acciones y los que las reciben se fortalecen y crecen en la medida en que se produce un conocimiento mutuo. Y en la atenci�n primaria de salud ello se da en plenitud. Y, cuarto, hay una relaci�n territorial muy trascendente e importante a trav�s de las visitas que realizan los m�dicos a los consultorios, a las postas y a otros lugares rurales. Con ello, se va conociendo a lo largo del pa�s, con bastante �xito, la vida social y la estructura org�nica de la familia campesina, industrial y pesquera de Chile. Por eso entonces, para nosotros es bueno estar discutiendo el proyecto de ley que nos ocupa. Se�or Presidente, deseo reiterar algo que ya sostuve en la Comisi�n: no me gusta la forma en que se plantea la asignaci�n de est�mulo. Yo propuse claramente que las remuneraciones del sector se reajustaran en 10,6 por ciento. �As� de simple! Y tengo razones para sostenerlo. En primer t�rmino, porque se incrementan las remuneraciones de un grupo humano que ha tenido �xito en sus funciones y que no ha evidenciado debilidades en torno de su trabajo. En segundo lugar, porque se establece a trav�s de mecanismos existentes, sin necesidad de crear una f�rmula en que participen otros actores, los cuales finalmente resolver�n si existe o no existe reajuste en una parte de lo que se est� consultando. Muchas veces me asalta el temor de que se involucren problemas de car�cter pol�tico con el director de un consultorio o con el personal de otro. Estas cosas deben evitarse en un pa�s preocupado de establecer una estructura institucional m�s s�lida. Y si un grupo de personas ha tenido �xito en sus funciones y se ha constituido en ejemplo para el desarrollo de salud del pa�s, sin duda alguna que, desde mi punto de vista, es merecedor a un reajuste de 10,6 por ciento -al menos, yo lo habr�a planteado derechamente-, sin necesidad de estos est�mulos. Ello porque para los efectos de saber si se est�n o no se est�n cumpliendo las metas sanitarias, existen otros mecanismos en las normas legales sobre administraci�n y en todo lo relacionado con las personas que tengan personal bajo su mando, en cualquier nivel, profesionales, de apoyo, etc�tera. Tengo una duda al respecto, se�or Presidente, y la voy a plantear por considerar que corresponde hacerlo. El n�mero 1 del art�culo 4� que se propone, dice: "El Ministerio de Salud fijar�, antes del 10 de septiembre de cada a�o, las metas sanitarias nacionales�". Aqu� se produce una situaci�n que vale la pena se�alar, porque el de Salud ser� el primer Ministerio al que se le fijen fechas distintas para dar cuenta de las metas y objetivos que le corresponden. Hasta ahora, todos los Ministerios lo hacen durante la discusi�n de la Ley de Presupuestos. �Y por qu� raz�n en esa oportunidad? Porque existen diversos tipos de recursos, y aun cuando se trate de administraciones aut�nomas, sus fondos son de car�cter p�blico. Una de ellas, cada d�a m�s importante, es la administraci�n regional. Y una cuota considerable de los recursos de que disponen las regiones -somos testigos de ello- para la construcci�n de consultorios, postas, ampliaciones de atenci�n primaria, en fin, de apoyo, veh�culos, etc�tera, se debe a peticiones originadas en el propio gobierno regional. Y en las Leyes de Presupuestos, sin excepci�n, se se�ala claramente que, en todo el pa�s, a partir del 1� de diciembre de cada a�o, los gobiernos regionales comenzar�n a prestar los apoyos necesarios a la atenci�n primaria. Si de acuerdo con esta norma, el Ministerio de Salud ha de fijar sus metas sanitarias antes del 10 de septiembre, estar� desfasado respecto del proceso institucional global del pa�s en este sentido. Por otro lado, el Director del Servicio de Salud dispone de un plazo de m�s o menos tres meses para que, cada a�o, antes del 10 de diciembre, se suscriban, a m�s tardar, los convenios anuales de desempe�o entre el servicio de salud respectivo y la entidad administradora. El hecho que comento indica claramente una situaci�n distinta que, desde mi punto de vista, no se justifica. Lo consult�, pero no hubo respuesta. Ignoro el motivo por el cual se fij� el 10 de septiembre como fecha m�xima para que el se�or Ministro d� a conocer los objetivos y metas sanitarias. No s� por qu� raz�n es distinta a la establecida para el resto de los Ministerios y organismos del pa�s. Ignoro por qu� se desentiende de la Ley de Presupuestos, que es la que proporciona los recursos, entre otras cosas, para que se puedan pagar los beneficios que en este proyecto se proponen. �se es un tema que yo particularmente planteo como un hecho negativo en el proceso administrativo relacionado con toda esta acci�n. Finalmente, quiero se�alar que ante �xitos tan evidentes como los que hemos observado en la atenci�n primaria de salud �por haber dirigido consultorios, conozco su labor-, realmente la f�rmula planteada de reajuste, por un lado, y de un est�mulo al desempe�o colectivo, por otro, es una mezcla que se va a prestar para discusiones en el futuro. Algunos se�ores Senadores han manifestado que el proyecto viene a hacer justicia a los trabajadores; pero, en verdad, habr�a sido preferible darles un 10,6 por ciento de reajuste, porque desde hace bastante tiempo est�n dando cumplimiento a las metas y objetivos fijados. --(Aplausos en tribunas). El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Advierto que no se pueden hacer manifestaciones a favor o en contra. Tiene la palabra el Honorable se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, consult� en la Mesa y me impuse que hay muchos se�ores Senadores inscritos, por lo cual propongo poner de inmediato en votaci�n el proyecto y que ellos puedan fundar su voto. Adem�s, que fijemos una hora de votaci�n para el proyecto sobre los fotorradares, que se encuentra en el segundo lugar de la tabla y que tiene urgencia calificada de "Suma". Lo planteo, porque tal vez no alcanzaremos a despachar las dos iniciativas, respecto de las cuales hay unanimidad en la Sala para su aprobaci�n. En caso contrario, deber� citarse a sesi�n ma�ana para tratar el proyecto de fotorradares, porque vence el plazo para hacerlo. De modo que mi proposici�n es doble: que se suspenda el debate y se inicie la votaci�n del proyecto de salud, dando preferencia a los inscritos para fundar el voto; y que se fije hora de votaci�n para la iniciativa sobre fotorradares. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, en lo referente al proyecto sobre fotorradares, hay indicaciones renovadas que apuntan al fondo del asunto. En consecuencia, creo que, sin debate, la votaci�n no reflejar�a todos los antecedentes que se van a entregar a la Sala. Por lo tanto, propongo resolver el primer proyecto que estamos analizando y despu�s abordar el segundo. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se ha solicitado iniciar la votaci�n. Quiero informar que est�n inscritos los Honorables se�ores Viera-Gallo, Foxley, Ruiz-Esquide y Bombal, cada uno de los cuales tiene derecho a usar de la palabra por quince minutos. De manera que tendr�amos una hora m�s de debate. Si les parece, les podr�amos dar prioridad en el uso de la palabra para fundar su voto, hasta por cinco minutos. Acordado. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, deseo manifestar mi apoyo al proyecto; reconocer que ha sido muy positiva la actitud del Gobierno al recoger nuestras inquietudes, y que en realidad la iniciativa ha sido perfeccionada. Sin embargo, hay una materia que me sigue dando vueltas. Al respecto, he consultado al Honorable se�or Silva �quien en �sta y en otras muchas cosas, por cierto, sabe m�s que yo-, y �l comparte mi inquietud, motivo por el cual hemos presentado una indicaci�n. Ella se refiere al n�mero 2 del art�culo 4�, en la parte que dice: "Sobre esta base se suscribir�n, a m�s tardar el 10 de diciembre de cada a�o, los convenios anuales de desempe�o entre el Servicio de Salud respectivo y la entidad administrativa". En verdad estamos en presencia de un contrato administrativo, mandatado obligatoriamente por ley y donde, por cierto, no hay autonom�a de la voluntad -en este caso, del ente municipal- para poder actuar. All� hay una anomal�a. Si decimos que prima la autonom�a municipal, como debiera ser, el d�a de ma�ana un municipio podr�a no firmar el convenio; decir que no est� de acuerdo con las metas que se le han fijado y crear un conflicto con el servicio respectivo, sobre todo si se tiene en cuenta que est� de por medio una parte del alza del salario de sus trabajadores. Por ello, para salvar el esp�ritu del proyecto, hemos presentado una indicaci�n que, si mal no recuerdo dice que "sobre esta base se evaluar� el desempe�o de cada entidad administradora y se har�n los traspasos de fondos correspondientes", sin exigir o sin pronunciarse de si se trata de un convenio, sino buscando las f�rmulas -que pueden ser de diverso car�cter- a trav�s de las cuales el Ministerio de Hacienda, y despu�s el de Salud, procedan a los traspasos que correspondan. Pero sin que haya un contrato administrativo anual entre cada municipio y el servicio de salud respectivo. Por lo tanto, pedimos la unanimidad de la Sala para tal enmienda. En el tiempo que me resta, s�lo deseo se�alar que el alza de remuneraciones es gradual en el tiempo, como est� estipulado en el art�culo 3�, y que la Comisi�n logr� que la evaluaci�n de desempe�o se realice regionalmente, para que no estuviera todo centralizado en Santiago. Al mismo tiempo se fij� en forma m�s clara el mecanismo para determinar las metas de cada una de las entidades. Subsiste un punto que me parece importante tener en cuenta -en especial los trabajadores-, al momento de recibir el bono. Y es que cada servicio puede optar por metas en relaci�n con cada entidad administradora, o separadamente con cada consultorio individualizado. Esta opci�n es muy importante para los trabajadores, porque el desempe�o colectivo puede ser de la comuna equis o de cada uno de los consultorios individualmente considerados. Entonces, �sa es una atribuci�n del servicio de salud, seg�n el n�mero 4) del art�culo 4� del proyecto. Adem�s, el Presidente de la Rep�blica dictar� un reglamento dentro de seis meses, que determinar� las condiciones en las cuales los servicios de salud ejercer�n esa opci�n, como asimismo los procedimientos destinados a la definici�n y evaluaci�n del grado de cumplimiento de las metas anuales de los establecimientos de salud municipal. Dicho reglamento ser� vital para los trabajadores. Porque es muy distinto que se eval�e a una comuna en su conjunto, a hacerlo respecto de cada uno de los consultorios o postas rurales individualmente consideradas. Para finalizar, reitero nuestra petici�n de que se considere en su momento la indicaci�n que mencion�. Voto a favor. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, junto con anunciar mi voto favorable al proyecto, deseo destacar dos elementos que me parecen importantes. En primer lugar, la iniciativa que nos ocupa representa un primer avance hacia una reforma de la salud, donde est�n ya en germen algunos elementos que considero relevante que prevalezcan despu�s en el concepto del proyecto de mejora de gesti�n de la salud p�blica. El primero de ellos dice relaci�n a una mayor descentralizaci�n del sistema. Aqu� hay un procedimiento de fijaci�n de metas regionalizadas, de evaluaci�n del cumplimiento de las metas igualmente regionalizadas, y no s�lo regionalizadas, sino con participaci�n de las partes (es decir, de la autoridad sanitaria, de la instituci�n de salud que implementa las metas y, tambi�n, de los trabajadores). Aparte el anterior, hay otro elemento que a mi juicio ser� v�lido para la reforma de la gesti�n general del sistema p�blico de salud: incentivos seg�n desempe�o. �se es otro indicio de que �sta es una buena iniciativa. Desde otro �ngulo, de alguna manera el proyecto representa un reconocimiento al significativo esfuerzo realizado por parte de todas las personas que laboran en la salud primaria (trabajadores, m�dicos, etc�tera), que en el plazo de dos a�os en que se ha estado implementando el programa de mejoramiento de la atenci�n en el nivel primario ha mostrado resultados muy positivos. Considero necesario decirlo, porque todos criticamos al sistema y hemos planteado la necesidad de mejorar la eficiencia, el rendimiento y la disminuci�n de los costos del sector p�blico de salud. Tengo en mis manos algunos resultados de la aplicaci�n de este programa, que muestra, por ejemplo, 44 por ciento de incremento en las consultas m�dicas de morbilidad; 35 por ciento en las rondas m�dicas en salud rural; 90 por ciento en las atenciones odontol�gicas; el establecimiento de un sistema de extensi�n horaria en virtud del cual los consultorios han alargado la atenci�n hasta las ocho de la noche, en algunos casos incluyendo el s�bado, con horas escalonadas en el d�a para los m�dicos. Es decir, ha habido un esfuerzo de toda la gente que trabaja en el sector, lo cual se expresa en resultados -es importante se�alarlo-, que son apreciados como positivos por las personas que se atienden en �l. Un informe del Ministerio del ramo muestra que el 64 por ciento de las personas declara sentir que la atenci�n entregada en el consultorio en los �ltimos meses ha mejorado en general. A mi juicio, esto resulta muy trascendente, por cuanto el esfuerzo no s�lo presenta resultados cuantitativos, sino cualitativos en la apreciaci�n que las personas sienten respecto de �l. Naturalmente -como se�al�-, �ste es un primer paso, porque hay muchos otros temas pendientes de resoluci�n en el sistema de atenci�n primaria y, sobre todo, en su vinculaci�n de �ste con la cadena siguiente: los centros de referencia de salud y los hospitales. Si se va a trabajar en los consultorios -como alguna vez lo plante� el Ministro de Salud, don Osvaldo Artaza, respecto del plan AUGE- los siete d�as de la semana y las 24 horas del d�a, es obvio que existe necesidad de personal calificado, sobre todo de m�dicos en las especialidades que hoy no tienen, y que deber�an contar con mayor capacidad resolutiva en atenci�n primaria para descargar la cadena a continuaci�n. Tambi�n resultan evidentes los positivos cambios que se han llevado a cabo en el nivel primario. Ojal� ese efecto se contagie al resto de la cadena y que este mismo tipo de motivaci�n, de flexibilizaci�n, de mayor autonom�a y esfuerzo llegue a los hospitales. Si as� fuera, creo que el proyecto en s� mismo estar�a muy justificado como un primer paso hacia el tipo de reforma de salud que todos esperamos implementar en adelante y que signifique -como se�al�- un aumento muy importante en el n�mero de prestaciones, en la calidad de las mismas y, sobre todo, en su oportunidad. En consecuencia, voto a favor. ----------------- El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Solicito el asentimiento de la Sala para que ingrese don Andr�s Romero, asesor jur�dico del Ministerio de Salud. --Se autoriza. ----------------- El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, a mi juicio, el debate ha sido extraordinariamente claro, neto, y por eso votaremos favorablemente el proyecto. No obstante, quisiera referirme a algunos puntos. En primer t�rmino, es bueno que se reconozca el valor de la atenci�n primaria, tanto desde el punto de vista social como del t�cnico. Todo el enfoque de la medicina moderna, as� como el que se quiere dar a la reforma que Chile necesita, est� orientado a acercar lo m�s posible la red asistencial a las personas, lo que permite ahorro de dinero y -lo m�s importante- produce una mejor atenci�n y, por �ltimo, disminuye el costo, no s�lo en el sistema de salud, sino tambi�n respecto de las personas. Por lo tanto, al aprobar en general y particular esta iniciativa, en la pr�ctica, estamos reconociendo un mecanismo de trabajo que en el futuro deber� ser la forma como el pa�s aborde esta materia. De otra manera, si no logramos mejorar la prevenci�n y la atenci�n primaria, cuyo costo relativo es menor al de los centros asistenciales sofisticados, ni conseguimos que llegue menor cantidad de gente a los hospitales, estamos reconociendo una realidad universal, por cuanto, literalmente, ning�n pa�s podr� resistir el costo de la salud en la medida en que exista una diferencia entre el aumento de su valor y el crecimiento de las econom�as particulares o las universales. �se es, en mi concepto, el primer valor que tiene el proyecto. En segundo lugar, quiero referirme, bas�ndome en lo acordado respecto de esta iniciativa por distintos se�ores Senadores, a lo que ya se ha mencionado: la red de salud integrada. Durante muchos a�os se ha discutido el que los servicios municipalizados est�n separados de los estatales, sin conexi�n r�pida, clara y evidente. A mi entender, con esta iniciativa se da un paso adelante, por cuanto se logra que ambas partes discutan metas espec�ficas y se produzca una mejor relaci�n entre ellas. Estoy convencido de que cuando se analice la reforma de la salud, en alg�n instante tendremos que buscar un mecanismo mucho m�s claro para la relaci�n entre ambas partes. De no ser as�, los cambios que queremos implementar no dar�n resultado. Existe, por ejemplo, el caso de profesionales que pr�cticamente est�n en guetos municipales de los cuales no pueden salir, lo que contrasta con cierta posibilidad de movimiento que brinda el sistema estatal. En tercer t�rmino, quiero recoger solamente dos planteamientos que se han formulado, el primero de los cuales es el se�alado por un se�or Senador en el sentido de que con esta iniciativa se terminar�a destruyendo la autonom�a municipal. Ciertamente no es as�. Creo que eso es exagerar las cosas m�s all� de lo que el texto del proyecto se�ala. El segundo planteamiento es reconocer, con toda franqueza, el aporte al mejoramiento de la iniciativa hecho por los se�ores Senadores de Gobierno y Oposici�n, incluida una se�ora Senadora, que integraron las Comisiones unidas. En mi opini�n, es b�sico destacar este aspecto, porque as� se hacen mejores leyes. En todo caso, lamento disentir de lo aseverado por Su Se�or�a con relaci�n a la ineficiencia del sector p�blico. Quiero dejar planteado que, cuando se discuta la materia, sea abordando la reforma u otra situaci�n especial, se haga con mucha seriedad, pues esta falta de eficiencia en el �mbito estatal se ha expresado como un dogma. La verdad es que, desde el punto de vista sanitario, lo que corresponde es medir los resultados obtenidos en Chile dentro de dicha �rea. Con ellos a la vista, concluiremos en que no se puede hacer una aseveraci�n tan rotunda. Bajo la misma perspectiva, no se puede, a contrario sensu, afirmar la eficiencia del sector privado institucional, luego de medir los logros en ambos universos en los �ltimos veinte a�os. Por eso, se�or Presidente, teniendo presente que este debate ser� muy rico en el futuro y, seguramente, bastante duro, anunciamos nuestro voto favorable al proyecto. Pienso que constituye un avance y una ventaja, adem�s de responder verdaderamente a lo que merecen los trabajadores de la salud primaria. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, votar� a favor de la iniciativa. A mi juicio, lo m�s importante que se puede rescatar de la misma es la buena impresi�n que causa la forma como los trabajadores han planteado sus puntos de vista, no s�lo en las negociaciones, sino tambi�n en el debate habido en las Comisiones. Efectivamente, ellos han defendido su posici�n, desde la perspectiva de los logros conseguidos, frutos del esfuerzo propio, del trabajo y de la complementaci�n que han tenido con los municipios en realidades muy diversas. Cuando la acci�n de salud se involucra directamente con la gesti�n municipal, se puede hacer y mejorar mucho, porque se integran distintos organismos de la sociedad. Precisamente la municipalidad, que es la expresi�n de la comunidad en la base, apoyada por los t�cnicos y especialistas que conforman el personal de salud que trabaja en el primer frente de contingencia en la salud privada, hoy d�a exhibe resultados relevantes, los cuales han merecido que la iniciativa, disquisiciones m�s o menos, premie o incentive el esfuerzo, de manera precaria todav�a, pero rescatando un concepto fundamental. Pienso que ello dignifica much�simo la importante, dif�cil y dura tarea que realizan los funcionarios de la salud en nuestro pa�s. No es f�cil trabajar en el ambiente en el que se desenvuelven estas personas, como no lo es la contingencia que viven a diario en los consultorios, particularmente en esta �poca del a�o. Por lo mismo, que en tales circunstancias se obtengan logros habla bien de la muy buena disposici�n y gesti�n de dicho personal, m�s all� de los conceptos de administraci�n que se est�n implementando. Desde esa perspectiva, se�or Presidente, a mi juicio, el proyecto es un muy buen antecedente para la reforma de la salud que se anuncia. Aqu� hay conceptos, criterios y experiencias que espero que se consideren, como dec�a el se�or Senador que me antecedi� en el uso de la palabra, a la hora de evaluar gesti�n; hablar de eficiencia o de administraciones que no se han desarrollado de la mejor forma, o al identificar las ineficiencias existentes en otros servicios de salud. Entonces, el esp�ritu de la iniciativa evidencia precisamente resultados que el Estado reconoce como fundamentales y que favorecen directamente a quienes los han conseguido, lo cual, a su vez, significa beneficios para los destinatarios �ltimos de la salud, que son las personas, y constituye un gran antecedente para los proyectos de salud que se discutir�n m�s adelante. En seguida, se�or Presidente, cabe destacar el concepto de descentralizaci�n planteado en la Sala a prop�sito de esta iniciativa. Ojal� dicha idea presida en buena medida los debates que a futuro se efectuar�n sobre las reformas a la salud. Una gesti�n m�s descentralizada es una acci�n que llega m�s directamente a las personas, lo cual beneficia mucho m�s a los trabajadores del sector, pues ya no se observar� la funci�n de un cuerpo global, sino la ejecuci�n de las tareas de cada uno de los actores en el proceso de la salud, particularmente, de las personas que trabajan en los consultorios de atenci�n primaria. De esa manera, se alienta, dignifica y estimula a quien busca hacerlo mejor, entreg�ndole las debidas recompensas, las que no son s�lo de car�cter econ�mico, ya que muchas veces tienen relaci�n con la dignidad de quien desempe�a una funci�n, sobre todo considerando su medio de trabajo, tan adverso y complejo, donde se vive mucha tragedia, mucho dolor y mucha angustia. Ello naturalmente repercute en la labor que desarrollan estos funcionarios, quienes no est�n ajenos a esa dolorosa realidad, debido a su gran compromiso con ella. En consecuencia, los criterios que se plantean en el proyecto y las mejoras propuestas hablan positivamente del sector en momentos en que se levantan muchas cr�ticas al sistema de salud, las cuales obviamente merece; pero tales reproches no bastan si no se buscan mecanismos y criterios para solucionar lo que anda mal. Estimo que el esp�ritu demostrado en las Comisiones de Hacienda y de Salud, unidas, constituye una buena antesala para la reforma. Comparto los t�rminos de la indicaci�n planteada por el Senador se�or Viera-Gallo en las Comisiones unidas y la considero muy atendible. De acogerse esa proposici�n, quedar�a resuelto un problema no menor que se originar� cuando un municipio no firme contrato con el servicio de salud respectivo. Estar�a en todo su derecho, ya que el convenio puede no resultar conveniente, no s�lo para el municipio, sino que para los propios trabajadores. No s� c�mo se decidir� el punto, pero tiendo a pensar que se trata de una idea muy razonable. Finalmente, se�or Presidente, vuelvo a destacar el esp�ritu con que los trabajadores de la salud expusieron sus puntos de vista y el exhibido por el Gobierno al acoger las enmiendas sugeridas, y espero que ese �nimo tambi�n est� presente en las reformas que m�s adelante estudiaremos. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se�ores Senadores, el proyecto se encuentra con urgencia calificada de "discusi�n inmediata", por lo tanto, se debe discutir en general y particular, a la vez. Dada la unanimidad manifiesta en cuanto a la idea de legislar, propongo dar por aprobada la iniciativa en general, y en la discusi�n particular debatir la �nica indicaci�n presentada. �Habr�a acuerdo? Acordado. --Se aprueba en general el proyecto. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Hay una sola indicaci�n, se�ores Senadores. La frase final del n�mero 2) del art�culo 4� dice: "Sobre esta base se suscribir�n, a m�s tardar el 10 de diciembre de cada a�o, los convenios anuales de desempe�o entre el Servicio de Salud respectivo y la entidad administradora.". La indicaci�n formulada por los Honorables se�ores Viera-Gallo y Silva propone reemplazarla por la siguiente: "Sobre esta base se evaluar� el desempe�o de cada entidad administradora y se har�n los traspasos de fondos correspondientes.". El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En discusi�n la indicaci�n. Tiene la palabra el Senador se�or Garc�a. El se�or GARC�A.- Se�or Presidente, la verdad es que este tema se debati� largamente en las Comisiones de Salud y de Hacienda, unidas, para determinar en qu� forma el Ministerio del ramo y los servicios de salud traspasar�an los recursos a los respectivos municipios. Ya lo dijo el Senador se�or Espina. Lo que m�s queremos es resguardar que los leg�timos proyectos de mejoramiento de remuneraciones no signifiquen para las municipalidades incrementos en sus costos que no est�n debidamente financiados, porque, finalmente, los perjudicados son los propios trabajadores. En este sentido, prefiero la redacci�n original, es decir, que las corporaciones edilicias deban firmar un convenio con el respectivo servicio de salud. El Senador se�or Viera-Gallo -por supuesto escucho con mucha atenci�n su opini�n jur�dica- observa que la disposici�n de obligar a los municipios a suscribir un convenio podr�a presentar visos de inconstitucionalidad. Obviamente, no quisi�ramos que as� ocurriese. Por lo tanto, votar� favorablemente la indicaci�n, para salvar esa eventualidad. Pero deseo dejar establecido, se�or Presidente, que entendemos que en la pr�ctica suceder� que se firmar�n los convenios y se cumplir� estrictamente la norma incorporada como inciso final del art�culo 3�, que expresa que "Los recursos para el financiamiento de la asignaci�n, ser�n transferidos a las entidades administradoras de salud municipal a trav�s de los respectivos servicios de salud.". Es decir, queda claro que la medida no significa un mayor costo para los municipios y que los servicios de salud deber�n traspasar los fondos para que la asignaci�n, tanto en su componente base como en su componente de desempe�o, se cumpla y se pague oportunamente a los trabajadores de la atenci�n primaria. En ese entendido, me pronuncio favorablemente. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar� la indicaci�n, con la aclaraci�n formulada. --Se aprueba, y queda despachado en particular el proyecto. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Ministro. El se�or ARTAZA (Ministro de Salud).- Se�or Presidente, en forma muy breve, deseo agradecer la buena voluntad y el alto esp�ritu con que las Comisiones unidas y la Sala han tratado el tema. Ello aporta enormemente a la reforma de la salud en un componente que estimamos b�sico, como es la atenci�n primaria. Para nosotros, el uso y la costumbre se han expresado a trav�s de los convenios tendientes a traspasar fondos a los municipios para todos estos efectos. La indicaci�n que acaba de ser aprobada contribuye, en mi concepto, a que no haya dificultades en este importante paso que damos para fortalecer dicha atenci�n. Por �ltimo, pido nada m�s que el mismo buen esp�ritu, la misma altura de miras, para los proyectos venideros, que son mucho m�s complejos, como los relativos al Plan de Salud, la regulaci�n del sector privado y el mejoramiento del sector p�blico. Hoy anunciamos todas las medidas vinculadas con el cambio de gesti�n en el sistema p�blico que ser�n materia de ley, y espero, por el bien de los habitantes del pa�s, la misma generosidad de parte de todos ustedes. Muchas gracias. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Gracias, se�or Ministro, por su intervenci�n. ------------------- El se�or HOFFMANN (Secretario).- Ha llegado a la Mesa una solicitud tendiente a abrir un nuevo plazo para presentar indicaciones al proyecto sobre traspaso del Liceo Manuel de Salas desde la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educaci�n a la Universidad de Chile, proponi�ndose fijar hasta el lunes 17 de junio en curso, a las 12. En ese caso, las indicaciones deber�an ser entregadas directamente en la Comisi�n de Educaci�n. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. Acordado. ------------------- El se�or HOFFMANN (Secretario).- La Comisi�n de Hacienda hizo llegar a la Mesa un oficio en el cual se pide recabar el acuerdo de la Sala para que el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, de bases sobre contratos administrativos de suministro y prestaci�n de servicios sea tratado en general y en particular. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. Acordado. ------------------- El se�or HOFFMANN (Secretario).- Respecto del proyecto que se discutir� en seguida, se solicit� autorizaci�n para que ingresen a la Sala los se�ores Francisco Vidal, Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo; Eduardo P�rez, Jefe de la Divisi�n Jur�dica de la Subsecretar�a de Desarrollo Regional y Administrativo; Patricio Tombolini, Subsecretario de Transportes, y Lautaro P�rez, Jefe del Departamento Legal de la Subsecretar�a de Transportes. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, as� se acordar�. Acordado. OPERACI�N DE EQUIPOS DE REGISTRO Y DETECCI�N DE INFRACCIONES RELATIVAS A VELOCIDAD Y LUZ ROJA El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de la C�mara de Diputados que modifica la ley N� 18.290, de Tr�nsito, en lo relativo a la operaci�n de los equipos de registro y detecci�n de infracciones relativas a velocidad y luz roja, con segundos informes de las Comisiones de Transportes y Telecomunicaciones y de Hacienda. --Los antecedentes sobre el proyecto (2904-06) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 12�, en 7 de mayo de 2002. Informes de Comisi�n: Transportes, sesi�n 15�, en 14 de mayo de 2002. Hacienda, sesi�n 15�, en 14 de mayo de 2002. Transportes (segundo), sesi�n 5�, en 11 de junio de 2002. Hacienda (segundo), sesi�n 5�, en 11 de junio de 2002. Discusi�n: Sesiones 15�, en 14 de mayo de 2002 (se aprueba en general); 16�, en 15 de mayo de 2002 (vuelve a Comisi�n para segundo informe). El se�or HOFFMANN (Secretario).- El Ejecutivo hizo presente la urgencia para el despacho del proyecto, calific�ndola de "suma". La aprobaci�n en general tuvo lugar el 14 de mayo reci�n pasado. La Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones deja establecido, para los efectos reglamentarios, que el art�culo transitorio no fue objeto de indicaciones ni de modificaciones. En consecuencia, de conformidad a lo dispuesto en el inciso primero del art�culo 124 del Reglamento, se debe dar por aprobado, salvo que alg�n se�or Senador solicite someterlo a discusi�n y votaci�n y que ello sea acordado por la unanimidad de los presentes. --Se da por aprobado el art�culo transitorio. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En el informe se consignan las dem�s constancias reglamentarias. Las modificaciones introducidas por la Comisi�n al proyecto aprobado en general se describen en el texto que Sus Se�or�as tienen a la vista, habiendo sido acordadas por la unanimidad de los miembros presentes, con excepci�n de las efectuadas a la letra b) del art�culo 1�, acogidas por tres votos a favor, de los Honorables se�ores Novoa, Pizarro y Vega, y la abstenci�n del Senador se�or Prokurica, en tanto que en lo referente a la letra c) del art�culo 2� se registraron tres votos a favor, de los Honorables se�ores Novoa, Pizarro y Vega, y uno en contra, del Senador se�or Prokurica. Cabe recordar que las enmiendas acogidas por unanimidad en la Comisi�n, atinentes a las letras d) y f) del art�culo 1� y b) del art�culo 4�, deben ser votadas sin debate, de conformidad a lo dispuesto en el inciso sexto del art�culo 133 del Reglamento, salvo que alg�n se�or Senador solicite discutir la proposici�n respecto de alguna de ellas o que medien indicaciones renovadas. Los art�culos 2�, 3� y 4� revisten el car�cter de normas org�nicas constitucionales y, en consecuencia, requieren para su aprobaci�n el voto conforme de 27 se�ores Senadores. La Comisi�n de Hacienda, por su parte, pronunci�ndose sobre las disposiciones de su competencia, efectu� modificaciones al texto despachado por la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones, espec�ficamente a la letra b) del art�culo 1� y al art�culo 3�, las que fueron acordadas por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ora Matthei y se�ores Boeninger, Foxley, Garc�a y Viera-Gallo. La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado, dividido en cinco columnas, que consignan los textos de las leyes que se modifican, el texto aprobado en general por el Senado, las modificaciones introducidas por la Comisi�n de Transportes, las enmiendas incorporadas por la Comisi�n de Hacienda y el texto final que se propone aprobar. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Terminada la relaci�n. Tiene la palabra el Senador se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, intervendr� brevemente para informar del tratamiento de la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones a las indicaciones presentadas al proyecto de ley que nos ocupa. Ese �rgano t�cnico se aboc� a su estudio en sesi�n del 5 del mes en curso. Durante el an�lisis consider� que el objetivo preciso de la iniciativa fue corregir una situaci�n particular suscitada como consecuencia del abuso de un instrumento cuya aplicaci�n se suspendi� hasta el 6 de junio reci�n pasado, por lo que varias de las indicaciones formuladas por diversos se�ores Senadores fueron rechazadas. O sea, la Comisi�n no estuvo en contra de ellas, sino que consider� que correspond�a efectuar su examen con motivo de otro proyecto modificatorio de la Ley de Tr�nsito. En tal sentido, se aprobaron las indicaciones relacionadas con la existencia de equipos de registro y detecci�n de infracciones relativas a velocidad y luz roja y su operaci�n exclusivamente por Carabineros de Chile, y de manera excepcional, por inspectores fiscales designados por el Ministerio de Obras P�blicas para el cumplimiento de funciones que el propio proyecto de ley indica (plazas de peaje, operaci�n de t�neles y obras de reparaci�n y mantenci�n de caminos p�blicos construidos y explotados al amparo de la Ley de Concesiones de Obras P�blicas). Asimismo, la Comisi�n aprob� la indicaci�n que destina al Fondo Com�n Municipal el ciento por ciento de los recursos recaudados por concepto de las multas que impongan los juzgados de polic�a local a ra�z de infracciones a las normas del tr�nsito detectadas mediante fotorradares. Como es de conocimiento del Senado, �ste es el meollo del asunto, por cuanto la existencia de disposiciones que permit�an que los dineros provenientes de multas ingresaran a los municipios gener� un c�rculo vicioso de abuso por parte de municipalidades y de quienes operaban tales instrumentos. Con la modificaci�n introducida al respecto, se desvincula el uso de fotorradares del municipio que los instala con los recursos que �stos pueden generar y se elimina, en consecuencia, el 18 por ciento de aporte proveniente de las multas a que d� lugar la aplicaci�n de dichos instrumentos destinado al Servicio Nacional de Menores, cuyo presupuesto se consignar� anualmente en la Ley de Presupuestos para el Sector P�blico; se calcula que ello representaba para el SENAME entre 300 y 400 millones de pesos, dineros que ahora deber�n consignarse en la mencionada Ley. Por �ltimo, se consigna que un porcentaje de los recursos obtenidos por infracciones a las normas del tr�nsito detectadas por medios distintos de los equipos de registro de infracciones -fotorradares- ser� destinado al presupuesto del Servicio Nacional de Menores. Se�or Presidente, �se es el informe relacionado con el tratamiento de las indicaciones formuladas en la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones. Y, en definitiva, el �nimo es despachar el proyecto en los t�rminos en que se propuso a la Sala. He dicho. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Ministro. El se�or ETCHEBERRY (Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).- Se�or Presidente, en vista de la inquietud que exist�a por la forma como estaban siendo utilizados los fotorradares y por los abusos que se comet�an con ellos, el Parlamento, a fines de enero del a�o en curso, aprob� un proyecto tendiente a suspender por 120 d�as el uso de dichos instrumentos, con el objeto de dar tiempo al Ejecutivo para el env�o de una iniciativa legal que corrigiera esa situaci�n. As� lo hizo el Gobierno, y, despu�s de los tr�mites del nuevo proyecto tanto en las respectivas Comisiones de la C�mara de Diputados y la Sala cuanto en las Comisiones del Senado, se lleg� a un texto que el Ejecutivo considera bastante satisfactorio. Me referir� s�lo a las ideas centrales, para no repetir lo manifestado por el Honorable se�or Pizarro. Primero, se pretende que la operaci�n de los equipos de fotorradares, que antes estaba en manos de funcionarios municipales, de funcionarios fiscales de Transportes y de Obras P�blicas, o de Carabineros, quede restringida s�lo a esta Instituci�n, y en forma muy excepcional, a inspectores fiscales designados por el Ministerio de Obras P�blicas, pero �nicamente en el caso de plazas de peajes, operaci�n de t�neles y obras de reparaci�n en carreteras concesionadas. Segundo, sobre la base de la discusi�n surgida en la Comisi�n de Transportes y Telecomunicaciones del Senado, se elevaron las velocidades m�ximas: en carreteras, de 100 a 120 kil�metros por hora, cuando existan dos o m�s pistas de circulaci�n en un mismo sentido, y en las ciudades, de 50 a 60 kil�metros por hora. En consecuencia, se est� analizando en la Sala un todo coherente. Por un lado, se perfecciona el empleo de fotorradares para evitar abusos, y por otro, se suben las velocidades m�ximas, para estar a tono con el progreso tanto en la calidad de los veh�culos, que ahora pueden frenar con mayor efectividad y son mucho m�s seguros, como en las carreteras que cuentan con doble pista. Tambi�n se hizo en este proyecto un cambio muy importante en el sentido de que el ciento por ciento de los ingresos provenientes de multas cursadas mediante fotorradares y equipos de registro ser� destinado al Fondo Com�n Municipal. De esta manera se acaba un incentivo a nuestro juicio perverso, por cuanto los municipios, al quedarse con todos los fondos, muchas veces abusaban colocando fotorradares en lugares donde, de acuerdo a las normas de seguridad, no correspond�a. Finalmente, se dispone que el Registro de Multas del Tr�nsito No Pagadas, que en este momento se encuentra concesionado por una empresa privada, ser� operado y administrado por el Servicio de Registro Civil e Identificaci�n una vez vencido el plazo del respectivo contrato, pues esta entidad se encuentra en condiciones de hacerlo. Ahora bien, se�or Presidente, deseo detenerme en dos aspectos que han sido motivo de discusi�n en la C�mara Alta. En primer lugar, algunos se�ores Senadores y Senadoras han cuestionado la existencia misma de los fotorradares. Nosotros pensamos que, en la medida en que el pa�s progresa, debemos estar abiertos a sistemas que den mayor certeza. En este caso queda un registro de las infracciones y no se requiere la permanencia de personal al lado de los equipos. En segundo t�rmino, diversos se�ores Senadores y Senadoras sostienen que donde exista un equipo de registro, como el fotorradar, debe haber a su lado un carabinero. A nuestro entender, eso invalida la modernidad del instrumento. Pensamos que los carabineros, recurso muy escaso en el pa�s, resultan tremendamente �tiles en la lucha contra la delincuencia y en muchas otras funciones como para tenerlos parados las veinticuatro horas del d�a o en turnos junto a un fotorradar. En consecuencia, si queremos un sistema m�s moderno, debemos tener en cuenta que el fotorradar deja un registro de las infracciones, da la confianza necesaria y, adem�s, debe ser calibrado por Carabineros de Chile, que, conforme a instrucciones del Ministerio de Transportes, decidir� el lugar de instalaci�n. �sa esa es, a nuestro juicio, una se�al de modernidad que deber�a dar tranquilidad a la poblaci�n. He dicho, se�or Presidente. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Trat�ndose del segundo informe, corresponde votar sin debate todas las normas que no fueron objeto de indicaciones renovadas. --Se aprueban, dej�ndose constancia de que emitieron pronunciamiento favorable 32 se�ores Senadores. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario para dar cuenta de la primera indicaci�n. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Mediante la letra a) del art�culo 1� se reemplaza el inciso segundo del art�culo 4� de la ley N� 18.290 por el siguiente: "Para los efectos del inciso anterior, podr�n utilizarse equipos de registro y de detecci�n de infracciones, en la forma que determine el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.". Los Senadores se�ores Horvath, Stange, Prokurica, Romero, R�os, Espina, Garc�a, Mart�nez, Canessa y Cantero renovaron la indicaci�n N� 2, para sustituir el inciso segundo del art�culo 4� de la Ley de Tr�nsito por el que sigue: "S�lo podr�n denunciarse las infracciones, contravenciones o faltas que haya sorprendido personal y directamente el funcionario denunciante, pudiendo utilizar para ello equipos de detecci�n y de registro de infracciones que se ajusten a lo dispuesto en los incisos siguientes.". El se�or MU�OZ BARRA.- Ser�a bueno que alguien la explicara. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, �sta y las otras dos indicaciones que renovamos dicen relaci�n a uno de los puntos esenciales del proyecto: el mecanismo por el cual se controlan las distintas disposiciones de la Ley de Tr�nsito, en este caso la velocidad y lo relativo a las luces rojas. Rese�ar� brevemente algunos antecedentes. El 22 de agosto de 2001 los Senadores se�ora Matthei y se�ores Chadwick, Novoa y Stange presentaron una moci�n con la cual iniciaron un proyecto tendiente a reformular integralmente el procedimiento por denuncia o infracciones a las normas de tr�nsito; restringir el uso de fotorradares a los que utilice Carabineros, como radares de pu�o o port�tiles de su propiedad, suprimiendo el fotorradar fijo o emplazado en un poste; aumentar los l�mites m�ximos de velocidad tanto en zonas urbanas como rurales y establecer un sistema diferenciado de multas seg�n la gravedad de la infracci�n. El 30 de octubre de 2001 los Senadores se�ores Andr�s Zald�var y R�os presentaron una moci�n dando origen a una iniciativa que fue incluida en la convocatoria por el Presidente de la Rep�blica y que ten�a por objeto derogar las normas legales que regulan la forma y los requisitos para cursar infracciones a la Ley de Tr�nsito mediante la utilizaci�n de fotorradares; suprimir este sistema, en raz�n del uso y abuso que se hizo de las multas, y conceder una amnist�a. Su texto fue aprobado un�nimemente por el Senado en primer tr�mite constitucional y se encuentra en la C�mara de Diputados. El 23 de enero de 2002 lleg� un proyecto, originado en mensaje y con urgencia calificada de "discusi�n inmediata", que suspend�a por 90 d�as el uso de los fotorradares y conced�a amnist�a por infracciones cursadas mediante ese tipo de registro. Fue aprobado y se transform� en ley. Dicho plazo expir� el 6 de junio reci�n pasado. El prop�sito que persigo recordando estos antecedentes es remover la memoria y la conciencia de los se�ores Senadores que en su momento se opusieron al uso del fotorradar para determinados fines, lo que constituye la esencia de las indicaciones que renovamos. �Por qu�? Porque con el desarrollo tecnol�gico disponemos de una serie de sensores remotos, que son instrumentos instalados a distancia, que funcionan sin la presencia de un sujeto y de los cuales se obtiene informaci�n. Se utilizan con distintas finalidades, fundamentalmente para controlar. La iniciativa que nos ocupa se refiere a equipos cuyo uso debe ser vigilado por un individuo para que la denuncia adquiera legitimidad. Por el contrario, si el registro de la infracci�n se realiza sin la presencia de alguien que la certifique, se vulnera la garant�a constitucional relativa al debido proceso cuando el afectado enfrenta la ley. En ese sentido, est� clara la importancia de la libertad de las personas, la cual obviamente tambi�n limita con la libertad de los dem�s, gener�ndose un pacto social de donde emanan una serie de leyes. Pero eso es distinto de pretender sentar precedentes para tener una suerte de sociedad vigilada mediante instrumentos que registran informaci�n y la convierten en denuncia, sin contar con una persona que aplique su criterio para evaluar en qu� casos se comete infracci�n y en cu�les no, porque entonces se entra en un terreno bastante peligroso. El se�or ZURITA.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or HORVATH.- Aunque el tiempo es escaso, con gusto se la concedo, con la venia de la Mesa. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Dentro del tiempo de Su Se�or�a, tiene la palabra el Honorable se�or Zurita. El se�or ZURITA.- Lo planteado por el Senador se�or Horvath es como si en las pruebas atl�ticas se eliminara el fallo fotogr�fico para determinar qui�n llega primero y se procediera como antiguamente: al ojo de un juez de llegada. Lo mismo sucede en este caso. La cuesti�n es si debemos mantener todo el d�a un carabinero al lado de un equipo de registro para vigilar qui�n pasa con luz roja, o sencillamente el control se realiza mediante dispositivos autom�ticos que informen sobre qui�n incurre en esa infracci�n. Gracias. El se�or HORVATH.- Bueno, en el caso de los eventos deportivos, l�gicamente ellos no terminan en delito, a menos que por sensores remotos se vigile si hay doping o cosas por el estilo. Igual podr�a procederse en el Campeonato Mundial de F�tbol, para comprobar si los goles fueron bien hechos o no. Volvamos a la esencia del asunto. �Queremos una sociedad vigilada por sensores remotos, que a la larga ser� robotizada y donde finalmente los jueces ya no tendr�n elementos de juicio como para poder fallar? La garant�a consagrada en el inciso quinto del N� 3� del art�culo 19 de la Constituci�n expresa: "Toda sentencia de un �rgano que ejerza jurisdicci�n debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponder� al legislador establecer siempre las garant�as de un procedimiento y una investigaci�n racionales y justos.". A nuestro juicio, en el presente caso no sucede eso. �Qu� ocurre cuando un fotorradar detecta, por ejemplo, a un veh�culo que traslada a un adulto o ni�o para atenci�n de urgencia en un hospital, o a un bombero que acude a apagar un incendio? El fotorradar no podr� discriminar y el juez tampoco tendr� atribuciones para analizar la situaci�n en conciencia y en definitiva sentenciar de manera distinta. Hay diversas leyes que contemplan apoyo tecnol�gico, como la relativa al uso de posicionador satelital en las embarcaciones. Sin embargo, detr�s de �ste siempre se halla la Armada de Chile o el Servicio Nacional de Pesca, que act�an como testigos de las denuncias y se comprometen con ello. En la eventualidad de que prospere la f�rmula propuesta por la Comisi�n de Transportes, eso no suceder�. La norma planteada establece que solamente Carabineros podr� operar los equipos. No obstante, en el fondo la operaci�n consistir� en encenderlos y en dejarlos funcionando, y despu�s de firmar denuncias sobre hechos que no han visto, deber�n hacerlas llegar los jueces de polic�a local. Dicho sistema es realmente pernicioso. Reitero que la tecnolog�a debe estar al servicio de las personas y �stas tienen que hacerse responsables ante los tribunales correspondientes. Por eso renovamos las tres indicaciones mencionadas, que van en la misma l�nea. En lo referente a instrumentos de registro, pr�ximamente se someter� al pronunciamiento de la Sala el proyecto que introduce los tags, vale decir, los dispositivos que se usar�n en las v�as concesionadas para detectar los tipos de veh�culos que circulan y la frecuencia con que lo hacen, para los efectos del cobro de peaje. Este control tiene un sentido econ�mico, no de denuncia, y quien ingrese al sistema concesionado, constituido por v�as bien definidas en Chile, deber� someterse a esas reglas del juego. En cambio, la norma en debate es de car�cter general para toda la red vial, tanto urbana como rural. Por eso estimamos que esto debe ser revisado por la Sala. No har� observaciones acerca de otros puntos abordados en la iniciativa, aunque s� quedan algunas dudas, entre las cuales puedo mencionar las siguientes: �Qui�n suscribir� los contratos con los propietarios de los fotorradares? �Qui�n los instalar�? �Cu�l ser� el procedimiento de pago para ello? No se dice nada al respecto. Se�or Presidente y Honorable Senado, solicitamos reconsiderar los aspectos mencionados y evaluar las indicaciones que hemos renovado, cuyo objeto es evitar que en el futuro se cometan abusos, como de hecho aconteci� en el pasado. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, el uso de los fotorradares dio m�s bien ocasi�n para perpetrar abusos. Todos sabemos que en los lugares donde se instalaban se fijaban l�mites m�ximos de velocidad tan absurdos que nadie los respetaba. All� se controlaba y se cursaban los partes, y finalmente la municipalidad que hab�a establecido esos bajos l�mites de velocidad se beneficiaba con la recaudaci�n de las multas. Esa situaci�n ha sido corregida en el proyecto a trav�s de varios mecanismos. En primer lugar, se fijan l�mites m�ximos de velocidad razonables, tanto en sectores urbanos como rurales, que no podr�n ser modificados por los municipios ni por autoridad alguna, salvo que un estudio t�cnico as� lo avale, sea por razones de mala visibilidad, reparaciones en la v�a, existencia de hoyos, etc�tera. S�lo de ese modo ser� factible alterar los l�mites m�ximos de velocidad, que aparte de ser racionales ser�n uniformes a lo largo de todo el territorio. En segundo t�rmino, los fotorradares siempre ser�n operados por Carabineros de Chile y s�lo en algunas circunstancias -por ejemplo, en plazas de peaje o en zonas donde se est�n efectuando reparaciones u obras de mantenci�n de caminos- por inspectores fiscales designados por el Ministerio de Obras P�blicas. De manera que se eliminan los fiscalizadores municipales que ten�an a su cargo tales equipos y que causaron estragos. En tercer lugar, el dinero recaudado ya no ir� al municipio respectivo sino al Fondo Com�n Municipal. En esta forma se eliminan los incentivos perversos para el mal uso de los fotorradares. Dadas esas garant�as, la cuesti�n es si resulta conveniente la existencia de esos aparatos de detecci�n de infracciones o no, porque su operaci�n por parte de Carabineros obliga a la permanencia de uno de estos funcionarios al lado de los fotorradares. Y, en este caso, tal vez ser�a mejor suprimirlos, lisa y llanamente. �Para qu� tener un sistema de registro de infracciones consistente en una foto y adem�s una persona parada al lado para que d� fe de lo que la m�quina informa? O las contravenciones se detectan autom�ticamente, o bien a trav�s de un carabinero y nos olvidamos del fotorradar. Lo que sucede es que, bien utilizado, constituye un medio eficaz y eficiente para prevenir accidentes. No es necesario apostar un carabinero durante 24 horas para detectar infracciones. Cuando estudios de expertos (por ejemplo, de CONASET, Corporaci�n Nacional de Seguridad del Tr�nsito) determinen que en ciertas zonas se producen muchos accidentes, no se respeta la luz roja, es frecuente el exceso de velocidad u otra causa, all� habr� fotorradar, el que podr� funcionar los 365 d�as del a�o y las 24 horas del d�a. �Por qu�, adem�s, debe contarse con la presencia de un carabinero? �Es que todos los registros autom�ticos no servir�n de nada? Se�or Presidente, hay que decidir si se quiere utilizar o no fotorradares. Yo, por lo menos, he sido una opositora tenaz de su mal uso o abuso, pero este proyecto me da absoluta garant�a de que ya no los habr�, porque los aparatos ser�n operados solamente por Carabineros, no por funcionarios municipales; porque las velocidades van a ser razonables, y porque las municipalidades no se enriquecer�n con el sistema. A m� me da plena garant�a el hecho de que funcionen dispositivos que registren las fallas respecto de las cuales se cursar�n los partes correspondientes. Pero ser�a absurda la permanencia de un carabinero si se dispone de una m�quina. �Entonces, olvid�monos de la m�quina y dejemos al carabinero! Si �ste de por s� es ministro de fe, bastar�a con su presencia. Nos oponemos a la indicaci�n, por creer que destruir�a un sistema que, bien usado, puede contribuir a la disminuci�n de los accidentes de tr�nsito, que en nuestro pa�s son demasiados. He dicho. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Mu�oz Barra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, esta indicaci�n debe evaluarse a la luz de un proyecto que ha llegado a la Comisi�n de Transportes y que tiene que ver con los telepeajes, en vista de que ahora se van a cobrar los derechos de movilizaci�n de los veh�culos livianos y pesados en las arterias concesionadas, usando, para ello, un sistema electr�nico. Entonces, si se aprueba la indicaci�n, habr�a que admitir que la otra modalidad quedar�a del todo obsoleta. El se�or HORVATH.- �Me permite una interrupci�n, Su Se�or�a? El se�or MU�OZ BARRA.- El proyecto que lleg�, en los t�rminos en que se ha propuesto, proporciona un sistema que cuya aplicaci�n brinda normalidad y ecuanimidad. Se trata de normas de gran trascendencia. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, justamente se�al� que el sistema de tarjetas de identificaci�n de los veh�culos que entran a las v�as concesionadas y que permiten efectuar el cobro sin necesidad de detenerse en plazas de peaje tiene otro objeto. Es m�s bien un modo econ�mico de racionalizar todo el flujo de veh�culos... El se�or MU�OZ BARRA.- Se va a sancionar como falta de tr�nsito... El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Ruego a los se�ores Senadores evitar los di�logos. El se�or HORVATH.- No, la sanci�n se aplicar� a quien ingrese sin la tarjeta y no est� dispuesto a pagar el peaje. La raz�n es por completo distinta y absolutamente complementaria. Insisto: un carabinero o un funcionario fiscalizador de Obras P�blicas apoyados por un fotorradar en un �rea de riesgo, ser� un complemento important�simo en la tarea de evaluar y pasar las denuncias al tribunal. No estoy contra eso; al contrario. Hay �reas de riesgo por las cuales pasan innumerable veh�culos en tiempos muy breves, respecto de los cuales simult�neamente hay que controlar su velocidad. Por eso, es un instrumento que apoya al carabinero o al funcionario fiscalizador, pero no los puede suplantar ni sustituir. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Pizarro. A continuaci�n, se votar� la indicaci�n. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, en primer lugar, quiero solicitar que la Mesa acoja el planteamiento del Senador se�or Horvath, en el sentido de votar conjuntamente las tres indicaciones que present�, en vista de que persiguen el mismo objetivo. Es de completa l�gica. En segundo lugar, me opongo a las indicaciones. Como complemento a la intervenci�n de la Senadora se�ora Matthei, opino que van en contra de la esencia de la iniciativa, que consiste en la utilizaci�n de los fotorradares. Ser�a extrapolar los argumentos afirmar que su operaci�n requiere la presencia permanente de un carabinero, porque, de otro modo, como lo ha dicho el Honorable se�or Horvath, es posible caer en inconstitucionalidad frente a los derechos de los conductores, quienes podr�an verse afectados por falta del debido proceso. Es el juez de polic�a local -como lo establece el art�culo 14 de la ley N� 18.287- quien aprecia la prueba y los antecedentes de la causa, de acuerdo con las reglas de la sana cr�tica, y del mismo modo ponderar� la denuncia formulada por un carabinero, inspector municipal u otro funcionario que, en ejercicio de su cargo, deba denunciar la infracci�n. El art�culo agrega: "El solo hecho de la contravenci�n o infracci�n no determina necesariamente la responsabilidad civil del infractor, si no existe relaci�n de causa efecto entre la contravenci�n o infracci�n y el da�o producido.". A la luz de esta norma legal, no se advierte que pudiera existir inconstitucionalidad. Si Carabineros no opera directa y personalmente un registro de infracciones, en este caso los fotorradares, las im�genes o duplicados en papel que arroje un registro se env�an al juzgado de polic�a local por el denunciante -el carabinero-, con la identidad del denunciante y cargo que desempe�a de acuerdo con el n�mero 4 del art�culo 4� de la ley N� 18.287. Y ser� el juez quien valorar� dicho registro como un medio t�cnico para apreciar la prueba conforme a las reglas de la sana cr�tica, que es la manera de evaluar la prueba en materia de polic�a local, de acuerdo con la l�gica, el buen sentido y las normas de la experiencia. Se�or Presidente, me parece que estas indicaciones deben rechazarse por las razones de orden t�cnico y pr�ctico planteadas por la Senadora se�ora Matthei, y tambi�n porque las aprensiones que han hecho presentes los Senadores que firman la indicaci�n en este caso no son aplicables, por cuanto es el juez de polic�a local quien determina la responsabilidad del infractor y, por consiguiente, la sanci�n o multa que corresponde. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Para seguir un procedimiento l�gico, corresponder�a pronunciarse sobre la petici�n. Si le parece a la Sala, se votar�an las tres indicaciones en conjunto. Tiene la palabra la Honorable se�ora Matthei. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, tengo la impresi�n de que la indicaci�n n�mero 2.- y la que sustituye los incisos segundo al s�ptimo del art�culo 4� son parecidas y podr�an aprobarse o rechazarse en una sola votaci�n. Sin embargo, me parece que la que reemplaza la oraci�n final del inciso primero del art�culo 3� tiene un trasfondo absolutamente distinto. Por eso, sugiero, respecto de ella, discusi�n y votaci�n separada. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se proceder�a en la forma que ha propuesto la Honorable se�ora Matthei. Acordado. Tiene la palabra el Senador se�or Zurita. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, quiero hacer una brev�sima aclaraci�n. �Se ha dicho por alguien cu�ntas clases de fotorradares hay y c�mo funcionan? No. Hay fotorradares fijos, m�viles, autom�ticos y accionados por una persona. El que m�s ha dado que hablar y el que se quiere suprimir -a pesar de que rija en las Olimp�adas- es el fijo, que est� hecho para controlar en lugares de peligro, como son la proximidad de un sem�foro o las zonas de escuela. Y ese tipo de fotorradar no necesita un carabinero al lado. A lo sumo requiere de uno que lo cuide de los b�rbaros que quieran destruirlo. Nada m�s. Funciona solo. Ahora bien, cuando se desea tomar precauciones en el camino, se usan los fototorradares m�viles, que son una especie de computador que porta el carabinero. Se instala en un lugar y el rayo de luz que corta la carretera controla la velocidad. El carabinero espera tranquilo. Una vez que han pasado diez o veinte veh�culos, revisa la grabaci�n y descubre que, de todos, uno de ellos pas� a 115 kil�metros por hora. Lo registra y cursa la denuncia. Por �ltimo, el de uso m�s frecuente es el fotorradar m�vil de pistola, cuyo rayo de luz corta el parabrisas del auto que viene y detecta su velocidad. Con este mecanismo se pasa el parte a la antigua. Le dicen: "Usted ven�a a 125 kil�metros por hora. Entr�gueme sus documentos, tome esta boleta y vaya a pagar.". Creo que el fotorradar autom�tico es util�simo y no necesita un carabinero al lado. Lo que se requiere es que nadie lo derogue y que se ubique en aquellos lugares de peligro. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, deseo recordar que el objetivo del proyecto y de este art�culo, as� como de la propia indicaci�n en debate, es prevenir los accidentes del tr�nsito. La pregunta es c�mo se hace. Desde hace alg�n tiempo, con la aparici�n de los instrumentos tecnol�gicos, se fueron incorporando algunos de ellos al uso de los personeros encargados o facultados para efectuar la detecci�n de infracciones y as� evitar los accidentes que se pudieran producir por no respetar las leyes del tr�nsito. Entre ellos surgieron los fotorradares, y efectivamente, como lo ha se�alado la Senadora se�ora Matthei, el uso de esos instrumentos, por distintas consideraciones, por los propios incentivos que contempla la ley vigente, ha sido extraordinariamente negativo. Por ese motivo, cuando discutimos modificaciones a la Ley del Tr�nsito hace tres o cuatro a�os, regulamos el uso de estos fotorradares en la forma como se propone en la indicaci�n que ha presentado el Honorable se�or Horvath. Me correspondi� presidir la Comisi�n Mixta en esa oportunidad y pudimos conocer una iniciativa bastante semejante a la que hoy d�a est� proponiendo dicho se�or Senador, con la que estuve de acuerdo. �Por qu�? Porque, dadas las reglas y los incentivos que exist�an en ese minuto, me parec�a inconveniente que se aplicaran los fotorradares de modo autom�tico. La Comisi�n ha planteado hoy una f�rmula bastante m�s completa para cambiar esa situaci�n. Y, en verdad, debo admitir que soy esc�ptico respecto de los fotorradares y que mi inclinaci�n natural ser�a m�s bien la de suprimirlos. Quiero creer que lo que se ha trabajado, los cambios introducidos en la iniciativa, la eliminaci�n de los incentivos perversos, van a desincentivar los abusos en la materia. Se�or Presidente, por ese motivo, voy a votar a favor del proyecto de la Comisi�n, y no de la indicaci�n, no obstante compartir la inquietud subyacente en �sta, haciendo fe, por �ltima vez, de que estos instrumentos tecnol�gicos ayudan a prevenir los accidentes. Pero observaremos lo que ocurra en los pr�ximos meses o a�os de aplicaci�n de la iniciativa. Si acaso no se ha corregido el abuso, si los mecanismos preventivos para ello no han resultado eficaces, creo que tendremos que tomar la decisi�n, fruto de la experiencia, que recomiende la realidad. Si existe abuso, habr� que suprimir los fotorradares, cualquiera que sea su f�rmula, y dejar que s�lo puedan ser detectadas las infracciones por personas utilizando los mecanismos, pero no en forma autom�tica. Voy a hacer fe de lo que ha hecho la Comisi�n, porque ha trabajado. Se ha hecho un esfuerzo por lograr un acuerdo que va mucho m�s all�; hay modificaciones importantes, como el aumento del l�mite de velocidad, y eso impedir� que los municipios, que eran los que abusaban, contin�en haci�ndolo. Por eso, se�or Presidente, quiero ser expl�cito en reconocer que estoy cambiando un criterio que mantuve, semejante al de la indicaci�n que se ha propuesto. Lo hago s�lo pensando en que de buena fe podemos, a trav�s de estos mecanismos, mejorar la prevenci�n de los accidentes del tr�nsito. He dicho. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Propongo a la Sala votar las indicaciones n�meros 2 y 5. Si no hubiera objeciones, as� se acordar�a. Acordado. En votaci�n. --(Durante la votaci�n). El se�or ESPINA.- Se�or Presidente, simplemente quiero incorporar un elemento nuevo al debate relativo a los fotorradares. No tengo duda de que, como han expresado anteriormente varios se�ores Senadores, este proyecto es muy superior a lo que exist�a en el pasado y, por lo tanto, es obvio que muchas de las anomal�as que se se�alaban hoy ya no se presentan. Sin embargo, deseo llamar la atenci�n sobre lo siguiente. Es de la esencia de las infracciones del tr�nsito que exista un ministro de fe en el momento en que se comete la infracci�n, para los efectos de determinar si aqu�lla real y objetivamente existi�. Para seguir con el ejemplo que utiliz� el Honorable se�or Zurita, cuando un polic�a detecta que una persona va a exceso de velocidad y est� haci�ndole un control a trav�s de lo que �l denomina un "fotorradar movible" o "port�til", lo que registra en ese momento es que efectivamente hay una persona a exceso de velocidad. Pero si �sta, por las circunstancias del caso, realmente est� en una situaci�n excepcional que amerita que no se le curse la infracci�n, el polic�a no se la va cursar. Porque la ley no lo obliga a se�alar que siempre y en toda circunstancia el conductor que supere un l�mite de velocidad comete una infracci�n. El polic�a, como ministro de fe, debe calificar en ese momento las circunstancias que llevaron al infractor a andar a exceso de velocidad. Imagin�monos que se trata de una persona que lleva un herido a exceso de velocidad. El carabinero no le va a cursar la infracci�n; va a evaluar en el momento la situaci�n e, incluso, en muchas oportunidades la ayudar� a que llegue r�pido al lugar adonde se lleva al herido. En cambio, si hay un fotorradar sin un ministro de fe, lo que ocurrir� en la pr�ctica es que a la persona se la va a notificar de una infracci�n del tr�nsito, aviso que llegar� varias semanas despu�s. Y expl�quenme c�mo le va acreditar al juez de polic�a local que efectivamente ese d�a, a esa hora, por esa calle y en esa circunstancia, estaba sujeta a una situaci�n excepcional. Por ello, lo razonable es que las infracciones del tr�nsito se cursen por un ministro de fe. Y lo �nico que esta indicaci�n pide no es que se eliminen los fotorradares ��sa es una norma que ya se aprob�-, sino que cuando exista un fotorradar, �ste sea acompa�ado de un ministro de fe que certifique que efectivamente, en las circunstancias objetivas de cada caso, la infracci�n es real. Incluso, puede ocurrir cuando una persona pasa un disco "pare" sin detenerse, en una situaci�n de emergencia; puede ocurrir cuando alguien, en un momento determinado, incluso pase una luz roja. Lo que aqu� se�alamos es que hay un elemento objetivo que registra una infracci�n, sin que la persona, enfrentada a un ministro de fe, pueda entregar los fundamentos de su conducta en ese momento. Entonces, siento que aqu� se est� eliminando un elemento esencial de las infracciones graves: que el ministro de fe es quien debe determinar si la infracci�n realmente se ha cometido o no se ha cometido. La indicaci�n es, pues, razonable, ya que no pretende eliminar los fotorradares, porque �sa es una materia ya resuelta por este Honorable Senado. Sin perjuicio de que muchos de nosotros fuimos partidarios de que no existieran, es un hecho que la mayor�a ha querido que existan. Lo �nico que se est� pidiendo es que cuando se opere un instrumento de esta naturaleza haya un ministro de fe que eval�e en el momento las circunstancias de hecho que permitan saber si la infracci�n existi�, o si hab�a otros antecedentes que eliminaban tal contravenci�n. Por esa raz�n, se�or Presidente, a lo menos yo voy a votar a favor de la indicaci�n. Me parece que constituye una perfecci�n adicional al proyecto y permitir� evitar muchas arbitrariedades que se producen cuando se cursan infracciones en circunstancias excepcionales, en las cuales realmente no era razonable sancionar a la persona por la conducta que en ese momento cometi�. La se�ora MATTHEI.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Todos los que quieran fundar su voto lo podr�n hacer en su momento, se�ora Senadora. Contin�a la votaci�n. La se�ora MATTHEI.- Pero le he pedido la palabra, se�or Presidente. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se la vamos a ofrecer a su turno. La se�or MATTHEI.- Pero no es lo mismo hablar antes de la votaci�n que despu�s, se�or Presidente. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se�ora Senadora, estamos en votaci�n. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, no es lo mismo hablar al inicio de la votaci�n que hacia el final de la misma. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Pido el acuerdo de la Sala para que la se�ora Senadora pueda fundar su voto ahora. Acordado. La se�ora MATTHEI.- Se�or Presidente, en primer lugar quiero se�alar que en este proyecto de ley tambi�n se introduce una graduaci�n de las penas. Hoy en d�a se puede cursar un parte grav�simo, que puede significar la suspensi�n de la licencia, por conducir a 81 kil�metros por hora en una zona donde el m�ximo permitido es 80. Sin embargo, con este proyecto eso ya no ser� posible, pues habr� un margen de tolerancia de hasta 5 kil�metros por hora que impedir� cursar la infracci�n. Si el exceso de velocidad es menor de 10 kil�metros por hora, se considerar� que la falta es menos grave. S�lo podr� calificarse de grav�sima si se supera el l�mite m�ximo en m�s de 20 kil�metros por hora. Por lo tanto, se�or Presidente, el exceso de velocidad tendr� un graduaci�n de penas que hoy d�a no existe. En segundo lugar, si alguien se ve obligado a circular por encima de los l�mites permitidos por una circunstancia tan excepcional como la de estar trasladando a un enfermo a la posta, perfectamente puede conseguir un certificado �es lo que yo recomendar�a a un conductor que por ese motivo debi� transitar a 150 kil�metros por hora- para comprobar que ese d�a y a esa hora tuvo que llevar de urgencia a una persona al centro asistencial m�s cercano. �Por qu�? Porque nosotros tenemos la esperanza de que ahora efectivamente funcionen los juzgados de polic�a local. A ra�z del uso indiscriminado de los fotorradares, a veces llegaban a un tribunal hasta 500 partes en un solo d�a, por lo que resultaba materialmente imposible para el juez escuchar los descargos de los presuntos infractores. En la medida en que dichos instrumentos sean utilizados de manera m�s razonable, y en la medida en que el exceso de velocidad est� graduado, para que no se produzca abuso, nosotros esperamos que efectivamente los afectados tengan la posibilidad de hablar con el juez, a fin de que sea �ste, y no un carabinero, quien determine si en realidad se cometi� o no una falta. Por eso, voto en contra de la indicaci�n. E l se�or MU�OZ BARRA.- �Me permite, se�or Presidente? La Honorable se�ora Matthei tiene toda la raz�n. Si un Senador desea fundamentar su voto, debe hacerlo antes de que comience el proceso mismo de la votaci�n. De lo contrario, no tiene sentido entregar argumentos en favor o en contra. Se hizo una excepci�n con la Honorable se�ora Matthei y no veo por qu� no se ha seguido con el resto id�ntico procedimiento. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se�or Senador, el Reglamento me obliga a tomar la votaci�n en orden alfab�tico. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Contin�a la votaci�n. El se�or GAZMURI.- Voto en contra, se�or Presidente, pues los incentivos perversos que exist�an para el mal uso de los fotorradares han sido corregidos, y me parece que utilizar estas modernas m�quinas de ingenio para garantizar la seguridad en las v�as es algo razonable. El se�or HORVATH.- Apruebo la indicaci�n, se�or Presidente, por las razones que ya indiqu�. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, efectivamente, uno de los aspectos que se criticaban a los fotorradares era la existencia de empresas que percib�an un porcentaje de lo que las municipalidades recaudaban, de acuerdo con la cantidad de infracciones cometidas en lugares de f�cil pesquisa debido a los �nfimos l�mites de velocidad all� establecidos. Sin embargo, creo que la indicaci�n se excede en cuanto a tales aprensiones. Los sistemas de detecci�n de velocidad e infracciones de luz roja se aplican en muchos pa�ses �entre otros, Argentina, Brasil, Chile, Canad�, Estados Unidos, Alemania, Austria, Espa�a, Reino Unido, Noruega, Suecia, Finlandia, Australia, Nueva Zelandia, Singapur, Israel, Malasia, China- con resultados positivos y sin efectos perversos. Estos equipos �que aqu� todav�a se siguen considerando peligrosos, aun cuando sean operados por carabineros o inspectores fiscales- han permitido reducir, en Canad�, en 25 por ciento las colisiones en el d�a y en 17 por ciento las colisiones con muerte, y en Australia, en 32 por ciento las colisiones cruzadas y en 10 por ciento los lesionados, para mencionar s�lo lo que ocurre en dos de los pa�ses que aplican alg�n sistema de detecci�n. Creo que la indicaci�n es negativa a la luz de la intenci�n del proyecto y por eso la rechazo. El se�or PROKURICA.- Se�or Presidente, aqu� se ha argumentado en varias ocasiones que el uso de fotorradares tiene por objeto evitar accidentes. La verdad es que, si somos literales en esta materia, debemos reconocer que este proyecto no fue presentado con ese prop�sito, sino para precaver los abusos que se estaban cometiendo con dichos instrumentos. Por eso, a Renovaci�n Nacional le preocupa el tema. Y, si bien es cierto que la iniciativa en discusi�n es mejor que lo actualmente existente, a nuestro juicio la deshumanizaci�n en la aplicaci�n de la ley en esta materia har� que se sigan produciendo abusos con los conductores. No voy a repetir los planteamientos formulados por los Honorables se�ores Horvath y Espina, con los cuales estoy completamente de acuerdo, sino s�lo agregar que, aparte de que las infracciones ser�n detectadas por m�quinas, se est� estableciendo un proceso que no contempla segunda instancia. De manera que si un juez de polic�a local comete un error y aplica arbitrariamente una sanci�n, la persona afectada no tendr� otra alternativa que quedarse con esa sanci�n. Por eso, aunque es cierto que con esta nueva normativa disminuir�n, con respecto a la anterior, los abusos, �stos van a seguir existiendo. �sa es mi convicci�n y de ah� la posici�n que ha respaldado Renovaci�n Nacional. Finalmente, se�or Presidente, me referir� a un tema que planteamos en la Comisi�n a trav�s de una indicaci�n. A m� me preocupa que, habiendo en Chile tantos accidentes de tr�nsito, y lo recaudado con las multas cursadas a los infractores, no se destine un solo centavo -�ni un solo centavo!- a se�ales viales, a arreglo de calles, a Bomberos, que son los que intervienen cuando sufrimos un accidente, ya sea para salvarnos la vida o para evitar que se produzcan otros. En general, tenemos diferencias importantes respecto del proyecto. Creemos que se seguir�n cometiendo abusos y que el destino de las multas no est� orientado en forma clara a un mejoramiento de las condiciones del tr�nsito. Voto a favor de la indicaci�n. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, se ha se�alado hasta la saciedad algo que aparentemente ser�a verdad, en el sentido de que los alcaldes son perversos, y que esa perversidad llevar�a a eliminar su autoridad en un tema tan trascendente como �ste, entreg�ndola a funcionarios de Carabineros, que no son perversos. Eso es lo que se concluir�a. Y por ello se otorgan recursos a la Subsecretar�a de Desarrollo Regional para incrementar su presupuesto -me parece bien-, lo cual hace m�s fuerte esta especie de "santuario fiscal" que existe en La Moneda, adonde los alcaldes de nuestro pa�s concurren a buscar fondos para la pavimentaci�n de la vereda de alguna poblaci�n, dejando puesta una plaquita con la frase "Gracias por el favor concedido". Este hecho, que es verdadero, nos lleva a sostener que el alcalde, representante de la democracia, es perverso, y que un carabinero, que no tiene ninguna relaci�n con la democracia, sino que asciende por m�ritos, no lo es. Esto, que pareciera ser una ridiculizaci�n, es algo que se manifiesta en forma permanente. Por ejemplo, en la iniciativa que discutimos con anterioridad, le quitamos a la municipalidad la alternativa de ser ella la que dispusiera el reajuste de las remuneraciones de los funcionarios de la atenci�n primaria de salud y se la entregamos a personas no elegidas por el pueblo de Chile. Y este proceso se avala d�a a d�a, aunque quiero decir que en muchas oportunidades se procede as� con raz�n. En lo que respecta a Argentina, un humorista trasandino dec�a con mucha raz�n: "Mi pa�s se encuentra en la situaci�n actual por el marketing pol�tico, que fij� en la retina de las personas a gente que no es la m�s adecuada para dirigir la naci�n". Yo s� que estas cosas se producen; pero la verdad de las cosas es que no me gusta que se sostenga que un grupo de chilenos son perversos y que otros no lo son. Finalmente, se procedi� a retirar de la actividad fiscalizadora a los fotorradares, porque simplemente no exist�a un principio b�sico de justicia; es decir, una persona dotada de voluntad y con todas las capacidades necesarias para iniciar una acci�n judicial en un determinado juzgado de polic�a local. Por otro lado, porque la administraci�n de ese elemento f�sico, que no tiene voluntad, alma ni sentido de responsabilidad p�blica, terminaba por ser un abuso, en todo lo que nosotros entendemos por acci�n de las personas que act�an en el campo de la institucionalidad de Chile. Por eso, votar� favorablemente la indicaci�n que he suscrito, porque as� debe ser. Porque efectivamente el Senado ya se pronunci� en favor de la eliminaci�n de los fotorradares. Y yo no cambio mi opini�n, se�or Presidente. En la Sala, hace unos meses, hubo encendidos discursos conforme a los cuales hab�a que terminar con tales instrumentos de medici�n. Junto con el Honorable se�or Andr�s Zald�var nos cost� bastante poco que se aprobara un proyecto de ley, porque todos los Honorables colegas estuvieron de acuerdo. Hoy hay confusi�n y se discute si act�a o no act�a Carabineros; pero, en definitiva, sin ser �ptima la indicaci�n, avanza en un proceso en el que la responsabilidad est� radicada en personas que han sido preparadas para cumplir esa responsabilidad. As� los hombres y mujeres que conduzcan y que est�n sujetos a una situaci�n determinada tendr�n la alternativa de explicar las razones que produjeron un eventual exceso de velocidad. Voto a favor de la indicaci�n. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, efectivamente los Senadores de Renovaci�n Nacional hemos mantenido una l�nea muy clara y precisa respecto de este tema. Se trata de una materia que afecta la libertad de las personas. Porque no cabe la menor duda de que los fotorradares instalados arbitrariamente con prop�sitos distintos a los que originalmente se tuvo en vista �la preservaci�n y resguardo de las vidas humanas-, se convirtieron de pronto en amenaza para las personas. En ese aspecto, creemos importante que todo cuanto atente contra la libertad personal sea removido. Me sorprende que el Senado de la Rep�blica est� en un ciclo de cambios. Hace muy poco �ayer, no m�s- tuvimos que rectificar una norma dictada respecto de una materia en el que el Senado hab�a incurrido en una omisi�n. Por ello, hubo que efectuar un precipitado cambio en la legislaci�n. Hoy nos encontramos con que en menos de 30 o de 60 d�as el Senado est� tomando una posici�n completamente diferente a la que hab�a adoptado, en el sentido de terminar con los fotorradares. Creo que nosotros no debemos enviar esas se�ales de confusi�n a la opini�n p�blica. Esta rama legislativa ha mantenido siempre una l�nea clara, seria y responsable. En esa virtud, mantendremos la posici�n que siempre tuvimos y votaremos en favor de la indicaci�n. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sabag. El se�or SABAG.- Se�or Presidente, la Comisi�n presenta un proyecto muy mejorado con relaci�n al que conocimos anteriormente, que viene a recoger en parte el esp�ritu del Congreso Nacional, el cual por unanimidad hab�a optado por eliminar los fotorradares. Ahora, estamos en presencia de un sustituto que si bien no los elimina definitivamente, por lo menos, mejora la situaci�n y pretende evitar los abusos que se cometieron con los fotorradares. La forma en que tambi�n se han regulado las velocidades y los m�rgenes de tolerancia, sin duda, har� disminuir el n�mero de infractores con respecto a la medida. En cuanto a las argumentaciones dadas por el Honorable se�or Espina, debo se�alar que los partes cursados lamentablemente en este tipo de situaciones no afectan a quienes conducen los veh�culos y s� a los propietarios de los mismos. Por lo tanto, el conductor tampoco es sancionado con la suspensi�n de su licencia. �se es el sistema. El se�or ESPINA.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or SABAG.- Por supuesto. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Con la venia de la Mesa, puede hacer uso de ella. El se�or ESPINA.- S�lo para decir que la situaci�n es mucho m�s grave: cuando un polic�a cursa una infracci�n, es claro que ella se aplica a quien conduce el veh�culo. En el caso que Su Se�or�a se�ala, la situaci�n es mucho m�s grave, porque la infracci�n es contra el autom�vil, y puede que la persona que lo maneja habitualmente no sea la misma a la que se cursa la infracci�n con el fotorradar. De modo que me parece m�s grave la situaci�n que lo que el se�or Senador se�ala. Gracias por la interrupci�n. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Contin�a con la palabra el Honorable se�or Sabag. Debo advertir a la Sala que no se pueden conceder interrupciones durante la votaci�n. El se�or SABAG.- En todo caso, as� opera el sistema de fotorradares. En las circunstancias modernas, es imposible que Carabineros, aun con los modernos sistemas, pueda oficializar todos los partes. En todo caso, la normativa que estamos aprobando es lo mejor que hemos podido lograr. Quiero poner de relieve un aspecto muy importante, al cual ya se refiri� el Honorable se�or Zurita. Me refiero a los equipos de registro de detecci�n de infracciones, del cual se habla en dos partes el proyecto. Pues bien, deseo dejar en claro para el establecimiento fidedigno de la historia de la ley �porque as� lo entendemos todos los se�ores Senadores- que no se trata de pistolas o de otros instrumentos que manejan carabineros para cursar partes, cuyo producto tambi�n debe ir al Fondo Com�n Municipal, sino de los instrumentos que conocemos como fotorradares y que operan con el sistema aqu� se�alado. S�lo esas multas tienen como destino el Fondo Com�n Municipal. Por las razones expuestas, estamos totalmente de acuerdo con el texto aprobado por la Comisi�n y votaremos en contra de las dos indicaciones. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Silva. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, he escuchado detenidamente el debate y me he formado la convicci�n de que en verdad los autores de la indicaci�n lo que en el fondo plantean es la eliminaci�n de los fotorradares, aunque no lo quieran reconocer. Se trata de un subterfugio. Por lo tanto, voto en contra de las dos indicaciones. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vega. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, en verdad el problema es de bastante profundidad. Me conmueve, por decir lo menos, la cantidad de accidentes fatales que se producen en nuestro sistema vial: dos mil accidentes el a�o pasado, cincuenta por ciento de los cuales corresponde a peatones. Creo que somos uno de los primeros pa�ses en el mundo en materia de accidentes fatales. �se es el problema que nos debe preocupar. El fotorradar forma parte de una regulaci�n respecto de la cual ni siquiera debi�ramos legislar, porque su sistematizaci�n es un problema del Ministerio de Transportes, el que debiera dictar un reglamento muy estricto y actualizado sobre c�mo realizar, por ejemplo, las se�ales del tr�nsito. Porque �ste es un problema de se�al�tica. Sabemos que �sta no est� completa ni es t�cnicamente eficiente en todos los caminos de Chile. Queda mucho por hacer todav�a. Pero los diferentes sistemas que integran el transporte nacional son dispares, no son interactivos y no funcionan en forma eficiente. Contamos con un parque de veh�culos de �ltima generaci�n, propio de un pa�s desarrollado. Tenemos un sistema vial todav�a en desarrollo. Algunas carreteras licitadas tienen se�al�ticas bastante aceptables, pero no suficientes para veh�culos tan modernos. Y muchos de los conductores no tienen la experiencia necesaria para operar dentro de un parque bastante denso de autom�viles, como ocurre en el caso de Santiago. Entonces, la automatizaci�n del sistema obviamente beneficia en forma directa la posibilidad de reducir de alguna forma los dos mil accidentes fatales anuales, en los cuales ninguno tuvo la certificaci�n de un ministro de fe. De modo que no veo por qu� tendr�a que haber un ministro de fe si el sistema se opera y administra en forma eficiente. Por tal raz�n, me parece que el sistema de fotorradares y los equipos electr�nicos de registro y detecci�n de infracciones que se pretende instalar en las plazas de peaje constituyen un mecanismo de cooperaci�n positivo y muy eficiente para reducir la tasa de accidentes de tr�nsito que lamentablemente hoy d�a predomina en el pa�s. Por lo tanto, rechazo las indicaciones. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, deseo dejar establecido algo que me parece evidente. Me refiero al hecho de que con carabineros o sin ellos lo que indique el fotorradar no constituye plena prueba, sino un elemento de prueba en el tribunal. Ello, por mil razones, entre otras, porque uno puede adulterar la patente, colocar un l�quido o pl�stico que impide el funcionamiento del fotorradar. O sea, as� como hay un fotorradar existe tambi�n un "antifotorradar". Y es posible que haya muchas otras maneras para burlar lo que hoy parece ser perfecto. La indicaci�n establece que debe permanecer un carabinero al lado del equipo. En verdad, no hay norma alguna de la Ley de Tr�nsito que otorgue a Carabineros el car�cter de ministro de fe. Los polic�as uniformados simplemente tienen la condici�n de denunciantes calificados. Sin embargo, el testimonio efectuado por dichos funcionarios puede ser desmentido ante el tribunal. De lo contrario, el carabinero cobrar�a la multa en el mismo lugar de los hechos y pasar�a a ser juez. Por lo tanto, al fundamentar mi voto, deseo dejar muy en claro que rechazo la indicaci�n, porque no aporta nada nuevo. Pero, al mismo tiempo, quiero reiterar con mucha claridad que el fotorradar no constituye plena prueba y que un juez, sobre la base de otros antecedentes, puede perfectamente desmentir en su resoluci�n o fallo el antecedente �por as� decirlo- dado por dicho equipo. El se�or ROMERO.- Exc�seme, se�or Senador. �Qu� otra prueba puede esgrimirse? El se�or VIERA-GALLO.- He explicado que se puede falsificar la patente. Es algo simple. Asimismo, hice presente que si se coloca un l�quido o un admin�culo en la patente el fotorradar no la registra. Esta pr�ctica va a ser masiva en Chile, pues si se aprueba el uso de fotorradares, m�s gente recurrir� a ella para impedir que �stos registren a los infractores. Por lo tanto, es evidente que el fotorradar no constituye plena prueba. Adem�s, debe considerarse que el parte se cursa �seg�n entiendo- al conductor y no a la m�quina. Y puede ocurrir que la infracci�n sea notificada no a quien conduce, sino al propietario del veh�culo, quien deber�a pagar una multa que corresponde a otra persona. Porque, de lo contrario, la administraci�n de justicia ser�a tan simple que bastar�a instalar esos equipos y con ello evitar todo el tr�mite posterior. En tal sentido, no se justificar�a la existencia del juzgado de polic�a local. Por lo tanto, voto a favor del proyecto y en contra de las indicaciones, dejando claramente establecido que el fotorradar no es palabra santa que no se pueda discutir. El se�or ZURITA.- Se�or Presidente, en mis 58 a�os de abogado, de los cuales casi 40 los ejerc� en cargos judiciales, nunca me toc� conocer de un accidente ocurrido en un lugar con sem�foros en que alguno de los part�cipes reconociera haber pasado con luz roja. Todos lo hab�an hecho con verde. Y para ello se recurr�a a toda clase de testigos: buenos, malos, falsos. Sin embargo, deseo preguntar lo siguiente a los se�ores Senadores autores y partidarios de la indicaci�n. Si en un lugar donde no hay carabineros se produce un choque, con resultado de muertos o heridos debido a que alguien no respet� la luz roja de un sem�foro y el fotorradar nos informa que el auto patente tanto fue el que pas� con luz roja, �no le dar�an valor los se�ores Senadores? Por esas simples razones, apoyo el proyecto y rechazo las indicaciones. El se�or ABURTO.- Se�or Presidente, por los argumentos tan convincentes del Senador se�or Zurita, rechazo las indicaciones. El se�or ARANCIBIA.- Se�or Presidente, seg�n he escuchado varias veces, algunos se�ores Senadores se asombran de lo que se est� argumentando ac�. Comprendo la oposici�n a que se vayan incorporando tecnolog�as modernas, pero he llegado al convencimiento de que los fotorradares van a ser una necesidad. En tal sentido, el pretender que al lado de �stos haya un carabinero, me llama a asombro y me parece un absurdo. Voto en contra de las indicaciones. El se�or �VILA.- Se�or Presidente, creo que los se�ores Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra han sido suficientemente elocuentes, por lo que en esta oportunidad �quiz�s sea muy escasa en el futuro- coincido con ellos. Voto en contra. El se�or BOENINGER.- Se�or Presidente, en verdad, el proyecto tiene un doble objetivo: por un lado, efectivamente busca evitar los abusos que se cometen con el actual sistema; sin embargo, ha predominado en la Sala el criterio de que un medio tan moderno de registro y detecci�n de infracciones como el fotorradar, debe ser bien utilizado. En segundo t�rmino, me parece que no hay ning�n tipo de disposici�n legal que reduzca a cero el riesgo de abuso. Lo m�s probable es que siempre exista alg�n nivel de abuso. En tercer lugar, considero francamente �y coincido con algunas observaciones anteriores, como la del Senador se�or Arancibia- que la presencia de un carabinero al lado del equipo mec�nico para que opere es matar la posibilidad de su uso efectivo. Por lo tanto, voto en contra. El se�or COLOMA.- Se�or Presidente, entiendo que toda la discusi�n se puede reducir a la expresi�n de que faltan polic�as y sobran accidentes. �sa es la verdad. La idea es c�mo, desde un punto de vista t�cnico y sin afectar lo primero, podemos disminuir lo segundo. Por lo mismo, si faltan polic�as y sobran accidentes, no es dable despreciar elementos t�cnicos distintos que no obligan a que tales funcionarios, que son los que escasean, tengan que cumplir funciones laterales. Por ello, me parece demasiado evidente esta discusi�n, y si existe racionalidad hay que votar en contra. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, pido borrar de la Versi�n Taquigr�fica el t�rmino "irracional", porque no lo considero comedido para los Honorables se�ores autores de la iniciativa. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Estamos en votaci�n, Su Se�or�a. El se�or �VILA.- No hemos o�do en el Senado un ataque tan brutal a miembros del Parlamento, se�or Presidente. El se�or HOFFMANN (Secretario).- �Alg�n se�or Senador no ha emitido su voto? El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Terminada la votaci�n. --Se rechazan las indicaciones renovadas n�meros 2 y 5 (32 votos contra 8 y 3 abstenciones) Votaron por la negativa los se�ores Aburto, Arancibia, �vila, Boeninger, Bombal, Cariola, Coloma, Chadwick, Fern�ndez, Flores, Foxley, Frei (do�a Carmen), Frei (don Eduardo), Gazmuri, Larra�n, Matthei, Mu�oz Barra, Naranjo, N��ez, Ominami, Orpis, P�ez, Parra, Pizarro, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Sabag, Silva, Vald�s, Vega, Viera-Gallo y Zurita. Votaron por la afirmativa los se�ores Canessa, Espina, Garc�a, Horvath, Mart�nez, Prokurica, R�os y Romero. Se abstuvieron de votar los se�ores Cantero, Cordero y Stange. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se rechazar�. la indicaci�n N� 23 con la misma votaci�n anterior. El se�or VEGA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vega. El se�or VEGA.- Se�or Presidente, dicha indicaci�n se analiz� en la Comisi�n y, en verdad, no fue del todo rechazada. Se dedujo que no ten�a relaci�n directa con el proyecto y qued� pendiente para que se analice cuando se discuta la Ley de Tr�nsito. De ello quer�a dejar constancia. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En consecuencia, como fueron rechazadas las indicaciones N�s. 2 y 5, habr�a que aprobar las letras b) y c) del art�culo 1� del proyecto, que tiene el car�cter de ley simple. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- �Habr�a acuerdo? --Se aprueba el art�culo 1�. El se�or HOFFMANN (Secretario).- Los art�culos 2� y 3� no han sido objeto de indicaciones. --Quedan aprobados (30 votos a favor y la abstenci�n del se�or Cordero). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Indicaci�n renovada N� 23, suscrita por los Honorables se�ores Horvath, Stange, Prokurica, Espina, R�os, Romero, Cantero, Garc�a, Mart�nez y Canessa, para reemplazar la oraci�n final del inciso primero del art�culo 3� de la ley N� 18.287, que establece los procedimientos ante los juzgados de polic�a local, por la siguiente: "Con todo, las infracciones o contravenciones a las normas de tr�nsito por detenciones o estacionamientos en lugares prohibidos que se cometan a menos de cien metros de la entrada de postas de primeros auxilios y hospitales, y las relativas a velocidad y luz roja, s�lo podr�n ser denunciadas por Carabineros.". El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En discusi�n. Tiene la palabra el Honorable se�or Pizarro. El se�or PIZARRO.- Se�or Presidente, es s�lo para dar una informaci�n. Esta indicaci�n fue rechazada, por unanimidad, en la Comisi�n, porque es atingente a la Ley de Tr�nsito, y la idea es incorporarla en el proyecto tendiente a modificarla. El Senador se�or Prokurica tambi�n fue partidario de desecharla. El se�or LARRA�N.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, deseo recalcar que el contenido de la indicaci�n es v�lido y necesario, s�lo que se ha estimado que no es pertinente incluirlo en este proyecto. Por eso se rechaza. Sin embargo, resulta indispensable aprobar esta idea, pues dado el lugar donde se ubicar�an los fotorradares, obviamente las infracciones no podr�an ser cursadas de manera autom�tica, sino en forma manual por alguna persona. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- �Habr�a acuerdo en rechazar la indicaci�n N� 23? --Se rechaza. El se�or HOFFMANN (Secretario).- En consecuencia, habr�a que aprobar el art�culo 4�. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se proceder� en esa forma. --Se aprueba (30 votos a favor y la abstenci�n del se�or Cordero), y queda despachado el proyecto en este tr�mite. El se�or Etcheberry (Ministro de Transportes y Telecomunicaciones).- Se�or Presidente, solamente quer�a agradecer, en nombre del Ejecutivo, el trabajo realizado en las Comisiones y en la Sala, y me parece que el Senado ha despachado un muy buen proyecto. Muchas gracias. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Terminado el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ------------------------ --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: Del se�or CANTERO: A Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, referente a RESOLUCI�N DE CASOS PENDIENTES EN COMISI�N M�DICA DE RECLAMOS DE ACCIDENTES DEL TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES, SUPRESI�N DE LA MISMA Y TRASPASO DE FUNCIONES A SUPERINTENDENCIA DE SEGURIDAD SOCIAL, y al se�or Ministro del Interior, sobre INCUMPLIMIENTO DE COMPROMISO SALARIAL A PROFESORES DE TOCOPILLA (SEGUNDA REGI�N). Del se�or ESPINA: A los se�ores Ministro y Subsecretario de Obras P�blicas, respecto de AVANCE DE PROTOCOLO DE ACUERDO POR DESVINCULACI�N LABORAL; al se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo y al se�or SEREMI del ramo, tocante a REGULARIZACI�N DE T�TULOS DE DOMINIO Y CERTIFICACI�N DE INFRAESTRUCTURA SANITARIA EN TERRENOS DE COMUNA DE VICTORIA; a la se�ora Superintendenta de Seguridad Social y al se�or Intendente de Regional, con relaci�n a FALTA DE RESPUESTA A PETICIONES DE PENSIONES ASISTENCIALES DE VEJEZ; al se�or Alcalde de Victoria, relacionado con MOVILIZACI�N PARA ALUMNOS DE COMUNIDAD PELON MAPU, LOCALIDAD DE P�A, y a la se�ora Directora Regional del SERVIU, pidi�ndole informar sobre POSTULACIONES A PROGRAMAS "SOLUCIONES SANITARIAS" Y "CASETAS SANITARIAS" EN COMUNA DE PUR�N (todos de la Novena Regi�n). Del se�or FERN�NDEZ: A los se�ores Ministros del Interior y de Obras P�blicas, referente a TRAZADO DE CAMINO INTERNACIONAL BAH�A AZUL-SAN SEBASTIAN POR CERRO SOMBRERO (DUOD�CIMA REGI�N). De la se�ora FREI (do�a Carmen): Al se�or Ministro de Obras P�blicas, sobre CONSTRUCCI�N DE CAMINO ENTRE SAN PEDRO DE ATACAMA Y OLLAG�E (SEGUNDA REGI�N). De la se�ora MATTHEI: Al se�or Ministro de Obras P�blicas, respecto de PAVIMENTACI�N DE CAMINO ENTRE SALAMANCA Y CHALINGA (CUARTA REGI�N). Del se�or ROMERO: A la se�ora Ministra de Educaci�n, en cuanto a REPARACI�N DE ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES DE COMUNA DE LA CRUZ; al se�or Ministro de Obras P�blicas y a los se�ores Alcaldes de Quintero, Puchuncav�, Zapallar, La Ligua, Petorca, Nogales, La Calera, Hijuelas, La Cruz, Limache, Olmu�, Villa Alemana, Quilpu�, Llaillay, San Felipe, Rinconada, Calle Larga y Putaendo, en relaci�n con REPOSICI�N DE INFRAESTRUCTURA VIAL DESTRUIDA POR TEMPORALES EN COMUNAS DE QUINTA REGI�N, y al se�or Ministro de la Vivienda y Urbanismo y a los se�ores Alcaldes de Quintero, Puchuncav�, Zapallar, Papudo, La Ligua, Hijuelas, La Cruz, Limache, Olmu�, Quilpu�, Villa Alemana y Llaillay, acerca de REPARACI�N DE DA�OS POR TEMPORALES EN COMUNAS DE QUINTA REGI�N. --------------------- El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En Incidentes, en el tiempo de los Comit�s Mixto Uni�n Dem�crata Independiente e Independientes, y Renovaci�n Nacional, ning�n se�or Senador hace uso de la palabra. Corresponde el turno al Comit� Socialista. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, hemos cedido nuestro tiempo al Partido por la Democracia. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Mu�oz Barra. SITUACI�N DE LA SALUD EN CHILE El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, el tema de la salud es un problema mundial; pr�cticamente no hay pa�s en que no se discuta. Las razones son muy simples y est�n a la vista. En primer lugar, la salud es uno de los problemas que m�s pueden interesar a los individuos y a la sociedad en su conjunto, porque de ella depende la sobrevivencia de cada uno de sus miembros. En segundo lugar, tampoco cabe duda de que durante los siglos XIX y XX ha habido un cambio radical en la atenci�n de salud, por los instrumentos que la ciencia y la tecnolog�a les est�n dando cada d�a al personal del sector y a los gobiernos para abordar los temas de higiene que crean la situaci�n en que las enfermedades se desarrollan y se transforman en plagas y epidemias diezmando a la poblaci�n, como ocurr�a en la Edad Media, y adem�s estableciendo nuevos m�todos de diagn�stico y tratamiento que producen el efecto de encarecer tremendamente los costos de la salud. Finalmente, el �xito de la medicina ha prolongado la vida casi al doble de lo que eran las expectativas hace apenas un siglo, dando origen a los problemas denominados de la "tercera y cuarta edad", que obviamente requieren m�s atenci�n de salud que durante la juventud. Por ello es que cada cierto n�mero de a�os hay que reformar los sistemas de salud en casi todos los pa�ses, y el sector es calificado como un pozo insaciable imposible de llenar, porque la gente cada vez le formula mayores requerimientos. �stos no tienen l�mites, y por ello, en China, por ejemplo, que entregaba atenci�n de salud gratuita y universal, se tuvo que empezar a cobrar, pues siendo gratis, la demanda de la poblaci�n es a�n m�s inagotable. �ste es un elemento fundamental que debe tenerse presente para abordar el tema: no hay manera de satisfacer ciento por ciento a la poblaci�n, por m�s dinero que se coloque en el sistema. Siempre habr� insatisfacci�n y reclamos. Dicho de otra manera, nunca existir� un sistema que otorgue todo lo que la poblaci�n pide, pues mientras m�s se le d�, m�s se requerir�. Chile tiene una situaci�n privilegiada al respecto, porque su nivel sanitario es muy superior al que le corresponder�a de acuerdo al ingreso de la poblaci�n. En el pasado se ejecutaron grandes tareas sobre el particular, mayormente a trav�s del aparato estatal. Por eso tenemos niveles muy superiores, comparados con otros pa�ses en v�as de desarrollo, y en muchos aspectos propios de naciones desarrolladas. Por eso me parece equivocado hablar de "subsidios cruzados", confundiendo las atenciones del sector p�blico con las del sector privado. Este �ltimo fue concebido bajo el gobierno militar, y siguiendo la l�nea marcada por la Constituci�n de 1980, el inciso tercero del N� 9� del art�culo 19 contin�a haciendo recaer en el Estado la mayor responsabilidad, al establecer que "Es deber preferente del Estado garantizar la ejecuci�n de las acciones de salud, sea que se presten a trav�s de instituciones p�blicas o privadas, en la forma y condiciones que determine la ley, la que podr� establecer cotizaciones obligatorias.". Finaliza la disposici�n se�alando que "Cada persona tendr� el derecho a elegir el sistema de salud al que desee acogerse, sea �ste estatal o privado.". Sin embargo, esto no significa que ellos se transformen en compartimentos estancos, porque el deber fundamental sigue siendo del Estado. El origen de estas instituciones parece haber generado en algunos sectores del pa�s una antipat�a y un rechazo incomprensibles. Se le critica a la medicina privada una serie de factores que no les han sido asignados, porque si el deber preferente es del Estado, ellas son una manera de ejercer las prestaciones de salud y no por eso el Estado abdica o se desliga de su deber. Si hay una epidemia, al Estado le corresponde enfrentarla y no a los distintos prestadores de salud particulares. El problema del fuero maternal y del pago de pre y postnatal corresponde en parte, por cierto, a salud, y en otra muy importante a la seguridad social. A la salud, en cuanto a los cuidados para la madre y el ni�o, y m�s en general, hoy d�a, para la familia; pero en cuanto a las remuneraciones, obviamente es un problema de seguridad social y como tal debe encararse. Es la legislaci�n laboral la que obliga al descanso maternal pre y postparto, y es la seguridad social la que debe atender las remuneraciones o compensaciones para las personas que las requieran. Por ello, resulta absurdo criticar al sector privado que deje en manos de la seguridad social este �ltimo rubro, porque para que lo asuma dicho sector es obvio que deber�a contar con los ingresos respectivos. Mientras algunas cr�ticas que se le hacen al sector privado son muy justas (por ejemplo, alza de los planes para la mayor edad, problemas de las enfermedades catastr�ficas, dif�cil informaci�n al p�blico, etc�tera), al parecer hay personas que piensan que la salud no puede ser motivo de lucro sino para quienes trabajan en ella. Tienen un rechazo instintivo a que otras empresas ganen dinero por esta v�a. Ello se advierte no s�lo en Chile, por ejemplo, respecto de los laboratorios que producen los medicamentos; pero tambi�n se genera ante cl�nicas, ISAPRES, laboratorios cl�nicos, etc�tera. La frase "la salud no puede ser negocio" se escucha muy frecuentemente en los c�rculos ligados al sector. Existe tambi�n una profunda desconfianza del �mbito laboral frente a las privatizaciones. Esa es otra herencia que qued� del gobierno militar, que las hizo en forma clandestina, sorpresiva, sin debate e informaci�n, quedando en los trabajadores la convicci�n m�s profunda de que ellos son los primeros perjudicados en estos procesos. Y en este juego de las desconfianzas rec�procas se cae en francas exageraciones y excesos. Hay algunas que descalifican totalmente al sector p�blico, por sus evidentes carencias, y sostienen que, no obstante todo el dinero que se le ha puesto y el que se le va a poner, no hay mejor�a alguna en los servicios que presta. Ello es absolutamente falso, ya que en 1990, la salud p�blica fue entregada en estado calamitoso, sin equipos, con calderas y autoclaves pr�cticamente inservibles, edificaciones ruinosas, carencia de los m�s elementales suministros, remuneraciones incre�blemente bajas para su personal, y un estado de desmoralizaci�n consecuencial a estas carencias, etc�tera. Es efectivo que el mejoramiento no es proporcional a los recursos nuevos que se han inyectado, pero si hubiera seguido la situaci�n de hace poco m�s de una d�cada, hoy la salud p�blica estar�a absolutamente colapsada. No debe olvidarse tampoco que, fuera de las grandes ciudades, no existe otra salud que la p�blica, por lo que �sta es y ser� insustituible. La mayor�a de su personal trabaja abnegadamente y en condiciones que no son satisfactorias; los abusos e ineficiencias existen sin duda, y ah� es necesario un esfuerzo considerable de gesti�n, pero no debe olvidarse que la salud p�blica no puede desaparecer y que, en consecuencia, hay que mejorarla, lo cual, de todos modos, requiere recursos. Lo importante es obtener de ellos el mejor rendimiento posible, porque siempre ser�n escasos. Los enemigos de la salud privada deben entender, igualmente, que el Estado no est� en condiciones de garantizar una buena atenci�n de salud a los sectores de clase media de este pa�s. El experimento ya se hizo �se llam� SERMENA-, y finalmente lleg� a un estado absoluto de falencia econ�mica. No podemos tropezar dos veces con la misma piedra, y llevar al FONASA a la misma cat�strofe. Debe aceptarse que el sistema privado funciona por la utilidad, y si no, modifiquemos la Constituci�n y no seamos hip�critas. Debe aceptarse adem�s que sus prestaciones tienen un costo, y ese costo debe financiarse, de manera que si se quiere que el sector privado asuma toda la salud de las personas a quienes atiende, ello significar�, de uno u otro modo, que �stas deber�n aumentar su contribuci�n al sistema. En esto no hay milagros: si aumentan los costos, tendr�n que aumentar los precios, y si las personas no est�n en condiciones de pagarlos, emigrar�n al sistema p�blico, y en vez de obtener mayor financiamiento para el Plan AUGE, o como se le llame en futuro, s�lo tendr�n un mayor gasto, reproduci�ndose el fen�meno que ya se�alamos de la falta de l�mite del gasto en salud p�blica. Adem�s se oculta un hecho que es importante considerar. Con todos sus defectos, y que como hemos dicho son muchos, el sistema privado no atiende s�lo a la clase media acomodada del pa�s. Desde luego, los sectores m�s acomodados pueden reemplazar las ISAPRES por seguros, sin graves inconvenientes para ellos, de modo que si lo que se quiere es liquidarlas, ello repercute en otros sectores, y no en los m�s acomodados. Desde luego, siempre se pretende ignorar que hay vastos sectores de trabajadores organizados que, entre los convenios colectivos con las ISAPRES, cl�nicas, etc�tera, unidos a servicios de bienestar, y lo que las empresas convienen con sus sindicatos como contribuci�n al copago, tienen un excelente servicio de salud sin mayores costos para el Estado y los trabajadores. Por cierto, esto no significa que la salud privada est� exenta de cr�ticas, y que no debe ser mejorada enfrentando las serias deficiencias de que adolece. Pero cuando esto se hace con el �nimo de liquidar a las ISAPRES, es muy distinto de cuando se hace para mejorarlas. Dicho de otra manera, las reformas deben llevarse a cabo con el sector privado, y no en contra de �ste, como algunos lo se�alan. Las reformas que hasta aqu� se han hecho en estos �ltimos a�os, no han dado el resultado esperado. En mi opini�n, no hay reforma de salud posible en un clima de conflicto y belicosidad como el que se ha generado por las desconfianzas antes se�aladas. Aqu� debe buscarse un m�nimo consenso entre todos los actores, pero sobre la base de que siempre deber� coexistir un sector p�blico con la total responsabilidad de la salud, pero siempre habr� un sector privado. Lo que est� en discusi�n exclusivamente es a cu�ntas personas atender� �ste, y si el sector p�blico, al liquidarse gran parte del privado, estar� en condiciones de recibir de vuelta a varios millones de usuarios y darles el mismo servicio que hoy tienen en el sector privado, y teniendo claro, insisto, que los sectores m�s acomodados del pa�s nunca tendr�n problemas de ninguna especie. Pero el sector privado tiene que entender que deber� corregir sus grav�simos defectos. No puede encerrarse en una especie de castillo encantado en que cualquier cr�tica o intento de mejoramiento es considerado un ataque y provoca una defensa cerrada que impide las transformaciones que son indispensables. No hay que confundir a quienes realmente son contrarios al sistema privado de salud con quienes deseamos que contribuya a ella, pero que lo haga dentro de t�rminos razonables, y sin las graves deficiencias que terminan legitimando ante vastos sectores de la opini�n p�blica las cr�ticas que recibe. Ahora bien, debe considerarse que la reforma de la salud est� reci�n partiendo; que �ste es un proceso largo y complejo, en que habr� mucho pa�o que cortar y mucho que discutir, y donde las proposiciones de hoy tendr�n que ser perfeccionadas y maduradas a trav�s del debate parlamentario, so pena de que si en �ste se produce un empantanamiento, como ha ocurrido en tantas otras materias, la que se perjudica es la salud, porque existe consenso de que ella requiere una reforma. Creo que se ha cometido un doble error inicial al plantear el tema del subsidio maternal. Hoy, los enemigos de las ISAPRES cantan victoria, y sus partidarios afilan los cuchillos para combatir�as. Los gremios laborales est�n mirando cualquier cosa que pueda ir en contra de sus aspiraciones. Es el peor clima posible. El problema del subsidio maternal ha quedado entrampado en esta discusi�n, por lo cual creo que es una medida de prudencia separarlo del tema de la salud. Como lo dec�a al comienzo, son dos problemas distintos: uno es la atenci�n de salud para la madre embarazada, que seguir�n prestando la medicina p�blica y la privada y donde Chile ha alcanzado alt�simos niveles, que no est�n en riesgo con la reforma, pero que h�bilmente van a ser presentados como amenazados. Lo segundo est� en la protecci�n jur�dica, social y econ�mica de la madre embarazada, de la criatura y que hoy nuestro Congreso Nacional ha extendido en ciertas circunstancias a otros familiares. Dentro de esto se encuentran el fuero y los subsidios pre y postnatal. Estos �ltimos son subsidios estatales y no de salud. Cosa distinta es c�mo se financian y c�mo se paguen. Por ello mismo, no es conveniente que se le mezcle con temas tan pol�micos como la reforma de la salud y la subsistencia de las ISAPRES. Y hay quienes ya han dicho que deben darse otros pasos "en contra de �stas". Yo no soy su defensor, pero, como dec�a, creo que se est� cometiendo un doble error econ�mico y pol�tico. Econ�mico, porque siempre el financiamiento de nuevos recursos para el Estado se prestar� para conflictos y, de todos modos, �stos van a ser perjudiciales para una reforma de la salud. Pero lo peor es que, h�bilmente, ser� presentado con la hermosa bandera de la maternidad, y aparecer� en el combate publicitario como una disputa sobre este tema que est� obviamente al margen de la discusi�n. La protecci�n de la madre y el ni�o no est� en juego, pero s� f�cilmente puede entenderse como que hay una amenaza al respecto. Y se llegar� al extremo de decir que se trata de un Gobierno que no s�lo favorece el divorcio, sino que adem�s combate la maternidad, llev�ndonos a los extremos de Europa con una disminuci�n dr�stica de los nacimientos, con la consecuencia de los inmigrantes, y con lo que estamos viendo que hoy ocurre. Es evidente que no hay la m�s m�nima intenci�n ni posibilidad en tal sentido, y que ha sido un error pol�tico f�cilmente reparable la forma en que ha sido presentado. Pero al margen de esto, tambi�n debe estimarse si es aceptable en la situaci�n actual restarle el aporte estatal a las ISAPRES. Porque la cotizaci�n obligatoria del 7 por ciento es estatal. Es el Estado el que la impone, pero el aporte lo hacen los trabajadores, y si ellos escogieron el sistema privado, no hay raz�n jur�dica ni constitucional alguna para derivar parte de su aporte a otros fines. Pero adem�s, al restarle un 0,6 por ciento disminuye en esa suma los aportes que reciben las ISAPRES, y ello tiene que traducirse en una de tres soluciones: una, que ello salga de econom�as que efect�en estas entidades, ya sea en sus costos o en las prestaciones que otorgan; dos, que suban el precio de �stas, y tres, que se produzca una fuga masiva hacia el sector p�blico, con las consecuencias correspondientes. Esto �ltimo puede ocurrir precisamente en caso de producirse reducciones en las prestaciones o alzas en los precios. Prohibir por ley esto, es una vieja receta que ha fracasado una y otra vez. Nadie mantiene un negocio para perder dinero, y, por �ltimo, si no se puede eludir la prohibici�n, cosa que adem�s siempre ocurre, se abandona el negocio, porque ning�n empresario va a mantenerlo para perder dinero. En tal caso se rebajar�n las prestaciones, se demorar�n los pagos, y ocurrir�n miles de peque�as cosas que el pa�s ya prob� con el sistema de control de precios. Pero adem�s por una raz�n muy evidente: los usuarios han entendido el mensaje de que las ISAPRES no son bien vistas por la autoridad, y �stas tampoco gozan del aprecio de gran n�mero de ellos. Entonces, parece que el camino es obvio: irse al sector p�blico, en cuyo caso �ste, lejos de recibir mayores recursos, tendr� que absorber mayores responsabilidades. Es lo que ha ocurrido con las reformas mal concebidas que se han hecho al sistema. Yo pienso, se�ores Senadores, que en el debate parlamentario tenemos que encontrar alguna f�rmula para sacar adelante algo tan importante para la poblaci�n como es un cambio en la salud. Pero, adem�s, debemos llegar a alg�n tipo de entendimiento entre los sectores en pugna, para que aprendan a tolerarse y complementarse mutuamente. Y tambi�n el sector privado ha de entender de una vez por todas que nada gana con encasillarse en la defensa de sus intereses y persistir en la amenaza de que, si las reformas no se hacen con �l, no se har�n, lamentablemente. Lo �nico que no puede sacrificarse es la salud de la poblaci�n. Y tampoco es admisible seguir afectando a sectores de la clase media que, si tienen un mejor pasar, es con su esfuerzo y sacrificio, a veces de varias generaciones. Porque -como se�al�- la salud continuar� siendo siempre una especie, no de tonel sin fondo, porque lo que se echa a �ste se pierde, pero s� un continente que crece cada vez que aumenta su contenido. He dicho. El se�or CANTERO (Vicepresidente).- En Incidentes, los Comit�s Institucionales 1, Institucionales 2, Partido Por la Democracia y Dem�crata Cristiano no har�n uso de su tiempo. Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 19:16. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n